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contraban tai vez al frente los pueblos hispanicos, cuya rnen- cartes, etcetera, aun c-uando et no haya tenido

no haya tenido en ,plenitucl _


talidad, sobre todo a partir del Renacimiento, de la Reforma esas caracteristicas o no todas ella.s. Por c■tra parte, si se
del erasmismo, cerrö oficialmente sus puertas ante cualquier veri los hechos no desde ei ångulo positivo y directo, como
clase de ideas nuevas, diversas 0 contrarias a la tradici6n, en lo anterior, aino desde uno negativo e indirecto, a saber,
negändose dogniäticamente a considerar su congruencia y bajo la oposichin a Cop&nico de todos los medios tradicio-
verosimilitud o su inocuidad desde ei punto de vista religioso. nales, tarnbien, precisamente por esto, resulta a, como decia
ES'ta apreciaci6n general, referida al campo filoscifico y cien- arriba, un signo de modemiclad: de reacci6n y progreso, de
tifico, es aigo conoddo de todos y que se halla a cada paso en abertura y libertaci en ei pensar, cle sinceridad y objetivi-
las historias de la filosofia, de la ciencia y de la cultura dad, etcetera.
en general de la epoca. Un apreciaci6n referida en especial
ai copernicanismo, que presente en concreto nombres, lugares IX
y fechas, no puede ser tarea de este ensayo introductorio,
sobre todo si nos referirnos a los pueblos hispånicos en ge- El primer momento de apariciön del espiritu moderno en ei
neral; maa respecto de uno de ellos en particuiar, ei de la Mexico colonial se ha situado hacia principios de la penialti-
Nueva Espalla, precursor del Mexico actual, si es posible ma decada del siglo XVII, dentro del pensarniento y la labor
hacer al menos un estudio sumario. cientifica de don Carlos de Sigilefiza y Gångota, cristalizados
Esta excepciön clebe resultar obvia por muchas razones. en forma capital en su extraordinaria Libra astronörnica y fi-
En Mexico se hace durante este afio una celebraciem de Co- iosöfica, escrita, como dice su editor "a fines del ailo de
pernico en ei 59 Centenario de su nacirniento y aqui se hace 1681" y publicada impresa en 1690. 26 Como pocas, esta obra
esta ediciön abreviada de su obra fundamental. Aqui tambien y significa y deterrnina un vizaje ,profundo, radical, del pensa-
desde fechas relativamente no muy lejanas (1940) se han miento en Mexico,27 parecido al que significaron la docencia
hecho investigaciones particulares sobre la filosofia y la cien- y Jaa obras cle fray Alonso de la Veracruz, al iniciarse la
da en Mexico en la epoca colonial, de las que ha participado enseiianza y ei estudio de la filosofia en America, a partir de
el que esto escribe. 25 En tales estudios cl motivo "Copernico" 1540; o semejante al que vino a producir la obra de Juan
result6 siernpre uno de los signos de io que se ha llamado Benito Diaz de Gamarra Elementos de filosofia moderna,
entre nosotros modernidad: espiritu abierto; ciencias fisicas publicada en 1774, 'sen pleno centro de nuestra modernidad
cle observaciön directa e instrurnental y experimentaci6n, es- e ilustraci6n en la segunda mitad del sigio xvm.
tructuradas por las matematicas; rechazo del dogmatismo La Libra astronömica y filosöfica de Sigiienza y Göngora
del argumento de autoridad; sentido critico y conciencia de es una olara de tema fundamentalmente cientifico, aunque tie-
la funciem del metodo; distinciön entre la ciencia, filosofia 26 La primera edici6n modema —segunda, despues de la original
y teologia o religiön; tendencia a la objetividad y negacien de 1690— presentada por ei maestro Jose Gaos y preparada por rni,
del formalismo, etcetera. Nadie le negara. a Copemico ser uno apamciet en la Nueva Biblioteca Mexicana, que publica la uNiAm,
de los iniciadores del espiritu y actitud modernos, junto con voi. 2. Mexico, 1959. La posiciön de esa fecha pata la entrada de
Nicolas de Cusa, con Da Vinci, Bacon, Galileo, Bruno, Des- la modemidad es vålicia sölo en cuanto se apoya en las publicaciones
actuales al respecto, asi corao en los documentos, sobre toclo manus-
critos, descubiertos y dados a conocer hasta ahora.
25 C.f. mis trabajos: La introducciön de la filbsofia moderna en 27 Cf. Jose Gaos, Presentaciön de la ediciön modema de la obra.
114dxico. El Colegio de Mexico, Mexico, 1948. Vidas de mexica- Francisco Löpez Gimara, "El cartesianismo en Sor Juaaa y Sigilenza
nos ilustres del siglo xviii. Biblioteca del Estudiante Universitario, y Göngora", Revista Filosofia y Leiras, UNAM, nåra. 39, pp. 107-
vol. 74. UNAM, 3.16CiCO, 1956. Cultura mexicana moderna en ei ii- 131. Jose Maria Gallegos Rocafull, El pensamienta mexicana en Jos
gb xviii, UNAM, Mexico, 1964. siglos xvi y xvii, uNAbs, Mexico, 1951. -

24 1 25
-

enfoques.-1,:ldeiarrollW.,:liiStörecos, filos6ficos tk.t6giew,


- ,
del sistetna planetario:--sataitek. de J6Piter y Saturno, 28 cons-
.exegeticot-;, ‘etc&era.
Esto se expiica hien- por'rratarse de una tituci6n y caracteristicas de esta en cåda tino - de los planetas, ,
" obra-polemiCa, de agresividad.;a, veces violenta, -eXplicable,s61O: en Ja Luna y el:Sol.;29 periodo de las re4minciones de Ventts; 0
• 'Mr ser'dirigida. Contra uno de los escritos ritås tradicionalistas . etdtera. Id&ntica composici6n de todöS los cuerpos en ei Uni
y anticientificos--a peSa.r de pretender -absuidamente lö con verso y caricter Oorruptible de ellos; 31 ia gra.vitaciön tmiver-
, . salidas de la.s prensas de Mexito,, tina
. Expölicidn as- sal —confusa- y eitrartamente—;82 regularidad -inmtitable en
tronomtca del cometa... de 1680. Mexico, 1681, del je- los fen6menos celeStes;2a etcitera: tad° elo. Sifl embargo, a
sUita Eusebio Francisco Kinö. La ocasi6n remota para que prop6sito de puntos relativos å .los cometas -
- explotara, digåmosio asi, ei espiritu critico, cientifico y filo La presencia de Cope'rnica en esta obra —sir nombre, se
s6fico de Sigiienza y Göngora fue la aparici6n de un cometa
28 "Ni ei dc menos consideraci6n la advertencia de los cuatro
por ei cid° de la Nueva Espaila en 1680 y 81. Entonces planetas sataites) que: andan alrededor de Jhpite.r, al de Satumn
public6 nuestro cientifico un op6sculo, cuyn titulo hasta uno, que descubri6 Cfistiarm Hugenio..." Nfim. 373, p: 175. Ed. -
sobra para exponer su intenci6n y espiritu: -Manifiesto filos6- UNAm.
fico contra los cometas despojados del imperio que tenian 29 "No hay maY- or argumento para convencer al qne Jo negare,
söbre los titaidos." Indirectamente ei padre Kino impugna que ponerie un telescopio o antojo de larga vista .en i manos, para
que en ei globo de la Lima (no sin adiniraci6n) contemple mares
- en su Exposicidn las tesis "contenidas en ei Manifiestö, y Si- inmensos y dilatados, istu, promontorios, valles, cerros, y atm ms .
gilenza responde mås tarde en forma explicita y directa en eminentes que Los nuestros; en jiipiter jas celebradas fajas desi,guales
su Libra. Con todos los argumentos y comprobaciones que en luz y paralelas a los -planes de la ecliptica; en Marte una (al pare-
ponen en sus manos la matemitica y la geomeixia, la fisica cer) profiindidad obscu.risima; en Saturno la diforrnidad basta ho-
• .
rrorosa de su cuerpo; si ya no ei ser efecto de su distancia; y aun
y la aStronornia, la historia; la filosofia y ei sano sentido . en ei Soi, fuente y principio de toda luz y resplandor, se advertinin
, comim, refuta Sigiienza y desentnascara los infundios y fic- las Juces vivisimas, que Ilman täculas, y Las denegridas manchas que
cones excogitados por ei pådre Kino; asi como fal.sedades, y entre su cnerpo y nuestra vista se interponen, que no son otra cosa
. errores, todo elo inspirado por la mås - absuda astrologia y que nubes densisimas y humos crasos y pingiles qtue derrama por la
inrnensidad grande de su atta6sfera... ' Mun. 37-1, p. 174.
. por las jiniones inås vitigares e infundadas, admitidap sin 30 Cf. nilm. 296, p. 143.
cnterio guno.- , Que ya se concluy6 "no estar virtual, sino fonnalmente, en los
AunqUe ei punto crucial de la poit'mica es la pretendida cuerpos celestes Las .cuatro plimeras cualidades..." y -establecido y de-
• . .. mostrado que todos ellos constan o se conaponen de los cuatio elemen-
signiftcacion de los cometas —presagio y anuncio de malos tos... y de eno se infiere constar Los globos de Jos planetas y estrellas
sucesos y , hasta de actos puramente humanos--, Sigilenza se de partes keterozcsnoar y no bomogneas y similares." (N(m. 370,
ocupa de vårios temas astron6micos, estrictamente cienti- pp. 173-174) "Todo Jo cual convence la coffuptibilidad de estos cuer-
pos y prueba la heterögeneidad de sus partes: (Mun. 371, p. 174) -
ficös- para apoyar sus cletnostraciones, cotno: la constituci6n Aunque esto filtimo Jo dice Sigiiehza directamente sbio del Soi y de los
fisica de los cometas, su generaci6n, fonnac.i6n y destmc, planeta.s, v6ase poco arriba c6tao atrilinye la- heterogeneidad tanabi6n
ci6n; la regi6n y velocidad de su rnovimiento; ei calciilo de a las estreilas. Cf: ademis nirms. 85-87, pp. 44-45. '
- sir distancia al Soi y a la Tierra, su tamatIo y diversa.s figu- 32 Cf. niim. 88, p. 46.
33 "Querer decir que en este sigio se han aparecido muchos ieds
. ras, etc6te,ra. Peto Sigilenza no s6lo expone estos puntos te cometas que en' Los pasados, ei incurrir en lo que ei vulgo ignorante,
• lacionados directamente _con ei tema central, sino que toca, asi que juzga ei que ahora suceden ms eclipses Tie en. lo pret6rito, lo
• sen con. brevedad, o s6lo menciona; otros puntos y doctrinaS cual ei imposible, si desde que Dios cri6 ei rnundo hasti'altora as tOns:
astron6micas, que de aiguna manera se implican en la tetni7 tante ei quo no hal habido rnudanza en ei movimiento, apogeo y .eic-
tica, peto que, principalmente, revelan ,con claridad la cien centricidad del Sol, oblicUidad de la ecliptiCa y latitucl de la Luna; de
que se infiere, que de la misma ntanera que abora ei, sucediö onton-
_ cia modema de Sigilenza. Por ejemplo aspectos o elementos te). ..." Mun. 48, p. 29.

