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CENTRO ESCOLAR MANUEL ESPINOSA

YGLESIAS
BACHILLERATO GENERAL TURNO
MATUTINO
ASIGNATURA: México En El Contesto Universal
PROFESOR: Rafael Alcázar
SEXTO SEMESTRE
GRUPO: 3°B
PRIMER MOMENTO PARCIAL DE EVALUACIÓN
NOMBRES:
- Francisco Bernardo Elizabeth
- Pérez Bracamontes Paulina Malinali
- Ramos Martínez Carolina
REFERENCIAS
- BUCH RODRÍGUEZ, LUIS M: Gobierno revolucionario cubano: génesis y primeros pasos,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1988. Otros pasos del gobierno revolucionario
cubano, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2002.
- CANTÓN NAVARRO, JOSÉ: Cuba: el desafío del yugo y la estrella, Editorial SI-MAR S.A., La
Habana, 1996. COLECTIVO DE AUTORES: Cuba: Revolución y economía 1959-1960, Editorial
de Ciencias Sociales, La Habana, 1985.
- DÍAZ CASTAÑÓN, MARÍA DEL PILAR: Ideología y Revolución: Cuba 1959-1962, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 2001.
- DIEZ ACOTA, TOMÁS: Octubre de 1962: a un paso del holocausto, Editora Política, La
Habana, 2002.
- FERNÁNDEZ RÍOS, OLGA: Formación y desarrollo del Estado socialista en Cuba, Editorial de
Ciencias Sociales, La Habana, 1988.
- FUNG RIVERÓN, THALÍA: En torno a las regularidades y particularidades de la revolución
socialista en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982.
- https://mihistoriauniversal.com/edad-contemporanea/revolucion-cubana/
- file:///C:/Users/Acer/Downloads/Dialnet-
CastroLaRevolucionCubanaYLaAutodeterminacionDeLosP-2049997.pdf
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo se ha elaborado por estudiantes del sexto semestre de bachillerato a
petición del profesor Rafael Alcázar que imparte la materia de México en el Contexto
Universal.
En él plasmaremos la política exterior mexicana en su relación con la Revolución Cubana,
enfocado en los principios rectores de no intervención y autodeterminación de los pueblos
que se basan en la igualdad, el mutuo respeto a las instituciones, las leyes, la firme y
constante voluntad de no intervenir jamás (bajo ningún pretexto) en los asuntos interiores
de otros países, con el objetivo de obtener para México un tratamiento igual al que otorga,
esto es, que se considere en calidad de Nación Soberana, como al igual de los demás
pueblos; que sean respetadas sus instituciones y que no se intervenga en ninguna forma
en sus negocios interiores.
Sin embargo, estas prácticas consideradas lícitas sirvieron de pretexto a las potencias
europeas y a los Estados Unidos para justificar sus intervenciones arbitrarias en América
Latina.
A partir de la creación de las Naciones Unidas en 1945 el principio de no intervención se
consagra como una norma básica de las relaciones internacionales. Años más tarde, con
ocasión de graves y masivas violaciones a los derechos humanos cometidas por regímenes
dictatoriales, la comunidad internacional le ha dado un nuevo enfoque al principio de no
intervención, reconociendo que la protección de estos derechos fundamentales es uno de
sus objetivos prioritarios y ha dejado de ser un asunto sometido exclusivamente a la
jurisdicción interna de los Estados.

Objetivo General
Analizar la política exterior mexicana en su relación con la Revolución Cubana, con base
en los principios rectores de no intervención y autodeterminación de los pueblos. Asimismo,
examinar la relación que existe entre el principio de no intervención y otros principios
básicos que rigen en la sociedad internacional.

