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Ana Jachimowicz

Dios adentro
dios AFUERA
Espiritualidad de la Creación

con un suplemento de

Ejercicios Vivenciales
(Meditación por el Arte)

Editorial Dunken
Buenos Aires
2010
Jachimowicz, Ana
Dios adentro Dios afuera. Espiritualidad de la Creación.
1a ed. - Buenos Aires: Dunken, 2010.
208 p. 16x23 cm.

ISBN 978-987-02-4532-2

1. Religión. 2. Espiritualidad. I. Título


CDD 291.4

Impreso por Editorial Dunken


Ayacucho 357 (C1025AAG) - Capital Federal
Tel/fax: 4954-7700 / 4954-7300
E-mail: info@dunken.com.ar
Página web: www.dunken.com.ar

Hecho el depósito que prevé la ley 11ֽ723


Impreso en la Argentina
© 2010 Ana Jachimowicz
e-mail: ana@pleroma.org.ar
ISBN 978-987-02-4532-2
Dedicatorias

A la Presencia Viva Universal, la Conciencia Cósmica,


responsable de esta misteriosa y maravillosa puesta en escena que es
nuestro mundo, que me concedió el don privilegiado
de poder percibirla por todas partes.
Con la esperanza de que este trabajo pueda ser útil
para compartir con otros esta felicidad.

A los Maestros,
verdaderos autores de este libro.

A mis nietos Lucía y Juan Ignacio,


luz y fuego,
símbolo de las nuevas generaciones,
dotadas de talentos especiales
pues deben enfrentar grandes peligros y grandes desafíos:
cuidar el planeta,
evitar la marcha de la humanidad hacia su autodestrucción,
facilitando en cambio,
el florecimiento de sus maravillosas potencialidades creativas,
con las que nos ha dotado,
a Su imagen y semejanza,
el Gran Artista, Creador de este mundo.

A todos los buscadores.


Buenos Aires, febrero de 2010
Agradecimientos

A todos mis alumnos,


que con sus preguntas me estimularon
a profundizar cada vez más
y nunca me permitieron quedarme
en una posición cómoda.

A mi padre, Federico Jachimowicz,


sin cuyo apoyo incondicional
este libro no hubiera sido posible.
Índice

Introducción.............................................................................................

Primera Parte
A) INTRODUCCIÓN
Capítulo 1: La Espiritualidad de la Creación...........................................
Capítulo 2: Los grandes interrogantes del alma.......................................
B) INTENTOS DE RESPUESTA EN OCCIDENTE
Capítulo 3: La ciencia...............................................................................
Capítulo 4: La filosofía.............................................................................
Capítulo 5: Las grandes religiones institucionales...................................
Capítulo 6: La espiritualidad....................................................................
Capítulo 7: Paradigmas espirituales: características del saber
espiritual..............................................................................................
C) ESPIRITUALIDAD DE LA CREACIÓN
Capítulo 8: Lo inmanifestado que se manifiesta en el Universo..............
Capítulo 9: Dios como actividad..............................................................
Capítulo 10: Dios como el orden del mundo............................................
Capítulo 11: El universo sagrado..............................................................
Capítulo 12: Panenteísmo: A) la inmanencia divina................................
Capítulo 13: Panenteísmo: b) la trascendencia divina..............................
Capítulo 14: Un universo con sentido......................................................
Capítulo 15: El universo como mensaje...................................................
8 Ana Jachimowicz

Segunda Parte: Ejercicios Vivenciales


(Meditación por el Arte)

Capítulo 17: Una pedagogía holística para una espiritualidad


holística........................................................................................................
Capítulo 18 Presentándonos.............................................................................
Capítulo 2 bis: Los Grandes Interrogantes Del Alma.........................................
Capítulo 3 bis: Intentos De Respuesta En Occidente: La Ciencia.......................
Capítulo 4 bis: Intentos De Respuesta En Occidente: La Filosofía........................
Capítulo 5 bis: Intentos De Respuesta En Occidente: Las Reli-
giones Institucionalizadas............................................................................
Capítulo 6 bis: Intentos De Respuesta En Occidente: La Espiri-
tualidad........................................................................................................
Capítulo 7 bis: Paradigmas Espirituales: Características Del
Saber Espiritual............................................................................................
Capítulo 8 bis: Lo Inmanifestado Que Se Manifiesta En El Uni-
verso.............................................................................................................
Capítulo 9 bis: Dios Como Actividad..................................................................
Capítulo 10 bis: Dios Como El Orden Del Mundo..............................................
Capítulo 11 bis: El Universo Sagrado.................................................................
Capítulo 12 bis: Panenteísmo: A) La Inmanencia Divina....................................
Capítulo 13 bis: Panenteísmo: B) La Trascendencia Divina................................
Capítulo 14 bis: Un Universo Con Sentido.........................................................
Capítulo 15 bis: El Universo Como Mensaje......................................................

Conclusión................................................................................................
Apéndice..................................................................................................
Bibliografía..............................................................................................
Introducción

A partir de la Revolución Científica del s. XVII y de la Revolución


Industrial del s. XIX, Occidente aumentó vertiginosamente la capacidad
humana de transformar el medio ambiente, en grados inconcebibles has-
ta ese momento y abismales si los comparamos con las demás especies
animales. Los avances de la ciencia, de la tecnología y de los medios
de producción posibilitaron un aumento exponencial del confort a todo
nivel, de la salud, de la expectativa de vida, de la creatividad, de la co-
municación y de la interacción entre los seres humanos.
Pero lo que comenzó con un aumento del confort y de las posibili-
dades se fue deslizando paulatinamente hacia una orgía de consumismo,
de contaminación del planeta y sus alrededores, y de desigualdad social,
tanto a nivel nacional como planetario.
Hemos polucionado a tal punto nuestra Tierra que se torna cada vez
más cercana la posibilidad de que no pueda ya satisfacer nuestras nece-
sidades. Día a día destruimos su belleza y su biodiversidad. En nuestras
sociedades hiperdesarrolladas reinan la violencia, las adicciones, la
soledad, la depresión, la angustia, el stress.

¿Por qué?
A mi entender, la causa radica en que la ciencia, la tecnología y la
productividad, vinieron “engarzadas” en una determinada cosmovisión,
que comienza a gestarse con Descartes y Newton, y que desemboca en
el siglo XIX en una concepción mecanicista y desacralizada del uni-
verso. Pareciera que una visión científica y pensante sólo puede admitir
un universo inanimado, rígidamente determinado, y cuya existencia no
vislumbra otra causa plausible más que el azar. No es de extrañar que
10 Ana Jachimowicz

el encontrarse viviendo en esta máquina inanimada, que gira sin meta


visible en el gigantesco espacio sideral, genere en los seres humanos
sentimientos de desolación, sin sentido y absurdo existencial.
Pero ¿tiene que ser necesariamente así? ¿No existe algún paradigma
en el que puedan convivir la racionalidad y el pensamiento científico,
tecnológico y económico con una visión espiritual del universo? ¿Qué
satisfaga a la vez a la razón y al alma?
Mi corazón y el de todos los místicos siempre dijeron que sí. Pro-
pongo a continuación los fundamentos de una espiritualidad de la crea-
ción, la visión de un universo sagrado apta para mentes pensantes del
siglo XXI. Mi objetivo último es facilitar el acceso de cada persona a su
propia intuición, entendiendo por tal el acceso in-mediato a estados de
conciencia que le propongan respuestas existencialmente satisfactorias
no mediadas por terceros.
Este libro no está cerrado y terminado. Es más bien una botella
tirada al mar, a la búsqueda de hermanos y hermanas del alma. Es una
propuesta de un camino interactivo a recorrer juntos: espero ávidamente
vuestros comentarios, sugerencias, aportes o preguntas a ana@pleroma.
org.ar (www.pleroma.org.ar).
Sólo un cambio en nuestra mirada permitirá que podamos vivir
felices en este planeta maravilloso. Tal es el camino del espíritu.
En consonancia con la pedagogía holística que a mi entender debe
acompañar a toda espiritualidad de la creación, he agregado en esta
segunda edición una guía con propuestas de ejercicios vivenciales pen-
sados para el hemisferio cerebral derecho, destinados a posibilitar la
confirmación vivencial de la exposición teórica racional. Es mi deseo
que estos ejercicios puedan ser tomados como inspiradores, indicadores
o sugerencias, destinados a despertar la creatividad personal del docente:
invitaciones a jugar y a crear, más que instrucciones a ser seguidas al
pie de la letra.
Primera Parte
A) Introducción

Capítulo 1:
La Espiritualidad de la creación

“Esto es, entonces, la salvación:


cuando nos maravillamos ante la be-
lleza de las cosas creadas y alabamos
a su hermoso Creador”.
Meister Eckhart, Alemania, s. XIII1

Espiritualidad: ¿Para qué?


Soy Profesora de Filosofía y vivo en Buenos Aires, capital de la
República Argentina. Este país, y en particular esta ciudad, sufre en este
momento graves problemas sociales, políticos, financieros y económicos,
pero sobre todo, a mi entender, morales y, en última instancia, espiritua-
les. El desprecio generalizado a las normas de convivencia, tanto a nivel
individual como institucional, la violencia en las calles, la inseguridad,
el descontento general, la falta de esperanza, la desconfianza respecto
a los gobernantes, la falta de ideales comunitarios, el individualismo, el
“sálvese quien pueda”, la ausencia de un proyecto social motivador, el
cinismo, etc., son algunos de los males que sufrimos en estos momentos.
Durante la década del 90, la política oficial promovió la cultura del con-
sumo fácil y de las apariencias fastuosas antes que del trabajo produc-
tivo, generando una deuda monstruosa con organismos internacionales.
La brutal crisis financiera de fines del 2001 echó por tierra este frágil
edificio sobre el cual muchos argentinos habían basado una vida de ale-
gre despilfarro, basado en la importación de casi todos los insumos. Hoy
(2009), si bien ha habido un crecimiento económico, la corrupción, la
anomia moral y la descarada rapacidad que invade todos los niveles de
la vida nacional genera desaliento y desprecio por las leyes y las normas
de convivencia en general.

1
Fox, M., La Bendición…, p. 142.
14 Ana Jachimowicz

A nivel mundial, por su parte, estamos asistiendo a una brutal ex-


plotación del planeta y de la gran mayoría de sus habitantes: estamos
destruyendo la riqueza, la belleza y la vida de nuestro propio hábitat.
Esto, aunado a los conflictos bélicos con armas cada vez más poderosas,
hace que no sea descabellado vaticinar que el homo sapiens corre hacia
su propia destrucción. ¿Qué hacer? En este momento, además, se cierne
sobre el mundo la sombra de una crisis económica sin precedentes, cu-
yas causas últimas radican en la codicia de los pueblos dominantes, que
arrasan con los recursos naturales del planeta para mantener un modo de
vida basado en el consumo desenfrenado de objetos que nunca terminan
de aportar la felicidad. Otra vez: ¿qué hacer?
He sido activista política en mi juventud, pero en este momento de
mi vida, de mi país y del mundo, estoy firmemente convencida de que,
sin un cambio interior de las personas, ningún sistema social ni político
funcionará eficientemente en pro de los ideales de justicia, honestidad y
felicidad para todos. Por lo que he visto en mi país y en el mundo, por
más perfecto que sea el sistema político y social, no funcionará si las
personas que lo integran no viven sus propias vidas individuales encar-
nando los valores de amor, justicia, compasión, solidaridad, autoestima,
dignidad, respeto mutuo, respeto por las diferencias, vida con sentido,
cuidado del planeta, etc.

“Porque nosotros somos el problema; somos nosotros quienes estamos


destruyendo nuestro hábitat y el de las demás especies por nuestra
ceguera, nuestra codicia, nuestra envidia, nuestra violencia y nuestra
rapacidad. Estos pecados espirituales están destruyendo el planeta y
provocando la desesperación de la juventud. (Tomás de Aquino enseña
que los pecados espirituales son mucho más serios que los carnales,
pero las iglesias rara vez han seguido sus enseñanzas a este respecto).
Por eso necesitamos trabajo espiritual. Y trabajadores espirituales”.2

Y creo que la única forma de lograr estos objetivos es facilitando a


la mayor cantidad de gente posible un doble cambio de paradigma:

2
Matthew Fox, The Reinvention of Work, p. 22 (trad. A. J.)
15
Dios Adentro y dios afuera

• por un lado el acceso a su propio ser interior, a su propia alma, a su


propia chispa divina, que es la fuente donde se asientan todos los va-
lores mencionados.
• por el otro, el acceso a la Conciencia Cósmica, al Espíritu Viviente
que anima todo este universo y a nosotros mismos, que está siempre
ahí disponible. Pero que no se impone porque nos creó libres y respeta
nuestra libertad.

El paciente está grave: no alcanzan las terapias psicológicas, las


terapias del ego o de la personalidad. Hace falta una verdadera terapia
del alma. Ya no alcanzan los médicos y los psicólogos. Necesitamos
sacerdotes, maestros, sabios y guías espirituales que nos ayuden a
reencontrarnos con nuestra Fuente.
Y aquí es donde nos encontramos con la acción de las distintas re-
ligiones, espiritualidades y tradiciones.

Espiritualidad de la Creación:
Una Espiritualidad del Todo con Todos
Las espiritualidades y las religiones dualistas separan lo sagrado de
lo profano, las espiritualidades y las religiones fundamentalistas distin-
guen la propia espiritualidad como verdadera y las demás como falsas.
¿Existe alguna espiritualidad que pudiera tener pretensión de uni-
versalidad, que fuera más allá de credos, fronteras y banderías, que
sirviera para abrir nuestros corazones a la presencia de lo sagrado, y que
pudiera convivir tanto con los distintos credos como con la ausencia
de ellos? ¿Que pudiera integrar, iluminándolos, el arte, la ciencia, la
tecnología, la economía, la política, la medicina, el trabajo corporal, la
educación y todos nuestros trabajos?
¿Que se base en la vivencia de la sabiduría que habita en nosotros
mismos, en cada uno de nosotros, que somos manifestaciones conscien-
tes del misterio que estamos intentando develar?
16 Ana Jachimowicz

En mi opinión, la respuesta es afirmativa. Se trata de una antigua


tradición, tan antigua como el ser humano, que recorre como un río sub-
terráneo todas las tradiciones y las religiones, aflorando a la superficie
cuando la experiencia espiritual directa no es empañada por el dualismo,
el fundamentalismo, la ambición de poder, la intolerancia o el prejuicio.
Aldous Huxley la denominó “Filosofía perenne” (philosophia pe-
rennis), rastreándola en su obra homónima a lo largo de la historia del
pensamiento y de la mística. Al respecto dice Ken Wilber:

“La filosofía perenne se ocupa fundamentalmente de las estructuras


profundas del encuentro humano con lo Divino. Porque aquellas verda-
des sobre las cuales los hindúes, los cristianos, los judíos, los budistas,
los taoístas y los sufíes se hallan en completo acuerdo, suelen referirse
a algo profundamente importante, algo que nos habla de verdades uni-
versales y de significados últimos, algo que toca la esencia fundamental
de la condición humana”.3

El teólogo norteamericano contemporáneo Matthew Fox la deno-


mina “espiritualidad de la creación”. Al respecto, dice una de sus
discípulas:
“La Espiritualidad de la Creación es una antigua tradición de sabi-
duría que considera sagrada a toda la creación, en tanto aliento del Di-
vino Creador. Toda la creación es honrada como una bendición sagrada
–todo espacio y todo tiempo, desde las danzantes galaxias del cosmos
hasta los micro-organismos unicelulares de nuestro planeta-hogar, la
Tierra. Esta espiritualidad honra a la creación y honra nuestro lugar en
ese cosmos danzante y honra a la relación de ser, comulgar y responder
a la Creación y al Creador. Somos co-creadores, una especie consciente
de nuestra casa la Tierra, llamada a ejercer nuestra creatividad como
parte integral de la danza en espiral del despliegue de la vida.
La Espiritualidad de la Creación está enfocada en la bendición, con
el entendimiento profundo de que toda la creación es un regalo. Esta

3
Gracia y Coraje, p. 97.
17
Dios Adentro y dios afuera

visión de la bendición del espíritu es común en las expresiones más


tempranas de la espiritualidad humana, a la vez que herencia de todos
los pueblos nativos aborígenes. Lo Divino es reconocido en todas las
cosas, estallando en toda la creación, incluyendo la persona humana
como unidad de cuerpo, mente y alma”.4
Otros autores, como el brasileño Frei Betto, las denominan “es-
piritualidades holísticas”.5 Se trata de las espiritualidades que ven
al universo en su totalidad como sagrado, que perciben un hálito
misterioso buscando manifestarse en sus infinitas formas, un espíritu
viviente que anima absolutamente todo lo existente. En el marco de
dichas espiritualidades, nada es rechazado como “non sancto”, pues
todo es expresión de ese “algo” misterioso (inclusive lo que no nos
resulta agradable ni fácil de comprender). Se reconoce la divinidad en
todas las cosas.
A partir de esta “simple” percepción básica, surgen consecuencias
que pueden transformar radicalmente “desde adentro” la vida de todo ser
humano, sobre todo el aumento de felicidad que se produce cuando a una
persona se le abre la posibilidad de habitar un universo con sentido.

Árbol Genealógico de la Espiritualidad de la Creación


El enfoque holístico de la espiritualidad no es nuevo: existió con
distintos nombres en distintas tradiciones. Basándonos en la clasifica-
ción de Matthew Fox6, hemos confeccionado una hoja de ruta para una
primera aproximación, que el lector encontrará en el Apéndice.

Principios básicos de las espiritualidades de la Creación


Ken Wilber encuentra siete puntos de acuerdo entre todas las es-
piritualidades basadas en la vivencia real del encuentro humano con lo
Divino:

4
Fontaine, Beverly, Tesis Doctoral, pp.2-3.
5
Espiritualidad Holística, www.dominicos.org
6
Fox, Original…, pp. 321-327.
18 Ana Jachimowicz

“Uno: el Espíritu existe. Dos: el Espíritu está dentro de nosotros. Tres:


a pesar de ello, la mayor parte de nosotros vivimos en un mundo de
pecado, separación y dualidad, en un estado ilusorio de caída, y no nos
percatamos de ese Espíritu interno. Cuatro: hay una salida para ese
estado de caída, de pecado o de ilusión; hay un camino que conduce
a la liberación. Cinco: si seguimos ese Camino hasta el final, llegare-
mos a un Renacimiento, a una Iluminación, a una experiencia directa
del Espíritu interno, a una Liberación Suprema. Seis: esa experiencia
marca el final del pecado y del sufrimiento. Y siete: el final del sufri-
miento conduce a una acción social amorosa y compasiva hacia todos
los seres sensibles”.7

Creo que las diferentes Espiritualidades de la Creación comparten,


además de los mencionados por Wilber, los siguientes puntos de con-
tacto:

Vida:
• El universo está animado por eso que llamamos “espíritu”.
• El Universo está vivo.

Mensaje:
• El Universo “habla”.
• Podemos descifrar su mensaje y dialogar con el Universo, porque
estamos hechos de sus mismos componentes y somos parte de él.

El Universo como Regalo:


• El Universo es un regalo.
• Aceptación gozosa del mundo como bendición y como regalo.
• Sentimiento básico de agradecimiento por los innumerables dones
que recibimos.

7
Gracia y Coraje, pp. 97-98.
19
Dios Adentro y dios afuera

La Sacralidad de Todo:
• Panenteísmo: lo Divino está presente en todas las cosas, y también
fuera de ellas.
• Los seres humanos participamos de la naturaleza de lo Divino, tan-
to en su aspecto manifestado (todo ente con cualidades; en nuestro
caso, el cuerpo, la energía, las emociones, la mente, etc.) como en
su aspecto no manifestado (lo inmanifestado que se manifiesta en
el universo; en nuestro caso, la conciencia, la fuente inmaterial de la
espontaneidad, el alma). Somos un microcosmos del macrocosmos.
• En tanto sagrados, tanto nuestro cuerpo como el planeta Tierra (y
todo el Universo) deben ser respetados, cuidados y honrados.
• En tanto hijos e hijas de un Universo Sagrado, todos poseemos dig-
nidad y belleza y somos sagrados.
• Nuestra Creatividad también es sagrada, porque es uno de los rasgos
eminentes en que nos parecemos a la Causa Creadora de todo. Ejer-
cerla nos hará felices.

El Mal y el Sufrimiento:
• El origen de todos los males proviene de la ilusión de separatividad.
(Creer que somos entes aislados, separados del resto de los seres y de
nuestra fuente de origen)
• Cuanto mayor el sentido de ego (el “yo” chiquito, el de la propiedad
privada), mayor el nivel de sufrimiento.

El Sentido, la Co-Creación y la Felicidad:


• La vida tiene sentido.
• El sentido consiste en cumplir con la misión para la que vinimos a
esta tierra.
• Somos co-creadores de este mundo, junto con el Principio Creador,
cada uno / a con su misión única y peculiar.
• El descubrir y realizar esta misión es lo que nos hará felices, dotando
a nuestra vida de sentido.
20 Ana Jachimowicz

La Espiritualidad de la Creación en el mundo post-moderno


En su Espiritualidad de la Creación, Matthew Fox, teólogo norte-
americano contemporáneo, actualiza las propuestas holísticas de la phi-
losophia perennis a las características y necesidades de nuestro tercer
milenio occidental, destacando los siguientes puntos específicos:
• Interdependencia de todos los seres.
• Ecumenismo profundo: todas las religiones y tradiciones tienen un
núcleo místico-espiritual (experiencia directa de lo numinoso), que
forma una faceta del gran diamante de la Verdad.
• Respeto de todas las diversidades (culturales, étnicas, religiosas,
sexuales, de habilidades) como manifestaciones del Misterio, pero al
mismo tiempo búsqueda de la Unidad subyacente (lo inmanifiesto
innombrable, inefable, indescriptible; sólo señalable o vivenciable)
• Espiritualidad Urbana: la ciudad y la vida cotidiana también pueden
y deben ser ámbito de manifestación de lo sagrado.
• Nueva Cosmología: la Historia Científica del Universo contada no des-
de el paradigma del azar y de la máquina, sino desde un paradigma de
red (sistémico), auto-organizativo (vivo) y con sentido (teleológico).
• El Viaje de nuestra Alma por esta tierra consta de los siguientes
cuatro componentes básicos, que deben ser todos tratados en una
espiritualidad integral:
1) Vía Positiva: asombro y maravilla ante la bendición y el milagro
de la creación
2) Vía Negativa: soltar y dejar ir en las diversas transiciones de muer-
te de nuestras vidas
3) Vía Creativa: ejercer nuestra creatividad única y peculiar
4) Vía Transformativa: transformar consecuentemente nuestra rela-
ción con los demás y con el planeta (justicia y compasión)
• Podemos Reinventar nuestro Trabajo acorde a esta perspectiva,
para hacernos partícipes de la Gran Obra Universal.
• En la Docencia: desarrollar integralmente todos los aspectos del ser
humano (cuerpo, mente, energía, emociones, afectos, amor, imagina-
ción, creatividad, espíritu, etc.)
Capítulo 2:
Los grandes interrogantes del alma

Unidos como la palabra y el significado


para la recta comprensión de palabra y significado
honro a los padres del universo
Pârvati y Parameshvara.
(Advocación a Shiva, Kâlidasa, India, s. V)

Pongo esta investigación bajo la protección de la figura arquetípica


del dios hindú Shiva, que simboliza la destrucción de lo viejo para que
pueda surgir lo nuevo. Se lo denomina asimismo “Natarâja”, en sáns-
crito: “señor de la danza”, símbolo de la danza cósmica del universo,
puro cambio y fluir. Shiva es también el dios “patrono” creador, según la
tradición, de la disciplina del Hatha-Yoga. Asimismo simboliza la unión
armónica del principio masculino con el femenino, siendo representado
con un cuerpo mitad hombre mitad mujer, o bien siempre acompañado
por su consorte Shakti.

Encontrarse yecto en el mundo – un enigma a descifrar


Me encuentro entre las (¿muchas? ¿pocas? ¿no demasiadas?) per-
sonas para quienes el hecho de la propia situación existencial, del ser-
en-el-mundo, del encontrarse desde el vamos “yectos” (arrojados) en él,
como dice Heidegger8, representa un interrogante y un misterio.
Desde el momento en que nuestra conciencia despierta al mundo en
esta vida, nos encontramos siempre ya en una determinada situación:
con un cuerpo, una conciencia, una personalidad, una familia, un entorno
social y cultural, un país y un idioma. También estamos insertos en un
contexto bionatural, con el sol, las plantas, el aire, los alimentos, el agua,
la temperatura ambiente, etc. que garantizan nuestra vida biológica.
Solemos dar por sentados todos estos elementos.

8
Heidegger, Martín: El Ser y el Tiempo, p. 152.
22 Ana Jachimowicz

Pero en determinadas circunstancias de nuestra vida se muestran,


muy por el contrario, como un acuciante enigma a resolver, un mensaje
a descifrar.
Este enigma a resolver toma la forma de las grandes preguntas
básicas acerca de la propia existencia y de la existencia del mundo.
¿Por qué hay algo y no más bien nada? ¿Por qué es el mundo así, y no
de otra forma? ¿Quién soy? ¿Cuál es la causa de mi existencia? ¿Cómo
y de dónde surge mi conciencia? ¿Por qué estoy acá? ¿Qué pasa con mi
conciencia cuando muere el cuerpo físico? ¿Tiene sentido mi existencia
y la de toda la humanidad? ¿Tiene algún sentido la existencia del mun-
do? ¿Cómo entender lo maravilloso y lo pavoroso que coexisten en él?
¿Existe el universo por alguna causa o es producto del mero azar?

Todos los seres humanos, en algún momento de nuestras vidas,


especialmente en las crisis o en las situaciones-límite9, nos planteamos
estas preguntas básicas existenciales.
De niños todos nos hemos planteado más o menos conscientemente
estos interrogantes con toda seguridad (por supuesto que no con esta
terminología técnica o abstracta), pero no siempre nuestros padres o
nuestros educadores han sabido estimular en nosotros una búsqueda
saludable de respuestas.
Además las grandes preguntas básicas existenciales son universales:
encontramos intentos de responder a las mismas en todas las culturas,
en todas las civilizaciones y en todas las épocas.

La consideración alternativa
Nuestra posibilidad de plantearnos todos estos interrogantes se fun-
damenta en una facultad específicamente humana que he denominado
“consideración alternativa de la realidad”10 . Frente a cualquier circuns-
tancia, el ser humano puede ver en un objeto lo que ese objeto no es,
imaginando alternativas posibles.

