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Serpentes

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Serpientes

Rango temporal: 125 Ma-0 Ma

PreЄ

Pg

Cretácico - Presente

Snakes Diversity.jpg

Taxonomía

Reino: Animalia

Filo: Chordata

Subfilo: Vertebrata

Clase: Sauropsida

Subclase: Diapsida

Superorden: Lepidosauria

Orden: Squamata

Suborden: Serpentes

Linnaeus, 1758
Distribución

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Infraórdenes y familias

Alethinophidia

Scolecophidia

[editar datos en Wikidata]

Las serpientes (Serpentes) u ofidios (Ophidia) son un suborden de saurópsidos (reptiles)


diápsidos pertenecientes al orden Squamata, del superorden Lepidosauria, caracterizado por
la ausencia de patas (la pitón mantiene diminutas extremidades vestigiales, herencia de su
pasado evolutivo)1 y el cuerpo muy alargado. Se originaron en el período Cretácico.

Algunas realizan mordeduras venenosas, como las cobras y las víboras, para matar a sus presas
antes de ingerirlas. Otras serpientes, como las boas y pitones, matan a sus presas por
constricción.

Se reconocen más de 450 géneros y de 3460 especies.23 Se cree que las serpientes derivan de
algún tipo de lagarto, pero los detalles concretos de su origen no están claros.4

Índice

1 Anatomía y fisiología

1.1 Desplazamiento

1.2 Esqueleto

1.3 Sentidos

1.4 Piel

1.5 Dentadura

1.6 Órganos internos

1.7 Veneno

2 Comportamiento

2.1 Reproducción
2.2 Alimentación

3 Diversidad

3.1 Boas y pitones

3.2 Culebras

3.3 Cobras, mambas y corales

3.4 Víboras y crótalos

4 Taxonomía

4.1 Filogenia

5 Creencias

6 Referencias

7 Enlaces externos

Anatomía y fisiología

Anatomía de una serpiente.

1 esófago, 2 tráquea, 3 pulmones traqueales, 4 pulmón izquierdo rudimentario, 5 pulmón


derecho, 6 corazón, 7 hígado, 8 estómago, 9 saco de aire, 10 vesícula biliar, 11 páncreas, 12
bazo, 13 intestino, 14 testículos, 15 riñones.

Desplazamiento

La anatomía de las serpientes está especialmente adaptada para poder desplazarse careciendo
de extremidades. Comparadas con vertebrados cuadrúpedos, las serpientes tienen un centro
de gravedad muy bajo, pegado al suelo, una mayor superficie corporal en contacto con el suelo
lo que genera mayor fricción y reparte más la masa corporal. A pesar de ello, son capaces de
nadar, bucear, escalar, saltar, cavar e incluso algunas especies pueden planear. Presenta
diferentes tipos de locomoción terrestre, la forma más común se realiza mediante
ondulaciones laterales del cuerpo, que comienzan en la cabeza hasta terminar en la cola. Otro
tipo de desplazamiento supone el uso de una parte del cuerpo como ancla estática para
impulsar el resto del cuerpo. También algunas serpientes se pueden desplazar de manera
recitlínea usando para impulsarse sus músculos y escamas ventrales. Además, algunas
especies, sobre todo de ecosistemas desérticos, como la cascabel cornuda (Crotalus cerastes),
se desplazan levantando la cabeza y moviendo la parte anterior del cuerpo hacia delante, para
después levantar la zona media del cuerpo y moverla, este movimiento siempre tiene dos
partes del cuerpo en contacto con el substrato y una en el aire.5 Las escamas ventrales
ensanchadas de muchas serpientes impiden el deslizamiento en dirección contraria a la
marcha.

Esqueleto
El esqueleto tiene muchas vértebras, más de 100 por lo general y llegando en algunas especies
a más de 400, lo que hace que sean muy flexibles. La variación el número de vértebras está
relacionada con la longitud de la serpiente, pero también con su ecología. Por ejemplo,
especies constrictoras, cuentan con un mayor número de vértebras que las que usan otras
estrategias.5

El cráneo está muy modificado respecto al modelo básico diápsido. Los huesos de la mandíbula
superior están débilmente unidos al resto del cráneo y el cuadrado puede moverse libremente
y posee potentes músculos refractores, lo que permite una enorme abertura de las
mandíbulas y la deglución de grandes presas enteras. Los dientes son agudos y curvados hacia
atrás y se implantan tanto en el paladar como en el maxilar y el dentario.

