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TITLJ o FORESTAL

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EL ASERRADERO

DE SIERRA CIRCULAR

196 9


R E F E R E ~ e ! A

1:0 PRESTAR POR UINGUlT J.~.OTIVO

11t1BRA DE LA BmLIO'l'SCA

EL ASERRADSRO DE SIERRA CIRCULAR

Preparado por:
oseAR WETTLING GONZALEZ

Sección Conversión Mecánica de la


Madera
Depto. Industrias y Producto~
Forestales

INSTITUTO FORESTAL

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ASERRfJ)ERO DE SIERRA CmCULAR

1.- Introducción P~gina

2.- Tipos de aserraderos 2


2.1 Aserradero de sierra circular 2
2.2 Aserrad&ro de sierra huincha 3
2.3 Aserradero de sierras alternativas 3

3.- Partes principales de un aserradero 4


3.1 Carro 4
3.2 Número de escuadras ~
3.3 Perros 6
3.4 Mecanismo de alimentaci6n transversal 6
3.5 Sistema de avance del carro 7
3.6 Curefia 8

4.- Las sierras circulares 8


4.1 Diámetro de las sierras 9
4.2 Calibre 9
4.3 los dientes y medialunas 11

5.- Eg.uipo adicional de un banco aserradero 14


5.1 Canteadora 14
5.2 Despuntadoras 14
5.8 Baño antL~ncha 15

6.- Unidades de fuerza 17


6.1 locom6viles a vapor 18
6.2 Motores de combustión 18
6.3 Energla Eléctrica 19
6.4 otros sistemas 19

7.- Montaje del aserradero 20


7.1 Lado o mano del aserradero 20
7.2 Fundaciones 20
7.3 Largueros portarrie1es 21
7.4 Instalación del cable 22
7;5 Montaje de la sierra 22
7.6 Collarines 22
7.7 Guias 23
7.8 Sep., rador 24
7.9 Entrada o desvío de la sierra 24
Pago
7.10 Control del aserrndero 25
7.11 Fij~ci6n de L3 sierra en el eje 25
7.12 Control final del carro 26
7.13 Control de la entrada 26
7.14 Control de dientes y medialunas 26

8.- Opp.raci6n del Banco


8.1 Floreado y cUDrtendo
8.2 Estudio del trozo y su aserrado

8.3 Métodos de aserrado seeún diámetro


8.4 Rccuperaci6n de tablas defectuosas
8.5 Producción de made~a corta
8.6 Contracciones por secado de la madera
8.7 Sobredimensiones de L1 madera aserrada

9.- Aserrado defectuoso; causas y correcciones 39


9.1 Alineamiento de los rieles 39
9.2 Trabado y afilado de los dientes 89
9.3 Velocidad de avance 4Q
9.4 Potencia ~~

9.5 Comportnmiento de la sierra 42-


9.6 Pérdida de la escuadría a
9.7 Causas de ruido en las guías. M

10.- Cancha de madera aserrada


10.1 Orientaci6n de las pilas
10.2 Espaciamiento de las pilas
10.3 Ancho de las pilas
10.4 Base de las pilas
10.5 Techos
Pago
11.- OrB8nizQci6n del trabajo cn el aserradero 41
11.1 funciones del palanguero y los distintos operarios
del ~serradero 48
11.:2 Seguridad 49
11.3 f:eáici6n de la m.,dera ~

12.- TIcflns para calcular la velocidad de rotDci6n de lAS sierras


circularcs y pOlCAS. 5~

o
1.- I~~RODUCCION.

La industria de la aserraduria en Chile no ha tenido el ritmo de desarrollo

existente en otros países. Salvo unas pocas excepciones, los aserraderos

son muy antiguos, ineficientes y antieconórnicos. Corno resultado de lo an-

terior, mucLa madera es mal aserrada, con dimensiones diferentes a las inteH-

tadas obtener y gran ~arte del volumen del trozo es convertido en aserrín

y desperd:;.cios.

En un buen porcentaje, los aserraderos que están operando actualmente pueden

ser mucho mejor utilizados mediante cierto número de mejoras en su instala-

ción y métodos de operación. Algunos cambios pcdría ser: mejoramiento en

el afilado de las sierras y su tensionado, reparación o reemplazo de acceso-

rios del carro, alineamtento de los rieles, reparación de la cureña, etc.

En la ~,yoría de los casos los aserraderos adolecen de varios de estos dafec-

tes s in".l1té.neament e , por lo que transformarlos en conjuntos eficientes y

exactos co una labor costosa. Estas mejoras w~yores podrían incluir item

cerno la adquisición de una n~eva y más adecuada unidad motriz, instalación

de un nuevo carro o u~a unidad de avance transversal que permita obtener

cortes más exactos.

Se pueden hacer algunas reconstrucciones y reemplazos pero en la mayoría de

los casos debería aconsejarse a sus propietarios que consideraran seriamente

la posibilidad de instalar un nuevo aserrader~. Los reemplazos de un compo-

nente, como una nueva unidad motriz por ejemplo, hará que aparezcan defici0n-

cias en otras unidades tales como cureña o carr0 que estarán demasiado débi-

les y gastados para usar ventajosamente la fuerza adicional incorporada.

Con el propósito de ayudar a solucionar los problemas comunes que se presen-

tan en los aserraderos de 9ierra circular y además como un programa de

cstudio para los cursos de entrenamiento del personal que opera o dirige

este tipo de equipos, el Instituto Forestal ha preparado este V~nual, espe-

rando que su Jivulga~ión conttibuya a elevar el nivel técnico en que se

desenvuelve esta actividad.


- 2-

2.- TEOS DE ASEFlRADEROS

los Dserrnderos se c11sifican de acuerdo a la máquina principal usada.


Básicnmente existen tres tipos que son: aserr~dero de sierra circul3r,
de sierra huincha, y de sierr.1s alternativ3s. Variaciones del aserrndero
ci.rcu:L1r, son el aserr~dero de sierra circul.1r con vo11dora, el de sierras
gemelas y el de sierras. múltiples. L9 figura N° 1 muestra un t1pieo Dserr.'}-
dero de sierra circular.

2.1 Aserr.-,dero de sierr.' circular. fu ~serr1dero de sierra circuL,r es


Dlt~mcnte flexible en cU1nto al tipo de producci6n de Dserrndos. Puede
producir Dr1dera de c~lidad y de variados espesores, pero su volumen
de prodllcci6n es medi.ano o simplemente ba,jo. L!l m.,ouinarin con su mon-
taje y Dr,ntenci6n son de costos re11tiv.1mente pequeríos. Sin emb~rgo

su desventaja es que convierte un gran porcent"je del trozo en nserr1n,


nur;s el aneho de corte rara vez es inferior a 1/4" o 3/8" en nserr.'}-
deros con sierrA de dientes postizos.

Este tipo de aserradero se presenta t"rrbién con sierr.1s de diente fi,jo,


mod11id~d usada en el extranjero por algunas grandes empresas, ya que
se consigue un buen volumen de procucci6n medi3nte un jueGo de re]!'lltósto
de estas Sierl\3S, aderr:Ss de la econom1a en .1serr1n ya que su ancho de
costo es b,"c;t.3nte menor que el de cliente postizo.

L!l f.ran vent1ja de estos b.3neos .1serr1deros sobre el huinchn y el nL--


tern.,tivo ec.tá en que debido n su equipo, e s fácil transporterlo h.1cb
zonas eerennns al bosque, ffi,ntcmiendo !Js;l: un bajo costo del transj'Orte
de trozos de este nI aserraderc. Aderrk's, puede ser operado por perso-
nnl con pocn o ninl'un" especi'llizaci6n.

2.2 As err.1d ero de sierr., huincha. Les sierras de huineh., (rig. 11° 2)
producen ~dera de dimensiones muy exactas. Esta máquina es bAstante
más cnr.1 que un bAnco de sierra eircuL1r y su montaje y mantenei6n
son tnmbién de costos relativAmente Altos. L6~ic8mente, solo puede
opcr~r en lur~res donde haya lm adecuado s~inistro de. trozos en t.1ma~o,

cantidAd y calidad que permitan3mortiz.1r estos costos.


- 3 -

'Sste t!.pe de máquina debe contar con personal especializado para su

correcta operación y mantención, además necesita un operario expert~

en la mantención de la sierra.

lAs sierras huinchas oequefias L1.,4Gm de diámetro de volant es) son eco-

nómicas de operar sólo cuando la producción es de 20.000 pies madereros

o n~s nor turno. Los r8ngcs de producción son muy variables y dependen

no sólo de la huincha principal sino también del equipo complemontario

y del diÁmetro de los trozos. Una sierra huincha de simple corte y

con trozos de regular diá'netre puede producir normalmente entre 3.000

y 1.. 000 pies madereros por hora.

también h'lY un tipo de sierra huincha horizol'tal que no ha te:1Í-

do mayor 'lceptación pues entre otras cosas, la ~~nipulación del trozo

a la máquina es complicada, nso S:4 que su op(o;rRcinn :)ermite el aserr~dn

de t.rozos de gran diámetro~

2.3 Aserr~dero de sierras alter~ativ"5. Este tipo de banco es el que pro-

duce la madera con lAS mÁs exactas dimensiones, pero la calidad de ella

as relativamente baja. lA máquin~ es poco flexible pEra variar los

e5p~sores de los co~tes. Las sierras se montan y fijan a un marco en

donde se separan entre sí con sepnrG.dores que tienen el espesor dn In.

lIndera dp'",,~,da. (Fie. 3)

Sste tipo de sierra hace todos los cortes ~~ralelos ~l centro del trozo,

produciendo c~ntos muertos en ambas orillas de las piez~s, debido a Gl10

es que se usan de a dos en s~rie. En lA primera m~quin~ se limpian dos

caras opuestas obteni~ndose dos tapas y ocasionalrr~nte nlp,unns tnbl~s;

en la secunda máquinR se aserrea la basa resulte.nt·2 de donde se obtie-

nen piezns delg,g,drts, gJ.~nerD.lmente de 1".

Este sistema de aserrado exi~e de una estricta clasificación de los

di..á."letros dp los trozos y una separRción previa de estos, por rangos,

para obtenor illl mejor aprovechamiento de la programación de espesores


r1~d.o. A la máquina.
- 4-

Una variaoión del sistema anterior consiste en instalar como primera

n{quina un banco circular o huincha que no sólo cuadraría los trozos,


sino que cuando estos fueran de alta calidad, poelr!::n contd.D.uar·¡ , ¡.

aserrándose en estas máquinas. Por la noca flexibilidad indicada,

las sierras alternativas han quedado reducidas a ser usadas para tro-

zos de pequeno diámetro y de baja calidad.

3.- PAilTES PRINCIPALK. DE UN A5;;;F..RADERO.

Aunque se denomina aserrndero a la instalación total de una unidad produc-

tora de maderas aserradas, es sólo una extensión del nombre de la máquina

nrincipal de cc.te, que es el aserradero propiamente tal.

Gamo rr.áquina, es frecuente dividirla en algunos de sus elementos fur.amen-

tales que son; el carro, las escuadras, los perros, la alimentación trans-

versal, el ~v~nce, la cure~a y la sierra.

3.1 El carro.

En su concepción más el"mental, el carro es un bastidor rectr.ngular

provisto de ruedhs qU2 se deslizan sobre los rieles, y sobre el cu~l

se monta el trozo para c'lrnz.'lTlo· sobre 1<1 sierra.

El bastidor puede ser metálico o de madera y generalmente su ta~año

en ancho y longitud determina la capacidad de aserrado de la máquina.

Existen tres tipos fundamentales en tamaño y que en Chile se cono-

cen como pinero, mediano y p,rande.

El banco pinero, llarlkado así porque e s el m.1is ut ilizado en h zona

d"l pino insigne, tiene una ce.pacidad de corto de hasta aproximad:ol-

mente 24 pulg. de diámetro de trozo. La longitud del carro es

entre 14 y 16 pie.

El bancc mediano permite v_sar trozos de hasta 40" de diámetro y la

longitud del cono es de 16 pie.


ij"J ,...-------

FIG.3
Aserradero d.. sierra, alternativas.
-5-

El b~nco grande, de amplia utilizaci6n en especies nativas tienen

una capacidad de trozos de hasta 60 pulg. de diAmetro. Su longitud

normal también es de 16 pies.

Normalmente, no se requieren carros de meyor longitud, ya que en

Chile la medera se comercializa en 12 pies, lo que sumado a las


puntas del trozo no debiera pasar mAs allA de la cifra indicada.

3.2 Las Escuadras,

Sobre el carro se montan una serie de dispositivos gue posicicnan el

trozo y lo avanzan hacia la sierra, estas son Lqs escundras. (Fig.

4 y 5).

El carro mAs conocido para el tipo de aserradero circular tiene es-

c~1dras independientes que avanzan o retroceden sobre guias montauas

transversalmente a el.

El número de esc~dras es variable, teniendo mfnimo dos, el banco

pinero o chico; y hasta 4 los de gran tamaño. Se eonsider~ que

mientras m8S escu~dra3 tenga el carro, m8S preciso es su corte.

Cada escuadra viene provista de un dispositivo para aserrar trozos

cónicos y que consiste en una pieza gue puede avanzar o retroceder

moviend') una p'l1Rnca de mano. Algunos carros pueden mover las es-
cuadras individualmente, lo que permite adeL1ntar la punta del trozo

de menor diámetro cuando sea necesario.

Las escu,qdras se fllbrican de fierro fundido o fierro laminado y sol.-


dado. En ambos casos, en su parte inferior tienen una cremallera,
la cual permite su avance o retroceso mediante un eje com~ a todos

ellos.
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-6-

3.3 los Perros.


Las escuadros, en su bra~o vertical, llevan una corredera sobre lo cu~l

se delizan los perros. (Fig.5). Estos son simples r,~nchos que se cla-
van sobre el trozo una vez que el palanauero h~ seleccionado la caro
de corte.

El accionamiento de los perros puede ser h~'j~ui,l (fig.5 :::'.~,' g)


o mecnnizndo por nccionomiento eléctrico o neum!.itico. (Fig.4 ) .

Es frecuente encontrar que algunos palan0ueros s610 trabajan con uno


o dos perros. Se h~cc notar que esta práctica causa vnriaciones de
espesor a lo largo de las piezas en corte, por lo tanto cada trozo se
dcbe sujetar firmement.e con todos los perros que disponC;.1 el banco.

los perros oper.1oos a JIl,.1nO son los m-5s usndos en los aserraderos pcou&-
ños, se controlan por p81~nc8s laterales o por dispositivos con piñ6n
que se mueven en una cremollera. lo~ perros se f.1briclln de ocero forjJ-
do en form:J de L y el brazo puede moverse p:Jra dnr mayor o menor brgo
de ~ng:Jnche en el trozo o cU3rt6n. Es necesario que el operador o
palanquero esté eonsL1ntemente .,lert., para evitar que los perros choquen
en In sierra y la destruyan. Este tipo de perro es r,ener,~lmente mnni-
pulado por el personal dc la cu~drilla que trabaja ~~ el bote.