26 • 27
• . :

- gun lo mvesbgado hasta aliora., seria inenCionado d) en la distirici6n entre ei alcance_pnram


- ente natival-o cien-
solutemente. por primera vez en America y. en: pubiicaciön tifico de la. affrinationea de. la Esaitura - y los Santos, Padres
impresa (annque tampoco en manuscrito..5xiste nmguna te- :1 y su va.lor Comö fuente :cle la-revelact6n y Ja fe." -
: -ferencia anterior) -34 yo laveo no s6lo, como expondre des, El segundo aspecto, en detir, la infhiencia dottrinal (no
pues, en &pello (lue Sigilenza menciona.expreSainen.te de CO; directa en alan» al sistetna, del - mundo o copernitanisrno
pemico

(Tie por cierto no lo refiere a este rnisrno, .sino a proplamente dicho, sino en cuanto a otras tesis en que o
los copernicanos"), Jo tual seria hien poco, aina tambien, al Siglienza coindde tori Copernico o existirfan puntos de co-
menos de modo indirecto, en dos caracteristi.cas o aspectos ge- nexien en las ensefianzas concretas de- ambos astro'nothos)
nerales, uno formai o metedico, otto material o doctrinal.., puede verse, por una parte, probablemente, en algunas de las
EI primero se puede sefialar en lo siguiente: a) en ei apa- - doctrinas sefialadas antes —a partir de la nota 28— y.
rata rezatemåtico-geotniirico que tisa pata las demostraciones otra, al menos en estos asertos: recorrido "celeste" y no
aStron6mica.s, cu.ya importancia y ftinci6n - destaca 1 expresa-: sublunar de los cotnetas y, aproximåndose ya ms a uno de
tnente;35 b) en la acuciosidad y pretisien de las observationes Jos dos . puntos claves del copernicanistno„ la rotacien del Soi
- por medio de instrumentos, para Jo tua.1 Sigiienza, fiel al y de los denAs planetas en torno a un eje propio. 39 -
progreso de la epoCa, se SirVe ya del telescopia ---destonoci- Pero, fzitte en en concreto y precisamente lo qu, e Siglietiza
do en tiernpos de Copernico—, reconociendo, con deleite y y Gengora conoce, refiere, cita y a.dmite de Copemico o del --
. piena conciencia, ei valor de la observaci6n con este instru- - copernicanismo? Aquel en citado clertarnente en ei volumen
mento frente a la simple vista; 36 c) en ei criterio filos6fico- de la-Libra,49 pero no en sta; es decir: ei editor de la obra
"' cientifico para rechazat las opiniones ingenuas del vulgo o. en la .epoca, don Sebastikt de Guzmån y C6rdova, habla en
-no suficienternente fundadas aun de algunös astr6nomos; 37 ei pr6logo acerca de otro escrito de Sigkenza y Gångora, ei
Belerofonte Matemåtico, tamblen de contenido •shron6mico
34 Cotno se dijo sobre ei ounto tocado en la nota 28, esta afirma-
' ciön es vålida sölo en c-uanto se apoya en lo descubierto hecho pfi- y de carkter poIemico, redactado con motivo de ia apari-
Ula> hasta la.fecha, por lo menos dentro de los medios generales de ciön del taismo cotneta de 1080-81, aunque dirigido contra
acceso para la investigaciön. : otro autor, cömö reza la segunda parte del titu16: "Contra la
35 Cf. nfims. 235-243, pp. 115-118; nfim. 263; pp. 1263127; nfitns. - quimera astrolegica de don _Martin de la Torre." El editor
' 273-282, pp. 131438; nfun. 309, p. 149. 1-lab1ando contra la actitud
del jesuita Kino, dice: "... cuando se qclisiera practicar ms georn6-. resume en breVes frases ei contenido doctrinal del opilsculo,
trica y cientificarnente de lo que ei reverendo, padre lo propone". (niun. diciendo cpie abi "se hallaban cuantos primores y- sutilezas
248, p. 121.) gasta la trigonotnetria en la Investigacien de las paraiajes
36 Cf. nUms. 257-258, pp. 124-125; nfims: 388-395, pp. 182-193. - refracciones, -y la te6rica de los - movimientos de los cometas,
For la reticula de subtiiisimos bilos de pinta que... acomodo, -
cuando de elo necesito, en ei foco, de la lente ocular de tni teles-
cOpio..." (mini. 388, p. 182.) "... no trata tan crasatnente la astro- 38 Por ejemplo, Libra, nfini. 20, p. 14: "Pero - llegando a los doc-
• nämia sun operaciones, que las fie del engafiable sentido de la virta, , tores sagrados y santos ,padres, me en fuerza. Venerar sus autoridades,
siti que lo ayude con instrumento: exaetisimos..." (Mun. 246; por los motivos supertores que en sun palabras advierto; aunque
p. 120.) "Advierto tambien que de obserVaciones hechas mr instrn- no por eso dejark decir con toda seguridad, que ninguno pretendi8
mento; sino :can la vista y estimacian, es cosa indigna pensat que se asentarlo por dogrna filosdfico..."

• puede concluir cosa alguna de consideraciön..." (nfim. 252, p. 123). 39 En muchisimos pasajes estudia Sigilenza los aspectos - y detalles
37 NCP en exagerado decir qu,e a cada paso Sigfienza da testimonio de las dos teoriaa sobre ei lugar„de los cometas: si son sublUnares o
en la Libra de su espiritu critico, bas'andose en una- filosöfla objedvs, celestes, indinåndose visible, aunqge no definitivamente, por la se-
y no fmmalista, aplicando una lögica rigurosa y riegando absolutamente. gunda. Cf. nfims. 13-18, pp. 1144; nimi. 76, p.41; n<m2s-. 303-311,
toda autoridad en Jo cientifico y "discursable". Siendo esto tan ob,vio, pp. 147-150.
prescindo de aducir pasajes concretos o remitit a ellos. °
4 Libra, nimi. 306, p. 148; nfim. 372, p. 174.

