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3) ¿A qué se refiere Chertok cuando habla de miedo a la incertidumbre? Relaciónelo con la adquisición y el
mantenimiento de los patrones cognitivos.
Un grado de temor a la incertidumbre y a lo imprevisible parece constituir un fenómeno universal en la especie
humana.
Por ejemplo, si estamos en una reunión social de la que conocemos muy poco, la tendencia natural en tal
circunstancia seria a informarse de los detalles más importantes con objeto de conducirse del modo adecuado. El
conocimiento de la situación nos proporciona una sensación de control sobre la misma, que a su vez nos brinda
seguridad y confianza. El lugar se ha transformado en algo conocido y por ende previsible.
La condición humana supone en alguna medida un proceso similar: llegamos a un mundo desconocido e
incierto con el agraviante de que somos dependientes e indefensos. Necesitamos cariño y protección de nuestro
entorno y debemos aprender las estrategias para conseguirlo. Desconocemos las consecuencias que puede generar
nuestra interacción con otras personas y no sabemos qué actitud tomar en relación a ellas. Esta incertidumbre nos
provoca inseguridad y necesitamos entender el mundo de alguna manera; de allí nuestra motivación para adoptar
conceptos generales sobre la gente y sobre nosotros mismos, con objeto de transformar el mundo en un lugar
conocido y previsible. Nos inclinamos a percibir cierta regularidad y sistematización en los acontecimientos.
La adquisición específica de las ideas y patrones cognitivos es el resultado de múltiples procesos de aprendizaje
que tienen lugar a partir de nuestras primeras experiencias y durante toda la vida (imitación de modelos familiares y
sociales, inculcación de filosofías y valores parentales a través de mensajes verbales y no verbales, influencias
culturales, condicionamientos tempranos). Estos procesos determinan que adoptemos juicios globales sobre nuestro
propio valor y sobre el valor de los demás. Ahora sabemos cómo son las cosas y cómo debemos conducirnos. Una
vez que se adquieren los patrones cognitivos se mantienen por reforzamiento negativo, porque permiten evitar la
inseguridad asociada con la incertidumbre.
8) ¿En que consiste la teoría de la disonancia cognitiva? Relaciónelo con el miedo a la incongruencia.
Teoría de la disonancia cognitiva: la misma expresa que cuando un concepto o hecho resulta incompatible con el
cuerpo de creencias preexistente se crea una disonancia que supone una tensión displacentera. El individuo procura
entonces eliminar la disonancia alterando el valor o el sentido de lo ocurrido (o de la nueva información) con el
objeto de aliviar la tensión.
Esto es así porque tenemos miedo a la incongruencia, y hasta nos gusta creer que somos coherentes. Suponemos que
las distintas ideas y actitudes que albergamos son congruentes entre si y con nuestros actos, y los datos que
cuestionan nuestra congruencia son difícil// aceptados. Tmb procuramos que las actitudes que sustentamos hacia
otras personas y situaciones guarden cierta coherencia o equilibrio. De este modo los individuos distorsionan la
percepción que tiene del mundo con el objeto de establecer una coherencia cognoscitiva entre los mismos. Vemos
entonces cómo nuestras actitudes y conceptos pueden modificarse por una necesidad subjetiva de equilibrio o
coherencia y no necesaria// por factores objetivos.
Por ultimo podemos decir que la capacidad individual para tolerar la incertidumbre y la incongruencia es variable, y
en consecuencia es variable el grado en que se distorsiona la realidad. La educación y las experiencias de
aprendizaje que ha vivido una persona determina el grado de coherencia que pretende ver en si mismo y en el
mundo.
9)- Explique que quiere decir que las ideas están controladas por sus consecuencias.
Las ideas también se controlan por sus consecuencias, de modo que su emisión depende del reforzamiento y el
castigo igual que la conducta manifiesta. Wolpe señala que el desviar la atención de los estímulos que despiertan
ansiedad y focalizarla en temas menos angustiantes, es un proceso similar a la evitación física.
En ocasiones nos percatamos de que hemos olvidado una tarea desagradable sin que nos hayamos propuesto
deliberadamente diferirla. En otros casos olvidamos una experiencia angustiante.
Las conductas que reducen la ansiedad tienden a repetirse, mientras que se suprimen las respuestas que generan
consecuencias aversivas, aunque dichas consecuencias provengan de una evaluación equivocada de la realidad.
