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OTELLO DE VERDI

en el centenario de un estreno

homenaje
GERALD MOORE

GUSTAV LEONHARDT:
el barroco en persona
El Banco Central Patrocina laTemporada de Opera,
del Teatro Lírico Nacional La Zarzuela. /

•'lili;

.i.'

BANCO CENTRAL
Su Banco amigo.
Edito
SCHERZO EDITORIAL, S. A.
C/Marqués de Mondéjar, 11 - 5 . " C
28028-Madrid. latí- (91) 246 76 22

Presidente
Gerardo Queipo de Llano

Director
Amonio Moral
Año D - n.° 14 - MAYO 1987 - 400 ptas.
Director Adjunto
Arturo Reverter

Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura

Cornejo de Dirección
Javier Alfaya, Domingo del Campo Casiel.
Manuel García Franco, Agustín Muñoz Jimé-
nez, Enrique Pérez Adrián.

Secciones SUMARIO
Redacción en Barcelona: César Calmtll. Ac-
lualidad: Arturo Reverter y Enrique Martínez
Miura. Discos: Enrique Pérez Adrián. Alta OPINIÓN 4
Fidelidad: Alfredo Oraxo. Danza: Roger Salas. ACTUALIDAD 6
Libros: Xoan Manuel Carreira. Jazz: Ebbe
Traberg. Música contemporánea: José Iges. BOTÓN DE MUESTRA:
— Berg: Un inhabitual invitado de honor, Arturo Reverter 26
Colaboran en este número
Roberto Andrade Matde, Manuel Balboa, GRANDES INTERPRETES: GUSTAV LEONHARDT:
Adriano Bassi, César Calmell, Xoan Manuel EL BARROCO EN PERSONA 29
Carreira, Fernando Fraga, Manuel Gomis Ga-
vilán, José Iges, Daniel Jordán, José Amonio — Un retrato, Enrique Martínez Miura 30
López Docal, Santiago Martín Bermúdez, En- — Leonhardt y el disco 33
rique Martínez Mjitra, Blas Matamoro. Án-
gel Femando Mayo, Antonio Moral, Wolf- ENTREVISTA: GUSTAV LEONHARDT, Adriano Bassi 34
gang Amadeus Mozan, Agustín Muñoz Jimé-
nez, Alfredo Orozco, Rafael Onega Basagoiti. HISTORIAS DE LA MÚSICA:
Enrique Pérez Adrián, Geranio Queipo de Ufr — Genio y figura, Daniel Jordán 38
no Onaindla, Arturo Reverter, Jordi Ribera
i Bergos, Rosa Sabadell, Roger Salas, Josep DISCOS 39
V ice ni Surinach, José Amonio Tapia Grana- ESTUDIO DISCOGRAFICO:
dos, Ebbe Traberg, Miguel Zaneni.
— Wozeeck a través del disco, Enrique Pérez Adrián 48
Diseño de Portada — Discografía comparada de Lulu, Manuel Gomis 50
Salvador Alarcd LIBROS 51
Foto de Portada LA GUIA DE SCHERZO 53
Gustav Leonhardt. Fundación Caja de Pen- DOSIER: EL OTELLO DE VERDI EN EL CENTENARIO DE SU
siones/Deutsche Harmonía Mundí
ESTRENO 55
Publicidad, Redacción — El Otello de Arrigo Boito, José Antonio López Docal 56
y Administración — El transfondo histórico, Enrique Martínez Miura 59
Se berzo Editorial, S. A. — El Otello: un nuevo lenguaje moderno, Arturo Reverter 60
Marqués de Mondéjar. II - 5 . " C — Las voces de Otello, Roberto Andrade Malde 64
28028-Madrid
Teléf. (91) 246 76 22
— Otellos famosos, Fernando Fraga 68
— Todos amamos a Cassio, Blas Matamoro 72
Imprime — Otello y la ópera nacional española, Manuel Balboa 74
REYMASA, S. A — Discografía: tas grabaciones completas, breve panorámica,
MOVIEGRAF. S. A. (Color) Roberto Andrade Malde 76
Producción gráfica
HOMENAJE: GERALD MOORE IN MEMORIAM 81
GRAFINAT, S. A. — Querido y viejo maestro, Miguel Zanetti 82
Argos, 8 — Discografía seleccionada 84
28037-Madrid. Tetóf. 204 25 75
DANZA:
Depósito legal — El estilo bailable, Roger Salas.... W
M-41822-1985
ISSN-0313-4802 JAZZ:
— Episodios, Ebbe Traberg 89
SCHERZO es uní publicación <k aiiaei plural
y no pertenece ni ala «benita a ningún organismo ALTA FIDELIDAD:
pdMko ni privado. Li dirección nsjpeu la libertad — Alta Fidelidad de... ¿excepción?, Josep Vicent Surinach 92
de «presiún de sus colaboradores Les textos fir-
mados ion de la delusiva responsabilidad de los — Ante un nuevo componente, el cable de conexión, Alfredo Orozco
fírnuMes. no siendo por (ano opinión ütlcul de la Buezo 93
revista.

Scherzo 3
OPINIÓN

La Reforma de las Enseñanzas Musicales


A pesar de que en el programa de gobierno del
PSOE en 1982 se incluía la nueva legislación
sobre las enseñanzas musicales, terminó la
legislatura sin llegar a publicarse. La previsión de que
que se les está consultando al enviarles el borrador. Se
acusa al proyecto de que «se olvidaron de la Dirección
de Orquesta», lo que demuestra que no se ha leído el
folio 50 del dossier. Finalmente se organiza una
1985, Ano Internacional de la Música, fuera el elegido plataforma independiente cuyas cabezas visibles
no se cumplió y no fue hasta abril de 1986 cuando se evidentemente no pueden ser acusadas de veleidades
dio el primer paso con la presentación del dossier progresistas y, en no pocos casos, su dependencia es
denominado Documentos para la reforma de las pública y notoria. La relevancia de algunos clérigos en
enseñanzas musicales (ver SCHERZO n.° 5, junio del dicha plataforma ha llevado a que se denomine su lucha
86) que ha venido en denominarse Proyecto Seguí en como -el espíritu de la Contra-Reforma*. Característica
referencia al Inspector General de Conservatorios, habitual de este espíritu es la retórica del pensamiento
Salvador Seguí, presunto redactor de este documentarlo. reaccionario español; descalificación del contrincante
Los inris icos han venido siendo un sector social que mediante el argumento ad hominem, deformación del
se ha resistido corporativamente a las sucesivas texto del proyecto para rebatir luego lo deformado, tono
normativas legales de los Ministerios de Educación y catastrofista y propuestas alternativas semejantes a las de
Ciencia y Presidencia. Las Medidas de Reforma de la quienes solucionarían la crisis económica bajando los
Función Publica fueron acusadas de ofensivas para la impuestos y aumentando las prestaciones pero no
dignidad de los profesores de Conservatorio, pues al explicar quién financiaría esa solución.
parecer la equiparación de los auxiliares con los Si algún defecto tiene el Proyecto de Reforma es la
profesores de EGB era degradante. Los iracundos pacatería, el mantenimiento de situaciones heredadas. En
detractores ocultaban que, en no pocos casos, su genera] puede decirse que tiene la gran virtud de que
salario se llegaba a duplicar tras la equiparación. La sobran muy pocas cosas y que para añadir más se
Ley de Libertad Sindical es vista con malos ojos pues consultó a todo el que tuviera algo que decir. Es un
impide, al parecer, la negociación con la proyecto coherente que intenta hacer de la educación
Administración de los representantes del profesorado. musical algo normal e integrado en el sistema educativo
El Título 3.° de la LODE, referido a los Consejos e incluso plantea la universalidad de la educación
Escolares, es contemplado como atentatorio contra los musical básica como es habitual para la plástica. Define
derechos del Claustro. La Ley de Incompatibilidades es claramente los cursos a realizar para obtener un título y
acusada de un intento de acabar con la profesión delimita las titulaciones definiendo su equiparación con
musical pues «impide dar conciertos a los profesores». los correspondientes grupos a efectos de la función
Característica común a estos y otros ataques contra publica. Separa la titulación del instrumentista de la del
la legislación novedosa es el falseamiento de los docente, a quien se exige cursar estudios básicos de
contenidos del texto legal en la argumentación. pedagogía. Separa, incluso arquitectónicamente, los
Problemas tradicionales del sector son el bajo nivel Centros Elementales, Profesionales y Superiores y define
cultural, la insolidarídad y el establecimiento de una los requisitos para pasar de uno a otro. Plantea la muy
serie de corruptelas dignas de un film neorrealista. La difícil cuestión de la licenciatura y el doctorado,
picaresca de las clases particulares, la imposición de imposibles, recordémoslo, sin haber cursado los estudios
obras de los profesores como métodos, la venta de los de bachiller por muy catedrático de conservatorio
mismos en conserjería de los Centros, los cursillos superior que se sea. Opta por el mantenimiento de la
para preparar oposiciones impartidos por quienes van a Pedagogía y la Musicología en los Conservatorios
formar tribunal, la percepción de comisiones sobre el Superiores sin plantear la alternativa de encomendar esa
precio del instrumento recomendado al alumno y un misión a las Facultades Universitarias posibilitando el
largo etc., son aún práctica no erradicada y, de vez en acceso directo del Diplomado al segundo ciclo
cuando, aflora la denuncia como tímida punta de universitario, como en el caso de los profesores de
iceberg. EGB, y como es tendencia internacional. Finalmente, se
unlversaliza el estudio del piano como instrumento de
Estas miserias que parecen emanadas de la trabajo para todos los alumnos y parece que su
generalizada incuria de postguerra van de la mano de diplomatura es requerida para determinados estudios
la mínima implantación sindical entre los docentes y la exclusivos del ciclo superior.
nula formación política de gran pane del profesorado.
Así se explica la obcecación en afirmaciones como «no A pesar del retraso sufrido por la tramitación de la
se nos consulta» o -se legisla de espaldas a los Ley dé Reforma de las Enseñanzas Musicales, parece
músicos» que muestran el desconocimiento de que en que es firme la decisión del Ministerio de llevarla
un Estado de Derecho legisla el Parlamento y la adelante desarrollando el proyecto referido. La rápida
negociación social corresponde a las organizaciones descomposición que el sistema educativo musical está
sindicales. La representación en ambos se determina sufriendo exige su rápida tramitación, incluso como
por elecciones libres. Decreto-Ley, para que los Centros y, muy especialmente
Todo ello se ha revelado en los avalares del los incipientes, puedan desarrollar una labor
Proyecto Seguí. A pesar de que los borradores fueron mínimamente eficiente y sería de gran importancia que
remitidos a la mayor cantidad y calidad posible de su publicación no estuviera alejada de la del Estatuto de
personas y organismos, afloró la queja -no se nos Profesorado, de modo que tanto las oposiciones de 1988
consultó... para la redacción del borrador» sin entender como el curso 1988-89 conocieran ya un nuevo clima.

4 Scherzo
OPINIÓN

EL DISPARATE MUSICAL

TVE: Panem et CIRCENSES


l l U O alguien, hace ya algunos años, iro- satélites para poder ver a los asiros del fir-
nizando sobic TVE. que -Televisión Es- mamento futbolístico, bakinceslístico. gol-
pañola es la mejor de España-, Los años fístico. o... (ponga aquí el lector el ístico
pasan —y seguirán pasando— y este aser- que desee). Resultado, sólo los fines de se-
to permanece tan inalterable como el acue- mana. TVE emite hasta ¡14 horas y media
ducto de Segovia. Musicalmente. TVE ha de depones! (¡Y aún se quejan!) Vean, vean
venido aplicando la política de la ignoran- la nube de indignación surgida porque no
cia absoluta, del desconocimiento sin lí- se trasmitió cnlcra la última eliminatoria
mites, del desprecio olímpico En una pa- de Copa Davis).
labra. TVE ha estado, durante años, nhtmtfa Reflexionando un poquito, uno no pue-
la música, que no emitiéndola. de sino darse cuenta de que hemift estado
Recuerdo que años ha. TVE echó una haciendo el idiota, porque vamos a ver.
representación. de Fidelio en día y hora de ,me quieren Vds. explicar a qué espera-
•náiumíi audiencia, ¡y por el primer canal! mos para protestar'.' Yo les sugiero que me
Sin uimeniarios. subtítulos, ni nada de nada. sigan en la protesta, que pidan más y me-
— UNA BROMA MUSICAL — Aquello parecía estar ideado por alguien jor música a TVE. ¿Por qué no recordar
que debió pensar: -Ahí tienen Vdv eso para otra vez a Vcrdi con aquella magnífica bio-
Os dejé amigos lectores, en el pa- que no les guste, a ver si protestan y la grafía ya emitida una vez? Les recuerdo,
sado número de SCHERZO. senia- señores del eme. que aquí todavía hay quien
próxima nos lu evitamos. Vds y nosotros».
dn sobre un banco de piedra en las dice que Tosca es de Verdi ¿No les parece
Y desde luego que se lu evitaron. ¡Ni la deseable un cierto re pasito 1
Cuestas ifc la Vega, contemplando el purga de Benito! Las óperas dejaron ful -
busto de Boccherini. iras haber mo- minanlcmcmc de ser emitidas, primero, y Por olra parle, yo. igual que el de los
dificado la obertura del Con. Con- ocuparon, en su reaparición un lugar pre- tiros, reivindico para mí el derecho a reli-
vencido estoy de que aún no se han ferente en el segundo canal; Los sábados ranne a una hora prudente (lo que implica
percatado del cambiazo. (de vez en cuando) a una hora indetermi- m> empezar a oír Lohengrin a las once de
nada (pero siempre empezando después de la noche) o de levantarme larde los sába-
Esie mes ha transcurrido rápido: dos {recuerdo algunas sonatas malulinas de
las once de la noche, o sea. lo que Vds.
apenas he lenido tiempo de compro- y yo conocemos como Opera de Mediano- Barenboim a las iicho y media de la mañana).
bar, con satisfacción, cómo la porta- che. Pero no vayan a creer, ingenuos míos, Con la entrada de Pilar Miró esto del
da de Bruno Walier ha hecho estra- que eso se produjo por generación espon- horario parece haber mejorado algo, pero
gos entre la afición ante la envidia tánea, no. que protestas hubo, ¡vaya si huno! la cantidad y la calidad sigue en la tónica
de algunos incrédulos. Promo acla- A los pocos días del Fidelio cierto ma- de lo canijo.
mará Eun'pa entera a estos chicos de luiino publicaba la carta de un indignado Decía alguien que estamos haciendo el
SCHERZO. Su secreto es la mucha lector que reivindicaba para sí el legítimo. país del Panem el Circenses. Yi> creo que
marcha musical que les invade. Na- ¡nalacal>lc derecho de disfrutar de una buena lo del panem está crudísimo y más que lo
die los para, ame nada se detienen: dosis ite hemoglobina, porque -cuando vuel- VÍÍ a eslar con el 5 por 100). Para lo del
Barenboim. Giulini. Weissenberg. vo a casa lo que quiero es ver una de tiros -.circenses- no nos falta ni el fiinani bu lista.
Leppard... Y yi> mismo. y no una ópera de tres horas en alemán-. Conclusión: Yo, en esto, como Julio Ce-
TVE. siempre atenta u las necesidades san- sar: Veni. vidi. y no creo lo que vidi.
La verdad es que su entusiasmo es guíneas de sus espectadores, nos ha obse- N.B.. Como lo del disparale no tiene fin.
contagioso, y empieza a respirarse un quiado desde entonces con buenas dosis del aquí tienen d<»> más también de la prensa:
aire fresco y joven, que me recuerda rojizo liquidito. La ONE interpretó, dirigida por Frúbcck,
mis paseos por el Prater. o aquella El desenfrenado apetito deportivo de las •la Segunda Sin/orna y la Resurrección, de
cabalgada que hice a Praga, junto a masas ha provocado también más de un Mahler-, El oiro: -López-Cobos ha reno-
mi ci>qucta Constanza en el otoño de rasgado-de-veniduras en prensa y radio. vado contrato por tres años como titular
1787. Aquello era vida, aunque po- La no rciransmisión de cierios aconteci- de la O S de RTVE- ¡Viva la Pepa!
co me durara. mientos deportivos motiva instalaciones de
Por cierto, que Madrid está inso- antenas parabólicas, puestas en órbita de Rafael Ortega
portable, y no musicalmente, como
muchos estarán pensando: hoy me he
cruzado con quinientas veinticinco ma-
nifestaciones, varios alascos y la po-
ISOTOMBfll REVISTA DE PRENSA
licía imperial, digo nacional, invadien-
do las calles. La verdad es que sólo Eduardo Fra Molinero, concejal de Cultura
he notado una ausencia: tat. buenas mantámpse en forma am del Ayuntamienlo de El Fcmri iLa Coruña). ha
gentes del mundo de la música se ve hixh*> pública una curiosa normativa, a obser-
var piír los asislenles a los conciertos munidpa
que no tienen nada de qué protestar. les. La primera de las pautas tomada de la Ro
¿Será posible? Si mi condición de yal Symphony Orcheslra señala que hay que andar
la Ins. yu que. cnlrt oirás tusas. -ésia nene una
inmortal no me lo impidiera habría intensidad de 65 decibelios. idéntica a la de la
ya agarrado una pancarta y paseado irtdipa mezz>st>prano~ Tambiín acunsc^a la nueva
por el Prado, con ta siguiente ins- normaliva desenvolver los caramelos con cuida-
cripción: LA MÚSICA PARA QUIEN do, nti entrar en la sala de concienos a mitad
de una pieía y. finalmente, aun cuando -lis ni-
LA TRABAJA. ños deben u n x l d música, si usted desea educar
su conduela no haga demasiados experimentos
W.A.M. a costa del publico-.
(.El Pais., 25-111-87)

Schcrzo 5
ACTUALIDAD

RARA AVIS
Madrid. Ceruro Cultural Chamar!In Nicolás Sal-
merón, 23 de imita de 1987. la fiaitía y ti obt*
en la MIÜIIÍÍ dt cámara. Obras <íe Muían y
Bocchenni.

Hace un par de meses hablábamos en


nuestro editorial de la incuria y abando-
no en que se tiene a la música de cáma-
ra. Pnr eso hay que celebrar siempre cual-
viento. London Virtuosi. En el caso que nos quier [ipii de iniciativa, por modesta que

Concierto en ocupa, mis referirnos a su actuación del Do-


mingo. 15 Je inarzn. sesión vespertina a la
que asixiio el abajo firmante Los citados in-
sea. que alumbre e ilumine las pesadas
Mimbras que se abalen sobre nosotros y
ruis impulsan a ser. más bien, pesimis-

el Ritz terpretes habían protagonizado previamente,


en la larúe del sábado. 14 de marzo, otro con-
cieno con un programa totalmente dislimo.
cual es la filosofía —a nuestro juicio, acer-
tas. Afortunadamenle ve producen esuw
insólii»s chispazos de vez en vez — muy
de W/. en vez—, que nos acercan a al-
tada— de h>s responsables de programación gunas de las maravillas, muchas todavía
Madrid. Lundiin Vinun-i Obras de Mazan, Kn«i- del Rii/ Londoii Virtuosi interpretó, co- p>r conocer, de un génen> musical tan
mer. Vivaldi y R<i\aini Hotel Rilz. 15-3-87 mo inmo y cierre de su actuación, sendo-, dejado de la mano de Dios. Iniciativas
octetos de Mozarl Serénala en Mi beimil Ma- como la que nos ha traído, cim nulas
En realidad, esta reseña habría Je titularse yor K. 375 y Franí Kroinmer Ocíelo en Fa
•concierloi del Ritt» pues, en sus salones, que sus imperfecciones, de nuevo los Cuar-
Mayor, en los que dieron muestra sobrada de
en IIÍS primeros años del siglo frieron frecuen- su gran conjunción y afinación. A lo largo tetos de Beeinoven (Universidad Autó-
tados por algunos grandes músicos del mn- de dichas obras sus miembros refrendaron anle noma) » la lan meritoria de la Asocia-
menlo. se puede volver a escuchar música de el público madrileño su enonne calidad, mos- ción Española de Música de Cámara,
cinco estrellas. Como la brindada en ÑUS dos trada recientemente en el Festival de Oloñu. que ha conseguido programar, en ires
actuaciones (24 y 25 de enero) por el exce- en el que habían intervenido junto al organis-
lente violo nene I isla londinense Julián Lloyd semanas consecutivas, los de Barlók,
ta Simnn Presión. Completaron el programa
Webber; o como la escuchada en los dos con- el CiHuienu en Sol menor de Vivaldi (en una han de ser por ello recibidas cim inte-
ciertos (14 y 15 de febreio) prolagonizados bellísima transcripción en la que. junto a la rés; incluso con independencia de su re-
por un gran conjunto de cámara vienes: el llama uirno inslrumenlo «ilista —aquí, a cargo sultado artístico final. Como ha de ser
Cuarteto Franz Schuben. Siguiendo con este de Peier Lloyd—. el oboe —Anthony contemplada cun gusto la idea de que
tálame de recuperación del espacio del Ril7 Camüem— reptenntaba a la orquesta de cuerda un grupo de jóvenes instrumentistas se
para la música de cámara — ¡y buena falta Que y el fagot —Hellcn Peller— al continuiil. y
le hace a Madrid el que nuevos y viejos salo- reúnan, con el apoyo del Ccntru Cultu-
un Cuaneio de Rossini. que también fue lar-
nes se dediquen a ese upo de repertorio! — gamente aplaudido por el público. ral Chamartin Nicolás Salmerón, depen-
cabe glosar aquí, con más del en i miento, la diente del Ayuntamiento de Madrid, pa-
intervención de un extraordinario conjunto de ra hacer música, música de cámara, y
José ¡ges ofrezcan un programa tan raro como
el interpretado el día 23 de marzo últi-
mo: Cuartetos para flauta y cuerda K.
HAENDEL Y BACH: La dignidad y el bolo 285 y 298 y Cuarteto para oboe y cuer-
da K. 370 de Mozarl y Cuarteto para
Madrid. Teatro R a l . 24-11-87. Hiendel. Coticen: cern para 2. J y 4 daves, (en versión piano) flauta, oboe y cuerda, Op. 17 de Boc-
grossi Op. 6. Orquesta de Cámara Reina Sufía. Di- para mayor gloria de Joaquín Suriano y algu- cherini. Obras (odas ellas insólitas en un
rector: Gordal Cornelias. 31 [11-87. Bmh, Concitr- nos jóvenes pianistas El modelo fue lo con- páramo como éste.
tas para 2, 3 y 4 claves. Jüaqutn Soriano y ocroa trario: fuera de período, desajustes y desafi-
jolinas. Orqueaa de Cámara Español». Directnr Las esforzadas intérpretes, jóvenes y
Vícior Majiín. naciones, lempí imposibles, fórmulas de eje-
cución decimonónicas (nos referimos al con- agraciadas, veteranas de diversas bata-
junlo)... ¿Por qué se da tal primacía en este llas musicales, integrantes de la Orquesia
Carecemos en España de tradición en la mú-
sica barroca con instrumentos históricos. No Cielo n la Orquesta de Cámara Española, si Nacional y de la Sinfónica de Madrid
del todo, como demuestran la existencia de es de las que menos ensayan, de las que me- —Juana Guillem, flauta; Carmen Guillem,
grupos como los de Savall. Tallante. Alvaro nos comprenden el período que están tocan- oboe; María Dolores Cuesta, violonchelo,
Marías... Pero también carecemos de tradi- do'.' Ambas orquestas están compuestas por Dolores Egea. viola e Isabel Fernández,
ción de hacer barroco con instrumentos con- rmisicHh indiscutibles —empezando por sus
concertinos—. pero los resultados son muy violín, prestaron el mayor de sus entu-
vencionales. Dos conciertos del Ciclo de Cá- siasmos y, aunque la ejecución distó de
mara y Polifonía de! Teatro Real han sido ejem- diferentes, tal vez porque hacer barroco y hacer
plo de nuestras posibilidades y de nuestras ca- cámara necesita algo más que un buen plan- ser perfecta y hubo algún que otro pro-
rencias. El 24 de febrero la Orquesta de Cá- tel de músicos. Necesita, por ejemplo, ensa- blema de afinación, se acercaron en gran
mara Reina Sofía, capitaneada por Gonca! O>- yos, conocimientos de los períodos, sentido medida al espíritu, ligero lleno de gra-
mellas, ofreció una selección de los Concerti de los tempi y cultura musical (algt> de lo que
carecen muchos de nuestros instrumentistas, cia, de las obras. Pudimos degustar así
Op. 6 de Haendel. Es acaso la lección aquí de una sesión calurosamente apoyada por
asimilada de grupos como Si. Martin o I So- capaces a menudo de enfrentarse n Bach co-
mo si fuera Mendelssohn). El Ciclo de Cá- el público que colmaba la sala del ten-
lisri Veneli. No se Mata de emular a Hamon-
court o a Hogwood, sino de hacer lo posible mara debería ser menos complaciente con los tro, en la que la música, la pequeña gran
con dignidad, con sentido del período y del profesores de la Nacional, no privilegiarles, música de dos eminentes compositores,
lempo, con ensayos y con seriedad. Algo más enigirles trabajo y calidad, convencerles de en una de sus facetas menos tratadas en-
Urde, el 31 de marzo, la Orquesta de Cáma- que el Real no es patrimonio suyo, sino del
público. Ya está bien de bolos. tre nosotros, fue la protagonista. Como
ra Española —compuesta por músicos de la debe ser.
Orquesta Nacional, dirigidos por Victoi
Martín— ofreció un programa de Bach. Con-
G.Q.Ll.O. A.R.

6 Scherzo
ACTUALIDAD

Los Conciertos SERGIU COMISSIONA:


del Centro Un director voluntarioso
Madrid. Tealm Real 26. 27 III H7. Mahlcr. JV,J-
zado se tradujo en palpables resulta-
MadrU. Círculo tfc Bellas Arles. Obras ifc Mnwdl dos sonoros
Davies. F Cano. C. Halfflcr y A. Sthienberg Thg vena Sínfimiíi- Orqueslü de RTVE Diretior. Ser-
Koeníg Enscmbk dirigido por Jan Ljlhiini-Koenig. La última sinfonía completa de La versión de Sergiu Coinissto-
Jane Murwing. Miprano. 30 de mam» Obrav de G
las escritas por Gustav Mahler plan- na, director más voluntarioso que ¡as-
Gumbau. J. L. Turina. A Webcm y L de PaMu
Cuuriciii Arcana, 6 de dbril. tea para cualquier formación sinfó- pirado, poseyó fluidez melódica en
nica una considerable cantidad de pro- los tiempos inicial y final, pero no
siempre acertó en la distribución de
El Concierto de The Koenig Ensem- blemas interpretativos. En esta obra
los planos, ni consiguió de la orquesta
ble consiituyó una encélenle i>easión pu- Mahlcr ha extremado sus demandas.
ra comprobar la calidad de este conjun- toda la riqueza (imbrica precisa, en
lamo dinámicas o de acento como Je
to fundainenlalinenle dedicado a la in- especial en el Rondó-Burlcske. que
color y. sobre indo, de expresión. quedó algo descolorido y un tanto
terpretación de obras del siglo XX. En
El deficiente estado actual de la cen- desordenado. La orquesta sonó a su-
el concierto se interpretó, por primera
vez en España, la obra Unbniken arele, turia de RTVE hacía lemei. en prin- perior nivel que en la mayoría de sus
de la que no puedo decir que fuera bo- últimas actuaciones, con una cuerda
lón de muestra suficiente para hajorso al límite de sus posibilidades presentes
una idea sobre esle compositor inglés. de refinamiento. Así y lodo, hubo
hasta ahora desconocido pura quien sus- intervenciones poco afortunadas de
cribe. Las obras de Cristóbal Halflier fue-
las trompas. La dificilísima dosifi-
run junto con el Pierna Lunaire lo más
destacado del concierto. La primera de cación dinámica no fue conseguida
las dos obras de Halffter —Debía— es en el Andante de apertura. Este as-
una interesara ¡sima composición para flauta pecto se incrementa todavía más en
que utiliza posibilidades melódicas co- el Adagio conclusivo, sumado a las
mo los intervalos inferiores al semitono profusas solicitaciones de acentuación.
y esquemas rítmicos a base de notas re- Comissiona no condujo acertadamente
petidas sobre las que se añaden diversas este tiempo hacia su climax, pero agu-
figuraciones acumulativas para conseguir dizó su capacidad matízadora en el
notables secuencias. En Anüphonisim», final de la obra, ese prodigioso mo-
para violín. viola, violoncello. clarine-
mento en que Mahler busca fusio-
te, oboe y llaula. Halffter crea un clima
inicial de catástrofe mediante ta alternancia nar, tan imposible como bellamen-
de pasajes pianísimo muy lentos con si- te, su música con el silencio.
lencios y pasajes fortísimos muy rápi-
dos. En la obra se utilizan de furnia in- E.M.M
habitual los instrumentos, obteniendo cu-
riosas exhalaciones de los de madera y
efectos de percusión de los de cuerda. SergJu CoEnfofaiona. actual director mutual Je ht
En el Pierroi Lunaire de Schoenberg. Jane Orquesta Sinfónica de Houhion, hu aimflciHdo ya MI
Mannihg realizó una gran labor en la que intención Je desvincutarsc en un ful uro muy prüií-
n*> de esia lurnm'itii. El macsiro rumanu. que a>-
el caniu hablado puso perfectamente de Sergiu Qmússiana incnzú M^ afinaciones ion lu iirt|U£s|¡i en 1^73 y
manifiesto las cualidades de los disiin- tipio, que su prestación quedara muy hu sillo MJ mular desde 1983, \e «parará del cim-
los poemas de Albert Giraud a los que junlo americano di tomlutr tu icmporadu 1987/88-
por debajo de lo que se exige en la El lrübuji> de CtimisMunu a\ frente Je Id New York
tan perfectamente sirve la música —el Cuy Opera y \a Qrque\la FilnrmoniLL4 Je Id RaJin
carácter siniestro de Mariposas negras, partitura. Por fortuna, no ha sido así. ik Holanda ha acabado por hacer im?HnpaiibJe lo-
la zafiedad de La canción de la horca. La versión escuchada, aun no haciendo dn dio 1:011 L dcJjtaciíKi J Id t-Cmuíja lejana La
justicia plena a la genial obra, sobre- ciapa i|ut se aterra a su fin ha supuesh» un intre-
el humorismo de Parodia. inenlií uV la política de cncai^'s de obm> y una
pasó al menos el límite de In acep- mayor atlividdü foihigtJfiL-d de la SiniVnin:a dü
El Cuarteto Arcana dio un programa table. El apreciable esfuerzo reali-
inicialinente previsto para el 2 de febre-
ro ante un auditorio que probablemente
no llegaría a las 50 personas. En d con-
cierto se estrenó un bello Otártelo en
RUBINSTEIN Y ESPAÑA
Sol. de José Luis Turina. También se
interpretó el cuarteto 3 + 1. de Gerardo Con imKivii del centenario del nac i míenlo del gran pianista polaco Arthur Ru-
Gombau, composición que explota a fondo binstein tendrán lugar en breve varias actividades de homenaje a su recuerdo. La
los pizzicali y los glissandi. el Cuarteto edición de esle año del Concurso Internacional de Pianu Paloma O'Shea —a desarro-
Op. 28, de Antón Webern y un extenso llar del 21 de julio al 6 de agosto— se celebrará en honor de su memoria. Asimismo
Fragnunto de Luis de Pablo que nos trajo un concierto de Alicia de Larrocha (2 de junio) en el Teatro Real formará parte
a la memoria ecos de Bartók y Bcrg. Una de los actos previstos. Finalmente, se rememorarán sus numerosas estancias en Es-
verdadera pena que el buen sonido de paña mediante una exposición monográfica. La muestra reunirá numerosa documen-
este nuevo cuarieto Arcana fuera oído tación, mucha ite ella inédita, junto a textos y estudia que aparecerán en el libro-
por tan pocas personas. catálogo de la misma. La exposición se inaugura en Madrid el 12 de mayo. Tras re-
correr diversas ciudades españolas —Bilbao, Granada, Santander, San Sebastián. La
J.A.T.G Coruña, Sevilla y Barcelona- podrá verse en Londres a comienzos del año próximo.

Scherzn 7
ACTUALIDAD

Un Réquiem
falto de interés MARTTI TAL VELA. La buena
MadrU. Tcatiu Real. 9, 10-IV-87. Veidi. Ktqiáem.
salud de una voz del norte
Pilar Lorengai. Sylvia LindcnuranJ, Richard Vei- res, redondeces y brillos capaces de oior-
uNe. Francesco Ellera D'Anegna Coro y Orques-
ta de RTVE. Director: Mipiel Anyl Góms Martina. garlc una mayor nobleza. El volumen es
sufucicntc y la técnica con la que está
Como preludio a la Semana Santa la manejada, más que correcta, hasta el punto
Orquesta y Coro de RTVE ofrecieron. de facilitar la producción de medias vo-
bajo la batuta de su titular. la Messa di ces, agilidades y regulaciones sonoras no
Réquiem que Verdi escribió en memoria siempre fáciles para un bajo, ni siquiera
de Aiessandro Manzoni. Una de las obras para un bajo cantante. Es, de todas for-
cumbres no sólo de su autor, sino de to- mas, cantante inteligente, aunque no puede
do el siglo XIX. La partitura de carác- evitar, por alguna de las circunstancias
ter religioso está impregnada del talante señaladas, cierta pesadez, falta de flexi-
eminentemente dramático de Vcrdi que, bilidad y de soltura para el ligado.
por encima de la importancia encomen- Ofreció en esta ocasión, dentro de un
dada a la orquesta, es en la voz donde programa muy interesante, una irregu-
el compositor sitúa el soporte de su em- lar versión del ciclo de Schumann sobre
peño. Gómez Martínez se aplicó prefe- doce poemas de Justinus Kerner. Op. 35.
rentemente en la sonoridad de la orquesta quizá no en su mejor forma, y algo agi-
y en la potencia del coro, tendiendo siem- tado e irregular, file centrándose a me-
pre a lo grandioso sin lograr, además. dida que transcurría el tiempo, encon-
un equilibrio entre las dos masas. Par- trando siempre evidentes dificultades para
tiendo de una concepción global de la el mantenimiento del flato y para la as-
obra rutinaria y mecánica, dio una ver- censión a determinadas zonas agudas. En
sión achatada, plana, sin matices ni su- Manti Tal vela la segunda parte acometió la interpreta-
tilezas, oscilando enlre el forte tosco y ción de seis canciones de Rachmaninov.
apabullante y el mezzo forte frío y dis- Madrid. Teatro Rea] I-1V-87. Schumann. Doce en donde estuvo más entonado, aunque
poemas de Kemer, Op. J5 RachmaniiKiv. Seis
tante. Es cierto que (salvo Pilar Lorcn- í-ímitines. Mussorgsky. Canciones y danzas de sin alcanzar la elevada cota de las cua-
gar en muchos aspectos) no contó con la muerte Manii Tilvcla, baju. Eero Hcinonen. tro piezas constitutivas del ciclo de Mus-
un cuarteto solista notable, pero tampo- piano. sorgsky Canciones y danzas de la muer-
co supo aprovecharlo. Ya en el Kyrie La voz de este finlandés de 52 años te, en el que voz y expresión brillaron
se comprobó la falta de empaste (inclu- ha sido, y es. una de las más sólidas y a gran altura. Los cuatro poemas de
so de ensayo) de las cuatro cuerdas, aban- rocosas por lo que a la cuerda de bajo Golenischev-Kutusov, ilustrados de ma-
donadas peligrosamente a sí mismas. se refiere. Se trata de un instrumento con- nera intensa y genial por el compositor
sistente, homogéneo y rtjtundo, con graves ruso, encontraron en Tal vela, espléndi-
Pilar Lo rengar, un caso de longevidad bien apoyados y contundentes. La emi- damente asistido tlesde el piano por Eero
vocal asombroso, demostró, cuando pu- sión, un tanto dura, el timbre, no espe- Heinonen, un magnifico intérprete. Las
do, su exquisita musicalidad y la seguri- cialmente esmaltado, la extensión, algo tres canciones populares finlandesas que
dad de su oficio, con una voz timbrada justa por arriba, impiden que esta voz, üio como propina fueron cantadas en olor
y firme, sobre todo, en su registro agu- que tiene algo de rústico y. quizá por de multitud.
do. Sin embargo, a menudo, se vio obli- ello, mucho de sano, alcance esplendo- Á.R.
gada a forzar su instrumento, con la con-
siguiente pérdida de esmalte y entona-
ción. No obstante, su Libera me alcan-
zó momentos de altura. Sylvia Lindens-
lo lírico-ligero, bien impostada y con un sa-
Irand está en los antípodas vocales de
lo que su cometido necesita, una mez-
ARAIZA: Una no registro agudo, lo que basta y sobra para
justificar su éxito. Olra, que como liederisla
zosoprano con centro, anchura de grave bella voz es un principian le: su versión del citado Dieh-
tertiebe fue lenta, plana y sosa hasta el tedio,
y riqueza de agudo. Se vio totalmente
con la cooperación, en similar línea, del pia-
desbordada por el papel, e ignorada por M3bid. Teatro Real, 2S-ID-1987. Grandes Re- nista. Basle añadir que la muy deficiente in-
la batuta. El tenor americano Richard Ver- díales Líricos: Francisco Araiza. tenor: Jean Le-
moire. piano. Canciones de Schumann, Fauré. terpretación que de esa obra dio Rene Kollo
salle logró imponer su volumen nada des- Ravel y Slrauss. en el Real -Cfr. núm. 2 de SCHERZO-
preciable, acostumbrado quizás a lidiar fue mejor, claro que entonces el pianista se
El joven tenor mexicano, nacido en 1950. llamaba Irwin Gage. Muchos años tiene Aiaiza
fragores wagneríanos, con un órgano de por delante para madurar Amor de poeta, que
realiza desde mediados del jasado decenio una
cierto valor (imbrico, pero a su fagemistv hnllante carrera en los principales lealros de esperamos volver a escucharle.
le faJtó carácter y al Hostias presencia. ópera europeos. El disco ha recogido ya su
voz en un amplio repertorio: Cosí fon tulle, La segunda parle del programa reveló as-
Francesco Ellero D'Anegna posee una pectos más favorables de su arte, en especial
voz de bajo cantante noble, perfilada, un cení Muti; Flauta Mágica y Falstqff, con. Ka- Apres un réve (Fauré) y alguno de los heder
rajan, Barbero con Mamner; Fausto con Sir dé Slrauss que cerraron el concierto, como
tanto carente de volumen, pero su canto Colín Davis; Ln Canción de la úerra con Giu-
necesita perfeccionarse, y su solfeo lini e incluso la bella molinera de Schubert. Margen y Alíentele». Las Canciones de Don
Su bello programa en el Real se abría con Quijote a Dulcinea pusieron una vez mis de
mejorar. relieve el salido agudo del tenor, que conclu-
otro ciclo básico en la historia del Lied: Amor yó su actuación con tres bises: dos canciones
En fin, una velada de escaso interés, de poeta, de Roben Schumann. Pronio que- españolas y un discreto Wninnig de Schumann.
daron claras dos cosas. Una, que A raiza po-
que no merece más pormenor. see una hdla voz de lenor entre lo lírico y R.A.M.
F.F.

8 Scherzo
ACTUALIDAD

Romeo y Julieta LOS DIVOS GRABAN


Ya era hora Y no solamente los divos-canta mes. bién mahlerianu Concertgebouw. si-
sino los divos-di rectores y los divo-, no con la Orquesla del Cnveni Gar-
MaA-M. Team Reul 27.28 y 29 de inarai Je 1487 instrumentistas, que de lodo hay. Tres
Berlmz. ftimett y Juttfía. Renalc Bchle. mc//i*sn den. Después de la Primera, segui-
prann; Aldii Baldín, leixir; Knfflvuu Lmp. hujii. Or- de aquellos se han reunido para ves- rán la Sexta y la Octava sinfonías.
questa y Coro Madúrale Director Arturo Tmtijiy" tir los añejos ropajes de una típica En la misma compañía holandesa de-
De auténtico acometimiento —al mis- ópera romámica, un poquito empol- buta la jovencísima y guapísima so-
mo nivel por ID menos que el Manfred vada ya, como Faust: la neozelan- prano finlandesa Ka rila Manila, que
de Schumann— ha de calificarle el es- desa Kiri Te Kanawa. el mejicano semanas ha canió en el real la boni-
irenu por la Nacional de la sinfonía día Francisco Araiza (Paquito para los
mátka Romeo yJuliela. de Berlb¿. obra ta versión de El Paraíso y la per't
de la que es raro escuchar algo más que
amigos) y el ruso Evgueni Nesterenko. dirigida por Albreclit. Está, a des-
los tres o cuatro fragmentos que habi- los dos últimos, recientes visitantes pecho de su palmito y de sus ya ex-
lualmenle se incluyen en K>s programas de esta villa y corle. Tres nacionali-
de los conciertos sinfónicos. En un mes celemes cualidades vocales, un po-
dades distintas; cuatro con la de Sir
de marzo pleiórico de actos de t ni eres Colín Davis. el nuda frío inglés que quito verde lodavía. pero se atreve
—con un planteamiento quizá puco equi
estará en el pupitre direclorial. La nada menos que con un programa de
librado en cuenta a la dosificación y música del siglo XX. A la batuta,
reparto— esta significativa novedad ilustró cosa se cocerá en Baviera. donde Sir
a muchos acerca de la genialidad del mú- Colin desempeña desde hace algún el funcional Neville Marriner. Un pla-
sico frunces. La obra, extensa, variada, tiempo la titularidad de la Orquesta to fuerie. aunque en partitura archi-
con so]islas, curo y orquesta, no os nu- de la Radio y la Televisión. La casa grabada. incluso por el mismo se-
da fácil y requiere lanío rigor como sentido llo: Brendel y Abbado juntos de nuevo
d ramal ico y 1'unUisía colorista. No hay grabadora y editora de este nuevo
duda de que. además, pide un trabajo Fausto, que lendrá que Iratar de su- para el Concierto n." 1 de Brahms.
minucioso y profundo de ensayos. Fac- perar en el corazón de los viejos afi- Otro mahleriano de pro. Eliahu
lotcs que no se dieron en la medida ade cionados aquella ejemplar aunque hoy Inbal, registra con su orquesta Frank-
cuada en la versión ofrecida en esta oca-
sión. A Tamayo, director en continua alza, difícilmente audible versión La Voz furt para Denon. activo sello japo-
cada vez más seguro, parece fallarle una de su Amo de una joven y delicada nés, la Sexta, la Séptima y la Ocla-
mayor asunción, una más definida y di Victoria de los Angeles, un imberbe va, casi en parelelo con don Bernar-
recia conexión con los presupuestos cla- y valiente Nicolai Gedda. un pode- do. Y, por último, música de este
ramente nimániieos sobre los que la obra roso y satánico Boris Christov y un
se construye. La interpretación, posible- siglo, aunque ya muy clásica: Ra-
mente bien plumeada, no levantó vuelo, inspirado André Cluyiens en el po- vel, de quien se ofrece en Ires dis-
no llegó realmente a asentarse, a adqui- dio, es Philips. Más ópera: Alberto cos una nueva integral de su produc-
rir peso y carácter. No pasó generalmente Zedda. mejor musicólogo que director. ción pianística a cargo de Jacques Fév-
de una buena primera lectura. Se echa- acompañará al ya citado Manito, Arai-
ron de menos firmeza, riqueza de con- rier. experto en la materia, y Stra-
trastes, intensidad expresiva, aun dentro za, cada vez más activo, en un reci- vinsky. Berg y Webern. en un boni-
de una correcta aproximación estilística. tal Puccini, Massenet y Verdi. El mah- to disco recuperado de antiguas gra-
Tampoco brillaron a gran altura los so- leriano Bernard Haitink, igual me rile
lista*, aun admitiendo la plausible ento- baciones de Hans Rosbaud. que con-
para Philips, acomete un nuevo ci-
nación y agradable timbre de la austría- clo dedicado al compositor bohemio, liene Agón del primero y las Op. 6
ca Renale Behle. el buen hacer general de los segundos. Edita y produce el
del brasileño Aldo Baldín. de instrumento que realiza no con la histórica y tam-
tenoril de relativa calidad, y la idónea
sello francés Adés.
puesta en escena de Francois Loup. ba-
jo de pocos quilates. El coro cumplió su
difícil cometido con cierto aseo, pero to-
davía, en esta etapa recientemente inau-
gurada al mando de Carmen Helena Té-
Hez. está lejos de alcanzar una presta-
ción de alto nivel. La orquesta pasó el
trámite con oficio, sin demasiado
entusiasmo.

A.R.

Necme Jarvi, director estoniano trasplan-


tado a los EEUU, viene llamando en los
últimos años la atención de la crítica in-
ternacional, que lu ha señalado como una
de las batutas de las que más cabe espe-
rar de entre las de su generación. Jarvi
ha dado ya una interesante muestra de
su buen hacer fonográfico. La integral
que grabara con la Orquesta Nacional Es-
cocesa, para el sello Chandos. de las Sin-
fonías de Prokofiev tuvo una acogida en-
tusiasta. En concreto, la versión de su
Sexta Snfonía.

Karita Manila
T I TEATRO
REAL XQ(
CAM
29 de septiembre, martes
Coro Nacional de España
Orquesia Sinfónica de Tenerife
Dirección Carmen Helena Té Hez
Abono D

POLI]
Solistas A [íi'Lrminir
Alhalia. ofji<"in en !!(• aaiis de CJ f Hacnikl

6 de "uiibrc. martes Abono C


3 de noviembre, manes Abono D TEMPOR
Colorado String Quartet
Orquesta Municipal de Valencia Hiydn Cuanelo de euerda. Op. 20. num. &
Dirección Manuel Galduf Chirles Ivés í uartelo num. 2
Sulisu Enedina Lloris Dtntak Cuarlelo de cuerda, Op. 105
Manin y Soler El ártnl de Diina ísdecciónl
Félu McndeK'ohn El sueño de un» noch* de vínumfvcr-
8 10 de noviembre, martes Abono C 14 15 de dici
Malcolm Frager,
Trio de Barcelona Haydn Sonata núm. 4-
13 de octubre, manes Abono C Lns ires Irío? eon piano út Jnhdnncv Bramta V.'chcr- Sonala Op. 24
Coro Nacional de Fspaña Brihn». Srherzo Op. A
pieías. Op. 119
Dirección. Carmen Helena Téllez
17 de noviembre, martes Abono D
Solistas A díii'rmmir
üederabend: Nueva* canciones de anior. valses, de
Brahins.
Capciones eslovacas, de Baitók. y oirás
obras
Orquesta de Cámara Reina Sofía
Concenino-dirtcti»: Goncal Cornelias
C K Hiendel Caneerti Groui. Op. 6 (2-1 parle)
15 22 de dicii
Coro Nacional dt
Orquesta de Cám

20 de octubre, manes
Clemenck Consort
Abono D 10 24 de noviembre, martes
Orquesta NacionaJ de España
Abono C
Concertino Víctor M
Dilección Carmen H
J S. Bach Tres caniaiu
Dilección. Jesús López Cobos
Dilección Rene Clemencic
SohsUi Premie* de piano Infanta Cnslini
ReciUl de obras del Barroco vienes Conciertos pan piano a dcteirninir. «aún premiados
16 12 de tnen

27 de octubre, manes Abono D


C u a r t e l O de Cuerda (Víctor Minio, Domingo Tomíi,
Emilio Mmeu. Pedro Corniola}
11 ] de diciembre, martes
JulJiard Quariet
Abono D
Hesperion XX, c
Dirección Jordi Sava
ReciUl de mÚMca barroc

Con oíros solidas • determina! (puno y violín) Mendeksohn Cunrtrlo de tutrdji núm, I
Quiniela, de Céstr Franck
Concierto, df Emesl Ch*uiso4i
Soiions Cuiriíio de cuerda núm 2
Dtbuü>r Cuarlelo de cuerda tn Sal menor
17 19 de enen
Orquesta Sinfónk
28 de octubre, m tincóles
Conjunto de Instrumentos de Viento
Abono C 12 2 de diciembre, miércotes
Orquesta de Cámara Española
Abono C Sociedad Coral di
Dirección Víctor Pab
Liado Preludio de Ckir
Direciur Luís Aguine Colón Concemno-direcior: Víctor Martín Emeso HalfTiei Elegía
Solitu. A determinar Solisus Goncal CometuH, Herme« Kríales, Pedro Leóa, Puccinr MÁa de Gloria
Slravinski Ocíelo de nenio Francbco Horno. Domingo Tomas, Manuel ViBufudas
Slravinskt Concierto p i n piano y viento ívK»lmesí
Weill Die kleine DreifTmchenniusik Concierto homenaje i l vbliiii&La Hermej Knala. con obras
dr A Vivaldi y J S Bach. 18 26 de enert.
Orquesta de Cámi

13 9 de diciembre, miércoles

Tokyo String Quartet


Abono C
de la Comunidad
Directora-connruno Ad
Solisu Fdin Slovácek, t
Motan. Caaatio KV 63
Bandfc Cuantía de cuerda núm. 4 Slamilz: Cnneierin elarin
ShoiUliovích. Cuarteto de cuerda num. T Sctiubert: Rundo para vi
Schubtrt: Cuartrlo -La aiuerte y la donceHa- J F Haydn: Sinfonía nú

Fonna de pa^o pan b ranovadín de I M abato* « O J -D» (fado de Cáaaara j


PoUroal».

— El pafo de íbooo» itbai nalizine mtduau infrew U efectivo o por U(óo btncario
confofroado, en l u ofiaou dd Buco Exlerix de EipaAi •utorüadat al efecto. El pia-
19 2 de febrert
Tete M o n t o l í u , pía
lo para realmr ese intrejo oomeanri • paitir dd dk 4 de mayo y dunri, en cad* Rccilil de piano-jan
Cicia. hasu l i Allinu fecha pievnu pan l i relinda de le* conopóndienlei aboaoi
• Reaoncióa de iDonH -C* y .Dw
— El pato de lot abena no m i valido y te feinlefranl al üueniída en caía de no retirar abono "O> podiin incluir eicepcioru
k» abono <n lea plana aenaladc*.
Rdiradi de abonot: Junio: dd S al 1
— Lot impuse* pan hacer efectivo d ingrexo de lea aboooi podrió reurane en l u agen- Venta de nuevos abonos: Juuio: dd
cia! dd Btn-o Emcrioi de Eipana o en la Coueijerla dd Teauo Rol (c./ CaikB Ul). pata (rapta culturales al 50 por 100.

— Pira la retirada de esua ibonoi seri imprescindible la presentadún de ti tárjela comi- La renovadAn y venta, n u i r n
pondiente al abono de la lonponda anterior, acompañada dd jUHifianii del ingre» tai laquiOai dd Teatro Real ( t / C
realiíado. 17 horas, en loa (Un aeüaladoa.
MINISTERIO DE CULTURA
rrmu» Hiera ote- * i«j«ic(&nieio Wsen

X)DE
RAY
3NIA 26 22 de marjo. manes
Orquesta de Cámara Española
AbonoC

(Conterlino: Víctor M a r t i n )
Coro de Cámara de la Comunidad
de M a d r i d
Dirección Miguel Croba
\ 1987-88
•GRAMAS
20 9 de febreio, martes
Cuarteto Enesco
Abono D
Vnakli <rtdu. Magnifical
Moail: M i u , K. «t. y Muleltt. K 222. 27.1 y (.IX

Chiuuon-D'Jndy CüirtHo de Cuerda en Do mrnur


Jináíck Cuaripfo núm. 2, -Cirlírt inlimav-
Rjvel Cuartel» de cuerda n i Fi mator
27 5 de abril, manes Abono D
, manes
o
kl menor
Abono D
21 16 de febrero, martes
Joan a Guillem, flaula
Abono D
Trío Mendelssohn de Amsterdam
Con Agustín l ^ ó n A r a , violin
DvoTaV Sánala para tiobn y piano
DvoTaV Trio-CÑiink*..
mayor Pianola i determinar DvaTak Cuadelo en Sol menur
odia Op. 70, núm. I: Cuatro Telemann. Sanan
Schüben: Introducción y variación^
Duiílltux Sonatina
fiuré Berctusr y Siciliana
, manes Abono C
F Borní Fantasía «Carmen-
28 de abril, martes Abonn f
aña
Española 22 23 de febrero, manes
Orquesta de Cámara Villa de M a d r i d
Abono C
Enrique Uácer «Regolí-, percusión
Con Viciut Marlin (nolin), Jmc Oru (Irumpel») jr oíros. 1
dclcrnnnar
Recital con obras de Rcgdlí y Peilirrocha
Téllez Solisn Miguel del Barra fnrganof
ivklad Dirección Mereede* Paddla
Cofdli Follta

ríes Abonu D
Alt-inoni Adagip
Hiydn Concierto en Do nayor, órgano y orquesU
HOB 18:!
Cfiíg SulK llolberg, Op. 40
29 19 de abn!, manes
Conjunto Barroco «Zarabanda»
Abono C

[islrumenlos históricos Hotsi Si. Piul't uile Alvaro Manas, llaula> Je pico
Chriilopher Coin. iiolonirllo barroco

23 I de marzo, manes
T r i o de Barcelona
Abono D
Aliñe lyberíjch, clavecín
Recial óc fiaulu fena^enusuis y banotis. vjoloncello bino-
co y clavecín Con obiasdc Ffocobaldi. Cima. Corclli, Cou-
perin. Bach. Tclcnunn y Vivildi-
rtes Abono C Con Fnrique de Santiago, viola
Asturias Cfoar Fran^V Sonata pm violin > piano
Emttl Chuuon Trío <on piano
bao Emesl Chikisaon Cuirlrlo cun piano
30 26 de abril, manes Abono D

24 8 de marzo, martes

Cuarteto Arcana
Abono C
Dimitar Furnadjiev, violan cello
Sadrávska Rodoilska, piano
Shoslakovicn Sonali Op. 40
Slravinüii SuíLe Malí ana
J. C Arnaji Cuuielo de cuerda núm. 3 Kodilv. SOOBIB para relio. Op. 8
Abono D Joié LJÜ TjnrA. CidríHn rn Sol Binóh Rapsodia nüm. 1
íes Jesús Cundí CujfiHa AI La

•pea
Oprean 25 [5 de marzo, manes
Cuarteto Smetana
Abono D

i bemol nuyor Srnelana Cúrtelo de cuerda núm- 2


orquma Dvoflk: Ciurtdo de nenia. Op. %. i Americano-
en Mi menor Jínécti: Curíelo de cuerda núm. I,-Sánala Kreutier-

Abono C CICLO CÁMARA Y POLIFONÍA MUrmOMNUs


rtes
AtoMl .O T -O.

LocaUdadB ton plena vUbffidad


» o nubmiei. Tuu> d abono «O amo tí Paño. Pillea. Enuauela, Primero TOO ItJOO
Sefundo filas 1.' y 2' 130 t.KOO
AnfilaifO 300 *.soo
1 ** * * , || - ^^^«v ' 'Iiilnl

tunbiía Piala. Enirsvelo. Primero 450 7J00


Sefuodo filai l.'.í'yX4 300 4.800
Anfiteatro Í00 3.200
todo* atai ibaoo* • ronzaran ta EnudiaMa 50
III), en horario conünuado, de 10 a
La* fcctai y payan aquí podnaa t o ütaeu de vthadúii« alfúo caio.
ACTUALIDAD

secundado por la empastada sección mas-

Vientos de renovación soplan culina de la coral Andrá Mari de Rente-


ría, pusieron lu notu mística final a los
versos de Goethe y redondearon el éxi-
Madrid. Tealrn Real 21). 21 y 22 de mar/u, IV87 renuncia, amor n redención, pala abnr to de una mañana cuyas virtudes supo
F Lisz. Sinfonía Fauno. A Batiiin C*>r<i m.isiLulL dar con un nuevo lenguaje la pimura de
mi Andní Mari. ONE Dinxtor: Jesús l/tp:/ C<*">> premiur con sus aplausos el agradecido
los carecieres de los protagonistas del público del Real.
No es frecuente que en el transcurso drama.
du unito mese» y de una semana a otra Sinfonista hrillame. colorista, ínlimo. Agustín Muñoz
el sufrid» aficionado madrileño su cu lcanal. Lis/l u!ili/a para su i>bra una or
euenlre ciin el Paraíso y lu Peri o el Muii- uuesiu de grandes dimensiones a la que
fred de Schuinann. la Sinfonía Fausto de añade un órgano, un tenor y un coro mas-
Liszl i) el Humeo y Julieta de Berho/.
VicnU*i de renovación parecen soplar enin:
culino paia d a n los últimos versos del
Fausto, a todos se les pide el máximo, Aburrir con
los atriles de la ONE. víanlos que. uja iodos lian de salvar grandes dificultades,
lá. m>s traigan, además, esos Mo¿an o
Haydn tan beneficiosos paia la cueida
de ahí que la sinfonía no se interprete
muchas veces La ONE. con lodos sus
BACH
ii los Nielsen i) Shoslakoviehl. uiín poi solistas en los ulules, hábilmente dirigi-
Madrid, kjir*. Ri\J S-IV 87 Bm.h. GTO.<™puru
descubrir. da poi su titular, din la medida de sus viviiit vil Mi mayor- Carikitas 4 v 51, Mtigmfiiut.
Novedades y una larga marcha hacia posihilidades. de sus virtudes y de sus 5u».¿iniiL' Richard. VHIILII Sohstds VUCHIO. CLWII y
Orquow JL- Btimi Diroil.ir Hurihtrl Bei»cl
lulas de mayor calidad impulsan a la limilaeiones. 10. I I . i : IV S7 Badi. ftiiMí jrtf"" Sin Jumi.
O N E . per» cuidado, oslas grandes obras A grandes rasgos, señalemos que jun- Elisabelh Hyno. Pdlrnij Bjrdun. HUIM Liuhtni
luil. HI-IIKI HnpEncr. T"in Krjust. Kurl Widiiur
que. pin fin. animan la secular rulina. to a momentos de gran homogeneidad OrifucMj v Cnro N^L.-iixuile'i. Dtrci'lni. &:khurj
m> se pueden ¡iilerpreluí improvisjdamen sonora, siguieron mros de desajuste y de-
le. requieren montajes Ionios y laborio safinaciones que amenaza ron la hondaü
En bievi; espacio i k tiempo han coinci-
dido lus paginas hachunas arriba indica-
das Los resultados han sido una clocuen
ti; muesiru de los paupérrimos niveles a los
que se mueve la ufe ría madrileña en este
leneno. Es ciertamente peme-o asistir ¡i tra-
ducciones que se quedan a años luz Je lo
une lu de sei una lectura que haga justi
cía. al menos en lu fundamental, a una de
las músicas más bellas y perfeilas que ha
producido la humanidad. El problema de
estas i ulerpreULiones no lia radicado tan
Milu en el lalseamÍL~nU> estilístico, que lo
lia habido y mucho: víbralo continuo, am
plios golpes de arco, crescendos; lo peor
Ilay que curarlo en la piofunüa sensación
de ledio que provocaban. La uuusu do es
lo. posiblemente, puede ser descubierta en
la ausencia de convicción de una manera
interpretativa cuyo cielo vital ya se ha
eompl eludo.

Se ha de reconocer el valor del trabajo


de difusión de la Sociedad Bach. organi-
zadora del primero Je los concienos rese-
ñados, pero U» frutos estéticos de esta oeu-
sión porten un tanto en entredicho el obje-
tivo perseguido. Los conjuntos de Bonn,
sos de trabajo a fondo que den resulla del discurso musical. pese a la corrección técnica, fueron si ca
dos mínimamente dignos porque, en cu Sobrio y sin exceso. López Cor«*i tra- be todavía más lejos en la falla de v i j a
so contrario, se bordearíu el código pe dujo la sinfonía con brillantez, haciendo en sus versiones, presentando además de-
nal y esos naufragios de buenas inten- hincapié en sus aspectos inús cantables talles de horrible gusto, como los timbales
y líricos, por lo que el movimiento cen- de plástico transparente utdizados en el
ciones dan la impresión de que se ulili
Mtignifiitu.
¿a u orquesta y publico de conejillo de tral Margarita fue lo mis logrado, allí
indias. (uc donde la ONE le siguió mejor y donde La Pasión debida u Orquesta y Curo Na-
la sonoridad y empaste de lu cuerda lu- cionales se vino materialmente ubajo por
La Sinfonía Fausto de Liszt. es una las ineohereneius de la batuta. Tampoco
obra eapilal dentro del romanticismo; de cio espléndidamente. No hubiese estado contó con solistas, de altura —Laubenthal
ese sinfonismo heterodoxo que partien- de más una mayor teatralidad en la di- hi/ii un meritorio trabajo como evangelista—,
do de la Novena beethoveniana hunde rección y una cierta dosis de fantasía en siendo toialmenie impresentable Hopfner.
sus laíces en lo literario para crear una los timbres para definir mejor el carác- El Coro cantó cun escasa diferenciación
nueva estética de la forma, libre de los ter de los protagonistas, no en vano Liste l imbrica y afinación más que dudosa en
dibuja unos personajes masculinos que muchos pasajes. El dcslello del solo for-
esquemas de la sinfonía vienesa. Nadie midable a la viola da gamba de Jordi Su-
como el imaginalivu Liszl para tentar los van de lo heroico o demoníaco a lo ca- vall en el núm. 58 resaltó en medio de una
caminos de la nueva música y ningún per- ricaturesco, con una imaginación versión general sumamente desmayada.
sonaje más romántico que el Fausto de desbordante.
Goethe con sus rasgos de insatisfacción. Un encélenle Aldo Baldín, muy bien E.M.M.

12 Scherzo
ACTUALIDAD

LA ORQUESTA NACIONAL Y SU CONCIERTO 3.000


L próximo día 12 de mayo, a ya prevista y apuntada por el gobierno
E las 21 horas, la Orquesta
National de España ofrece-
rá su concierto número 3.000. E! acto
legítimo de la República unos años
antes.
La formación fije creciendo y ha-
se desarrollará en el Palau de la Mú- ciéndose, primero con la veterana rec-
sica de Barcelona. En e! pupitre di- toría de Pérez Casas, que empezó a
reclorial Jesús López Cobos, actual darle coherencia, y luego con la pre-
titular de la agrupación. Hay que ale- sencia de directores tan sólidos y mu-
grarse de que la Nacional haya lle- sicales como Cari Schuricht —el gran
gado viva, aunque con no poco-, ara- artífice de aquellos tiempos—, Franz
ñazos y achaques, a esta madurez no von Hoesslin, Eugen Jochum (desapa-
precisamente dorada, en una época recido hace siílo unas semanas). Cle-
de permanente crisis evolutiva y —a inens Krauss, Scrgiu Celibidache... Y.
pesar de los años— de crecimiento. en seguida, la titularidad de Ataúlfo
La Orquesta es, en todo caso, uno Argenta, que inaugura una de las eta-
de los bienes más preciados que te- pas doradas, hasta su temprana muerte
Ataúlfo Argenta
nemos los músicos y aficionados de en 1958. Peni las grandes batutas con-
este país. Por eso. a despecho de las tinúan frecuentando el podio de la Cuando Ros-Marbá se hace cargo
horas bajas, hemos de cantar si no agrupación, cada vez más coinpacia de la centuria en 1978. ésta lleva
las alabanzas, sí al menos la noticia y brillante: Markevilch. Barbirolli. ya algunas temporadas en franco
que nos recuerda que el conjunto Kubelik. Fricsay, Rossi. Horenstein. declive y comienza a hacer alar-
—más madrileño que nacional pese Scherchen. von Matacic, Dorali... (ci- mantemente aguas. El director ca-
a su nombre— no sólo acomete su tados así. un poco al azar). Otras mu- talán, pese d sus buenas intencio-
concierto 3.000, sino que está a punto chas veces Schuicht y Celibidache. nes y excelente preparación musical,
de cumplir cuarenta y siete años desde Y Munch. Y los jóvenes por enton- no llega a encajar y su sucesor.
que se creara por orden ministerial ces Maazel, Mehta. Abbado (éste sólo López Cobos, hombre inteligente
de 12 de junio de 1940. aunque real- en una ocasión). A principios de los sin duda, aún no ha dado con la
mente no comenzara a adquirir per- sesenta se encomienda la dirección varita mágica que arregle las co-
sonalidad hasta tres temporadas des- al prometedor y seguro Rafael Früh- sas tanto tiempo desarregladas. La
pués, cuando se fundieron en una sola beck de Burgos, que ocupa el pues- conlratación de exlranjeros ha ayu-
las dos formaciones, con categoría to durante dieciséis largos años, en dado a tapar ciertos huecos, pero
de A y B. inicialmente constituidas los que la orquesta, por diversos mo- no e.s solución, al menos masiva-
(que a su vez venan a ser la conse- tivos, entre ellt>s la escasa imagina- mente, a largo plazo. La tarea no
cuencia de la práctica disolución de ción de su titular y el envejecimien- es fácil por múltiples razones que
las antiguas Filarmónica y Sinfóni- to o jubilación de los mejores profe- sería enojoso enunciar aquí. Hay.
ca). Era una de las primeras medi- sores, va perdiendo paulatinamente de todos modos, parece, y no qui-
das de la llamada durante mucho tiem- calidad y aquella cohesión que la ha- siéramos equivocarnos, lo que po-
po Comisaría General de la Música bían hecho producto artístico apio dría denominarse un nuew espí-
y que en realidad recogía una idea para la exportación sin complejos. ritu, un talante distinto, un deseo
de hacer y de proyectar que qui-
zá prenda en los siempre conflic-
tivos instrumentistas —como grupo
humano, y latino, que son—, que
componen hoy una falange en la
que comienza a vislumbrarse la se-
milla de un mañana mejor. Esta dis-
posición, esta innegable actitud de
colaboración que se aprecia en unos
funcionarios ahora racionalmente pa-
gados, en unión de las nuevas ideas
que puedan venir de su actual repre-
sentante y rector. Delegado General
ante ellos del INAEM. Santiago Mar-
tín Bermüdez. es lo que nos anima
a ser optimistas en el momento de
festejar el aniversario que motiva estas
López Cobos con la Orquesta y Coro Nacionales líneas.

