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éPOR QUE ARGENTINA NO FUE AUSTRALIA? Una hipétesis sobre un cambio de rumbo por Pablo Gerchunoff y Pablo Fajgelbaum >» Indice Siglo veintiuno editores Argentina sa. Siglo veintiuno editores, s.a. de cv. eon kn og 004 cove ene Siglo veintiuno de Espafa editores, 6.0. Pedlogo 9 spt dere / Fo Cray ie Sgn Fak Introdvecion 2 Be is Si Xt err enn, 20 ‘iis eleanor) 1. Fase 6 a comparacion 19 | Bae tl tee Ta 2, Desfsaje temporal yconvergencia argentina 2s 3. Dos pales un confcto distributive 3 4. La Argentina y Australia en la cima de la coing (1851-1914) 3 ora: Peter Teer El redoblar dela apuestae (19141929) 55 1 2006, Siglo XXI Ealtres Argentina S.A. rmas desiguales para afrontar la criss (1928-1845) 6 Fortune geogrifica, Fortuna politica eigualtarizmo 1SBN.10 0871200468 seeerado (1945-1975) n ISBNS 9780671200461 Elfin dela historia (1975-2002) 8 eet tery 9. La historia recomienza: .De nuevo convergencia? (200247) 91 Het tpt se maa iy 11.228 pode: mplioncasradssibutvas del protecionismo 103, Bee eee eee siliogratial 07 Prélogo Este trabajo transia por la resbaladia ruta de la historia, comparada, ;Qué se compara? La evolucién econémica dela ‘Angentina y Australia durante aproximadamente ciento cin cuenta fos. Exeeswa ambicién, quizss, que se disimila dees “Gel recurso de “a estilizacién de los hechos". Lo que alents a los autores a levar harta el final la fatigosa empresa es haber- se encontrado con ambiciones todavia mayores. Decenas de {economists (y algunos historiadores) esin intentando cada dia encontrar regularidades extaditicas que permitan expli- car por qué algunas naciones han recibido la bendicién el desarrollo y muchas otras no, Ayudades por los vances infor: miticos ingresan en sus eros ton la informacion de un = rrente de paises para encontrar la variable explicativa del pro- ‘reso econdmico.:Son en verdad comparables esos paises? No 5 una pregunta que se hagan, pues el home ceconomicus, com su apretada racionalidad a euestas, o es en todo tiempo y Io- gar: lo que hay que encontrar, entonces es ese factor que con- verte su conducta prada en virtad pibica. Es acato la co sualidad de la geografia?: ela distancia del ecuador, la baja exposicién alas enfermedades tropicales el feil acceso alos mares y océanos? mentado borradores: Ezequiel allo, Natalo Botana y Ferman ‘do Rocchi; a Andrew Mitchell de New South Wales University London School of Economics; a José Maria Fanelli a Néstor Stancaneli a Susana Lami; a Tim Duncan, por su minuciosa lectura de nuestros borradores y sus valioss sugerencias; a Jeffrey Williamson. Paricularmente agradecemos aJuan Mar- ‘cos Wasik por au trabajo en la bisqueda de datos yarmado de ries. Introduccion En este trabajo vamos a discuir por qué la Argentina no igual el desempetio econémico de Australia cuando al me- ‘nos hasta 1980 prometfa hacerlo, y por qué ahora que no pro- mete nada sorprendentemente puede hacerlo Esto implica una comparacién, siempre comple, que ante todo parece ne- cestro justfcar. Los dos autores del ensayo han discutido st pertinencia. En las primerat conversaciones el mis joven p- 50 ripidamente en aprietos al més veterano: zqué fundamen- tos puede tener la comparacién si se observan las fotograias del presente, el abismo de los datos duros dela economia, de los indicadores sociales, ls profundas diferencias cultura: les? Australia ocupa el décimo lugar en el ranking de ingreso por habitante (primero en el hemisfero sur) yla Argentina, ‘st por debajo del euadragésimo; Australia aleanza el segun- do puesto en el ordenamiento mundial de desarrollo huma- no elaborado por las Naciones Unidas yl Argentina, el pues ‘0 84; en Australia el 20% més rico de la poblacin gana sete veces mas que el 20% mas pobre, nadie vive con menos de dos lars esaadounidenses por diay el desempleo es del 5%; en la Argentina el 20% més rico multiplca por dieciocho el in- igreso del 20% més pobre, mas del 149) de la poblacién vive cada dia con menos de dos délare yla desocupacion es supe- 4 Pablo Gerchunoy Pablo Fajgetboum ror al 12%, El