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DEMANDA

ARTICULO 28. Demanda y contestación.

1) Dentro del plazo convenido por las partes o determinado por el tribunal arbitral, el
demandante deberá alegar los hechos en que se funda la demanda, los puntos controvertidos
y el objeto de la demanda, y el demandado deberá responder a los extremos alegados en la
demanda, a menos que las partes hayan acordado otra cosa respecto de los elementos que la
demanda y la contestación deban necesariamente contener. Las partes deberán aportar, al
formular sus alegaciones, todos los documentos que consideren pertinentes o hacer referencia
a los documentos u otras pruebas que vayan a presentar.

2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, en el curso de las actuaciones arbitrales cualquiera
de las partes podrá modificar o ampliar la demanda, o la reconvención en su caso, antes de
que haya sido contestada una u otra.

Como se puede observa la ley es escueta en mencionar los requisitos de la demanda, por lo
que si las partes han establecido previamente el contenido de la misma, deberá esta cumplir
como mínimo con los establecidos en el Articulo 28 de la Ley de Arbitraje. En caso contrario
deben cumplir con los requisitos que establece el Reglamento del Centro de Arbitraje al que
decidieron someter su conflicto.

Reglamento De Conciliación Y Arbitraje Del Centro De Arbitraje Y Conciliación De La Cámara


De Comercio De Guatemala.

Artículo 46. DE LA DEMANDA


La demanda se presentará por escrito ante el Tribunal Arbitral en la audiencia de instalación
del mismo y salvo pacto en contrario contendrá, como mínimo, lo siguiente:
a) Nombre completo de la parte demandante y calidad en que se presenta;
b) Nombre de los abogados que lo auxilien, si fuera el caso;
c) Nombre de la parte demandada;
d) Naturaleza de la controversia, explicando los hechos y circunstancias de la misma e indi-
cando la solución que se busca y en su caso, el monto que se demanda;
e) Enumeración de las pruebas que se ofrecen, sin perjuicio de otras que pudieren requerirse
por el Tribunal Arbitral durante el proceso;
f) Lugar, fecha y firma del demandante o su representante, si fuera el caso, y la de quien lo auxilia si hubiera sido
designado.
Si la parte demandante no presentare su demanda en la audiencia de instalación, el Tribunal
Arbitral dará por terminadas las actuaciones y la declarará responsable de pagar a El Centro los gastos en que se
hubiere incurrido, dentro del plazo de tres (3) días.

REGLAMENTO DE ARBITRAJE de la Comisión de Resolución de Conflictos de la Cámara de


Industria de Guatemala –CRECIG-
Artículo 12. Requisitos de la Demanda: La demanda deberá contener lo siguiente:
a) Identificación del solicitante o de la persona que lo represente, e indicación del lugar para
recibir notificaciones. Cuando se actúe en representación de una persona individual o una per-
sona jurídica, deberá indicarse la calidad de representación y acompañarse copia legalizada
del documento que acredite la misma.

b) Aceptación del presente Reglamento, con las modificaciones para el caso concreto que se
hubieren podido convenir en el acuerdo arbitral respectivo.
c) Relación de hechos a que se refiere la solicitud.
d) Relación de los fundamentos en que se apoya la solicitud y relación de cualquier aspecto
que considere pertinente sobre el lugar del arbitraje y las normas aplicables al fondo del asunto.
e) Acreditación de la existencia del acuerdo arbitral o indicación del lugar donde se encuentra
el documento respectivo, salvo lo dispuesto en el artículo 17.
f) Todo lo relativo a la designación o nombramiento de árbitros, en su caso, conforme la sección
anterior y el acuerdo arbitral indicando cuando corresponda, nombres y apellidos completos
del árbitro designado y el lugar donde puede notificársele.
g) Nombres y apellidos completos de la otra parte o su denominación o razón social, así como
el lugar o la dirección en la cual deberá notificársele la demanda.

h) Pretensiones, indicando cuando sea posible, los montos que se reclaman.


i) Lugar, fecha y firma del solicitante.

Cualquier omisión de los requisitos anteriormente señalados podrá ser subsanada si así lo
estimare necesario la CRECIG, y mientras no se subsanen no podrá continuarse con el em-
plazamiento al que se refiere el artículo siguiente. Lo mismo se entenderá aplicable en la con-
testación de la demanda o la reconvención, en su caso.

ARTICULO 6. Notificaciones y cómputo de plazos.


“1) Salvo acuerdo en contrario de las partes:
a) Se considerará recibida toda comunicación escrita que haya sido entregada personalmente
al destinatario o que haya sido entregada en el lugar expresamente señalado para ello, su
domicilio, residencia habitual o domicilio postal. En el supuesto de que no se descubra, tras
una indagación razonable, ninguno de esos lugares, se considerará recibida toda comunica-
ción escrita que haya sido enviada al último domicilio, residencia habitual o domicilio postal
conocido del destinatario, por carta certificada o cualquier otro medio que deje constancia del
intento de entrega.”

ARTICULO 31. Notificaciones.

Las partes deberán designar un domicilio especial para recibir comunicaciones escritas. Si así
no lo hicieren al momento de presentar su demanda y contestación, el tribunal arbitral podrá
conminarlas para que lo hagan dentro de un plazo a ser fijado por el mismo tribunal.

Nuevamente la Ley de Arbitraje es muy vaga en cuanto a este tema. Los Reglamentos de
Arbitraje anteriormente indicados amplían este tema de la siguiente forma:

REGLAMENTO DE ARBITRAJE de la Comisión de Resolución de Conflictos de la Cámara de


Industria de Guatemala –CRECIG.
Artículo 16. Copias y Notificaciones: De todo documento que presenten las partes debe
entregarse tantas copias claramente legibles como partes hayan, más un ejemplar para cada
árbitro y otro para la CRECIG.
Las partes deben señalar lugar para recibir notificaciones dentro del perímetro urbano del lugar
donde se realice el arbitraje o por medio de dirección electrónica, dirección postal o tele facsí-
mil.
La notificación de la demanda a la que se refiere el artículo 13, deberá realizarse siempre en
el lugar físico señalado por el demandante para el efecto.
Toda notificación o comunicación hecha a las partes será válida si es entregada en el lugar o
dirección señalados para recibir notificaciones, o si se ha notificado mediante correo electró-
nico cuando se haya señalado esta forma como método de notificación. Las notificaciones
realizadas en cualquiera de las formas anteriormente indicadas serán válidas, salvo que conste
que se ha comunicado a la CRECIG, por escrito, que dicha dirección ha cambiado o se ha
modificado la dirección electrónica. Cuando las notificaciones se hagan por medio de correo
electrónico surtirán sus efectos conforme a la ley aplicable en materia de comunicaciones elec-
trónicas.

Dichas notificaciones o comunicaciones, salvo la notificación de la demanda, podrán


efectuarse mediante notificadores de la CRECIG, notarios, correo certificado, servicio de
mensajería, tele facsímil, télex, telegrama, comunicaciones electrónicas y por cualquier otro
medio de telecomunicación que provea prueba de su envío y recepción.

ARTICULO 32. Rebeldía de una de las partes.

1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente:

a) El demandante no presente su demanda con arreglo al párrafo 1) del artículo 28, el tribunal
arbitral dará por terminadas las actuaciones,

b) El demandado, estando debidamente notificado, no presente su contestación con arreglo al


párrafo 1 del artículo 28, el tribunal arbitral continuará las actuaciones, sin que esa omisión se
considere por sí misma como una aceptación de las alegaciones del demandante.

c) Una de las partes no comparezca a una audiencia o no presente pruebas documentales, el


tribunal arbitral podrá continuar las actuaciones y dictar el laudo basándose en las pruebas de
que disponga.

2) Una vez notificada debidamente la demanda, la inactividad de cualquiera de las partes no


impedirá que se dicte el laudo ni lo privará de eficacia.

Este artículo le otorga cierta discrecionalidad al tribunal arbitral, indicando que en caso
de rebeldía el tribunal continuara las actuaciones, lo que les permite llegar a una solución del
conflicto.

RECONVENCIÓN

ARTICULO 28. Demanda y contestación.

