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EL IMPULSO DEFINITiVO A LA RECONQUISTA BATALLAS DE LA HISTORIA MILITARY. NAVAS r TOLOSA : 242 EL IMPULSO DEFINITIVO A LA RECONQUISTA J.C. Martins “ OSPREY MILITARY HISTORY QUIZ BOOK INDICE Introduccion ————“SSSOSCSCSCSCitDS Elimperioalmohade—“—sSSSOSCSCSC‘tOOG La Espafia de los cinco reinos 07 La batalla de Alarcos _ 10 Campafia almohade de 121 14 a cruzada 16 La marcha hacia las Navas 19 SierraMorena—SsSCSCSCSCiC Ejércitos enfrentados 22 Las Ordenes Militares 25. LaOrdendelTemple—<“CtCSSCiS La Orden de Santiago 26 La Orden de Calatrava 27 La Orden de Malta 28 Los protagonistas 40 Muhammad AI-Nasir 40 Alfonso VII 4l Inocencio III 42 Pedro II 43 Sancho VII 44 Las tacticas de batalla 45 La tactica musulmana 45 La tactica cristiana 46 La batalla 52 Después de la batalla 719 El final de los reyes 80 Consecuencias 84 El Museo 86 EI campo de batalla, hoy 87 Cronologia 88 INTRODUCCION EI 16 de julio de 1212 en los Manos de las Navas de Losa o de Tolosa, ubieados en el Puerto del Muradal en Sierra Morena, hoy Despefaperros, término de Santa Elena, una pequefia localdiad septentrional de la actual provinoia de Jaén, un numeroso ejéreito eurapeo, feudal y crwzado, que encabezaba el rey de Castilla Alonso VIII juntamente con Pedro de Aragin y Sancho VII de Navarra, se enfient6 a un contingente iskimico, andalusi y norteaiticano, que lideraba el calita almobade Muhammad al-Nasir, La batalla de las Navas de Tolosa, sus miltiples consecuencias politicas y territoriales, es considerada ya por los propios contempordneos del siglo XIII como un acontecimienio militar determinante en Ia expansion conquistadora de los reinos cristianos peninsulares y, sobre todo, en el definitivo retroceso de al-Andalus, que entreguba a los castellanos: los accesos a la Andalucia Bética y al Valle del Guadalquivis En aquel singular choque de ejércitos cristianos y musulmanes subyacia el secular enfrentamiento de sociedades cristianas y antagonicas, de modelos dispares de organizacién social del mismo espacio peninsular. Por Jo que cada uno de los dos bandos conirapuestos pusieron en el escaparate bélico de Las Navas gran parte de sus respectivos recursos econdmicos, politicos y sobre todo mentales, con argumentos religiosos y juridicos de conceptos irreducibles como Ta "reconquista eruzada" de los reinos cristianos y el papado frente a la “yihad” de los nortealficanos y los andalusies. ‘Torredn Navas de Tolosa cerea de La Carolina 02 Para los territorios meridionales hispinicos que muy poco después - tan s6lo cincuenta afios mis tarde, ua generacion - se llamaria Andalucia, la batalla fue decisiva y el resultado final, favorable a la coalicién cruzada, contundente. Los musulmanes plantearon la lid eampal como una repeticion de la victoria de Alarcos (1195), pero esta vez ni el mimero de Jas tropas ni sobre todo el control de terreno les fueron propicios. Por el contrario, 1a estrategia militar castellana, que describe con detalle el arvobispo de Toledo don Rodrigo Jiménez de Rada en su Historia de los Hechos de Espafia, resultarfa definitiva en las cargas frontales de los cristianos frente a las huidas fingidas y las maniobras envolventes de los musulmanes, que resuliaron inoperantes por lo heterogéneo del ejército iskimico, Lo que apunta Ibn Abi Zar en el Rawd al-Qirtas como una de las causas fundamentales de la derrots de los almohades. En las fuentes cronisticas cristianas, especialmente en la Primera Crénica General, mandada redactar por Alfonso X, la narracién historiea apareee repleta de simbolos propagandisticos, que logicamente justifican el triunfo crwade con celo patriético y religioso, hasta caer en explicaciones milagreras, providenciales, 0 marraciones imposibles, que no obstante abundan en la unidad y en la fuerza moral de los cristianos peninsulares bajo la indiscutible autoridad del rey de Castilla, Alfonso VET, por a defection de los nobles ultramonianos con el botin conseguido tras la toma y el saqueo del castillo de Malagon, comp arenga el mismo rey castellano a sus tropas antes de entrar en combate; "amigos todos, nos somos espannoles, et enfraronnos los moros en la tierra por fuerga" Sierra Morena. Andalucia Relieve que nuestra un caballero cristiano Por su parte la cronistica musulmana analiza la derrota de Ubeda con datos muy parcos y sobre todo confsos. Pues incurren en el defecio conirario a los eristianos: no putiendo atribuir al cielo su desealabro, ni reconocer la superioridad tietica y militar de los eristienos, se afanun en explicaciones relacionadas con la azarosa fortuna, la desidia, la avaricia e incluso la inmoralidad de sus lideres politicos, especialmente los andalusies, indolentes y traidores. Y sobre todo insisten en la inexplicable violencia de los eristianos uni vez vencidos y en retirada Jos nmusuimanes: "Los heraldas de Alfonso pritaban; matad y no apresad. El que traiga un prisionero sera muerto con 1" Tan solo unos dias después de Las Navas, Alfonso VILL eniraba en Bafios de la Encina y Vilebes, ya en Andalucia. La ciudad de Baeza, abandonada por su autoridades islémicas locales, es incenciada, mientras que Ubeda, tomada al asalto por los aragoneses, se convirtié en un montén de ruinas. Cumplidos sus objetivos militares, el rey de Castilla abandond Sierra Morena, En 1213 los almohades, en franca decadencia, intentaron, no obstante, una aproximcion militar a la ciudad de Toledo que fermind siendo un completo fracaso. Los problemas dinisticos en Marruecos y los nacionalismos emergentes andalusies resquebrajaban progresivamente la unidad de Jos musulmanes ante castellanos y leoneses. Lo que seria aproveehade por Fernando III -rey de Castilla desde 1217 y de Leén desde 1230 - para poner cerco definitive al Valle del Gundalquivir. 03 = _ Reforoncias (1201-1250): BB Lacuznia deter ion se concatenation (1242) “eta do poi Facer stalin oa Cs (1228) Referencias (1251-1300): "B= rns coreumy, speed noznc i predieataV onze (119), BS mine maton aaa on Met Peso ye cosas 1200-1210, Yn 108 eae George curumbe ano os morsel. D serrate seciamoreconsitor por Caos oe Ajo (1248-282) ne a Crd conita yagi Corton bt 1204) BS canine Somins (21) Feb hig darts akempnrder Clin. |" elo aon 1288 1240 Sa sale Ri y ge Ogu ee cr epernser Faden ecemsond pepe nan (1248). Reptngve iranina hai Na, Ey Tretzonds (1208, ZF vnacapinaaioray nataa sine Nonton on Tobsa 2508-218, 4 Angee morgle aca de aon Epa cota (20-1242, Ls topes pats vercen a etc de ese en Parma (1248) 88) temsea de naconci ita enced conta tosherjo ctaros (1208) "BR avy vi cnmace acaban sin pons agers aontos de Nilo (12211254). GD aajoKnkbad (12104207), slams de Rum cane mo apoge. ‘Lor mongetes ponentumino of Cate Abida Je Bagdad (1268), (© ayte den urna ran sarin on Corinna (1041200 age Sa conansin de rade nea (123 TH rite ren range a ay Bie (12961262. BB nga: de Scns ingots dre (1250). BL vances secs nos mcomews sie ayes agence ease i20n, Xetra mangm nel Kabab eyemanesO 51223. 