9
Karl Jaspers, Introduction à…, p. 18.
10
Jachimowicz, A., ¿Por qué permite Dios…?, p. 34.
23
Dios Adentro y dios afuera

Por ejemplo: somos mortales y queremos ser inmortales, no tenemos


alas y queremos volar, no somos peces y queremos nadar, miramos nues-
tro pelo, “vemos” que podría ser de otro color, y lo teñimos de azul, etc.
La consideración alternativa de la realidad es lo que posibilita que
la humanidad, a diferencia de los demás animales, tenga historia. Esta
testimonia la propiedad específicamente humana de cambiar patrones
de conducta. Si no hay cambio, no hay historia.
Las abejas, por ejemplo, no poseen historia ni progresan. Siguen
construyendo sus panales hexagonales como hace miles y miles de
años. No se les ocurre un día construirlos cuadrados, por ejemplo. El ser
humano, por el contrario, frente a lo que hay ve siempre otras opciones
(“consideración alternativa”). Y construye rascacielos, iglúes, chozas,
chalets, bungalows y palacios.
Entonces, frente a nuestra propia situación existencial, surge la idea
de porqué es así y no de otro modo. No nos quedamos conformes, sino
que nos cuestionamos siempre porqué es así y si no podría ser de otra
manera. El mundo podría ser distinto. Nosotros podríamos ser distintos.
El mundo podría no existir. Nosotros podríamos no existir.
De allí surgen las grandes preguntas básicas existenciales de la
humanidad. Por ejemplo, la más básica de todas ¿Por qué hay algo y no
más bien nada?11

Felicidad y sentido
Responder o no a dichas preguntas, no aportará beneficios materia-
les, poder o status social. (Quizás por ello no formen parte del sistema
educativo oficial…)
Sin embargo, en ellas se juega nada menos que la felicidad y el sen-
tido de nuestra propia vida. Las respuestas que les demos determinarán
el “color”, la vibración básica de nuestra vida, en particular el sentido o
sin-sentido que le daremos a la existencia cósmica y nuestra existencia
personal.

11
Leibnitz, citado en Abbagnano, Historia…, Vol. 2, p. 258.
24 Ana Jachimowicz

¡Cuántas personas, poseedoras de salud, familia y bienes materiales,


no logran sin embargo ser felices pues no pueden darle un sentido a sus
vidas! Y viceversa, ¡cuántas personas carentes de lo que, según ciertos
parámetros que los medios nos quieren imponer, son las condiciones
indispensables de bienestar, gozan sin embargo de una actitud vital de
optimismo y alegría!
Enmarcar la propia vida en una cosmovisión significante determi-
nará el tono de felicidad o infelicidad básicas de la persona, indepen-
dientemente de las circunstancias particulares adversas o favorables. Y
nuestra cosmovisión básica dependerá de cómo hayamos elaborado el
tema de los grandes interrogantes básicos existenciales.
Muchas personas afirman sin embargo poder vivir muy bien sin
tener una respuesta a las grandes preguntas básicas existenciales. Pero
ello es imposible. Como veremos a continuación, sucede en la práctica
que...

¡Todos tienen alguna respuesta!


Con nuestra propia vida, todos contestamos implícitamente de
alguna manera. Nuestra forma de vida, lo queramos o no, lo sepamos o
no, siempre obedece a una cosmovisión, a un paradigma, a un sistema
implícito de creencias. La mayoría de la gente que afirma no preocuparse
por estas cuestiones, en realidad obedece inconscientemente al paradig-
ma de vida propuesto por la educación, los medios masivos de comuni-
cación y la publicidad. Cuanto más explicitemos nuestra forma de ver
el mundo, o sea, cuanto más la iluminemos con la luz de la conciencia,
más seremos nosotros dueños de ella y no ella dueña de nosotros.
Por otra parte, las distintas culturas han desarrollado disciplinas
específicas que intentan encontrar respuestas explícitas a los grandes in-
terrogantes básicos de su situación fáctica. En Occidente fueron tomando
la forma de la Ciencia, la Filosofía, la Religión y la Espiritualidad,
cuyas propuestas analizaremos en los capítulos siguientes.
b) Intentos de respuesta en occidente

Capítulo 3:
la ciencia

“La materia ha alcanzado el punto de


comenzar a conocerse a sí misma. [El ser
humano] es el modo que tienen las estre-
llas de conocer a las estrellas”.
George Wald12

La ciencia occidental y las grandes preguntas existenciales básicas


Definición de “ciencia”.
La Ciencia (del latín “scire”, “saber), se constituye en Occidente como
un modo de conocimiento que aspira a formular mediante un lenguaje
unívoco y preciso las leyes que rigen el funcionamiento de los fenó-
menos.

Lenguaje unívoco:
El lenguaje de las distintas ciencias es unívoco, pues cada término
utilizado debe tener un y sólo un significado. Un ejemplo de afirmación
científica podría ser el siguiente:

“El planeta Tierra se formó hace 4.500 millones de años”.

Aquí la palabra “Tierra” y la palabra “año” tienen cada una un solo


significado bien preciso.
(“Tierra”: tercer planeta del sistema solar, “Año”: unidad de tiempo
compuesta por 365 días, salvo cada cuarto año, que tiene 366).
Si consideramos, en cambio, la afirmación siguiente:

12
Citado por Russell, Peter: From Science to God; p. 4.
26 Ana Jachimowicz

“El divino susurro nos dice: ‘Eres divin@’”. (Meister Eckhart, Alema-
nia, s. XIII),

Vemos que existe una polisemia (pluralidad de significados posi-


bles). Por lo tanto, no puede ser una afirmación científica. Sin embargo,
es el tipo de afirmación que podría estar respondiendo a alguna de las
grandes preguntas existenciales básicas, porque habla de nuestra relación
con la causa del universo.
Y ello es así porque, para hablar de la totalidad de lo real, como
lo piden las grandes preguntas básicas existenciales, necesitamos un
lenguaje más rico que el lenguaje unívoco.
La guía telefónica es un ejemplo clarísimo de lenguaje unívoco. Ahí
cada palabra tiene un solo significado. Y así debe ser: de lo contrario,
generaría confusión y no cumpliría su cometido. Pero a su vez, y por el
mismo motivo, resulta insuficiente para abordar las grandes preguntas
básicas existenciales.
Al poder sugerir una pluralidad de significados, o varios niveles de
lectura, el lenguaje polisémico posee una riqueza apta para transmitir
algo que supera al propio lenguaje. Cada generación y cada cultura le irá
descubriendo nuevos significados, sin que pierdan validez los anteriores.
Se trata de un uso del lenguaje destinado a transmitir una vivencia, más
que una información.
El lenguaje unívoco que debe utilizar la Ciencia resulta insuficiente
para dar cuenta de cuestiones acerca de la totalidad de lo existente.

Los fenómenos:
Del griego “fainomai”, “aparecer”: “lo que aparece”.13 La ciencia
se ocupa de estudiar “lo que aparece”, lo visible, lo “observable”, lo
perceptible.
Los fenómenos (por ejemplo, un rayo, el funcionamiento de un ór-
gano, etc.) no muestran la causa de su propia existencia (la causa de su
propio “aparecer”).

13
De allí proviene también la palabra “fantasma” (“aparecido”, “aparición”).
27
Dios Adentro y dios afuera

Las respuestas a las grandes preguntas básicas pertenecen a un


ámbito que no es el de los fenómenos, de lo que aparece, sino al ámbito
de la causa de su aparición. Nada de lo que aparece puede dar cuenta
de sí mismo. Como ya dijo Antoine de Saint-Exupéry, “lo esencial es
invisible a los ojos”.
Por otro lado, la totalidad del universo tampoco podrá ser jamás un
fenómeno para nosotros, seres finitos (debido a nuestra propia finitud, no
se nos puede aparecer, no puede ser un objeto de estudio para nosotros).
Sin embargo, no podemos dejar de plantearnos las grandes preguntas
existenciales básicas, que requieren respuestas de totalidad.
Los grandes “por qué”, que aparecen en las preguntas existenciales
básicas, caen fuera del ámbito de lo fenoménico, propio de la Ciencia.

Ciencia y totalidad
Cada ciencia, como por ejemplo la Matemática, la Física, la Quí-
mica, la Biología, la Psicología, la Sociología, la Antropología, etc., se
ocupa de un sector del universo.
Para ello define su objeto de estudio, diseñando un método adecua-
do para su abordaje. La palabra “método” proviene del griego metá odós,
“camino hacia”. El método de cada ciencia indicará el camino que hay
que tomar en cada caso para conocer el objeto propio de esa ciencia.
Por ejemplo, la Matemática estudia los entes ideales del tiempo (nú-
meros), del espacio (entes geométricos) y de la razón (Lógica). La Física
y la Química se ocupan de la estructura íntima de los entes materiales.
La Biología estudia los seres vivos. La Psicología estudia la conducta
humana.
Cada sector de la realidad pide un método de abordaje particular
para acceder a él. No sería pertinente, por ejemplo, estudiar la conducta
humana con los métodos de la Física, o a los seres vivos con los métodos
de la Matemática…
Y nuevamente llegamos al punto de la totalidad: las grandes pregun-
tas básicas existenciales se refieren a la totalidad de la realidad.
28 Ana Jachimowicz

A la Ciencia, por definición, no le corresponde resolver cuestiones


que involucren la totalidad de lo existente. Éstas exceden el campo de
acción de cualquier ciencia particular. Desde el estudio de los entes ma-
teriales (Física o Química), por ejemplo, no puedo responder preguntas
que comprometan todos los niveles de realidad, como las ya menciona-
das.
En muchas circunstancias, se pretende demostrar desde la Ciencia,
la existencia o inexistencia de Dios, el sentido o sin sentido del universo,
o se considera al azar como principio último rector del universo. Por
el prestigio que posee la Ciencia en Occidente hoy en día como único
método de llegar a la verdad, mucha gente cree de buena fe en sus con-
clusiones acerca de estos temas, cuando, en realidad, estos exceden su
ámbito de acción.
Dado que cada Ciencia en particular estudia un determinado
sector de la realidad, cualquiera de ellas resulta inadecuada para
dilucidar cuestiones relativas a la totalidad de lo existente.

Instrumentos de conocimiento
La Ciencia occidental ha optado, desde el siglo XVII, por aceptar
como instrumentos válidos para su estudio sólo dos facultades huma-
nas: la información sensorial y la razón. Pero existen otras facultades
humanas que son fuente de conocimiento: la imaginación, la intuición,
la creatividad, los sueños, las vivencias corporales.
La Ciencia no las acepta como fuentes válidas de conocimiento, a
pesar de que muchos científicos, como Descartes14, Newton (el episodio
de la manzana) o Mendeleiev (vio la tabla de elementos en un sueño), los
mencionan como determinantes en sus descubrimientos.

“La tarea principal del físico es abocarse a encontrar, mediante la


pura deducción, esas leyes elementales, lo más generales posible, con
que configura su imagen del mundo. No hay camino lógico que lleve a

14
De Sacy, Descartes par…, pp. 59-69.
29
Dios Adentro y dios afuera

esas leyes fundamentales. Debemos dejarnos conducir por la intuición


(…)”.
La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel
sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y
ha olvidado el regalo.

Albert Einstein, Alemania, s. XX15

Las grandes preguntas acerca del sentido del universo, de la vida


y de nuestra propia existencia son preguntas holísticas16, pues involu-
cran la totalidad de la experiencia. Por lo tanto, resulta más creíble que
puedan ser contestadas desde un uso integral de nuestras facultades, que
limitándonos a sólo dos de ellas.
Los investigadores actuales de las funciones cerebrales han des-
cubierto17 que el análisis, el control, el intelecto, la razón, el poder, la
precisión y similares se localizan principalmente en el hemisferio ce-
rebral izquierdo18, mientras que en el hemisferio cerebral derecho se
ubican la intuición, la creatividad, la corporalidad, la imaginación y la
multiplicidad de niveles y de significado, entre otros.
La Ciencia occidental utiliza principalmente los recursos del hemis-
ferio cerebral izquierdo. ¿Por qué dejar de lado los que pone a nuestra
disposición el hemisferio cerebral derecho, como la imaginación, la
corporalidad, la intuición, la creatividad o los sueños? Todos los inves-
tigadores coinciden en que la especie humana está utilizando apenas
una ínfima porción de su capacidad cerebral, y que la conciencia de
vigilia actual es sólo la punta del iceberg del desarrollo pleno de sus
potencialidades.
La Ciencia suministra valiosos aportes para los aspectos cuanti-
ficables de nuestra vida, en los que reinan la razón y la información
sensorial. Pero a la hora de buscar respuestas a las grandes preguntas

15
Einstein, A., Mi Visión…, p. 147.
16
Del griego “holos”: “totalidad”.
17
Ferguson, M., La Conspiración…, pp. 339 y ss.
18
En los diestros (derecho, en los zurdos).
30 Ana Jachimowicz

básicas existenciales no podemos darnos el lujo de despreciar los demás


recursos con los que el universo nos ha dotado. Requeriremos un uso
más integral de nuestras facultades.
Las cuestiones holísticas requieren un uso holístico de nuestras
facultades.

El cómo y el porqué
Según la última teoría cosmológica en vigencia, el universo físico se
originó hace unos 14.000 millones de años a partir de energía supercon-
centrada, en una explosión que se dio en llamar el “Big Bang”.

“La mayoría de los cosmólogos actuales considera que el Universo


comenzó entre 8 y 15 mil millones de años atrás como una zona de
energía pura incomparablemente caliente y extremadamente compacta.
Intensas presiones internas provocaron que el Universo se expandiera
muy rápidamente, creando el Big-Bang. A medida que se expandía, el
Universo comenzó a enfriarse, condensándose en partículas elemen-
tales: electrones, positrones, fotones y neutrinos. Al enfriarse aún más,
estas partículas establecieron relaciones estables unas con otras, dan-
do origen a los átomos más simples: hidrógeno y helio. Había nacido
la materia”.
Peter Russell, contemporáneo, EE.UU.)19

Es importante tomar conciencia de que esto constituye una descrip-


ción de cómo se originó este universo físico, pero no porqué. La Ciencia
nos informa acerca de cómo suceden las cosas, pero no porqué.
Y esto nos sucede con todos los conocimientos científicos. Por
ejemplo, la Anatomía describe cómo son nuestros órganos corporales,
pero no porqué son así y no de otra forma. ¿Por qué nuestros dedos son
múltiplos de cinco y no de tres? ¿Por qué tenemos un eje de simetría
externo que no se respeta interiormente? ¿Por qué cambiamos nuestros
dientes una sola vez en la vida y no varias? ¿Por qué no tenemos dientes
de crecimiento continuo como los roedores?

19
Waking Up…, pp. 5-7.
31
Dios Adentro y dios afuera

El porqué sigue siendo tan ignoto antes como después de la in-


vestigación científica, simplemente porque pertenece a otro plano de
indagación. Y son precisamente las dimensiones del porqué y del para
qué, más que las del cómo, las que interesan a las grandes preguntas
existenciales básicas. Esta distinción no es nueva. Ya Platón (Grecia, s.
V a. C.), en su diálogo Fedón, presenta a Sócrates quejándose de que el
enfoque científico de Anaxágoras no explicita las verdaderas causas de
las cosas.20
Reconocer esta distinción no significa quitarle validez a la Ciencia:
saber cómo funciona la realidad es muy importante para movernos en
este mundo: es una de las facultades con las que ha sido dotado el ser
humano y como tal debe ser usada. Muy por el contrario, debemos
darle validez absoluta en su propio plano, evitando las siempre dañinas
e inútiles interferencias entre Ciencia y Religión, como, por ejemplo,
las condenas de la Iglesia Católica respecto a la teoría heliocéntrica de
Galileo o a la teoría evolucionista de Darwin, o, a la inversa, la conde-
na de la Religión por parte de la Ciencia, como aquel cirujano francés
positivista del siglo XIX que dijo: “El alma no existe porque nunca la
encontré debajo de mi bisturí”.21
Ni la Ciencia puede pronunciarse acerca del sentido o no sentido del
universo, o de la existencia o inexistencia de Dios, ni la Religión o la
Mística deberían inmiscuirse en cuestiones científicas.

20
Platón, Fedón, 98c-99b.
21
De una clase del Prof. Lipschutz en el Collège Franҫais (1966).
Capítulo 4:
la filosofía

“Sabemos algo por experiencia, o


no lo sabemos realmente”.
David Steindl-R ast,
monje benedictino contemporáneo

La Filosofía: origen y etimología


Nacida, al igual que la Ciencia, en la Grecia pre-clásica, la Filosofía
se preocupa por las grandes preguntas básicas existenciales y por las
cuestiones relativas a la totalidad de lo existente.
Compuesta por los términos griegos “filéo” (amo) y “sofía” (sabi-
duría), se define etimológicamente como “amor a la sabiduría”. La
Filosofía occidental comenzó preguntándose por los grandes porqués del
universo, de la vida y de la especie humana, para luego ir evolucionando
hacia la tarea de definir la esencia de las cosas.

La Filosofía como búsqueda de la esencia de las cosas


La Filosofía se enfrenta a lo que hay e intenta captar su esencia
íntima, definirlo, enunciar sus rasgos característicos, ponerle nombre,
como Adán nombrando a los animales que Dios hacía desfilar ante él
en el relato del Génesis.22 Pero Adán no había creado los animales ni la
facultad de nombrar que estaba utilizando.
La Filosofía busca definir la esencia de lo que hay, respondiendo
a la pregunta “¿Qué es?”. La esencia de una cosa es el conjunto de
características que hacen que una cosa sea lo que es y no otra cosa. La
esencia de una mesa, por ejemplo, no consiste en su color, el número de

22
Génesis, II, 19.
33
Dios Adentro y dios afuera

sus patas, o su material, etc., sino en su función utilitaria de “superficie


elevada para apoyar objetos”.
Veamos, a modo de ejemplo, algunas definiciones célebres de la esencia
del ser humano:

“El hombre es un bípedo implume” (Platón, Grecia, s. V a. C.)


“El hombre es un animal racional” (Aristóteles, Grecia, s. IV a. C.)
“El hombre es una máquina” (Julien Offray de la Mettrie, Francia, s.
XVIII)23
“El hombre es un animal simbólico” (Ernst Cassirer, Alemania, s.
XX)24

En los diccionarios encontramos colecciones de definiciones de las


esencias de las cosas.
La Filosofía, entonces, se ocupa de definir las esencias de los
grandes conceptos generales que determinan nuestras vidas. ¿A qué
aludimos cuando decimos “ser humano”? ¿A qué aludimos cuando de-
cimos “verdad”? ¿A qué aludimos cuando decimos “belleza”, “ bien”,
“justicia”, “libertad”, “alma”, “ser”, etc.?
En última instancia, la Filosofía se ocupa de los significados de las
palabras, o sea de los conceptos. Es una reflexión sobre el propio uso del
lenguaje, sobre la propia capacidad humana de conceptualizar.
Una vez definidos los conceptos generales de un ámbito determi-
nado, la Filosofía intenta relacionarlos correctamente entre sí. Para ello
utiliza la razón –analítica, lógica o dialéctica–, función que hoy se atri-
buye al hemisferio cerebral izquierdo (en los diestros).

¿Qué es “razonar”?
La razón realiza un procedimiento que se denomina, valga la re-
dundancia, “razonamiento”. “Razonar” consiste en, partiendo de una o

23
Citado por Abbagnano, Historia de la Filosofía, Vol. 2, p. 374.
24
Winkler y Schweikhardt, El Conocimiento…, pp. 15 a 17.
34 Ana Jachimowicz

más proposiciones denominadas “premisas”, obtener otra denominada


“conclusión”.
Ejemplo 1: Todos los hombres son mortales
Sócrates es hombre
------------------------- (POR LO TANTO)
Sócrates es mortal

En este ejemplo, los datos de las premisas fueron suministrados a la


razón a través de la observación empírica.
Ejemplo 2: Dios castiga a los que obran mal.
Yo obré mal
------------------------– (POR LO TANTO)
Dios me castigará

En este ejemplo, los datos de las premisas fueron suministrados a la


razón por la fe –en el caso de la primera premisa, una creencia–, y en el
caso de a segunda premisa, por una percepción interna.
Ejemplo 3: Los escoceses son alcohólicos
Juan es escocés
----------------------- (POR LO TANTO)
Juan es alcohólico

En este ejemplo, los datos de las premisas fueron suministrados a


la razón: en el caso de la primera premisa: por un prejuicio, y en el caso
de a segunda premisa: por una observación empírica.
Ejemplo 4: Los animales con alas son aves
Los canarios son animales con alas
----------------------- (POR LO TANTO)
Los canarios son aves
35
Dios Adentro y dios afuera

En este ejemplo, los datos de las premisas fueron suministrados a la


razón: en el caso de la primera premisa, por una definición, y en el caso
de a segunda premisa, por una observación empírica.
Razonar es procesar información. Pero esta información, a sa-
ber, los datos que figuran en las premisas, le es dada a la razón por
otra facultad que no es ella misma.
Cuando hacemos afirmaciones generales acerca del universo, no
las hacemos desde la razón (que sólo procesa información), ni de la
percepción sensorial (que jamás podría abarcar la totalidad de lo exis-
tente). Sin embargo, en su historia, el ser humano jamás se ha privado de
hacer grandes afirmaciones acerca de la naturaleza última de la realidad.
Veamos algunas.

Algunas grandes escuelas filosóficas de Occidente


Veamos las premisas a partir de las cuales se construyen algunos de
los grandes sistemas filosóficos de Occidente.
 No hay ningún saber firme, ni puede encontrarse nunca una opinión
absolutamente segura. (Escepticismo)
 No se puede cambiar el destino, por lo tanto no hay que luchar inú-
tilmente contra él. (Estoicismo)
 Todo conocimiento se basa en la experiencia sensible (Empirismo).
 Todo conocimiento proviene de la razón. (Racionalismo)
 Toda realidad es de carácter corporal o material. (Materialismo)
 Toda realidad está constituida por ideas de una conciencia. (Idealis-
mo)
Cada sistema filosófico postula distintas premisas acerca de la
naturaleza última de la realidad: estos puntos de partida no están de-
terminados racionalmente, sino por opinión, intuición, preferencia,
imaginación o fe. Nuestra concepción acerca de la índole total de la
realidad no es de origen racional: constituye más bien la materia prima
que la razón luego trabajará y ordenará.
36 Ana Jachimowicz

La razón puede construir bellísimos edificios a partir de premisas, pero


no puede garantizar la verdad de dichas premisas. Optar por una de
ellas en detrimento de sus contrarias proviene de una elección extra-
racional.

Diversidad de los sistemas filosóficos


La historia del pensamiento filosófico occidental nos ofrece un aba-
nico de titánicos esfuerzos intelectuales para explicar el universo, desde
muy diversas perspectivas, muchas veces contradictorias entre sí.

“Aprendí, ya estando en el colegio, que no podríamos imaginar nada


tan extraño y poco creíble que no haya sido dicho por algún filósofo”,

escribió el mismísimo Descartes –quien se consideraba a sí mismo un


científico antes que un filósofo.25
Hay infinidad de respuestas en Filosofía acerca de la naturaleza
última de la realidad. ¿Cómo elijo entre ellas? Si la misma razón me
permitiera elegir una de ellas, no habría tantas divergencias: ¡todos los
filósofos estarían de acuerdo! Por lo tanto mi elección, que siempre hago
pues la vida misma me obliga a ello, debe provenir de otra fuente.

Un ejemplo de autocrítica de la razón: las antinomias kantianas


Hemos visto que los distintos sistemas filosóficos parten cada uno
de distintas definiciones acerca de qué es el universo en su totalidad, o
sea acerca de la esencia del universo.
Kant (Prusia, s. XVIII) enumera cuatro afirmaciones referidas a
la totalidad de lo existente, e intenta demostrarlas por el uso del puro
razonamiento. Dos de ellas nos interesan especialmente.
• Una afirma: “El mundo tiene un comienzo en el tiempo y con respecto
al espacio, está encerrado también en límites”.26

25
Discours de la Méthode, segunda parte, en Descartes, Oeuvres et…, p. 136.
26
Kant, Crítica de la…, vol. II, p. 144.
37
Dios Adentro y dios afuera

• La otra: “Es propio del mundo algo que, ya sea como parte o como
causa, es un ente necesario”.27
Kant, con su rigor y honestidad característicos, encuentra que puede
demostrar racionalmente cada una de ellas, ¡pero también su contraria,
su antinomia!, o sea:
 “El mundo no tiene un comienzo en el tiempo y con respecto al es-
pacio, no está encerrado en límites”.
 “No es propio del mundo algo que, ya sea como parte o como causa,
sea un ente necesario”.
Concluye que la razón resulta insuficiente para hacer afirmaciones
acerca del mundo en su totalidad.
¿Existe en el universo un ser necesario, verbigracia, Dios? Aunque
la respuesta a esta pregunta puede transformar radicalmente nuestra
vida, la razón sola no puede ayudarnos a contestarla: ya hemos visto
que Kant demuestra racionalmente tanto a ella como a su contraria.
Entonces, ¿cómo tomar una decisión al respecto?

La razón forma parte del misterio

“Es preciso conocerle, pero no por la ciencia, la inteligencia, la imagi-


nación, la sagacidad, los sentidos, la visión exterior, la visión interior,
la comprensión o el razonamiento (…) No es posible comprender la
Unidad desde la dualidad”. (Ibn-Al-Arabi, España, Ss. XII y XIII)28

La facultad humana de la racionalidad forma parte del misterio de la


existencia que intentamos dilucidar, y no se puede explicar algo usando
como instrumento aquello mismo que se intenta explicar.
La pura razón se encuentra siempre ya actuando, siéndole inacce-
sible su propio fundamento. Es una parte de esa totalidad que intenta
explicar.

27
Kant, Crítica de la…, vol. II, p. 163.
28
Ibn Arabi, Tratado de…, pp. 17-18.
38 Ana Jachimowicz

¿Dónde buscar las certezas?


Existe una afirmación, que, con sólo enunciarla, hace existir al ob-
jeto del cual habla. Se trata de la afirmación: “Existo”.
La certeza del propio existir proviene de una vivencia existencial
directa. Para nosotros los seres humanos, las únicas cosas que dan razón
de su propia existencia son las vivencias.

Filosofía, amor y sabiduría


El término griego “sofía” significa “sabiduría”. El misterioso maes-
tro griego Pitágoras (s. VI a. C.) creó el término “filosofía” al decir que
él no era un sabio acabado, sino “tan sólo” un amante de la sabiduría,
un “fileo-sofos”.29
El término “amar” la sabiduría sugiere una relación personal, afec-
tiva y aún corporal con ella. Esto no es tan descabellado como parece:
el Antiguo Testamento utiliza el mismo término (ladaat) para significar
“conocer” y “tener una relación íntima”. El verdadero conocimiento
implica un compromiso corporal y afectivo.

Uso integral de nuestras facultades

“El corazón tiene sus razones que la razón desconoce”. (Blas Pascal,
Francia, s. XVII)30

Además de pensar, analizar y estudiar las grandes cuestiones fi-


losóficas mediante la facultad de la razón, ¿por qué no usar todos los
maravillosos instrumentos con que la Vida nos ha dotado para amar y
celebrar a Sofía de mil maneras? Si el mundo no es puramente racional,
¿por qué pensar que la razón será suficiente para develar su misterio?

