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Es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Esto hace que se
presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.
El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando se presenta un
ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y su revestimiento se
inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas.
En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la
inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.
Los desencadenantes comunes del asma incluyen:
Animales (caspa o pelaje de mascotas)
Ácaros del polvo
Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico o aspirin y otros AINE)
Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)
Químicos en el aire o en los alimentos
Ejercicio
Moho
Polen
Infecciones respiratorias, como el resfriado común
Emociones fuertes (estrés)
Humo del tabaco
Las sustancias que se encuentran en algunos lugares de trabajo también pueden desencadenar los
síntomas de asma, lo que lleva al asma ocupacional. Los desencadenantes más comunes son el polvo de la
madera, el polvo de los granos, la caspa animal, los hongos o los químicos.
Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias, como la fiebre del
heno (rinitis alérgica) o eccema. Otros no tienen tales antecedentes.
Síntomas
La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunas
personas tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la falta de aliento. Las
sibilancias o una tos puede ser el síntoma principal.
Los ataques de asma pueden durar de minutos a días. Se pueden volver peligrosos si se restringe el
flujo de aire de manera importante.
Los síntomas del asma incluyen:
Tos con o sin producción de esputo (flema)
Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal)
Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad
Sibilancias
Los síntomas de emergencia que necesitan atención médica oportuna incluyen:
Labios y cara de color azulado
Disminución del nivel de lucidez mental, como somnolencia intensa o confusión, durante un ataque de asma
Dificultad respiratoria extrema
Pulso rápido
Ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar
Sudoración
Otros síntomas que pueden ocurrir:
Patrón de respiración anormal -- en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración
Paro respiratorio transitorio
Dolor torácico
Opresión en el pecho
CUIDADOS
Conozca los síntomas de asma de los que debe cuidarse.
Aprenda cómo tomar la lectura de su flujo máximo y lo que significa.
Conozca cuáles desencadenantes empeoran el asma y qué hacer cuando esto sucede.
Conozca cómo debe cuidar su asma al ejercitarse.
Los planes de acción para el asma son documentos escritos para manejar esta enfermedad. Un plan de
acción para esta enfermedad debe incluir:
Instrucciones para tomar medicamentos cuando esté estable
Una lista de desencadenantes del asma y cómo evitarlos
Cómo reconocer cuando el asma está empeorando y cuándo llamar a su proveedor
Un espirómetro es un dispositivo simple para medir qué tan rápidamente puede usted sacar el aire de los
pulmones.
Lo puede ayudar a saber si se aproxima un ataque, algunas veces, incluso antes de que aparezca cualquier síntoma.
Las mediciones de flujo máximo pueden ayudar a mostrar cuándo se necesita el medicamento o si es necesario tomar
otra medida.
Los valores de flujo máximo de 50% a 80% de los mejores resultados son un signo de un ataque de asma moderado.
Mientras que los valores por debajo de 50% son un signo de un ataque grave.
Prevención
Los síntomas de asma se pueden reducir evitando los desencadenantes y las sustancias que irritan las vías
respiratorias.
Cubra las camas con fundas "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del polvo.
Quite los tapetes de las alcobas y aspire regularmente.
Use solo detergentes y materiales de limpieza sin fragancia en el hogar.
Mantenga los niveles de humedad bajos y arregle las fugas para reducir la proliferación de organismos como el moho.
Mantenga la casa limpia y conserve los alimentos en recipientes y fuera de los dormitorios. Esto ayuda a reducir la
probabilidad de cucarachas. Las partes del cuerpo de las cucarachas, así como sus deposiciones pueden desencadenar
ataques de asma en algunas personas.
Si una persona es alérgica a un animal que no se puede sacar de la casa, este debe mantenerse fuera de la alcoba. En
las salidas de la calefacción, coloque un material de filtro para atrapar la caspa animal. Cambie los filtros en los
calentadores y aires acondicionados a menudo.
Elimine de la casa el humo del tabaco. Esta es la medida más importante que una familia puede tomar para ayudar a
alguien que tenga asma. Fumar fuera de la casa no es suficiente. Los miembros de la familia y los visitantes que
fuman afuera transportan residuos del humo del tabaco hacia adentro en sus ropas y cabello. Esto puede desencadenar
síntomas de asma. Si usted fuma, este es un buen momento para dejarlo.
Evite la contaminación atmosférica, el polvo industrial y otros vapores irritantes tanto como sea posible.
