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ahorrado) para que una idea se desarrolle. Lo arriesga, porque no sabe si esa idea va
a fracasar o si tendrá éxito. Es el que comprueba a qué precio se debe vender ese
producto o servicio, en dónde ofrecerlo, cuándo, qué cantidad, a quién, cómo, etc. El
99% de los proyectos fracasan. Son rechazados por la sociedad. De modo que lo
usual es que el empresario construya su primer éxito después de una montaña de
fracasos. Muchos emprendedores quedan endeudados de por vida. El pequeño
número de empresarios que triunfa, que logra dar en el clavo, es el que puede
compartir su éxito con los demás, y generar empleos y sueldos.
El empleado es aquella persona que no tiene capital ahorrado, que no tiene alguna
idea para desarrollar, no sabe de negocios, o que directamente no quiere arriesgar en
inversiones, o quizás ya lo hizo y fracasó y ahora prefiere elegir un trabajo que le
guste, y firmar un contrato intercambiando sus horas de trabajo por un sueldo fijo y
seguro. Nadie le está obligando a esa persona a emplearse por un sueldo. El
empresario sólo ofrece una opción más, que cada persona elige o no. Del mismo
modo que nadie está obligado a convertirse en empresario, ni a endeudarse para
sacar adelante una idea o negocio.
El sueldo, como el precio de los productos, surgirá en base a la rentabilidad que logre
el empresario, y otros factores que determinan el coste de un trabajador. No hay nadie
que decida el valor de un sueldo, sino todos los empresarios pagarían el mismo
sueldo en todas partes del mundo: cero. Del mismo modo que un consumidor no
decide el valor de las cosas sino todos elegirían pagar lo mismo: cero. Tanto los
precios, como los sueldos se forman de manera colectiva, por la interacción por leyes
y reglas de la economía, que van más allá de la pura decisión de una sola persona.
Por el contrario, con mayor grado de libertad, habría más incentivos a emprender. A
pensar ideas y arriesgar capital para ponerlas en marcha. La economía sería más
fluida, habría más gente emprendiendo y creando comercios y empresas. Habría más
bienes y servicios disponibles. Las ventas y los ingresos aumentarían. Habría más
necesidad de producir más para abastecer el consumo lo cual generaría más
inversión y más necesidad de contratar mano de obra, lo que ocasionaría más oferta
de puestos de trabajo y los sueldos aumentarían, etc. Esa es la espiral de crecimiento.
Y cuando crece la economía, crece la sociedad en todos los demás aspectos
positivos. Es la base que sustenta todos los demás progresos de la humanidad
Sociología
UNIDAD 1: SOCIOLOGIA Y VIDA COTIDIANA
La sociología se ocupa en términos generales de las “relaciones sociales” como su objeto
de estudio (como se regulan, modo en que se fundan las normas, instituciones, formas de
organización), y en términos más precisos de la “vida cotidiana” como eje de la reflexión
teórica de la materia.
Durante las últimas décadas del siglo XVIII hasta principios del siglo XIX se reconoce el
periodo de la “doble revolución”.
Revolución industrial y revolución moderna, fundan los estados-naciones modernas. Ambas
revoluciones terminaron de eliminar el feudalismo y asentaron el capitalismo.
Estos cambios tan acelerados y abruptos, fundacionales del mundo moderno, conllevaron
un profundo cambio a los estilos de vida tradicional y sus valores asociados, las relaciones
entre personas y las formas de dominación.
Nuevas clases sociales, nuevas ideologías, y nuevos conflictos implicaron un nuevo desafío
intelectual. La necesidad de explicar el nuevo orden, de justificarlo o cuestionarlo, marcaron
el nacimiento de una nueva ciencia, la ciencia de la sociedad o la sociología. La sociología
tiene el papel de predecir, subordinándose a la observación objetiva, para prevenir el
desorden. Todos los seres vivos presentan dos órdenes de fenómenos distintos (los
relativos al individuo y los que afectan a la especie). Los individuos deben aceptar el lugar
que ocupan en el todo y someterse a ese todo que es la sociedad misma, como los
individuos en la propia naturaleza para la supervivencia de cada especie.