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Laat ol te rempacan a Edre |por a xz os usd ntoa on 1200 ‘estan setico Hal No i alan, conqusta ean 1292 ‘wea Wiatae 0 ergs come Ider dearer eaocees hai 1206, “eros eupraes por sam on Ofer (1208-1291) pscex-gox bebe iia: ‘Recongacaretana en Ecpotaertole foe 1201 130, EUROPA en el SIGLO XIII Petes Cees 04-05, El imperio almohade Corre el aio 1125 cuando en ta ciudad de Tinmell (Atlas, sur de Marruecos) Ihn Tumart se auloproclama como Mahdi (el guiado, profeta redenior del Islam) creador de wa neva doctrina islamica, baseda en un monoleismo estricto, que s6lo admitia el Corény la Suna, Ibn Tumart se muestra muy eritico con los gobernantes almoravides, quienes apenas han transformado las costumbres populares poco acordes con el Corin, y que consideran al nuevo lider religioso como un radical. Ya sea por fervor religioso, por la rivalidad enire las distinias tribus o probablemente por una mezela de ambas eausas, el Mahdi logra aghutinar a las tribus bereberes masmudas y zanatas en una rebelidn abierta contra los almordvides. Fl no consigue contemplar el fruto de sus esfuerzos pues fallece en el afio 1128, pero su sucesor, Abd al-Mumin, se proclama Califa y continua una larga guerra contra el decadente imperio almordvide, que concluye victoriosamente al apoderarse en 1146 de la capital enemiga, Marraquech. Ese mismo afto se produce el primer contacto entre el naciente imperio almohade y la Peninsula Ibérica ‘Mezquita de Tinmell, en cuyos alrededores se encuentra la tumba de Ibn Tumart y de los primeros Califas almohades 06 Los combates en el Magreb fuerzan a los gobernantes almoravides a desplazar la mayor parte de las tropas disponibles a combatir la rebelion almohade, hecho que no pasa desapercibido a una poblacién andalusi en general descontenla con la _inmoralidad administrativa y cl desorden en que habia degenerado el imperio almoravide. Las noticias sobre las victorias de los unitarios contribuyen a que la rebelién prenda por todas. partes, creindose en la Espaiia musulmana un nuevo periodo de taifas, con Ja constitucién de seflorios independientes (hasta veinte distintos), muchas veces enirentados enire si, La inestable situacién resulta propicia para los Reinos Cristianos; en 1147 Alfonso VII Rey de Castilla y Ledn conquista, con la ayuda de aragoneses, pisanos y genoveses, la recién creada taifia de ‘Almeria, al tiempo que Alfonso I de Portugal, con la colaboracién de una importante flota de cruzados ingleses, se hace con la ciudad de Lisboa. Pero ese mismo aiio las tropas ‘almohades ya se encuentran en la Peninsula, Hamadas por Ibn Qasi, seftor de la taifa de Mértola (sur de Portugal) quien veia peligrar sus tierras ante una reaccién almoravide a finales de 1145, que les Hevé a reconquistar Granada. Los unitarios desemmbarean en 1146 y ocupan Tarifa y Algeciras, encontrando escasa resistencia entre los gobernadores almoravides y las taifas recién creadas, imponiendo su gobierno on las grandes ciudades de Al- Andalus: Sevilla (1146), Cérdoba y Jaén (1148), Badajoz (1150), Miilagn (1152), Granada (1154). Tampoco se libré la taifa de Mértola (1151) tras morir en Silves Tbn Qasi El primer enfreniamiento serio entre almohades y cristianos se produce cuando los primeros atacan y conquistan la ciudad de Almeria, en 1157. Resultaba una pérdida previsible, pues su conquista diez afios antes fue un hecho adelantado a su tiempo, pero su caida tuvo como conseouencia inesperada la muerte del Rey Alfonso VIL, acaecida durante e] camino de regreso a Leén tras una fallida expedicién de socorro a la ciudad sitiada, Si su fallecimiento resultaba una mala noticia para los reinos cristianos, su testamento, en ef cual dividia Castilla y Ledn entre sus dos hijos, lo fue atin mis Alcaaba de Almeria La Espaiia de los cinco reinos Con la muerte de Alfonso VIly la divisién de su reino languidecié la idea imperial como unidad de los reinos hispanos frente al Islam. La Cronica latina de los Reyes de Castilla afirm que la division del reino hegeménico de ta Peninsula fue Ja causa fundamental “de las muchas matanzs y de los nuichos males que en las L’spaftas tuvieron lugar”, expresindose en el mismo sentido el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, en su Historia de los hechos de Espana. Los reinos cristianos de Portugal, Leén, Castilla, Navarra y Aragon se enfrentaban entre si con la misma safia que lo hacian contra los masulmenes, que incluso legaban a ser aliados ocasionales de umos y otros, en fimeién de los intereses que dividian, enffentaban y en summa debilitaban a los reinos cristianos, 07 Agravé Ia situacién de Castilla la prematura muerte en 1158 de su flamante Rey Sancho II, quien dejaba como heredero a su hijo Alfonso, de sélo tres afios de edad, una regencia en la que se enfientaba la Casa de Lara contra la de Castro y unos veeinos que aprovecharon las circunstancias para conquistar ferritorios: Sancho VI de Navarra se apodera en 1159 de Logrofto, Femando If de Leén de la fronteriza Tierra de Campos. Durante aquellos convulsos tiempos la defensa casiellana ante el nuevo peligro proveniente del norte de Africa se sustenta en dos pilares principales. Por una parte la gran fortaleza de Calatrava, situads al sur de Toledo, de origen musuimdin, conquistada por Alfonso VI en 1147 y entregada a los caballeros de la Orden del Temple para su conservacién. Estos, diez afios mis tarde, devuelven la civdad fortificada al Rey Sancho Il, al considerar sus fuerzas insuficientes para affontar con garantias un ataque almohade, En este trance dos monjes cistercienses se ofrecen para hacerse cargo de la defensa: fray Raimundo, abad de Fitero (Navarra), y el hermano lego Diego Velizquez. hombre de armas antes de ser fraile Entre ambos consiguen reclutar una considerable cantidad de caballeros y soldados, que formarén el germen de la Orden de Calatrava, fundada en 164 Pero ms importante atin para la seguridad de los reinos