28 29
o sea, mediante tina trayeccidn rectitinea en las hip6tesis ci6n, supondria en alguna forma que Sigilenza la aceptaba
Cop&nico, o por espiras cenicas en Jos vörtices cartesianos". 4 como veremos luego, no hay base para afirmarlo-- y la
Es fkil observar que de lo expresado aqui no puede dedu aplicaciön misma "mediante trayecciön rectilinea" no parece
cirse nada relacionado directarnente con los puntos båsicos d ser congruente con el contenido doctrinal de aquella. En todo
Ja teoria heliocentrica de Copernico, porque ei aspecto de caso, pareceria bordarse macho en ei vacio al especular con
cisivo no se menciona, a saber, si ei rnovirniento cle los co una sola frase y no dicha por Sigilenza mismo.
metas se considera con relaciört al Soi o a la Tierra La menci6n directa y expresa de uno de Jos dos puntos
"rnovimiento" y no örbita., porque Sigäenza aån ignora aqu principales de la teoria copernicana, es decir, del movimiento
Jo que por entonces apenas se descubria en Europa, esto de rotaci6n de la Tierra, reza asi: "Presupongo, Jo tercero,
ei caråcter "periedico" de muchos cometas, es decir, que sc hipoteticamente, la doctrina de loi copernicanos de que con ei
guian 6rbitas alrededor del Soi como los planetas, aunqu tnovimiento diurno de la Tierra se mueve todo Jo que es de
de otro tipo, o sea, no circ-ulares ni elipticas sino parab6lica Ja naturaleza terrestre, como son las nubes y generaimente
o hiperb6licas.42 Adernis, ei termin° "trayecciön rectilinea toda la atm6sfera terdquea, lo cual sucede de la misma ma-
parece excluir en principio la atribuci6n de una örbita. Re nera en la solar, como se infiere del lugar de las manchas,
pecto a las hipötesis, me pertnito reproducir lo que escribi acerca de que se puede ver a Gassendo." 43 Si analizamos ei
yo hace quince aiios 21 editar la Libra, en una nota al pasaj pasaje, advertimos estos aspectos: 1 9 La reserva de la afir-
(0.g. 14): "Quizå. esas 'hip6tesis de Copernico' simplement maci6n, doblemente expresada: presuposicien hipotetica. 29
scan las generales de su sistema y de su obra, de las que hari El caråder indirecto de la referencia al rnovimiento de rota-
uso Sigiienza, aplicåndolas al movirniento de los cometw ciön de la Tierra, pues ei tema que trata Sigilenza y que le
porque, hipötesis particulares referidas a este punto, no s interesa no es la rotaciön misma, sino una de sus consecuen-
hallan en ningän lugar del De revolutionibus orbiurn caele. cias, ei movimiento conjunto de todai las cosas terrestres —en
tium." Hoy piens° que nai conjetura de entonces se refiere virtud de la atracci6n—, movimiento que, dicho sea de paso,
aigo poco probable, pues Ja aplicaciön de Ja hip6tesis helic fue considerado imposible por Tolomeo y cuya supuesta in-
centrica, sobre todo en lo relativo al movitniento de trash existencia fue aducida por este, en siis efectos, como argameri!
para negar la rotaciön de la Tierra. 39 Seraejanza de la rota-
41 Libra, p. 14. ci6n terrestre con la solar.
42 Aunque Sneca paret-e haber vislumbrado ei hecho —segiun citas
one hacen de el Sigiienza (Libya, nftra. 116, p. 60) en ei sigio xvn y De Jo anterior se saca Inas bien una impresi6n relativa-
Alzate en ei sin embargo, ei descubrimiento cientifico del hecho mente deslucida del primer acto de presencia de Copernico
se debe a Kepler, quien los consider6 miembros del sistema solar, y en el Mexico colonial y en America .E1 movimiento de tras-
a Halley, quien les asign6 6rbitas elipticas en torno al Soi. Aizate
Jo atribuye a Cassini v a Halley (Gacetas de Literatura, tomo n, laciön en tomo al Soi no es mencionado, ni hay alusi6n al
p. 440, edici6n de Puebla, 1814). Siglienza, en la coyuntura citada sistema planetario concebido como una unidad. Sin embargo,
arriba, confinna su desconocitniento con estas palabras: "... hablando cabe pregutarse si Sigäenza y Geongora no conoci6 Jos hechos
fSeneca] de solos los movimientos de los cornetas, cuyas reglas se y las tesis fundatnentales del copernicanismo. Y cabe respon-
ignoraban cuando vivia y aun hoy se ignoran.. " (n6.m. 117, p. 61)
Es cierto que en otro ingar dice: "... defendiendo todos los astr6no- der, por muchas razones, que si los conoci6, sin lugar a dudas.
mos modernos que ei cometa se mueve per un ch.culo meiximo, para ffln que me fundo? En que ley6 o conoci6 las obras de un
probar con este argumento... ei que son celestes..." (n6.m. 268, gran nimen) de astr6nomos, claramente modemos, pero so-
p. -129); pero est° no debe ni puede entenderse, como si l hablara bre todo ei Epitome de la astronomla copernicana de Ke-
ya de drbita ni alredeclor de la Tierra ni en torno al Soi, pues s6lo se
trata del movimiento que en ei sistema tolennaico se atribuye a todos
los cuerpos celestes ahededor de la Tierra cada 24 horas. 42 Libra, niun. 307, p. 148.

30 31

- plet .y el ,..tratåele.:Sobre: ./‘is .manchasr del S,1,.de Galileo,.!4. problemitica te6rica- y prictica, Sigueriza, hab-ria. reSpondidn, '
'doride-. 1a -teoria, cle coPerrike -es ei terna"-inisine O -se. ezpone en ei _ nivel dentifico-filos6fico. confonne al espirit-u mocier-__
con amplitud Puede alguien pensår; sobi -e ::tecIO.'tenieridö no, pues tenia todas las armas pari - eno es decir, Jos cörlo-,
'en -.ozeirta'la pritnera obra; -.:que Sigilenza no.'haya - :ConoCido la cimientos, ei insturmental y la actitud; ;dernis, como _puede -
:teoria ide CopetniCor y no la haya: eStUdiado y iprefinrcliZado, verse por sus escritoi dentificos, en ei predomina ci å- ramente
•„como::Solia.:hacet Yo la tendencia moderna frente å la tradiciorial Y (lue 'uhria _
• «c
• utia pregunia ulterior Por que rno la expus' o en esta respondicio a esa probiemåtica en ei nivel dogrnåtico-religioso?
:obra iii etr. :akana otra especial,::o por que 'no se refrn— o' 'aqui El hecho de no Ixaber tratado ni ei tarra ni ei problema del
Cola mi arnplitud? La contestaci6n a estasrpreguntas sista= del mundo en la Libra --donde, ademås, no era ne-
: puede'Ser....satisfaCtotia yademås no desdecir de la medernidad cesario quizå nos podri'a insinuar algo sobre
cie SiglienZa iii Menguar su valor de cientifico y astr6nomo: Ja annösfera que ei escolåsticismo filos6fico-teolegico y edd- ,
: ,Es concebible que ei hubiera 'podido tomar la ocaSien en esa siåstico hada respitar; Sin embargo, es posil3le que aun en
o en aiguna otra cOyuntira para exponer los fundatnentoS del este nivel Sigilenza häbiera respondido con una relativa liber-
: sistenra copernicano, peto faci era indispensable ni neCesario. tad, como podria deducitse de su actitud frente al problema
Todi la doctrina de los coMetas no implio, a'rni juicio , sinö de los cometas, donde1, como hornbre moderno, rnostr6 da-
en ml- punto la 'concepci6n del sisterna planetario, a saber, ra oposicien a ciertos temas relacionados con la interpreta-
ei de si ei :rriöviiniento ii 6rbita::de Ies Cometås se Concibe Cöti ci6n de la Escritura v que eran caros a la aterrorizante ora-
. reSpecto al Soi o a la Trerra como centro o punto de refe".. toria sagrada de la epoca.48
-renciå, lo. ciral,:.podria adernås influir sobre: la estirnaciön • de Tai vez una pregunta fuera por que ei sistema del
: Ja- distancia: del cometa å.si al Soi coniö a la Tierra., Y este mundo no significö de becbo una motivackin real para Si-
- :tai vez puede apoyarse con ei her_ho de (jne :Copernico en sn gilenza: Esto podria consiclerarse interna y. eseternamente. En
De revolutionibus no hace .åino una sola menoon inCidental Jo externo, no existi6, de acuerdo con la historia, ningfin he-
: de.-los cornetas, en estas palabras: no es menos sorpren-: cho ni se bizo ostenta£Km de aiguna doctrina que --como
' dente cuando: dicen que Ja regi6n mås alta del aire sigue cl dijo Sigilenza sobre-lo becho por ei pacire Kino-- "conmo-
Movimiento celeste, ,-corao se ha deniostrado por los astros viera la pisczna y Jo "provocara".47 La ensefianza, posible,
que snrgen repentinamente, pienso en:los cometa.s ; :1IamadoS sobre la concepciea del mundo en la epoca quedaba reser-
- : vada propia.mente a los cursos filos6ficos, que incluian en-
- .pogorrias' (barbadös) pot los griegos.::Porque ese lugar 'se
asigna pata su :generaci6n, y como las dernås-estrellås, nacen tonces todavia los diversos conocimientos naturates sobre
y :. se ponen.'.,4:. todo ios de la fisica, de la mai cierta.s pa.rtes o secciones tra-
Peto tai vez Jo mås itnportante que puede decirse å.l reS- taban, siguiendo a Aristoteles, sobre ei cielo, ei mundo y los
: pedo es Tie ei problerna de:la concepcien del rnundo no s. ig;,, metearos. En los escritos filoseficos conservados no se hace -
nific.6 para .Sigtienza oria motii)40ön real que lo lievara å menoon alguna. ni cle Copernico ni del sistema heliocentrico,
aplicar sobre ei: su mentålidad Cientifica y:su: actitud critica.; por una parte;48 por otra, es muy probable que Sigilenza
La inversien copernicana: ne Lue para nuestro astrenomo un no les diera mucho cr6dito y, por tanto, que no se enterara
punto crucial,: una -piedra de escåndalo, corno Jo. fue Ja Con! 46 Por eiemplö, Libra, nfun. 20, p. 14; ruim. 48, p. 29. -
tepcien. aSrö6gica y Seudocientifica ..sobre los:: .cometas. Si 47 Id., nimi. 9, p. 7.
ei Sisterna del ” mi.mdo . hubiera sido entönces nbjeto de ntra 45 Cf. Jose Maria Gallegos Rocafull, El penramienro mexicana en
ies sidos xvi y xvii, UNAM, 1953. Personalmente, yo he recorrido bas-
44 DL, mins. :296, p. 143; rithm. 306, P. 148. -" tantes manuscritos filosbficos del sigk XVIt y no he hallado nada al
- 45 Libro prirnero, cap vitt, p. 79. : • respecto.