Algunos tipos de c.~rros tienen perros en 1..1 p.,rte inferior de lo esc~a­

dr~ ade~'c del superior y su funcionamiento es individual. otros ca-


rros tienen perros opuestos n toclo el l,.1rgo de l,., C.1ra de 1'1 escu;¡dr'1.
H"y otros tipos de c,~rros que t:Lcne,l un" serie de perros con resortes
los Que 3v~nzan y retroceden nutom5ticamente.

3.4 !':ccnnismo de nlinentélci6n t:t:.,~.:s91.

1'odos los Co1rros est,~n equipados con unll variedad de m:Jc.9nismos de


~lirnentllci6n Que tienen por objeto, mover el tro~o hacia la sierra,

después de c'1cl, corte, hnst'1 la profundidad elescacla. Hay dos tipos


ele oli!!ient.odorcs m1nuales: de ::lccl6n sencillo y de .1cci6n doble (Fie. ó)
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- 7-

Los alimentRdores de acción sencilla son los usados Buneralmentz en los

carros part'o aserr9.deros circul?res y permiten al palanquero (lccionarlo

estando él parado sobre el piso. Cada vez que se mueve la palanca hacia

el lado de h~ sierra, las escuadras avnnzan una distancia det~rminada

pero no hay avance cuando la palanca vuelve. En los alimentadores tran3-

versales de doble acción, que se usan generalmente cuando un hombre va

sobre el carre, las escuadras avanzan o retroceden cuando la palanca es

movida hacia adelanto o hacia atrás.

3.5 Sistema de avance longit~dinal del carro.

Se usan divGrsos sisterMs pF.ra hacer aVo!!.nzar el carro, siendo los más

usados el de tipo dc piñón y crc~,llera y el de accionamiento por cable.

En el siste~, de cremallera, el movimiento es transmitido a un piñón, el

que generalmente va ubicado entre los rieles. Sobre este piñón engro!!.na

la cremallera, la que atravier.a el c-.rro en toda su longitud. Este siste··

roa, debido a su costo y a las vibraciones que produce se ha ido reempla-

zando por el de CD.bl." pues el :w;:>.nce dp.do por este es m:ls suave y f1l,)il

de r.;gular.

La mayoría de los cal ros de los f\serr",-deros de si8rra circular se mu':Vc'.:'

mediante un cab18 cuyas puntas se fijan en la parte delantera y trasera

del carro. El cable mueve el carro haci.a atrás y ha·cia adelante al enrc-·

lIarse en un tambor montndo entre los rieles. El tambor recibe movÍ!ucn-

to a través de una transmisión desde la caja de la sierra (cureña). ro~

correas opu)stas, mont~das n su vez sobre el eje, permit~n que el tan~01'

que en uno u otro sentido,esta5 se t2nsan o sueltan según el palanquero

mueve la palanca de alimcntaoión hacia adelante o hacia atrns, tensando

primero la corren que hace que el carro aV2.nce h,",ci? adelante para cfec·-

tuar 01 corte y de~pu8s ln otra correa que lo ~'.vuelve a su posición

original.
- 8 -

Hay diversos otros tipos de mecanismos de ~vance del carro que se usan

lugar de las correas, como el de polcas de fricción, (Fig. 7 ~) pero

ninguno de ellos es tan sencillo como el indicado anteriormente.

3.6 Cureñ1~ La cureña o caja de la sierra, incluye el mecanismo de avance

y retroceso del carro; el eje y la gula de h sierra y el disco o cuchi-

llo separador. Debe ir firmemente apernada a las soleras y llevar, ade.-

fi".3S, un tir.')nt.e o db¡wnal en el lado del motor para impedir C)ue la

tracci6n de L1 correa propulsora la saque de su posici6n.

La cureña en si miS~1 no es otra cosa C)ue la estructura soportante del

eje de la Gierr~ y los juegos de poleas de avance o retroceso del carro,

Puede ser metálica o de madera, pero en todos los casos debe serinde-

forrr~ble ante los esfuerzos del motor y el avance del trozo.

TOS "n"""¡I~
Jh- ~1_'?..1.LJ(~ ... : CI"CtJL'f)r"
,n '\2.t~__·.).

A pesar C)ue l.')s sierr.3s no forll'an parte del cuerpo de la l:'!lCluina aserradero,

es sin duda al¡r..ll1a, uno de 103 eleme·,tos ~1s in'port..mtes ele éste.

En su descripci6n m.13 sencill.'), es el útil provisto de dientes, que montado


en la m.1ouina p;¡ra la cual fue discñ!ld.1 perlJ'ite 3serrar el trozo o Il\;-lder.1

mont.1d;¡ en el b;¡nro,

I.:l tecnolog:[;¡ de su fIJbricaci6n es alt..,rnente especializada, hp.biendo reL,ti-

v~mente poca~ f6brieas de ellao en el mQ~do.

115 sier1'.3s !1lJr;¡ un :Jscrradcro de sierra cir:::uL,r son de cos tipos: ue dien-

tes s6li.dos .. de dientes p03tizOG. L1S sierras de dientes s61idos son mDs

b~rnt~s pero su m..,ntenci6n es más dificil. Ad err:6 s , como deben ser afil;¡d;¡s cml

frecuencia, van perdiendo diórretro en fOI'J"a "r!ldual. Por estAS razones, este

tipo de sierr,1G 0610 se :,uede usar en un aserr:;dero Ciue cuente con un obrero

eX"lerto en repllrlicion.cG de sierr'ls " donde éstas puedan uSllrse en otras m6-

OUinllS cU.3ndo se hHcen demasbdo peoueñ(ls pDra seguir siendo uSAd:¡s en el

b~nco principal.
-9-

Sin duda, la sierra usada universalmente en los aserraderos circulares, es


la de dientes postizos, de 103 que existen varios tipos, para aserrar dife-
rentes especies de madera.

Al escoger una sierra, tiene Que tenerse presente los siguientes puntos:
1) el diámetro; 2) el calibre; 3) el n~ero de dientes y la forma de dient~s
deseada y 4) la velocidad de giro a la que trabajará.

4.1 DL3metro.
El dimnetro de una sierr1l se determina generalmente por el dHmetro Il'áximo
de los trozos Que hAn de ser aserrados. Puesto que los cortes no tienen
que hacerse necesariamente por el centro del trozo, el diámetro mdximo
de la si~rra puede ealculerse tomando el doble del diámetro del trozo
más grande, en pulgadas, rest~ndolc ocho unidades al resultado.

El resultado obtenido indic., el diámetro de 1., sierra Clue se debe usar.


Por ejemplo, si el trozo más gr.)nde a Ilserrllr tiene 32 pulglld.,s de di 1-
metro, debe elegirse una sierra de m1nimo 56 pulg1ldlls de di,1metro
(32i- 32 - 8 = 56).

L1S sierrlls eireul~res pueden adquirirse hasta de 72 pulgadas de diáme-


tro, pero ln m1ntenei6n y oper.1ci6n de sierr.1s tlln gr.1ndes presenta d.i.-
fieultndes. Para los aserraderos de sierra circu~qr, se recomienda usar
sierr.)s de un diÁI..etro no m.)yor o 60 pulgndas. Si los trozos son de un
diámetro m1yor Il 34 pulg1das, se recomienda inst1lL1r unn voladora.

4.2 Cnlibre de ln sierrn.

Se denominn calibre de 1Il sierra al espesor de su lámina medido en el


borde de el~q.

Dado nue la sierra es un elemento sometido a rotaci6n, su deformEci6n


en trabajo es compensadll por el f~bricante haciéndolos más v.ruesos al
centro que en su periferia. Es IlS! que es frecuente denominnr el cllli-
bre por 2 nÚJr.cros, por e,ienmlo 7 - 8. El primer nÚ/;.ero indica el espo-
sar de ln l.1minll en su centro, y el segundo en su periferia.

~d6ntrns más ~lto es un número de cnlibre, Fás per,ueñn es su dimensi6n.


- 10 -

Tabla N° 1

CALIBRES ns U§.;\DOS y SUS Dn~NSION];S,

I CALIBI1E
,_QL:rnr:.INGH ~I!)
I FR~CCION rE PULGADA
(t\.j'Roxn:~D~
I'~IIESIiiAS DE PULG.'\f.A
,
I ULllETROS
t
1
I
O 11/32 .340 I
8.64
,
I 1 5/16 .300 ,
I
7.62
I
2 9/32 .284 I
7.21
I 3 1/4 .259 ,
I
6.57
4 15/64 .238
, 6.04
I
5 7/32 .220 I 5.59
6 13/64 .203 ,
I
5.18
1 7 3/16 .180 I 4.57
I
I 8 5/32 .165 4.19
I
9 5/32 .148 3.76
1
10 1/8 .134 3.1,0
11 "!-/8 .120 I 3.05
r
12 7/64 , .109 I
I
2.77
13 3/32 I .095 I 2.41
r I
14 5/64 .083 2.10
15 5/64 , I

.072
I
1.82
16 1/16
I
.065
,
I

1.65
17 1/16 .058 1.47
18 3/64 .049 1.24
19 .042 1.06
----
-11-

Es sabido "uc l~s sicrrns delgad.,s son m,1s dclicnd.,s oue 1..os grue5.~s,

por lo tnnto requieren de mavores cuid.,dos los cuales deben ser ef"ctundos
sólo por person.1s expertns.

Se denomin., ten:3i.6n de una sierr., a 1.ns con'presiones de su TMterinl en


cicrt;¡s zonas críticos, 1.~s cuales permiten que la hoja no se deforme
cu,ndo está sometidn a 1." fuerza centrifuga proveniente de su rotaci6n
de tnba.jo.

La tensi6n en un" sierra depende, entre otros f~ctores, de su di4metro,


de su espesor, de 1.1 velocid;¡d de giro A que será sometida, de la velocidad
de nVance del trozo y de 1" textura de la ~ndera.

Cu;¡ndo h;¡ya necesid;¡d de tensionar una sierra, el trabajo debe ser hecho
por un ex?erto, Si se carece de la persona prep~r;¡da para efectuar este
tipo de trnbajos, se deberá recurrir a un taller especinlizndo.

En genernl, pAra sierras entre 50 y 60 pulgad"s de diámetro, se recomien-


dA una sierrA de c;¡libre 7 a 8 para mnderas ~land;¡s y poCA nudOSAS y de
calibre 6 a 7 pnra m"deras durns.

-- _.. __ .....v_-medinlunas.
_.Los dientes
- --;---
El n~.ero de dientes que dcbe tener unA sicrra v;¡rín de ;¡cuerdo al diáme-
tro de 1" sierra, 1.1 velocid;¡d de giro (R,P,l·;,) y la alimentaci6n (pul-
gadns de nvance del troz3 por cnda revoluci6n de la sierrn). El corte
ml.is ;¡decuado se efcctúa cu;¡ndo c"da diente SAca o "come" 1/8 de pull'ada
aproxim"d.,mente. Un corte IMS pequeño por diente producirá un aserrin
fino que escnpIJró por los llJdos de la sierra produciendo un adelgazamien-
to por des~oste de ésta en su periferia, acemós, calentará esta zona lo
que acarreará una disminución de la tensi6n y en consecuencia, una des-
viaci6n de la linea de corte.

Como ejemplo, unIJ sierra para ser alimentada a rAz6n de 6 pulgadas por
revolución debe tener aoroximndamente 48 dientes.

Existen 2 tipos principales de dientes y medialunas ~ue son los siguientes:

a) L9s sierras cuyo alvéolo dcl diente es de doble circulo y que aceptan
dientes y medialunas designados por letras m"yúsculas (A-B-C- etc.).

b) Las sierras c~yo alvéolo del diente es de un círculo y sus dientes y


medialunas se desi~nan por números (2~ - 3 - 4~ - 33, ctc.).
o
- 12-

La interc8mbi~bilidad de lo~ diferentes dientes y medinlunas se indican


en la t~bla N° 2.

Entre l~ variedad de dientes postizos hechos por diferentes fabricnntes,


los tipos 2~ J' F son los de menor té,;nnño y se C'Clcomiendan para (lse-
rrnr trozus de maduJ'éls bllJndas, nudos83 y de diámetros pequeños; para
este tipo de madera la sierra debe tener el número suficiente de dientes
para que no se salga del corte; si la sierra tuviera muy pocos dientes,
cnda uno de ellos tornaría mucha madera, produciendo un esfuerzo muy gran~ .
de en la periferin de la hoja.

Los tipos d~ dientes B, e, 3, 3~, etc. tiencn gnrgnnta ~s grande. Estos


dientes consumen menos potencia y por lo tanto, tienen una mayor produc-
tividAd. Son ideales para us~rse en m~derns natiVAS o en cualquier es-
pecie de gran diametro,

Los dientes y medialunas de un núsmu tipo se fabrican de diferentes


calibres; por e~cmplo, el diente y la medialuna N°3 se encuentra en
calibre 6, 7, 8, 9, 10, Y 11.

Además de L1S medialunas standards, se fabrican otras de sobre tamaño;


as! se encuentran medialunas hechas en dos tamaños ligeramente mayores
que los normales, parA ser usadlJs en alvéolos con despaate.

El ancho del diente es también una vlJriable importante; se tiene dientes


del ~ismo número y calibre con diferentes anchos de punta. As!, un
diente N° 3~, calibre 6 puede tener una punta cortante de un ancho 11/32
o 3/8.

Al montar los dientes postizos hay que cerciorarse que las medialunas
queden apretadas en los alvéolos. Si aleunos de ellos quedaran sueltos,
se debeD expAndir golpeándolos en su borde interior. (Fig. 24) •

Es precAuci6n import;¡nte m11ntener con cllntos vivos la p.1rte ~s anch.a


de 111 medinluna. Este trnbajo puede efectu'lrse usando una lima media
caña o un esmeril.

En cuanto nI nfilado de los dientes es fundomental conservar el ángulo de


ataque entre 30° y 35° ser,jn la textura de In madera. As! tnmbién, la
puntn cortnnte, especialmente el recalcado, debe permanecer perfecta-
mente a escu11dra con resp~cto DI cuerpo de la sierra.
SUPERFICIE DE

SUPo DE ATAQUE

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¡-h. 'l. l' l"r r¡J ,1<: ,1 i (:nl L' 1'00r,) SI(:rraS l"irl'I,I,lr(,'~.

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()" ·\n~.lln de l'Orl\.· . I x. ~ 13 )


"J"8D.La N'" 2
DIENTES Y I:EDIALUN~S IN'rERCMffiIABLJ"S CUMlDO SON HF;Q!:!Q§
POR DIFEf1F.NTES F.~BRICANTES

(Los dientes y medi~]unas de l~ misma collnnna vertical son intercarrbinbles, excepto cuando AS! se hacen notar).

, Porte-- --------- _._~_._---------------------


1 Fabric.onte 1
, de
Sierra
l~ N Ú ~; E R O PUESTO A LA PIE Z A POR EL F ~ BR 1 e ANT E
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ws sierras :.tkins· N° e y Disston N° 3D se pueden usar con dientes y medialunas N° 33, pero ni los dientes f,tkins e
ni los Disston N°:D pueden usorse con las medialunas N° 33
Los d~~n.~e; .. ~~~.~., o t; ~~e~:~~~.~~:~~" en ~~~~ ~~d;~;~m~~~~'~:i!~p.F~~P::~ ;~t.:;~~~~i.~~~~:_para determinada medialuna debe ser uSBda
En fig. 9 se des~Dcan Ion línsulon, de un diente sus rangos de v81 ...ación
p'Jra laa rr;u,kraa q'c;e se trabajan normalmentc en Chile.
La fig. 10 muestra una fornm práctica para verificar un ángulo de ataque
de ~()O

Un aserradero cualquiera, por pequeño que sea, debe contar con otras IDÉquinas
o equ.ipos adicionoJecs al banco principal o "lampeador". El equipo minimo
adicional es la mnquina Canteadora, la Despuntadora y el Buño antimancha.