Tratamiento[editar]
El tratamiento de la tuberculosis se realiza con combinaciones de fármacos antituberculosos, haciendo
eficaces las pautas de seis meses de tratamiento, dos en la primera fase de tratamiento y cuatro meses en
la segunda fase.
La tuberculosis es curable, pero es necesario un diagnóstico temprano (acudir inmediatamente al médico),
ya que es una enfermedad grave si no se sigue el tratamiento adecuado. En seguida, es indispensable no
abandonar el tratamiento dado por el médico porque, al suspender el tratamiento, esta enfermedad
empeora rápidamente y se favorece la proliferación de bacilos resistentes a los medicamentos.
Prevención[editar]
Se previene mediante una vida sana e higiénica, identificando oportunamente a los enfermos y
asegurando su curación para no contagiar a otras personas, principalmente por medio de la vacunación
con vacuna BCG.
La vacunación sistemática con la vacuna BCG en los recién nacidos se abandonó en España en 1980
(1974 en Cataluña), manteniéndose actualmente solo en el País Vasco.19 20 21
Medidas preventivas[editar]
La persona infectada debe protegerse siempre que tosa con pañuelos desechables.
Lavado de manos después de toser.
Ventilación adecuada del lugar de residencia.
Limpiar el domicilio con paños húmedos.
Utilizar mascarilla en zonas comunes.
Restringir visitas a personas no expuestas a la enfermedad.
Garantizar adherencia al tratamiento.
No fumar. El cigarrillo no causa tuberculosis, pero sí favorece el desarrollo de la enfermedad.
Deshidratación
La deshidratación aguda es el estado clínico consecutivo a la pérdida de agua y solutos. La causa más
frecuente es la gastroenteritis aguda; el 75-80% de los casos se produce en lactantes menores de 12 meses
y más del 90%, en menores de 18 meses.
El agua representa el 80% del peso corporal en el recién nacido y a partir del año de edad va disminuyendo
hasta el 60% en los adultos, distribuyéndose en los compartimentos intracelular y extracelular. Cuando se
producen alteraciones en los volúmenes o en la composición de los espacios hídricos corporales se ponen
en marcha mecanismos reguladores de éstos que inmediatamente corrigen el trastorno inicial.
La causa más frecuente de deshidratación aguda es la diarrea; el 80% se produce en lactantes menores de
12 meses.
El diagnóstico adecuado del grado de deshidratación se debe evaluar por parámetros clínicos; los cambios
en el peso corporal son su mejor medida.
Según la pérdida de peso, la deshidratación se clasifica en leve (< 5%), moderada (5-10%) o grave (> 10%),
y puede ser hipotónica, isotónica o hipertónica.
Las soluciones de rehidratación oral son el mejor tratamiento para prevenir o corregir la deshidratación leve-
moderada, ya que su empleo conlleva una menor duración de la diarrea, una mayor ganancia ponderal y un
menor tiempo de hospitalización frente a la rehidratación intravenosa.
En el tratamiento de las deshidrataciones moderada y grave deberemos restituir rápidamente la volemia para
impedir o tratar la situación de shock, teniendo en cuenta que se suelen acompañar de alteraciones
hidroelectrolíticas y del equilibrio ácido-base, que deben corregirse lo antes posible.
Clasificación
Según las variaciones que se producen en el peso, el grado de deshidratación se clasifica en leve (en
lactantes, < 5%), moderada (5-10%) y grave (> 10%). En los niños mayores: < 3%, leve; 3-7%, moderada; >
7%, grave. Basándose en los valores séricos de sodio, se clasifica en: hipotónica (< 130 mEq/l), isotónica
(130-150 mEq/l) e hipertónica (> 150 mEq/l). En el primer y segundo tipo la deshidratación es eminentemente
extracelular, mientras que en el último es intracelular.
Síntomas
Signos de deshidratación leve o moderada:
Sed
Boca seca o pegajosa
No orinar mucho
Orina amarilla oscura
Piel seca y fría
Dolor de cabeza
Calambres musculares
Signos de deshidratación grave:
No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar
Piel seca y arrugada
Irritabilidad o confusión
Mareos o aturdimiento
Latidos cardíacos rápidos
Respiración rápida
Ojos hundidos
Apatía
Shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo)
Inconsciencia o delirio
Tratamiento
Para tratar la deshidratación:
Pruebe tomar sorbos de agua o chupar cubitos de hielo.