“2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, en el curso de las actuaciones arbitrales
cualquiera de las partes podrá modificar o ampliar la demanda, o la reconvención en su caso,
antes de que haya sido contestada una u otra.”

Artículo 49. AMPLIACIÓN DE LA DEMANDA O DE LA RECONVENCIÓN.

Una vez aprobada la calendarización de las audiencias o tomada la decisión de que las
actuaciones se substanciarán sobre la base de documentos y pruebas, las partes no podrán
ampliar la demanda o la reconvención, salvo autorización del Tribunal Arbitral, el cual, al decidir
al respecto, deberá tener en cuenta la naturaleza de las nuevas pretensiones, la etapa en que
se encuentre el proceso arbitral y las demás circunstancias que sean pertinentes.

Reglamento De Conciliación Y Arbitraje Del Centro De Arbitraje Y Conciliación De La Cámara


De Comercio De Guatemala
Artículo 48. RECONVENCIÓN.
En la contestación de la demanda, el demandado podrá formular la reconvención relacionada
con el mismo asunto o contrato del que se originó el litigio. A la reconvención se aplicarán los
requisitos establecidos en el artículo cuarenta y cuatro (44) del presente Reglamento.
La parte demandante puede, dentro del plazo de diez (10) días contados a partir de la
notificación de la reconvención, presentar su contestación o solicitar prórroga del plazo,
aplicándose al efecto las mismas disposiciones que rigen para la contestación de la demanda.
REGLAMENTO DE ARBITRAJE De La Comisión De Resolución De Conflictos De La Cámara
De Industria De Guatemala –CRECIG

Artículo 15. De la Reconvención: La parte demandada podrá reconvenir a la parte actora en el


momento de presentar la contestación de la demanda. En la reconvención se observarán las
mismas disposiciones que rigen para la demanda y su contestación.

MEDIDAS PRELIMINARES Y CAUTELARES

MEDIDAS PRELIMINARES

ARTICULO 15. Nombramiento de los árbitros.

ARTICULO 24. Determinación del procedimiento


1) Con sujeción a lo dispuesto en el artículo 23, las partes tendrán libertad para convenir el
procedimiento a que se haya de ajustar el tribunal arbitral en sus actuaciones.

2) A falta de acuerdo, el tribunal arbitral podrá, con sujeción a lo dispuesto en el Artículo 23,
dirigir el arbitraje del modo que considere apropiado. Esta facultad conferida al tribunal arbitral
incluye la de determinar la admisibilidad, la pertinencia y el valor de las pruebas.

ARTICULO 25. Lugar del arbitraje.


1) Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso de no haber acuerdo
al respecto, el tribunal arbitral determinará el lugar del arbitraje, teniendo en consideración las
circunstancias del caso, inclusive la conveniencia de las partes.
2) Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo precedente, el tribunal arbitral podrá, salvo
acuerdo en contrario de las partes, reunirse en cualquier lugar que estime apropiado para ce-
lebrar deliberaciones entre sus miembros, para oír a los testigos, a los peritos o a las partes, o
para examinar mercancías u otros bienes o documentos.
ARTICULO 26. Iniciación de las actuaciones arbitrales.
1) Salvo que las partes hayan convenido otra cosa, las actuaciones arbitrales respecto de una
determinada controversia se iniciarán en la fecha en que el demandado haya recibido el reque-
rimiento de someter esa controversia a arbitraje.

ARTICULO 27. Idioma en el Arbitraje Internacional.


“1) Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas que hayan de utilizarse en las
actuaciones arbitrales de carácter internacional. A falta de tal acuerdo, el tribunal arbitral de-
terminará el idioma o los idiomas que hayan de emplearse en las actuaciones. Este acuerdo o
esta determinación será aplicable, salvo que en ellos mismos se haya especificado otra
cosa, a todos los escritos de las partes, a todas las audiencias, y a cualquier laudo, decisión o
comunicación de otra índole que emita el tribunal arbitral.”

MEDIDAS CAUTELARES

Medida cautelar requerida previa al arbitraje


ARTICULO 12. Acuerdo de arbitraje y adopción de medidas provisionales por el tribunal.
Salvo lo establecido en el Artículo 22, cualquiera de las partes podrá solicitar de tribunal
competente las providencias cautelares que estime adecuadas para asegurar su derecho.
No se entenderá como renuncia del acuerdo de arbitraje el hecho de que una de las partes, ya
sea con anterioridad a lasactuaciones arbitrales o durante su tramitación, solicite de un tribunal la
adopción de providencias cautelares provisionales ni que el tribunal conceda esas providencias.

Medida cautelar requerida durante al arbitraje

ARTICULO 22. Facultades del tribunal arbitral de ordenar providencias cautelares.

1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá, a petición de una de ellas,
ordenar a cualquiera de las partes que adopte las providencias cautelares que el tribunal
arbitral estime necesarias respecto del objeto del litigio. El tribunal arbitral podrá exigir de
cualquiera de las partes que haya solicitado la providencia, una garantía suficiente para
caucionar su responsabilidad en conexión con tales medidas.

2) Asimismo, salvo acuerdo en contrario de las partes, podrán estas o los árbitros requerir al
tribunal competente de conformidad con el artículo 9, que decrete o levante aquellas
providencias cautelares que deban ser cumplidas por terceros, o bien, para que se obligue
coactivamente a una de las partes a cumplir con una providencia cautelar decretada con base
en el numeral 1 anterior.

ARTICULO 9. Tribunal competente para ejercer funciones de asistencia y supervisión


durante el arbitraje.

En defecto de acuerdo entre las partes, las funciones a que se refieren los artículos 15 (3) y
4); 18 (1); 21 (3); 22 (2) y 34 serán ejercidas a elección de actor, por el Juez de Primera
Instancia de lo Civil o Mercantil del lugar donde se lleve a cabo el arbitraje, o el del lugar de
celebración del acuerdo de arbitraje, el del lugar donde deba dictarse el laudo, el del domicilio
de cualquiera de los demandados o, en cualquiera de los anteriores lugares si coinciden todas
o algunas de las circunstancias anteriores.

Los árbitros carecen de la potestad que llamamos “imperium” propia de los jueces, pero tienen al igual
que éstos últimos el “iudicium” o sea, la jurisdicción suficiente para sustanciar y decidir las causas
litigiosas
(2).-
La inadecuada interpretación de la falta de “imperium” del árbitro
llevó a la errada conclusión que no pueden dictar medidas cautelares y
como apoyo legal se invoca el articulo 753 del Código de Procedimiento
Nacional (3) que entre las “medidas de ejecución” dispone: “Los árbitros no
podrán decretar medidas compulsorias, ni de ejecución. Deberán
requerirlas al juez y éste deberá prestar el auxilio de su jurisdicción para
la más rápida y eficaz sustanciación del proceso arbitral”.-

La carencia de “imperium” en el árbitro no impide la facultad de


dictar la medida cautelar y la norma procesal citada tampoco constituye
un obstáculo.-

La medida cautelar es una decisión destinada a ser ejecutada y


conlleva dos pasos necesarios y sucesivos a saber: la toma de la decisión y
luego la ejecución. Una cosa es resolver la conveniencia de tomar una
medida precautoria y otra llevarla a la práctica. Son dos operaciones
diferentes y escindibles.-

1.- GOZAINI; Osvaldo Alfredo: “Medidas cautelares y arbitraje” en J.A. 1992-IV,


pág. 878 a 883.-

2.- AYLWIN AZOCAR, Patricio: “El juicio arbitral” colección de Estudios Jurídicos y
Sociales, N° 34, Ed. Jurídica de Chile, 2ª. Ed., Santiago, 1958.-
3.- Reproducido en el art. 791 del C.P.C.C. de la Pcia. Bs. As. -

Existen dos fases para la implementación de medidas cautelares, esta son:

Dictado de la medida cautelar.

Como lo indican los artículos anteriores coresponde al

El dictado de la medida cautelar. La decisión.