veterano saldré dificultosamente del paso re ccuriendo los argumentos que le provee la historia: ‘paracion tiene sentido hoy porque li tuvo, sin disput, en el ‘pasido, J si ahora parece no teneria bien valdrfa la pena ave- Figuar por qué. La comparacién fue valida, por ejemplo, para muchos actores politicos entre Fnales del siglo xxx yla Gran Depresién: Roca envid durante su primera presidencia una misiGn alas colonias australianas —aute todavia no conforms: an una federacién—intuyendo que los detallados informes| ‘que obtendria de sus amigos Llerena y Newton le develarian cl misterio del futuro argentino; Godofredo Daireaux exami 16 Ia pujanza de laestancia argentina en relacién con los et tablecitnientos rurale australlanos en las paginas del Censo Ganadero de 1908; Juan B. Justo no se cansé de envidiar hasta su muerte, en 1928—Ia estructura de la tenencia de Serra en el nuevo pais de las antipodas; Rael Hervera Vegas, cl desafortunado primer ministro de Hacienda de Alvear, de ‘did que el joven becario Ras Prebisch viajara a Melbourne para recoger ensefianzas sobre la wibutacin directa. Austr lia no era slo fuente de experimentos econémicos y sociales en los que la Argentina podia abrevar: a caballo entre dos si los, ambos patses también se reconocieron como verdaderos contendientes en la disputa por los mercados internacionales de bienes primarios. Sino lo dice todo el severo titulo de un ‘opisculo publicado en 1901 por el renombrado grazer po- litico australiano A. W. Pearse (Our Great Rival: The Argentine Republi), por lo menos hay que dar crédito a las siguientes p> labras que Pedro Luro pronuneié frente la Cémara de Dipu- tados en elerucial debate monetario de 1898: 1a Replica Argentin yl Australia luchan hoy ene campo de In produecion de ganado ovino en condiciones que las han ‘olocado en el primer range, La cfm de as exportaciones de Introduce 5 camnescongeladas ha aleanzado el ao patado sls millones y co de cabezs enue la Republica Argentina la Ausualia. En line you passe han radkeado poderossimas empresas de con gelatin, y hoy que los progresos dea een industrial hans Primido cast la dltncia entre los caps en ques alejn los finades argentino yastaianes yl grandes cudades de I ‘ater y Francia, puede calculare linmenso porvenir que le (Gtk deparado sexta indus en los do pies Yale etian Ins contciones en que unos otros estin clocados, puede ase irae que norotro saldremos definkivaente eiunfanes en festa lucha de predominio (Cémara de Diputades de la Nacén (0911), pp. 2829. Fl destacado es nuestra.) El convencide temor de Pearse ante ls ventajas de su ri ‘al, sobre toda en lo concerniente al bajo precio del trabajo y a lo que él vislumbraba como el poder politico de ls terrate- nientes argentinos (Dyster, B. (1979), pp. 9295] se comple menta de manera notable con el optimisimo beligerante que destla Laro, para quien ambos pafses competfan en un juego ‘en el que la Argentina prometia ser e claro vencedor. Sin em- Dargo, un siglo mis tarde, la lucha por el predominio entre la ‘Argentina ya Australia" quedaria imitada, con suerte dive- ‘1 a1 tennis courts del mundo, pues ya nadie los considera ria adversariot econdmicos de la misma ella. Se debié la cerrada prediccién de Luro y muchos de sus contemporineos ‘una incapacidad para apreciar rasgos fundamentales de ca dda economia que ya eran evidentes entonces, 0 acazo aconte cimientos que nadie pudo haber caleulado se ocuparon de 1 Entre 161 y 901i Argensinay Austral companion aren se ‘ac ot eo Tn Srey ace hrs learn Deis der eanten achohablan detente Besqoca relia en hap progenies 6 Fable Gerchunofty Pablo Fajgelbaum reverirla historia? Sea cual fuere la respuesta, lo certo es que ‘en algun momento estuvo claro que, como objetaba el joven ‘economista la brecha de riqueta entre las dos naciones del sur se estaba tomando abiemal, desalentando lo vejos para lelismos que habfan entusiasmado a los hombres de actin, Fue entonces cuando, explicablemente, ingress en la excena ¢linterés académico: comparar Ia Argentina con Australia re sultba atrayente, oa pesar de los marcadosycrecientescon- tuastes sino e cowsa de ellos; as fue como desde mediados de los aio sesentaafloraran niumerotos trabajos de historia eco- ‘némica dedicados a esa comparacién.