Pruebe beber agua o bebidas para deportistas que contengan electrólitos.
No tome pastillas de sales minerales. Pueden causar complicaciones graves.
Pregúntele a su proveedor de atención qué debe comer si tiene diarrea.
En caso de una deshidratación más grave o una emergencia por insolación, puede necesitar permanecer
en el hospital y recibir líquidos por vía intravenosa (IV). El proveedor de atención también tratará la
causa de la deshidratación.
La deshidratación causada por gastroenteritis viral debe mejorar por sí sola después de unos días.
Prevención
Para prevenir la deshidratación:
Tome mucho líquido todos los días, incluso cuando esté bien de salud. Beba más cuando el clima esté cálido o si está
haciendo ejercicio.
Si alguien en la familia está enfermo, preste atención a la cantidad de líquido que puede beber. Preste especial
atención a los niños o a los adultos mayores.
Cualquier persona con fiebre vómitos o diarrea debe tomar mucho líquido. NO espere a que aparezcan los signos de
deshidratación.
Si cree que usted o alguien de su familia puede llegar a deshidratarse, llame a su proveedor de atención. Haga esto
antes de que la persona resulte deshidratada.
PLANES DE TRATAMIENTO
Plan A: tratamiento en el hogar para prevenir la deshidratación y la desnutrición
Los niños con diarrea aunque no presenten signos de deshidratación necesitan una cantidad de líquidos
y sales superior a la normal para reemplazar las pérdidas de agua y electrólitos. Si no se les dan, pueden
aparecer signos de deshidratación.
Se debe enseñar a las madres cómo prevenir la deshidratación en el hogar dando al niño más líquido
que habitualmente, cómo prevenir la desnutrición continuando con la alimentación del niño, y
explicarles la importancia de estas medidas. Las madres también deben conocer qué signos indican que
debe llevar al niño a la consulta de un profesional sanitario. Estos pasos se resumen en las cuatro reglas
del plan A para el tratamiento de la diarrea:
Primera regla: dar al niño más líquido que habitualmente para prevenir la deshidratación
Qué líquidos hay que dar
En muchos países hay una serie de líquidos caseros recomendados. Cuando sea posible, entre estos
líquidos se debe incluir al menos uno que contenga sal normalmente (véase más adelante). También
debe darse agua potable. Deberán recomendarse otros líquidos que los niños tomen con frecuencia en
esa zona y las madres consideren adecuados para los niños con diarrea, lo que hará que estén dispuestas
a dárselos en mayor cantidad cuando se les aconseje hacerlo.
Líquidos adecuados
Podrán darse la mayoría de los líquidos que normalmente toma un niño. Resulta práctico dividir estos
lí- quidos en dos grupos:
Líquidos que normalmente contienen sal, como:
solución de SRO;
bebidas saladas (por ejemplo, agua de arroz salada o yogur al que se le ha añadido sal);
sopas de verduras y hortalizas o de pollo con sal.
También se puede enseñar a las madres a que agreguen sal (aproximadamente 3 g/l) a una bebida o
sopa sin sal durante los episodios de diarrea, pero esto requiere un esfuerzo educativo continuado.
Una solución de fabricación casera que contenga 3 g/l de sal de mesa (una cucharadita rasa) y 18 g/l de
azúcar común (sacarosa) es eficaz pero generalmente no se recomienda porque la receta a menudo se
olvida, no se dispone de los ingredientes o se da una cantidad insuficiente.
Líquidos que no contienen sal, como por ejemplo: agua simple; agua en la que se han cocido cereales
(por ejemplo, agua de arroz sin sal); sopa o caldo sin sal; bebidas a base de yogur, sin sal; agua de
coco; té ligero (no endulzado); jugos de fruta fresca no endulzados.
Líquidos inadecuados
Algunos líquidos son potencialmente peligrosos y deben evitarse durante la diarrea. Concretamente, las
bebidas endulzadas con azúcar, que puede causar diarrea osmótica e hipernatriemia. Algunos ejemplos
son: bebidas gaseosas comerciales; jugos de fruta comerciales; té endulzado.
Otros líquidos que también deben evitarse son los que tienen un efecto estimulante, diurético o
purgante, por ejemplo: j café j algunos tipos de té o infusiones medicinales.