1) ¿Cómo define Beck a la terapia cognitiva?. Expliqué en qué consiste dicha terapia.
La terapia cognitiva es un procedimiento activo, directivo, estructural y de tiempo limitado que se utiliza para
tratar distintas alteraciones psiquiátricas. Se basa en el supuesto teórico subyacente de que los efectos y la conducta
de un individuo están determinados en gran medida por el modo que tiene dicho individuo de estructurar el mundo.
Sus cogniciones se basan en actitudes o supuestos (esquemas) desarrollados a partir de experiencias anteriores.
Las técnicas terapéuticas específicas utilizadas se sitúan en el marco del modelo cognitivo en psicopatología;
pensamos que la terapia no puede ser aplicada con efectividad si no se tiene un conocimiento de la teoría y técnicas
terapéuticas que van encaminadas a identificar y modificar las conceptualizaciones distorsionadas y las falsas
creencias (esquemas) que subyacen a estas cogniciones. El paciente aprende a resolver problemas y situaciones que
anteriormente había considerado insuperables mediante la reivindicación y modificación de sus pensamientos. El
terapeuta cognitivo ayuda al paciente a pensar y a actuar de un modo más realista y adaptativo en relación con sus
problemas psicológicos, reduciendo o eliminando así los síntomas.
La terapia cognitiva se sirve de una amplia variedad de estrategias cognitivas y conductuales. El objetivo de las
técnicas cognitivas es delimitar y poner a prueba las falsas creencias y los supuestos desadaptativos especialmente
del paciente. El método consiste en experiencias de aprendizajes altamente específicas dirigidas a enseñar al paciente
las siguientes operaciones: controlar los pensamientos (cogniciones) automáticos negativos; identificar las relaciones
entre cognición, efecto y conducta; examinar evidencia a favor y en contra de sus pensamientos distorsionados y
sustituir estas cogniciones desviadas por interpretaciones más realistas; aprender a identificar y modificar las falsas
creencias que le predisponen a distorsionar sus experiencias.
Se utilizan varias técnicas verbales para explorar la lógica subyacente y la base de las cogniciones y supuestos
concretos. El paciente recibe, al principio una explicación de fundamento teórico de la terapia cognitiva. A
continuación, aprende a reconocer, controlar y registrar sus pensamientos negativos en el Registro Diario de
Pensamiento Distorsionados.
Las cogniciones y supuestos subyacentes se discuten y examinan desde el punto de vista de la lógica, validez,
valor adaptativo, e incremento de la conducta positiva versus mantenimiento de la patología,
La terapia se centra en “síntomas objetivos” específicos. Se identifican las cogniciones que están a la base de
dichos síntomas y se someten a una investigación lógica y empírica.
Uno de los componentes más poderosos del modelo de psicoterapia basados en el aprendizaje es el hecho de
que el paciente comienza a incorporar muchas de las técnicas que emplea el terapeuta.
Estas preguntas que el sujeto se formula a sí mismo desempeñan un papel capital en la generalización en las
técnicas cognitivas de la consulta a las situaciones externas. Sin este tipo de preguntas, el individuo depresivo se ve
rodeado de patrones automáticos estereotipados, fenómenos que podríamos denominar “pensamiento irreflexivo”.
Las técnicas conductuales se emplean con los pacientes depresivos más graves no solo para modificar la
conducta, sino también para elicitar cogniciones asociadas a conductas específicas.
Ente los materiales relacionados con las técnicas conductuales se encuentra un Cuestionario de Actividades
Semanales, en el que el paciente debe registrar sus actividades cada hora: un Cuestionario de Dominio y Agrado, en
el que el paciente avalúa las actividades listadas en el cuestionario anterior, y la Asignación de Tareas Graduales, en
la cual el paciente emprende una serie de tareas que lo llevaran a alcanzar una meta que él considera difícil o
imposible. Las técnicas conductuales se diseñan para ayudar al paciente a someter a prueba ciertos supuestos y
cogniciones desadaptativos.
Un problema importante con el que se enfrenta el terapeuta es el de toma de decisiones referentes a la elección
del tipo concreto de intervención así como a la duración de ésta. Tanto las técnicas conductuales como las
cognitivas tienen sus propias ventajas y aplicaciones dentro de la terapia cognitiva.