Es lo máquina quc r,10nL~dil ': l.~ salid,~ ,::'01 carro, y a un costado de este,
elimina los cantos muertos, o bonifica al ancho la madera producida por
el banco principul.

Se le conoce t.3l,'bién como cDl1teadora-p.~rtidol'o, ya que si tiene una


slerro de diámetro importllnte es posible "partir" al alto los cuarto-
nes o piezas gruesns producidas por el lampelldor.

La c~nteadora mns elementlll consiste en una mesa con una sierra ci~cular

y unA guio lateral, paral~la 8 la hoja (fig. 11).

Un modelo más aVAnzndo y de amplia difusión en Chile, es la misma


disnosici6n ~nterior pero con rodillo de alimentaci6n a la entrada, y
rodillos locos cn la salida de la mesa. Es frecuente encontror esta
cAntc~doraapoyada con cnrros gue soportan la madera en rombos extre-
mos de la mÁquina. Esta disposición es conocidll como "Canteadora
inglesA ". (fig.12).

Existen tAmbién llls "cnntendoras múltiples", de alta producción, quP.


consisten en un eje con una sierra fija en un extremo y varies sierrAS
desliz~bles en el resto de él. Mediante paL1nclls o botones, el ~1qui­
nis~a posiciona l~s hojlls para cnda corte, por supuesto trlltnndo de

obtener el mejor aprovechomiento de lo mndera a cantear o partir (fig.


13).

5.2 LCl DespuntndorD.

La modera '3Serrada, tlll CoTI'O se obtiene h,1stll la cnnteadorn, lleva


sus extremos o puntas con el mismo corte gue se produjo en el br,sgue.
1'1 l.;. I I
Ci.llltl'i.hlori.\ eoll rudillus d" .1IinlC'l1l'1l"i ün.
- 15-

Con el objeto de i¡rualar los L.rgos de la producci6n, y al mismo tiempo


eliminar los dei'ectos en los extremos, la madera se despunta en una sie-
rra trozlldorn llmnnda comunmente "Despuntadora ".

La despuntadora wAs sencilla es una sierra de péndulo montada sobre dos


brazos oscilantes, de modo que el operador la accione de acuerdo al avan-
ce de la madera sobre una mesa. (fig.14)

Hay otro tipo que se conoce corno despuntadora canadiense, que tiene dos
sierras montadas en posiciones alternas en los dos costados de un trans-
portador transversal Que mueve la modera aserrada. Las dos sierres es-
t~n espaciadas a una dbtnncia igual al largo rnliximo de la madera aserra-

da. Cuando s~ desea despuntar largos rnlis cortos, el operador empuja la


w~dera a través de las cadenas después que uno de los extremos ha sido

despuntado por la primera sierra y la ubica de modo que La segunda sierra


la despunte al largo deseado. (fig. 15)

Exist.~nalgunas especies de maderas que son atllcadas por diversas vllrie-


dades de hongos, cuyo resultado visible es conocido normalmente como
''mancha 11.

Las esporas de estos hongos flotan en el aire y se trasladan sin dificul-


tad a cualquie~ lugar, siendo casi seguro que contaminarán las especies
recién aserradas si no se toman algunas medidas previas.

La mllncha se manifiesta por una marcada coloraci6n de la madera en tonos


gris,.verde J café, o sencillamente, por un oscurecimiento del color n3-
tural. De todas, la más com~ es la mancha azul, que se produce con mucha
frecuencia en la madera de pino insigne y de algunas especies nativas.

En usos como mueblería u otros, que exigen una buena presentaci6n, la


~ncha hace desmerecer notablemente la calidad final del producto. En
la fabricllci6n de envases pllra sustancills alimenticias, queso, mantequi-
lla, frutas, etc., la IIIDnchll es un foco potencial de infecci6n.

La mayor parte de las instalaciones modernas de aserraduría cuentan con


equipo oarlJ el sec."do llrtificial de 111 IIIIldera, lo cual c(mstituye, de
hecho, una protecci6n antimancha.

Cuando no se dispone de secndores, y especialmente en primavera en que


las condiciones clim1ticns son favorables al desarrollo de los hongos,
debe recurrirse 111 empleo de sustancias antimenchn, aplicadas por lllmersi6n
en bateas o estanques, ya sea en forma manual o mecánica.
- 16 -

Baños de inmersi6~manual. Es el tipo de baño de inmersi6n adecuado para


pequeños aserraderos. Consiste en un dep6sito de madera 10 suficiente-
mente largo y profundo como para poder tratar las piezas más grandes que
se produzcan. El estanque o batea de tratamiento puede construirse de
cualnuier clase de madera, ya que para la función que debe desempeñar es
más apropiada que el metal o concreto. En la fig. N° 16 se puede apre-
ciar un modelo tInico de baño de inmersi6n manual. El trabajo para dar
un adecuado tratamiento a la pieza consiste en sumergir ésta en la solu-
ci6n preservadora durante unos 10 segundos, retirarla y colocarla sobre
la mesa de escurrimiento para recuperar la solución sobrante.

En este tipo úe baño, un operario puede tratar hasta 5.000 pies madereros
por dIo en tablas de una pulgada de espesor.

Baños de inmersión mecánic~. Estos sistemo1s son convenientes cuando la


producción del aserradero es mediana o grande.

El baño antimancha está situado a continuaci6n de L~ despuntadora. Todos


los ~ovimientos de la w~dera se realiza por medio de rodillos o cadenas
transportadoras y a una velocidad que permite un tratamiento efectivo de
la madera al pasar por el baño.

Pr~uct~s antimancha.- Existe una gran variedad de productos comercia-


les antimancha, Ir mayor parte de los cuales contien~ una o más de las
siguientes sustancias, ct1J'as concentraciones recomendadas son:

Bórax 3,6% en peso


Pcntaclorofenato de sodio 0,6% en peso
Tetraclorofenato de sodio 0,7% en peso
Fosfato etil-mercúrico 0,25% en peso
El b6rax tiene una efectividad limitada en algunas maderas y no es reco-
mendado para pino insigne.

Debe advertirse oue estas sustancias previenen la mancha, pero no la


eliminan, pues una vez producida, se mantiene.

Precauciones.- Todos los productos mencionados son altamente t6xicos


y, en consecuencia deben totnc1rse precauciones especiales cuando se traba-
je con ellos.
En ningún caso estos productos, excepto el borax, deberán tener contacto
con la piel antes de ser diluIdos en agua e, incluso, con el producto
ya diluIdo no deben trabajar aquellas personas cUG'a piel sea sensible.
-
- 17 -

La persona encnrgada de diluirlos doborár uSllr másc"ra y guantes. Debe:·


Lavarse las mano~, brazos y todas las partes expuestas a la acci6n de
los productos quiroicos antes de lns comidos y tan pronto como se termine
de manipular estos compuestos. Debe tenerse especial cuid!ldo con los
ojos, para protegerlos ue salpiclldurlls y emEnllciones.

6.- UNmADES DE FUERZA.


Como es sabido, todn sierra circular trllbaja en fo~' estable s610 a cierta
velocidod, oue es aquella para In cU!Jl fue tensionndl.l, ,'a se" originalmente
en L, fábrica o en opernciones de acondicionamiento posteriores.

Sin una tensi6n adecu!Jda o con divergenci!Js entre la velocidad de trabajo y


la velocidod a la cUlll fue tensionnda, 111 sierra se comportar6 en forma inesta-
ble, vibrarn y se recalentArá. Vulgarmente se dice que la sierrA está laten-
da. En efecto, si el tensionado o martilJado fue efectuado para velocidades
superiores a la de trnbajo, el centro de la sierra quedará suelto (en el caso
inverso los bordes qued~r~n sueltos).

El primer caso se presenta cunndo lA unidlld motriz pierde velocidad por cortes
pesados, la sierra entonces, corta totalmente fuera de linea.

Al ~irnr In sierra 11 una menor velocidlld y por lo tAnto tAmbién el tambor de


impulso del cnrro, se gastnr' m,1s tiempo ('en efectu,ar cada operaci6n. Por
otra parte, los cortes desviados desclasifican y también frenan L, producci6n
ya que el palanquero debe, unn y otr,3 vez interrumpir el corte antes de ter-
minarlo. (El palanouero debe detener el carro para permitir que In velocidAd
del motor y de la sierrA se recuperen, y as1, terminar el corte lo más recto
posible).

Las condiciones de trnbajo descritas representan un esfuerzo exagerado para


la sierro, oue conduce en corto tiempo a la pérdida de su tensi6n, a calenta-
~ientos excesivos y posteriormente a deformaciones de carácter definitivo.

En cunnto a la unidad motriz, ya sea ést~ de vapor Diesel o de otr~ clase,


si no tiene la potencia re'lueridn p~ra el trabajo, estará pertronentemente so-
brecnrgada, lo Que desgDstnrá r,1pidamente l.~s p.~rtes m6viles y hará necesnria
la reposici6n frecuente de repuestos. De no efectuarse una mantenci6n pre-
ventiva, ocasionnrá interrupci6nes costosas en plena f3ena.
f-'(c:, /6, /Ja/('" para lIJ('rlllllr maJllltt/"'e"/(~ (,'/ hm;u t/n/imChlc/tn,
-11l-

FaJ.t.gmo potencil< parll ]-'15 operaciones básiclls de aserrado en el banco princi-


pel y en los bancos partidores o canteadores, no es posible utilizar potencia
de le misma unidad motriz para le mecanización de otras operaciones.

6.1 Locom6viles a vélpor. Los locomóviles a vapor son motores que en Chile se
han usado principalmente para aserrar madera. Representen el tipo más
elemental y conveniente de motor a Vapor, pues, es robusto, sencillo en
su conetrucción, de gréln duración, fácil de manejar y pr~cticamente no
consume repuestos.

Los tamaPios empleados en Chile son de a-lO - 12 - 14 y 16 caballos


de fuerza nominales, pero aún, este dltimo es insuficiente para accionar
un banco aserradero de to!lmaño normal. Cuarxio la sierre tiene que hacer
un corte de 10 a más pulgadas de profundidad el IIlOtor prácticamente se
detiene, o por lo menos, disminuYe apreciablemente su velocidad.

En estas condiciones, el palanquero se ve obligado a dar una velocidad


de alimentación reducida, y prohibir el uso de la canteadora durante
el avance del carro.

Como es fácil apreciar, la productividad del aserradero baja notablemente


ya ~ue no se aprovecha la plena capacidad de sus máquinas.

Además de la potencia insuficiente de estos motores, hoy en dia se deben


considerar como altamente peligrosos. Dada su antigUedRd, que en algunos
casos lleBa a 60 o más años, su estructura está debilitada y sus instru-
mentos desea librados.

En caso de no poder prescindir de su uso, deben tomarse tod s las precau-


ciones del caso, especi.,lmente en lo que se refiere a vigilancia de la
presión de trabajo.

6.2 }btores de Combusti.É!l..Jnterna.

Este tipo de motor, conocido univerS.,lmente como ."lJOtor Die¡¡cl", se hn


impuesto ampliamente como pl/Jnta motriz en todas las ramas industria-
les. En paises más avanzados han logrado desplazar en su totalidad al
locom6vil, ya gue sus ventajas son innegables.

Su costo, comparado con un locomóvil nuevo es bastante inferior a éste,


llegando incluso {j ser 1/3 o Lliinos de él.
- 19-

Su tamaño es reducido, 10 que 10 hace facilJnente troDBportable. !!.demás,


no existe limitaci6n en la gama de sus potencias. Tienen una razonable
seguridad de funcionamiento, y generalmente sus repuestos se encuentron
en plaza.

Son de funcionamiento instant6neo y reaccionan notablemente ante las ~~

riaciones de carga.

Algunos empresl1rios dudan de su economía ya que se aduce Que el combueti-


ble es caro, pero al efectuar un uaL~nce de costos y rendimientos se pue-
de demostrar fácilmente 10 conveniencia de su aplicaci6n.

En todo caso, lo que no debe ponerse en duda; es que un motor Diesel


bien seleccionado en su potencial permitirá el 6ptimo aprovechamiento
de los instalaciones del oserradero, tanto en cantidad como en calidad
del producto.

6.3 Energia Eléctrica.

La energia eléctrica, transformado en movimiento circular a través de


los motores eléctricos, es sin lugar a dudas la mejor fuente motriz que
se pueda desear.

Son innegables sus ventl1jas de instalaci6n, motorización independiente


de cualquier elemento de una misma máquina, limpieza de trabajo, ausencia
de ruido, seguridad en el llLanejo, potencia y torque que se desea, ect.
En Chile, eso si, su uso no es ITk~S generalizado debido a que las lineas
de tr.ansmisi6n de enerr,ia no siempre llegan a los lugores donde normal-
mente trabajan los cserradcros, ademc1s, que su costo en comparaci6n con
otros paises es bastante más elevado.

En un estudio anterior efectuado por el Instituto Forestal, se encontró


que a pesar de la desventaja del costo de esta energía, los empresarios
de este sector la utilizan en sus instalaciones siempre que esté acce-
sible la red de distribución.

6.4 otros sistemas.


Existen varias otras fuentes de energía para accionar máquinas, ya sea
en un aserradero, barraca u otro tipo de industria, pero su uso está
detc~inado por los facilidades exclusivas que puedan tener dichas indus-

trias o bien su 10calizaci6n.


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FIG, 1-. Plant.t tll' UI1 pC'llIcño as('rradcrn tI(: si("rra circular
- 20-

Atítulo info!'ll18tivo, se indican les turbinas e vapor, turbinas hidr~uli­


cas, motores a gas, aire comyrimido ect. en todo caso su.utilizaci6n
dependerá de las condiciones muy especiales de cada faena.

7.- KlNI'ME DEL ASERRADEl}.Q.-


Lils instrucciones que se entregan a continuaci6n son independientes de la cali-
dad del aserradero, es decir, si éste 65 permanente, semipermanente o portátil.

El tipo de aserradero de sierra circuL~r existente en Chile se compone general-


wmte de: el bote, el motor, el carro incluyendo la cureña, la canteadora y
o~sionalmente, la despuntadora. (fig. 17)

7.1 Lado o lI'.ano del aserradero.


Es necesario definir el "lado" de un aserradero, ya que este determina
~utomáticamente la direcci6n de salida de la madera y por lo tanto la
ubicaci6n de la canteadora dentro del plano general de la instalaci6n.

Pbr otre parte, algunas sierras vienen tensionadss desde fábrica para un
"lado" determinado de eserrlJd o", , situaci6n gue se debe tener presente
cuando se especí.fica uno de estos útiles.

Para deterwinar el lado o n~no del aserradero se tome la posici6n del


palanquero mirando hacia la sierre; si el trozo o carro ~lsa al lado
derecho de éste, el aserradero es derecho, si pase e su izquierda el
aserradero es izquierdo.