Cuánto líquido se administrará
La regla general es dar tanto líquido como el niño o el adulto quiera tomar hasta que desaparezca la
diarrea. A modo de orientación, después de cada deposición de heces sueltas, dar: j a los niños menores
de 2 años: de 50 a 100 ml (de un cuarto a media taza grande) de líquido; j a los niños de 2 a 10 años: de
100 a 200 ml (de media a una taza grande); j a los niños mayores y adultos: tanto líquido como quieran
tomar.
Segunda regla: administrar suplementos de cinc (10 a 20 mg) al niño todos los días durante 10 a 14 días
El cinc puede presentarse en forma de jarabe o de comprimidos dispersables; se administrará la
presentación que sea más fácil de conseguir y más económica. La administración de cinc al comienzo
de la diarrea reduce la duración y gravedad del episodio así como el riesgo de deshidratación. Si se
continúan administrando los suplementos de cinc durante 10 a 14 días, se recupera completamente el
cinc perdido durante la diarrea y el riesgo de que el niño sufra nuevos episodios en los 2 o 3 meses
siguientes disminuye.
Tercera regla: seguir dando alimentos al niño para prevenir la desnutrición No debe interrumpirse la
alimentación habitual del lactante durante la diarrea y, una vez finalizada esta, debe aumentarse. Nunca
debe retirarse la alimentación y no deben diluirse los alimentos que el niño toma normalmente. Siempre
se debe continuar la lactancia materna. El objetivo es dar tantos alimentos ricos en nutrientes como el
niño acepte. La mayoría de los niños con diarrea acuosa recuperan el apetito una vez corregida la
deshidratación, mientras que los que presentan diarrea sanguinolenta a menudo comen mal hasta que
desaparece la enfermedad. Se debe alentar a estos niños a que reanuden la alimentación normal cuanto
antes. Cuando se siguen dando alimentos, generalmente se absorben los nutrientes suficientes para
mantener el crecimiento y el aumento de peso. La alimentación constante también acelera la
recuperación de la función intestinal normal, incluida la capacidad de digerir y absorber diversos
nutrientes. Por el contrario, los niños a los que se les restringe o diluye la alimentación pierden peso,
padecen diarrea durante más tiempo y tardan más en recuperar la función intestinal. Qué alimentos hay
que dar Depende de la edad del niño, de sus preferencias y del tipo de alimentación antes de la
enfermedad; los hábitos culturales son también importantes. En general, los alimentos apropiados para
un niño con diarrea son los mismos que los que habría que dar a un niño sano. A continuación se
expone una serie de recomendaciones específicas.
Plan B: tratamiento de rehidratación oral para niños con algún grado de deshidratación
Los niños con algún grado deshidratación deben recibir un tratamiento de rehidratación oral con
solución SRO en un establecimiento de salud siguiendo el plan B, según se describe más adelante. En
estos casos también se les debe administrar los suplementos de cinc como se ha descrito anteriormente.
Cantidad de solución de SRO necesaria
Utilice el cuadro 2 para calcular la cantidad de solución de SRO que se necesita para la rehidratación.
Si se conoce el peso del niño, se usará para determinar la cantidad aproximada de solución necesaria.
La cantidad también puede calcularse multiplicando el peso del niño en kilogramos por 75 mililitros. Si
no se conoce el peso del niño, se tomará la cantidad aproximada que corresponda a la edad del niño.
La cantidad exacta de solución requerida dependerá del estado de deshidratación del niño. Los niños
con signos de deshidratación más marcados o que continúan con deposiciones líquidas frecuentes,
necesitarán más solución que aquellos con signos menos marcados o con deposiciones menos
frecuentes. Si un niño desea más solución de SRO que la cantidad calculada y no hay ningún signo de
sobrehidratación, se le dará más.
Los párpados edematosos (hinchados) son un signo de sobrehidratación. Si esto ocurre, suspenda la
administración de la solución de SRO, pero continúe dando leche materna o agua y los alimentos. No
administre diuréticos. Una vez que desaparece el edema, se reanuda la administración de la solución de
SRO o los líquidos caseros según se indica en el plan A de tratamiento de la diarrea.
Plan C: tratamiento de los pacientes con deshidratación grave
Directrices para la rehidratación intravenosa
El tratamiento que se prefiere para los niños con deshidratación grave es la rehidratación rápida por vía
intravenosa, siguiendo el plan C. Cuando sea posible, se ingresará al niño en un hospital. Las
instrucciones para la rehidratación intravenosa figuran en el cuadro 3.