Como dijimos ya en el acuerdo arbitral las partes, integrantes del


soberano, reasumen la jurisdicción delegada por éste último en el Poder
Judicial y la entregan a favor de los árbitros particulares que desplazan
para ese caso concreto a los jueces del Estado y quedan investidos de sus
mismas facultades a la sola excepción de la coerción, del uso de la fuerza,
del “imperium” que es monopolio absoluto del Estado.-

El contenido de la jurisdicción delegada a los árbitros no sólo


alcanza a la resolución del conflicto sino también a las accesorias de
aquellas (4).- El dictado de una medida cautelar es un accesorio de las
cuestiones que las partes les sometieron pues su finalidad es asegurar los
derechos a debatir, no tiene carácter autónomo sino que actúa como una
garantía para que el resultado del proceso se pueda concretar y no quede
en forma declarativa de derechos.-

Las medidas cautelares deben estar comprendidas dentro de


aquellas cuestiones respecto de las cuales los árbitros tienen jurisdicción,
siguiendo para dictarlas la regla que es competente “el que deba conocer
en el proceso principal”.- (5)

4.- Véase arts. 754 del C.P. Nacional y el 792 del C.P. de la P. Bs. As. y ROJAS; Jorge
A.: “Amparo al Arbitraje” en especial recomendamos leer apartado 4 “Los sistemas
cautelares” en E.D., T. 205, pág. 87. Comentario a la jurisprudencia de la C.N. Civ. y
Com. Fed. S. II, agosto 26-2003 en “Administ. N. de Usinas y Transporte Eléctrico del
Uruguay c/Hidroeléctrica Piedra del Águila S.A. s/acción meramente declarativa”.
En igual sentido “A.N.U.T.E.U. c/Central Puerto S.A. s/acción meramente
declarativa”, sentencias del 26/8/03 y 20/5/03 en E.D. T. 205, pág. 84.-

5.- Ver art. 6°, inc. 4° del C.P. Nacional, idem del C.P. Pcia. Bs. As.-

3
El juez estadual que no tiene competencia para conocer en el
proceso principal porque las partes le han quitado la jurisdicción para
dicho proceso y se la entregaron al árbitro, según el artículo 196 del
C.P.C.C. Nacional e igual del de la Pcia. de Bs. As., deberá abstenerse de
decretar medida precautoria alguna por no ser la causa de su
competencia. No obstante, que la ley procesal a renglón seguido admite la
validez de las que fueron decretadas en violación a ésta regla, el principio
sigue incólume que si carece de competencia para resolver el fondo debe
abstenerse de conocer y decidir sobre la cautelar.-

Si los árbitros son competentes con exclusividad para resolver sobre


el fondo de la disputa, con el mismo grado de exclusividad deben resolver
si se dan las condiciones que justifiquen la adopción de una medida
cautelar. La falta de “imperium”, no perjudica la obligatoriedad de sus
decisiones. Si el laudo indiscutiblemente es asimilado a una sentencia
judicial idénticos efectos debe tener una resolución que revestiría el
carácter de interlocutoria.-

Con lo dicho hasta aquí podemos sacar una primera conclusión que
los árbitros tienen la potestad de evaluar la procedencia o improcedencia
de las medidas cautelares solicitadas por las partes en el proceso. Es
atribución exclusiva de los árbitros examinar la verosimilitud en el
derecho y el peligro en la demora, determinar la extensión de la medida y
de la contracautela que se requiere del solicitante, resolver sobre el
levantamiento o sustitución y los eventuales pedidos de ampliación o
mejora. Esta dentro de las facultades de los árbitros disponer una medida
distinta de la solicitada o limitarla teniendo en cuenta la importancia y la
naturaleza del derecho que se intenta proteger.-

Los arts. 753 del C. Proc. Nacional y 791 del C.P.C.C. Pcia. Bs. As.
no pueden producir el efecto de vedar a los árbitros la facultad de decidir,
ya que son los verdaderos jueces de la causa, tanto para las cuestiones
principales cuanto para las accesorias.-

Los Códigos Procesales prohíben a los árbitros dictar “medidas


compulsorias”. Compulsión significa “apremio o fuerza que se hace para
compeler a alguien a que ejecute una cosa” y compeler es “obligar a
alguien, con fuerza o autoridad, a que haga lo que no quiere”.-

4
Las medidas cautelares no son compulsorias ya que antes de su
ejecución requieren un proceso intelectivo de decisión en nada
compulsorio para después pasar al proceso de ejecución que si debe
admitirse que es compulsorio sin olvidar que el ejecutor es un juez
estadual investido del “imperium” quién puede ejercer la “coercio” propia de
la soberanía del estado.-

La normativa procesal no debe verse como un impedimento al


árbitro para “resolver sobre la procedencia de una medida cautelar” sino
como la prohibición de ponerla en ejecución forzada por sí mismo,
debiendo en tal caso recurrir al Juez según lo mandado por la norma que
dice: “deberán requerirlas al Juez y éste deberá prestar el auxilio de su
jurisdicción para la más rápida y eficaz sustanciación del proceso
arbitral”.-

La jurisprudencia al respecto no ha sido pacífica y como antecedente


tenemos que la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata en 1998 (6)
confirma un fallo de Primera Instancia y sienta jurisprudencia
manifestando que “nuestra legislación procesal, adscripta a que la función
jurisdiccional sea exclusivamente ejercida por el Poder Judicial, impide
que los árbitros las decreten (art. 791, Cód. Procesal)”. “La medida
cautelar preventiva no puede ser decretada por un Tribunal Arbitral y, por
ende, no es posible efectivizarla mediante una rogatoria a un Juzgado o
Tribunal de Justicia Provincial u ordinario que no la ha decretado
previamente” (según fallo de Primera Instancia).-

Tremenda mal interpretación del artículo 791 del C.P.C.C., Pcia. de


Bs. As. era lapidaria para el arbitraje pues no podía dictarse o decidir
medidas cautelares en el proceso arbitral.-
Ello levantó una gran polvadera en la doctrina que trajo nuevos
vientos esclarecedores y pronto se vieron sus frutos. Conil Paz (7)
reflexiona como epílogo de su comentario al fallo sobre la causa o la razón
de ésta jurisprudencia y dice: “No puedo dejar de anotar una superioridad
lateral de los árbitros sobre los jueces. La selección de los primeros es

6.- Causa 49.019, C. 1ª. C.C. Mar del Plata, Sala I, Julio 7-1998 – Autos: “SASSO,
Nicolás c/NEYRA, Orbella y otra s/embargo preventivo” ver E.D. T. 181, pág. 238
“Arbitraje: Medidas Cautelares: traba dentro del proceso arbitral;
inadmisibilidad”.-

7.- CONIL PAZ; Alberto: “La lucha por el Arbitraje” (El caso de las medidas
cautelares) en E.D. T. 181, pág. 238.-
5
decididamente democrática. Está en manos de sus justiciables no así
los integrantes del Poder Judicial que son elegidos sin participación
popular, advirtiéndose en su garantía de inamovilidad una perdurabilidad
aristocratizante”. Por eso, dice más adelante, por ser diferente su
procedimiento selectivo el árbitro está ligado al nivel de su tiempo
respondiendo al requerimiento de prontas y artesanales respuestas
jurídicas, comprensivas de la realidad cotidiana. Esto contrasta con la
“insensibilidad de los jueces respecto de los cambios económicos o
sociales; en fin su retardo en comprenderlos y aceptarlos”.-

El más profundo y prolífico investigador del arbitraje contemporáneo


Caivano, hace un profundo análisis de éste fallo y después de estudiar la
“decisión” sobre la procedencia de la medida cautelar y el dictado de la
misma como propias y exclusivas de la competencia del árbitro y la
“ejecución” como propia del juez, investido del “imperium” que el árbitro
no tiene, concluye que éste último tiene facultades exclusivas y
excluyentes para decidir sobre la procedencia o improcedencia de una
medida cautelar, solicitada en un proceso arbitral y manifiesta la
necesidad de un cambio cultural frente al arbitraje mejorando el
ordenamiento legal, tomando ejemplo de las legislaciones peruana y
boliviana, como así también difundir y enseñar sobre éste instituto para
que los abogados decidan a utilizarlo como herramienta eficaz para dirimir
los conflictos y los jueces no se sientan empequeñecidos ni disminuida su
función ante el colega árbitro libremente elegido (8) .-

