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El Convenio para la Conservación de la Eiodiversidad y Protección de Áreas

Silvestres Prioritarias en América Central Firmado por los presidentes de


Centroamérica en 1992 y habiendo entrado en vigencia al año siguiente fue
creado con el objetivo de conservar al máximo posible la diversidad biológica
terrestre y costero-marina de la región, para el beneficio de las presentes y futuras
generaciones (artículo i).

El Convenio compromete a los Estados a tomar las medidas posibles para


asegurar la conservación de la biodiversidad, elaborar políticas y planes de acción
y cooperar con los demás países para el cumplimiento de las obligaciones
contraídas. En el artículo 16 compromete a la elaboración de una ley nacional de
biodiversidad.

En este Convenio se hace especial énfasis en la conservación ín situ a través del


establecimiento y consolidación de los sistemas nacionales de áreas protegidas,
declarando (artículo 18) como prioridad regional 11 áreas fronterizas terrestres y
costero-marinas.

Podría afirmarse que su interpretación e implementación ha estado enfocada más


hacia áreas protegidas que a biodiversidad. Este Convenio crea el Consejo
Centroamericano de Áreas Protegidas (CCAP) en su artículo 21, siendo así uno
de los dos consejos o comités técnicos de la CCAD creados a través de un
instrumento jurídico.

Es interesante que la instancia técnica creada es para áreas protegidas y no se


trata de un comité de biodiversidad. Por el comité de biodiversidad cobra vida
dentro de la CCAD más adelante cuando los países inician los procesos de
formulación de estrategias nacionales de biodiversidad.

Este Convenio ha cumplido ya diez años de vigencia y es recomendable un


análisis de su cumplimiento y recomendaciones de implementación en una
segunda década.

La Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) tiene como


misión fortalecer la integración regional en materia ambiental con el fin de impulsar
el desarrollo de la región por la senda de la sustentabilidad económica, social y
ecológica. Para ello, la CCAD actúa regionalmente procurando armonizar las
políticas y sistemas de gestión ambiental y promoviendo posiciones comunes y
concertadas ante los foros extraregionales y mundiales. Desde 1992, la CCAD ha
tenido la importante tarea de coordinar y promover tanto el cumplimiento de los
compromisos adquiridos en el ámbito regional como los derivados de la
Convención sobre Diversidad Biológica (CDB). Los avances realizados en la
última década han sido significativos. Se ha venido trabajando regionalmente en la
agenda internacional de biodiversidad y las fortalezas del enfoque regional han
quedado evidenciadas en la participación de Centroamérica como región ante los
foros multilaterales.

La calidad de los informes nacionales y regionales presentados por los países


centroamericanos durante las Conferencias de las Partes (COP) ilustra claramente
las ventajas de un trabajo coordinado en el ámbito regional. Es bajo este contexto
que se propuso la formulación de la Estrategia Regional para la Conservación y
Uso Sostenible de la Biodiversidad en Mesoamérica, como un esfuerzo de
coordinación de las acciones políticas e institucionales orientadas a la
conservación, uso sostenible y distribución equitativa de los beneficios derivados
de la biodiversidad. Esta Estrategia se define y conceptualiza como un mecanismo
regional de coordinación y cooperación entre los países de la región. Aunque su
carácter formal es de observador, la participación activa de México en la
formulación de la estrategia no sólo enriqueció su contenido en la dimensión
mesoamericana sino que también facilita a futuro la adhesión oficial de México a
este instrumento. Centroamérica y México están marcando nuevos trazos en su
trayectoria de integración política, social y ambiental, al formular la presente
Estrategia Regional para la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad en
Mesoamérica. Una región sumamente rica en recursos naturales, cuya riqueza
contrasta con la vulnerabilidad social en que viven más de la mitad de sus
habitantes, no puede postergar la necesidad de integrar políticas claras en cuanto
al uso de su diversidad biológica de los cuales depende la calidad de vida de su
población. Ciertamente, formular una Estrategia Regional para la Conservación y
Uso Sostenible de la Biodiversidad en Mesoamérica es un proceso complejo
porque los diferentes ejes temáticos y asuntos claves que se abordan, requieren
de plantearse líneas de acción y resultados que van más allá de las competencias
institucionales de los Ministerios de Ambiente, e inclusive de los Estados. Es por
ello que la implementación de esta Estrategia representa un importante reto para
los países. Un reto innovador que plantea una visión ambiental moderna para
nuestras sociedades; por lo cual, instamos a otros actores igualmente importantes,
a asumir este compromiso como propio.

Resumen ejecutivo

La Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), a través del


Comité Técnico de Biodiversidad, ha coordinado el proceso de elaboración de la
Estrategia Regional para la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad en
Mesoamérica (ERB), la cual es vista como un ejercicio de integración de políticas
y cooperación entre países, estados y actores aliados alrededor del tema de la
biodiversidad. Cinco países fungieron como presidencia protempore durante el
período de elaboración de la misma, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice y
Guatemala. La ERB se ha visto fortalecida en su enfoque y perspectiva geográfica
al integrar en su formulación a México como país observador. Siendo México un
país observador dentro de la CCAD, y con la presencia activa que ha tenido desde
1996 en el Comité Técnico de Biodiversidad, su integración era aún más
importante.

La CCAD reconoce y agradece los aportes de México en la ERB, a través de la


representación de los funcionarios de la Comisión Nacional para el Conocimiento y
Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y de la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (SEMARNAT). Para la elaboración de este documento se
contó también con el apoyo del Proyecto Establecimiento de un Programa para la
Consolidación del Corredor Biológico Mesoamericano (PCCBM), a través de la
asesoría y facilitación de la especialista en fortalecimiento institucional y políticas
de la Oficina Regional.

La Secretaría de la CCAD, por su parte, dio seguimiento al proceso y apoyó las


reuniones y talleres de discusión y consulta de la ERB. En este sentido, este
ejercicio de planificación ha sido novedoso y pionero, al requerir de mayores
insumos e involucramiento de los funcionarios nacionales, fortaleciendo los
comités técnicos de la CCAD como instancias de trabajo y consulta. La Estrategia
Regional de Biodiversidad se construye sobre cuatro pilares fundamentales que
son, en primer lugar, el Plan Ambiental de la Región Centroamericana (PARCA)
de la CCAD, el Convenio Centroamericano para la Conservación de la
Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias (CCABAP), la
Convención de Diversidad Biológica (CDB) y las ocho Estrategias Nacionales de
Biodiversidad (ENB). La misión de la ERB es promover y facilitar la cooperación y
coordinación de acciones entre los países de la región para lograr el conocimiento,
valoración, conservación y uso sostenible de la biodiversidad mesoamericana, en
armonía con las políticas, estrategias y planes de acción nacionales y con la
agenda internacional de biodiversidad.

Los objetivos específicos que se plantea la ERB a un plazo de diez años son:

 Se ha incrementado el conocimiento de la biodiversidad mesoamericana


como base para la toma de decisiones

 Se han desarrollado iniciativas para la protección, recuperación y utilización


sostenible de los ecosistemas, habitat y especies representativas y
prioritarias para la región.
 Se ha promovido la valoración y el uso sostenible de la biodiversidad,
reconociendo su contribución a la calidad de vida de la sociedad
mesoamericana.