Las boas y las pitones poseen rudimentos de las extremidades posteriores y de sus cinturas; en
estas serpientes pueden verse unas garras en la parte externa y a cada lado de la cloaca que
desempeñan un cierto papel en el coito.

Sentidos

La visión detallada es limitada, pero no impide la detección de movimiento. Algunas serpientes


poseen fosetas loreales, capaces de detectar el calor. No obstante eso no indica que tengan
visión infrarroja, ya que la información va a áreas del cerebro distintas a las de la visión.
Simplemente saben si cada cosa está más caliente o menos.

El sentido del oído de las serpientes es muy limitado ya que los órganos auditivos han
degenerado; falta el tímpano, la cavidad timpánica y la trompa de Eustaquio, y la columela se
articula con el cuadrado. Parece, pues, poco probable que las serpientes puedan oír con
claridad sonidos transmitidos por el aire, pero sin duda son sensibles a las vibraciones del
suelo, trasmitidas mediante los huesos de la mandíbula.

Una serpiente huele a través de su nariz; la lengua pasa las partículas de aire al órgano de
Jacobson en la boca para su examen. Otra característica de su lengua es que termina en dos
ramificaciones, por lo que se denomina bífida (la lengua bífida se usa para captar partículas
químicas y percibirlas con el órgano de Jacobson, que está en la parte delantera del paladar).

Piel

Pieza de piel de serpiente

Artículo principal: Escamas de serpiente

La piel de la serpiente está recubierta por escamas. La mayoría de las serpientes utilizan
escamas de la parte ventral para desplazarse, aferrándose con ellas a las superficies. Sus
párpados se encuentran permanentemente cerrados, pero son en realidad escamas
transparentes. Las serpientes cambian de piel periódicamente.

A diferencia de otros reptiles, el cambio de piel es realizado en una pieza, como si tirara de una
media. Esto se hace a medida que el animal crece y además para reparar heridas y librarse de
parásitos externos.

Dentadura

Colmillos solenoglifos de la víbora de Gabón (Bitis gabonica), los de mayor tamaño entre todas
las serpientes.

Existen varios tipos de dientes, según el hueso sobre el que se implanten: maxilares,
pterigoideos, palatinos, dentarios y premaxilares. Los dientes maxilares son los más variados y
los únicos que pueden estar asociados a glándulas venenosas; se pueden distinguir cuatro
tipos principales:

Aglifos.

Son dientes macizos, prensiles, curvados hacia atrás para sujetar la presa y no están diseñados
para inocular veneno. Es el caso de muchos colúbridos, boidos y pitónidos. En general son
serpientes inofensivas para el hombre, con excepción de las grandes constrictoras (pitones,
anacondas).

Opistoglifos.

Son dientes acanalados situados en la parte posterior de la mandíbula y conectados con


glándulas de veneno, constituyendo un sistema de inoculación primitivo. Dado que para
inyectar el veneno debe morder con la parte posterior de la boca, normalmente son poco
peligrosas para el hombre. Este es el caso de la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus).
No obstante, las especies de gran tamaño pueden producir graves mordeduras e incluso la
muerte, como Dispholidus typus, del África subsahariana.

Proteroglifos.

Son dientes pequeños y fijos situados en la parte delantera de la boca, con un canal más o
menos cerrado. Las cobras y las mambas poseen estos dientes. Algunas especies, como la
cobra escupidora (Naja nigricollis), los tienen modificados para escupir el veneno a más de
cuatro metros de distancia.6
Solenoglifos.

Se trata de dos largos colmillos móviles en parte anterior de la mandíbula; son huecos con un
canal interior cerrado y conectado con glándulas venenosas. Los colmillos se pliegan sobre el
paladar superior cuando el animal cierra la boca y se enderezan rápidamente cuando la abre.
Es el sistema de inoculación más eficaz. Este tipo de dentición es característico de los
vipéridos.

Órganos internos

Flechas rojas: órganos receptores de infrarrojos; flechas negras: orificios nasales. Arriba, una
pitón; abajo, una serpiente de cascabel

El aparato respiratorio y las vísceras están muy modificados ya que el cuerpo tubular de la
serpiente requiere que todos los órganos sean alargados y delgados, como en especial los
pulmones, riñones, hígado, corazón y testículos.5 La glotis puede proyectarse hacia adelante
para mantener abierto el conducto respiratorio durante la ingestión de la presa y, en algunas
especies una parte de la tráquea está especializada en la respiración, constituyendo un pulmón
traqueal.4

El pulmón izquierdo suele estar reducido o a veces incluso puede faltar, y las demás vísceras
pares suelen situarse a diferentes niveles en cada lado. Poseen una pareja de órganos
reproductores, llamados en los machos hemipene.