A los niños que pueden beber, aunque sea con dificultad, se les debe administrar la solución de SRO
por vía oral hasta que se instale el aparato de venoclisis. Por otro lado, todos los niños deben empezar a
tomar la solución de SRO (aproximadamente 5 ml/kg por h) desde el momento en que puedan beber,
que será después de tres o cuatro horas para los lactantes y de una a dos horas para los pacientes
mayores. Esto proporciona más bases y potasio, que podrían no ser proporcionados en cantidad
suficiente por el líquido intravenoso.
Enfermedad Diarreica Aguda
Se puede definir como la diarrea que dura un máximo de 4 semanas;6 también se
denomina gastroenteritis. Casi siempre se considera contagiosa, aunque solo son contagiosas las diarreas
de origen infeccioso. A menudo, lo que se hace es tranquilizar al paciente, asegurarse de que recibe
cantidades adecuadas de fluido, y esperar a ver su evolución. En casos más graves, o donde es
importante encontrar la causa de la enfermedad, se requerirá un cultivo de heces.
Los organismos más comunes encontrados dentro de dichos cultivos, son el Campylobacter (un
organismo de origen animal), la Salmonella (también de origen animal), la Criptosporidiosis (origen animal)
y la Giardia lamblia (que vive en el agua potable). La comida en descomposición está asociada con
infecciones de Salmonella. La Shigella (causante de disentería) es menos común, y generalmente de
origen humano. El cólera es raro en los países occidentales. Es más común en viajeros y se relaciona
generalmente con el agua contaminada: su última fuente es probablemente el agua de mar.
Es la presencia de heces líquidas o acuosas, asociado a un aumento en la frecuencia (al menos 3 en 24
horas) y con una duración menor a 14 días. El cuadro puede ir o no acompañado de vómito y/o fiebre.
En los niños menores de 5 años los principales factores que pueden favorecer el desarrollo de enfermedad
diarreica aguda son:
Ausencia de lactancia materna o suspensión precoz de ésta.
Tabaquismo en el hogar.
Uso de agua visiblemente contaminada para consumo y preparaciones de alimentos en el hogar.
Anemia o desnutrición en cualquier grado.
Contacto cercano con un paciente con diarrea.
Viajes a sitios con altos casos de diarrea en su población.
Ausencia de inodoros o inadecuada eliminación de heces y basuras en el hogar.
Presencia de moscas en el hogar del niño.
La enfermedad diarreica aguda en la mayoría de los casos es causada por una infección intestinal, secundaria
a virus, bacterias o parásitos intestinales.
La amenaza más grave de las enfermedades diarreicas es la deshidratación. Durante un episodio de diarrea, se pierde
agua y electrolitos (sodio, cloruro, potasio y bicarbonato) en las heces líquidas, los vómitos, el sudor, la orina y la
respiración. Cuando estas pérdidas no se restituyen, se produce deshidratación.
El grado de deshidratación se mide en una escala de tres:
1. Deshidratación incipiente: sin signos ni síntomas.
2. Deshidratación moderada:
o sed;
o comportamiento inquieto o irritable;
o reducción de la elasticidad de la piel;
o ojos hundidos.
3. Deshidratación grave:
o los síntomas se agravan;
o choque, con pérdida parcial del conocimiento, falta de diuresis, extremidades frías y húmedas, pulso rápido y débil,
tensión arterial baja o no detectable, y palidez.
La deshidratación grave puede ocasionar la muerte si no se restituyen al organismo el agua y los electrolitos perdidos, ya
sea mediante una solución de sales de rehidratación oral (SRO), o mediante infusión intravenosa.
Tratamiento
Aunque no suele ser peligrosa, la diarrea ha causado millones de muertes alrededor del mundo,
principalmente como consecuencia de la deshidratación. La diarrea de diferentes causas, está asociada
también con una reducción del consumo de alimento.21 Por esa razón, el principal tratamiento contra la
diarrea implica un consumo de cantidades adecuadas de agua para sustituir la pérdida de líquidos,
mezclada preferiblemente con electrolitos para recuperar las sales minerales esenciales y
ciertos nutrientes. En la mayoría de los casos un tratamiento adicional o el consejo médico resultan
innecesarios.
El tratamiento general de la diarrea puede esquematizarse en 4 fases:1
1. Corrección de los déficits de agua, electrolitos y equilibrio ácido-base. En formas leves o
moderadas, debe hacerse siempre por vía oral: la eficacia de la rehidratación oral y la tolerancia a
la reintroducción de la dieta y la ganancia de peso es superior frente a la hidratación intravenosa.