 Se ha fortalecido el marco institucional regional y se han armonizado los


instrumentos para la gestión efectiva de la biodiversidad en Mesoamérica.

 Se han establecido programas en la región para atender las amenazas a la


biodiversidad.

Con estos objetivos, se espera alcanzar en un plazo de diez años la siguiente


visión: "La Biodiversidad Mesoamericana se conoce, valora, conserva y sus
componentes se usan en forma sostenible propiciando el desarrollo humano de la
región y contribuyendo a la conservación de la diversidad biológica global". El
marco de planificación para la ERB ha sido de diez años (2004-2014), por lo que
los objetivos, visión y misión definidos después de sesiones de trabajo y discusión
regional engloban las metas a alcanzar en ese plazo. Los objetivos de esta
estrategia, plantean metas a cumplir, divididas en resultados esperados, los cuales
a su vez se dividen en lineamientos estratégicos. La implementación de la ERB, se
hará mediante Programas Estratégicos Regionales definidos de conformidad con
la priorización temática y estructurados con mecanismos financieros y operativos
con plazos de ejecución y mecanismos de seguimiento y verificación del alcance
de los resultados esperados.

Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo –CCAD Creada por los


presidentes Centroamericanos en 1989, en el marco de los acuerdos del Plan de
Paz de Esquipulas II, mediante el Convenio C.A. de Protección Ambiental. En
junio de 1990, los presidentes Centroamericanos, suscriben Protocolo al Convenio
Constitutivo de la CCAD, a fin de incluir derechos y obligaciones a Panamá y
Belice. Integrada por autoridades gubernamentales de ambiente y recursos
naturales de los gobiernos de los siete países C.A. quienes constituyen el órgano
máximo de decisión. Consta de una secretaria ejecutiva con sede en El Salvador.
Como observador que ha acompañado el proceso desde su inicio se encuentra
México y recientemente se incorpora República Dominicana (1997.) La CCAD
tiene como misión fortalecer la capacidad de los países C.A. para cumplir los
compromisos regionales e internacionales en materia ambiental.

Con estos objetivos, se espera alcanzar en un plazo de diez años la siguiente


visión:
 "La Biodiversidad Mesoamericana se conoce, valora, conserva y sus
componentes se usan en forma sostenible propiciando el desarrollo
humano de la región y contribuyendo a la conservación de la diversidad
biológica global".
 El marco de planificación para la ERB ha sido de diez años (2004-2014),
por lo que los objetivos, visión y misión definidos después de sesiones de
trabajo y discusión regional engloban las metas a alcanzar en ese plazo.
 Los objetivos de esta estrategia, plantean metas a cumplir, divididas en
resultados esperados, los cuales a su vez se dividen en lineamientos
estratégicos.
 La implementación de la ERB, se hará mediante Programas Estratégicos
Regionales definidos de conformidad con la priorización temática y
estructurados con mecanismos financieros y operativos con plazos de
ejecución y mecanismos de seguimiento y verificación del alcance de los
resultados esperados.

Centroamérica está conformada por los países de Belice, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Los siete países de la Región están
llenos de vida y pureza, con tan solo el 1% de la superficie del globo, el istmo
centroamericano cuenta con el 8% de la Biodiversidad mundial en las que se han
identificado las cuales albergan a más de 20.000 especies de plantas distintas, de
las cuales muchas son endémicas. En cuanto a su fauna, Centroamérica posee
una riqueza importante en vertebrados y una riqueza extraordinaria en
invertebrados que aún no se conocen en su totalidad. Además posee 6,600
kilómetros de costas riquísimas en manglares, arrecifes de coral y otros tipos de
ecosistemas costero-marinos. La región alberga entre sus tierras 15 lugares
especiales declarados Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO, 144 Áreas
Protegidas y 124 Parques Naturales A pesar de esta valiosa riqueza natural fue
hasta la década de los cincuenta que la región centroamericana inicio un
movimiento de conservación.

Una de las primeras acciones realizadas para la época fue la suscripción de


importantes convenios subregionales que reflejaron la preocupación y decisión de
los países por trabajar en temas ambientales claves.

Con el propósito de impulsar la creación de áreas protegidas en el territorio de los


Estados centroamericanos nace el Convenio para la Conservación de la
Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América Central,
suscrito por los Presidentes de las Repúblicas de Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá en el seno de la XII Cumbre de
Presidentes Centroamericanos efectuada en la ciudad de Managua, Nicaragua el
5 de Junio de 1992. El objetivo de este Convenio obliga a los Estados firmantes, a
garantizar la conservación, preservación de tres áreas fundamentales, siendo
estas la diversidad biológica, terrestre y costero marino, con el propósito de
proteger el hábitat de las presentes y futuras generaciones; basados en que la
biodiversidad estaba siendo reducida y algunas especies estaban en peligro de
extinción.

Este instrumento establece el compromiso, con prioridad, once áreas protegidas


fronterizas, las cuales representan ecosistemas únicos de importancia regional y
mundial, con el objetivo de brindar opciones de desarrollo sustentable para la
humanidad, estableciendo para ello mecanismos regionales de integración
económica y de cooperación a favor de la utilización racional del medio ambiente
del istmo.

Un aspecto elemental para la aplicación de este convenio, es la importancia del rol


que juega la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), al
convertirse en la instancia formuladora de las estrategias, procedimientos, la
tecnología necesaria para la conservación de los ecosistemas regionales. Una de
esas tareas consistió en la actualización del “Plan de Acción 1989-2000”, para la
creación y fortalecimiento del Sistema Centroamericano de Áreas Protegidas,
SICAP; así como el desarrollo de acciones dirigidas a la conservación de los
Trópicos para la Región Centroamericana. La CCAD, también fue delegada para
vigilar la implementación de este instrumento regional y como mecanismo de
aplicación estableció la presentación de informes anuales a la Cumbre de
Presidentes Centroamericanos.

El Convenio estableció la creación del Consejo Centroamericano de Áreas


Protegidas (CCAP), el cual es responsable, en conjunto con la CCAD, de
coordinar esfuerzos tendientes a la armonización de políticas relacionadas con las
áreas protegidas de la región y de un corredor biológico.

El artículo tres de este instrumento reafirma que la conservación de la


biodiversidad es un asunto de todos, y hace una invitación formal a la comunidad
internacional a colaborar con el esfuerzo conjunto de las naciones
centroamericanas en favor de erradicar la problemática ambiental no solo a nivel
regional sino mundial.

Los Estados se comprometen a incorporar en sus respectivos planes y políticas de


desarrollo los lineamientos para la conservación de sus recursos biológicos y a
desarrollar sus propias estrategias de conservación y desarrollo, teniendo como
prioridad la conservación de la biodiversidad, la creación y el manejo de las áreas
protegidas.
El Decreto de Aprobación de la adhesión al Convenio para la Conservación de la
Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América Central, fue
aprobado por la Asamblea Nacional, mediante Decreto Legislativo No. 1009 del 26
de Abril de 1995, publicado en la Gaceta No. 123 el 03 de Julio del mismo año.