29
El verbo griego “fileo” significa “yo amo” o “amar”. ¿Por qué no dar una vuelta de
tuerca e interpretar la palabra “filosofía” partiendo del último sustantivo, como se hace nor-
malmente? Esto nos daría “sabiduría del amor” o “sabiduría del yo amo”? Después de todo,
Pitágoras era un maestro cuyos mensajes pueden tener, como todo lenguaje de sabiduría, varios
niveles de lectura. ¿No abre esta definición insospechadas perspectivas?
30
Pascal, Pensamientos, p. 162.
39
Dios Adentro y dios afuera

Además de la facultad de la razón, la Vida nos ha dotado del cuer-


po, la imaginación, los sueños, el arte, la intuición, la creatividad, la
capacidad de relacionarnos con los demás y con el mundo, el trabajo, la
meditación, la visualización, etc.
¿Qué pasaría, si además de razonarla y escribirla, danzáramos,
cantáramos, visualizáramos, jugáramos, expresáramos corporalmente,
fotografiáramos, poetizáramos, dramatizáramos, imagináramos, pintára-
mos, esculpiéramos, mitologizáramos, ritualizáramos o transformáramos
en servicio a la Sabiduría?
En su escuela, el propio Pitágoras utilizaba rituales, o sea movi-
mientos corporales simbólicos significativos, poesía, música y elementos
de la Naturaleza, además del intelecto.
Quizás la Sabiduría pueda no sólo ser “conocida” y “expuesta”, sino
también disfrutada, vivenciada y llevada a la vida cotidiana. Quizás
las respuestas a los grandes problemas filosóficos no sólo se “contesten”,
sino también se “vivan”. ¿Quizás, además de “com-prender” (asirla
para nosotros mismos), podamos “com-partir” la Filosofía (vivirla en
comunidad)?
Lo que hace que resonemos más con el escepticismo o con el es-
toicismo, con el racionalismo o con el empirismo, con el idealismo o
con el materialismo, o con cualquier sistema filosófico, será, en última
instancia, la vivencia interior que determina qué premisa acerca de la
realidad nos resuena más, con qué cosmovisión nos sentimos identifica-
dos. Y dicha vivencia interior se fundamenta en la totalidad de nuestra
experiencia vital.
La Espiritualidad de la Creación postula que, si hemos de contes-
tar las grandes preguntas existenciales básicas, es mucho más probable
que lo logremos mediante el uso integral de todas las facultades con las
que hemos sido dotados, que utilizando sólo una de ellas.

La Filosofía como guardavallas contra lo irracional


La Filosofía refleja el denodado esfuerzo del espíritu humano por
acceder a la verdad por medio del uso correcto del lenguaje y de la ra-
zón. Es la gran clarificadora y ordenadora del pensamiento humano.
40 Ana Jachimowicz

Nos ayuda a expresarnos con precisión y a no caer en contradiccio-


nes.
En lo que hace a los interrogantes últimos, hemos visto que la razón
queda “demasiado chica” para contestarlos: las respuestas que buscamos
son suprarracionales, superan a la razón. Pero, atención, eso no signi-
fica que no deban pasar la prueba de la razón en nuestra vida cotidiana.
Nuestra vida cotidiana, nuestra Ciencia y nuestra Filosofía deben seguir
rigiéndose por la razón, cuya función es precisamente ésa: ayudar a
movernos en el mundo manifestado.
La Filosofía es nuestro gran “guardavallas” racional en nuestra
búsqueda de respuestas suprarracionales, evitando que caigamos en
conductas irracionales que pueden resultarnos tóxicas en nuestra vida
cotidiana.
Capítulo 5:
las grandes religiones institucionales

“Los cultos de las distintas religiones,


/ que son como otros tantos pequeños
arroyos, / avanzan juntos para encontrar-
se con Dios, que es como el océano”.
R ajjab, discípulo de Dadu Dayal,
India, s. XVII)31

La Religión: etimología del término y rol en Occidente


La respuesta institucionalizada que ofrece Occidente para los gran-
des interrogantes últimos consiste en las distintas religiones. Etimoló-
gicamente, el término “religión” proviene del latín “religare”: religar,
vincular, atar.
Las religiones en Occidente ofrecen a sus fieles:
 Respuestas explícitas a los grandes interrogantes básicos,
 Caminos de acción
 Comunidades de pertenencia.

La Religión como actitud interior


Zaniah32 define a la religión como una “actitud que el ser humano
adopta frente a un poder sobrehumano, del cual se siente depender
como criatura suya”.
Desde una perspectiva interna, la religación hace referencia, al igual
que el término “yoga”33, al sentimiento de vínculo entre el alma indi-
vidual y el poder fundante del universo. Podríamos nombrarla también
como “espiritualidad” o “religiosidad”.

31
Fox, Matthew, One River…, p. 18.
32
Diccionario Esotérico, Ed. Kier, artículo “religión”.
33
En sánscrito, “unión”.
42 Ana Jachimowicz

“Mi corazón es capaz de comprender cualquier forma. / Un claustro


para el monje, un templo para los ídolos, / pasto para las gacelas, la
Caaba para el devoto, / las tablas de la Torá, el Corán. / El amor es mi
credo; dondequiera que vayan sus camellos, él sigue siendo mi creador
y mi fe”. (Ibn-al-Arabi, España, S. XII y XIII)34

La Religión como actitud exterior


Desde una perspectiva externa, las religiones aparecen como co-
munidades de personas “religadas”, vinculadas entre sí por prácticas,
creencias y normas de conducta comunes.

Elementos Constitutivos Mínimos De Las Comunidades Religiosas


Occidentales:
En Occidente, para que podamos caracterizar una comunidad como
religiosa, deberá incluir los elementos siguientes:
• Escrituras fundacionales, consideradas sagradas por ser palabra di-
recta de Dios.
• Cultos de adoración a la divinidad.
• Ritos de pasaje.
• Un sistema de creencias completo y cerrado que el fiel debe aceptar
para pertenecer a la grey.
• Normas de conducta para la vida cotidiana.
• Profesionales del culto y del rito “que saben”, actuando en consecuen-
cia como conductores de las ceremonias y muchas veces hasta como
intermediarios entre los fieles y la divinidad.

Fundadores y seguidores
Tradicionalmente, se considera a Moisés, Jesús y Mahoma como los
fundadores de las tres grandes religiones monoteístas de Occidente.

34
Ibn Arabi, Tratado…, p. 9.
43
Dios Adentro y dios afuera

Los fundadores manifiestan haber tenido una relación personal con


el poder suprahumano creador, en la cual le fueron develados, por ex-
periencia personal directa, conocimientos acerca del alma y del mundo,
normas de acción moral y reglas para la práctica de ritos y cultos.
El fuerte impacto de estos fundadores sobre sus contemporáneos
y sus seguidores generó en estos últimos la motivación de preservar,
comunicar y transmitir a las generaciones futuras este tesoro de cono-
cimiento iluminador, evitando la distorsión y el olvido.
Muchas veces, en su fervor, admiración y respeto por el mensaje
del fundador, los seguidores se atuvieron más a la letra que al espíritu
de sus enseñanzas.

Crítica a las grandes religiones institucionalizadas de Occidente


Las grandes religiones de Occidente ofrecen, por cierto, respuestas
a los interrogantes básicos existenciales. Pero, lamentablemente, han
incurrido en cuatro condiciones que suelen desalentar al buscador es-
piritual:

1) Información desde una autoridad


Los fundadores obtuvieron las respuestas a las grandes preguntas
básicas existenciales a través de una vivencia personal de unión con la
Fuente Última.
Pero el modo de transmisión de dichas respuestas a los fieles en las
instituciones religiosas occidentales ya no es vivencial, sino informa-
tivo. Alguien “que sabe” cómo deben interpretarse las enseñanzas del
fundador vuelca esta información a alguien que “no sabe” y que debe
aceptarlo. Todo el proceso de transmisión está basado en el criterio de
autoridad.

2) Dogmatismo
Un dogma es una afirmación presentada como verdad absoluta. En
las grandes religiones de Occidente, es el modo de presentación de sus
44 Ana Jachimowicz

creencias. Cada religión organizada presenta sus dogmas como revela-


ciones divinas incuestionables.35 La “ortodoxia” es el cuerpo doctrinario
aceptado por una determinada religión, mientras que la “heterodoxia” se
integra con las afirmaciones doctrinarias no aceptadas.
Resulta significativo señalar, sin embargo, que, etimológicamente,
la palabra “dogma” proviene del griego doxa, “opinión”. Los “dogmas”
son, en realidad, “opiniones”. La etimología revela que, mientras que el
término “orto-doxia” significa, como era de esperar, la opinión recta
o correcta, “hetero-doxia”, sorprendentemente, no significa “opinión
incorrecta”, sino “la opinión del otro”.
Si un número significativo de personas no acepta una determinada
ortodoxia, se provoca un cisma entre los distintos dogmatismos, sur-
giendo otra religión con frecuencia enfrentada a la primera, generando
tensiones, conflictos e inclusive guerras.
La Ciencia no acepta el dogmatismo. El pensamiento científico no
acepta afirmaciones que no se puedan verificar por la razón o los sen-
tidos.
El desarrollo acelerado de la Ciencia en Occidente comenzó en el
siglo XVII con la Revolución Científica.
A partir de allí, se produce un distanciamiento cada vez mayor entre
la Ciencia y la Religión. En consecuencia, también se fueron alejando
de la Religión las personas “pensantes” para quienes la Ciencia era el
paradigma de la obtención de conocimiento verdadero.

3) Fundamentalismo
Pero el pecado mayor, a mi entender, en que han incurrido los
grupos dominantes de la mayoría de las religiones organizadas, es el
del fundamentalismo. El fundamentalismo es la creencia de que una
determinada religión (la profesada por el fundamentalista, obviamente)
es la única poseedora de la verdad, mientras que las demás están en el
error.

35
Resulta interesante señalar, sin embargo, que el propio Tomás de Aquino, el Doctor
Angelicus de la Iglesia Católica, observa que un dogma podría ser falso, en cuyo caso lo de-
nomina “dogma perversum”. (Ferrater Mora, Diccionario…, entr. “Dogmatismo”).
45
Dios Adentro y dios afuera

En el caso del Judaísmo, el fundamentalismo se ha basado en la


exacerbación del concepto de “pueblo elegido”, al punto de fomentar la
“no contaminación” sanguínea y el aislamiento racista.
En el caso del Catolicismo, el concepto del “pecado original” carga
a todos los seres humanos, por el solo hecho de serlo, con la culpa del
pecado del primer ser humano, Adán. La redención de dicho pecado se
logra mediante sacramentos que sólo la Iglesia Católica puede adminis-
trar. Caso contrario, la persona está condenada al infierno por toda la
eternidad. La salvación del alma se encuentra en manos de una única
institución.
Si consideramos el Islam, la noción de “jihad” (guerra santa) –deber
religioso de expandir el Islam aun por medio de la guerra– ha sido his-
tóricamente la causa de sangrientos y crueles enfrentamientos con el fin
de eliminar físicamente a quienes no compartían la misma religión.
Y en cuanto al propio término de “fundamentalismo”, proviene de
un movimiento conservador originado en el Protestantismo milenarista
norteamericano del siglo XIX. Éste propiciaba como fundamental para
el cristianismo la interpretación literal de las Escrituras y su infalibilidad
absoluta como única fuente de verdad espiritual.
La postura fundamentalista ha generado, según el caso, movimien-
tos misioneros por la persuasión o por la fuerza (Catolicismo, Islam,
Protestantismo), o el aislamiento endogámico (Judaísmo).

4) Compromisos
Al ser la necesidad espiritual tan importante para los seres humanos,
éstos otorgan un gran poder a las instituciones religiosas. Este inmenso
poder ha sido muchas veces mal usado por las grandes religiones orga-
nizadas de Occidente, que se permitieron contraer compromisos con los
poderes económicos y políticos de la sociedad, terminando por prostituir
o traicionar los valores espirituales originarios.
Como ejemplos históricos de dichas actitudes, podemos citar a los
distintos sacerdotes de todas las religiones que bendicen armas durante
los conflictos.
46 Ana Jachimowicz

Conclusión
Todas estas actitudes no sólo no favorecen, sino que a mi entender
más bien perjudican toda búsqueda espiritual auténtica. Al coartar el
libre pensamiento y la libre vivencia de los fieles, fomentan en éstos una
actitud dependiente y temerosa, que dificulta o imposibilita las auténti-
cas vivencias espirituales.

“El dios de los hindúes reside en un templo, / el dios de los musulmanes


reside en una mezquita. / ¿Quién reside allí / donde no hay templos ni
mezquitas?” (Kabir, India, s. XV)36

“¿Recuerdas cuando no tenías ninguna religión?


¿Recuerdas cuando todo lo que tenías era a Él?”
Rumi, Turquía, s. XIII37

36
Citado en Fox, M., One River… p. 17.
37
Rumi, En brazos…, p. 77.
Capítulo 6:
la espiritualidad

“Muéstrame una casa / donde no


brille Su luz.
Muéstrame un jardín / donde no
florezca Su gracia”.
Rumi, Turquía, s. XIII38

Las espiritualidades y las grandes preguntas existenciales básicas


Recordemos algunas de las grandes preguntas existenciales básicas.
¿Por qué hay algo y no más bien nada? ¿Por qué es el mundo así, y no
de cualquier otra forma? ¿Quién soy? ¿Cuál es la causa de mi existencia?
¿Cómo y de dónde surge mi conciencia? ¿Por qué estoy acá? ¿Qué pasa
con mi conciencia cuando muere el cuerpo físico? ¿Tiene sentido mi exis-
tencia y la de toda la humanidad? ¿Tiene algún sentido la existencia del
mundo? ¿Cómo entender lo maravilloso y lo pavoroso que coexisten en él?
¿Existe el universo por alguna causa o es producto del mero azar?
Hemos visto39 que estas preguntas surgen en el ser humano ante el mis-
terio de la existencia, del cambio y de la desaparición. También hemos visto
que todos contestan de alguna forma a estas preguntas, ya sea implícita (con
la propia vida) o explícitamente (con una cosmovisión particular).
Entre los grandes intentos de Occidente por dar respuestas explícitas
a los grandes interrogantes básicos existenciales, hemos mencionado la
Ciencia, que contesta “cómo es” el universo, la Filosofía que se ocupa
del “qué es”, y la Religión, que nos indica “qué creer” y “cómo obrar”.
Pero desde los albores de su existencia, mucho antes de la existen-
cia de la Ciencia o de la Filosofía, el ser humano ha intentado no tanto
hablar acerca del principio fundante, como comunicarse con él. No
tratarlo como un objeto de estudio, sino como un sujeto viviente, un
interlocutor.40
38
Rumi, En Brazos…, p. 68.
39
Cap. 2.
40
Buber, Je-Tu, en La Vie… p. 12.
48 Ana Jachimowicz

El interlocutor
En nuestra experiencia cotidiana, cuando hablamos con alguien, con
una persona, ¿le estamos hablando a su cuerpo? ¿A quién le estamos ha-
blando? A poco que reflexionemos sobre ello, nos damos cuenta de que
estamos dialogando con una presencia que percibimos en los demás,
además de sus cuerpos.
Y si dirigimos nuestra atención hacia nosotros mismos, veremos que
también percibimos una presencia dentro nuestro que constituye nuestro
ser más íntimo, en la cual se origina nuestra intención hacia el otro.
Los místicos avanzan aun más: perciben esta presencia en todos los
seres (incluso en los que denominamos “inanimados”):

“Ninguna criatura carece de vida interior”. (Meister Eckhart)41

Definición de “Espiritualidad”
Llamaremos “Espiritualidad” aquella actitud que percibe en el uni-
verso un interlocutor, una presencia interna manifestándose.
“Dios está aquí
Tan cierto como el aire que respiro
Tan cierto como la mañana
Se levanta
Tan cierto como yo Lo amo
Y Él me ama a mí”.
Dios está aquí (tradición cristiana)
Las distintas Espiritualidades intentan facilitar la vivencia de dicha
presencia fundante del universo, antes que formular respuestas discur-
sivas acerca de ella.
Esa presencia viva que se percibe como animando al universo ha re-
cibido muchos nombres en las distintas tradiciones (Dios, Allah, Jehová,
Viracocha, Saccidânanda, Physis42, fuego viviente43, etc.)

41
Citado por Fox, M. en The Reinvention… p. 300.
42
“Lo que crece”. (en griego)
43
Heráclito
49
Dios Adentro y dios afuera

Nosotros denominaremos a partir de aquí, por convención, “espíritu”


a la presencia vital universal y “alma” a la presencia vital individual.

“Dondequiera que me prosterne, es ante Él. En las seis direcciones, y


fuera de las seis direcciones, está Él”. (Rumi, Turquía, s. XIII)44

Alma y espíritu

“Y el viento de Elohim soplaba sobre las aguas”. (Génesis I, 1)

Según su etimología, el término “espíritu” proviene del latín “spi-


ritus” (“soplo”, “aire”).
El término “alma”, que se utiliza muchas veces como sinónimo de
“espíritu”, proviene del griego “autmé” = soplo, aliento, “atmós” = vapor,
que a su vez provienen del sánscrito “an” = respirar y “âtman” = aliento,
alma. Âtman es el que respira. ¿Y quién respira a través nuestro? ¿Res-
piramos nosotros o somos respirados? ¿Respiramos nosotros o respira
la Vida a través nuestro?
Ambos términos, “alma” y “espíritu” se relacionan con la función
biológica de la respiración, porque desde el comienzo de la civilización,
el ser humano observó la estrecha correlación entre la respiración y la
vida. El ingreso de un bebé a la vida extra-uterina es anunciado por el
llanto, prueba de respiración. Que alguien respire es sinónimo de que
está vivo. Hasta hace cien años, y aún hoy si no se dispone de medios
técnicos más exactos, se comprobaba la vida de una persona colocando
un espejo delante de sus orificios nasales, para ver si se empañaba, o una
pluma, para ver si ésta se movía.
Con la expresión “expirar” como sinónimo de “morir”, los antiguos
expresaban su creencia de que, con el último aliento, el alma abandonaba
el cuerpo.
De allí que, para designar el principio de la vida, se utilizaran tér-
minos asociados a esta función biológica. El alma y el espíritu, como el
aire, son invisibles y sinónimos de vida.

44
Rumi, Rubayats, p. 27.
50 Ana Jachimowicz

“El Espíritu es como el viento que sopla donde quiere. Podés escuchar al
viento, pero no sabés de dónde viene ni adónde va”. (Jesús, en Juan, III, 8)

Algunas definiciones de “Espíritu” desde la filosofía occidental


El Oxford Companion to Philosophy, en su entrada “Espíritu”, lo
define como un “poder inteligente no material”.
Los escolásticos45 de la Edad Media europea definían como “espí-
ritu” a toda realidad inmaterial viviente. Los números, por ejemplo, no
eran “espíritu”, pues, si bien son inmateriales, no son vivientes, mientras
que los ángeles, Dios o el alma, por el contrario, sí podían entenderse
como seres espirituales.
Para Wilhelm G. F. Hegel (Prusia, s. XVIII-XIX), el Espíritu es un
ser vivo, dotado de conciencia, inteligencia y poder, que crea las cosas con
sólo pensarlas. Este Espíritu va evolucionando, se va desarrollando a lo
largo del tiempo. Para ello, se autodespliega, se “autorrealiza”, constitu-
yendo los mundos de la Naturaleza, de la Autoconciencia individual y de
la Autoconciencia Cultural, para culminar en la Autoconciencia Absoluta,
entendida como el propio sistema hegeliano que describe este proceso.
Un árbol sería un ejemplo de ente natural; un ser humano sería un
ejemplo de autoconciencia individual, y un pueblo sería un ejemplo de
autoconciencia cultural.

El concepto de “Espíritu” en la filosofía de la India


Con el término “saccidânanda” las Upanishad46 designan al espíritu
que anima al universo, al que consideran dotado de sat (ser), cit (con-
ciencia) y ânanda (felicidad).
Observando al universo tal como se presenta, podríamos agregarle
al espíritu que lo anima las cualidades de alegría, poder, creatividad,
violencia, equilibrio, prodigalidad, derroche, inteligencia…

45
(De “escuela”) El que enseña en una escuela. Conjunto de sistemas filosóficos que se
inscriben dentro de la ortodoxia de los dogmas católicos.
46
Textos sagrados de la India, compuestos aproximadamente entre el 1500 y el 800 a. C.
51
Dios Adentro y dios afuera

Religión y Espiritualidad
Tanto las religiones como las espiritualidades creen en una realidad
no material que de alguna forma es causa de la realidad material.
Las distintas espiritualidades, sin embargo, comparten una visión
universalista del Espíritu, que no es visto como patrimonio exclusivo
de un sector particular de la humanidad, y consideran la vivencia como
fundamento de la creencia, en lugar de la autoridad o del dogma.

Posturas acerca de la relación Espíritu-mundo:


Existen tres posturas básicas acerca de la relación recíproca en la
que se encuentran el Espíritu (lo divino) y el mundo:
1. Inmanencia: lo divino está dentro del mundo. Ejemplos: el panteís-
mo47: las religiones animistas, el paganismo europeo precristiano, la
filosofía de Baruch Spinoza (Holanda, s. XVII).
2. Trascendencia: lo divino está fuera del mundo. Por ejemplo, la Crea-
ción según la tradición bíblica.
3. Inmanencia-Trascendencia: lo divino está a la vez dentro y fuera
del mundo. Tenemos acá el panenteísmo de las tradiciones de la Es-
piritualidad de la Creación.

“Tierra, agua, fuego, viento, éter, intelecto, intuición, ego, tal es la


óctuple división de lo manifestado. Este forma mi naturaleza inferior;
sabe que existe también, oh Mahabahu, mi naturaleza superior; ésta es
el Principio Superior por el cual es sostenido este universo”. (Bhagavad
Gîtâ VII, 4-5, India, s V-III a. C.)

“Dios se halla en todas las cosas, y Dios opera por medio de todas las
cosas”. (Matthew Fox, teólogo estadounidense contemporáneo)48

47
Del griego “pan” (“todo”) y “theos” (“dios”): “Dios en todo”.
48
Sheldrake & Fox, Ciencia y…, p. 36.
Capítulo 7:
Paradigmas espirituales:
características del saber espiritual

“Nuestra cosmovisión determina el modo en que nos relacionamos


con el mundo en el que vivimos”. (Matthew Fox, EE.UU., contempo-
ráneo)49

Definición de “paradigma”
Un paradigma es un sistema de creencias, valores y preconceptos a
través de los cuales vemos el mundo, seamos o no conscientes de ello. Es
una cosmovisión, un modelo acerca de la totalidad de la realidad o acer-
ca de un sector de ella. Son los “anteojos” a través de los cuales miramos
el universo. Constituyen afirmaciones a priori, previas a la observación
del universo, y constitutivas de ésta (o sea, la determinan).
Denominaremos “espirituales” a aquellos paradigmas que realizan
afirmaciones acerca de la totalidad de lo existente.
Un ejemplo de paradigma espiritual podría ser: “Todo es materia”;
uno de paradigma acerca de la propia vida: “Lo más importante es el
dinero”; un paradigma en geometría podría ser el euclidiano: “El espacio
es plano”.

Clasificación de los paradigmas espirituales


Podemos clasificar los paradigmas que emiten afirmaciones acerca
de la totalidad, según consideren al universo vivo o inerte.
A. Universo Inerte: Paradigmas mecanicistas: el universo es compa-
rable a una máquina gigantesca: es inerte. Nuestros cuerpos también son
máquinas. Presenta tres variantes:
1. Ateísmo. No existe el alma individual ni el espíritu universal. Todo es
materia inerte. Nuestra conciencia es un subproducto de dicha mate-

49
Fox, M., The Reinvention…, p. 74.
53
Dios Adentro y dios afuera

ria. Las conformaciones del universo se producen por azar. Ejemplo:


el materialismo oficial del régimen comunista.
2. Deísmo. Dios está fuera del mundo; lo puso en marcha al comienzo,
dejándolo después librado a su propio funcionamiento. Por ejemplo,
el “Dios relojero” de Isaac Newton (Inglaterra, ss. XVII-XVIII)
3. Teísmo. Existe un espíritu universal trascendente al mundo. El alma
individual existe, pero es de distinta naturaleza que el cuerpo, en-
contrándose encerrada en éste como en una prisión. El cuerpo es una
sustancia ajena, incluso antagónica, del alma. Dios se comunica con
sus criaturas e incluso modifica Su obra, pero siempre desde afuera
del mundo. La tradición bíblica judeo-cristiana oficial ofrece un buen
ejemplo de este paradigma.

“Hay que evitar a toda costa la experiencia del misterio, porque re-
presenta un estado primitivo de la mente, ya superado por el hombre
civilizado. Las nubes, los vientos, el rocío y los relámpagos son simples
fenómenos físicos en los que el científico no encuentra razón alguna
para maravillarse”. (Descartes, Francia, s. XVII)50

B. Universo Vivo. Paradigmas organicistas: el universo es manifesta-


ción y parte de un Espíritu vivo. Se asemeja más a un gigantesco orga-
nismo que a una máquina. El alma, el cuerpo, el universo material y el
espíritu universal son manifestaciones distintas de una misma realidad.
Presenta dos variantes:
1. Panteísmo. El universo y Dios son idénticos. El Espíritu es inmanen-
te al mundo.
En esta categoría podemos ubicar las religiones animistas, el paganis-
mo precristiano, las tradiciones nativas aborígenes, Baruch Spinoza.
2. Panenteísmo. El espíritu universal está en todas las cosas, pero
además las sobrepasa. Dicho de otro modo, el universo es una parte
de Dios, aunque no su totalidad. El Espíritu es a la vez inmanente
y trascendente al mundo. Nuestra alma es una parte de ese espíritu
universal. Podemos ubicar aquí a la Bhagavad– Gîtâ y a Râmânuja

50
Karen Armstrong, Una Historia…, p. 350.
54 Ana Jachimowicz

(India, s. XI). En general, todos los grandes místicos refieren expe-


riencias panenteísticas: experimentar lo divino en todas las cosas,
pero a la vez fuera de ellas.

“El término fue acuñado por K. C. F. Krause (Alemania, s. XIX) en


1828 como una designación para su propia filosofía. Aunque se pueden
rastrear elementos cuasi-panenteístas tan atrás como en las Leyes
de Platón, no es sino hasta el Idealismo alemán del s. XIX (Fichte,
Schelling, Hegel) y la Filosofía procesual de Whitehead (Inglaterra, s.
XX), que el panenteísmo recibe una elaboración sistemática. Charles
Hartshorne, un discípulo de Whitehead, proveyó un análisis teológico
contundente del panenteísmo, basado en la analogía con un organis-
mo (Dios) formado por células individuales semi-autónomas (todos
los elementos constitutivos de la realidad)”. The New Encyclopaedia
Britannica, entrada “panentheism”.
“El universo es un organismo que todavía está creciendo y en vías de
desarrollo”. (Rupert Sheldrake, biólogo inglés contemporáneo)51

Rasgos característicos de toda espiritualidad


Inevitabilidad
No es posible vivir sin ningún paradigma espiritual acerca de la rea-
lidad. Al igual que las respuestas a las grandes preguntas existenciales
básicas, todos poseemos alguno. Todos elegimos, explícita o implícita-
mente, por el sólo hecho de vivir, uno de estos paradigmas. Aun quienes
niegan toda realidad espiritual, deben adoptar una determinada actitud
vital ante el factum de la existencia y de la vida.
¿Por qué adherimos a un paradigma espiritual y no a otro? No hay
una respuesta última a este misterio; según nuestras creencias, lo atri-
buiremos a nuestro nivel de evolución, a nuestras vidas pasadas, a la
Gracia Divina, o al simple azar.