cristianos era la existencia de Muharrmad Tbn Mardanis (el Rey Lobo de las crénicas latinas), sefior de Murcia, sligdo de Castilla y aghutinador de la resistencia andalusi ante el avance almohade. Ibn Mardanis, con fama de mundano y liberal (por To tanto muy alejado de Ja ortodoxia religiosa pregonada por los almobudes), no s6lo resiste el empuje de estos, sino que con ayuda de mercenarios —cristianos, amplia_—su__territorio apoderindose en 1159 de Jaén, Ubeda y Baeza, legareio a sitiar la propia Sevilla, Segin nos narran Los Anales Toledanos, el afio anterior las milicias coneejiles de Avila también atacaron la misma ciudad, derrotando a Abu Yagub Yusul, primogénito del Califa, durante la incursién, Dadas las circunstancias el propio ‘Abd al-Mumin arriba por primera vez a la Peninsula en 1160, al mando de un importante ejército que derrota a los castellanos en tierras extremeiias y obliga al Rey Lobo a desistir de sus ataques contra Cérdoba y Sevilla al perder Ja ciudad de Carmona, Dos aftos més tarde una nueva incursidn andalusi-castellana contra Granada se ve frustrada por los refuerzos que la citidad recibe del norte de Africa: poro este seré el ultimo triunfo det Califa Abd al-Mumin, quien fallece en 1163 tras 33 aos de gobierno, durante los cuales habia levantado un imperio que abareaba buena parte del norte de Africa y del sur de I Peninsula Tbérica Ruinas de la ciudad fortifieada de Calatrava 08 Dos aos de respiro tuvieron el Rey Lobo y sus alindos eristianos hasta que Abu Yaqub Yusuf (Yusu? 1) se afirmé como Califa, pero en 1165 un importante ejéreito bajo el mando de sus hermanos inflige una gran derrota en lu vega del Segura a las fuerzas de Tbn Mardanis, quien se ve obligado a refugiarse en Murcia, donde tras sus murallas consigue resistir el ataque almohade, Este duro polpe, sumado a la defeccién de su suegro y sefior de Jaén, bn Hanmsko, y los ataques del reino de Aragén, obligan al Rey Lobo a mantenerse 2 la defensiva durante los Ullimos afios de su vida, aunque consigue mantener bajo su dominio los territorios del levante peninsular hasta su muerte (1171), momento en el que sus hijos se someten al poder almohade. Para entonces Alfonso VITI ya hubia sido declarado mayor de edad y asumia personalmente el gobierno de su reino, una Castilla que habia superado la minoria de edad de su Rey sin sufrir ataques almohades en su territorio, demostracién palpable de que su alianza con Ibn Mardanis habia resultado muy provechosa, pues cambio de la ayuda de algunos miles de soldados, gencralmente bien pagados por el Rey musulmin, este habia logrado resistir el empuje norteafticano durante un periodo de veinte afios, alejando de Castilla a un enemigo poderoso en un momento en el gue se enconitraba debilitada por los enfientamientos enire el regenle Don Nutio Pérez de Lara y Don Fernando Rodriguez de Castro Alfonso Ide Portugal Alfons de Aragon En 1172 los almobades dirigen sus esfuerzos hacia tierras castellamss, conquistando los castillos de Gareimuitoz, Alcaraz y Vilehes, aungue son repelidos ante Huete, plaza defendida valientemente por Don Pedro Manrique de Lara. Al afio siguiente Alfonso VIII pacta una tregua con los mustlmanes, pues su primer propésito es recuperar Las tierras perdidas por Castilla durante su minotia de edad, y ya ese mismo afio recupe! de manos navarras, Cubiertas las espaldas tras la derrota de Navarra y su alianza con Alfonso IT de Aragon, el Rey castellano dirige su mirada al sur, donde en 1177 conquista la ciudad de Cuenca, tras mueve meses de duro asedio, Un nuevo pacto, en este caso con Fernando I de Le6n, le deja las manos libres para continuar hostigando a los almobades, devastando en 1182 el Valle del Guadalquivir y conquistando en Febrero de 1184 la considerada hasta enionces inexpugnable villa de Alaredn, pueria de enirada a las tierras valencianas, tras otros nueve meses de asedio. Todos estos éxitos fueron favorecidos por la presencia del Califa Abu Yaqub Yusuf en sus tierras afticanas, donde desde el aflo 1176 combatfa una rebelién tribal en la region del Souss (sur de Marruccos). Alarmado por el goteo de malas noticias provenientes de la Peninsula, en 1184 desembarca en Algeciras y, atravesando Sevilla y Badajoz s6lo para sumar tropas a su ejército, se dirige raudo hacia la ciudad de Sanlarém, situada en el Algarve portugues y defendida por su Rey, Alfonso I 09 Fste co Rey de Leén, quien marcha hacia el sur en apoyo de los portugueses, hecho que obliga pa con la alianza de su yerna a los almohades a dividir sus tropas para enfrentarse al nuevo enemigo, movimiento que crea confusion entre ellos, de tal manera que quienes deberian continuar el asedio comienan a retirarse. Mic nla poner orden en um ejército que empieza a desbandarse, Abu Yaqub Yu se exp mortalmente herido por ma flecha. La habitual inestabilidad produsida en los territorios musulmanes al morir su rmante es aprovechada por Alfonso pura hacerse con ‘Trujillo y Montanchez en 1185 (tras la muerte de su sefior, Don Fernando Rodriguez de Castro) y fundar, un afio mis tarde, Ia villa de Plasencia, ciud importante adelaniada reinos cristianos. también sulren convulsiones a causa del fallecimiento de sus Reyes; en 1185 Alfonso Ide Portugal (a quien sucede Sancho 1), en 1188 Fernando Tl de Leon (le sucede Alfonso IX) y en 1194 Sancho VI de Navarra (sucediéndole Sancho VII, apodado “el Fuerte” por su corpulencia. y una altura que e: antropométricos sobre sus restos superaba los 2,20 metros). Este tltimo aio una razzia del Arzobispo de Toledo Martin Léper. arrasa los alrededores de Sevilla mientras ota dirigida por el_ propio monarca castellano Ilega hasta Algeciras; pero para enlonces el Califa Yusuf I ya ha Ictamente las rebeliones en africano, formando un inte los arqueros eristianos, siendo ala qu guarnicién como _posicion te a los almohades, Pero los ican su territorio importante ejército con el en la Peninsula en Junio noticia sirve para alier mame 1 desembarea u aneamente a sta Jos distinlos reinos cristianos, siendo el primero en ponerse en marcha Alfons VII, en direceion al curso alto del Guadiana, a la fortaleza fronteriza (ain no completada) de Alarcos, con el fin de evitar el acceso de las fuerzas enemigas al valle del Tajo. Bl 16 de Julio se detecta mis numeroso de lo tellano cjéreito almohade. previsto, pero atin asi el Rey decide, en contra del consejo de muchos de sus caballeros, no retirarse a Talavera, donde ya se encontraba Alfonso [X de Len con sus tropas y hucia donde se dirigian también las huestes navarras de Sancho VIL lamente con el invasor, Desembarco almoravide en Africa, primeros compases de la guerra. 