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Antibiótico (del griego, anti, ‘contra’; bios, ‘vida’), cualquier compuesto químico utilizado para eliminar o inhibir el

crecimiento de organismos infecciosos. Una propiedad común a todos los antibióticos es la toxicidad selectiva: la
toxicidad es superior para los organismos invasores que para los animales o los seres humanos que los hospedan.

Penicilinas

Las penicilinas son el grupo más antiguo y seguro de antibióticos. Son antibióticos bactericidas que inhiben la
formación de la pared celular. Se pueden distinguir varios grupos de penicilinas:

 Las naturales (penicilinas G y V) de espectro reducido.


 Las resistentes a microorganismos productores de penicilinasas.
 Las antipseudomonas.
 Las aminopenicilinas (amoxicilina y ampicilina).
 Las asociaciones de penicilinas con inhibidores de las betalactamasas.

Cefalosporinas

Las cefalosporinas tienen, como las penicilinas, un anillo betalactámico que interfiere con la síntesis de la pared
celular bacteriana y son también antibióticos bactericidas. Se pueden dividir en:

 Cefalosporinas de primera.
 Cefalosporinas de segunda.
 Cefalosporinas de tercera.
 Cefalosporinas de cuarta generación.

Aminoglucósidos

La estreptomicina es el más antiguo de los aminoglucósidos y, después de la penicilina, el antibiótico que ha sido
más empleado. Los aminoglucósidos son antibióticos de espectro restringido que inhiben la síntesis de proteínas
bacterianas en bacilos Gram negativos y estafilococos. En ocasiones se utilizan en combinación con la penicilina.

Las tetraciclinas son antibióticos bacteriostáticos que inhiben la síntesis de proteínas bacterianas. Son antibióticos
de amplio espectro eficaces frente a cepas de estreptococos, bacilos Gram negativos, las bacterias del género
Rickettsia (las bacterias que producen el tifus) y espiroquetas (las bacterias que producen la sífilis).

Se emplean también en el tratamiento del acné, la enfermedad inflamatoria pélvica, las infecciones del tracto
urinario, las bronquitis y la enfermedad de Lyme.

Macrólidos

Los macrólidos son bacteriostáticos. Se unen a los ribosomas bacterianos para inhibir la síntesis de proteínas. La
eritromicina es un macrólido con un amplio margen de seguridad y mínimos efectos adversos. Los macrólidos
también se emplean en el tratamiento de la difteria y de las bacteriemias. Los efectos secundarios incluyen náuseas,
vómitos y diarrea; pueden producir, de forma excepcional, alteraciones auditivas transitorias.

Sulfonamidas

Las sulfonamidas son antibióticos bacteriostáticos sintéticos de amplio espectro, eficaces contra la mayoría de las
bacterias Gram positivas y muchas bacterias Gram negativas. Sin embargo, la aparición de resistencias entre las
bacterias Gram negativas a las sulfonamidas, hacen que estos antibióticos se empleen hoy en día en situaciones
muy concretas, como el tratamiento de las infecciones del tracto urinario, contra ciertas cepas de meningococo, o
como profilaxis de la fiebre reumática.

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