En los casos más leves (en los que se mantiene la alimentación), la ingestión de suplementos
líquidos en forma de agua, tisanas o refrescos puede ser suficiente; si se ha suprimido la
alimentación, se pueden utilizar diversas soluciones orales diseñadas para tratar la diarrea
infecciosa. Las soluciones para deportistas no deben utilizarse, porque resultan hiperosmóticas.
2. Nutrición adecuada: en contra de algunas creencias establecidas, en la mayoría de los casos de
diarrea no es necesario establecer un reposo estricto del intestino; la supresión de la alimentación
en los niños puede conducir a una pérdida diaria del 1-2 % del peso corporal (sin contar las
pérdidas fecales) que puede poner su vida en peligro. Aunque la absorción intestinal está reducida
en la diarrea, no está totalmente abolida, y se absorbe una proporción no despreciable de
principios inmediatos. De hecho, la evolución de los pacientes nutridos es mejor que en los que
ayunan (menores pérdidas fecales y menor duración temporal). En la mayor parte de los casos, la
diarrea cede en pocos días con medidas sencillas, como evitar alimentos que aumenten el
volumen de las heces y la motilidad intestinal (vegetales, pieles de frutas o verduras, grano entero
de cereal...). También es recomendable la ingesta de determinados microorganismos que ayuden
a restablecer la flora intestinal, como los yogures con bifidus o preparados de levaduras como el
Perenterol.22 Por otro lado, en la afección generalizada del intestino, debe evitarse la leche y
derivados, porque suele producirse un déficit de disacaridasas, que impide la digestión de la
lactosa y empeora la diarrea.
3. Tratamiento sintomático de la diarrea y los síntomas acompañantes: hay algunos
medicamentos con actividad antidiarreica, que pueden ser beneficiosos, pero pueden estar
contraindicados en algunos casos.23
4. Tratamiento específico del agente o factor responsable de la diarrea: en algunos casos,
puede ser recomendable el uso de antibióticos (ver más abajo, en el apartado "Antibioterapia").
Los siguientes tipos de diarrea indican generalmente la necesidad de supervisión médica:
diarrea en niños pequeños
diarrea moderada o grave en niños
diarrea acompañada de sangre: véase disentería
diarrea continua durante más de dos semanas
diarrea asociada con alguna otra enfermedad más general tal como dolor de
estómago o abdominal, fiebre, pérdida de peso, etc.
diarrea en turistas o viajeros (probablemente debida al resultado tener infecciones exóticas tales como
parásitos)
diarrea en personas que manipulan alimentos (por el potencial que tienen de infectar a otros),
diarrea en instituciones (hospitales, guarderías, clínicas de reposo mental, centros sanitarios, centros
geriátricos, etc.)
Rehidratación
Plan A, en diarrea aguda sin deshidratación aparente. Aportar mayor cantidad de líquido que lo perdido.
En pacientes menores de un año de edad: 50 a 100 ml y en mayores de 1 año de edad: 100 a 200 ml
después de cada evacuación líquida. A niños mayores o adultos se ofrece todo el volumen que deseen
beber. Mantener alimentación adecuada para la edad, buena concentración calórica, higiénicos, no
concentrados, de buen sabor para el niño, baratos y culturalmente aceptables: continuar con la lactancia
materna o su dieta habitual para niños y adultos.
Plan B, en diarrea aguda con deshidratación clínica moderada. El objetivo es tratar la deshidratación
mediante el uso de terapia de rehidratación oral (TRO), usando sales de rehidratación oral (SRO) para
corregir el déficit de agua y electrólitos y recuperar el equilibrio hidrostático.
Plan C, en diarreas con deshidratación grave o choque circulatorio y cuyo objetivo es tratar la
deshidratación rápidamente. La rehidratación intravenosa está indicada ante el fracaso de la terapia de
rehidratación oral (TRO) o a continuación de la reanimación inicial de un paciente en choque.
Prevención[editar]
Lavar las manos antes de ingerir los alimentos.
Lavar las manos al salir del baño.
Lavar con agua hervida el pecho, antes de alimentar al lactante.
Hacer hervir el agua durante 10 minutos antes de consumir.