Scherzo 13
ACTUALIDAD

María Tipo y el Emerson String


Quartet en Ibercámera
Barcelona. Palau de la Música Catalana. 2-IV-87 do que se llalla muy lejos de la vincula-
Maiu Tipil, piano. Oblas Je Soirlalli. Beelhuvcn ción a un eslilo deierminado. y la sesión
y Schurniuin. 9-1V-S7. BeLihtivcn. Cuarteuii para ofrecida lo puso de relieve. En primer
mrrdti núms. 14 y 9- Eniursirn Siring Quarlel
lugar nos sorprendimos por la magistral
interpretación de una serie de símalas de
El desfile de pianistas Musites esiá siendo Domenico Scarlatti. ejecutadas indas ellas
una de las características de la lempira de forma encadenada La pianista supo
da •lbereámera-87-. Aparie de las visi- cxliuer lodu la hondura de expresión y
las de artistas consagrados como Kryslian los variados estados anímicos que se es
/.imerman o Daniel Barenbouu. tenemos mu Jai denlio de estos llamados pin su
que agradecer a los organizadores el lia- autor e.wenizi pero que. en realidad, son
ber hecho posible la presentación aquí el modelo de peí lección de una ép<>ca
en Barcelona de personalidades cuino an- equivalentes a lo que sera un siglo des
drea Luccliesini y Maria Tipo. pues la obra de Chupín Tipo evitó en
El eiineieilo de esia última creemos que lodo momento la pulsación mecánica y
aséptica > subiayó. en cambio, los as
fue un acontecimiento especialmente me pecios melódicos y los resistios de ni
moiable. Mujer de mediana edad, hieti veles distintos de sonoridad, los cuales
vestida y elegante en sus gesios. María conferían al instrumento una gama va
Tipo deüiea gran parle de su actividad riada de colores que nada tenían que en- Mtiriii Tipo
profesional a la labor docente, siendo pro vidiai a los proporcionados por el clan
tesura lilular del Curso de Perfeccioiui- cho de !a partitura. La dificultad de inan-
cémbalo original. De los bloques aiói lener cu pie una obra como ésta no es
mieniu v Virtuo\ism<¡ en el consérvalo dicos o de su despliegue en arpegios sur poca y Emerson Siiiug Quartel lo logró
no de Ginebra. Y eslo es un hecho re- gian insinuaciones temáticas marcadas con con relativa facilidad. En sus manos el
velador yu que cieno principio de raciu galante malicia, y los ritmos se quebra cuarteto no se ha fragmentado en nin-
nalidad pedagógica presidió su inteipre han en ligeia.s iiregularidades picantes, gún momento, y no sólo eslo. sino que.
lación. La racionalidad de quien sahe que líeles reflejos de una forma meridional además, los componentes del grupo han
la claridad conceptual es el único puen y soleada dé entender la música por paile buscado subrayar los cfeckti de contrastes
le que puede tenderse enue profesor y de esla napolitana paisana del composi- allí donde ello era posible, aun a riesgo
alumno anles de que éste, levando iin tor El resto del programa estuvo dedi- de exagerar y deformar, a veces, la esen-
flus, sea capa/, de emprender el vuelo cado a dos obras trascendentales como cialidad del pensamiento beelhoveniano.
por su cuenta. Racionalidad, por lo lan- son la Símala ttúin. 21 Wakisicm, de Beet- En el otro cuarteto, último de la serie
ío, como premisa transparente desuñada lioven y los Estudios sinfónicos et\ for- dedicada al Conde Ra.sumovsky. los in-
a crear un espacio propicio al juego li ma de variaiititiri, de Schumann. En días térpretes se movieron con más holgura
1 esplítndeeió una vez más la perfecta sín- y ejecutaron perfectamente la crucial fuga
bre de la imaginación creadora En de tesis de ra/ón y sensibilidad, especial-
liniliva. la gran profesora 411c hemos so final que debe tocarse con una veloci-
mente visible en la Suman de Beelho- dad vertiginosa para que pueda ser en-
ñudo siempre y cuya preseneia en uues ven. planteada cmio desartillo continuo
iras aulas vendría qui/.ás a dar un soplo tendida. En resumen, una buena actua-
de una forma construida a pailir del con ción carente quizás de denso fondo con-
de vida u la gris escalada de burocruli Irasle rítmico más que del juego leináli-
zución creciente de nuestros conservato- ceptual y de sedimiento humanístico, cosa
co. Sonoridad orquestal siempre clara y que por otra parle se nota a fallar en mu-
rios.. Maria Tipo, a quien muchos ya co dominio absoluto de las gradaciones di- CIHIS de los intérpretes americanos
nivelan por sus grabaciones de la obra námicas son las características del piano
para teclado de Clemenli. ha demostra romántico de Maria Tipo, paradigma de
la intérprete completa. César Calme!i

El Emerson String Quartel pertenece


a la nueva generación de insiiumeniis-
las norteamericanos y viene refrendado
poi toda una serie de críticas favorables
en lodos los países en los que ha actua-
do. Se irata de un grupo en el que lo
que cuenta es básicamente la brillanie¿ c/Hueftas. 57 - Tel.: 429 2» 47
de una técnica perfecta y la pulcritud de
la ejecución. Su presentación en Buree Todos los d i n
lona la hicieron con un programa consa M lisie• Ctísica rn directo
grado por entero a Beethoven: Cuarteta
núm. 14. Op. 13! y Cuarteto núm. 9,
Op. 59, núm. 3. Los siete movimientos De lunes » jueves y a las 23.30 CICLOS
de que consta el primero de ellos, con- DE MÚSICA CLASICA, dedicado* a un
siderados humildemente por su aulor como autor, a un eslilo o a un periodo de la
pequeños vuelos erráticos de la imagi- Historia de la Música.
nación obligados a permanecer juntos en Viernes, sábados y domingos, dos aciua-
una misma obra, constituyen siete pie- cíones a las"20.30 y las 2.1..10.
zas maestras unidas enire sí orgánicamente,
ya no sólo por su encadenamiento sin
interrupción, sino, sobre IIHÍO, por sus
eonlinuas interacciones a lo largo y un-
Emerson String Quartel

14 Scherzo
ACTUALIDAD

EL X FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA


Una programación modélica
EL 3 al 29 de mayo liene glos XVII y XVIII, por el estu-
D lugar esta manifestación ya
tradicional que organiza la
Fundación Caja de Pensiones. Las
pendo instrumentista que es Hop-
kinson Smith al laúd y la tiorba;
Haydn y su entorno. Albert Ro-
sedes de los conciertos son el maní, clave; Orfeo y su música,
Palau de la Música Catalana, el Paul O'Dette, laúd y vihuela. Co-
Saló del Tinell y el propio Cen- mo vamos viendo se cuenta con
tre Cultural de la Caixa de Pen- sobresalientes músicos, conocedo-
sions. El hilo conductor del pre- res del estilo propio de la.s músi-
sente Festival se centra en el te- cas que han de interpretar, para
ma «Los instrumentos de cuerda este X Festival. Pero los platos
pulsada». Una novedad que con- fuertes habrán de ser, sin duda,
sideramos especialmente signifi- la interpretación de las Vísperas
cativa es la producción de con- de Monteverdi, por la Coral Car-
ciertos a cargo de la misma or- mina, Les Saqueboutiers de Tou-
ganización. El Coro y Orquesta louse y La Grande Ecurie et La
del Festival de Música Antigua Chambre du Roy, dirigidos todos
de Barcelona —formaciones que por JeanC laude Malgoire, y la
esperamos tengan continuidad—. presencia de tres de los gigantes
dirigidos por el gran Philippe He- de la recreación barroca de nuestro
rreweghe, montarán dos páginas tiempo: Frans Brüggen, Anner
maestras del barroco catalán: Ce- Bylsma y Guslav Lconhardl. que
rerols, Misa de difuntos; Valls, intervendrán con un programa, tan
Misa Scala Aretina. El Collegium alípico como hermoso, dedica-
Musicum de Catalunya, bajo la do a Canzoni, Tocatas y Sona-
dirección de Emilio Moreno y Ser- tas del siglo XVII italiano. Del
gi Casademunl, tocará un progra- simple enunciado de la progra-
ma dedicado al tan interesante co- mación se desprende la impor-
mo descuidado tema de la sinfo- tancia de este Festival que se
nía rococó en la península ibéri- supera de año en año. Se hace
ca. La música española del siglo urgente la extensión de este mo-
XVI y del XVII -ambas junto delo a otras muchas ciudades es-
a la italiana del pañolas (no olvidemos, desde lue-
XVII— se verán re- Jeaii-Claude Malgtrire go, la labor del Cur-
presentadas en dos si) Barroco de El Es-
concienos, unu de ar- corial)- Mientras lle-
pa doppia, a cargo de ga la realización de es-
Andrew Lawrence- te deseo podrán oírse
King, y el de guitarra tres de los conciertos
barroca de Rolf Lis- de Barcelona en Ma-
levand. La seriedad y drid y Bilbao: Boston
coherencia de la pro- Camerata, Coro y Or-
gramación se aprecia questa del Festival de
en las atractivas sesio- Música antigua y Brü-
nes centradas en su ggen, Bylsma y Leon-
gerentes motivos: Mú- hardt. Para conocer las
sica en el tiempo de fechas de los concier-
Shakespeare, The Bos- tos consultar La Guía
ton Camerata; Músi- de SCHERZO de es-
ca francesa de los si- te mismo número.

The Boston Camareta

Scherzo 15
ACTUALIDAD

LA ORQUESTA EN EL SIGLO XVIH Beatrice di Tenda:


un feliz retorno
Barcelona. Gran Teluro dd Uivii -". 12. 21.
27 III 87 Bcilini. Btutrur di Trrula. Gasilu. Nuo
u . PKTIIMI. L J SLUU. Ontucvui y Coro del Gran
Tcalm ik'l Lit^o. Director AnnjnJo Gallo.

Con la reposición de Beatrice di ien-


iki. ausente del escenario liceísta por es-
pacio de ciento veinte arios, el coliseo
de las Ramblas ha recuperado una de las
óperas belhanianas de más alio imerés
Aunque no llegue a la alluia de La son-
nambula, Norma o / Puriíani, Beatrice
di Tenda -entrenada eii el Teulio La Fe-
nice en 1833— es una nhrj repleta de
situaciones dramáticas interesantes que
en lo musical se resuelven favorable mente
con un íespelable número de sugestivas
anas y dút*i — partí cu lannente interesantes
en los casos de Beatrice y Filippo María
Viscouti— y dos imponanies concenan-
les. el que pone fin al Acto I y el del
Orquesta de Ciímara de Praga Cuadro I del Aclo II.
Barcelona. Pulau <Jc la MUMCU CUIJIUIKI. IV-IN-87 dida lección de inusiettlogía. a la vez que El libreto de Felice Romani tiene una
Obfjj di J C. Bcaih. J. S. Binh Miuun y V.m de calidad interpielaliva en cada una de irania muy similar a la ya utilizada por
stk OKJUCMU Jt Cjinaru do Prjgj
las piezas cjcculadas. él mismo en el líbrelo de Áitna Bolena
que escribió para Donizelti. un príncipe
La suerle de podei uir en Barcelona, Si los conocidos Concierto para vio- que. hastiado de su esposa y enamorado
y en el mareo de los conciertos organi- lin y oboe en Re menor, BWV 1059 y de una dama de la misma. \¡i acusa <Je
zados por Euroeoncerl. a la prestigiosa Diveriimeulo en Fa mayor, K. 138 de adulterio y. tras un juicio bufonesco, es
Orquesta de Cámara de Praga, grupo in J. S. Bach y Mo/an fueron lo.s elegidos condenada a muerte junto a su supuesto
legrado por 36 eoin ponen les, lodos ellos para ilustrai respectivamente los estilos amante. El responsable de insuflar vida
varones, que se hallan vinculados entte barroco y clásico, la sorpresa vino con teatral a esta intriga ha sido el regista
s¡ por un estatuto auténticamente demo- dos obras prácticamente desconticiiias en Giuseppe De Tomasi —verdadero Car-
crático cuya carjcleríslica más visible es el repertorio habitual como son la Sinfo- panta de las pueslas en escena liceístas;
esta temporada son ya tres los títulos que
la de i|ue actúan sin director y Unios los nía ¡x¡m ilos orque\la\ en Mi bemol ma- tía multado: Sonnambuta, Riguletto y Bea-
integrantes poseen el mismo rango y ca- yor, Op. 18 n." I de J. Ch. Bach y la rriie y hay que dejar claro que ha inten-
legoría. de tal manera que pueden ser única Sinfonía en Re mayor compuesta tado hacerla comprensible al máximo a
capaces eaila uno de ellos de asumir en por el choco Jan Vaclav Vorisek. Dos los ojos del espectador, con momentos
cualquier momento el papel do solistas. obras perfectas para enmarcar dos perío- elogiables auno, por ejemplo, la apari-
Este conjunto es un ejemplo fehaciente dos de transición: preclasieismo y mmanti- ción de Beairice ya al principio de la ópe-
del nivel de preparación musical de un cisino temprano. En la primera de ellas ra, quedando patente el desagrado de Fi-
poís donde la música figura integrada en los electivos do la orquesta se dividieron lippo por ella y su interés por Agnese
el programa general de estudios desde en dos grupos aulónomos separados entre- del Majno; la aparición de los secuaces
del mismo espiando tras la estatua de Fu-
la enseñanza básica. sí en una especie de remembranza barro- uno Cañe en el careo enire Beairice y
ca de lo que debía haber sido la grandeza Orombello... Pero otriK. recursos han re-
El programa interpretado rué impor de los ton \pezzati de San Marcos en sullado acomoda!iciife o vulgares, situando
tante y a la vez ilustrativo porque pre- Ve necia, fenómeno éste que contrastaba el coro de daniLis y cortesanos en las es-
Icndía reflejar en un acercamiento rápi- con la utilización de procedimientos como calinatas, sin movilidad ni personalidad
do y sintético, la evolución Je la forma- el bilcmatismo o la fuerte caracteriza alguna (cuando éstos son un claro ante-
ción orquestal a través de unu serie de eion límbrica de los instrumentos de vien- cédeme del orgánico CIMO de cortesanos
obras y de compositores que abarcan uno to que reflejaba ya el advenimiento de del Rigoleiin, de Verdi); haciendo apa-
de los momentos decisivos de la historia una nueva época. Por último en la Sinfo- recer a lite miembros del tribunal con-
de la música. Se trataba, en difmkiva. nía de Vorisek. la orquesta se propuso y sultando unos grotescos papelotes en la
escena del juicio (,,el Código Penal'.'); in-
de mostrarnos el distinto enfoque dado supo hacer justicia a este músico compa- cluyendo una ridicula procesión frailuna
por cada época, más que por cada anís triota suyo ignorado en nuestras latitu- en la escena final... Tampoco el vestua-
la en concreto, a la organización del i nu- des. Una obrj magnífica, locada con pa- rio, alquilado, como es norma, a la casa
lo ria I sonoro y al juego de sus interrela- sión y entusiasmo que nos ensenará, a Arrigo de Milán un poco u lanío el me-
ciones en el [narco de una determinada cuantos nos cupo tener el honor de es- tro, ha ayudado demasiado ni a caracte-
jerarquía üe valores estéticos vigentes en cucharla, a reconocer que el culto idolá- rizar a algunos personajes ni a dar el as-
un cierto momento entre el cumpositor trico dispensado a Beethoven a veces puede pecto cuatrocentista que perseguía y que
y el publico para el cual escribía. Con haber servido para oscurecer y relegar la época de la acción de la ópera (el si-
un concierto de tales características era al olvido otros muy hermosos paisajes glo XV| requería.
básico dejar bien claro el comraste de musicales.
los estilos, y en este sentido la Orquesta Otra cuestión ha sido la escenografía
de Cámara de Praga nos dio una esplén- ile Ferrucio Villagrossi. E.sle escenógrafo
CC. ha optado pur un realismo pielórico

16 Schcrzo
ACTUALIDAD

de corte tradicional con los consabidos se ganó —como ya sucedió en Lu ACIS Y GALATEA
recursos de falsa perspectiva pero con stmnambula— el respeto unánime del
algunos elementos corpóreos o pruclica- público.
EN BADALONA
bles (como por ejemplo las torres del Cas- La infeliz Beatrice lia sido incorpo Dentro del Ciclo de Actividades Cul-
tillo de Binaseo con saledizos y trone- rada por la precoz Cecilia Gasdia. que turales de primavera organizado por el Ayun-
ras). Especialmente atractivos han resul- lu demostrado poseer una vuz qui/ás no tamiento de Badalona. la Orquestra de Cam-
tado en el Acto I el frondoso e impo- bra Catalana y el Cor de Cambra de Llei-
bellísima pero sí de gran ductilidad para da con la colaboración de Montarral Co-
nente bosque y la eMaiuu ecuestre de Gm- un rol que exige una gran capacidad vir madira como Galaica, lolanda Sarta en el
dottiero de Facino con fondo de arque- luosístieu. así como un notable compoi rol de Damon y Francesc Jové y Joan Puig-
rías gólicas; y en el Acto II el pasaje lamienio escénico en el papel de esposu dellivol como Acis y Polyphemus respec-
que conduce a las mazmorras del casti- tivamente, lodos ellos bajo la dirección de
imicenie y ultrajada. La.s versiones de su Jisin Pámies. otrecieron la versión concer-
llo, de cierto sabor piranesiano En su aria de entrada Mu ¡a sola, obimé'. mn "¡o tante de la deliciosa ópera de Haendel ,4c/i
contra (probablemente inal aconsejado por y de su Ahí se un 'unta en la escena II- v Galtilea.
Tomasi) debe reprochársele lu aparición nal son dignas de ser recordadas. Oniu Nuestra primera impresión es de sor-
sempiterna de las Escaleras laterales, que vo un éxito de público no parangoiiable presa —bien agradable por cierto—. ul con-
consiguieron empequeñecer el gran es- ni conipartiblc con oponen lu masculino testar que de manera insospechada se nos
cenario del Uceo, y la fiisión de los Cua- alguno. En efecto, el tenor Vieenzo La ofrecen, con gran calidad, producciones puco
dros 1 y II del Acto I en uno solo. usuales en nuestras salas de conciertos.
Scola fue un Orombello irreprochable, Los solistas vinales supieron dar su justo
pero el suyo es un papel de anii héroe valor, tanto vocal como estilísticamente.
En el ¡ispéelo musical ante todo de-
no excesivamente lucido, sin ningún ana, a las bellísimas páginas de Haendel. sin
bemos destacar la labor del maestro Ar- olvidar la peculiar caracterización psico-
a pesui do contar con algunas interven-
mando Gallo, responsable también de la lógica de sus respectivos personajes. Otro
ciones importantes Y Lorenzo Saieamani. tumo podemos decir del coro, muy equili-
revisión de lu partitura editada por Ri-
como Filippo María Visconii -segundo brado, buenas viices y excelente afinación.
co rd i que se ha utilizado en la píeseme
esposo de Bealrice en la ópera y en la La orquesta, con mención especial a los
reposición. Aún sin obtener de la orquesta
[calidad histórica — demostró poseer una diferentes solistas, sonó conjuntada y pre-
una sonoridad ideal. Gatto ha dirigido cisa, creando en ludo momento la atmós-
voz de barítono potente pero limitada en
una Becurice ágil, con auténtico empuje fera adecuada a la bella pastoral hacndehana.
los agudos, realizando por los demás una
dramático. exactitud en las entradas e in Todo ello bajo la dirección experta de
encoiniable composición del personaje.
tentando en la medida de lo posible no Joan Pámies. autentico artífice de una fe-
Su versión de sus dos magníficas arias liz velada.
tapar a los cantantes. Gracias a ludo ello
Coiné {'adtira, e quanin y Qui
m'atcolst luvo fuerza y liris Rosa Sabadell
mo. pero en general no pudo
ensombrecei a lu Bealrice Ue GALARDONADA LA
la Gasdia.
EDITORIAL CLIVIS
El de Agnese del Majno no La Editorial de Barcelona, que dirige
es uno de los grandes papeles El i senda Climent. ha sido galardonada con
para inwzn de lu ópera italia d Premio que concede el Ministerio de Cul-
nu del XIX. pero está dolado tura u aquellas editoriales que des latan por
de una utrueliva línea de can su aportación importante en el campo de
la enseñanza y de la pedagogía musicales.
lo que lu siempre efectiva Ra La distinción rumorífiea ha sido en con-
quel Pierotti ufronló sutisfai creto por la colección -Toquem. - que.
lonamente. Ya su romanza Ah! recien iniciad^, pretende llevar a cabo un
non pensar che pieno, cantada ambicioso progtama de interés pedagógi-
desde fuera a comienzos del co, y que consiste en reunir en distintos
Acto I nos causó una muy grata volúmenes, todos ellos bellamente ilustra-
dos, un conjunto de piezas fáciles y re-
impresión, que quedó confirma- creativas de calidad, dedicadas a los dis-
da en el resto de su actuación. tintos instrumentos. El ruño que sigue los
No podemos cerrar esta primeros cursos normales de aprendizaje
crónica sin dedicar unas pala- en el conservatorio, encontrará en esta co-
bras de elogio al coro del tea- lección un complemento agradable y a la
tro, que dirigen Romano Gun- vez eficaz a la hora de despertar su sensi-
bilidad —que es en definitiva de lo que se
dolfi y Vittorio Sicuri. Sus vo- trata— hacia la música contemporánea a
ces, bien timbradas y ufinadas. través de la interpretación que ella hace
han desiacadi) tanto en los con- del fondo familiar de la canción popular.
cenantes como en el coro de Editorial Clivis, con esta colección que se
introducción del Acto D Las- inicia con dos cuadernos dedicados al pia-
sal epuó i¡ del...: Consigne- no —y cuyos autores son Mariana Vila y
Joan Josep Gutiérrez—, viene a llenar un
mos también que en las repre-' vacío en el panorama educativo donde de-
sentaciones tercera y cuarta. masiado a menudo los inicios en el apren-
la Gasdia fue substituida por dizaje de un instrumento están asociados
Adelaida Negri, quien creó una a la adquisición de pura técnica con pro-
Bealrice más dramática, pero metedoras recompensas reservadas para más
asimismo totalmente válida. adelante que quizás el niño, aburrido en
el largo ínterin, nunca llegue a gozar.
CeáUa Ckisdia y La Scola ai Beañce tñ trnáa
Fotu: F. CATALÁ-ROCA Jordi Ribera ce.

Scherzo 17
ACTUALIDAD

LA IRRESISTIBLE ASCENSIÓN DE LA SEMANA CONQUENSE


OMO ya se indicó en el n.° 12
C
so oír esta magna obra —¿desde cuán- mar las voces de la orquesta, sobre
de SCHERZO la programa- do no sube a un escenario español?— todo en fuerte. La respuesta de la
ción de la Semana Internacio- y además en Viernes Santo. Más que Philarmorüa Hungarica fue más ati-
nal de música Religiosa de Cuenca digna, teniendo en cuenta el momento nada que en Parsifal, incluso con un
viene adquiriendo en sus últimas edi- actual, la interpretación de Heinrich metal poco feliz, en especial los trom-
ciones un tono general del que care- Hollreiser al frente de la Philarmo- bones, cuyo peor instante se dio en
cían las convocatorias precedentes. nia Hungarica y el Orfeón Pamplo- el piano antes del crescendo que an-
No se trata únicamente de que las nés. El maestro bávaro puso de ma- tecede a la palabra «Resurrexit* en
ideas de partida sean originales e in- nifiesto su familiaridad con el mun- el Coro. Entre tas voces, cuyo pa-
teresantes, sino de que se cuenta con do de Wagner. Llevó la obra con un pel, es muy secundario en esta par-
músicos estimables, cuando no de pri- tempo muy ligero y no acertó a dar- titura muy floja la mezzo Jane Hens-
mera fila, para su materialización. te la atmósfera esotérica, mística si chel y con demasiadas notas abier-
La transformación operada queda ex- se quiere, que le es propia. De cali- tas Reiner Goldberg.
plícitamente representada por la in- dad las prestaciones de la Orquesta, El primer concierto del Conjun-
corporación de con un metal y io Barroco Zarabanda, con la cola-
esta XXVI Sema- una cuerda baja boración del estupendo viola de gamba
na a la Asocia- algo endebles, y Sergi Casademum, consagrado al com-
ción Europea de el Coro, siempre positor español del siglo XVIÍI Joa-
Festivales de voluntarioso mas quín García, sirvió para revelamos
Música. con pasajes des- a este músico, quizá no esencial en
coloridos en el nuestra historia, pero tampoco me-
Sin olvidar la primer a c t o . recedor del olvido. Las versiones es-
importancia de Plausible nivel en cuchadas de sus Cantadas. Tonadas,
otras sesiones las voces, si bien Motetes y Villancicos disfrutaron de
previas —pre- la mayoría de los traducciones instrumentales solven-
sencia de la Wie- personajes no tes y unos solos vocales (María Vi-
ner Akademie, fueron compues- lla) de elegante línea, aunque de es-
interpretación es- tos agotando lu- tilo no siempre depurado.
cenificada de la da su compleji-
ópera de Britten Mucho más comprometido el se-
dad psicológica: gundo programa del grupo, construido
El hijo pródigo, notable Gume-
por la Orquesta ejemplarmente con músicas alema-
manz el de Ha- nas e inglesas vocales e instrumen-
del Festival de ral d Stamm, he-
Carintia —este tales. Muy desmayada la interpreta-
roica la entrega ción de la Sonata en sol mayor de
comentario hu- de la veterana
biera debido ini- Bach (versión de Sonata en trío pa-
Berit Lindholm ra flauta, violín y bajo continuo de
ciarse con la re- como Kundry,
seña de la versión Hemnch la partitura onginal para órgano).
corta la expresión del sufrimiento del Apreciablemente mejor la lectura de
de Aíhalia de Haendel a cargo de la Amfbrtas de Franz Grundheber, muy
Academy of Ancient Music y el Co- la Sonata en Sol menor de Purcell,
pálida la que debiera ser maldad en pero sin lograrse tampoco gran al-
ro del New College de Oxford y di- estado puro de Klingsor, cantando
rección de Christopher Hogwood. No tura. Lo que sólo hubiera sido un
por Oskar Hillebradt, y, finalmen- concierto gris se convirtió, por obra
cuajó este posible punto culminante te, un muy deficiente Parsifal, en-
gracias a los efectos de la huelga del y gracia del arte del gran contrate-
carnado por Reiner Goldberg, exa- nor James Bowman, en un hecho mu-
transporte del día anterior al concierto. gerado, gritón, y sin trazar en abo-
Comprendemos las dificultades sur- sical especialísimo. Bowman brindó
soluto la evolución interna que ha de una lección de su dominio técnico
gidas de tal situación; entendemos, ir desde el alocado muchachito del
mucho menos, un sistema de planifi- de la voz, pero no se quedó única-
primer acto al hombre integral, ya mente en esto, pues cada una de sus
cación de actuaciones tan apretado —la dueño de la sabiduría, del último.
tarde del 15 se oía Aíhalia en La Co- frases, lo mismo en Jubílate Domi-
Los tres Moteles de Bruckner por no, de Buxtehude, que en la Oda a
rana y la fecha para Cuenca era la del el Orfeón Pamplonés, dirigido por
16— y la no preparación de un medio la muerte de Purcell, de John Blow,
José Antonio Huarte, tuvieron cier- estuvo cargada de honda emoción.
alternativo de hacer llegar a los mú- tamente intensidad expresiva, pese a
sicos a tiempo. (Recordemos, como Labor de interés la del también con-
algunos apuros en la zona alta. tratenor Nicholas Clapton, que can-
ejemplo, a la Petite Bande comenzan-
do su concierto del Curso de El Esco- tó a solo Ihr Volker, Hort. de Tele-
rial de 1985 a las 12,30 de la noche). mann y se codeó con soltura junto
De nuevo tosca, pero no falta de a Bowman en la citada pieza de Blow.
aciertos concretos, la dirección de Clapton, que está en el despegue de
Hacer Parsifal en versión de con- Hollreiser en la Misa n.° 3 en Fa su carrera, es un buen cantante sí
cierto implica, es evidente, prescin- menor de Bruckner. En el lado posi- bien la inevitable contraslación con
dir de la dimensión escénica, que en tivo se debe colocar, desde luego, la James Bowman pone en claro de que
Wagner es sustancial. El acercamiento planificación dinámica, con crescendi lado se inclina la maestría.
de Cuenca partía con este lastre in- muy medidos. En el extremo opues-
dudable, pero no deja de ser hermo- to, la marcada tendencia a amalga- Enrique Martínez Miura

18 Scherzo
ACTUALIDAD

Budapest, un continuo festival


M
AS que un Festival im- Lope de Vega; completaban el pano- cuchar una estupenda producción, en
portante. Budapest lo que -rama mensual. Si a todo esto, descon lodos los aspectos, del Cuslill<> de Bar-
tiene es una vida cultural cerlanle por el número de eventos, se IHI Azul, de Bartock. junto con su ba-
envidiable Y es que la capital húnga- añade que el nivel artístico es medio. llet El Principe de Madera; conocer
ra es un continuo festival lodos y ca- e incluso alto — por lo visto en ópera el Bánk Bán. de Erkel. padre de la
da uno de lus trescientos sesenta y cin- y conciertos—. y que el precio de las ópera húngara y compositor nacional
co días del año. Resulta sorprendente entradas más caras no supera las 500 por excelencia: o disfrute la opereta
para el que. desde la capital de la cul- pesetas, que cada uno .saque sus
tura eurupeu — Madrid— hasta allí via- propias conclusiones
ja j logra ver lo que ve y oir lo que En cuanto al Fesiival de Pri-
oyi\ Después, a la vuelta, lo más im- mavera (20-29 marzo), que es-
portante en el recuerdo no es lo visto te año celebró su séptima edi-
u oído, sino las inevitables reflexio- ción, no revestía un especial in-
nes a las que da lugar tal visita y que terés como lal. dentro del rico
se pueden resumir en una sola: la cul- panorama anteriormente apun-
tura, como múltiple manifestación hu- tado Su programación se ^cn-
mana que os. ni se compra, ni se in- ira fundamentalmente en lo mu-
sical —clásica, j a / / , folelore o
venta, ni se fabrica de un día para otro.
pop— con un gran número de
No. Sencillamente, tiene lugar día a conciertos y recitales extraordi-
día. año iras año... y luego, con el narios, donde abundaban los
paso del tiempo, se convierte en lo que nombres de Liszl. Bartok y Ko-
es, y no en lo que a nosotros nos gus- daly. además de la programa-
taría que fuese. Y de eslo saben mu- ción normal de la ópera, lu ope-
cho los americanos, mejor dicho, los reta y el ballet. El Team? Nacional de la Opera de Budapest
norteamericanos. teatro tiene una
Claro que uno eslo ya lo sabía por- cabida importante
dentro del mismo,
que de vez en cuando gusta de ir a
así como las expo-
lugares tan exóticos como Londres o siciones paralelas
París, para poder des intoxicarse del que se rcali/an.
ajetreo cultural madrileño. Pero lo que entre las que cabe
nunca pixiía imaginar es que allí, en destacar la del
el Este, iba a experimentar una sensa- pintor, filósofo y
ción parecida. Budapest, con poco más escritor húngaro
de dos millones y medio de habitan- Lajos Kassák. en
tes, posee dos teatros de ópera (la Ope- la Galería nacional
rahaz y la Eerkel Szi'ihuz). otros dos Húngara. Se com-
de opereta, tres impon antes auditorios pleta el festival
y otras tantas iglesias, salas más pe- con manifestacio-
queñas y palacios donde habitualmen- nes deportivas,
te se hace música. En el campo sinfó- encuentros inter-
nico destacan, entre otras, dos gran- nacionales y pro-
des y prestigiosas orquestas de renom- gramas gastronó-
bre internacional como la Orquesta micos.
Nacional Húngara o la Orquesta de la
Uno de los a- Palacio de Congresos/Orquesta Nacional Húngara
RTV y otras tantas de cámara, entre
las que es obligado citar la Franz eontecimienlos
Liszt de Budapest o el Cuneen tus Hun- más destacados fue el concierto que La Princesa de las Csárdás, de Kal-
garicus. El número de conciertos, só- diera ta Benko Dixieland Band. en inan, con un público asistente total-
ID en Marzo, se acercaba a centenar. el Palacio de Deportes, conmemo- mente volcado hacia la obra. Más di-
rando el treinta aniversario de su fícil de aguamar rué un Otello, de Ver-
Las óperas, en cartel, en este mismo
fundación. Allí pudimos degustar el di, cantado en húngaro, aunque de
período de tiempo, sumaban veintiséis: más genuino Blues o New Orleans.
Verdi (6). Puceini (4), Mozart (3>. buen nivel en lo vocal y no tanto en
de manos de una de las más im- lo musical o lo escénico. Lo mejor de
Wagner (2). además de Rossini. Mas- portantes y prestigiosas Big-Band,
senel. Erke I. Bartok, Herould. etc. lodo fue una Flauta mágica, de Mo-
premio de Vil Festival de Jazz de zart (lambién en húngaro, pero más
Otras tantas operetas y balleb —entre San Sebastián, allá por 1972. Cabe
otros el prestigioso Ballet de Gyór— soportable por la mayor cercanía fo-
destacar también un concierto de obras nética con el alemán), con un nivel
junto a una innumerable lista teatral, corales de Kodaly. en la magnífica
donde se podía ver —aparte de los musical, escénico y vocal muy intere-
sala del Palacio de Congresos, que
húngaros— autores tan variopintos co- posee una acústica excelente, ade- sante, sobresaliendo el Sarastro de
mo: Moliere. Brechl. Camus, Tennes- más de ser estéticamente preciosa. Lászlo Polgar y el Papageno de Béla
see Wíllians, Shakespeare (4), T. S. Perú lo más interesante, al menos Szilagyi. magníficamente interpretad!)
Eliol. Chejov. Hoggins, Rostand, Sar- por lo visto, estuvo en la ópera: ya y cantado.
tre, Dumas, Conney. Arthur Miller o que tuvimos la oportunidad de es- Amonio Moral

Scherzo 19
ACTUALIDAD

PAUL-GILBERT Eugen Jochum:


In Memorian La desaparición de un histórico
Con algún retraso nos llega la triste El pasado 26 de marzo dejaba este En Madrid, hace unos quince años,
noticia de la prematura y cruel muer- perro mu mío el director alemán Bu gen sentó cátedra con la Nacional en un
te de Paul-Gilbert Langevin (5-7-3.1 / Jochum, unos de los últimos supervi- concierto Beethoven. Ocupó, a lo lar-
4-7-86). un nombre francés y europeo vientes de eso que se ha dado en llamar go de su exiensa vida, con la salud
expresivo de ese fenómeno universal gran tradición, formada por hombres que ya muy mermada en los últimos tiem-
de la afición musical que, lejos de la crecieron y se alimentaron musicalmen- pos — lo que le obligaba a suspender
profesionalidad y de la estríela musi- te a la sombra de míticas figuras de la continuamente actuaciones—, diversas
cología, na dado y da grandes lucha- categoría de un Furlwiingler. un Wein- rectorías de importancia: Munich. Ra-
dures y estudiosos de la Música. gariner. un Schurteht, un Waltor, un dio Berlín. Radiodifusión Je Baviera.
Klemptrer o un Knappertsbusch. Jivhum. Hamburgo. Concertgebou*. Bamberg.
Físico, como su padre, y pmfesor nacido en I*X)2. era. a semejanza de Karl Sinfónica üe Londres... Dirigió también
universitario, su camino de Damasco Bohm. ocho año*, mayor, un acreditado en BayriHilh. y ofició frecuente memo.
musical se le reveló en 1952, al escu- y mejorado Lippel-
char por primera vez la Séptima Sin- meisler, poseedor de
fonía, de Antón Bruckner. Desde en- una técnica tiirectorial
tonces Langevin se consagró — bastante anticuada pe-
fundación de la -Sociedad Francesa An- ro enormemente efec-
tón Bruckner» (1957). artículos, críti- tiva y elocuente, cul-
cas, libros, conferencias, emisiones de tivador del más ranciu
radio— al redescubrimienh> no solo de repertorio germánico,
la obra del organista de San Florián, al que daba una suerte
sino también de la vasta producción de sentido trascenden-
del período que él llamó einorromán- te, no siempre adecua-
fivo: Busoni, Janacek, Lekeu. Nielsen. do. Delineaba con an-
Reger, Goetz, Wolf. Schmidt. etc. Ul cha mano y visión po-
(i mam en le estaba dedicado en cuerpo derosamente lírica las
y alma a conseguir que pudieran mon- grandes arquitecturas
tarse, de manera ejecutable, los frag- hrucknerianas. de las
mentos y esbozos dejados por Bruck- que era ferviente ser-
ner para el finale de su inconclusa No- vidor. Grabó por dos
vena Sinfonía. Langevin ha alentado veces el ciclo comple-
y apreciado los trabajos hechos sepa- to üe las sinfonías del organista de San
radamente, en este sentido, por Silva- Florián. Bien construido y adecuadamente con la fe do un visionario, el repertorio
no Bussolti y por William Karragan. equilibrado era su Beethovcn. Destacó, wagneriano. Su figura, sin ser genial ni
asimismo, como excelente concertador imprescindible, creemos que posee sufi-
Sus principales publicaciones son Mú- operístico. Sabía colocar cada obra en ciente relevancia para que. en el próxi-
sicos de Francia, Franz Schuben y la su sitio y establecía de inmediato una tli- mo número, le dediquemos un homena-
sinfonía, Antón Bruckner, apogeo de recla cómeme entre el foso y la escena. je que amplíe lo que .sólo es una breve
la sinfonía. El siglo de Bruckner y su reseña luctuosa.
último libro, de reciente aparición. Mú-
sicos de Europa, estudios todos cuya
traducción y publicación en España sería
muy bienvenida.
Llorados e inolvidables
Tres grandes (calificativo que quiza no todo el inuniki comparta) ik Id interpretador) musical
Según sus amigos y colaboradores. Jet pasado —el tercero ha hecho muy recientemente el transito, como se recoge en calas mis-
Langevin se distinguía por sus actitu- mas páginas— están siendo recuperados di se (igra fí caí nenie: Hcnnann ¡¡cherchen. Clara Haskil
y Eugen Jochum. De aquél que. desde MI esiilo y técnica tan personales, tan discutibles y
des sumamente desinteresadas, por sus lan raros, tan buenos e interesantes conciertos ofreciera con la Nacional hace años, con obras
profundos conocimientos estéticos y eru- y programas llenos de novedad y atractivo, el sello galo Adés ha distribuido mi ha mucho,
ditos y su voluntad y estilo muy com- en compacto, interpretaciones Je Berlio/. y Webci Ahora se distribuyen en Francia e Inglate-
bativos en favor de músico;, poco co- rra — (,cuándo aquí?— reprocesam lentos japoneses de uejas colaboraciones del inquieto maes-
tro y teórico con la Orquesta Je la Opera de Viena aparecidas en Wcstminsler. Primera de
nocidos; cualidades que suelen hallar- Mahler. 92 y 94 ¡te Haydn. Septana de Becihnven. Sthéhérazade de Rimski-Korsakov... En
se en la melomanía de más alio vuelo Inglaterra aparecen también antiguas interpretaciones provenientes del sello PY repntesadas
y que cuando, como en el caso de Paul- por PRT (Precisión Records): Harolii eti Italia, Sinfonía Fanláslica de Bcrlio7. Ritmen y Julie-
Gilben Langevin. van unidas al sufi- ta y Marcha eslava de Tchaikowsky. . Orquestas tomo Filarmónico-Sinfónica y Sinfónica de
ciente talento literario o expresivo, pro- Londres. También del antiguo catálogo Weslmisnler provienen señaladas interpretaciones de
la singular y exquisita pianista rumana Clara Hasktl: Sonatas, de Scarlaili. Guíetenos para
ducen aportaciones muy importantes que piano 19 v 20 de Mo/art. Condeno núm. 3 lie Beethoven. . Vienen asimismo de Japón con
merecen el agradecimiento de todos la etiqueta G Del ilesa parce i do hace unos días, el entrañable anciano Jochum. que lanti". con-
quienes se interesan por nuestro Arte. ciertos hubo de suspender por sus achaques en los últimos años, es Tclel'unken (con la marca
Teldeci la que está lanzando una serie de viejas recreaciones de famosas sinfonías: 7 y 9
Pues esta es la palabra: hasta algu- de Beelhoven. 3 de Brahms. con la Filarmónica de Hamburgo, y 4 y 7 de Bruckner (composi-
na vez. correligionario, y gracias. tor en el que normalmente se le consideró especial isla), con la Filarmónica de Viena. La tosa
puede no estar mal.
Ángel-Fernando Muyo

20 Señera»
ACTUALIDAD

Festival de Viena 1987


A
uno se le caen, cümo dice la Raffeiner y dirección de Abbado}.
frase popular, hs palos del som- Hay. por supuesto, opereta y mu-
brajo cuando echa un vistazo a cho teatro.
manjares musicales tan suculentos como En el capítulo de conciertos en-
los que se contienen en alguno que otro contramos a la Filarmónica de Vicrui
festival. Nuestra mirada, dirigida ahora con Atibado {Novena de Mahlcr. en-
al que anualmente se desarrolla en la sayada en Canarias y Madrid con
capital del Danubio, nos pone de mani- la Sinfónica de Londres), que tam-
fiesto que difícilmente pueden reunirse bién actúa con la Orquesta de Cá-
en otras matúfestacimws de este tipo lanías mara de Europa, a la Sinfónica de
mimbres de intérpretes de primera fila esta ciudad con Pcter Schneider. a
y tainas novedades o programas de in- la Filarmónica de Los Angeles con
terés (siempre moviéndonos en el terre- Previn. a la de la Radio de Hum-
no propio de los festivales de altura.). burgo con Waiid lOctaxti de Bruck-
En esta edición del de Viena. ciudad que ner). a la Filarmónica de Rotter-
en cualquier época del aña. incluso en dam con Conlon. a la de la Radio
verano, ofrece torrenciales cantidades (y Austríaca con Inbal [Séptima de
calidades) de música, y del 9 de mayo Mahlcr). a la Nacional de Francia
al 14 de junio, aproximadamente, se ha Ozawa y a los London Baroque con
previsto, por lo que respecta a la ópera, Nedlam. Solistas para lodos los pis-
el estreno de Auszithlreim, de Olio M. litsr Murray Perahia. András SchilT. Claudio Abbudo Fulo: A Muñoz
Zykan (que utiliza elementos extramusi- Rudoli Buchbinder. Mauricio Po-
cales en busca de una completa expre- llini. el siempre esperado Arturo Be- Para información y solicitud de lo-
sión); Elegía para jóvenes amantes, de nedctti-Michelangeli. Rudolf Serkin. calidades puede escribirse a las siguien-
Hans Wemer Henze; Telemaca, de Gluck. Oleg Kagatt. Oidon Kremer (también tes direcciones, sedes de distintas Ofi-
Orfeo v Euridice, de Johann Joseph Fux cuino director con la Orquesta Orpheus). cinas del festival. A-IO.K) Viena. Loth-
y Axur Re d'Ormus, de Salieri (las tres Jessye Norman. Marilyn Home. Her- lingcrsirasse 20. Teléfono: 721211.
en versión de concierto): el arreglo rea- niiinn Prey... Entre los cuartetos, el Telex: (61) .1222.11)2 (para los actos
lizado por Luciano Be rio de Wir bauen AI han Berg. el Hagen. El concierto en la Kon/erthaus): A-1010 Viena.
eine Símil (Construyamos una ciudad) de de clausura está encomendado a ta Fi- Ccihegasse I. Teléfono: 51444-0. Te-
Hindemith, en primicia mundial, y las larmónica vienesa y a Giulini, que ofre- le*: 113775 (para la Slaalsoper. Volso-
nuevas producciones de Otello, de Ver- cerán, junto al Coro de la Opera, la per, Burj;lhcalLT y Akademielhealer).
di (con Domingo. Tomowa-Sintow y Bru- soprano Barbara Bonney y el barítono A-1D60 Viena. Lehángasse II. Telé-
son y dirección de Mehla) y Wozzeck, Andreas Schmidt. el Réquiem Alemán, fono. 5K6I676.. Telcx: I 11.18.1 (para el
de Berg (con Grundheber. Behrens y de Brahms. rcsio de salas!

PRESENCIA ESPAÑOLA EN NORUEGA


E I festival noruego de Bergen no es de los de relumbrón, como los de Lucerna.
Salzburgo. Viena. Berlín. Edimburgo o Montreux-Vevey. Pero es serio, está muy
bien planificado y ordenado y ofrece siempre un marcado interés tanto en su ver-
tiente musical como en su parcela —muy importante— teatral. Este año Bergen se visic
con galas españolas. Se na querido estableer un a modo de puente musical, teatral y cinema-
tográfico entre el Nuevo y el Antiguo continente. El puente, no cabe duda, ha de pasar
por la península Ibérica. Luis de Pablo y Joaquín Rodrigo son los dos compositores españo-
les vivos que adquieren el mayor protagonismo. El primero estará presente en tres concier-
tos con obras para violín y piano, piano y orquesta y conjunto de cámara. El grupo Koan.
dirigido por Encinar, será el encargado de este último apartado en la serie Factoría Musical
(25 de mayor). El segundo aparece en dos recitales de canto (Verónica Tyler-Scoll. Katia
Ricciarelli) y en un concierto de la RAÍ de Turín dirigido por Muhai Tang. con Marisa
Robles, arpa (30 de mayo). Otro nombre español, éste ya desaparecido, es Manuel de Fa-
lla, dos de cuyas obras abren y cierran esta edición del festival: La Atlántida, en primera
audición noruega (con Teresa Berganza y Knut Skram en papeles estelares), dirigida por
Aldo Cecéalo (20). y La vida breve, cuya interpretación está encomendada al elenco de
la Opera de Bergen, con la adición de algún cantante español (31). Se cuenta con conjuntos
hispanos tales como la Coral Salvé de Laredo. a las órdenes de José Luis Ocejo. y con
el Ballet Nacional de España. El interés por lo ibérico se extiende al teatro y al cine.
Ltirca y Tirio de Molina estarán presentes en parcela. Carlos Saura. con El amar brujo,
será uno de los autores que lo esté en la segunda.
Tere.' estrada Fuera de esta presencia española, bastante más evidente en Noruega, por lo que se
onza
ve. que en nuestro propio país en lo que a festivales atañe. Bergen brinda otros puntos de interés musical: conciertos dedicados
a Vage o a Kagel. a Hassel o a Persen; música de Nielsen: Hymnus Amoris (Neeme Járví). la ópera Maskarade (Opera Real
de Oslo). Y mucha música, antigua y moderna, del país.
El Festival se desarrolla del 25 al 31 de mayo, en siete prietas jornadas. Información puede solicitarse a Bergen Internacional
festival. Bos 183. N-5001 Bergen, Noruega. Teléfono: (475) 320400. Telex: 40555.

Scherzo 21
ACTUALIDAD

IX Curso de música
barroca y rococó
STE año el tradicional tur- son, por asignatura, para los ac-

E so de música barroca, or-


ganizado por la Asociación
Música Barroca (es decir, por Ma-
tivos, 8.000 pías, (cada asigna-
tura más, 2.000). y para los oyen-
tes, una o varias asignaturas, 4.000
riano Martín e Inés Fernández ptas. Los cursos monográficos es-
Arias fundamentalmente), no tiene tán fijados en esta última canti-
lugar en El Escorial, sino en Ma- dad los dos primeros: el C El pla-
drid; concretamente, en el cole- cer de afinar, que impartirá Rein-
gio mayor universitario Elias Ahú- hard von Nagel, destinado a alum-
ja. El tema central es La Música nos de clave, en 1.500. IV CURSO
Ibérica, que sirve de base al cur- En el campo coneertísiico. que
INTERNACIONAL
so monográfico A, en el que in- tainbién se desarrollará en el ci- DE
tervienen Antonio Gallego (Intro- tado colegio mayor, destacan las INTERTERPRETACION
ducción a la historiografía musi- intervenciones de Bob van Aspe- MUSICAL
cal española), ren (Bacli y
Juan José Rey Torroella de Monfgrí
Couperin). el
(Guitarra, ban- (Costa Brava) Girona
22 de agosto;
durria y bando- The AinaryllLs
lín); Andrés Consort (polifo- I - 16 Julio
Ruiz Tarazona nía inglesa y es- María Curcio
(La tonadilla pañola), el 25; piano
escénica); José Quinteto de
Sierra (La mú- flautas de pico 16 - 26 Agosto
sica escénica en de Amberes Irmgard Seefried
el Padre Soler), (Frescobaldi, uanlo
Daniel Vega Cabezón y Am-
(Introducción al brosio de Co- 16-31 Agosto
villancico del tes), el 26; y la Félix Andrievsky
XVII y XVIII) y Orquesta Barro- Gonc,al Cornelias
Luis Robledo ca de Limoges Eva Graubin
(La práctica (C a m p r a y vjolín
instrumental en Lutly). Hay que Enrique Santiago
la Corte espa- anotar asimis- vioa
ñola durante el mo, por su in-
siglo XVII). Las dudable interés, Radu Alduleseu
asignaturas son violoncelo
el concierto de
las habituales: Coin, asiduo de esüus cursos Isabel le Poule- Franco Petracchi
canto (Marius van Altena), flau- nard, soprano. Emer Buckley, cla- contrabajo
ta de pico I y II (Marijke Miies- ve, y Marianne Müller, viola de
sen, Baldrick Deerenberg y Al- Julián Jacobson
gamba, con obras de Strozzi, Cac- música de cámara con piano
varo Marías), flauta travesera ba- cini y Jacquet de la Guerre. el
rroca (Konrad Hünteler), violín día 19, y el que corre a cargo de Academia Stríng
y viola (Alda Stuurop), Oboe ba- Jorge Caryerschi. flauta, Emilio
rroco (Jan Grinbergen), clave (Jac- Quartet
Moreno, violín, Sergi Casademunt.
ques Ogg), vihuela, laúd y gui- violoncello, y José Miguel Mo- Mariana Sirbu,
tarra (José Miguel Moreno), ba- reno, guitarra, que incluye parti- Ruxandra Colan,
jo continuo (Aliñe Züberajch). vio- rás de Ximénez, Martín y Soler James Creitz, viola
la de gamba (José Vázquez), vio- y Schubert. Mihai Dancila, violoncelo
loncello barroco (Wouter Moeller) música de cámara
y danza barroca I y n (Irene Gin- Todos los conciertos comenza-
ger). Profesores ya conocidos en rán a las 22,30 horas. Informa- Información;
su mayoría, casi todos señalados ción y reservas podrán ser aten- Joven luis Musicals
intérpretes de sus instrumentos. didas en las señas de la asocia- Apariat 70
El plazo para la inscripción fina- ción, Francisco de Rojas, 9, ] 7257-Torroella de Monigrí
liza el 7 de agosto. Los precios Secretaría: (972) 75 83 96
5."-dcha. E. 28010-Madrid. Te- Oficina Turismo: (972) 75 89 10
léfono 448 31 15.

22 Scherzo
ACTUALIDAD

E XISTE acuerdo genera] en acha-


car la deficitaria situación musi-
cal española a una infraestructu- Un importante
les, cuya carencia es uno de los proble-
mas más acuciantes de la actualidad. Los
estudios de Nuevo Baztán se familiari-
ra educativa a (odas luces insuficienie.
En este mismo número puede el lector proyecto zarán tempranamente con el público en
las actuaciones previstas, entre las que
encontrar un acercamiento al aspecto le- se incluyen 9 semanas anuales de giras
gal del problema en las páginas de opi-
nión y la carta de una lectora sobre la
educativo internacionales. Una muy interesante idea
del proyecto en marcha es el apoyo que
enseñanza básica de la música. Un as- tos de la orquesta, canto, composición, la Escuela otorgará al alumno, acabada
pecto central de la cuestión es la necesi- musicología, e instrumentos antiguos. La su estancia en la misma, hasta su total
dad de salir al extranjero para el perfec- materia de dirección de orquesta se im- integración en los circuitos laborables de
cionamiento de los estudios adquiridos plantaiá una vez que la Escuela haya nor- la música.
en el interior del país. El proyecto, ya malizado su funcionamiento. Los estu- La idea original de la Escuela Inter-
en marcha, de creación de una Escuela dios en Nuevo Baztán se desarrollarán nacional de Música para España partió
Internacional de Música en España pre- en tres cursos, con 34 semanas lectivas de Janos Meszaros, Presidente de la Fun-
tende atajar directamente tal estado de y 8 horas diarias de clases. La pertenencia dación Pro Harmonía Mundi/Suiza, y Ru-
cosas. La sede prevista es actualmente a la Escuela, en consecuencia, será in- dcsindo Soutelo, compostior y editor mu-
Nuevo Baztán, a 46 Kms. de Madrid. compatible con cualquier otro estudio o sical. El proyecto se enmarca en infor-
en el Palacio construido por Churriguc- trabajo. Habrá una zona residencial pa- mes de organismos de la Comunidad Euro-
ra a comienzos del siglo XVIII. El obje- ra los alumnos y éstos recibirán bolsas pea sobre el necesario refuerzo de su ac-
tivo de esta Escuela es la especializacion de estudio como asignación. Una com- ción en el sector cultural, así como en
de los músicos jóvenes, ya titulados en pleta dotación de medios —aulas por ma- el proyecto general de Escuelas de Alto
Conservatorios. El nivel pedagógico se- terias, cabinas de estudios, laboratorios Perfeccionamiento Musical de la CEE.
rá el universitario: los alumnos, además de idiomas y música electrónica, audi- En España se cuenta ya con el apoyo
del perfeccionamiento técnico en su es- torio sinfónico— hará viable el óptimo de la Comunidad de Madrid. Esta revis-
pecialidad, podrán obtener un amplio co- funcionamiento del centro. ta quiere sumar su voz a tan trascenden-
nocimiento acerca de los diversos perío- te iniciativa, paia que la Escuela Inter-
dos culturales, instantes históricos y es- Los participantes adquirirán una pri-
mera experiencia de práctica orquestal, nacional de Música de Nueva Baztan pue-
téticos, y metodología interpretativa. Las da inaugurarse efectivamente en la fe-
asignaturas previstas son los instrumen- que les capacitará para una más eficaz
integración en las orquestas profesiona- cha prevista del 15 de enero de 1989.

1

"lililí f d
L/ ^
Scherzo 23
ACTUALIDAD

Una iniciativa ejemplar ca sinfónica, con actuaciones de la


Orquesta Ciudad de Barcelona, la
Sinfónica de Bilbao. Sinfónica de
Tenerife, las ya citadas Sinfónica de
la URSS y Philharmonia Hungarica.
Sinfónica de Euskadi. Sinfónica de
Asturias y Sinfónica de RTVE. Su-
bieron a los podios directorales Ed-
inon Colomer. Enrique García Asen-
sio. Víctor Pablo Pérez. Gennadi
Ro/.hdestvensky y Jorge Rubio. La
olería musical que comentamos ha
i lenido, asimismo, la importante ver-
•3 tiente —cada día mas. dada la ten-
dencia vigente— de canalizarse por
medio de precios realmcnle econó-
micos.
La gira de la Sinfónica de la URSS
con su titular. Gennadi Rozhdest-
vensky. ha sido seguramente el acon-
tecimiento musical más destacado de
este ciclo. El gran director dio mues-
tras de su magisterio en una coloris-

Q
U E los aficionados de Gua- es obvio en el tema indicado,
dalajjra. Cuenca. Ciudad ha sido otro de los aciertos de esta ta versión de IM Gran Pasiiut Rusa,
Real. Albacete y Toledo pue- serie de conciertos. Estructurada en de Rimsky Korsakov. en su acom-
puedan escuchar en sus respectivas los apartados de música sinfónica y pañamiento completamente original
ciudades a la Sinfónica de la URSS de cámara la programación ha cu- al Concierto para piano n." I, de
o la Philharmonia Hungarica es ya bierto un representativo conjunto de Tehaikowsky —interpretado con gran
un hecho insólito —lamentablemente obras tanto del romanticismo lempra- energía al piano por su esposa Vic-
insólito hasta ahora, habría que no. las escuelas nacionalistas y el pis- toria Postnikova— y en la magnífi-
añadir— y digno de atención. Pero Iromaniidsmo. A ITUWJ" de suhciulo ca lectura de la Suite n." 3. también
la actividad musical que comentamos han podido oírse los cinco concier- de Tehaikowsky. cuyas variaciones
ha cubierto objetivos mucho más am- tos para piano de Beethoven. Se ha conclusivas pusieron de manifiesto
plios. El ciclo «La música del ro- contado con un buen número de so- todo su arte directorial.
manticismo-, organizado por la Con- listas y agrupaciones españoles. Así. El ciclo, estupendo como inicia-
sejería de Educación y Cultura de la los pianistas Joaquín Suriano. Julián tiva, ha revelado la carencia de sa-
Juma de Comunidades de Castilla- López Gimeno. Joaquín Achúcarm, las adecuadas en este tipo de locali-
La Mancha, ha llevado la música a Miguel Zanctti. los violinistas Pedro dades para la escucha adecuada de
un buen número de poblaciones del León y Víctor Martín, el Trio de Bar- música sinfónica y de cámara. El
mencionado ámbito geográfico des- celona, las Orquestas de Cámara Es- ejemplo extremo parece darse en el
de el pasado mes de septiembre has- pañola. "Reina Sofía» y "Villa de Ma- Coliseo Luengo de Guadalajara. donde
ta el présenle mes de mayo. La co- drid". La participación más nutrida la Sinfónica de la URSS sufrió la peor
herencia de la programación, centrada se lia dado en el campo de la músi acústica que imaginarse pueda.

AUSTRIA MAS CERCA


PREMIO SGAE 1987 El pasudo .11 lie marzo el actual director
de la oficina de Turismo Ausiríaco en Espa-
ña (un recuerdo desde aquí pira su antecesor
Acaba de convocarse un concurso de composición para jóvenes aulores denomi- Osear Dignoes). Chrislian Piller. présenlo a
nado Premio SGAE. La iniciativa se hace en colaboración con el Centro para la los medios de comunicación el nuevo Boletín
de Información Tursilica de su país, una pu-
Difusión de la Música Contemporánea Denlru de las 15 bases se recogen distintos blicación que recoge, en selección y adecua-
aspectos de la convocatoria: edad (nacidos después de enero de 1957), plantilla (13 da ordo nación de su artífice. Carlos Herráiz.
milicias culturales, sobre ludo musicales, claro,
instrumentos —especificados— cinno máximo, y un posible solista e intervención de ia vida de aquella nación, u n ejemplar en
electrónica); duración (de 5 a 25 minutos); cuantía ( I . " . 750.000 ptas.; 2 . " , 400.000); muchos aspectos El Boletín puede ser una
plazo (hasta el 30 de septiembre de 1987). Con las obras finalistas se realizará un buena fuente de cimoc i miento de las múlti-
ples actividades que se desarrollan a la vera
concierto público. No está nada mal que a través de proyectos como éste se brinden del Danubio u del Salz. Los selectos degus-
oportunidades a los jóvenes, a veces fallos de estímulos (y muchas, también es ver- ladores de la mejor música y aficionados a
los viaje» filarmónicos —en particular los
dad, de inspiración o conocí míenlos). Es un buen momento para tantear y quizá cresos— pueden lener aquí la vía ideal para
seleccionar — labor que lleva a cabo por su lado, desde hace ya algunos años, la su información y para su cornado con la pa-
Fundación March con su Tribuna— y separar. Puede que con ello se contribuya ma de Mozart a través Je su oficina turística
madrileña, sita en la Torre de Madrid. Plan-
a poner un poco de orden dentro de la confusión (aunque ésta no sea siempre mala ta 11/8 E. 28OOB-Madnd. Teléfono. 247 89
de por si"). Aplausos, pues, para lo.s dos organismos protagonistas de la idea. 23. Tele*: 42 635 onat e.

