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“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,

dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse


fraternalmente los unos con los otros” (Artículo 1 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos – 1948).

Este primer artículo de la Declaración de 1948 deja establecido que, en todo el mundo,
todo ser humano es titular de derechos, por su mera condición de tal y en condiciones
de igualdad.
Desde hace más de 60 años puede observarse el crecimiento y desarrollo de los
Derechos Humanos, a nivel internacional. Con algunas diferencias en las distintas
regiones del planeta, la consolidación del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos ha sido una característica destacada en las últimas décadas, muchas veces
en el plano formal y otras (no tantas) en la aplicación práctica.
El reconocimiento de que existen derechos inherentes a los seres humanos y, como
tales universales e inalienables, es producto de una larga y compleja historia de luchas
contra las distintas formas de opresión, por la igualdad, la libertad y la dignidad
humana.
En un recorte histórico y conceptual necesario, podemos señalar, como afirma Norbert
Lechner,1 que pueden reconocerse dos tradiciones: una es la norteamericana y la otra
es la francesa. En ambas, la defensa de la libertad individual se concreta mediante la
legalidad formal; sin embargo, sus entramados políticos son claramente diferentes.
En la primera, el autor encuentra que “el objetivo de los Bills of Rights norteamericanos
(1776) es crear límites y controles efectivos a todo tipo de poder político y, por tanto
[…] presuponen un gobierno frente al cual consagran una ‘libertad negativa’, o sea el
derecho del individuo a ser libre de coerción estatal”. Aquí el individuo (su derecho) es
exterior y contrapuesto al poder estatal; es una concepción individualista2.
En cambio “la tradición francesa de los Derechos Humanos apunta, desde su inicio, a
crear una fuente de poder político; pretende ser el fundamento del nuevo Estado y no
solo un medio para evitar el abuso de poder”. Para esta tradición, la constitución de la
libertad es política, producto de la voluntad colectiva3.
Finalmente, Lechner ensaya una propuesta, qué él identifica como superadora, en la
que “proclamar los Derechos Humanos significa fundamentalmente crear aquel
‘horizonte de sentido’ mediante el cual los individuos aislados puedan concebirse y
afirmarse, a sí mismos, como una comunidad de hombres4 libres e iguales”. Propone
pensarlo como una utopía direccionadora, que critique el orden existente y desentrañe
otro orden posible, en el convencimiento que las violaciones a los Derechos Humanos
son una agresión a todo el cuerpo social5

1 Lechner, N. (1983). Los Derechos Humanos como categoría política. Documento de Trabajo. Programa FLACSO –
Santiago de Chile. Nº 201. Disponible en: http://flacsochile.org/biblioteca/pub/memoria/1983/001044.pdf
2 Lecner, N. Op.cit. pp. 2 - 3
3 Lecner, N. Op.cit. p. 3
4 Nótese el uso de lenguaje sexista, propio de la época, en la que subsume a todos los seres humanos bajo la única

designación de ‘hombres’
5 Lecner, N. Op.cit. pp. 6 y sig.

2
Sin embargo, la persistencia de las múltiples desigualdades pone en evidencia que,
aunque lejos de la utopía de Lechner, el reconocimiento de derechos plenamente
universales impacta, positiva y mayoritariamente, sobre los sujetos subalternos, no
sólo en la cuestión legal propiamente dicha sino también en la eficacia simbólica que
tal reconocimiento produce, tanto en lo político como en lo subjetivo.
Al respecto, Alejandra Ciriza señala: “Sólo como sujeto de derecho un sujeto es
existente para el cuerpo social y sus actos son sancionados con la fuerza de la ley que
instaura lo permitido y lo prohibido, pero que, a la vez, lo faculta para la realización de
una inmensa gama de acciones […] quien no entre en el orden de la ley está por fuera
del orden humano”6.
En la misma línea, Rita Segato considera que la eficacia simbólica del Derecho puede
pensarse como instrumento de agitación ya que permite hacer públicas las
aspiraciones de protecciones, garantías y derechos y “hacen posible que las personas
identifiquen sus problemas y sus aspiraciones; […] apuntando en la dirección de lo que
todavía no existe, que aún no es posible adquirir en la vida social”7.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS

Por el hecho de ser inherentes al ser humano, se desprenden varias características


específicas:
a) Son universales: deben respetarse en todas partes, todo el tiempo, para todas las
personas y no pueden revocados ni menoscabados aduciendo diferencias de
regímenes políticos, sociales o culturales. Son obligatorios para los Estados.
b) Son integrales, interdependientes, indivisibles y complementarios: son un
conjunto que no se puede separar, no pueden respetarse parcialmente ya que la
violación o el no reconocimiento de cualquiera de ellos implica la afectación del resto
c) Son intransferibles, irrenunciables e inalienables: ningún ser humano puede
renunciar a ellos, ni pasárselos a otra persona ni negociarlos. Tampoco los Estados
pueden dejar de respetarlos
d) Son incondicionales y obligatorios: no se requiere de ninguna condición para su
goce y la obligación de respetarlos es para las personas, las organizaciones colectivas
y para los Estados
e) No terminan: cada persona goza de ellos hasta su muerte
f) Son irreversibles: si un derecho es proclamado como derecho humano, no puede
ser quitado de esta categoría ya que está vinculado a la condición de dignidad misma
de las personas

6
Ciriza, Alejandra. (1996/7), “De contratos, derechos e individuos. Problemas y encrucijadas en torno a la condición
ciudadana de las mujeres”, en El Rodaballo, año 3, núm. 5, Buenos Aires. Citado en Brown, Josefina (2014). Mujeres
y ciudadanía en Argentina. Buenos Aires. Teseo

7Segato, Rita. (2003). Las estructuras elementales de la violencia. Universidad Nacional de Quilmes / Prometeo.
Bernal. Pp. 126-127.

3
g) Son acumulativos y progresivos: el reconocimiento de nuevos derechos no
puede implicar la pérdida de ninguno de los anteriores y se van ampliando en función
de nuevas necesidades y demandas.
En síntesis, como lo establece la Declaración y Programa de Acción de Viena
aprobada por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos el 25 de junio de 1993
“todos los Derechos Humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están
relacionados entre sí. La comunidad internacional debe tratar los Derechos Humanos
de forma global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos
el mismo valor. Debe tenerse en cuenta la importancia de las particularidades
nacionales y regionales, así como de los diversos patrimonios históricos, culturales y
religiosos, pero los Estados tienen el deber, sean cuales fueren sus sistemas políticos,
económicos y culturales, de promover y proteger todos los Derechos Humanos y las
libertades fundamentales.”

CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

Desde la Declaración Universal hasta nuestros días se han registrado notables


avances en el reconocimiento de los mismos. Estos avances se expresan en un
conjunto de instrumentos que se han incorporado, progresivamente, tanto en el
Sistema Internacional como en los Sistemas Regionales de Derechos Humanos.
Sin embargo, tal como lo advierte Antonio Cançado Trindade8, una clasificación de los
mismos sólo tiene fines didácticos y/o analíticos y no puede ser causa para asumir una
visión fragmentaria de estos Derechos que, como se dijo, son integrales,
interdependientes, indivisibles y complementarios.
El autor se refiere, en particular, a una estratificación bastante habitual que habla de
Derecho Humanos de “1ª generación”, de “2ª generación”, etc. En ese sentido afirma
que esta visión puede inducir a creer, erróneamente, que los “nuevos derechos”
pueden sustituir a los anteriores (como ocurre con las generaciones de los seres
humanos: una engendra a la siguiente y, al final de su ciclo muere y es reemplazada
por la generación más joven). Los Derechos Humanos no mueren, se acumulan y
complementan.
El mismo autor sostiene que tampoco es admisible que esto de las “generaciones de
Derechos Humanos” responda a una mirada histórica ya que si bien, en el derecho
interno de cada país, el reconocimiento de los derechos civiles y políticos es anterior al
reconocimiento de los derechos sociales, en cambio, en el plano internacional es a la
inversa, por ejemplo, considerando el establecimiento de la OIT en 1919.
Hecha la advertencia, señalaremos que los Derechos Humanos se pueden agrupar en:
Derechos civiles y políticos: son los que se refieren a las libertades de las personas
frente a los Estados; por ejemplo, el derecho a la vida, la igualdad ante la ley, la
libertad de pensamiento, de culto, de expresión, de tránsito, de peticionar; el derecho
al voto, a la propiedad, al debido proceso, etc.