Aunque las técnicas sean más eficaces para modificar las falsas creencias, las técnicas cognitivas pueden ser del
tipo ideal de intervención para modificar la tendencia del paciente a hacer inferencias incorrectas a partir de eventos
específicos. A medida que el terapeuta va adquiriendo experiencia, podrá emplear un “árbol de decisión” en el curso
de las sesiones.
En lugar de seleccionar estrategias sobre la marcha, elegirá la técnica más adecuada para el síntoma o problema
concreto que se le presenta.
4) ¿Cuáles son las criticas que la terapia cognitiva realiza al psicoanálisis y al conductismo?
Psicoanálisis: sus técnicas, tales como la asociación libre y la mínima actividad por parte del terapeuta,
influye de modo negativo en el paciente depresivo ya que le permiten hundirse más en su laberinto de
preocupaciones negativas. De igual modo critica el hecho de que el psicoanálisis centra su atención a la
época de la infancia, mientras que la terapia cognitiva se centra en los problemas “aquí y ahora”, salvo que
se clarifiquen algunos hechos actuales prestando atención a la infancia. El objetivo principal es investigar los
pensamientos y sentimientos del paciente durante la sesión terapéutica y entre las sesiones. No se interpretan
factores icc. El terapeuta cognitivo colabora activa// con el paciente en la exploración de las experiencias
psicológicas de éste y en la elaboración de programas de actividades y de tareas para realizar en la casa.
Conductismo: critica el énfasis que pone sobre las experiencias internas (mentales) del paciente, tales como
pensamiento, sentimientos, deseos, aspiraciones y actitudes. Al contrario, la terapia cognitiva pone énfasis
en la investigación empírica de los pensamientos, inferencias, conclusiones y supuestos automáticos del
paciente. Se formulan las creencias e ideas desviadas del paciente acerca de si mismo, de sus experiencias y
de su futuro en términos de hipótesis cuya validez se intenta comprobar de modo sistemático. Así, casi todas
las experiencias pueden darnos la oportunidad de realizar un experimento relevante de los puntos de vista o
creencias negativas del paciente.
6) Explique el modelo cognitivo de la depresión (sus 3 elementos: triada cognitiva, esquemas y errores en el
procesamiento de la información).
El modelo cognitivo de la depresión ha surgido a partir de observaciones clínicas sistemáticas y de
investigaciones experimentales.
Dicho modelo postula 3 conceptos específicos para explicar el sustrato psicológico de la depresión:
1. Tríada cognitiva: consiste en 3 patrones cognitivos principales que inducen al paciente a considerarse a si
mismo, a su futuro y sus experiencias de modo idiosincrásico: el 1° componente se centra en la visión negativa
del paciente acerca de si mismo (el paciente se ve desgraciado, torpe, enfermo, con poca valía, con defectos
físicos, psíquicos o morales); el 2° componente se centra en la tendencia del depresivo a interpretar sus
experiencias de una manera negativa (le parece que el mundo le hace demandas exageradas y/o le presenta
obstáculos insuperables para alcanzar sus objetivos, interpreta sus interacciones con el entorno en término de
relaciones de derrota o frustración); el 3° elemento se centra en la visión negativa acerca del futuro (el depresivo
espera penas, frustraciones y privaciones interminables, sus expectativas son de fracaso).
2. Esquemas: son aquellos patrones cognitivos, relativa// estables que constituyen la base de la regularidad de las
interpretaciones acerca de un determinado conjunto de situaciones. Es decir que este concepto se utiliza para
explicar porqué mantiene el paciente depresivo actitudes que lo hacen sufrir y son contraproducentes, incluso en
contra de la evidencia objetiva de que existen factores positivos en su vida.
Cuando una persona se enfrenta a una circunstancia, el esquema es la base para transformar los datos en
cogniciones (definidas como cualquier idea con un contenido verbal o grafico). Así, un esquema constituye la
base para localizar, diferenciar y codificar el estímulo con que se enfrenta el individuo. Los tipos de esquemas
empleados determinan el modo como un individuo estructurará distintas experiencias.
3. Errores en el procesamiento de la información: éstos mantienen las creencias del paciente en la validez de sus
conceptos negativos incluso a pesar de la existencia de la evidencia contraria.
Inferencia arbitraria (relativo a la respuesta): se refiere al problema de adelantar una determinada
conclusión en ausencia de la evidencia que la apoye o cuando la evidencia es contraria a la conclusión.