24 Schcrzo
ACTUALIDAD

DISPARATE EN LA ARENA
CONCURSOS
D E un tiempo a esta parte Televisión
Española venía ofreciendo mensual-
mente emisión de una ópera com-
pleta. Últimamente este espacio aparece sus-
III Concurso de piano Pilar Bayona
Al lado Je utrus manifestaciones de carac-
tituido por recitales líricos de diversa pro- terísticas similares ya consagradas por largos
cedencia. El cambio está probablemente ba- años di' actuación, surgen en el panorama es-
sado en la idea de que esle (ipo de espec- pañol concursos destinados con segundad a
táculo es más asequible al aficionado tími- ocupar un importante lugar propio en el pa-
do, al mismo tiempo que no resulla one- norama español e ¡menucional dentro de la
roso al gran público. Si el objetivo es la especialidad- Uno de éstos es ciertamente el
popularización de la opera, el programa Concurso Internacional de Piano -Pilar Ba-
ofrecido el pasado 27 de marzo, ton el am- yima-. El certamen nació en 1983 como ho-
biguo líiulo de Festival en la Arena de Ve- menaje a la gran pianista aragonesa que le
roña, parece hecho a la medida de tales da su nombre. Esta tercera edición habrá lo-
grado sustanciales mejoras participantes me-
discutible)! y modeMas intenciones. Este en- jor clasificados. Las cantidades previstas pa-
gendro producido por la RAÍ con el pre- ra esta convocatoria son 1.250.000. 700.000
tencioso encabezamiento Esto es la Are- y 300.000 para los tres pianistas que se si-
na, y con el subtítulo Aquí nació María tiien en cabeza En el plano de lo puramente
Callas (aludiendo al debut de la cantante competitivo, se lia introducido una nueva prue-
en 1947 con La Gioconda de Ponchiellil. ba, consistente en un concierto de cuarteto
está dirigido por Pippo Baudo, con puesta con piano que. al incorporar el rico mundo
escénica de Pier Luigi Pizzi. Baudo. apar- de Li música de cámara, definirá mejor las
ie de ser el presentador televisivo más po- José Carreras cualidades del intérprete participante en el con-
pular de Italia, es una especie de Rey Mi- curso. Esta prueba tiene carácter de semifi-
das del espectáculo visual (organiza el ar- Folies Bergeres y alusiones a ceremonias nal eliminatoria. El Concurso -Pilar Bayona*
chipopular Festival de San Remo). Afecto de inauguración de apertura de juegos olím- sigue una apreciable marcha ascendente, co-
a la democracia cristiana, casi) el año pa- picos. Con el atractivo suplementario de mo se desprende tanto de las mejoras recién
sado con Kalia Ricciarelli, a quien entre- un vestuario inspirado en campañas prima- mencionaiias y de los apoyos institucionales
vistó en su programa millonario, y cuya con qoe cuenta para la presente edición: Cajú
verales de grandes almacenes o en el guar- (le Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja.
boda fue la más fotografiada y comentada darropa de perversas protagonistas de se-
en las revistas del corazón. Pizzi. figuri- Ayuntamiento de Zaragoza y Diputación Pro-
ries televisivas americanas o auM ral tanas. vincial de la misma ciudad. El Concurso, que
nista y director de escena, lleva una tra- se convoca bí anual mente, tendrá lugar entre
yectoria teatral tan abundante como con- Ante tamaño despropósito, es lógico que
la labor del cantante se empequeñeciera. el 4 y el 12 de diciembre próximos. Recor-
trovertida. Especializado en ópera barro- demos que la edición de músico de Las Pal-
ca, es en Francia donde su actividad ha La música brilló por su ausencia. ¿.A quién
mas. Martín Soderberg. para recabar infor-
sido más constante y reconocida, lo cual, le importó, por lo demás? Así. Ballsa exa- mación y proceder a la inscripción —hasta
en principio, ya inspira sospechas. Hace geró notablemente su habitual atractiva vi- el 16 de oculbre— dirigirse a la Secretaría
poco ofreció en el teatro de los Campos sión de la gitana de Bizel. Carreras ofre- del Concurso: Coso. 57. 2.". 50001-Zaragoza.
Elíseos parisino la escenificación de La pa- ció una dura, crispada, forzada interpreta-
sión según San Mateo, de Bach. que tanto ción del aria de la flor de Carinen, y no
puede significar genialidad como incons- mejoró su canto en el fragmento de Mac-
ciencia. beth <¿Ay. los agudos!). Bruson nunca ex-
puso tan mal el aria del rol titular de esta
ópera verdiana. Ricciarelli confundió La Vil Concurso de Órgano
Para esta ocasión el ya gigantesco es- viuda alegre con una insignificante Travia- de Torredembarra
cenario de Verona se amplió con una pla- la y confirmó, una vez más que, aunque
taforma, dominada por un enorme círcu- se empeñe, no tiene voz ni talante para Aída.
lo, ocupando el lugar reservado normal- Del coro y la orquesta, con la complici- Bajo el epígrafe El órgano en la península
mente a la platea. Entre plataforma y es- ibérica se convoca este VIH concurso de las
dad de Maurizio Arena en el foso, es me- localidades tarraconenses de Torredembarra
cenario, la orquesta. El coro, siempre es- jor olvidarnos. Entre tanto disparale, es-
tático. El movimiento escénico, encomen- y Montblanc. £1 programa, impartido por el
cuchar el Casta Diva de Callas (eso sí. con profesor Josep María Mas i Bonet. consta de
dado a los solistas y a la abundante y peri- una torpe bailarina antorchera escenificando
patética comparsería. Es decir, que lo que dos parles: 1) La música portuguesa antigua:
la página en la apoteosis del mal gusto), Antonio Carreira, Manuel Rodrigues Coelho,
se buscaba era pura y simplemente la cs- igual que admirar aún a Carla Fracci, en
pectacularidad, de la que dio cuenta so- Pedro de Araújo. Carlos Seixas; 2) Obras,
brada la abundancia de planos generales su gloriosa decadencia (ya se adelantó) fueron dlibre elección del participante, de otros iom-
tomados desde lo alto. los únicos alicientes de tamaño bodrio. posuores ibéricos de los siglos XVI, XVII y
XVIII. Las sesiones de trabajo tendrán lugar
El programa: caprichoso pot-pourri de De improviso, tras el inevitable coro de en el órgano de Torredembarra. (1705, Her-
Carmen., de Bizel para empezar. Cambio Nabucco (sin Nana Mouskori). sin respeto manos Guilla; restaurado por Gerhard Gren-
repentino de atmósfera con el Macbeth Ver- al horario indicado en las revistas especia- áng en 1978) y Montblanc (Cadereta de 1607.
diario. Luego La viuda alegre. De pronto, lizadas y la prensa diaria, una hora antes órgano mayor construido por Josep Busca en
en off. una vie inconfundible, adorada, evo- de lo previsto, el pomposo Festival finali- 1703 y restaurado por Gabriel Blancafoit en
cadora de universos perdidos canta el Casia zó. La pesadilla habla concluido. 1977). Derechos de inscripción. 9.000 ptas.,
diva de Norma, de Belltni. Tras este re- Una reflexión se impuso en el ambien- ejecútame. 7.000 oyente- Información; M. Mas.
manso auditivo, el visual servido por Car- te: ¿Es necesario, a este precio, acercar Apartado de correos 531. Reus, Tarragona,
la Fracci en Giselle de Adam. Ritoma Vin- la ópera el gran publico? ^No sería mejor, Tel : (977) 30 57 65. Uro manifestación más
citor de Alda y su macha triunfal. Coro a la inversa, preparar, llevar a este gran del auge que poco a poco y con toda justicia
de esclavos de Nabucco para colofón. To- está tomando la cultura organíslica y organo-
do esto a un ritmo vertiginoso, incansa- público a la ópera por un medio más hon- logica en nuestro país. A hombres como los
ble, en una mezcla demencia! del peor mu- rado HACENDÓLA BIEN? citados Grenzing y Blancafort. entre otros mu-
sical americano, con toques de revista del chos, se debe en buena parte.
Fernando Fraga

Scherzo 25
BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA

Berg: un inhabitual siguió Colomer es digna de loa. como


lo es la conjunción y expresividad en
general. En todo momento hubo aliento

invitado de honor dramático y la necesaria conexión entre


foso y escena. Puede que. puestos a pe-
dir, se hubiera deseado en ciertos ins-
tantes una mayor agresividad, un luíante
expresivo más acido; pero ello no des-

H
ACE tan sólo unos años nos estaríamos frotando los ojos: ¿Es
posible? ¿Lulu v Woz¿eck. dos óperas del siglo XX. dos obras merece el excelente trabajo realizado.
consideradas maestras, altos exponento,, cada una en su estilo, del Luego hay que señalar la interesan-
consumado arte lírico de su autor, representadas, con diferencia de días, en te aportación vocal encabezada por un
nuestros escenarios? Hoy esto no nos parece tan raro porque los tiempos perfectamente integrado Chrisiian
adelantan que es una barbaridad, pero el hecho no deja de ser bastante Boesch. que brindó un Wozzcck in-
insólito y desde luego merecedor de que fijemos la atención sobre él. la obra tenso, tan excelente en lo declamado
citada en segundo lugar, primera en el tiempo, ha sido montada por un cuino en lo cantad"- Su vo¿. no espe-
competente equipo en el Teatro Lírico Nacional Ltt Zarzuela, que ha corrida, cialmente bella y algo dura, se plegó,
v ello es resaltable. con la producción. Esta ha tenido indudable calidad y ha sin embargo, bien a los endiablados
mejorado en diversos aspectos la puesta en escena que hace siete u odio vericuetos de la esentura, y sonó fir-
temporadas edificara, con motivo de su estreno en España, más de medio me y consistente en todos ios regis-
siglo después de su creación mundial (!), el Teatw de la Opera de Berlín tms. Agnes Hahcreder encarnó de forma
Este. Lulu. nunca levantada sobre el estrecho escenario del coliseo de la calle entregada y apasionada a Marie, Po-
de Jovellanos ¡aunque ya Campos y sus huestes la anuncian para el próximu see una voz extensa, homogénea y pí-
curso), ha sido por su parte estrenada, bien que en producción ajena, en su tenle, algo gutural y con mucho vi-
versión íntegra completada por Friedrich Cerha, en el Gran Teatro del Liceo, bralo. que manejó bien aunque con al-
gunos apuros. Su interpretación quizá
donde había aparecido, a través de su tradicional inacabada partitura, en el fuera en exceso tensa, sin respiro. Una
curso de pasadas temporadas. Justo es, pt>r tanto, que dediquemos este mención especial para el ya veterano
espacio a glosar ambas producciones en el comentario crítico que de las dos Karl Ridderbusch. que con la voz al-
ofrece Arturo Reverter. El lector interesado encontrará en este mismo número go disminuida y débil, hizo un modé-
de SCHERZO una discografia comentada de estas óperas debida, lico Doctor, aunque estuviera a punto
respectivamente, a Enrique Pérez Adrián y a Manuel Gomis. de pasarse, eon su gesticulación, en
más de un momento. Hennann Wmk-
Icr. también bástanle mayor, din una
WOZZECK lizó Edmon Columer. que ha sabido
entender en profundidad el significa-
do de la partitura y del drama y que
visión simplemente correcta del Capi-
tán. A su voz, ya cansada, le falla ex-
tensión y facilidad para realizar las di-
ha sabido meterse dentro de ella para, fíciles piruetas que Berg ha previsto

E EI Teatro Lírico Nacional de


La Zarzuela se ha apuntado un
buen tanio con esta represen-
tación del tercer título de la tempora-
con indudable conocimiento y adecuada
soltura gestual, transmitírselo a la or-
questa que. en reconocible ascenso, lle-
vó a cabo una de sus mejores presen-
en el personaje. El resto del reparto,
incluido el Tambor mayor de Arley
Recce. un gigantón norteamericano, en-
granó bien con los protagonistas, aunque
da, en producción propia. El nivel al-
taciones, logrando el salto estilístico quiza habría que resaltar la insuficiencia
canzado ha sido alto, superior desde del Andrés de Helmui Wildhaber.
que supone pasar del Orfeo y Euridi-
luego al conseguido en Mefistofele y ce al mundo sórdido y expresionista
en Orfeo. Porque casi lodo funcionó. que se recrea en Wozzeck. La claridad Por lo que a la parte escénica se re-
En primer lugar, hay que resallar el que del complejo tejido orquestal con- fiere, es preciso significar el buen tra-
excelente trabajo que desde el foso rea- bajo de Gerardo Vera, autor de la es-
cenografía y figurines. Los fríos telo-
nes metálicos con los que la escena
se dividía y los personajes se aislaban,
estaban bien pensados y hechos y con-
venían perfectamente al drama. Como
le convenía el planteamiento general
y el movimiento dispuesto por José Car-
los Plaza, director escenográfico que.
sin embargo, no acertó a rematar so-
bria y rigurosamente su labor al in-
troducir, a partir del final del segun-
do acto, elementos de un discutible sim-
bolismo en una obra tan directa, de
impacto tan fulminante como ésta- La
inclusión de la coreografía en la esce-
na de la taberna fue. a pesar de su be-
llo trazado, inapropiada e innecesaria.
Y todavía más lo fue en la escena ter-
cera del tercer acio. Elementos que con-
tribuyeron no poco a distraer la aten-
ción de lo que en realidad importaba:
la iragedia de Wozzeck. un arqueti-
po, un autentico símbolo por sí mis-
mo, sin necesidad de ningún otro
adi lamento.
Habereder v Bosch en Wozzeck I ANTONÍO DE BENITO

26 Scherzo
BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA

simetría del arte. Pero se creó un es- la Reina de la noche de La flauta má-
pacio escénico interesante, bien medi- gica de Mozart? Espléndido por ca-
do y calculado, apropiado, con deco- rácter y asunción de sombrío y nada
rados años treinta (la ¿poca del músi- fácil cometido (tanto en Schon como
co, no la de Wedekind) bastante esti- en Jack) el veterano Franz Mazura, a
lizados y con gestualidad. puede que pesar de que la voz, muy opaca, esté
en ocasiones excesiva, evidentemente ya muy agotada. Un especial aplauso,
expresionista. La idea, nada nueva por claro, para el todavía más viejo (78)
otra parte, de situar la acción- Hans Hotter; que hizo un modélico
espectáculo en un imaginario estrado Schigolch. Pudimos escuchar aún al-
adornado con elementos sugeridores de gunos sonidos de la singular voz de
un determinado simbolismo (jaula con bajo cantante —cavernosa, vigorosa,
ocupantes a la izquierda), algunos so- recia, de tintes humanísimos—, hoy ló-
licitados por Berg (retrato de Lulu) ante gicamente ajada, que en tiempo puso
el que se sientan impávidos y distan - en pie a uno de los mejores Wotan del
trabajo c ¡adores multitud de fríos asistentes a siglo. El resto del extenso reparto, con
lo que el propio compositor quiere que una eficaz e intensa Glenys Linos a
sea un acto conectado con el circo (la la cabeza, y con la excepción de un

LULU vida lo es) resulta, aunque no aporte


nada a la anécdota en sí misma. Hay,
no obstante, en esta regie de Wolfgang
esforzado y destempladísimo Jean Van
Ree. que no pudo casi nunca con el
caramelo envenenado que es el papel

E L estreno español de la versión


completa de Lulu ha tenido
nivel, empaque, indudable dig-
nidad. Como corresponde a un teatro
Weber cierta morosidad, algún confu-
sionismo y una falta de control en mo-
mentos clave como el fundamental de
de Aiwa, participó sin especiales disi-
dencias en el más que digno [ono me-
din global, al que. sin duda, y con in-
de fuste. Y el Liceo, hoy, lo es. Se
eligió para la ocasión una notable pro-
ducción de la Opera de Viena, un si-
tio donde saben algo de esta compleja
y difícil obra de Berg, llena de suge-
rencias de todo tipo, de herencias asu-
midas, de compromisos. Es realmen-
te brillante y admirable la labor del
compositor vienes, capaz de bucear mu-
sicalmente en el terrible, sórdido y fe-
rozmente crítico texto de Wedekind (re-
fundición para la ópera de sus obras
El espíritu de la tierra y La caja de
Pandora) hasta crear una estructura ope-
rística tan rica, variada, múltiple
—ópera clasica, verismo, formas abier-
tas y cerradas, técnica del leitmotiv,
dodecaibnismo su i generis, jazz, rag-
time, diferentes tratamientos vocales,
rítmicos e instrumentales...; de todo
ello hay en ella— como la que configu-
ra este apasionado, vigoroso y al tiem-
po preciso y virulento canto a la sen-
sualidad como fiiente de vida y de muer- Uilu (Patricia Wise y Mueller-Lorenz). Comienzo del Aao ni FMO: F. CÁTALA

te. «Es solamente por la comprensión


de la sensualidad, por la penetración la muerte, a manos de Lulu, del Doc-
en lo más profundo de los abismos —o, tor Schón. negables merecimientos, ha de sumarse
En d compromeiido papel estelar bri- la orquesta, por lo común afinada y
quizá, de las más alias esferas— del lló la norteamericana Patricia Wise, ge- atenta siempre a las precisas, más que
ser humano que se puede llegar a te- neralmente aseada en la dificilísima es- expresivas, ordenas de Cerha, que, con
ner una idea auténtica de la psiquis hu- critura, llena de agilidades, de enor- todo, es acreedor a nuestro reconoci-
mana*. Son palabras de Berg. Lulu, mes saltos, de ascensiones inclemen- miento por la pulcritud de su rectoría
esta cortesana del siglo XX, es en es- tes a las regiones del Re o el Mi so- —lástima de mayores dosis de apasio-
ta visión un ser tan demoníaco como breagudos. La voz, no grande, pero namiento y de diferenciación tímbrica—
indefenso, una mantis religiosa vícti- perfectamente audible, es algo gutu- y, en especial, naturalmente, por su
ma de sf misma, de la situación a la ral, aunque posee, dentro de su lige- magnífico trabajo a la hora de com-
que los hombres la han empujado. reza, un tinte metálico conveniente. Fal- pletar la inconclusa partitura. Repre-
Hace falta tanta inteligencia como ta, de todos modos, a esta más que co- sentación, por tanto, de altura, si bien
cariño, tanta decisión como sensibili- rrecta y meritoria interpretación, iras inferior a la lograda la pasada tempo-
dad para montar una Lulu en condi- el bien elegido tono frío, un dramatis- rada con el modélico montaje de Moi-
cione, obra más discursiva y abierta mo trascendente y sobre todo una sen- sén Aarón de Schonberg.
que Wozieck. Hubo un poco o bastan- sualidad de fondo que ha de presidir
los actos de la contradictoria criatura. Arturo Reverter
te de todo ello en la representación bar-
celonesa. Se estuvo lejos de la genia- ¿Dónde está la voz ideal de Lulu: una
lidad que a veces destila la pluma del dramática de agilidad, capaz de sortear Nota: Este comentario se refiere a las repre-
la espinosa coloratura y de otorgar car- sentaciones de ios días 30 de marzo (Woi-
autor, siempre coherente, siempre ri- ne a este personaje tan próximo al de
guroso, siempre jugando con la difícil zeckj y 12 de abril (LuluJ.

Scherzo 27
Polygram lanza

Hasta hoy, el Compact-Disc es ^ sistema más pasando por Vangelis <0no representantes de la
perfeao dentro deja reproducción música/. A partir mejor música moderní-1
de ahora, además, al alcance de todos, fl Y sesenta títulos dCTmúsica clásica qbí? recogen
Polygram rompe definitivamente la barrero del a directores y solistas taníRiportantes combtórajan,
precio con su primera serie de cien titile/"SPECIAL Bóhm, Abbado, Solti, Pavarotti ó I Musici. \
PRICE". f .' Cien Compaa-Disc imporíSríos
Una serie con los cuarenta mejores artistas del acabarán volando. ^v /
h .7 \
POP musical: Desde Benny Goodman a Diré Straits,
V. ,. li y
POLYGRAM SPECIAL

77
GRANDES INTERPRETES

Gustav Leonhardt:
el barroco en persona
STE severo caballero de
E elevada estatura, enjuto,
y que se aproxima ya a la
sesentena, como bien demuestra
el blanquear de sus cabellos, es
uno de los grandes músicos de
nuestra época. Su talento ha to-
mado cuerpo en el período ba-
rroco, cuyo entendimiento ha re-
volucionado por completo. Leon-
hardt ha llevado su arle de ¡os
Estados Unidos al Japón. Pero,
ante todo, es una figura europea,
como simboliza el premio Eras-
mo de Europa que recibió en
1980. Su amor por lo antiguo no
sólo se ha canalizado a través de
las músicas a las que ha dado vi-
da, sino también en sus coleccio-
nes de instrumentos o muebles y
en su propia casa de Amsterdam,
que data de 1605. Para nosotros
Gustav Leonhardt ha llegado a
ser una especie de alter ego de
Bach en el siglo XX. Su incorpo-
ración del compositor en la pan-
talla, en la película de Straub Cró-
nica de Ana Magdalena Bach, es
una elocuente imagen de esto.
Su presencia en España, en unos
conciertos en que podremos es-
cucharle junto a los grandes mú-
sicos que son Frans Brüggen y
Anner Bylsma, es motivo más que
suficiente de las páginas que se
consagran al clavecinista holan-
dés en este número. Leonhardt to-
ca este mes en Barcelona —X Fes-
tival de Música Antigua—, Bil-
bao y Madrid. A la Fundación Ca-
ja de Pensiones, tan activa en el
área de la música antigua, se
debe la encomiable iniciativa de
esta breve gira española de Gus-
tav Leonhardt.

Scherzo 29
GRANDES INTERPRETES

N UESTRO tiempo conoce un


inusitado interés por la músi-
ca barroca. Esta reanimación
Gustav rio de Amsterdam. Diversas Univer-
sidades han reconocido su estatura
como autoridad en el barroco, ya con-
se basa, en gran medida, en los re- cediéndole el doctorado honoris causa,
novados criterios interpretativos que.
en las últimas décadas, han termina-
do por imponerse. Un fenómeno de
Leonhardt ya invitándolo a impartir lecciones
magistrales.
La presentación internacional de
acercamiento a las mentes, tan apa-
sionante como paradójico, consistente
en la fundación de una vanguardia
de los orígenes.
un Leonhardt como clavecinista tuvo lu-
gar en Vicna en 1950. Lo hizo con
una obra cimera del arte sonoro oc-
cidental: El arle de la fuga de Bach,
La restitución del clave disparó todo
d proceso. La labor pionera de Wanda
Lando wska, quien dio su primer re-
retrato Iodo un compromiso en su elección
misma para ser tocada al clave. Gustav
Leonhardt ha estado ligado en diversas
cital con el instrumento en 1903. es- formas con este monumento musi-
tuvo cargada de contradicciones. La cal a lo largo de su vida artística.
artista polaca no dejaba de En 1952 publicó en La
ser una pianista que to- Haya un estudio en el que
caba el clave. El reencuen- demostró de forma con-
tro con el instrumento vincente —eliminó al me-
—siempre en dirección ha- nos las causas de exclu-
cia los originales, desde sión— el destino claveci-
los terribles Pleyel usados nístico de la obra. Por úl-
por Landowská en sus timo, pero no menos im-
inicios— volvió imperativo portante, ha sido su su-
el del estilo interpretati- premo traductor contem-
vo correspondiente. La poráneo .
evolución apuntada, sobre Alternando siempre con
los sólidos cimientos de su actividad como clave-
razones históricas y mu- cinista. Leonhardt ha de-
sicales, exigía personali- sarrollado una continuada
dades de genio que te die- labor de organista. Esta
ran una dimensión anís- vertiente de su carrera,
tica elevada. Gustav Leon- discos aparte, ha tenido,
hardt, uno de los pocos si se quiere, una dimen-
musíais integrales del pre- sión más doméstica. Gus-
sente y, a no dudarlo, el tav Leonhardt ha locado
clavecinista más grande de el órgano periódicamen-
lo que va de siglo XX, ha te, durante décadas, en los
sido uno de los responsa- servicios religiosos domi-
bles máximos de la nue- nicales, primero en la
va forma de hacer el Waalse Kerk de Amster-
barroco. dam, donde contaba con
un sensacional instrumento
construido por Christian
Los comienzos Müller en 1733, y más re-
cientemente en la Nieuwe
Gustav Leonhardt (Graveiand, Ho- otro instrumento histórico, la viola Kerk de la misma ciudad.
landa, 1928) recibió una formación da gamba. También trabajó este maes-
musical clásica en su país. Desde los tro el fundamental aspecto de la or-
15 años se había sentido fascinado namentación y realizó numerosas edi- Colaboraciones e intercambios
por el clave, instrumento que des- ciones de obras. Leonhardt estudia
cubre en la casa familiar, donde la en B as i lea clave y órgano, de 1947 La experiencia interpretativa al clave
música ocupaba un puesto esencial. a 1950, con Eduard Miiller. cuida- se amplía en 1955 al conjunto ins-
El joven Leonhanjt se encuentra tam- doso estilista y gran profesor, miembro trumental con la fundación del Leon-
bién con los órganos que pueblan Ho- de la Schola desde 1939. Tras obte- hardt Consort. La renovación de las
landa, fruto de una rica herencia tra- ner su diploma de solista, el músico ideas en la exposición de la música
dicional. Decide dar vida a las anti- holandés aún se perfecciona en Vie- barroca pudo así extenderse a un re-
guas.músicas para esos instrumen- na, donde estudia musicología en pertorio de distinto cuño. Sin embargo,
tos. En la Europa de ese instante el 1950-51. Su gran preparación le per- en un principio el Leonhardt Con-
centro más avanzado en la investi- mite acceder a la categoría de pro- sort estuvo integrado por instrumentos
gación de la materia se halla en Ba- fesor antes de cumplir los 25 años. modernos. La necesidad del cambio
silea. August Wenzinger había fun- Ejerce como tal en la Slaatliche Mu- se impuso tanto por sí misma como
dado en 1933 la Schola Cantorum sikakadcmie de Viena entre 1952 y por el ejemplo del Concentus Musi-
Basiliensis. A Wenzinger se le debe 1955, mientras que desde 1954 es cus Wien, grupo fundado por Niko-
un esfuerzo incansable en favor de profesor de clave en el Conservato- laus Harnoncoun en 1953, pero pre-

30 Scherzü
GRANDES INTERPRETES

sentado únicamente en 1957. La vuelta landesa, de la que hoy existen ya múl- de R Primo Libro di Capricci. Tam-
al barroco adquiere entonces la imagen tiples ramificaciones, puede conside- bién modélicas son otras interpreta-
de un águila bicéfala. El Leonhardt rarse, no olvidando a Brüggen y ciones suyas de piezas del período,
Consort ha sobresalido por sus ma- Bylsma. fundada por él. esta vez como director, como algu-
gistrales recreaciones de la música nos Madrigales de Monteverdi y obras
del XVII, sin dejar de lado, claro El repertorio vocales de Schütz. Dentro del XVIII,
está, la del XVD1. Puede hablarse, ha sido Bach, lógicamente, el com-
por lo lanto, de un primer momento Gustav Leonhardl se centra primor- positor al que Leonhardt ha consa-
de influencia de Harnoneourt en los dialmente en el barroco. Ha realiza- grado un mayor esfuerzo. Sus recrea-
planteamientos de Leonhardt para su do breves incursiones en el siglo XVI ciones de la litera tura clavecín ística
grupo. Siguió luego una etapa de es- y todavía más esporádicas en el cla- del cantor de Leipzig han señalado
trecha colaboración entre ambos, que sicismo. El músico holandés ha pre- las pautas interpretativas a seguir, hasta
el disco lamentablemente apenas ha ferido detenerse en los hijos de Bach el punto de que las sucesivas pro-
recogido. Pero las personalidades de (véase el único registro de Mozarl mociones de clavecinistas siguen es-
estos dos gigantes de nues- tando bajo su influencia.
tros días son demasiado vi- Leonhardt conoce a fon-
gorosas y diversas. Los do, probablemente como
dos han encontrado una vía ningún otro, los proble-
tan válida como propia. La mas de la interpretación
escucha de las interpreta- bachiana, sobre los que ha
ciones del proyecto con- escrito de manera escla-
junto de registradón de las recedora. Sus versiones de
Cántalas de Bach es una El Clave bien temperada,
elocuente muestra de la bi- las Suiíes francesas e In-
furcación de sus visiones. glesas, las Pailitas, los
Más austera y contenida Conciertos para clave se-
la del holandés, más es- rán difícilmente igualadas
pectacular la del berlinés. en el futuro. Una evidencia
Los años cincuenta y se- de la comprensión del
senta fueron vítales para mundo de Bach por nues-
el nuevo estilo. Su con- tro músico se halla en las
solidación se tornó sólo extraordinarias transcrip-
posible gracias al flujo de ciones que ha efectuado.
ideas que circuló entre sus Siguiendo el ejemplo del
defensores. Esta evolución propio compositor, que ya
desembocó en un aprecia- arregló para clave algu-
ble estado de madurez de na de estas páginas, Leon-
la corriente, aunque, na- hardt ha adecuado al ins-
turalmente, la investiga- trumento de teclado varias
ción en absoluto se ha de- de las Sonatas y Partitas
tenido. Gustav Leonhardt para violín y Suites para
ha tocado mucho, nombra- violoneello, con una sa-
do ya Harnoncourt, con biduría y musicalidad que
los hermanos Kuijken: Si- estamos tentados de cali-
giswald (violín), Wieland ficar como dignas del mis-
(violoneello y viola de mísimo Bach. Sorprenden-
gamba) y Barthold (flau- temente, queda casi por
ta), así como con el vio- Nikolaus Hamancourt. compañero de faitgas completo fuera de su re-
loncellísta Anner Bylsma pertorio la música de
y e! flautista Frans Brüggen. Todos en la discografía) y no adentrarse en Haendcl, por al que no parece inte-
ellos se habían ido decidiendo pro- el acaso proceloso mar mozart¡ano, resarse, en tanto presta atención a
gresivamente en favor de los instru- por el que sí navega con arrojo, en la de Telcmann, un músico al que
mentos de época, abandonando la su- cambio, Nikolaus Harnoncourt. La con demasiada facilidad y rapidez se
puesta mayor perfección de los mo- música del siglo XVD ha encontra- acusa de frivolo. La música españo-
dernos, como la flauta de llaves de do en Leonhardt el valedor de talla la no suele figurar en los programas
Boehm. Posteriormente, Leonhardt que reclamaba. Sus interpretaciones. de concienos o de grabaciones del
ha trabajado con conjuntos como La tanto al clave como al órgano, de holandés. Y, sin embargo, es un gran
Petite Bande, fundada en 1972. y que Louis Couperin, Frescobaldi y Fro- conocedor de su tradición organísti-
dirige habitual mente Sigiswald Kuij- berger han marcado toda una épo- ca. Valora grandemente la obra de
ken, o La Chapelle Royale, magní- ca. En el caso del último de los autores Correa de Araujo y de Cabezón y
fico coro creado por Philippe mencionados ha sabido hacer justi- ha tocado algunas piezas del prime-
Herreweghe. cia a un importante músico un tanto ro en directo. Por el contrario, An-
olvidado, que dio forma a la estruc- tonio Soler no le airae en forma al-
A Leonhardt se debe, indiscutible- guna. Finalmente, Leonhardt ha de-
mente, que Amsterdan se haya con- tura de la Suite para clave. De Fres-
cobaldi Leonhardt nos ha brindado mostrado entender con aguda pene-
venido en la capital mundial de la tración las necesidades de la ínter
interpretación barroca. La escuela ho- en disco una sobrecogedora lectura

Scherzo 31
GRANDES INTERPRETES

pretación de la ópera barroca. Sus quienes señalen su tendencia a una en la interpretación de la música an-
versiones de páginas de Lully o Ra- cierta lentitud, que los vuelve ina- tigua se rescataron en nuestro líem-
meau son aciertos estilísticos plenos. p[-opiados para la danza. Leonhardt po de manera simbióiica. Los avan-
Una característica final, en lo que no ignora los fundamentales avances ces de los constructores han posibi-
al repertorio se refiere. Leonhardt en el estudio de la danza barroca, litado artes como el de Leonhardt.
vuelve una y otra vez a las mismas pero sigue aplicando sus hermosos La cronología habla por sí misma:
obras, sobre todo las piezas capita- y personales tempi. En lo métrico, en 1953 el luthier berlinés Martin
les de Bach. Su constante estudio de Leonhardt es implacable, aunque su- Skowroneck. uno de los más gran-
las partituras se decanta en versio- tiles cambios rítmicos otorgan a sus des de la actualidad, logra su pri-
nes cada vez más depuradas. lecturas el necesario elemento de va- mer clave siguiendo las normas de
riación. Su ornamentación, dentro de los artesanos del pasado. Leonhardt
las lógicas diferencias de autor, época ha tocado abundantemente en ejem-
Ensayo de definición dd estilo o escuela, suele ser la mínima im- plares de Skowroneck. El artista ha
prescindible, sobre todo, en Bach. elegido en iodo Ínstame el instru-
El arte interpretativo de Gusiav pero constantemente impregnada de mento adecuado por su sonoridad a
Leonhardt ha despertado un recono- una elegancia sin igual. Las exposi- cada obra musical. Naturalmente,
cimiento crítico de rara unanimidad. ciones firmadas por Leonhardi. pa- sus preferencias siempre se han
Su visión ha convencido a lo- dirigido hacia los instrumen-
dos. Se le tiene, con toda jus- tos originales en estado
ticia, como una de las máxi- satisfactorio. Últimamente
mas autoridades en la músi- toca en un Lefebvre, fecha-
ca de los siglos XVd y XVIII. do en 1755. restaurado por
Su gran capacidad para dar Skowroneck en 1984.
vida a las partituras de ese
tiempo parece ser la expli- La influencia
cación del hecho. Pero la cau-
sa última es el profundo co- Con los antecedentes de
nocimiento estilístico del in- Landowska o Müller. Leon-
térprete. En las líneas que si- hardt se alza como la fi-
guen intentaremos trazar un gura central del clave en el
cuadro acerca de cómo se ca- siglo XX. Su influencia ha
naliza el estilo interpretativo sido en verdad enorme. Exis-
de Leonhardt. El punto de ten, desde luego, otras con-
partida es siempre la concre- cepciones de la forma de
ción de la fuente óptima a uti- tañer el instrumento, como
lizar. Leonhardt es dueño, en son las líneas encamadas por
este sentido, de una magní- Kenneth Gilbert, Scoit Ross.
fica preparación musicológica. la escuela inglesa derivada de,
Ha publicado mucha música Mary Potts, uno de cuyos me-
antigua, siendo muy valiosa jores exponentes es Colin Til-
su edición de las Fantasías ney, o la de Rafael Puyana.
y Toccalas de Sweelinck, apa- Todas ellas han acabado por
recidas en la obra completa. encontrarse con el holandés,
aún en curso, de este genial o han perdido toda entidad.
compositor neerlandés. Puede Como maestro. Leonhardt ha
resultar casi ocioso hacer formado a varias generacio-
mención de la técnica sin fi- nes de clavecín istas. Une en
suras del clavecinista. una téc- esta faceta su gran sabiduría
nica no del todo respetuosa de las ra concluir, son de una claridad a la libertad, dentro de lo que con-
digitaciones originales, pero servidora extrema. sidera correcto, que el alumno en-
a la perfección de su pensamiento mu- Un aspecto que revela el talante cuentra para decidir por sí mis-
sical. Las interpretaciones de Leon- de músico integral de Gustav Leon- mo. Se podría citar una larga lista
hardt están construidas en toda oca- hardt es su condición de destacado de clavecinistas salidos de sus ma-
sión como un edificio de un rigor realizador del continuo. Aquí el cla- nos: Bob van Asperen, de meca-
intelectual inquebrantable. No hay en vecinista, como antidivo que es. sa- nismo muy completo, representan-
ellas, empero, frialdad o falla de ima- be adoptar correctamente su papel: te de la herencia de Leonhardt un
ginación. Sí. desde luego, una so- no impone su personalidad, tan fuerte poco en su literalidad; Ton Koop-
briedad a ultranza, una total ausen- por otro lado, sino que apoya al resto man. el heterodoxo que ha abier-
cia de fáciles efectismos —en gene- de los instrumentos o al solista. Por to caminos totalmente personales;
ral en la registrador!, tan fantasiosa ello, es Leonhardt un sensible músi- por último, el noruego Ketil Haug-
e improcedente de otros claveci- co de cámara. sand. desconocido entre nosotros,
nistas—, en un proceso llevado a sus pero que cuenta con el aval del
últimas consecuencias en la actuali- reconocimiento del propio Leon-
dad. Los tempi de Leonhardt tienen Los instrumentos hardt.
siempre una extraña fuerza persua- Como apuntábamos más arriba, tan-
siva. Ahora bien, no han faltado to el estilo como el medio idóneo Enrique Martínez Miura

32 pcherzo
GRANDES INTERPRETES

J e » Hcsri d'ANGLEBEKT Kni) FURCELL


Prétude en ioí iF*m|ucriiy. Mj
rus!, t K M 3 I 1 1 Í
LEONHARDT Y EL DISCO O&iai ifciíí«
Camón
Stitista* UiihaiJi
t . d. TI-IJL-I AS 11121
tfÚKU iimi-efianle. Le-ihará Co*i.

A
E n . . « I BACH n.rt. c. d. Tckfci SAWT « ( *
UNQUE en la entrevista que figura junio a esta discografía Ohnu para ,iinrir c. TCUV-L. 6 J1222.
i 4^. 182 Leimhardl se proclama decidido defensor de la interpretación
en direttn n<i por ello el davecinista holandés M: ha apar-
Concienn para clave en Li nxt*t. lado p>r completo de los estudios de grabación. Ante^ al contrario. HAMEAtl
Wa. 23. Ciillcgium Aurciun. c.
HM Jí «180 la suya es una nutrida di se og rafia que supera ya los cien registros. ZIMI B w v Kt^kailhrr. vm b
Doble fímena en Fa mayor. IBihh. Pero lo trascendental de su labor en este campo no se cifra en lo I*i*a LJ> Pílik- B.PIJL- d
BWV I0SÍ) A Curto Cdft-giwi cuanlitativo: como Leonhardl es extremadamente rigurosi) y exigente 1(110 S 77 : : i t )
¿«rmm c. HM 3t367 en iodo lo que hace, sus discos tienen siempre un nivel general muy p
Doble offnietrt' para clave v piaai'- alto. Los resultados nunca se basan en la mesa de mezclas, aspecto Ri.,.k- l.¡i PL-iik- Bank d. HM
2il IKfi
¡tme. (J.C Badi. W F Baih. Cun-
LUHiftdiAkar A UillntiiiM.-h. J An- que es fácilmente comprobable escuchando a Leonhardl en vivo. No Iss Indei galuntri iiuili'h CiJIcgimn
es sencillo destacar los discos más importantes de la carrera de Leon- Auftuin b . c. HM <*,SV-)S(>1
Mum.it. Wicn d Telliz SAWT
6 41210
hardl. Ha protagonizado muchas de la grabaciones más trascendentes Fíete* ai 1-íavenn en tontert, V
Marchas. Poloaexn c. RCA SEON
en el área barroca de los años sesenta a nuestros días, como el pro- Brucen. S Kuijkcn. W. Küi]kcn t .
yecto, iniciado en 1972. de registrar todas las Caruatas de Bach. En Toliifi SAWT 9S7K.
RL J08I)
su faceta de clavecín isla ha hecho inevitable referirse a sus inlerpr ela-
CMMlM BACH ciones Así, ha fijado recreaciones magistrales de autores del barroco DumnlcD SCAJILATTt
francés. Frescobaldi. Frubergcr y Starlalti. Ahora bien, en Bach. León- JO &«<f<u c. HM i r
Sinfijma imenantr- (C P E. Bbih.
W.F Batti. Cuniícm* J.Moi L t i " haidt ha establecido colas de una altura difícilmente igualables. Su.s
14 STVJUJUI c. pTLi A n e 11)22
hdrül Conwtfi Giinjemuj MUML'UN interpretaciones de las Variaciones Golberg. las Suiíes Inglesas y Fran-
Wieri d. Tclilti SAWT 0.4121(1 cesas, El Clave bien lemperaiii) y El arle de la fuga, al igual que
las realizadas con otros músicos de los Conciertos de Brandenburgo. Htinrk* NCHUTZ
j o h u u S r b u l l u BACH las Sonatas para violín y la.-. Sánalas para viola da gamba, rozan Siete Palabra* Panol ar/uii Sa'i lu
IKCKT^I Je 1». GMÍ£J|IU (En
muy de cerca lo ideal.
Lvitnhtflüi Ci>n.s.in o. d- Tekkzí.
p SAWT 'M67.
cenlu* Muak-u» Wiai. une -iirjgc Si La siguiente discografía recoge lo fundamental del trabajo de Gus-
luilau* HnriKHlL'tiurü Snli*(aj>. CIHL>
ileNifkndtTiil/ Cipllcgium Vivali- tav Leonhardl en este campo, atendiendo a sus actividades de clavcci-
Gen LiinhjrJi Cire.nl i . TcMci- nista. organista, director de orquesta c intérprete de pianoforte. Se J u F l i r n i m SWEELINCK
Maa ep Si metir. Jduifo. Elwt». L-ui-
n.*n*. PiuknurJ Ciiliegiuní MUSK-UIH indican también discos en los que el músico interviene en la realiza- Furansia* TiHcatai. o. c. HM
¡le la Saludad Badi tic Holanda U ción del bajo continuo, pues ilustran sobre su Libor en esta función
Pclile ftindü d, LMI 747WK T Con estas letras en negrita indicamos la pañi pación de Leonhardl
Cwaalus BWV 211. 212. 201. UN en el disco correspondiente: Phlt!|Hi TELEMANN
Amclyng. Nimsgern CiillcBniin
Aurtgm b. c. HM 6Í tt W> c: clavecín; d: director; p: pianoforte; u: órgano: b . c : bajo continuo
GIFH irnin para clave iSalvti S*V Telifct SAWT i « 4 » 5 J
/IÍS2 T*hcii- Cunuauuii Mu.tii.-u>, Cíianelos ¡le Pan* F Bnj£gk.Ln. W
Wicn. HariHHH-Liun) L**>nharul Ctfi- Contieno italiano Contieno BWV CüUPERIN Johun KUHSAU kuijkLii. S Kwjlun b. t . RCA SEON
«•n d. t . Tclíct K í ^ 0 2 2 9SW tltirmira fran,,iv. c. HM Rl. VI »S
Cim-irnu pura clave BWV 10S2 211 3 SO L¿t> mu Bruggt n. J Svhr,, H'sionas hifríi l u l , . u. T,•lifc Trun. Ifoimiyí) F. Brugs^n. W
lC P.F- Bath IX*lc ,iinticnn| C" hwkiinn Slnfina,, c. RCA SEON ifcr A Byl»m;i c. l e l i l í TK 1 U S ) b J 30.11 Kuiiktn. S Küijltn b í . RCA StON
Itjium Aurajiri c. HM 29 M7. AV b7U37 RL 30.M.I
SIIIIP BWV Wfl. Toecaa BWV VI4 Louis TOUPERIN
Cátetelo portí jlauia. itiflin v ila- Sen Sirnaaí para flimia F Bmg-
vr. F Biitggfn, M l^pnhmdl A Gipneiii, BWV 992 Fantasía i fo WUiu LAWES
WBWV9O4 Preludia, Allegni 1/1. Pa\anu Satn t. HM SI 377 gL-n. A B,1.mj c. TcUci 641056
UincnN>M.h L^^nhdTdl CL'n^m d r 711^ Kiivat Comnn Jdixil-N- S KUIJ-
Tcldet MI1IS ga BWV Wi. c. Phihp. 416 141 :
Jicqur. 1MJPHLV ten, W KiujkL'n. L.« Diial.E W,i-
OnirnrQ Jf Bngiaenínu^>. F Btug TransiripiMtrtei t. HM 20 22f>lS-2 wnhurt. T SVn.* t , RCA SF.ON AMDnlo VIVALDi
gen. L v Dbcl. p Di>irfir^hl. S Tian-.<.ri(H.i»ni!s c. EMI CDC Minuto* ¡Jbn, III c. RCA SEON Rl. V.m
Kuijki-n. W kuijkcn. C Kippit c. 741601Z RL .*" KM
d. RCA SEON HL UMIMJ Nikuldu^ Kdrrkin^-iurl b . c.
U h . ^ pjru .«KJIH. BWV 547. S44. SAWT 4S2U
Cora I Í * I Í ¿f Aa^l>^^llyIíw. Cjllc- 733. 7m. Si3. J*S. Coraln Lrip. J. Caspar Ftfdlnand FISCHrJt
gniíii Alinun (. b. e. HM « V 07» •j*. c. RCA SEON RL Ki»!
Ofrenda tíuíical Citnjuncu Je VT!I\- ftmii JUIÍU i W c. RCA SEON Rl. £/ barieuei líenirlhombre
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RECITALES
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vr. W Kujkcn. c. HM !2.!2i CoibiMI C\PIKJN:IHLI> MÜMVUS Wtcn kuiik^n S KuiyLti! c. HM 2U Mh p j
Smwiene. Tombeavr Srnr & Ciilorn- y n] Banm.-i> Obr^. Ju Tunni. Bi
SitmiMj para "lo/tn y i-fuve S Kuig- d. TsUlex: SAWT 64121(1 Sul« /ffi« c. RCA SEON tte lAngk-tien. hMiqucid^l S >^Ui|
ABCL-6'IK» bci. MufTa. S I I K I J . Byni. l-up». Ma-
ktn c. HM 6SS36ai I t n . W Kmjlien i . HM 2!) Uh nm y SVhmHztr LciHihiiidí Cinta»!,
Svnaía¡ para/UMO\ llave numí. I. C i B d t - B « l f l K BALBASTRE c. n. d. Tckk.. b4IUf.j
) . ! . ( f Bmggcn c. Pí'i Anc 3U6 (ürotam. fUESCOBALDI
Pequeño libro para 4iu Magiialeit, Ptecei lA I- C.^jpcrin) c. HM Claidlo MUNTEVERDI
lli. Vi<ild y Uiatlli C i n c n i Am>-
Baih- E Amding. í :: II primt' tibto ib taprnii. t. o. rlM
1C I57-TO83S..1G Orjeo Cimuflilit. Mia»u< Wioi Vi Icrdun íaap Snivúet b . f. TckJcc
HM Linde c. HM ,W)HS
Jota BLOW n i i u u i . GulliRtu c. o. HM W1076 bilae. IOini».!un b . c. Tckb. SKH
£/ da*e bien temperada/ t- HM 21 l ' l
Virgulóla!* ingluvi* Obra» de Tiim
Obnb vitalft JiMiibí. Yiimuní Vísperas dt la Virgen. Cixioilir. Mu- ktie-. Bull. ByrJ. GihhHb y Fannby
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6-4119* AaoW CAMFKA HM AS MI 12)1 LomhBiJI Ci'rbiKi luigen íüigcm t,-^ Obo* de PKCHI. MiL-thK. Me-
Variación,, &Ufwr ( f, HM1C niU. Kclll. Sweelini.k. Anttnicna».
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1 Gn| FrMrfc» HAENDEU ComhMe Je Tancreau v Clonada. La Bach i . HM IC IB7-WM*
ÍMií,j/.airíau c. RCA SEON RL JO JW menlodr JuMjjEi. S>ili4k ljxwtuiií
10812 Cantatas f\mt\yng Lai-iniií». AIL Ci>m>»l c. d. Tcliti; SAWT 1577 AIMIJ(UII>¡ ^igbvis ile l»« Alpe* a.
) i n a ) i l l CORELLI meyer C^lcfium Auinlfn b . c . HM RCA SEON RL 3OJ8I
Sun» I«»/ÍJIU. c. RCA SEONRL 65S.WH. tíadnsaíei Kwtk&ilticr. vdi AIKru
30811 J«uiar<V í. 7-11. F Brucen . A t . d. RCA SEON RL 3(1390 0'gfhi» JcL ReiWLimkemii y el h -
Bylmu r. Rt'A SÉON W. 3U.»W Cunra sonatoi Op I F Bruggtn.
SMI'» ingiaaí c. EMI 157 EJ A 8;l>mi i . T l I S W T 1 " ! rr.».i n. RCA SEON RL JO76J
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MOZART R.-.ilaJ de iaganí o. SEON RL
Panitas t. HM 2011 i.'17 Arauad-Loái COUFEJUN
KKEBS 3OS32.
Pirca. IBiübuircl c. <HM 06! S w u u i pu.ii .T,WW K-S». 304. 491.
1010. 993- t. RCA SON W. J0»l Preludia n. RCA SEON RL 30381 S Kuijtcn p . RCA SEON RL 1021 E.M.M

Schcrzo 33
ENTREVISTA

CONVERSACIÓN
CON LEONHARDT
«Los jóvenes son la esperanza de la música antigua»
NDUDABLEMENTE Gustav Leonhardt encarna en el siglo XX la figura
nítida y racional del intérprete del dieciocho que ha hecho de su propia pro-
/ fesión una fe y una síntesis. Abarca todo un período de ¡a historia de vital
importancia para la continuación de la notación moderna. Bajo su guía, el barroco
ha adquirido una nueva apariencia, despojándose de las estructuras inútiles de
una cultura dieciochesca equivocada, que tergiversaba los materiales del pasado
con una investigación filológica de simples aficionados. Leonhardt, clavecinista,
organista y director de orquesta, ha sabido restituir la interpretación barroca en
sus justos límites, no dejando nada al azar, y calibrando las intervenciones propias
con un delicado estudio de las varias posibilidades interpretativas que la música
de la época lleva en sí misma. En un clima de descubrimiento de materiales, toda
una moda de lo antiguo, el músico no se hace cómplice de esta situación favorable,
continuando su propio análisis histórico, en la relectura de las páginas que puedan
ofrecer un importante reconocimiento de este estilo trasplantado al siglo XX. Todo
un mundo gravita sobre los hombros de Leonhardt: su esfuerzo por recuperar los
antiguos efectos tímbricos siempre está presente, con una dedicación y una adhe-
sión al pasado admirables.

s CHERZO — ¿Qué diferencia existe entre la interpre- apropiado en aquel período y, en este caso, la fluidez for-
tación moderna de la música y la interpretación zada de un discurso melódico del setecientos ha dañado es-
filológica? la parte histórica del frasco musical. Afortunadamente, el
descubrimiento de los manuscritos ha aclarado el desarro-
GUSTAV LEONHARDT — Encuentro que ambas se con llo y los estilos de los varios períodos, garantizando un mí-
funden, porque no existe un método preciso para compren- nimo de funcionalidad sobre el instrumento. Además Fran-
der la música antigua. Sin embargo, es lógico descubrir cois Couperin ha sido uno de los compositores más signifi-
diferencias sustanciales en las concepciones de una inter- cativos, introduciendo en su libro LJAn de toucher le cla-
pretación pianística y una clavecín ística. puesto que los dos vecín la posibilidad de comprender las estructuras de un
instrumentos son sustancial mente distinto-.. Ciñendo la res- discurso clavecinístico que participe del estilo francés en
puesta al ámbito del clave, puedo decir que cada uno se el uso de la* fra.^es musicales. Asimismo, se incluyen las
crea un modo personal de ver la interpretación a través de reglas fundamentales en el uso de un instrumento nacido
una concepción propia de la historia. Antiguamente, la es- de la experiencia de una cultura dieciochesca. Es lógico
critura era limitada y la forma de escribir se basaba exclu- que estos detalles sean importantes para la época en que
sivamente en los trazos melódicos, donde se daba amplio han sido escritos y nosotros debemos recordar siempre esta
margen al instante creativo y al gusto del ejecutante. Con taina para una exacta orientación de la interpretación al clave.
esta dilatada idea del espíritu no podemos codificar exacta-
mente el modas interpretativo basándonos sólo en la clarifi-
cación de los textos de la época. S.—Habiendo cambiado el oído de los oyentes y de los
ejecutantes, por el aumento de las posibilidades musicales
y por las exigencias del mundo externo, ¿qué diferencia
S.—¿Qué tratados ha estudiado para la adopción de una existe entre el sonido de un clave de la época y uno cons-
digitación que se acerque a la del tiempo? truido hoy?

G.L.—Hay dos textos fundamentales para la adopción de G.L.— Ciertamente el cambio de los gustos musicales a
una digitación óptima: el de Trabad y el de Santa María. través de los siglos ha influido en todas las relaciones con
Lógicamente, después de un cuidadoso análisis de sus es- la música. Debo decir que en los primeros cincuenta años
critos, es preciso realizar una síntesis para obtener una idea de este siglo reinaba una cierta confusión sobre las teorías
clara y propia. Puedo únicamente decir que la claridad con de un sonido filológico; en consecuencia, la fabricación de
que fueron escritos me ha hecho posible crearme una idea iastrumentos inadecuados no creaba los presupuestos para
del uso del dedo. un genuino discurso histórico. A pesar de esto, se pueden
El pulgar, gran aliado de los pianistas, ha sido para no- seguir ramas de época, pero que no se aproximaban al ver-
sotros los clavecinistas un dedo inútil durante mucho tiem- dadero sonido. Se confiaba en gustos personales creados
po, porque el truncamiento de las frases era el estilo más por una larga práctica diaria, basada únicamente en el dic-

34 Scherzo
ENTREVISTA

lamen de la moda. Ahora, con el advenimiento de un cono- nores que realizaron su contribución sin conocer el honor
cimiento y una preparación mayores, debidos a la exten- de la imprenta. Es necesario indicar, además, que antigua-
sión Uc la cultura, M* pueden encontrar instrumentos ópti- mente la imprenta no estaba bien dispuesta hacia los músi-
mos, perfectamente adecuados al sonido de la e'poca. El cos y las dificultades que actualmente se encuentran en el
Dowd es un clave de posibilidades claras e incisivas; de descubrimiento de los textos derivan exclusivamente de un
hecho, es el instrumento de los de hoy que mejor se corres- error cometido en el pasado- Con la maduración del públi-
ponde con el ambiente del pasado. La calibración del soni- co y de los músicos podemos confiar en un análisis más
do refleja un mecanismo histórico particular. Por lo que riguroso del fenómeno, que ha dado los primeros resulla-
al oído se refiere, puedo afirmar que ha cambiado con el dos con el descubrimiento de manuscritos preciosos, tanto
tiempo. Los parámetro!) del sonido se han visto alargados, desde una perspectiva histórica como interpretativa.
perdiéndose las dimensiones que tenían. No es necesario
decir que el retorno a los orígenes no puede ser obtenido S.—Los jóvenes que actualmente se acercan a este estilo,
con facilidad, porque es obligado sacrificar algo al tiempo. ¿con qué espíritu inician sus experiencias?
El público que habitualmenie escucha los conciertos sinfó-
nicos no capta las sutilezas que el instrumento posee como G.L.—Veo sólo dos posibilidades: la curiosidad y el sen-
riqueza interna, no traduciendo en forma satisfactoria el len- tido del análisis. Es lógico que las dos se complementen
guaje que el clave ofrece a sus cultivadores. Hoy es una inseparablemente, y que de la novedad se llegue a la pro-
forma e xi rem adamen te difícil de apreciar la música. fundización. Debo decir, sin embargo, que el público joven
es, en este sentido, muy serio, va a los conciertos prepara-
S.—¿Cómo tiene lugar la investigación de la literatura do y consciente del producto que escuchará. Hoy la música
histórica inédita en relación con el clave? antigua ha tenido una explosión, basada en factores del re-
descubrimiento, que ahora se ha atenuado parcialmente, de-
G.L.—Es muy difícil establecer leyes respecto de esta jando espacio a la profesionalidad y a la conciencia del análisis
faceta de la música, antes bien, se trata de algo muy perso- detallado. Por eso siempre he dejado a la gente libre de
nal y ocurre por grados, llegando, con la maduración, a toda coacción, y si hoy viene a mis conciertos lo hace con
perfeccionarse en lo que hace a determinados períodos y toda libertad, consciente de su elección. Todo esto es difí-
cil de entender y provoca en el oyente instantes de indeci-
so obtiene así un profundo conocimiento del estilo y las
sión que sirven para continuar comprendiendo o para aban-
composiciones existentes. donar el sector, que es extremadamente complejo y articu-
Aunque la suerte juega un papel muy importante. En el lado en su estructura. Este tipo de música no se ha revela
marco de la investigación hay numerosos compositores me-

Scherzo 35
ENTREVISTA

do como un espectáculo de masas, fallando el lado de los ga, este procedimiento es una ampliación introducida por
efectos que capturan completamente IJ atención del públi- Bach con la utilización del sistema bien temperado. Ha si-
co. La inserción en nuestro siglo de este estilo es ya una do el hombre de la unión y la rcordenaeión: Buxtehude es
victoria, conlleva una loma de conciencia del pasado, que el personaje de partida de una nueva temática que todavía
se ha separado de la práctica de aficionados para dar lugar hoy tiene influencia en nuestro estilo. El problema sigue
a una pequeña profesionalización. abierto a todas las soluciones, pero puedo decir que la dife-
rencia consiste exclusivamente en la fuga.
S. —El descubrimiento de los manuscritos originales (Ur-
text), ¿ha creado una moda que pueda ocasionar peligros
S.—Hablando nuevamente de Bach, ¿piensa usted que
en la identificación del verdadero texto musical'.'
las Suites Francesas e Inglesas fueron escritas pura sus
G.L.—El problema es importante, pero personalmente alumnos? ,
prescindo de cualquier re-visión de mis colegas buscando
los textos de la época, originales o recscrilos por copistas. G.L.—Ciertamente no. Probablemente fueron concebidas
Lógicamente, para poder comprender las csiructuras prin para la ejecución publica y no excluyo que los alumnos
c i pal es de una pieza o su estilo interpretativo, se necesita ejecutaran las obras como estudio, pero no fueron ideadas
tener una idea extremadamente clara del concepto de Ur- particularmente por su función didáctica. Son piezas im-
lext, no dejando nunca nada al a/.ar. Existe portantes para la formación clavecinística;
el factor de la moda, pero iu>s corresponde existen situaciones polifónicas interesantes
a nosotros romper loda relación con esta _V técnicamente difíciles; son. por lo tanto,
teoría, asegurándonos con estudios profun-
dos y articulados. He omitido que. cuando
No sé por qué huncos de prueba para lograr una buena base
interpretativa y una sólida preparación téc-
un comercio encuentra una apertura para amo nica y vinuosística.
ampliar sus beneficios, éstos se ven favo- a Bach...
recidos por una cultura seria y comprome-
tida. Si lodo esto no se da. es mejor diri- es uno de esos S — ¿Piensa que este éxito de ht música
antigua continuará o se extinguirá
girse a las revisiones exisientes. amores lentamente?
inexplicables que
S. — Usted ha dado muestras de su amor determinan G.L.—Creo que el interés por este sec-
por Bach, por medio de ejecuciones exac- tor terminará por amainar, no por un
tus v cualitativamente superiores. ¿Por qué
nuestra vida regreso al anonimato, sino por una nive-
esta predilección? sin lación nalural del fenómeno. Se notan
ya las primeras señales de este efecto y lo
una razón más interesante resulta ser la gran parti-
G.L.—No puedo decir por qué amo a
Bach. puedo afirmar, por el contrario, que precisa cipación del público en los problemas más
ha sido un hombre extraordinario, por su _ _ circunscritos c íntimos, diferenciándose
cultura y por su genialidad en culminar lo- de la música sinfónica que tiene paráme-
dos los estilos de la época. Todos los oíros compositores iros mucho más vastos. Quedará un público extremada-
han dado espléndidas páginas a la historia, pero en Bach mente preparado que conseguirá vivir ¡mensamente esta
siento una fuerza absoluta que coordina todos los sectores relación de amor con el instrumento y la música. Por
musicales del seiscienios y del setecientos. En su música el contrario, existirán siempre personas que escucharán
se puede escuchar una inagotable variedad tanlo tímbrica a Bach tocado al piano: es la ley de la libertad, que
como expresiva. La invención es continua y diferente cada juzgo exacta.
vez. conseguida con un gusto casi ritual del acto creativo.
Bach es un verdadero milagro de la naturale/a y. por con- S. — Usted ha formado un grupo con Brüggen y Byhmu.
siguiente, es uno de esos amores inexplicables que determi- ¿Cómo ha nacido esta exigencia?
nan nuestra vida sin una ra/ón precisa. Pienso que nadie
sabría explicar el por que Bach es un unicum en la historia G.l. - N o llamaría exigencia al hecho de volver a unir-
de la música. Esto permanece a m o un magnífico- mislerio se en grupo. Esta elección se inserta en el fluir de la
de la naturaleza. maduración, trabajar con oíros músicos preparados y serios
es un modo de reencontrar un entusiasmo en la ejecu-
S. — Cuando se habla de Bach se cita espontáneamente ción, que sirve para enriquecer el gusto y sirve, además,
a Buxtehude, por la problemática de ¡a fuga. ¿ Qué diferen- para afinar el estudio de la filología en sentido estricto.
cia existe entre ka dos? Con eslas dos personas comparto unu gran intuición mu-
sical, llegando a conclusiones interpretativas que solo
no hubiera descubierto.
G.L.—Buxtehude ha sido como ningún otro el hombre
clave del esquema fugado. Inconscientemenie ha introduci-
do este nuevo diseño en la literatura musical. Fue la técni- S. -F.n el campo de la interpretación existe el problema
ca la que le sugirió las innovaciones, más larde lomadas de la ornamentuciiín. ¿Cómo lo ha resuelto usted'.'
por Bach y llevadas a su plenitud. Pero estamos en el terre-
no de las hipótesis y las deducciones. Puedo decir que Bux- G.L—El solista debe encontrar una solución propia si-
lehude no escribió nunca la famosa sucesión Preludio y fu- guiendo el mslinio y la musicalidad que ha adquirido a tra-

Setter» i
ENTREVISTA

A la izquierda Antier Byisma y a la derecha Franz Brüggen.

vés de años de estudio y de análisis. Las soluciones adopta- S.—Sintetizando el problema de la música antigua, ¿có-
das se adecúan con el período tratado sin crearse excesivos mo ve el futuro de esta forma?
problemas existenciales. Siempre permanece un lado oscu-
ro de la música que difícilmente encontrará una solución G.L.—Por un análisis de los fenómenos actuales pode-
satisfactoria. La ornamentación es una cosa pequeña en re- mos notar que una protunda realidad se ha instaurado. Es
lación con problemas más amplios de la interpretación; sin lógico que todas las conquistas tengan dificultades en su
embargo, es una realidad que debe verificarse y confrontarse. partida, que coasiste en la introducción de la disciplina en
la rutina del estudio. Puedo augurar que todo esto no per-
manecerá en el actual punto de despegue, sino que el pro-
S.— Usted prefiere tocar en vivo, evitando las grabacio-
blema llegará a estar superiormente articulado, ampliándo-
nes discográficas. ¿Por qué?
se así el conocimiento práctico después de un rodaje de
orden técnico. Subrayo que los jóvenes son la esperanza
G.L.—La respuesta es fácil: porque en vivo se obtienen de la música antigua, existe en ellos una honda maduración
mayores satisfacciones en relación con la sonoridad y la de la historia que les hará comprender profundamente los
inmediatez del contacto con el público. La creatividad im- orígenes de cada cosa. Es la historia de los orígenes la que
provisada surge de manera más genuina, rescontrando toda ha vencido en nuestro siglo y el replanteamiento de los es-
la belleza del estilo pasado, en las ejecuciones en público. quemas pasados se ha hecho una realidad.
Por el contrarío, en las salas de grabación no se logran
estos resultados, faltando la satisfacción del contacto con
el espectador. Todo resulta frío y distante, llegando a sa- S.—¿Cuáles son sus proyectos futuros?
crificarse ei verdadero sentido de la ejecución. Es cierto
que con las grabaciones se puede ampliar el contacto con G.L.—Puedo decir que continuaré tocando y, sobre to-
las personas, pero no ofrecen los presupuestos de una co- do, continuaré estudiando.
nexión con la historia. Incluso los instantes de tensión que
se dan durante una ejecución son importantes y filológica- Adriano Bassi
mente puros. Traducción: Enrique Martínez Miura

