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A comienzos del siglo XX, el jazz había migrado de las áreas rurales donde
había nacido y grandes nombres como Freddy Keppard, Bill Johnsson y George Baquet
se encontraban formando la Original Creole Orchestra, con la cual interpretaban un
estilo de jazz más evolucionado en lugares céntricos como Chicago, San Francisco y
Nueva York.
Pero lejos estamos de aquel proto-estilo surgido hace unas dos décadas, en
Nueva Orleans. Esta ciudad albergaba la más grande comunidad de personas libres de
color, junto con una gran cantidad de esclavos negros y una diversa población de
blancos. Estos últimos llevaban una gran afinidad por la música de la tradición europea,
como el concierto y la opera. Luego de la Proclamación de Emancipación en 1863, las
personas de color que ya eran libres trataron de mantener separadas sus instituciones y
su educación de los nuevos libres, de acuerdo a esto los músicos que surgían en las
afueras concebían un estilo distinto a los que se desarrollaban en el centro de la ciudad.
Por otro lado, los primeros músicos de jazz blancos, como aquellos nacidos de
inmigrantes italianos, gozaban de una libertad de movimiento claramente mayor ya que
no se veían afectados por la segregación en un principio, debido a esto muchos músicos
de color se vieron obligados a perseguir oportunidades económicas lejos del Norte.
Como factor fundamental debe destacarse el rol que tuvo la Primera Guerra
Mundial en la dispersión de los músicos en todo el mundo. Si bien había tempranos
músicos de jazz en busca de oportunidades fuera de Nueva Orleans, luego de la gran
guerra muchos artistas se vieron obligados a buscar sustento económico en ciudades
como Chicago, o siguieron su formación en las bandas militares donde fueron
reclutados. La movilización de tropas americanas en ultramar también ayudo a expandir
el jazz en la Europa continental e Inglaterra.
Como última gran causa en el desarrollo del jazz temprano (hasta principio de
los años 20) debemos mencionar la llamada Gran Migración, ocurrida cuando una
enorme cantidad de afro- americanos dejo el sur de Estados Unidos en busca de mejorar
sus condiciones económicas y sociales. Los músicos de jazz fueron una parte de este
movimiento y durante la primera ola podemos encontrar a grandes exponentes como
Jelly Roll Morton, quien se mudo a Chicago y luego a la Costa Oeste. Bill Johnson iría
a Los Ángeles en 1911 y en 1914 formaría la ya mencionada Original Creole Orchestra,
quienes son considerados como la primera banda en lograr una gira fuera de Nueva
Orleans.
Estos fueron algunos elementos que contribuyeron a la formación y expansión
de un idioma musical ya establecido, de orígenes tribales probablemente africanos
(heredado por los esclavos), y la participación sociológica dada por el contexto donde se
empezó a formar de modo casi anónimo (la ciudad de Nueva Orleans). Sobre estos
aspectos, Gunther Schuller sostiene en su libro El Jazz: sus raíces y su desarrollo.
“Resulta tentador categorizar este o aquel aspecto del jazz definiéndolo como un
derivado exclusivamente ya sea de la tradición africana o de la europea, y más de un
historiador del jazz ha sucumbido ante esta tentación. Los escritos acerca del jazz
abundan en simplificaciones extremas tales como que el ritmo del jazz proviene de
África mientras que la armonía del jazz se halla basada exclusivamente en la práctica
europea […]”
De esta manera, puede intuirse la razón de los aspectos musicales que conforman
al jazz en sus orígenes, como su naturaleza hablada en la música instrumental, y existen
claros estudios sobre las relaciones fundamentales entre el lenguaje indígena africano y
los elementos técnicos que caracterizan el temprano desarrollo del jazz hasta llevarlos a
la actualidad. Podemos observar el comportamiento del estilo y su evolución en sus
primeros 50 años de crecimiento y expansión mundial.
Sección II:
Vivió una infancia usual de clase media en Nueva York, hasta 1908 no había
demostrado ninguna inclinación hacia lo musical, su primer acercamiento a la música se
dio luego de escuchar a su amigo de la escuela Maxie Rosenzweig mientras interpretaba
Humoresque de Dvorak en el violín para un concierto escolar. Esto llamo rápidamente
su atención y decidió acercarse a él para mostrarle su admiración. El luego hablaría
sobre una temprana opinión de su amigo quien le dijo que no tenía aptitudes para la
música.
Pero fue a los 12 años cuando sus padres decidieron comprar un piano para su
hermano mayor, Ira, quien habría de comenzar lecciones. El día que el piano llego, el
joven George inmediatamente se puso a tocar una melodía popular y sorprendió a su
hermano, quien no tenía conocimiento sobre estas aptitudes y descubrió que, además de
todas sus actividades, él solía pasar el tiempo tocando en la pianola de un amigo. En ese
momento los padres de George decidieron que era él quien debería tomar las lecciones
ya que veían más futuro en su educación musical.