Veneno

Extracción de veneno de una especie de cobra para la obtención de suero antiofídico.

Véanse también: Emponzoñamiento ofídico y Serpientes venenosas.

Muchas especies usan veneno para inmovilizar o matar a sus presas. El veneno es una saliva
modificada y se inyecta gracias a los colmillos.7 Los colmillos más especializados (vipéridos)
son muy largos y huecos, y actúan como verdaderas agujas hipodérmica que se clavan
profundamente e inyectan el veneno. Otros tipos de colmillos, menos especializados, poseen
una simple acanaladura en su margen posterior por la cual desciende el veneno (cobras).

El veneno de las serpientes es con frecuencia específico para sus presas, y su papel como
mecanismo defensivo es secundario. El veneno, al igual que todas las secreciones salivales,
posee agentes que realizan una predigestión de los alimentos; por tanto, incluso las serpientes
"no venenosas" pueden causar daños en los tejidos.7
El veneno está constituido por una compleja mezcla de proteínas que actúan como
neurotoxinas (que atacan el sistema nervioso), hemotoxinas (que dañan la sangre), citotoxinas
(dañan los tejidos), bungarotoxinas y muchas otras sustancias que pueden afectar al
organismo de diferentes maneras; casi todos los venenos de serpientes poseen hialuronidasa,
un enzima que destruye el ácido hialurónico, que es el cemento que mantiene unido el tejido
conjuntivo que, por tanto se disgrega facilitándose así la rápida difusión del veneno.8

El veneno se almacena en las glándulas venenosas situadas en la parte posterior de la cabeza.


En todas las serpientes venenosas, dichas glándulas poseen conductos que se abre dentro de
surcos o canales de los dientes de la mandíbula superior. Australia es el lugar del mundo con
mayor número de especies venenosas; no obstante solo se produce una muerte por
mordedura al año de promedio. En cambio, en la India, se producen 250 000 mordeduras
anuales que producen unos 50 000 muertos.9 En España se producen al año 1500 mordeduras
de víboras de las que entre tres y cinco provocan la muerte de la víctima.10

Comportamiento

Reproducción

Hemipene en Crotalus atrox.

La mayoría de las serpientes se reproducen poniendo huevos, pero algunas especies han
desarrollado un método diferente. El cuerpo de la madre retiene los huevos hasta que las crías
están totalmente formadas para vivir de una manera independiente.

En algunos casos el grupo entero alumbra crías totalmente formadas, mientras que otros
grupos pueden estar formados tanto por miembros que alumbran crías formadas, como por
miembros que ponen huevos. Por ejemplo, dentro de la familia Boidae todas las boas paren
animales ya formados, mientras que las pitones ponen huevos.

Alimentación

Véase también: Ofiofagia

Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) devorando una lagartija ibérica (Podarcis


hispanica).

Todas las serpientes son carnívoras, alimentándose de una gran variedad de presas que
incluyen aves, anfibios, mamíferos, peces o invertebrados e incluso reptiles, entre ellos otras
serpientes en ciertas especies. Generalmente, las serpientes de pequeño a moderado tamaño
cazan presas indefensas, las cuales pueden ser rápidamente devoradas y vivas. Sin embargo, si
la presa opone resistencia, pueden recurrir a técnicas como son el uso del veneno o la
constricción para abatir la presa antes de comérsela. Las serpientes no pueden masticar el
alimento, y en su lugar se las tragan enteras. Los dientes de una serpiente, que son afilados
como agujas y dirigidos hacia el interior de la boca, sirven para retener la presa a que se le
salga de su boca. A la hora de tragar, el maxilar y la mandíbula, que están sujetos al cráneo por
ligamentos, logran separarse para acomodarse al tamaño de la presa. Así, una serpiente es
capaz de tragarse una presa que sea tres veces más grande que su propia cabeza y su
diámetro. Otra razón de su capacidad para tragar es la carencia de huesos como el esternón
para que la comida pueda pasar sin problemas por el esófago y por todo el cuerpo del reptil.
Después de la ingestión, una serpiente debe aletargar para cumplir el proceso de la digestión.
Esto se debe a que el proceso digestivo requiere de mucha energía que la serpiente debe usar
para digerir con eficiencia la comida, la cual puede durar por días o meses, según el tamaño de
la presa. En ese estado, algunos órganos como el corazón y el estómago entran en mayor
actividad para que toda la comida sea casi totalmente digerida. Las partes indigeribles pueden
ser excretadas o regurgitadas.