32 ..: 33.
. . •;:.•»: r:••• .
• ■ •• • •

de Sti coritenido, a inengs:que.estUvieran en relaa6n MEI ado naCi6n - aPPgeO, rePresentacla principalmente - pot ei padre.
. pfiblicos- eti.la.universidad o en los colegios. Puede Conduirst oratoriano Benin", Diaz dc Gmarra y la tercera puede con. -
pnes,. gtie externamente no hubo riada gue incitata a Sigilenz siderarse corno dc difrIsirin y t?'ansktön, donde las figuras maa
- a dismtir ei problema de la Concepci6n del - mundo. Ahor importantes - son" algunos talentos que se ,empiezan a dedkar
bieno smtxo S'grienza en Jo interno algån kkate påra tra a la fisica experime'ntal y a la observa C . i6n, como Alzate,
far el punto, rechazar algo derivado de taxa lejana y dogrnå Bartolache, Leon y Gama, Mucifio, VelåzqUez de Leon, etc6- -
• - ••- tka tradiciön y proponer uria perspectiva conforme con su tera.50 •
conocirnientos de 1 ciencia moderna, con stis inquietudes d Los maa notables autores en la primera fase son los, padreS - -
observador e investigador -directo y con Su rnentalidad critica Francisco Javier Clavigero, Francisco Javier. Alegre y Diego
Ei dificil responder con seguridad a esto. Mas parece irn Jose Abad. Aungue son todavia, como casi todos en la 6poca, -
posible imagina-rse a Sigiienza ajeno a los problemas de 1, principahnente fil6sofos y escriben tratados escolåsticoS de fi-
cienda moderna uran de los cuales era sin duda este, por e losofia, sin embargo, se ocupan de los temas cientificos corn-
contrario, hay bases para considerarlo en su pensannento, s prendidos dn dentro de aguella disciplina, entre los cuales
no en su pluma y letra impresa, partidario de 'Cop6rnico sin duda ei tnås impottante era ei gue llamaban ellos del
de su teoria. Sistenra del mundo, es decir, la concepci6n o doctrina a.cerca
de los inovimientos y posiciones_ de los cuerpos celestes, en
especial los planetas. La -mayor importancia que atribuyo a ,
X • ese teilaa no estriba en su papel dentro del desarrollo universal '
de la ciencia en la &poca. —2R• mitad del siglo xvm—, sino
Entre la epoca de florecimiento de Sigilenza y G6ngora y e en la funci6n que eiercia dentrö del ambiente escolåstico ,
• principio de la segunda mitad del sigh) xvm hay, segfin filos6fico-cien5fico del MeXico colortial en ese tiempo. Aqui,
• investigado y conocida hasta ahora, gue es relativamenti mås que en otras latitudes quizå, exponer la doctrina y dis-
poco,49 muy escasos rastros de modernidad, todos ellos loca cutir el problema seguia siendo signo de vanguardia ideo16-
• lizados en los cursos de filosofia escolå.stica, pues obras cien gica y de oposici6n a Jo tradicional. Habia sin duda. otros te- .
tificas como las de Sigiienza no se conocen. Mas a patth dl xnas que dentro de la epoca, nniversahnente, significaban
Ja sexta d6cada, aproximadamehte, aparece no un solo cien mayor trascenderkia ya entonces, coino por ejemplo, a rni
tifico o pensador, sino todo un movirniento filos6fico y tarn juicio, la admisi6n paulatina del atornismo o cornuscularismq
bien cientifico de modernidad, llevado a cabo al principix para explicar la constittki6n de la materia, doctrina enseriada
por un amplio gru.po de padres jesuitas, profesores de eli frente al hilornorfismo escolå.stico-aristotelico, y que estaba mu-
versås disciplinas en los colegios de la Cornparlia, relativa cho naås. cerca de lo cientifico que este: - o la negadön de la
rnente al margen de la Universidad Real y Pontificia, ante generaci6n espontånea y afirmaciön de la seininal; o la acep-
cesora lejana de nuestra Universidad NaCional. En realidad taci6n dei otros, descubrirnientos y teorias modernas en fisica,
lo her_ho por estos jesuitas mearicanos debe considerarse må: fisiologia, quirnica, astronorriia, etc6tera; 51 pero estos puritos
•bien como la primera fase‘de un rnovimiento de mayor exten no planteaban problema.s filos6fico-teol6gicos como ei copes-
si6n, gue abarcaria hasta fines del siglo y quizå. un poco hast: nicanismo. -
los comienzos de la Revoluci6n de Independencia. Esta pri Entre todos los jesuitas que iniciaron la tendencia modema
mera fase result6 ser de iniciaciån; la Segunda es de crelml
50 Cf. en general mi Cutsura mexicana Moderna en et sigto
Estudios documentales de primera mano, que yo sepa, sök
49 . UNAM, 1964.
existen los realizados por mf en la o: c. en primer lugat en la nota 25 51 Cf. mi Introducciörs:. pp. 197- 199.

_ 34 35
antes aIudida descuella ei padre Clavigero, tanto en fenderse como una mera hip6tesis". Fara Clavigero esta 5610
por Jos rasgos de vanguardia," cora() en particular "deduce algo de la cosa constituida, pero no decide si elia
que toca a la teoria de Copernico, pues resulta ser ei rn ei asi";56 en la hip6tesis "no se requiere la verdad,...
habia de a y que expone y discute su doctrina. Sin er sino s6lo que se dmitan cosas verosimiles o no rePugnantes,
es posible que la primacia atribuida a Clavigero, sobre 1 de las que puedan seguirse cosas verdaderas..."; en elia,
Jo relativo a Copernico, sea efecto de la perspectiva c asimismo, no debe suponerse "nada inverosimil, absurd0 ni
dan documentos conservaclos, pues de Abad no se repugnante" y deben explicarse "todos los fen6menos con
cubierto la Physica Particularis, donde se toca ei tern acierto y precisiön..."
Alegre s6lo tenernos on breve resumen de esa parte, La esperanza que hacen concebir afirmaciones tan valiosas
por 1 trliSMO, en ei que söi° dice al respecto:
se eleva, cuando, despues de exponer surnariamente ei sistema
1-nero de los cielos, sistema, ecuaciones, teoria de los p tolemaico, se lo refuta desde ei punto de vista asttonötnico y
remendando en lo que me pareci6 ei sistema de Tycl - fisico, y cuando se dedica ei mayor espacio a la exposici6n
he..." " Independienternente, pues, de si 10 que s del sistema copemicano. Siendo esta la primera hecha en
Lue de hecho asi o se debe a la limitadön documental, America, considero de gran interes pata todos conocerla in-
que Clavigero en su Physica Partictdaris (Unica parte erin
hasta, ahora del (ursus Philos-ophicus mariuscritoys4 tegra.
unas seis påginas —cosa inusitada-- a exponer ei siste Nicolås Copernico, can6nigo turonense en Polonia, habiendo
pernica.no, a discutirIo y, desgraciadamente, a rechaza advertido que ei sistema tolemaico de ninguna manera podia
interesante e ilustrativo seguir ae cerca ei texto. sostenerse, si se atendia a los fen6menos de la fisica y de la
El capitulo quinto de la obra esti dedicado en gei astronotnia, discurri6 una nueva hip6tesis o mås bien despert6
la exposiciön del "Sistema del rnundo". Comprende una antiquisima, adormecida hasta entonces profundamente, y la
pecie de preårnbulo y tres parågrafos: ei primero se perfeccion.6 con un trabajo de treinta afios a saber, desde prin-
,
sistema tolemaico, ei segundo sobre ei copernicano ciplos del sigio xvi hasta su aio trigesimo. Esti bip6tesis, que
cero sobre ei tychenico. Ei preåmbulo se inicia asi: ' tiene enorme vigencia entre los modernos, es cora() sigue:
tema o hip6tesis del mundo es la constituciön y disp
del Universo y de SUI partes principales, ordenada a El Soi es constituido inm6vil en ei centro del mundo; al SoI
caciön de loi movintientos y fenömenos celestes." 55 lo rodea inmediatamente Mercurio, que gira en torno de el en
definiciön se empieza a advertir algo rnuy iraportantl espacio de casi un trimestre; luego Venus, que compieta su
que dedicar ei preåmbulo entero: la forraulaci6n de curso en ocho meses; despues sigue ei circulo llamado &raiz
es una hipötesis frente a una tesis. Despues de decir qi örbisa," que la Tierra recorre en su movimiento anuai; alre-
"afirma que la cosa es asi", expone las caracteristicas dedor de la Tierra, como en una eIipse, ciraingira la Lima
hip6tesis, explicando entre otras cosas que pretenden en on caes; a la gran 6rbita sigue, ei circulo de Marte, que este
dernos cuando dicen "que ei sistema copernicano pue recorre en espacio de casi dos afios; enseguida viene ei circulo
cle Japiter y finalmente de Satumo, de manera que Jfipiter,
Id., 175194 Passin; pp. 224-234.
Id., p. 147. " Ibid.
" Mås noticias en mi o c pp. 175-176. Existen copias
,
57 Id., p. 10 V.
filmicas en El C.olegio de Mexico y en la Biblioteca Bernatnfi 58 Clavigero emplea en latin la palahra orbis, que segfin ei sen-