Los sanitaristas de la OMS[1] estiman que:
un 88 por ciento de las enfermedades diarreicas son producto de un abastecimiento de agua insalubre
y de un saneamiento y una higiene deficientes;
un sistema de abastecimiento de agua potable eficiente y bien manejado reduce entre un 6 y un 21
por ciento la morbilidad por diarrea, si se contabilizan las consecuencias graves;
la mejora del saneamiento reduce la morbilidad por diarrea en un 32 por ciento;
las medidas de higiene, entre ellas la educación sobre el tema y la insistencia en el hábito de lavarse
las manos, pueden reducir el número de casos de diarrea en hasta un 45 por ciento;
la mejora de la calidad del agua de bebida mediante el tratamiento del agua doméstica, por ejemplo
con la cloración en el punto de consumo, puede reducir en un 35-39 por ciento los episodios de
diarrea.
Disentería
La disentería es un término general utilizado para un grupo de trastornos gastrointestinales caracterizados
por una inflamación de los intestinos, especialmente del colon. Los rasgos característicos de esta afección
incluyen dolor abdominal y calambres, esfuerzos al defecar (tenesmo), y sufrir frecuentemente diarrea
acuosa o heces con sangre y moco. La palabra disentería proviene del inglés, de dos palabras griegas que
significan “mal” o “malo” e “intestino”.
Cabe señalar que algunos médicos usan la palabra “disentería” para referirse sólo a los dos primeros tipos
principales de disentería, mientras que otros utilizan el término en un sentido más amplio. Por ejemplo,
algunos médicos hablan de la esquistosomiasis, una enfermedad causada por un gusano parásito, como
la disentería bilharzial, mientras que otros se refieren a la diarrea aguda causada por un virus como la
disentería viral.
La disentería es una infección que generalmente causa diarrea. La infección a menudo se transmite a
través de la higiene inadecuada , y una de las causas más comunes es el no lavarse las manos después
de usar los baños públicos. Se transmite de persona a persona, y es muy común que se pase entre los
miembros de la familia. A partir de ahí, se puede pasar a mucha gente en general. La infección puede
durar y extenderse durante cuatro semanas.
También es posible contraer disentería a través de alimentos contaminados. Los países pobres que
cuentan con sistemas de saneamiento inadecuados pueden ser más propensos a sufrir esta enfermedad,
ya que los sistemas de tratamiento del agua en estos países suelen tener microbios que causan esta
infección. Por esta razón se recomienda a las personas que no beban agua o hielo en ciertos lugares.
síntomas de la disentería
Un síntoma es algo que el paciente siente, mientras que un signo es algo que otras
personas ven, tales como el médico. Por ejemplo, el dolor puede ser un síntoma,
mientras que una erupción puede ser una señal.
Algunos síntomas de la disentería son:
Dolor abdominal, diarrea y fatiga.
Los pacientes con síntomas leves tendrán un dolor de estómago leve
(calambres), y con frecuencia se van al baño a causa de la diarrea .
Los síntomas generalmente aparecen entre uno y tres días después de que la
persona se ha infectado – esto se llama el período de incubación. En la mayoría
de los casos el paciente se recupera completamente dentro de una semana.
En algunos casos, las personas que con la disentería también pueden desarrollar
intolerancia a la lactosa.
Tratamiento de la disentería
La terapia de rehidratación: inicialmente esto se realiza mediante rehidratación oral;
se recomienda al paciente que beba abundante líquido. La diarrea y vómitos, trae
como resultado la pérdida de fluidos que tienen que ser reemplazados para evitar la
deshidratación . Si la diarrea y/o vómitos es profusa el equipo médico puede
recomendar el reemplazo de líquidos por vía intravenosa.
Los antibióticos y droga amebicida: los expertos dicen que si es posible, la
administración de medicamentos para matar la causa de la disentería debe ser
retenida hasta que las pruebas de laboratorio determinen si la enfermedad es
causada por una bacteria o ameba. Si esto no es posible, dependiendo de la
severidad de los síntomas, el paciente puede recibir combinaciones de antibióticos,
medicación y amebicida.
Si los síntomas no son graves y el médico determina que es la disentería bacilar
(Shigella), es más probable es que no reciba la medicación (en la gran mayoría de los
casos la enfermedad se resolverá dentro de una semana). La rehidratación oral es
importante.
Prevención
Los antibióticos se pueden recetar para prevenir la infección de otras personas. Es muy importante para
las personas que viajan en los países en los que hay dudas sobre la seguridad del agua presten atención
a la higiene. Deben beber sólo agua embotellada para reducir el riesgo de infección.