51
Sheldrake & Fox, Ciencia y Espiritualidad, p. 31.
55
Dios Adentro y dios afuera

Actitud Vital
Nuestras creencias espirituales, conscientes o inconscientes, deter-
minarán inevitablemente una cierta actitud ante la vida, un “posicio-
namiento” vital que “coloreará” nuestro estado interior y nuestra vida
cotidiana.
Por ejemplo: alguien que piensa que el universo es inteligente en-
marcará el sentido de su vida en un contexto significante universal,
mientras que, para alguien que piensa que el universo es un gigantesco
mecanismo sin vida, el sentido de su vida será sólo el que él mismo le
otorgue.

Integralidad
Sea cual fuere la forma de espiritualidad que adoptemos, al ser una
actitud vital, involucrará integralmente todos los aspectos de nuestra
persona: cuerpo, energía, emociones, intelecto, creatividad, relaciones
familiares, sociales y planetarias, valores, etc.

Un Saber Vivencial
La Ciencia o la Filosofía, tal como las hemos analizado más arriba52
constituyen un saber comunicable discursivamente. La mera enunciación
verbal-racional o la descripción de los experimentos a realizar permiten
la apropiación del conocimiento científico o filosófico por parte del lector
o del oyente.
Con los enunciados espirituales no sucede lo mismo. La mera enun-
ciación informativa de un enunciado espiritual muy raras veces permite
su apropiación por parte del oyente o del lector.53 Queda “afuera”, como
una información acerca de la creencia de alguien, sin transformarse por
ello en nuestra propia creencia.

Capítulos 3 y 4.
52

Distinto es el caso del uso poético, artístico o místico del lenguaje (uso del hemisferio
53

derecho), que sugiere muchos significados y niveles de interpretación, pudiendo también


provocar la vivencia.
56 Ana Jachimowicz

La verdad de un enunciado espiritual sólo puede comprobarse por


medio de la propia vivencia.

Historia de la Espiritualidad vs. Espiritualidad Propiamente Dicha


La Historia de la Espiritualidad consiste en la descripción infor-
mativa de las distintas espiritualidades que han surgido a lo largo de la
historia y de las culturas. Este estudio intelectual y académico es muy
válido y necesario, pero no hay que confundirlo con una auténtica prác-
tica espiritual. En ella se ve involucrada la totalidad del individuo y su
finalidad es la vivencia de lo espiritual. No alcanza con poder repetir los
distintos enunciados espirituales a nivel verbal. El estudio intelectual y
académico no reemplaza a la experimentación personal.

No Repetibilidad
El conocimiento científico es repetible: si se repiten determinadas
condiciones, debe obtenerse el mismo efecto. Por nombrar un ejemplo
cualquiera, la electrólisis del agua: al hacer atravesar agua por una co-
rriente eléctrica, se obtendrá siempre hidrógeno y oxígeno gaseosos.
Las experiencias espirituales, en cambio, no son repetibles a
voluntad. La Espiritualidad tampoco puede cumplir con el requisito
científico de la repetibilidad de la experiencia. La reiteración de las
condiciones de una experiencia espiritual, a diferencia de la científica,
no garantiza la obtención de un mismo efecto. Cada experiencia espi-
ritual es única e irrepetible, y, como vimos, rara vez comunicable por
la vía discursiva.

No Progreso, Sino Apropiación


Uno de los rasgos distintivos de la Ciencia es el progreso. Los
distintos conocimientos científicos van progresando a lo largo del
tiempo. A medida que se amplían los instrumentos metodológicos y de
investigación, ciertos conocimientos caducan, surgiendo otros nuevos,
que a su vez correrán el mismo destino, siendo reemplazados por otros
más precisos o perfeccionados. Esto habla de la humildad y de la ho-
57
Dios Adentro y dios afuera

nestidad del espíritu científico, que acepta las limitaciones y la finitud


del conocimiento humano del mundo. El conocimiento científico es
perfectible.
Comparado con el conocimiento científico, el saber espiritual, en
cambio, no “progresa”. Los grandes maestros espirituales de todas las
tradiciones vienen diciendo verdades muy similares –con distinta ter-
minología– desde hace miles de años. En Espiritualidad no se trata de
enterarse del “último descubrimiento” acerca de Dios. En Espiritualidad
de lo que se trata es de vivenciar, de incorporar, de hacer carne en
nuestra propia vida esas enseñanzas milenarias.

La Espiritualidad como Vivencia


Una espiritualidad sin la correspondiente vivencia sería una espiri-
tualidad meramente enunciativa, incapaz de determinar nuestra calidad
de vida, como lo hace una espiritualidad vivida, tanto en los momentos
de gozo como en los momentos difíciles.
Lo específico de toda espiritualidad es la vivencialidad, el requisito
de la vivencia.
Así, la Espiritualidad no tratará de describir “desde afuera” el fun-
damento de la realidad (siempre se es parte de lo que se intenta explicar),
sino de vivenciarlo: fundirse y ser uno con él. Nosotros mismos somos
parte de la respuesta que estamos buscando. Contactarnos vivencialmen-
te con el misterio de nuestro propio ser nos contactará con el misterio
del ser en general.

“Lo esencial es invisible a los ojos”. (Antoine de Saint-Exupéry, Francia,


s. XX).54

Las Distintas Prácticas Espirituales


El yoga, la cábala, las danzas sufíes, la misa cristiana, los ejercicios
espirituales, las danzas de paz universal, los rituales de pasaje, consti-
tuyen ejemplos de prácticas espirituales.
54
El Principito.
58 Ana Jachimowicz

Los distintos métodos espirituales apuntan siempre a una modifica-


ción del estado habitual de la conciencia de vigilia. Esta puede ser perci-
bida como una alteración, un aquietamiento o una expansión. El estado
de vigilia es apenas la punta del iceberg de las posibilidades totales de
la conciencia humana. Las distintas espiritualidades intentan facilitar el
acceso al “resto del iceberg”, la conciencia aumentada que duerme en
cada uno de nosotros.
En dicho estado de conciencia aumentada podremos acceder a las
respuestas existenciales básicas que anhelamos.
Existen personas, cuyas historias han quedado registradas, que han
pasado ya por dichas experiencias. Se trata de los “adelantados” de la
conciencia: místicos, maestros y santos de todas las tradiciones, que
experimentaron por sí mismos respuestas en el ámbito de lo espiritual.
Para que sus enseñanzas nos sirvan, debemos poder revivir sus expe-
riencias, no sólo repetirlas a nivel verbal o intelectual.

“Toda la Creación es un canto de alabanza a Dios”. (Hildegarda de


Bingen, Alemania, s. XII)55

55
Citado en Fox, M., La Bendición…, p. 83.
C) Espiritualidad de la Creación

Capítulo 8:
Lo inmanifestado que se manifiesta
en el Universo

“En Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”. (Ac., 17:28)

Una opinión acerca de la Espiritualidad de la Creación

“Esta espiritualidad no se basa en una escalera lineal como la jerarquía


patriarcal de muchas de las principales instituciones religiosas, sino que
aparece más bien como una danza en espiral, un movimiento giratorio
hacia la Unidad de Todo. Es una tradición no-dualista que cree en la
bondad de los muchos y variados caminos hacia lo Uno. (…)
Los científicos de esta Edad Cósmica están descubriendo que, en ver-
dad, el universo está lleno de movimiento y de misterio, que hasta un
átomo es principalmente movimiento, un remolino de nada en devenir.
El ser humano es la expresión sensible y consciente de esta energía
cósmica: hemos sido creados para co-crear. En el contexto de nuestros
trabajos individuales, re-inventar nuestro concepto de “trabajo” desde
la perspectiva de la espiritualidad de la creación significa considerar
nuestro trabajo como parte integrante del proceso de creación. Enton-
ces nuestra capacidad de crear es vista como nuestra mayor fuerza in-
dividual y social, nuestra mayor responsabilidad comunitaria y la rea-
lización de nuestro mayor potencial humano”. (Beverly Fontaine)56

Espiritualidad de la Creación

1. Existe “Algo”, que no es una cosa, “Algo” inmanifestado que se ma-


nifiesta como universo.
2. El Universo es la manifestación de ese Algo, de esa “X”.

56
EE.UU., contemporánea. Tesis Doctoral: The Re-creation of…, pp. 2-4.
60 Ana Jachimowicz

1. “Algo” que no es una cosa

Cosas
Una cosa es algo que se puede señalar dentro del universo.
Ej.: una silla, una idea, un país.
Un sinónimo para la palabra “cosa” es el término “ente”.57 “Ente”
proviene del término griego “to on”, gerundio del verbo ser. Su traduc-
ción literal sería “lo siendo”, en español: “lo que es”.

Manifestación
Lo manifestado es lo señalable, lo que se puede señalar como una
unidad distinguible de las demás. Algo es señalable cuando es limitado,
cuando posee características, cualidades, rasgos, que lo diferencian de
las demás cosas.
El universo manifestado es el conjunto de todas las cosas con sus
cualidades. Dicho de otro modo, es el conjunto de las cosas señalables.58
Dios, o el fundamento de lo existente, no se puede señalar, porque
señalarlo sería limitarlo: existirían cosas en las cuales Dios no está pre-
sente, cosas independientes de Dios, lo cual es un contrasentido. Por lo
tanto, Dios nunca podrá ser una cosa.

“El Dios único, oculto en todos los seres, que todo lo penetra, ser ín-
timo de todos los seres, ordenador de todos los acontecimientos que
habita en todos los seres, testigo, conocedor, único, carente de cualida-
des”. (Shvetâshvatara Upanishad, VI, 11, India, ¿s. VIII a. C.?)

¿Y si fuera una cosa? Un Ente Supremo como Causa del Mundo


Volviendo a una de nuestras preguntas existenciales básicas:
“¿Por qué existe el universo?”, una respuesta posible consiste en

57
Pero atención: “lo ente” (con el artículo neutro) designa la totalidad de lo existente.
58
Resulta curioso señalar que “manifestado” significa etimológicamente: “agarrado con
las manos en la masa”, y significaba en la legislación de la antigua Roma la evidencia de un
acto.
61
Dios Adentro y dios afuera

buscar la causa o fundamento del universo entre las propias cosas


manifestadas.
Veamos dos ejemplos históricos:
1. Tales de Mileto (Grecia, s. VI a. C.)

“Tales dice que es el agua el principio de los seres –y para ello demos-
traba que también la tierra estaba sobre el agua– quizá derivando esta
concepción de observar que lo húmedo es la nutrición de todas las cosas,
y que hasta el calor se engendra en él y vive: ahora bien, esto de lo cual se
engendran todas las cosas, es precisamente el principio de todas ellas”.59

2. Los teísmos siguen el mismo esquema: atribuyen la causa del


mundo a un “ente supremo”60 descripto ahora como un ser antropomór-
fico con poderes especiales sobre las cosas.

“Oh, Rudra, que merced a tus muy benéficos


Auxilios, pueda yo alcanzar cien inviernos.
Aleja de nosotros la hostilidad, aleja más a la miseria,
Ahuyenta las enfermedades en todas direcciones.
Oh Rudra, portador del rayo, tú eres por tu influencia
De los seres el más prestigioso, de los fuertes el de más fuerza”.
Rg-Veda (India, s. XV a. C.) II, 33: “A Rudra”61

Tanto el agua como el dios antropomórfico de los dos ejemplos


anteriores comparten el ser señalables. La divinidad en este caso sigue
perteneciendo al mundo de lo manifestado: por más especial que sea,
sigue siendo una “cosa”, un “algo” manifestado que posee cualidades.

Idolatría
Para la Espiritualidad de la Creación ninguna parte del mundo ma-
nifestado podría explicar la totalidad de este último. Si lo que buscamos
es ni más ni menos que la causa y origen del universo, ningún elemento

59
Mondolfo, R.; El Pensamiento…, vol. I, pp. 40-41.
60
Los griegos denominaban “theoi” a sus dioses antropomórficos. .
61
Anónimo, El Rig Veda, p. 145.
62 Ana Jachimowicz

perteneciente a éste podría cumplir dicho rol. Esto sería, propiamente,


“idolatría”.
Llamamos “ídolo”62 a todo elemento del universo al que se le con-
fiere el poder de explicar, ser la causa o dar sentido al todo.
Identificamos fácilmente una estatua de piedra o de oro como “ído-
los” en los pueblos que denominamos “primitivos”. Pero nuestra cultura
occidental también genera sus propios ídolos, como por ejemplo el dine-
ro, el poder, el status, el consumo, un cuerpo joven y atlético, etc., todos
elementos intramundanos que sin embargo son capaces de determinar
la vida entera de millones de personas.

“Algo inmanifestado que se manifiesta como universo”

Manifestación e Impermanencia:
Ninguna cosa manifestada es eterna: vemos que las cosas, incluyen-
do nuestro propio cuerpo, aparecen, cambian, y desaparecen. Las cosas
manifestadas van surgiendo y desapareciendo.
Sólo el propio proceso de manifestación es lo que continúa. El
pensador griego Heráclito (s. VI a.C.) afirmó en este sentido que no
hay nada “fijo” o inmutable, sino que lo único permanente es el propio
proceso de cambio.

“Este mundo, el mismo para todos los seres, no lo ha creado ninguno de los
dioses o de los hombres, sino que siempre fue, es y será, fuego eternamente
vivo que se enciende con medida y se apaga con medida” (Fragm. 30)63

La razón analítica no puede capturar el proceso de cambio: sólo pue-


de señalar sus distintas etapas: puede capturar fotografías estáticas, pero
no puede “fotografiar” el propio proceso de cambio entre una y otra.

“El Dios sin forma toma mil formas a los ojos de Sus criaturas: / Él es
puro e indestructible; / Su forma es infinita e insondable. / Danza en
éxtasis, y de su danza brotan ondas de forma”. (Kabir, India, S. XV)64

62
Del griego “eídolon”: “lo que se ve”, “imagen”.
63
Heráclito, citado en Mondolfo, R., El Pensamiento…, vol I, p. 49.
64
Kabir, Poemas…, p. 43.
63
Dios Adentro y dios afuera

Manifestación y Auto-Causación (El Concepto de “Causa Sui”):


La teología medieval caracterizaba a Dios como “causa sui”, “causa
de sí mismo”, mientras que el mundo manifestado no era “causa sui”.
Por otro lado, hemos visto más arriba que todas las cosas manifes-
tadas comenzaron en algún momento. Por lo tanto, las cosas con cua-
lidades no son causa de sí mismas. No estaban allí cuando surgieron.
No pueden haber provocado su propio ser, pues eran inexistentes en el
momento de su “aparecer en la existencia”.
Además, algo que fuera “causa sui” no se puede aniquilar, pues
posee en sí la causa de su propio ser. Por lo tanto lo dado, que empieza
en determinado momento y termina en otro, no es auto-sustentante: no
tiene en sí la causa de su propio ser.
Lo único que es “causa sui” es el propio proceso de la manifestación,
o sea el de irse gestando cualidades a partir de algo que no las posee.

“El Uno incoloro, por el ejercicio múltiple de su poder distribuye los


muchos colores según su oculto designio. En Él está concentrado el
Universo al principio y al final”. (Shvetâshvatara Upanishad, IV, 1,
India, ¿s. VIII a. C.?)

El Proceso del Habla como Ejemplo de Proceso de Manifestación


Podemos encontrar en nuestra propia experiencia cotidiana un
ejemplo de generación de algo a partir de nada. Cuando hablamos, no
estamos “leyendo” lo que decimos.
Nuestras frases se van generando a partir de un centro de gene-
ración espontánea, que, en sí mismo, no tiene palabras. Es un proceso
de manifestación. Estamos generando fenómenos (conceptos, frases y
razonamientos) a partir de la nada.

“Buscando dentro de sí mismos los sabios. Encontraron en el no-ser el


vínculo con el ser”. (Rg-Veda, X, 129)65

65
Anónimo, El Rig Veda, p. 278.
64 Ana Jachimowicz

2. El Universo es la Manifestación de ese Algo, de esa “X”.

En síntesis, la estructura general del universo según la Espirituali-


dad de la Creación se puede “decir” de varias maneras:
1. Existe un poder no manifestado que se manifiesta como el universo
manifestado.
2. Existe algo no señalable que se manifiesta como el universo de las
cosas señalables.
3. Existe algo sin cualidades que genera cosas con cualidades.
4. El ser de las cosas manifestadas, que no son causa sui, depende de
algo inmanifestado que sí es causa sui.
En síntesis, partimos de lo dado, pero al ver que éste no tiene en sí el
principio de su propia existencia, y sin embargo existe o sucede, deduci-
mos que existe algo no manifestado, que sí tiene en sí el principio de su
propio existir, carente de cualidades espacio-temporales, y que además
se manifiesta como el universo que conocemos.
Esta cosmovisión de la Espiritualidad de la Creación no desvaloriza
lo dado. La Espiritualidad de la Creación percibe, contra toda lógica y
sentido común, lo invisible (el spiritus, el “aire”) detrás o dentro de lo
visible; lo “Otro” que se expresa en “esto”. El hecho de que esta realidad
manifestada que nos rodea sea dependiente de un poder no manifestado
que se manifiesta en ella no le disminuye su valor, sino que le da, por
el contrario, su carácter de sagrado y maravilloso misterio. La Espiri-
tualidad de la Creación considera al universo como sagrado, pues es la
manifestación de la presencia de ese misterio que, a falta de un nombre
mejor, llamamos lo “Divino”.

“[Dios] es una luz que no puede ser comparada con nada en la natu-
raleza; una luz sin forma, sin límite, sin medida, una luz que es pura
e incambiable, que interpenetra todo lo que existe y que es siempre la
misma en todas partes…”. (Santa Rosa de Lima, Perú, S. XVI)66

66
Ortega, A.; La Mística…, p. 438.
Capítulo 9:
Dios como actividad

Los 99 nombres de Dios según la tradición musulmana


1. El Modelador (Al-Musawwir)
2. El Hacedor (Al-Bari)
3. El Creador (Al-Khaliq)
4. El Majestuoso (Al-Mutakabbir)
5. El Apremiador (Al-Jabbar)
6. El Poderoso (Al-Aziz)
7. El Protector (Al-Muhaimin)
8. El Dador de Paz (Al-Mu’min)
9. El Autor de la Seguridad (Al-Salam)
10. El Santo (Al-Quddus)
11. El Soberano (Al– Malik)
12. El Piadoso (Al-Rahim)
13. El Compasivo (Al-Rahman)
14. El que Todo lo Oye (Al-Sami’)
15. El que Deshonra (Al-Muzi’l)
16. El que Honra (Al-Mu’ izz)
17. El que Exalta (Al-Rafeh)
18. El que Rebaja (Al-Khafid)
19. El que Expande (Al-Basit)
20. El que Contrae (Al-Qabiz)
21. El Omnisapiente (Al-’Alim)
22. El Juez (Al-Fattah)
23. El Proveedor (Al-Razzaq)
24. El Otorgador (Al-Wahhab)
25. El Dominador (Al-Qahhar)
26. El Perdonador (Al-Gaffar)
66 Ana Jachimowicz

27. El Mantenedor (Al-Muqit)


28. El Preservador (Al-Hafiz)
29. El Más Grande (Al-Kabir)
30. El Sublime (Al-Aliyy)
31. El que Aprecia (Al-Shakur)
32. El que Todo lo Perdona (Al-Ghafur)
33. El Grande (Al-Azim)
34. El Paciente (Al-Halim)
35. El Consciente (Al-Khabir)
36. El Sutil (Al-Latif )
37. El Justo (Al-Adl)
38. El Juez (Al-Hakam)
39. El que Todo lo Ve (Al-Basir)
40. El Confiable (Al-Wakil)
41. La Verdad (Al-Haqq)
42. El Testigo (Al-Shahid)
43. El que Despierta (Al-Ba’ith)
44. El Noble (Al-Maajid)
45. El que Ama (Al-Wadud)
46. El Sabio (Al-Hakim)
47. El Omniabarcante (Al-Wase’)
48. El que Responde (Al-Mujib)
49. El Vigilante (Al-Raqib)
50. El Generoso (Al-Karim)
51. El Glorioso (Al-Jalil)
52. El que Lleva la Cuenta (Al-Hasib)
53. El Guía (Al-Haadi)
54. El que Encuentra (Al-Wajid)
55. El Auto-Subsistente (Al-Qayyum)
56. El Viviente (Al-Hayy)
57. El Dador de Muerte (Al-Mumit)
58. El Dador de Vida (Al-Mohyi)
59. El Restaurador (Al-Muid)
60. El Iniciador (Al-Mubdi)
67
Dios Adentro y dios afuera

61. El Contador (Al-Muhsi)


62. El Digno de Alabanza (Al-Hamid)
63. El Amigo Protector (Al-Wali)
64. El Firme (Al-Matin)
65. La Fuente de Todo lo Bueno (Al-Barr)
66. El Gobernante (Al-Waali)
67. El Manifiesto (Al-Zahir)
68. El Primero (Al-Awwal)
69. El que Adelanta (Al-Muqaddam)
70. El que Puede (Al-Qadir)
71. El Uno (Al-Wahid)
72. El Enriquecedor (Al-Mughni)
73. El Recolector (Al-Jame)
74. El Señor de la Majestad y de la Munificencia (Dhul-Jalal Wal
Ikraam)
75. El Señor del Reino (Malikul-Mulk)
76. El Perdonador (Al-Afuw)
77. El que Acepta el Arrepentimiento (Al-Tawwab)
78. El Guía (Al-Rashid)
79. El Perdurable (Al-Baqi)
80. El Orientador (Al-Haadi)
81. El Aprovechador (An-Nafe)
82. El Más Fuerte (Al-Qawi)
83. El Más Exaltado (Al-Muta’ali)
84. El Oculto (Al-Batin)
85. El Último (Al-Akhir)
86. El que Difiere (Al-Mu’akhir)
87. El Poderoso (Al-Muqtadir)
88. El Eterno (Al-Samad)
89. El que Rehúsa (Al-Mane’)
90. El Autosuficiente (Al-Ghani)
91. El Equitativo (Al-Muqsit)
92. El Misericordioso (Ar-Ra’uf )
93. El Vengador (Al-Muntaqim)
68 Ana Jachimowicz

9 4. El Perseverante (Al-Sabur)
95. El Heredero (Al-Warith)
96. El Originador (Al-Badi’)
97. La Luz (Al-Nur)
98. El que Aflige (Ad-Darr)
99. (Huua Allah alladhi la ilaha illa hu) Él es Dios, no hay otro Dios
excepto Él67

Espiritualidad de la Creación (continuación)


3. La “X” que se manifiesta en el Universo es nombrada de diferentes
maneras por las diferentes tradiciones. Todos los nombres son correc-
tos e incorrectos a la vez.
4. Dios es el centro espontáneo de actividad de ser.

3. Los nombres de Dios en las distintas tradiciones

“Los hombres han llamado [al Sol] Indra, Mitra, Varuna, Agni: es el
garutmat 68 celeste de fuertes alas. Los sabios sacerdotes dan diversos
nombres al ser único: lo llaman Agni, Yama69, Mâtarîshvan”.70 (Rg-
Veda, X, 164; “A los Vishvadeva”71)

La “X” que se manifiesta como universo ha recibido distintos nom-


bres por parte de las distintas tradiciones. Brahma, Vishnu y Shiva, por
ejemplo, los tres dioses del panteón hindú, representan respectivamente
los principios de la creación, la conservación y la destrucción. En la tra-
dición judía, encontramos los nombres de: Adonai, El, Elohim, Shaddai,
El, Shekinah. En las tradiciones de los pueblos andinos originarios: Inti,
Pachamama, Viracocha. En el antiguo Egipto: Amón, Ra.

67
Ernst, C., Sufismo, pp. 102-104.
68
Especie de buitre.
69
Dios de la muerte. Primer ser humano que murió.
70
Dio el fuego a los seres humanos: otro nombre para Agni.
71
Todos los dioses.
69
Dios Adentro y dios afuera

La Imposibilidad de Nombrar Informativamente a Dios


• Uso Informativo del Lenguaje
En Ciencia y en todo lenguaje informativo, usamos el lenguaje en su
función informativa. El lenguaje en su uso informativo siempre designa
entidades separadas, distinguibles, identificables, dotadas de atributos
o cualidades. Un ejemplo de uso informativo del lenguaje podría ser:
“El perro está debajo de la mesa”. El lenguaje informativo no puede
nombrar algo que no tenga cualidades. Al nombrar, nombramos alguna
de las manifestaciones del principio. Lo inmanifestado no puede tener
cualidades, por lo tanto no se puede nombrar desde un punto de vista
informativo.
No existe ningún sustantivo informativo adecuado para nombrar a
lo inmanifestado que se manifiesta como universo. Siempre que infor-
mamos, lo hacemos acerca de algo manifestado, algo señalable dentro
del universo, algo que posee una o más cualidades.
Pero lo divino (entendiendo por tal lo inmanifestado que se mani-
fiesta como universo) no puede identificarse como un ente distinguible
dentro del universo: eso sería un ídolo.72
• Uso No Informativo Del Lenguaje
El lenguaje puede ser usado de modo no informativo, para sugerir o
evocar. Por ejemplo, en la poesía.

“¡Oh pasado! ¡Oh vida feliz! ¡Oh cantos de alegría!”. (Walt Whitman,
“De la Cuna que se Mece Sin Fin”, 1859)73

Como nombrar a Dios es nombrar algo que no aparece en el uni-


verso, las distintas tradiciones han intentado distintas formas de uso
no informativo del lenguaje. La tradición musulmana, por ejemplo, al
enumerar 99 manifestaciones de Dios, está sugiriendo que podrían ser
muchas más, y que ninguna Lo agota.

72
Ver p. 70.
73
The New…, Macropaedia, Vol. 23, p. 102.
70 Ana Jachimowicz

Los nombres de Dios en las distintas tradiciones, son a la vez co-


rrectos e incorrectos. El ser humano siempre ha intentado nombrar lo
innombrable. Se puede considerar los nombres de Dios de las distintas
tradiciones incorrectos desde un punto de vista informativo, pero co-
rrectos desde un punto de vista no informativo (alusivo, metafórico,
sugerente).
La Espiritualidad de la Creación respeta los nombres de todas las
tradiciones, sabiendo que, aunque ningún nombre es adecuado para
Dios, todos ayudan a vivenciarlo.
En la tradición judía, hay una fuerte tendencia a evitar nombrar a
Dios, basada en el cuarto mandamiento:

“No jures en nombre de Adonai, tu D’s, en vano; pues no eximirá Ado-


nai a aquel que jure por Su Nombre, en vano”. (Éxodo, 20:7)74

Aunque en la Toráh75, en el episodio de la zarza ardiente, respon-


diendo al pedido de Moisés, Dios mismo enuncia Su nombre propio,
la ortodoxia judía evita, sin embargo, nombrarlo, utilizando perífrasis
tales como “el Tetragrámmaton”76 (refiriéndose a la Y, la H, la V y la H
que figuran en el Antiguo Testamento), o “Ha Shem” (“El nombre”, en
hebreo).

El Concepto Cabalístico del “Ein-Sof ”


Explica el Rabino David Cooper, estudioso contemporáneo de la
Kabbalah:

“Dios no es una cosa, un ente, un nombre. No existe en el modo como


definimos la existencia, pues no ocupa espacio ni está ligado al tiempo.
Los místicos judíos se refieren con frecuencia a Él como EIN SOF, que
significa ‘lo sin límites’”.