55 Physica Particularis, p. 10. La cursiva es del original.


tido debe traducirse por drbita —en ei sisteraa toiemaico equivaldria
a esfera— y no por astro, mundo orbe. Gamarra, en cambio, osa
,
clucci6n es mia, asi como las de todas las citas. orbita, -ae.
36 37
. , . •
en: su örbita, cOmpleta - su periodo en doce 2A -0S y Sat!iinO.; ,åj "2 0 Porque los jUeces romanos de la fe la jUzgaron. -absuida.
Ja sum Jo - recorre en treinta. Pero, aii Ooreo la tuna da vueltrrS y her6tica: .."; "39 Porque:. ... fue piieSta pot la Compailia
alrededor de la Tierra, asi Jupiter y Satumo tienen sus tie JeSås en la lista de opiniones :proscrita's yifue prohibida a
que se liaman_satelites, por aconipailarlos perpetuamente y girar Los profesores de filosofia. •" 61 Los comentarios sobran.:
airededor de elloS: a jiipiter cuatio, a Saturno La segunda conclusiön. dice "Ei .sistema copernicano.
.bfas a la Tierra se le atribuye un triple moVimiento: ei cliur no puede :admitirse ui siquiera como hipinesis." La razön
no, ei anual y ei de paralelisme. Como por ei moviraiento diur- general aducida es que "no concuerda con los fenömenos". Y
_ no del occidente al oriente la .Tierra gira alrededor de sir prä- para demostrar esto en concreto, Clavigero dice que podria
pio eje, ei Soi nos parece moverse en circulo del oriente al valerse de inuchos argurnentos, peto sölo lo hari con cua- -
occldente: de donde se origina ei cambio del dia y de la noche; Iro, "bastartte eficaces, si no nos engaiia.mos".62 Esra con-
sin embargo, en virtud del movlmiento anual la Tierra avanza. fianza en la eficacia parece tambi6n inexplicable. Por lo
por la gran 6rbita conforme a la serie de los signos del zodiaco, curioso del razonamiento vale DL pena seguir a nuestro fi-
y compieti su periodo en trescientos sesenta y cinco dias, cinco 16sofo, aqui plenamente escolistico; en ei primer argumento:
horas, cuarenta y nueve rninutos. Como, si Por ei pavimento de ...suponiendo el.movimiento diumo de la Tierra del occidente
esta aula rodara una bola de madera, tendria un dobie al oriente y dos mensajeros que caminaran con igual paso, uno
miento: iino por 01 que gitara'en torno de su propio centro; otro, de Los cuales se dirigiera, por ejernplo, de Valladolid a Pitz-
por ei que avanzara a traves de Las diversas piedras del piso.
cuaro y ei otro de Pitzcuaro a Vailadolid, aquel liegaria pri-
El movirniento de paralelismo es aquel por cuya virtud ei eje :nero a Pätzcuaro que este a Valladolid; peto corno esto no
de la Tierra en siempre paralelo al eje del mundo o ecuador: se puede persuadir a nadie: luega. Se prueha la mayor: el pri-
porque, si fuera paralelo al eje de la ecliptica, no habria nin- mer mensaj ero avanzaria hacia ei occidente y en consecuencia,
guna desiguaidad de los dias y las noches.
Ahora bien, asi como ei movimiento &runo de la Tierra pro- Pittzcuaro, por decirio asi, acudiria a su encuentro; el otro hana
ei catnino hacia ei oriente y Valladolid, en cierta forma, se ale-
duce el camhio del clia y de la noche, y la sucesibn de Jos meses jaria de ei: luego es necesario que ei uno ilegge antes a Pitz-
y los alios se origina del movirniento anual a traves de la gran
cuaro, que ei otro a Valladolid. (33
örbita —con la particularidad de que, cuande la Tierra esti
entre ei Soi y Capricornio, por ejemplö, ei Soi se ve entre La' Como puede advertirse, esta argumentaciön se funda en ei
Tierra y Cincer, opuesto a Capricornio—: asi tambien, las desconocimiento del efecto de la gravedad, por ei cual todo
cuatro estaciones deL alin proceden del movimiento de parale- lo que esti sobre la Tierra se mueve junto con elia; peto ade-
lismo ... 66 Luis, Clavigero parece suponer algo que en realidad no su-
cede: que quien camina, en cierto momento, entre paso
Considerando todo lo anterior y recordando Ios muchos paso, se despega por completo del suelo. Resulta extrafio que
otros aspectos de modernidad en Clavigero, resultan inespe- Clavigero desconozca o haga a u.n lado ei movimiento si-
radas y decepcionantes las dos conclusiones acerca de la teo- multineo de todas las cosas con_la Tierra que —como vimos-
ria copernicana, tanto ms cuanto que los tres argumentos Sigilenza y Göngora ya admitia con carkter hipotetico hacia
con que apoya la printera: "El sistenta copernicano no puede setenta afios." En segundo y tercer lugar Clavigero arguye
ser defendido como tesis", 00 son de tipo religioso y ecle.siås-
rico: "10 Porque... parece oponerse a las Sagradas Letras"; 61 Jjj PP. 12 v.-13.
62 Id., p. 13. '
59 Physica, pp. 12-12 'V. 63 Ibid.
69 Id., p. 12 v. 64 Cf. ei texto de que en referencia la nota 43.