DECRETO DE RATIFICACIÓN.

El Gobierno de Nicaragua ratificó el Convenio para la Conservación de la


Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América Central,
mediante Decreto Ejecutivo No.49-95, del 29 de Septiembre de 1995 y publicado
en La Gaceta No. 198, del 23 de Octubre del mismo año.

Asimismo, se depositó ante la Secretaría de la Organización de Estados


Americanos (OEA), el Instrumento de Ratificación.

LEYES NACIONALES AFINES.

La Constitución Política de la República de Nicaragua tiene consignado una serie


de derechos y obligaciones en materia ambiental. El artículo sesenta de la Carta
Magna señala que los nicaragüenses tienen derecho a un ambiente sano, como
un derecho fundamental y humano. Además de la obligación del Estado de
preservar, conservar y rescatar el ambiente y los recursos naturales, así como
explotarlos racionalmente.

Los instrumentos de gestión ambiental, particularmente, la legislación en materia


de biodiversidad en Nicaragua, cuentan con un conjunto de leyes, decretos y
disposiciones administrativas que procuran alcanzar la conservación, utilización
sostenible y la distribución justa y equitativa de los beneficios que brinda la
diversidad biológica en el país. Estas disposiciones se plasman en la Ley General
del Medio Ambiente y los Recursos Naturales Ley No. 217 y la Estrategia Nacional
de la Biodiversidad.

La Asamblea Nacional de la República de Nicaragua aprobó la Ley General del


Medio Ambiente y los Recursos Naturales, Ley No. 217, en el año de 1996, en
base al cumplimiento del Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y
Protección de las Áreas Silvestres Prioritarias en América Central. Ambas
disposiciones se encuentran vinculadas ya que procuran la conservación,
protección, mejoramiento y el uso racional del medio ambiente, los Recursos
Naturales y por consiguiente lo relacionado a la Diversidad Biológica. Así lo
especifican el artículo uno de la Ley No. 217 y los artículos uno y dos del Convenio
motivo de análisis.

En el contexto nacional, la Constitución Política de Nicaragua en su artículo 102,


señala que los Recursos Naturales son “Patrimonio Nacional”. También, la Ley No.
217, en su artículo 54 estipula que los Recursos Naturales son “Patrimonio
Nacional” y su dominio, uso y aprovechamiento se somete a lo que establezca la
referida ley, las leyes especiales y sus respectivos reglamentos. Así mismo,
estipula que el Estado tiene la facultad discrecional de otorgar derechos a
aprovechar los recursos naturales por medio de concesión, permisos, licencias y
cuotas. Estas disposiciones se encuentran vinculadas con el artículo dos del
Convenio que reafirma el derecho de cada Estado parte de conservar y
aprovechar sus propios recursos, acorde a sus propias políticas y
reglamentaciones.

Los artículos dos y diez del Convenio Regional, promueve a los Estados firmantes
implementar dentro de sus territorios las políticas y programas nacionales
necesarios para la conservación de sus recursos en materia de Biodiversidad, este
artículo del Convenio se encuentra vinculado con los artículos seis, ocho, nueve y
diecisiete de la Ley No. 217, en vista que se crean tres instancias que coadyuvan
al mejoramiento en la conservación de los recursos, así funcionan la Comisión
Nacional del Ambiente como un foro de concertación de las políticas ambientales,
como una instancia de coordinación entre el Estado y la Sociedad Civil, la
conformación de la Procuraduría del Ambiente que tiene como función ejercer las
acciones y representación del interés público, con carácter de parte procesal, en
todos aquellos juicios por infracción a las leyes ambientales y las demás acciones
previstas en la Ley y del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, que incluye todas
las áreas declaradas como tal a la fecha de entrada en vigor de la Ley y de las que
fueren declaradas en el futuro.

Asimismo la Ley No. 217 señala como instrumento de gestión ambiental la


planificación y legislación, el ordenamiento ambiental y territorial las áreas
protegidas, los permisos y evaluaciones del impacto ambiental, el Sistema
Nacional de Información Ambiental, la educación y divulgación y desarrollo
científico y tecnológico, los incentivos, las inversiones públicas, el Fondo Nacional
del Ambiente y la declaración de áreas contaminadas y de emergencias
ambientales y con relación a la biodiversidad y el patrimonio genético nacional se
establece el deber del Estado y de todos sus habitantes de velar por la
conservación y aprovechamiento de la diversidad biológica y del patrimonio
genético nacional.

Específicamente el artículo 17 del Convenio para la Conservación de la


Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América Central
orienta a los Estados Parte a identificar, administrar y fortalecer aquellas áreas
protegidas consideradas de vital importancia; este artículo se vincula con la
sección III, Capítulo II de la Ley No. 217 relacionado con el Sistema Nacional de
Áreas Protegidas (SINAP. El SINAP resguarda 72 áreas protegidas legalmente
establecidas; estas áreas están distribuidas en nueve categorías de manejo
establecidas en la Ley General del Medio Ambiente y los Recursos Naturales,
dichas categorías contienen los usos y restricciones que deben observarse en la
administración y manejo de las áreas naturales de acuerdo a los objetivos
primordiales de conservación. Estas categorías son: Reserva Biológica, Parque
Nacional, Refugio de Vida Silvestre, Reserva Natural, Reserva de Recursos
Genéticos, Monumento Histórico, Monumento Nacional, Reserva de Biosfera,
Paisaje Terrestre y Marino Protegido. Es importante destacar que Nicaragua
cuenta con 8 áreas protegidas que ostentan un reconocimiento internacional, uno
de ellos otorgado por el Programa El Hombre y la Biosfera (MAB) de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultera
(UNESCO), el cual ha sido otorgado a dos Reservas de Biosfera: Bosawás y Río
San Juan - Nicaragua. Así también la Convención RAMSAR (Convención Relativa
a los Humedales de Importancia Internacional) ha otorgado reconocimiento
internacional a ocho humedales nacionales.

Es necesario mencionar que el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales


ha desarrollado diversos instrumentos legales para asegurar el uso racional de
todos los recursos naturales, de la flora y de la fauna, cuyo objetivo principal es
que la población y todos los sectores económicos participen de manera activa en
el manejo de los recursos naturales de su entorno. El marco general de manejo,
conservación, protección y uso sostenible de los recursos naturales y la
biodiversidad, está principalmente relacionada a las normas técnicas obligatorias
nicaragüenses que son instrumentos legales específicos administrados por
MARENA, la Estrategia Nacional de Biodiversidad, el Sistema de Vedas de las
diferentes especies vegetales y animales y otras herramientas. Acción que
coincide con lo estipulado en el artículo catorce del Convenio motivo del análisis
que ordenó a los Estados parte a desarrollar sus propias estrategias de
conservación y desarrollo, entre las cuales la conservación de la biodiversidad y la
creación y manejo de áreas protegidas sea una prioridad.