Diarrea persistente
La diarrea se denomina al incremento en la frecuencia, fluidez y volumen de las heces.
La diarrea es un problema frecuente en la consulta médica, y sus causas pueden ser múltiples; desde infecciones
banales, infecciones por parásitos o gérmenes más severos, enfermedades digestivas que cursan con malabsorción,
hasta estrés o problemas alimentarios.
En algunos casos también puede ser causada por algún tipo de cáncer, aunque es poco frecuente esta forma de
presentación.
En muchas personas se trata de un trastorno transitorio producido por un cambio de dieta (por ejemplo, ingesta de
excesiva fibra o de sustancia sustitutivas del azúcar que son osmóticamente activas y arrastran agua) o por un periodo
de estrés psicofísico.
La presencia de heces verdes es típica de las infecciones por salmonella, o del tránsito alimentario rápido por el
intestino. Aunque el estudio de una posible infección por salmonella se realiza mediante cultivos de heces para
detectar el germen, esta infección suele dar un cuadro relativamente severo con fiebre, dolor abdominal y malestar
general además de la diarrea.
Respecto a los trastornos digestivos que cursen con malabsorción o intolerancia a la lactosa, son raras a edad
avanzada, pero deben ser tenidas en cuenta en todos los pacientes.
Finalmente, una diarrea persistente, o una alternancia entre diarrea y estreñimiento, debe obligarnos a descartar un
cáncer de colon en un paciente d edad avanzada.
SITOMAS
La diarrea se denomina al incremento en la frecuencia, fluidez y volumen de las heces. Es
un problema frecuente en la consulta médica, y sus causas pueden ser múltiples; desde
infecciones banales, infecciones por parásitos o gérmenes más severos, enfermedades
digestivas que cursan con malabsorción, hasta estrés o problemas alimentarios. En algunos
casos también puede ser causada por algún tipo de cáncer, aunque es poco frecuente esta
forma de presentación.
En muchas personas se trata de un trastorno transitorio producido por un cambio de
dieta (por ej. ingesta de excesiva fibra o de sustancia sustitutivas del azúcar que son
osmóticamente activas y arrastran agua) o por un periodo de estrés sicofísico.
La presencia de heces verdes es típica de las infecciones por salmonella, o del tránsito
alimentario rápido por el intestino. Aunque el estudio de una posible infección por
salmonella se realiza mediante cultivos de heces para detectar el germen, esta infección
suele dar un cuadro relativamente severo con fiebre, dolor abdominal y malestar general
además de la diarrea. Respecto a los trastornos digestivos que cursen con malabsorción o
intolerancia a la lactosa, son raras a edad avanzada, pero deben ser tenidas en cuenta en
todos los pacientes.
TRATAMIENTO
En el tratamiento para la diarrea es importante compensar la pérdida de líquidos y minerales. Para
ello, lo mejor es incrementar el aporte de líquidos bebiendo agua mineral o infusiones.
Sin embargo, si la diarrea es muy fuerte e intensa, incrementar la ingesta de agua no es suficiente. Si
no puede retener la bebida por mucho tiempo, se aconseja introducir el líquido y los electrolitos por
vía intravenosa en el centro sanitario. Por este motivo, en caso de diarrea intensa hay que acudir al
médico. Los medicamentos contra la diarrea (por ejemplo, la loperamida) reducen el exceso de
movimientos intestinales hasta un nivel normal. No obstante, si el tratamiento con loperamida es
superior a dos días, es importante consultar con el médico. Si se tienen calambres abdominales se
pueden tomar espasmolíticos (por ejemplo, N-butilescopolamina) o una combinación de loperamida y
simeticona).
PREVENCION
Hay ciertas conductas que pueden prevenir la diarrea aguda de causa infecciosa:- Lavado de
manos antes y después de cocinar y comer, y después de ir al servicio, cambiar pañales,
sacar la basura, tocar animales, o estornudar o sonarse la nariz.
Intentar no propagar la enfermedad quedándose en casa hasta que los síntomas mejoren.
Tener cuidado con la seguridad de los alimentos
No tomar leche no pasteurizada o alimentos hechos con ella
Lavar bien la fruta y vegetales antes de comerlos.
Cocinar bien los huevos, la carne y el marisco antes de comerlos.
Mantener limpias las superficies y utensilios de trabajo en la cocina.