Scherzo 37
HISTORIAS DE
LA MÚSICA

M UY próximas en el cementerio
de la Isla de San Michéle. las
tumbas de dos ilustres extran-
jeros, empresario tealial el uno, composi-
GENIO Y la incomprensión y el rechazo con el qué las
creaciones originales están condenadas a en-
frentarse, estuvo motivado, en realidad, por
la circunstancia nimia de que el primer bai-
tor el otro, comparten una misma fascina-
ción por las incesantes aguas. La gran la-
guna les ofrece una anual condescenden-
cia y. más o menos, hacia el mes de fe-
FIGURA larín (fe la compañía solamente supiera contar
en ruso y, tomo quiera que los nombres
de los guarismos poseen, en tan remota len-
gua, muchas mis sílabas que en cualquier
brero inunda mansamenie el camposanto otra de las europeas, la numeración de los
y los muertos salen a pasear, reparten en- pasos y evoluciones resultaban sumamen-
tre ellos o bien se suman en sosegada con- te difíciles de adaptar a la música (un tan-
to salvaje, digámoslo) que el compositor
templación del claro de la luna. Los di- había escrito, confundiendo al resio de la
funtea son maleducados y ruidosos, como compañía que acabo ocasionando, de este
conviene a jantes que, de grado o por fuerza, modo, un verdadero caos sobre el escenario.
hubieron de renunciar a la humana vani-
dad y los mundanos pudores, y así no re- Mueve el empresario la calavera, re-
sulta extraño que su vocinglería sobrepaso signada y afirmativamente, cuando escu-
el prudente muro que circunda la isla y cha al compositor decir aquellas cosas y
alcance hasta la cercana metrópoli de Ve- , piensa que, en efecto, los vivos siempre
necia, contundida con el chapoleo del aguaG mis dejamos deslumhrar por las grandes
y el silbo lejano de la brisa, los morado-1 Hkas y que la verdad es demasiado dis-
res de la ciudad no conceden mayor aten- \ creta para ser umversalmente apreciada, lo
cíón a este sonido familiar que forma par- que suele ser ratificado por el músico con
alguna apostilla Irónica.
te de las habituales músicas de la noche
y, de este modo, los muertos pueden en- Al llegar a este punto suelen detener su
tregarse a sus chanzas sin temor de inte- camino porque se encuentran ya en el ex-
rrumpir el sueño de los vivos. Es habitúa] tremo sudoeste de la isla, y desde este lugar
que, en estas ocasiones, el esqueleto del se divisa enteramente la ciudad que amaron
compositor —que es de pequeña estatura, hasta el extremo de morir uno en ella y de
estrecho y cargado de hombros— venga a viajar el otro desde el opuesto borde del
llamar a la losa que cierra el sepulcro del mundo tan sólo para recibir allí sepultura.
Escrutan en silencio la Fondamenta Nuove,
empresario, hasta que al fin aquella se en- la afilada pirámide que corona el lejano
treabre, dejando ver la osamenta rechon- campanil, la redondez ostentosa de las cú-
cha y bruñida de este último. Cuando ha- pulas, y aguzan su fino oído de fantasmas
bitaban esta tierra fueron dos hombres a tratando de alcanzar algún girón del ajetreo
quienes la muerte separó en ciudades muy del Canal Grande que divide la isla, felices
distantes^ de forma tan repentina que no de estar allí y de disponer de toda la eter-
tuvieron tiempo para cicatrizar una agria nidad para contemplarla. Permanecen mucho
disputa ocasionada por pueriles celos pro- tiempo en silencio en la placentera compañía
fesionales, de suerte que el compositor, que de sus soledades, hasta que la rosada línea
sobrevivió a su compañero durante casi cua- de la costa de Jé solo, a su Izquierda, les
renta y cuatro años, nunca dejó de sentir indica poco antes del alba que ha llegado la
una cierta desazón por aquella cuenta que hora de retirarse, porque dentro de "poco
le quedara pendiente de modo tan involun- vendrá el primer barco con el sepulturero
tario como inoportuno, y así procura to- a bordo y. medrosos como son los humanos,
dos los años, con diligencia puntual, ofre- no sería capaz de apreciar la serenidad de la
cer una pequeña deferencia hacia su ami- escena. El empresario y et músico se levan-
go, tomando la iniciativa en su acostum- tan y. en silencio, caminan hasta d rincón de
los ortodoxos donde, a muy poca distancia,
brada visita. se hallan sus tumbas, con el sosiego de aque-
llos encuentros en que (odo es ya conocido
En los tiempos de su pasaje terrenal el de antemano y no es preciso andar fingiendo
compositor y el empresario fueron (aun- alegrías ni fatigando la memoria a la bús-
que tacaño el uno y caprichoso el otro) dos servamos ain muchas fotografías y dibu- queda de anécdotas brillantes. En recipro-
personas de buen gusto y exquisitas for- jos que nos muestran a estos dos persona- cidad con su amigo, el empresario acompaña
mas, por lo que no resulta ahora extraño jes caminando Igualmente por el Boulevard ahora al compositor hasta su tumba y. al
verlos pasear, conversando en voz mesu- S. Michéle. a la orilla del Sena o en las
inmediaciones de Nuestra Señora, de frente llegar, se dan la mano ceremoniosamente
rada y discreta. Como siempre sucede en o de espaldas, mirando al objetivo escru- hasta el próximo año. Siempre, y en ese
estos casos, suelen hablar de lo mismo que tadoramente. ensismismado en sus proyectos preciso instante, el músico hace una ob-
los vivos, hablan, esto es, de los tiempos o en sonriente complicidad, y ahora, en servación mordaz acerca del epitafio del
que fueron, de sus comunes peripecias por este cementerio apacible, se diría que am- empresario quien, sin decir nada, se des-
escenarios teatrales y salas de conciertos bos gozan en reproducir esas actitudes que pide. Camina hasta su sepultura y al lle-
y, como muertos inteligentes que son, no para nosotros son ya eternas y para ellos gar lee una vez más aquellas palabras que.
renuncian a sus acostumbrados desacuer- tan sólo antiguas. Ambos poseen la verda- cuando estaba vivo, tuvo la debilidad de
dos, que ni siquiera la muerte será posi- dera humildad de aquellos que realmente hacer eslampar sobre su lápida.
ble si hubiese de prescindir de la contro- han transformado el mundo sin proponér-
versia la añoranza. Tal vez por esto últi- selo, y tienen, por dio, la vieja sabiduría -Vtnisf. inspiraincc HemclU
mo, uno de los temas que con mayor una- que da el comprender cómo determinados de nos apaÁsemtnls...'
nimidad los dilaia es el recuerdo de la ciu- hechos de apariencia minúscula obran co- No sin fastidia rememora las últimas
dad de París en los primeros años de este mo verdaderos puntos de apoyo de la pa- palabras de su amigo. Sacude la calavera
siglo, hasta el extremo de que el resto de lanca inmensa de la historia. Así. ambos y. al descender a su tumba. Ser ge i Dlag-
los habitantes de la necrópolis conocen a han reflexionado muchas veces acerca de hitev se dice finalmente que aquello ya no
la pareja por el remoquete de -Los Fran- que el gran escándalo producido por el es-
pectáculo que estrenaron en 1913 y que. tiene arreglo, y que Igor Strawinsky siem-
ceses- de lo que, en el fondo, ambos se desde entonces, se cila como modelo de pre seguirá siendo el mismo.
sienten no poco halagados. Los vivos con- Daniel Jordán

Scherzo 38
DISCOS

L. V. Bcrfhoven. Concierto para piano y or- Davis nos ofrece una versión caracterizada
questa núm. 4 en Sol Mayor. Op. 58. Arfred
Brtndd, piano. Orquesta Filarmónica de
DISCOS por un respeto escrupuloso de la partitura (re-
peticiones incluidas), una amplísima gama di-
Londres. Director: Benurd Uaitink. Philips námica (absolutamente sobrecogedor el co-
Classfcs 416 658-1 PM. mienzo del tercer tiempo, oígase el pppp de las
cuerdas, das compases antes del nlm. 45), una
claridad orquestal que se aprecia hasta en los
Mucho me temo que esle disco tiene un pro- momenUt más dados al emborronamiento y to-
blema insalvable que me impide recomendar- do dio sin perder nada de la pación y fuerza
lo sin una advertencia previa: ¡Ojo oon la du- que contiene esta obra, verdadera demostración
ración! 32 minutos duia este disco, cuyo pre- de saber orquestal.
cio moderada parece basarse en una oferta (en En cuanto a la competencia, Abbado (DG)
cantidad de música) verdaderamente canija. es. creo, el ünico que puede acercarse. La Chi-
La versión de Brendel. como podía esperarse cago Symphony es una orquesta apabullante,
del gran pianista austríaco, es excelente, y goza y la lectura del director italiano posee una
de un acompañamierío alentó, sensible y co- tensión increíble (nunca he escuchado un
herente por parte de Haitink y la Filarmónica quinto movimiento tan siniestro). Sin embar-
Londinense. La grabación, de principios de los go, su versión no llega a la claridad de la de
70, es simplemente decente, aunque quizá d Davis, existiendo momentos en que el pode-
solista quede algo tapado en algunos momen- roso metal de la orquesta americana casi llega
tos. De cualquier forma, escuchar a Brendel a tapar todo.
tocando Beethoven siempre es un placer y es- parece el anuncio de una tragedia. Esa trage- Así las cosas, la decisión resulta difícil. Da-
le disco no es excepción. dia se desencadena en la Marcha, la más mah- vis ofrece una gran versión, con un sonido bue-
Sin embargo, decía que la (miración es un pro- leriana de una obra muy mahleriana ya. Ima- no pero no excepcional, y m horrible corte
blema insalvable, y lo justifico. Gallería (DG1 ginemos que Mahler es. enlre otras cosas, un (¿por qué?) en el tercer tiempo para el cambio
publicará próximamente —tal vez lo haya he- negador de Vieoa (como pudo serlo Freud). de cara. Abbado consigue también una exce-
cho ya— la versión de Kempff de esle mismo Pues bien, la versión de 1968 sería esa nega- lente versión, el sonido es aun mejor y no tie-
concierto, con Leilner y la Filarmónica de Ber- ción. La de 1986 sería un Berg revisited cuan- ne ese odioso corte en el tercer tiempo, pero
lín. El sonido del original es peor que el de esle do ya ha parecido lo antes negado. A la deso- es más caro.
disco, aunque no sé cómo habrá quedado el re- lación de la» Erigen sucede una enfática caída Yo procuraría hacerme con las dos, pero de-
procesado digital. Pero Kempff también hace (no crepúsculo) de los dioses. No es el paisaje jando claro que Davis. a precio moderado, es
una excelente lectura y, además, incluye el Ter- después de la batalla, es el retrato de una ba- una excelente compra.
cer Concierto en el mismo disco. Tal y como talla cuyo desastroso y desconsolador final ya
están las cosas, uno no se atreve a recomen- conocemos. Los elementos grotescos, presen- R.O.B.
dar 32 minutos frente a una hora de nuisica, tes en 1968, casi han desaparecido. Puede ser
sobre tudo a igualdad de precio y con mériios lo que medie entre el Boulez desterrado de en-
tonces, en una época revolucionaria, y el Bou- PierreBoula: Tres sonatas para piano. Her-
interpretativos parejos. bert Henck, piano. WERGO fWER 60
lez de más de 60 años de este tiempo de re-
pliegue. El acento es diverso, pero en ningu- 121-50). Compacto.
R.O.B. no de los casos parece forzado el mensaje ex-
presivo —expresionista— de un compositor co- Pierre Boulez es. sin dudar, una de las má-
mo Berg, en quien siempre hay elementos ximas figuras musicales de nuestro tiempo, no
extramusicales. sólo como director de orquesta, sino como
Berg: Concierto para violín. Tres pieles, compositor. Su obra de estructuras y dimen-
Op. 6 Pinchas Zukerman, violín. London Seamos más breves con el más conocido siones cambiantes alcanza una de sus metas en
Sjmphuny Orchcstra y BBC Symphony Concierta. Boulez lo grabo para EMI con Me- las tres Sánalas para piano, posiblemente al
(resp.). Director: P i a r e Boulez. CBS IM nú hin y la BBC en 1969. Era lal vez una ver- introducirnos en un lenguaje musical en el que
39741 Digital. sión más genial que satisfactoria, al menos ritmos, hallazgos tímbricos. declamación y di-
comparada con las grandes (Grumiaux- námica se entremezclan con sentimientos ocul-
Markeviich, Perlman-Ozawa). según hemos re- tos, frasco e interpretación para convertir y de-
Al mismo tiempo que CBS reedita un álbum señado ya antes en SCHERZO, n. u 7, pág. 36. sarrollar lo estríe lamente concebido como un
triple con obras orquestales de la Escuela de Dentro de la relativa fortuna de esta obra en elemento sonoro en obra de arle.
Viena dirigidas por Boulez en el pasado (ver disco, creo que la versión de 1986 permite a La interpretación al piano de Henck se mueve
la correspondiente reseña en el n.° II de Buulez, ahora con Zulcerman y la LSO. ofre- entre la mayor violencia y la intimidad más
SCHERZO.pag 43) nos llega este LP de 1986 cer una lectura más coherente que aquélla y que acertada. Hombre especialmente dolado para
con piezas de Berg. también bajo la batuta de en mi modesla opinión se sitúa entre las más la música contemporánea ya es conocido eo el
Boulez, que ya las había grabado previamen- interesantes. El concepto es semejarte al se- mundo del disco por grabaciones de Stockhau-
te. Remitimos a aquella reseña para discogra- ñalado para el Op. 6. y un excelente solista re- sen por este pianista. La grabación es de Ra-
fía comparativa del Op. 6. ¿Qué ha sucedido cibe un acompañamiento más sutil y profundo dio Bremen, de noviembre y diciembre de
con Boulez y esta obra entre su versión de 1968 que brillante. Para concluir aclaremos que no 1984. La duración de las Sonalas es: Primera
y la de 1986, en ambos casos con la BBC? Hay es que Boulez niegue su Berg anterior, sino que Sonata (I946)L 9,43 minutos. Segunda Sona-
un elemento esencial que ha cambiado, el de ha profundizado y por eso variado su concep- ta (1947-48): 32.58 minutos. Tercera Sánala
una continuidad sonora quizá basada en un con- to, acaso dependiendo de circunstancias que se (1955-57): 25,00 miniaos. La grabación es
cepto del fraseo que era más aiálitico, más se- nos escapan y cuyos resultados son. en cual- digital.
parador, y que en 1986 es más continuo, más quier caso, de enorme interés.
abarcante, en tanto que totalidad, más siniéti- M.G.G
co, si se me permite la vieja dialéctica. Am-
bas lecturas me parecen distintas y excelentes, S.M.B.
intensísimas, aunque la de 1968 pueda resul-
tamos más intransigente, acaso pin que enton-
ces Boulez consideraba necesario poner en evi- H. Beriioz: Sinfonía Fantástica. Op. 14. Or-
dencia ciertas cosas que hoy están al menos par- questa del Concertgebouw de Amslerdam.
cial mente asumidas en una obra que ya no es Director: Sir Colín Uavis. Philipg Cksska
tan inaudita. Las duraciones son semejantes, 416659-1 PM.
ligeramente mayores o menores en cada mo-
vimiento. Pero el concepto, al margen de la in- Apresurémonos a decir que es esta una de
tensidad, ha cambiado. El movimiento central las mejores Fantásticas llevadas al disco. La
resume tal vez esle cambio: las Ragen eran en lectura de Colín Davis es sencillamente arre-
1968 misteriosas y terribles; ahora son deso- batadora y cuenta con una respuesta brillante.
ladas. El Preludio era antes lucha, drama; ahora de lujo, por parte de la espléndida orquesta
holandesa.

Scherzo 39
DISCOS

Chanhonnieres: Piéces pour clavecín. Fran- me grandeza de contenido, serla lo único en CH. W. Gluck: Orjeo ed Euridice P«er Hof-
coise Langdlé, clave. Instrumentos utiliza- desventaja. El hecho de que Chopin confiera mam (tenor), JuMa Conwefl (soprano), Alian
dos: Copias realizadas por David Ley de un la partitura como una obra en paralelo a El da- Bergius (niño cantor de TftU). Coro de la
ejemplar de Francas Blanchel (París, 176S) vecín bien iemperadi¡ . de Juan Sebastián Bach, Dortmunder Musikverein. Orquesta Filar-
y de uno de Andreas Ruckers (Anvers, nos hace pensar en una lectura más integrada, mónica de Colonia. Heinz Panzer, Director.
1644). Lyrinx. LYR CD 066. Comparto. más ordenada, con una continuidad mayor en CBS I 3 M 42184 (3 LP's, digital).
los conceptos interpretativos, si bien, esto no
Tiene un gran ínteres la aparición de esle dis- dejarla de ser probablemente una estupidez,
co dedicado a la infrecuentemente grabada obra puesto que Chopin es un compositor románti- Sobre el papel, la opción vocal de este Or-
del clavecinista francés del siglo XV|l Jacques co y además con una vida cargada de suficien- fro es razonable. El protagonista se convierte
Champion de Chambonniéres. Su figura fue tes eventos como para no esperar de él algún en tenor —como en la segunda versión de la
crucial en la historia del instrumento en su país, equilibrio. En resumidas cuentas la interpre- ópera, la de ftrís, de 1774, posterior en doce
pues cabe afirmar que se le debe la fundación tación de Davidovich me parece la correcta para añosa la de Viena—, Euridice sigue siendo una
de la escuela francesa de clave. Chambonnié- este conjunto de preludios. Et sonido no está soprano y el personaje del amor lo encarna un
res recibe la influencia de Froberger y Fres- a la misma altura, siendo algo plano. niño. Como es habitual, se trata de una ver-
cobaldi, pero, al mismo tiempo, en un inter- sión italiana que incluye la gran mayoría de las
cambio sumamente fructífero, su arte dejó una M.G.G. innovaciones y añadidos de la de París. Y, co-
profunda huella en el del músico alemán. Su mo siempre ocurre, es parcialmente distinta a
legado consiste en dos libros publícalos en todas las demás. La opción diversa en cuanto
1670 y gran cantidad de música en forma ma- a voces y en cuanto a determinadas exclusio-
nuscrita, que sólo modernamente ha llegado a nes y orden de números es algo propio de esta
F. Cbopin: Ueder, Op. 74. Soprano: Elba- obra abierta que el mismo Gluck no cesó de
la imprenta. En su obra, Chambonnieres es-
tructuró por vez primera la suite francesa y con- beth Sodersirom. Piano: Vladunlr Ashke- cambiar, como no han dejado de hacerlo sus
signó los procedimientos de ornamenlación a nazy. Decca (414ÍCH-2). Compacto. sucesores.
seguir.
A pocas fechas de la actuación de la sopra- Ya existen versiones con tenor (Gedda-de
Francoise Langellé, distada de una técnica no Elisabcth Sodcrstróm en Madrid en un Con- Froment y Simoneau-Rosbaud. para EMI y
impecable, demuestra un profundo conocimien- cierto benéfico, escribo estas líneas que quie- Philips, respectivamente, en los afios cincuen-
to de la música de Chambonniéres. La clave- ren ser una alabanza para una de las voces y ta). Se trataba de tenores líricos, pero en la op-
cínista basa sus interpretaciones en una acer- artistas de mayor categoría y talento de nues- ción de Panzer hay un tenor dramático, Peter
tada correspondencia de tempi. aniculaciones tra ¿poca. Mujer especialmente hecha para al- Hofmann, acaso poco adecuado a la línea del
y ornamentaciones con el carácter danzable ori- gunos papeles de Ricardo Strauss. ha culmi- cometido protagonista (y omnipresente). No es
ginal de esta música. Los instrumentos elegi- nado su carrera como encélente liederista lle- sencillo para el oyente habituarse a tal propues-
dos se adecúan perfectamente a las exigencias vando a cabo la gran labor de recrear las can- ta, en mayor medida aunque determinadas vo-
de esta grabación. Junto al clave francés, se- ciones de Rachmaninov. Tchaikovsky o Sibc- ces de contralto (la tesitura de siempre), cuyo
gún un modelo de Blanchel. se utiliza un ejem- tius. En esta ocasión corresponde su interpre- timbre específico no sea el siempre escuchado
plar copia de un instrumento flamenco, opción tación a las de Chopin. que aunque indudable- en esle rol concebido para cástralo. A la larga
plenamente justificada, puesto que la sonori- mente menores en el género liederístico cons- no resulta una opción descartable y Hofmann.
dad de los claves de estas procedencia era muy tituyen una interesante pane en el catálogo de junto con el niño-Amor (Alian Bergius, de los
gustada en la Francia de Chambonnié res. su autor, sobre todo porque, posiblemente, fue- Cantores de Tólz) y la poderosa soprano-
ran creadas más con una sensación evocadora Eurídice (Julia Conwell), aporta un intento de
de su tierra natal y concebidas para su recreo ilusión escénica cuyos resultados son. cuando
E.M.M. personal e íntimo y no con un afán concertista menos, interesantes. La base orquestal da re-
y brillante. Ante esle planteamiento la calidad dondez al intento. La Filarmónica de Colonia
Chopin de los dos músicos: soprano y pianista y la mag- y el Coro de la Dortmunder Musikverein, di-
nífica reproducción que puede ofrecer el Com- rigidos por ftnzer. resultan sorprendentemente
pací Disc nos ayudan a esta búsqueda melan- idóneos dentro de una opción más hisloricista
cólica del silencio. En una discografía nacio- en el concepto que en la instrumentación (el
nal muy pana en el campo del lied, grabacio- viejo problema, el sempiterno compromiso).
nes como esta deben ser muy bien acogidas.
Se trata de un disco DDD. Grabado en St. Bar-
nabas, Londres en abril de 1984 La duración Apenas hay cortes importantes. Se prescin-
total es de: 44,56 minutos. de, por ejemplo, del ballet final —auténtico
tmridimax— y concluye la obra con el conjunto
coro-solistas. Trionfi amore..., a modo de ade-
M. G. G. cuado apoteosis final. Se pueden encontrar ver-
siones tal vez mejores, como las de Home-Solli
(Decca). Bumbry-Neumarui (EM1, en occiden-
te), Verrett-Fasano (RCA>, Baker-Leppard
Gluck (Erato)y, por su opción parcía/menií histori-
cista, la de Rene Jacobs-Sigiswald Kuijken (Ac-
cent). Aprovechemos para recordar que un pro-
grama de mano del Teatro Lírico La Zarzue-
la, al producir una puesta en escena reciente
F. Chapla: 24 Preludios, Op. 28. Plano: de esta obra, incluyó una exhaustiva y exce-
Bella Davidovlch. Philips 416 664-1. Cbu- lente discografía comparada de la misma, ela-
sies 197». borada por Ángel Carrascosa. A ella nos re-
mitimos para mayor información. Quede la ver-
Bella Davidovich es una reconocida intérpre- sión Hofmann-Panzer como una muy adecua-
te de Chopin. como ha demostrado en recita- da introducción a la obra para quienes la des-
les y grabaciones. Su forma de tocar, con H>a- conozcan. Quede también como una buena ver-
sionados tintes melancólicos, asi como su fra- sión, que en lo orquestal y coral será menos
seo poderoso, grandilocuente, apoyado en la discutida por los aficionados. Aunque es cier-
claridad, en la fuerza, en la capacidad para las to que contiene algo más de música que otras
mayores matizariones y un largo etcétera la ha- lecturas, la versión Panzer nos la ofrece CBS
cen indiscutible. El único punto está en que en tres LP's. es decir, con mayor coste. Re-
Chopin ha tenido ya anteriormente muchos in- producimos minutajes: seis caras con 15:05,
térpretes, y muy buenos por cieno, con lo que 17:00, 17:25, 17:22, 13:44 y 20:43 minutos,
inmediatamente surge la posibilidad de la com- respectivamente.
paración y aunque de esta confrontación Bella
Davidovich ha de salir airosa, quizás la falla
de alguna intimidad, posiblemente pen si enor- S.M.B.

40 Scherzo
DISCOS

Haydn: Sinfonía 94 en Sol mayor -üirprc- a oslas obras, cim escasa eonvicciiín de su
sa-. Sinfonía Cnnccnanle en Si bemol ma- valiir o cim la |iasiiín eon que las aborda el
H«nds1 yor, número 105. Orqunlu niarmónica de Cuarteto Jutlliard Un lamentable ejemplo un
Viena. Diretlor: l^onard Bernstdn. DG b íoniigraíiu de la primera vía se tiene en
419.233-1. tas Inistradas lecturas dol Cuartel» Kohon (Tur-
Misa núm. 9 en Dti mayar -/" lempore be- naNull. Las inloipreluoiones del Juilliurd. re-
lli~. Blegen, Fassbaendtr, Ahnsjo ¡ Solin, ci>gidas en disco por ve¿ primera en l%7.
solistas vocales. Coro y Orquesta Sinfóni- oslan eaigadus de idioinulinno. sentido ostnic
ca de la Radio ba"vara. Director: Lconard lural y dramal isinii Se colocan en la disvo-
Bernstein. PhUips 412734-1. grjfía ciinii relorencia.s Jisolulas de las obras.

Para Dcuiscnc Gramtmiphiin. y a pan ir de E.M.M.


mediados do los selenta. coint-n/ó Loonard
Bernslein a rcpelii d rcpcrlono que en el an-
icríor ileicnup liahia grabado para CBS con
la Filarmónica de Nuova York. La mayor pane C Ivés: Sinfonía núm. S 'The Camp Mer-
du lu libra oiqucslul de Beolhovirn. Bralims liiifl-. Central Pari. in lite Dark, Dteoralitm
y Schumann ha sidii regislrada ya, así como Da\. Tile UnuiMwereJ Queshmt. Orquesta R-
puniíucas de iHros autores quo van desde Men birmdnka de Nue>a York, türígida por Sejji
delssiihn al propio Bomstein. pasando por Ozawa y Mavlce P t m s . btüu aKuramitmo
Tchiiikovsky. Frantk y Sravinsky, Eli los nú de Ltunard Bernslein. CBS Masttrworks
meros 6 y 12 do SCHERZü puede ol leoun Purtrait. CBS-60268.
eneonltar reseñas ñu espotuilineiiV lavorablos Obertura -Rubén Brinviúng-, Sinfintíu núm. 4.
Haendeh Ahina. Arleen Auger, ElcMwen do Sinfonías de Mo/an y Sdiuniann dirigí Orquesta Si tifón ka americana y Miembros
Harrhy, Delta Jones, Kalhleen Kuhlmann, das piir Bornslom. Personalmente las de osle de la Schola Canlorum de Nueva York di-
Patrizia K»ella, Maldtvyn Davies, John úlliniu me parecierun indignas del prestigio rigidos por Leo pul d Stoltuwski. CBS Mas-
Tomlimson. The Opera Stage Chorus. City ilo Indos U«< imputados IÜG. oruuesla y di lerwcirks Purtrait CBS-60S02.
of London Baroque Sinfunia. Director: Ri- rocu>n. Pin oso saludo eu/ns*> estus dos dis-
chard Hiikox. EM1 EX 2703883. Álbum cos que nos devuelven ul inejnr Bernsloin. Tal
4 discos. DMM. Nos oongrululamos poi la upanoión en el
ve/ su apioniinufiíin u la Misa -vital, hri mercado ospuñol de estos dos diseos con mú-
llantey dramaiiou más que religmsa— sea dis- sica del gran eompusilor noneamorieano Cliur
Cuando hact; trece años la casa Dccca pu- culihle. poro el entóque de las dos Sinfonías les Tves. Hsle músico. [)or desgracia, es aquí
so i disposición del melómuno español la ver- os irreprochable. Ein realidad, sus eredencia lodavia demasiado poeo conocido y sus obras
sión do Richard Bunyuge do ola sensacional !«• cixno tiaydniiiiHi quedamn en regia tras MUÍ rarainciilc inlerpreladus en las salas de
ópera de Haendcl. indi' fueron purahiones. El sus esplendiólas Sríj Sinfonías ¡ir Par¡.\ |K2 concierto, Nn ohslante LSIO es uno de ¡os es-
elenco VIH;UI cru Jo una grjn categoría; re- a K7) -publicadas luce añiis. y que CBS de collos que puede salvar la discogrul'ía y cons-
cordemos sus nombres principales: Freni. Fia1 bierj ivedilat ya - y las Dtt'c Ijtnühu'nstw liluyc en lealidud la llnalidud última que jus
£ollu. Sineluii. Soiulli. AI vii. Sulherland j Bci (93 a 1041. ti nUH-'slru amoi ioaiio aprendió litWa lu eMsleneu del distn: la de uei;rearnns
guii/ii. La Orquesta Sinfónica do Londres com- bien la lección de »us grandes muoslros Kus aquellos uulores cuyus croacLiiMKks son apenas
ploldlxi ol cuadro. L J aceptación do lu crítica ípovii/ky y Roiner. prooursoies ÜL'I resugir de escuchadas en los conciertos. Ivés diríamos
fue casi unánime Haydn en los últimos nempos. Su músna es. que os un eomposiloi que oeupa una sitúa
en lu butula de Bernslein. tiva. firme ríüiii ción clave para [iodci entender la evolución
Hoy nits Ihíjza esta versión. grahudu tu úlli- canieme. bien articulada, uaiisparenle de leí
ma umncenu de julio de 1985 en los esludios del lenguaje inusieal dol siglo XX. Con este
luías y biiilunle. Ademas, queda e\puoslu a gran precursor, aislado cu su Nuova Inglule
di: Abhcj Ruad de lu Eirn, a conminación de la perÍLVciiin la gemul urquilceluru sinliinica
lu representación do /4/.i/ru pi>t The Opera na nalul y eeirado a lus influencias de las
de Haydn. croada uní máxima k-vunomía do jóvenes lendciK'ias arlLslioas vuronisis, ti mÚMca
Sluge on ol marco de los lesiivales de lj ciu medios a pamr di- unitivos de esliniia soniilk:/.
dad do Londres. Esla misma wrsión se iv se convierte en plusiuación dneota do sus vi
présenlo en noviembre do I4K6 on ol Wihem leiKias. en suslancia. no mediali/udu [hi nin-
Thcalre de Los Angeles En ambos sillos, ol Buena lu giabaouui do la Misil, con notable gún proeedimiento, de sus inquietudes. Y es-
éxilo lúe resonuiile. L J verdad es que la gra- rendimiL-nlo de Orijueslu. Cnn> y Soüslas: os la ausencia do (orinas heredadas, la Talla de
bación nos piuehu que dicho éxito no liio in eelonie la do tus Sinjiniia.\, en lus quo la Hi adiestramiento según los cañones ortodoxos
fuiHladii. Vanas raíimcs lo avalan, en muy luniionica de VIOIU está ¡nsupouble. o. Lo que hubiese sido qui¿ás peor, el Hinco
primer lugar, lu concepción general de lu obra, con el ambiente uriistieo de París donde la
planteada desde unas coordenadas barrocas que R.A.M. i>rfinalidad füVihnenle podú derivar lucia una
abarcan lanío el eslilo vocal, imim la uiili/a nueva y noeivu lorma de inunieri\imi cneiei
ción de iiislrmliemos originales, y la udeeuu livu. buce quo la música de Ivirs irrumpa oon
cuín al inundo sonoro de La época. En ello, C. Ivés: Ita il"s ¡varíelos para turnia. Cuar- una fuer/a y una vil ahilad desbordantes en
osla versión do Hickim supera con creces a Idu Juilliard. CBS. Masterwurlu Porlrail. lus que •».• sinieli/iin. sin complejos, lus más
la do Bonynge. Desde ol punió de vista musí MP 39752. diveisos estímulos desde el íondo expresivo
cológico. lumbién ON importante destacar la y enervante del roniantieisino finisecular, hasta
uiili/aL'iiWi i t la primera versiiin que liiio Hitn- Lu cona distaneia temporal i)ue H.'paru a el mino del ran y los tuertos acentos de lu
del de Li opera en 1735. tienainonlo lu mejor los dos únmis Cuartetos do Charles Ivés musieu de banda de leslivul norteumeriv'ano.
en ouanln a oimlenidit inibieal y alíenlo -acabado el primern en 18% y redatlado ol Los dos diwos editados p.ir CBS recogen una
d rainal ico. segundo enlre IÍXÍ7 y 191Í— es una liisioria •elección de obras sulícieiiioinenlc significa
compendiada del deslino que lo aguardubu a titas del eulálogo de Charles Ivés oomo son
A pesar Je i>!lu. la vieja versión de IXvca lu lonalidad on el siglo XX. El Cuarteiu sus dos últimas sinfonías, el poema sinfónico
conserva unos valores exlraurdinanos en lo núm. I es Tunda monta I men le tonal, peni ya dedicado a b memoria de uno de los pivtas
quo oimoierno a la inlerprelacion vntal. L<>s son abundantes li>s cambios, lus ainbigtiedu predilectos del compi'silor: Rnbert Bronninx
nombres más arriba e i lados son la mejor des y los pasajes decididamente piililonales Oívrture. el diplico lónnajo por los geniales
prueba do ello, y aunque el eslilo sea mcmis El Cutírtelo núm. 2 se adentra en la lujuriosa Central Parí in the Dark y ñe Unoiiswered
adecuado, la calidad y bcilcza do las voecs selva de la atonalidad. Nn son estas dos «>hras, Quesliim y Detnraiinn Day. Rotomendamos
n» Min superadas on la lixlura de Hickux. De empero, grandes real ilaciones dol oomposi- do manera encarecida la adquisición de estos
i«ra parle, lu grabación que comen!amos es. UH" norteamericano, a pesar de que podamos discus. por lo domas de una calidad corróela,
desdo el puní ii Je vísla leen i i o. senciliainen descubrir en ollas muthos do liis rasgi»s de ya que el aficionado que lodavia no cinnvv
lo sonsaeiunjl. y Jf un inmaculado prensadn. su eslilo y su id ios i ne ni sica libenad creado- osla música tendrá la iK.'asión de asomarse u
citsa quo dcsg rae (¿idamente IH> ocurría en la ra. Pero todo d uilenlo ivesiano se desplega uno de liis paisajes sonoros más fascinamos
lectura -le Bonynge. En resumon: Un ulbum tu mucho mejor k.i«i lu mullipiicidad de me eroados por lu músii.u del siglo XX
píonamenie roeomenduhk-. dio> de la orqueslu que con la eoneisiiín
carne rísi iea.
G.Q.LL.O. Parece que hay dos maneras de ucercarse ce.

Scherzo 41
DISCOS

nológicamente: Beecham, Meyrowitz, Sebas- F. Liszt: Estudios de ejecución trascenden-


tian, Betu.i. Argenta (versión sin coros), An- tal, S 139, 1-12. Jorfe Botó, piano. Deccm
sermel. Hoienstein, Bernaein, Ferencsic, Ma- 414W1-1, digital. Gnbadón: mano dt 19SS.
sur, Jordán. Mu ti y justamente Solti.
El hecho de que la sinfonía se programe Al comentar el volumen 6 del integral pia-
poco ha dado lugar también a no pocas con- nístico enconmendado por Decca a Bolet
tusiones: se suele destacar en ella la herencia (SCHERZO, abril de 1986. pág. 36), me ex-
beetho ve niara (atención a los contrabajos en trañaba ante las críticas negativas e inclusa
la exposición del primer movimiento) y her- descaí i fícadoras cosechadas por el excelente
Ilozana, su influencia en R. Strauss y en Mah- pianista cubano, lisztiano vocacional y ave-
ler, o que fuera una inagotable fuente de prés- zado, si bien —prudente que es, a veces, u n o -
tamos para Wagner. con la machacona cita acababa preguntándome: -¿Posee Bolel real-
del presunto plagio del primer lema JHUÍÍICO mente una gama de resones expresivos lo su-
(el motivo inicial de doce notas, que Wagner ficientemente amplia como para coronar la caá
utilizó en La Walkyria tan sólo dos veces inviable empresa en que se ha embarcado?*
—esto es, sin carácter de leitmotiv— cuando El volumen 7 de la colección, con los casi
comienza a despertar Sieglinde antes del ¡n- setenta y cinco minutos de la cumbre técnica
ininentc combate entre Siegmund y Hunding) lisztiana. los imponentes Estudios de ejecu-
Mas no se advierte que uno de los lemas de ción trascendental (reescrilura de 1851), creo
Grelchen deriva directamente de la melodía que contiene la cumplida y, me apresuro •
de la compasión que siente Elsa por Ortrud anticiparlo, positiva respuesta.
Liszl (segundo acto de Lohengnn. obra estrenada
y muy admirada por Liszt); y que. a sensu Bolet es un pianista de técnica sobrada pa-
contrario, los últimos acordes del coro místi- ra esta mortal empresa, de sonido limpio y
F. Uazt: Una Sinfonía Fausto (versión co- co anticipan las campanas de Parsifal; y que, luminoso, con un impecable sentido expositi-
ral di 1857). Sk-gTried Jerusalem, tenor. otra vez de vuelta, la forma final de la Sinfo- vo y en condiciones de ejercer siempre un
Coni mwculü» y Orquesta anfóirica de Chi- nía Fausto hace de ella la Tetralogía de Liszi control riguroso de la materia sonora. Cier-
cago. Dir. de coros: Margaret Hillis. Din (cuando Wagner tenia ya decidido el plan com- tamente, no alcanza la diversidad expresiva
Sir Georg Sotti. Decca 417399-1, digital. Co- pleto de la suya), etcétera, etcétera. En todo de Berman ni la profunda poesía de Arrau
mentarios en inglés, francés y alemdn del caso, la sinfonía es una obra rica, inspirada, (¡qué dos nombres!); pero a la vista de los
propio Sotti y de WUllam Mam. poderosamente original, la más importante meta actuales resultados —Bolet ya grabó todas los
alcanzada en el intento de seguir el sinfonis- Estudios para Pye-Ensayo (referencia NELD
mo beelhoveniano introduciendo la variación 701, dos discos), en 1974— juzgo muy difí-
Hace ya bastantes años, cuando Ahrono- cil que ningún otro pianista del presente, con
vich dirigió la Sinfonía Fausta a la Orquesta psicológica y el discurso dramático-liierarki
en la forma Sonata, que en el primer movi- la excepción de los citados, pueda tocar la
y Coros de RTVE, en una cafetería próxima magna obra con tal acabado control y resul-
al Palacio de Exposiciones y Congresos de miento conserva este esquema: inlroducción-
exposición-desarrol lo- repetición -coda; tras lo tados tan homogéneos, lodo lo cual produce
Madrid uno de los coristas que habían inter- una convincente sensación de unidad musi-
venido, que me había sido presentado Circuns- cual sólo Bruckner abriría una nueva vía pu-
ramente musical para la sinfonía poslbeetho- cal, de recital, e incluso de progresión ex-
tancia] mente por un compañero suyo, me di- presiva en las cuatro ultimas piezas a partir
jo lo siguiente: -Parece mentira que un señor veniana con la introducción y desarrollo de
una tercera célula temática. de la cristalina fticordania. Durante la audi-
de la categoría de Liszt pudiera hacer una cosa ción inicial lili anotando siempre un plus a
así: toda una sinfonía y al final un pegote de favor de los estudios lentos (Paysage, Vision
coro y tenor con tres frasecitas, que dura cinco La prestación de Solti y sus huestes de Chi- —magnífica paráfrasis del Dies irae anticipa-
minutos*. Como la ignorancia suele ser atre- cago es seguramente la más ordenada, clara, dora del tratamiento hecho por Mahler en la
vida y éste parecía ser aquí el caso, me precisa y musical de cuantas han sido graba- Sinfonía Resurrección—, la ya citada Ricor-
callé por pura prudencia, aunque ya me pa- das. Quizá para Gretchen podría desearse un danw) y un leve minus en demérito de los
saron entonces por la cabeza estas y otras con- fraseo más romántico, pero en conjunto la paleta rápidos y vehementes (Maatpa, Eroica y Wdde
sideraciones: que á coro mlslico que cierra límbrica y plástica del maestro húngaro hace Jagd), para darme cuenta, después, de que
el Fausto goethiano (-Todo lo efímerWes só- refulgir la poderosa y a ls vez delicada or- la falla de desmetenamienlo en estas otras piezas
lo alegoria;/lo insuficiente/ se hace aquí inci- questa de Liszi con una intensidad y limpieza furiosas es uno de los factores que contribu-
dente,/lo indescriptible/aquí se ha cumplido;/nos hasta ahora di scog tíficamente inauditas. Ade- yen a la ejemplar unidad, que no monotonía,
eieva/lo eterno femenino-.) tuvo en Alema- más, la planificación del coro místico es sen- del conjunto. Los Esludios de ejecución tras-
nia un sentido de identidad como en España sacional por la maravillosa gradación diná- cendental no contienen apenas motivaciones
aquello de "En un lugar de La Mancha...»; mica del COSE masculino y su pronunciación o referencias extramusicales. a diferencia de
que una sinfonía dramática postbeetnovenia- y acentuación tónica de las bellas palabras ale- los Años de peregrinaje y pese a sus subtítu-
na requiere la voz humana: que las socieda- manas de Gota he, con una primera aparición los, y el buen mus ico que también es Bolet
des corales alemanas del pasad» siglo —afi- de) sustantivo Ereignis (incidente) y luego del luce así a gran altura en un registro impor-
cionados sin sueldo, ni jornada laboral, ni se- participio getan (cumplido, hecho) que hacen tante y de excelente ingeniería, que de una
guridad social, etcétera— participaban entu- plena justicia a la invención musical de Liszt vez por todas acredita como acertada la elec-
siasmadas en estas creaciones; lodo lo cual para la prosodia alemana. Después de escu- ción hecha por los responsables de Decca.
—entre otras cosas— hizo que Liszt revisara char tocado y cantado así — Jerusalem está
la partitura en 1857 y le añadiera el pególe algo pálido y tirante, pero es musical— este
de marras. pegote lisztiano, tan directo y claro, tan na-
tural y poético dentro de su noble retórica, A.F.M.
Lo que sí es cierto es que este finóle (coro, la audición del mismo coro místico en la gran-
tenor y órgano) ha contribuido a encarecer diosa Octava Sinfonía de Mahler no añade más
y a dificultar la programación de la obra; pe- que una sensación de estentórea densidad en Albérk Magnard: Chant fúnebre. Op. 9. Sin-
ro no se debe incurrir en la exageración de este -En un lugar de La Mancha...- germano fonía núm. 4, Op. 2!. Orchestre du Cip¡to-
considerarla una desconocida, como ocurrió e imperecedero. le de TOUIOUH: Micfael PUsson. EMl-PslW
el pasado verano con la crítica provinciana Martoni 1731841. Digital. Importado.
de Bayreuth —fuera del Festival, allí apenas Con esta calidad de la música, de su signi-
se oye música— cuando la Sinfonía Fausto ficado y de su reproducción, y con la exce- Erase una vez unos gigantes que se rebela-
fue locada en el Festspielhaus para conme- lente técnica que ha permitido incluir en un ron contra la trivialidad de la música france-
morar el centenario de la muerte de Liszt, solo disco, sin distorsiones ni suciedades, ca- sa, se agruparon, reconocieron una suerte de
fallecido y enterrado en la ciudad que hiciera si setenta y cinco minutos de música, este re- padre y un jefe indiscutible, construyeron un
famosa su yerno, o como hace ahora en parte gistro de la Sinfonía Fausto tiene por dere- castillo, se metieron dentro y emprendieron
Solti al considerarla en sus notas «una obra cho propio su sitio en toda discoteca general su labor serta, grave y sólida. En el grupo
maestra desatendida*, pues con el suyo, por bien organizada y es imprescindible en las había señores como Chausson, Duparc y Bor-
lo menos, existen ya trece registros a cargo especial izadas. des. El progenitor era Cesar Franck. El jefe
de los siguientes directores, ordenados cro- se llamó Víncent d'lndy. El castillo fue la
A.F.M

42 Scherzo
DISCOS

Schola Cantorum. Sus enemigos les acusaron pretérito, como Pfítzner. sino creadores de mitir la conjunción de miras y afanes de dos
de pretender que fuera de la Schola nu había una obra sólida que. ai margen del sentido grandei artistas- Esta misma opinión puede
salvación. La Schiila Fue fundada en 1894. de su tiempo, tampoco se opuso a ¿I. sostenerse con plenitud para el disco compacto
Justo el mismo año en que las cosas empeza- Este disco ha merecido, hace dos años, el que comentamos. Dos deliciosas piezas del
ron a ir insoslayablemente por oiro camino, Premio Internacional de la Crítica Discográ- compositor salzburgués. una breve y fogosa.
pues en 1894 se estreno Prétuite a l'apres- fíca. Era un reconocimiento no solo a Mag- (Marcha en Re) y otra extensa y modelo de
mtdi a"un ¡aune. MaJa suene. Poique, pese nard. sino también a Michel Plasson. uno de
a amistades entre Debussy y algunos de los música galante en el hondo sentido de la ex-
los grandes defensores de la obra de compa- presión, son auténticamente recreadas por la
scholars. había una imposibilidad de entendi- triotas suyos que el tiempo ha sumido en un
miento entre ambas facciones —surgidas desde sensacional onjuesia de cámara de la Academy
olvido que está dispuesto a demostrar injusto of Ancienl Music. de la que no se sabe qué
entonces—. por razones que sería pmliju re- y. para los melómanos, lamentables. Es un
ferir en una resena sobre un disco. D'lndy disco espléndido y esc premio ya lo dice lodo. alabar más. si su perfecta adaptación al estilo
se opuso al nuevo rumbo de la música Iran- que la» obras interpretadas exigen, o d entu-
cesa y la historia ha sido cruel con su obra Chant junebre, Op. 9 es una amplia itiai- siasmo contagioso con el que leen estas inol-
y con la de sus discípulos y compañeros. Cre- cha compuesta con motivo de la muerte del vidables partituras.
yéronse gigantes y tacharon de enano a De padre del compositor y pertenece a la familia
bussy, pero la estatura du don Claudio es hoy de marchas fúnebres que tienen su origen en Así pues, interpretación inatacable, apoya-
día Un indiscutible como inconmensurable. d segundo movimiento de la Tercera de Beet- da en un soporte técnico intachable. La sepa-
Algunos se acuerdan aún de d'lndy. de Chaus- hovcn y que tal vez culminan en El crepús- ración esteren fónica, la diafonía, la relación
son. de RIHISSCI O de Magnard. y los que in- culo de Lis dioses. Son unos quince minutos señal ruido, la presencia y aireación sonoras,
cluso escuchan música suya pueden advertir de lenta tensión donde varu« elementos te- todo un modelo de buen gusto y equilibrio.
que la historia ha cometido una injusticia al máticos son desarrollados con una base en cé- El rayo láser, silencioso, inmaculado, nos acer-
menos tan desproporcionada como la que co- lulas repelidas a modo de ostinati y se da la ca a estas músicas como si en el propio Salz-
metieron ellos con Ciüude de Frunce, sólo continuidad de un pasacaglia. aunque mi se burgo estuviéramos.
que al revés. trate exactamente de tema y variaciones. La
orquestación es ya magistral en este joven de G.QLI.O.
treinta años, pero se evitan los contrastes de
Uno de los productos más granados de La color y la base siguen siendo las cuerdas. Tam-
labor pedagógica de Vinccnl d'lndy es ta fi- bién son evitados los extraños dinámicos, salvo
gura de¡ compositor parisiense Albéric Mag- algún que olrn forte. El resultado es de una W. A. Mcnart: Quiniela para clarinete y cuer-
nard. que primero esludió en el Conservalo- trenidad clásica, pcio abundante en ideas que
rio (la competencia) y más tarde con aquel, das en La Mayor, K. 581. Cuarteto para oboe
se configuran en cpisodnts breves de enorme y cuerdas en Fa Mayor, K. 370. George Pie-
antes de fundarse la Schola. Magnard era ri- fuerza, una fuerza que renuncia a lodo
co por su casa y aprovechó esa riqueza para lenon, clarinete. Pierre Pierlnt, oboe. Arthur
efectismo.
viajar, instruirse sin descanso y componer una GrumLuix, Koji Toyoda (K. 581), violines.
obra brevísima y exquisita que en parte fue En la historia musical de nuestro siglo es Max Lesueur, viola. Janos Schdz, cello. PTU-
destruida. No sabemos si la lamia de graba- compatible, y en ambos casos cieno, afirmar lips Classics, 4I667I-PM.
ciones francesas de música de d'lndy. Rous- que la sinfonía murió (no es que la matara
sel, Magnard y otros significa que las aguas Mahler. sino que se suicidaron juntos) y que El Quinteto para clarinete y cuerdas es una
vuelven a su cauce, que estos creadores ya el sinfonismu sigue. La Cuarta de Magnard
han purgado su culpa histórica y ya vamos de las más populares obras camerísticas del
es una obra inaeslra del sinfonismo clásico, compositor salzburgucs. creo que con justi-
a conocer, lo que se dice conocer, su impor- que no desconoce ni desprecia a Berlioz, ni
tante obra, o una pane significativa de clia. cia. En la cumbre de su madurez artística.
a Wagncr, ni a Cesar Pranck. compuesta al
Puede ser también que el interno se quede en tiempo de la muerte de Mahler... y de la muerte Mozan compuso dos obras para clarinete, las
estas primeras grabaciones. Sería lamentable. de la sinfonía. Mira al pasado, pero con una dos geniales, ambas destinadas a Anión Stad-
Con Magnard y los demás ha funcionado a carga tremenda de tensión que te da moder- ler: el Concierto K. 622 y este Quintero, en
menudo el boca a boca más nefasto: ¿D'lndy? nidad y que, sin embargo, no llega a nada el que el carácter cantabiU del instrumento
¿Magnard? ¡Qué truenos! Ha funcionado en parecido al mundo agónico reflejado por Mah- es aprovechado al máximo. Me permito mo-
su propia país, y más aún en el extranjero. ler No es el hombre muriendo en la lucha destamente discrepar de Joachim Sliehr (aulor
No digamos en España. Sin embargo, nos es- contra lo imposible, sino, lal vez. unos dio- de las ñolas que ligaran en la carpeta del dis-
tábamos perdiendo, concretamente con Mag- ses herido* que mantienen el tipo. co) en cuanto al clima en el que se mueve
nar. una obra bellísima, compuesta mirando la obra. Puede que no se advierta tensión en
hacia el pasado —Wagnci. Beethovcn—. mi- El brillante sonido digital. Plasson y su or- el sentido estricto de la palabra, pero sin du-
rando al maeslnj —d'lndy— y a veces mi- questa nos ofrecen una interpretación de la da se advierte una atmósfera de melancolía,
rando a los clásicos del siglo XVII] Compu- que ya es suficiente decir que está a la altura de tristeza, típica del último Mozart. El equi-
so tres óperas, tres ciclos de mélodies, un pu- de las obras. Plasson da esa tensión elegante librio que se consigue entre clarinete y cuer-
ñado de piezas camertsticas y otro de música y clásica, pero con el requerido calor, con das, la riqueza melódica de toda la composi-
para piano, además de vualro sinfonías y al- una medida capacidad de traducir, mediante
gunas obras orquestales más. El disco que nos procedimíenlos de su oficio —como Magnard. ción, la perfecta demostración del genio imv-
ocupa incluye su última obra. !a Cuarta Sn- e! íormalisla, del suyo—, la carga terrible de zartiano de la variación, son los principales
fimía y un breve poema sinfónico. Chati fú- la que muy bien podía haber sido la última ingredientes de una obra que. como dije al
nebre, de 1985. Son piezas de relativa madu- sinfonía clásico-roma mica, descubierta entre principio, ocupa con justicia un lugar de pre-
rez, teniendo en cuenta su pronta muerte: de- viejos tesoros por Plasson. que se sintiera obli- ferencia en el repertorio.
fendiendo su casa él solo frente a las tropas gado a hacer con ella su mejor disco como Respecto al Cuarteto para oboe, es obra
alemanas invasoras en 1914 —destruyéndose única manera de dar la grandeza de esta mú- más galante, más intrascendente, pero extre-
algunas obras suyas al mismo tiempo— y U>- sica, su amor por ella. madamente agradable de escuchar.
davia ni había llegado sino al número 21 de La interpretación de ambas obras puede con-
opus. A Magnard se le ha reprochado a me- S.M.B. siderarse encélente en líneas generales. *i ex-
nudo su clasicismo, si obsesiva utilización de cepillamos algún que utrn^etceso romántico
las formas clásicas, sobre todo la fuga. En
este sentido recuerda a Mas Reger y a pr^ en las cuerdas. Por lo demás, el disco, y más
pósito de ambos podríamos preguniamos: ¿son a precio moderado, puede ser recomendado
clásicos que miran sistemáticamente al pasa- W. A. M o a r t : Serenan en Re K 185. sin recelo por versión y sonido.
do o son avanzadilla del Neoclasicismo que Marcha K. 189. The Academy of Ancienl No obstante, uno está ansioso por oír algu-
tendrá lugar a partir de los años 20? La mú- Musk. Jaap Schoreder. Christopner Hog- nas de las versiones ya existentes interpreta-
sica de ambos es demasiado compleja para wood. DDD. Grabado en 1984. Duración: das con el clarinete bajo en La. basadas en
la claridad de consumo que buscarán los me- 55 miaulos. L'Oiscau-Lyre 411 936-2. la última edición de la Neue Mozan Ausga-
jores neoelasie islas. Pero ni Magnard ni Re Compacto. be, que incluye algunas importantes modifi-
ger son reaccionarios, sino que hacen lo que caciones respecto a la edición que estamos
tienen que hacer. No fueron militantes de lo La codirección de Schroeder y Hogwood habituados a escuchar.
en la integral de las sinfonías mozartianas dio
unos resultados altamente positivos, al per- R.O.B.

Scherzo 43
DISCOS

Pouienc: la obra para piano. Gabriel Tac- Romeo y Julieta es perfecta. Nunca se pro- El Concieno núm. I en Fa sostenido me-
chino, plano. EMI La vota de sao maftre duce el desagradable efeoo de ruido indiscri- nor. Op. 1 y el núm. 4 en Sol menor. Op.
EX 2)09013 (5 LFs). minado que acostumbran a ensombrecer y en- 40, reunió, hace veinticuatro artos, al enton-
suciar los pasajes de volumen intenso; la to- ces joven Philippe Entremont con el ya ma-
Este álbum quíhtuple reúne [oda la obra púa ma de sonido de cada grupo está lo suficien- duro Eugene Ormandy al frente de su Orquesta
piano de Poulene. excepto las piceas a cuatro temente alejada y recortada para que el oyen- de Filadelfia. En d núm. I —quizd el menos
manos (que son recogidas en otro álbum, con te sea capaz de reproducir en su imaginación interpretado de lodo el ciclo— la toma de so-
el miaño Tacchino y con Jacques Février, que la disposición especial que adoptan los ins- nido es algo plana, y dio no beneficia dema-
tocó a su vez a cuatro manos con el mismo trumentos de una orquesta. Se cumple así, casi siado a la orquesta; pero la interpretación es
Poulenc obras suyas y de Satie) y las obras enteramente, el milagro de asistir a un con- ideal: Entremont es un pianista que obtiene
inéditas. Se trata de un álbum de rico conte- cierto en vivo, pero sin moverse uno de su una sonoridad etérea del instrumento, brin-
nido sonoro y ninguna información escrita: casa. Ya en el terreno musical, el disco une dándonos una de las mejores versiones del mis-
tan sólo una hoja con títulos y tiempos. Los en sus dos caras al Prokoviev más conocido mo. En el núm. 4, a pesar de que se trata
discos que se venden por separado incluyen y popular como es el autor del ballet flameo de un concierto menos atractivo que los núms.
información más generosa. y Julieta, junto al otro menos frecuentado, 2 y 3, es particularmente sugestivo el Largo,
al menos aquí en el occidente de Europa, com- admirablemente vertido por Entremont y con
No es la obra pianística de Poulenc su apor- positor de Sueños —prácticamente su prime- un atractivo acompañamiento de Ormandy y
tación más importante. Sabemos, sin embar- ra producción para orquesta—, y de música sus huestes.
go, que algunas de sus obras para piano tie- incidental para montajes teatrales y films:
nen especial interés. En el n." 1 de SCHER- Eugeny Onyegin. Boris Godunov, previstos El célebre Concierto núm. 2 en Do menor,
ZO hemos resenado ya dos de los cinco dis- con motivo de la magna celebración, en 1937, Op. 18 y la Rapsodia se produjeron en 1964,
cos aquí incluidos (pág. 42). Sirvan aquellas del centenario de la muerte del poeta Rich- con Gary GraRman, la Filarmónica de Nue-
líneas como introducción a este breve comen- kin. Puchlániana no figura en el catálogo de va York y Bernstein en el podio. En d Con-
tario. Las demás obras, aparte de aquéllas, Prokoviev. Constituye simplemente una se- cieno núm. 2 Greffman se muestra como un
ofrecen ejemplos de algunas de las seríes más lección hecha por el editor de retazos de otras pianista quizá menos alambicado que Entre-
importantes de Poulenc. En las Improvisa- obras que tienen todas ellas en común el ob- moni, pero es un virtuoso expresivo y dúctil,
ciones (la mayor pane de ellas compuestas jeto de aquella efemérides. Pero ello no im- dirigido por un resuelto Bernstein, quien se
en 1932-1934 y d resto en 1941 y 1942) te- porta ya que cada pieza, en la brillante inter- muestra menos contenido que Ormandy, -y con
nemos tal vez un buen ejemplo de escritura pretación de la Orquesta Nacional escocesa, muy buenas aportaciones de la Filarmónica
de espíritu moderno con trasfondo se human - puede escucharse perfectamente desconecta- neoyorquina (recordemos, en el Adagio IOJ-
ruano, una suerte de Schumann desprovisto da sin que afecte en lo más mínimo a la fres- tenuto. la intervención del clarinete, que dia-
de todo romanticismo y con sentido del hu- cura y espontaneidad que caracterizan a la mú- loga con d solista). En la Rapsodia, debe-
mor. También está Schumann presente en otras sica de este compositor ruso. mos hacer notar la séptima variación, expuesta
series, como Les soirées de Nazetles de mudo encomiable —y donde aparece uno
(1930-1936), fáciles, a menudo convenciona- de los grandes temas de la obra, el Dies ¡rae
gegoriano—. así como la progresión en cres-
les, con un encanto que recuerda a Salie o a
Chabrier y unos procedimientos a lo Carna-
ce. cendo de la última sección, perfectamente me-
val o a )o Davisbiindlertonze. Pero el humor dida. La toma de sonido mejora respecto a
es un elemento fundamental en la obra pia- la del disco Entremont-Ormandy.
nística de Poulenc: el de la breve suite de danzas
ViUagobes (1933), el de las Promenades (1921), Finalmente, el Concierto núm. 3 en Re me-
diez piezas juveniles cuya disculpa es descriptiva nor, Op. 30, producido en 1977, fue inter-
—a pie, en coche, a caballo, en barco, etc.— pretado por Berman y Abbado dirigiendo la
Ese humor es clave en ocasiones para cam- Sinfónica de Londres. La versión del pianis-
biar el contenido romántico de unas piezas, ta soviético de este concierto es un prodigio
como en Feuiílets d'álbum (1933). de claridad expositiva y refinada sensibilidad
(así, por ejemplo, la gran cadencia del Alle-
gro ma non troppo inicial es toda una lección
Además de otras obras, este álbum contie- de maestría). Abbadu, al frente de una de las
ne también las piezas concertarles y obras como orquestas más privilegiadas, le secunda con
los Ocho nocturnos, la Suite francesa y otras, una mentalidad rectora analítica y persuasi-
ya tratadas en aquel nüm. I de SCHERZO. va. Estamos, sin duda, ante una versión mo-
La interpretación es de auténtica referen- délica de este Concieno nüm. 3.
cia. Tacchino comprende, en nuestra opinión,
el sentido del mundo desenfadado, burlón, cí- El álbum contiene tan sólo una hoja con
nico o banal que. alternativamente, propone unos breves, pero documentados, comentarios
Poulenc desde unas exigencias estéticas siempre en francés de Marc Vignal, traducidos única-
rigurosas. No en vano es un interprete estre- mente al inglés y al alemán.
chamente relacionado con Février. Poulem Hachmaninov ~»
y Marguerite Long en el momento de su apren- Rachmaninov: fruegral de tos conciertos para
Jo.R.B.
dizaje en París. Se trata, pues, de un Übum piano y orquesta. Rapsodia sobre un Tema
acaso minoritario, pero de un interés consi- de Paganini. Op. 43. Üiillppe Entranont,
derable por su calillad interpretativa y la no- Gary Grmdrnan, Lazar forman, plano. Or- Rachmaninov: Concierto para piano núm. 3
vedad lie las obras grabadas. questas de Flladelfia, ti I armónica de Nue- en Re menor. Op 30. Concertgebouw Or-
va York y Sinfónica de Londres. Directo- cbeslra, piano: Vladiroír Ashkenazy. Direc-
S.M.B. res: Eugene Ormandy, l^onard Bernstein tor: Bennu-d Haitink. Decca Digital 417
y Claudio Abbado. CBS MASTERWORKS 239-1. 1986. Crabacidn: Agosto, 1985.
PORTRAfT MJP 39829. Álbum de tres dis- Amsterdam.
cos repnicesados digital mente.
S. S. Prokovlev: Rnmro y Julieta: Suite Rachmaninov es sobre iodo conocido por En una primera impresión, el unir a un pia-
núm 2. Op. 64; Sueños. Op. 6; Pusckkinia- sus conciertos para pian». instrumento del que nista expresivo y virtuoso con un director de
na. Orquesta Nacional Escocesa dirigida por era un virtuoso consumado. El presente ál- marcada vitalidad para una integral de lis con-
Neeme Jar vi. CHANDOS ABRD 1183. bum nos ofrece la posibilidad de escucharlos cienos de Rachmaninov parece muy acertado.
de nuevo, junto a la alracliva Rapsvdiu sabré La realidad lo corrobora. Ashkenazy está de-
Tenemos que felicitar, ante todo, a la casa un tema de Paganini. Pero se trata de ta reu- mostrando en MIS múltiples facetas de solista
editora Chande», por la inmejorable calidad nión de dislinias grabaciones con distintos in- Je piano, acompáñame o director de urques-
técnica de que hace gala, en general, en su* térpretes efectuadas anle normen le por CBS. la, que siente uiu gran vinculación al músico
grabaciones y de marera concreta en ate disco. por lu que el material grabado no o nuevo rusii Recientes están las grabaciones de los
La nitidez ton (fue nirnos las distintas seccio- ni existe un criterio intcrprctalivn uniiano. Ueder con Sóderslrom. la Sonata pura cello
nes de una orquesta ampulosa y píllente co- j pesar de tratarse de versiones de gran \piwui. con Harrcll. y d resto de su música
rno es la usada pxir Prokijviev en la su i le de cal idail. para cstiis dos instrumentos, su obra sinfónica