7.2 Fundaciones.
Las fund.sciones deb'.'n "er úrmes y s61idas, de modo gue no se muevan,
no vibren ni se resienten al colocar los trozos sobre el carro. No hey
que olvidar que una fundaci6n deficiente es una de las causas más frecuen-
tes de molesti,ss en el tr:Jbajo J' una de las razones principales de gue
la maderlJ slJlga mal Ilser¡·ada.

ParlJ proceder a la instalaci6n y montaje del IJserradcro es previo cavar


el foso para el aserrín. Las dimensiones del foso deben permitir que la
sierra se deshaga fácilmente del aserrfn para gue éste pueda ser elimina-
do ya sea manual o mecánicamente. Hay varios tipos de transportadores
de aserrfn diseñados especialmente para ser usados en aserraderos penueños,
pero sin duda, el transportador ideal es una corriente de agua desvfada
hacia allá desde un arroyo cercano.
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Cur<.-i);)

lir.lI11<.:
- 21-

A cada lIldo del foso se colocan paralelamente, los soleras porta-cureña,


para lo cual se recomiendan basas de 10" x 10" de madera resistente a la
pudrici6n. : l largo debe ser el necesario Para que toda la cureña descan-
se sobre el1lls, y que adamAs atraviese y sirva de apoyo a los largueros
porta-rieles del carro. Generalmente son de 12 pies de largo. Las sole-
ras deben ir enterradas firmemente en el suelo hasta la mitad de su altura
debiendo quedar perfectamente niveladas. Los durmientes que son las pie-
zas que forman el cimiento de los largueros portarrieles, deben estar a un
mismo nivel con las soleras, y deben ser de mínimo 6" x a" ¡ Podrán te-
ner una separaci6n entre ellos de 2 o 3 pies, debiendo quedar firmecente
enterrados en el suelo. En el lugar donde los largueros portarrieles
atraviesan el foso del aserrín, deben colocarse soportes de 6" x a" que
se extienden de solc'ra a solera, apoyando sus extremos sobre basas de 10"
x 10" enterradas. (Fig. N° lB.)

?3 1<lrgueror portarrieles.
Debe: colocarse de modo que el extremo delantero de las escu1dras, c'~ndo
han avanzado a su máximo, queden a una distancia de 1/2" Il 3/4" del
cuerpo de la sierra. Para mantener y regular esta distancia es conve-
niente hacer un pequeño vaciado En los durmientes, e introducir cuñas
de madera dura. (fig. N° lB) entre estos y el larguero.

La altura de mont,aje queda determinada por el puent~ del earro, (fig.N°19)


el Cl1Ü debe quedAr aproximadamente a 1" sobre los colL1rines de la
sierra.

La secci6n central de los largueros con los rieles, que es aquella que
va sobre el foso y frente a la cureña, es la que se monta a continuaci6n,
apernándola firmemcnte a las soleras. Hay que cuidar que esta secci6n
quede perpendicular a ellas y a la distancia indicada de La cur0ña.

Para aseg~arse que las secciones extremas de los rieles queden en linea
con la seeci6n central, se recurre a una cuerda que indica La direcciSn
dada en la parte ya montada y apernada.

Las secciones extremos del riel se alineon con respecto a la cuerda,


antes de afirmar los largueros portarrieles en su lugar. La superficie
del collarin fijo del eje de la sierra, debe estar ahora perfectamente
paralela con la línea de los rieles.
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- 22-

Se monta el carro sobre los rieles y se nru.eve este ~ todo el largo, 1lk1lr-
teniendo un nivel en los puentes pAra verificar si el carro se balancea
al pasar frente e la sierro. r.s recomendable que el riel gula se monte
al lado exterior,con el objeto de evitar que el aserrln caiga sobre él.
f~em~s, cunado los trozos E7andes chocan contra las escuadras, esta dis-

posici6n evita los descnrri1amientos.

Antes de montar el c.arro sobre los rieles hay que asegurarse que la rUE)-
da que corre por el riel guia no tenga juego lateral y si este existiera
es necesario eliminarlo accionando los anillos de fijaci6n que tiene cada
eje. No tiene importancia que la rueda que se desliza por el riel plano
tenga un pequeño juego lateral.

7.4 Instúaci6n del cl1b1e.

El carro debe colocarse frente al bote del aserradero; luego se verifica


que el t~mbor esté colocado y que gire centrado y sin dificultades.

Una punta del cable se une al extremo frontal del carro; luego se lleva
por debajo de los ejes de éste y se hace pasar por la polea ubicada en
el extremo postcrior de 111 instalaci6n. (fig. 17). Enseguida, el cable
se lleva ~l tambor y se enrolLa en éste con unas 5 vueltas, comenzando
en la parte cercano ~l riel exterior (riel guia). El cable debe salir
por la parte sup~rior del tambor y se hoce llegar hast~ la otra polca,
montada en uno de los durmientes delanteros. Finaln~nte se lleva el
cable, siempre por debajo del carro, hasta el extremo poaterior de éste,
donde se Allk1rra. Debe quedar suficientemente tenso para evitar que res-
bole sobrE él.

7.5 !'T.ont~.1e de :La sierra,


Luego gue el aserradero h~ sido montado, nivelado y SUS diferentes portes
han sido alineadas, la sierra puede ser colocada en el eje. Antes de esta
operaci6n debe limpiarse los co1L1rines y la parte de 10 sierra que se
apoyará en éstos. En seguida se coloca la sierra en el eje. Luego de
esta opelaci6n, se monta el co11arin exterior y se mueve la sierra hacia
atrás tanto como 10 permitan los pasadores que atraviesan la sierra.
Finalmente, se apret; la tuerca firmemente con una llave, cuidando de no
hacerlo nunca con un 1lk1rti110.

7.6 Co1l.1rines.
l:s necesario cu.e los collarines teng.,n un diámetro tan gr.onde como se.3
lloja .1<.: ~Il'rra

CONCAVIDAD: 0,10 m.m.

FIG . .!O

Collarin<'s ,1<: la sierra


-23-

posible y de un espesor que permito resistir todos l~s tensiones a que


estJ)rán expuestos. Los colL1rines peCJuefios y delglldos no Ilfirman sufi-
cientemento a la sierra y están expu~stos a ladearse e incluso doblarse.

Los collarines deben oprimir a ln sierra s610 con sus bordes exteriores
por lo que necesitan un¡¡ concavid.ld de más o menos 0,1 llID de acuerdo a como
se ilustra en la figura N° 20. Si a los collarines no ae les diera la con-
cavidad señalllda, puede ocurrir que por cualq~ier pequeño defecto en el
torneado o por lA conicidad de la sierra, ésta fuera oprimida por un lado
en un di6mctro menor ~ue el otro, lo que produciria UM concavidad no
deseada en la sierra, en el L1do en Que es oprimid n en un menor diámetro.

Lqs gulns en un aserrndero son las piezlls que impiden que la sierra se
dosvie ele), corte CUAndo el trozo presenta nudos o :üguna zon/l duro (fig.21)

Para que el funcionomiento de 1D sierra sea Ildec~,do, las guiJJS deben


sostenerla por encin~ del centro del eje ya que ésta efect~a el trnbajo
s610 en la zona sunerior. Los gulas se deben.colocar a una altura tan
gr.1nde como :to ." r'r,itan los pt'entes del cllrro. Si lo pDrtc inferior de
los pllaadores de guia están en la misma linea con el centro de la sierra
las guias estarán lo bastante bajas para no topar cen nudos que tengan los
trozos, siempre que el palanquero se preocupe de este detalle al colocar
el trozo en el banco poro efectuar el primer corte.

El soporte de las guias debe apernarse f~mernente a la cureña de la sierra,


pues se crean muchos problemas si éste está suelto.

Los pasadores deben ser confeccionados de madero dura, cortada contra la


fibra y montados a 1/4" aproximadllmente del fondo de la garganta de los
dientes. lo expresado es de gran importancia si la sierra es de dientes
postizos, ya que. si los pasadores de guia rozan los sujetadores (medialu-
nas) de los dientes, los plsadores se saldrán de au aitio. los pasadores
de la guia no deben forzllr la sierra hacia ningún lado ni deben colocarse
tan cerca de la sierra que calienten su borde.

Una ~Ilnera prácticll de colocar los pllsadores de guia es Ilbrir éstos mien-
tras la sierra está detenida. IMego, después que la sierra está girando
a su velocidad de trabajo, se acercan los pasadores lo más posible al
cuerpo de la sierra sin llegnr a tocnrla. La guia nunca deberá usarse
-1;:-
-24-

~'ra inclinar la sierra a uno u otro lado pues en la hoja, se producirán


problemas de diffcil reparaci6n.

El separador debe instalA~se en la parte trasera de la sierra y a F~S o


menos 3/4 de ¡SulgDda de eUa, de modo que esté allnel'!do con la sierra pero
no roce con la cara cortDda del trozo. La funci6n del separDdor es mqntener
separ.1da la madera dur.9nte el corte, evitando a~:f que la parte posterior de
b ~ier!'a tO;Je la pi.nza que se estS aserrando, con el riesgo que ésta s.l1-
te ,.r produzca acc~.d"lltGS gr,')ves.

7.9 !'F~rada o desvío _~_"la s.i.e!!f!.,

~n el objeto que ln sierra se deshaga fácilmente del ~serrfn y para evitDr


que eGta se c!lliente, es necesario darle una ligera incllnaci6n haci... el
trozo que en su periferia necesitll más entradD; si el problema es inverso,
es decir, que.se cnllente más en lo periferia que en el centro, tiene exce-
so de cntr...da. (Fig. 22)

~ entradD se da a la sierra mediante los pernos de ajustes de los descan-


sos del mandril o eje, nunca debe intentarse dnr est~ entrada moviendo los
rieles del C.1rro.

~ entrada que se da ~eneralmente a los aserraderos de sierra circular eS


de 3 milímetros (1/8") en 6 m:bs. (20 pies) IJproxim1damente. En general,
1<J entr",da debe d.1rse por t.,nteo, ''ll que por sobre todo depende de las
condiciones de c'lda I!serrl1dero en particular.

~y varias maneras de dar la entrada a la sierra pero las más fáciles y


seguras son las que se rlescriben a continu-qci6n:

8) SucHe totnlrncnte las ~ufas. HlJga ",vanzar las escu.1dros hasta <,ue una
de cLlas 0uede a 1 pulgada de la sierra. Esto escuadra debe quedar en
la parte del.,nter,q de 1,3 sierrn, oproxirnllC!amente en 1.'1 posici6n de III
gui~; en est'l posici6n, mida exactamente 111 distancio desde la escuadra
hastn la sierrll.

FueVD el CArro h,~sta que 1.1 misTIlJ.l cscu;:¡drt.l quede en la r.,rte posterior
de L, sierrll, ~! Lú'ch T:\1Cv."l;'.GnEe·la C:istonci,-d"sr1c'l, ·c:;c\.!",<1;-o h.1Gt:.. b
sierr'l. ::.:l v'mdril debo ser ajust:;do p~r:' flUq l., ;c'ist1ncln. se.1 1/19"
!nn"or I1tr6s nue lldel.~nte de L1 sierro.
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FIG. 12. forma mtls simple dc dar r ,·crirlcar la <:ncrilda d<' la sierra
- 25 -

b) Ubique UIl.1 escu"dr.1 del cnrro frEmte n1 c"ntro de la sierra" coloque


un suple! metnlico o de ml'lder.~ entre L, escu~dro " el centro de 11)
sierro de modo que toque lif,ermnElnte o _~mbos. ¡';uevll el Cllrro hllcill el r:
bote de trozos hosto que la escu1dra que llevll Ell suple a 6 metros del
centro de lo sierro" tire unl) lienzll desde el borde tr.1sero de ln sie:-
rra hacia el suple, hnciéndolo pnsar 1) 3 ~ilfwetros del extremo exte-
rior de éste. L1 sierra debe njustarse o L~ linea de lo lienza movien-
do el eje y se tendrá In sierra con una cntrnda de 3 milimetros en 6
mElt;-os (i/il n ,m ;.0 pi.Els).

7.10 Control de aserrade,E:!..


Tnn pronto como lo I.,utenciil es aplic.1d.~ se debe controlar las corre!'lS poro
cO!llprob.~r si están trnboo':llldo correctnmente. Luego de un periodo de SOl'-
vicio ú'llis o menos lo!lr~o 1.15 correas en V muestron un estiramiento irregular
con olguno~s corrc;¡.; .,·;1·.1:r;¡j:'G v otras cueltns. PlJra verificar el resbGla-
miElnto, se deben m1re:,l' 101s correDS con una r.1Y.1 de tizo que las cruce;
luego sc ponen en m0vimj,,,nto, con c"rgo, por v,1rios ronutos y se observan
~s diferencil'ls entre ll)s marCnS, si es oue hubiero!ln. L1S peoueños diferen-
dos Sr) puC"",n ,].;]¡er ¡¡,)lo ,~ 1.1 diferente posici6n de los corre.1S cn L1 c.')-
viund dEl 111:" ¡.'ole,ns. Lns 1<.·,1nde:J difcrencios indican resbalamiento de 1.1s
corre·1S y sec::.:i noce~.).1rio i·ecrnpl.1~Drl.1s.

En 1.1 pr:'ictic", no es r"cQ!J,"md.-,ble coloc,1r unD corre:3 nueva en unlJ serie


de corr~.Js U<3 ...¡d':-H3, ¡,i!hJ que sustituirl.:"'G todns.

H~y qU~ ~segurerse que In sierra giere suavemente, njustondo 13S guias si
fuesEl necesario. 3i In sierra golpe:3 o se cnlienta en L1S guios, el eje
puede '·;';'·.1r tore.2.6.o} sicmpre sU)loloiendo (me lo sierro . ;til en perfectns
condici<,ncD. En este C-1S0, es conve::iente h"cer gir"r L~ sierrn por ~lgu­

nos s"t::'.:n']I''' -. eC'1t,rol~lr 1:] temper,1turll de 10:3 desc'1nsos.

Si e 1 r~ ·-.1c:ms'J de ¡·'xl.'TPiento se c.1lient.1 sobre l .• temper.1tura del cuerpo,


el e'::" -.. ;1' ~ -',roboblemente tOl-c:Ldo. Un eje torcido debe ser rectific1do o
reemp1:-·.. dC'. Los desco1nsos de met"l pueden t.1mbién cDlent.1rse si est6n
dem.os! :-,] " .1pretlldos y deber6n ser controlados peri6dicmnente.

7.11 E.i":~ de 1IJ ~I) en el e,ie.

El eje de In sierro1 debe ~uedllr libre dentro del ojo de L, sierr~, pero
sin juego. JÁlS juegos entre Elje " sierra producen cortes "fuera de circulo';
~--~1'-.. . .
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(nrltrn J ,1",
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- 26 ~

Para control~r ln fijnci6n de la sierro, debe colocarse éstn en el eje


y apretarla con el collarín a mano, mediante lo tuerca correspondiente,
luego se debe colocar verticalmente un~ regla recto contrn 10 sierra en
lo zona entre coUarín y la guia, entre el collarín y la parte suptlrior
de la sierra y entre el collarín y el disco separador. Fig. 23. 10
reRLa deberá tocar a la sierra en todos los puntos en igual forma. Recién
entonces. se procede a apretar fuertemente la tuerca. Si la sierra no ~ue­
da recta, después del apriete el problema rndica 6egur~mente en el contac-
to entre el collarín y la sierra.