Esta brillante doctrina dio sus frutos y el mismo Tribunal, aunque


con composición parcialmente diferente, al año siguiente tuvo oportunidad
de rectificarse (9) admitiendo “que los tribunales arbitrales dicten medidas
cautelares, a los fines de dotarlos de instrumentos necesarios para
alcanzar una mejor y eficaz solución de los conflictos y constituirse, de tal
modo, en una opción real para los litigantes al margen de la solución
jurisdiccional.-

Ya analizamos anteriormente que es atribución exclusiva de los


árbitros examinar la verosimilitud en el derecho y el peligro en la demora,

8.- CAIVANO, Roque J.: “Medidas cautelares en el arbitraje” en J.A. 1998-IV,


pág. 47 Comentario al fallo dictado por al C.A.C.C. Mar del Plata, S. 1° en “Sasso
c/Neyra”, cit. en 28, y, del mismo autor “La Argentina necesita mejorar su legislación
sobre arbitraje” en L.L. 1994-A-994.-

9.- Causa 50.035 C. 1° C.C. Mar del Plata, Sala I, diciembre 2 de 1999 Autos:
“PESTAÑA; Odilio Alberto c/GUERINI, Oscar s/inscripción medidas cautelares” con
comentario de CAIVANO, Roque J.:“Medidas Cautelares en el Arbitraje: una
saludable rectificación de la justicia marplatense”, en J.A. T. 187, pág. 338.- 6
determinar la extensión de la medida y de la contracautela que se requiere
del solicitante, resolver sobre el levantamiento o sustitución de eventuales
pedidos de ampliación o mejora, sin perjuicio que en ciertos casos sea
necesaria la intervención judicial a los fines de su ejecución forzada.
Esta rectificación de la Cámara marplatense fue un importante paso a
favor de la consolidación del arbitraje como alternativa jurisdiccional.-

Hasta aquí analizamos la decisión en la toma de la medida cautelar,


la procedencia o improcedencia de la misma, nos toca ahora analizar:

ARRAIGO

ARTÍCULO 523. Cuando hubiere temor de que se ausente u oculte la persona contra quien
deba entablarse o se haya entablado una demanda, podrá el interesado pedir que se le arraigue
en el lugar en que deba seguirse el proceso.

El arraigo de los que estén bajo patria potestad, tutela o guarda, o al cuidado de otra persona,
solicitado por sus representantes legales, se decretará sin necesidad de garantía, siendo
competente cualquier juez; y producirá como único efecto, mantener la situación legal en que
se encuentre el menor o incapaz.

EFECTOS DEL ARRAIGO

ARTÍCULO 524. Al decretar el arraigo el juez prevendrá al demandado que no se ausente del
lugar en que se sigue o haya de seguirse el proceso, sin dejar apoderado que haya aceptado
expresamente el mandato y con facultades suficientes para la prosecución y fenecimiento del
proceso, y, en su caso, sin llenar los requerimientos del párrafo siguiente.

En los procesos sobre alimentos, será necesario que el demandado cancele o deposite el monto
de los alimentos atrasados que sean exigibles legalmente y garantice el cumplimiento de la
obligación por el tiempo que el juez determine, según las circunstancias. En los procesos por
deudas provenientes de hospedaje, alimentación o compras de mercaderías al crédito, el
demandado deberá prestar garantía por el monto de la demanda. También deberá prestar esa
garantía el demandado que hubiere librado un cheque sin tener fondos disponibles o que
dispusiere de ellos antes de que transcurra el plazo para que el cheque librado sea presentado
al cobro.

Apersonado en el proceso el mandatario; prestada la garantía a satisfacción del juez en los


casos a que se refiere el párrafo anterior, y cumplido en su caso lo relativo a alimentos
atrasados, se levantará el arraigo sin más trámite.

Si el mandatario constituido se ausentare de la república o se imposibilitare para comparecer en


juicio, el juez sin formar artículo nombrará un defensor judicial del demandado.

Tanto el mandatario constituido como el defensor judicial, tendrán en todo caso, por ministerio
de la ley, todas las facultades necesarias para llevar a término el proceso de que se trate.

El juez de oficio y en forma inmediata, comunicará el arraigo a las autoridades de migración y


de policía, así como a las dependencias que estime conveniente, para impedir la fuga del
arraigado. En igual forma se comunicará el levantamiento del arraigo.

QUEBRANTAMIENTO DEL ARRAIGO

ARTÍCULO 525. El arraigado que quebrante el arraigo o que no comparezca en el proceso por
sí o por representante, además de la pena que merezca por su inobediencia, será remitido a su
costa al lugar de donde se ausentó indebidamente, o se le nombrará defensor judicial en la
forma que previene el artículo anterior, para el proceso en que se hubiere decretado el arraigo
y para los demás asuntos relacionados con el litigio.

ANOTACIÓN DE LA DEMANDA

ARTÍCULO 526. Cuando se discuta la declaración, constitución, modificación o extinción de


algún derecho real sobre inmuebles, podrá el actor pedir la anotación de la demanda, de
acuerdo con lo dispuesto en el Código Civil.

Igualmente podrá pedirse la anotación de la demanda sobre bienes muebles cuando existan
organizados los registros respectivos.
Efectuada la anotación, no perjudicará al solicitante cualquier enajenación o gravamen que el
demandado hiciere sobre los mencionados bienes.

EMBARGO

ARTÍCULO 527. Podrá decretarse precautoriamente el embargo de bienes que alcancen a


cubrir el valor de lo demandado, intereses y costas, para cuyo efecto son aplicables los artículos
referentes a esta materia establecidos para el proceso de ejecución.

SECUESTRO

ARTÍCULO 528. El secuestro se cumplirá mediante el desapoderamiento de la cosa de manos


del deudor, para ser entregada en depósito a un particular o a una institución legalmente
reconocida, con prohibición de servirse en ambos casos de la misma.

En igual forma se procederá cuando se demande la propiedad de bienes muebles, semovientes,


derechos o acciones, o que se constituya, modifique o extinga cualquier derecho sobre los
mismos.

INTERVENCIÓN

ARTÍCULO 529. Cuando las medidas de garantía recaigan sobre establecimientos o


propiedades de naturaleza comercial, industrial o agrícola, podrá decretarse la intervención de
los negocios.

Podrá decretarse asimismo la intervención, en los casos de condominio o sociedad, a los


efectos de evitar que los frutos puedan ser aprovechados indebidamente por un condueño en
perjuicio de los demás.

El auto que disponga la intervención fijará las facultades del interventor, las que se limitarán a
lo estrictamente indispensable para asegurar el derecho del acreedor o del condueño,
permitiendo en todo lo posible la continuidad de la explotación.

Asegurado el derecho del acreedor, se decretará de inmediato el cese de la intervención.

PROVIDENCIA DE URGENCIA

ARTÍCULO 530. Fuera de los casos regulados en los artículos anteriores y en otras
disposiciones de este Código sobre medidas cautelares, quien tenga fundado motivo para
temer que durante el tiempo necesario para hacer valer su derecho a través de los procesos
instituidos en este Código, se halle tal derecho amenazado, por un perjuicio inminente e
irreparable, puede pedir por escrito al juez las providencias de urgencia que, según las
circunstancias, parezcan más idóneas para asegurar provisionalmente los efectos de la decisión
sobre el fondo.

GARANTÍA
ARTÍCULO 531. De toda providencia precautoria queda responsable el que la pide. Por
consiguiente, son de su cargo las costas, los daños y perjuicios que se causen, y no será
ejecutada tal providencia si el interesado no presta garantía suficiente, a juicio del juez que
conozca del asunto. Esta garantía, cuando la acción que va a intentarse fuere por valor
determinado, no bajara del diez por ciento ni excederá del veinte por ciento de dicho valor
cuando fuere por cantidad indeterminada, el juez fijará el monto de la garantía, según la
importancia del litigio.

Para el efecto de la fijación de la garantía, el que solicite una medida precautoria está obligado:

1. A determinar con claridad y precisión lo que va a exigir del demandado.

2. A fijar la cuantía de la acción, si fuere el caso.

3. A indicar el título de ella.

MEDIDAS CAUTELARES SOLICITADAS EN LA DEMANDA

ARTÍCULO 532. Cuando la medida precautoria no se solicita previamente, sino al interponer la


demanda, no será necesario constituir garantía en el caso de arraigo, anotación de demanda e
intervención judicial.