La vida cotidiana aparece entonces como un sedimento de determinaciones sociales,
políticas e ideológicas, que aparecen “ocultas” mientras el hombre vive condicionado por el
límite del “sentido común”.
Vida cotidiana: conjunto de acciones, motivaciones, pensamientos del hombre concreto, tal
como se manifiestan en la singularidad e irrepetibilidad que le son propias. Son
pensamientos y acciones que el hombre realiza sin percatarse completamente de ellas. Es
ese carácter “irreflexivo” lo que caracteriza al hombre que vive su vida cotidiana.
“al enfocar la vida cotidiana, aludimos a las experiencias que hacen aparecer la
construcción social de las pautas de convivencia social como un orden natural. El estudio de
la vida cotidiana apunta a la crítica de la producción y el uso de aquellas certezas básicas
llamadas “sentido común”.
Vida cotidiana según Héller: “la vida cotidiana es el conjunto de actividades que
caracterizan la reproducción de los hombres particulares los cuales a su vez crean la
posibilidad de la reproducción social”.
Berger y Luckmann
El individuo nace en una sociedad pero no está socialiazado, un bebe es puro instinto, no tiene
demasiados sentidos desarrollados
a través de la relación con sus padres o con sus agentes socializadores va incorporando roles, el
individuo va entendiendo la función de los roles y la vez va asumiendo su identidad a partir de su
identificación con otros y su auto identificación. En la medica en que puede hacer la seperación
entre su identificación con un grupo y su auto identificación va avanzando en ese proceso por el
cual puede internalizar el otro generalizado, el otro generalizado seria podriamos decirlo de
alguna manera "la sociedad" El individuo que ya ha completado su socialización primaria (que
ya ha incorporado la noción y el manejo de los roles)
La socialización primaria termian por ejemplo cuando vamos a la escuela primaria ingresando en
la socialización secundaria
Socialización secundaria:
resulta posible concebir una necesidad en la que no se produzca otra socialización después
de la primaria, pero tendría un acopio de conocimiento muy sencillo. Existe cierta
distribución social del conocimiento, por lo que mientras así ocurra, la socialización
secundaria se vuelve una necesidad. La socialización secundaria es la internalización de
“submundos”. Su alcance y su carácter se determinan por la complejidad de la división del
trabajo y la distribución social del conocimiento. Se realiza una distribución social del
conocimiento especializado, que surge como resultado de la división del trabajo y cuyos
portadores se definen institucionalmente. Los submundos internalizados en la socialización
secundaria son generalmente realidades parciales que contrastan con el mundo de base.
Este proceso de internalización involucra identificación subjetiva con el rol y sus normas
apropiadas. La realidad ya internalizada suele persistir, los nuevos contenidos que ahora
haya que internalizar deben superponerse a esa realidad ya presente. En la socialización
secundaria, las limitaciones biológicas se vuelven cada vez menos importantes en las
secuencias del aprendizaje, que pueden también manejarse según los intereses creados de
quienes administran el cuerpo del conocimiento. Mientras que la socialización primaria no
puede efectuarse sin una identificación con carga emocional del niño con sus otros
significantes, la mayor parte de la socialización secundaria puede prescindir de esta clase
de identificacion y proceder efectivamente con la sola dosis de identificación mutua que
interviene de cualquier comunicación entre los seres humanos. Los roles de la socialización
secundaria comprenden un anonimato, se separan fácilmente de los individuos que los
desempeñan. Esta formalidad y este anonimato se vinculan al carácter afectivo de las
relaciones sociales en la socialización secundaria. La realidad original de la niñez es el
“hogar”. Todas las realidades posteriores son “artificiales”.
Mantenimiento y transformación de la realidad subjetiva:
como la socialización nunca se termina y los contenidos que la misma internaliza enfrentan
continuas amenazas a su realidad subjetiva, toda sociedad viable debe desarrollar
procedimientos de mantenimiento de la realidad para salvaguardar cierto grado de simetría
entre la realidad objetiva y subjetiva.