12-Noviembre-1184 ried A - Ya A 1 5-4; ye KL Huida de los Ibn Ghaniya La batalla de Alarcos tal fin, el dia 17 el ejéreito castellano monta su campamento en los alr Ievantado la tarde anterior, Pero Yusuf Il decide no dar la batalla ese dia, quiz porque esperaba que se incorporasen las tiltimas tropas de su retaguardia, de modo que los caballeros cristianos regresaron a ‘opio campamento tras haberse tostado un buen rato bajo el sol manchego. Finalmente es el dia 19 cuando las fuerzas musulmanas forman en una amplia Hanura, apoyando su retaguardia en una colin donde se ubica Yusuf TI con su guardia personal. En vangnardia forman los voluntarios benimerines y arqueros agzaz. (de origen kurdo), la segunda linea esta compuesta por tropas de la tribu hintata al mando del Visir Abu Yahya, con los flancos cubiertos por a ligera andalusi y berebere. Desconocemos el niimero de soldados que formaban este ejército, pero teniendo en cuenta las limitaciones logisticas de la época y baséndonos en otras batallas contempordneas dificilmente podrian aleanvar los 20.000 efeetivos, puede que bastantes menos. Por su parte los cristianos, posiblemente en un mimero ini tie lores del castillo de Alarcos, presentindose la siguiente maflana en formacién de batalla frente al campamento almohade, ior a [a mitad de sus enemigos, forman una vanguardia compuesta por la caballeria pesada al cas son claras, pues vienen repitiéndose a lo largo de muchos afios en las confrontaciones atravesarlo la vietoria sera suya, pero si por el contrario las cargas de la eaball ando de Don Diego Lopez de Flaro, y una pequefia retaguardia donde se encuentra el propio Rey. Las tianos y musulmanes: Los primeros cargaran contra el centro enemigo, si consiguen quebrarlo y ispositivo rival serdn detenidos y rodeados por las tropas ligeras musulmanas, quienes ia pesada no consiguen dislocar el se alzarén con la vietoria 10-11 Esto ultimo ocurrié en Sagrajas un siglo antes, y 1a historia se repetira en Alareos: Las dos primeras cargas de caballeria son detenidas por la primera linea almohade, aunque la tereera consigue superarla y Hegar basta los hintata con impetu suficiente para matar a su comandante, el Visir Abu Yabya, Pero tras casi tres horas de combate bajo el sol tanto los caballeros como sus monturas empiezan a acusar el esfuerzo de la jormada, su inmovilidad propicia que resulten blancos mis sencillos para los arqueros enemigos, la eaballeria ligera ataca los flancos, donde las tropas de los concejos no resisten la acometida, la superioridad numérica se impone. 1, Alfonso VIII 2. Don Diego Lipez. de Haro 3. Voluntarios y arqueros agzaz 4. Abu Yahya y los hintata 5. Zenetas, Masmudas y otras tribus magrebies 6. Andalusies 7. Yusuf Iy su guardia. Castillo de Consuegra Con el ejército cristiano en plena retirada hacia los muros de Alarcos el Rey es exhortado a hui, mientras ‘un matrido grupo de caballeros al mando de Don Diego Lépez de Haro se hace fuerte en el castillo, izando el pendén real para de este modo facilitar la retirada de Alfonso VIL La lucha continua encarnizada bajo los ‘muros de Alarcos (como puede comprobarse con los descuibrimientos excavados en la denominada “fosa de Jos despojos”), hasta que finalmente los almohdes envian como parlamentario a su aliado temporal Don Pedro Fernindez de Castro (hijo del fallecido Don Fernando, Seftor de Trujillo), egando a un pacto de capitulaci6n por el cual los sitiados eniregan la fortaleza y una docena de rehenes a cambio de su libertad. Castillo de Alarcos Resulta imposible conocer el mimero de bajas, que debid ser clevado en ambos bandos. sobre todo y logicamente entre los derrotados cristianos, que sabemios perdieron en la batalla a los Obispos de Avila, Segovia y Sigtienva, ademis de a los Maestres de la Orden de Santiago y de la portuguesa Orden de Evora Como consecuencia de la derrota castellana Alfonso VIII y el resto de sus tropas se refugian en Toledo, mientras los almohades se hacen con la ciudad fortificada de Calatrava (cuyos escasos defensores, freires calatravos, son pasados a cuchillo). asi como de los castillos de Carseuel, Malagon y Guadalerzas, eliminando de este modo las fuerzas cristianas al sur de la capital castellana, salvo en el poderoso castillo de Consuegra, defendido exitosamente por los caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén 12-13 ‘Tras regresar durante el invierno a Sevilla, donde es proclamade como al-Mansur (el vVietorioso), Yusuf Il vuelve a la carga durante el siguiente verano, tomando Plasencia, Montinchez y devastando los campos de Madrid, Alcalé de Henares, idalajara y la propia Toledo. La situacion en Castilla se torna dramitica, a los ataques provenientes del sur se unen los de los reinos de Leon y Navarra, pues tanto Alfonso IX como Sancho VIL, molestos con Alfonso VIIL por haberles convocado y no esperado antes, de Alarcos, aprovechan la debilidad de Castilla para atacar, respectivamente, Tierra de Campos y Soria. La recuperacién viene de mano dei Papa y Alfonso Tl de Aragén, quienes presionan para conseguir la paz, firmada con Navarra ese mismo afo. BI Rey de Leon rehisa, es excomulgado por el Papa Celestina III debido @ su alianza con los infieles y se ve atacado al mismo tiempo por las tropas de Portugal, Castilla y Aragon (estas bajo el mando de Pedro Il hijo del recientemente fallecido Alfonso I), siendo obligado a un pacto por el cual habré de casarse con Berenguela, hija de Alfonso VIII, ya la entrega de algunas plazas. En el frente sur también se consigue un importante éxito al reconquistar Plasencia, gracias a la retirada gradual de los almohades debido a ut nueva revuelta en Lirigiya (actual Tune), acordandose entonces (1197) una tregua por diez afios entre cristianos y musulmanes, tregua respetada por todos excepto los caballeros de la Orden de Calatrava, que sélo ante el Papa debian responder. La Orden se encuentra en sus horas mis bajas, ha perdido muchos caballeros en Alarcos, junto a todas sus fortalezas en el Campo de Calatrava, ineluyendo la ciudad que les da nombre. Pero en 1198 un_ prisionero musulmin les hice saber que el importante castillo de Salvatierra, a los pies de Sierra Morena, se encuentrs muy escaso de guamnicién, organizindose entonces una expedicién con todas las tropas disponibles (400 caballeros