“Entre mis alumnos tengo uno que va a dejar su marca en la música. Sin la menor duda,
el muchacho es un genio; está loco por la música y no ve la hora de su clase […] quiere
dedicarle tiempo al material moderno, al jazz pero también a lo que no lo es. Por ahora,
no se lo voy a permitir. Voy a tratar de que tenga primero una base firme en la música
convencional.”
Su primera canción publicada en 1916 (impresa y editada) fue “When you want
‘em, you can’t get ‘em, when you’ve got ‘em, you don’t want ‘em”, ese mismo año
empezó a trabajar para la Aeolian Company and Standar Music Rolls en Nueva York,
donde era arreglista y grababa. En este tiempo, produjo docenas de canciones en rolls
para piano, muchas veces utilizando pseudónimos.
Su primer gran éxito nacional vendría en 1919 con su canción “Swanee”, con
letra de Irving Caesar. La inspiración ocurrió cuando ambos compositores escucharon
“Hindustan”, un one-step (baile de salón en compas binario) muy popular en ese
momento, y decidieron hacer uno propio. Lograron escribir la canción en menos de 20
minutos esa misma noche, Gershwin al piano y Caesar cantando. Unos meses luego de
que la canción fuera escrita, el famoso cantante de Broadway Al Jolson oyo a Gerswhin
interpretarla en una fiesta y la adoptaría para su espectáculo. La canción se convirtió en
un éxito total y fue difundida de costa a costa. Este momento se toma como un nuevo
comienzo en las posibilidades de la canción popular nacional, y era nada más ni nada
menos que de George Gershwin
A principios de la década del 20, Gershwin conocería al compositor y director
musical William Daly, con quien colabora en los musicales de Broadway Piccadilly to
Broadway (1920) y For Goodness’ Sake (1922), y componen en conjunto la música
para Our Nell (1923). Daly se convertiría en el arreglista, orquestador y director de la
música de Gershwin.
Sobre este éxito y su etapa en Broadway, el crítico musical Henry Taylor Parker
escribe sobre Gershwin luego de un recital en Boston:
“[La interpretación de Gershwin mejoro] las canciones de jazz las diversifico con ritmos
cruzados; las entrelazo en un contrapunto flexible y elástico; dispuso pausas y acentos;
prolongo cadencias; les dio carácter a los compases en los cuales la voz del cantante se
acallaba. Como en “Swanee”, el gobierna o libera el sentimiento con una voluntad
característica […] Los europeos – Casella, Milhaud y otros – podrían sacar ideas y
provecho de él. En Estados Unidos, y por encima de Mr. Berlin, constituye el inicio de
una era de jazz sofisticado”.
Rhapsody in Blue
Para Febrero del mismo año, Gershwin ya tenía preparada una versión a dos-
pianos de Rhapsody, la cual Grofé (orquestador) musicalizo y completo la orquestación.
Gofré tomo la responsabilidad de orquestar la obra debido a que la orquesta de
Whiteman consistía, en palabras de Gershwin, de una combinación única de
instrumentos. Sin embargo, el entrego a Gofré un boceto orquestal con mucho de los
colores ya indicados en la misma parte. En cuanto a la composición de la obra,
Gershwin declaro que no debió llevarle más de tres semanas escribirla, entre el 7 y el 28
de enero de 1924. Sin embargo, un testimonio suyo acerca de la inspiración al
componerla puede revelar que la idea general proviene de antes, en esta interesante
declaración dijo:
“De repente se me ocurrió una idea. Ha habido tanta habladuría acerca de las
limitaciones del jazz. Decían que el jazz debía tener un tiempo estricto. Tenía que
atenerse a un ritmo bailable. Decidí, en lo posible, eliminar esa malinterpretación de una
sola vez. Inspirado por esta fijación, empecé a trabajar componiendo con una rapidez
involuntaria. No tenía un plan fijo en mi mente, no había estructura en la que mi música
se conformaría. La rapsodia, como pueden ver, comenzó como un propósito, no un plan.
[…] ya había empezado a trabajar en la obra. Estaba en el tren, con su ritmo metálico,
su traqueteo que suele ser tan estimulante para un compositor, y de repente escuche – y
hasta vi en el papel – la construcción completa de la rapsodia, de principio a fin. Ningún
tema nuevo se me ocurrió, pero trabaje con el material temático ya en mi mente, y trate
de concebir la composición como un todo. La escuchaba como un caleidoscopio
musical de América. […] y para cuando había llegado a Boston ya tenía el argumento
definitivo de la pieza, tan distinguido como su verdadera substancia.
Y con respecto al tema del medio, vino a mí de repente, como a veces hace mi música.
Estaba en casa de un amigo, justo después de volver a Gotham. Y ahí estaba,
traqueteando en el piano sin pensar en rapsodias azules o ningún otro color. En un
momento me escuche a mi mismo tocando un tema que debía estar persiguiéndome
desde adentro, buscando salir. Ni bien salió de mis dedos supe que lo había encontrado.