74
Versión de Mordejai Edery, p. 192.
75
Exodo, 3:14.
76
“Las cuatro letras”, en griego.
71
Dios Adentro y dios afuera

El EIN SOF nunca debería ser conceptualizado de ningún modo. No


debería ser llamado Creador, Todopoderoso, Padre, Madre, Infinito, lo
Uno, Brahman, mente de Buddha, Allah, Adonai, Elohim, El o Shaddai;
y nunca, nunca, debería ser llamado “Él”. No tiene ninguno de esos
nombres, no tiene género.
Cuando Lo llamamos “Dios”, ¿de qué estamos hablando? Si decimos que
es compasivo, lleno de benevolencia, fuente de amor, etc., podemos estar
hablando de lo que pensamos que la naturaleza divina debería ser, pero
no estamos hablando del EIN SOF. Del mismo modo, si decimos que el
Dios retratado en la Biblia es vengativo, celoso, colérico, cruel, descui-
dado o castigador, no podemos estar refiriéndonos al EIN SOF. (…)
Darle un nombre a lo innombrable crea un obstáculo que confunde a la
mayoría de la gente. Pensamos que si algo tiene un nombre, tiene una
identidad. Una identidad viene con atributos (…)
Sin embargo varios nombres se filtran, porque nuestras mentes no
pueden trabajar sin símbolos. (…)
Los Kabbalistas afirman que la primera línea del Génesis ha sido mal
traducida. La mayoría de la gente piensa que dice: ‘En el comienzo,
Dios (Elohim) creó los cielos y la tierra’. Pero las palabras reales en
hebreo permiten otra lectura. Un cabalista diría: `Con un comienzo,
[Eso] creó a Dios (Elohim), los cielos y la tierra’”.77

4. Dios como centro espontáneo de actividad o proceso

“Entonces, no había ser, ni tampoco no-ser (…)


Sin aire, lo Uno respiraba originando su propio movimiento. (…)”
(Rg-Veda, X, 129, “Asadiya”78)

Sigue diciendo el Rabino David Cooper que, si queremos permane-


cer en la metáfora gramatical, podríamos decir que Dios, más que por
un nombre, un sustantivo (estaticidad), podría ser representado por un
verbo (dinamismo).

77
Cooper, D.: God is a Verb, pp. 65-67.
78
En sánscrito: “Entonces no había…”.
72 Ana Jachimowicz

“EIN SOF no es el nombre de una cosa, sino un proceso continuo”.79

Al nombrar a “Dios”, estamos refiriéndonos al proceso mismo de


generación de fenómenos80 a partir de la nada.

El Ser Humano como Actividad o Proceso

“Somos células de la Maravilla Radical”.


(Connie Kaplan, EE.UU., contemporánea)

Ahora bien, sucede que nosotros mismos también somos fuentes


espontáneas de generación de ser a partir de nada. Si nos auto-observa-
mos, veremos que así es cómo el ser humano genera el habla, la danza,
o en general cualquier actividad.
El Advaita-Vedânta habla de la identidad de Brahman (el principio
absoluto) con el alma (Âtman), en sus célebres aforismos:

“Brahman es Âtman” (Chândogya-Upanishad 3.14 1,3)


“Aham brahmâsmi” (Brhadâranyaka Upanishad 1.4.10)

El texto bíblico también afirma que fuimos creados “a imagen y


semejanza de Dios” (Gén. 1:26).
Una forma posible de entender nuestra “semejanza” o aun “identi-
dad” con lo divino, es considerar que poseemos en determinados planos
de la realidad la facultad divina de generar cosas a partir de la nada, o
sea la creatividad.

“El fundamento de Dios es mi fundamento. (…) Todas nuestras obras


deberían partir de este fundamento recóndito, sin por qué ni para qué.
Entonces Dios y el alma harían juntos su obra eterna y muy fructífera-
mente”. (Meister Eckhart, Alemania, s. XIII)81

79
Cooper, D.: God is…, pp. 65-67.
80
Cf. p. 30.
81
Fox, M. Meditando… p. 106.
Capítulo 10:
Dios como el orden del mundo

“¿Alguna vez ordenaste al amanecer que apareciera o mandaste a la


aurora que surgiera en el oriente? (…)” (Job, 38:12 – 39:5)

Las leyes de funcionamiento de todos los entes naturales (planetas,


galaxias, cristales, vegetales, animales, nuestros propios cuerpos, etc.),
¿quién las estableció?, ¿quién las mantiene en funcionamiento?

5. La “X” que se manifiesta en el universo es quien ordena todas


las cosas.

Si observamos el universo, constatamos que en él existe un orden.


Por ejemplo, las estaciones se suceden. El día sucede a la noche. Los
perales dan peras y no otra fruta. Las especies no se cruzan entre sí. Los
seres humanos mudan sus dientes una sola vez en la vida. Los dientes
de los roedores, en cambio, crecen a medida que se desgastan. Hechos
como éstos manifiestan la existencia de leyes implícitas que son objeto
de estudio de las distintas ciencias.
En una primera aproximación, podemos decir que un sistema orde-
nado es un conjunto de elementos relacionados entre sí por relaciones
estables. Todo orden implica elementos o partes, unidos entre sí por
relaciones. En el mundo físico, estas relaciones toman la forma de leyes
invariables82 que rigen el funcionamiento de las cosas. En ausencia de
partes (unidades distinguibles, “singularidades”), sería imposible ima-
ginar un orden.
Un ejemplo de ley científica podría ser la ley de conversión entre
materia y energía, formulada por Albert Einstein (E=mc²).83

82
El biólogo inglés contemporáneo Rupert Sheldrake prefiere hablar de “hábitos” de la
Naturaleza que pueden variar.
83
E= energía, m= masa, c= velocidad de la luz.
74 Ana Jachimowicz

Cosmos
Con esta palabra designamos la totalidad del universo. Etimológi-
camente, en griego, sin embargo, significa “orden”. Los griegos no con-
cibieron una “creatio ex nihilo” como el judeo-cristianismo. Postularon
una materia preexistente, sin forma alguna, situación que denominaban
“chaos” (caos).

“Antes que todas las cosas, fue el Caos” (Hesíodo, Grecia, s. VI a. C.,
Teogonía, 113 y ss.)84

Un demiurgo (un dios no creador, sino “artesano”) ordenaría luego


este caos informe, insertando cualidades, objetos y leyes de funciona-
miento, y transformándolo por lo tanto en un cosmos.
Las leyes físicas aseguran la persistencia de las formas de los ob-
jetos. En este universo, la persistencia de las formas se logra merced a
la existencia de estructuras (elementos + relaciones) que organizan la
materia. Las formas son nombradas mediante conceptos.
Un universo sin ninguna forma sería imposible de describir, pues
no habría nada que nombrar, nada que distinguir, nada que señalar. El
lenguaje es el testimonio del orden del mundo. Si no existiera cierta
persistencia de las formas, si todo fuera un eterno disolverse de una
forma en otra, o más aún, no surgiera ninguna forma, no habría concep-
tos capaces de nombrar nada. En un mundo sin orden, sin inteligencia
interna, sin leyes, no habría ninguna forma distinguible, pues ninguna
que hipotéticamente se creara podría subsistir.

Azar

“Yo planté las semillas, y Apolos las regó, pero fue Dios quien las hizo
brotar y crecer”. (I Cor. 3:6)

Respecto al motivo de la existencia del orden cósmico, existen dos


posiciones posibles. Podemos afirmar que no existe una finalidad prees-

84
Mondolfo, R., El Pensamiento…, p. 18.
75
Dios Adentro y dios afuera

tablecida en los procesos físicos. Muchos científicos occidentales com-


binan un rígido determinismo en la acción de las leyes científicas con
un ateleologismo cósmico, o sea la inexistencia de fines a nivel cósmico.
El ateleologismo niega que exista una inteligencia que dirija el proceso
de manifestación universal.
La Espiritualidad de la Creación considera, en cambio, que existe un
teleologismo cósmico. Le resulta muy sospechoso que “por azar” puedan
surgir los cristales de cuarzo, las rosas, los bebés foca, la conciencia,
los planetas o las galaxias; si bien los fines últimos resultan inaccesibles
para nuestra limitada razón, postula que éstos existen.
Se trata de dos paradigmas, dos formas diferentes de ver el mundo.
Estos paradigmas son a priori, o sea son previos a nuestro contacto con
la realidad, y la determinan. Ningún paradigma se puede demostrar
racional ni experimentalmente, pues es antológicamente previo a toda
percepción concreta de la realidad.

David Bohm85: orden implícito y orden explícito


Al orden que estuvimos describiendo hasta ahora y que observa-
mos en el universo, Bohm lo denomina “orden explícito”, “explicado”
o “desplegado”. Pero agrega la novedad de considerar este orden como
un “despliegue”, un desarrollo de un orden que se hallaba previamente
“implícito” o “implicado” en el objeto o evento considerado. En palabras
del propio Bohm:

“La palabra ‘implícito’ es un participio del verbo ‘implicar’, que sig-


nifica ‘plegar hacia adentro’ (…) [Consideremos] algunos ejemplos
de orden ‘plegado’ o ‘implicado’. Así, en una emisora de televisión, la
imagen visual se traduce a un orden temporal que es ‘transportado’ por
la onda de radio. Los puntos que están próximos en la imagen visual no
es necesario que lo estén también en el orden de la señal de radio. Así,
la onda de radio transporta la imagen visual en un orden implicado.

85
Físico cuántico, Alemania, s. XX. Antiguo colaborador de Einstein, enseñó Física
Teórica en universidades de Londres, Princeton, Sao Paulo y Haifa.
76 Ana Jachimowicz

La función del receptor es, pues, la de explicar este orden, es decir


‘desplegarlo’ en la forma de una nueva imagen visual.
Un ejemplo más sorprendente de orden implicado puede demostrarse
en el laboratorio, con un recipiente transparente, lleno de un fluido
muy viscoso, como la melaza, y equipado con un rotor mecánico ca-
paz de ‘remover’ el fluido muy lentamente, pero en todo su volumen.
Si dejamos caer una gota de tinta insoluble en el fluido y ponemos en
movimiento el aparato removedor, la gota de tinta se irá transformando
gradualmente en una hebra que se irá extendiendo por todo el fluido.
Al final, aparecerá como distribuida más o menos ‘al azar’, de modo
que se verá como una cierta sombra gris. Pero, si hacemos girar el
rotor mecánico removedor en la dirección opuesta, la transformación
se hará a la inversa, y la gota de tinta aparecerá de repente, reconsti-
tuida. (…)
Aunque la tinta estaba distribuida en lo que parecía ser al azar, sin
embargo tenía una cierta clase de orden que era diferente, por ejemplo,
del que obtendríamos con otra gota que se colocara al principio en
una posición diferente. Pero este orden está plegado o implicado en la
‘masa gris’ que era visible en el fluido. (…)
Hablando en general, las leyes físicas se han referido hasta ahora
principalmente al orden explicado”.86

Si aplicamos los conceptos de “orden implicado” y “orden explica-


do” a la concepción de la Espiritualidad de la Creación acerca de la re-
lación entre Dios y el universos, podemos analogar el “orden explicado”
al universo manifestado, y el “orden implicado” a la Inteligencia Divina
que rige su funcionamiento.

Inteligencia humana e inteligencia cósmica

“Contempla, en la creación / de los cielos y de la tierra, / y la alternan-


cia de la noche y del día, / y los barcos que navegan por el mar / para
provecho de la gente, / y el agua que Dios llueve de los cielos, / dando
vida a la Tierra / después que ha muerto, / y desparramando sobre

86
Bohm, D, La Totalidad y…, pp. 210-1.
77
Dios Adentro y dios afuera

ella todo tipo de animales, / y en el cambio de los vientos / y las nubes


atrapadas entre los cielos y la tierra: / todos ellos son signos / para la
persona que discierne”. (Corán, Surah 2)

Denominamos “inteligencia” (auxiliada por los sentidos) a la fa-


cultad humana que permite descubrir y formular las leyes que rigen el
funcionamiento del universo.
Desde un paradigma espiritual holístico, la inteligencia humana y
la Inteligencia Cósmica deben tener elementos en común, porque si no,
utilizando la primera no podríamos comprender la segunda. Las dis-
tintas tradiciones lo expresan diciendo que nuestra inteligencia es una
manifestación microcósmica de la Inteligencia Macrocósmica (el plan
implícito que rige el universo explícito).

“La Creación es una extensión de Dios. / La Creación es Dios encon-


trado en el tiempo y en el espacio. / La Creación es lo infinito con el
ropaje de lo finito. / Servir a la Creación es servir a Dios”. (Pirke Avot,
Enseñanzas de los Padres, 6:2)87

Sector y totalidad

“Cada cosa está hecha de todas las demás cosas. Cada cosa contiene
al cosmos entero… Un trozo de pan contiene los rayos del sol… Sin las
nubes, el trigo no puede crecer. Cuando comes un trozo de pan, comes
la nube, comes los rayos del sol, comes los minerales, comes el tiempo,
el espacio, todo”. (Thich Nhat Hanh, Vietnam, s. XX)88

Para la Espiritualidad de la Creación, en cada sector del universo


está presente la totalidad del mismo. En un trozo de pan, por ejemplo,
están implícitos la tierra, el sol, las lluvias, el trigo, el metal de las má-
quinas cosechadoras, las personas que intervinieron en los distintos
tramos de su fabricación; en última instancia, la totalidad del universo
y su historia.

87
Citado por Fox, M, One River…, p. 36.
88
Momento Presente…, pp. 60 y 78.
78 Ana Jachimowicz

El ser humano posee la capacidad de “ver” la totalidad en la parte.


Ningún elemento del universo está aislado de los demás. Todas las
cosas y los acontecimientos del universo están interrelacionados entre sí.

“Cada vez que nos damos un baño o tomamos una ducha, miremos
nuestro cuerpo y pensemos que es un don de nuestros padres, y de
los padres de nuestros padres. (…) Al estar en pleno contacto con el
momento actual, podemos ver que están presentes en nosotros todos
nuestros antepasados, no menos que las generaciones futuras”. (Thich
Nhat Hanh)89

La “orden del ser entrelazado”


En 1964, Thich Nhat Hanh (Vietnam, s. XX) y un grupo de otros
monjes fundaron una nueva orden budista, llamada la “Orden del Ser
Entrelazado”, basada en el reconocimiento de que “la existencia de cada
cosa descansa en la de todas las demás”.

“Hoy me levanto / gracias a la fuerza del cielo: / a la luz del sol, / al


brillo de la luna, / al esplendor del fuego, / a la velocidad del rayo, / a
la rapidez del viento, /a la profundidad del mar, /a la estabilidad de la
tierra, / a la firmeza de la roca”. (Espiritualidad celta)90

89
Thich Nhat Hanh, Momento Presente…, p. 27.
90
Citado por Matthew Fox en One River…, p. 45.
Capítulo 11:
El universo sagrado

“La persona realmente sabia se arrodilla delante de todas las criatu-


ras”. (Mechtilda de Magdeburgo, Alemania, s. XIII)91

6. Por ser manifestación de esa “X”, llamamos al Universo “sagra-


do”. El Universo entero es una hierofanía.

Toda espiritualidad considera al universo como la manifestación de


un “Algo”, de una “X”, de una realidad que lo trasciende, pero que se
revela en él. El Universo no se agota en sí mismo, no se autosostiene,
revelando de esta manera un poder detrás de sí.
Al ser visto así, el universo adquiere para la espiritualidad una cua-
lidad que ha sido denominada tradicionalmente por las religiones como
“lo sagrado”.

Lo sagrado:
Se considera sagrado92 todo aquello que manifiesta, revela o señala
la divinidad o el misterio. Lo sagrado agrega un “plus de sentido” a la
realidad, relacionándola con lo divino.

Concepción dualista de lo sagrado


Una concepción espiritual dualista considerará que ciertos objetos
son sagrados y otros no. En nuestra cultura, por ejemplo, la hostia o los
rollos de la Torá son considerados objetos sagrados; el altar, el sancta

91
Citado por Fox, M., La Bendición…, p. 83.
92
De sacrum (latín): “objeto de culto”.
80 Ana Jachimowicz

sanctorum o la iglesia, espacios sagrados, y las festividades religiosas o


el shabbat, tiempos sagrados.
Los demás objetos, espacios o tiempos, se denominan “profanos”93,
o sea, desprovistos de sacralidad. Dentro de los profanos, algunos son
considerados moralmente neutros, como por ejemplo, caminar, mientras
que otros son considerados diabólicos, pecaminosos o malignos, como
por ejemplo los siete pecados capitales en el Catolicismo, o no cumplir
las mitzvot (preceptos) en el Judaísmo.

Paradigma espiritual

“Dentro de esta vasija de tierra, hay glorietas y bosques, y dentro de


ellas está el Creador. / Dentro de esta vasija están los siete océanos y
las estrellas innumerables. / La piedra de toque y el que da valor y dis-
pone de las joyas está dentro: / y dentro de esta vasija lo Eterno suena,
y la fuente mana. / Dice Kabir: ‘Escúchame, amigo mío: Mi amado
Señor está en la vasija’”. (Kabir, India, s. XV)94

Los criterios con que consideramos algo sagrado y aquellos con los
que consideramos algo profano constituyen distintos modos posibles de
considerar el mundo, actitudes ante la vida, formas de estar y de ser en
el mundo. Constituyen nuestro paradigma espiritual.
Como hemos visto más arriba95, un paradigma es un sistema de
creencias, valores y preconceptos a través de los cuales vemos el mundo,
seamos o no conscientes de ello. Es una cosmovisión, un modelo acer-
ca de la totalidad de la realidad o acerca de un sector de ella. Son los
“anteojos” a través de los cuales miramos la realidad. Son afirmaciones
previas a la observación del universo, y constitutivas de ésta (o sea, la
determinan).

93
Del latín “pro-fano”: pro-”delante de” + fanum, “templo”. Literalmente: “fuera del
templo”. Se refería a toda persona no admitida en el templo (con los iniciados).
94
Kabir, Poemas…, p. 22.
95
Ver pág. 59.
81
Dios Adentro y dios afuera

Hierofanía

“Percibe a Dios en todas las cosas, pues Dios está en todas las cosas”.
(Meister Eckhart, Alemania, s. XIII)96

El término “hierofanía” proviene de las palabras griegas “hieros”


(sagrado) y “phainein” (revelar, mostrar, traer a la luz). Se denomina
“hierofanía” a la mostración o revelación de lo sagrado.

“El universo es la revelación primaria de lo divino, la primer Escritu-


ra, el locus primario de la comunión divino-humana”. (Thomas Berry,
cosmólogo contemporáneo, EE.UU.)97

Espiritualidad de la Creación: Hierofanía total

“Todo está en Ti y Tú estás en todas las cosas. Tú lo llenas y lo abarcas


todo; cuando todo fue creado, Tú estabas en todo; antes de que todo
fuera creado, Tú lo eras todo”. (Canción de la Unidad, liturgia judía)

Para la Espiritualidad de la Creación, todo manifiesta a la divinidad,


todo es sagrado. Nada está “fuera del templo”: todo el universo es un
gigantesco templo. La Espiritualidad de la Creación considera al cosmos
sagrado, hierofánico.
“Para aquellos que tienen una experiencia religiosa, la Naturaleza en
su totalidad es susceptible de revelarse como sacralidad cósmica. El
Cosmos en su totalidad puede convertirse en una hierofanía”. (Mircea
Eliade, Rumania, s. XX)98

Hierofanía parcial: dualismo espiritual


Para una concepción espiritual dualista, la hierofanía es parcial. Sólo
parte del universo es sagrado. Parte de él es profana, o aun pecaminosa.

96
Fox, M., Passion…, p. 67.
97
Fox, M., Original…, p. 36.
98
Eliade M., Lo Sagrado y…, p. 20.
82 Ana Jachimowicz

Hierofanía nula: el cosmos desacralizado


Para un paradigma de hierofanía nula, nada es sagrado: todo es pro-
fano, laico. Mircea Eliade la denomina “una concepción desacralizada
del mundo”.
Las culturas llamadas “primitivas” vivían o viven en un Cosmos
sacralizado, que se manifiesta tanto en el mundo animal, como en el
vegetal o el mineral. El ser humano de las sociedades modernas, en
cambio, vive en un mundo desacralizado.
Para el moderno habitante de nuestras ciudades, la ciudad o la casa,
la Naturaleza, los utensilios o el trabajo, son lo que son y nada más.
No remiten a nada fuera de su propio ser. Su significado se agota en sí
mismos.

“Para la conciencia moderna, un acto fisiológico –la alimentación, la


sexualidad, etc.– no es más que un proceso orgánico, cualquiera sea el
número de tabúes que lo inhiban aún (…)”.99
“El Cosmos completamente desacralizado es un descubrimiento recien-
te del espíritu humano. (…) La desacralización caracteriza la experien-
cia total del hombre no-religioso de las sociedades modernas”.100

Ciencia y ateísmo
En las sociedades “primitivas”, ciencia y religión no están separa-
das. El sacerdote o shamán también es “el que sabe” (por ejemplo, qué
hierbas curan enfermedades). La separación entre Ciencia y Religión
comienza en Occidente en el siglo XVII. Si bien tanto Descartes como
Newton incluyen a Dios en sus cosmovisiones, le dan un lugar cada
vez más externo de “deus ex machina”, lo cual va preparando la visión
desacralizada de la Naturaleza. A partir de allí, se pensó que una visión
“científica” del mundo debía ser necesariamente atea.

99
Eliade M., Lo Sagrado y…, p. 21.
100
Eliade M., Lo Sagrado y…, p. 20.
83
Dios Adentro y dios afuera

El sentido de la existencia

“El hombre arreligioso rechaza la trascendencia y llega a dudar del


sentido de la existencia. (…) En las modernas sociedades occidentales
se ha desarrollado plenamente el hombre arreligioso”. (Mircea Eliade,
Rumania, s. XX)101

Etimológicamente, la palabra “trascendente” significa “lo que está


afuera”, y de allí fue evolucionando hasta pasar a significar “lo impor-
tante”. Aquí Mircea Eliade se refiere a lo espiritual, lo divino, lo que va
más allá del universo manifestado.
¿Cuándo decimos que nuestra existencia tiene sentido? Cuando
tenemos un proyecto vital, o sea cuando no se agota en sí misma, no la
sentimos completa o terminada, sino que está proyectada evolutivamente
hacia algo fuera de sí misma o de su estado actual.
¿Y cómo se relaciona esto con la sacralidad? Sucede que si mi uni-
verso es sagrado, mi vida cobra sentido. Tiene sentido cuidar el planeta,
tiene sentido cuidarme a mí misma y a los demás. Tiene sentido realizar
un proyecto de vida. Me siento inmersa en una red de sentido.

“A mi modo de ver, la vida tiene una cualidad sagrada y ha sido la


patología de las civilizaciones la que ha separado los actos sagrados
de los actos profanos. Esta patología terminó por desacralizar la vida
cotidiana y cargar de contenido transcendente los rituales obsesivos
que surgieron para escapar del pavor cósmico”. (Rolando Toro, Chile,
contemporáneo)102

El “pavor cósmico” puede entenderse como el sentimiento del ser


humano cuando compara su propia pequeñez y finitud con la inmensidad
del universo. Ejemplos de “rituales obsesivos para escapar del pavor
cósmico” podrían ser cualquiera de las rutinas de nuestra sociedad que
impiden el pensamiento (trabajo agotador, o en general cualquier activi-

101
Eliade M., Lo Sagrado y…, p. 170-171.
102
www.biodanza.org/es.
84 Ana Jachimowicz

dad realizada en forma compulsiva –mirar televisión, hacer gimnasia,


trabajar o jugar con la computadora).
Resumiendo, acabamos de ver tres tipos de paradigmas espirituales:
• Holístico (Hierofanía total. Espiritualidad de la Creación, tradiciones
aborígenes)
• Dualista (Hierofanía parcial. Grandes religiones intitucionalizadas de
Occidente)
• Desacralizado (Hierofanía nula. Ciencia occidental)

“Dios lo abarca todo, incluso las contradicciones. Dios es coinciden-


cia y superación de toda oposición”. (Nicolás de Cusa, Alemania, S.
XV)103

103
Ortega, A., La Mística…, p. 391.
Capítulo 12:
Panenteísmo: A) la inmanencia divina

“El Dios único, oculto en todos los seres, que todo lo penetra, ser ín-
timo de todos los seres, ordenador de todos los acontecimientos que
habita en todos los seres, testigo, conocedor, único, carente de cuali-
dades”. (Shvetâshvatara Upanishad, VI, 11)104
“Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiro”. (Tradición cris-
tiana)

7. Panenteísmo a): lo Divino está presente en todas las cosas (in-


manencia).

a) La Inmanencia Divina:

“Este Foco, esta Fuente, están, pues, en todas partes. Precisamente


porque es infinitamente profundo y puntiforme, Dios está infinitamente
próximo y extendido por todas partes. Precisamente porque es el Cen-
tro, ocupa toda la esfera”.(Teilhard de Chardin, Francia, s. XX)105

El adjetivo “inmanente” significa “situado adentro”. El concepto de


“inmanencia divina” afirma que Dios está presente en la totalidad del
universo.
Si llamamos “Dios” al poder de ser que hace ser a todas las cosas,
resulta obvio que no puede haber nada en el mundo de lo cual Dios –el
poder de ser– esté ausente. Si Dios-el poder de ser– se retirara de algo,
ese algo inmediatamente desaparecería. Algo “es” o “no es”. No puede
ser “un poquito”. Por lo tanto, Dios está o no está presente en algo. Si no
está presente, la cosa en cuestión no existe. Y si la cosa existe, es porque
104
Radhakrishnan, The Principal…, p. 746.
105
Ortega, A.; La Mística…, p. 571.
86 Ana Jachimowicz

Dios está presente en ella. Algo no puede ser existente y a la vez carecer
de la presencia divina, pues por definición, llamamos “Dios” al poder
que sostiene al universo.
La Espiritualidad de la Creación considera que Dios es inmanente
al universo. Percibe a Dios en todas las cosas:
Mi Amado las montañas, La noche sosegada
los valles solitarios nemorosos, en par de los levantes del aurora
las ínsulas estrañas, la música callada,
los ríos sonorosos, la soledad sonora,
el silbo de los ayres amorosos, la cena que recrea y enamora.
(San Juan de la Cruz, España, s. XVI, Cántico Espiritual)106

Monismo Espiritual
La palabra “monismo” deriva del griego “monos”, que significa
“único”. Una concepción “monista” de la realidad considera que toda la
realidad está compuesta por una misma sustancia, o que toda la realidad
es expresión de un solo principio.
Una concepción monista espiritual considerará que todo el universo
es manifestación de un único principio, al que denomina “espíritu”.
Se puede decir entonces, de la Espiritualidad de la Creación, que es:
 una hierofanía total107
 la creencia en la inmanencia divina
 un monismo espiritual.
Para la Espiritualidad de la Creación, todo está impregnado de Dios:
todo es sagrado.
“Los hombres y todas las criaturas se me aparecen como formas de-
limitadas por la piel, moviendo cabeza, pies y manos y plenas de Dios
mismo. Veo, en efecto, que el Absoluto se ha convertido en todas las
cosas que nos rodean”. (Sri Ramakrishna, India, s. XIX)108

106
Brenan, G., San Juan…, pp. 177-8.
107
Cf. p. 91.
108
Ravignant, P., Los Locos…, pp. 105-106.
87
Dios Adentro y dios afuera

Dualismo Espiritual
Se denomina, en cambio, concepción dualista del universo toda
aquella para la cual éste está constituido por dos principios diferentes.
Renato Descartes (Francia, s. XVII)109, por ejemplo, consideraba
que el mundo estaba compuesto de dos sustancias diferentes, una que
ocupaba espacio (la materia) y otra inespacial (el pensamiento).
Llamaremos “dualismo espiritual” aquella concepción que conside-
ra que Dios habita en ciertas cosas y en otras no, o sea que algunas cosas
son sagradas y otras no. Para un dualismo espiritual, hay cosas de las
cuales Dios está ausente o está “menos presente”. Hay cosas “buenas”,
llenas de Dios, y hay cosas “malas”, de las cuales Dios está ausente o
“menos presente”.