y 600 peones). que atraviesan el territorio enemigo hasta Hlegar a @l, lo asalian y se encastillan, a casi un centenar de kilémetros de las fuerzas propias mis cereanas. La haafia es tan importante que los caballeros, perdidas sus otras posesiones, tomarén el nombre de Orden de Salvatierra Castillo de Salvatierra Campaiia almohade de 1211 in 1209 finaliza la treguia con los almohades, tregua que Alfonso ‘VIII no tiene ningin interés en reeditar. realizando junto a los caballeros de Salvatierra varias incursiones en territorio musulmin, al tiempo que Pedro II de Aragén conquista Ademuz y varias localidades mis en el levante peninsular. Los gobernadores andalusies no tardaron en elevar sus quejas @ Muhammad al- Nasir, hijo y sueesor de Yusuf II al-Mansur, y conocido en las cronicas cristianas como Miramamolin, versién fonética del érabe Amir al-m'minin 0 Principe de los Creyenies, titulo honorifico que recibian todos los califas almohades. Al-Nasir consulta con sus ministros la posibilidad de emprender una gran expedicién en Al-Andalus, y estos le aconsejan en contra por mor de la mala situaci6n econémica que atraviesa el imperio. Quizé influenciado por las recomendaciones de su padre en el lecho de muerte, en las cuales le indicaba que munca dejase desamparados a los habitantes de la Peninsula, al-Nasir hace caso omiso de los consejos en contra y planea atacar los territorios cristianos durante la primavera de 1211, declarando la guerra santa 14 Varios y fatigosos meses tardaron los ejércitos almobades y andalusies en recorrer los anegados caminos (1211 resulté un affo excepcionaimente lluvioso) que desde Marraquech llevaban hasta Salvatierra, pues fue este fuerte castillo, um espina clavada en pleno territorio musulmin, el primer objetivo elegido por al-Nasir. La primera avanzadilla almobade es rechazada por la carga de 400 caballeros de Salvatierra, aunque répidamente deben volver grupas ante la egada del gruoso del ejército de al-Nasir. Se inieia el sitio a primeros de Julio. con el bombardeo constante de 40 almajaneques traidos por los sitiadores para derribar las murallas. No tarda en caer Ja puebla, situada en un nivel inferior, pero los eaballeros eristianos resisten todos los asalios a las murallas principales, acumulandose los muertos y heridos durante los dos siguientes meses, hasta que la eseasez de agua y de efectivos obliga a los supervivientes a pactar una tregua para poder solicitar al Rey permiso para rendir el castillo. Les es permitido negociar una eapitulacién por la cual los freires pueden ebandonar Salvatierra junio a Jas pertenencias que puedan cargar, incluidas las reliquias que el Maestre Don Ruy Diaz.de Yanguas Neva hasta el castillo de Zorita de los Canes, plaza fuerte donde se atiende a los heridos. Fl verano languidece. las huestes de Don Diego Lopez de Haro guamecen Toledo y las de Alfonso VIII vigilan en la Sierra de San Vicente para evitar razias, al-Nasir se muestra satisfecho con lo conseguido y se retira a Sevilla, desde donde escribe una carta (famosa, aunque de dudosa autenticidad) en 1a cual amenua a toda la cristiandad Verdadera 0 no, la intimidacion del Califa almohade, unida a las noticias de la caida de Salvatierra (mis que un castillo, un simbolo de la resistencia cristiana), se propaga a través de una Europa ularmida por la posibilidad de que Espaia pueda caer de mevo en ‘munos musulmanas, Desde unt Corte castellana enlutada por la reciente e inesperada muerte del _primogénito real debido a unas fiebres, parten embajadores hacia diversas regiones de Francia y la Santa Sede, regresando con la buena noticia de que el Papa Inocencio III se muestra dispuesto a organizar una Cruzada, con la habitual exoneracién de los pecados de aquellos que se mucstren dispuestos a participar en ella. Pronto los juglares recorren los caminos con canciones donde se recuerda la pérdida de Jerusalén a manos de Saladino y se caldean los animos eon vistas a la batalla que se avecina Mientras tanlo, Alfonso VIII se reine con su primo Pedro Il de Aragon, quien le promete acudir con sus tropas a Toledo el 20 de Mayo de 1212, ‘aungue para ello debera recibir varios préstamos, tanto del Rey castellano coms de Sancho VI de Navarra, Por oira parte Alfonso IX de Aragén es advertido por el Papa, a traves de sendas misivas enviadas alos Obispos de Toledo y Santiago, de que seri exeomulgado si durante la duracién de ia Cruzada ataca el territorio castellano, 15 La cruzada El propio Rey leonés, al igual que Alfonso Il de Portugal, declina participar en la Cruzada, pero ambos, permiten que aquellos caballeros de sus reinos que asi lo deseen puedan acudir a la llamada, Durante el invierno se ‘ttabaja arduamente en la fabricacién de armas, armaduras y escudos, al tiempo que se retinen las provisiones necesarias para el abastecimiento de un gran ejército, pues se espera que una multitud de eruzados se congregue en Toledo durante la primavera de 1212, Los ultramontanos empiezan a Tlegar a partir de Febrero, algunos a titulo individual, la mayoria formando parte de las mesnadas de algin noble u Obispo; predominan los provenientes de Francia, aunque también figuran soldados de Alemania ¢ Italia, Pronto estos hombres ociosos provocarén varios disturbios en la ciudad, en forma de linchamientos ¢ incluso asesinatos entre la floreciente comunidad judia de Toledo, motivo por el cual el Obispo Rodrigo Ximénez de Rada les ubica extramuros, en la denominada Huerta del Rey, junto a la ribera del rio. No fue hasta mediados de Junio cuando, Pedro Il de Aragon pudo acudir con sus tropas, aproximadamente unos 3000 hombres, y hacia el 19 de ese mismo mes se ponia en marcha todo el ejéreito, con Jos erwados ultramontanos en vanguardia comandados por Don Diego Lépez.de Haro, a quien seguia Pedro TL una jormada de distancia, formando la relaguardia Alfonso VITL Caballero de la Orden de Calatrava La concentracién cristiana en Toledo no podia pasar desapercibida a los almohades, que a primeros de Junio se dirigen desde Sevilla hacia los pasos de Sierra Morena dicen algunas erdnicas que con la moral un tanto abati pues justo antes de partir se divulga que han sido ejeculados, tras permanecer mais de un afio en prisién, los gobermidores de Fez y Ceuta, acusados de negligencia durante el trayecto del verano anterior por el jefe de Ta Iacienda, Ibn Mutanna, quien parece ser no cra muy querido por la tropa. Tampoco ayuda a elevar los dinitnos, 1 atraso de la paga, dadas las tensiones