LA DOCENCIA EN EL MARCO DEL TRABAJO COLABORATIVO

Material elaborado y adaptado por la Profesora Viviana Parra Miranda

El trabajo colaborativo se fundamenta en las teorías de Lev Vygotzki, con la teoría social
del aprendizaje y la de Piaget con el cognoscitivismo. Estos teóricos promovieron una
enseñanza activa y comprometida, al plantear que las funciones psicológicas que
caracterizan al ser humano, por ende, el desarrollo del pensamiento, surgen o permiten
un mayor desarrollo en un contexto de interacción y cooperación social.

La interdependencia positiva (cooperación) permite que las personas estimulen y faciliten

los esfuerzos del otro por aprender. La interacción promovida derivada de la
interdependencia positiva, lleva a un aumento en los esfuerzos por el logro, relaciones
interpersonales positivas y salud psicológica.

“Para que un grupo sea cooperativo, debe existir una interdependencia positiva bien
definida y los integrantes tienen que fomentar el aprendizaje y el éxito de cada uno cara a
cara, hacer que todos y cada uno sea individual y personalmente responsable por su
parte equitativa de la carga de trabajo, usar habilidades interpersonales y en grupos
pequeños correctamente y recapacitar cuán eficaz es su trabajo colectivo. Estos cinco
componentes esenciales hacen que el aprendizaje en grupos pequeños sea realmente
cooperativo. (Johnson, et al, 1999)”

El aprendizaje cooperativo desarrolla capacidades como la autonomía individual y

grupal, cumplimiento y responsabilidad frente a los compromisos adquiridos y
comunicación efectiva, permite la automotivación, autorregulación, desarrollar la
conciencia colaborativa preocupándose por el aprendizaje de cada uno de los miembros
de su grupo, desarrollo del lenguaje interno y social, el razonamiento y la memoria entre
otras habilidades, las que se adquieren primero en un contexto social y posteriormente se
internalizan. Esta internalización es el producto de un determinado comportamiento
cognitivo en un contexto social. Al trabajar en equipo, los estudiantes comparten,
escuchan, reflexionan, evalúan y desarrollan mayor cantidad de habilidades de nivel
superior. Facilita que asuman roles dentro del grupo y lleven a cabo éstos de manera
responsable. Además, permite reforzar su proceso de aprendizaje, ya que les permite la
tutorización entre pares.

Desde la perspectiva de Vigotsky, siempre comienza por la adquisición del conocimiento

de carácter interpersonal para posteriormente hacerse intrapersonal. Siendo así, la
herramienta didáctica del Relato como medio de mediación hacia el aprendizaje en la
reflexión pedagógica, adquiere una gran relevancia, considerando que el docente,
intenciona un relato para darlo conocer a sus pares y luego en la puesta en común, le
permite realizar procesos metacognitivos sobre su internalización del conocimiento.

Basados en el supuesto de que el trabajo colaborativo mejora la calidad de los

aprendizajes y promueve el desarrollo de habilidades sociales en los jóvenes y que los
docentes ya no privilegian el tipo de enseñanza tradicional basada en clases expositivas
dirigidas a estudiantes con comportamiento pasivo aceptante, sino por el contrario buscan
generar el espíritu del estudiante activo modificante, ya que una clase centrada en el
docente con muy poca participación e interacción entre los estudiantes genera escasas
oportunidades para la reflexión y desarrollo de habilidades sociales y cooperativas, es que
surge con mucha fuerza la implementación de un trabajo colaborativo y tutoría entre pares
dentro del aula.

Hay razones por las que los profesores no han utilizado el aprendizaje colaborativo como
un mecanismo para apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje, algunas de éstas son
pérdida de control en la clase, falta de preparación de ésta y recursos materiales por parte
de los profesores, miedo a perder el control del contenido, ego de los profesores,
resistencia de los alumnos al trabajo colaborativo, falta de familiaridad con algunas
técnicas del proceso colaborativo y la administración de las mismas clases.

Los estudiantes necesitan relacionarse con sus pares en instancias que les permitan
dialogar, reflexionar y construir su propio conocimiento, por tanto el rol del docente debe
ser el de un facilitador que motiva y monitorea la actuación de los estudiantes, un
mediador en la construcción del propio conocimiento y del desarrollo de las habilidades
cognitivas y sociales de éstos.

En el modelo de trabajo colaborativo, los profesores invitan o convocan a sus estudiantes

a definir los objetivos específicos dentro de la temática que se está enseñando, brindando
opciones para actividades y tareas que logren atraer la atención de ellos y motivando a
los estudiantes a evaluar lo que han aprendido. Los profesores convocan a los
estudiantes a aplicar su propio conocimiento, cautelando que los estudiantes compartan
su conocimiento y sus estrategias de aprendizaje. [John98].

Y por último, los métodos de aprendizaje colaborativo comparten la idea de que los
estudiantes trabajan juntos para aprender y son responsables del aprendizaje de sus
compañeros tanto como del suyo propio. Todo esto trae consigo una renovación en los
roles asociados a profesores y alumnos.