Tampoco será necesaria la constitución previa de garantía cuando en la demanda se solicite el


embargo o secuestro de bienes, si la ley autoriza específicamente esa medida en relación al bien
discutido; o si la demanda se funda en prueba documental que, a juicio del juez, autorice dictar
la providencia precautoria.

Sin embargo, en los casos de anotación de demanda, intervención judicial, embargo o


secuestro, que no se originen de un proceso de ejecución, el demandado tiene derecho a pedir
que el actor preste garantía suficiente, a juicio del juez, para cubrir los daños y perjuicios que se
le irroguen si fuere absuelto. Si la garantía no se presta en el término y monto señalados por el
juez, la medida precautoria dictada se levantará.

Para los efectos del párrafo anterior, el término para constituir la garantía no será menor de
cinco días.

CONTRAGARANTÍA

ARTÍCULO 533. En cualquier caso en que proceda una medida cautelar, salvo lo dispuesto en
el ARTÍCULO 524 para el arraigo, el demandado tiene derecho a constituir garantía suficiente
a juicio del juez, que cubra la demanda, intereses y costas, para evitar la medida precautoria o
para obtener su inmediato levantamiento. La petición se tramitará en forma de incidente. La
garantía podrá consistir en hipoteca, prenda o fianza; y una vez formalizada la garantía, la
medida precautoria dictada se levantará.

Puede también el demandado proceder conforme a lo preceptuado en el párrafo 2o. del


artículo 300.
CUMPLIMIENTO DE LAS RESOLUCIONES

ARTÍCULO 534. Las providencias precautorias se dictarán sin oír a la parte contra quien se
pidan y surtirán todos sus efectos, no obstante cualquier incidente, excepción o recurso que
contra ellos se haga valer, mientras no sean revocadas o modificadas.

PROMOCIÓN INMEDIATA DEL PROCESO

ARTÍCULO 535. Ejecutada la providencia precautoria, el que la pidió deberá entablar su


demanda dentro de quince días, si el proceso hubiere de seguirse en el lugar en que aquella se
dictó. Si debiere seguirse en otro lugar, el juez tomará en cuenta el término de la distancia.

Si el actor no cumple con lo dispuesto en el párrafo anterior, la providencia precautoria se


revocará al pedirlo el demandado, previo incidente.

REMISIÓN DE LO ACTUADO

ARTÍCULO 536. Cuando la providencia precautoria se dicte por quien no sea el juez que deba
conocer del negocio principal, se remitirán a éste las actuaciones, para que surtan los efectos
que correspondan conforme a derecho, en relación al expediente respectivo.

COSTAS, DAÑOS Y PERJUICIOS

ARTÍCULO 537. El que obtenga la providencia precautoria queda obligado a pagar las costas,
los daños y perjuicios:

1. Si no entabla la demanda dentro del término legal.

2. Si la providencia fuere revocada.

3. Si se declara improcedente la demanda.

PRUEBA

ARTICULO 24. Determinación del procedimiento.

1) Con sujeción a lo dispuesto en el artículo 23, las partes tendrán libertad para convenir el
procedimiento a que se haya de ajustar el tribunal arbitral en sus actuaciones.

2) A falta de acuerdo, el tribunal arbitral podrá, con sujeción a lo dispuesto en el Artículo 23,
dirigir el arbitraje del modo que considere apropiado. Esta facultad conferida al tribunal arbitral
incluye la de determinar la admisibilidad, la pertinencia y el valor de las pruebas.
ARTICULO 23. Trato equitativo de las partes.

Deberá tratarse a las partes equitativamente y darse a cada una de ellas plena oportunidad de
hacer valer sus derechos, conforme a los principios esenciales de audiencia, contradicción e
igualdad entre las partes.

ARTICULO 29. Audiencias y actuaciones por escrito.

1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral decidirá si han de celebrarse
audiencias para la presentación de pruebas o para alegatos orales, o si las actuaciones se
sustanciarán sobre la base de documentos y demás pruebas. No obstante, a menos que las
partes hubiesen convenido que no se celebrarían audiencias, el tribunal arbitral celebrará
dichas audiencias en la fase apropiada de las actuaciones, a petición de una de las partes.

2) Deberá notificarse a las partes, con suficiente antelación, la celebración de las audiencias y
las reuniones del tribunal arbitral para examinar mercancías u otros bienes o documentos.

3) De todas las declaraciones, documentos o demás información que una de las partes
suministre al tribunal arbitral, se dará traslado a la otra parte. Asimismo deberán ponerse a
disposición de las partes los peritajes o los documentos probatorios en los que el tribunal
arbitral pueda basarse al adoptar su decisión.

ARTICULO 32. Rebeldía de una de las partes.

1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente:

“c) Una de las partes no comparezca a una audiencia o no presente pruebas documentales, el
tribunal arbitral podrá continuar las actuaciones y dictar el laudo basándose en las pruebas de
que disponga.”

ARTICULO 33. Nombramiento de peritos por el tribunal arbitral.


1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral estará facultado para:

a) Nombrar uno o más peritos para que le informen sobre materias concretas que determinará
el tribunal arbitral.

b) Solicitar a cualquiera de las partes que suministre al perito toda la información pertinente o
que le presente para su inspección todos los documentos, mercancías u otros bienes
pertinentes, o le proporcione acceso a ellos.

2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando una parte lo solicite o cuando el tribunal
arbitral lo considere necesario, el perito, después de la presentación de su dictamen escrito u
oral, deberá participar en una audiencia en la que las partes tendrán oportunidad de hacerle
preguntas y de presentar peritos para que informen sobre los puntos controvertidos.

ARTICULO 34. Asistencia de los tribunales para la práctica de pruebas.

1) El tribunal arbitral o cualquiera de las partes, con la aprobación del tribunal arbitral, podrán
pedir la asistencia de un tribunal competente para la práctica de pruebas.

2) El tribunal practicará bajo su exclusiva dirección, si así se le requiere, la prueba solicitada,


debiendo entregar copia certificada de las actuaciones al solicitante. De lo contrario, el tribunal
se limitará a formular el apercibimiento de ley para que la prueba en cuestión sea conducida y
tramitada ante el tribunal arbitral.

ARTICULO 9. Tribunal competente para ejercer funciones de asistencia y supervisión


durante el arbitraje.

En defecto de acuerdo entre las partes, las funciones a que se refieren los artículos 15 (3) y
4); 18 (1); 21 (3); 22 (2) y 34 serán ejercidas a elección de actor, por el Juez de Primera
Instancia de lo Civil o Mercantil del lugar donde se lleve a cabo el arbitraje, o el del lugar de
celebración del acuerdo de arbitraje, el del lugar donde deba dictarse el laudo, el del domicilio
de cualquiera de los demandados o, en cualquiera de los anteriores lugares si Coinciden todas
o algunas de las circunstancias anteriores.

ARTICULO 35. Procedimiento para la prestación de auxilio judicial.

1) Para los efectos a que se refieren los artículos 15 (2) (a) y (b); 15 (3); 17 (2) y (3); 18 (1); 21
(3); 22 (2) y 34 (1), el tribunal jurisdiccional competente al que el tribunal arbitral solicite
asistencia judicial de conformidad con el artículo 9), resolverá dicha solicitud en un plazo
máximo de siete días, sin formar artículo. Contra lo resuelto por el tribunal competente no cabe
oposición ni recurso alguno.

2) A menos que la medida probatoria o ejecutoria solicitada sea manifiestamente contraria al


orden público o a leyes prohibitivas expresas, el tribunal jurisdiccional competente se limitará
a cumplir con la solicitud de asistencia pedida por el tribunal arbitral, sin entrar a juzgar acerca
de su procedencia y sin admitir oposición o recurso alguno contra cualquier resolución que
para el efecto emita.

ARTICULO 36. Normas aplicables al fondo del litigio.

1) El tribunal arbitral decidirá el litigio, en los arbitrajes internacionales, de conformidad con las
normas de derecho elegidas por las partes como aplicables al fondo del litigio. Se entenderá
que toda indicación del Derecho u ordenamiento jurídico de un Estado determinado, se refiere,
a menos que se exprese lo contrario, al Derecho sustantivo de ese Estado y no a sus normas
de Derecho Internacional Privado. Si las partes no indicaren la ley que debe regir el fondo del
litigio, el tribunal arbitral, tomando en cuenta las características y conexiones del caso,
determinará el Derecho aplicable.