8
Cançado Trindade, A. A. (1994) “Derechos de Solidaridad”. En: Cerdas Cruz, R. y Nieto Loaiza, R. (comp.)
Estudios Básicos de Derechos Humanos. Tomo 1. Costa Rica. Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH)

4
Derechos económicos, sociales y culturales (DESC): son los que promueven y
resguardan condiciones de existencia digna; están vinculados con la igualdad; por
ejemplo: el derecho a un salario justo, a la alimentación, la salud, la educación, la
seguridad social, a participar de la vida cultural, a la producción artística, etc.
Derechos de solidaridad: también llamados derechos colectivos o derechos de los
pueblos, su principal característica es que tienen dimensiones individuales y
colectivas, al mismo tiempo; por ejemplo: el derecho a un medio ambiente sano, a la
paz, al desarrollo, etc.
Derechos de grupos específicos: dado que existen determinados colectivos sociales
que han estado, históricamente, expuestos a formas de discriminación, abuso y/o
explotación particulares y que estas situaciones han sido legitimadas, muchas veces, a
través de procesos de naturalización, que han convertido las diferencias en
desigualdades, se hizo necesaria la explicitación de un conjunto de derechos referidos
a estas personas. Por ejemplo: los derechos humanos de las mujeres; de los pueblos
indígenas; de trabajadorxs migrantes, etc.

NORMATIVA INTERNACIONAL SOBRE DERECHOS HUMANOS

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas “proclama la


presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como
las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la
enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por
medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y
aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros
como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción”
La cita al Preámbulo de la Declaración Universal de 1948 nos permite evidenciar no
sólo el valor simbólico de la misma, como punto de partida para una nueva etapa en el
reconocimiento de estos derechos sino también los mandatos que del mismo se
desprenden en cuanto la necesidad de adoptar medidas concretas que garanticen el
efectivo cumplimiento de los Derechos Humanos tanto en los planos nacionales como
internacionales.
Precisamente, recogiendo el espíritu de la Declaración y, en los años posteriores a la
misma, se han generado un conjunto de instrumentos internacionales que han
permitido avanzar en esta tarea.
Antes de seguir adelante es conveniente hacer algunas aclaraciones. Hasta ahora
hemos hablado de la Declaración Universal y, enseguida, hablaremos de Pactos,
Convenciones y de otras Declaraciones. Existe una diferencia en el carácter jurídico
de estos elementos, que explicaremos a continuación (para mayor información sobre
esta clasificación puede consultarse el Glosario específico de Naciones Unidas)9.

9 Naciones Unidas tiene un sitio web, referido a los Tratados (disponible en:
http://www.un.org/es/treaty/index.shtml). Allí podrán encontrar, entre otras informaciones, las Definiciones y un
Glosario.

5
Por un lado, las Declaraciones son manifestaciones explícitas de acuerdos entre los
Estados pero que no generan obligaciones jurídicas para los mismos, aunque si tienen
un valor político en cuanto a que plasman un acuerdo generalizado sobre una
determinada materia. No todas las Declaraciones tienen el mismo peso (muchas son
complementarias de algunos Tratados y funcionan, en algunos casos, como forma de
evidenciar acuerdos en cuanto a su interpretación y/o aplicación de partes específicas
de los mismos, sin que se modifique el efecto jurídico de los mismos; otras remiten a
posturas particulares de algunos Estados). Sin embargo, cabe aclarar que, por el valor
fundacional de la Declaración Universal de Derechos Humanos (D.U.D.H.) en la
materia, su naturaleza jurídica trasciende, para algunxs autorxs, esta clasificación que
estamos presentando10.
Por otra parte, los tratados (como término genérico, que abarcan a aquéllos acuerdos
denominados específicamente Tratados, o Convenciones o Pactos) se refieren a
acuerdos internacionales entre Estados, celebrados por escrito y regidos por el
derecho internacional. Éstos si generan obligaciones jurídicas para los Estados
signatarios, que deben respetar y cumplir los compromisos asumidos en los mismos.
Los procedimientos para que un tratado entre en vigor son bastante complejos porque
no sólo requiere un acuerdo sobre lo dispuesto en el mismo sino que, además, implica
una serie de trámites, tanto internos dentro las Naciones Unidas, como propios de los
Estados que lo ratifique; dentro de cada Estado, éste proceso es diferente y complejo.
Para que un tratado entre en vigor va a requerir un número mínimo de ratificaciones
que es variable según cada instrumento11.
Una vez que un tratado entra en vigor, como se dijo, el mismo genera obligaciones
para los Estados signatarios, en relación con las personas que habitan su territorio.
Muchos tratados de derechos humanos conllevan el compromiso, para cada país
firmante, de modificar sus normativas internas con el fin de garantizar los compromisos
asumidos.
Los países pueden firmar los tratados con “Reservas”, esto significa que, un Estado
puede declarar ciertas limitaciones a la aplicación del tratado dentro de su territorio, en
general, al momento de ratificar el mismo. Sin embargo, la Convención de Viena sobre
Tratados, en su artículo 19, limita las mismas:
19. Formulación de reservas. Un Estado podrá formular una reserva en
el momento de firmar, ratificar, aceptar o aprobar un tratado o de adherirse
al mismo, a menos:

a) que la reserva este prohibida por el tratado;

b) que el tratado disponga que únicamente pueden hacerse determinadas


reservas, entre las cuales no figure la reserva de que se trate; o

10 Para más datos sobre esta discusión pueden consultarse distintxs autorxs, entre ellxs: Ponce Martínez
(https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/831275.pdf )
11 Se puede consultar, para mayor precisión, la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de 1969.

Disponible en:
http://www.oas.org/XXXVGA/espanol/doc_referencia/Convencion_Viena.pdf

6
c) que, en los casos no previstos en los apartados a) y b), la reserva sea
incompatible con el objeto y el fin del tratado.

SISTEMA UNIVERSAL Y SISTEMA INTERAMERICANO

El Sistema Universal de Derechos Humanos, que es del que hemos venido hablando
hasta ahora aunque sin diferenciarlo de los otros sistemas, es el que ha establecido la
Organización de Naciones Unidas y sirve como referencia a los sistemas regionales.
Éstos son: el Sistema Africano, el Sistema Europeo y el Sistema Interamericano, del
que nos ocuparemos específicamente.
En términos generales, los sistemas regionales, si bien fueron criticados inicialmente
(se temía, entre otras cosas, que la consideración de particularidades regionales
pudiera vulnerar la característica universal propia de estos derechos), en la práctica
fueron demostrando su eficacia y complementariedad, sin menoscabar ninguna de las
características propias de los derechos que reconocen y protegen. Surgidos en
contextos diferentes y con marcos organizacionales diversos, sin embargo, los tres
sistemas contienen rasgos comunes, tanto en lo referido a normativa como a los
mecanismos para la protección12.
Para ir terminando, les presentamos los principales instrumentos, tanto del Sistema
Universal como del Sistema Interamericano13. En las próximas clases analizaremos
con más detalles algunos de ellos, al tiempo que completaremos lo referido a los
mecanismos de protección. Por lo pronto les sugerimos que vayan revisando los
diferentes instrumentos, a fin de familiarizarse con los mismos.
Respecto de la bibliografía de consulta, algunas referencias les hemos estado
incluyendo, como notas al pie, en el curso de la clase. En el apartado BIBLIOGRAFÍA
vamos a incluir un extenso listado de tratados y declaraciones (con sus respectivos
hipervínculos) para que puedan acceder a los mismos, cuando lo consideren
necesario.

Fecha de adopción
por parte de la
SISTEMA UNIVERSAL: Tratados
Asamblea General de
la ONU

Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las


21 dic. 1965
Formas de Discriminación Racial

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 16 dic. 1966

12 Para una rápida idea sobre los mismos, se puede consultar el trabajo de Heyns, Padilla y Zwaak: “Comparación
esquemática de los sistemas regionales de derechos humanos: una actualización” disponible en:
http://www.scielo.br/pdf/sur/v3n4/es_09.pdf
13 En la BIBLIOGRAFÍA están los hipervínculos correspondientes para que puedan acceder a los mismos.

7
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
16 dic 1966
Culturales

Convención sobre la eliminación de todas las formas de


18 dic 1979
discriminación contra la mujer

Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,


10 dic 1984
Inhumanos o Degradantes

Convención sobre los Derechos del Niño 20 nov 1989

Convención internacional sobre la protección de los derechos


18 dic 1990
de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares

Convención Internacional para la protección de todas las


20 dic 2006
personas contra las desapariciones forzadas

Convención sobre los derechos de las personas con


13 dic 2006
discapacidad

8
SISTEMA INTERMERICANO: Tratados Fecha de adopción

Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de


22 nov. 1969
San José de Costa Rica)

Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la


09 dic. 1985
Tortura

Protocolo adicional a la Convención Americana sobre


Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, 17 nov. 1988
Sociales y Culturales (Protocolo De San Salvador)

Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos


08 jun. 1990
Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte

Convención Interamericana para prevenir, sancionar y


erradicar la violencia contra la mujer (Convencion de Belem do 09 jun. 1994
Pará)

Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de


09 jun. 1994
Personas

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