Dos importantes avances en materia legislativa fueron dados con relación a lo


establecido en este instrumento jurídico internacional; la creación de la Ley No.
203. Ley que Declara Reserva Natural y Patrimonio Cultural de la Nación a la Isla
de Ometepe en 1995 la Ley No. 738. Ley que declara y define el Sistema de los
Cayos Perlas como Refugio de Vida Silvestre.

La perspectiva de la biodiversidad, debe orientarse a la promoción de un sistema


de desarrollo balanceado entre el crecimiento económico y la conservación de la
biodiversidad, dando prioridad a la gestión preventiva. Es decir, instrumentalizando
los mecanismos de legislación ambiental. Por ello, el marco legal sobre la
biodiversidad debe imperiosamente armonizarse con acciones internas y externas
del país. En el caso de las acciones internas debe estar coherentemente vinculado
con las políticas y leyes pertinentes; y en las acciones externas con las
convenciones internacionales que favorezcan la conservación de los recursos
naturales y promuevan la cooperación internacional (SINIA/MARENA 2003).

Nicaragua para su desarrollo, ha hecho uso de sus riquezas naturales; la actividad


económica se ha fundamentado en el aprovechamiento de los recursos naturales.
Los sectores silvicultura, agricultura, pesca y pecuario contribuyen a casi una
tercera parte del Producto Interno Bruto (PIB). A continuación se detallan algunas
de las estrategias más significativas desarrolladas por el estado nicaragüense con
el propósito de fortalecer la economía de acuerdo con un adecuado manejo
nacional de los recursos naturales.

Según datos oficiales contenidos en el Estudio de País, se estima que en un


balance de cuentas, el aporte económico anual de la Biodiversidad en Nicaragua
supera los seis millones de dólares, considerando con esto que la cifra estimada
del valor económico de la Biodiversidad de Nicaragua es digna de tener en cuenta.
Así mismo el 70% de las exportaciones se fundamenta en los recursos naturales,
producto de la actividad agropecuaria, vida silvestre, madera y la trasformación
industrializada de los mismos. Casi una tercera parte del PIB es atribuible a
productos de la Biodiversidad en los rubros de la producción forestal, agricultura,
pesca y actividad pecuaria.

El Informe Anual presentado por el Presidente de la República en el año 2009,


destacó la elaboración de nueve Planes de Acción en áreas protegidas que
representan una superficie aproximadamente de 577 hectáreas, para un total de
planes aprobados entre 2008 y 2009.

Los planes elaborados en el 2009 fueron para los sitios siguientes: Reserva
Natural Sistema Lagunar Tisma - Masaya; Sitio Ramsar Apanás – Asturias;
Reserva Natural Laguna de Apoyo; Parque Nacional Volcán Maderas; Reserva
Natural Complejo Volcán Telica Rota; Reserva Natural Laguna de Asososca;
Reserva Natural Laguna de Nejapa; Reserva Natural Sistema Lagunar Tisma –
Masaya y Reserva Natural Cerro Cumaica – Cerro Alegre.

En el 2009, se declararon y certificaron en total nueve Reservas silvestres


Privadas siendo las siguientes: Wastuna, Bonanza en la RAAN; Casa Blanca, en
el departamento de Rivas; Pelibuey, en Rivas; Grenfields en Kukra Hill; Santa
Isabel y Miraflores en El Ayote. Además, se firmaron convenios administrativos
con las reservas privadas: El Abuelo, La Tigra y la Conga del departamento de
Rivas. Asimismo entre 2007 y 2009 se logró un acumulado de 13 Parques
Ecológicos Municipales y 14 Reservas Silvestres Privadas declaradas y
certificadas.

Para el año 2010 el país logró reducir en un 67 % los puntos de calor en áreas
protegidas, pasando de 1,492 en 2006 a 499 en 2010, protegiendo una superficie
de 1, 809,841 hectáreas de bosques en áreas núcleos en: Reserva Biosfera del
Sureste 767,710 has: Reserva Biosfera Bosawás 812,956 has y 22 áreas
protegidas priorizadas: 229,175 hectáreas.

Se logró la Declaración de la Isla de Ometepe como Reserva de Biosfera por la


UNESCO, sumándose a las Reservas de Biosferas de Bosawás y del Sureste de
Nicaragua.

Se ha logrado proteger el nacimiento de 3, 553,128 tortuguillas paslama


(Lepidochelys olivacea) en 5 áreas marino - costeras protegidas en el pacífico de
Nicaragua: Chacocente, La Flor, Isla Juan Venado, Estero Padre Ramos y Punta
Cosigüina/Volcán Cosigüinaa.

Se han reforestado más de 50,000 hectáreas de bosque, con una participación


activa de 230,000 estudiantes, miembros de los Gabinetes ambientales del poder
ciudadano, jóvenes del Movimiento Guardabarranco, mujeres, alcaldías, sector
privado, e instituciones del Estado.

Adicionalmente se han logrado conformar 476 brigadas comunitarias voluntarias


contra incendios y la instalación de un sistema de alerta temprana, reduciendo los
incendios forestales a 1,705 que representan el 6% en comparación con los
26,953 incendios forestales, sucedidos en administraciones pasadas.

Es importante destacar que en el año el gobierno de Nicaragua, presentó un


conjunto de proyectos los que se concretizaron con la formulación e
implementación del Programa “Apoyo al Sector Medio Ambiental (PASMA)”. Como
parte de este Programa se decidió la elaboración del Plan Ambiental de Nicaragua
(PANIC), el que incluyó la elaboración de la Política Ambiental de Nicaragua, la
evaluación del Plan de Acción Ambiental 93 (PAA-NIC) Plan de Acciones 2000-
2005.

EL PAA-NIC estableció un marco de ideas para la constitución y el accionar


ambientalista del Estado y la sociedad civil. El Plan integró diversas propuestas
con miras a concertar los intereses del desarrollo económico con la gestión del
medioambiente. Los logros obtenidos específicamente en aspectos legales e
institucionales, tuvieron un alcance estratégico que sentaron las bases para un
nuevo esquema de la gestión ambiental. Estos productos sirvieron de referencia
para el reordenamiento del Estado y definición de competencias de la gestión
ambiental, el acceso a la justicia en la resolución de conflictos ambientales, la
promoción de la participación ciudadana, el aumento de la importancia de los
gobiernos locales y regionales en la gestión ambiental y la reducción de la
vulnerabilidad y la influencia de los Organismos No Gubernamentales en la
movilización de recursos y ejecución de proyectos.