Corregir el contacto entre la sierra y el collarín es un trabajo de cierta


precisi6n. S6lo el círculo exterior del collarín deberá tomar contacto
con lo sierra, pero tal contacto debe ser uniforme y mantener a la sierra
perfectamente perpendicular 01 eje. ABra verificar 10 uniformidad del
contacto entre el col1P.rín y la sierra es conveniente colocar sobre la coro
de coda collarín una delgada capa de azul de Prusia. Después de apretarse
fuertemente L, tuerca y soltarse, el contacto quedará indicado por marcas
definidas que aparecen en la sierra y en los collarines.

Asumiendo que la sierra gira uniformemente y apenas roza los guías, que la
sierra está debidamente tensionada, que los dientes están afiL,dos y que
todas las partes han sido lubricadas, se debe comprobar que loa perros no
tocon la aierra mediante avances y retrocesos del carro,

7.13 Control de la entr.,da.

Si durante el trabajo, la sierra toca a la cara aserrada del trozo en la


parte posterior, significa probablemente que los dientes no tienen el
recalcado adec~ado y su frente de ataque es mqy angosto. Algunas veces
este problema desaparece cuando se aumenta la entrada de la sierra. Si
o pesar de hacer lo indicodo el problema subsiste, posiblemente existe un
juego lateral del carro cousndo por algunas irregularidades en el riel
guía.

7;14 Control de Dientes y }IedL'¡~.

Si al controL,r la presentaci6n de L, modera aserrada, se compruebn que las


m,r~as de los dientes son rntlY notorias, significo que éstos, L,s medialunas

o ambos, están fuera de línea. Si la sierra es de dientes fijos, el


trabado o recalcado no es parejo.
o
- 27-

El alineamiento o .üturll l~terü de los dientes debe ser controlado ri~


roscmente medi~nte el uso de cnlibres. Los dientes y medio lunos desvi.1dos
pueden ser colocndos en su lugnr correcto golpenndo lateralmente a ambos
con dos mnrtillos, h"ciendo uno de ellos la funci6n de yunque,

Unn me<;lia luno suelto puede reporllrsc provisoriamente dando una serie de gol
golpes, con un mnrtilJ.o de peña, en 111 zona interior de la medialuna.
(Fig. 24)

En los copltulos se hn trotodo todo lo referente n equipos, sus


~nteriores

funciones, su ditribuci6n, su montnjc etc. A continuaci6n se indicará lns


técnicas de trnbnjo oue se deben emplenr p~ro nprovechar llls instalaciones
hnsb agui descritlls.

los trozos pueden nserrnrse según sistcm13, que detcrnúnnn en p.,rte, 18s
propicd~de3 de ln ~1derll resultontc.

Rl FJorendo consiste en hncer cortes en plnh0s tDngencillles a los anillos


de crccilaiento del ~rbol. (Fig. N° 25-~ los vent~jas de este sistema
Gon las sisuientes:

Es más fñcil v de menor costo producir m.,deros de este tipo, o 18 vez que
se origino menor· cantidAd de desperdicios. A ~lgunas moderas confiere un
vetendo superior. Los nudos otrnvieson la pieza en su espesor, presentán-
dose en L,s cor~s c~mo superficies circuUk,res u ovalados. La madera re-
sultnnte presento una menor contrncci6n en el espesor,

L, principal desventaja de lo IMden floreoda es gue debido a llls diferen-


tes tensiones de los Ilnillos de crec~miento, lo m,derll tiende a torcerze
(odoptarse n lo formo de los anillos). (fig. 25 -b)

El cuarteado (fig. N° 25-d) consiste en relllizar los cortes en un plnno


más o menos pornlelo a los radios de loa circulas fo~,dos por los onillos
de crecimeinto del árbol, Este sistema presenta las siguientes ventnjes:
Las piezos tienen menor contracci6n en el lincho, produciéndose en ellns
menor tensi6n y trnbnjo; hoce resaltar el veteado de algunas maderas; la
madera se des,'!.1stll más uniformemente con el uso y no ee .:lstilla (11tH en
pieos y pnrouete). Lo madera se IIgrietll poco durp.nte el proceso de secado,
raz6n por la cu,l, éste puede h~cerse con m,yor r"pidez.
- --
...-:-:::=--=: :-~~:=-- -,~-~--------
MADE.RA f"LoREADA MADERA F'LORE'AOA TORCIDA

®
MADE:RA FLOReADA

I="l~. 26.

UBICACION DE LOS CORTES PARA OsrENE:.R


MADERA FLOREADA O CuARTE. ...... OA.
- 28 -

Especi.1l.mente nI 1:Serr.1r !!laderns durns, es de gran import.~ncia la primero


pcsici.6n de 111S cu"tro cnrns que subsecucntemente se oserrar6n y tiene
mucha influencin en la c~Jntid"d y ca~ id"d de In producci6n. El pobnquero
determina cu11 es In cnrn que aserrnr~ primero y cuol debe ser su posici6n
Al mov,rse un trozo hncin el cnrro, debe inspeccionarlo y decidir en tér-
minos genernles c6mo lo trnbojaró. En todo cnso debe decidir siempre
"serrarlo de tnl forma que se obtenga In m,vor c.1ntidlld posible de IMdero
de altn clllidnd, In oue se encuentra por lo general debajo de la corteza
e~ carla uno de lns cnras buenns.

Como consc~uencin de ésto, debe trnt.,rse siempr~ de ccnse1>,uir tabL,s ,1Ut)

mlntcncnn su a,-,cho en tod., l., c.,r", para .~provech.'r al máxÍl:1o 1" lMdero
dc buena cnlidnd. L1 m1nern do Ilserr.lr neces.1rin n,1r" obtener estos tipos
de b,bbs, cs efectunr cortes p.1ralelos n ln corteza y no al centro del
trozo. Esto no significa que los compensadores c6nicos ten1>,lln oue usnrso
Pon todos lo~ ~~SOD.

8i tmo cnrn que ofrece producir solamente n~terial de baja colid,d ynce
en 01 :'qdo Op'-'0stO n un., c.,ro buena, 111 car" IMln puede colocllrse de modo
que sen ,serrada prÍIT~ro sin uSllr los n~1ratos pllrn 'serrar en forro~ c6nic1.
f~lamcnte deben SDcarsc 2 O 3 piezas cortnd1s, es decir, los suficientes
pnrn lor,rnr uno suje~i6n firr"c cuando el trozo se voltea en 180 0 y eSIl
caro ~~la se coloca contrll L1S escu,dras. Luego, 1, carn buena, nutom1;ti-
cnmante est 1r;\ p"ralelo n 1.~ cortez., P..!1 todo el L~rr:o del trozo.

Pero cl nprove:hm:ti ento r.;,1ximo de un trozo no dePende sol.qmente del T"'llnn-


<'uero, sino t;'l. ¡,·;.6<: cel troz"clo '~uc SI. .:':fóct(i..~ e,cl árbol dontro ,del bosCJue
rrdsrno.

A continu'lci6n se d.'n 'llcunns ide.1s ¡::en¿rnlcs »,r., trozar árboles tipos


y In formo de oaerr.,do r;uc hay (¡ue efectuar "nrl1 el nprovechnmiento m~ximo

de trozos obtenidos.

Estn forw~ de trozar ~rbolcs se er.;nlen en todos los pnises "ltomente indus-
trinlizndos y os ~y conveniente de oue se introduzcl1n estos métodos en
ChUe, poro por)er nsi !1umcnt.'r el rcndin1i.ro:-,to do lo m.,dera, especin1mente
lo del bosoue n1tivo.
- 29 -

otro fsetor import~nte en el ~serrndo racional de trozos, es considerar


las partiduras anuL~res y rndiales que puedan existir en ellos. Al colo-
carlo sobre el carro, rara efectuar el primer corte, habrá que considerar
naturalmente ambos extrerr~r.. Lo mt~mo es válido para los cortes posterio-
res de manera que es aconsejable ~UG el palanquero observe siempre los
2 extremos del trozo.

Los trozos que aparentemente no pueden producir sino material de baja


calidad, deber~n ser aserrados en toda su extensión poniendo poca atención
a la poRición del trozo. Gener'!1Jnente es buena idea, hacer basas aserra-
das en 2 caras con esta cL1se de trozos, y empezar luego a aserr~rlo a
todo el J..lrgo par'! que de este modo l-~s t.1J:.~ 10 l'eou.lten en su IMyoria
bien eacuadrllJ'13 :' n.~ re5ulten unn CI1¡"e:a adicional pare la canteadora.
Por lú dcw4a i muchos de e~tos trozos de bnja calidad pueden tener centros
en tuen estndo y es posible obtener durroientes o rr~deras de construcciÓn.

El tij"" Ú' ;í)"~nl que aparece en h Fig. N° 26 es un tipo muy ccm11n de


encontrl1r en los bosques r.l1turales de Chile. Corno se indica en las misma
ficura, se tendrán trozos con rendimientos buenos y malos. Se trata sin
embargo, de mostrar la fOrffi8.de obtener el mejor aprovechamiento en cunnto
a calidad y largo se r~fiere.

Los trozos N° 2, 5 y 6 pueden cOl1sider,~rse COIOO treos largos y de


buena calidnd, con un alto rendimiento, mientras del trozo N° 4 se obten-
drá madera 1l1rga soll1mente de 3 caras y mnderl1 corta de la cuarta cara.
Ser<'i necesari.o <lSerrnr todos estos trozos con la c.gr., de la corteza p.~r.l­
lela a la linea de corte, dejl1ndo de esta forn.1 en cunrt6n c6nico centr.ll
con madere de baja cl11idad. (Fig. N° 27)

Los trozos N° 1 J' 3 se consideran como maderas de b~ja c~lidad, pero, sin
em~rgo, se podrá sacar de ellos maderl1s de buena calidad siempre que senn
colocldos sobre el carro y aserrados posteriormente con el cuidado neces.a-
rio.

El trozo N? 1 debe ser aserrado con la corteza parnlela a la linea de


corte en ~UD 4 car~s, cortando el cu~rt6n cónico centr~l que tiene mndera
de b~ja calidad, nl final (fig.N° 29 y 29)

El trozo N° 3 ieu~lmente deberá ser aserrado con su carn de corteza para-


lela a 11'1 linea de corte, colocándolo de tal forma, que la parte con los
Lxtrt'llltl '¡t'I~~,ldll
ClIrrl111l h ,KI,I ,!fLl('r,\

T.lh!.-, II ClIoU"'lll t'l~n


.111('ho ... igU.lk'" t'l1

.:llllho!o> <:X(f"IIh.IS,

1..\'" ('lI<llro l.',lr.1S .... t· con,m de.: I.l mi',nl,l


fllrl1J.l dt'j,lnc.!o 111\ l·\Iilrt<-·)!1 l.'\,·'flit'u COII

1ll.ld<.:r,1 dl' h,lj.1 l.",dlll.ld ('11 ,,1 <-"tutro.

f'IG.27.

Extremo d,' 1g'lIlo


t'Drri,io h.lCi,l ~l(ll(:r,l

Í1M, \\~\\~,

L'lS I CiH;l~ ('\111 L.l t'ortez,l I'.lr.l-

Id,l ,1 Irl J lk cort<' (k·j'lntio


ífl(',l

1111 ('1I.Irtt·\I1 <.:úllil.·.. ti" Ill.ldl'ra dl'

I\h jll \ haj"l l·.U idad." p.n.l .... l·r c1<thor,ldo


pos t ('n orn¡l.· r¡ ( ' .

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~=1~'1

FI('l.2.8.
IIOli

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d¡i; \'\, j,l,
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I, Anchoe 7 diatAnc1u del


( oorasóp 1~e.

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i
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I I
"1'1
,.

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'
I Se cortan las 4 caras de la 111_
t'Orlll& dejando un cuartón cónico
central de .-dera de baja ca11dad
que p¡ed. eer cort.ado poet.er1ol"lll8l1- '
te "

I
'/
;' , rI,
¡' \ I ' I
";\ 11
,
1,

-~ ,
~~/-'\
(( )
FIG,Z.9,

Ancho 7 distancia del cor~zón


eon 19uales.

Cara de la corteza paralela


a la linea de cort.e.

Se cont~ cortando tablae o


t.ablone. ~.ta llegar al cora-
són o a adera baja calidad•

.\st:rm~lo paralelo a la c:orleza


- 30 -

dos corazones esté afirmAdo con ambos extremos de la bifurcac16n, (Fig.


N° 30), de jando una cuña largn, que puede ser utilizada para cortar de
ella rnDdera corta y de baja calidad o considerarlo como deshecho si se
tratara de un largo muy pegueflo y de un tipo de rnDdera de poco valor
(Figs. N° 31 Y 32)
...,
v/
I
Tabla o tablones de ancho
igual en &mbos extrel108

\'
! Cara de la corteza parale-
la a la l!nea de corte

Se combina cortando tablas


o tablones hasta llegar al
corazón o a la madera de
baja calidad

Colocar la basa de III&nera que

\VI
la cara de corteza quede pa-
ralela a la línea de corte

\ I
'., I
\ I
\ I
\ I
\ Se da vuelta la basa y se cor-
ta la otra cara en la misma
ro~

\
I

FIG . .31.

As('rfíHlu ¡k un ((OZO cónico


La Fig. N° 33 muestra otro tipo de ~rbol, que se encuentra muy frecuente-
mente en los bosques nativos.

En el trozo N° 1 la posibilidad es que el corazón no se encuentre en


m,~yor

el centro y por tal razón debe ser cortado .(¡e lo forma indicada en la
Fig. N° 28. La mejor calidad de madera se obtendrá de la parte que tiene
mayor distancia entre la cortezll y el corazón.

En el trozo N° 2, que es un trozo curvlldo, deben cortarse primero las tapas


CurVIlS. La basa Que queda se cortará con la cara de la corteza paralela
a la Unea de corte. (Fig. N°31¡.)

El tipo de árbol dibujado en la Fig. 35 se puede encontrar a menudo en


las especies de madera dura,

Los ganchos deben ser cortados y los cortes para obtener los trozos deben
efectuarse en la parte donde han estado los ganchos (cortes a-a) o, en
el caso que los ganchos sean muy erandes, es conveniente efectuar 2 cortes
y dejar este pedazo nudoso en el lugar de volteo del árbol (cortes b-b),

El trozo N° 1 se cortará según las figuras N° 28 y 29.


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Fl'rllla l11.i~ .td(·ctlilda de Huza Ul1 .irhuJ ('UlTlo (.) inJil',lll{)


En la Fig. N° 36 se puede apreciar un árbol dañado cuyas ramas o ganchos
se han caído, arrancando también parte de la madera del tronco, y en estas
cavidades ha entrado la putrefacción. En un caso aéí, el árbol debe ser
aserrado de tal fo~~, que se puede cortar de los diferentes trozos madera
buena y larga por un L1do y madera corta en el lado dañado,

El tronco N° 1 tiene grandes nudos en la superficie y debe ser aserrado,por


lo tl1nto, según se indica en las Figs. 36 (36-a y 36-b), para obtener el
máximo de madera de buena calidad.

