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Este trabajo es una manifestación sobre la preocupaciones los trastornos

alimenticios en nuestra sociedad. Durante las últimas décadas, el crecimiento de


estas enfermedades es cada vez mayor, no solo en el Perú, sino en el mundo en
general. Este problema muchas veces se pone aún más preocupante cuando los
trastornos alimenticios se vuelven a partir de la vida de los adolescentes y se
identifican con esta exigencia hacia una figura esbelta más como un estilo de
vida, que como una época de vacío y confusión. El objetivo de este texto son
describir causas, síntomas y factores de riesgo en la anorexia, bulimia y
obesidad, establecer las consecuencias de las mismas, añadiendo las diversas
terapias de rehabilitación existentes, así como también sus definiciones.
Los trastornos alimenticios son trastornos psicológicos que comportan grandes
anomalías en el comportamiento de ingesta; es decir, la base y fundamento de
dicho trastorno se halla en una alteración psicológica, produciendo una
alteración de la auto-imagen, gran temor a subir de peso y la adquisición de una
serie de valores a través de la imagen corporal (1).
Se han identificado algunos factores que pueden contribuir a los trastornos
alimenticios como: biológicos, en las cuales ciertas sustancias químicas del
cerebro llamadas neurotransmisores que controlan el hambre, el apetito y la
digestión se encuentran desbalanceados; psicológicos destaca los sentimientos
de insuficiencia o falta de control de su vida así, como: la baja autoestima, la
depresión, ansiedad, enojo y la soledad. En relación con los sociales las
presiones culturales que glorifican la delgadez, valorizan a la gente en base a su
apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas. Así mismo los factores
familiares también inciden muy negativamente en las personas afectadas debido
a la fragmentación de la familia tradicional, cambios y hábitos en los estilos de
alimentación o la falta de control parental en la dieta alimentaria (2).
Las personas que padecen de anorexia sienten un miedo intenso a aumentar de
peso y a engordar, pero por lo común efectúan una negación del problema
minimizando la importancia de la pérdida de peso. Todo ello va unido a una grave
alteración de la autoimagen corporal, por lo que la persona puede verse gorda o
desproporcionada, a pesar de tener un peso muy por debajo del que sería normal
(1) (3).
El otro extremo de este mismo proceso se sitúa la bulimia nerviosa, un trastorno
severo de la conducta alimentaria en la cual muchos individuos casi siempre
mujeres presentan frecuentes episodios de voracidad, vomitan habitualmente o,
más raramente, toman laxantes o diuréticos para prevenir el aumento de peso
(4).
En la anorexia el síntoma más evidente es la notable reducción de peso, hasta
alcanzar un peso muy inferior al que sería esperable según la edad y la altura de
la persona que la padece. En la bulimia se puede mencionar: pequeñas heridas
en las articulaciones de los dedos debido a la frecuencia con la que induce el
vómito, lesiones en la garganta, signos de deshidratación o vasos sanguíneos
rotos en los ojos debido al esfuerzo a vómitos.
Las pruebas y exámenes a realizar nos ayudada a determinar un diagnóstico y
comprobar las complicaciones relacionadas.
La anorexia y la bulimia en general afectan a las mujeres mucho más que a los
hombres y, preferentemente. Son mucho más frecuentes en las sociedades
desarrolladas, donde hay superabundancia de comida y donde la cultura
predominante otorga un gran valor a la delgadez.
Dos son los tipos de tratamientos que pueden encuadrarse en
esta categoría: el tratamiento farmacológico y la Terapia Interper-
sonal, las terapias farmacológicas, fundamentalmente antidepresivos,
son empleadas con el objetivo de reducir los episodios de atraco-
nes y las conductas purgativas(5) . Además, la medicación también se
emplea para aliviar síntomas tales como depresión, ansiedad, obse-
siones o falta de control de impulsos que acompañan a las con-
ductas alimentarias descontroladas.
En 1984 se publica el Manual de Terapia Interpersonal de la Depresión5 , donde se
describe una modalidad de tratamiento psicoterapéutico diseñado específicamente
para el trastorno depresivo mayor (6), la cual desarrolla otras características similares a
las de psicotería, el cual el terapeuta actua de manera parcial como mediador del
paciente.

Todos estos trastornos alimenticios presentan graves problemas psicológicos;


se sienten deprimidas, sin posibilidad de cambio, no están satisfechas consigo
mismas, ni en cuanto a su apariencia física, ni en su manera de ser.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
(1) (3)_Raich, Rosa María 2002. Anorexia y Bulimia: Trastornos alimentarios.
Madrid. Editorial Pirámide.
(4)_Masson S.A. (2001). Trastornos de la Alimentación. Barcelona. Editorial
AJM.
(2) _Camarillo O, Ninoshtka; Cabada R, Elvira; Gómez M, Alicia J; Munguía
A, Edson K.Prevalencia de trastornos de la alimentación en adolescentes
Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas, vol. 18, núm. 1, enero-
marzo, 2013, pp. 51-55
(5)_UAEM Realyc. Drg Tratamientos psicológicos eficaces para trastornos
del comportamiento alimentario, 2001. Vol. 13, nº 3, pp. 381-392

(6)_ M. DIÉGUEZ PORRES. FORMACIÓN CONTINUADA La terapia interpersonal de la


bulimia nerviosa. Madrid. Pag 119.

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