44 Scherzo
DISCOS

o siníSnioo-coral, y ahora « o s conciertos para páginas musicales y, por otro, los interpre- puede objetar en cuanto a musicalidad? Sin-
piano, de los que ya conocíamos los míms. tes. En cuanto al primero, la Sonata de Rach- ceramente nada, puesto que se muestra im-
2 y 4. El que ahora nos corresponde comen- maninov, la ünica que compuso este compo- pecable, particularmente en el muy creativo
tar es el tercero. Y con lodo este preludio sitor para estos dos instrumentos, es de mar- y volátil Finóle.
lo que (ralo de resaltar es lo importante en cado interés melódico, muy entroncada con Lo más interesante del disco quizás sea la
una interpretación que puede ser el conoci- d Segundo Concierto para piano y quizás por Sánala para violoncello y piano del propio
miento del resto de la producción de un mú- dio con un amplio desarrollo virtuosístico para Debussy, compuesta en 1815. y donde el ce-
sico, pues con ello se garantiza fácilmente una d piano, mayor aun que el concedido al vio- llista Turovsky mucura un sonido rotundo y
rápida conexión. Merecidamente por ello se loncillo, con lo que se convierte en sucesora aterciopelado, con un satisfactorio acompa-
podría decir que hoy es Ashkenazy el primer de la Sonóla de Cbopin para la misma com- ñamiento de Luba Edlina al piano. Recorde-
intérprete de Rachmaninov. En cuanto a Haj- binación. El resto del disco, por su mayor mos de esta obra la originalidad de la Siri-
únk, en los Üiümos años está demostrado, tanto infrecuencia, alcanza aceptable inferís aun- nade, con los curiosos pizácati del violonce-
en concierto como en grabaciones, el alto grado que sean páginas de menores intenciones tras- lo, que por tal motivo escapa a los modelos
de madurez alcanzado, y aunque no sea Rach- cendentes. Nuestra segunda reflexión debe- hobitualmente fijados del género.
maninov el compositor mis caracterizad» pa- líe centrarse en los intérpretes. En primer lu-
ra volcar en él lodo ese mundo de reflexión, gar Heinrich Schiff, cd lista de grandes cua- Añadamos que tanto la toma de sonido co-
sí es posible que a las simples estructuras for- lidades, poseedor de un sonido amplio, bri- mo el prensado son impecables: Chandos tie-
males se les pueda conferir una mayor pro- llante, casi ampuloso, con gran calidad de ví- ne sin duda muchas ganas de ganarse adeptos.
fundidad de concepción. bralo, dotado también para la concepción vir-
tuosística es casi un intérprete perfecto; sin Jo.R.B.
Posiblemente sea esta una integral decisiva embargo, una extraña frialdad parece eviden-
en los conciertos para piano de Rachmaiinov. ciarse en una primera escucha de esta graba-
ción; no ocurre así con la pianista Elisabeth
M.G.G. Leonskaja, quien a la vez que su compañero,
goza de magníficas dotes, como la claridad
de fraseo, la valentía en el ataque, la ausen-
Sergá Radunanlnov: Las amponas, Op. 31; cia de amaneramientos, el virtuosismo y una Rlnuky-Konakov: Scheherazade, Op. 35.
Vocalise, Op. 34, mím. 14. vitalidad que la convierten en auténtica pro- Glazuñov: Stenka Rnzin, Op. 13. OrqucMa
P. Ilych TchjUkovskj: Dúo de ftomeo y Ju- tagonista. El conjunto de ambos es induda-
blemente de gran valía y fácilmente su iden- N a d a n ! Escocesa. Vlohn solista: Edwfe Pa-
lieta. Marcha de la Coronación. Suzanne Ung. Director: Neeme Ja n i . CHANDOS
Murptay (soprano), David Wllson-Johnson tificación se traduce en una inmediata comu-
nicación para quien lo escucha, que además ABRD t » l . Digital.
(barítono) Orquesta y Coro Nacional Es- se ayuda por una muy buena grabación de
coces» dirigid» por Neone Jirvi. CHAN- excelente sonido, sin estridencias en los ex- El refinado y exótico poema sinfónico Sche-
DOS ABRD 1187. tremos y con ausencia de ruidos sobreañadi- herazade. basado en Las mil y ima noches,
dos. En resumen, un disco grato e interesan- es una de las obras de Rimsky de mayor y
De auténtica primicia discográfica podemos, te por solistas y contenido musical. más merecida difusión, y a disposición del
calificar esia excelente grabación que nos da discófilo español han existido importantes ver-
a conocer al otro Rachmaninov que se escon- siones de la misma (las de Stokowsky, Kara-
de detrás de los archioanocidos Conciertos para jan o Markeviten, por ejemplo). Ahora se les
piano, al menos conocido y no por ello me- M.G.G. suma ésta de importación, a cargo de una or-
nos Importante. La sinfonía coral Las cam- questa no extraordinaria (pero sí con muchas
panas, basada en un poema del mismo t/tulo ganas de hacer bien las cosas), y su titular,
de Edgar Alian Poe, es una obra trascenden- Ravet: Trio para vioUn, violoncello y piano d estoniano Neeme Járvi, quien ha optado
te que junto al Servicio de vísperas constitu- en La menor. DEBUSSY: Sonatas para vio- por una lectura del poema bastante raciona-
ye la principal aportación del compositor ru- Un y piano y para violoncello y piano. TWo lista, sin excesivas concesiones a la carga
so en el campo del género coral Y aunque Borotttn: Luba Edlina, piano; RostfeUv Du- orientalista ni exageraciones melifluas. Des-
todas las historias de La musita la cilan, en binsky, vtolín; Yuli Turovsky, violoncello. taca, por su fraseo y elegancia, la exposición
realidad es una partitura poco escuchada y es- CHANTOS ABRD 1170. Digital. de £1 Joven Príncipe y la Princesa, así corno
casamente representada en los catálogos dis- una excelente narración del Naufragio corara
cográfieos. Oyéndola comprobaremos la li- la roca coronada por un guerrero de bronce,
gazón profunda que mantuvo d músico con La industria discográfica. cuando presta aen- en el cuarto movimiento.
su Rusia natal y cuan falso es el cliché de ción a estos do, maestros del Impresionismo
occidental isla con que a menudo la critica ha musical galo, ajele hacerlo en ai obra orquestal. En cuanto a los valores instrumentales de
pretendido definir ¡a obra de Rachmaninov. pero menos en la camerística. Por ello, de- carácter individual de la orquesta, obligado
Una versión magnífica para orquesta y soprano bemos congratularnos por la aparición de es- es mencionar ante todo al concertino de la
de la canción sin palabras Vocalise comple- le disco, que reacciona contra la promoción, misma. Edwin Paling. responsable de los im-
menta la parte del disco dedicada a esle com- por enésima vez, dd Bolero o del Preludio portantísimos solos de violfn que aparecen a
positor. Él resto, ya más en plan arqueológi- a la siesta de un fauno, y opta por las obras k) Largo de la obra y que personifican a Sche-
co, sirve para rescatar del catálogo de Tcnai- de cámara, menos conocidas. Gustará, ade- herazade, la hija del visir, que narra cuentos
kovsky: El Dúo de Romeo y Julieta, fragmento más, a los amantes de este género que de- al sultán Schariar a lo largo de mil y una no-
dramático de un proyecto operfctico que Tchai- seen salirse de la rutina y que por una vez ches, con el fin de que éste permanezca debi-
kovsky nunca llegó a escribir y que está ba- puedan renunciar a la Sonata a Kreutzer o damente entretenido y no sacrifique a cada
sado en el tema de la Suite del mismo título, al Quíntelo *La Trucha-. una de sus esposas. La aportación del solista
y la Marcha de la coronación, obra ocasio- El Trio de Ravel fue ya meditado por su es de elevado lirismo y con una afinación im-
nal compuesta con motivo de las fiestas de autor en 1908, pero fue compuesto durante pecable, aunque tiene, desde luego, buenos
la coronación, del zar Alejandro III. el estío de 1913 en Saint-Jean-de-Luz, poco rivales en otros versiones discogñáficas, co-
antes, pues, de la Primera Guerra Mundial. mo por ejemplo Erich Gruenberg (que repite
Quizás lo más interesante sea la versión del en las de Stokowslty y Markevitch). Otros solos
ce. Passacaille, sosegado y también dramático; importantes son los de oboe y clarinete, que
rayan a gran altura en La fantástica historia
hay algunas asperezas en tí Moderé y el Fi-
nóle debidas al violinista. Dubinsky. que mues- del Principe Katender
RacfanuaifaMv: Sonata en Sol, Op. 19. tra una sonoridad ligeramente desgarrada y
Slbdius: Malinconia. Op. 20 Pero lo mejor de esta versión que comen-
poco transparente, pero en general se traía tamos quizás sea la excelente toma de soni-
RachtnanJnov: Vocalise, Op. 34, mím. 14. de una notable interpretación. do, de una limpidez absoluta, en la que
Dvorak: Polonaise. Plano: Elkabeth I«oos- cada intervención instrumental queda perfec-
ksja, cdlo: HeJnricn SchifT. Philip Digi- Estos mismos defectos del violinista se no-
tan también en la breve pero original Sonata tamente dibujada. Es obra de un ingeniero de
tal. 412 732-2. Gratadón: Agolo 1W4. Edi- sonido que ha hecho un gran trabajo: Ralph
ción: 1985. para violln y piano de Debussy. escrita entre
1916 y 1917 — ultimo ejemplo de un ciclo Couzens.
A un doble comentario obliga la inmediata de música de cámara que el compositor dejó El disco contiene además una brillante ver-
contemplación de esle disco. Por un lado, las inacabado—; mas, de su versión, ¿qué se le sión de un poema sinfónico de sabor aulénti-

Scherzu 45
DISCOS

camente eslavo, que glosa la figura de un co- tación a un grupo joven italiano, que inter- esta obra. Recomendamos especialmente esta
saco y Filibustero del siglo XVII: Stenka fta- preta con instrumentos originales en la tierra grabación a los aficionados al género sinfó-
zin, de Giazunov (que (iie, recordémoslo, dis- donde reinan I Musici e 1 Solistí Veneti. Por nico y a los oyentes habituales de Bruckner.
cípulo de Rimsky). Se (rala de una de sus líltimo, porque nos sirve para comprender el Mahler o Strauss. ya que descubrirán une nueva
obras más asentadas, perú poco prodigada por estilo musical tan diferente que poseían los forma de llevar al limite el mismo lenguaje
estos pagos y que sin duda merecerá una mayor hermanos Sammartini. Giovanni es conside- familiar. Por otra parte, la grabación digital
atención por parte de nuestras orquestas. rado como uno de los padres de la sinfonía. es excelente y el trabajo de la Orquesta Na-
Su hermano Giuseppe. menos conocido, fue cional Escocesa y de su director Neeme Jir-
Jo.R.B. autor de páginas de estricta belleza barroca. vi, son impecables.
El Conjunto que dirige Chiara Banchini ha
elegido el camino, ya muy utilizado a estas C.C.
alturas de los tiempos, de los instrumentos
Jotan Stanley: Seis conciertos para árgano, origínales. Se adentra en él con soltura y fir-
Op. ¡0. Northern Snfania Ordieslni. Di- meza y el grupo suena con atinada unidad,
rector y solista: GeraJd Giffbrd. ADD. Gra- no exenta de cierta dureza Nos recuerda más
bado en 1979. Duración: 53 minutos. CRD a los grupos alemanes que a lie ingleses: más
3409. Compacto. dramático y denso que ágil y dinámico. Sin

El mayor mérito de este disco compacto es


embargo, sorprende la personalidad del esti-
lo y buena planificación sonora. Creo que es-
RECITALES
el de acercar al oyente las obras absolutamente tamos aite un conjunto que dará que hablar
desconocidas de un compositor barroco inglés. en el futuro. Espero no equivocarme. De otro
contemporáneo de Haendei, a quien el mons- lado, las condiciones técnicas de la grabación
truo sagrado de Halle le tía oscurecido por son las habituales en Harmonía Mundi. Es- Montserrat Cabaltf: Artas y esetnai de Gou-
siglos. Charles Burney dijo de Stanley que peremos otros discos del conjunto italiano, del nod (Faust y Romeo y Julieta), Meyerbeer
era un cuidadoso intérprete, un agradable y que lo único que no me satisface es el nom- (Les Huguenotsl, Charpentier (Louise), Bt-
natural compositor y un inteligente maestro. bre elegido, típico de un software de un or- zet (Carmen), Stniuss (Salomé), y Puccinl
Vivió entre los años 1713-1786. Ciego a causa denador personal. (dúo de Manon Lescaie, con Placido Domin-
de un accidente desde los des años, estudió go). Orquestas New Philannonia de Lon-
con Maurice Green. antes de obtener diver- dres, Nacional de F r u i d a y del Metropoli-
sos puestos de organista en la capital londi- G.Q.U.O. tan de Nueva York. Directores: ReynaM Gio-
nense, incluida de Temple Church, lugar en vanüwttt, Leonard Bcnutein y Jantes Le-
el que Haendel tuvo ocasión de escucharle y vine. DG Sfgnature 415 446-1.
disfrutar de sus notables interpretaciones. Stan-
ley, cuyo retrato inmortalizó Gainsborough. El presente disco contiene una serie de frag-
sucedió a William Boyce como Maestro de mentos operísticos procedentes de discos an-
la King's Band of Music en 1799. teriormente grabados por nuestra ilustre so-
prano para DG (sello con el que, desventura-
Los seis conciertos para órgano y orques- damente, ha colaborado poco). La selección
ta. Op. 10 de Stanley constituyen una bella de los mismos no obedece a un criterio de-
colección que se inscribe dentro de las coor- masiado definido —abundan las arias de ópe-
denadas creadas por Haendel. en los que destaca ra francesa, pero la escena final de Salomé
la transparencia del tratamiento orquestal y o el dúo de Manon Lescaul aparecen a su la-
un conocimiento profundo del instrumento so- do como en una especie de tutti frutli—, aun-
lista. Música inmarchitable, servida por una que justo es reconocer fueron grabados en mo-
interpretación más que correcta en la orques- mentos de óptimas condiciones vocales de la
ta y encélente en la parte solista, con un Gif- diva.
ford consumado virtuoso del órgano, que en A. N. Scrtabin: Sinfonía núm. 2 en Do me-
este caso es el de la Hexarn Abbey, de una Dentro de las arias de ópera francesa des-
sonoridad espléndida. nor, Op. 29. Orquesta Nacional Escoces» tacaríamos la preciosista versión de O beau
dirigida por Neeme Jirvi. CHANDOS ABRD pays de la Touraine, de Les Huguenots (con
Las condiciones técnicas de la grabación son 1176. su cabaletia incluida), en la que Montserrat
simplemente buenas, con una notable distor- despliega todas sus habilidades técnicas, y titil
sión en los primeros compases del primer con- Uno de los peores enemigos de la música también para hacernos pensar en que. quizás,
cierto, que al parecer no ha podido ser salva- de Alexander Nikolayevich Scriabin ha sido la producción lírica de Meyerbeer merecería
da por la transcripción al disco compacto. Sin sin duda la concepción religiosa y mística que una atención mayor de la que se le otorga
embargo, salvado este bache, el resto es de del arte tenia este compositor. Su idea de que actualmente; asimismo, debemos recordar un
gran categoría, con un buen balance estereofo- la música debía cumplir una misión redento- al lamente refinado Depuis lejour, de Látase.
nía» y una presencia del órgano muy notoria. ra y mesiánica ante las masas congregadas en
Disco, pues, muy interesante, unto por lo que el rito mágico de los sonidos. Y esto, que Uno de los mejoren fragmentos del disco
entraña el descubrimiento de un gran compo- no es otra cosa que la exacerbación hasia el es. sin duda alguna, la escena final de Sato-
sitor, como por la belleza de las obras, entre limite de los postulados románticos de bús- mi, donde la Caballé da a la interpretación
las que destaca muy especialmente el numero queda incansable de k) infinito, acal» por cansar del complejo personaje las dosis de perversi-
IV de la serie, verdadera obra maestra. a las jóvenes generaciones de compositores dad necesarias, pero mostrándonos también
rusos posteriores a la Primera Guerra como una Salomé demerte y desesperada por el hecho
Shostakovich o Prokoviev. los cuales, por otra de.que. habiendo conseguido la cabeza de Yo-
C.Q.L1.O. kanaán. no puede satisfacer todos los deseos
parte, afirmaron su personalidad a partir de
la negación del lastre decimonónico de pro- que su persona suscitó en ella. Dicha escena
ducciones como las de Scríabin. Es una agra- se ve avalada por una encélenle dirección or-
Giovannl Batttota Sammartinl: Sinfonía en dable sorpresa que Chandas haya puesto su questal de Leonard Bemstein —al frente de
Sol mayor. Sinfonía en Re mayor. Quíntelo atención en una obra poco escuchada como la Nacional francesa— que se adapta a la per-
núm. 3 en Sol mayor. Gluseppe Sammartl- es la Segunda sinfonía de este compositor. fección a la sintaxis straussiana.
nl: Concieno para flauta dulce en Fa. Con- Tendremos ocasión de oír una partitura den- El disco concluye con el diío Tu. tu amo-
cierto grosso nám. 6 en Mi menor. Concierto sa, quizás demasiado sembrada de momentos re? Tu de Manon Lescaut, grabado en direc-
grosso nüm. 8 en Sol mayor. EnaemMe 415. de climax para un oído moderno, en la que to en el Met neoyorquino en 1972. A pesar
Directa™ CMara BancNni. Hsrmraia Mun- se percibe claramente la influencia de Liszt de la brava actuación de Caballé y Domingo,
di HMC 1245. y Wagner. Toda ella es un tanto retórica y el fragmento se resiente global mente de una
enfática, pero tiene fragmentos muy bellos co- loma de sonido poco clara. Hubiéramos tam-
Disco de gran interés este que comentamos. mo, por ejemplo, el andante central, cuyo inicio bién deseado que se ofrecieran los textos de
En primer lugar por agrupar ubras de los her- no puede menos que hacemos recordar el Pre- las distintas arias y escenas, y en versión
manos Sammartini. que no suelen aparecer lude a t'aprés-midi d'unfaune. de Debussy. traducida.
con la frecuencia deseada en los catálogos. anterior tan sólo en ocho años al estreno de
En segundo término, porque sirve de presen- Jo.R.B.

46 Scherzu
DISCOS

Música vasca para teclado dtl siglo XV1D. drileño. Pero, a diferencia del disco de Mont-
Obras de Uxinaga, Larrañaga, Eglgunn, serrat Caballé aquí mismo comentado, la se-
Elieberrta, Sodoa y Altero. Bernard lección de los fragmentos resulta en este ca-
BrauchU, clavicordio. YZ 262 D. so más unitaria por el hecho de estar íntegra-
mente dedicada a la ópera francesa.
Hay que comenzar por defender la oportu- En la cara 1.* tenemos en primer lugar el
nidad e ¡metes de este registro, como debe melódicamente ¡rresisitible Je crois entendrt
hacerse en general con cualquier iniciativa en- encoré de Los pescadores de perlas, en una
caminada a la recuperación de nuestro patri- versión excelente sin duda alguna, aunque algo
monio musical histórico. Hedía esta salve- justa —pero aceptable— en los agudos. De
dad, eslá pendiente de aclaración si las ubras Lajuive nos ofrece un dramático y apasiona-
ahora reunidas presentan verdaderamente rasgos do Hache!, tpmnd da Seigneur, la gran aria
raciales que las aparten mínimamente de lo del tremendo personaje de Eleazar (lástima
que en el siglo XVIII se escribía para teclado que no cante este papel: seria la forma de
en el reslo de la península. Si nos fijamos dar un mayor empuje a esla ópera, que bien
en los estilos de las piezas grabadas, no en !<> merece, tal y como ya intentó en su día
les lugares de narimieno de sus autores, apenas
cabe hablar de una escuela inequívocamenté el gran Richard Tuckei). En el Oparadis de
vaica. La capilla de Arinzani fue, por des- La Africana da una versión heroica de un per-
contada, un importante fuco de irradiación, sonaje (Vasco de Gama) que conoce, aunque
pero pesaron de manera determinante las tra- por razones obvias —el semi-oivido a que esií
diciones francesa, italiana y castellana. Ei pa- castigado Meyerbeer— no lo haya asumido
tente el caso de Sebastián de Albeiu —nacido todo cuanto fuera deseable. En estos tres frag-
por lo demás en Navarra, pero no entrare- mentos destaca el lujoso soporte de la Filar-
mos aquí a tratar la conveniencia o no de su mónica ue Los Angeles y Giulini (obsérven-
adscripción a lo rasco—, quien fue influido se en La juive y La Africana las grandes in-
directamente por Domenico Scarlatti. con el tervenciones de las maderas de esta orques-
que luvo contactos personales en la corte ma- ta), ademis de benefkarse todos dios del pro-
drileña. Las piezas de Albero, al que se des- cedimiento digital.
tina toda la segunda cara del disco, son lo
mas sustancioso del programa, aunque la aten- Plácido Domingo: Arlas de apera francesa De la cara 2." debemos destacar la ro-
ción prestada al resto de los compositores se de BUet Lrn pescadores de perlas. Carmen, manza de la flor de) Don José de Carmen,
justifica plenamente. Halévy Lajidve. Meyerbeer £n Africana, Mas- una de sus mejores creaciones. En ella Do-
senet Werrher, OfTtnbwh Los cuernos de Hoff- mingo controla de modo particularmente sa-
mann, Berlioz Bealnz y Benedicto. La con- tisfactorio aquella tendencia ligeramente gu-
La elección del doméstico clavicordio no denmión de Fausto, Soiía-Saé'ns Sansón y Da- tural que muestra su vía (como señala con
causa mngtin problema —por su corla sono- acierto el breve comentario que acompaña
ridad— para un medio como el disco. En Es- lila. La Maneííesa, de Rouget de Lisie (arr.:
Beriloz). Orquesta Filarmónica de Los An- el disco, traducido a todos los idiomas me-
paña conoció el instrumenta una gran difu-
sión en la época contemplada por la graba geles, Sinfónica de la Radio de Colonia, de nos al castellano) y se ve magníficamente
ción. Todo un acierto d haber elegido a Brauch- París, de la Suisie Romande, Sinfónica de respaldado por Claudio Abbado y la Sinfóni-
li para este cometido, pues se trata de un ver- Londres. Coros de la Sulsse Romande, Pro ca de Londres. Asimismo, es obligado recor-
dadero maestro en la especialidad. Brauchli Arte de Lausana } de la Orquesta de Pa- dar el Voix mu misere de Sansón y Dalila.
suma asi este registro —en el que lodo es co- rís. Directores: Cario María Giulini, Ric- en una adecuada visión del héroe bíblico,
rrección estilística y depuración sonora— a cardo Chailly, Dante! Barenboim, Richard vencido y desesperado, peni al que le queda
los dos estupendos que ya dedicase a la mú- Bonynge y Claudio Abbadu. D.G. Signa- aún una chispa de esperanza, El disco con-
sica ibérica para tecla del período (Seibas y lure 410 991-1. cluye, no se sabe muy bien por qué. con una
Soler). fervorosa versión de La Marsellesa, con co-
ros y orquesta, en la versiun arreglada por
La grabación Tiianic es de alta calidad
técnica. Eslc disco, partiendo de grabaciones ante- Berlioz.
riores, permite una visión panorámica de las
E.M.M. interpretaciones operísticas <Jef gran tenor ma- Jo.R.B.

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N.°2G N.-6D N.° 10 D
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Ml»i
C3 Agotados

Scherzo 47
ESTUDIO DISCOGRAFICO

Wozzeck a través del disco


azar parece tener un fino sentido del humor. En este país, donde ¡a ópera del siglo XX es lo más parecido
a un inencontrable animal fabuloso, se ha dado la reciente coincidencia de la programación de las dos óperas
de Alban Berg. Wozzeck ha subido al escenario del Teatro de la Zarzuela madrileño, en tanto que Lulu, que
ha podido verse en la versión completada por Friedrich Cerha y además dirigida desde el foso por él mismo,
lo ha hecho en el Liceo de Barcelona. En este mismo número puede encontrarse el lector crónicas de estas representaciones
en la páginas de actualidad. Aprovechando esta circunstancia hemos querido acercarnos a estas dos obras capitales
del teatro musical de nuestro tiempo desde el aspecto discográfico. Los dos estudios aquí recogidos tratan
pormenorizadamente los registros disponibles en los mercados internacionales.
AS diversas representaciones del de esta composición de Alban Berg, subra- mente toda posibilidad. Pero también hay mo-

L Wozzeck que han tenido lugar en el


Teatro de la Zarzuela, durarte el pasa-
sado mes de abril, nos llevan a realizar un
yando a un tiempo la autosuficiencia de cada
escena en particular, y la unidad que las une
al lodo a ira vés de los intermedios orquesta-
mentos de meditada ligereza y coquetería, de
provocación y exaltación erótica y, al mismo
tiempo, un afecto dulce y angustiado por su
recorrido parcial por las principales grabaciones les. El equilibrio nace de la relación entre voces hijo, y una ternura conmovedora y compasi-
de esta obra maestra del leairu lint» de nuestro e instrumentos que Milropoulos pone en un va por Wozíeck. Eileen Farreil no se refugia
ng)o. Dejamos sin comentar el registro de Her- plano de absoluta igualdad, confiriendo una en el paríalo, cania y enlona bien, con una
bert Kegel por no conocerlo en profundidad claridad distintiva y una absoluta precisión tim- voz luminosa y singularmente apropiada a la
a la hora de redactar eslai lineas (al lector brica y vocal a la escritura, exaltando las ca- escrita de Alban Berg. El barítono Mack Ha
interesado en esta versión le sugerimos se haga racterísticas contrapuntfsiicas. lo que, en mi>- rrcll proviene del lied, y realiza un Wozzeck
con el espiéndiiio trabajo de Cari» Mannelli menlos de una mayor densidad orquesta), re- introvertido, agitado, más estupefacto que ate-
sobre las distintas concepciones discográficas sulta no una masificación improvisada, sino rrorizado, dulcemente triste. Joseph Murdi-
de la partitura bergiana, aparecido en la re- el resultado de elaborar una Mima lineal. Di- no es un Capitán histérico, felizmente carac-
vista italiana Música, núm. 19, págs 352 a milri Mitropoulos evita la fácil tentación de terizado y con un timbre de voz todavía más
357), y ñus hubiese gustado analizar la gra- la violencia exasperada en los contrastes, pues- afortunado Hace un Capitán que vive total-
bación —siempre en proyecto— que EMI ha tos en evidencia en la exieriorización de los mente fuera del presente, en el pasado y en
anunciado ya en múltiples ocasiones, debida conflictos entre los personajes. Para el direc- el futuro, dandi) a estos liempos una conno-
a la batuta sin pai de Carlos Kleiber e inter- tor griego el contraste yace en el interior de tación no sdlo de tiempo, sino también de es-
pretaciones de Thco Adam (Wozzeck). Bri- cada personaje, en el conflicto irresoluble de pacio. Ralph Herbért es un Doctor sin ironía
gilte Fassbaender (Mana), Peter Schreiei (Ca- sentimientos y sensaciones diversas y contra- y sin cinismo, y también sin ninguna pasión
pitán) y Karl Ridderbuscb (Doctor), pero hasta dictorias, que cuanto más afloran a la cons- por la objetividad de la ciencia, interpretati-
ahora sigue sin materializarse en nada y sólo ciencia tanto más conducen a la destrucción. vamente inerte y vocalmente inadecuado, ni
es eso: un proyecto. La Deutsche Grammop- La concepción de Mitropiiulos es mas lírica vacío, ni indiferente, ni vanidoso, sólo abu-
hon anuncia también una próxima puesta en que dramática: aparece en primer lugar la at- rridamente verburreico. Fredenck Jagel. un
estudio de esta ópera con dirección musical mósfera y las impresiones en una lectura con veterano del Metropo'ilan' es un Tambor Mayor
Je Claudio Abbado y leparte vocal todavía frecuencia dulce y tierna, a vece, áspera y sin pasión y sin violencia, sin triunfo viril y
por determinar. amarga, pero mórbida; una lectura en la cual sin placer erótico, pero con un cierto despre-
tiene un papel muy importante el canto, va- cio e ironía y bastante incómodo en este marco
La primera grabación del Wozzeck proce- lientemente individualizado y subrayado donde vocal al que. a todas luces, ae ve que no está
de de la toma de un concierto público de Di es necesario. La mano de Mitropoulos per- acostumbrado. Muy bien David Lloyd en su
mitrí Mitropoulos en d Camegie Hall de Nueva manece siempre ligera: el color es sombrío, breve encarnación de Andrés, y notablemen-
York, publicada por Columbia (CBS) en Es- pero el sonido nunca resulta pesante. Los cam- te bien el reslo de los secundarios. En defini-
lados Unidos y por Philips en Europa (obvia- bios de color y timbre, las variaciones de ril- tiva, un Wozzeck soberbiamente dirigido (el
menie excluida España), y de nuevo reimpresa mo e intensidad, suceden con total naturali- mejor de los existentes para quien esto fir-
en Norteamérica en la serie económica de la dad, casi sin que se pueda advenir dicho cambio ma), con irregulares aportaciones vocales que,
CBS Odyssey. El reprocesado es más que opor- más que cuando ya se ha hecho. La protago- no obstante, se integran perfectamente en el
tuno ya que reproduce la atmósfera y ambiente nista de esta versión es María mis que Woz- conjunto.
de un concierto publico en todo lo que tiene zeck. no sabemos si intencionadamente o pa-
de estímulos positivos, sin poseer apenas los ra resaltar la presencia de la joven soprano
inconvenientes que se derivan de ruidos ex- norteamericana Eileen Farreil que se adapta
traños (estamos ante un publico especialmen- al personaje magníficamente, tanto desde el Et personaje central en toda su dtanoisMn
te pacienle). Es esle, por ahora, el único tes- punto de vista vocal como interpretativo. En
timonio en vivo del Wozzeck en disco, y a la María de la Farreil conviven la violencia En la grabación de 1964 0 a primera he-
ello se añade el interés objetivo que supone áspera y amarga, la rabia cruda, el odio de- cha en estereofonía), la dirección de Karl
la excepcional dirección de Dimitri Mitropoulos. sesperado de quien no ha recibido nada de Boehm es de un evidente corle teatral, ope-
La lectura del gran maestro griego asegura la vida y que. por no perder la ocasión de rístico. El maestro austríaco hace hincapié en
una vez más el máximo equilibrio estructu- recibir por fin algo, llega a perder definitiva- los efectos de unión, en la concreción del drama
ral, dinámico, vocal y expresivo al conjunto más que en la sutileza de la ambientación,

48 Scherzo
ESTUDIO DISCOGRAFICO

en la densidad y en la violencia dd sonido te, paciente, que parece expresarse por di- María que supone (a juicio de quien esto es-
más que en la definición aislada de los tim- chos, como el depositario de un antiguo sa- cribe) un hito indiscutible en la historia femar
bres y de la lineas. La estructura drama!ica ber popular. Isabel Slrauss posee una voz ás- gráfica de esta heroína: posee todas las vinu-
está construida sobre el juego de las oposi- pera y dura, no muy dolada en ungen d* lu- d » d e hileen Fai»n v además, liere la di-
ciones, tanto en La orquesta como en las vo- minosidad y lucimiento, peio bien timbrada mensión del amor, dd afecto, y conoce nt •••*-
ces, y es un juego que domina sobre los co- y robusta y. por el sonido y color, apropiada ditac¡ón y La contemplación. Bien el Capitán
lores, articulaciones, timbres, entonaciones, al personaje: su María no consigue el equili- Heinz Zednik. quizá un punto desorbitado de
ritmos y expresiones. Es un juego de amplio brio entre la multiplicidad de pasiones. Al- más. Al Doctor de Alexander Malta quizá le
respiro, que Karl Bochín dirige con decidida berl Weikenmeier es un Capitán estridente y faite la grandeza de la propia presunción. Del
afirmación, casi con perentoriedad, si bien con nasal, histéricamente tenso, cantado con dic- Tambor Mayor de Hermann Winkler mejor
riqueza de matices y variedad de acentos, con ciones muy secas y separadas, muy pausadas no hablar (es una gloria su falla de pasión
un agudo sentido teatral de las situaciones. y articuladas. El Doctor de Karl Doench es y, algo muy importante cuando se graba un
El Wozzeck de Karl Boehm quizá sea la últi- petulante y autoritario. Fritz Uhl, no muy en disco, de voz). Aceptable Horsi Laubenmal,
ma gran ópera del siglo XIX ames que la pri- forma, desde el punto de vista vocal, es un así como el resto de secundarios.
mera gran espera de nuestro siglo. Sobre la Tambor Mayor sin color ni sabor, sin pompa
humanidad profunda y múltiple del personaje Como se ha visto (el que haya tenido pa-
ni violencia, en una palabra, sin carácter. Ri- ciencia) todas las versiones comentadas po-
enfocó Dietrich Fischer-Dieskau su Wazzeck chard van Vrooman es un Andrés desanima-
sensitivo y afectuoso. Su visito del mismo seen sus virtudes y sus defectos. Quizá La más
do e indiferente. Discreteos solamente el resto redonda sea la de Karl Boehm, pero no hay
constituye una de sus interpretaciones más pe- de los secundarios. En resumen, interesantí-
netrantes y profundas, sobre todo desde un que olvidar la dirección de Mitropoulos con
sima dirección de Pierre Bou leí e interpreta- una espléndida Eileen Farreli. ru la novedad
punto de vista estrictamente vocal. por la ha- ciones (salvo Walter Bcrry y. en cierta medi-
bilidad casi mígica con que la palabra se con- en d enfoque de Pierre Boule? ni. por su-
da, Isabel Slrauss) para el olvido. p u e s t o , la v e r s i ó n de D o h n á n y i .
viene en canto y el canto vuelve a convertir-
se en palabra, pasando de um manera casi Chrisloph von Dohnányi cuenta para su Al que no se decida por ninguna le sugerimos
imperceptible por un Sprrschstime que tiene versión con tres bazas importantes: la prime- esperar a Carlos Kleiber o a Claudio Abbado.
la perfección de un don natural. Evelyn Lear ra y fundamental. La Filarmónica de Viena;
da al personaje de María una caracterización la segunda. Arija Silja como María; y la ter- Enrique Pérez Adrián
hecha a base de repentinos impulsos de hu- cera, la espectacular grabación realizada por
mor. Su voz robusta, fuerte, consistente, sin Decca. Dohnányi obtiene una precisa corres-
roturas en las tensiones, facilita a su creación pondencia timbrica entre voces e instrumen- DISCOGRAFIA
una conmovedora expresividad. En d Capi- tos y, además, una extraordinaria transparen-
tán de Gerhard Slolze colores, sonidos, pro- cia de texturas orquestales (ayudado por la Orden de personajes: Wtuztdn Tambor Ma-
nunciaciones y entonaciones agotan la pala- bondad de la grabación). Pone de manifiesto, yor. Andrés; Capitán; Doctor; / . ' artesano; 2."
asimismo, una notable flexibilidad y una ca- artesano; el Locv; María; Margrei; el Hijo de
bra: le dan una consistencia de algo más que María; Un Soldado; Tres Sinos.
significado. El personaje se esconde en las pacidad de unión que denota un total conoci-
palabras, en ellas busca protección. Su dra- miento de la partitura, consiguiendo un soni-
do polivalente y expansivo, luminoso y es- • Mact Harrell, Frederick Jsgel, David Uoyd.
matismo es totalmente verbal. Karl-Christian loseph Mordino. Ralph Hertert. Adolph Andeison.
Kohn es un Doctor de impaciente indiferen- pontáneo. La voz de Eberhard Waechter es
Huben Norville, Joseph Mordino, Eüeen Farreil.
cia, que resuelve sus problemas de angustia robusta y segura, dando un Wozzeck rudo y Edwina Eusüs Bess. Ann Henil, Juseph Mordino .
con la posesión del orden. Perfecta caracteri- violento, amenazador y extrovertido. Su per- Coro de niños de la -High Schoo] uf Music and
zación de la científica prosopopeya del per- sonaje resulta, de vez en cuando, demasiado Art-- Conu de la -Schola Canluium-. Orquesta
sonaje. Hdmut Melchert es un Tambor Ma- plano, privado de lo visionario y alucinato- Fibumiintea de Nueva Yurk. Dimaw: Danüri Mi
yor apasionado, violentamente viril. Un An- rio, con una evidente falla de dimensión trá- iropouU» (CBSOdyssey Y-2-33126. mono) Gra-
gica y de grandeza. Anja Silja realiza una bación: 1951.
drés simple y natural es cantado con una vi-
brante plenitud y una limpia claridad por un • Dietrich Rscher-Dieskau. Hdmu Mcfchert. fría
inolvidable Fritz Wunderlich. Bien el resto. WumkriiLh. Gerhard SIOIÍC. Karl Chrislian Kohn.
En conjunto, esta grabación posee el mejor Kurt Boehme. Roben Koffmane. Manin Vanlin.
Evelyn Lear. Alice Oelke. no indicado. Waller
elenco vocal de todas las hechas has O hoy. Muggelberg.
•Shueneberger Saengeknaben-. Coro y Orquesta
de La Opera Alemana de Berlín. Director: Karl
Biiehni. ¡Da» se he Ürammophon 2707023, 2 Lps.
Un Wuneck de director aereo)- Grabación: 1964.
• Waller Ben-y, Frili Uhl, Richard van Vroo-
Para Pierre Boulez Wozzeck es una gmn man. Albetl Wcjkcnmeier, Karl Ducnch. WaJter
estructura sinfónica perfilada y definida con Produschka, Raymod Suftner, Gerard Dunsn. Isabel
precisión por su división en movimientos. Slrauss, Ingebotg Lasser. no indicado
La multiplicidad de líneas no se mezcla Cor" de niños. Coto y Orquesta del Teatro Na-
jamás en superposiciones o contusiones. Las cional de La Opera de París. Director: Pienc Boulez.
sonoridades son. por un lado, extremadamente (CBS 77393 o 78216. 2 ú 3 I f s . sttreo). Graba-
ción. 1966.
brillantes y vivas y, por otro, tenues y deli-
cadas: colores, timbres y sonidos constituyen • Theo Adam. Reinet Goldberg. Hclmiah Kloiz.
Horsl Kieaermann. Kunrad Rupf, Rulf WotlrMh,
ya en su misma calificación una indicación Ekkeihard Wlaschiha, Horsi Hiestermaon. Gise-
expresiva. En d Wozztck de Boulez la uni- la Schroeier. Gisela Potil. Norben Riese, Alais
dad y la continuidad vienen dadas por el mo- Tij&chen, Mcmka Vahle. Hadnn Zienecker. Frank
vimiento: ninguna se queda nunca parada o Grundei.
inmóvil, ni siquiera en los silencios de las pau- Niños tan lores de la Capilla Ae. Dresde Coro y
sas. El oyente recibe con ello una impresión Orquesta Sinfónica de la Radio de Leiplig Di
de vitalidad; no hay nada muerto u oscuro ncur Hsben Kcgel. (Eiema 8 2b 66&6Í7. aereo).
en este Wozzeck, aunque incluso a menudo Grabación: |97$
esté empalidecido, deformado, angustioso, ame- • Eberhad Wacchier. Hermann Winkler. Horsi
nazante o terrible, todo tienen la consistencia Laubemhal. Heini Zednik. Aleíandei Milu. Al
de la realidad, visible y palpable, una reali- fced Sramet. Franí Waectaer. W^ier Wendig.
dad hecha exclusivamente de sonidos que asu- Aria Silja, Genrude Jahn. no indicado
men de manera propia las relaciones entre los Niños camores de Viena. Coro de la Opera Esta-
personajes con extraordinaria fuerza expresi- lal y Orquesta Filaimriniut de Viena. Director:
Chrisoph von Dohnányi (Dctca D-231 D-2. 2
va. Con voz perfectamente adecuada. Walter Lps. sierro, digna]). Grabación: 1979.
Berry es un Wozzeck oscuramente indiferen-

Scherzo 49
ESTUDIO DISCOGRAFICO

Discografía comparada de Lulu


O dispongo •* ninguna rerc- de Bohm. Yo, especialmente, pre- la grabación de 1961 (Philips), las
N rencia de la edición Philips
de 1961 y consultado fí lea-
tro d'opera in disco, de Rodolfo Ce-
fiero a Lear, quizá por su mayor con-
tenido dramático y expresivo, sor-
prendiendo en muchas ocasiones.
cuatro conocidas son excelentes. Los
directores aparecen inmejorables, quizá
volcando más nuestro ya elevado en-
lletti (Rizzoli, Milano, 1976) tampoco Acepto, pero no comparto, la opi- tusiasmo en la grabación de Boulez.
conoce esta grabación, que hoy en nión de Osborne sobre Fischér- También es la única completa (Fi-
día constituye una auténtica rareza Dieskau, sorprendente en su inter- nal del tercer acto de F. Cerha) y
discográfica. La edición de Electro- pretación. la única conseguible hoy en compact
la de 1967 tiene como primer ali- En 1978 y 1979 surgen dos nue- di se. En cuanto a sus protagonistas,
ciente la dirección de Ludwig, sien- vas Lulu, con la característica espe demasiado ligera Rothenberger, aun-
do en su conjunto buena. Un repar- cialísima de contar en la versión de que posiblemente más en consonan-
to homogéneo, encabezado por una Pierre Boulez con la terminación del cia con el papel, excelente Lear, y
Rothenberger, más próxima a la ope- acto tercero, labor magistral reali- asombrosas Silja y Stratas. El resto
reta que a la concepción dramática zada después de largos años por Cer- de los repartos en cualquiera de ellas
del personaje de la ópera de Berg. ha. Corresponde esta grabación a está sumamente equilibrado y, posi-
La primera grabación de auténti- aquellos montajes de febrero de 1979 blemente, si tuviera que elegir algu-
co interés surge en 1967 con la di- en la ópera de París, bajo la direc- no, me inclinaría más por el de la
rección del maestro Bohm, a su vez ción escénica de Patrice Chéreau. En grabación Decca 1978, pero finalmente
intérprete de la ópera Wozzeck (gra- Opera (febrero de 1980) comentaba cualquiera es de excelente calidad,
bación 1965). En Mosco Carner: «Cer- sin menosprecio de ninguna de ellas.
Disclub (abril de ha ha hecho un tra- Posiblemente, y para finalizar, se po-
1968) decía Aldo Ni- bajo delicado de una dría decir que Lulu ha tenido mucha
castro: «Lectura se- manera irreprochable suerte en sus registros.
vera y analítica con estilísticamente y de
gran claridad instru- alta responsabilidad». Manuel Gomis Gavilán
mental». También en Todas las críticas
Gramophone (julio de confrontadas apoyan
1968) Willian Mann
apoyaba la dirección
la interpretación de
Straías, en Lulu, co- REFERENCIAS
de Bohm, con exce- mo sobresaliente, y
so de romanticismo. así Camer también 1961: Philips 01496/8 (Columbía SL. 121)
Interesante es el co- dice: «Su flexibilidad Orquesta sinfónica de VTena. Director: Her-
mentario de Osborne de fraseo es tan ad- bert Háfner.
en High Fidelity (ju- mirable como su fir- liona Steingruber (Lulu). Odu Wiener (Doc
lio de 1968), en el meza, poder de ata- tur Schón). Hans Liben (Aiwa). Emil Sieger
que confronta las dos ediciones Elec- que en sus confrontaciones dramáti- (Schigokh). María Cemy (Condesa
trola (1967) y DGG (1967), juzgan- cas», apoyando éstas en sus encuen- Geschwitz).
do a Bohm como más penetrante, in- tros con Schon o Marquis. Destaca- 1967: Electrola SMA 91.711/13
cisivo y lúcido que Ludwig, pero dan- ba también su alta tesitura. Mann en
do por adelantado que ambas orquestas Orquesta y coro de la Radio de Hambur-
el Gramophone (octubre de 1979), go. Director: Leopold Ludwig.
eran excelentes. En cuanto a las vo- destaca también la partitura de Cer- Anual íes Rhotenbeiger (Lulu). Toni Blan-
ces también se pueden encontrar co- ha, la interpretación de magisterio kenheun (Doctor Schon). Gcrhard Unger
mentarios de la época diferentes y de Straías y, en general, al resto del (Aiwa). Kim Borg (Sctugolch). Kcrslin Me-
así Shawe-Taylor en Gramophone (oc- reparto, pero no deja de recordar las yer (Condesa Geschwilz).
tubre 1968) sostenía que salvo Blan- excelentes calidades de la versión de
kenkeim los cantantes de la edición 1967: DGG 139 273/75
von Dohnanyi, destacando la inter-
Haiikenkeim Electrola superaban a pretación de Silja e, incluso, comen- Orquesta y coro de la Deutsche Oper de
los de DGG. Decía de A. Rothen- Berlín. Director: Karl Bohm.
tando cómo -en ocasiones la graba- Evelyn Lear (Lulu). Dietrich Fischer-
berger que -posee el canto claro y ción Decca puede ser más maravillo- DífekaJ (Doctor Scntin). Donald Grobe (Ai-
fluido, respondiendo al tipo vocal dé sa-. Sergio Segalini en la revista fran- wa). José i Greimll (Schigolch). Patricia
Lulu con agilidades que E. Lear no cesa Opera International (enero de Johnsuo (Condesa Geschwitz).
podía igualar». Magnífico Borg. A 1980), decía frases como -gracias
su vez, Osborne comentaba en la re- a Pierre Boulez que recrea con una 1978: Decca D^S D-3. 48 D i/3
ferencia anterior que Rhothenberger alucinante y prodigiosa evidencia... Vienna Philarmonii: Orchestra. Director:
estaba excepcional, pero la Lear era Es uno de los milagros de la direc- vun Dohnanyi
extraordinaria, y algo equivalente ocu- ción de orquesta de nuestra época», Anaja Silja (Lulu). Walter Berry (Doctor
rría entre Meyer y Johnson. Fischer- Schon}. Jtftef Hopferwieser (Aiwa). Hans
y de nuevo «sin olvidar a Ludwig, Hotler (Schigolch). Brigitle Fassbaender
Dieskau falseaba el personaje, pero Dohnanyi y Bohm*. De Teresa Stratas (Condesa Geschwilz).
era preferible por su voca]ídad a Blan- afirma que es Lulu, más en lo vocal
kenheim. En resumen, por las opi- que en lo escénico y de nuevo refe- 1979: DGG 2740 213. 2531 222/5.
niones referidas y por la propia, ambas rencia a Silja, destacándola como la Orquesta y coco de la Opera de París. Di-
versiones del 1967 gozaban de una gran intérprete de los años 60 (re- rector; Pierre Boulez.
gran calidad de dirección, con quizá gistrando el rol diez años más tarde). Teresa Stratas (Lulu). Franz Maura (Doctor
mayores votos hacia la personalidad En resumen, y olvidándonos de Schdn). Kenneth Riegd (Aiwa). Toni Blan-
kenheim (Schigolch). Yvonne MirKon (Con-
desa Geschwitz).

50 Scherzo
LIBROS

Jos* BU» Vega: Vida y Cante de Don Amo- que tenemos de cómo fue la transición del
nio Chucán. Enano. Ayto. de Córdoba. Cdr- mundo medieval al renacentista y del csla-
d o t a , 1986, 275 pp. (27 de i I ust raciones)
y 2 1 x 2 1 era. índice: Prólogo. La vida. El
LIBROS blecimieto del renacimiento en España. Me
atrevería a decir que con aportaciones como
Cante. Apéndices (Corona poética- Selec- las de María Ester Salas. John Gríffilhs u Juan
ción de juicios. Documentación graTka). José Rey estamos más cerca de una inteligencia
del mundo profano que lo estamos del mun-
L o mínimo que se puede decir de este li- do religioso, a pesar de la acumulación de
bro de José Blas Vega es que es un oasis en publicaciones desde el último tercio del siglo
medio de un desierto. La Flamencología es XIX. En ese sentido, el libro del P. Samuel
una especie de erial en el cual pueden fructi- Rubio Desde el Ars Nova hasia 1.600 (Ma-
ficar las mayores abominaciones sin que na- drid. 1983) no sirvió para dar luz sobre una
die reclame la necesidad de limpiarlo. Uts ubras cuestión en la que era autoridad indi se mida
comúnmente denominadas de referencia, es Aún así. refleja el P. Rubio el desconocímientei
decir, las de Ricardo Molina y Amonio Mai- de la música misma de los poli tenistas con
rena pueden parangonarse con los libros de témpora neos de Josquin. o. si así se prefiere.
historia de Ricardo de la Cierva en cuanto de la Corte de los Reyes Católicos.
a rigor y objetividad, mientras que las tan di- Creo evidente que la edición de la música
fundidas de Caballero Bonald, Félix Grande. málica de los ignorantes, farsantes y malin- es un paso ciertamente previo a cualquier aná-
Ríos Ruiz o Femando Quiñones, pertenecen tencionados que han venido conviniendo la lisis, ya lingüístico ya estético, de nuestra mú-
al mismo rango que Gargoris y Habidis. flamencología en una práctica más cercana a sica primo-renacentista. Por ello es una apor-
Los trabajos de Blas Vega se han caracte- la brujería que a la ciencia. Lo ideal sería
tación de interés ineludible la edición de la
rizado por un rigor creciente desde su Segun- la apertura de un debate ya no sobre este li-
bro, sino sobre el sentido de la flamencolo- Opera Omnia de Francisco de Peñalosa (ca.
da Bibliografía Flanenca de hace veinte años. 1470-1528) que con los 27 motetes inicia Dio-
gía. Pero, me temo, tal debate no tendrá lu-
Su artículo Flamenco. Origines a évolution nisio Preciado Desde el primer párrafo ad-
gar. El fanatismo no lucha contra la razón
para la Encyclopedie Universalis (Paris. 1970) medíale e< debate, sino medíame la hoguera vierte que no intenta otra cosa que una edi-
es de referencia y tanto mis si lo compara- que destruya lanío al hereje como a sus fuen- ción moderna de la música de un aulor cier-
mos con la acumulación de disparates del ar- les de comic i miento. tamente singular y poco conocido. Fiel al po-
tículo Ftanenco del New Grave Dictionary sitivismo documentalista que caracteriza la to-
La concesión por unanimidad del premio
con la autoría de Israel Katz. Por su nula in- talidad de su obra. Preciado aborda el análi-
Denuífilo de 1985 u este libro es una demos-
fluencia del mairenismo ambiental, a él de- sis textual de los imíteles, descripción de fuen-
tración de que el sentido común es contagio-
bemos una serie de esludios monográficos de so. Lo previsible ahora es un cerco de silen tes, análisis formal de la música y estudio de
peso abrumador y la preparación de libras de ció en público sobre esta obra admirable y las variantes. Sigue la transcripción según los
lu importancia de E¡ Folklore Andaluz de el comentario despectivo y la argumentación criterios de la misma tendencia muskolcSgica.
Demonio. a/1 hominem en privado. Pur mi parte reco-
Este libro es una autentica hisloriu de la miendo no sólo la lectura de este libro, sino Particu I ármenle, hubiera pedido a Precia-
Edad de Oro del Flamenco y un modelo de también la audición del disco ios ases del do una discusión de las fuente, muy especial-
flamenco. Don Antonio Chacón (Emi-Regal. mente en la cuestión de datación de las turia-
investigación musicológica que va más allá
C-038-021.511) que recoge las grabaciones snlenses y que no se limitara a dar por buena
de la pura anécdota, pues se adentra en la de 1923 y 1928 del genial cantaor así como
prospección socio-económica del fenómeno fla- la propuesta por Anglés. Y también le hubie-
el bellísimo Homenaje a Don Antonio Cha-
mencu y las respuestas de los artistas flamencos lón (Hispavox. 18-1380/815) en que Enrique ra pedido al menos una opinión eslética. no
a la llegada de las nuevas formas del caba- Morente desafia con su exlraordinario lalen- sólo eslilílica. sobre los motetes de Peñasola:
ret, recuperando para ello la tesis centenaria to y saber a los racistas, con el apoyo del pura mí es urgenle para llegar a saber si real-
de Demófilo sobre la profesionalidad del can- más sabio de Ut> locaores actuales: Pepe inenle es cierta la transformación radical que
laor. La declarada negativa a aceptar causas Habichuela. lus dos viajes de Felipe el Hermoso a España
metafísicas ni manifestaciones místicas, le per- produjeron en la música religiosa peninsular.
El libro, de formato un puco incómodo, está La más superficial lectura de la música de
mite diagnosticar la etiología de la ópera fla- primorosamente editado y sido se echan en
menca y las razones del fracaso del Concur- Peñalosa invila a recapacitar sobre la cues-
falla unos índices analíticos que faciliten un
so de 1122. La aportación sistemática de la libro que va a ser imprescindible para mucha tión de si lo que sucede en España es real-
prueba documental le permite demostrar la acu- más gente que los aficionados al flamenco. mente una prolongación de lo medieval o si
mulación de errores en que incurre Mairena hay unu asunción de la nueva concepción cos-
e incluso denunciar el sustrato lacisla de sus X.M.C- mogónica del X V I . Veo en Peñalosa respuestas
falacias y sus contradicciones que le llevan variadas a estas y otras cuestiones y son res-
a firmar como •canlaor no profesional- o a puestas bien diferenciadas de las que nos da
grabar cuplés mientras clama e insulta a quienes Anchieta. Evidentemente ello exige un análi-
l u hacen. sis semiológico que. de seguro, no es del in-
Blai Vega no sólo sabe lo que es un archi- letés de Preciado, uno de los defensores más
vo y lu que es el uso de las fuentes impresas: radicales en España de que fuera de la litera-
sabe también cómo manejar las fonográficas lidad documental no existe posibilidad de
e interpretarlas y conoce a fondo el lenguaje ciencia.
del flamenco y la cronología dd desarrollo
Frandsco de Pénalos»: Opera Omnia. ViA. I No cabria pues entablar con Preciado un
de los diversos cantes asi como su morfolo-
Motetes. Estudio y transcripción por Dio- debate sobre la cuestión, ni es esta sección
gía. Por ello, puede escribir ese excepcional
nisio Preciado. Soctettad Española de M u - lugar para discusiones epistemológicas. Sí dis-
análisis del repertorio de Chacón tanto en el
sicología. M84B-M, 1986. Vot. de 286 pp. cutiré el criterio de cita bibliográfica pues omite
aspeclo literario como musical, describiendo
(205 de música) y 3 1 3 x 2 3 c m . Preciado el lugar y fecha de edición, contra
variantes con respecto a otros autores y el de-
las convenciones, y le sugeriré que en la de-
sarrollo a lo largo de la vida de Chacón.
nominación de las voces, para mejor compren-
Perú el aspecto más llamativo de la obra En diversas ocasiones recientes me he que-
sión de los directores de coro y a la espera
de Blas Vega es, sin duda, su denuncia sisle- jado en SCHERZO del escaso conocimiento

Scherzo 51
LIBROS

de que nos pongamos de acuerdo para saber


como denominamos en castellano a los false-
¿\ su seno la crisis de toda una cultura como
revela el abismo que separa la serenidad de
tistas. se aproximara más al uso común Al Robledo de la pasión de Ruimonte. El estu-
fin y al cabo los musicólogos se orientan por dio de como tuvo lugar esa crisis en España
les claves y armaduras originales y son los y cuando y donde luvo lugar sólo es posible
intérpretes quienes agradecen absoluta univo- gracias a la labor de los Pedros Calahorra ca-
cidad en las denominaciones y los coros ha- paces de una paciencia y tesón a toda prueba
bituales no usan de voces blancas ni de false- en la reconstrucción de los complejos rompe-
lislas cual era la práctica en época de Peñalosa. cabezas que constituyen las diversas fuentes
La música es real mentó bella y sería de de- y los distintos fragmentos de una obra para
Melchor RoMedo: Opera polyphonica I Misas. lograr una versión musical de estas partitu-
sear que bien pronto pudiéramos oír, por ejem-
Pasiones. Moteles. Prescnfadón y transcrip- ras. Y hemos de agradecer a Pedro Calaho-
plo, la Nigra sum sed famosa. El grabado
ción por Pedro Calahorra. SeccMn de Mú- rra que no renuncie a su responsabilidad so-
musical es claro y la impresión permite bue- bre el resultado final.
sica Antigua. Institución Fernando el Ca-
na legibilidad a pesar del papel, un poco trans-
tólico. Zaragoza, 1986. 194 pp. (165 dr mú-
parente. El diseño de la página huye de lo
sica) 31,5x23,5 cm.
pobre y. a pesar de no variar el ancho del X.M.C.
compás en razón de las figuras, no resulta
enojoso. Mayores pegas he de poner a una Melchor Robledo, primer maestro de capi-
deficiente corrección de erratas. lla de La Seo, viene siendo considerado tra-
dicional mente el cénit de ¡a música en Ara- Ángel San Vicente Tiempo sobre ¡a música
X.M.C. gón. Esta consideración hay que encuadrarla en el espacio tipográfico de Taragoza ante-
en el marco de lu que se conoce como Histo- rior al agio XX Sección de Música Anti-
ria de la Música en Aragón, toda vez que prác- gua. Institución -Femando d Católico-. Za-
Polifonía Aragonesa m . Obras de la ticamente sigue inédita la vida musical profa- ragoza, 1986, 84 pp. 28x20 cm. Mis 62
capilla de música de ¡a catedral de Al- na, la totalidad de los últimos doscientos años pp. 20x14 cm.
barracín (Teruel) de los siglos XVU y y sólo se conoce parcialmente el último ba-
XVIII. Estudia y transcripción de Je- rí oco y la transición al clasicismo. Se puede,
sús M.' Mu neta. Sección de Música pues, considerar que el conocimiento profun- Un consejo previo: Si le gustan los libros
Antigua de la Institución •Fernando el do de la Música en Aragón está aún limitada como objetos, compré éste, pues es un libro
Católico». Zaragoza, 1986. 144 pp. a dos siglos y casi exclusivamente, a la vida bello. Cómprelo al margen de que le interese
(126 de música). 30,5x23 cm. de las catedrales. En este marco cronológico o no la música (supongo que sí pues está le-
puede decirse que dos figuras gigantescas sirven yendo SCHERZO) y que le interese o no la
de punto de partida y de llegada, Melchor Ro- imprenta musical. Imagino que el autor co-
Jesús M." Muneta es aulor de impor- bledo y Pablo Nassarre. mo bibliófilo de pro tuvo que disfrutar como
tantes trabajos sobre el barroco español pocas veces al tener oportunidad de hacer su
y, desde hace unus años, ha centrado su Por otra parte, creo que desconocemos aún libro, no sólo de escribirlo. Espero que la Ins-
atención en la prospección exhaustiva de mucho el fenómeno de transformación que re- titución •Femando el Católico» no deje de com-
una de las catedrales de la provincia de presenta el paso de la Edad Media al Renaci- petir con él en el premio ministerial al libro
Teruel —por cierto, ¿cuándo será posi- miento. A pesar de las apariencias carecemos mejor editado.
ble la apertura del archivo [uralense a de un modelo de explicación del camino trans-
los investigadores?—, la de Albarracín. currido desde mediados del XV a Tines del En lo que al contenido se refiere, se trata
Tras la entrega de dos preciosos volú- XVI, camino con pontones de! calibre de An- de un libra de un bibliófilo que intenta narrar
chieta. Morales, Miguel Navarro o Robledo, la historia de la imprenta musical en Aragón
menes de música de tecla y del catálogo
hasta llegar a las cumbres de Victoria o Vi- a un público potencial mente distinto al habi-
del archivo musical, con ocasión del Con- tual para él. Por ello no duda —y acierta en
greso en homenaje a Melchor Robledo, vanco. Efectivamente, disponemos de edicio-
nes esmeradas pal eog raucamente pero segui- ello— de desprenderse de parte del bagaje que
tenemos ya este volumen de polifonía acostumbramos a incorporar los científicos
barroca. mos a La espera de una histuia crítica de nuestra
polifonía del Siglo de Oro. cuando hablamos para los colegas, sin renunciar
En varias ocasiones me ha comentado por ello el necesario aparato crítico y notas.
Muneta que él, como músico que es, en- Pedr» Calahorra m> intenta en su trabajo Evidentemente, estamos ante una lección ma-
tiende que la transeripuún es la entrega otra cosa que preparar una edición de la obra gistral de erudición y amor por los libros ex-
de una partitura -para ser interpretada». de Robledo. Incluso adviene al lector que este puesta en un lenguaje encantadoramente ar-
E indiscutiblemente la orientación de esta volumen se limita a la presentación de 1% ma- caizante y con una no menos encantadora sub-
edición es eminentemente práctica, in- teriales transcritos, si bien, anuncia estudios jetividad en cuanto a las cuestiones no biblio-
cluso en la planificación de la partitura. monográficos sobre cuestiones gramaticales de iFlicas se refiere. Pues. Ángel San Vicente no
El esmero tipográfico denota al músi- esta música. Nunca ha pretendido Calahorra renuncia a sazonar alegremente con su opti-
co práctico (véase, por, ejemplo, la pá- que su obra musiciilógica trascendiese lo» li- mista visión los hechos históricos, sociales,
gina 61), aun cuando ha de luchar en mites de la escuela positivista rumana en la culturales y musicales.
ocasiones contra la necesidad de econo- que ha sido formado y hemos de reconocer
que sus libros vienen siendo una admirable El equilibrio de la caja, la sobriedad de la
mizar (pp, 87-88) contrastante con solu- tipografía, la distribución de espacios se acom-
ciones que optan por gastar una página lección de coherencia e impecable metodología.
pañan de profusión de ilustraciones esmera-
no imprescindible (pp. 98-99). Tal es el caso de este I Volumen de la obra damente reproducidas y las páginas se ale-
La calidad de la música, como es ló- de Robledo como una entrega musicológica gran con dieciochescas manilas que nos indi-
gico en una obra que pretende ser mués- al intérprete de una música de una calidad can los párrafos imprescindibles. El libro se
irario, es diversa. Yo llamaría la aten- que justifica la fama de que gozó Robledo complementa con los facsímiles de dos libre-
ción sobre el refinado Verbwn caro de en vida y luego de su muerte. Ciertamente tos de extraordinario interés (es pena que en
Barrachina que sugiere un bajo realiza- Robledo significa un momento importantísi-
la contriportada no se imprimiera la fecha,
do con arpa o leorba o d magistral Ho- mo de la Música en Aragón y por ello creo
que la edición de su obra es una invitación además de la fuente).
die rwb'ts caelontm rex de Palacios (¡qué
a un nuevo período de investigación músico- Pocos homenajes se pueden hacer a Mel-
pena no haber extendido más en la pági-
lógica mis allá de la transcripción y el análi- chor Robledo como la edición de este libro
na la introducción instrumental para mayor
sis formal —tan poco practicado, este último, sobre una imprenta que el músico vio desa-
claridad!) con la interesante vocal i dad de
en España—. rrollarse y de la cual no se benefició su
las dos triples solistas que invitan a pen-
obra.
sar en el estilo clásico En d Renacimiento la Música es un testi-
X.M.C. monio de la circulación de ideas y recoge en X.M.C.