de tesoreria que quel momento tenia el imperio almohade, Habiendo dejado las fortalezas de Calatrava, Salvatierra y otras menores bien guarnecidas durante el inviemo anterior, el grueso del ¢jétcito se sitta al sur de Sierra Morena, controlando el paso del Muradal (hoy Despefaperros) principal via de comunicacién entre la meseta castellana y ‘Andaluoia. Al norte de este camino la posicién almohade mis avarvada era el castillo de Malagén, lugar al que ega la vanguardia eristiana el 24 de Tunio y, sin pararse siquicra a plantar las tiendas, se lanza al asalto con tanto impetu que al caer la noche ya habian tomado las cuatro torres adosadas al cuerpo principal del castillo. Llegados a esta sittacién los defensores intentar negociar el Tubitual amin (salvaguardia o pacto de capitulacién, por cl cual se entrega ¢] castillo a cambio de salvar la vida incluso algunos bienes), pero se encuentran ante la cerrada negativa de los ultramontanos, nada proclives a perdonar a los enemigos de su fe. La toma de Malagén se ‘cierra pues con la matanza de casi todos los musulmanes: que la ocupaban, sin que Don Diego Lépez de Haro pueda hicer mda por evitarle y con el disgusto de Alfonso VIII por lo acontecido, al ser informado cuando junto a sus tropas llega al lugar el dia siguiente, Tras una jormada de desoanso el ejército al completo se pone en marcha de nuevo, no sin que antes los dos Reyes peninsulares hayan tenido que solventar, entregando mais alimentos, las quejas de varios cruvados relativas a la falta de aptovisionamiento, a las que se unen las voces de quienes desean abandonar la expedicién al. mostrarse ‘incapaces de soportar el calor de estas tierras. El proximo destino no es un pequefio castillo, sino Ta ciudad fortificada de Calatrava, de gruesas murallas y defendida por cl andalusi Abu Qadis, curtido en las luchas fronterizas, conocido y respetado por sus adversarios cristianos, Antes de llegar hasta el objetivo hay que atravesar el rio Guadiana, cuyos vados han sido sembrados de abrojos por los musulmanes, buenos para retrasar la marcha cristiana y hacer trabajar a los exploradores, pero que no. causan_—-mayores, contratiempos, La visién de Calatrava, con sus recios ‘muros, numerosas torres y profundo foso causa impresion en aquellos que no la conocian, iniciéndose un debate enire quienes desean asaltarla y quienes piensan que resultaria mejor dejarla de lado y continuar el camino 16 17-18 La marcha hacia las Navas Finalmente se Mega a la conclusion de que no es buena idea dejar un enemigo tan numeroso en la retaguardia, de modo que el 30 de Junio se inieia el asalto, eonsiguiendo tropas aragonesas y caballeros de Salvatierra (que aspiran a volver a ser caballeros de Calatrava) conquistar dos torres del perimetro exterior antes de la caida del sol. En principio la pérdida de estos dos baluartes no comprometia la defensa, pero al dia siguiente los musulmanes solicitan parlamentar, con la oferta de entregar la ciudad a cambio de sus vidas, su libertad y sus ropas. Resultaba im acuerdo justo, que beneficiaba a los cristianos porque de este modo se ahorraban contimuar el asedio y se hacian de manera iniacta con la importante cantidad de provisiones que se acumulaban en Calatrava, pero recibié mala acogida por parte de los Obispos y nobles franceses que comandaban las tropas ultramontanas, cerrados en la idea de que con los infieles no se pacta, sencillamente se les aniquila. Alfonso VILL, sabedor de que no tiene sentido demorarse en sitiar una plaza que les es ofrecida, utiliza como justificacién para pactar que un asedio prolongado arruinaria la sede de In Orden de Calatrava (que vuelve a recuperar su nombre original), y de este modo todos los nsulmanes pueden abandonar Ja ciudad, aunque tienen que ser eseoliados por Don Diego Lopez de Haro para evitar alaques de los cruzados de allende los Pirineos. Zn un infento de calmar a estos tiltimos se les recompensa con la mitad del botin obtenido, siendo la otra mitad para Pedro Il y sus aragoneses. La idea no resulta afortmada, pues tras dos dias de saquear la fortaleza Jos ultramontanos informan del abandono de la expedicidn; unos alegando 1a fatiga que les causa el duro verano en la meseta, otros eehando pestes porque se haya permitide que 1 gran mimero de infieles salvasen sus vidas, y sin duda otros varios al haber visto saciada su sed de botin tras la conquista de Calatrava, Todos, salvo 150 hombres bajo el mando de Armando Amalarico, Obispo de Narbona, regresan a sus hogares no sin causar algunos desmanes en los caminos de Castilla y Arapin, Algunos cronistas cifran en un tercio la pérdida de efectivos del ejéreito cristiano tras la desereién de los cruzados, cuyo desempeio general tras tantas expectativas habia dejado mucho que desear, aunque al menos contribuyeron a la conquisia de Calatrava, plaza que bien defendida podria haber jugado el mismo papel que Salvatierra en la campaita del alo anterior. Desconiocemos las causas por las cuales el comandante andalusi Abu Qadis entrego la fortaleza tan ripidamente, quiz tuviese noticias de la matanza ocurrida en Malagon y quisiera evitar el mismo fin, © tal vez sus tropas fiesen miis escasas de lo que suponemos, o la moral de las mismmas estuviese muy baja, aunque sin datos fehacientes no podemos juzgarle. Quien si lo hizo fue el Califa al-Nasir, pues nada mais Hegar Abu Qadis al campamento almohade ordena que sea arrestado, siendo ejecutado acto seguido, sin ai siquiera haber podido intentar justificarse ante su monarea. La muerte de Abu Qadis causa un importante malestar enire las tropas andalusies, malestar que se suma al de muchos almohades por el ya comentado retraso de la paga y la ejecucién de los gobernadores de Ceuta y Fez; la campaia de 1212 no parece haberse iniciado con buenas expeciativas. Mientras tanto los cristianos contintian su camino, reforzados por la presencia del gigante Sancho Vil de Navarra, quien junio a 200 de sus caballeros ha decidido unirse a la expedieion. Conguistan sin lucha, pues ban sido abandonados por sus defensores, los castillos de Alarcos (que tantos recuerdos debié traer al Rey castellano), Piedrabuena y Caracuel, para Hegar el 8 de Julio ante los reconstruidos muros de Salvatierra, Alli se repite el debate sobre si intentar su conquista 0 continuar al encuentro del ejéreito del Miramamolin; Alfonso VIII es partidario de recuperar lo perdido el pasado affo, pero le hacen ver que su guamicion es lo suffcientemente importante para