2) En el caso de que el arbitraje sea de carácter internacional, el tribunal arbitral podrá tener
en cuenta las prácticas y principios del Derecho Comercial Internacional, así como los usos y
prácticas comerciales de general aceptación.

3) Tanto en los arbitrajes nacionales, como en los internacionales, el tribunal arbitral decidirá
con arreglo a las estipulaciones del contrato y tendrá en cuenta los usos mercantiles aplicables
al caso.

MEDIOS DE PRUEBA regula

ARTÍCULO 128. Son medios de prueba:

1. Declaración de las partes.

2. Declaración de testigos.

3. Dictamen de expertos.

4. Reconocimiento judicial.

5. Documentos.

6. Medios científicos de prueba.

7. Presunciones

APRECIACIÓN DE LA PRUEBA SEGÚN EL CODIGO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL


DECRETO LEY 107

ARTÍCULO 127.” Los jueces podrán rechazar de plano aquellos medios de prueba prohibidos
por la ley, los notoriamente dilatorios o los propuestos con el objeto de entorpecer la marcha
regular del proceso. Las resoluciones que se dicten en este sentido son inapelables; pero la
no admisión de un medio de prueba en oportunidad de su proposición, no obsta a que, si fuere
protestada por el interesado, sea recibida por el Tribunal que conozca en Segunda Instancia,
si fuere procedente.
Los incidentes sobre la prueba no suspenden el término probatorio, sino con respecto de la
diligencia que motiva la discusión.
Los tribunales, salvo texto de ley en contrario, apreciarán el mérito de las pruebas de acuerdo
con las reglas de la sana crítica.”

ARTÍCULO 139. La confesión prestada legalmente produce plena prueba. Las aserciones con-
tenidas en un interrogatorio que se refieran a hechos personales del interrogante, se tendrán
como confesión de éste.
ARTÍCULO 161. Los jueces y tribunales apreciarán, según las reglas de la sana crítica, la
fuerza probatoria de las declaraciones de los testigos.

ARTÍCULO 170. El dictamen de los expertos, aun cuando sea concorde, no obliga al juez,
quien debe formar su convicción teniendo presentes todos los hechos cuya certeza se haya
establecido en el proceso.

ARTÍCULO 177. “Los documentos que se adjunten a los escritos o aquellos cuya agregación
se solicite a título de prueba, podrán presentarse en su original, en copia fotográfica, fotostá-
tica, o fotocopia o mediante cualquier otro procedimiento similar. Los documentos expedidos
por notario podrán presentarse en copia simple legalizada, a menos que la ley exija expresa-
mente testimonio. Las copias fotográficas y similares que reproduzcan el documento y sean
claramente legibles, se tendrán por fidedignas, salvo prueba en contrario…”

ARTÍCULO 186. Los documentos autorizados por notario o por funcionario o empleado público
en ejercicio de su cargo, producen fe y hacen plena prueba, salvo el derecho de las partes de
redargüirlos de nulidad o falsedad.
Los demás documentos a que se refieren los artículos 177 y 178, así como los documentos
privados que estén debidamente firmados por las partes, se tienen por auténticos salvo prueba
en contrario.

ARTICULO 37. Amigable composición (arbitraje "ex aequo et bono").

1) En el arbitraje de equidad ("ex aequo et bono"), también llamado amigable composición, los
árbitros no se encuentran obligados a decidir en base a las normas de derecho, sino que
pueden hacerlo "en conciencia" o "según su leal saber y entender".

2) Con excepción de lo dispuesto en el párrafo anterior, el arbitraje "de derecho" y el arbitraje


"de equidad" (ex aequo et bono), se encuentran sujetos a la misma regulación contemplada
en esta ley.

3) El tribunal arbitral compuesto de amigables componedores o árbitros arbitradores decidirá


conforme a la equidad (ex aequo et bono) sólo si las partes lo han autorizado expresamente a
hacerlo así.

VER TESIS DE ARBITRAJES

LAUDO

ARTICULO 32. Rebeldía de una de las partes.

1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente:

a) El demandante no presente su demanda con arreglo al párrafo 1) del artículo 28, el tribunal
arbitral dará por terminadas las actuaciones,

b) El demandado, estando debidamente notificado, no presente su contestación con arreglo al


párrafo 1 del artículo 28, el tribunal arbitral continuará las actuaciones, sin que esa omisión se
considere por sí misma como una aceptación de las alegaciones del demandante.

c) Una de las partes no comparezca a una audiencia o no presente pruebas documentales, el


tribunal arbitral podrá continuar las actuaciones y dictar el laudo basándose en las pruebas de
que disponga.

2) Una vez notificada debidamente la demanda, la inactividad de cualquiera de las partes no


impedirá que se dicte el laudo ni lo privará de eficacia.
ARTICULO 36. Normas aplicables al fondo del litigio.

1) El tribunal arbitral decidirá el litigio, en los arbitrajes internacionales, de conformidad con las
normas de derecho elegidas por las partes como aplicables al fondo del litigio. Se entenderá
que toda indicación del Derecho u ordenamiento jurídico de

un Estado determinado, se refiere, a menos que se exprese lo contrario, al Derecho sustantivo


de ese Estado y no a sus

normas de Derecho Internacional Privado. Si las partes no indicaren la ley que debe regir el
fondo del litigio, el tribunal

arbitral, tomando en cuenta las características y conexiones del caso, determinará el Derecho
aplicable.

2) En el caso de que el arbitraje sea de carácter internacional, el tribunal arbitral podrá tener
en cuenta las prácticas y principios del Derecho Comercial Internacional, así como los usos y
prácticas comerciales de general aceptación.

3) Tanto en los arbitrajes nacionales, como en los internacionales, el tribunal arbitral decidirá
con arreglo a las

estipulaciones del contrato y tendrá en cuenta los usos mercantiles aplicables al caso.

ARTICULO 38. Adopción de decisiones cuando hay más de un árbitro.

En las actuaciones arbitrales en que haya más de un árbitro, toda decisión del tribunal arbitral
se adoptará, salvo acuerdo

en contrario de las partes, por mayoría de votos de todos los miembros, dirimiendo los empates
el voto del Presidente. El
arbitro Presidente podrá decidir cuestiones de procedimiento, si así lo autorizan las partes o
todos los miembros del tribunal

arbitral.

ARTICULO 39. Transacción.

1) Si, durante las actuaciones arbitrales, las partes llegan a una transacción que resuelva el
litigio, el tribunal arbitral, dará

por terminadas las actuaciones y, si lo piden las partes, y el tribunal arbitral no se opone, hará
constar la transacción en

forma de laudo arbitral en los términos convenidos por las partes.

2) El laudo en los términos convenidos se dictará con arreglo a lo dispuesto en el artículo 40 y


se hará constar en él que se

trata de un laudo. Este laudo tiene la misma naturaleza y efectos que cualquier otro laudo
dictado sobre el fondo del litigio.

ARTICULO 40. Forma y contenido del laudo.

1) El laudo se dictará por escrito y será firmando por el árbitro o los árbitros. En actuaciones
arbitrales con más de un árbitro

bastarán las firmas de la mayoría de los miembros del tribunal arbitral, siempre que se deje
constancia de las razones de la

falta de una o más firmas.

2) El laudo del tribunal arbitral deberá ser motivado, a menos que las partes hayan convenido
en otra cosa o que se trate de
un laudo pronunciado en los términos convenidos por las partes conforme al artículo 39.
Cuando el laudo sea motivado, el

árbitro que no estuviera de acuerdo con la resolución mayoritaria, podrá hacer constar su
criterio discrepante.

3) Constarán en el laudo, la fecha en que ha sido dictado y el lugar del arbitraje, determinado
de conformidad con el párrafo 1) del artículo 25. El laudo se considerará dictado en ese lugar.

4) Después de dictado el laudo, el tribunal arbitral lo notificará a cada una de las partes
mediante entrega de una copia

firmada por los árbitros, de conformidad con el párrafo 1) del presente artículo.