Abstracción selectiva (relativo al estímulo): consiste en centrarse en un detalle extraído fuera de su contexto,
ignorando otras características más relevantes de la situación, y conceptualizar toda la experiencia en base a
ese fragmento.
Generalización excesiva (relativo a la respuesta): se refiere al proceso de elaborar una regla general o una
conclusión a partir de uno o varios hechos aislados y de aplicar el concepto tanto a situaciones relacionadas
como a situaciones inconexas.
Maximización y minimización (relativo a la respuesta): se refiere a la tendencia y facilidad del cliente para
atribuirse a si mismo fenómenos externos cuando no existe una base firme para hacer tal conexión.
Pensamiento absolutista, dicotómico (relativo a la respuesta): se manifiesta en la tendencia a clasificar todas
las respuestas según 1 o 2 categorías opuestas (impecable o sucio, santo o pecador). Para describirse a si
mismo el paciente selecciona las categorías del extremo negativo.
Este desorden del pensamiento presente en la depresión puede ser conceptualizado en términos de modos
“primitivos” de organizar la realidad (vs. modos “maduros”). Así, las personas depresivas tienden a emitir
juicios globales respecto a los acontecimientos que afectan su vida. Sus contenidos de pensamiento tienen una
gran probabilidad de ser extremos, negativos, categóricos, absolutistas, etc. La respuesta emocional, por lo tanto,
tiende a ser negativa y extrema. La complejidad, variabilidad y diversidad de las experiencias y la conducta se
reducen a unas pocas categorías.
Ejemplo: la ruptura matrimonial puede activar el concepto de pérdida irreversible asociado con la muerte
de uno de los padres acaecida durante la infancia del individuo.
8) ¿Cuáles son los requisitos para llevar a cabo la terapia cognitiva de la depresión?.
1. El terapeuta dedicado al tratamiento de pacientes depresivos debe poseer un sólido conocimiento del síndrome
clínico de la depresión. Debe profundizar en las habilidades de entrevista necesarias para determinar el “estado
mental” del paciente y para recoger los datos pertinentes de su historia. Debe estar familiarizado con la amplia
variedad de manifestaciones clínicas del síndrome y con las vicisitudes del proceso clínico. Estas características
clínicas incluyen el conocimiento de las remisiones espontáneas, la tasa de recaída, el riesgo de suicidio.
Los terapeutas no deben limitarse a una definición idiosincrásica de la depresión dictada por una determinada
escuela de psiquiatría o psicología sino que deben tener en cuenta las descripciones de los síndromes que posean una
aceptación generalizada.
Características de la depresión:
1. Presenta un conjunto de síntomas y conductas peculiares que la hacen diferente de otras neurosis.
2. Tiende a seguir un desarrollo determinado. La depresión típica suele comenzar con un grado medio de
intensidad, alcanza un punto álgido y, a continuación, disminuye generalmente en intensidad, de tal modo
que sus características temporales y “remisiones espontáneas” han sido repetidamente observadas por los
clínicos. La depresión suele ser episódica, con períodos en que se da una ausencia de los síntomas.
3. El suicidio, como complicación letal de la depresión es particularmente importante.
4. Determinados tratamientos somáticos han sido aplicados con éxito a la depresión. Los fármacos tricíclicos
tienen una aplicabilidad altamente selectiva limitada a este síndrome. La terapia electroconvulsiva a menudo
produce resultados positivos en determinados casos de depresión.
5. Existe un creciente cuerpo de evidencia que indica la presencia de un tipo de alteración biológica en la
depresión posiblemente debida a una especie de agotamiento o fatiga de los neurotransmisores.
6. Ciertos tipos de depresión (por ejemplo: depresiones bipolares) tienen un fuerte componente hereditario.
7. El contenido específico de las distorsiones cognitivas y de los supuestos subyacentes es diferente del que se
da en otros trastornos.
8. El tipo de factores desencadenantes pueden diferir en cada una de las distintas alteraciones neuróticas.
Surgen de una pérdida percibida o real; en otros síntomas, como la ansiedad, los factores desencadenantes
están más relacionados con una amenaza o peligro.
2. Dado que el suicidio es la complicación letal de la depresión, el clínico necesita una serie de capacidades
especializadas para reconocer al paciente suicida y determinar el riesgo de suicidio. Incluso un paciente con una
depresión de intensidad moderada puede llegar al suicidio (no son infrecuentes los intentos de suicidio) durante el
proceso de la terapia.).