Una semana después de mi regreso de Boston complete Rhapsody in blue.”
La rapsodia también evoca, dentro de la tradición del concierto para piano como
es representado por Liszt, Tchaikovsky, y otros, no solo el blues sino además los
sonidos de Nueva York en general en sus melodías. El amplio rango de estas alusiones
llega tan lejos hasta explicar el perfil de la música americana.
Para concluir, incluyo una declaración sobre la obra de Gershwin por Leonard Berstein
en 1955:
“Rhapsody in blue no es una composición real en el sentido de que cualquier cosa que
ocurre en ella debe parecer inevitable, incluso bastante inevitable. Puedes cortar partes
de ella sin afectar el todo de ninguna manera, excepto hacerla más corta. Puedes hacer
cortes dentro de una sección, agregar cadenzas nuevas, o tocarla con cualquier
combinación de instrumentos o solo el piano; puede ser una obra de cinco minutos o de
seis minutos o de doce minutos, sigue siendo Rhapsody in blue”.
“Amo ese rio y pienso en que tan seguido he sentido la nostalgia de verlo nuevamente, y
entonces la idea me impacto – un americano en Paris, nostálgico, el blues. Entonces
estas allí. Pensé en una caminata por los Campos Elíseos, la bocina de un taxi, de un
edificio que yo creí era una iglesia pero que Deems Taylo, quien escribió las notas sobre
el programa, dice que es un salón. Hay episodios en el banco de la izquierda, y luego
llega el blues – pensando en casa, quizás el Hudson. Hay una reunión con un amigo, y
luego de otra dosis de blues la decisión de que en Paris uno también podría hacer lo que
los parisinos hacen”.
“Esta nueva pieza, realmente un ballet rapsódico, está escrito de manera muy libre y es
la música más moderna que jamás he intentado.
Esta clase de comentarios podría haber sido parte del programa, pero Gershwin
permitió a su colega Deems Taylor que escribiera una narrativa más extensa para el
programa de la Filarmónica de Nueva York.
Bajo esta definición, An American in Paris contiene los elementos necesarios del
poema sinfónica, ya que la imposición narrativa desde un programa en el estreno
cambia la manera en el que la música es entendida y proporciona un contexto pictórico
al desarrollo de la misma. Si bien el programa resulta en un entendimiento más
profundo de las escenas, podríamos afirmar que la música por si misma puede lograr un
resultado cercano al ser lo suficientemente programática en sus intenciones. La pregunta
surge entonces si proponemos definir la obra como una sinfonía de un solo movimiento.
En este caso, para encontrar la definición con exactitud debemos acercarnos al
desarrollo motivico mas elemental dentro de la obra, dentro de estos componentes
podremos encontrar las características que lograrían una clasificación más exacta.
Motivo original:
Ej. 3.1
Ej. 3.2
Motivo de caminata:
Ej. 3.3
Motivo de esprintar:
Ej. 3.4
Este motivo empieza una corta serie de variaciones antes de la aparición del
motivo del taxi (3.5) y es sobre todo un componente del Tema de Paris a diferencia de
los motivos 3.2 o 3.3 cuya desarrollo es mucho más amplio durante la obra.
Motivo del taxi:
Ej. 3.5
Tema de Blues:
Ej. 3.6
Tema de Charleston:
Ej. 3.7
Este tema ocupa un rol menos importante que el Tema del Blues y no está
relacionado de la misma manera que el desarrollo de los temas anteriores. El perfil
intervalico difiere al componerse en su mayoría de terceras y sextas. Esto presenta un
nivel de contraste en la obra necesario para su narrativa.
Aun con el ejemplo de este último tema, el sofisticado manejo del desarrollo
melódico e intervalico en cuanto a bloques motivicos cae dentro del concepto de
variaciones desarrolladas. Si bien el análisis puede continuar de manera exhaustiva, el
propósito de esta sección final es demostrar de manera breve el modo en el que
Gershwin organizaba sus composiciones orquestales, separándose de aquella tradición
popular en la que se ve encasillado por una falta de revisionismo en su obra, que en los
últimos tiempos ha logrado acercarlo a una identidad más cercana a la música que él
estaba proponiendo. Este breve análisis es un claro ejemplo de la capacidad del
compositor para introducirse en un género como lo es el poema sinfónico y sus
características musicales, como lo hubieran logrado grandes compositores del estilo
como Brahms o Liszt, pero con aquellas características que lo identifican como uno de
los más importantes exponentes de la música del siglo XX.
Conclusión
- Arnold Schoenberg
Bibliografía
LIBROS
POLLACK, H. George Gershwin, his life and work. California: University of California
Press. 2006.
BOECKMAN, C. Breve historia del jazz. Argentina: Victor Leru. 1973. Original [1968]
en ingles: Cool, Hot and Blue, a history of jazz for Young people.
ARTICULOS
HISTORIA Y ANALISIS DE LA
Vilchez, Agustín