5) Sujeto a lo que las partes hubieran podido acordar en materia de costas, los árbitros se
pronunciarán en el laudo sobre

las costas del arbitraje, que incluirán los honorarios y gastos debidamente justificados de los
árbitros, los gastos derivados

de notificaciones y los que se originen de la práctica de las pruebas, y en su caso, el costo del
servicio prestado por la

institución que tenga encomendada la administración del arbitraje. En todo caso, los honorarios
de los árbitros serán de un

monto razonable, teniendo en cuenta el monto en disputa, la complejidad del tema, el tiempo
dedicado por los árbitros y

cualesquiera otras circunstancias pertinentes del caso. Salvo acuerdo de las partes, cada una
de ellas deberá satisfacer los

gastos efectuados a su instancia y los que sean comunes por partes iguales, a no ser que los
árbitros apreciaren mala fe en

alguna de ellas.
ARTICULO 41. Terminación de las actuaciones.

1) Las actuaciones arbitrales terminan con el laudo definitivo o por una orden del tribunal
arbitral, dictada de conformidad

con el párrafo 2) del presente artículo.

2) El tribunal arbitral ordenará la terminación de las actuaciones arbitrales cuando:

a) El demandante retire su demanda, a menos que el demandado se oponga a ello y el tribunal


arbitral reconozca un

legítimo interés de su parte en obtener una solución definitiva del litigio.

b) Las partes acuerden dar por terminadas las actuaciones.

Este acuerdo de dar por terminadas las actuaciones, no perjudica el derecho que las partes
tienen, en cualquier momento

antes de dictarse el laudo, de decidir de común acuerdo suspender por un plazo cierto y
determinado las actuaciones

arbitrales.

c) El tribunal arbitral compruebe que la prosecución de las actuaciones resultaría innecesaria


o imposible, y que dicha

terminación redunde en beneficio de las partes.

3) El tribunal arbitral cesará en sus funciones al terminar las actuaciones arbitrales, salvo lo
dispuesto en el artículo 42 y en

el párrafo 5) del artículo 44.

4) En el caso de terminación de las actuaciones arbitrales, de conformidad con el inciso a) del


numeral 2) de este artículo,

dicha terminación impedirá al demandante renovar en el futuro el mismo proceso arbitral y


supone la renuncia al derecho

respectivo.

ARTICULO 42. Corrección e interpretación del laudo y laudo adicional.

1) Dentro del mes siguiente a la recepción del laudo, salvo que las partes hayan acordado otro
plazo, cualquiera de las

partes podrá, con notificación a la otra:

a) Pedir al tribunal arbitral que corrija en el laudo cualquier error de cálculo, de copia o
tipográfico o cualquier otro error de

naturaleza similar.

b) Si así lo acuerdan las partes, pedir al tribunal arbitral que dé una interpretación sobre un
punto o una parte concreta del

laudo. Si el tribunal arbitral estima justificado el requerimiento, efectuará la corrección o dará


la interpretación dentro del mes

siguiente a la recepción de la solicitud. La corrección y/o la interpretación formará parte del


laudo.

2) El tribunal arbitral podrá corregir cualquiera de los errores mencionados en el inciso a) del
párrafo 1) del presente artículo

por su propia iniciativa dentro del mes siguiente a la fecha del laudo.

3) Salvo acuerdo en contrario de las partes, dentro del mes siguiente a la recepción del laudo,
cualquiera de las partes, con
notificación a la otra parte, podrá pedir al tribunal arbitral que dicte un laudo adicional respecto
de reclamaciones formuladas

en las actuaciones arbitrales, pero omitidas en el laudo. Si el tribunal arbitral estima justificado
el requerimiento, dictará el

laudo adicional dentro del plazo máximo de dos meses.

4) El tribunal arbitral podrá prorrogar, de ser necesario, el plazo en el cual efectuará una
corrección, dará una interpretación

o dictará un laudo adicional con arreglo a los párrafos 1) ó 3) del presente artículo, prórroga
que no podrá exceder en

ningún caso, de un mes desde que se decrete la misma.

5) El tribunal arbitral no podrá cobrar honorarios adicionales por la interpretación, rectificación


o por complementar su laudo.

6) Lo dispuesto en el artículo 40 se aplicará a las correcciones o interpretaciones del laudo o


a los laudos adicionales.

IMPUGNACION DEL LAUDO

ARTICULO 43. El recurso de revisión como único recurso contra un laudo arbitral.

1) Contra un laudo arbitral sólo podrá recurrirse ante una Sala de la Corte de Apelaciones con
competencia territorial sobre

el lugar donde se hubiere dictado el laudo, mediante un recurso de revisión, conforme a los
párrafos 2) y 3) del presente

artículo. Dicha revisión se tramitará conforme lo establecido en este capitulo, y el auto


correspondiente no será susceptible
de ser impugnado mediante ningún tipo de recurso o remedio procesal alguno. La resolución
del recurso de revisión deberá

confirmar, revocar o modificar el laudo arbitral y en caso de revocación o modificación, se hará


el pronunciamiento

correspondiente.

2) El laudo arbitral sólo podrá ser revisado por la Sala de la Corte de Apelaciones respectiva,
cuando:

a) La parte que interpone la petición pruebe:

i) Que una de las partes en el acuerdo de arbitraje a que se refiere el artículo 10 estaba
afectada por alguna incapacidad, o

que dicho acuerdo es nulo en virtud de la ley a que las partes lo han sometido, o si nada se
hubiera indicado a este

respecto, en virtud de la ley guatemalteca; o

ii) Que no ha sido notificada de la designación de un árbitro o de las actuaciones arbitrales; o

iii) Que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene
decisiones que exceden de

los términos del acuerdo de arbitraje; no obstante, si las disposiciones del laudo que se refieren
a las cuestiones sometidas

al arbitraje pueden separarse de las que no lo están, sólo se podrán anular estas últimas; o

iv) Que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al
acuerdo celebrado entre las

partes o, a falta de dicho acuerdo, que no sea han ajustado a esta Ley; o

b) La Sala de la Corte de Apelaciones compruebe:


i) que, según el ordenamiento jurídico guatemalteco, el objeto de la controversia no es
susceptible de arbitraje; o

ii) que el laudo es contrario al orden público del Estado de Guatemala.

3) La petición de revisión no podrá formularse después de transcurrido un mes contado desde


la fecha de la recepción del

laudo o, si la petición se ha hecho con arreglo al artículo 42, desde la fecha en que esa petición
haya sido resuelta por el

tribunal arbitral.

4) La parte recurrente que durante el procedimiento arbitral omitiere plantear una protesta u
objeción oportuna respecto de

las causales señaladas en el numeral 2) del presente artículo, no podrá invocar posteriormente
la misma causal en el

recurso de revisión.

ARTICULO 44. Trámite de la revisión.

1) Promovida la revisión en contra del laudo, se dará audiencia a los otros interesados, por el
plazo común de dos días.

2) Si la revisión se refiere a cuestiones de hecho y fuere necesaria la apertura a prueba, las


partes deben ofrecer las

pruebas individualizándolas al promover dicho recurso o al evacuar la audiencia. En tal caso,


se abrirá a prueba el recurso

de revisión por el plazo de diez días.

3) La Sala de la Corte de Apelaciones resolverá la revisión planteada, sin más trámite, dentro
de los tres días de

transcurrido el plazo de la audiencia y si se hubiere abierto a prueba, la resolución se dictará


dentro de igual plazo, después

de concluido el de prueba.

4) Contra las resoluciones de trámite o de fondo, que emita la Sala de la Corte de Apelaciones
en la substanciación del

recurso de revisión, no cabe recurso alguno.

5) La Sala de la Corte de Apelaciones, cuando se le solicite la revisión de un laudo, podrá


suspender las actuaciones de

revisión, cuando corresponda y así lo solicite una de las partes, por un plazo que determine a
fin de dar al tribunal arbitral la

oportunidad de reanudar las actuaciones arbitrales o de adoptar cualquier otra medida que a
juicio del tribunal arbitral

elimine los motivos para la petición de revisión. En este caso, se aplicarán, en lo que sea
compatible, las normas contenidas

en el artículo 42.