Hipótesis
Como hipótesis principal de éste trabajo, nos proponemos demostrar que el principio de no
intervención mantiene su vigencia como una de las normas básicas de las relaciones
internacionales, en armonía con otros principios fundamentales relativos a las doctrinas de
las naciones.
DESARROLLO
ANTECEDENTES
Los países de América Latina desde el momento de lograr su independencia reivindicaron
el derecho de gobernarse libremente y rechazaron las intervenciones europeas en América,
pero fue el mensaje del presidente Monroe al Congreso de los Estados Unidos en 1823 el
que consagra formalmente el derecho de los países del nuevo mundo a organizarse y
alcanzar su desarrollo sin la intervención y la injerencia de las potencias europeas,
consagrando así el principio de la no intervención europea en América. Este mensaje que
adoptó el nombre de la Doctrina Monroe, 18 representa el origen de uno de los principios
esenciales de la política y del derecho internacional en América, cual es el principio de no
intervención de un Estado en los asuntos de otro. Al proclamar la doctrina Monroe, los
Estados Unidos se oponían a toda intervención europea en los asuntos americanos y a toda
tentativa de colonización u ocupación de cualquier territorio americano por parte de los
países europeos. Pero dicha doctrina no se aplicó en su concepción original y, por el
contrario, sirvió de pretexto para asegurar la hegemonía de los Estados Unidos en el
continente. Por lo tanto, la Doctrina Monroe no fue una norma del Derecho internacional si
no una declaración unilateral de los Estados Unidos que impusieron en sus relaciones
internacionales y que aplicaron en forma arbitraria e injustificada teniendo en cuenta solo
sus intereses, sin impedir las intervenciones tanto de Europa como de los mismos Estados
Unidos, violando así los derechos de los pueblos y la integridad y soberanía de los países
de América Latina y el Caribe.
No obstante que el deber de no intervención como norma del derecho internacional se
plasmó inicialmente en instrumentos del Sistema Interamericano y más tarde fue
consagrado en el Sistema de Naciones Unidas que lo reconoce como principio fundamental
con validez universal.

REVOLUCIÓN
La Revolución Cubana fue el proceso revolucionario que, a partir de 1959, convirtió a Cuba
en un país comunista liderado por Fidel Castro. Dio inicio cuando, Eduardo Chibás1 del
Partido Ortodoxo, siendo el gran triunfador de las elecciones de 1952, se suicidó abriendo
un vacío político, que cubriría Fulgencio Batista2, que había participado del Movimiento de
la Paz, próximo al Partido Comunista, y que para agradar a Estados Unidos manifestó una
línea anticomunista mientras aumentaba la represión política contra la izquierda.
Por otro lado Fidel Castro3 y Ernesto Guevara4 planearon el derrocamiento del
Presidente Cubano Fulgencio Batista en la Ciudad de México.

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ANEXO 1
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ANEXO 2
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ANEXO 3
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ANEXO 4
PLANEACIÓN EN MÉXICO
México representaba para la mayoría de los políticos e intelectuales IberoAmericanos el
bastión cultural y político más importante de la región del que se apoyarían los
Revolucionarios Cubanos para cambiar el status en la isla.
Uno de los artífices de la Revolución Cubana fue Fidel Castro, que había llegado a México
a principio de 1956.
En México existía un relativo ambiente de romanticismo respecto a los movimientos
Socialistas en el mundo, principalmente en la Europa del bloque Soviético.
En la memoria popular mexicana estaba fresco aún el gobierno del presidente Lázaro
Cárdenas (1934-1940) cuya orientación social con la repartición de tierras a campesinos y
especialmente con la expropiación petrolera de 1938 le daría una inclinación más social y
una tendencia económica de 'media izquierda' a su Gobierno.
En el concepto de izquierda se movían muchos funcionarios de alto nivel de los Gobiernos
Priístas de la época. Podría ser el equivalente a la Masonería del siglo XIX en México, una
especie de 'sociedad intelectual' de la época. Es ese el México al que Castro llega en 1956;
el año anterior había estado en los Estados Unidos recabando fondos para su movimiento.
En México, diversos grupos de políticos e intelectuales lo acogen y empieza a relacionarse
con las esferas del poder y de la intelectualidad mexicanos.

De los muchos personajes con quien se involucra Castro es Carlos Hank González5, en
aquella época Presidente Municipal de Toluca.

Durante un encuentro político organizado por el candidato a la Gubernatura Gustavo Baz,


Castro fue invitado y en esa ocasión le pidió a Carlos Hank que le ayudara a localizar un
buen sitio para realizar prácticas de tiro.