38 39
. . . „

, • -

que de la -suposicidn del. movimi


—en ' tö- de.traslaciön de
- se-segnitian fenemenos ine en realidad Juan Benito Diaz '<Ie ., GaMarra, sacerdote «aterian°, quien
. .. - - - sucedert fue cen rnuchö - cl .filösofo y clentifico «a raås- notable tarito
originarta una visrble cll erencia por Ja cercania y del sigh> xvin -como del movirniento -renovador de nuestra-
de las estrellas fijas. "...todos verian- mås
rn.isferio del firin
. amento. “" Clavigero supone aqui cultura, que --segfin ya.- se dijo--- tuvo lugar en la se,gunda
mitad de ase siglö. Y tanto en Ja filosofia como en la ciert- -
_ se .hacia antes de Copernico-- dimensiones enormen cia inuestra ei mayor influjo .de la modemidad, y tarnbien de
ducidasv paia ei Univers°, las cuales, si fueran asi, la Ilustrackm, que en la pritnera signific.an Descartes, Male-
rian ciertatnente Jos efectos que menciona. La Cr branche, Port Royal, Leibniz, Rousseau, etretera, yr en la se
Zen, en fin, afirma, extraiiamente, la irnposibilidad gunda Copernico, Galileo, Kepler, Newton, Gassencli, 2tCetera.
"Ja Tierra sea irnpulsada a la Vez por tres rnovimic Su obra capital Elementa recentioris Philosophiae .E.lementos
versos".66 Digo '"ext.raiiamente", porque, como virnc
• de filosofia moderna), publicada impresa en 1774, es proba-
exposiciön, Clavigero ilustra muy bien con ei ejemp blernente la mås valiosa de todo ei Mexico colonial. Consta de
bola de madera Jos movimierttos de traslaciön y r dos tomås: ei primero comprende las disciplinas filos6fica.s
abi mismo podria haber observado con atemi6n, que y ei segundo las ciencias naturales, cuyo contenido-y deno-
al sisar sobre si, variaba o podia variar ei eje de minaciön significarian ya un antecedente primcitno de las
• Al final del pårrafo Clavigero hace una confesiön
• piritu poco astronömico: "A mi no me es mås difh actuaies fisica (entre las partes de esta Gamarra pone ya la
eståtica, la mec ånica, Ja hidrosteiticat, la electrologia, la 6p-
prender los movimientos de los copernicanos que loi
• tolemaicos y de los tychönicos." tica etcetera), quirnica, biologia, zoologia, -geografia, astro-
• En resumen, a mediados del siglo non;la, etretera. En este segundo tomo Gamma presenta niu-
la teoria de dras teoriaa y descubritnientos de la ciencia moderna; adhi-
nico se conoce y exPone CO/1 amplitud; pero, en cuar
riendose en general a ellos. Los mås notables, a mi juicio, son
admisiön aun como rnera hiptitesis, se retrocediö un
. alla de Sigiienza. Tai vez Ja explicaciön se encuentre los de Newton: teoria de la atracciön y gravita.ci6n, leyes del
. este era un cientifico, mientras Clavigero ysu grq movimiento en general, teoria de la luz, etcetera; ademås,
• que filösofos, eran profesores de filosofia, sujetos las aportaciones sobre todo en fisica yquimica, de Boyle,
Boerha.ve, s'Gravesande, Bayle, Duhamel, Reamur, Pauhaa,
orden a un sistema educativo. Ademås, los conochnie Torricelli, La Caille, Nollet, Lemery, Muschenbrodc, Tschn-
estos sobre Copernico son muy indirectos y ni -siquiera nhausen, 1-lomberg, Du Pay, Perrault, etcetera. 70 - -
las fuentes, mientras que Sigilenza, si bien no cita ni
• conocer ei De revolutionibus, si maneja fuentes intn De la parte quinta, cuyo tema es: Compo.rician del mundo,
como las obras de Galileo y Kepler. Mundo elementat, Cuerpos terrestres, Meteoros yPlanetas,

69 Empleo este termin() no en el sentido estricto modemo, sino en


XI ei de erudito y profesor en materias cientifices, aunque tai vez puclieia
Gamarra haberse dedicado algo a la fisica experimentel, por ejemplo.
De cierto no lo sabemos. Cf., V. Junco, Garnarra o ei etlerlicismo en
El gra.do mayor de in.flujo de la teoria copemicana MOxko, Fondo de Culture Econ6mica, Mo1xico, 1973.
Mex.ico colonial, por lo que se sabe hasta hoy, apar 69 Publicado por la tr>rAm —Nueva Biblioteca Mexicana, vol. vi
—apareci6 en traducci6n rale ei primer torni:, en 1963, precedido por
06 Physica, p. 13 v. un ensayo.
ee 70 Wase ei Indice y las partes y secciones corresponclientes. Mi
67 Ibid. •traducci6n de este segundo tomo se publicati en 1974, aho del 2° Cen-
tenario de aparici6n: de la °bre.
40
41
los capitulos in y iv estån dedkados a los sistemas del opone al Soi para ser iluminacla una cara siempre diversa: a tai
o Universo: en ei ni se exponen las concepciones de movirniento lo liama diurno, porque se completa en ei intervalo
meo, Copernico y Tycho, y en ei iv formula Garnarra de un dia. Al segundo lo denoraina Periödico y tiene lugar en
cjo o "censura", con su posickon .al respecto. on gran circulo en torno ai Soi bajo la ecliptica; por este mo-
La ampuja exposici6n reservada a la teoria de Co] vimiento la Tierra avanza a traves de los signos de tai manera,
(nueve cuartillas en mi traducci6n) puede divjdirse que ei Soi nos parece esta.r en aquel sign° que cubre, y por
partes: 1 presentaciOn de los puntos fundarnentales taisto, mientras la Tierra esti en los signos boreales, dl nos pa-
teoria; 2 aceptaciön razonada del sistema copernican rece raoverse en los australes, y viceversa: a este movimiento lo
tacando sus ventajas frente ai tolemaico y al thychön nombra anuo, porque se cumpie en ei espacio de on afio.
examen cle la objeci6n basada en los textos biblicos, Einalmente agrega on moviralento de paraleiismo, por ei cual
con la verdaclera interpretaciön de dstos. Como se n ei eje mismo de la Tierra en su revöluci6n en torno al Soi
documentos fundatnentales para la historia de la cier siempre se muestra paralelo ora al propio eje del rnundo, ora
que directamente son apenas conocidos por a si mismo: con este movimiento exponen los copernicanos los
quisirnog lectores de la obra en latin, 71 y como se s fen6raenos de la sucesiön en las estaciones del alio. Sin em-
general muy poco al respecto, considero de gran ira bargo, en 1a explicaci6n de este asunto aflade tarabiån una in-
conveniencja ofrecer textualmente ei contenido de la F clinaciön del eje terrestre bacia ei piano de la ediptica tai,
parte, que es corno sigue: que forme con l on &osui() de 66 grados, 30 minutos. 72

El sisterna, copernicano tom6 nombre de Nicolås Cop6mi Al final de esta presentaci6n y antes de empezar lo que
pues de treinta atios de estudio que gast6 el. en itust "censura de los sistemas del mundo", Gamarra and-
hip6tesis. Sen tai sistema ei Soi es colocacio iaccuSvi cipa un apoyo para su posici6n, al reproducir ei aserto de
centto del Mundo, en tomo ai cual se mueve inmedia un c6lebre te6logo, qujen afirma que muchos autores, aun
Mercurio, luego Venus; y juzga que enseguida da vu "insignes por su piedad, y religi6n... se permiten opinar
Tierra con la Lena circungirandola; despues Marte, lu iihremente siguiendo a Galileo y a Copernico, con tai que
piter y finalmente Satumo; pero ms aii de todos los p no digan que es un sistema cierto e indubjtable, sino que
y ciertamente casi a una distancia inmensa, pone la es lo hagan como una hip6tesis acomodada a los usos de la
las estrellas fijas, destituida absoiutamente de todo movi astronomia, como se dedujo del Decreto ele la S. Congregaci6n
A cada uno de los planetas, cou la 'Unica excepci6n del del Santo Oficio del afio 1620". 73 Con rriås sencillez y mayor
que por lo misrno borra del nilmero de estos, atribuye u: sentimjento prktico, Gamarra presema asi la distinci6p en-
rniento perlödico, es decir, bajo ei zodiaco segtin la s tre tesis e hip6tesis, sobre 1a que Clavigero mås bien teoriz6.
ios signos. La segunda parte empieza con las afirmaciones en que
A la Tierra le asigna on triple rnovimiento, a ss Garnarra formula su tesis posjtiva ? prjrnero en general y lue-
primero de roracieln en torno a su propio eje de occi go mås en partjcular: "...ei sistema copernkano, cotno una
()dente, con ei cual los copernicanos pretenden adarar mera hip6tesis, parece mucho mås apropjado que ei tolemaico
cesi6o del dia y de la noche; ya qUe, puesto ese rnovi y ei tychönico para explicar los movimientos y fen6menos de
ei Soi nos parece girar del oriente al occidente, y la los astros..."; "...la hip6tesis de Coprnico no se opone
ni a la fisica ni a la astronornia, como el sistema tolernaj-
71 Que se sepa, y con fines de estudio y exposici6n p6b1:
nuestros dias s6lo la ban manejado los maestros Caso y Gaos, 72 Vol. ii, mitas. 735-737, PP- 22 9.
y yo.
" Ibid., nitm. 737. -
42 43
-
- . -
, _ •
a>" ;74 "...la hip6tesis copernicana es mås ordenada
con ei probiema de a supuesta objeci6n contenida en algunas
laza en tina serie armoniosa ei sido y la disposici6 afirmaciones hiblicas, de las cuales se desprenderia que en un
cuerpos celestes..."; "... este sistema es mucho libro revelado por Dios se sostiene que ei Soi se mueve 1a
cil y mucho ms apto para fundar las observacion Tierra estä intn6vil; ahora bien, consideråndose la igiesia
n6micas y las demostraciones..." 75 depositaria de la revelaci6n, le competia, segUn los te6logos
Despues de los asertos vienen Jos razonatniento de la epoca, examinar todo aserto que se opusiera o pare-
se advierte, y segfin alko que parece usual ea la ( ciera oponerse a la autoridad cle Escritura, rechazarlo y con-
propiedad o bondad de los sistemas del mimdo se denarlo. Ante todo, Gannatra reproduce los textos mis nota-
siempre bajo dos aspectos, ei fisico y ei astxon6rnico: bles y luego resuelve ei problema, siguiendo a "copernicanos
la argumentaclön de Gamarra es mås bien indirech- insignes tante, por su doctrina como por su reverente piedad
primero la teoria de Tolomeo: bajo ei aspecto fisicc hada la divina palabra", con la distinci6n entre ei "sentido
autot saca las conclusiones absurdas que se seguiffl literal, jisico, propio y absoluto" y ei "popular, öptico, im-
teoria tolemaica de las esferas; bajo ei astron6mic propio y en cuanto a la apariencia"; dic.has en este Ultimo
Jos clescubrirnientos modernos sobre la posiciön y 4 lenguaje deben entenderse las expresiones de la Biblia, por-
miento de Mercurio y Venus, asi corno sobre Ja situ que elia "se ajusta a Ja comprensi6n del vulgo"; 78 raz6n
diversos planos de las estrellas fijas, cosas que contra( de esto es su prop6sito que no es vana
suposiciones de Tolomeo. 78 Luego enfoca el sistema d curiosidad de los hombres con respecto a las cosas que no
Brahe: ei argumento principal contra este se funda es necesaxio saber y a Jos elemerxtos y cuerpos del mundo,
den, la armonia y la simp/icidad, pues este sistema, sino trasmitir las cosas verdaderarnente ötiles pata conseguir
hien conocido„ suponia en cierto modo dos centros la eterrla bienaventuranza" 80 Estas öltimas frases ya no son
con respecto a todos Jos planetas y la Tierra con de Garnarra, sino del te6logo Muxatori, a quien cita; y las dos
a este, junto con su cortejo entero, de donde se ori påginas y media que siguen despues son tambien la repto-
entrecortamientos de 6rbitas. Sobre este termin() crec ducci6n teTtual del razonamiento de otto tetilogo, J Serry,
teres notar aqui que Gamarra Jo usa ya en ei texto quien contrargumenta en dos aspectos: uno, -deduciendo Jos
no ei de orbis, empleado aön por Clavigeto: "Se dic absurdos que se seguirian en entender el lenguaje biblico te-
de un planeta —precisa Gamarra— Ja linea curva q mo formulaci6n cientifica; otto, setialando la posibilidad clt
viendo sobre si misma, es descrita por aquel en st demostrar la tesis opuesta valiendose de ottoa Iugares de la
miento periödico." 77 Pero tambien arguye a con Biblia, donde se afirma claramente la movilidad de la Tierra.
Ja "inconcebible velocidad", que deberia atribuirse ai Sin ernbargo, al final de todo ei aparte dedicado a la teo-
mento, si no se acepta la rotaciön texrestre, como ha ria copemicana, Gamarra, sin ducla como precauclön y vol-
lorneo y Tycho, pasando luego a explicar la apader viendo a la distinci6n entre tesis e hip6tesis, aft'ade estas pa-
movimiento del Sol y de las esttellas fijas por la labras de re,serva:
vidad de aque1. 78
?ero queden dichas estas cosas de paso, no para que tengamos
En la tercera parte se enfrenta Garnarra —como ei sistema de Cop76rnico y Galileo como comprobado y decidido,
puesto que ya desde ei principio dijimos que nosotros lo adop-
74 Mun. 738, pp. 230. tamos s6lo como mera hipOtesis para explicar los fen6menos.e 1
75 Nfirns. 740 y 741, pp. 230-231.
78 mins. 738 y 739, p. 230.
Ibid., nUm. 740, nota. 79 Mit".745, pp. 231-232.
78 mms. 90 lbid.,p. 232.
740 y 742, pp. 230 y 231. Niitn. 749, p. 233.
44 45