Estas acciones concibieron la elaboración de la Estrategia Nacional de


Biodiversidad y su Plan de Acción, que recoge los puntos de vista de todos los
sectores del país, es el resultado de un esfuerzo común en el que han participado
más de 1500 hombres y mujeres nicaragüenses. La Estrategia Nacional propone
una visión de largo plazo en la conservación y uso de la biodiversidad y los
recursos para mejorar la calidad de la vida. Esta Estrategia también se basa en los
lineamientos de la Política Ambiental y es la referencia general que orienta todas
las acciones que se impulsen en la nación a favor de la conservación y uso
sostenible de la biodiversidad

La nación también ha adoptado una Estrategia Nacional de Desarrollo orientada


hacia un crecimiento basado en mecanismos de libre mercado, lo cual estimularía
a ocho sectores económicos en actividades puntuales, cinco de los cuales
contemplan actividades dentro de las Áreas Protegidas a saber: Acuicultura,
Turismo, Pesca, Minería y Forestería. Para estimular la inversión en estos rubros,
Nicaragua firmó el Acuerdo de Libre Comercio entre Centroamérica, los Estados
Unidos y República Dominicana. El Acuerdo de Libre Comercio (DR-CAFTA) ha
calificado para inversiones por el orden de US$ 33 millones de dólares para
estímulo económico, a través del programa norteamericano Cuenta Reto del
Milenio. Estas inversiones aumentarán la actividad económica dentro de los
sectores mencionados e intensificarán las amenazas para la biodiversidad.

Muchos Organismos No Gubernamentales implementan programas de


conservación en la región y, en el caso de Nicaragua algunas hasta manejan
áreas protegidas. En el sureste de Nicaragua, una coalición de universidades y
Organismos No Gubernamentales trabajan en el intercambio de información sobre
investigación monitoreo en la Reserva Biológica de Indio Maíz. Grupo
Guardabarranco, coordina y promueve la conservación de aves. La Fundación
Cocibolca en Nicaragua está desarrollando un programa de capacitación para
biólogos de conservación, apoyado por la National Fish & Wildlife Foundation.
Entre los organismos con experiencia en el trabajo en el sureste de Nicaragua
están la Fundación Amigos del Río San Juan (FUNDAR), que trabaja en
cooperación con el capítulo español de Amigos de la Tierra; la Fundación del Río;
Association for Rural Cooperation in Africa and Latin América; Fundeverde, la
Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León).
Asimismo se cuenta con la participación de algunos grupos comunales que
participan en conservación en Nicaragua, como ejemplo, se pueden mencionar los
grupos indígenas Mayagnas en la reserva de BOSAWAS de la región del Atlántico
norte de Nicaragua. Los grupos organizados por las reservas que están en
comanejo como es el caso de las comunidades aledañas a la reserva volcán
Mombacho, Granada, manejada por la fundación Cocibolca; las comunidades de
la reserva volcán Cosigüina, Chinandega, manejada por la fundación LIDER y las
comunidades de las Peñitas y Salinas Grandes aledañas a la reserva Isla Juan
Venado, León, manejada por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-
León.

CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES</font></u></b></div><br />

<font size="4" face="Times New Roman">El Convenio para la Conservación de la


Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América Central,
nace al mismo tiempo que el Convenio sobre Diversidad Biológica el que fue
firmado dentro del marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro del 03 al 14 de Junio de 1992.
Ambos instrumentos conciben el espíritu basado en la conservación y el manejo
adecuado de la diversidad biológica, conscientes que esta variedad de formas de
vida está siendo reducida como consecuencia de determinadas actividades
humanas. </font><br />

<font size="4" face="Times New Roman"> </font><br />

<font size="4" face="Times New Roman">El Convenio para la Conservación de la


Biodiversidad Biológica y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América
Central básicamente instó a los Estados Partes a cooperar con la Comisión
Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), a poner en marcha dentro de
sus territorios estrategias de conservación y desarrollo y a crear áreas protegidas
fronterizas, terrestres y costeras, en especial en once zonas que el mismo
convenio enumeraba, además de la recomendación brindada a la puesta en
marcha de los Planes de Sistema de Áreas Silvestres Protegidas.</font><br />

<br />

<font size="4" face="Times New Roman">El Estado de Nicaragua cumplió el


compromiso adquirido con la firma de este instrumento, en vista que el MARENA y
la Ley No. 217, vinieron a regular las medidas, programas y estrategias necesarias
para asegurar la conservación del medio ambiente y los recursos naturales y
específicamente a la biodiversidad. Así surgieron instrumentos estratégicos tales
como: </font><b><font size="4" face="Times New Roman">el Sistema Nacional de
Áreas Protegidas (SINAP), la Comisión Nacional del Ambiente, la Procuraduría del
Ambiente, la Estrategia Nacional de Biodiversidad y su Plan de Acción, el Plan
Ambiental de Nicaragua y los Lineamientos de la Política y Estrategia Nacional de
Educación Ambiental (Acuerdo Presidencial No. 19-2003).

Según datos recientes y oficiales del Ministerio del Ambiente y los Recursos
Naturales en la medida que fueron trascurriendo los años y de acuerdo a las
necesidades surgidas a nivel nacional fueron declaradas diferentes territorios
como Áreas Protegidas, por ejemplo la Región del Pacífico cuenta con 26 Áreas
Protegidas con una extensión aproximada de 181,576.69 hectáreas que
representan el 8.2% del territorio. Las categorías que se encuentran en estas
áreas son: Parque Nacional (2), Reserva Natural (17), Refugio de Vida Silvestre
(4), Reserva de Recursos Genéticos (1), Monumento Nacional (1) y Paisaje
Terrestre Protegido (1). En la Región Central se encuentran registradas 23 áreas
protegidas, con una extensión aproximada de 155,314.34 hectáreas que
representan el 7 % del territorio. Las categorías que se encuentran en estas áreas
son: Reserva de Recursos Genéticos (1), Monumento Nacional (1), Reserva
Natural (20) y Paisaje Terrestre Protegido (1) y finalmente la Región Atlántico o
Caribe se encuentran concentradas 23 áreas protegidas, con una extensión
aproximada de 1, 872,066 hectáreas que representan el 84.7% del territorio. Las
categorías que se encuentran en estas áreas son: Reserva Biológica (1), Reserva
Natural (7) y Reserva de Biósfera (2

Teniendo presente el esfuerzo y logros alcanzados desde los años noventa, es


evidente que aún existen debilidades para lograr ganar la batalla por el deterioro
del medio ambiente e inclusive en lo que concierne a la Biodiversidad. Esta
problemática demanda de la sociedad nicaragüense en general un esfuerzo
conjunto y sólido. Es necesario tomar conciencia de las consecuencias negativas
existentes producto de la errada práctica del ser humano al hacer uso del medio
ambiente y los recursos naturales. Se considera urgente y necesario el
fortalecimiento del marco institucional y normativo, en vista de esto se presentan
dos recomendaciones:

1. La promulgación de una Ley General sobre Biodiversidad, tomando en


cuenta que el Estado de Nicaragua es parte no solo del Convenio para la
Conservación de la Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en
América Central, sino también del Convenio de Diversidad Biológica y este
instrumento ordena a los países miembros tomen las medidas necesarias en torno
a la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica. La legislación
nicaragüense aún no registra una norma jurídica a favor de la Biodiversidad, pero
de acuerdo a investigaciones realizadas para la elaboración de este documento,
se confirmó que la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la
Asamblea Nacional, cuenta con una Iniciativa de Ley en esta materia, motivo por
el cual se recomienda la voluntad de legislar a favor de esta ley.