El clínico debe estar alerta a los indicios de un incremento en el riesgo de suicidio durante el tratamiento; debe estar
preparado para tomar decisiones cruciales sobre asuntos tales como informar a la familia del paciente acerca del
riesgo de suicidio, recomendar un período de hospitalización, prescribir precauciones especiales dentro del propio
hospital, etc.
3. El aspirante a terapeuta cognitivo debe ser, en primer lugar, un buen terapeuta. Debe poseer algunas
características necesarias, como la capacidad para responder al paciente en una atmósfera de relación humana con
interés, aceptación y empatía.
4. En complementariedad con lo anterior, el terapeuta necesita satisfacer los siguientes requisitos previos:
a) Un sólido conocimiento del modelo cognitivo de la depresión.
b) Un conocimiento del marco conceptual de la terapia cognitiva.
c) Entrenamiento formal en un centro de terapia cognitiva. Se incluirá la supervisión en la terapia con pacientes
depresivos. Un período de seis meses a dos años suele ser suficiente para alcanzar los criterios de
competencia.
d) Entrenamiento en talleres, realización de tareas de monitor de grupo, y utilización de cintas e video y
libretas de anotaciones. Este tipo de entrenamiento también exige una supervisión continuada por parte de
un instructor cualificado hasta que se satisfagan los criterios de competencia.
10) ¿Cuál es la función del terapeuta respecto a las emociones del paciente?
El terapeuta debe estar alerta y prestar atención a las ocasiones en que se produce una intensificación de las
emociones negativas del paciente. El terapeuta debe ser capaz de empatizar con las experiencias emocionales
dolorosas del paciente, así como de identificar las cogniciones inadecuadas y los límites entre pensamientos
negativos y sentimientos negativos. El terapeuta debería estar alerta a la menor señal de diversión y satisfacción a fin
de fomentar estas emociones agradables.
A la hora de determinar las reacciones emocionales del paciente, el terapeuta debe tener cuidado para no caer
en la trampa semántica de interpretar como una emoción cualquier frase que siga a la palabra “siento”. Cuando una
persona hace afirmaciones del tipo “siento que soy inútil” esta verbalizando una idea que puede o no estar asociada
con un sentimiento. O bien puede estar expresando tentativamente un concepto como si dijese “me doy cuenta de
que esta puede no ser una idea defendible”.
Tras llegar a un consenso con el paciente acerca de la distinción semántica entre sentimientos y pensamientos u
opiniones, el terapeuta debería intentar evaluar la capacidad del paciente para detectar e identificar sus
sentimientos. En general, los pacientes depresivos no suelen tener grandes dificultades para identificar sus
sentimientos y relacionar la activación o intensificación de los sentimientos negativos con situaciones específicas.
En ocasiones, los pacientes parecen independizar sus sentimientos del resto de su conducta.
Entre las características generales del terapeuta que facilitan la aplicación de la terapia cognitiva se cuentan la
aceptación, la empatía y la autenticidad. Estas influyen sobre las actitudes y conductas del terapeuta durante el
tratamiento. Si se concede una importancia excesiva a estos atributos, o si se utilizan ingenuamente, pueden
convertirse en perjudiciales para la colaboración terapéutica. Un terapeuta que posea estas cualidades y que las
utilice adecuadamente puede lograr un considerable incremento en la efectividad del tratamiento.
Estas características en sí mismas son necesarias, pero no suficientes para conseguir un efecto óptimo de la
terapia. En la medida en que el terapeuta sea capaz de mostrar estas cualidades, está contribuyendo a crear un
ambiente en que se pueden aplicar mas eficazmente las técnicas cognitivas.
Aceptación:
La aceptación, la preocupación sincera y el interés por el paciente pueden contribuir a contrarrestar la tendencia
de éste a percibir al terapeuta como indiferente o distante o a verse a sí mismo como una carga para el terapeuta. Una
actitud de aceptación por parte del terapeuta puede contribuir a corregir determinadas distorsiones cognitivas
negativas que el depresivo aporta a la relación terapéutica, así como a otras relaciones.
El factor determinante de la respuesta del paciente es su percepción de la aceptación más que el grado real de
aceptación que muestre el terapeuta.
El terapeuta debe ser muy precavido a la hora de mostrar esta actitud de aprobación. Si el terapeuta es
demasiado activo en sus muestras de preocupación e interés el paciente puede reaccionar de forma negativa o bien
puede malinterpretar los motivos del terapeuta.