6) Transcurridos cuarenta (40) días desde la fecha de interposición del recurso de revisión, si
la Sala de la Corte de

Apelaciones no se hubiere pronunciado sobre el laudo impugnado quedará legalmente


confirmado y, por ende, tendrá la

calidad de ejecutoriado para los efectos de su ejecución.


RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DEL LAUDO

ARTICULO 45. Normas aplicables al reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros.

1) Los laudos arbitrales extranjeros serán reconocidos y ejecutados en Guatemala de


conformidad con la Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Arbitrales
Extranjeras (Nueva York) del 10 de junio de 1958, la Convención Interamericana de Arbitraje
Comercial Internacional (Panamá) de 1975, o cualquier otro tratado sobre reconocimiento y
ejecución de laudos arbitrales del cual sea parte Guatemala, siempre que sean aplicables.

2) En el caso de que más de un tratado internacional sea aplicable, salvo acuerdo en contrario
entre las partes, se aplicará el más favorable a la parte que solicite el reconocimiento y
ejecución de un convenio y laudo arbitral.

3) En defecto de la aplicabilidad de cualquier tratado o convención internacional, los laudos


extranjeros serán reconocidos y ejecutados en Guatemala de acuerdo con las normas de esta
ley y las disposiciones específicas de este capítulo.

CONVENCION INTERAMERICANA SOBRE ARBITRAJE COMERCIAL INTERNACIONAL

Artículo 4

Las sentencias o laudos arbitrales no impugnables según la ley o reglas procesales aplica-
bles, tendrán fuerza de sentencia judicial ejecutoriada. Su ejecución o reconocimiento podrá
exigirse en la misma forma que la de las sentencias dictadas por tribunales ordinarios nacio-
nales o extranjeros, según las leyes procesales del país donde se ejecuten, y lo que esta-
blezcan al respecto los tratados internacionales.
Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extran-
jeras

Hecha en Nueva York el 10 de junio de 1958[1]

Artículo IV

1. Para obtener el reconocimiento y la ejecución previstos en el artículo anterior, la parte que


pida el reconocimiento y la ejecución deberá presentar, junto con la demanda:

a) El original debidamente autenticado de la sentencia o una copia de ese original que reúna
las condiciones requeridas pare su autenticidad:

b) El original del acuerdo a que se refiere el artículo II, o una copia que reúna las condiciones
requeridas pare su autenticidad.

2. Si esa sentencia o ese acuerdo no estuvieran en un idioma oficial del país en que se invoca
la sentencia, la parte que pida el reconocimiento y la ejecución de esta última deberá presentar
una traducción a ese idioma de dichos documentos. La traducción deberá ser certificada por
un traductor oficial o un traductor jurado, o por un agente diplomático o consular.

ARTICULO 46. Reconocimiento y ejecución.

1) Un laudo arbitral, cualquiera que sea el país en que se haya dictado, será reconocido como
vinculante y, tras la

presentación de una petición por escrito al tribunal competente, será ejecutado de conformidad
con las disposiciones de

este artículo y del artículo 47. Será tribunal competente, a opción de la parte que pide el
reconocimiento y ejecución del laudo, el Juzgado de lo Civil o Mercantil con competencia
territorial en el lugar del domicilio de la persona contra quien se

intenta ejecutar el laudo o en el lugar donde se encuentren sus bienes.

2) La parte que invoque un laudo o pida su ejecución deberá presentar, ya sea el original del
documento en el que se haga

constar el laudo, debidamente autenticado, o copia debidamente certificada de dicho


documento, y el original del acuerdo

de arbitraje a que se refiere el artículo 10 o copia debidamente certificada del mismo. Si el


laudo o el acuerdo no estuviera

redactado en español, deberán ser traducidos a dicho idioma, bajo juramento por traductor
autorizado en la República, y de

no haberlo para determinando idioma, será traducido bajo juramento por dos personas que
hablen y escriban ambos

idiomas, con legalización notarial de sus firmas.

ARTICULO 47. Motivos para denegar el reconocimiento o la ejecución.

Sólo podrá denegar el reconocimiento o la ejecución de un laudo arbitral, cualquiera que sea
el país en que se haya

dictado, en los siguientes casos:

a) A instancia de la parte contra la cual se invoca, cuando esta parte pruebe ante el tribunal
competente del país en que se

pide el reconocimiento o la ejecución:


i) Que una de las partes en el acuerdo de arbitraje a que se refiere el artículo 10 estaba
afectada por alguna incapacidad, o

que dicho acuerdo no es válido en virtud de la ley a que las partes lo han sometido, o si nada
se hubiera indicado a este

respecto, en virtud de la ley del país en que se haya dictado el laudo; o

ii) Que la parte contra la cual se invoca el laudo no ha sido debidamente notificada de la
designación de un árbitro o de las

actuaciones arbitrales; o

iii) Que el laudo se refiera a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene
decisiones que excedan los

términos del acuerdo de arbitraje; no obstante, si las disposiciones del laudo que se refieren a
las cuestiones sometidas al

arbitraje pueden separarse de las que no lo están, se podrá dar reconocimiento y ejecución a
las primeras; o

iv) Que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al
acuerdo celebrado entre las

partes o, en defecto de tal acuerdo, que no se han ajustado a la ley del país donde se efectúo
el arbitraje; o

v) Que el laudo no es aún obligatorio para las partes o ha sido anulado o suspendido por un
tribunal del país en que, o

conforme a cuyo derecho, ha sido dictado ese laudo; o

b) Cuando el tribunal compruebe:

i) Que, según el ordenamiento jurídico guatemalteco, el objeto de la controversia no es


susceptible de arbitraje; o
ii) Que el reconocimiento o la ejecución del laudo serían contrarios al orden público del Estado
de Guatemala.

ARTICULO 48. Procedimiento para el reconocimiento y ejecución del laudo.

El procedimiento de reconocimiento o ejecución de laudos se sujetará a las siguientes reglas:

1) Transcurrido el plazo de un mes, señalado en el artículo 43 (3), sin que el laudo haya sido
cumplido, podrá obtenerse su

ejecución forzosa ante el tribunal competente de conformidad con el artículo 46 (1), mediante
la solicitud de la ejecución, a

la cual se acompañarán los documentos indicados en el artículo 46 (2).

2) Se acompañará igualmente, en su caso, copia certificada en la resolución judicial que


hubiere recaído al resolverse el

recurso de revisión.

3) De la ejecución planteada, el tribunal dará audiencia por tres días al ejecutado, quien
únicamente podrá oponerse a la

ejecución planteada, con base en la pendencia del recurso de revisión, siempre que se acredite
documentalmente dicho

extremo con el escrito de oposición. En este caso, el tribunal decretará sin más trámite la
suspensión de la ejecución hasta

que recaiga resolución con respeto el recurso de revisión y, si dicho recurso prosperara, el
tribunal, al presentársele copia

certificada de dicha resolución, dictará auto denegando la ejecución.

4) Fuera de lo previsto en el numeral anterior, y si no concurriere cualquiera de las causales


establecidas en el artículo 47,

el tribunal dictará auto despachando la ejecución, ordenando el requerimiento del obligado y


el embargo de bienes en su

caso.

5) Cualquier resolución de trámite o de fondo que recaiga en el procedimiento de


reconocimiento y ejecución de un laudo,

no es susceptible de recurso o remedio procesal alguno.

6) En todo lo no previsto en el presente capítulo para el reconocimiento y ejecución de laudos,


le serán aplicables supletoriamente las disposiciones legales a ejecución de sentencias
nacionales, siempre que dicha aplicación sea

compatible con la celeridad y eficacia con que se debe ejecutar un laudo arbitral.

Me refiero especialmente a la Convención de Naciones Unidas sobre el Reconocimiento y


Ejecución de

Sentencias Arbítrales Extranjeras de 1958 (Convención de Nueva York) y la Convención


Interamericana

sobre Arbitraje Comercial Internacional de 1975 (Convención de Panamá).

CENAC
10ª calle 3-80 zona 1, Ciudad de Guatemala, Guatemala, C.A.
Cámara de Comercio de Guatemala, 2º nivel.
Teléfonos +(502) 2417-2700
cenac@camaradecomercio.org.gt

Presidente Alfredo Skinner-Klée Arenales

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