52 Scherzo
LIBROS/GUIA

jacinto Turres y otros: Anuario de la pren- censión de 2.850 artículos procedentes de 50 sobre Ramoncfn lo que necesita es libros co-
sa musical española (1982-1983). Indkuto publicaciones periódicas con sus índices de mo el Anuano.
de Bibliografía Musical. Madrid, 1986. 1 personas, obras, geográficos y de materias. Desde la perspectiva formal, el cuidado y
Vol. de 21 x 15 cw. j 207 pp. meticulosidad habitual en el equipo que cocmüra
Si usted desea saber si se publicii algún ar-
tículo sobre el fiscorno o sobre la batuta; quiere Jacinto Torres es una vez más. garantía de
localizar un magnífico artículo de Arturo Re- éxito. ¡Chapean!
Nada más cieno que -más vale larde... que
verter sobre la voz en Wagncí o informarse
después- y por ello hemos de celebrar, cual X.M.C.
sobre las actividades musicales del Centro Ins-
agua de mayo, la publicación del seguncfci Anua-
tructivo Musical de Oral; conseguir mi recen-
rio y pedir a los dioses que para el tercero
sión al primer Anuario o la de Ramón Barce
no hayamos de esperar al 92. Una vez más
a la edición catalana de Música, Arquitectura
he de repetir aquello de que pocos libros tan
de Xenakis; localizar los seis artículos publi-
útiles y menos valorados que la Guía Telefó-
cados sobre Terrassa en ese período o los cinco
nica y de eso se (rala en esla ocasión. La re-

CONCIERTOS 22: Hniilio Maleu. viola; Mcnchu


Menduábal, puno. Sclaiberl. Tol-
ASTURIAS
GUIA DE SCHERZO drí, Hubay, Falla.
29: Mary Ruií-Caiaut. piano; Jai-
me Fruiceach. viotía; Juan Ma-
Orqaeata 9nl)Mca de « n r i a nuel Romaní, violoncelio. M o a n
Arbúí, Mcndelssoliri
1, 2 <fc nuyo: OfoSn DonoBia- 2t¡ Tiio -Adagio.. Schuben. Mo-
™ Víctor Pablo Pérei. Biahms. í»: Paul O'DeDe. luid y vihuela. CANARIAS zan. Beethoven.
Keqwrm Aitmfa.. Orieo y BU mitaca.
TolnJo Cuaa
13, 14, 15: Con! Polifónica de Orqoota SkHnlca dt Tenerife » * *»*««•
Aviles. Vfcior Piblo K m . Mi- PALMA DE MALLORCA
yar. Tchaikowgky. 7, t , 9 dt aaan: Luis. Remaru-
27, a , 2 * Edinon Colara. We- 1» de mayo: Solisat de Ciulun
ya. Joaquín Sonano, piano. Mo-
nn. AlmudenaCano. puno. Pnao. G E R O N A
Mcndeluohn.
bern. Profcof¡ev. R»«l. Ginaflen. XI, Sinfonía K. 73, Cartciírlu K. 14, 1S, 16: Armando Alfonso. Vi- Ibtnnáaka
453. toados K 382 y K. 386, Sr- cene Zarzo, trompa. R. Slrau&s. 10 de maro: The Acadany of Si.
rtnaa K. 133. 2>, 29, X: Víctor Pablo P i t e Marlii-ln-Tbe-Fiekk. lona Brown.
BARCELONA MilhBud, Falla. 3 de m*ya: The Academy of si.
Manin-ln-The-Fiekk lona Brcwn
[badwn OraKiu KtacJoa^ (Cido OCBJ
SodtcM TARRASA
5 de sayo: Zühan KQCSIS. pia- 12 de majo: Jesils López Coboi Las Palmai
nu. Liaza. Schubcrt A deierminar LA CORUÑA
7: Academy of Si Manin-bi-The- 5de BIBJD: David Guenngtb. vio Obra Sodal de la C*ha
Fields lona Btown. Moiart. looccilo. Taña Sdelz, piano Bach.
Ano clac!* Catalana de Brahnu. Franca. Ibemúrica * di majo: Black Bills Jan.
Schoenberg, Tchaiknw&i
12: Filarmónica <lc l_Oi Angeles. CaeuaiHan 8: Filarmónica de Gran Canaria. 12 de BUYO: Acadeny oí Si. 21: Orquesta Filarmónica de Ko-
André Previo- Straiua. Karbison. D Cido * Marica del Sea>e XX Ntai Bragado Dacron David Gue- Martin-ln-Tne-Fiekh. lona Brown. sice- Richard Zimmer. SUnálav
Debmsy. nnfla&, viúlonceUo. Dvorak. 21: London SymfÉinnv Orche&ira. Zamborsky. piano
11 de aujo: Miquel Gajpa. cla- 12: Zohan Kóclui«. piano Bach Lecnaid Slalkin.
rinelea; Avdun Aigílclles, baila-
Earonoan rina. Pomseur, Homt, Lewin- VALENCIA
Rjchier. Meauaen. Vili Rojo. So» CASTILLA-LA MANCHA
• de sayo: 5oh«a» de Zagreh. wbi&fcv, Rwrchoae. MADRID
Claudí Arimany. llaina. Couptrin, 15: LiLmu MafTince, piano Ca Sodcdad FUanoaaca
Rameau, Bach, Ke&paghi, BnEten sablanca^. Balada. Mettre^- Ciclo La Marica dd iberiDiMca
28: 1 M » i a Corelh, Bonpiirti. Quadrefiy. Ambrouni. Danos. Sar- Rom u t k auno 4 de mayo: Zollan Kotais» piano.
Man/redi ni, Vivaldi. da, Guinjoao. II: Ingrid Hacoler, piano.
Orqaeata 9afdnka de RTVE 9 de M j o : Academy of S 23: Curo de Círnara y Conjunto
Msrtui-ln-The-Fields. lona Brown JnsirumemaL de] Conservaiona Su-
Cata de P w k n n . X Ftatlral BILBAO Jorge Rubio Joaquín Achú"carrah Haendel. Mozut. MendehwhD. perior de MüUca de Valencia-
dt MiMca Aatiaua de Bandola) piano. MerKleluonn. Beelhoven. Vivaldi. Villa-Lobos Eduardo Cifré
Mwwrgsky-Ravd. 11 de najo: Filarmónica de Los
O r q w U aafonka de B U »
4 de mayo: L* Grande fceune d í de «ayo: Albscae. (: Cuenca. Angeles Andre Previn. Ravel.
la Chambre du Roy Coral Canru- 14, 19 a> najo; Enrique García 7: Ciudad Real. *= Guadalaiara Elgar Ibenndrica
na. L S Saquebomcre tfc Toulouse Asensio. MIUT>CF HA»OOT vioMn. 12: Toledo
JeaitOaude Malgaire. Moncverdi. Weber, Paganini, Wagncí. U s u . 1 de aaavg: niilannonia Huoga-
Viiorv delta Btata Vtrgine. 21, 29: Ennquc Garcia Ajcntio. Cido de la Uiúvmidad rka J. Galduf Rafael Otoño,
6: Fia» Brüggen, Oumv Leon- Mano Monrol. pianu. Tcbaikowt Orq d* Mbao piand.
hardl. Anner Bylama Música ña- kiT Rachmajnnov. Borodin.
liani del s. XVD Rimsly-Korsakov. Enrique Garcia Asenuo. Varujan 7de mato: Deiashe Badi Soliflen
II: Collegiun Miiíicuní de Cali- Cocighian. violln Mendelbonn, 2T y Ú: I MIBICI ZARAGOZA
íuaya Emilio Moreno. Sccgi Ct- Wagner. LIAZI
iKLÉniLMir. Mutkn y Sultr. Bagu^, Iberia arica 14: Tilavera de la Reina. 15 A)
Viola. Pía. Bocchenoi. cazai de San Juan, lie Manzana- FwlacMa Caja de FieaiaH Ibermtaka
O : Andrew Lawroice-Kjiia, ir- S de Baavo: Afadcmy of Si. res. 17: Valdepeñas. II: Puetio-
j w MÚSICI cst*lolt del XVI e Manin-lñoTie-FieStls Ion» Biown. llano 15: Hellín 2*: Almanu 5 de aaayo: Fran& Bniucn. fiau. 14 de atajo: Royal Philhannanic
haliane del XVII. 29; Landon Symphoriy Orcheslra. laT GIBDIV Lconhardl. clave. An- Ordiaini- Anal D
1S: The Basen Cmerfli. iod Co- Lctmart SUrain. ner Bylsma. violoncello. Mutica
Oraaieaa SUtfaks * Blbao llaliana del i. XVII.
hén. MOsici del iieiDpo de 19; The Boolan Camenu. Jod Co-
Stukupeate. ^ García Asoiao. JoKp Ma- ren. Miitica en el üempo de
FaaaaKlcaí Cm> de PnckHMi ría Colom. piano Weber. Bed- Shakespeare.
I*: Hofbnm Snah, iaU j luta.
Mitaica fnncevi * lea lijkm XVH 4 de otajv: Fríos BnluEn. flan huven. Wagner, Una
y XVIB la. Gvauv Leocihardl. clave; An- lti Ciudad Real 2 * Toledo 22: 2*c Mütica
Coro y Onfiena del FeMival AMSTERDAM
21: AJbcn Rmanl, clave. Haydn, ner Byldiu. vkikincello. Mdatca Guadalajara » : Cuenca. 24: de PtiiliRK
Anupia de Barcelona.
Hfrre*fghe. Cererols,
Focctti, Piradiii. CPE Bach. AL inüiina del t. XVII. Altacae. Vdh.
ConfieriB. tt: Tr« a m e n Cameraa. Jad Orajneata «d Catetiaabí
13: Kolf Lúlcvand. | U B i ba- Caen. Milita en el tiempo de OraaaaU Oléai <fc akrcdeaB.
rroca. Música italiana y euaJtoU Shatnpearc. Can de k S K I M M Coral de Ceaaro Cadtanl ChaMarUa 7 de awjo; Michel Tilton Tho-
del siglo XVII. Jt; Orqueju y Coro del Fesival -Nko*» : nau. «olisu y dirccior Copland,
17: Coro y OrqueiU del Feüivil. de Mili ka Aniav* de Batcdona. Ocnhwln (incluyendo d calreno
Philippe Herrcwejhe. Cetetc4». Philiiiie Hemweehe. Cererolt. Jorge Rubio. Wagner. Verdi. 25; It *t ataja; Trio N u u . Mman. mundial de For Uly Poní de
Valli. Valli. Guadallin. 2fc Cuidad Real 27: Smetana, Dvorak. Oenhwin-

Scherzo 53
GUIA DE SCHERZO

BERGEN HARRÓGATE larmónica. Matylyn Home. Zubin R t d U t o LONDRES


Menta Mrfiler. Tercera.
1 d i miro: Muía Joan Urrs, p »
XXXV no; Hakui HaTÜcnbergpr. piu>0- Rojal Optra Hoaat Canal
7 dr n v o ; Einglish Oianbcr Or- PARÍS Blnwistle, DiniLloix, Moun Cu- Garda
20 dr mayo: Filirmdnica de Ber- the5ira~Paul Tcndier. edlo y di- Jlcgun MuHaan Zünch. Dir I U
gen AUo CeccHo. Solista, (en- ncccjdn. Haydn, Tchaikowiky, de Pfcrfi THE NIGHTINGALE (Sin-
ire ellos Tereu Berginza.). Falla, Faurt, Paganini, Mozan. wiiuky) L'ENFANT ET LES
Atidníida- S: Piut Tortelier, cdlo; Geoffrey M, 21 dt najis; Copraiicciún eon 3, 17, 24: Ruddf Buchbintfcr, pia-
SORTILEGES IBivd) Aüicnon.
21: Lucia FifTV soprano; Irwin Ga- Pnley b piano. Boccherinj, Schu- el EiBímNc [mertonemporain fhi Bcahm». Wkrck, Schumann
10: 1*1= Sctireier, tenor. Ksrl En- Trai, Palmer, van A Muí, Hodg-
c, piano. Prokoliev, Schumuin, besir F«iré. TortElkerr Dvorik, Piem: Bouls Daniel BarenbOLm gfl,
S erg. Sumus.
22: Alicia de Ijmxtia, pian Q*> Granados, Sarasae Stravinaky, Slrauss. Schoenberg. piawi- Schuben, Dit Wiruer- HXI. Miimy.
Maju 4, t , *. *, i l . 15, 21.
9: Lundon Mozjirl PUyers Jane
'n, Mompou. Fill*, Afítímt. Gkiver Tamas Vasajr, piano. Ken- Míe Fawl
S •: Orquesta de la Radio Norue
aa. Coro de la Opera de Beroen. neth SiLIjlo, violín lan Jeuvl. viola
TURANDOT (Pucciml Piuae
Uoyd. Cirra», Havmon. Manon
Gabnrli Sirinp Quditd Tamas 19, 21 deuiayo: Haendel, rheo-
Willic W a m Estés, Tyler, Cfers- ;Vasary, Maro 11. I t , !*• H, 25, I * .
hwin, Porgy aut Bejj piano. Thea Kmg, dflrv dora. Jean-Claude Malgoiie. Ma*- WERTHER (Miuenet) Schon-
netc; Chi-Chi Kwanoku, contra- litson, Chance, Jiteggi, Loup, OPERA windl. A n u í . Bills*, Shimell.
— Teresa Beiuanza, luán Parejo bajo. H*ydnT Mozan. Schuben Waikinson.
Guridi, Tnldrfl, Orinados Tunna Mar* 2», 23, 27, 30.
24: Coral Salve de Uredo. José BARCELONA Jsafe 1.
LuitOcqo Federico Garda Lor- PTTTSBURGH G r a Toan del l i n o
es y la Música FILADELHA
25: Ballet Nuiíons) de E*paAa LUCIO SLLA (Muan)Kukd Di Ea«IUi Natloaal Opara
— Venusta Tykcr Scoii. soprano, Orquesta de RbddA* Caaie DriviU. PmUIi. Conwdl
Emesl Rjgogim, pianu Hlndel. ft, % 12: Riccaroo MÜ(L. Sessye 1 9 , ID dr luyo: ftavy Berglunl. Abril 3t. Mero S, «, *. LADY M A C B E T H DE
Schubert. Schumaiin. RodrigoT Norman, soprano Berlioz Misha DithlCi. piano Sibeliiu, LUCIA DE LAMMERMOOR MSTEN3Í (Shoaikovüdi) Bder,
Bond. Pucdni. 14, 15, 1«: Riccardo Muí i. Mo- Grieg, Beethoven. (Donizctti) Haider Gmberova,
14, 15, 1«: Puvo BetglundT Chns Gulyu, Serra, Scuidiuui
Poutncy. Bamow. Sidwell. Whi-
— Grupo Koan. de Pablo. zan, U^edr Schuben. le. KÉÍC
24: Simón Estás, barítono: Julnc •optier O'Riley, puro, Daniel Phi- Miyo 1S, 18, 21. 24 Mayo 21.
Tilghnnn. piano Mozart. Schu- IIi», violín; Cárter Brey, vjokm
bot, MJiler. EspintuBle^ Negros. LEIPZIG Í*1IQ Beeihoven, ShüslaVovith
— Hará Fagiiu. David SangEr. 22, 23, 24: Eduardo Mala Ema- MADRID
Música española para clave y IV de mmyat Orquesu de Címa- •uel Ax.. piano. Mozan, Debussy. MILÁN
órgano, raTelemanii. Coro de jóvenes Wer- Brillen. Teatro de La Zanoela
27: Kaüa RicciarelLi, soprano, Vin- nigcrode. EiHriedricii Thom. So- ToUo alia Scala
ceiso Salera, piano. Rindel, Vi- liSjt. Teiemiiin, Pastó» según San IL TR1TT1CO (Puccmi) Gómez
vRldi, Cherubim, Puccim, Bdli- Mateo. VIENA Martínez, Pasqual. Pons. Echeve- MADAMA BUTTERF1.Y (PueCl-
m, Ro&sini. Rodrigo. 11, 22: Filarmdncfl de Varsovia TTÍIH l^rel5iemT OLVI, RIU¿. ml Gncfa N i n n o H»v»l". Sp«-
— Filarmónica de Bergen Aldo Tadeisz Slrugala. Kaja Danczowv de Vina Majo 1S, 1*. 21, 24, 27. cagna, Kim, Cimana, Beaaru. di
Coccalo. Aurora Nilola. violón - ka. violln SzymanowskL, 30. 31 de mmyo: Lcnn MaazeL Cesare, Salvadufi, Morí.
cello. Vdla-Lobos, Gimstera. Rachinaninov Mayo 14.
Soosievold. 3S, 2 * Sinfónica de la BBC de Brahms, BarTot
2S: ftpe Romero, guilarri- Vival- Cardíff. Tadaaki OUka. Petr Dun-
di, Rodrigo. Villa-Lobos. choe puno HoddinpO, GenhwinT Srfonta dr la ORF AMSTERDAM
29: Opera Real. Poul Jorgensen T h h i í k MUNICH
SoÜ5lu. Nielseri, Maskarade. § d i mayo: Lotftar Zagrooek. Y un.
— M i r ó Robies, u n . Bach, Mo- Lanchen rnann. Zim merma un. Mudektkala
Hdller Baysiacaer SUaUoper
zan. H andel. LONDRES Nalionallaeater
— Opera de Cámara de Nüicn- JO: Carlos kalrnar. BraJims, Of MADAMA BUTTERFLY (Pucci
berg. Lt Gioconda. Tbe SoiMta Bank Centrt fenbach, I. Slrau^^. ni) Direaor Chhslian Badea. DER RING DER NIBELUNGEN
30: Sinfónica de la RAÍ de Turín.
Mutiai Tang Munu RobícsT ai- 2 de mayo: EngLi&h Chambcr Or- 21: Rom» Ze.li^r to.bi n , M» Mayo 7, 1», 13, la, 1», 22, 24, K w , m S h ''
pa. Eduh Tnallajg. mezzo. Falla, cheslra. Jcílrey Tale. MiUukú u n . Sctiwerlsik. Kratochv.il. K , 31. Majo 2*. 3t. 3, 7.
bebus»v. Rodrigo, Riuel. Uchida, piano. Mozan. Cbopin. BurDdin.
31: Sinfónica <k- la RAl de TurJn. 3: L-ondon Fhilharrmnkc Orches-
Muhai Tang, BeJa Davidovich. pia- ira. London Philharmorúc Choir de V k a i BERLÍN
no Ravel, de Pablo. Gricg Klau^s Tensipdl Benjamín, PARÍS
— Opera de Bergen. Solistas es- Bralims. : Georges Prílre. Tho-
Opcr
pañoles y noruegos. Falla, La Vi-5; Royal Philharmonic Orcne&lra. Zchamair. viottn. Moran.
da Breve. Anial O>ruti Anne-Scphíe Mui- RaveJ. Gamler
LES HUGUENOTS (Meycrteer)
ter, viotín. Brahmi. lupa Cobos. Denmng, Luren^i-, DER FUEGENDE HOLLANDER
6: Sinfónica de la Radio de Ba dr VIHM, iWJ Kallg. von Hallem (Wagnerl Janowski. Weikl. Con-
viera. Colín Davis Siraibs Bia- Mayo 9, 14, 19, 24. neil. Guldberg
BERLÍN las, Berlira 14, 17 dr D » o : FilaimOnica de
Vtei». Claudio Aboado Mahlet, Miyo I I , 21, 23, 21, 31.
1: Lonóon Riitharmonjí: Klaiu Novena.
FUarnutrit* de Berilo TBIIHCÜT. Heinrtti SduFf violón- IV: Sinfónica (fe Viena. hier BOLONIA
cello. Sirauif>, SehLiben. Thaain CkataM
9 4r nuyn: Htrben von Karajan. 9, 11. 14: Diflrwh F&cher Schneidei. Gluck. Ttíemaco.
Slrawinsly. Berhoz. Dteslau, Hmmul Hdll Sclumann, 20, 21; Filarmdnici de Los An- Tealro Cunaule K1NG ARTHUR (Purcell) Gudi-
12, 13: kdu de Waarí Hornero Mahler, Wolf. geL&> Andrd Previn. Hiydn. Ra- DON QU1CHOTTE (Miisenet) nec. Englah BuwtK Soloas Mol-
F & c h . Olee Mai«nbo"g, pu- I f i Royal Philharmonic Orches- vel, Schocnberg, Komsoid. Rr Guingal. lUimondi. ftrfuai. Tinn- leverdi Oioir
tl Sirauts. poní. Pna*Ko, Zjmmenninn, Senri- Mayo t
r
ira. AnlaE Doral i Brahms. 24: Hennann Prey OLeg Maisen- Mayo 7.
15, 14: David ShaJIon. Hánrích 17: Rayal PtiLIrkarmonic Oches- berg. Brahms. Wnif L-INFEDELTA D6LUSA (Hay*)
Schiff, cello. Heme, Himkniith. ira. Vernon Handiey. Beeihoven. 24, 25: SinfónL^a de la Radio ikl Kuijkín Sim», SmitWien, Prtga-
Schumann. Pmkofiev. dien, Blochwiu
Ift Maurizio Poli mi, piulo Norte de Alemania. Günfer Wand, BONN
Bruckner, Otiava. Mayo M.
de k tedio <R90) Beethoven 2St 2f: Cuando Alban Berg. Oper der Sudt Soon
If: Philharrnonia Orche&lra. Jerry IL TRIONFO DELL'ONORE
2, 3 de u n o : Rtccardo Ouullv Gold&mfh. Eltrer Bennian. Roz Htydn, Webern. Schuben. (Scu-latli) CleireKii. Bandilelli.
Joaquín AcrVitarro. piMW. Ravel, sa. Músicas para pdiadai. 3t: Sinfdnici de Vjena. Georges ARMIDA (RoKini) Foro Fiiidie- Akerlud, Van der Sluis Síhulze.
Fallí, Rachmaninov. PifaiL. Amin> Benedem-MicbcLan- Ufl. GtmzAler. Maniriuvii:. Riccii- Mayo I I .
21: Royal Pní I barman ic Orche&- geli. piano Mi>jaH. rdli. Lewia
l*t 17; Svivíin Cambrehng i™ Ver ruin Handley Borodin.
Cnauuon, Beyer. B h Rachmaninoi, Slnvin^ky. M*yo 17, 19, 13, ti. ALCESTE ILully) Milioirc,
22.- Loa Anp?lc> Riihanromc. An- WASHINGTON AJIkn-LugH. Baudry, Watkinoo.
Aié Previ n Shosiaioviic1ib E3(ar VISBC. AJer, Lerfux.
BONN 24: Cuando Alban Bera. Haydn, O i q w i u GINEBRA Mayo 14, l t .
Webern, Schubtn. EURID1CE (Peri) Thamin, P i p -
10 de Boy«: Muika AiHicaia Co- 27: Philharmonía Orchriini oíd T, 8, », 12 i b muyo: Rificl Fnih Grwd TiHatR
lunia. Bach, Telemannr Churus. Riccanjo M Ji Beethoven. btck }<ai Feghili. pim» Sin nu. Garciiam. Vauílievi, Baiás,
29: Murray Ffcruhia. piano Mu- vin&ky. Lisa. Boilwvai. h LA CLEMENZA Di TITO (Mo Retoñan.
Orqaala dr la Bet*)wvttbiik iat\. ^.-huinann, BccChovcn 14, 15, I*: RafKl FnDibccL Bir zan) Biydu Ruchui. Toffúlulii Mayo. 21, 22. 13. 2*.
27, 24: Coro Filarmónico del Es 31: Royal Philharmonic Oches- Tercera. n FinniU, ccHKnlfD MAhler. GarTetl. Piluid. Vaness. Keiumly.
Winbeigh. AHMIDE IGluck) Curüi. Ciba>
ladode Bopn Helcn Duimh, HA Ira, Wtaámi Ashkency. Salvatore Mí Himirí. Chunanin. Schaer,
dqpni Hutwig. Hiroshi Watosugi Acardo, vioíín. Ravel. Dvorak a, a, 3», 2 de ¡imlo-, MuisJiv Maya 14, M, li, II, 13, X.
MahJer, Segundo. Rfc(n^uviichr Rnssini. Alben, L^roux.
Tctiaitowsky. Mayo 25. 27.
DRESDE MUNICH GLYNDEBOURNE
ZURICH
FlkrnÓMta * Dnvdr VIENA
Orq«n> de b Tiak^k LA TRAVIATA (Vadi) HaiLink
2.3 óe majo: Hcrben K™i. Okg ét 7, 9 de mayo; Myung Whun McLaughlm. Tumcr. McNol,
K"BanT vioJln BraKm^. Schubert, Chunj. Yo Yo M i . «lio. Mus- « de B ^ I K ftn alta. MBT L I ElUi. 5Uat»ptr
Lisa sorgsfcy. Shotukoviich, Dvorak. forei. piu» Mkhkr. Botboven, M a n 24. 27 y 3).
3t, 31: Coro de la Radio de Leip- 13, 14: Jin Bdohlivek. Marilyn OTELLO (Verdi) Metu ZcffiRib,
zig. Milliades Candía. Sctucier» Home. A determinu. I*, M, 21, 22: Jirí CARMEN (Bisi) leokiiE Hill Dominio. Tomowa-Simow,
Adam. GluckT ffigenia in mtlis. 21, 22, 23: Con de Nuíw de fts Shionu Miidz. vknlín. Bratans. McCiuley. Ewing. Quilico- Bfuson.
(Versión de concieno). laloui. Voces blancas de la Fi- Mar* 2a, 2t, 31 M»r» 10, 13, IT, M, 24.
Mninu-

54 Schcrzo
DOSIER

VERDl

5 DE febrero de 1887: una fecha para la historia. Se estrena en el Teatro a la Scala de Milán la última ópera
del viejo Verdt, del maestro al que quiere toda Italia, lileva muchos años inactivo, en proceso de continua
duda creadora. Desde Aída (1871) y el Réquiem (1874), y a excepción de las revisiones de Don Carlos y Simón
Boccanegra y tos tanteos obsesivos, pero nunca fructificados, de un proyectado Rey Lear, no ha escrito prácticamente
nada. Sólo ¡a insistencia del editor Riccordi, que propicia un encuentro del músico con el compositor y libretista
Arrigo Boito —que trabajarán juntos en la revisión de Simón —para tratar de atraerle de nuevo a la ópera, consigue
despertar el adormecido interés del maestro, que empieza a concretarse cuando se le presenta ¡a posibilidad de
poner de nuevo música a Shakespeare. Se enamora del tema: Olello, la tragedia de ¡os celos. Es, en verdad, un
asunto tentador... Y la inspiración verdiana, más potente que nunca, surge arrolladura y da lugar a una de las
mas características obras maestras de la historia de ¡a ópera, en la que brilla un nuevo lenguaje en cierto modo
sintonizado con la onda wagneriana, pero planteado, naturalmente, desde presupuestos muy distintos.
Por-eso, debe calificarse de histórica la referida fecha y. por eso. tres meses después, les presentamos, amigos
lectores, este dosier dedicado a obra tan singular. Hemos tocado en él no todos, claro, pero sí algunos de los
más significados aspectos de ella. Junto a una rápida ojeada a su estructura dramática y musical, se sitúan estudios
que analizan la tipología vocal, contemplan la evolución de las voces que han cantado desde el estreno el papel
protagonista y profundizan en las relaciones del magistral libreto de Boito con la fuente shakespeariana. Un breve
recorrido por las psicologías clave de la obra y las inlerrelaciones que se promueven entre ellas, un trabajo que
bucea en sus posibles influencias sobre la casi inexistente ópera nacional española, unas notas sobre la época históri-
ca en que se desarrolla la acción y la siempre conveniente selección discografica completa el recordatorio, sin
duda, oportuno.

Scherzo 55
DOSIER

EL OTELLO DE
ARRIGO BOITO
Notas sobre la versión operística de la tragedia shakespeariana
A mediocridad de una buena parte de los libre- rido a la historia de Crístóforo Moro, un veneciano que

L tos de ópera de los siglos XVID y XIX ha tenido


notables excepciones. Zeno y Metastasio, en el
llamado siglo de las luces, son un buen ejemplo de ello,
gobernaba Chipre en 1508, y cuya segunda esposa falle-
cería en circunstancias nunca aclaradas. Luego, el ape-
llido del personaje real, Moro, pasaría a convertirse en
como también lo es el compositor, poeta y libretista Arrigo elemento racial en la fantasía literaria. Sea como fuere,
Boito, nacido en Padua, en 1842, y muerto en Milán lo cierto es que la obra de Cinthio fue publicada en Ve-
en 1918, tan célebre por su óperas Metistófeles y Nerón necia en 1565 y traducida al francés en 1584, sin que
como por su libretos de Otelto, Falstaff y La Gioconda. conste, en cambio, la existencia de ninguna traducción
Y es, precisamente, esa conjunción de sus dotes lite- inglesa hasta el siglo XVIII. Ello ha hecho pensar a los
rarias y musicales —a las que se pueden unir, como ma- investigadores que Shakespeare hubo de tener acceso a
teria diferenciada, tas escénicas—, lo que dota a los li- la obra del italiano a través de alguna traducción infor-
bretos de Boito, y especialmente al de Oiello, de una mal, realizada por algún amigo, ya que está sobrada-
significación trascendental en el mundo operístico del XIX. mente acreditado el desconocimiento absoluto del dra-
Boito no es, por encima de todo, un compositor que, maturgo de cualquier lengua extranjera.
además, escribe los libretos de sus óperas y de las aje- Así surgió la gran tragedia inglesa en 1604, estre-
nas; es, fundamentalmente, un poeta con una exquisita nándose el 1 de noviembre de aquel mismo año, en el
sensibilidad para la puesta en escena, para la dramatiza- Banqueting House del Palacio de Whitehall, en presen-
ción de un género que, en no pocas ocasiones, tiende cia del recién ascendido al trono Jacobo I. Su publica-
a convertir sus creaciones en novelas románticas recita- ción, sin embargo, no se llevaría a efecto has la seis años
das, sólo dignas de perpetuarse por la labor del compositor. después de la muerte de su autor. El librero Walkey re-
gistraba en 1621, en el Stationer"s Hall, una obra titula-
Cuando Boito se enfrenta con el libreto de Oiello, da La tragedia de Otello, el moro de Venecia, añadién-
ya había padecido el gran descalabro de su Metistófeles. dose en la portada de aquella primera edición, realizada
Otello sirvió para fraguar el encuentro, ya indisoluble, en tamaño de pequeño ¡n-quarto, las siguientes palabras:
entre Boito y Verdi. Aunque lo cierto es que las relacio- «tal como ha sido diversas veces representada en el El
nes entre ambos personajes se remontan a IS62, fecha Globo y en Blackfriars por los servidores de su Majes-
en que Verdi hizo la música para el Himno de las Nacio- tad. Escrita por William Shakespeare-, Al propio tiem-
nes de la Exposición Universal de Londres, que había po, otros editores, Heminge y Condell, lanzaban una edición
escrito Boito. Sin embargo, parece que hubo ciertas ten- en in-folio, en la que aparecía Otello entre El rey Lear
siones entre los dos artistas, debido tanto a cierta actitud y Antonio y Cleopaira. Parece ser que ninguno de los
desdeñosa de Verdi, como a las dispares concepciones editores llegó a conocer la existencia del otro texto, y
artísticas de ambos músicos. Fue en 1879 cuando, gra- lo cierto es que ambos difieren notablemente. La edición
cias a la intervención del editor Ricordi, se planea llevar del in-folio contiene ciento sesenta y tres versos que no
la tragedia shakespeariana al ámbito operístico. Una carta constan en la del in-quarto, y ésta, a su vez, posee cua-
del compositor a Ricordi comenta los primeros momen- trocientos versos ignorados por la primera. Pero, en de-
tos de la gestación de la obra: «Usted sabe cómo nació finitiva, hay práctica unanimidad en reconocer al in-folio
este proyecto de chocolate —chocolate era el término una calidad muy superior al in-quarto.
con el que Verdi se refería a Otello, en su correspon-
dencia con Ricordi—. Comía en compañía de Faccio.
Se habló de Otello y de Boito. Al día siguiente Faccio
me trajo a éste; tres días después, Boito me llevó el pro- La transformación
yecto de Otello. Lo leí y me pareció muy bien. Dije:
póngalo en verso; siempre será mejor para mí y para usted*. Sobre esta base organiza Boito su libreto, con gran
respeto, en líneas generales, del texto de Shakespeare.
Sin embargo, existen notables diferencias entre ambas
obras, entre el libreto de Boito y la tragedia del escritor
Las Fuentes inglés, sobre las que nos detendremos a continuación.
Quizá el detalle más llamativo sea la supresión en
Boito toma como material de trabajo para su libreto el libreto de todo el primer acto de Shakespeare, que
ta célebre tragedia de Shakespeare, cuyo argumento procede, sirve de explicación de los antecedentes; antecedentes
a su vez, de otra fuente narrativa: los Hecatommithi, de que, en Boito, se nos van descubriendo a lo largo de
Cinthio, e incluso se especula con que este escritor ita- la acción actual. En este primer acto, ahora desapareci-
liano del cinquecento había basado su trabajo en un su- do, se nos cuenta el amor frustrado de Rodrigo por Des-
ceso real. Así, todo el trasunto de Cinthio vendría refe- démona, el odio del perverso Yago hacia Otello —aun-

56 Scherzo
OTELLO

Bollo con Verdi en Sania Ágata. Dibujo de Ettore Ximenes (Museo Scala)

que sus motivos sean tan inconsistentes en la tragedia La escena de la bebida, o del emborrachamiento de
auno en la ópera— y el enfrentan! iento del protagonista Cassio, plantea también notables diferencias en uno y
con Brabancio. padre de Desdémona —personaje este ine- otro texto. Por ejemplo. Boito incluye entre los bebedo-
xistente en el lextu de Boilo—, que tiene lugar ante el res a Rodrigo, el hidalgo veneciano enamorado de Des-
Dux veneciano. démona y, en cambio, excluye a Montano, el goberna-
Tal como señala Blas Cortés en sus comentarios al dor predecesor de Ole]lo que. en la tragedia, legitima,
líbrelo de Otello. uno de los lemas más discutidas en en cierto modo, con su presencia la veracidad de] desor-
la obra de Shakespeare es el relativo al tiempo. Se espe- denado comportan!ienlo del honrado Cassio.
cula, en definitiva, con las tesis de si el dramaturgo res- Tras la preparada embriaguez del teniente surge la
petó o no la unidad dramática de tiempo. Se argumenta. provocación de Rodrigo. En Shakespeare, ni la provoca-
en este sentido que, tras los primeros actos de la obra,
el espectador tiene la sensación de que la boda de Otello ción ni la subsiguiente agresión de Rodrigo, son vistas
y. Desdémona se ha celebrado recientemente, mientras por el publico. Es más, la aludida provocación del hidal-
que, a partir del acto tercero, iodo parece indicar que go permanece allí sin explicitar, mientras que en Boito
la citada unión tiene que ser, necesariamente, mucho más queda perfectamente clara: «Ridu d'un ebro- —«Me río
lejana de lo que en principio parecía, para no privar de de un borracho— es la frase desencadenante de la pe-
coherencia al desarrollo de los hechos. En esencia, en lea. La aparente conducta irregular de Cassio aparece
el transcurso de los cuatro últimos actos se despiertan. en el texto inglés cómodamente arropada por la intriga
mediante la acción de Yago, los celos de Otello, se urde previa de Yago que. con ánimo calumniador, informa
y ejecuta la trampa del pañuelo, se logra convencer a a Montano de una inexistente habitualidad de Cassio en
Otello de la culpabilidad de su esposa, se decide su muerte el vicio de la bebida, intriga suprimida en la ópera. Y
y se lleva a cabo el homicidio. Son demasiadas cosas la consecuencia de lodo ello no se hace esperar: la desti-
para suceder en tan sólo veinticuatro horas sin forzar tución de Cassio por en engañado Otello que resulta mu-
la natural psicología humana: pero resulta, al menos teó- cho más fulminante en la ópera: -Casio, ya no eres capitán".
rica mente, viable. Sin embargo, a esta unidad de tiempo Hay, en líneas generales, en el texto de Boiio una
no hay más remedio que oponerle un serio inconvenien- mayor tendencia al lirismo, una mayor emotividad en
te; y es que no ha habido tiempo materialmente suficien- los sentimientos amorosos de los esposos, que en la tra-
te para la consumación del supuesto adulterio que. aun- gedia de Shakespeare se hallan quizá limitados por la
que inexistente, es la razón del comportamiento de Ote- elegante frialdad renacentista, y que en la ópera, tanto
llo. Decía a este respecto Racine que -resulta interesan-
te, es bello ver a Otello tan enamorado en el primer ac- por la mayor idoneidad que proporciona el ámbito ope-
to, matar a su mujer en el quinto. Si este cambio tiene rístico como por los orígenes románticos del autor, se
lugar en treinta y seis horas resulta absurdo y yo despre- nos muestran muchos más desarrollados. Así, el largo
cio a Otello*. La supresión, en la ópera, de todo el pri- düo de Otello y Desdémona que sigue a la destitución
mer acto parece —guste o no su resultado— que elimina de Cassio, con una fuerte acentuación del tema amoro-
toda discusión al respecto. so, en la obra de Shakespeare se reduce a una simple
frase: «Todo acabó, prenda mía-.

Scherzo 57
DOSIER

El personaje central de Yago presencia el momento en que Desdémona pierde su pa-


ñuelo cuando trata de consolar a su esposo. En efecto,
Otra novedad que nos presenta Boíto es el espléndido sólo están en escena la pareja central y Emilia, la esposa
Credo de Yago, inexistente en Shakespeare, y en el que de Yago. Un gesto de desaire de Otello arroja a! suelo
se perfila un carácter ciertamente satánico de este per- el pañuelo que le regaló hace tiempo rogándole que no
sonaje central de la ópera, como acaso lo fuera en Sha- se desprendiera nunca de él. Emilia, de dudosa morali-
kespeare, ya que ambos autores parecen mimar a esc dad en algún momento del drama inglés, recordando que
Yago perverso y desprovisto de la más mínima sensibili- su esposo le había pedido en varias ocasiones que se
dad, cuyo nombre estuvo a punto de sustituir al de Ote- apoderara de aquel lienzo, aun sin saber sus pretensio-
llo en el título de la obra de Verdi. Este Credo negro nes, lo oculta y lo entrega, posteriormente, al alférez
de Boito es. quizá, el elemento más di fe rene ¡ador de los de forma involuntaria. Boito, en cambio, sublima, en
dos Yagos, el teatral y el operístico. Arriesgando mucho gran medida, la figura de Emilia, y la despoja de la pe-
en la caracterización de ambos personajes, pudiera de- queña mezquindad de que puediera estar revestida en Sha-
cirse que el Yago de Shakespeare, el originario, es me- kespeare. Para lograrlo introduce a Yago en la escena,
nos malo que el de Boito o, al menos, que su maldad el cual presencia la caída del pañuelo y cómo Emilia
se halla más dispersa, menos injustificada. Posiblemen- lo recoge con ánimo de devolverlo a su dueña. Pero.
te, y salvando las distancias evidentes que, en el terreno una vez solos, fuerza físicamente a la mujer y le arranca
literario, existen entre el dramaturgo inglés y el libretis- materialmente el pañuelo de entre las manos.
ta italiano, la obligada concisión del texto operístico Pasamos, así. a la escena de la prueba del pañuelo,
conduce a una esquematización es decir, aquélla en la que Yago.
más rígida, a una figura más es- en su conversación con Cassio.
tereotipada, merm ajustada a la que es presenciada por Otello desde
psicología real de las personas, su escondite, logra crear el equí-
en la configuración de este ser voco y presentar una aparente prue-
insensible, des human izado y per- ba de la culpabilidad del capitán.
verso. Y pasamos directamente a este es-
Llegamos ya al primer encuen- cena porque todo el desarrollo dra-
tro entre Cassio y Desdémona pre- mático anterior, desde el momento
parado por Yago para lograr el del robo del pañuelo por Yago,
equívoco, y en el que el capitán es sustancialmente coincidente con
destituido va a pedir a la esposa el original de Shakespeare. Sal-
fiel que interfiera por él ante su vo en un detalle: el ataque epi-
marido. Pues bien, (al escena dia- léptico de Otello, que en la ópe-
logada en Shakespeare no se pre- ra se traslada al final del acto ter-
sencia en la ópera, sino que sim- cero. En Shakespeare, el ataque
plemente se intuye a través de los es inmediatamente anterior a la
paseos por el jardín de ambos escena de la prueba del pañuelo,
personajes. mientras que Boito antepone no
Y Desdémona, desde luego, sólo tal escena, sino también la
¡cómo no!, intercedió, para su per- del planteamiento del homicidio,
dición, ante el noble moro. Hay o mejor asesinato, de Desdémo-
en la obra shakespearíana una clara na. la llegada de los embajado-
estructura en el desarrollo de es- res venecianos y la rehabilitación
ta primera intercesión de Desdé- de Cassio al frente de la gober-
mona, anterior a la maquinación Shakespeare. NationalPonraü Gatlery Londres. n a c i o n & Chipre. Además, en el
calumniosa de Yago, aunque posterior a una ligera insi- texto de Boito hay mucha más intencionalidad en la reacción
nuación del perverso alférez a su señor sobre las sospe- de Yago frente al desvanecimiento. Shakespeare pone
chas del adulterio. Diríamos que dicha estructura sería en boca de Yago una cierta insolencia, sobre todo cuan-
insinuación-intercesión-maquinación de tal manera que. do, perdida la consciencia de Otello, decide llamarle por
en el momento de la súplica por la suerte de Cassio. su nombre, eludiendo el tratamiento servil de -mi señor*:
el espíritu de Otello no se halla aún tolalmente turbado
por los celos. Sin embargo, en la ópera esa estructura YAGO—¡Opera, medicina mía, opera!
se altera, se reduce y se inviene. Maquinación-intercesión ¡Así se atrapa a los tontos crédulos!
es la fórmula escogida por Boito. Primero, Yago da rienda ¡Y así pierden fama y honra
suelta a su pérfido discurso, y es después cuando Desde- muchas damas castas y dignas!
mona plantea a su esposo la reconsideración de la desti- ¿Qué hay? ¡Eh! ¡Mi señor!
tución de Cassio, lo que explica una reacción más vio- ¡MÍ señor, digo! ¡Otello!
lenta del moro. Boito, en cambio, dota a este momento de un mayor ci-
Muy posiblemente la prueba del pañuelo es el dato nismo, de una mayor crueldad para con el personaje de
decisivo que lleva a Otello a no dudar de la infidelidad Otello. En efecto, mientras desde fuera llegan gritos y vivas
de Desdémona y a su desastroso final. Y también en a Otello y al León de Venecia, Yago, erguido y con terrible
esta escena pueden encontrarse serias divergencias entre gesto de triunfo, pone el pie sobre el cuerpo de Otello
ambos textos. Para empezar, en Shakespeare, Yago no y afirma orgulloso: -Ecco il Leonc...- ("He aquí el León-).

58 Scherzo
DOSIER

Por lo que se refiere a la prueba del pañuelo, tam- de un uso escénico, consistente en comenzar la agresión
bién en dicha escena altera Boitu el original shakespea- de Desdémona por estrangulamiento y acabarla, aunque
riano. En el texio del dramaturgo inglés, tras el equívo- nada indique su autor, a puñaladas. Hay un momento
co de Cassio provocado por Yago, y que Otello presen- en esa larga escena en que Otello afirma: «Aunque cruel,
cia oculto, aparece Blanca, la amante del capitán, a la soy, sin embargo, compasivo... ¡No quiero prolongar
que éste ha dado el pañuelo para que lo copie. En la tu sufrimiento!... ¡Así, así!-. Este es el momento en que
ópera, en cambio, ausente el personaje de Blanca, Cas- la tradición dramática quiere que Otello, inicialmente de-
sio muestra directamente el pañuelo a Yago, ante los cidido al eslrangulamiento, se arrepienta de la lentitud
ojos atónitos de Otello, que también se halla oculto, y, de este procedimiento y lo sustituya por una muerte más
aunque sin saber en el fondo a quien puede pertenecer, rápida. En la ópera, sin embargo, no se recoge tal cam-
lo muestra orgulloso jactándose de sus conquistas. bio, y lo cierto es que Desdémona muere por estrangu-
Nos vamos acercando al final de la obra. Tras la emo- lamiento, sin que Boito resuelva de forma tan satisfacto-
cionada conversación de Desdémona con Emilia, en la ria la incongruencia de que, después de ser ahogada, to-
que aquélla llega a intuir su cercano final («Sí tuviera davía intervenga, moribunda, en tres ocasiones, situa-
que morir antes que tú, que me en(ierren con estos ve- ción ésta que parece aceptable en una muerte por arma
los»), Boito introduce un Ave María, cantado por Des- blanca, como la tradición, y acaso el propio autor, ha
démona en su habitación, y que no figura en la tragedia resuelto en Shakespeare, pero que no llega a convencer
inglesa, en la que esa actitud piadosa de Desdémona queda en el estrangulamiento practicado en la ópera de Verdi.
sustituida por una breve invocación al Cielo antes de acos- Con todo, el Otello de Arrígo Boito es uno de los
tarse: -El Cielo me inspire costumbres que me permiten mejores libretos de ópera —para algunos, incluso, el
no extraer mal del mal, sino mejorarme por el mal-. mejor—. Es, en cualquier caso, algo más que una histo-
ria de celos; pero, también, algo menos que una historia
de amor; porque ni el amor, ni el odio, ni los celos cons-
Muerte de Desdémona tituyen el fondo de lo que se nos quiere transmitir. Ote-
llo es, ante todo, la historia de la maldad sin límites,
Y llegamos a la secuencia de muertes que Boito re- de la fría perversidad arropada por la intolerancia, la
duce en su libreto a la de Rodrigo y los protagonistas, inmadurez y la ingenuidad de un amante que no mereció
pues no consta en la ópera la muerte de Emilia que. en otro final. Shakespeare hizo justicia a sus personajes,
Shakespeare, es asesinada por el traidor Yago. como la hizo Arrigo Boito en esa fábula de cinismo,
Pero es la muerte de Desdémona la que requiere un de desamor y de orgullo.
breve comentario. La falta de acotaciones en el lexto
del dramaturgo inglés ha dado lugar a la consolidación José Antonio López Docal

EL TRASFONDO HISTÓRICO
L A acción en Chipre, a fines del siglo XV-. Esla
escuela indicación fija el marco es pació-lempo ral
de la ópera Otello. La dependencia veneciana del
gobierno de la isla nos permite aj listar todavía más la cro-
me incluso todo el primer acto veneciano que se halla en in-
glés, obviando un importante punto de referencia histórico.
El descubrimiento del Nuevo Mundo desplazó la suprema-

nología. Desde el siglo Xül Chipre había pertenecido a


la órbita de Genova, la otra gran potencia marinera italia-
na, constante rival de la República de los canales. La he-
gemonía genovesa inició su declive en torno a 1473, para
acabar por ceder su puesto, finalmente, en favor de Vene-
cia. El hecho tuvo lugar en 1489, tras los esponsales de
Jabuco II y Catalina C ornar o, con el traspaso, por parte
de ésta, de los derechos de soberanía.
En el Mediterráneo oriental se había roto el equilibrio
en 1453 con la toma de Constantinopla y la liquidación
del Imperio Bizantino. La expansión otomana ocupó lodo
el siglo XV; Mahomet II derribó la última frontera, repre-
sentada por el bastión de Constantinopia, y emprendió una
enérgica presión sobre d oeste. El choque Venecia Imperio
Turco se lomó inevitable. El mantenimiento del dominio
veneciano en el Mediterráneo se basaba en el control de
una serie de puntos vitales en las rutas comerciales. La
serenísima se veía poco menos que obligada a actuar co-
mo lo hacía: debía abastecer a una población en constante Conúenzo del drama. La Tempestad. Chipre a finales del Siglo XV.
crecimiento. Chipre pesó, de esta forma, a ocupar un puesto
crucial en la mencionada red. Venecia estaba en 1489 en la cía marítima tanto económica como política, del Mediterráneo
cumbre de su poder, pero la ya amenaza turca se había mate- al Atlántico. La situación chipriota se prolongó Airante cerca de
rializado para ella al haber sido capturadas sus posesiones en una centuria tal como la hemos descrito. La amenaza de su in-
el Peloponeso, la isla vino a ser así una suerte de compensación. minente toma fue precisamente lo que forzó a la Sania Liga,
. Chipre fiie prono el eje de cruce de fuerzas tu reo-venecia ñas. formada por el Papa, España y Venecia, a hacer a la mar una
El nuevo gobierno convirtió la isla en una fortificación cercana formidable fióla. Su resonante victoria sobre las naves otomanas
a lo inexpugnable. Al frente de su administración Venecia co- en Lepanto, el 7 de octubre de 1571, apenas tuvo consecuen-
locó un triunvirato, dato que Shakespeare no respeta por ser cias estratégicas. Chipre cayó en manos turcas ese mismo año.
evidentemente opuesto a sus objetivos dramáticos. Boito supri-
Enrique Martínez Miara

Scherzo 59
DOSIER

OTELLO: UN NUEVO
LENGUAJE MODERNO
Una nueva forma dramática y Jago. Esta especie de movimiento continuo, con in-
crustaciones del viento y chasquidos de las cuerdas, pro-
TELLO plantea la opera tradicional italiana, in- duce el ansiado efecto teatral: el Moro, y esto está suge-
O cluso la del propio Verdi, que tanto había evo-
lucionado desde su primerizo Oberto, de 1839,
partiendo de presupuestos estructurales diferentes. Con
rido en la música, piensa lo que las apariencias de aqué-
lla —a consecuencia de las maquinaciones de Jago— le
hacen pensar. El simple tratamiento instrumental, con
esta obra se alcanza, por los caminos más rigurosos —y armonización modal, dado primero a la canción del sau-
más lógicos— una original estructura dramático-musical, ce y luego al Ave María, en el cuarto acto, es ejemplar.
coincidente con el drama wagneriano en la continuidad, La manera en que está tratada la cuerda, tan serena y
en la fluidez, en la ligazón, en la no repetición, aun en linealmente, contrasta con los efectos que producen los
la utilización de temas recurrentes. Pero muy distinto contrabajos con sordina y las ondulaciones de todos los
a él en la manera de desarrollar y concretar esa forma, arcos ante la aparición de Otello.
en el empleo de la melodía, en el tratamiento de la voz, Como antes se ha dicho, la penúltima ópera de Verdi
en la sencillez expositiva, en la consecución de una sín- es en muchos aspectos nueva, distinta, original. Pero no
tesis que otorga inusitada densidad a la acción, y en la nace de la nada. En ella el autor depura un lenguaje ya
eficacia y directa comunica»vidad por senderos sin duda existente y emplea sus esquemas de otra forma. La voz,
totalmente lícitos. Verdi, por supuesto, se olvida de los por ejemplo, pese a todo, continúa siendo la protagonis-
viejos esquemas, mantenidos desde los tiempos de la ta, aunque esté apoyada por una orquesta magistral. Ya
opera seria hasta hace bien poco, alentados incluso por en otros trabajos de este dosier se trata en concreto este
él, como directo hijo de una tradición —aunque bien tema. Baste subrayar aquí la natural fusión, a través de
es verdad que paulatinamente fue desarrollándolos y las palabras del texto, entre el instrumento vocal y el
transformándolos—, que aparecen evidentemente en su orquestal. Algo que no se había conseguido antes de esta
obra anterior, Aída, dividida en números, la mayoría de manera. Aunque, esto hay que reconocerlo, la línea me-
la veces cerrados en sí mismos: arias, tríos, cuartetos, lódica siguió primando todavía, si bien con arreglo a una
grandes conjuntos... En Otello no hay tal cosa. Desde construcción diferente. Es de resaltar la destreza de
el sorprendente y súbito comienzo hasta el pausado y Verdi para combinar la estructura típicamente italiana
trágico final todo discurre con la velocidad de un relám- de la frase más larga precediendo a la más breve con
pago, en tratamiento que podríamos denominar cinema- los casi continuos recitativos. Estos siempre son canta-
tográfico, aparentemente de un solo trazo. La acción — dos, nunca hablados, ni siquiera hablados musicalmente.
tanto en su aspecto dramático como musical, por otra Podría decirse que. a grosso modo, toda la obra es un
parte tan íntimamente unidos— no decae ni un momen- gigantesco recitativo, que se estira, se acorta, se com-
to. Aunque, como se verá, dentro de ese solo trazo hay prime, se expande, con una flexibilidad extraordinaria.
miles y miles de luces, de matices, de caras, de células Un recitativo, claro es, que en todo momento se canta,
que componen un riquísimo tejido que da cuerpo, con- tal y como se ha comentado, y que aparece continúame-
sistencia y vida a una obra magistral. te surcado por secuencias en arioso, aproximaciones al
Verdi cuando compone Otello es ya un verdadero aria o rememoraciones de los grandes conjuntos de la
maestro. La orquesta de la obra posee vida propia, sirve ópera anterior. Tenemos, así, la primera intervención de
de base a una auténtica trama sinfónica de vivido colori- Otello, el famoso Estillóte!, que es, como apunta Clau-
do, aspectos que se presentan ya, de inmediato, casi bru- dio Casini, un fantasma de la tradicional aria de entrada
talmente, en el mismo inicio de la ópera. Ese estallido (o de salida, según se mire). Por su parte. Ora e per
de un acorde de undécima sobre pedal, la violencia cro- sempre addio, del segundo acto, conserva un cierto aire
mática (Do mayor que, tras un largo proceso armónico, de cabaletta, con ritmos y timbres muy marciales. Era
se transforma en Mi mayor al-aplacarse la tempestad que la notte, cuando Jago, tan arteramente, cuenta a Otello
se vive en los primeros instantes) poseen un poder des- el sueño de Cassio, es una siciliana. Sin embargo. Dio
criptivo extraordinario. Las fuerzas de la naturaleza de- mepotev't scagliar, del tercer acto, ofrece en su aparente
satada —idea tan romántica— están sugeridas por la mag- monotonía y obsesiva rítmica, en combinación con una
nífica orquesta: flautas y flautines en rápidas y estentó- repetitiva línea vocal, en palabras del citado estudioso,
reas figuraciones, temblor de las cuerdas, staccati de los una inversión de los valores convencionales. Massimo
metales... Y al final de este primer acto, la mágica ma- Mila, una de las grandes autoridades verdianas. conside-
ravilla, que nace en los violonchelos y acaba en la flauta ra que, en todo caso, la «nueva polifonía entre voces
y el arpa, que, en combinación con las voces de Otello e inirumentos, concebida más allá de las formas cerra-
y Desdemona, circulan sobre las cuerdas. Hay que des- das, repropone el recitativo de espíritu monteverdiano».
tacar la exquisita instrumentación de la luminosa y con-
trastante escena del segundo acto, en la que Desdemona,
en el jardín, canta rodeada de niños y marineros. Verdi Estructura
prescribe en este idílico y casi etéreo pasaje la utiliza-
ción de la guzla, que es una especie de mandolina, y Boito planteó y planificó muy bien, sin perder la
de pequeñas arpas. Lo sugerente de la instrumentación esencia shakespeariana, siendo en general muy respetuoso
y lo flexible de la orquestación están presentes en el tra- con el autor inglés, un libreto que, efectivamente, esta
tamiento dado al scherzo del tercer acto (escena quinta, pidiendo que le pusieran música. Su sentido del teatro,
Allegro moderato-Allegro brillante) entre Otello, Cassio su conocimiento de la ópera, le hicieron acertar en el

60 Scherzo
OTELLO

dominio de la elipsis, en el cuidadoso escalo namiento En el acto siguiente se suceden distintas situaciones:
de la transformación psicológica y en la dosificación exac- el anuncio de la visita del embajador de Venecia, un
ta de los efectos dramáticos. El primer acto, que está breve diálogo entre Jago y Otello, una importante esce-
constituido por dos partes, quizá sea menos novedoso na de éste y su mujer, con continua alternancia de paisa-
en cuanto a la forma, aunque no así en cuanto a su trata- jes líricos y dramáticos (peticiones insistentes del pañue-
miento. La tempestad, de la que ya se ha hablado, es lo), la mencionada Dio me potevi ¡cogitar, un Adagio
un Allegro agítalo. Tras la entrada del Moro, rotunda extremamente piano, con la que da inicio la escena ter-
presentación puntuada por arpegios de las cuerdas, y el cera. A continuación el trío-scherzo ya comentado y, por
fin de la tempestad, Verdi utiliza un Allegro vivace en último, el gran conjunto, en el que intervienen los visi-
6/8, una especie de scherzo que lomará cuerpo, después tantes venecianos (En este punto Verdi incluyó para la
de un diálogo entre Jago y Rodrigo, en la intervención Opera de París un ballet escrito en 1894 que habitual-
coral Fuoco di gioia. En seguida, aquéllos y el coro can- inente, y con buen criterio, no se da). El pasaje, piü
tan el brindis, Allegro con brío, conducido por el -sinies- anímalo, se abre con una bella frase de Desdemona, Sul
tro alférez, que está iniciando sus maquinaciones enca- mió sorriso fioría la speme e il bario. Se trata de uno de
los más complejos conjuntos vendíanos. El acto concluye
minadas a la destrucción de Otello. Tras la lucha entre con un ataque de los turcos (fuera de escena, por su-
Cassio y Rodrigo, promovida por Jago, se produce la puesto) y con Otello tendido en el suelo víctima de un
violenta irrupción del Moro y a continuación el referido momentáneo ataque de epilepsia. Es cuando Jago, con el
dúo de amor, Gia nella notle densa. La pintura de la pie sobre el cuerpo de su jefe, pronuncia las famosas y
noche, la delicadeza de la paleta sonora, con suaves pin- terribles palabras -Ecco ¡1 leone-, con uno de los trinos
celadas de maderas y cuerdas, la tersura del dibujo me- más celebres de la historia de la
lódico, la sensualidad que emana ópera. El grito de la multitud de
de todo ello, son evidentes. Debe -Viva Otello!- es comentado de
destacarse la efusión de la frase de manera siniestra por la orquesta.
Otello E tu m 'amavi, la ascensión Como se sabe, Verdi era partidíarío
de su voz al Si bemol agudo en su de finalizar este acto con una esce-
exclamación Venga la mortel, la na de gran movimiento, con Otello
famosa demanda Un batió'., de tan blandiendo su espada corriendo en
hermosa melodía, que se repeiirá pos de una nueva victoria sobre los
al final de la ópera, los contrapun- turcos. Afortunadamente, el instin-
tos de la voz de la soprano y la to teatral de Boito convenció al
forma en la que la música se va compositor. No hay duda de que de
extinguiendo piú lento, marcado este modo la tragedia, en la que ya
legatissimo. desemboca la acción, adquiere, con
el rápido desplome del gobernador
Para Casini el color musical de de Chipre, toda su dimensión.
los personajes prevalece sobre la
estructura en los actos segundo y
tercero. El recitativo con continuos Al comienzo del último acto en-
pasajes de climax constituye el te- contramos la encantadora Canción
jido de base. Tras un breve diálo- del sauce; encantadora y triste, una
go entre Cassio y Jago, ésie abor- página bellísima, esculpida con mu-
da una de las páginas más conoci- cho cuidado por el autor con una
das de la obra, el Credo, que co- frase melódica varias veces repeti-
mienza (Allegro sostenuto) con un da, que es la que inicia la pieza
furibundo unísono orquestal. Es un con las palabras Piangea cantan-
instante plenamente declamatorio, do. La exclamación O salce, sal-
satánico, de la cosecha de Boito. ce, salce! tiene aire de lamento.
en donde el personaje queda fiel- Los diseños del oboe, llenos de
Vertii por Boldini (Musen de Arte Moderno) tristes presagios, los arabescos de
mente retratado. La mone e il nu-
lia (La muerte es la nada), exclama luego de un escalo- la voz, de escritura buscad amen te arcaica, la refinada
friante pianissimo (ppppp). La escena cuarta finaliza con ymiedos clara línea melódica, describen bien la pureza y los
de Desdemona. El Ave María subsiguiente es pre-
un extraordinario cuarteto, de dificilísima ejecución, en sentada con finos dibujos de la cuerda aguda sobre la
el que cada personaje expresa sucesivas y distintas ideas. que la voz declama de manera suave y monótona. El
Otello lleva ya dentro el veneno de los celos inoculado canto es efusivo e íntimo y el trazado muy delicado. La
por Jago. La línea vocal de Desdemona, que circula por ópera acaba, como ya se sabe, con la muerte de Otello,
la zona aguda, contrasta con las agitadas frases de su que se apuñala al descubrir que su mujer, a la que ya
marido, de Jago y de Emilia, esposa de éste y criada ha estrangulado, es en realidad inocente del adulterio.
de aquélla. El alférez completa su obra (rayendo a cola- Dejando a un lado la incongruencia de que una persona
ción el lema del pañuelo (el famoso fazzoleto) que, se- estrangulada pueda I oda vía cantar, como lo hace Desde-
gún él, Desdemona entregó a Cassio, en uno de los mo- mona, es preciso destacar la rememoración por parte de
mentos más sutiles y sinuosos de la partitura en donde la orquesta de la frase fundamental del dúo del primer
las exigencias e indicaciones del compositor se multipli- acto {Un bocio ancora) mientras el Moro contempla a
can (Era ¡a notte). El final de acto es un poderoso dúo, su dormida esposa. Vuelve a aparecer el tema en las
Molto sostenuto en 3/4, el solemne SÍ' peí ciel!, una fu- últimas palabras pronunciadas por Otello. Unos solem-
riosa imprecación del Moro secundado por su conseje- nes acordes en piano concluyen la tragedia.
ro. Un propósito de venganza que Verdi comenta or-
questalmente de mano maestra. Arturo Reverter

Scberzo 61
MINISTERIO DE CULTURA
kisNMo Noctond da bs Artes Escénicas y de lo Motea

JUNIO
VIERNES, 19
totacio de Calos V. 22,30 h.
ÓPERA DE PARÍS
Igor STRAVINSKY: Rerwd. Meloáes y Miwa
Maunce RAVEL ['Heme íspsgnole.
OfQuesia de la Ópera Cómica de Paiis
Oiiección: Marcellü PANNI
IConmemo/aoún del cmcuemensno de la muene de M. RAVEL}

SÁBADO. 2D
Pato™ de Carlos V, 22JO h.
ROYAL LIVERPOOL PHILHARMONIC ORCHESTRA
Drecior Sir M e s MACKERFWS Solista. ? HIRSHKORN H M
Luit d i PABLO: Adagio pea Qtawsta
J o h i M M t BRAHMS: Contieno pan nobi en Re mina.
J I M SIBEU US: Stilms núm í

DOMINGO, 21
Pateen de Calos V, 22,30 h.
ROYAL LIVERPOOL PHILHAflMONIC ORCHESTRA
Unidor. Su Diaria MACXERHAS. Sobsle: C KATSARIS |pano|
M i u r i i i RAVEL: fopsodie Español*
Concierto en Sol para piano y orquestó.
Cliudí DEBUSSY: Images
IConmeinaisaiii del cmcuenienano de la mutua de U. iJAVÜJ

LUNES. 22
omi Manuel de fala, 22.30 h.
ORO.UESTA DE CÁMARA DE TOLBUHIN y
CORO MADRIGAL DE SOPHIA
Director t WOV. LVeclor del Coro: S. KRÜLEV
Soísias- G. GONZÁLEZ iiianol K. PATCHEN * S. STOVANOV (chelos|
V. WZABOVA » N. PANCDVA |sopranosj. A. BOTARÍAN JmeuosD.iiBral
H»nry PURCELL Sime de Oída y fnesj:
Antonio VIVALDI; Concierto pve das iñalembéot en Sol mena.
Dtírino K$?\Wtt: AnBgtns Dañas yAiias
R i m í n ROLDAN SAMIÑAN: Condeno para pono y onjuesla de cuento.
|Esttena mundial Música andalwa acual|
Antwiio VIVALDI: Gkma para coro y orqqestt de céttwa.

MARTES. 23 '
Audnono Manuel de Falla, 22.30 h.