La socialización primaria internaliza una realidad aprehendida como inevitable. Esta
internalización puede considerarse lograda si el sentido de inevitabilidad se halla presente
casi todo el tiempo. El carácter más artificial de la socialización secundaria vuelve aún más
vulnerable la realidad subjetiva de sus internalizaciones, se haya menos arraigada y por
ende resulta más susceptible al desplazamiento. Distinguimos dos tipos generales de
mantenimiento de la realidad: mantenimiento de rutina y mantenimiento de crisis. El primero
está destinado a mantener la realidad internalizada en la vida cotidiana y el segundo en
situaciones de crisis. Ambos entrañan fundamentalmente los mismos procesos sociales,
aunque deben anotarse algunas diferencias. La realidad de la vida cotidiana se mantiene
porque se concreta en rutinas. La realidad de la vida cotidiana se reafirma continuamente en
la interacción del individuo con los otros. Se internaliza originariamente por un proceso
social, así también se mantiene en la conciencia por procesos sociales. Se refleja el hecho
fundamental de que la realidad subjetiva debe guardar relación con una realidad objetiva
socialmente definida. Por lo tanto, los otros significantes ocupan una posición central que
sirve para mantener la realidad subjetiva. Son la confirmación continua de ese elemento
crucial de la realidad que llamamos identidad. Confirmación implícita de esta identidad (la
proporcionan los contactos cotidianos, accidentales) y la confirmación explicita
(emotivamente cargada) que brindan los otros significantes. Los otros significantes
constituyen en la vida del individuo los agentes principales para el mantenimiento de su
realidad subjetiva. Los otros menos significantes funcionan como una especie de coro que
mantiene una relación dialéctica con los significantes. Si existe desacuerdo entre estas
personas el individuo experimenta un problema de coherencia que puede resolver
modificando su realidad o sus relaciones. El vehículo más importante del mantenimiento de
la realidad es el dialogo. El lenguaje objetiviza el mundo, transformando la experiencia en un
orden coherente. Para poder mantener eficazmente la realidad subjetiva, el aparato
conversacional debe ser continuo y coherente. La falta de frecuencia puede recompensarse
con la intensidad.
En situaciones de crisis, se utilizan esencialmente los mismos procedimientos que para el
mantenimiento de rutinas, excepto que las confirmaciones de rutinas deben ser explicitas e
intensivas.
Hablar de transformaciones involucra examinar diferentes grados de modificación. El caso
extremo, en el que se produce una transformación casi total, el individuo “permuta
mundos”.
La alternación requiere de procesos de re-socialización que se asemejan a la socialización
primaria. Para lograrla se tiene que incluir condiciones tanto sociales como conceptuales. El
prototipo histórico de la alternación es la conversión religiosa. La estructura de plausibilidad
debe convertirse en el mundo del individuo desplazando a todos los demás mundos,
especial aquel que el individuo habitaba antes de su alternación. Una vez que la nueva
realidad ha quedado fija, pueden entablarse nuevamente relaciones circunspectas con
extraños.
El requisito conceptual más importante para la alternación consiste en disponer de un
aparato legitimador para toda la serie de transformaciones. Lo que debe legitimizarse no es
solo la realidad nueva sino también las etapas por las que esta se asume, se mantiene, y el
abandono o repudio de todas las realidades que se den como alternativa. En la re-
socialización el pasado se re-interpreta conforme con la realidad presente. En la
socialización secundaria el presente se interpreta de modo que se halla relación continua
con el pasado. La base de la realidad para la resocialización es el presente, mientras que
para la socialización secundaria es el pasado.
Internalización y estructura social:
La socialización siempre se efectúa en el contexto de una estructura social específica. No
solo su contenido sino también su grado de éxito, tienen condiciones y consecuencias
socios estructurales.
Por socialización exitosa entendemos el establecimiento de un alto grado de simetría entre
la realidad objetiva y la subjetiva. Inversamente la socialización deficiente, debe entenderse
en razón de la asimetría existente entre la realidad objetiva y subjetiva. La socialización
totalmente exitosa resulta imposible desde el punto de vista antropológico. La socialización
totalmente deficiente es poco frecuente.