Fidel deseaba un lugar apartado, solitario, con la idea de preparar a sus futuros guerrilleros.
Castro le comentó a Hank que en Cuba había miles de personas dispuestas a tomar las
armas para derrocar al presidente Fulgencio Batista.

Hank González le recomendó un paraje en la zona de las faldas del Nevado de Toluca,
aunque días después visitó otro en Ixtapan de la Sal y finalmente encontró el 'ideal' en
Chalco6; Castro necesitaba un área con cerros parecida a lo que eventualmente tendría en
la Sierra Maestra en Cuba, así como alejado de zonas urbanas.

Fidel Castro habitó una vivienda7 modesta a unas cuadras del Monumento a la Revolución
en la Ciudad de México. En esa propiedad vivía también su hermano Raúl. La conserje del
edificio (Doña Mari) describe a Fidel como una persona amable, distinguida y de buen porte,
también refiere que siempre estaba retrasado en el pago de la renta.

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ANEXO 6
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ANEXO 7
FIDEL Y SUS REVOLUCIONARON SON PERSEGUIDOS Y DETENIDOS

Mientras tanto en La Habana el presidente Batista seguía los pasos de Castro en la Ciudad
de México y hasta allá envió a unos sicarios para asesinarlo. El Director Federal de
Seguridad Fernando Gutiérrez Barrios8 era el hombre encargado por el Gobierno para
identificar a los enemigos del PRI, así como de asuntos de seguridad nacional.

Tanto Batista como el FBI tenían a los Castro y a Ernesto Guevara en la mira; la información
fluyó por lo que los Castro y el 'Che' fueron encarcelados9. Tanto Cuba como los EU pedían
su extradición.

Durante varios meses decenas de circunstancias les sucederán a los revolucionarios.


Castro y sus aliados pasarán por las cárceles de la Ciudad de México, unos serán
enjuiciados, otros escaparán y otros más saldrán de ella por medio de sobornos.

Así, en la Hacienda de Santa Rosa (Chalco, edo.de México) se realizaron los


entrenamientos de tiro y combate de los guerrilleros cubanos y de otras nacionalidades.

Pero faltaba el medio de transporte que los llevara de las costas del Atlántico Mexicano a
Cuba.

ALTERNATIVA

Durante su estancia en la Ciudad de México, Fidel conoció a Antonio del Conde10, quien
se dedicaba a la venta de armas que en aquel entonces la venta de armas era un negocio
legal en nuestro país.

Castro no conocía físicamente el yate de Antonio, quien le insistía a Fidel que la


embarcación tenía el motor y la quilla descompuestos, que el yate estaba en ruinas. A lo
que Castro replicó "si usted me arregla ese barco, en ese barco me voy a Cuba".

Ese yate se llamaba 'Granma'11, medía 12 metros y tenía capacidad para 10 personas; Fidel
embarcó a 82 personas y en él llegó a las costas cubanas desde Tuxpan, Veracruz, de
donde partió el 25 de Noviembre de 1956 en medio de una tormenta con las luces
apagadas.

El costo del Granma era de 17,000 Dólares, cantidad inalcanzable para las limitadas
finanzas de los revolucionarios. Ante la penuria económica, Castro acudió al ex presidente
de Cuba Prío Socarrás12, quien fue derrocado por Batista. Obtiene de Prío el dinero y le
compra a del Conde el yate, quien, de su bolsillo, apoyó a Castro con armamento.

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ANEXO 8
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ANEXO 9
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ANEXO 10
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ANEXO 11
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ANEXO 12
Los que zarparon en el Granma de Tuxpan hacia Cuba habían sido entrenados en Chalco
por Arsenio Venegas13, un deportista mexicano de lucha libre, así como por el ex coronel
del Ejército Republicano Español asilado en México, Alberto Bayo14.

Días después del desembarco en Cuba, son sorprendidos por elementos del Gobierno
Cubano y apenas algunos alcanzan a sobrevivir, entre ellos, Ernesto Guevara, Raúl y Fidel
Castro y Camilo Cienfuegos quienes huyen y se ocultan en la Sierra Maestra.