Diversidad

Las serpientes presentan una radiación adaptativa casi tan amplia como los lagartos, aunque la
variación estructural no es tan grande.

Boa esmeralda (Corallus batesii).

Boas y pitones

Artículos principales: Boidae y Pythonidae.

Las familias de los bóidos y de los pitónidos reúnen las especies más primitivas de serpientes,
como lo prueba el hecho de que todavía conserven rudimentos de patas posteriores. Carecen
de veneno y matan a sus presas por constricción, enrollándose a su alrededor hasta que se
asfixian. Incluyen las serpientes actuales más voluminosas, como la anaconda y la pitón
reticulada. Las pitones miden normalmente entre 1 y 6 m, aunque algunas especies están
entre las serpientes más largas existentes; la pitón reticulada ostenta el récord de la serpiente
más larga, con 10,32 m.11

Culebra de escalera (Rhinechis scalaris).

Culebras

Artículo principal: Colubridae

La mayoría de las serpientes vivientes pertenecen a la familia de los colúbridos, que


comprende muchas especies inofensivas y de mediano tamaño como la culebra de agua
europea (Natrix maura), la culebra lisa meridional (Coronella girondica) o la culebra de escalera
(Rhinechis scalaris), y algunas moderadamente venenosas, con dientes opistoglifos (situados
en la parte posterior de la boca), como la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus); la
culebra arborícola del Cabo (Dispholidus) es una de las pocas especies cuya mordedura puede
ser mortal para el hombre.4

Cobra de anteojos (Naja naja).

Cobras, mambas y corales

Artículo principal: Elapidae


La familia de los elápidos incluye las cobras, las serpientes de coral, las mambas y las
serpientes marinas todas ellas extremadamente venenosas y potencialmente mortales para el
hombre; los colmillos son pequeños y están situados en la parte delantera de la boca
(proteroglifos); su veneno tiene una acción principalmente neurotóxica. Todas las serpientes
venenosas australianas pertenecen a este grupo. Los elápidos terrestres son similares a los
colúbridos; casi todos tienen cuerpos largos y finos, cabezas cubiertas por grandes escamas y
no siempre diferenciadas del cuello, y ojos con pupilas redondas. Además, su comportamiento
es, por lo general, bastante activo, y muchas especies son ovíparas. Las mambas (Dendroaspis)
son arborícolas y son muy ágiles y rápidas. Las serpientes de coral poseen sus vivos colores de
advertencia ya que son muy venenosas (aposematismo), entre los que predominan amarillo,
rojo y negro; no son muy peligrosas para el hombre ya que son de pequeño tamaño y abren
poco la boca, lo que hace difícil que puedan morder. Las cobras (Naja y Ophiophagus) son muy
conocidas por su aspecto amenazante y su mordedura; habitan en zonas tropicales y
desérticas del sur de Asia y África; despliegan una especie de "capucha" en la zona de la cabeza
y el cuello cuando están irritadas o en peligro, gracias a las largas costillas cervicales; es un
gesto de advertencia ante un posible enemigo.

Crótalo cornudo de Schlegel (Bothriechis schlegelii).

Víboras y crótalos

Artículo principal: Viperidae

La familia de los vipéridos comprende las víboras del Viejo Mundo y los crótalos,
principalmente americanos; todas ellas son muy venenosas y con dos colmillos solenoglifos
provistos de un canal que actúan como agujas hipodérmicas cuando muerden para inyectar
veneno. El veneno tiene una acción principalmente hemolítica. Los colmillos son muy largos y
se pliegan contra el paladar cuando la boca está cerrada desplegándose rápidamente cuando
la serpiente se dispone a atacar a la presa. La cabeza es triangular y ancha, y los ojos tienen la
pupila vertical. La mayoría retienen los huevos que contienen a las crías en el interior del
cuerpo alumbrando a las crías tras la eclosión de los huevos desde el interior del cuerpo, es
decir, son ovovivíparas.

Entre sus especies destacan las víboras europeas (Vipera), los animales más venenosos del
continente, las víboras cornudas africanas (Cerastes), el áspid, las víboras del Gabón (Bitis, con
los colmillos más largos de todas las serpientes), las serpientes de cascabel americanas
(Crotalus, Lachesis), etc.