El éxito máximo de la socialización probablemente se obtenga en las sociedades que
poseen una división del trabajo sencilla y una mínima distribución del conocimiento. No
existe problema de identidad. En tales condiciones, la socialización deficiente ocurre solo
como resultado de accidentes biográficos, ya sean biológicos o sociales. El individuo que se
haya socializado deficientemente, tendrá alto grado de asimetría entre la realidad
socialmente definida y la realidad subjetiva. Se sentirá preso, dentro de su mundo ajeno. Sin
embargo esta asimetría no tendría consecuencias estructurales acumulativas.
La socialización deficiente dentro de un mundo social, puede ir acompañada de una
socialización exitosa dentro de otro mundo. La cristalización de la anti realidad, y la anti
identidad pueden ocultarse al conocimiento de la comunidad más general, pero puede
existir un auto identificación invisible como alguien muy diferente. Puede existir una
asimetría socialmente disimulada entre la biografía pública y la privada.
Teorías de la identidad:
la identidad se forma por procesos sociales. Una vez que cristaliza, es mantenida,
modificada o reformada con las relaciones sociales. Los procesos sociales involucrados en
la formación como en el mantenimiento se determinan por la estructura social.
Recíprocamente, las identidades que forman parte de la estructura social reaccionan sobre
ella manteniéndola, modificándola o reformándola.
La noción de “identidades colectivas” es errónea. Podemos hablar de tipos de identidad,
pero reconocibles en casos individuales. Los tipos de identidad pueden observarse en la
vida cotidiana. Son observables y verificables. La identidad es un fenómeno que surge de la
dialéctica entre el individuo y la sociedad. Las teorías psicológicas sirven para legitimar los
procedimientos establecidos en la sociedad para el mantenimiento y reparación de la
identidad, proporcionando el eslabonamiento teórico entre la identidad y el mundo, ya que
estos se definen socialmente y asumen subjetivamente.
Organismo e identidad:
El organismo continúa afectando la actividad constructora de la realidad del hombre, y el
mismo organismo resulta a su vez afectado por esta realidad. La animalidad del hombre se
transforma, pero no queda abolida.
Existe una dialéctica entre la naturaleza y la sociedad, y se manifiesta en cada individuo
humano. Esta dialéctica es continua y comienza en la primera fase de socialización, y sigue
desenvolviéndose a través de la existencia del individuo en la sociedad. Externamente
consiste en una dialéctica entre el animal individual y el mundo social. Internamente es una
dialéctica entre en substrato biológico del individuo y su identidad producida socialmente. En
el aspecto externo, el organismo coloca límites a lo que resulta socialmente posible. Los
factores biológicos limitan el campo de las posibilidades sociales que se abre a todo
individuo. Pero el mundo social, que es pre existente al individuo impone a su vez
limitaciones a lo que resulta biológicamente posible al organismo. La dialéctica se manifiesta
en la limitación mutua del organismo y la sociedad. La sociedad determina cuanto tiempo y
de qué manera vivirá el organismo individual. Tiene un control definitivo sobre el individuo.
También interviene en el funcionamiento del organismo (respecto de la sexualidad y
nutrición). El hombre es impulsado por su constitución biológica, pero la sociedad le indica
cómo debe satisfacer esa necesidad.
En el individuo totalmente socializado existe una dialéctica interna continua entre la
identidad y su substrato biológico. Lucha entre un yo “superior” y un yo “inferior”,
equiparados respectivamente con la identidad social, y con la animalidad pre social y
posiblemente anti social. El yo “superior” debe afirmarse repetidamente sobre el “inferior”.
Afirmación de dominio sobre el substrato biológico, que resiste pero es dominado por el yo
social interior del hombre. El hombre esta biológicamente predestinado a construir y habitar
un mundo con otros. Ese mundo se convierte para el en la realidad dominante y definitiva.
Sus límites los traza la naturaleza, pero una vez construido ese mundo vuelve a actuar
sobre la naturaleza. En la dialéctica entre la naturaleza y el mundo socialmente construido el
propio organismo humano se transforma. En esa misma dialéctica el hombre produce la
realidad, y por tanto se produce a sí mismo.