poder defender el castillo durante mucho tiempo, pero demasiado escasa para causar problemas fuera de sus muros. Con el fin de atemorizar a los musulmanes y elevar la moral propia, todo el ejéreito pasa revista en la explanada frente a Salvatierra, dirigiendo a continuacién sus pasos hacia el sur, sabedores de que el enemigo se encuentra cerea. Ahora el problema residia en llegar hasta él. | Calatrava la Vieja, vista aproximadamente desde el SurOeste-Oeste. En el lado derecho la alcazaba, Se aprecia cémo sobresale la nmralla del recinto respecto al terreno circundante. Sierra Morena El camino que desde Toledo lleva hasta Cordoba y hasta este momento han seguido las tropas cristianas crwa Sierra Morena través del Puerto del Muredal, donde se encuentra el pequefio castillo de Castro Ferral, La vanguardia asciende el Puerto, manteniendo algunas escaramuvas con fuerzas musulmanas, que abandonan el castillo, Desde lo alto los cristianos alcanvan a ver el campamento almohade, 2 menos de dos leguas de distancia, pero para llegar al mismo ticnen que atravesar un destiladero, llamado paso de la Losa. bien defendido por abundantes tropas almobades. Conseientes de las dificultades y riesgas que tal empresa entrafta, los eristianos abandonan Castro Ferral por su escasez de agua y sus notables se retinen en consejo con el fin de debatir su préximo movimiento. Los mis pesimistas aconsejan abandonar Is empresa y contentarse con lo conseguido hasta el momento, los mis prudentes sbogan por desandar el camino y buscar un paso alternativo a dos o tres dias de distancia, Alfonso VIII se opone porque los viveres empiezan a escasear, al tiempo que teme que tuna retirada resulte desmoralizadora para los eiviles y denxis profanos que forman parte del ejéreito, si no queda otra alternativa se muestra dispuesto a cargar por el desfiladero e intentar forzar el paso, afronlando la posibilidad de que se produzea un desastre. Todo este asumto denota cierta improvisaeién por parte de los mandos cristianos, pues hemos de suponer que el paso de 1a Losa debfa de ser bien conocido por ellos, al menos por los caballeros de Calatrava, que desde la cereana Sslvatierra habisn realizado varias algaradas por territorio musulmin durante los afios anteriores, Quiz no esperasen que esluviese cocupado, pero dadas las caracteristicas del lugar, donde segin el Rey castellano mil hombres podian defenderse de todos los hombres que pueblan la tierra, lo sorprendente es que no hubiese estado guarnecido. La reunién termina sin que se haya Ilegado a ningiin acuerdo, pero esa misma noche la suerte, en forma cdo um pastor Iamado Martin Halaja, se presenta en el eampamento. 19-20 Este hombre hace saber a sus compafieros de fe que hacia el oeste, a escasa distancia, existe un paso que no esti vigilado por los msulmanes. Rapidamente salen 2 explorarlo Don Diegn Lopez de Haro y el adalid aragonés Garcia Romero, regresando con la satisfactoria noticia de que el camino era justo lo que estaban esperando: un paso que desemboca en una colina amesetada bien provista de aguas, en la Hanura frente al campamento musulmin. El 14 de Julio las tropas attaviesan el que hoy conocemos como Puerto del Rey y desembocan en la descrita colina, que desde entonces viene a Ilamarse Mesa del Rey, levantando el campamento anie los asombrados ojos de sus enemigos, que intentan evitarlo utilizando sus fuerza ligeras, sin resultado, II dia siguiente, en contraste con lo ocurrido en Alarcos, es el ejército almohade el que se dispone en formacién de batalla, con su centro apoyado probablemente en el Cerro de los Olivares (el mis alto de la zoma, aunque algunos estudios lo sitiian en el de Jas Vifias), donde al-Nasir planta su roja tienda de campatia, protegids por una empalizada y su guardia personal, mientras el resto de las tropas se disponen en los flancos de esta posicién, ocupando lus colinas que rodean el lano de las Américas, donde se desarrollara la batalla. Pero los cristianos rehvisan la invitacidn, limitindose a defender su campamento y reeobrar fuerzas tras haber alravesado la Sierra, no serd hasta el 16 de Julio cuando decidan presentar batalla. ‘Mesa del Rey y campo de batalla desde las proximidades del Puerto del Rey 1 EJERCITOS ENFRENTADOS Durante muchos siglos ha permanecido en la ‘memoria colectiva la imagen de cientos de miles de hombres por bando enfrentindose en Las Navas de Tolosa, cifra que ln ido reducigndose paulatinamente en los tiempos modernos, aunque el debate continia abierto. Los nameros mis fiables y realistas de que disponemos nos remiten a los aproximadamente 3.000 hombres que acompanaban a Pedro I de Aragon, los 200 que trajo consigo Sancho VII (baja eilra posiblemente motivada por la adhesién del Rey navarro a la expedicidn en el ultimo momento) y los 150 erwados que quedaron junto al Obispo de Narbona, ellos hy que sumar las tropas de las Ordenes Militares del Temple, San Juan de Jerusalén, Santiago y Calatrava, amén, de los hombres de Leon y Portugal que a titulo individual quisieron participar en la batalla, Por parte castellana existen erdnicas que ciffan en unos 2.300 los caballeros que formaban la hhueste real, los que habria que afiadir aquellos procedentes de las milicias concejiles (entre 12 ¥y 20 concejos participaron en Ia batalla, segiim fuentes), de donde también provendrian buena parte de los hombres de a pic, Estudios de campo realizados por el bistoriador Carlos Vara en base al nimero de tiendas que podian ser ubicadas en Ia Mesa del Rey sugieren que el nimero méximo de hombres rondaria tos 12.500, ciffa simtlar a Jas tropas eristianas en la batalla de Hatin 25 aitos antes, 0 a las francesas en la de Bouvines en 1214. Por parte ‘musulmina los datos son atin mis escasos, salvo aquellos fantasiosos que deseriben un ejército compuesto por cientos de miles de hombres. Si sabemos que participaron al menos siete cabilas o tribus bereberes que formaban el wueso de las fuerzas almobades, a las que sumar tropas andalusies, voluntarios Tegndos de todo el mundo musulmin al ser proclamada Ja guerra santa y Ta cabullerialigera formida por mercenarios érabes y kurdos. Algunos autores, basiindose en el resultado de ta batalla, indiean que el niimero de efectivos musulmanes seria aproximidamente el mismo que el de los cristianos, aunque tas erénicas de estos altimos coinciden en que cl enemigo era cuantitativamente muy superior, mientras en las cerénicas del bando contrario no se justifica la derrola en base a la superioridad numérica cristiana Caballeria ligera y pesada almohade En opinidn de algunos historiadores, el ejército de al-Nasir si debié ser _mayor que el cristiano, aunque algunos de sus componentes no estaban a Ja altura de sus rivales; como muchos de los vohmiarios, mal armados y entrenados, cuya mayor aspiracién era morir en combate con el fin de aleanvar el paraiso musulmén y disfrutar de sus huries. Otros, como ya he comeniado, no tenian la moral demasiado elevada, factor importantisimo en un combate como el que se presentaba, y que explica por si solo que un ejército de unos 12.500 hombres pueda vencer a otto de aproximadamente 18.000, cif probable de los efectives unitarios. 