Taxonomía

Véase también: Anexo:Serpentes

Todas las serpientes pertenecen al clado Serpentes, que a su vez es miembro del orden
Squamata. Este orden incluye también los lagartos, con los que las serpientes están
emparentadas; otros miembros de este orden, las culebrillas ciegas, también han perdido las
patas y se asemejan superficialmente a las serpientes.

Serpientes incluye a las Henophidia (las más grandes y primitivas, boas y pitones),
Typhlopoidea (serpientes ciegas), y Xenophidia (grupo muy diverso que incluye a las serpientes
venenosas y sus parientes cercanos (culebras, víboras, cobras, serpientes marinas, etc.).[cita
requerida]

El suborden Serpientes se subdivide en dos infraórdenes y 25 familias:12

Infraorden Alethinophidia

Familia Acrochordidae

Familia Aniliidae

Familia Anomochilidae

Familia Atractaspididae

Familia Boidae

Familia Bolyeriidae

Familia Colubridae

Familia Cylindrophiidae

Familia Elapidae

Familia Homalopsidae

Familia Lamprophiidae

Familia Loxocemidae

Familia Pareatidae

Familia Pythonidae

Familia Tropidophiidae

Familia Uropeltidae

Familia Viperidae

Familia Xenodermatidae

Familia Xenopeltidae

Familia Xenophiidae

Infraorden Scolecophidia
Familia Anomalepididae

Familia Gerrhopilidae

Familia Leptotyphlopidae

Familia Typhlopidae

Familia Xenotyphlopidae

Filogenia

Recientes estudios moleculares corroboran la monofilia del clado Serpentes y de los


infraórdenes Scolecophidia y Alethinophidia.13

Serpentes

Scolecophidia

Leptotyphlopidae

Anomalepididae

Typhlopidae

Alethinophidia
Anilius

Core Alethinophidia

Uropeltidae

Cylindrophis

Anomochilus

Uropeltinae

Macrostomata

Pythonidae

Pythoninae
Xenopeltis

Loxocemus

Caenophidia

Colubroidea

Acrochordidae

Boidae

Erycinae
Boinae

Calabaria

Ungaliophiinae

Tropidophiinae

Creencias

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Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación


acreditada.

Este aviso fue puesto el 14 de enero de 2013.

Lilith con una serpiente (John Collier, 1892).

Escultura de la serpiente de bronce de la Vara de Moisés (en forma de caduceo) en el Monte


Nebo en Jordania.
Las serpientes han sido apreciadas en diversas culturas, pero repudiadas en otras.

En occidente, en las creencias cristianas y del islam el demonio ha sido representado con las
serpientes, en este caso con Satanás de acuerdo a la Biblia, donde relata su condena por tentar
a Adán y Eva. Incluso en los primeros capítulos y versículos del Génesis, después de cometer la
tentación, relata como Dios, aparte de decirle que se arrastrará y andará sobre su pecho,
también habrá una enemistad entre ella y la mujer que le morderá su talón y la mujer le
quebrará la cabeza.

Este relato bíblico ha inspirado a la Iglesia católica a representar la Virgen María como la
Inmaculada Concepción pisando a una serpiente tal como relata el génesis, pero el reptil en
vez de morderle el talón solo lleva una manzana en su boca. En algunos casos también se han
representado a Jesucristo pisando una serpiente, pero no inspirado en el génesis de la Biblia
sino como una representación de lucha entre el bien y del mal, lo cual esta simbología también
puede aplicarse al caso de la Virgen María.

En el cristianismo parece también que hay ciertas contradicciones, algunos teólogos


basándose según sobre la historia de Moisés en el relato bíblico, para liberar al pueblo hebreo,
Dios convirtió su bastón en una serpiente en medio de la zarza ardiente cuando Moisés entró
en contacto. De acuerdo a esta historia, se interpreta que Dios a través de Moisés demostraba
su furia contra el pueblo egipcio frente al Faraón. En esto algunos teólogos consideran que el
bastón de Moisés, conocido como la vara de Moisés, es una serpiente de aspecto positivo o a
la vez milagroso.