“Parecía que los grandes santos de aquella época miraban al mundo


y a Dios como opuestos irreconciliables: para alcanzar la salvación se
tenía que renunciar al mundo y a todos los afectos naturales. Vicente
de Paul (Francia, s. XVII), que vivió practicando la caridad y haciendo
buenas obras, pedía a Dios que le hiciera dejar de amar a sus padres.
Juana Francisca de Chantal (Francia, s. XVII), fundadora de la Orden
de la Visitación, pisó el cuerpo postrado de su hijo cuando se marchó
de casa para entrar en el convento: su hijo se había arrojado en el
umbral de la puerta para impedir que su madre se marchara”. (Karen
Armstrong, Inglaterra, contemporánea)110

Vicente de Paul y Juana de Chantal son dos exponentes de “dualis-


mo espiritual”, porque ambos consideran el mundo y los afectos natura-
les como opuestos a lo sagrado y lo divino.
Para la Espiritualidad de la Creación, el mundo y Dios no sólo no
son “dos opuestos irreconciliables”, sino que el mundo es la expresión
o manifestación de Dios.

109
Abbagnano, N., Historia…, Vol. 2, p. 176.
110
Armstrong, K, Una Historia…, p. 332.
88 Ana Jachimowicz

Dios dentro nuestro

“Dios está más cerca de mí que yo mismo; Él está también así de cerca
de la madera y de la piedra. Sólo que ellas no lo saben”. (Meister Ec-
khart, Alemania, s. XIII)111

Ahora bien, si lo divino está presente en todas las cosas, también lo


está dentro nuestro. Somos todos portadores y expresión de lo divino.
En tanto manifestación divina, todos poseemos dignidad y belleza y
somos sagrados.

“Acaecióme a mí una ignorancia a el principio, que no sabía que Dios


estaba en todas las cosas (…) Paréceme provechosa esta visión para
personas de recogimiento, para enseñarse a considerar a el Señor
en lo muy interior del alma (…) y esto es muy claro ser mijor, y no es
menester ir al cielo, ni más lejos que a nosotros mesmos (…)” (Santa
Teresa de Jesús, España, s. XVI)112

Haikus relativos a la inmanencia divina escritos por alumnos


en 2004:
Sueño en las noches
Con tu amable presencia
Que me persigue (Aída)
No puedo saber
Si también en la piedra
Dios es conciencia. (Ariel)
Allí donde ves
Él, presente está hoy
Y te da la luz. (Hilda)

111
Ortega, A.; La Mística…, p. 321.
112
Ortega, A., La Mística…, p. 418.
Capítulo 13:
Panenteísmo: b) la trascendencia divina

“[Dios] es una luz que no puede ser comparada con nada en la natu-
raleza; una luz sin forma, sin límite, sin medida, una luz que es pura
e incambiable, que interpenetra todo lo que existe y que es siempre la
misma en todas partes…”. (Santa Rosa de Lima, Perú, s. XVI)113
“Dios te abraza. Estás rodeado por los brazos del misterio de Dios”.
(Hildegarda de Bingen, Alemania, s. XI)114

8. Panenteísmo b): lo Divino está presente en todas las cosas (in-


manencia), y también fuera de ellas (trascendencia).

b) La Trascendencia Divina
Para poder entender la trascendencia divina, analizaremos primero
los conceptos de causa sui, autosustentación y manifestación:

Causa Sui:
Hemos definido “Espiritualidad” como aquella actitud que percibe
en el universo una presencia interna manifestándose.115 Tanto la religión
como la espiritualidad creen en una realidad no material que de alguna
forma es causa de la realidad material.116
Aquí consideraremos el mismo concepto de dos niveles de realidad,
pero visto desde la perspectiva de la causalidad.
Un fenómeno A es causa de un fenómeno B cuando la existencia
de B depende de la existencia de A. Por ejemplo, en el mundo físico,

113
Ortega, A., La Mística…, p. 428
114
Fox, M.; La Bendición…, p. 107.
115
Cf. supra p. 54.
116
Cf. supra p. 57.
90 Ana Jachimowicz

la causa de la sucesión de los días y de las noches es la rotación de la


Tierra sobre su eje.
Ahora bien, ¿cuál es la causa de la existencia de las leyes de la Fí-
sica y de la propia existencia de la Tierra? Un paradigma espiritual o
religioso contestará:

“Ninguna criatura tiene ser, porque el ser de todas ellas depende de la


presencia de Dios. Si Dios les diera la espalda por un instante, ellas se
aniquilarían”. (Meister Eckhart, Alemania, s. XIII)117

Esta cita define a Dios como el poder que hace ser a las cosas. Las
cosas, a diferencia de lo que llamamos “Dios”, no tienen en sí el poder
de su propio ser. Las cosas no son causa de sí mismas. Dios es tanto
causa de Sí mismo como causa de las cosas.
En la teología medieval, esto se expresaba caracterizando a Dios
como “causa sui”118, mientras que el mundo manifestado no se consi-
deraba causa sui.
En base a esta definición, podemos conceptualizar la diferencia en-
tre “Dios” y “las cosas” respectivamente de la siguiente manera:
Dios: causa sui, independiente, auto-sustentante
Las cosas: no causa sui, dependientes, no auto-sustentantes.
Lo autosustentante, ¿es algo manifestado o inmanifestado?
Aquí tenemos dos grandes grupos de respuestas:

1) Lo Autosustentante es Algo Manifestado:


Trascendencia Divina Parcial
Para las concepciones que ven lo autosustentante como algo mani-
festado, la divinidad es vista como una cosa más dentro del universo,
que se relaciona con las demás cosas desde un lugar especialísimo, a
saber, ser la causa de la existencia de todas ellas.

117
Ortega, A.; La Mística… p. 319.
118
En latín, “causa de sí mismo”.
91
Dios Adentro y dios afuera

Hemos denominado “teísmo” a esta concepción.119 Dios es el “ente


supremo”, una “cosa”, un “algo” manifestado con cualidades, que es
causa de la existencia de todas las demás cosas.
En Filosofía, el término “trascendente” significa “afuera”.
En esta concepción que estamos viendo, podríamos hablar de una
trascendencia “parcial” de Dios respecto al universo, pues lo divino, si
bien es distinto de todas las demás cosas existentes, sigue sin embargo
siendo una cosa manifestada.

“El pueblo de Israel se había construido un becerro de oro y lo estaba


adorando” (Éxodo, 32,4)

2) Lo Autosustentante no es Algo Manifestado: Trascendencia


Divina Total
Para las concepciones que ven a lo autosustentante como algo no
manifestado, Dios no puede ser una cosa más dentro del universo.

“[Dios] no puede ser ninguna de las cosas que existen, sino que es
anterior a todo lo existente”. (Plotino, Grecia, s. III120)

En este sentido, al ser la naturaleza de Dios el poder que hace ser a


las cosas, distinta a la de las cosas, es “trascendente” (no es una “cosa”:
está “fuera” del universo manifestado).
Considerando entonces las distintas naturalezas de Dios y de las
cosas, podemos ahora hablar de una trascendencia total o absoluta de
Dios respecto al mundo manifestado, pues al ser de una naturaleza no
manifestada, Dios no pertenece al mundo manifestado.

“Lo esencial es invisible a los ojos”. (Antoine de Saint-Exupéry, Fran-


cia, s. XX)121
“Neti, neti”. (“no esto”, “no esto”) (India, s VIII a. C.)122

119
Cf. supra p. 60.
120
Enéadas, 3,8,8, en Copleston, F., Historia…, Vol. I, p. 456.
121
El Principito.
122
Brhad– Âranyaka– Upanishad (IV, 2,3)
92 Ana Jachimowicz

Lo divino no es nada que se pueda señalar en el mundo. Lo divino


es lo radicalmente “otro”, que se expresa en “esto”. Desde este punto de
vista, lo divino es totalmente trascendente respecto a las cosas.

Sacralidad y Trascendencia
“La Creación es una extensión de Dios.
La Creación es Dios encontrado en el tiempo y en el espacio.
La Creación es lo infinito con el ropaje de lo finito”.
(Pirke Avot, Enseñanzas Rabínicas, 6:2)123
Habíamos definido como “sagrado” todo aquello que manifiesta,
revela o señala la divinidad o el misterio. Lo sagrado contiene un “plus
de sentido” relacionado con lo divino.124
El universo es sagrado porque remite a un poder “detrás” o “dentro”
de sí del cual es manifestación, vehículo y testimonio. Lo visible es señal
de lo invisible. A ese poder “detrás” o “dentro” de lo manifestado, las
distintas culturas lo han denominado Mana, Brahman, Espíritu, Gran
Espíritu, Allah, Vida, Dios, Misterio, Ein Sof, lo absoluto, Ser, etc.: en
definitiva, todos nombres (inadecuados) para Dios.
Ahora bien, la sexta afirmación de la Espiritualidad de la Creación
rezaba: “por ser manifestación de esa “X”, llamamos al Universo “sa-
grado”. El Universo entero es una hierofanía”.125
Sacralidad y trascendencia, entonces, se relacionan de la siguiente
manera: llamamos al mundo manifestado “sagrado” para significar que
es señal de algo radicalmente diferente de sí mismo. En ese sentido, lo
divino es totalmente trascendente al mundo. Este mundo es manifesta-
ción de algo ontológicamente distinto a él.

“Ama a toda la Creación. / La Creación entera y cada granito de are-


na. / Ama cada hoja / y cada rayo de luz. / Ama las plantas. / Ama los
animales. / Ama todo. / Si amas todo, / percibirás el Divino Misterio /
en todas las cosas”. (Dostoievsky, Rusia, s. XIX: Los Hermanos Ka-
ramazov126)
123
Fox, M., One River…, p. 36.
124
Cf. supra p. 89.
125
Cf. supra p. 91.
126
Fox, M., One River…, p. 26.
93
Dios Adentro y dios afuera

Panenteísmo:

“Estamos en Dios y Dios, a quien no vemos, está en nosotros”. (Juliana


de Norwich, Inglaterra, ss. XIV-XV)127
“Dios creó todas las cosas de manera que no están fuera de Él, como
erróneamente imagina la gente ignorante. Más bien las criaturas flu-
yen hacia fuera, permaneciendo no obstante dentro de Dios”. (Meister
Eckhart, Alemania, s. XIII)128

Respecto a la relación entre el mundo y su causa, aparece entonces


una situación contradictoria:
En el capítulo anterior analizamos la inmanencia divina respecto
al mundo manifestado. En este capítulo vimos su total trascendencia
respecto al mismo. Nos encontramos entonces frente a una situación
contradictoria para la razón humana: la simultánea inmanencia y tras-
cendencia divinas respecto al universo manifestado.
Matthew Fox (EE.UU., contemporáneo) retomó para esta situación
el término krausístico de “Panenteísmo”.129

“Dios está verdaderamente en todas las cosas y todas las cosas están
verdaderamente en Dios”.130

Esta situación racionalmente contradictoria es la que reportan la


mayoría de los místicos que han tenido experiencia de Dios. Relatan que
lo Divino está presente en todas las cosas, pero también fuera de ellas.

“Él está en mí, Su servidor; Él está en mi cuerpo. Él es el alma del


universo. Él está fuera de él”. (Nammâlvâr, India, s. X)131

El panenteísmo afirma simultáneamente la inmanencia y la trascen-


dencia divinas respecto al mundo manifestado. Dios está en el mundo y
también fuera de él. Dios. Dios es este mundo y más.

127
Fox, M., La Bendición…, p. 107.
128
Fox, M., La Bendición… p. 107.
129
“Pan”: todo; “en”: en; “teísmo”: de “theos”: Dios.
130
Fox, M., La Bendición…, p. 108.
131
Sundararajan & Mukerji, Hindu… vol. II, p. 104.
94 Ana Jachimowicz

“Nosotros no estamos escondidos de Dios, ni el alcanzarle es asunto


de distancia. No está lejos de ninguno de nosotros; más bien diríamos
que Él está en nosotros, como lo está en toda cosa creada. Le pertene-
cemos a Él más que a nosotros mismos… Mejor sería decir que Dios
nos contiene que decir que tenemos a Dios dentro nuestro. Estamos
realmente como arrebujados en Dios, penetrados por la Divinidad,
sostenidos en todo momento por el poder divino que satura la reali-
dad, excediéndola. Dios llena el mundo como el sol del verano inunda
una pieza; Él está por doquier en el mundo, así como el alma está por
doquier en el cuerpo; y donde Él no está, no hay nada”. (Santo Tomás
de Aquino, Italia, s. XIII)132

Física y Metafísica:

“No es macho ni hembra ni eunuco


No puede ser visto: no es existente ni no-existente,
Asume la forma en la que sus devotos desean verlo:
No tiene esa forma,
Es extraordinariamente difícil hablar de Él”.

(Namâlvâr, India s. X)133

Si denominamos “físico” a lo referido a este mundo, y “metafísico”


a lo que está “más allá (metá) de lo físico”, el panenteísmo será a la vez
físico y metafísico.

“Quienes adoran lo inmanifestado entran en una oscuridad cegadora.


Quienes se deleitan en lo manifestado entran como si fuera en una
oscuridad aún mayor. (…) Quien comprende a la vez lo manifestado
y lo inmanifestado atraviesa la muerte a través de lo inmanifestado y
alcanza la vida eterna a través de lo manifestado”. (Isha Upanishad,
12-14)134

132
Ortega, A., La Mística…, p. 291.
133
Sundararajan &…, Hindu…, Vol. II, p. 102.
134
Radhakrishnan, S., The Principal…, pp. 575-6.
Capítulo 14:
Un universo con sentido

“Nuestras almas no están sedientas de fama, confort, riqueza ni poder.


(…) Nuestras almas están sedientas de sentido” (Rab. Harold Kushner,
EE.UU., contemporáneo)135

9) La vida tiene sentido.

Para los seres humanos, el sentido consiste en cumplir con la misión


para la que vinimos a esta tierra. Somos co-creadores de este mundo,
junto con El / Ella / Eso, cada uno /a con su misión única y peculiar.
El descubrir y realizar esta misión es lo que nos hará felices, dotando a
nuestra vida de sentido. Nuestra Creatividad es uno de los rasgos en que
nos parecemos a la Causa Creadora de todo: ejercerla nos hará felices.

¿Qué es el “sentido”?

“Los ojos ven sólo la luz, los oídos escuchan sólo los sonidos, pero
un corazón atento percibe el sentido”. (Hermano David Steindl-Rast,
Austria, contemporáneo)136

El sentido es la orientación, la dirección de nuestras vidas hacia


una meta. Sentir que nuestra vida actual no se agota en sí misma, sino
que apunta a algo que la trasciende. Sentir que vivir tiene un significado.
Tiene que ver con progreso y evolución.
Un proyecto de vida, por ejemplo, será algo que trascienda mi vida
presente y le dé sentido.

135
Kuschner, H., Cuando…, p. 18.
136
Steindl. Rast, B. D., Gratefulness…, p. 35.
96 Ana Jachimowicz

Desde una perspectiva global, el Universo también tendrá sentido si


remite a algo que lo trasciende.

Necesidad del sentido para el ser humano


Denominamos “necesidades biológicas básicas” del ser humano in-
dividual al comer, dormir, descansar, tener abrigo, etc. La reproducción
sexual es una necesidad biológica básica de la especie. Al ser humano
no le alcanza con satisfacer sus necesidades biológicas básicas para
ser feliz. No le alcanza con sobrevivir, satisfaciendo sus necesidades
biológicas básicas. El ser humano necesita además que su vida tenga
sentido.137
Cuando una persona siente que su vida no tiene sentido, cae en la
depresión, se enferma, enloquece o muere.
Incluso puede suceder que para alguien sea más importante el sen-
tido de su vida que la satisfacción de sus necesidades biológicas básicas.
El ser humano puede soportar más fácilmente las adversidades que la
falta de sentido en su vida. Incluso puede renunciar al alimento, a la
bebida, al abrigo, a la compañía y aun a su propia vida, si encuentra
en ello un sentido. Pensemos por ejemplo en los ascetas, en quienes
mueren luchando por la causa que consideran justa, en Jesús, Sócrates
o Mahatma Gandhi.

Sentido y felicidad
Según los medios masivos de comunicación que hoy determinan
nuestra cosmovisión, para ser feliz hay que tener riqueza, status, poder,
fama, belleza física, etc.
Pero si observamos la realidad, veremos que no hay una relación
directa entre una cosa y la otra. ¡Cuántas personas, poseedoras de todas
estas cosas, y aún gozando de buena salud y una familia, no logran sin
embargo ser felices pues no logran darle un sentido a sus vidas!

137
Wilber, K., La Conciencia… p. 157.
97
Dios Adentro y dios afuera

A su vez, a la inversa, también observamos que muchas personas


carentes de lo que, según ciertos parámetros que la cultura del consumo
nos quiere imponer, son las condiciones imprescindibles de bienestar,
gozan sin embargo de una actitud vital de optimismo y alegría, porque
han hallado un sentido para sus vidas.
Eso que llamamos “sentido” de nuestras vidas es invisible e intan-
gible. Sin embargo puede llegar a ser para nosotros lo más importante,
al punto de determinar el tono de nuestra felicidad o infelicidad bá-
sicas, independientemente de las circunstancias particulares adversas
o favorables. Al igual que el aire, el sentido es etéreo e invisible, pero
indispensable para la vida.
Víctor Frankl (Alemania, s. XX), padre de la logoterapia y del análi-
sis existencial, durante su larga estancia en los campos de concentración
nazis, observó incluso que los prisioneros que lograban encontrarle un
sentido a sus vidas, aun en ese medio horroroso, tenían más sobrevida
que sus compañeros más vigorosos que no lo lograban.138

Sentido global: las grandes preguntas existenciales básicas

“A lo largo de nuestra vida, los seres humanos anhelamos y buscamos


sentido, imponiéndolo allí donde sentimos que no existe. No podemos
dejar de hacerlo: es nuestra mismísima esencia como seres humanos”.
(O’Murchu, Inglaterra, contemporáneo,139)

Hemos visto más arriba140 algunas de las grandes preguntas exis-


tenciales básicas:
¿Por qué hay algo y no más bien nada? ¿Por qué es el mundo así, y
no de otra forma?
¿Quién soy? ¿Cuál es la causa de mi existencia? ¿Cómo y de dónde
surge mi conciencia? ¿Por qué estoy acá? ¿Qué pasa con mi conciencia
cuando muere el cuerpo físico? ¿Tiene sentido mi existencia y la de toda

138
Grof, S., Psicología Transpersonal, p. 447.
139
O’Murchu, D., Quantum…, p. 12.
140
Cf. p. 26.
98 Ana Jachimowicz

la humanidad? ¿Tiene algún sentido la existencia del mundo? ¿Cómo


entender lo maravilloso y lo pavoroso que coexisten en él? ¿Existe el
universo por alguna causa o es producto del mero azar?
Responder o no a dichas preguntas no nos aportará beneficios mate-
riales, de poder ni de status social. Quizás por ello no forman parte ex-
plícita del sistema educativo oficial (pues éste transmite, implícitamente,
una cosmovisión de adaptación al sistema social vigente).
Sin embargo, nuestras respuestas a dichas preguntas determinarán
el “color”, la “vibración” básica de nuestra vida, en particular en cuanto
a su carencia o no de sentido.
Toda Espiritualidad suministra un sentido a la vida, porque integra
al universo y al ser humano en una estructura significante. El paradigma
espiritual que elijamos conformará la cosmovisión básica que otorgue
significación a la vida de cada uno / a, y por lo tanto nuestro tono vital
de felicidad o infelicidad básicas.

Sentido global: la evolución universal


Para la Espiritualidad de la Creación, hay un sentido en la evolución
cósmica.
Las distintas formas evolutivas que ha ido produciendo el universo desde
el Big Bang hasta hoy parecen estar dirigiéndose en un sentido de:
à Mayor complejidad
 Mayor conciencia
 Mayor diversidad
 Mayor individuación
 Mayor integración
Esto lo vemos claramente, por afinidad biológica, en la evolución de
los seres vivos desde la ameba hasta los mamíferos.

Sentido individual: ir hacia


El sentido de nuestra vida a nivel individual es su direccionalidad
básica, el norte, el rumbo que organiza todas nuestras actividades con-
firiéndoles significado.
99
Dios Adentro y dios afuera

Una vida con sentido no es una vida acabadamente perfecta. Cuan-


do tenemos un sentido en nuestra vida, sentimos que nuestro ser no está
completo, terminado, sino que apunta a otro estado de sí mismo. Una
vida con sentido exige un desarrollo en el tiempo, implica cambio.
En el caso de mi propia vida, su sentido es el de ayudar a otras al-
mas a despertar.

Sentido individual: la perspectiva dualista


Hemos visto anteriormente141 que todo dualismo apunta siempre a
la trascendencia, o sea que lo importante, lo trascendente, está siempre
fuera del universo. En el caso de la vida de una persona individual, para
esta corriente, lo importante también estará siempre “fuera” de ella.
Para una posición dualista, mi vida individual tendrá sentido si
apunta a algo diferente de sí misma. El sentido de la vida viene deter-
minado “desde afuera”.
Un ejemplo de mi propia vida habría sido el estudiar Ingeniería
Textil porque mi padre así lo exigía. Este sentido hubiera sido impuesto
desde afuera.

Sentido individual: la perspectiva holística


• La Realización de la Propia Esencia
El panenteísmo afirma simultáneamente la inmanencia y la trascen-
dencia divinas respecto al mundo manifestado. Dios está en el mundo y
también fuera de él. Dios. Dios es este mundo y más.142
Por lo tanto, la Espiritualidad de la Creación, que hemos definido
como un panenteísmo143, aplicará el mismo esquema de inmanencia-tras-
cendencia a la consideración del sentido en la vida de una persona indi-
vidual. Según lo consideremos desde lo individual o desde lo universal,
denominaremos al sentido de la vida “vocación” o “misión”.

141
Capítulos 12 y 13.
142
Capítulos 12 y 13.
143
Cf. pp. 103-104.
100 Ana Jachimowicz

• El Sentido de la Vida Personal visto desde lo Individual: la “Vo-


cación”
“Tu alma sabe cuál es la opción más evolutiva en cada situación”.
(Laurel Beth Geise, EE.UU., contemporánea)144

La vocación es ese llamado interior que cada persona siente para


realizarse plenamente, para lograr una forma más plena de sí mismo.
No se trata de copiar un modelo externo, sino de actualizar el propio
potencial interno, la propia esencia.145
Una misma vocación interna puede concretarse en una o más formas
externas, en uno o más proyectos de vida. Por ejemplo, si mi vocación es
ayudar a los demás, mi proyecto de vida podrá pasar por el estudio de la
medicina o la participación en un cuartel de bomberos voluntarios.

• El Sentido de la Vida Personal visto desde el Plan Universal: la


“Misión”.

“Nuestras vocaciones forman parte del orden universal de la sabidu-


ría”. (Matthew Fox; EE.UU., contemporáneo)146

Llamamos “misión” de una persona al rol que debe cumplir para


contribuir lo mejor posible con el plan universal.147 Existe una misión
para la que vinimos a esta tierra. Esta misión está determinada por el
plan divino para la totalidad del universo, o sea que no es ajena a nuestra
esencia, sino que es más bien la mejor manera posible de responder a
ella.
Por ejemplo, la misión de alguien cuya vocación fuera “ayudar a los
demás”, o sea, esta misma vocación vista “desde afuera”, podría ser por
ejemplo, “disminuir la mortalidad infantil” de determinada ciudad.
144
Geise, L. B., The Book of…, p. 31.
145
Cf. en p. 37 la definición de “esencia”.
146
Fox, M., The Reinvention…, p. 103.
147
En su novela de ciencia-ficción “Un Mundo Feliz”, Aldous Huxley describe el intento
de un estado totalitario por hacer coincidir a la fuerza la vocación con la misión de cada uno
de los habitantes.
101
Dios Adentro y dios afuera

Realización automática de la propia esencia


Los seres manifestados que vemos a nuestro alrededor manifiestan
su esencia. Es más, la realizan “automática e inevitablemente”. El peral
da peras y las abejas construyen inevitablemente las celdillas de sus
panales en forma hexagonal desde hace miles de años, por citar dos
ejemplos.

Libertad
El ser humano realiza automáticamente parte de la esencia para la
cual fue creado: todo lo relativo al funcionamiento de nuestro cuerpo
biológico se lleva a cabo “en piloto automático”.
Pero la realización del ser humano no se agota en el desarrollo de su
aspecto biológico: poseemos también necesidades psicológicas, sociales,
mentales, emocionales y espirituales. Estas no se realizan en forma auto-
mática: a diferencia de los demás seres de este planeta, poseemos, además
de nuestro ser biológico, un “plus” de realización que ha sido encomenda-
da a nuestro propio libre arbitrio. Hemos sido dotados de libertad.
La libertad o libre arbitrio es la capacidad de elegir entre varias
opciones disponibles, o aun crear nuevas opciones.148
Un ejemplo de realización automática podría ser, por ejemplo,
intercambio de oxígeno en los capilares sanguíneos. Y un ejemplo de
realización libre podría ser elegir decir o no decir algo a alguien.

Creatividad – co-creación

“El mundo fue creado / por el flujo descendente de las letras; / nuestra
tarea es formar palabras con esas letras / y devolvérselas a Dios”.
(Enseñanzas jasídicas, Polonia, s. XIX)149

148
En ello radican la posibilidad de la historia (cf. p. 27), y de su corolario, el progreso –el
cambio hacia un objetivo considerado positivo–, tan específicamente humanos.
149
Green & Holtz, Your Word…, p. 49.
102 Ana Jachimowicz

El ser humano puede ir aún más lejos que el hecho de elegir entre
dos opciones disponibles: puede crear conductas novedosas. Esta facul-
tad se denomina creatividad, y se observa claramente en el trabajo de
los artistas, y es probablemente el rasgo en el que nos parecemos a lo
Divino.