22 Respecto al armaments podemos decir, de forma muy simplificada, que los cristianos estaban mejor preparados, sobre todo en el aspecto defensive, con mejores y mais mumerosas armuduras que los mustlmanes, quienes por el contrario disponian de una superior cantidad de armas arrojadizas. En cunto a Ja téctica, no hay duds de que tanto Alfonse VIC coma su Alférez, Don Diego Lopez de Haro, Seflor de Vizcaya, debieron tener muy presents las enseflanvas de Alurcos al plantear el encuentro que se avecinaba. Al contrario que entonces, donde la mayor parte de las unidades se utilizaron en vanguardia como fuerza de choque. en esta ocasi6n el ejéreito cristiano forma en tres lineas, con similares efectivos cada una de ellas, y que a su vez se dividen en un cuerpo central y otros dos formando las alas. También se decide entreverar las tropas de los consejos con hombres de armas y caballeros, con el fin de crear unidades homogéneas ante el enemigo. En el centro de la vanguardia figura el Alférez de Castilla junto a unos 500 caballeros y tropas de algunos consejos, a su izquierda forman eaballeros aragoneses bajo el mando de Garcia Romero, también apayados por tropas de los consejos castellanos, mientras a su derecha estarian los 150 caballeros ultramontanos que permancefan con el ejército mis las mesnadas de algunos nobles provenienies de los Reinos de Leén y Portugal. La segunda linea cristiana estarfa constituida por las experimentadas tropas de las érdenes militares del Temple, Hospital, Santiago y Calatrava, 1a hnuestes de los Condes Gonvalo Niifiez de Lara y Ruy Diaz de Cameros, cwtidas tropas de varios consejos fronterizos y fuerzas aragonesas bajo el mando de los nobles Jimeno Comell y Amar Pardo, En la retaguardia, como tiltima y decisiva reserva se encuentran los tres Reyes peninsulares presentes en Las Navas: En el centre Alfonso VIII junto con varios nobles entre los gue se incluye el Don Alvaro Niifez de Lara portando el pendon de Castilla, asi como el Obispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada y tropas de varios consejos. A su izquierda figura el Rey Pedro II junto a su guardia, a su derecha Sancho VIL y sus hombres, ie de tos sivarer Goxtaleras o gen TD costetianos =, worsimsn Conaat antalane: Esquema basico de las formaciones enfrentadas en el campo de batalla 1-Caballern Hospitalario. 2-Soldado mercenario, 3-Soldado de a pie. 23-24 Las Ordenes militares La Orden del Temple La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomin o 1a Orden del Temple fue um de Ias mis famosas 6rdenes militares cristianas. Esta organizacién se mantuvo activa durante poco menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 0 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada. Su proposito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista. Fueron reconoeidos por el Patriarea Latino de Jerusalén, Garmond de Picquigny, el cual les dio como regla la de los candnigos agustinos del Santo Sepulero Aprobada oficialmente por la Iglesia catbliea en 1129, durante el Coneilio de Troyes celebrado en la catedral de la misma ciudad, la Orden del Temple crecid rapidamente en tamano y poder Los Caballeros Templarios empleaban como istintivo un manto blanco con una eruz roja dibujada. Los miembros de la Orden del Temple se enconiraban entre las unidades militares mejor enfrenadas que participaron en las Cruzadas Los miembros no combatientes de la orden gestionaron una compleja estructura econdmica a lo largo del mundo cristiano, ereando nuevas Wenicas finaneieras que constituyen una forma primitiva del moderno baneo, y edificando una serie de fortificaciones por todo el Mediterrénco y Tierra Sania El éxito de tos templarios se encuentra estrechamente vinculado a las Cruzadas, la pérdida de Tierra Santa derivé en la desaparicién de los apoyos de la Orden. Adem, los rumores generados en torno @ la secrets ceremonia de iniciacién de los templarios crearon una gran desconfianza. Felipe IV de Francia, considerablemente endeudado con la Orden, comenzé a presionar al Papa Clemente V con el objeto de que éste tomara medidas contra sus infegrantes. En 1307, un gran nimero de templarios fueron arrestados, inducidos a confesar bajo tortura y posteriormente quemados en la hoguera, En 1312, Clemente V cedi a las presiones de Felipe y disolvié Ia Orden. Su brusca erradicacién dio lugar a especulaciones y Jeyendas que han mantenido vivo el nombre de Jos caballeros templarios hasta muestros dias. Caballeros Templarios La Orden de Santiago La Orden religiosa y militar de Santiago surgié en el siglo XII en el Reino de Leén, Debe su nombre al patron nacional de Espafia, Santiago el Mayor. Su objetivo inicial era proteger a los peregrinos del Camino de Santiago y hacer retroceder a los musulmanes de la peninsula Ibérica. Tras la muerte del gran mestre Alonso de Cardenas en 1493, los Reyes Catélicos incorporaron la Orden a la Corona de Espafta y el papa Adriano VI unié para siempre el maestrazgo de Santiago a la corona en 1523. La I Repablica suprimgs la Orden en 1873 y, aunque en la Restauracién fue nuevamente restablecida, quedd reducida a un instituto nobiliario de cardcter honorifico regido por un Consejo Superior dependiente del Ministerio de la Guerra, que quedo a su vez extinguido tras la proclamacién de la II Reptiblica en 1931. La Orden de Santiago, junto con las de Calatrava, Alcintara y Montesa, fue reinstaurada como una asociacién civil en el reinado de Juan Carlos I con el caracter de organizacién nobiliaria honorifica y religiosa y como tal permanece en la aetualidad. Caballero de la Orden de Santiago en uniforme de ceremonia. Espana. Caballero de la Orden de Calatrava. Espafia. Caballero Templario, Europa. Siglo XIII.

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