A veces el paciente puede interpretar las expresiones de aprobación e interés como signos de profundo afecto o
incluso de amor, llegando a su vez a enamorarse del terapeuta. Con esto el terapeuta se ve obligado a mostrar una
actitud abierta y cálida, pero evitando siempre mostrarse efusivo o excesivamente solícito.
El terapeuta debe establecer un equilibrio adecuado a la hora de mostrar una actitud cálida. El paciente puede
interpretar una aceptación demasiado escasa como rechazo, en tanto que una muestra de interés excesiva puede
interpretarse tanto en un sentido negativo como positivo. El terapeuta debe atender cuidadosamente a los indicios
que puedan sugerir que sus actitudes son contraproducentes.
El camino mas seguro consiste en preguntarle directamente al paciente como percibe al terapeuta.
El terapeuta expresa su aceptación e interés en gestos, en el tono de voz y en el modo de construir las frases. El
terapeuta experimentado modificará a menudo la frecuencia e intensidad de las manifestaciones de interés y
aceptación en función de la fase de la terapia.
Empatía:
Es el mejor modo como el terapeuta puede entrar en el mundo del paciente, ver y experimentar la vida como lo
hace éste, incluso sus sentimientos. En la medida en que su empatía sea adecuada, el terapeuta puede entender como
estructura el paciente ciertos eventos y como responde a ellos. Puede dejar entrever que es capaz de compartir en
cierto modo la angustia del paciente. Esta expresión ayuda al paciente a percibir al terapeuta como un ser
comprensivo, facilitando la posterior manifestación de los sentimientos y cogniciones. Una empatía adecuada facilita
la colaboración terapéutica.
Si el terapeuta logra percibir adecuadamente y compartir las expectativas del paciente, le resultara más fácil dar
sentido a las conductas infructuosas del paciente y evitar emitir juicios de ellas.
La irritación que produce en el terapeuta el cinismo o el negativismo del paciente puede mitigarse mediante la
compresión empática de cómo las expectativas del paciente le han hecho desconfiado.
El terapeuta debe tener cuidado de no proyectar sus propias actitudes y expectativas en el paciente. Una fe
excesiva en la empatía puede llevar al terapeuta a aceptar como verídica la representación negativa automática del
paciente acerca de sí mismo y del mundo. Si el terapeuta no busca datos adicionales aparte de los que el paciente hay
mencionado puede llegar a creer que las interpretaciones de éste son fieles representaciones de su situación real.
Debe buscar el equilibrio entre su comprensión empática y la comprobación objetiva de las introspecciones del
paciente con otras fuentes de información, debe someter a prueba la lógica implícita en las inferencias y
conclusiones del paciente.
Simpatía:
Sentimiento de compasión hacia el paciente. (Difiere de empatía).
Una respuesta abiertamente compasiva puede anular los intentos del terapeuta por suprimir las fuentes de
angustia del paciente. Al empatía incluye un componente intelectual, conocer la base cognitiva de los sentimientos
del paciente a fin de preservar la objetividad hacia sus problemas.
Autenticidad:
Un terapeuta que posea esta característica será honesto consigo mismo, así como con el paciente. En vista de la
tendencia del depresivo a atender selectivamente a lo negativo y extraer evidencia de sus propias deficiencias, el
terapeuta debe conjugar la honestidad con la diplomatura. El paciente puede malinterpretar la franqueza,
percibiéndola como una crítica, hostilidad o rechazo.
Pero la autenticidad en el terapeuta no es suficiente; debe poseer además la capacidad de comunicarle su
sinceridad al paciente; debe penetrar en el sistema de distorsiones del paciente a fin de transmitir una imagen realista
de si mismo. El terapeuta poco experimentado puede llegar a asegurarle al paciente que se recuperará. Ante esta
clase de “promesas” percibe al terapeuta como poco sincero, poco comprensivo o absurdo.
Paralelamente, intensificar la dedicación al paciente puede provocar sospechas o pensamientos cargados de
culpabilidad.
14) ¿En que consiste el diseño experimental y la asignación de tareas para la casa?
Un método muy útil para investigar la validez de un determinado supuesto consiste en diseñar un experimento
o tarea para someter a una prueba empírica dicho supuesto. En 1° lugar se debe especificar la pista o el supuesto que
van a someter a prueba. El terapeuta expone una hipótesis concreta a partir de esta regla gral. La hipótesis se
formulará en términos operativos y terapeuta y paciente pueden diseñar un experimento para probar la predicción
hecha a partir de la regla gral.