De tödo 1 anterior pueden sacarse estas conclusiones: - P experinamto hecho5 conforme


. espiritu memdos de _ la
teoria helincentrica de Copernico
. . • reabe
. enCOLI. Gamarra Ii ciencia rnoderna:
aceptaaon del mecho filos6fico-cientifico el Mexico co De las-- dos noticias que poseernos, la mås tempana apa-•
' - lonial al promediar la segunda mitad del siglo xvirt, no sök rece en ei. Examen que hace Alzate de unas "Cuestiones teo-
en virtud del consentimiento generai sobre su obra, sino mu 16gico-fisicas, defendidas en la ciudad de Queretaro por ei
en particular por la aprobaci6n oficial y en pleno que R. P. Jose de Soria en eller° de 1768". 82 El texto reza asi:
profesores de la Universidad Real y Pontificia dieron a str. "Dödase de si ei Soi es planeta, o estrella fija, y se advierte
EleMentos. Y no impotta que se haga hincapie en que se h la gran dificuitad acerca del aistema del mundo: se admiten
acepta s6lo como hip6tesis, pues Ja ciencia naoderna no hablar como hipötesis Jos sistemas cojiernicano y thychoniarto". Y en
'ya al modo de la filosofia escolåstica, de tesis con akana nota al prirnero se dice: "Que fue condenado como tesis
rnetafisico ni de verdades Con sentido ontolegico, sino ei 22 de junio cle 1633." 83 La fecha es un atio posterior a Ja
• sistemas teöricos o estructuras formales para explicar los fe. ~Me de los jesuitas y por lo menos unos tres despues
nomenos 2a De los autores citados por Garnarra se desprenck de la Fisica de Clavigero.84 Con relaci6n, _a sta; lo dicho
que en esa segunda mitad del XVIII la objeciön funda.cla en aqui significa un avance, por la admisiön que se reporta; si
Ja Biblia, que podria cortaiderarse como el öltimo redtxtu bien parece ectrafio que diga admitirse esos dos sistemai,
de la tradicien va perdiendo råpidamente su fuerza e in- los cuales, aun corno hip6tesis, no pueden ser aceptados si-
• flujo, pues es obvio que no podri sostenerse ya ante ei es- multåneamente. Esto öltimo desde luego debe descartarse,
pirit‘3. critico de la filosofia, y ei metodo y la objetividad de como ta.mbien• una teoria mixta de ambos. Para mi la otra
• Ja cienda. posibilidad seria que se atribuyen a los dos sistema_s, disytm-
tivarnente, iguales probabilidades te6ricas; en todo caso, aun
Ja concepciön de Tycho tiene ms de moderno que la de To-
XII lomeo. Muy finportante me parece tambien aqui la menci6n
de la posibilidad de considerar al Soi como estrella: tema
Despues de la obta cle Gamarra, y tambien antes, algunos do- que, en cuanto se, es la primera ve2 que se toca entre nos-
cumentos de la epoca nos ofrecen noticias, brevisimas y de otros.
caråcter indirecto, sobre Copernico y su sistema del mundo. El segundo documento fue publicado en la Gaceta hacia ei
• Tal vez cl hallazgo, que no- puede descartarse totaimente, de aho de 1789 88 nos ofrece una noticia tante, ms valiosa,
• los doctunentos directos : es decir, las obras mismas a que ellas cuanto que amplia ei panorama sobre ei conocitniento de
hacen referencia, ofrecieran datos pani atnpliar ei panorama Copernko en America, pues se refiere a Mexico y a
• de la presencia en Mexico de Copernico, modificåndolo qui- a Mexico, porque aqui se publica la noticia y se difunde su
zå en lo que se atribuye a cada pensador. Mientras no suce- contenido;_ a porque allå se escribi6 y ensefi6 la obra
de ese hallazgo, debe uno atenerse a Jos clatos de que dispone. en cuestien. En efecto, nuestra noticia aparece dentro del And-
Quien en concreto nos proporciona las notidas es Jose An- lisis, escrito por un anönimo —que segen todas las conjeturas
- tonio Alzate, sacerdote secular, cientifico mucho ms pråctico es Alzate misnao—, del Curso filosåfico del padre Isidoro
que te6rico, gran aficionado a hacer experinientos obser--
vaciones sobre todo en Fisica y astronornia. Y donde nos las 82 TOMO rt, p. 1.
ofrece es en siis fanaosas Gacetas de Literatztra —una de las 83 14., p. 5.
• primeras publicaciones periedicas de America—, consagtadas- €4 C1. miIntroducciön pp. 175-176. •

EI escrito no tiene fecha; la atribuida aqui deriva de que ar-


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en gran parte a la difusi6n de todo halla.zgo, observaci6n, o ticutos anteriores lievan fechas de 1788 y posteriores, de 1790.