® Al menos del lado a gentino, el momento mas reeordado eel del seminario I ‘ado a cabo en el Instituto Toreuato Di Tella en 1979 con la participacin de cienifcos sociales argentinos y australianos (Fogarty, Gallo, By Digguer, H. (1070)}. Nadie bused en quella reunién un consenso, pero un cuarto de siglo después cs posible constmuir una narracion coherente que hila ls po- nencias:el progresivo deteriororelativo de la Argentina tenia predominantemente su origen en la venajas geoecondmicas Ygeopoliticas de Australia: su ubicacin en el Pacifica Sur yt relacién con Gran Bretafa Ia habian beneficiada comercial ‘mente durante los conflictos bélicos de la primera mitad del siglo x, y su abundancia de reeursos minerales haba contri 2 Ene oan de hitoriadorsyeonomia que shordaro comm acon no pueden adare lov genes: Save, A (168), Diggs, 180, Moran, (107), Dyer (1079), allo, B (197), Fogarty. (118), Fog. J (988), Dt Tel, (1988), Armstrong. W. (985), Die ‘Aan, C1838), Jonen, (198), Aad P0585), Twomey, {188}, Danan y Feary} (1980), Seeare (1989), Sena © (1000) Aten (168, ela, 1 (1096), erly Pore (200), Sone Vitro (200), anti (2008), endo y Sane Vary, 1 (2008, ie hal, (205) Gallo (205) run reas Se pare de et rat fais Hoel J. (1003), Introduccion ” bbuidoa diversiicar su bate industrial ya reducirsu dependen: «ia de insumos importados. Tan s6lo de manera marginal se haria referencia alos ragos dstingvos en el ébito cultural e insitucional que hablan desveladoa Llerena y Newton’ y que tno ha sugerido Ezequiel Gallo en aquel seminario del Instn to Torcuato Di Tella, introducir subrepticiamente un tercer objeto de comparacién, un tereer pais ideal (Galo, F. (1979), p- 12]. Enestaseccién nos dedicaremos la desripcién deta pa, a extracr de la enredadatrama dela historia los elemen- tos presentes en la Argentina y en Australia que nos permiten dlibujar su conformacién, "A efectos puramente pedagdgicos,apelemos ala licencia de lamar Argentaia a este pais imaginario. Argenta tiene va ‘edad de climas, con predominancia de temperaturas templar das, En ef largo relate de Ia historia es una nacion joven, per- tenecientea exe ercacoconjunto que desde eiqueta acuiada por Ragnar Nurkee se conoce como “regiones de colonizacién Feciente” [Nurkse, R, (1962)], ubicada en el hemisferio sur (Buenos Aes Skiney estin sobre el paralelo $4) ya una gran sistancia de los centros de poder (Buenos Ares se encuentra 211,082 kilémetros de Londres ya 8.454 lilémetros de Nueva York: Sidney, a 16.997 ya 15.989, respectivamente). Argentalia dispone, desde su origen, de poblacién eseasay tierra abun dante (ya en 1896 la Argentina y Australia eran los dos paises ‘con menor niimero de habitantes por kilémetro cuadrado de tierra productiva),y como cansecuencia de esa dotacion de re- ceursos ha tenido salaros relativamente altos con respecto al promedio del mundo. Como productora de materias primas, Thogentatia viola earay la ceca dela moneda: por décadas esta. bleci una relacion prisleginda con la potencia dominante, ex portando los productos de I Herra que esa potencta necesita- ba para failiar su industrializaién eimportando losinsumes, os paises un conflict distributive 35 Josbienes de capt yla mano de obra que requeria su prop progreso; dese a Gran Deprsion, en cambio, sis en ear re propia la decadencia del comercio de bienesprimaos. Con forma en algunas épocas con inforunio en otras, Argenta chocé de todas manera on la revelacén de queen Jn dotcin originaria de sus recursos habia un gen mali. Alcalor de la expansion del mercado intemoyde a evolucion tecnoldgia de los procesos productos, fueron surgendo dentro de sus fronteras algunas manufactur, especiaimente aquelas que ansforman as materi primas que export. Pe ro limita como ext porta excaser de mano de ota, Aen {aia no es un pas bien pervechado para affontar un process deindusrializacin sostenid y divrsicado fate esl desper- tar dea eflula donna: mientras ntereanbio und s- |Buvigoroso y derramando sus futor,a Argenta le conviene ellibre comercio porque impulsa el erecimiento, pero'a sus ‘zabadors les conviene el proteecioniamo porque, dadas as icine estructrales del pais, la protecion econémica ‘tuner el empleo y ls slats rele, y mejorar a ds bucin del ingreso, Lo han demostrad tericamente Stolper } Samuchon en 1941: cuando se eleva el precio de un bien ‘también mejora la remuneracin relava del factor utlizado smdsintensivamenteen la produecion de exe bien. Dado que €1 protecconismo mejora el precio reat de aquello que se importa (yconsiderando que, debido au dotacion orginaria de recursos, Agente import bienesrelatvamenteintenstos fn mano de obra), las medidas protecionistasmejora eine reso relavo del abajo. Eni concusin del arulo en el 4que formularon su cisco teorema, ls propios Stolpe y Se ‘uelson enfasaaron su aplcaién paralon esos que nos ov pan, sealando que. en Australia, onde fader puede 7, con lo eval ls tabajedores dedican una proporcién relasvamente major de su ingreso al consumo de bienes exportables que lot duefos del capital En este contexto observamos las conreciencias de un at mento en el precio relaivo del sector que compie con impor- taciones, b> 0 (el "sombrero" sobre la variable denota ca bio porcentual. El shock bien puede interpretarse como la imposicién de medidas proteccionistas, pues las misma at- ‘mentan el precio relativo de ls bienes importables. Ese cam: bio en los precios relativos implica un cambio en el east re- lativo de los factores a través de las condiciones de cero Deneficio de los productoresy de laconsistencia agregada en Tos mercados de facores. La elascidad de los salarios con ree- pecto al precio relative de los bienes importados ex day By Oana + Ag, ft taf roi donde Ay, ¥ 2x representan Ia proporcién del trabajo total cempleado en el sector My X, respectivamente. Esta condicién, dice que, ante un aumento en el precio de los bienes impor tados, el salario aumentard. Esto sucede porque el sector c- yo precio mejora es trabajo-intensivo (StolperSamuelson, con sector M siendo L intensive). El aumento salaralseré mayor ‘cuando haya mis trabajadores empleados en el sector indus til M (cusndo Ly/Lsea mayor) y cuando éste ea relative: ‘mente mds intensivo en trabajo (cuando @/B sea mayor) pindico 05. ara ver las consecuencias cobre el bienestar de los tra jjadores, hay que notar que éstos obtienen todo el ingreso del {alario, por lo cual st sumento determina un efecto riquesa Pottvo que se refleja en una mejora del bienestar Sin embar- {, los trabajadores tambin consumen los benes cuyo precio felativo ha auumentado, efecto que también debe teneree en ‘cuenta, Estos factores se reflejan en la elasticidad de a ui ‘dad indirecia con respecto al cambio en los precios relatives: oh a8) s Es decir que el cambio en Ia wtilidad, cuando hay un au- mento en el precio relative de los bienesimportables, es igual al eambio en los salarios reales ajustado por la proporcién det ingreso que los consumidores dedican al bien exporado. Siempre que 2 proporcion sea bastante grande, el cambio en a uslidad sera posiiv. Luego, el cambio en la utilidad ind recta seré mayor cuanto mayor sea el cambio en el salario real Yyeuanto mayor sea la proporcién del ingreso total que os tr- bajadores destinan alos bienes exportados. En resumen, el proteccionismo es més redistributivo (en el sentido de que ‘mejora la tilidad de equiibrio de los rabajadores) cuanto mayor ea prporcién del otal de trabajar empleada en lsc tor industrial cuanto mayor es la intesidad en lus de trabajo de secon industrial cuanto mayor esa proporién dela riquesa (que les trabjadores dadican al consume de bent exportable. Bibliografia ‘Acesta, Py Gasparini (2004), Capital Accumulation, Tad Lie ‘akzatio, and Rising Wage Inequality: The Cae of Argentine, CEDLAS, Documento de Teabajoa°5. Alhade, . (1988), “Public finance and the economy in Argen- s, Australia and Canada during the depression of the 19306", en Pau, D. yDi Tell, 6. (1985). 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