Para obtener el mñx1mo de madera de buen~ calidad de los trozos N° 2 Y 3


deberán ser cortados de la forma indicada en la fig. 37a, b, y c.

Los ~rboles con laa base~ dañadas por el fuego presentan problemas muy
especiales. En lo posible hay que tratar que la parte dañada a~1rezca
solamente en un trozo. Sin embargo, puede presentarse el caso ~ que
la parte dañada es tan larga, de manera que habrá gue repartirla en 2
trozos (Fig. N° 38).

En trozos como N° 1 Y 2 de la Fig. N° 38, generalmante se obtienen los


mejures resultados colocando la parte dañada por el fuego hacia arriba
y efectúando cortes con la carll de la corteza par.alela .'1 la línea de
corte. Una vez hecho esto, se da vuelta a la basa y se eliminará el
resto de la porción dañada. (Fig. N° 38 a y b).

El resto de la basa se aserrará como se indica en la fig. 38 c y d.


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Hasta aquí, se ha visto las formas de aserrado de trozos con defectos


exteriores, se analizará a continuaci6n los trozos con partiduras o ra-
jaduras radiales.

El primer caso será un trozo que tenga una so1& partidura radial y exten-
dida a todn su largo. Estos se colocan generalmente de tal manera.~ el
carro, que la partidura forme un ángulo de 90° con la sierra (fig.390)

Los primeros cortes se efectuerán con la ca~a de la corteza paralela


a la lInea de corte para obtener así tablas que tenga igual ancho a todo
su largo. Al llegar 11 la partidura .se girará en 90° y se seguirá cortan-
do según las indicaciones de la Fig. 39-b hasta 39-d. Quedará un
cu.~rt6n c6nico central; si se tr(lta de madera de brljo·· calidad, las péz--

didas no tienen mayor importancia. Tratándose de madera de buena calidad,


y que llegue hasta el coraz6n, se cortará según se indica en las figuras
N° 39 e- f- g Y h, cuidAndo siempre que el corte sea con la cara de la
corteza paralela a la lInea de corte, o sea corriendo el extremo delgado
hacia afuera.

En el caso que existan más de una partidura, o que la partidura se des-


viara en diferentes d~recciones, se colocará el trozo de tal manera sobre
el carro, gue la partidura mayor o la más extensa esté parl'llela al mismo
y se procede según los métodos indicados en la· Figura: N° 39.
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FIG.38.

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En el caso de 2 partiduran radiales principules cruzadas, o que las par-


tidtrra sea horizontal en un extremo y vertical en el otro, la colocaci6n
del trozo sobre el carro depende del tipo de madera aserrada. que se de-
see obtener (cuartones, tllblas o tablones en corte floreado).

Si se desea, por ejemplo, obtener tabhs delgadas en corte de tipo cuar-


teado, es aconsej~ble partir primero el trozo por l~ mitad y cortar pos-
teriormente las 2 mitades segdn se indica en la Fig. N° 40 a, b, c y
d.

Si se desean, por el contrario, tablas ~1s gruesas y en corte floreado,


conviene colocar el trozo de tal ~1nera sobre el carro que las partiduras
formes una X y se prosigue segón se muestra en las figuras 41 a, b, c y
d. Tratándose de un trozo grande que requiera doble sierra, los cortes se
efectuarán eegdn figura N° 410 Y figuras 42 a, b, c y d.

Si se usa el método indicado en los figuras N° 41 a, b, c, y d, se oh-


tencr6 del centro del trozo. una cufia de madera de baja calidad, que puede
ser cortada en la partidora, o se puede correr el extremo delgado de nuevo
hacia adentro al allegar a la madera de bajo calidad y terminar de aserrar-
lo en el mismo banco. Si se usa el método de las figuras 42 a, b, c y d,
se terminará con un c~1rt6n c6nico o rectangular el cual se puede cortar
de la misma forma que la cufia del caso anterior.

El cnso más complic!ldo se presenta en trozos que tienen partiduras anulllres,


Cuando se tiene un trozo de este tipo, éste deberá ser colocado sobre el
carro de ~1nera que el máximo de madera de buena calidad puede ser cortada
de cada cara. Eh vez de los 90° que se usan generalmente para tumbar un
trozo, hay Que hncer esto en ángulos que estén comprendidos entre 25° y
125°, para producir maderrl de ~ltn calidad. Cada vez que se tumba el tre>-
zo hay que correr el extremo delgado hacia afuera parll efectuar cortes
con ¡Il cara de la corteza paralela a la l!nea de corte, (Figuras 43 a, b,
c, d, e y f. En trozos que caigan dentro de este caso no s610 habrá que
fijarse en el primer corte, sino también en los cortes de cualquier posi-
ci6n para poder obtener un alto rendimiento del trozo.
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S.3 r~todos de Aserreo se?ÚTI_el Dinmetro.

En muchos p'11scs igul)l que en ~ile el precio de "cnt", de t",bL~s y t&-


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blones I)nchos (por encjml) de 12 pu~gl)dl)s) no es lo suficientemente nlto
p."lr."l r':""nd"'::'..lrlos C(l f~,l.1 k:'3 c."mt:lt:,:ldC3. AdeIM3, se tiene unD pérdidf.l mo:--'
yor en cur,r.to ,1 p,1rtidurns y otr,ns flll1,1s de ;··,-n"ra que o 1,1 industria
en r,encral y p~r", mucblerlos en especinl, 31)1e m~s barlJto ensnmblar ta-
blas dc menor IJncho.

h, producci6n de t1blAs o tnblones con un nncho comprendido entre 6 y


12 pulgndns es la m1s provechosa.

El métooo de nserr",r un trozo Tlnrn ln obtenci6n m.1xima de r,>adcrll depen-


de Ilhorll del diámetro del trozo. Asimis~o, de~~nQe de los diámetros de
las sierrns princin11es y volndorlJs.

1.9 mnder1 <1ue se cort.1 de l.1 primerr, c<lrn debc, en lo posible, ser cortodll
en t .1hlns delg.1des, La pri.mero rozón es g,:mr.1ll':io de tlnterial, y lo segun-
da es que un1 tI) bl.1 con cllnto muerto es m~s .f6cil de mnnejar en el ·1serr·,...
dero que un cu.1rt6n de cantor. muertos. Diferente es cU,1ndo el trozo :rf.l
se hn nserrndo en un1 Cllrl), YIJ 0ue los cunrtones que de Ilhl se pueden
sllCar, son fl)ciles de. ~nejnr y encnstiJlnr.

Si se tratlJ de un trozo de gran dijrnctro, como ser de 0,90 1) 1,25 metros


es nconsejl)ble efectu~r cortes como los que se indiclJn en 113 figures 440
hllsta f. De todns manerns se debe, ~l efectUlJr el primer corte"colocnr
el trozo con su n~rtidurl) horizontal.

TrlJt~ndose de un dif,metro ya menor es aconsejable hncer el primer corte


con ln cara de la corteza p.1rlJlell) a 1;:1 linea de la sierra y colocar el
trozo de tl)l forma, que unn eventunl pnrtidura principal, esté coloc1dIJ
verticlll, Se sifue cort.1ndo como se indica en las fieur,1S N° 450 hr.stn r.

fu el de bs figur.1s N° "5 b Y d el extremo dele~do del tro7,O se Ce>--


c~so

rre sol,1mente h mit"d hacin afucrn. '8n el cnso de lIJs fir,ur.1S N° 45 o y


45 e el extremo delgado se corre tot,llmente h(lci~ ~fuera (cara de la cartEro
za pnraleb D ln linel) de corte).

Parn di6metros pequeños de 0,30 a 0,60 metros el método m1s provechoso


es el indicndo en ll)s figuras N° 46 a hl)sta d. En las figurns N° 46 y
46b se corre el extremo delgndo III mitnd hncin afuerlJ, En las figurlJa
N° 46 e y 46 d, el extremo delr,ndo es totalmente corrido hacia ofuer~ hlJ-
eiendo que la CDrn de la corteza q\ede paralela a la l1nen de corte.
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- 36-

0.4 Recuper~ci6n de Tablas Defectuos~e.

Es imposible obtener de un trozo solamente madera de buena calid~d y sin


defectos, mucho depende de l~ mndera de aserrar un trozo, o si ~parecen
o no, fallns, como nudos o partiduras. Por otra parte, no siempre ea po-
sible tumbar el trozo o la basa en una forma que no salgan tablas, tnblones
o cuartones defectuosos. Cuando se tenga madera defectuosa, los operadores
de la partidora, canteadora y despuntadora queda~ encargados de obtener
el máximo de provecho de la ~dera.

La forma de conseguir un mayor aprovechamiento es cortar piezaa delgadas y


largas o, anchas y cortas, o en general, cualquier combinaci6n que permit~
dejar las fallas a un lado, con una obtenci6n ~xima de madera de buena
calidad.

L1S figuras.N° 47 y 48 muestran la forma correcta de aprovechar piezas

8.5 .!J:'odycci6n de Madera Corta.

Existe un mercado Que hasta la fecha 6e ha aprovechado en muy pen.uefia es-


cala por parte de los aserraderos. Este es el mercado de maderas cortas.
Exieten una infinidad de mueblerías y otras industrias que necesitan para
au trabajo, tabL1s, tablones o cU1rtones cortos, Hasta la fecha eatas
industrias reciben una materia prima en tamafios largos, viéndose cbl1gados
a recortarlos a las medidas que ellos utilizan.

Si bien es cierto Que algunas de estas industrias ya reciben la madera


cortada del aserradero, no es menos cierto que esta se recorta generalmente
de tablas largas, en el aserradero y en pocos casos han sido aprovechados
trozos de largos menores.
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-37-

e.6 ~accione5 por secado de la mad~.

Es no~~l que la madera encoja al secarse, pero.si este encogimiento es de-


masiado rápido o desparejo, se producen grietas. Si bien las condiciones
atmosféricas no estón sujetas a control, se pueden controlar algunas de las
condici.ones que prevalecen dentro de las pil~s de madera aserrada, ajustando
los espacios entre ellas y aquellos que hay que dejar dentro de la pila misma.
El secado se retarda dejando esp~cios más angostos entre las tablas, lo cual.
influye en la reducción de la mc,gni.tud de las defectos que acarrea el secado.

Cuando la pérdida de humedad baja del punto de saturación de las fibras,


la madera se contrae. De hecho, el proceso de contracción se inicia en
cuanto la madera se comienza a aecar antes que el contenido de humedad pro-
medio llegue al 30%. Esto se debe a la contracción de :'IS capas superficie-
les, cuyo contenido de humedad está debajo del punto de satur~ci6n de las
fibras, estó en proporci6n directa a la cantidad de sgua perdida. En la
práctica se puede considerar que la contracci6n, está en relaci6n con el
contenido de humedad.

I~ contracci6n varia según la especi.e y las direcciones que sigue la fibra


y que son: tangencial, radial y longitudinal. La contracci6n tangencial,
que es paralela a los an~llos anuales de crecimiento, es bastante mayor que
la contracci6n radial.

L, cont r acci6n longitudinal ( a lo largo de la fibra) por lo general es muy


leve, 0,1 a 0,2 por ciento.

En la fip\~a
N° 49 se pueden apreciar las contracciones que se producen
cuando las piezas se úbtienen de diferentes secciones del trozo.
\c<llll1ladul'u

\1'(ll.If·adIlI'U

ElIl·llrvudllru

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1="IGi. 49.
- 3a-

$.7 §9bredirnensiones de la madera aserrada,

La madera recién aserrada debe secarse para posteriormente mandarla empa-


ouetada a su destino.

Esta es una de las razones rnálf importantes del 30bredirnensionamiento de la


madera que se aserrea, pues, al producirse la evaporaci6n del agua, en el
proceso de secado, ésta se contrae.

Las contracciones no son uniformes, de modo que en una pieza de corte flo-
reado la contracci6n mayor se produce en el espesor, mientras que en una
pieza de corte cuarteado, es producida en el ancho.

DI la t~bla incluida a continuaci6n, basada en la norma INDITECNOR 3O-110


aparecen las sobredímensiones exigidas para madera aser~da con 30% o ~s
de humedad.

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Dímensi6n nominal Sobredimensi6n (pulgadas) T,
(pulgadas) espesor ancho

3/4* l/a l/a


1 l/a l/a
1 1/2 l/a l/a
2 l/a 1/a
3 3/a l/a
4 3/a 1/4
5 3/a 1/4
6 1/2 1/4
7 1/2 3/a
a 1/2 3/a
9 1/2 1/2
10 1/2 1/2
12 1/2 1/2
14 1/2 1/2

(*) 8610 p"ra el pino.


En cuanto a las longitudes estandarizadas de las piezas de madera aserrada, és-
ta~ sou las siguieutes;

4 1 , 5', 6', 7', a', 9', lO', 11', 12', 14',16', la', 20'.

Las maderas aserradas deben tener un exceso núnímo de 2" sobre sus longitudes
nominales.
- 3~-

9.- ASERRADO DEFECTUOSO; CAUSAS Y CORRECCIONES.

A través de todo el estudio se ha estado determinando normas y métodos de


tr~bajo y montaje para que el producto aserrado se obtenga en mayor volumen
posible y en su mejor calidad.

No obstante, en este capitulo se repetirán algunos conceptos ya expresados


pero que sirven principalmente para enfrentar un aserradero que estd funcio-
nando y que tiene problemaa en la calidad de su producto.

9.1 ~ncam1ento de los rieles.

El desalineam1ento de los rieles es una causa muy frecuente de aserreo


defectuoso. Se puede controlar permanentemente, instelanjo una lienza
o alambre a lo largo del riel guIa. Esto permitirá.observar en cualquier
instante las desviaciones que se pudieron producir.

Existe también el juego lateral de éstas ( y del carro). Es posible


comprobarlo Bolpenndo transversalmente el carro y observando si existen
juegos anormales en las ruedas de este o en los rieles. Estos últimos
deben estar completamente rlgidos y solidarios a su larguero porta-via.

Los defectos indicados desvlan la sierra produciendo dimensiones distin-


tas entre los extremos de la pieza. Aunque no se debe olvidar que la
sierra también se desvla cuando trabaja sobrecargado, cuando la velocidad
de avance es excesiva, cuando se aserrean maderos muy duras o se dan
cortes muy profundos. Obvi!lJ!lente, un diente mal afilado influye también
para que la siurra no corte la linea.

9.2 Trabado y afilado de los dientes.

Un diente de sierra en malas cond:lc iones produce fatalmente un mal pro-


ducto. Se debe cuidar constantemente su mantenci6n, procediedo a su
afilado o reemplazo cada vez que la sierra acuse dificultades para el
corte.

El afilado de los dientes de una sierra circular de aserradero se efeo-


túa generalmente en su mismo eje, usando una lima. Es necesario tener
cuidado al pasar la lima, pues, el canto cortante del diente debe quedar
perfectamente a escuadra con el cuerpo de la. sierra. Generalmente,
bastan unas cinco pasadas de la l~ para que, el diente quede afilado.
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11I11l':-.frall (:11 E F. (~y " rl' .... p<.:<.:ti\·,'Hl(·ilIC.
- 40-

Nunca .hay que afilar el diente pasando la lima por la parte posterior del
mismo.

En la figura N° 50 se muestran algunas formas, correctas e incorrectas de


afilar los dientes de una sierra.