DE maman OflOUESTA OE CÁMARA DE TOLSUHIN y


CORO MADRIGAL OE SOPHIA
Dncior; I. DAJW. Direcioi U Coro: S. KfWLíV.
Soteiss: A MARTÍNEZ SOEAE» (úfoaiot k SOVAF1AN ¡meízosoptano]
V. LAZAROVA fsúportoj, V. VASILEV |iaior|
J o i í BARRERA: Tms conciertos parn órgano y orquesta
[breña mundial. Recuperación del palnmonio musical Andaluz del agio XV1II|
Arcangalo CORELLI: SarsOanda, Giga y Badmerie.
Antonio VIVALDI: Concertó sHa lusiica.
AYUNTAMIENTO DE GRANADA G. Ph. TELEMANN: Cansa "El Canano"' pm mat/osopwio y on/iiesn.
Johinn Sib»ili«n BACH: Cansa iu¡m ¡tí.
Finundo SOR: O sa/utans parí coro y oinuesta.
\fsuetio mundial Recupeíación del paiiimonio musical andduij.
f. J . HAYDN: Moa tu Si ismol mam pan joitfiM ano y aqatsa.
INFORMES Y RESERVAS
ANCHA OE SANTO DOMINGO. I
MIÉRCOLES, 24
Tal. (95B| 227427-H7UI-2274Z9-2Z7430 Parió de los Arrayanes. 22 JO h.
T Í I B C 78449 FIMG-E
FLORES CHAVIANO
APARTADO DE CORREOS N i m . 64
Rreital de guiians.
18009 GRANADA
Antonio LAURO. Tres wlses.
JoMARDEVOL-iau»
CICLOS PARALELOS Manuel M. PONCE: Sonatina itienitoml
C t r i o l CHAVEZ: Tres pieos pala QuiBrra.
MÚSICA CORAL V MÚSICA DE ÓRGANO Ktitgr VILLALOBOS; Cinco pieluoios.
CONFERENCIAS
A l b i i t o GINASTEHA: ionííí
XVIII CURSO MANUEL DE FALLA _ ^ _ |HomBna|e a Heiioi Villalobos en el cemenano de su nacmuento|

EXPOSICIONES JUEVES, 26
RUBINSTEINV ESPAÑA
Patio de los Arsvanra. 22.30 h.
FESTIVALES DE MÚSICA Y DANZA EUROPEOS EN LA FILATELIA
CARTELES DE FESTIVALES O í LA ASOCIACIÓN EUROPEA JOSÉ MARÍA PINZOLAS
D i FESTIVALES DE MÚSICA Recrol de piano.
9 ARTISTAS FRANCESES 17. I m c ALBÉNIÍ: Sala loen» |i'raeora).
[Hodiena(í g Rubroien, en el cemenano de su naarmnio)

TERNES. 26 VIERNES, 3
animes del Generchte. 71 ¿O h Jardines del Generarte, 22.30 h IB
IOCHE DE FLAMENCO BALLET DE LA ÓPERA DE VIENA
nmet premio del concurso «L» Baeií». | Prevenía ruin en

iÁBADO, 27 Van DANTZIG/Richard STRAUSS: Cuairo últimos bedet


alacio de Calos V, 22J0 h. ARPIHO/J. iTRAUSS: Pana cadena

NGLISH BACH FESTIVAL SÁBADO, 4


hafleí bariocO-
NGLSH BACH FESTIVAL ORCHtSTRA Concernió. Bawd WHDCOCK. intimes del feneralife, 22,30 h IB
Manlyn H1LL SMI1H rSOfrano]. FNGUSH BACH FESTIVAL SINGERS. BALLET DE LA ÓPERA DE VIENA
NGISH aa£H FESTNAL BAfiCClJE DANCEF5 Dreclar üBvid ROBIDU. WIESENTKAL/LANNER, SCHUBERTyJ. STRAUSS: Danos de WiesenlM It
P U R C E L L A B J y dan/a di 'Oído /Ernas'. Van MANEN/SCmJBERT:&#JOTo
i f HAENPEl:&*ttH'aw4to DILL/J. 5IRAUSS: Bosgae/os vieneses

IDMINGD, 28 DOMINGO, 5
'alacio de Calos V. 12.30 ti. 10 Jaidmes del Genetalile. 22.30 n 17
NGLISH BACH FESTIVAL BALLET DE LA ÓPERA DE VIENA
NGLISH 8ACH aaflOCUf OFCHEETFW. Director: Jean Oaude MAlGOfBE KYLIAN/JANACEK: Retomo s nena emana
NGLEH BACH FESTIVAL SINGÍF& [l'eclor del cwb: Dswid BOBLDU. KYLIAN/HAYON: Saloma en D.
NGLIS FJACH FESTIVAL BAftOQLE MNCERS. Direclor C. FARNC0M8E KYUAN/BERG: Canc&i de cuna.
Misas Maiityfl HILL 5MITH jsfwarra], Mano BOVINO (sopranoj. | Gala en homenaje a i" Kvkan]
Ch. W. GLUCK: Oiphee elíundice
Gpera escenificada y balada según la versión francesa ÓB 1774. LUNES. 6
Jdedoda B \I lema Mana Anionielg.
|Conmemoiacián del bicem enano de la muerte de Di W. Guck|
Patio de los íravanes, ??,30 h 18
JOSÉ MIGUEL MORENO
LUNES, 29 Recital de vihuela y guitans clásica y lominlica
Obras de
«B Carlos V. 22.30 h ' 11 Diago PISADOR. E. d i VALOERHÁBAND, Míguat da FU EN LLANA
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA Luis d i NARVÁEZ, Lili) MILÁN. Alomo MUOARFL4 y Faminria SDR.
or Jesús LÓPEZ COBOS lUtusún del íatnmomo musical
A tunal d i FALLA: Hrmeoqfc
i R o b w i n GERHAFD: Pedmllism MARTES, 7 ¥ MIÉRCOLES, 8
J s i a M i r i i USAHDIIAGA: Psrirtmms de Lss Go/wdnws. Jardines del Gorwialrie, 22.3D h. 19 y 20
Claudia PRIETO; Fandango de Safar
Citar FRANCK: Smfone en Re
BALLET NACIONAL ESPAÑOL
Filipa SÁNCHEZ/Pacu da LUCÍA: tss raíanlas.
iMúsica esosAola. Homewe a José Mana Usanduafla en el cenlenain de su flaomienlol
J o i é ANTÓN i O/Manual da FALLA: fí sambiem de tres picos
IMARHS, 30 [Según decorados v vesiuanos da Pablo Rui; Picasso|

i de los Anavanes. 12M h. 12 JUEVES. 9 __


ITIADO PERLEMUTER Manuel de Falla. 22.30 h 21
lecnal de oíano
ENSEMBLE INTERCONTEMPORAIN DE PARÍS
Maurica RAVEL Sonstitft, Mirars y Gaspard de & NIAL
LVecioi Pierre BOlLtZ Solista Elisabein LAUBtNCt
ConmBmoraoán del cmcueraenatiD ite la muene de Hsunce HBUBI]
Edgar VÁRESE: Oclandre
Igor STflAWINSKT:3f/ríWí do chai y Ocho imnatuias tnsmitnemales.
M i n m l da FALLA; Concierto pars (latean
Piaña BQULEZiü mmem sans mame.
IFiasenlación en Esosna de Piene Boule; con el Ensemble inleiconiempwain|

VIERNES. 10 ^ ^ _
Palacio dE Calos V. 22.30 h 22
ORQUESTA DE PARÍS
Diiector Piene B0ULE2
B d i BftBTOK: Música psia cusida, percusión y ceéslí
Piaña BOULf Z: Message esqwsse
JULIO l y w STRAWIHSKY: Pwouchkt
MIÉRCOLES, 1
SÁBADO. 11
Palacio de Calos V, 22J0 h 13
Palacio de Cades V. 22.30 h 23
ORQUESTA SINFÓNICA DE LA RTVE
ORQUESTA DE PARÍS
Duecior Miguel Argel GOUÍi MAfllINL? Salera Ángel J GarcB.
Director Pieire 60ULEZ
Gaoig GEHSHWIN: í/n Jmeníjí» f n / ' m i
Mtunee flAVEL tügme Miurica RAVEL Daplvts y Üoe farsbrí comoleta su ctuol
M i d i » MOUSOnGSCKY-Mwríca RAVEL Ci&jrm de una e-posoón. del cincuenl enano lie Ig muene De Macice Ftavel]
|Conmemorati6n dE los cincuenieraiios dE la muerre de Maunce Havel y Geo'g Geraíwiin|

JUEVES. 2
Palacio te Cartts'/. 27.30 h 14
ORQUESTA SINFÓNICA DE LA RTVE
LYetior Miguel Áigel GÚMtZ MARIÍNE2
Conrado dal CAMPO: &anada Poen* sultánico
del pammonia musical español!
Manatí da FALLA: Siete cancones popuinn españolas
Fmneiiea ALONSO: Dmi/a gitana Cuno el de loa
d i FALLA: llamoi bruto
al maesuo Alonso, en el cenienae de su nacimeniol
DOSIER

LAS VOCES
DE OTELLO
La revolucionaría escritura vocal verdiana del lenguaje del músico y la influencia del drama wag-
neriano desplazó su línea de canto, en origen fuertemen-
N la historia de la época ningún autor como Verdi te melismálica. hacia otra menos adornada, silábica, en
E ofrece una evolución tan marcada en su escritura
para la voz. Ello se explica, en buena medida.
por su longevidad artística: sus óperas se extienden des-
la que lo habitual es que a cada sílaba corresponde sólo
una nota. Dentro de esta evolución, que aquí se esboza
sólo a grandes rasgos, se sitúan personajes tan logrados
de 1839 (Oberto) hasta 1983 (Falstaff), intervalo muy como Azucena. Violetta. Felipe II, Eboli, Aida. Fals-
superior al de sus colegas italianos como Rossini. Belli- taff. Yago y Otello. Todos ellos han planteado y siguen
ni, Donizetti o Puccini. Pero no se iraia sólo de la cro- planteando grandes dificultades a sus intérpretes. Vea-
nología: desde un principio, la escritura vocal verdiana mos cuáles son éstas para los protagonistas de Otello.
suscitó las iras de los músicos coetáneos que lo acusaban
poco menos que de terrorisia en materias de canto, pese
a que Bellini y Donizetti. en sus últimos títulos, ya ha- El moro de Venecia
bían evolucionado hacia un lenguaje más dramático que
el puro belcanto ros.siniano. No faltan testimonios de épo- Papel difícil y comprometido donde los haya. Ya de
ca. A este respecto, en 1858 decía el propio Rossini: salida el tenor ha de enfrentarse a una célebre frase
«El bel canto se ha perdido para siempre. Para los artis- («Esultate») que lleva la voz hasta el Si agudo. Pero,
tas actuales el canto consiste en un convulso esfuerzo al igual que en el resto de la ópera, lo arduo no viene
de los labios...» Y unos años antes Adolphe Adain escri- dado por las notas extremas cuanto por la tesitura, es
bía: -Difícilmente perdonaré a Verdi haber cambiado de decir, la situación de la línea vocal, o sus notas más
tal modo la escuela italiana (...), favoreciendo el canto frecuentes, que en la parte de Otello son muy altas. Así,
a plena voz y proscribiendo el canto ornado (...) con por ejemplo, al final del Acto I. donde el protagonista
un abuso de instrumentación que ya era reprobable en debe concluir con una sucesión de cinco La bemol agu-
las escuelas alemana y francesa». dos que, para mayor dificultad. Verdi pide en pp. Todo
Con la perspectiva actual, y tras de que el siglo XX el Acto siguiente es también muy tenso y casi cabe afir-
haya producido títulos como Lulu, hay que convenir que mar que quien puede con él puede con el resto de la
el estilo verdi ano no es. ni de lejos, lo que pretendían obra. Este es uno de los casos —análogo al de Rigoletto
esos coetáneos. No obstante, también resulta claro que en el Acto segundo o al de Aida en el tercero— en que
Verdi no es un autor para educar la voz, sino para can- Verdi solicita del protagonista tensión mantenida a lo lar-
tantes adultos, que deben formarse en los autores clási- go de much(*i minutos, con expresiones dramático-vocal es
cos y belcantistas. diferentes cuando no contrapuestas.
La gran aportación de Verdi a la historia del canto Tras de que Yago abra este segundo Acto con una
fue vincular éste a la eficacia dramática, de modo que espléndida escena a solo, la llegada de Otello provoca
cada estado de ánimo del personaje lenga reflejo directo el cambio de su curso, que se convierte en una sucesión
en la línea canora; además, en sus óperas, la estructura de dúos o piezas concertadas. Verdi gradúa admirable-
recital i vo-aria-cabaletta fue perdiendo progresivamente su mente —¿hace falta decirlo?— la progresión del prota-
rígida disposición secuencial y difuminando sus fronte- gonista, ignorante en principio de la supuesta infidelidad
ras. Tomemos un ejemplo paradigmático del Verdi de de su esposa, irritado luego por la insidiosa actitud de
primera madurez (1851), la gran escena de Rigoletto con Yago, y convencido luego por las malas artes de éste.
los cortesanos (y luego con Gilda) en el Acto segundo Tal progresión es, por razones obvias, mucho más rápi-
de la ópera homónima. El bufón pasa de la inquietud da en la ópera que en la obra teatral de Shakespeare,
mal disimulada (-Lará. lará-) a la violencia desatada y resulta así muy problemática de realizar escénicamente.
("Cortigiani"). Tras un pasaje en semiparlalo (-Dimmi Y en el terreno vocal las cosas no son más fáciles, por-
tu dove l'hanno nacosta») casi jadeante y muy agudo, que en el momento culminante —juramento de Otello y
que refleja su angustia, ésta se resuelve con un cantable Yago al final del acto: Sí, peí del— todo el esfuerzo an-
lírico que acaba por conmover a los cortesanos. Esta es- terior pesa en la voz del protagonista, que ya en su pri-
cena, de planteamiento vocal originalísimo. tuvo que ser mer dúo con Yago debe llegar hasta el Si natural agudo.
chocante para sus coetáneos. Para nuestros oídos, y a El cuarteto siguiente, a tempo moderado y en tesitura
poco que el cantante obedezca a Verdi, es muy emotiva, alta que ha de cantarse a veces piano, es muy fatigoso.
gracias a la humanidad que alcanza el personaje, logra- Tras él, un Ora e per sempre en donde el cansancio del
da por el autor al usar todos los recursos dramáticos a tenor a menudo se trata de encubrir con exceso de vio-
su alcance. lencia, cuando Verdi espera sólo una actitud vibrante y
potente pero no gritona. Y después del breve respiro que
Rigoletto es el máximo exponente de los personajes supone el sueño de Cassio a cargo de Yago, culmina
barilonales verdianos y uno de sus papeles más arduos. el Acto con el citado dúo Si, peí ciel, que en la práctica
A lo largo de los cuarenta años en que siguió escribien- también suele resolverse mal, de modo exagerado, con
do para la voz, Verdi no disminuyó sus exigencias un protagonista casi histérico ya, mientras que Verdi pi-
dramático-vocales, pero se alejó progresivamente de los de intensidad pero también nobleza: Otello es un distin-
estrictos requerimientos belcantislas. La propia evolución

64 Scherzo
OTELLO

guido militar veneciano para quien el juramento es cosa difícil aunque contiene, en rasgo típico de la parte, ata-
sagrada. El tempo es, además, moderado y no esa cabal- ques al descubierto en zona de paso y primer agudo
gata desenfrenada que nos suelen propinar, incluso, cé- —por ejemplo, sobre «pia creatura— que provocan
lebres artistas para encubrir insuficiencias vocales. Ano- auténticos descalabros: óigase el catastrófico Me Crac-
temos que, en disco, la gran versión de Enrico Caruso ken y compárese con el excelente Vickcrs de la primera
y Titta Ruffo. de 1914. sigue insuperada. grabación dirigida por Tullio Serafín.
Podemos recapitular lo dicho al principio de la expo- En conclusión, Otello requiere un tenor bien curtido,
sición: Otello requiere un cantante maduro y es lógico capaz de superar el segundo acto; con voz bien educada
que los tenores lo aborden a mitad o final de su carrera. y emitida, fácil y brillante en el agudo, pero no necesa-
El problema es si, para entonces, la voz conserva la fa- riamente dramática ni oscura: un timbre lírico con cuer-
cilidad en el agudo y el squillo que la parte pide. po y vibración o una voz de spinio pueden bastar si van
El acto tercero es menos duro vocalmente, aunque unidos a un acento verdiano. Un repaso rápido a la dis-
la progresión escénica sea aún más difícil de medir. Otello cografía revela que el Otello plenamente satisfactorio aún
acude, p remedí lamente, a provocar un conflicto con su no lia existido. Y. curiosamente, los intérpretes más com-
esposa a fin de descubrir su supuesta infidelidad. Su ac- pletos hoy. como Vickers y Domingo, no son tenores
titud es irónica pero, a la ve/, caballerosa y elegante, dramáticos, A Del Monaco, que casi lo era. le faltaron
al menos en las formas (escú- matices y una verdadera línea
chense los diversos adornos de de canto: pena, porque en el
su línea vocal). Las obscenas in- agudo era más imponente que
sinuaciones (>caldu mador ne los antedichos. Otros tenores.
irrora-). acaso sugeridas por como Vinay, Guichandut. Cos-
Yago, no son captadas por Des- siita o Mac Cracken, tampoco
démona, y sus respuestas ino- han ofrecido una zona alta con
centes, unidas a la necia insis- brillo, ni un acento verdiano
tencia en favor de Cassio. aca- bien contrastado. Lauri-Volpi,
ban por hacer perder la com- que sí poseyó tal cualidad, y una
postura a su consorte cuando, voz squifiante. grabó una selec-
por tercera vez, reclama el pa- ción amplia de la obra, tal vez
ñuelo (las dos primeras no de- demasiado tarde (1941, con cua-
ben gritarse). La violencia del renta y siete años) en la que,
moro culmina en la célebre fra- con todo, pueden oírse momen-
se -quella vil cortigiana» en la tos auténticamente verdianos.
que la voz debe enfrentarse a acaso los más ajustados al per-
un Do agudo opcional. La fuer- sonaje en toda la díscografía.
te tensión reprimida provoca el Lástima que Franco Corelli, con
total hundimiento de Otello, que voz idónea para la parte, no ha-
Verdi expresa en un espléndido ya grabado más que algún frag-
monólogo muy bien matizado: mento aislado.
•con voz sofocada y extrema-
damente piano-. En su primera
mitad la voz apenas se mueve Desdémona y Yago
del La bemol central. Es curio-
so que esta página sea un fra- El papel de Desdémona,
caso casi colectivo de todos los mucho más sencillo en teoría,
tenores que la han grabado. Su Titto Gi}bbi: El Yago más satánico ha conocido en disco recreacio-
mejor intérprete. Jon Vickers. logra un éxito pleno y nes de alta calidad, comenzando por la espléndida, vocal
acierta a reflejar el abatimiento del protagonista —y, de e interpretativamente, de Renata Tebaldi (su primera ver-
paso, a conmovernos profundamente— gracias a una es- sión con Erede en particular) y siguiendo con Victoria
crupulosa observancia de lo que Verdi pide. En el final de los Angeles. Mirella Freni. Renata Scotto y Margare!
de este acto se sitúa el único momento del drama musi- Price, todas ellas voces líricas, como pide la parte. Los
cal en que vemos a Otello degradarse. Sólo entonces se extremos de su tesitura (Si bemol 4 y Do bemol 5; Si
justifica su comportamiento incontrolado, salvaje, semie bemol 2) no deben ofrecer problema a este tipo de vo-
pileótico, cosa que, como ya he insinuado, muchos céle- ces. El momento de mayor dificultad dramática es, sin
bres tenores, presentes y pasados, nos obsequian ya des- duda, el dúo del Acto tercero con Otello. La larga esce-
de mitad del segundo Acto. El cuarto y último pertenece na del sauce, bastante comprometida, posee una escritu-
a Desdémona. con la que Otello tiene un breve dúo en ra favorable para una voz dulce y que domine la regula-
el que, violento pero no desaforado, se cree con derecho ción de volumen. También han sido notables intérpretes
a vengar su honra ejecutando a su esposa allí donde ha Leonie Rysanek, Gwyneth Jones, Katia Rícciarelli y Her-
pecado. Al final, consciente del trágico error al que le va Nelli.
han llevado tanto la insidia de Yago como su torpísima Yago es quizá el personaje más rico, matizado y com-
credulidad, revisa su vida y vuelve a ser el militar noble plejo de la ópera; tan es así que Verdi consideró la posi-
cuya única salida es reunirse de nuevo con su adorada bilidad de designarla con su nombre. De su desarrollo
Desdémona. El aria Niun mi tema no es especialmente es motor y agente muy activo: interviene apenas comen-

Schcrzo 65
DOSIER

zado el primer Acto y excepto en el último, en el que ¿Qué voz de barítono se necesita, pues, para esta par-
apenas canta, su papel es preponderante. También tiene te? Como en el caso de Otello, uno muy experimentado,
dura faena en el segundo Acto, sobre todo si lo canta sólido en toda la extensión, y dúctil y flexible para la
como Verdi pide. Pero vayamos por partes. media voz y para el pianísimo que Verdi exige. Y a pe-
Uno de los rasgos más sobresalientes de su línea vo- sar de que en el Credo hace falta potencia para competir
cal, o de su acompañamiento orquestal, son los numero- con una orquesta bien nutrida, tampoco esta página re-
sos adornos —trinos, apoyaturas, monjentes— que han quiere un barítono dramático; para Verdi siempre cuen-
de ser cuidadosamente respetados, en cuanto que Verdi ta más la intensidad y justeza en el acento que la es-
les atribuye un papel esencial a la hora de subrayar el tricta potencia vocal. No en balde uno de los mejo-
carácter siniestro del personaje. Es curiosa la utilización res Yagos en las grabaciones completas de esta ópera
de este recurso, típico del belcanto, aquí con resultados es Giuseppe Valdengo —espléndidamente secundado
opuestos a los habituales. Así, por ejemplo, cuando en por Toscanini— que era un barítono más bien claro,
el Acto I Yago explica a Rodrigo cómo Cassio usurpa no dramático (como sí lo fueron Titta Ruffo o Cornell
el grado de capitán, que a él debiera corresponde ríe. Mac Neil) pero, asimismo, un cantante correcto e in-
mientras que ha de contentarse con el de alférez, sobre teligente. Análogo el caso de Taddei. También tiene
la palabra -alfiere- Verdi escribe un trino en pianísimo, gran interés el Yago de Fischer-Dieskau, barítono muy
de cuyo carácter despectivo no lírico, que encuentra aquí y
puede dudarse, tras de que Ya- en Rigoletto sus mejores pa-
go se haya referido a su señor, peles ver dianos, gracias a su
como «sua moresca signoría». inteligente fraseo y a su capa-
La línea vocal en el Credo ca- cidad para el matiz. Intere-
rece de adornos, pues su expre- santes también Warren, Gobbi
sión es, sin disimulo, brutal y y Milnes, aunque no exentos
demoníaca; pero los oímos con de exageraciones con que pre-
abundancia en la orquesta, so- tenden vanamente mejorar el
bre todo en las maderas, fuer- original: el caso más notable
temente disonantes, con carác- ocurre cuando Yago dice a
ter satánico, parecido al que su- Otello haber visto el pañuelo
braya el triunfo de Yago al fi- de Desdémona en manos de
nal del tercer Acto, cuando pi- Cassio, frase que Verdi pide
soteando la frente del transtor- «pianissimo y cupo» y que tan
nado Otello exclama: -Ecco il a menudo se suele vociferar.
leone». Recordemos, finalmen- En tiempos recientes el disco
te, el brillante tratamiento de su nos ha ofrecido también la in-
línea vocal en el brindis, muy terpretación de Protti (media-
aguda, que lleva la voz hasta el na), Bacquier (muy mala) y
La 3, nota excepcional en el ba- Bruson: éste sería excelente
rítono verdiano. con una voz más extensa y
Pero frente a esta escritura timbrada.
de aspecto casi belcantista, te- Como vemos, el personaje
nemos la del citado Credo, mo- no queda netamente centrado en
mento en que Yago revela su una tipología bar i tonal definida
verdadera naturaleza. Y aquí dada su extraordinaria comple-
hallamos al barítono típico de Una pareja famosa, Scotw-Domingo jidad dramático-vocal, aunque,
la madurez verdiana: vigoroso, en conjunto, diversos cantantes
dramático, con expresión tensa y bien contrastada, tanto han estado muy cerca del éxito pleno, al contrario que
en tesitura como en dinámica, con trabajo repetido de en el caso de Otello.
la zona alta (Do 3-Fa sostenido 3) para luego, sin transi-
ción, descender hasta el La sostenido 1. Pocas veces se
ha logrado, en toda la historia de la ópera, reflejar vocal-
Los secundarios
mente, con tanto acierto, la maldad químicamente pura.
La llegada de su señor cambia de inmediato su expresión
escénica y vocal, adoptando Yago un tono melifluo, ino- Ninguno de los restantes personajes requiere voces
cente, salvo en el pasaje durante el que lo previene en de primera fila. No obstante, es necesario cuidar la dis-
contra de los celos («una hidra ciega, tétrica, siniestra...*). tribución de estos papeles, tanto en el teatro como en
Esa inocencia, hábilmente fingida, halla su culmen al re- el disco. En concreto, Cassio y Emilia toleran mal los
ferir el sueño de Cassio que Verdi ha matizado hasta cantantes mediocres que pueden arruinar el cuarteto del
la exageración, llegando a pedir un hiperpianísimo con Acto segundo o el trío del tercero. En todo caso, un
siete p. Pasando a terreno práctico, diremos que, así co- tenor lírico y una soprano o «mezzo» que contraste tím-
mo el Credo ha conocido interpretaciones muy buenas bricamente con Desdémona pueden ocuparse dignamen-
(Amato, Ruffo, Taddei, Gobbi, Valdengo) para escuchar te de esas partes.
un sueño como Verdi pide hay que remontarse hasta Bat-
tistini, aunque Tibbett y Gobbi también son notables. Roberto Andrade Malde

66 Scherzo
NOVEDADES

PUCCINI
1 DE PRÓXIMA
PUBLICACIÓN
MANON
ILESCAUT
MONTSFR K AT CABALLÉ
PLÁCIDO DOMINGO

NLH linnnn.nfnVLvOiioifyíPA

BAftlOLETTI

'•''"Wfozart" |BBgÍSt>>tlVf;RGNE Luciano Pavanmi • Mínala freni


COSÍFANTUTTE
|H I ' . I M . \ \ \ I S i i \ líF \\H kl
VümuoSanintni

BernardHaitink

SVIATOSLAV
RICHTER
OP)1

CARLOS KLIIBÍR

•»SCHU8ERT.w«ND£fiífl
DOSIER

OTELLOS FAMOSOS
N una carta a Ricordi de principios de 1886 italiano. En cierto sentido equivalente al Heldentenor
E Verdi declara: -Yo no he escrito nunca para
tal o cual artista, observando las partes ya
compuestas (de Otello) no encuentro quien me con-
alemán y con algunas similitudes con dos papeles de
otra órbita lírica: el de Eleazar, de La judia, de Ha-
lévy y Sansón, de Samson el Dalila, de Camille
viene». Dos cantantes, sin embargo, se barajaban pa- Saint-Saéns.
ra la interpretación de la esperada nueva ópera del Desde la fecha del estreno de Olello, 1887, la lista
maestro: Angelo Masini, quien había estrenado Aída de intérpretes que se han atrevido con el papel puede
y la Messa di Réquiem, y Francesco Tamagno. Aun- considerarse reducida. El miedo, quizás, a lo que po-
que Masini es rápidamente descartado en favor de Ta- díamos denominar la otellitis, es decir, el recelo a
magno, Verdi desconfía de la capacidad de éste: -No descolncar la voz. a bajarla, y perder por ello las
canta..., bala... En muchas cosas iría bien, en otras notas agudas. Pero Tamagno compatibilizó el Moro
muchísimas, no. Hay numerosas frases largas, liga- con Guillermo Tell, que cantaba a lo Duprez, con lo
das, dichas a media voz, cosas imposibles para él. cual tal temor resulta injustificado. De hecho, abun-
Canta siempre a plena voz y de no ser así el sonido dan los intérpretes de Otello provenientes de la cuer-
resulta tosco, estruendoso...* A falta de otra oferta da baritonal, así como los tenores que lo han incorpo-
más satisfactoria, Verdi acepta finalmente a Tamag- rado al final de su carrera. Por otro lado, felizmente,
no, con quien ensaya el papel compás a compás, nota de todos (o casi) los destacados Otello ha quedado
a nota. El éxito del estreno parece haber contentado constancia discográfica, aunque en muchos casos sea
al Maestro: «Tamagno canta aproximadamente lo que parcial.
yo he escrito», diría. Sin embargo, sus más encendi-
dos elogios serian para Víctor Maurel, Yago.
El primer Otello
Características del papel Francesco Tamagno (1850-1905) fue el tenor de los
papeles más comprometidos, de voz clara y brillante,
Giacomo Lauri-Volpi analiza de esta manera el pa- agudos esplendorosos, dicción palpable. En definiti-
pel de Otello en Cristalli viventi: -La vocalidad de va: e! modelo de tenor italiano de fuerza, heroico.
Otello, llamada de tenor dramático, traiciona a menu- A principios de siglo, quincuagenario, grabó tres mo-
do la predilección de Verdi por la voz de barítono. mentos de la ópera: Esultate, Ora e per sempre ad-
dio, Niun mi tema. Este legado sirve, sin paliativos,
La tesitura tiene contrastes terribles: en el acto I, des-
pués de un tonante Esultate, viene un dúo de amor como modelo referencial. La interpretación está muy
genuiñámente tenoril: en el segundo y tercer acto, la limitada por la presencia del micrófono que le resta
incertidumbre entre barítono y tenor se hace demasia- espontaneidad. Cantado con notoria lentitud y decla-
do evidente; el acto final exige un barítono». mación incisiva de mucho efecto. La voz es robusta
Precisando: la tesitura de Otello comprende dos oc- con un ligero víbrate La página de la muerte está
tavas completas, del Si grave al Si 3, utilizado prefe- adornada con jadeos estentóreos de muy mal gusto.
rentemente el registro medio y grave de la voz con ¿Se lo pediría así Verdi? Simplemente puede ser to-
repentinas y brillantes escaladas al agudo. La expre- mado también como un énfasis del cantante para enri-
sión musical es compleja: canto declamado abundante quecer la interpretación en un medio que desconoce.
al lado de expansiones de gran lirismo melódico y Tamagno, en gran medida, eclipsó a sus comtem-
numerosas frases, largas o cortas, que reclaman un poráneos Otellos. Es necesario, sin embargo, hacer
considerable vigor dramático. Estas características mención de Albert Saleza quien estrenó el rol en Pa-
pueden verse resumidas en un momento capital de rís, cantado en francés, en 1892, con asistencia del
la ópera: el monólogo del acto III Dio, mi polevi autor. Tres importantes tenores italianos del período
scagliar. La primera sección, de frases anhelantes, triunfaron con Otello: Franco Cardinali, Francesco
sofocadas, medio recitadas, se contrasta con el can- Marconi y Giovanni de Negri. Jean de Rezské lo can-
to amplío y ascendente a partir de «Ma o pianto o tó con éxito concluyendo su brillante carrera. El fran-
duol», para finalizar con las exigencias de fuerza cés Albert Alvarez es digno también de cita par-
y tensión en las palabras que preludian la aparición ticular.
de Yago.
Escénicamente, además, el rol de Otello requiere
asimismo especiales cualidades de presencia y actua- Zenatello
ción, que en otros cometidos del repertorio italiano
pueden ser tranquilamente obviados. Giovanni Zenatello (1876-1949) ha dejado constan-
Verdi, pues, con el personaje de Otello, creó sin cia de su creación de Otello en diferentes momentos
duda una nueva tipología vocal, sin precedentes en de la carrera. Fue el legítimo sucesor de Tamagno
su obra y en la de sus antecesores, salvo, quizás, el y dominó el personaje en su época, cantándolo más
Pollione de Norma, la categoría de tenor dramático de quinientas veces. Escuchando las distintas graba-

68 Scnerai
OTELLO

Ciovanni Martbtelli
dones que de Zenatello se con-
Leu Slezak (Tres Oteltos clásicos)
servan descubrimos en él al Ote-
llo que más se aproxima al ideal Años 30 y 40
verdíano. Por autoridad vocal e
inteligencia interpretativa. Por Dos décadas en la que no surge un Otello espe-
ejemplo, su ataque del Esultale cialmente representativo. Quizás podría haberlo
(1927) es modélico. La presen- sido, si no hubiera desaparecido prematuramen-
tación del héroe no puede estar te, el tenor chileno Renato Zanelli (1892-1935).
más claramente manifestada. El _ -_ Excelente actor. Zanelti dio a su Otello color ba-
. , i i c- ii Francesco Tamagno ritonal y precisa lectura, como puede comprobar-
paso de la voz del Si al La agu- se en el magnífico registro del Dio, mi potevi de 1929
dos, con una acciacalura magistral, en la primera frase dirigido por Cario Sabajno.
L'uragaru» no ha sido igualada. Tierno y apasionado, Antonin Trantoul (1887-1966) merece la relación
a pesar de no respetar las imposibles indicaciones ver- por haber sido elegido por Toscanini. prefiriéndole
dianas, aparece en el dúo del primer acto con Desdé- a Lauritz Melchior. Fue un modesto y accidental Ote-
inona. lamentablemente no grabados en su totalidad llo, mas justamente destacado en otras parcelas del
tanto en 1910 con Lina Pasini-Vitale como en 1927 repertorio italiano y francés.
con la argentina Hiña Spaní. Giovanni Martinelli (1885-1969) se prodigó como
En Ora e per sempre addio el derrumbe moral Oídlo en los últimos años de su carrera. De él se
del moro está desesperadamente manifestado. En conservan tres integrales en vivo de la ópera:
la despedida. Ni un mi lema, transmite una perdu- 1938-1940-1941, aparte de fragmentos aislados. Mar-
rable sensación de vacío y abatimiento. Tenemos tinelli puede igualarse en estatura con Zenalello. acep-
la infinita suerte de que His Masters Voice regis- tando la peculiaridad de su timbre y su original per-
trara en vivo, con lógicas imperfecciones, una re- sonalidad. De cualquier modo, se nos antoja que su
presentación de Otelin en el Covenl Garden del 17 acercamiento al papel fue demasiado tardío.
de junio de 1926. Se grabaron todas las partes del De Francesco Morí i (1887-1976) se conserva en dis-
tenor, salvo las cantadas con la soprano, porque co una memorable versión del dúo del acto I con una
la intérprete (Lotte Lehmann. nada menos) estaba Claudia Muzio. corta de aliento, pero extraordinaria.
bajo contrato con otra firma discográfiea que lo Merli liie un creíble Otello, particularmente en La Sea-
impidió. Zenalello, con cincuenta años, a pesar de la, brillante e incisivo. Mantuvo el papel hasta 1947.
ligeras incorrecciones, da la más estimulante ver- cantándolo en Caracalla con una jovencísima Renata
sión que haya podido escucharse. Tebaldi.
Zenalello monopolizó prácticamente Otello en las
En 1942 Giacomo Lauri-Volpi (1891-1979, canta
décadas del diez y el veinte. Pero tuvo también el
Otello en La Scala de Milán y luego en el San Cario
Moro dos intérpretes sobresalientes: Loo Slezak y An-
de Ñapóles. Un Moro de corte lírico, muy bien can-
tonio Paoli. El primero, de impresionantes medios sa-
lado, pero indudablemente incapaz de satisfacer todas
biamente manejados y de imponente prestación escé-
las exigencias del papel.
nica. El segundo, puertorriqueño, menos asiduo en
el papel, de voz poderosa y resistente, a veces, indis- Para Aureliano Pertile (1885-1952) supuso Otello
ciplinado, fue Otello en Madrid en 1905. Mención su despedida de la escena, nada más alejado de su
especial para otro notable del período: el irlandés personalidad musical, en principio, este héroe verdia-
John O"Sullivan. Y un recuerdo para el inglés Franz no. Pero Pertilc era un talento artístico de primer or-
Mullings. den y su Otello era de frases, de momentos, de esla-

Sthera.
DOSIER

llido repentino de genialidad aquí y allá. Queda in- zaría apresuradamente. Su Otello está perfectamente
cuestionable constancia de ello en el dúo del acto III estudiado (pensemos en la autoridad de Toscanini).
con Gina Gigna y en el Si, perl del con Benvenuto bien asimilado, pero las características innatas de su
Franci. voz, a menudo, le limitan o traicionan. El resultado
José Luccioni (1903-1978) es Olello a partir de 1943. global, ineríiorio.
Como sus predecesores. Cesar Vezzani y Henri de Mario del Monaco (1915-1982) demasiado pronto
Saint-Cricq. un Moro genuinamente francés, quizás enfrentado con el papel, lo fue madurando paulatina-
algo sobrevalorado por sus compatriotas. Vo/. de cierto mente. Es, con cierta justicia, considerado el Olello
empuje y poderío, destacaba en los pasajes más ex- indiscutible de su generación. A su favor sumaban
trovertidos del rol, con un instrumento de aceptable la bel le/a broncínea del timbre (aquí sí había un te-
calidad. nor), la valentía de la emisión, la vitalidad de su con-
Nicola Fusati merece ser relacionado simplemente cepción En contra: uniformidad y esquematismo ex-
por figurar en la primera edición ¡niegral de ta ópera. presivos, tosquedad lírica. Se impone de nuevo la va-
realizada con La Scala de Milán en 1930, bajo la di- loración en conjunto. Del Monaco ha dejado dos ver-
rección de Cario Sabajno y con un impresióname Apo- siones en estudio (Erede y Karajan), varias en directo
llo Graniorte. y. coino tuvo la suerte de alcanzar los inicios de la
difusión de la imagen, una realización televisiva de
la ópera para la RAÍ como Carteri y Capecchi con
Años 50 la dirección de Tullio Serafín.
Otro Otello de los años cincuenta, menor que Vi-
En la temporada 1947-18 el chileno Ramón Vinay nay y Del Monaco, pero de digna consideración, fue
(1914) debuta en La Scala como Otello bajo la direc- el tenor argentino Carlos Guichaudul, venido también
ción de Víctor de Sabata. Previamente (pocos días an- de la cuerda de barítono.
tes) había cantado la obra con Toscanini. editada en
disco. De Vinay se conservan además dos representa-
ciones en vivo, de 1948 con Fritz Busch y de 1951 Inciso: los Otellos alemanes
con Furtwangler. Vinay es decididamente un barítono
que canta Alemán lomado el término en un sentido muy ge-
de tenor. neral: de caneantes adscritos al repertorio germano,
Como ba- independientemente de su nacionalidad. Con la singu-
r ítono lar vocalidad de Otello y la reducida oferta por parte
empezó la del colectivo italiano, hicieron lógico que el rol ver-
carrera y diano tentara a numerosos Heldentenoren. La mayo-
como [al ría de las voces con resultados notables, si no sobre-
la finali- salientes. Por otn> lado, fueron incursiones aisladas

Jim Vickers (Izquierda) y Mario del Monaco (Dcha.). Dos Oleilos modernos

70 St;herzi>
ÓTELO

o, por lo menos, no de referencia. Las más de las mingo es un cantante trabajador, profesional y carís-
veces cantadas en la traducción alemana, con la con- mático. Su interpretación de Otello, desde su debut
siguiente desnaturalización de la parte. Se relacionan como lal en Hamburgo en 1975, ha ido mejorando.
a continuación, sin entrar en detalles, en orden cro- Hoy es un Otelto sincero, voluntarioso, con mucho
nológico, varios y fundamentales ejemplos: Jacques atrativo escénico. Pero a su voz, ancho y bello, aun-
Urlus, Hermann Jadlowker, Helge Roswaenge, Tino que bastante limitado, instrumento lírico, le falta en
Patiera, Franz Vólker, Ralf Torsten. Max Lorenz. Peler Otello tamaño (no se tome, por favor, la palabra co-
Anders, Erich Witte y Wolfgang Windgassen. mo fácil juego alusivo).
Conviene detenerse un momento en un cantante del En estos últimos tiempos, y sin que la relación su-
grupo no relacionado anteriormente: Lauritz Melchior. ponga un reconocimiento, sino simple constatación,
Toscanini buscaba ansiosamente un Otello y animó han vestido el ropaje del Moro (la mayoría de las ve-
al tenor danés a incorporarlo. No se fascinó por los ces ha sido sólo eso, vestirlo): Charles Craig, Vladi-
resultados, prefiriendo, como vimos, a Trantoul. Sin mir Atlantov, Renato Francesconi, Gilbert Py, Pedro
embargo, los fragmentos grabados por Melchior (me- Lavirgen, Gian Franco Cecchele y Franco Donisolli.
jor los cantados en alemán, ya que su italiano es bo- Para celebrar los cien primeros años de Oteüo, José
rroso) nos parecen deslumbrantes. Carreras tomará contacto con él. ayudado por Kara-
jan. Como anticipo hace poco ofreció el dúo del pri-
Después de Del Monaco mer acto con Montserrat Caballé
en el homenaje dado por el Liceo
Por los años 60 citamos de pa- a la soprano en sus treinta años de
sada la irrelevante, pero esforza- carrera. Sobre este Otello de Ca-
da, interpretación que del Moni hi- rreras el tiempo informará.
zo por importantes teatros Pier Mi-
randa Ferraro. En Madrid, muy
cuestionado, lo cantó en 1967. Los que no Fueron
En 1964, un tenor americano, Ja- Enrico Caruso (1873-1921) es el
mes Mac Cracken (1926) sustitu- que inmediatamente atrae la aten-
yó a último hora a Mario del Mo- ción. La voz de su madurez se
naco en una producción del Covenl muestra idónea: centro y grave ba-
Garden. Poco después lo registra ritonal, agudos impresionantes. Las
con Barbirolli. Su Otello gozó de partes que registro son elocuentes.
mucho prestigio, sobre todo en Hubo un proyecto, luego desecha-
América. En 1988 repite el éxito do, de cantarlo en el Metropolitan
en Londres. Su interpretación es con Rosa Ponselle.
imponente en escena, por la entre- El caso de Bernardo De Muro
ga y apasionamiento. Vocalmente, (1881-1955) tiene matices diferen-
tiende al amaneramiento y al ex- tes. El mismo lo explicó: -Me pa-
ceso, manejando un medio impor- rece ridículo ver a un hombrecito
tante por el volumen. pi>co atrac- (De Muro medía alrededor del me-
tivo por el color. Con dicción im- tro sesenta) gritando a un grupo de
perfecta, logra momentos sinceros. personas. En el teatro es indispen-
al lado de otros de difícil Laurí Volpi, un Ottlío singular sable tener el físico adecuado al
aprobación. personaje». Los fragmentos dejados por De Muro ilus-
Mucho más interés merece la concepción de Jon tran acerca de lo que sería su otra talla, la musical,
Vickers (1926). No juega a su favor el particular y en Otello.
atípico color vocal, que incluso puede provocar el re- Georges Thill (1897-1984) dejó penetrantes fragmen-
chazo. Pero el instrumento está manejado con origi- tos grabados, pero rehuyó presentar el rol en escena.
nal destreza. Su visión de Otello es muy personal. Jussi Bjoerling (1911-1960) murió cuando en su agenda
elaborada e inteligente. Tiene dos grabaciones com- figuraba el registro completo de la ópera.
pletas de la ópera; preferible la de 1960 con Tullio Apostamos por dos tenores que no se han atrevido
Serafín a la de 1974 con Karajan, donde el protago- con el papel, disfrutando de los presupuestos necesa-
nismo de la batuta asfixia al solista. rios para un feliz resultado: Franco Corelli (1921) y
Richard Tucker (1913-1975). Corelli acortó su carre-
Los últimos Otello ra por problemas nerviosos, la peor amenaza que puede
acechar a un cantante. Tucker, en una perdurable y
Georg Solti para la plasmación discográfica de Ote- gloriosa madurez, podría haberlo intentado, pero su
llo eligió al tenor argentino Cario Cossuta (1932). Cos- muerte nos dejó con la incógnita.
sutta satisface holgadamente las exigencias musicales Para terminar y mirando hacia atrás, en estos cien
del Moro, que es ya un requisito importante. Pero años de andadura de Otello, se nos hace presente una
no logra penetrar en el interior del personaje, poco frase de Rodolfo Celletti, que quizás complete el con-
ayudado por el énfasis y la brillantez de la dirección. tenido de esta nota; -En realidad Verdi fijó unos idea-
Llegamos ahora al que se presenta como el Otello les dramático-musicales en Otello, independientemente
de nuestros días: Plácido Domingo. Una prueba evi- de los resultados prácticos que pudieran conseguirse».
dente más de la penuria canora por la que atravesa-
mos hoy en cualquier parcela del mundo lírico. Do- Femando Fraga

Scberzo 71
DOSIER

TODOS AMAMOS
A CASSIO
I, vocalmente, la ópera Otello está centrada en el Cassio es su amante, o sea. que quiere ocupar el lugar de

S eje Otello-Desdémona, o sea, tenor-soprano, con un


eco del primero en el barítono, según el esquema
tradicional, dramáticamente, lo que ocurre en escena se ali-
Cassio. Otello quisiera gustar a Desdémona como supone
que a ella le gusta Cassio, calentar su piel helada y casta,
correcta en el matrimonio, indiferente en el amor. Yago
nea sobre otro eje: el que se tiende entre Yago y Cassio. mismo quiere ocupar el sitio de Cassio en la jerarquía mili-
Con toda la astucia del mundo Verdi ha distribuido la tar de Chipre. Yago, que desprecia a todos (Emilia es una
tesitura de los tres varones principales (Otello, Yago y Cassio) esclava impura, Otello es un salvaje de labios hinchados,
según un orden de familiaridad de las voces: Yago es el las mujeres promueven un estupido amor en que se ahogan
barítono y se desenvuelve en la les i tura media; Cassio es los hombres) no desprecia, sin embargo, a Cassio, porque
un tenor convencional, que parle del pasaje hacia el agudo; para él. como queda dicho, también es el coqueto capitán
Otello es, en cierto modo, ambos a la vez, un barítono con una suerte de ideal: Cassio es el hombre en quien Otello
agudos de tenor (esto se comprueba en la historia de los ha confiado antes que en Yago. A su vez, en el brindis,
Oídlos que, como Vinay, Melchior o Guichandut, han sido Yago indica a Rodrigo que Cassio es su obstáculo, que está
barítonos antes que tenores). Esta superposición y síntesis en su camino hacia Desdémona. Todos los senderos condu-
de opuestos tiene un sentido dramático: Otello es un punto cen a Cassio, que duerme, desnudo, acariciándose a sí mis-
de encuentro o de reposo en la tensión Yago-Cassio. Des mo, pura y mera fantasía que contienen las fantasías de
démona es la contrafigura femenina, la mitad alejada de todos los demás.
hembra que tiene el negro varón de Chipre, tan alejada que,
aunque es su esposa, no coincidirán en la figura del hijo.
Otello es la pasión estéril que se ha equivocado de objeto. La vorágine de los celos
Tal vez, ésta sea la ley trágica de las pasiones: una ilusión
óptica que prefiere la muerte a la vida, lo infructuoso a Aquí se abre el tópico insistente del drama: la descrip-
lo paterno. ción de los celos ¿Por qué Otello es un celoso? Dejando
de lado cualquier intento de verosimilitud psiquiátrica, co-
A mayor abundamiento, en el texto de Boito, sabemos mo el de ver en el moro a un epiléptico o un delirante
vagamente que Otello tuvo una madre, pero no un padre. celotipia) (¿cuál era el sistema gastrointestinal de la Gio-
Desdé mona no tiene padre ni madre (sí en Shakespeare, conda, qué grupo sanguíneo tiene la Venus de Milo?), se
donde se ve que la mujer, como viene ocurriendo desde puede ver en Otello a un celoso porque se siente desvalido
Eva, se enfrenta a la ley. representada por su padre, y de- ante el abismo de ignorancia que se abre en el centro del
sarregla el tinglado en favor de un desorden afectivo e infernal). ser amado.
¿Por qué Yago y Cassio organizan el eje sobre el cual Otello ama a Desdémona, pero Desdémona, acaso por-
si: monta la fábula? Yo diría que es porque Yago represen- que toda mujer es misteriosa, escapa a su conocimiento y,
ta el otro oculto de cada personaje y Cassio representa la por lo mismo, a su dominio. El, que todo lo puede, que
fantasía de plenitud de cada personaje. En Rodrigo, en Otello vence en todas las batallas, que se ha zafado de las cadenas
y en Desdé mona hay un doble desconocido que Yago logra de la esclavitud, que ha trepado toda la escala social, desde
movilizar hacia el lugar que ocupa Cassio. Todos quieren siervo a Duce, no puede saber quién es la mujer que ama,
llegar a donde Cassio está, identifican sus carencias con Guardami in facía, dimmi cki sei: Hay una fantasía de muerte
él, creen que él las colmará. Todos aman a Cassio, que en su aproximación a Desdémona. Desde el primer dúo de
es la imagen de la divina pasión por sí mismo, una suerte amor, al final del acto primero, suena en la orquesta el
de enigmático Narciso encerrado en su fuente, codiciable motivo del beso, que se oye al terminar la ópera, cuando
y onanista. Otello besa la boca de un cadáver. La mejor amada es la
Entre los aciertos dramáticos del film de Zeffirelli (no amada muerta, la que no puede ya escapar al dominio del
son muchos) figura, precisamente, la secueitcia en que Ya- amante.
go le cuenta a Otello el sueño de Cassio (Era la notte, etc). El moro es celoso porque ama, ya que amar es querer
Otello envidia en Yago el que durmiera cerca de Cassio, al otro, es decir, someter al otro al propio querer. En tanto
que lograra sorprender al dios solitario en su secreto cen- el otro se desujeta del amor porque es, por su parte, un
tral. A su vez, en el fondo de la fantasía de ese caudillo sujeto, escapa al querer de quien ama y genera el espacio
negro, hay un joven rubio de impersonal belleza, una suer- de ignorancia en que se instalan los celos, esa errancia de
te de pintura del quattrocento dotada de carne y de movili- la imaginación del amante por la oscuridad de la amada.
dad, que sueña con Desdémona: pero Desdémona es el mismo, Para realizar el amor hay que encerrar a la amada en un
es el cuerpo dormido de Cassio que los brazos de Cassio espacio solitario, como hace el narrador proustiano cuando
acarician masturbatoriamente a la altura de los pechos, que secuestra a Albertine. Desdémona debería estar metida en
es donde, con vencí oralmente, se suele acariciar a las mujeres. un serrallo, donde sólo pudiera llegar la mirada de Otello.
Rodrigo quiere seducir a Desdémona, suponiendo que evitando que la alcancen las miradas del resto de la gente.

72 Scherzo
OTELLO

..J

Finurínes para Desdémona y Olelio de Piero Fagginni para el Teatro de La Zarzuela en 1985

Sólo así Desdémona sería el otro exclusivo de Ole I ID y el rio. Poesía y música los describen nada más empezar el dra-
delirio celoso carecería de lugar. ma: tempestad, noche lunática, hoguera efímera, embria-
También podemos pensar en la insuficiencia sexual de guez y locura se adueñan del proscenio desde el primer
Otello. En Desdémona yace la medida de su potencia, por acorde de la ópera, hasta que lo despueblan en un juego
oso ella es el Duce del Duce, el amo que somete, desde de aniquilación, dispersando los cadáveres en la alcoba de
la servidumbre, a su amo, conviniéndolo en esclavo. Des- Desdémona y obligando a la fúnebre caída del telón final.
démona. helada y casia, desdeña la potencia de Otello. es Releída por Boilo a fines del siglo XIX, la tragedia de
la medida de su impotencia. Poco importa averiguar si en Yago, el villano característico del teatro isabelino. el des-
la realidad de los hechos Otello es impolente o Desdémona pertador del alter ego maligno y demoníaco que todos aca-
Icresulta amable pero no excitante. De nuevo: los persona- riciamos en nuestra intimidad, se convierte en la tragedia
jes del arte no tienen mas que su ficticia realidad. Pero del hombre en un desértico mundo sin dioses, donde reinan
importa, en cambio, la fantasía de insuficiencia sexual que la pasión política y el ansia de demonio. Por eso Boito hace
está en la base de los celos moro seos: Desdémona no me decir a Yago su credo (como lo hace decir a Barnaba en
quiere porque soy negro y viejo, ella desea a mi contrafi- la Gioconda de Ponchielli): no hay otro mundo, no hay
gura, a un joven rubio. cúpula celestial, no hay trascendencia. La mirada de Dios
no nos vigila ni nos identifica. El mundo es una telaraña
¿Es que. acaso, Otello mantiene virgen a Desdémona. de miradas humanas que se dirigen unas a otras como dar-
postergando su noche nupcial, para no encontrarse con la dos conquistadores. Las relaciones entre los hombres son
realidad de la mujer, para no convertirla en una hembra relaciones de poder, todos quieren apoderarse de los demás
frígida, o ardiente, o que ama a otro y le demuestra a su como si los demás fueran cosas abandonadas en el páramo
esposo legal que él no la estimula lo suficiente? A lo largo de la Creación.
de la ópera el perfil de Desdémona t i m o una virgen se
repite. Véase el homenaje a la Madonna del segundo acto La música de Verdi es como un inmenso gesto de pie-
y la constante obsesión de Otello por la castidad de su mu- dad dirigido a esta humanidad huérfana, hija de un Dios
jer, es decir, por su frialdad. El no la quiere como hembra, sacrificado por la civilización profana. Verdi quisiera ocu-
la quiere glacial, tal vez fría como la muerte: la quiere ob- par el lugar de Dios y restituir la protección paterna sobre
jeto, para que no escape a su fantasía, para que se ilumine, ese hatajo de hijos descarriados. El también ama a Casi ¡o,
con la helada luz de la muerte, el tenebroso abismo que porque Cassio, tal vez. al ser la inocencia del deseo que
hay dentro de Desdémona. se desea a sí mismo, desnudo y dormido, está prometiendo
una nueva religión, el culto al superhombre en que la figu-
Todos los personajes, en el claustro de su alma, encie- ra humana, divinizada, ocupa el lugar de la antigua divini-
rran un monstruo que intentan domesticar sin atreverse a dad inaccesible y muerta. Tu sei l'ecco dei delli miel.
identificar. Yago es como el domador de esos monstruos,
el que les abre las jaulas para que se apoderen del escena- Blas Matamoro

Scherzo 73
OTELLO Y LA OPERA
NACIONAL ESPAÑOLA
N un excelente y luminoso ensayo publicado hace en su, por otra parte, delicioso libro Gracias y Desgracias del

E pocu tiempo en el Jornal de Letras, Artes e Meias,


de Lisboa, en su número 246, Eduardo Lorenco nos
da alguna de las claves que pueden explicar no ya la importan-
Teatro Real.
Rica fue la temporada 1890/91 en el Teatro Real. Por ejemplo,
el diecisiete de diciembre, también de 1890, se estrenó en Es-
cia de Oleílo en cuanto se refiere a su densidad dramática di- paña Cavallería Rusticana, de Pietro Mascagni (sólo siete me-
gamos exlema, sino esencialmente a la inlrahistoria del teatro ses más larde que su primera representación romana), comple-
shakespeariano en sus más profundas asimilaciones y deriva- tándose el programa con el estreno absoluto de la ópera de
ciones respecto a un total hilo conductor. Emilio Serrano Irene de Otranto. El mismo docto compositor
A juicio de Lorenco —y aquí el papel de Boiio y Verdi había estrenado, en 1882, su Marídate con el veredicto nada
es fundamental—, -todavía no hay ninguna tragedia shakespea- entusiasta de la crítica, de alguna manera capitaneada por José
riana- —a menos que todas, bien leídas, sean análogas—, más María Esperanza y Sola que, discreto, casi flemático, dictaba
íntima. Por íntima entendemos inmanente, requerida por el ser sentencia desde las páginas de la Ilustración Española y Americana.
profundo de los personajes que confronta-. Personalmente pienso Hablando del estreno de una ópera española —ni que decir
que ha habido que esperar a la reescritura del texto original tiene, hoy absolutamente olvidada, como olvidado está su autor—,
por el gran autor de Mefistofele y muy especialmente a la den- llegamos al meollo de la cuestión, al problema cuya dilucida-
sificación dramática de las tensiones expuestas por Verdi, para ción seria más urgente y, a mi juicio, desde luego más apasio-
situar esta pieza en el lugar tal vez más alto y definilorio de nante: ¿De qué manera, por qué cauces la partitura de (Mello
la historia del melodrama. caló en los compositores españoles —tos más ilustres: Bretón,
Desde aquel cinco de febrero de 1887 y, por supuesto, al Chapí, Brull, Pedrell, Serrano—. que intentaban la creación
margen, pero también complementar ¡amenté al mundo wagne- de la ópera nacional española? Podemos aventurar varias res-
riano —en esencia, imposible de asimilar con efectividad—, puestas, aunque sólo el análisis pormenorizado y cuidadoso —sin
el teatro lírico no podía ser el mismo. Con su Oídlo, Boito actitudes ni exegéticas ni maniáticas— de las partituras de la
y Verdi no sólo marcaban un punto fina] y un nuevo arranque, época nos podría aclarar esta cuestión fundamental, porque de
sino que subsumían toda una tradición y al tiempo la alimenta- lo que se trataba, y nuestra perspectiva histórica es lo suficien-
ban con una savia vivificadora que hacia imposible cualquier temente grande como para afirmarlo, era de la modernización
eliminación de un jalón concreto de su linea evolutiva: en la esencial del concepto de teatro musical, en un sentido más vi-
conducción perfecta, infinitamente sabia de una línea melódica tal y directo que la asimilación de una técnica, como la deriva-
subyugante, en su imbricación coloríslica — imbrica— y, por da de la estructura dramática wagneriana, por otra parte in-
encima de todo, en la conversión de la parte orquestal en un transferible por lo portentosa. En Otello no aparecía, no lo
proceso de gradaciones temporales contrastantes, emparenta- hay evidentemente, lo definible como color nacional.
das en apariencia con la intersección episódica wagneriana, pero
si cabe, unida al texto —y el término
es aquí peligroso y casi banal— con una
efectividad casi milagrosa. Actitud de Bretón y Chapí

Esto era una cuestión de primerfsima


importancia. Lo doloroso es comprobar
Otdlo en el Teatro Real cómo esta importancia era fundamental-
mente teórica. El doce de febrero de 1889.
Oiello, con su carga dramática verda Tomás Bretón presenta, con clamorosa
deramente explosiva, llegó al Teatro Real recepción. Los Amantes de Teruel, el tres
de Madrid a principios de 1890; el nue de marzo de 1890 Emilio Serrano da a
ve de enero y según la información qui- conocer, con un acogida bastante fría,
nos proporciona el que fue decano ik su Juana La Loca. Por su parte, el ilus-
los cronistas de la Villa de Madrid. tre Luigi Mancinelli se afana en encan-
Amonio Velasco, fue interpretado con dilar al público y a los compositores ma-
un éxito triunfal por la Tetrazzini, drileños —o adscritos a los círculos mu-
Durot. Battistini y Tanci. No encontra- sicales de la capital—, con fragmentos.
mos, sin embargo, alguno de estos nom- los más hermosos, de la Tetralogía y de
bres en el elenco asimilado a la Compa- Parsifal.
ñía del regio coliseo, tal y como figura En las óperas antes reseñadas el color
en la no demasiado minuciosa perspec- local apenas existe pero la pretendida am-
tiva cronológica e histórica que nos bición universalista se ancla y se mime-
brinda Gaspar Gómez de la Serna en Battistini fité Yago en el estrena de Otello liza porque ya no responde a un orden
en el Teatro Real de Madrid
74 Scherzo
OTELLO

El Teatro Real de Madrid a principios de sigla El problema, como se ve, arduo y grave, porque la perfec-
ción técnica, la adecuación sincrónica de la escritura vocal e
de cosas, al menos en su formulación exlerna —no hay lugar
instrumental no es posible sin una modernización de la idea
para revoluciones— que obliga a una elevación del concepto.
generatriz. ¿Cómo crear un drama lírico a la altura de un tiem-
Olello es. pues, admirado, pero con la distancia de quienes po concreto si las formas no son susceptibles de evolucionar.
no ven en el procedimiento una invitación al riesgo. Pedrell. de amoldarse? ¿Cómo hacerlo si incluso el punto de partida
con filias wagnerianas dignas de más sazonados frutos; Bre- se invalida con un concepto falsamente renovador? Sólo Ru-
tón, con un temor congénito a dar un paso más (temor que perto Chapí. el Chapí maduro y cálido de La Bruja, y mucho
le habrá de acompañar siempre), no iniuyen las posibilidades más en Margarita la Tornera que en Circe. En Margarita,
infinitas que. cara a una renovación del lenguaje, tes ofrece Chapí se crece hasta lo genial y el influjo de Verdi resulta
aquel nuevo Verdi. sutilmente tamizado de Wagner. patente en la resolución del Cuadro IQ del Acto D. o en el
Andando el tiempo Bretón hallará su camino —y en su ha- dúo de Don Juan y Margarita, del Acto DI, donde lo cantábile
llazgo redimirá y valorizará su anterior producción— en un cromático de que hablábamos antes se dinamiza por una fuerza
colorido nacionalista que. sin embargo, debe más a Massenel interior, en la que juega no poco papel el aparente juego de
o al concepto verista de Cavalleria (pienso en La Dolores) que asimetrías, que en Otello parece dimanar de la acción y al mis-
a la dinamización interior que propugnaban los pentagramas mo tiempo conformarla.
verdianos. Así se explica el éxito de clamor obtenido el veinte Sería, desde luego, materia para un trabajo de envergadura
de octubre de 1892 con su drama lírico de ambiente catalán. analizar comparativamente los intentos de crear, con el sustra-
Garin. partitura en verdad muy hermosa —admirable en algún to popular aportado por Barbieri y las más o menos fanáticas
pasaje—, pero en la cual se nota una ausencia de tensión — adscripciones wagnerianas, una ópera española y comprobar
mejor dicho, de un juego de tensiones dosificado— que plas- tanto las presencias como las ausencias que el numen creador
mará, a veces con resultados de primera magnitud pero sin verdiano hizo patentes entre los más preclaros compositores
un prurito renovador —tan necesario— en lo que, no sólo en españoles de la época. Asimilado Wagner. íncomprendido Strauss.
la música de Bretón, sino en la de lodos sus contemporáneos tras Pepita Jiménez y La Vida breve, tras Las Golondrinas y
—a excepción, quizás, de Chapí— es un estilo cantábile, con Amaya, la cuestión, como tantas, ha quedado para siempre pen-
inflexiones modulatorias y una melodía de concepción aparen- diente en la historia de nuestra música. El estreno de Otello
en Madrid fue un reto lleno de posibilidades que, de un modo
temente cromática, que por igual rinde tributo a Wagner —un
u otro, no cuajaron.
tanto edulcorado, es cierto— como al Verdi de R trovatore.
nunca al de Olello. Manuel Balboa

Scherzo 75
DOSIER

DISCOGRAFIA
Las grabaciones completas: breve panorámica
N el esludio de la tipología vocal, ya nos
E hemos ocupado, aunque fuese de pasada, de
algunos grandes intérpretes de esta ópera, que
tiene una díscografía abundantísima, al igual que las
más populares de Verdi. Sin embargo, la obra no ha
conocido, hasta la fecha, una versión musicalmente
redonda.
Una de las mejores grabaciones sigue siendo la
que Arturo Toscanini dirigió en Nueva York a los
Coros y Orquesta NBC. Admirablemente ensayada y
conjuntada para su transmisión radiofónica, da una
medida completa —al igual que el Falstaff producido
en condiciones análogas unos años después— de su
talento excepcional como intérprete de Verdi, Y aun-
que, como bien señala Rodolfo Celletti en su libro
R teatro d'opera in disco, Toscanini muestra mayor
interés por los aspectos dramáticos (el arranque de
la obra, todo el segundo Acto, y, en particular, el
personaje de Yago) que por los líricos, como el dúo
del Acto primero o la escena del sauce, su dirección
es, junto a las de Karajan. Kleiber y Soltí. la mejor
que ha conocido la obra en disco. De los cantantes
sobresale, como ya hemos dicho, Giuseppe Valden-
go, que hace un admirable Yago. Ramón Vinay tiene
gran temperamento y acento vehemente pero dema-
siados límites vocales. Herva Nelli da aquí la mejor
de sus actuaciones verdianas. En conjunto, una gra-
bación imprescindible.
Interesante, pero irregular y con discreto sonido,
la versión de Furtwángler en Salzburgo (1951), con
un reparto —Vinay, Maninis, Schoeffler— poco atrac-
tivo. De la dirigida rutinariamente por Capuana para
Cetra en 1954 destaca el excelente Yago de Taddei,
Toscanini grabó un Olello para historia
pero Guichandut —que había iniciado su carrera co-
mo barítono— es un protagonista insuficiente. El trío
Tebaldi —Del Monaco— Protti grabó por dos veces
la obra para Dccca. Personalmente prefiero la prime-
ra, pese a la plana dirección de Erede y al sonido
mono, porque las voces están mejor que con Karajan
(1960). La medida excepcional del talento del maes-
tro salzburgués se aprecia mejor en su versión para
EMI de 1974.
Un registro de 1958 en el Metropolitan nos brin-
da de nuevo el vibrante Otello de Mario del Mo-
naco junto al sutil Yago de Leonard Warren y a
la delicada Desdémona de Victoria de los Angeles.
Pero la toma sonora y la dirección de Cleva son
sólo discretas. La grabación RCA de 1960 es pro-
bablemente la más satisfactoria de todas. En disco,
Vickers es, junto a Plácido Domingo, el protagonista
más completo, y supera a éste en comprensión del
personaje y en técnica vocal, aunque no en calidad
de materia prima. La Rysanek posee una espléndida
voz y sabe matizar, aunque no tiene ni la dulzura ni
la dicción de la Tebaldi. Gobbi, según es habitual,
hace una creación de su personaje que sólo los límites
de su técnica vocal le impiden que se remonte al nivel
de sobresaliente. Y Tullio Serafín no es un genio de
Mirella Freni Una gran Desdemona/Foto EMI la batuta pero sí un buen maestro, excelente

76 Scherzo
DOSIER

acompáñame y lo bastante inspirado como para re- aceptable moro de Cussuta, ni —por supuesto— la muy
dondear esta equilibrada versión. bien cantada Desdémona de Margare! Pnce, sino el
El álbum EM1 de 1968 contiene elementos de gran terrible Yago de Gabriel Bacquier, que casi arruina
interés: el sutil Yago de Fischer-Dicskau. b notable la grabación. Un año después, James Lcvine llevaba
Desdcmona de Gwyneth Jones, una excelente presta- al disco su Otello con Domingo, Scotto y Milnes. Si
ción orquestal y coral, al mando del intenso Barbiro- este maestro hubiera mantenido aquí el nivel de sus
lli y un buen plantel de secundarios. Con un Olello primeros registros verdianos (Juana de Arco, Víspe-
decente (¿por qué no Vickers, de nuevo?) hubiera si- ras sicilianas) hubiéramos tenido una gran versión.
do una versión excelente. Pero la presencia de James No fiie así, y Lcvine se quedó en un superficial tosca-
Me Cracken, mediocrísimo cantante, insufrible para ninismo de segunda maio, brillante pero más bien vacio.
quien esto escribe, desequilibra el conjunto. De nue- Valga el ejemplo de la penosa cabalgada en que trans-
vo Vickers encarna al moro en 1974, esta vez junto forma el final del Acto U, que Verdi pide «molto sos-
a la exquisita Freni y al desigual Glossop, bajo la so- lenuto» y «solenne». El excelente reparto hubiera po-
berbia dirección de Ka rajan (EMI). Otra de las ver- dido dar buen juego con una dirección más rigurosa,
siones fundamentales, pese a que Vickers ya no es como la de Riecardo Muti o la de Abbado. (Por cier-
el que fue con Serafín. to: ¿para cuando el Otello de éstos?).
Freni, la gran Desdémona de la década pasada y La última versión, bien dirigida por Lorin Maa-
de la actual, figura junto a Domingo y Cappucilli en zel, cuenta de nuevo con Plácido Domingo, más ma-
un excepcional documento —pirata, por supuesto— de duro como interprete pero con la voz algo castigada.
una movida noche de San Ambrosio Milanes. Los nervio La Ricciarelli ha grabado tarde su Desdémona: diez
y el cansancio hacen mella en Domingo al final del años antes hubiera sido no sólo un placer para la vis-
Acto segundo, y Cappucilli tiene una visión de su per- ta, sino también para el oído. Pero el repertorio al
sonaje opuesta a la sugerida por Verdi a Ricordi: «si que se dejo" arrastrar por Karajan (Tosca. Turandot,
hubiese de cantar Yago, apenas alzaría la voz». No Aida) y el exceso de trabajo han deteriorado, sobre
obstante, la dirección exaltada, vibrante y genial de todo en el aguda, una voz que era oro puro. Justino
Carlos Kleiber. con una Scala galvanizada, hacen de Díaz es un Yago insuficiente.
este documento algo imprescindible, pese a sus limi- En resumen, seguimos a la espera. Tal vez Abba-
taciones sonoras. do. acaso Muti; pero que no esperen demasiado: si
El Otello de Solli es una de sus grandes creacio- Domingo deja de cantar Otello. ¿quién va a sustituirlo?
nes verdianas realizadas al frente de \¡i soberbia Filar-
mónica de Viena (1977). Aquí el problema no es el Roberto Andrade Malde

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vn M i bemol mayor, Op. 7J SOIIÍLIV A ijcicniíiiuu Sinfonía núm. 41 en Do mayor, K. 551
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1. ALBENI/..
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MIGUbL ÁNGEL GÓMEZ MARTIN1 / PROGRAMA 6: Jueves. Ib - Vicrnci. 71 El Pavo Real l^uib;)

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Le Monde, domingo 18, lunes 19 de enero, 1987.
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Le Monde de la Musique - Télérama, enero, 1987.
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Le Fígaro, martes 23 de diciembre, 1986.