“Creó Elohim al ser humano a Su Imagen, a la imagen de Elohim lo


creó…”150

Si comparamos la creatividad humana con la creatividad divina,


vemos que Dios puede hacer surgir y mantener en su ser cosas mate-
riales a partir de la nada. El ser humano puede crear ideas, imágenes o
sensaciones y plasmarlas en materia ya existente. Podríamos denomi-
narla “creatividad parcial”, si la comparamos a la “creatividad total” de
la Causa Creadora del Universo.
Aún parcial, ¿quizás sea nuestra creatividad uno de los rasgos en
que nos parecemos a la Causa Creadora de todo? El ser humano también
crea cosas nuevas (cualquier producto cultural: por ejemplo, un teléfono),
aunque con creatividad parcial.
Abraham Jeoschua Heschel151 (Polonia, s. XX) y también David A.
Cooper152 (EE.UU., contemporáneo) describen esta situación como co-
creación del mundo entre Dios y el ser humano.
Nos encontramos en situación de co-creadores de este mundo, junto
con la Causa Suprema, cada uno / a con su misión única, que se tra-
duce en una vocación peculiar, que tenemos la libertad de seguir o no.
Ejercer nuestra creatividad, nuestra libertad, nuestra vocación y cumplir
nuestra misión nos hará felices.

150
Génesis, I: 27.
151
Heschel, A. J., Dios en…, p. 529.
152
Cooper, D. A., God is…, p. 75.
Capítulo 15:
El universo como mensaje

“Toda criatura es una palabra de Dios y un libro acerca de Dios”.


(Meister Eckhart, Alemania, s. XIII)153

10. El Universo habla. Podemos descifrar su mensaje y dialogar


con el Universo, porque estamos hechos de sus mismos compo-
nentes y somos parte de él / ella / eso.

Cambio de paradigma
“Nuestra cosmovisión determina el modo en que nos relacionamos
con el mundo en el que vivimos”. (Matthew Fox, EE.UU., contempo-
ráneo)154

La Espiritualidad de la Creación nos propone un cambio de para-


digma.
Un paradigma es un conjunto de valores, ideas, prejuicios y pre-
conceptos que, como un par de anteojos ideológicos que lleváramos
puestos, determina la forma en que vemos la realidad. En general no
somos conscientes de él.
Veamos dos ejemplos de paradigmas diferentes en una misma
ciencia, la Biología. Por un lado tenemos el paradigma darwiniano de
la Selección Natural:

“Dado que se producen mucho más individuos de los que pueden so-
brevivir, debe haber en cada caso una lucha por la existencia, ya sea
entre un individuo y los de su especie, o entre individuos de distintas

153
Fox, M., La Bendición…, p. 40
154
Fox, M. The Reinvention…, p. 74.
104 Ana Jachimowicz

especies, o contra las condiciones físicas de vida…”. (Charles Darwin,


Inglaterra, s. XIX, El Origen de las Especies)155

La lucha es considerada la base de la supervivencia.


Pero a principios del siglo XX surgió una forma diferente de ver
las cosas. En su libro Holismo y Evolución, Jan Smuts señalaba que:
“la relación lo es todo. Es imposible comprender una célula, una rata,
una estructura cerebral, una familia o una cultura si la aislamos de su
contexto”.156
Dentro de esta cosmovisión surge a mediados del siglo XX el pa-
radigma ecológico en Biología, que ve la relación entre individuos y
especies como interdependencia más que como oposición.
Según que veamos la relación entre especies como una competencia
o como una cooperación, así será nuestra interpretación de los hechos
observados. El paradigma es previo a la observación de los hechos y
determina la interpretación de los mismos.

“Nuestras filosofías delimitan lo que nos permitimos ver”. (Steven Jay


Gould, contemporáneo, EE.UU.)157

Las creencias implícitas en un paradigma no se pueden demostrar


racional ni experimentalmente; por el contrario, son previas a toda de-
mostración y la condicionan.
En el cambio de paradigma, es decir en el cambio de mirada, cambio
de actitud vital que propone la Espiritualidad de la Creación, el Universo
aparece como un mensaje a descifrar. ¿Qué pasaría si en lugar de ver
al mundo como un depósito de recursos a explotar o una máquina ciega
indiferente a la presencia humana, lo viéramos como un ser viviente que
nos está constantemente hablando en su lenguaje propio que podríamos
decodificar?

155
The New…, Macropaedia, vol. 18, p. 856
156
Citado en Ferguson, M., La Conspiración…, p. 174.
157
Citado en Ferguson, M., La Conspiración…, p. 177.
105
Dios Adentro y dios afuera

“¿Qué ocurre cuando estás despierto? No cambia nada, todo ocurre


igual, pero tú eres el que ha cambiado para entrar en la realidad. En-
tonces lo ves todo claro”. (Anthony de Mello, India, s. XX)158

Para entender el discurso del universo, detengámonos primero en el


discurso humano y en el discurso divino.

La palabra humana
Según la Antropología Cultural, la palabra hablada caracteriza la
aparición del Homo Sapiens, hace unos 40.000 años.159
La palabra escrita aparece por primera vez hace unos 4.000 años: se
trata de la escritura sumeria (Mesopotamia), cuneiforme.160
La palabra impresa con tipos móviles aparece en Alemania, con
Gutenberg, hace 500 años.
A partir de allí, la palabra (hablada o escrita) empezó a cobrar cada
vez más importancia: el mundo de hoy se sostiene gracias a la palabra:
libros, manuales, publicidad, marcación de alimentos, computación,
señalización de rutas, estaciones y aeropuertos, instrucciones de uso de
artefactos, etc.

Davar: la palabra creadora de Dios


Según el Antiguo Testamento, Dios crea al mundo hablando. Es la
palabra divina, es la voz del Dios vivo la que ha producido los seres bajo
sus diversas formas, tanto exteriores como interiores; a ella se alude en
las siguientes palabras:

Dijo Elohim: ‘Haya luz’, y hubo luz”. (Génesis, I, 3)161

158
De Mello, A., Autoliberación…, p. 10.
159
Swimme & Berry, The Universe Story, p. 274.
160
Ídem, p. 190.
161
Franck, A., La Kabbala, p. 112.
106 Ana Jachimowicz

“El mundo ha sido creado mediante diez locuciones del Verbo Divino”.
(Tratado de Principios, cap. V, Mishnáh)162
“Bendito sea Él, que con su Verbo el mundo se hizo”. (Plegaria litúrgica
judía)163

Y después, ¿Dios se calló?


Según el enfoque de la Espiritualidad de la Creación, Dios sigue
hablando a través del universo. Todos los seres del universo pueden ser
vistos como palabras de Dios. La palabra “davar” en hebreo, significa a
la vez “palabra” y “cosa”.

“Soy un pensamiento de Dios, una palabra de Dios (…); cada criatura


es un pensamiento de Dios, una palabra de Dios a la que da expresión”.
(Bede Griffiths Inglaterra-India, s. XX)164

Si consideramos a este universo manifestado como la Palabra de


Dios, podemos afirmar que Dios habla un idioma captable por el ser
humano desde hace unos 15.000 millones de años, fecha estimativa del
Big Bang según la ciencia actual.

“Con las veintidós letras, al darles una forma y una figura, al mez-
clarlas y combinarlas de diversas maneras, Dios ha hecho el alma de
todo lo que está formado y de todo lo que será”. (Séfer Ietzirá, libro
cabalístico, anterior al s. X)165

Martín Buber (Alemania, s. XX):


El diálogo entre lo divino y lo humano
Este pensador, representante de un existencialismo espiritual, propo-
ne considerar dos formas básicas en las que podemos tratar a “lo otro”166:
lo podemos tratar como un “eso”, una cosa inanimada, un objeto. Por
ejemplo, así es como tratamos a la naturaleza cuando la explotamos
162
Citado en Edery, Génesis, trad. y com., p. 16.
163
Ídem.
164
Griffiths, B., Return…, p. 36.
165
Franck, A., La Kabbala, p. 116.
166
Buber, M., Yo y Tú, en La Vie en Dialogue.
107
Dios Adentro y dios afuera

descontroladamente, y con frecuencia tratamos así a los seres humanos


y a nosotros mismos.
Tratamos en cambio a lo otro como un “tú” cuando lo consideramos
dotado de vida y de una conciencia capaz de “responder” a la nuestra.
Por ejemplo, en nuestra relación con nuestros seres queridos. O inclusive
muchas personas tratan a sus mascotas, a pesar de ser animales, como
un “tú”.
Martín Buber propone considerar a todo el universo como la palabra
de un gigantesco “tú”. El planeta Tierra, por ejemplo, es el escenario de
un diálogo entre Dios y el ser humano. ¿De qué modo? Dios nos pone
nuestra circunstancia, nuestra situación existencial y nosotros respon-
demos con nuestras acciones.
Al respecto dice Thomas Berry, un historiador de las culturas estado-
unidense contemporáneo:

“[Es necesario] sensibilizar a la gente al hecho de que cada río, cada


estrella y cada animal están relatando una historia. El objetivo no es
leer un libro: el objetivo es leer la historia que está sucediendo alrede-
dor nuestro”.167
“En la respuesta de Dios, todo, y el Todo mismo, se revelan como len-
guaje”. (Martín Buber)168

Dios como verbo interactivo: Rab. Zalman Schachter Shalomi169


La gramática establece la diferencia siguiente entre verbos “tran-
sitivos” y verbos “intransitivos”: se denominan verbos transitivos a
aquellos que admiten objeto directo (por ejemplo “beber”, “amar”, etc.)
e intransitivos a aquellos que no admiten objeto directo (por ejemplo
“volver”, “reír”, etc.)
Schachter-Shalomi propone una subclase dentro de los verbos tran-
sitivos a la que denomina verbos “interactivos”, a saber aquellos que
impliquen una interdependencia entre dos sujetos (por ejemplo: “amar”,

167
Swimme & Berry, The Universe…, p. 3.
168
Je et Tu, en La Vie en Dialogue, p. 77.
169
(EE.UU., contemporáneo)
108 Ana Jachimowicz

“compartir”, “bailar en pareja”, “besar”, “dialogar”, “abrazar”, “relacio-


narse con”, etc.)

Los sujetos como verbos interactivos

“El mundo entero y todas las criaturas serán para ti nada más que un
libro abierto y una Biblia viviente, en los cuales podrás estudiar, sin
ninguna instrucción previa, la ciencia de Dios, y a través de los cuales
podrás develar Su voluntad”. (Sebastián Franck, Alemania, s. XVI)170

Schachter-Shalomi propone considerar a los sujetos como verbos


interactivos.171 Cada una de nosotras, por ejemplo, puede ser vista como
un centro de actividad interactiva, en lugar de un sujeto aislado cerrado
en sus propios límites.
En forma algo humorística, propone que, en lugar del nombre, nos
refiriéramos a cada uno de nosotros por un verbo. Por ejemplo, en lugar
de “Zalman”, “zalmanear” –una actividad propia y peculiar que sólo “Zal-
man” puede hacer. “Zalman” estaría siempre “zalmaneando”, “Ana” estaría
siempre “anando” con el mundo y con los demás, y así todas las personas.
En vez de considerar al universo como un conjunto de partes o elementos
aislados, propone verlo como una red de relaciones interactuando.
Avanzando un paso más, propone considerar a Dios mismo como un
verbo interactivo de este tipo. Dios está siempre “dios-ando”. Y cada uno
de nosotros Le responde “zalmaneando”, “anando”, “cristinando”, etc.
Cada una de nosotras, dentro de su estilo peculiar, interactúa con
Dios de distintas maneras: Lo ama, Lo odia, Lo interpela, dialoga con
Él, danza con Él, Lo ignora, etc.

Un universo interactivo

“En el mismo momento en que uno se compromete definidamente, la


Providencia se mueve también”. (Goethe, Alemania, s. XVIII)172
170
Fox, M., La Bendición…, p. 40.
171
Cooper D. A., God is…, pp. 69-74.
172
Fox, M., Reinvention…, p. 103.
109
Dios Adentro y dios afuera

Algunas de las actividades propias de “anar”, “cristinar” o “zalma-


near” son: escribir, comer, caminar, dialogar, herir, consolar, destruir y
construir.
Algunas de las actividades del “diosar” de Dios son: crear y sostener
cada uno de los objetos del universo, y por lo tanto también mi cuerpo
y mi circunstancia.
Si juntamos la concepción de Buber con la de Schachter-Shalo-
mi, tendríamos que nuestro propio actuar en el mundo sería un verbo
interactivo. “Zalmanear”, “anar” o “cristinar”, sería nuestra forma de
responder al “diosar” de Dios, que es el universo mismo.
“Nuestros hijos necesitan aprender a leer no sólo libros creados por el
genio humano, sino a leer también el Gran Libro del Mundo. Leer este
Gran Libro es algo natural para los niños”. (Thomas Berry, EE.UU.,
contemporáneo)173

La historia de la humanidad puede ser vista, entonces, como un


gigantesco diálogo entre Dios y los seres humanos.

Estructura de la comunicación entre dos interlocutores


El fenómeno de la comunicación, para ser tal, debe constar de por
lo menos dos emisiones, cada una con la siguiente estructura:
EMISIÓN: emisor-receptor-mensaje-código de desciframiento
RESPUESTA: emisor-receptor-mensaje-código de desciframiento
En el caso de un diálogo entre dos seres humanos, tendríamos:
EMISIÓN: persona 1, persona 2, frase dicha, idioma común.
RESPUESTA: persona 2, persona 1, frase dicha, idioma común.
Ahora bien, si, como propone el paradigma de la Espiritualidad de la
Creación, el universo es un mensaje, ¿cuáles serían los demás elementos
del esquema de comunicación?
EMISIÓN: Dios, seres humanos, universo, lenguaje del alma

173
Fox, M., La Bendición…, p. 41.
110 Ana Jachimowicz

RESPUESTA: Seres humanos, Dios, nuestras acciones y pensamientos,


lenguaje del alma.
Proponemos llamar “lenguaje del alma” a ese código común que
hablamos Dios y los seres humanos para comunicarnos. Este sería el
lenguaje común a Dios, a todos los seres humanos y a todos los seres
vivos. Es un código interior preexistente que luego utiliza distintos có-
digos externos para exteriorizarse. Es el idioma interior que está detrás
de todas nuestras expresiones, ya sea verbales, corporales, artesanales,
artísticas o de acción. El mismo idioma de interioridad a interioridad
que usamos para comunicarnos entre los seres humanos y con los demás
seres vivos.

“Al hablar, el Padre da a luz; al escuchar, el Hijo nace”. (Meister Ec-


khart, Alemania, s. XIII)174

174
Fox, M., Passion for…, p. 316.
Segunda Parte

Ejercicios Vivenciales
(Meditación por el aRTe)
Capítulo 17:
Una pedagogía holística
para una espiritualidad holística

“Este es un momento de gran celebración, pues estamos volviendo a


casa a nosotros mismos”. (Connie Kaplan, EE.UU., contemporánea)175

Evolución y educación por y para la vida


La propuesta de este trabajo se enmarca en la observación empírica de
que el ser humano es un ser en evolución, que aún no ha alcanzado el estadio
último de su desarrollo.
Para la Espiritualidad de la Creación existe una Fuerza viva, consciente,
inteligente y creativa, a la que denomina “Espíritu”, manifestándose como
universo desde el Big Bang (¿o quizás antes?) hasta nuestros días. En su de-
sarrollo, va creando las formas materiales más adecuadas para sostenerse y
expresarse en este mundo, que existe precisamente con dicho fin (permitir la
manifestación y la evolución del Espíritu).
Esta Fuerza origina, sustenta y da sentido a este Universo. Dado lo limitado
de nuestras facultades cognoscitivas, no la podemos explicar ni definir, pero sí
disponemos de una herramienta maravillosa para acceder a ella: la podemos
vivenciar. Y a dicho fin –la vivencia de ese corazón íntimo del universo– apunta
la pedagogía de la Espiritualidad de la Creación que proponemos aquí.
Según nos testimonian los místicos de todas las tradiciones, vivenciar
este Principio último proporciona al ser humano una fuente inagotable de
felicidad. Se produce una evolución, una conversión (metanoia) de la persona,
única solución radical a los terribles males (violencia, adicciones, consumis-
mo, stress, desesperanza, depresión, angustia, temor a la muerte, soledad,
materialismo, guerras, destrucción del planeta, etc.) que azotan actualmente
a la humanidad.
Estamos en un camino evolutivo y vinimos a esta Tierra para aprender. Y
esta escuela que ha sido dispuesta para nosotros, la Escuela de la Vida, posee

175
Kaplan, C., Dreams…, p. 145.
114 Ana Jachimowicz

muchos poderosos recursos, además del intelecto y los sentidos, como por
ejemplo: el cuerpo, la imaginación, la creatividad, la intuición, etc.
El educador y gobernante argentino Domingo F. Sarmiento decía que la
escuela debe preparar para la vida. Nuestro sistema educativo argentino, ¿nos
prepara para la vida?
Para la Espiritualidad de la Creación, la Vida es la Escuela, y el ser humano
tiene, de entre todos los seres vivos que nos acompañan en este nivel, la ma-
ravillosa posibilidad de hacer “cursos intensivos” de evolución de la conciencia.
Todas las grandes tradiciones religiosas y espirituales constituyen intentos de
“cursos acelerados” de contacto con nuestro ser interior y con el ser cósmico.
La Espiritualidad de la Creación se inscribe en dicha tendencia, en una
perspectiva integral de aceptación y celebración del mundo, incluyendo en
su práctica todos los “ingredientes” que éste pone a nuestra disposición para
el crecimiento de nuestro ser.

Prácticas históricas de Espiritualidad de la Creación


El uso del cuerpo, de la imaginación, de los sentimientos y de la creatividad
no es algo nuevo en los esfuerzos del ser humano por acceder a estadios más
avanzados de conciencia. Las diferentes espiritualidades históricas nos propo-
nen gran variedad de recursos, técnicas, disciplinas, procedimientos y “recetas”
para que la conciencia utilice en su búsqueda. Podemos citar entre ellas:
• el ascetismo en el Cristianismo y en el Hinduismo
• los votos de las órdenes religiosas
• la concentración en el ahora y la entrega a Dios en distintas órdenes religiosas
• el uso de sustancias químicas en muchas tradiciones nativas,
• los rituales en las Escuelas de Misterios de la Grecia Antigua,
• la regulación de la vida cotidiana en el Octuple Noble Sendero de Buddha,
• las normas de alimentación en el Judaísmo, en el Hinduismo, en el Budis-
mo, en el Islam, en el Yoga, en el Jainismo, etc.,
• las posturas corporales en el Hatha-Yoga y en muchas tradiciones nativas
andinas,
• las técnicas respiratorias en el Yoga y en el Budismo,
• la actitud interior en las acciones cotidianas en el Karma-Yoga,
• los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola,
115
Ejercicios vivenciales

• el estudio meditativo en el Judaísmo y en el Jñâna-Yoga,


• la repetición de mantras y el uso del sonido, de la voz y de la percusión en
el Mantra-Yoga, en las tradiciones africanas, en los gospel y spirituals, y en
todas las músicas litúrgicas,
• la meditación en el Budismo, en el Yoga, en la Cábala, en el Sufismo, en el Zen.
• la oración en todas las tradiciones,
• el Dikr de los Derviches,
• todas las formas de arte como práctica espiritual (música, pintura, danza,
poesía, etc.), como por ejemplo la poesía haiku japonesa.
• las artes marciales del Lejano Oriente,
• la relación con el maestro en el Hinduismo o en el Jasidismo,
• la contemplación de la Naturaleza en el Trascendentalismo norteamericano,
• todos los rituales que subrayan las distintas etapas y estaciones de la vida
en todas las tradiciones, etc.
¿Cuál me servirá? La piedra de toque final está en nuestro interior: nadie
podrá decirnos cuál es la espiritualidad adecuada para cada uno de nosotros,
pues lo que está en juego es ni más ni menos que el sentido de nuestra propia
vida, ese misterioso y maravilloso desafío en el que inevitablemente ya nos
encontramos siempre ubicados y ubicadas al inicio de nuestra reflexión.176
Será finalmente nuestro ser total, y no la sola razón, el que nos llevará
a adherir a una antes que a otra. La razón nos abre una variedad de posibles
picadas en la selva de la realidad, pero es nuestro compromiso integral, con
el uso o puesta en juego de la totalidad de nuestro ser y de nuestras faculta-
des, el que marcará el color vital de nuestra existencia, y en última instancia
nuestra propia felicidad o infelicidad.
La Espiritualidad de la Creación cree que, para que el ser humano pueda
acceder a un nivel superior de conciencia –al nivel de conciencia siguiente en
la escala evolutiva– debe hacer uso integral de todas las facultades con las
que ha sido dotado. Ello requerirá, a su vez, una forma de pedagogía acorde.
Sería un contrasentido enseñar Espiritualidad de la Creación con métodos
basados exclusivamente en el uso del hemisferio cerebral izquierdo.177
176
Cf. el concepto heideggeriano del encontrarse siempre ya “yectos” en el mundo (cap.
2).
177
Fox, Ciencia y…, p. 11.
116 Ana Jachimowicz

Una pedagogía holística para una espiritualidad holística


Soy docente por vocación, y creo que estamos en este mundo para
aprender y evolucionar. Siempre me preocupó encontrar una enseñanza que
no sólo implique información, sino también, y por sobre todo, transformación;
transformación no sólo del “educando”, sino también del “educador”, que
acompaña, disfruta y crece con el proceso.
Somos seres compuestos por diferentes “cuerpos” o niveles: físico,
mental, emocional, imaginativo, espiritual, etc. ¿Por qué no utilizarlos todos
en aras de nuestra evolución? ¿Por qué no hacer un uso integral de todas
nuestras facultades, en lugar de privilegiar la razón y el realismo ingenuo
sensorial, como lo hace mayormente nuestro sistema educativo? Investigacio-
nes recientes178 demuestran que en el hemisferio cerebral izquierdo179 están
localizadas mayormente las funciones de análisis, control, intelecto, razón,
poder, precisión, mientras que en el hemisferio cerebral derecho se ubican las
áreas de intuición, creatividad, cuerpo, imaginación, multiplicidad de niveles
y de significados.
¿Por qué no utilizar integralmente ambos hemisferios cerebrales? Además
de pensar, analizar y estudiar las grandes cuestiones filosóficas mediante la
facultad de la razón, ¿por qué no usar todos los maravillosos instrumentos
que la Vida ha puesto a nuestro servicio para amar y celebrar a Sofía de mil
maneras? La sabiduría no debería ser sólo “conocida” y “expuesta”, sino
también disfrutada, vivenciada y, sobre todo, llevada a la vida cotidiana. Una
pedagogía holística apuntará a que las respuestas a los grandes problemas
filosóficos no sólo se contesten, sino que además se vivan. Además de com-
prender la sabiduría (asirla para nosotros mismos), podamos “con-vivirla”
(vivirla con el otro)?
¿Qué pasaría con los textos de sabiduría espiritual, si además de razonar-
los, estudiarlos y comentarlos, los danzáramos, cantáramos, visualizáramos,
jugáramos, expresáramos corporalmente, fotografiáramos, poetizáramos,
dramatizáramos, imagináramos, pintáramos, esculpiéramos, mitologizáramos,
ritualizáramos o los transformáramos en servicio?
Esta es la propuesta que intentaremos explorar en este libro: una Peda-
gogía Holística para una Espiritualidad Holística.
178
Ferguson, Marilyn, La Conspiración de…, pp. 339 y ss.
179
En los diestros.
117
Ejercicios vivenciales

¿Es lícito transmitir una espiritualidad?


Antes de entrar de lleno en tema, conviene plantearse la cuestión de la
licitud moral de la transmisión de una espiritualidad. Una espiritualidad es
un paradigma, una forma de ver el mundo que se actúa en la propia vida.
¿Es válido, es lícito moralmente intentar transmitir una espiritualidad a otra
persona? ¿Es válido intentar cambiar su forma de ver el mundo?
La transmisión de espiritualidades registra ejemplos nefastos. La catequi-
zación impuso mediante sus misiones la religión católica a muchas culturas y
pueblos, a menudo por la fuerza. La “guerra santa” musulmana, por su lado,
también pretendía la conversión masiva al Islam o la muerte para quien no la
aceptara. Muchas sectas esotéricas utilizan hoy métodos manipuladores para
ganar adeptos. El judaísmo ortodoxo, por el contrario, adopta una posición
opuesta, dificultando de mil maneras el ingreso de conversos a sus filas.
Entonces: ¿es válido transmitir una creencia? Dice Jesús en los Evangelios:
“Pide y recibirás”. Creo que es válido ofrecer una espiritualidad a quien está
sediento de ella y lo expresa conscientemente. Forma parte del respeto que
nos debemos las personas unas a otras.
Y otra forma respetuosa de transmitir una espiritualidad es que sea ex-
perimentable y no dogmática ni basada tan sólo en un criterio de autoridad.
Creo que es lícito facilitar en el otro la experiencia de lo espiritual; no así el
intentar imponerle quizás las mismas verdades, pero por la fuerza.

Una enseñanza interparticipativa


Una verdadera experiencia educativa debería ser interparticipativa, no
“derramadora” de conocimientos en educandos considerados como “envases
vacíos”.
En esta forma de docencia, el docente también aprende. En su inves-
tigación, el alumno encontrará fuentes y respuestas desconocidas para el
docente. Éste debe estar preparado para ello, ser capaz de aceptarlas como
un aporte novedoso, a la vez que poder evaluarlas críticamente (y enseñar al
alumno a hacerlo) con objetividad.
El docente tiene que estar preparado, además, a desprenderse del con-
trol absoluto del desarrollo de la clase. Una verdadera clase, afirmaba Martín
Buber, contendrá elementos de sorpresa para todos los participantes, pues
es un lugar de encuentro de seres libres. El docente acompaña y comparte el
118 Ana Jachimowicz

proceso de crecimiento y evolución del alumno y aprende, crece y evoluciona


junto con él.180

Promover la investigación
Respecto a los conocimientos teóricos, lo ideal sería ir guiando al alumno
en un estudio dirigido para que descubra por sí mismo/a la información, en
lugar de darle las respuestas ya “cocinadas” para luego exigir su memorización
y repetición.
Por ejemplo, una posible estrategia para investigar el concepto de “espí-
ritu” podría ser la siguiente.
1. Busca en el diccionario y consigna por escrito la definición de la palabra
“espíritu”. Si tienes varios diccionarios, ¡adelante! Cuántas más definiciones
consignes, mejor.
2. Ahora vamos a la etimología del término “espíritu”, o sea su origen en
la historia de la lengua. ¿Tienes a mano un diccionario etimológico de la
Lengua Española? Uno de ellos es el Corominas. Si no, busca en Internet.
Consigna lo que encontraste.
3. Busquemos ahora algunas referencias clásicas de nuestra cultura para esta
palabra. Por ejemplo el Antiguo Testamento. ¿Qué dice en Génesis I: 1?
¿Cuál es el término hebreo para “espíritu”?
4. Vayamos al relato bíblico de la creación del ser humano: ¿cómo hace Dios
para transformar al muñeco de barro en un ser vivo?
5. En base a este último relato, ¿cuál es el elemento que da vida a las cosas?
6. ¿Cómo define la Biología el concepto de “ser vivo”? ¿Cómo lo definirías vos?
7. ¿Qué es la vida? ¿Cuándo algo está “muerto”?
8. La ciencia actual divide las cosas en “animadas” e “inanimadas”. Dar
ejemplos de unas y otras, en base a la definición que diste de “vida” en la
respuesta anterior.

Metanoia: Un enfoque integral para un “cambio del corazón”.