Desde ahí reorganizan a sus hombres y reúnen a otros 800 simpatizantes con quienes, tras
decenas de meses de guerrilla, de deserciones del ejército del Gobierno y de la renuncia
de Batista, entran triunfantes a La Habana el 8 de enero de 195915. Castro y Guevara habían
derrotado a un ejército de 30,000 hombres, 100 aviones y mucho mayor armamento.

POSTURA DE E.U Y MÉXICO, CUBA ES EXPULSADA DE LA OEA

El gobierno estadounidense, con las reservas del caso, vio como un golpe de estado más
el ascenso al poder de Fidel Castro. En esta época (años de 1950) y desde los años 1930s
la generalidad de los gobiernos IberoAmericanos estaban gobernados por dictaduras, la
mayor parte de ellas apoyadas por Washington.

Sin embargo, la actitud del Gobierno Estadounidense cambiaría cuando Castro le dio una
orientación económica y política socialista, además del fuerte acercamiento de La Habana
con Moscú. Estos hechos ocasionaron que Cuba fuera expulsada de la OEA (Organización
de Estados Americanos). El Gobierno Mexicano votó en contra de esta resolución, pero el
resto de los países americanos lo hicieron y Cuba quedó, como hasta la fecha, fuera de la
OEA.

Las posiciones en el caso de Cuba no fueron una innovación: sirvieron para reafirmar esas
tendencias.
Esa política exterior, que durante años hizo de México un país excepcional en América
Latina, le dio un toque nacionalista y de dignidad al gobierno mexicano en sus tratos con el
exterior. Esa circunstancia se convirtió en motivo de legitimidad y elemento importante de
la relación con Estados Unidos.

Durante años, el gobierno norteamericano entendió y respetó las posiciones de México en


esos foros. Para sólo dar un ejemplo, poco después de que México se había negado a
aceptar las decisiones relativas al rompimiento con Cuba, el presidente Kennedy visitó
México en medio de uno de los ambientes más cordiales con que se había recibido a un
mandatario extranjero.
Así, con su política hacia la Revolución Cubana, México fortaleció un rasgo de sus
relaciones con Estados Unidos que durante años fue conocido como el respeto a su
"independencia relativa" en materia de política exterior. Esa independencia sirvió para
equilibrar la dependencia cada vez más acentuada que se fue estableciendo con aquel país
en terrenos pertenecientes a las cuestiones fronterizas, económicas o de migración.

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ANEXO 13
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ANEXO 14
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ANEXO 15
Ahora bien, el aspecto más interesante de la relación con Cuba fue el buen diálogo
establecido a nivel de gobiernos en asuntos relativos a la política interna de México. Aunque
los movimientos de izquierda en México siempre tuvieron cercanía con la isla, lo cierto es
que ésta nunca desempeñó un papel importante en su fortalecimiento. Fidel Castro siempre
estuvo dispuesto a dar su reconocimiento y apoyo a los gobiernos del PRI, aun en
momentos críticos, como el movimiento estudiantil de 1968 o las represiones de 1972.
La amistad con Fidel Castro se mantuvo en buenos términos a niveles oficiales cuando
buen número de sus admiradores iniciales en México ya expresaban su malestar ante el
rumbo que estaba tomando la Revolución. En los ámbitos multilaterales, el gobierno
mexicano fue solidario con el rechazo de los dirigentes cubanos a las presiones
internacionales a favor de libertades democráticas o respeto a los derechos humanos.
En aquellos años, las relaciones exteriores de México experimentaron un cambio cualitativo
importante al firmarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que
profundizó la vinculación económica con Estados Unidos y dio mayor prioridad a la
institucionalización de las relaciones políticas entre los dos países. En el proceso, el tema
de Cuba no figuró como punto de importancia en la agenda de relaciones exteriores de
México. De hecho, todos los aspectos relativos a la "independencia relativa" de su política
exterior quedaron ignorados en el frenesí de las negociaciones y la puesta en marcha del
TLCAN.
En esas circunstancias, las relaciones con Cuba ya no proporcionaban los beneficios que
se habían obtenido en fechas anteriores. La legitimidad del gobierno mexicano descansaba
cada vez más en la evolución de su política económica y cada vez menos en rasgos de
independencia, imágenes o remembranzas revolucionarias. Asimismo, su estabilidad
interna, a pesar del surgimiento del movimiento zapatista, poco ganaba del entendimiento
o no con Cuba.