2. A criterio de la División de Relaciones Internacionales y de acuerdo con los


programas, actividades y acciones descritas en este documento e impulsadas por
el actual gobierno, se considera que el estado de Nicaragua está cumpliendo con
este instrumento internacional y en base a esto, se recomienda brindar
continuidad a la consecución de los compromisos adquiridos en los diferentes
convenios internacionales, en razón de conocer la realidad jurídica nacional y el
marco de acción sobre el que se debe trabajar a fin de garantizar una legislación
nacional eficiente y acorde a las necesidades del país.

El presente análisis al Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y


Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en América Central fue elaborado por la
División de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional de la República
de Nicaragua de acuerdo a la disposición establecida en las Líneas Estratégicas
de Trabajo 2009-2011 de este Poder Legislativo, punto cinco: Convenios y
Tratados que asigna a esta División el seguimiento sistemático de los
compromisos adquiridos por el Estado de Nicaragua.

Sitios Web de Instituciones Consultadas: Asamblea Nacional de Nicaragua.


Comisión de Medio Ambiente y de los Recursos Naturales del poder legislativo
nicaragüense. Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Comisión
Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) Ministerio del Ambiente y los
Recursos Naturales (MARENA). Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).
Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX).

Consejo Centroamericano de Áreas Protegidas –CCAP Creada en el Marco de la


CCAD en 1992, integrada por los directores de servicios de áreas protegidas de
cada país. Tiene como finalidad coordinar los esfuerzos regionales en la materia, a
fin de uniformar las políticas relacionadas con el sistema regional de áreas
protegidas. Su sede se encuentra en Tegucigalpa, Honduras.

PREAMBULO. CONSCIENTES de la necesidad de establecer mecanismos


regionales de integración económica, y de cooperación para la utilización racional
del medio ambiente del istmo, en razón de la íntima interdependencia entre
nuestros países: DESEOSOS de proteger y conservar las regiones naturales de
interés estético, valor histórico e importancia científica, que representen
ecosistemas únicos de importancia regional y mundial, y que tengan el potencial
de brindar opciones de desarrollo sustentable para nuestras sociedades;
AFIRMANDO que la conservación de la biodiversidad es un asunto que concierne
a todas las personas y Estados; NOTANDO que la diversidad biológica ha estado
siendo seriamente reducida y que algunas especies y ecosistemas están
amenazados de extinción; ENFATIZANDO que la conservación de los habitats
naturales y el mantenimiento de poblaciones de especies de flora y fauna debe
realizarse tanto in situ como ex situ; CONSCIENTES de la relación existente entre
conservación y desarrollo sustentable, y reafirmando su decisión de enfrentar con
acciones enérgicas, la preservación, rescate, restauración y utilización racional de
nuestros ecosistemas, incluyendo especies de flora y fauna amenazada;
CONVENCIDOS de que para mejorar la calidad de vida a los pueblos del istmo es
preciso propiciar el respeto a la naturaleza y a la ley, fomentar la consolidación de
la paz, y la utilización sustentable y el rescate de los recursos naturales;
DESTACANDO que para garantizar el desarrollo sustentable, la creación manejo y
fortalecimiento de las Áreas Protegidas, juega un papel relevante para garantizar
la reproducción de los procesos ecológicos esenciales y el desarrollo rural;
RECONOCIENDO a la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo,
CCAD, como la instancia idónea para formular las estrategias y planes de acción
que pongan en práctica las decisiones sobre el cuidado del ambiente;
APOYANDO la búsqueda de mecanismos financieros para respaldar
concretamente todas las iniciativas en el campo de la conservación de recursos
naturales, incluyendo aquellas en las que los países amigos contribuyan
adecuadamente; HEMOS decidido suscribir el presente Convenio que se
denominará:

CONVENIO PARA LA CONSERVACION DE LA BIODIVERSIDAD Y


PROTECCION DE AREAS SILVESTRES PRIORITARIAS EN AMERICA
CENTRAL CAPITULO I PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Artículo 1. Objetivo. El objetivo de este Convenio es conservar al máximo posible


la diversidad biológica, terrestre y costero-marina, de la región centroamericana,
para el beneficio de las presentes y futuras generaciones.

Artículo 2. Los Estados firmantes de este Convenio reafirman su derecho


soberano de conservar y aprovechar sus propios recursos biológicos de acuerdo a
sus propias políticas y reglamentaciones en función de: a. Conservar y usar
sosteniblemente, en función social, sus recursos biológicos; y asegurar que las
actividades dentro de sus jurisdicciones o control, no causen daños a la diversidad
biológica de sus Estados o áreas que limitan su jurisdicción nacional.

Artículo 3. La conservación de la biodiversidad en hábitats o aguas fronterizas,


requiere de la voluntad de todos, y de la cooperación externa, regional y global, en
adición a los esfuerzos que las naciones desarrollen, por lo que se invita a la
comunidad internacional a participar, técnica y financieramente, en nuestro
esfuerzo.

Artículo 4. Los requerimientos fundamentales para la conservación de los recursos


biológicos son la conservación in situ de ecosistemas y habitats naturales y, las
medidas ex situ que se puedan desarrollar en cada país, origen de dichos
recursos.

Artículo 5. El valor de la contribución de los recursos biológicos y el mantenimiento


de la diversidad biológica al desarrollo económico y social, debe ser reconocido y
reflejado en los arreglos económicos y financieros entre los países de la región, y
entre estos, y otros que cooperen en su conservación y aprovechamiento.

Artículo 6. Debe estimularse en la región, el conocimiento de la diversidad


biológica y el manejo eficiente de las áreas protegidas. El beneficio de la
investigación y el desarrollo derivado de biomateriales, o el derivado del manejo
de las áreas protegidas, debe hacerse disponible a la sociedad en su conjunto.

Artículo 7. El conocimiento, las prácticas y, las innovaciones tecnológicas


desarrolladas por grupos nativos en la región, que contribuyan al uso sostenible de
los recursos biológicos, y a su conservación, debe ser reconocidos y rescatados.

Artículo 8. El acceso al material genético, sustancias, productos derivados de


ellos, la tecnología relacionada, y su conservación estará abierto, bajo la
jurisdicción y control de los Estados, dentro de convenios mutuos establecidos con
organismos reconocidos.

Artículo 9. Definiciones. Para el propósito de este Convenio regional, los términos


más importantes serán usados con los significados siguientes: Area Protegida: es
un área geográfica definida, terrestre o costero-marina, la cual es designada,
regulada y manejada, para cumplir determinados objetivos de conservación, es
decir producir una serie de bienes y servicios determinados (conservación in situ).
Biodiversidad o Diversidad Biológica: todas las especies de flora, fauna u otros
organismos vivos, su variabilidad genética, y los complejos ecológicos de los
cuales forman parte. Conservación: preservación, mantenimiento, restauración, y
uso sostenible de los elementos de la biodiversidad. Conservación ex situ: es la
conservación de componentes de la adversidad biológica (material genético u
organismos), fuera de su ambiente natural. Ecosistema: complejo de comunidades
de plantas, animales y microrganismos y su ambiente no vivo interactuando como
una unidad ecológica. Especie en peligro: especie que esta amenazada o en
peligro de extinguirse, la cual no sobrevivirá si los factores causales continuan
operando. Material genético: cualquier material de plantas, animales o
microrganismos u otro origen, que contenga unidades funcionales de información
hereditaria. Habitat: lugar o sitio donde un organismo o población ocurre
naturalmente.