Es común encontrar en los aserraderos, q\re'. los· d:iL'IltC,S :de lá s:turrd ticnun
un lado ~s alto gue el otro. Los p"18nqueros recurren a esta ~ct:l.'t:"
cuando la sierra se carga hacia uno u otro lado, debido a gue ella se
encuentra en mal estado. Valiéndose de estos métodos solo se consigue que
la durnci6n del diente sea s6lo una fracci6n de lo normal pues los prob:j.e-
mas continúan cuando los dientes pierdan filo, ya que como se mencion6,
el mal está en la sierra y no en los dientes. Ser6 necesario en conse-
cuencia, retirar la sierra del eje y repararla adecuadamente en un banco
apropiado.

9.3 Velocidad de avance.

La velocidad de avance deber aquella que produzca un aserrín grueso en todas -


las profundidades de corte Contando con potencia suficiente, el l!mite
de la velocidad de avance ent6 dado por la garganta del diente. k3 tabla
inclu.1:da a continuaci611 permite determinar la velocidad de avance adecua-
da para las sierras de aserraderos. Simplemente, se multiplica el número
de d:lentes de la sierra por el factor dado de acuerdo al tipo de diente de
la sierra. El resultlldo darñ el avance del carro por revoluci6n de la
sierrr medido en pulgadas. Por ejemplo: una sierra con diente tipo 2! de
54 dientes requiere un avance de 4,05 pulgadas por revoluci6ó cuando el
alto oel corte es de 8 pulgadas ( 0,075 x 54 = 4,05),

Si la potencia disponible no permite usar el avance recomendado, se podría


lograr alguna mejuría reduciendo la velocidad de la sierra o usando una
sierra con menos dientes.

------Factor de acuerdo
Tipo de diente I I ,
a alto del corte
I
8pul~ns lO pulgadas 12 pulgadas 16 pulgadas
I i
2 1/2 0,075 0,060 0,050 0,OJ8
F 0,10<1 0,0<16 fl,072 0,054
BY3 0,13<1 O,UO 0,092 0,069
D 0,147 0,118 0,09S 0,073
t _ . .2- 1/2 0,200 0,160 0,133 O,l-ºº--
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F!l; ,,1 \\,11I~:1.: 1"'1.: 1Il,I!er.1 l"lIUlI,l \Ill.!l.l dl' 1.1 "'¡l·.r.l
-41-

Una velocidad de avance pequeña, desperdicia potencia y baja el rendimiento


de la operllción. En cambio una velocidad IMS alta que la tolerada por la
instalación, daña en primer lugar a la sierra, y en seguida al producto.

En la figura N° 51 se esquematiza el concepto de avance de la madera. Como


se puede apreciar, cada diente to~~ su parte de aserr1n hasta producir el
avance total en una revolución completa de la hoja.

9.4 PotencÍll.
Una buena guía para determinar las necesidades de potencia de un aserradero
de sier~a circular, la proporciona la serie de estudios publicados por los
Forest L8horatories of Canad6. En esos estudios 6e encontró que la fuerza
que se necesite en el eje de un aserradero varia directamente, no sólo con
la profundidad del corte, sino también con la densidad de la ~~dera.

Prn:fl'.m!:lc1.ryr:! ¿,~ corte (~ulp;adas)


Densidad -----, ---,-----1
2 ;, 4 6 II 1(. 10 12

Po'.; en cilJ en HP
I
0,34 10 20 29 39 49 59 6il
0,41l 14 29 44 59 73 1l1l 102
0,55 16 33 4El 65 79 95 III
0,56 18 37 54 71 119 106 123

Los valores del,cuadro anterior se refieren a la potencia que necesita el


banco principal, para efectuor los cortes señalados, es decir, si se desea
mover otras m6quinas, se debe adicionar la potencia que ellas requieren.

Como consecuencia, 150 caballos de fuerza no es demasiado para una unidad


motriz en un aserradero que C0Y'~" especies durl1s, con 1" sien'a trabajando
a m.~s 'l~ hoo R. p.l'~ Y ae. :n.·~3 1,,5 trIJ''i"i..n.'1S accesorias G:.le tr;:.baj.~m en CO~
binación con el banco principal.

Sin embargo, puede lograrse un ahorro de potencia, bajando la velocidad.


Por ejemplo: si se reduce la velocidad de la sierra de 700 a 400 R.P.M. se
obtiene un ahorro aproxim~do de l1l% en La fuerza requerida. Esto tiene es-
pecial importancia en un aserradero de escasa potencia. CUlJndo se hace ese
cambio de velocidad,.L1 sierra se debe tensionar nuevamente para adaptarla
a lo nueva velocidad.
- 42-

A continu~ci6n se dan algunos valores de las densidades de las maderas


chilenas m~s conocidas y el pino insigne.

Alomo 0,32 - 0,3' Luma 0,95 - 1,15


Avellano 0,41 0,43 Olivillo 0,47 0,50
C.onelo
Coig{fe
0,46
0,4El
- 0,47
0,62
Raulí
Roble
0,49
0,4B
- 0,52
0,65
Encina 0,66 Tepa 0,1,1 0,52
Eucaliptus 0,61 0,72 Tineo 0,57
lAurel 0,40 - 0,56 lllino 0,4El - 0,60
Lingue 0,49 - 0,59 Pino Insigne 0,45
A.lerce 0,42 Aroucoril:l 0,47 - 0,54

9.5 Comportamiento ~~J:!LSit:!.~.


La forma en que acMa la sierra dará la clave para vario;3 posibles difi-
cultades en el corte de le madera.

Si la sierra se cnl1ento en el centro puede significar:


1.- Que los descansos del eje están demasiodo apretndos o ~ue necesitan
lubricaci6n. Los rodamientos corrientes habrá que lubricarlos cada
:3 meses llenando la mitad de las cnvidades en ambos lados. Una lu-
bricaci6n excesiva también puede producir el calentamiento del cen~
tro de ll, sierra. En todo caso, conviene regirse por las instruciones
del fabricante, si las hubiera. (Descansos de bronce o de.metal blanco
por lo generol deberán ser aceitados :3 o 4 veces al dfo).

2.- Que la sierra tiene demasiado tensi6n pora la velocidad a lo que se


está trabojondo. En este coso, o se aumento la velocidad o se elimina
tensi6n.

3.- Que la sierra no tenga la entrada suficiente. Esta entrada debe ser
verificlld., y corregid., o l/El" en 20 pies si se encuentra que no (lS
suficiente.

4.- Que el eje está torcido. La prueba consiste en I:lflojar los perno~
que sostienen el rodamiento delantero del descanso y luego observor
el comportamiento del rodamiento mientrl:ls se mueve o mano lo correo
de trQnsmisi6n principol. Si el rodamiento se mueve de arribo para
abojo, o de L,do o lado, está torcido el eje y se necesita uno nuevo,
o un enderezamiento adecul:ldo en un taller mecÁnico.
- 43 -

Si la sierra se calienta en la orilla puede sir,nificar:


1.- Que lA sierra tiene pocn tensi6n nara la velocidad a la que se está
trabajando. Debe reducirse la velocidad de la sierra o aumentar la

tfmsi6n.

2.- Que la sierra tiene de~Asiad8 entrada. Debe verificarse la entrada


y reducirse a lo necesario.

3.- Que ln sierrn toca el trozo, porque los collarines no están ajustados
debidamente. El collarín debe repararse.

1,.- Oue hs gul.~s est6n mol ajustAdos apretando la sierra en uno o ambos
lados. Ajustar hasta casi rozar A la sierra.
5.- Oue los dientes de .10 sierra están poco recalcados. Se hace necesario
un nuevo recalcado.

6.- Qu.e la sierra ha quedado cubierta con resina y necesita limpieza.


Puede limpinrse con petr61eo o con algún compuesto comercial.

7.- Que los dientes de la sierra están nfilados incorrectamente, l~s

partes de atrás de los dientes pueden estar dem1siado altas.

a.- Que las orillas de las media lunAS se hlln desgast'1do y permiten que
se resbale el aserrín entre la sierra y las caras cortadas. O bien
las medialunas se escuadran limándolas o, si están demasiado desgnsto-
das, deben sustituirse por nuevas.

No debe. contrarrestarse la tendencia de la sierro a calent'1rse, h1ciendo


que una corriente de oeua caiga sobre ellas cuando esto está trAbajando,
pues ello s610 sirve nara ocultar lo dificultad, no para corregirla.

Una sierra caliente tiende a vibrar y a hacer un corte demr1siado Ancho, o


bien a desviar el corte sin seguir la línea recta. Se debe averiguar la
causa que produce este calor y corregirlo.

Si la sierra muestra tendencia a desviarse h~cia adentro o hacia ~fuera

del trozo puede signific.or que:

1.- Los dientes puoeen no haber sido afilados derechos o que fueron reca1-
c~dos m~w hacia un lado que hacia el otro.
2.- Puede quP- la sierra no esté absolutamente o plomo. Si lo sierro se
inclino hacia el corro tendr6 lo tendencia o desviarse hacia el trozo;
si se inclino hacia lo curefla (·mtonces se desviará hacia la porte ex-
terior del trozo. Prpctx, ~i 1.0 sierro está o no vertical con la l1neo
o plomo.

9.6 'pérdida de: la '<.'?E.~1. de la m'l.d_~.

El Control de La exactitud en los dimensiones de la m,dera y l~ correcci6n


de sus follas, debe convertirse en uno práctico diaria. El mejor lug~r
paro controlar L, mndera en sus escuadrías es aquel donde la ~dera se va
apilando antes de encostilLorL1. Un hombre con un poco de experiencia pue-
de saber, a simple visto, si la m3dera tiene escuDdrí09 aceptables, en todo
caso debe usar lo huincha de medir o los calibres del caso.

DLnndo una tabla refleje mejor que otros 1.1S inexactitudes debido o falL,s
mec~nicas, es necesario poner especial otenci6n y ubicar Lo causo a medido

que lo falla se repito. Cuando se produce ocasionalmente alguna pieza dema-


siado grueso o demasiado delgado, o que varíe de espesor en lo tabla misma
se debe probablemente o que el palanquero no puso cuidado en el avance de
1.1s escuadras p se introdujo un.1 astilla entre el puente y lo escu.1dro u
otro ~oz6n similar que son normales en lo operaci6n de un banco. Si se
encuentro, sin embargo, uno vorioci6n regular y continuo en.las escuadrías
de las piezas, es necesario encontrar lo causo y remediarla.

!~los alineamientos entre lo sierra y el Carro producen piezas con sus


cantos de espesores diferentes.

Lo caro de la escuad~o debe estor perfectamente perpendicular o los puentes


y paralela o lo sierra. Paro controL1r este alineamiento es necesario usar
uno escuadra gr~nde que se debe colocar entre el puente y lo sierro. Esto
opp-rnci6n debe repetirse con todos los puentes.

Lo ccuso de lo no aLineoci6n puede estor en los rieles, el cerro, o el eje


de L1 sierra. El camino más simple paro corregir estos aLineamientos es
nivelar los rieles, pero si la follo está en los escuadros, ellos deberán
ser reparados. Generalmente, existe demasiado juego entre el pifl6n y las
crcrrml1eros de 1M escuodr.os que hoce que éSt.3S se lev~nten cu~ndo el
trozo qued~ firmemente tomado por los perro, perdiendo en consecuencia su
oLineaci6n.

Una t~bl~ con c~nto m1s delgado que otro, se puede producir tombién cu.1ndo
se saCan lns primeras piezas de un trozo. Lo cnro redond3 del trozo se
apoyo en los escupdrns y a ~enos que esté firmemente to~do, se producirá
un deslizamiento del trozo después del primer corte. Lo soluci6n será
co10cor los perros ~ós afuer~ y npretar19s firmemente.
- 45 -

1ll v.,ri.,ci6n de esnesores o lo .L.,rf,0 de un" piezll puede deberse ., perros


sueltos, torcedurn de los rieles, juego entre el csrro y el riel guia, juego
entre el descnnso y el eje de III sierro o m,lll fijllci6n o olineoci6n de la
sierra..

9.7 C~U6~S de ruido en lll~:!IlS~.

Paro controlllr lAS posibles rllzones de ruido en las gu1lls, es necesllrio


llbrir lns gu:!ll~ hAsta que los pllslldoree de gu:!ll mucstren unll luz de l/lO
de milimetro. Luego es necesnrio hllcer girllr II meno lo sierro y hllcer uno
marco donde éStll toque Il ~, gu:!ll. ~quese 10 sierra y co16quese Ilhorll con
1ll rnllrca opuesta a 1, guia, sin mover el eje. NueVllmente h~gnse girllr la
sierro ooservondo si tocn II 1, sierrn. Si el contocto es en el mismo punto
onterior, 1, CllUSll del ruido est~ probnblemente en ln sierro; si el contllcto
es en lodo opuesto a 1, m,rcn, lo couso está probnblemente en el eje de lo
sierro. Lo CnUSll genernl puede ser verificodll colocando otrll sierrn y
uSllndo el mismo sistema de control

Unll sierra que hngn ruido pero que no se cnliente en su periferill, puede
trnblljllr bien, pero, genernlmente lo ~~derw sllle rllyodo, por lo que conviene
que el Jefecto sen corregido II 1, brcvedad posibJe. Los irreguloridndes
en llls sierros indicnn comunmente que lo sierrn debe ser m,rtilllldll.

La cnncho porn el secado 01 aire de ln rn.1dern llserrndll, debe estnr en lo posible


cerco del llserrodero, con cl objeto de llcortar la distnncia de nrrllstre entre
éste y la cllnchll.

El lugar nk~S apropiodo es un terreno alto, porejo, sin malezos, con buen desllgüe
y que no esté rodendo por edificios o 6rboles.

La c'lncho se deberá arreglor de m:xIo que su nivel esté levemente inclinado poro
evitor que el agua Ilo r.ll$t,:nquc,·dcntt-o del éceo do Clletillos.

Si los cnminos y avenidos de uno cancho se nivelan, se Oyudll Ilk trnnsporte y


III rnejornmiento de lns condiciones de trobnjo. La nivelllci6n de toda ln supe~
ficie de lo CAncho reduce la vegctnci6n y fllcilita la ci~culllci6n del oire a
trl'lvés de ln madera de los castillos.

1.0.1 Qrient"ci6n de 1!,_s-p'i1".!!,.


L, direcci6n en oue se. colocan las pilns o cllsttllos de rnnderll llserrnda
depende principlllrnente, de la direcci6n del sol, la fncilidad poro npilar
III IMdera y el escurrimiento de las agulls.
.\

~_I2L. _ _ .. _ _ SL....- _
t;j

"_=-- MI -==m~

---=--~-:- :=El

.\ ~ n FOrlll.1S l'llrrC(:I.\S lit.: l"lll·,l"itill.lf madN': .1SCrr¡"II.,


e Furm,l illl,:nrn.:I.:I;l dl" (,"n ..: ,I,ti!I.H llJ.ld<:r.: .l .... t-¡r.hl.'
- 4.6-

La direcci6n prevaleciente del viento tiene importancia, pues


rel~tiva

éste no pnsa directamente o través de les pilns, exceptUAndo aquellas que


est6n expuestas al viento directo, en el extremo de le canche.

Para evitar partiduras en las puntos de les tablas por efectos del sol, es
necesario empezar la colococi6n de los separadores en los extremos de los
piezas. Fig. 52.