RELACIÓN MÉXICO-CUBA
Las relaciones con Cuba tomaron nuevos rumbos a partir de la elección de Vicente Fox16,
que puso fin a setenta años del PRI en el poder. Desde sus comienzos, la nueva
administración mexicana colocó en el centro de preocupaciones de la política exterior la
defensa de los derechos humanos y la democracia.
El episodio de la reunión para el financiamiento al desarrollo en Monterrey en abril del 2002,
en la que el presidente Fox intentó con torpeza acotar la presencia del mandatario cubano
para no herir las susceptibilidades del presidente Bush, y el voto a favor de la resolución en
Ginebra que pedía el envío de un relator para informar sobre los derechos humanos en
Cuba, sellaron el distanciamiento entre México y Cuba después de 45 años de amistad.
Los eventos que han seguido, incluyendo las duras críticas de Castro a la actual política
exterior de México, la respuesta indignada de los dirigentes mexicanos, y su petición de
una salida en 48 horas del embajador cubano en México, no modifican demasiado la
cuestión de fondo que ya estaba decidida desde hace unos años. El gobierno actual de
México no encuentra beneficios tangibles en seguir la amistad con un régimen cuyo
aislamiento es cada vez mayor.

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ANEXO 16
Por lo pronto, México ha quedado fuera del complicado e interesante proceso que en el
futuro llevará a recomponer las relaciones entre las fuerzas políticas cubanas. Posiblemente
fue un error del presidente Fox haber optado por esa vía; más aún cuando se toman en
cuenta los numerosos errores en el oficio diplomático cometidos al tomar decisiones para
el retiro de embajadores. En todo caso, lo que llama la atención es la confusión o ausencia
de definiciones respecto a los motivos que están en juego. Lo cierto es que, desde hace
varios años, no se conocían ya los objetivos en nombre de los cuales se mantenía como
alta prioridad la amistad cubano-mexicana, que se creó desde los años en que se
preparaban las luchas de Sierra Maestra. Definir objetivos y fijar una política hacia Cuba
durante los próximos diez o veinte años, tomando en cuenta que entre tanto ocurrirán en
ese país nuevos y profundos cambios en su vida económica y política, es una tarea que
aún está por hacerse.
CONCLUSIÓN
A pesar del estigma de ser Cuba un territorio pobre y de herencia española, la Revolución
Cubana, con todas sus virtudes y defectos, ha cambiado parcialmente el perfil de esa
nación.
De ser un país preponderantemente agrícola e ignorante, Cuba es hoy el país
IberoAmericano en donde se imprimen y venden más libros, el de mayor alfabetización de
la región (antes de la Revolución el 90% era analfabeta), líder en IberoAmérica en algunas
ramas médicas, la primera potencia deportiva (per cápita) del mundo y donde, en un futuro,
al caer el sistema socialista, se convertirá en un fuerte competidor como país de
oportunidades, como lo es hoy México para EU y Canadá.
Castro y su Revolución son 'males necesarios' pero que transforman de alguna manera lo
que Cuba había vivido desde la conquista española hasta 1959; Cuba fue colonia Española
por 400 años y de los EU otros 50 ya que hay que recordar que EU despojó a España de
Cuba en la guerra de 1898.
Si bien hay que decir que Cuba tiene aún muchísimas necesidades, en estos 50 años de
dictadura Castrista ese país ha avanzado más que en los 450 anteriores. Aunque existe
una similitud entre las dictaduras de países Hispanos; cuando mueren sus dictaduras esas
naciones inician un periodo de crecimiento económico que las traslada a un status mejor.
Ahí tenemos a la España post-Franquista, Pinochet con Chile o Porfirio Díaz y el PRI en
México que aún está por verse.
Figuras de la política mexicana aun influyentes en el México de los años 1960 como el ex
presidente Lázaro Cárdenas, impulsaron el apoyo del Gobierno Mexicano al de Cuba
especialmente en política y comercio durante varias décadas.

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