CAPÍTULO II OBLIGACIONES GENERALES

Artículo 10. Cada Estado miembro de este marco regional, se compromete de


acuerdo a sus capacidades, programas nacionales y prioridades, a tomar todas las
medidas posibles para asegurar la conservación de la biodiversidad, y su uso
sostenible, así como del desarrollo de sus componentes dentro de su jurisdicción
nacional, y a cooperar en la medida de sus posibilidades en las acciones
fronterizas y regionales.

Artículo 11. Los Estados miembros tomarán las acciones pertinentes para
incorporar a las respectivos políticas y planes de desarrollo, los lineamientos para,
el valor socioeconómico de, la conservación de los recursos biológicos.

Artículo 12. Las instituciones en los países de la región centroamericana,


cooperarán tanto como sea apropiado, con las instituciones regionales e
internacionales, para apoyarse mutuamente en el cumplimiento de las
obligaciones contraídas por el presente Convenio, incluso relacionadas con
aspectos de biotecnología, salud, y seguridad alimentaria.

Artículo 13. Con el propósito de cumplir a cabalidad con el presente Convenio, se


deberá: a.Cooperar con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo,
CCAD, para el desarrollo de medidas, procedimientos, tecnologías, prácticas y
standares, para implementación regional del presente Convenio. b.Implementar
medidas económicas y legales para favorecer el uso sustentable y el desarrollo de
los componentes de la diversidad biológica. c.Asegurar el establecimiento de
medidas que contribuyan a conservar los habitats naturales y sus poblaciones de
especies naturales. d.Proveer individualmente o en cooperación con otros Estados
y organismos internacionales, fondos nuevos y adicionales, para apoyar la
implementación de programas y actividades, nacionales y regionales, relacionadas
con la conservación de la biodiversidad. e.Promover y apoyar la investigación
científica dentro de las universidades nacionales y centros de investigación
regional, en conjunto con los organismos internacionales interesados. f.Promover
la conciencia pública en cada Nación, de la necesidad de conservar, usar
sustentablemente y desarrollar la riqueza biológica de la región. g.Facilitar el
intercambio de información entre las instituciones nacionales, entre los países de
la región centroamericana, y otras organizaciones internacionales.

CAPITULO III MEDIDAS DE EJECUCION


Artículo 14. Cada país de la región deberá desarrollar sus propias estrategias de
conservación y desarrollo, entre las cuales la conservación de la biodiversidad y la
creación y manejo de áreas protegidas sea prioridad. Artículo 15. Se deberá
integrar tan rápido como sea posible y apropiado, la conservación y el uso
sostenible de los recursos biológicos en las políticas y programas relevantes de
otros sectores. Artículo 16. Se estimulará en cada país de la región
centroamericana, la elaboración de una ley nacional para la conservación y uso
sustentable de los componentes de la biodiversidad.

Artículo 17. Se deberá identificar, seleccionar, crear, administrar y fortalecer, a la


mayor brevedad posible, dentro de los respectivos países, a través de las
instituciones encargadas, los parques nacionales, monumentos naturales y
culturales, refugios de vida silvestre, u otras áreas protegidas, como instrumentos
para garantizar la conservación de muestras representativas de los principales
ecosistemas del istmo, y prioritariamente aquellas que contengan bosques
productores de agua.

Artículo 18. Se desarrollarán y fortalecerán, dentro de este Convenio, como


prioridad, las áreas protegidas fronterizas en las regiones terrestres y costeras
siguientes, conocidas como: -Reserva de la Biosfera Maya. -Reserva de la
Biosfera Fraternidad o Trifinio. -Golfo de Honduras. - Golfo de Fonseca -Reserva
Río Coco o Solidaridad. -Cayos Miskitos. -Sistemas Internacional de Areas
Protegidas para la Paz, SIAPAZ. -Reserva Bahía Salinas. -Reserva de la Biosfera
La Amistad. -Reserva del Sixaola. -Región del Darien.

Artículo 19. Se deberán desarrollar estrategias nacionales para estimular los


Planes de Sistemas de Areas Silvestres Protegidas, siendo garantes de funciones
económicas básicas para el desarrollo local, regional y global, y del fortalecimiento
de la presencia institucional en las áreas mencionadas, para lo cual se gestionará
financiamiento nacional e internacional para su efectiva ejecución.

Artículo 20. Se responsabiliza a la Comisión Centroamericana de Ambiente y


Desarrollo, CCAD, de tomar la iniciativa de actualizar y estimular la ejecución
adecuada del "Plan de Acción 1989-2000 para la creación y fortalecimiento del
Sistema Centroamericano de Areas Protegidas, SICAP, así como las acciones de
Conservación del "Plan de Acción Forestal de los Trópicos para la Región
Centroamericana", para lo cual deberá incrementar sus nexos con la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, como con otras
instituciones regionales, en coordinación con las instituciones nacionales y de los
gobiernos del istmo.
Artículo 21. Se deberá crear asociado a la Comisión Centroamericana de
Ambiente y Desarrollo, CCAD, el Consejo Centroamericano de Areas Protegidas
con personas e instituciones relacionadas a la Comisión Mundial de Areas
Protegidas, CNPPA, y financiado por el Fondo Regional de Ambiente y Desarrollo,
como encargado de coordinar esfuerzos regionales para uniformizar las políticas
vinculadas con y el desarrollo del Sistema Regional de Areas Protegidas como un
efectivo corredor biológico mesoamericano.

Artículo 22. Se deberá promover a través de todos los medios posibles, prácticas
de desarrollo ambientalmente compatibles en las áreas circunvecinas a las áreas
protegidas, no sólo para apoyar la conservación de los recursos biológicos, sino
para contribuir a un desarrollo rural sustentable.

Artículo 23. Se promoverá la rehabilitación y restauración ambiental, tanto de


tierras como de especies, a través de la ejecución de planes y otras estategias de
manejo.

Artículo 24. Se deberán establecer mecanismos para el control de erradicación, de


todas las especies exóticas que amenacen ecosistemas, habitats y especies
silvestres.

Artículo 25. Se deberán desarrollar mayores esfuerzos para que cada uno de los
Estados de la región, ratifiquen lo antes posible, las convenciones internacionales
sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres (CITES), la Convención sobre Conservación de Humedales de
Importancia Internacional y Sitios para Aves Migratorias (RAMSAR), y la
Convención para la Protección del Patrimonio Natural y Cultural de la (UNESCO),
prestándoles todas las garantías para su cumplimiento interno.

Artículo 26. Se estudiarán, desarrollarán y unificarán, en coordinación con la


Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, CCAD, los mecanismos que
permitan fortalecer el control, y detener el tráfico ilegal de Fauna y Flora Silvestre
entre los países de la región, así como el de Basuras o Susbtancias Tóxicas.