10.2 rcspnciamiento de l,~_s, .EiJ,fl~.

Las pilas deben separarse lntera1mente entre ellns para contribuir a lo


circulaci6n del aire en los costados de los castillos. Dichos espacios
deben ser de alrededor do 1. c.etro". ~

Le distencio entre hileras de castillos debe ser de unos 2!.


metros, y la
avenida principal o ruto de transporte, de aproximadamente 6 metros.

Por otra parte, la calle transversol es un corta-fuego y sU ancho debe tel~

ner 10 metros como minimo.

10.3 Ancho de ::'os castillos.

El ancho que debe tener una pila de madero "serrada, combinado con detev-
minada altura, limit" lo cantidad de madera aserrada que puede contener

una pila y determina el tiempo requerido para levantarln. El ancho tiene
tnmbién un efecto importante en 10 rnpidez del secado. Generalmente, las
pilas .,ne,ostns de pino insigne, se est~n haciendo, en los aserrf,deros me-
demos, de.un ancho de 1,20 m. por 1,20 m. de alto con separadores de
1" o l~"
,. .
En los aserraderos que elaboran maderas nntivas subsiste a~ el método
de e~castillar la madera en anchoe iguales al largo de la pieza,de altura
muy v.crío:,::'." y sin scp,1r.1dol'es. En esta3 condiciones, el sec.,do de lo
m.,der., tom., un tiempo considerablemente m.1yor que el que tomari,g si se
usaran castillos m~s angostos y con separadores. Ade~s, en los castillos
sin separndores se producen ~nchns en los lugares donde lns tabL1s, recién
aserrndas, hocen contacto. El ancho de los castillos de madera aserrada
influye en la distribución del patio.

10.4 Base de E!§ castill~.

La base PDra un castillo de madera puede componerse de pilgres o postes,


vigas y traves,años. Fig. 53. Los postes pueden ser pequeños trozos de
madera o de concreto que van enterr~dos en el suelo, sobresaliendo unos
40 cm en el alto. Sobre los postes se colocan los vigas que pueden ser
~~-~-~.
--:.-- ~-~

- ----
-~----~

Tra"l'stlños I

FH;, ):1 13..1 S(: Ilar.l ca~[i (los de madero) aserrada.


- 47-

de 6" x 11" y del largo del castillo. &lcima de esta estructura se mon-,_·
tan los travesaños que son piezas de 4" x 4" por un largo igual al ancho
del castillo. Los travesaños se s~paran entre si a una distancia de más
o menos 60 cm y sobre la línea vertical fijada por éstos, se colocan los
separadores para evitqr que la madera se doble.

Una base de castillo construida como se indic6 anteriormente, tendrá una


altura aproximado de 60 cm. que permitirá una mejor circulación del aire,
evitará que la madera esté en contacto con el suelo y al.ullentará la velo-
cidad de secado.

10.5 Techos.
La modero encastillado debe protegerse del sol y la lluvia, para.evitar
agrietaduras y torceduras, o que esta absorba nuevamente humedad.

Por este n~tivo, sobre la ~ltima capa de madera encastillada, se colocan


cuartones de 4" x 6" y de un largo necesario para que se proyecten unas
6" sobre coda costado oel castillo. Sobre estos cuartones se colocan
tablas de baja calidad, pero sin agujeros, las que se ponen en dos capas,
de tal modo que las tablas superiores cubran las separaciones que dejan
entre al las tablas inferiores.

Los techos deben proyectorse.un pie sobre el frente y 2 ~ pies sobre la


parte posterior del castillo.

A fIn de asegurar el techo contra los vientos, se cruzan sobre él algunos


cuartones los que se amarran con alambre al castillo.

ll,- ORGANIZACION DEL TRABAJO EN EL ASERRADERO.

La organizaci6n del trabajo en el aserradero significa implantar un sistema


que permita operar el aserradero en la mejor formn posible, con el minimo de
personal y máximo aprovechamiento de la maquinaria, resultando una operaci6n
lo más econ6mica posible sin desmedro de la calidad del producto,

En los aserraderos pequeños, el palanquero es el hombre que efectúo el trabajo


de más importancia y se le reconoce como jefe en lo faena.

El palanquero, por lo tanto, debe elegir y adiestrar su. personal y mostrarles


exactamente la forma en que ha de efectu9rse el trabajo.
- 48-

El opcrador de un aserradero pequeño deberá familiarizarse lo más posible con las


especificaciones relacionadas con la calidad de las maderas aserradas de dist~
tas especies. Además, deberá asegurarse que el personal de su aserradero tam-
bién las conozca.

Un aspecto importante dentro de la organizaci6n, es mantenci6n de las buenas


~a

relaciones entr& el personal. Es fácil ver que la productividad baja enorme-


mente en un clima de tr~bajo lleno de roces personales, asimismo es desagrada-
ble Para todo el personal efectuar una labor en base a discusiones.

lJ.J Funciones del palanquero y de los distintos operarios del aserradero.

De que un.aserradero trabaje bien o mal y produzca buena o mala calidad


de nk1dera, depende prácticamente del jefe o palanquero del aserradero. El
fija el ritmo de trabajo y vela por la c~lidad de la madera que se está
cortandc, ya que es él quién determina el corte que se va a efectuar en
el trozo y en las sierras auxiliares.

A su responsabilidad queda además:


el adiestramiento del personal
la revisi6n del cumplimiento de las 6rdenes
el control del producto
que un trozo ses aprovecpado de la forma más racional.
registrar la producci6n diaria y/o semanal
cuidar de la mantenci6n mecánica del aserradero
inicinr y velar por el cumplimiento de las instrucciones de seguridad

Ade~~s del palanquero en un pequeño aserradero de sierra circular intcr-


vienen los siguientes operarios:
Botero
- Tumbador
- Bocasierra
- Canteador
Recibidor
_ Lí.stonero
- Aserrinero
- Encastilladores

a) Botero. Es el operario encargado de alimentar el bote de trozos. En


los bancos pequeños, normalmente trabaja con una yunta de bueyes. En
los de tamaño mediano puede ser un tractorista u otro operlldor califj,..
cado.
- 49-

b) T~~bador. Debe trabajar en absoluto acuerdo con el palanquero y obe-


decer sus ordenes ya sea para fijar lo forma de poner el trozo en el
carro o para girarlo. En gran parte, la agilidad y rapidez de este
operorio determin"rií In producci.6n.'

Cuando la faena se desarrolln con trozos de.gran tamaño, puede ser


necesario dotar esta secci6n con 2 personas.

c) Bocasierra. Es el operario encargado de recibir lo madern que ha


sido aserrada, yo sean tapas o ~~dera con cantos vivos o muertos.
Reparte la ~1dera dc acuerdo a la formo que In recibe; los tapas L,s
envinrá al desecho, lo madera de cantos vivos a la cancha de madera
.3Serr.,da y lo mndera con c.mtos muertos o In c.,nte.,dora.

d) Contcndor. Como su nombre lo indica, es el encargado de cantear las


piezas que vienen con canto muerto u otro defecto. Deber6 efectuar
su tr.obajo tr"t.,ndo de obtener los .1nchos ll'41ximos de lo ~1dera que
recibe y evitar acumulaci6n de ~dera por cante~r ya que si ésto
sucede, el banco lampendor neces.1l'bmcnte bnj.oró su rendimiento.

e) Recibidor. Su focna se limita a recibir In madera aserrado y entr~

gnrla a los en~astilladores. Ocasionalmente, reemplazar al cnnteador.

f) Listonero y Aserrinero. Son los encargados dc llevar los desechos


y .3serrin hacia los l',¡gares en <.Jue estos se acumulan. Si el aserra-
dero es accion(ldo con locom6vil será necesario botar el .~serr1n lo
JJUÍs lejos positle de Lo plontll 'í'nriJ. ·evit'lr. incendios debido· (1 las
chispas que escapan por L, chimenen.

g) Encastillodores. Los encnstilladores efect~1n el trabajo JJUÍs impor-


tantc un un aserradero, luego que ]k, ffiAdern ha sido aserrndn. De ellos
depcnde la rapidez de sec~do ?ues son los encnrgndos de construir las
bases, determinar 1(1 formo de encastillado y encastillar la madern
de acuerdo a especies y escuadrias.

Deber6n d.,rle prefercncin a aquellas IMder,qs q'le sean susceptibles


a mancharse con rapidez, y por supuesto a las de m~jor calidades.

11.2 Seguridnd.

Con el objeto de prevenir accidentes de los operarios del aserradero se


deben tO~3r el ~1ximo de precauciones de las cuales se mencionarán algu-
nas de las más importantes.
- 5.0 -

1) El palanquero debe m-1ntenerse siempre alerta para reducir el peligro


que las operaciones y manejos en el aserradero puedan representar, ya
sea a las personas o a los equipos.

2) Se debe tener especial cuidado al colocar los dientes y medialunos a


las sierras, pues es imprescindible que todos ellos queden bien apreta-
dos en sus alvéolos. Si quedara , alguno suelto, puede saltar durante el
trabajo y dado su gran velocidad, podrfa ocasionar alg~ grave acciden-
te al pal~nquero o tumbador que son las personas que trabajan frente a
la sierra.

3) Siempre que no haya imposibilidlld absoluta, dlJ"ben \::ciloearsa"dmnllO"lr'Cn"


las partes m6viles tales como: sierras, poleas, engranajes, ejes, corre-
as de transmisi6n, cables, etc. Estas defensas no resultan caras pues
se confeccionan de madera y reducen notablemente las posibilidades de accid,-"
accidellte.

4) Se debe evitar durante el trabajo, el uso de ropas demasiado amplias,


sneltas, o que estén colgando, como ser mantas, bufandas, fajas, pufios
de buzos desabrochaJos, etc. ya q~e estos, en muchas oportunidades
son tomados por las sierras, ejes, poleas, cadenas ocasionando serios
accidentes.

5) Es notablemente de mucha utilidad colocar uno o dos postes protegiendo


el lugar donde trabaja el palanquero, de tal manera que evite los gol-
pes de los trozos que ruedan desde el bote. Estos podrían golpear al
palanquero y lanzarlo a la sierra.

6) Las exigencias de una buena iluminaci6n, mantenci6n de la limpieza y


que se efectúen pronto las reparaciones necesarias en los pisos escale-
ras, etc.

7) Una precauci6n especial que el palanquero debe tener siempre presente


es la de no sacar con la mano las astillas, corteza o Aserrín que se
depositen en la zona de las guias. Esta costumbre causa muchos acciden-
tes; para esta operaci6n debe usarse un pedazo de madera o detener la
sierr.:l.

a) El separador en el aserradero es un importante elemento de seguridad


debe ajustarse de manera que. esté separado ~s de una pulgada de la
parte posterior de la sierra. La funci6n del separador es mantener lo
tabla cortada separada del resto del trozo dejando la sierra libre y pr~
viniendo que la tabla sea arrastrada por éste.
- 51,..

El tipo de sepnrador de disco es el más usado, pero en años recie~'


tes se ha hecho muy popuL1r un separ(ldor de tipo cuchillo porque se
extiende en todo el ancho de la cara cortada.

Sin sep~r~dor adecu~do, L3 tabla se acercará a la sierra en la


parte posterior y será lanzada con gran fuerza, con grave riesgo
parn los operarios que se encuentrnn en las cercanias.

9) Finalmente lo más importante de todo, es la conciencia de la segu-


ridad por p~rte de los operarios del aserradero. Estos deben ser
advertidos constantemente, por el palanquero o jefe del 'aserradero,
que no efectúen trabajos sin haber tomado las precauciones de seguri<
dad correspondientes.
-
11.3 Medici6n de la M3dera.

El ideal para la medici6n de la madera, serIa que existiera solamente


una unidad internacional en las industrias ~3dereras de los diferentes
palJes. Sin ernb(lrgo, en cada país en especial, se acostumbra a usar una
o más de las tantas existentes, raz6n por la cual nunca se ha podido lle-
gar a uno uniformidad. Aunque en Chile estamos acostumbrqdos a ciertas
unid.1des, conviene' .ootoblccer-··.. una relaci6n con las usadas en otros
p(llses.

a) Equi valer:cia de Unidades de Longitud.

Pulgadas Pies Centfmetros l1etros V.3ras

1,00 0,083 2,54 0,025 0,03


12,0 1,0 30,48 0,305 0,365
0,394 0,033 1,00 0,01 0,012
39,37 3,281 100,0 1,00 1,196
32,91 2,742 83,59 0,836 1,00

• • •
- 5~-

b) F,quivaJencias dA lDs Unid~des V9lúmétri~.

Pie Cúbico Pie Hadercro Pulgndas ¡¡adereras I~etros cúbicos Standards


: • ~,O 12,0 1,2 0,0233 0,00606
rO, 00n 1,0 0,1 0,00236 0,000505
0,8333 10,0 1,0 0,02359 0,00505
35,32 423,77 42,37 1,0 0,21413
165,0 1900 198,0 4,67 1,00

12.- Rffir.AS PlJlA CALCULAR LA VELOCIDAD DE flar ACION DE SIERRAS CrnCULJ\RES y POLEI'S

Problema 1.- Calcu1:.lr el n11mero de revoluciones por minuto de L9 polea conducida


conociendo su diametrJ y el diá~etro y n6mero de revoluciones por
minuto de la polea conductora.
Procedimiento.
Nultiplicar el diámetro de la polea conductora por su número de
revoluciones por minuto y dividir el producto por el diámetro de
la polea conducido; el cuociente indicará el número de revolucio-
nes por minuto de la polea conducida.

Problema 2.- Calcular el diámetro de la polea cC'1ducida, conociendo su número


de revoluciones y el diámetro y el nUwEro de revoluciones de la
poleo conductora.

Procedimiento.
r~~ltiplicor el diámetro de la polea conductora !,or su número de
revoluciones y dividir el producto por el número de revoluciones
de la polell conducida; el cuociente indicará el diámetro de la
polea ~onducida.

Problema 3. Calcular el diámetro de la ~lea conductora, conociendo su número


de revoluciones y el diámetro y el número de revoluciones por minu-
to de la poleo conducida.
Pro'Ced iJniento
l·fu.ltiplicar el diámetro de L1 poleo conducid,3 por su número de
revoluciones por minuto y dividir el producto por el número de
revoluciones por minuto de la polea conductora. El cuociente in-
dicará el diámetro de lo polea conductora.

Ejemplo: CalcuL1r el diámetro de lo polea conducida, cuyo número


de revoluciones es de 600 R.P.M. si el diámetro de la poleo
conductora es de 8" y su veloc!dod de 1.750 R.P.M.
- 53-

Procedimiento.

l. Se multiplica el di6metro de la polea conductora (8 or ) por su


n~mero de revoluciones (1.750) cuyo resultado es 14.000

2. El result~do anterior (14.000) se Jivide por el n~ero de


revoluciones a que gira la polel!c conducida. (600). El resu1-
todo de estn operoci6n es 23.

3. El diámetro d e la polell conducida será en consecuencia, igual


Il 23".
BIBLIOGRAFIA

l. CENTRO REGIONAL DE AY\[)¡\ TECNIC¡\. (A.I.D.) El pequeño aserradero


como empresa. México D.F., 1960. 70 p. iluso

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