Paciente y terapeuta se centrarán el la evaluación de los resultados del experimento, considerando varias
interpretaciones de los mismos. Por ultimo, el equipo comparará los resultados reales con las predicciones de
paciente en base a la hipótesis gral.
Asignación de tareas para casa: el terapeuta puede fomentar la colaboración terapéutica animando al paciente
a planificar por si mismo las taras para casa. Cada tarea se presenta como un experimento (una oportunidad para
averiguar algo mas acerca de las situaciones con las que el paciente se enfrenta normal//). El terapeuta puede
fortalecer la colaboración explicando al paciente los objetivos y el fundamento teórico de la tarea. Si los pacientes
saben cómo hacer la tarea para casa y porqué las hacen puede ayudarles; probable// estarán mucho mas motivados
para llevarlas a cabo.
La asignación de tareas para casa afecta de un modo crucial la relación terapéutica. Los pacientes interpretan el
trabajo en casa como una prueba de su valía personal, de sus capacidades o de su grado de motivación; o bien
pueden pensar que lo que se persigue es que lleven a cabo sus tareas con la máxima perfección. El terapeuta debe
intentar captar y preguntar abierta// acerca de este tipo de actitudes. Animará viva// a los pacientes a que compartan
sus pensamientos y sentimientos referentes al trabajo para casa, tanto antes como después de haberlo realizado.
15) ¿Cuáles son los supuestos que predisponen a la depresión? ¿Cómo se los identifica y modifica?
A medida que la terapia avanza y que los síntomas disminuyen, el objetivo principal de la terapia pasa a ser la
modificación de los supuestos incorrectos (creencias básicas que predisponen a una persona a la depresión). La
modificación de los supuestos incorrectos o inadecuados ejerce una influencia directa sobre la capacidad del
paciente para evitar posibles depresiones futuras.
Beck especifico algunos de estos supuestos que predisponen a la depresión:
Cuando el paciente ha manifestado un numero suficiente de pensamientos automáticos, surgirán los contenidos
característicos (por ej. la creencia de que es antipático, inútil, feo o inepto). Los pensamientos automáticos del
paciente suelen partir de un supuesto implícito sobre el cual descansa la cognición. Aunque el supuesto no suele ser
evidente, la regla que gobierna la actitud del paciente puede inferirse a partir de una lista de las cogniciones y
eventos que produce la disforia.
El tipo de errores de pensamiento que el paciente presenta (exceso de generalización, conclusiones arbitrarias,
razonamiento dicotómico) pueden constituir buenos indicios para llegar a los supuestos subyacentes.
Otro indicio es el uso que hace de determinadas palabras. Las palabras grales, vagas y hasta cierto punto
infantiles que el paciente acostumbra a emplear resultan especial// útiles para descubrir sus supuestos.
Un ultimo indicio para descubrir el sistema de creencias subyacente es el modo como el paciente interpreta el
comportamiento de los otros.
Modificación de los supuestos: una vez que los supuestos se han verbalizado (es decir, han sido identificados)
dejando por lo tanto de estar ocultos, muchos pacientes se dan cuenta inmediata// que eran absurdos y
desadaptativos. Esto no es sorprendente si se piensa que muchas personas consideran estos supuestos como verdades
incuestionables.
El terapeuta puede valerse de distintos argumentos y ejercicios para ayudar a los pacientes a examinar la
validez de sus creencias contraproducentes. Los pacientes no modifican sus creencias en base al numero de
argumentos, sino porque algunos argumentos concretos tienen para ellos un significado particular// relevante. Una o
dos formas nuevas de considerar una situación pueden ser suficientes para modificar incluso las creencias mas
arraigadas. Los factores responsables de la modificación suelen ser sorprendente// simples. Cuando los pacientes
indican un cambio en una creencia, el terapeuta debe preguntarse cobre los factores que lo han producido.
La mejor evidencia en contra de los supuestos es la que el paciente desarrolla por si mismo o en colaboración
con el terapeuta. Por esa razón, los “retos” a los supuestos del paciente deben presentarse en forma de preguntas o de
sugerencias de supuestos alternativos, y no en forma de afirmaciones. Los argumentos en contra del sistema de
creencias de una paciente resultan mas eficaces cuando se relacionan con sus creencias adaptativas.