Artículo 27. Cada país de la región hará los esfuerzos más apropiados para
completar las acciones de conservación in situ a través de: a.Establecer y
fortalecer facilidades para la conservación ex situ de plantas, animales y
microorganismos, tales como Jar Jardines Botánicos, Bancos de Germoplasma,
Viveros, Zoocriaderos y Granjas experimentales. b.Regular y controlar la
recolección de recursos biológicas de habitats naturales para propósitos de
conservación exsitu, para no afectar la conservación in-situ de los mismos.
c.Regular con su propia legislación, la comercialización nacional de recursos
biológicos.
Artículo 28. Se apoyan las acciones para estimular el ecoturismo en la región,
como un mecanismo por el cual se valore el potencial económico de las Areas
Protegidas; se garantice parte de su financiamiento, y se contribuya a mejorar la
calidad de vida de las poblaciones adyacentes a dichas regiones. Para ello, se
deberán implementar facilidades migratorias y de infraestructura para favorecer el
Ecoturismo en zonas fronterizas.

Artículo 29. Se deben introducir procedimientos apropiados en cada uno de los


países de la región, para evaluar los efectos ambientales de políticas, programas,
proyectos y acciones propuestas de desarrollo, con el propósito de minimizarlos.
Artículo 30. Se apoyan las iniciativas para el manejo socioambiental y los estudios
de impacto ambiental de los procesos de colonización, repatriación y asentamiento
de desplazados en las regiones afectadas por dichos procesos. Además, se deben
desarrollar proyectos de restauración ecológica en aquellas zonas afectadas por
los conflictos armados.

Artículo 31. Se debe promover y estimular el desarrollo y difusión de nuevas


tecnologías para la conservación y uso sustentable de los recursos biológicos, y el
correcto uso de la tierra y sus cuencas hidrográficas, con el propósito de crear y
consolidar opciones para una agricultura sustentable y una seguridad alimentaria
regional.

Artículo 32. Solicitar a la comunidad internacional un trato preferencial y


concesional para favorecer el acceso y el transferencia de tecnología, entre los
países desarrollados y los centroamericanos, así como facilitar estos entre los
países de la región.

Artículo 33. Se debe promover, sobre la base de la reciprocidad, el intercambio de


información sobre acciones potencialmente dañinas a los recursos biológicos que
se pudieran desarrollar en los territorios bajo su jurisdicción, para evaluar entre los
países afectados, las medidas bilaterales o regionales más apropiadas.

Artículo 34. Se reconoce como impostergable la necesidad de enfatizar la


importancia de contar con recursos humanos adecuadamente capacitados para
incrementar la calidad y cantidad de acciones tendientes a restaurar el equilibrio
ecológico en la región, a la vez que invitar y apoyar a las instituciones Científico-
Tecnológicas y Universidades, nacionales, regionales y extranjeras, a aumentar
sus esfuerzos en el estudio y valoración de la biodiversidad, así como en la
actualización de la información sobre especies amenazadas de extinción en cada
uno de los países de la región.

Artículo 35. Se reconoce la importancia de la participación ciudadana en las


acciones de conservación de la biodiversidad, por lo tanto, promover el desarrollo
de materiales educativos para ser difundidos por los medios de comunicación, así
como su inclusión en los programas educativos públicos y privados vigentes.
Artículo 36. La Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, CCAD, tiene
el mandato de solicitar apoyo a organismos internacionales o gobiernos de países
amigos, para desarrollar listados actualizados sobre áreas protegidas, especies y
habitats amenazados, instituciones vinculadas a la conservación de la
biodiversidad, y proyectos prioritarios en este campo.

Artículo 37. Todo lo señalado en el presente Convenio no debe afectar los


derechos y obligaciones que tienen los Estados Centroamericanos derivados de la
existencia de convenciones internacionales previos, relacionados con
conservación de recursos biológicos y áreas protegidas.

Artículo 38. Se señala como responsable de vigilar la implementación del presente


Convenio a las instituciones nacionales que conforman la Comisión
Centroamericana de Ambiente y Desarrollo, CCAD, quedando esta última
responsabilizada de brindar informes anuales de avance a la Cumbre de
Presidentes de Centroamerica.

CAPITULO IV DISPOSICIONES GENERAL

Artículo 39. Ratificación. El presente Convenio será sometido a la ratificación de


los Estados miembros, de conformidad con las normas internas de cada país.

Artículo 40. Adhesión. El presente Convenio queda abierto a la adhesión de los


Estados de la región Mesoamericana.

Artículo 41. Depósito. Los instrumentos de ratificación o de adhesión y de


denuncia, del presente Convenio y de sus enmiendas, serán depositadas en el
Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Guatemala, el que enviará
copia certificada de los mismos a las Cancillerías de los demás Estados
miembros.

Artículo 42. Vigencia. Para los tres primeros Estados depositantes, el presente
Convenio entrará en vigor ocho días después de la fecha en que se deposite el
tercer instrumento de ratificación, y para los demás países signatarios o
adherentes, en la fecha de depósito de sus respectivos instrumentos.

Artículo 43. Registro. Al entrar en vigor este Convenio y sus enmiendas, la


Cancillería de Guatemala, procederá a enviar copia certificada de los mismos a la
Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas, para los fines de
registro que señala el artículo 102 de la Carta de dicha Organización.
Artículo 44. Plazo. Este Convenio tendrá una duración de diez años contados
desde la fecha de vigencia y se renovará por períodos sucesivos de diez años.

Artículo 45. Denuncia. El presente Convenio podrá ser denunciado por cualquier
Estado parte. La denuncia surtirá efectos para el país denunciante 6 meses
después de depositada, y el Convenio continuará en vigor para los demás Estados
en tanto permanezcan adheridos a él por lo menos tres de ellos. Dado en
celebración del Día Internacional del Medio Ambiente, a los cinco días del mes de
Junio de 1992, durante la XII Cumbre de Presidentes Centroamericanos, en
Managua, República de Nicaragua. Rafael A. Calderón Fournierd, Presidente de la
República de Costa Rica. Alfredo Cristiani Burkard, Presidente de la República de
El Salvador. Jorge A. Serrano Elías, Presidente de la República de Guatemala,
Rafael L. Callejas Romero. Presidente de la República de Honduras. Violeta
Barrios de Chamarro, Presidente de Nicaragua. Guillermo Endara Galimany,
Presidente de la República de Panamá Artículo Nº 2. Someter el presente
Convenio al Soberano Congreso Nacional para su aprobación. COMUNIQUESE:
RAFAEL LEONARDO CALLEJAS ROMERO, Presidente. El Secretario de Estado
en el Despacho de Relaciones Exteriores, MARIO CARIAS ZAPATA".

Artículo 2. El presente Decreto entrará en vigencia a partir de la fecha de su


publicación en el Diario Oficial La Gaceta. Dado en la ciudad de Tegucigalpa,
Municipio del Distrito Central, en el Salón de Sesiones del Congreso Nacional a
los quince días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro.

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