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HOMENAJE

GERALD MOORE IN MEMORIAM


Q UIZA sea ocioso aclarar a
cualquier buen aficionado
quién y qué representa para
la historia de la interpretación del lied
o, mejor, de la canción de concierto
en general, el británico Gerald Moaré,
pianista de larga carrera c iinborra-
ble recuerdo al lado de los más gran-
des cantantes del siglo. El maestro
Moore acaba de morir serenamente
a sus venturosos 87 años. Estaba ira-
lando de completar sus memorias des-
de su atalaya de hombre bueno y sa-
bio. Muchos recuerdos nos trac su
figura, todos ellos unidos a la efica-
cia, a la belleza y a la gracia de la
que. según lodos los indicios, esta-
ba casi milagrosamente locado.
Gerald Moore había nacido en la
localidad inglesa de Watford el 30
de julio de 1899. En Toronio (Ca-
nuda), a donde su familia había emi-
grado en 1913, estudió piano con b
idea de ser solista, carrera que cin-
pe/.ó con risueño éxito. Sin embar-
go, aconsejado por Sir Landon Ru-
nakl. y ya de vuelia en Inglaterra,
orienta su actividad ul acompañamiento
y a la música de cámara. En 1925
inicia una larga y fructífera culuhu
ración con el tenor John Coates, cun
quien interpreta canción inglesa de
todos los tiempos y lied alemán y
austríaco. A comienzos de la déca-
da de los treinta es ya solicitado poi
los más famosos cantantes; Elisabeih
Schumann. Frida Leidei. Ria Gins-
ler. Karl Erb. Gerliard Húsch. Haiis
Hoiier. Aksel Sehiotz...
Siempre caracteri/ó a Gerald Moore
una exlraordinaria vitalidad, una con
tagiosa y directa comunicatividad. Su- vanciones de Schumann (1981 >. -Es ciitos entre nosotros. Máxime cuan
po, paniendo de una esplendida lec- necesario toiiir menos jui'iie? (19821. do la mayoría hace años que circu-
Por supuesto, hay que citar también lan por ahí afuera en ediciones ba-
nica pianislicu. ototgai consistencia
sus recuerdo* personales, en cuya leí ratas de bolsillo (Pcnguin Books. poi
y enorme frescura a una labor que ejemplo).
cera entrega estaba empeñado. Es de-
Usualmenle no era muy considerada. licioso su FareweU recital, en don Hemos querido contar, a la hora
Con él. y con otros como Michael de comenta las circunstancias que ro- de recordar su figura ejemplar, y con
Raucheiscn. el piano dejaba de \ci dearon a su concierto de despedida el fin de dotar de un contenido toda-
un mero y oscuro acompañante, un en 1967. acto entrañable en el Ro vía más humano a esle liomcnaje. con
elemento de segundo orden. ¡tara lia- yal Festival Hall en el que pailki- el testimonio emocionado y singulai
cerse protagonista y dialogar, de igual paron Victoria de los Angeles. lili de un pianista español perteneciente a
ü igual, con la vn/ humana. sarielh Schwar/.kopf y Dielricli lo que podríamos denominar escuela
Moore nos ha dejado algunos l i - l-'ischei-Dicskau. La segunda parle de Moore. aunque él fuera realmente
hros exquisitos y divertidos, que nos de sus Memorias apareció en 1983. discípulo directa) de Erik Werba. como
ilustran perfectamente sobre su pre- No .seria ninguna tontería, sino todo Miguel Zaneiti. que conoció al maestro
paración y sil natural gracejo. Son lo contrario, que alguna de las im inglés y de quien, tal y como nos
escritos llenos de sentido del humor, portantes editoriales españolas em- e\plica. aprendió mucho. Agradece
de la mejor ironía inglesa. Recorde- peñadas en estos tiempos cu la difu mos su presencia en nuestras pági-
mos entre ellos: El wuinptuumle no sión en nuestro país de relevantes li- nas a este destacado representante es-
vergoñoso (1943). Cantante y acom- bros de y sobre música (Alian/n. Tuu pañol del difícil arte de colaborar cun
pañante. (1953), Los ciclos de Schu- rus. Turner. ele), lomará la deci- (más que acompañar a) el camanic
bert (1975). Amor de noeni y otras sión de iradui.ii v distribuir estos es- de iied o canción de concieno.

Sclioiv.it
HOMENAJE

E RA por el año 1959 cuando


conocí personalmente a Gerald
Moore. Podría decir que ya
le tenía muy oído por sus discos con
francamente, sentí un poco de dolor
viendo que aquel público que la aplau-
día y venía enfervorizado a pedir autó-
grafos, parecía dejar un poco de la-
los grandes cantantes del momento, do a la figura que Victoria había te-
que comenzaban a llegar a España:
las canciones de Falla y otras, con
nido a su lado.
Pues s¡ ella demostró en dicho re-
QUERIDÍ
Victoria de los Angeles, y aquel ma- cital su total dominio de los estilos
ravilloso primer LP con un recital (clasicismo, lied, canción francesa y
de Elisabeth Schwarzkopf, en el que
había un auténtico tanto monta en-
tre cantante y pianista.
española), no fue menos el que de-
mostró el gran maestro de los acom-
pañantes, plegándose totalmente a ella.
A1V
Yo estaba dando entonces mis pri- Si bien se ha tenido a Gerald M<x>-
meros pasos como acompañante y re, por más que fuese inglés, como
aquel año me encontraba trabajando un gran acompañante del lied alemán, Dignificación del acompañante
como repertorista en el Teatro de la colaborador de los más grandes can-
Zarzuela madrileño, que entonces di- tantes camcristas de dicha lengua, no Y es que Gerald no era un pianis-
rigía Lola Rodríguez de Aragón. Se es mcniw importante el ver con qué ta que por falta de medios técnicos
organizaron en aquella temporada una precisión se acercó a todo.s los de- se hubiera refugiado en el acompa-
serie de conciertos y recitales, y cn- más estilos, incluso a nuestra can- ñamiento como medio de vida. Era
ire éstos se ofreció uno a Victoria ción española (me atrevería a decir un gran pianista, que sabía arrancar
de los Angeles, a quien yo habría que fue, de entre los extranjeros, el del piano las más bellas sonoridades,
de acompañar años después. Trajo que más se acercó a nuestra inter- como podría hacerlo el mejor .solis-
a Gerald Moore como pianista para pretación, a pesar de que en aque- ta, que fraseaba con la pureza del
dicho recital; pues era quien cola- llos años nuestras canciones de con- mejor director de orquesta, y que asu-
boraba con ella en recitales por el cierto se hallaban mucho menos di- mió esta profesión (u oficio, como
inundo y discos. Me pidieron girar vulgadas en el mundo musical de lo quiera llamársele) por pura afición
las hojas en dicho recita] y yo acep- que lo están en nuestros días). y con una enorme dedicación y per-
té mas que encantado, pues era una Al final de aquel recital conversé sonalidad y por eso llegó a ser quien
cosa que solía hacer muy a gusto, brevemente con él en un alemán e fue, elevando esta faceta del pianis-
y mas para un pianista de tal cate- inglés chapurreados por mi parte; le mo al lugar que se merecía y otor-
goría y que ine podía brindar lanías pedí una foto dedicada, que él me gándole la calidad que hoy en díu
ideas. Era la oportunidad de estar cer- traería en nuestro próximo encuen- tiene.
ca de él en un trabajo que se iba a tro, pocos meses después, en el Fes- Transcurrieron varios años hasta
convertir en ini futura profesión. tival de Granada, a donde volvería que volví a verle (hoy siento real-
Si fue una enorme sorpresa el po- de nuevo con Victoria y además con mente el pesar de no haber tenido
der escuchar por primera vez. en di- la no menos grande Elisabeth la ocasión directa de haber tomado
recto y en recital (yo ya le había oído Schwarzkopf. clases con él. Digo bien, directa, pues
en algún que otro concierto con or- Allí hizo de nuevo gala de su po- indirectamente, a través de sus dis-
questa) a Victoria, no fue menor el der de adaptación y acoplamiento a cos, he aprendido mucho de lo que
placer de estar al lado de una perso- los mis diversos estilos y a dos can- es la profesión y el arte de un
nalidad tan importante como Gerald tantes geniales, pero diferentes en cier- acompañante).
Moore, viéndole, muy a lo vivo, re- to modo. Si la una presentó un pro- Yo ya había comenzado a acom-
solver todos esos problemas del mo- grama íntegro de lied alemán, la otra pañar a Victoria, y después de unos
mento que surgen acompañando un hizo un repertorio totalmente dife- recitales que hice con ella por Ale-
recital, y contemplar esa maestría con rente (Alessandro Scarlaiti, Canción
la que solucionaba todo. francesa y española, enire estas las
Por supuesto que la reaparición de nada fáciles para un pianista Can-
Victoria en Madrid fue un evento sen- ciones amatorias de Granados). Ge-
sacional, y que su voz. su arte y su rald Moore demostraba una vez más
maestría lo acaparaban todo; pero. el abanico de su interpretación.

Con Janei Baker


Fia h er-Dieskau
82 Stherzn
HOMENAJE

No solamente yo. sino muchos, lo El último contacto que luve con


hemos considerado el Padre de los él fue por carta, invitándole a dar
acompañantes. No porque histórica- un posible cursillo en la Escuela Su-
mente liaya sido el primern. pues hubo perior de Canto de Madrid, lo cual
T oíros muy importantes anteriores a hubiera hecho las delicias de muchos.
VIEJO el. sino porque fue. pienso yo. el que
puso caro el nivel del acompañante;
no en el aspecto económico, por su-
Su respuesta, llena de la mejor iro-
nía, fue que se encontraba ya dema-
siado viejo para viajar, y que estaba
puesto, sino en el artístico. De aquellos muy ocupado en la redacción de sus
O tiempos en los que. incluso en los
discos, i» aparecía el nombre del pia-
nista, sino que en la carátula se leía
memorias. Esperemos verlas pronto
publicadas, pues deben de ser de lo
más sustancioso; al igual que sería
el nombre del cantante, con la cole- de desear que las editoriales espa-
tilla -con acompañamiento de piano-, ñolas se decidieran, por fin. a tra-
manía en 1965, viajo a París, para a los actuales, en los que se consi- ducir siis libros, colecciones de re-
escucharle «tro. ésle acompañado dera, como es justo, que el acompa- cuerdos y anécdotas, que informan
por Mixire. en el Tealrn de les Cam- ñante (llamémoslo así) de las can- de una de las vidas musicales mas
pos Elíseos. ciones de o incierto, está haciendo intensas de nuestro siglo.
El Último encueniru personal con auténtica música de cámara, pues era
lo que consideraron Schubeil. Braluns. Hay en mí. a la vez de una gran-
él. ya retirado de los escenarios (cua'n- dísima admiración, el mal sabor de
lit senil no poder asistir a aquel re- Fauré y olios tantos, en el tratamiento
del piano de dichas canciones. no haber podido disfrutar de sus en-
cital de Despedida, hoy reflejado en señanzas y experiencias. Esta caóti-
discos, en el Royal Festival Hall lon- M»ture fue elevando el nivel del ca vida nos va haciendo dejar siem-
dinense...), fue el 23 de mayo de pianista, ya en unos tiempos en los pre para un mañana lodo lo que no
1975. precisamente en esc mismo Ro- que aún el cantante era el divo por nos acucia como urgente y. con eso.
yal Festival Hall, en el recital que excelencia y el pianista 110 tenía otra confieso haber perdido lo que fue
yo üciimpañaba a Victoria, conme misión que la de según sus liberta- siempre la ilusión de haber podido
morativo de los 25 años de su debut des, y local muy >uaveinenie, casi beber directamente de su fuente, al-
en el Reino Unido. Gerald Mooie impeHepliMemenie. paia 110 esloi- go de su saber, de sus experiencias.
estaba entre el publico, e hicimos co- hailc cu lo mas mínimo. de su arte.
mo prima bis una de las canciones
populares británicas amioni/adas poi Hace pocos años, por iniciativa de
el: la lajiiosísima Blow the w'uuí soui- Una carrera ejemplar otro gran acompañante británico.
Iwrly. Al final le pedí que me dedi Geoffrey Parsons. se le hi/.o un ho-
case la paitituia. Sentía, sí. verda- Desde el lenoi John Coales hasta menaje en Londres, en el que prác-
dero respeto por tocaí delante de una los últimos mas lamosos cantantes ticamente a distancia intervinimos to-
personalidad tan importante, peto no han pasado poi su hisioiia nombres dos los acompañantes del mundo, en-
miedo, pues sabía que él mejor que como Clialiapínc. la Gcrliart. la Schu- viando le unas coilas líneas en lesli-
nadie, y precisamente por ser quien inuiiii. Fcniei. Gedda. Fiseher- inonio de nuestro cariño, respeto y
era. ¡ludria comjHundet cuulquici cosa Dieskau. y un larguísimo etcétera im- admiración: lo que todos sentíamos
que ¡ludiera ocurrir en el recital. Y posible de enumera!. por él; con todas se confeccionó un
a la ve/ sentí compañía y amistad, A veces, se lia criticado a Gerald álbum de recuerdo a esa persona y
pues la personalidad de Gerald Mnore Moore que se ciñera demasiado al esc artista tan querido.
emanaba fraternidad y cordialidad [*>i acoinjiañamiento a cantantes, lo cual Su recuerdo permanecerá siempre
todas partes. es falso: sólo ocurre que no nos han entre nosotros, ya que por nosotros
licuado sus grabaciones en discos du- hi/o mucho más de lo que él mismo
ros con otros instrumentistas: pues se iiubiera podido imaginar.
si colaboró con personalidades co-
mo un Pan Casáis, pongo por caso, Tu forma de hacer música, queri-
yo bien recuerdo un antiquísimo LP. do y viejo maestro, estará siempre
locando con Meuuhin una de las so- en nuestra memoria.
natas de Mendelssohn. Migue! Zíiiwiii

Eltmbeth Sthwarrfwpf
Victoria de los Angeles
Seher/n 83
HOMENAJE

SELECCIÓN
DISCOGRAFICA
DE GERALD MOORE
I CICLO
Brahm¡,ii*/«-un «•(««/. 1*11 145^ i>¡vtr«., I-JII
Mnlis. ( b M I . K LP- 1547IKB)
Uetlrr diversos LhsdtKih GnjiniiK'i (BMI Da ki]
p>>. dt- próxima jpunuon 1:11 l-^pjñji
DE CONFERENCIAS
heder üivcfsii- H J I I . Honuí lEMI Rtlm-iki-
2*1211711
DeulMiir ViilkttifJer, bli-jK-ih S.lmjiAi>pl. Un-
ir K h H«.IK:I Di..«k.ili l l i M l . : UNj
Zijieullrritrdi-r IJM . parj vip/ silla i [>iji Ctiii'l
Luüwif iKMI (Ki.l IXI82W

(KMI SLIJPIIII

Mrhidiai. TL-J iiip J I - C K I 1 " I > M ihMI


2y<U<l211

Dvorak
Durl<i.\ moiitvu.y. Op. 32. JIIU^JKI Si'i.-
hv-lli Siliwai /knpl1 ISi-rjphim Nl.l7(i]

Montevena'
Mt¡úri#ulei. irni^irJ SLVIJK-J. I:IISJIK
Vi.pl |EM1 Scuplnm hOI7(,|

K- > .mu
IbMI I7.HW.1. 4 IJM

Schubert
Cuttrit'ltH \inalt'*. Atiniiii
IDG J
Ut'iti-r I>H.1I

(ix¡ nu 1: LP«

Li<'il,'t í-'m/'lttii^ p v^v M


1-IHÍII.I uw-kju i i x ¡ : 7 : I M
l-LHlk'i UitsLiu 'I-MI
127 III 7fi4,(i(i. .1 l.P.i
1KJIVI|I GlUMlllR'l l l : M I . l i j kil

29(1211711
Han. Rfllir 1L1111 R . l . k i i , , •,
GRANDES ANIVERSARIOS
lPluli|v, 41(1417 li

147-1)1 J74 7S. : I.Pj.1


n«lr. H.11I- H.ilU'i ||-\1I MAYO-87
1
^MIU^J Ar/it'iixii'iu - l^tm-iiitjriii Lunes, día 4 de mayo a las ¡9 horas
II,-J (1-MI D5I 41.1721

>Schumunn
ARTHUR RUBINSTEIN
StluiiiMiiii ha por José Luis Pérez de Arteaga
iMimn- j iMti IÍ47(«)3 S |j',¡
/jfl/iv dlVkZIMr» iLl^ik-l H • * *
k.ipl ( l i M I l*v' l i : í'I Lunes, día II de mayo a las 19 horas
Wíbtr MAURICE RAVEL
4.1 17:i por José Luís Téllez
Wulf • * *
ll.MI PiilMIlU IkVlll. J
Lunes, día 18 de mayo a las 19 horas
^vvuv-fa'.i htiierfMiit. ^'llM.u/k^pl j'i^lik-i l)it>k.ui MARÍA CALLAS
1IX¡ 41 1220 I. : Ll'.i
Íjt-Jfi- urfm* ¡kMiHi* ííi- ipH-ihi S% liu,n/k.'pr il-.Ml por Roberto Andrade Malde
1117-ní 7:.M • * *
Knilalcs Lunes, día 25 de mayo a las 19 horas
Umis Cllii.l.'lt IliMI 1470! l.'!i-17)
U-JH.IU-.Í.- I.I<)|VMJI' VKIU l|-.Mt 29IMU1. 1 I.P.1 C. W. GLUCK
Kallikvti K-nii-i ilLMl R,l.uii..- ()51 DI :i»)i
Uh-lni'li hi»ln.il)iL«kju i t M I J'AUjm. 1 I P M
por Andrés Ruiz Tarazona
Un.-nn.li Kivlii-i-l>k».kaii i t M I : « M ! Í I . 1 IJM
Kii-k-n Hjji-uJ iliMI k>-kii-iin- 241121*111 Auditorio de la Delegación Territorial de la ONCE
filn U.PIIIII ÍUMI HI.M ^HK > Ki.S 7lm el. Prim, 3 —Entrada Libre—
Vkiiiiu .k I I - Aii^-kk iliMI M l l f f l i . ? l.l'.i
con el patrocinio de la
lih-ah.lli SLliu.il/kni>! (i:MI I Í 4 ( I 111 S l.l'.i
ILh-alví!. S>lm.n/I,.'pl il-.MI ini.Vil h
Hi^iliL.LiM|iL J C.ÍL-1 JI*I Mi» 111- Itk.- IHI> A I I ^ I L ; * . I-IV, Ih'i
l>i..kju. S.llujl/ki.|ih (l-.llil HHKXiKl. 2 L1M

Í-:PA Oiganizaaon Nacional de Ciegos

84 StliL-ivii
DANZA

EL ESTILO BAILABLE
«Más de 250 millones de inversión en espectáculos de danza
Lo que vimos en abril L verano de 1987 se plumea muy activo en el campo
Karmen Larumbe. Volvió al Cvn-
Uo Cultural de la Villa tic Madrid
con un programa que incluía Nue-
E de la danza. Lo.s espectáculos se suceden en iodos lo.\
festivales y foros hai)ituales de esta ¿•poca del año, y por
primera vez. hay una clara tendencia, e intención por parle
vo Tango, su úhuiia creación M>- de los prog/amadores, al equilibrio entre ios grupos nacionales
bxc música Je Aslor Piu/Ailla. Esie
Ballet Contemporáneo Je Bruselas, y extranjeros. La oferta propia no es aúi\ rica ni numerosa,
antes Je presentarse en Madrid del pero e.xiste. La primavera, ya avanzada, está siendo un digno
8 al 12 de abril. liahía actuado cu prólogo para las actividades del baile.
Tarrassa. Patencia y Salamanca con
el mismo programa. 1.arumbe tie-
ne aelualmcnie una plantilla de míe
ve bailarines que. de acuerdo a las
necesidades de montaje, amplia
usando alumnos Je su propia es-
cuela bruselense.
Solíalas del padre Soler se que-
dó en las buenas ¡menciones. No
es un ballet redondo en el senlido
estético, a pesar de que hay en él
un cierto boceto de eslilo. El pro-
ducto Hnul no resulta, lo mismo que
en Nuevo Tango, que padece un
eclecticismo capa/ de quitarse se-
riedad completiva. Hay pequeños
fragmenliis aislados que sí están bien
resueltos, pero el conjunto de la
picz.a no se sostiene. En los Jos
bailéis deslaca, de entre todos los
intérpretes, y con diferencia. Juan
de Torres, que ya fue laureado con
la medalla de oro del primer con-
curso de la Villa de París en la sec-
ción de contemporáneo. Torres po-
see nervio, calidad técnica y una
definida personalidad artística que
necesitaría de cuidados coreográ-
ficos de mayor exigencia que no
sólo le hicieran brillar, sino
esforzarse.

Bocanada Danza. Se presentó en


el Real Colisa» de San Lorenzo de
El Escorial con el mismo progra- Cannen Senra: bauza Coiuetnporáneu «A mi manera», de Cari París
ma con que debutó, hace ahora un /Foto: 1. CASAÑAR
año. en la Muestra de Danza del egresados de oirás compañías, y ha invitada con el conjunto de sus bai-
Centro Cultural de la Villa de Ma- recibido, por un fragmento de su larines al Festival Internacional de
drid. El programa se compone de nueva producción, aún inédita, el Danza de Verano de Bruselas, que
varias piezas breves, donde desla- premio de Creación coreográfica de a finales de julio se celebra al aire
can Carita de Ángel y Ejecutivos. la ciudad de Barcelona conespon- libre en la esplendida Pla/a mayor
El programa se cierra con Boca- dicnte a 1987. Je esa ciudad. Para esa ocasión, la
nada, creación más ambiciosa con compañía de Senra estrenará varias
partitura original de Javier de Gue- Carmen Senra. Dan/a Contempo- piezas que podrán ser vistas en los
reña que aún denota fisuras en su ránea, que también durante el mes veranos de la Villa de Madrid, y el
unidad. Esla agrupación ha engro- de abril se présenlo en el diecio- Festival de Itálica, en Sevilla.
sado su plantilla últimamente con chesco (eatrode El Escorial, lu sido Roger Salas

H5
DANZA

Mayo promete
E L Teatro Albéniz reabre sus
puertas después de más de
un año de cierre por razo-
nes técnicas del inmueble. Parece que
la compra efectuada por la Comunidad
de Madrid no estuvo precedida de una
eficaz revisión a fondo. Los resultados
negativos no ladaron mucho en hacer-
se notar, y el teatro hubo de ser cerra-
do después de una exitosa programa-
ción dentro del segundo Festival de Oto-
ño, y de in estruendoso fracaso: ki Reina
del Nilo, algo que costó a las arcas co-
munitarias entre 15 y 20 millones de
pesetas. Para esta ocasión los progra-
madores de la Comunidad de Madrid
han escogido una breve temporada de
danza que estará en cartel a partir del
15 de mayo, con figuras internaciona-
les como la alemana Su san Linke. he-
redera de la escuela expresionista ber-
linesa, que presentará dos pro gamas de
solos, y el inglés Michael Clark con
sus compañía de diecinueve bailarines
que ofrecerá su ultimo espectáculo, es-
trenado recientemente en Londres, la
breve temporada se cierra con dos ga-
las de estrellas los días 23 y 24 de ma-
yo, y en ellas está por primera vez en
España la bailarina y coraígrafa nor-
teamericana Ann Marie de Angelo,
acompañada por dos de sus solistas: Mi-
chael y Joel Czarlinski.

A
Estas noches de estrellas brindarán NN Marie de Angelo no fue nunca una bailarina
también al publico madrileño las actua- convencional. Pareja de Nurcyev, hizo una versión
ciones, entre otros, de Biagio Tambo-
ne. actual revelación de! ballet de la memorable del muñeco de Petruschka, hizo creaciones
Sácala de Milán. Arantxa Arguelles y pavlovianas como Le Papillon, bailó con éxito Coppelia, Giselle y
Antonio Castilla, primeros bailarines del Don Quijote. Time Magazine la coronó como una de las
ballet de Teatro Lírico, y Antonia An indiscutibles superstars del ballet americano. Su inquietud la llevó
dreu. que presentará un sulo y un dúo.
ambos de nueva creación. Cese Gela en los años ochenta a crear su propia compañía. El pop art,
bert participará solamente en la gala del movimiento que no le era ajeno por su origen neoyorkino, la guió
día 24. hacia una danza fuerte, viva, colorista, de fácil degustación y
elevadas exigencias técnicas.
R.S.

ALLET de Barcelona, una

B compañía privada de ballet


clásico. Es el primer
experimento de este tipo que
fructifica en el estado español y que
quizá sea el germen legal para
hitaras empresas mayores. Un grupo
de empresarios se reunió en
Barcelona y ha proporcionado los
fondos iniciales para que arranque
bajo la dirección de Juan Sánchez
con el asesoramiento de los
profesores y coreógrafos Beriosov.
En la foto un ensayo de Paquita,
de Minkus y Pelipa.

Ballet de Bunelona/FMu AZNAR


Jifi Si'hci
DANZA

MlCHAEL Clark para muchos es un gcnin.


dicen que se trata de un snob con suene, una es-
pecie de lucky man del mundillo del baile. Algu-
nos testigos de su carrera aseguran que tenía (odas
las condieinnes para convenirse en danseur no-
ble. La crítica ortodoxa no deja de lamentar que
este chico haya malgastado su vida y su talento.
Hay quien lo adora. Le comparan con Nijinski.
tiene imitadores y fans que le aplauden incondi-
cional mente sus genialidades a la ve/, que descon-
certantes biHitades escénicas.
Lo cierto es que Michael Clark insufló a lu em-
polvada danza británica un aire de contemporanei-
dad que la incluyó en el huracán del rock más
avanzado.

Michael Clark/Foto: R Huughlon

Mclnis présenla Nofivs.'Firto Ricardo Sanche/

grupo Metros está dirigido des- MADRID DC da continuidad u su


de su fundación por el eoreógrado proyecto coreográfico bajo la direc-
ción de Josefina Toinás y Teo Ca
y bailarín Ramón Oller. Su segunda macho con las dos pie/as que ha es-
creación es Nafres, donde establece trenado en Londres y en L-I Círculo
un cxlcaso razonamiento sobre lu en- de Bellas Artes. Ninfas, está estruc
fermedad y sus efectos, poniendo en turada sobre dos piezas, de Stokhau-
escena la decadencia física, y como sen: Konlakle y Canto del adoles-
contraste los brotes recurrentes de al- cente, la segunda. En ningún lugai
guna energía renovadora. Nafres está ha sido creada coreográfica y rítmi-
camente por Denisse Perdikidis. in-
ambientada entre un balneario y un vitada por Madrid DC para esta
desierto. producción.
-Nudos» Madrid DC.
Scherzo 87
TENNSTEDT- MAHLER
JAZZ

mente basados en la ya larga tradición


EPISODIOS del jazz. ¿Qué no daríamos por tener
tan sólo uno de ellos en España'.' Son
casi lodos negocios semi ruinosos, des-
tinados a la cofradía minoritaria que

L OS últimos meses han sido de


constante movimiento. ¿Quien
se atreve a envidiarlo al obser-
vador la vida a que se Mímele? Le man-
formamos, y muchos legendarios lo-
cales han sucumbido a través de los
años —Café Bohemia. Five Spot. Apo-
llo. Half Note. Birdland. Slug's, Thrce
dan de un lado a otro, y apenas tiene
tiempo de respirar. Si no fuera por la Deuees. Fainous Door... últimamente
música estaría definitivamente perdi- lanibién Tin Palaee. Pero otros han sur
do en b mediocridad que le suele ro gido en su lugar, y unus pocos de so-
deur. indefenso entre una multitud de lera se mantienen contra viento y ma-
genic con quien no tiene realmente liada rea desde hace varias décadas. El an-
que ver. ciano Max Gordon sigue a la cabeza
de su Vanguard. escenario de múlti-
En el i fiíjante de empezar este artí- ples actuaciones históricas que han con-
culo pasa precisamente por mis oídos vertido el modesto local en la séptima
la versión de Perdido del cuarteto de avenida en poco menos que un lugar
Frank Morgan, el saxo alto que estu- sagrado, y muy cérea de allí se en-
vo muchos años escondido en diferentes cuentran los demás: The Galc. Fat Tues-
cárceles o en su casa recuperándose day's. Blue Note. Sweet Basil. Disco-
de lanías heridas. Lo creíamos muer very. Zínno. Café Jupiler. The Wesl
End Café...
di y enterrado desde hace mucht* años,
pero resulta que está aquí entre miso
tros, más inspirado y vigoroso que nun De manera inevitable se presenta lo
ca. El lema que toca es casualmente que los franceses llaman 1'embarras du
este, y el que parece perdido soy yo. choLt. Es tremendo lener que sacrifi-
sentado en un avión de Kuwait Air con car a un Dizzy Gillespie para no per-
iiunbo a Nueva York. der otra triunfal vuelta a Estados Uni
dos de Johnny Gnffin. y luego em-
Viajar es y veces como volver a lo prender una carrera contra reloj para
mar alíenlo después del tedio y la as asistir al último sel del trío de Mike
luía. Para los ornantes del ja// lodos Stern. un guitarrista que creíamos per-
los caminos -marítimos, aéreos, e ín dido en el rock y que. tarde en la no
cluso terrestres si venimos del oeste, che. nos sorprende con un magnífico
claro está - llevan de cuando en cuando e incansable be hop.
a Nueva York, al fin y al cabo núes tarde, con una impresionante resaca de
na única Meca. Manhaiian puede pa cansancio debida al cambio de hora Olía velada es dedicada al octeto de
reverles a ooos un lugar tremendamente lio y la absoluta imposibilidad de domiii David Murray que incluye, entre oíros.
lidioso e incómodo. Allá ellos. A un en liis uaieclos traiisaüu micos. Pero al portentoso trombonista Craig Ha
sollos nos tiene desde siempre cucan el programa que se abic ante mis ojos rus y al deslumbrante balería Ralph
lados, mdusu J disiüncia. Y nada más ) oídos me hace despenar tal ve/ pa Peleison. Jr. El líder se puede consi-
Ilegal, nos liace olvidar de dónde \ c ra siempre Basta echar un vista/o al derar la continuación más personal y
iunu>s con\emendónos en miembros número de The Village Voicc que es autoritaria del inolvidable John Col
pora en el kiosco para darse cuenia de liane. y no se trata de un discípulo
de la gran familia ja//islica con lodos más. sino de un músico maduro que
los derechos y lodos los deberes que ¡o que espera allá dentro de la minen
sa ciudad que ya se lia vestido de noche. se lia encontrado a sí mismo a través
esto supone. de la inspiración del maestro desairo
Muchos poeias se han dejado mspi Ames hablé de Frank Morgan > su liando su propio lenguaje. Pocos sa
rar por Nueva York, y no me corres nuevo disco que nunca vi. Sólo tengo xolenores modernos locan con tanta en-
ponde a mi añadir versos a los ya es su ciinienido en una cinia enviada por trega y naturalidad. Conoce el instru-
ditos, publicados y divulgados. La ciu un amigo americano. Ltimtw se lia mento, su historia y su tradición, a fon-
dad causa impacto, por no decir te ma. grabado en abril del pasado año do, enlaza la suavidad de Ben Webs-
rror. al primer conlacto. Toda su du por un cuarteto formado por el nien ter con la furia de Alben Ayler y con
re/a salla a la visla c hiere la sensibi cionado saxofonisia. el pianista Cedar vence en todo momento.
lidad del europeo que se ve obligado Walton. el contrabajo Buster Williams
a cambiar de ritmo y de costumbres > el balería Billy Higgins (Comempo Y ¿qué decir del admirable y siem
Pero nosotros descubrimos rápidamenie rary C I4(i:i). Nada más llegar des pre rejuvenecido Gil Evans (cumple 75
cubro que la mismísima formación está años el 1.1 de este mes de mayo...)?
nuestros refugios, y a la segunda visi amando en The Vanguard. > hacia allí
la ya pisamos tierra conocida. La par Cada lunes arma el taco en Sweet Ba-
dirijo mis primeros pasos dentro de sil sentado al piano y rodeado de una
le de este inmenso iieéano asfállico que Manhattan. El impaclo no tarda en ma
nos inicresü resulta casi familiar. Ahora veintena de músicos entusiastas que po-
infestarse. ;allí eslá el fenecido altista drían ser sus nietos. Desde hace años
inicio mi cuarta visita neoyorquina, una en plena forma para brindarme varias
estancia de tan sólo cinco días ames el patriarca se apunta el mismo rolun
horas de estímulo y darme un arran do éxito con su gran orquesta por la
de emprender un largo viaje alrede que tan inesperado como incompara cual ha desfilado toda una legión de
dor del mundo. Vengo de una tremenda ble para esie largo viaje por tres con- instrumentistas. Aquí, amigos, está la
sequía musical, varios meses sin es linemes que me espera! verdadera escuela de la música expe-
cuchar nada digno de recordar aparie. rimental que. de paso, rinde tributo a
naturalmente, de los discos. Y aterri- Nueva York tiene estas cosas que la tradición ellingtoniana. al expresio
zo en e1 aeropuerto John Fiugerald no se dan en ningún otro lugar del mun nismo mingusiano. al blues y al be-
Kennedy un viernes a las siele de la do entero: una serie de clubs sólida

Seher/o K4
JAZZ

de Abdullah Ibrahim, Carlos Ward, que"


contribuye impecablemente a esta par-
ticular densidad a la vez airosa y com-
pacta que caracteriza la música de Cecil
bop. La sala está llena hasta la puer- Taylor. A la batería se encuentra el
ta, y hombro a hombro, sin sitio para siempre impecable Prederick Waits que
mover un píe, escucharnos durante huras pronto veremos en España, pero se-
para quedarnos de una pieza cuando guramente de una manera más relaja-
al final suena el bellísimo tema de Ger- da que en esta compañía. Fustiga los
shwin. Here Canes The Honeyman (de platillos, golpea las cajas y muestra el
Porgy And Bess). Es entonces cuando mismo nervio que el temperamental
me saluda el tipo a mi derecha que hombre a las teclas del Bósendorfer
viste, créanme o no, la camiseta del que ocupa la mitad del escenario.
festival de Madrid de hace dos años: La pianista Joanne Brackeen que se
otro amigo que resulta ser un ex- halla entre el público parece estupe-
manager de Art Blakey. facta, y no es para menos: estos mú-
Cuidadosamente procuro evitar las sicos hacen pensar en presos que lu-
obligadas visitas a Tower Records (East chan desesperadamente por su libera-
4ül & Broadway) y a J & R Musió ción. Hay momentos de indescriptible
World (33 Park Row). No es esle el belleza, otros de absoluta angustia.
momento de llenar el equipaje de dis- El grupo se completa con el trom-
cos para luego viajar miles de kiló- petista William Parker y Caren Barka
metros con ellos. Es preferible seguir al oboe, esta última con constantes pro-
escuchando música en vivo y, cuando blemas de sonido que la obligan a re-
esto no es posible, buscar en el tran- tirarse a un segundo plano al cabo de
sistor Jazz 88, la emisora FM que nunca un rato. Quizá sea esta ausencia en la
descansa. línea frontal la que empuja a un joven
En Bradley's encuentro a Kirk Ligh- saxofonisia blanco a acercarse al lu-
tsey sentado frente al piano que Paul gar de los acó mee i miemos. Se apro-
DeMnond legó a este lugar de citas de vecha de una brevísima pausa en las
losjazzmen. El retrato del insustitui- hostilidades para introducirse en la co-
ble contrabajisfa Saín Jones sigue col- fonia con su alto, y en el mismo ins-
gado a la pared, y todo —hasta las copas tante en que empieza a soplar, se pa-
y los precios, la sonrisa y los comen-
tarios del dueño— es igual que hace ran los miembros del sexteto como obe-
tres años porque está prohibido que deciendo órdenes superiores. Durante
cambie... interminables minutos, Taylor y Waits
se intercambian miradas de exaspera-
No muy lejos de este célebre refu- ción, casi se oyen sus suspiros y mal-
gio que se encuentra en 70 University diciones mientras tratan de ignorar al
Place, acaba de abrir sus puertas un intruso que continúa su soliloquio de-
nuevo Jazz Supper Club (432 Siah Ave- solador. Es castigado sin piedad en su
nue. entre las calles 9 y 10) llamado primera vacilación que es señal para
Carlos 1. nombre tan hispano que. sin los músicos profesionales de volver u
embargo, nada tiene que ver con la la tarea con una brutalidad inusitada,
tasa Domecq. Cenar allí resulta supe- y se retira por fin el alrevido espontá-
rior a las fuerzas de la escasa cliente- neo a quien nadie saluda ni. por su-
la porque el grupo anunciado es nada puesto, aplaude. Cim su interrupción
menos el Unii de Ceoil Taylor. y ;ya ha infringido unas leyes que jamás fije-
se sabe lo que esiti significa! ron escritas, pero que nadie puede ni
Se trata de un sexteto que incluye debe ignorar.
a un excelente vibrafonista desconocí
do, de aspecto muy parecido al de! ac- A! cabo de sesenta y tantos minutos
tual ministro de Asuntos Exteriores es -1 altamente explosivos, y después de tan
pañol. Thurman Barker es su nombre, increíble descarga. Cecil Taylor se le
y gracias a su presencia en el grupo ir/ vanta para quitarse el ehándal y des-
se restablece rápidamente aquel ambien- ALBURQUEQUE, 14 cubre una camiseta completamente em-
te que hi/a del memorable Lwkinx papada cuando sube la escalera que con-
Ahead (Contemporary 7562) el sin duda Junio Metro Bilbao
duce al camerino. De verdad, se pa-
más emocionante LP de Taylor. tal ve/, rece a un Sísiio. al fin. victorioso y
porque tuvo en tunees, a principios de MAYO'87 libre...
los sesenta, a su lado el hoy en día
olvidado Earl Griffith. unu de los in- 1 al í\ Joaquín Kuhni Los demás ni soñamos con cenar tras
térpretes ntás personales que jamas co- 5 di IU: C'onroe Horjm' semejante prueba que aún produce vc'r-
noció el vibráfono, y músico que su- 1 1al 17: Ld BÍUI> Quartirl tign. La retirada hacia el hotel parece
po captar el mensaje del pianista a la 18 j | 2í: Wadt MatiU!, indicada y casi obligatoria. Mañana de
perfección. Lo mismo puede decirse 24 al íü: La Clamores Ditucland Jazz/Bdiiil madrugada sale el avión que me He
del saxo alto Jimmy Lyons que tam- vara lejos de esta, siempre fascinante,
bién falleció demasiado pronto. Su sus- JAZZ EN VIVO CADA DÍA ciudad.
tituto es un viejo conocido del grupo PASES 11,30 y 1,30 Ebbe Truberg

Scherzo 90
harmonía
mundi
IBÉRICA mvoN O V E / D A D E S

Chanclos

The Borodin Trio A. Bnickner Neeme Járvi,


Sintonía N° 9
Orquesta Filarmónica ae Oslo
director
M. Ravel/C. Debussy Yoav Talrni. director
Trio para piano en la menor LP OBRO 2010 S. Prokofiev
Sonata para violln y piano Romeo y Julieta. Surte N? 2
Sonata para violoncelo y piano Música en la Corte de Sueños Op 6
LP ABRD 1170 Salzburg PusMunana
J. Brahms Mufla! Conceni Gros» y Suiles Scotlraii Nabonal Orcíieslra
Los tres Irlos pa'a piano Biber 6 Sonalas .Fidioniurn Sacro LP ABRD 1 183
LP DBRD 2005 Proíanum-
CanGlena S. Rachmanlnov/
A. Dvorak Adrián Shepnerd. direcior P. I. Tchatkovsky
Trio para piano N° 4 en mi menor LP DBRD 2009 Las campanas (Sinfonía coral)
-Dumky- y Vocalise
LP ABRD 1157
A. Bax Romeo y Julieta (Dúo) y Marcfia
Spnng Fire. scherío sinfónico de la Coronación
F. Mendelssohn Northern Bailad N ° 2 Suzanne Murpny, soprano
Tríos para piano ND 1 y 2 Royal Philharmonic Orchestra Keilh Lewis. Tenor
LP ABRD 1141 Vernon Handley. director
LP ABRD 1180 Scottish National Orcneslra & Chorus
LP ABRD 1187
M. de Falla N. Rlmsky-KorsakoW
El Amor Bru]O A. Glazunov
Noches en los jardines de España
Scheherazade
Introducción y Danza española de
-La vida breve- Slenka Razin
Sarán Walher. niezzo soprano Scottish NaDonal Orcheslra
LP ABRD 1191
Margarel Fmgerhul. piano
London Sympncny Ochestu A. Scrlabln
Gaoflray Simón, director Sinlonia N " ! » Revene Op. 2*
LP ABRD 1169 Scottisn National Oicriesfta
LP ABRD 1176

hfymotv
Tesoros del renacimiento W. A. Mozart N. Rlmsky-Korsakov/
hispánico Conoerto para dármele en la mayor M. Glinka
Oíxas Oe Gueirerc. Lobo y Viuanco K622 Ouinleto para piano e instrumentos
irVestminaei Calhedral Ctwir Ojinrero oara clarinere en la mayor de viento en si bemol mayor
David HiH. drrector K58I Gran Sexteto en mi sostenido mayor
LP A 66168 Thea King, clarinete LP A 66163
Enghsh Chamoer Oicneslra
T. L. de Victoria Gabnelí Slnng Ouartet W. A. Mozart
Misa i Mótele -O Magnum Jeífrey Tale, director Cuanetos de cuerda K421 -f K465
Mystenumi. LP A 66199 Salomón Stnng Ouarlel
Misa y Wolele «Ascendeos Cnnstus LP A 66170
m atium» L. Van B«*thoven
Weslrninseí Cettedral Cnoir Tilos p * d pidrtg Op 1 N" 1 y N* 2 F. Florlllo/G. B. Vtottl
Ofluifl H4I. diredor The London Fortepiano Tno Concierto N° 1 en la mayor
LP A 66190 LP A 66197 Condeno N a 13 en La mayor
i Todos los discos también L. Spohr Adelina Oprean. violin
C. Monteverdi European Communty Cnamber
en cassette y C.D. Cántale Dommum Cuanrüos doUes N° 1, H" 2. H' 3 Orcneslra
Mtsa a cuatro y N» 4 Jorg Faerber. direclor
Misa -In iHo lampore* Coniunto de Camaia de la Academy LP A 66210
» Para mayor información The Sixleen ot St MBrtm-in-ihe-Fields
Marry Cinslophsrs, aBector LPA66141Í42 F. Mendelasohn
sobre estos catálogos Sntonias paia orquesta de cuerda
LP A 66214 F. LJazt
dirigirse a: N- 9 N° 10 y N" \¡
A. Vlvaldl Loe valses combletos Tne LonOon Festival Orchesua
Harmonía Mundi Ibérica Vanaoones sobre -La Folia- Leste Howard. piano ROES Popie, otiectoi
Avda. Pía del Vent, 24 Trio Sonalas HV7*. RV60. RV754 LP A 66201 LP A 66196
08970 Sant Joan Despí
The Purcell Ouanel
LP A 6619.1
ALTA FIDEUDAD

Alta Fidelidad de... ¿Excepción?


E N los albores de la Alia Fideli-
dad no eran necesarios los califi-
cativos adicionales. Dos palabras,
traducidas del vocablo inglés High Fideli-
nivel de calidad del producto que se ofrece
es excepc ¡oralmente bueno cuando la rea-
lidad es bien distinta. No es que nos es-
tén engañando exactamente, pero sí es-
nito decir Alta Fidelidad de referencia
excepcional? No se trata, ni mucho me-
nos, de descalificar una reacción perfec-
tamente lógica y comprensible ante el des-
[y, abreviado Hi-Fi, bastaban para definir tán poniendo lodos los medios para que madre que está viviendo la Alta Fideli-
inequívocamente una gama de componen- el propio consumidor se autoengañe con dad en los tiempos que corren, sino de
tes audio diseñados y fabricados con el una imagen hábilmente fabricada que no proponer una alternativa que no consis-
objetivo básico de obtener la máxima ca- se corresponde con lo que luego ofrece ta en alargar cada vez más esta etiqueta.
lidad de reproducción de la voz y de los el producto. Los hechos han demostrado fehacien-
instrumento; musicales, grabados en disco Con este largo preámbulo se pretende temente que las cifras que proporcionan
o en cinta magnética, dentro de los lí- explicar por qué bajo las siglas Hi-Fi coe- los aparatos de medición no sirven para
mite;, que el conocimiento y el estado xisten actualmente desde radiocassenes evaluar el nivel de fidelidad de un pro-
de la técnica de la época permitían. El portátile}, hasta sistemas que superan los duelo. Los malos resultados en este le-
fin perseguido no era otro que obtener diez millones de pesetas. En otras pala- rrenu son presagio de un mal comporta-
la máxima aproximación a la realidad de bras, en la actualidad cualquier cosa que miento, pero los buenos no garantizan
la escucha en vivo, o sea, con la máxi- suene mejor que un radio-transistor de necesariamente lo contrario. Tampoco el
ma fidelidad. Algunas notables realiza- bolsillo es altamente candidata a ser ca- precio sirve como delimitador, pues de
ciones de la época son un fiel testimo- talogada como de Alta Fidelidad lo cual productos de alto coste que no son más
nio del espíritu de aquellos auténticos pio- significa que estas dos palabras que an- que auténticos bodrios y de pequeñas ma-
neros y del alio nivel alcanzado a pesar taño fueron empleadas para definir un ravillas de precio sorprendentemente bajo
Je los limitados recursos empleados. estándard de calidad, hoy en día han per- podríamos llenar la página con sólo re-
dido por completo la esencia de su ferendarios. Por supuesto, tampoco la
En estas circunstancias la Alta Fideli- significado. forma y el ¡amaño pueden servir de orien-
dad constituía un privilegio al alcance de tación y en cuanlo al acabado también
unos pocos dada la escasa difusión y los La reacción en aquellos entornos en se dan frecuentes sorpresas entre un apa-
altos precios que había que desembolsar que se sigue defendiendo una Alta Fide- rato visto por fuera y luego por deniro,
para hacerse con uquelli* venerables apa lidad de calidad ai margen de la de gran tanto en un sentido como en otro. ¿Qué
ralos, fabricados bajo estandais de cali consumo ha consistido en alargar la eli hacer pues para distinguir entre la piel
dad notablemente altos. La única fórmula queta Alia Fidelidad con sufijos tales co- y el skai. lu madera y la fórmica, lo uuten
viable para poner la Alia Fidelidad al al mo... de excepción. ...de referencia. . ..de lien y lo sucedáneo?
cante de un mayor numero de personas alto nivel, etc.. sin que exisla la certeza
era conseguir mayores colas de produc- de si estos añadidos clarifican o confun Volvamos a los orígenes replanteando
ción a mus bajo coste reviniendo en unos den lodavia más el panorama, porque si lu cuestión desde otro ángulo como es
precios de venia más atractivos. Si a es no es posible aclarar de forma evidente la uif/fUí/del usuario ante la perspectiva
los le añadimos que el fenómeno ocu que es Alta Fidelidad y de poseer un equipo reprttductor de pre
rrió precisamente en los años 60 en que qué no lo es ,.cóino se sunta Alta Fidelidad. ¡Cuáles son su.s ver-
se desaló el gran bu un del consumo en determina qué produc daderos objetivos? En principio ludo hace
lodos los países de oc- ios son de Alia Fideli suponer que son aquellos que dieron pre
cidente, queda perfec- Jad a secas, de excep asúmeme origen a lü Alta Fidelidad, es
tamente claro el que en cion. de referencia o de decir, obtener una reproducción del so
nuestros días la Alta Fi lo que sea'.1 ..Pasará en nido en un entorno doméstico que res
delidad haya dejado de breve algo similar a lo pele en la mayor medida posible |j fide
ser un privilegio de afi ocurrido o acabará sien lidad al original. Parece absurdo supo
donados entendido* y Jo Alta Fidelidad de ex nei que pueda haber otros motivos que
adinerado» para conver .c|vión.' ,Sc tendrá que induzcan a poseer un equipo reproduc
lirse en un objeto de nuevamente la lor de música, pero los hay. Prestigio
consumo producido por i M ' ,.Quediii ú bo social, deseo de poseei o de presumir,
una gigantesca industria juguete para el entretenimiento, consu
que en conjunto mué mu por consumir, son. para citar algu-
ve miles de millones de nas, nimivat iones suficientes para íkjquirír
dólares. un equipo hasta el pumo de que, lamen-
tablemente, el primer grupo constituye
La producción y di minoría frente a éste > de ello son per
fusión en cantidad es ledamente conscientes los grandes fabri
masivas de componen cuntes provocando que se preocupen más
les audio de Alia Fide Je esle mercado más amplio y que. por
lidad implica en el aspecto positivo e o lanío, mueve más dinero, que del que
conseguir mejores precios y por consi en principio dio origen a la Alta Fideli
guíente hacer que la Alta Fidelidad De dad. Naturalmente esta loma de postura
gue a mas gente pero, cuno lodas las o tuiitud por parte Je I labrieunie en un
medallas, ésta también tiene su reverso intento de sintoiii/.ui con la del poten-
) es que. al igual que con cualquier oh cial comprador impone iuenes condicio
jeto de consumo de divulgación masiva, namientos a las características del pro-
se pretende, con operaciones de pubhci Judo que se va u lanzar, desde que na
dad y inarketmg mag i si ral mente reali/a ce. en la lase Je diseño, hasta que llega
das. vender la falsa imagen de que el

Scherzo 92
ALTA FIDELIDAD

al consumidor. Naturalmente el circuito tisfacer a unos y oíros, hasta apostar de- el grave riesgo de pasar inadvertido y
de comercialización que deberá recorrer cididamente por las posturas más puris- no llegar a quien sepa apreciarlo.
el producto también debe sintonizar con las de un reducido sector. Salvo excep- En las sucesivas colaboraciones habla-
esta actitud para que el círculo quede ciones, la mayoría son pequeñas empre- remos exclusivamente de esta Alta Fi-
completo y terrado- sas conscientes de que su cuota de mer- delidad, auténtica y sin necesidad de ca-
Afortunadamente existe un considera- cado es pequeña, pero fiel y en aumen- lificativos extras, para los que conside-
ble y reconfortante número de construc- to, pues saben perfectamente que siem- ran que el equipo reproductor es un me-
tores que han apostado por mantenerse pre habrá quien no se conforme con su- dio y no un fin en si mismo, puesto que
fieles a unos objetivos mas coherentes cedáneos. También en este caso es ne- el verdadero ñn es conseguir en un en-
respecto a lo que debe ser la Alta Fide- cesario para que el producto llegue al torno doméstico el disfrute de una cali-
lidad y en este caso su actitud oscila desde usuario final que el circuito a través del dad de escucha que nos haga revivir las
emociones del directo.
lanzar un produao lo suficientemente dig- cual se canaliza su comercialización simo-
no a la vez que atractivo como para sa- nice con esta actitud. De no ser así corre Josep Vicent Suriñach

Ante un nuevo componente:


el cable de conexión
• Y E pondría usted gasolina de 92 producción del sonido que desde aquel mo- nes ampl i (nación- altavoces. Explica, en su-
J I a un Mercedes? Indudablemente mento se consideró como esencial. Cierta- ma, el enorme campo de acción del lema
\J~^~^ no. pero una aberración pare- i nenie nadie dejó Je considerar el ai rae i i cables sobre los di fe remes punios de unión
cida se práctica constantemente en el cam- vo de mejorar, a veces, de forma muy sen que existen en una cadena de sonido. Co
po de las inhalaciones Hi-Fi generalmente sihle. el rendí míenlo de un equipo de Alta mu dije ajiles, el lema está muy trillado
con cables nefastos. Esto, naluialmente, su- Fidelidad medíanle un desembolso en oca- pero en absoluto agotado. Se sabe ya mu
cede por ignorancia; nos podemos eonso siones inferior a 5IXX) pesetas. Esa carrera cho de la conexión «apa de potencia-cajas
lar mi obstante con la justificación de que vertiginosa lia alcanzado su punto culmi acústicas. Se sabe menos, por ejemplo, sobre
la importancia de la influencia de los ca nanle por ahora merced a una sene de es conexiones enlre iransformadores de bo
bles de conexión constiiuye un conocí míenlo ludios arduos > completísimos que lia pu bina móvil o pre preamplificadores con pre-
más bien recicnle. En aquel pasado jilo hlícado Martin Colloms en Hi-Fi-News du- vios y poco lie leído yo hasta ahora en lomo
rioso Je las decadas de lus cincuenta y los lunle los dos últimos años. El compendio al asumo de la conexión sintonizador ampli
sesenla ni se trataba ol lema y w tunéela de los estudios de Colloms eonsliluye una licador. Pareee ser que el tenia de los Ice
ha. por ejemplo, um elapa Me Imiish a unas veidadera enciclopedia del saber actual \obic lores de compacto también licne su enjun-
cajus AR-.'A tiin el clásico hili> bipolar que el asumo de los eables. pese a lo cual la dia y el amplísimo campo de lus máquinas
por aquel entonces ciislaba einei> o seis pe cuestión no puede darse ni mucho menos de grabación ha sido tratado casi en ex-
scias m a m Naturalmente el propietario del por acolada. Es obvio que los I arincan les clusiva poi revistas de nivel profesional.
fabuloso conjunto mi explotara de una fonna han respondido debidamente a oslas iaci- Un momento pan una pequeña reflexión;
óplima apúralos que después han llegado laiumci de los gurü.i de la Alia Fidelidad seguramente muy pocos de entre ustedes,
a ser legendarios. a nivel mundial. Eli algunos casos se lia queridos lectores, es!aran sacando un par
Si me he decidido a abordar U cuestión, llegado a situaciones casi excéntricas, lan I ido lítximii a su cadena de sonido por causa
ello es debido a que muy recio ni emente he tu en lo que concierne a especificaciones de una anexión de cables deficiente. Pue
realizado dos descubrí miemos de los que como u precios. Por ejemplo, un cable de de haber llegado, pues, el momento de in
lo tí o sumen le be de mformat a los léelo conexión ¡jlitino Rjiulall (USA) puede al lonnarsc debidamente y mejorar sensible
res de SCHERZO. Se irala naiuialíñente canzar un precio según su grado de puré mente el resultado musical de) equipo con
de dos experimentos con dos tipos de ca /a superior a las 25.000 pías., pero al de un desembolso muy abordable o quizás n
ble de excepcional calidad Realmente el cii de los experlos las sustanciales mejo diculo si se compara cutí el cosie global
lenu de los cables de conexión ha sido airea ras que inirudiicc en el sonido pueden con del equipo. Desde luego doy fe de haber
do un los úllimos años y la lemúlica se ha sideraiNe superiores a lo que «J obtiene cuan visio (y oidoj equipos millonarios con ca
centrado hindamenialmeme en la unión eniíc cki se pasa de una cápsula de 24).(MM) pese bles de 500 péselas. Erradiquenlos pues esle
clapa de potencia y eajas acústicas: al uic las a otra de 20.000 duros. En lodo caso vicio en beneficio exclusivamente Je la res
nos en un principio. Después se lian allí el lema de los cables americanos Randall puesta global del equipo.
pilado los t'studiiis a oíros tipos de eone pertenece a un campo absoluta mente eso
xión. Las revistas del tipo Unttergrouml lorien.
Experiencias propias
se han dedicado ¡mensamente a este asun El citado Martin Colloms cu un inefable
lo y. si la memoria no me falla, en Euro jnieulo publicado en Hi-Fi New» en su edi Relatare de forma muy concisa mi pro
pa quien primero levanló la liebre sobre ción de diciembre de 198? hajo el título pía experiencia para icnninar comentando
este asumo, desde luego iraseendenial. lúe Cáile Giisidenaimt estaWae lodj una xeñe los dos descubrimientos a que aludí ames.
Jean Hiragu en unos escritos publicados por Je principios y explicaciones totalmente ase Cuando instruido por revistas como lus el
la revista Nouvelte Revue du Se» que en- quihles en torno a las características flsi ladas pase del cable de a duro el metto
loru.es era bastante undergrowid.ahora ya cas y eléctricas que definen un buen ca- a un cable ya serio de procedencia Sansui
no lo es lanto; hablo de hace unos nueve ble. Se irala en esc inestimable irubajo de mi equipo cambió de una forma especia
años, aproximadamente. las diferencias, estructuras y calidades del cular. Fue un cambio parecido al que ex
Los trabajos de Hiraga no fueron sino cobre empleado, si va o no trenzado, so pe rimen te cuando es Irene mi primera cap
el comienzo y la prensa especial izada se bre el número de hebras conveniente y. de sula Decca. Espolcado por aquel avance
lanzó a una vertiginosa carrera en el eslu modo muy enfático, sobre el lema vital de extraordinario me lancé a probar otros mu
din de esie aspecto de la técnica de la re- las dinamias sobre lujo en las conexio- chos modelos, a saber, la cinta Monitor

Svliex/o V.t
ALTA FIDELIDAD

Audio, el cable alemán lucas, uno de los He realizado las pruebas con una longitud do tres modelos de cápsula de las de élite,
más recomendados por Hiraga, el famoso de 5 metros. En los aspectos tfmbrico y así como un pre-previo para hacer sonar
y legendario Leonische, el ya clásico Mons- de imagen y focalizar ion sonoras también correctamente las capsulas de bobina mó-
ter, el japonés Audionix. el británico QAS, el Krell-Symo ha demostrado unas presta- vil. En Inglaterra le llaman The Atchemist
hasta llegar a los muy actuales lanzamien- ciones magníficas. El p.v.p. de este cable seguramente intentando aludir al hecho de
tos de Thorens. Ya en este terreno de ca- no es precisamente barato; excede de las que este científico eminente trabaja en ese
bles, científicamente concebidos y elabo- 2.000 pías, el metro. Quien necesite, por sector de la Alta Fidelidad dedicado a re-
rados, las diferencias son realmente muy ejemplo, 4 metros habrá de desembolsar finar lo que ya existe, o bien, a crear úti-
sutiles; llegan a apreciarse, a veces, a lo una cantidad próxima a las 9.000 ptas. per- les y componentes de absoluta excepción.
largo de semanas y semanas de escucha fectamente acorde con la mejora que se in- Presumo que no será ésta la última vez que
y observación. Entre los cables citados llegué nos ocupemos de los trabajos de este acre-
troduce en el equipo y generalmente muy ditado personaje.
a experimentar una cierta preferencia por inferior a lo que se sude desembolsar cuando
el germano Leonische del que tengo noti- se cambia un componente o varios, en oca- Volviendo al tema del cable hay que de-
cias, además, que es muy utilizado por los siones para no conseguir nada práctico. Un cir que éste es de una factura increíble;
japoneses para realizar las conexiones in- cable de esta envergadura ofrece además semeja un objeto de los que se utilizan en
teriores de las cajas acústicas Yamaha la ventaja de poder calibrar seriamente las cirujia o en aeronáutica. De enorme gro-
NS-1000-M y NS-1000-X. De todos mo- facultades y posibilidades del amplificador sor debe ser rematado con conectores ad
dos esa preferencia a favor del Leonische y de las cajas acústicas. hoc. como los WBT, por ejemplo. Musi-
se produjo a lo largo de bastante tiempo calmente la introducción en un equipo del
y en aspectos muy sutiles del sonido. D-300-S se aprecia básicamente en una ma-
yor firmeza del sonido y, sobre todo, en
Los dos grandes descubrimientos a que El IW0O-S una mayor aireación; la música sale mu-
antes aludí son el cable de altavoces Krell- cho más de las cajas acústicas lo que re-
Symo y el de conexión previo-etapa Van El segundo descubrimiento ha sido el in- sulta de una importancia suma, sobre to-
den Huí D-300-S. En ambos casos he po- lerlink Van den Huí D-300-S para la co- do, por ejemplo, en disco de ópera. Esta-
dido constatar la importancia enorme del nexión entre previos y etapas de potencia. blezco estas afirmaciones después de ha-
entramado de cables en una cadena de so- La sorpresa ha sido aún mayor que la pro- ber escuchado durante meses con el famo-
nido. El cable Krell-Symo ha sido elabo- ducida por el cable Krell-Symo. El D-300-S so Vecteur y el Thorens de hilo de plata.
rado por un laboratorio suizo a demanda es un objeto realmente extraordinario ca- Pese a ello la superioridad del Van den
y especificaciones del famoso fabricante nor- paz de cambiar el comportamiento de una Huí se puso de manifiesto en seguida. Es-
teamericano de electrónicas. Es un cable electrónica de un modo más que notable. te cable resulta también costoso, bastante
tipo cinta de cobre purísimo, libre de oxí- El señor Van den Huí es un físico holan- más costoso que el Krell, pero doy fe de
geno. Los beneficios que produce este ca- dés que ha volcado todo su saber, que no que su empleo en un equipo de Alta Fide-
ble se dejan oír ya desde el principio, es es poco, en contribuir para que escuche- lidad produce mejoras verdaderamente in-
decir, hay una superioridad claramente per- mos mejor a Mozari. Ha diseñado más de creíbles. Se puede cambiar una electróni-
ceptible sin necesidad de procesos de prueba dos docenas de tipos de cable para toda ca entera y no conseguir tales diferencias.
largos y complicados. Parece como si este Ello sirve de base para establecer que la
una serle de aplicaciones; phono. turner. relación calidad-precio en este caso es
cable filtrase el sonido; quiero decir con equipos de cinta, lectores de compacto, extraordinaria.
esto que el sonido llega más limpio de rui- etc. . Es d creador del famoso diamante
dos e impurezas. Ahí está, en mi opinión, Van den Huí, adaptado por muchos fabri-
el punto más fuerte del cable Krell-Symo. cantes de cápsulas, y él mismo ha diseña- Alfredo Orozco

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