En el Antiguo Egipto, Uadyet (la cobra) era la «Señora del Cielo», símbolo del calor ardiente del
Sol y la llama del fuego. Representaba la fuerza del crecimiento, la fertilidad del suelo y de las
aguas en la mitología egipcia. Era la diosa protectora del Bajo Egipto y del faraón. Sin embargo,
la serpiente Apofis eran el símbolo de las fuerzas maléficas que habitan el Duat, e intentaba
retener la barca solar de Ra.

En el Próximo Oriente Antiguo se consideraba a la serpiente un animal de vida larga,


benefactor y sanador, de ahí el emblema del caduceo.14

En el Lejano Oriente la serpiente es considerado un animal sagrado, divino y protector contra


las energías negativas, que representa fuerza, energía y sabiduría. Además es venerada
principalmente dentro de la cultura hindi. Por ejemplo en el cristianismo, el Espíritu Santo es
representado como una paloma blanca, pero aquí, el Dios Siva, es representado como una
serpiente, en una cobra.
La cultura China la considera también una entidad protectora; un ejemplo de ello lo
encontramos en la Gran Muralla China construida sobre un terreno montañoso y ubicada en el
centro de color amarillo. También ha sido representada a la par del Dragón, como un símbolo
de algunas artes marciales orientales. En este animal, se han inspirado los diferentes métodos
de defensa personal en la China milenaria, principalmente creadas y rescatadas por maestros o
senseis o artistas marciales. Además dentro de la astrología china, el Signo de la Serpiente,
ocupa el 6ª lugar y como la parte sucesor del Signo del Dragón, según la filosofía china también
forma parte del Ying yang.

De igual forma, en América han sido veneradas por gran parte de las culturas que allí
florecieron. En Mesoamérica, el ejemplo más famoso es el del dios Quetzalcóatl, la Serpiente
Emplumada, Kukulcán para los Mayas. En Sudamérica existe la figura mítica del Amaru o
serpiente alada, deidad muy antigua y de gran trascendencia en la cosmovisión de los pueblos
Quechua y Aymara.

En la antigua Roma, el dios Esculapio (dios de la medicina) adoptaba forma de serpiente, lo


que le ha dado nombre a la serpiente de Esculapio. En este caso las serpientes también eran
veneradas.

El basilisco es representado en algunas culturas como una gran serpiente con una mancha en
la cabeza con forma de corona que con la mirada, si es directa, es capaz de matar y, si es
indirecta, petrifica.

Referencias

Parsons, A. Asombrosas serpientes Ed. Bruño, 1990, Madrid.

Sistema Integrado de Información Taxonómica. «Serpientes (TSN 174118)» (en inglés).

Uetz, P. & Jirí Hošek (ed.). «Serpentes». Reptile Database. Reptarium. Consultado el 25 de
marzo de 2014.

Young, J. Z.: La vida de los vertebrados (660 pp.). Barcelona: Omega, 1977. ISBN 84-282-0206-
0.

Lillywhite, H.B. (2014). «Locomotion: How snakes move». How snakes work: structure,
function and behavior of the world's snakes. Oxford University Press. ISBN 978-0-19-538037-8.

Bruna Azara, C. 1995. Animales venenosos. Vertebrados terrestres venenosos peligrosos para
el ser humano en España. Bol. SEA, 11: 32-40.

Mehrtens, J. 1987. Living Snakes of the World in Color. Nueva York: Sterling. ISBN 0-8069-
6461-8

Freiberg, M. 1984. The World of Venomous Animals. Nueva Jersey: TFH Publications. ISBN 0-
87666-567-9

Sinha, Kounteya (25 Jul 2006), «No more the land of snake charmers...», The Times of India
Valledor, A.: Envenenamientos por animales. Animales venenosos y urticantes del mundo (342
pp.). Madrid: Díaz de Santos, 1994.

Récords Guinness

Pyron, R. A., Burbrink, F. T., & Wiens, J. J. (2013). A phylogeny and revised classification of
Squamata, including 4161 species of lizards and snakes. BMC evolutionary biology, 13(1), 93.

Lee, Michael S. Y.; Andrew F. Hugall, Robin Lawson & John D. Scanlon (2007). «Phylogeny of
snakes (Serpientes): combining morphological and molecular data in likelihood, Bayesian and
parsimony analyses». Systematics and Biodiversity 5 (4): 371-389.
doi:10.1017/S1477200007002290.

1912-, Tournay, Raymond Jacques,; 1933-2004., Shaffer, Aaron, (1994). L'épopée de


Gilgamesh. Éditions du Cerf. p. 245. ISBN 9782204050036. OCLC 31683281.

Enlaces externos

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