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Celis, religioso raunio, coinpuesto para Jos c -ursos del Cole-, este -autot fue prescrita como libro de texto y enseriada por
gio de Santa Maria de la Buena Muerte, en Lirn2 Per<1.80 Sel ese tiempo en muchos colegios cle la Nueva Espafia. 9') Con-
trata de una obra impresa, seguramente esa ciudad, ' pero nq viene, por tanto, saber que es Jo que Jacquier dice, expone
se indica la fecha; sin ernbargo, puede suponerse que y acepta de Copernico. Veåmolos.
fue poco antes, pues Alzate suele seguir muy de cerca los La secci6n ui de su Fisica particular ofrece ya ei titulo
acontecimientos. El dato relativo a Copemico dice asi: "EU moderno de Astronornia y se ocupa de muchos temas actua-
nali7ada la doctrina de la luz, pasa ei autor a tratar de la Ies de esta ciencia. El articulo ii es dedicado al Sistema del
astronornia, de la esfera celeste, y habiendola considerado cual Mundo y, al liegar a la exposici6a del copernicano, alude
se presenta nuestra virta, expone Jos sisternas del munclo, en primer lugar a la remota antigiledad de la teoria helio-
de los que adopta ei copernirano, como ei mås conforme a lar centrica, tai vez ms allå de Jos misrnos griegos, y a su
observaciones astronömicas, y a la ley general de la naturaleza, antecedente inmediato en Nicolås de Casa. Tamblen antes de
la atracciön." 87 la exposici6n considera oportuno recordar los textos contrarios
Ademås de la adopciön misma de la teoria de Copemico, de la Escritura y las dos condenaciones de la teoria en 1616 y
que habla por si sola, observamos aqui tres cosas: iq la ac- 1633. "A pesar de elo —dice— serå licito hacer uso [usur-
titud cientifica modema cle atenerse a Jos fenömenos y ten- pare] del sistema copernicano corno hip6tesis..." Habla, lue-
der sölo a explicarlos —"cuaI se presenta a nuestra vista"—, go de las adiciones importantes hechas por Newton y da una
sin meterse con entidades y verdades ai rnodo escolåstico; brevisima sintesis del sistema. En la explicaci6n particular
2g que no se le aiiade, como todavia en Ga.marra, la reserva de los fen6rnenos ceIestes principales, se ocupa de la. apa-
de "en cuanto hipötesis"; 3 ei hecho de tomar ya en cuenta, riencia del movimiento cle la b6veda celeste; de las estaciones,
cora° razön para adrnitix ei sisterna copernicano, la teoria de movimientos directos y retrocesos de los planetas; de los di-
Ja gravitaciön, aunque esta no sea expresamente formulada. versos circ-alos y puntos de la esfera, etcetera. En cuanto a los
Peto aqui mismo hay otra afirmaciön muy importante que, movimientos atribuidos por Copernico a la Tierra, acepta
aun cuando no es referida explicitamente a Copernico, sin los de traslaci6n y rotaci6n, y considera innecesario al de
embargo, si contiene algo que cae dentro del sistema helio- paralelismo, discutiendo las razones dadas por aque1. 91 De
centrico: "...trata... resefiando Alzate— de Jos lo anterior puede deducirse que esta obra, publicacla en Euro-
eclipses y cometas, que juzga ser tan antiguos como ei mun- pa por primera vez en 1757, parece en algån aspecto menos
do, y deseribir sus örbitas en tm tiempo determinado al derre- moderna que la de Gamarra, mientras que en general es mis
dor del Soi." 88 avanzada, sobre todo por la convicci6n que muestra su autor
Finalmente, este escrito ofrece un dato mås, que nos puede acerca de la gran facilidad y congruencia de la hip6tesis de
confirmar ei hecho de Ja1 "adopciön" y difusiön de la teoria Copernico para explicar los fen6rnenos y movimientos celes-
de Cop&nico en ei Mexico colonial de las öltinoas decadas tes; peto tambien, por penetrar ms en diversos puntos de
del siglo xvm. En efecto, ei autor del anålisis que venimos Ja teoria y rechazar con razones matemåticas una cle las tesis
estudiando dice que ei libro exarninado se puede considerar principales. Esto Ultimo no debe extrai -iar, porque jacquier
"como... en compendio" de la obra de jacquier. 89 Ahora
bien, a traves de diversos conductos sabernos que la obra de Ibid. Cf. aderm/s la p. 285. Parece que la Universidad ReaI y
Pontificia Jo adopt6 tambie'n corno texto, peso no he aseguxado el dato.
En Ja Biblioteca Nacional y en muchas otras del pais hay ejernplares
86 TOMO r, p. 347. de la obra, procedentes de diversos colegios y Serninarios.
87 Id., p. 351. 141 Franciscus jacquier, Iiistitutioney Philosophicw. VaIentim, 1815,
88 Ibid. tomus v. Physica Padicularis, sectio III. De Astronornia. Art. n. De
89 Ibid. variis munclani systematis bypothesibus, pp. 312-323.

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tuvo en Europa gran renombre, no precisamente: como de estar seguro de que obtendra. una visien global entera
sofo o profesor de filosofia, sino como rnaternkiw y ast..r6S de la obra de Copernico, a pesar de que su es.tensi6n Lue
nom°. Sin embargo, tai vez mais importante que ei valorl reducida a rnenos de la mitad.
intrinseco es ei hecho de que —como se dijo antes- esta 2r.i Ei criterio que se tom6 pata la inclusi6n tuvo corno
obra fue una de las que ms contribuyeron a la difusi6n puntos de referencia, por una parte, ei prop6sito que la ani-
al conocimiento de Copernico en las åltirnaS decadas del sV ma y, por otra, ei pibUco a quien se dirige. Corno se supone
glo xvrd'en la Nueva Espafia. que este posee una cultura media —ms alla de la instruc-
A traves de estos 6.1timos datos podemos ver confirtnadas :i6n secundaria—, se han dejado no söi° las exposiciones y
las conclusiones propuestas al tenninar ei inciso que se dedic6 descripciones generales, casi siempre en lenguaje liano y
a Gamarra. En ellos se afirma Ja aceptaden de la teoria de no tecnico, sino adernas muchas demostraciones con aparato
Copernico, en algunos sin reservas y sin mencionar la objecien matemkico-geornetrico, en especial mediante figuras.
biblica. Tambien desde ei punto de vista °field y es EI texto que utilice para esta edici6n abreviada, es ei
de nuevo sancionacia., al menos indirectarnente y en con, que se ptzblic6 en la Colecci6n Clåsicos de la Ciencia, del
junto, debido a la aprobaciem por las autoridades educativas Institute Poiitecnico Nacional, Mexico, 1969, traducido por
del te.xto de Jacquier. De todo Jo dicho, pues, en, los tres Miguel Tagilefia Lacorte y Carlos Moreno Cafiadas. Es pala
fdtimos incisos (x, xi y xn), se puede sacar esta conclusi6n mi un deber, mas tambien una satisfacci6n, expresar aqui
final: a partir de la segunda rnitad del siglo xvm la visi6n mi reconocimiento al IPN por haberrne perrnitido ei uso de su
copernicana de nuestro sistema planetario y del Univers° entra edici6n pata preparar ei texto de la. presente. Con ei deseo,
a fonnar parte del acervo cientifico, ideol6gico y educativo sin ernbargo, de colaborar con los traductores en ei prop6sito
de Ja naci6n mexicana. de obtener el rnejor texto posible, he introducido aqui y alla
algunos cambios —basados en parte en un cotejo con ei ori-
XIII ginal latino—, 92 que afectan, en general, Inas 'alen a la
forma externa que al contenido 93 y <lue ha.rån --confio yo-
algunas aportaciones a.I inejor conocirniento de la obra de
Indicaciones generales sobre esta ediciön Copernico en Mexico.
Todas las figuras que ilustran los ternas y desarrollos
1E' Ms que una antologia de la obra de Copemico, creo que
hay justificaciem para decir que se ofrece a.qui esta misma, 92
La edici6n latina que se tuvo a la vista pata abreviar y adaptar
pues Lue conservacla Ja estructura y secuencia del tratado en ei texto castellano itse la siguiente: Nicolcil CoPernici Tborur2ensis/De/
sus seis libros y en sus capitulos tanto esenciales corno im- Revolutionibus Orbium Caelestium/Libri VI./Ex Artc-toris Autagrapbo/
Recudi Curavit Societas CoPerrticana Thorunensis./ .../Thoruni/ .../
portantes. Ei clecir, cfue este voi:unien contiene no s6lo Jo MDCCCLXX111,
estrictamente esencial y fwadamental, _sino todo aquelIo que 93 Un catnbio que por su importancia debe destacarse, es ei que
dice una relaci6n directa, aunque no concreta y necesaria- introduje en ei tieni° mismo de la obra y en algunos otros pasajes,
o, aqui
rnente explicita, con Jaa tesis centrales y las demostraciones sustituyendo la palabra örbitas por la de orbes (ei decir, astros
y explicaciones fundamentales, habiendose quitado söi() partes en especial, planetas). El carnbio obedece a crue ei te'rraino latino or-
biunt al aue corresponde aquella palabra, precisamente en ese contexto,
complementarias, como, por ejemplo, una exposici6n de geo- no significa årbitas —en otros muchos si tiene ese senticlo--, ya que
metria pura, numerosas tablas, aplicaciones generales, etre- no puede decirse que las 6rbitas cumplan revolucione2, pues, como
tera, y ampliaciortes ci desarrollos conectados en forma indi- todos saben, 6rbita ei Ii linea imaginaria que recorre o describe un
astro o planeta en su revoluci6n; en cambio, los orbes, astros o pla-
recta con los tenaas principales. Por todo ello, ei lector pue- netas si cumplen revoluciones,
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