Presentamos a continuación una propuesta para una enseñanza integral
y vivencial de la espiritualidad. Utilizamos tanto los recursos analíticos y ra-
cionales de la Ciencia y de la Filosofía, como la imaginación, la creatividad y la

180
La Vie en Dialogue, p. 230.
119
Ejercicios vivenciales

corporalidad con diversas prácticas de Arte. Nuestra meta es siempre lograr


la vivencia interior de los conceptos.
Vamos desarrollando primero filosóficamente, de manera interparticipati-
va, los conceptos que nos irán llevando gradualmente a la formulación de una
espiritualidad de la creación, y luego procuramos registrarlos también desde
lo corporal y lo expresivo.
Concretamente proponemos ejercicios prácticos para hacer resonar los
conceptos filosóficos en todos nuestros cuerpos: el físico, el energético, el
mental, el emocional, el espiritual, el social, el planetario, el suprapersonal.
Tomando como punto de partida las grandes preguntas existenciales bási-
cas que se presentan a todo ser humano en algún momento de su vida (como
por ejemplo “¿Por qué existe el mundo? ¿Tiene sentido la existencia del mun-
do? ¿Para qué estoy aquí? ¿Quién soy realmente? ¿Qué significa todo esto?”),
que inevitablemente deberán ser contestadas, explícita o implícitamente con
la propia vida, pasamos revista a las más divulgadas actitudes fundamentales
que un habitante urbano común de Occidente encuentra disponibles como
viables cuando busca ayuda para responder a dichas preguntas. Nos referimos
a la Ciencia, la Filosofía y la Religión. En la primera parte lo hemos hecho a
nivel teórico, en esta segunda lo haremos a nivel vivencial.
El problema del sentido de la propia vida es urgente y perentorio, y no
alcanzaría toda una vida, para pasar revista exhaustivamente a todos los
aportes previos de estas disciplinas para elegir luego el que más se adecue a
nuestras propias necesidades. Aun el erudito que transita este camino, termi-
na eligiendo la respuesta que más resuena con su propias certezas interiores
previas. Por ello está lejos de este trabajo la pretensión de hacer una Historia
de la Ciencia, de la Filosofía o de la Religión. El objetivo es repasar el método
propio de cada uno de estos caminos, para luego centrarnos en facilitar el
acceso de cada persona a su propia intuición, entendiendo por tal el acceso
in-mediato a estados de conciencia que le propongan respuestas existencial-
mente satisfactorias, no mediadas por terceros.
La Espiritualidad de la Creación postula que todos podemos acceder a
dichas vivencias. Cada uno de nosotros dispone de los recursos para dilucidar
su dilema existencial. El enfoque holístico propone que el uso integral de to-
das nuestras facultades nos permitirá acceder a la vivencia de las respuestas
que anhelamos.
Este trabajo se inscribe bajo la categoría de “espiritualidad práctica”.
Pretendemos desbrozar el camino para quien esté buscando tal experiencia
120 Ana Jachimowicz

de encuentro personal con las verdades últimas, señalando porqué, a nuestro


criterio, la actitud científica, la actitud filosófica y la actitud religiosa tal como
el lego las encuentra usualmente disponibles en Occidente, resultan insufi-
cientes para una efectiva auto-modificación y evolución de la conciencia.
Luego analizamos el concepto de “espiritualidad”, argumentando porqué,
a nuestro criterio, la espiritualidad puede ofrecer respuestas existencialmente
más satisfactorias que las tres disciplinas anteriores, con las cuales, sin em-
bargo, no dejará de trabajar en conjunto.
Finalmente definimos el concepto de “espiritualidad de la creación”,
analizando en sucesivos talleres algunos de los principios básicos de dicha
espiritualidad expuestos en las páginas 22 a 23. En las páginas siguientes,
volveremos a recorrer este camino desde una perspectiva vivencial.
Es mi deseo que este trabajo pueda inspirar a docentes de todas las disci-
plinas para incorporar creativamente las artes y la totalidad del ser humano a
sus respectivas enseñanzas. Creo que lo que aquí se propone para la enseñan-
za de la espiritualidad puede ampliarse provechosamente a todas las demás
áreas del quehacer humano, porque responde a la naturaleza multifacética
de sus actores, que somos nosotros mismos. En cualquier actividad, cuando
utilizamos sólo parte de las potencialidades de nuestro ser, nos sentimos
infelices, cayendo en las adicciones, la violencia o la depresión.
Capítulo 18:
Presentándonos

Se recomienda dedicar la primera clase a la presentación de los miembros


del grupo. Ello se podrá realizar de manera tanto formal como lúdica, agregán-
dole técnicas de Dinámica Grupal. Aunque a muchos docentes lo consideran
una “pérdida de tiempo”, prefiriendo entrar de lleno inmediatamente en el
desarrollo de los contenidos del programa, en mi experiencia, la presentación
(incluyendo la del propio docente), promueve un proceso personalizado de en-
señanza-aprendizaje, con mayor comunicación y solidaridad entre los distintos
participantes, facilitando la vivencia de una auténtica experiencia holística.
Aquí presentamos algunas propuestas.

Ejercicio De Identificación Y De Memoria181


Se trata de dar el nombre más una información de poco compromiso.
 El coordinador comenzará diciendo: “Mi nombre es…”, y agregará: “vivo
en…” y “trabajo en…”.
 La persona a su derecha dirá: “Mi nombre es…”, “vivo en…” y “trabajo en…”
y “fui presentada por…”, “que vive en…” y “trabaja en…”.
 La persona a su derecha a su vez dirá: “Mi nombre es…”, “vivo en…” y
“trabajo en…” y “fui presentada por…”, “que vive en…” y “trabaja en…”
y agregará: “que a su vez fue presentada por…”, “que vive en…” y “que
trabaja en…”.
Y así sucesivamente. Si alguien se olvida, puede preguntar al aludido. Si
fuera necesario, repetir la ronda en sentido inverso.

Presentación En Parejas182
Se solicita a los integrantes del grupo que elijan una persona para trabajar
en pareja. Se sientan de modo de quedar enfrentados.

181
David, Juegos creativos…, p. 26.
182
Ídem, p. 34.
122 Ana Jachimowicz

El participante A tendrá cinco minutos para contarle al participante B los


detalles más significativos de su vida.
Cerca del último minuto el coordinador avisará en voz alta: “Falta un
minuto”.
Luego el participante B tendrá a su vez cinco minutos para hacer lo mis-
mo, avisándoseles igualmente al cuarto minuto.
Cuando ambos integrantes terminaron de contarse sus vidas, se vuelve a
hacer el círculo, y cada una deberá presentar su pareja al grupo, sin interrup-
ciones, en primera persona.
No importa si la versión es incorrecta.

Presentación Cantada183
Música de fondo. Los participantes están parados en círculo. Sin turno
preestablecido, cada una canta y danza su nombre. Los demás repiten e imi-
tan, hasta que todos hayan participado.

Hablar Del Propio Nombre184


Cada uno por turno dice su nombre y expresa todas las asociaciones
libres que le van surgiendo acerca de éste. Consigna: no reprimir nada.

Presentación Con Nombre Indio185


Las participantes están sentadas en círculo. El coordinador explica que,
en ciertas tribus de pueblos nativos de Norteamérica, existía la costumbre
de poner el nombre a las criaturas recién a los dos años de edad, cuando ya
eran observables rasgos de su personalidad que pudieran inspirar un nombre
alusivo. Los nombres eran usualmente compuestos por un sustantivo y un mo-
dificador, y referidos en general a elementos de la naturaleza. Son nombres
relacionados con elementos de la naturaleza que “resuenan con” o simbolizan
los rasgos de carácter de la persona. Por ejemplo, “Reflejo de luna”, “Brisa de
primavera”, el famoso “Toro sentado”, etc.
¿Qué nombre indio me pondría yo? Aceptar el primero que aparece, sin
pensar, y luego tratar de descifrar porqué me parece que apareció ése.

183
Aporte de Felisa Chalcoff y Martín Rizzo.
184
Aporte de Mel Bricker.
185
Aporte de Rubén Nisenbom.
123
Ejercicios vivenciales

Cada una, por turno, dice el nombre indio que se le apareció y brevemen-
te, porqué. No juzgar, no razonar, no analizar. Sin comentarios.

Presentación Formal
Cada uno tiene tres minutos para contar su nombre y apellido, y lo que
considere más significativo de su estado familiar, historia y actividades. El
coordinador controla los tiempos en forma estricta.

Grupos Por Afinidades


Si el número de participantes lo permite, se agrupan por afinidades de
actividad, comentando cada una el motivo que la trajo a esta clase.
Si son pocos participantes, se hace lo mismo pero sin dividirlos en grupos.
Terminar con:

Danza De La Participación
Los participantes caminan en círculo en sentido horario.
La coordinadora lee en voz alta:

“Todas las cosas son interdependientes”. (Meister Eckhart, Alemania,


S. XIII.186)
Danza pautada. Partir de parejas. Molinete en sentido horario, palma
derecha con palma derecha, y luego en sentido anti-horario, palma izquierda
con palma izquierda. Cambiar de pareja cuando termina la frase. Al terminar
el tema: todos abrazan a todos.
–De ti recibo, a ti te doy–, en “Danzas de Paz Universal, Buenos Aires
2000”, ed. por Felisa Chalcoff, N° 11. Repetido 2 veces (2’07”).
Los participantes caminan en círculo en sentido anti-horario. Hacemos tres
respiraciones profundas elevando y bajando los brazos por los costados.
La coordinadora lee en voz alta.

“Alegrarse con la alegría de otro es como estar en el paraíso”. (Meister


Eckhart, Alemania, s. XIII187).

186
Citado en Fox, La Bendición…, p. 337.
187
Ídem, p. 338.
Capítulo 2 bis
Los Grandes Interrogantes Del Alma

Apertura: El Genio De La Lámpara


Hemos encontrado la lámpara de Aladino. La frotamos con fruición, y ¡oh
sorpresa!, sale de ella, como en el cuento, el genio de la lámpara. Ante nuestro
asombro, nos concede el siguiente regalo: nos promete darnos la respuesta
verdadera a una pregunta no personal. ¿Qué pregunta le plantearíamos?
Dar un tiempo para escribir y luego compartir. Todas copian las preguntas de
todos. No comentar. Si falta alguna de las siguientes, agregarla en el pizarrón.

¿Por qué hay algo y no más bien nada? ¿Por qué es el mundo así, y no
de otra forma?
¿Quién soy? ¿Cuál es la causa de mi existencia? ¿Cómo y de dónde surge
mi conciencia? ¿Por qué estoy acá? ¿Qué pasa con mi conciencia cuan-
do muere el cuerpo físico? ¿Tiene sentido mi existencia y la de toda la
humanidad?
¿Tiene algún sentido la existencia del mundo? ¿Cómo entender lo mara-
villoso y lo pavoroso que coexisten en él? ¿Existe el universo por alguna
causa o es producto del mero azar?

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
La coordinadora lee en voz alta:

“La próxima vez que te mires en el espejo, observa el modo en que las
orejas descansan cerca de la cabeza, mira cómo crece la línea del cabe-
llo, piensa en todos los huesitos de tu muñeca.
125
Ejercicios vivenciales

Es un milagro. La danza es la celebración de ese milagro”. (Martha Gra-


ham, pionera de la danza moderna y coreógrafa, s. XX)188

–La Vie en Rose–, en “North and South”, por L’Ensemble du Carré St-
Louis, N° 13 (3’ 20”)
Realizamos tres respiraciones profundas en el lugar, levantando y bajando
los brazos.
El coordinador lee en voz alta:

“Hubo un tiempo en que yo despreciaba al cuerpo; / pero luego vi a Dios


en su interior. / Me di cuenta de que el cuerpo es el templo del Señor;
/ y así empecé a preservarlo con infinito cuidado”. (Bhogar, India, S.
XVII).189

2. Plegaria Corporal
Paradas en círculo, brazos a lo largo del cuerpo. El coordinador lee en
voz alta:
Esta es la traducción de los poemas en sánscrito que vamos a escuchar.
Se trata de dos himnos de alabanza en honor al dios Shiva, uno de los tres
dioses principales del panteón hindú, símbolo de la destrucción de lo viejo
para que pueda surgir lo nuevo, dios de la danza y creador y patrono del Ha-
tha-Yoga. El segundo se repite tres veces.

1) Unidos como la palabra y el significado


para la recta comprensión de palabra y significado
honro a los padres del universo
Pârvati y Parameshvara. (Kâlidasa, India, s. V)
2) Puro y blanco como el alcanfor, encarnación de la compasión
esencia del universo, portador del Señor de las Serpientes
habitante perenne del loto del corazón
saludo a Bhava con Bhavanî.

188
Lamberti, Spirit in Action, p. 3.
189
Feuerstein, The Yoga Tradition, p. 509.
126 Ana Jachimowicz

–Invocación a Shiva–, en “Songs to Shiva”, por Vyaas Houston y Mark


Kelso, N° 1, (Movimientos: Adelinda Osterman) (Repetido, 7’)
1) Jîva pronam mudrâ: gesto del saludo del alma encarnada. Se juntan las
palmas de la mano en el centro del pecho. Escuchamos en silencio sin
movernos este primer himno.
2) Ejercicio respiratorio de la fuerza vital:190 Se repite con cada repetición
del himno, o sea tres veces.
1. De pie, piernas juntas, brazos a lo largo del cuerpo.
2. Inhalar levantando los brazos estirados juntos hacia delante hasta que
queden en ángulo recto con el torso a la altura de hombros. Las manos
cuelgan.
3. Exhalar abriendo los brazos estirados hacia los costados. Las manos cuel-
gan.
4. Apuntar las manos hacia arriba, inhalar elevando los brazos por los cos-
tados hasta arriba de la cabeza, para terminar colocando las puntas de
los dedos sobre la coronilla, con las palmas hacia arriba.
5. Exhalar estirando los brazos por arriba de la cabeza sin cambiar la postura
de las manos. Inclinar la cabeza hacia atrás para mirar las manos.
6. Inhalar bajando los brazos a los costados hasta dejarlos en cruz. Las ma-
nos siguen apuntando hacia arriba.
7. Apuntar las manos hacia abajo. Exhalar bajando los brazos sin doblar por
los costados hasta que se toquen los dorsos de los dedos de las manos.
8. Inhalar elevando las manos apuntando hacia arriba con sus dorsos pega-
dos siguiendo la línea central del torso hasta estirar los brazos, quedando
las manos arriba de la coronilla.
9. Exhalar haciendo el recorrido inverso a lo largo de la línea central del
torso, con las manos apuntando hacia abajo y con los dorsos de las manos
tocándose.
10. Terminar con la misma postura de inicio: de pie, piernas juntas, brazos a
lo largo del cuerpo.

190
Indra Devi, Sai Yoga, pp. 59 y ss.
127
Ejercicios vivenciales

3. Danza del Alma


Caminamos en círculo en sentido horario. La danza siguiente es larga: se
repite dos veces. La única consigna es: cuidar a los demás y cuidarme a mí
mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del éxtasis,
abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto el espa-
cio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limitación física,
como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está permitido
no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, recostarse, ir al
baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás. Por lo demás,
dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz alta:

“Esto es, entonces, la salvación: cuando nos maravillamos ante la be-


lleza de las cosas creadas y alabamos a su hermoso Creador”. (Meister
Eckhart, Alemania, s. XIII)191

–Danubio Azul, en “Johann Strauss”, por la Wiener Serenaden Orchester,


N° 1. Repetido 2 veces (7’ 39’’).
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Realizamos tres o más res-
piraciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos
El coordinador lee en voz alta:

“Este es un momento de gran celebración, pues estamos volviendo a


casa a nosotros mismos.” (Connie Kaplan, EE.UU., contemporánea)192

4. Escribir
Poner como música suave de fondo:
–Danubio Azul–, en “Johann Strauss”, por la Wiener Serenaden Orches-
ter, N° 1. Repetido 2 veces (7’ 39’’).
Los participantes tienen 10 minutos para realizar la tarea siguiente. Al 9°
minuto, la coordinadora avisará en voz alta que queda 1 minuto para terminar.
La consigna es:

191
Fox, M., La Bendición…, p. 142.
192
Kaplan, C., Dreams…, p. 145.
128 Ana Jachimowicz

Retomar la pregunta que cada uno escribió al principio y escribir una


respuesta. La que venga, sin dilatar ni juzgar.
Al terminar, nos sentamos todos en círculo, y el que desea comparte su
experiencia.

5. Tarea Para El Hogar


Leer:
–Fox, Matthew y Sheldrake, Rupert: Ciencia y Espiritualidad, ed. Kier.
Traer un elemento significativo de la propia vida para colocar en el centro
del círculo.
Capítulo 3 bis
Intentos De Respuesta En Occidente:
La Ciencia

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto, N°
3, 3’ 15’ ‘ (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“La materia ha alcanzado el punto de comenzar a conocerse a sí mis-


ma… [El ser humano] es el modo que tienen las estrellas de conocer a
las estrellas”. (George Wald)193

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
La coordinadora lee en voz alta:

193
Citado por Russell, Peter: From Science to God; p. 4.
130 Ana Jachimowicz

“Shiva Natarâja, el Señor de la Danza, envía oleadas de impulsos so-


noros a través de la materia, despertándola del letargo y confiriéndole
vida. Y la materia baila, apareciendo alrededor de Shiva como una
aureola de furiosas emanaciones. Al bailar, Shiva crea y sustenta los
múltiples fenómenos del universo; al bailar, destruye, mediante el fuego,
todos los nombres y las formas proporcionándoles nuevos destinos”.
(Marie-Gabriele Wosien, estudiosa de Danzas Circulares, S. XX)194

–Om Namáh Shivaya–, en “Mantras”, ed. Fundación Indra Devi, N° 3 (6’56”)


Om= sonido sagrado
Namáh= saludo.
Shivaya= a Shiva
Realizamos tres respiraciones profundas en el lugar, levantando y bajando
los brazos.
El coordinador lee en voz alta:
“Con la creación del universo también cobró vida la danza, lo que supone
la unión con los elementos. La danza circular de las estrellas, la constelación de
los planetas en relación a las estrellas fijas, la armonía y el orden prodigioso en
todos sus movimientos, es espejo de la danza original de la creación. La danza
es el mejor regalo de las musas al hombre. Debido a su origen divino, ocupa
un lugar en los misterios y resulta cara a los dioses, en cuyo honor la ejecutan
los seres humanos”. (Luciano, Grecia, S. II).195

2. Danza del Alma


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.

194
Wosien, Danzas Sagradas, p. 7.
195
Wosien, idem, p. 8.
131
Ejercicios vivenciales

Caminamos en círculo en sentido horario, realizando tres respiraciones


profundas elevando y bajando los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“La mayoría de los cosmólogos actuales considera que el Universo


comenzó entre 8 y 15 mil millones de años atrás como una zona de
energía pura incomparablemente caliente y extremadamente compacta.
Intensas presiones internas provocaron que el Universo se expandiera
muy rápidamente, creando el Big-Bang. A medida que se expandía, el
Universo comenzó a enfriarse, condensándose en partículas elementa-
les: electrones, positrones, fotones y neutrinos. Al enfriarse aún más,
estas partículas establecieron relaciones estables unas con otras, dando
origen a los átomos más simples: hidrógeno y helio. Había nacido la
materia”. (Peter Russell, contemporáneo, EE.UU.)196

–Ode to Buckwheat–, por Brent Lewis, en “Earth Tribe Rhythms”, N°


2,5’04’’.
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Realizamos tres o más res-
piraciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos.
El coordinador lee en voz alta:

“En la ciencia, estamos viviendo un importante período de cambio y una


modificación de los paradigmas: de la idea de una Naturaleza inanima-
da y mecánica pasamos a una comprensión de ella como orgánica y
viva”. (Rupert Sheldrake, contemporáneo, Inglaterra)197

3. Danza Sagrada Circular


Caminamos en círculo en sentido horario, realizando tres respiraciones
profundas elevando y bajando los brazos. La coordinadora lee en voz alta:
“¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Adónde voy?”.
–Mantra de los cuatro elementos–, en “Danzas de Paz Universal en
español”– N° 4,4’35” (Movimientos: variación sobre coreografía de Felisa
Chalcoff) (Repetir).

196
Waking Up…, pp. 5-7.
197
Sheldrake & Fox, Ciencia y…, p. 31.
132 Ana Jachimowicz

Viracocha: deidad creadora adorada por los habitantes pre-incaicos del


Perú y luego incorporada al panteón inca.
0) Un día pregunté a Viracocha
de dónde vengo, quién soy yo, adónde voy:
recibí la respuesta más hermosa
que alguien puede darle a su amor.
1) Vine con el viento,
2) Vine con el tiempo,
3) Vine con las aguas,
4) Mi amor me llamó;
5) Mi amor me llamó.
6) Vine con la tierra,
7) Vine con el fuego,
8) Vine con las aves,
9) Yo soy el amor;
10) Yo soy el amor.
11) Nina iacu uaira pachamama e
Nina iacu uaira pachamama a (x 4)
(fuego, agua, aire, tierra, en quechua)
0) De pie en círculo, mirando al centro, manos cruzadas sobre el pecho
1) Caminando sueltos en procesión hacia la derecha, brazos extendidos a lo
alto, balanceándolos con el viento
2) Caminando sueltos en procesión hacia la derecha, describiendo círculos
con las manos hacia delante a la altura del pecho (paso del tiempo)
3) Caminando ídem, haciendo el movimiento del agua con los brazos (un
gran ocho acostado)
4) En el lugar, mirando al centro, mano derecha a oreja derecha, bajando el
tronco como quien escucha a lo lejos
5) Giro individual a la derecha con brazos en U, terminando con manos al
corazón
6) Continuando en procesión hacia la derecha, palmas hacia la tierra
7) Otros cuatro pasos haciendo con las manos hacia arriba el chasquido del
fuego
133
Ejercicios vivenciales

8) Otros cuatro pasos, brazos en movimiento de alas


9) Mirando al centro, brazos al corazón y reverencia
10) Giro a la derecha con brazos en U, terminando con manos al corazón.
11) Honrar las cuatro direcciones, 1° a la derecha, luego afuera del círculo,
luego a la izquierda y finalmente al centro. Repite hacia el otro lado. El
gesto es palmas hacia la tierra las 3 primeras veces, elevando los brazos
cuando miro al centro del círculo.

Se repiten los 10 pasos


Final: El honrar las cuatro direcciones se repite dos veces. Luego se repite
0): de pie en círculo, mirando al centro, manos cruzadas sobre el pecho
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Realizamos tres o más res-
piraciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos
El coordinador lee en voz alta:

“Estamos hechos de los minerales de la Tierra. Somos la Tierra. Si olvi-


damos quiénes somos, perdemos nuestro lugar en el universo”. (Connie
Kaplan, contemporánea, EE.UU.)198

4. Danza del Alma: ¿Quién Ordena Todas Las Cosas?


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
La coordinadora lee en voz alta:

“¿Alguna vez ordenaste al amanecer que apareciera o mandaste a la


aurora que surgiera en el oriente? (…) ¿Has explorado las fuentes en
donde nacen los mares, o has andado por los manaderos en sus pro-

198
Dreams…, p. 150.
134 Ana Jachimowicz

fundidades? ¿Se te ha revelado el sitio donde están las puertas de la


muerte? ¿Sabes cuál es la extensión de la tierra? ¡Dímelo, si lo sabes!
¿De dónde viene la luz y cuál es la morada de las tinieblas? (…) ¿Has
ido a los tesoros de la nieve, o visto en dónde se fabrica y almacena el
granizo? (…) ¿Desde dónde el viento del este se expande sobre la tierra?
¿Quién abrió los valles para que corran los torrentes de lluvia? ¿Quién
trazó la senda del relámpago, para que la lluvia caiga en los desiertos
estériles? (…) ¿Puedes detener las estrellas? ¿Puedes frenar a Orión o a
las Pléyades? ¿Puedes garantizar la correcta sucesión de las estaciones,
o guiar la constelación de la Osa Mayor con sus pequeños a través de los
cielos? ¿Conoces las leyes del universo, y cómo los cielos influyen sobre
la tierra? (…) ¿Quién alimenta a los cuervos cuando sus polluelos claman
a Dios y se agitan hambrientos en sus nidos? ¿Sabes cómo paren las
cabras monteses? (…) ¿Sabes cuántos son los meses de su preñez antes
de que se encorven para parir y liberarse de su carga? (…) ¿Quién hace
montaraces a los burros salvajes? (…)” (Job, 38:12 – 39:5)

–Hajimari– (“En el comienzo”), por Kitaro, en “Kojiki”, N° 1. (3’ 33’’)


Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Realizamos tres o más res-
piraciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos.
El coordinador lee en voz alta:
“Las leyes de funcionamiento de todos los entes naturales (planetas, ga-
laxias, cristales, vegetales, animales, nuestros propios cuerpos, etc.), ¿Quién
las estableció? ¿Quién las mantiene en funcionamiento?”.

5. Expresión Gráfica
Proveer a los participantes de papel de dibujo (blanco o de colores, o pa-
pel madera, que se compra en rollo), marcadores, crayones, potes de pintura
al agua, pinceles de varios grosores, cucharitas para sacar la pintura de los
potes, platitos para diluirlas o mezclarlas, vasos con agua para los pinceles,
trapos viejos para limpiar, revistas viejas, goma de pegar, etc., o sólo parte de
estos elementos, si se desea. Explicar el uso de dichos elementos. Las revistas
se cortan con la mano.
Consigna: Transcribir gráficamente la vivencia de la danza anterior. Se
propone un lapso determinado. La coordinadora avisará en voz alta cuando
falte un minuto para terminar.
135
Ejercicios vivenciales

Compartir vivencias, quien así lo desee.


Cada uno se lleva su trabajo a casa.

6. Tarea para el Hogar


Buscar tres definiciones del término “Filosofía”. Podés recurrir a dicciona-
rios, enciclopedias, el “Diccionario de Filosofía” de Ferrater Mora, tu manual
de Filosofía del Secundario, Internet, o cualquier libro de Historia de la Filo-
sofía. Consignar la fuente de donde las sacaste.
Capítulo 4 bis
Intentos De Respuesta En Occidente:
La Filosofía

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’ 15’’ (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El coordinador lee primero el texto de la canción en voz alta:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:
“Sabemos algo por experiencia, o no lo sabemos realmente”. (David Stein-
dl-Rast, monje benedictino contemporáneo)

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:
“Contempla, en la creación
de los cielos y de la tierra,
y la alternancia de la noche y del día,
y los barcos que navegan por el mar
para provecho de la gente,
137
Ejercicios vivenciales

y el agua que Dios llueve de los cielos,


dando vida a la Tierra
después que ha muerto,
y desparramando sobre ella
todo tipo de animales,
y en el cambio de los vientos
y las nubes
atrapadas entre los cielos y la tierra:
todos ellos son signos
para la persona que discierne”.
(Qurán, Surah 2)
–Kyrie Eleison–, “Señor, ten piedad” (Griego, tradición cristiana), en Dan-
zas de Paz Universal, N° 12. Repetido 2 veces (4’).
Realizamos tres respiraciones profundas en el lugar, levantando y bajando
los brazos.
La coordinadora lee en voz alta:
“Dondequiera que mires, allí está el rostro de Alá”. (Qurán)

2. Danza del Alma


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz
alta:
FRAGMENTO DE UN ESCRITO ENCONTRADO EN LA ROPA DE BLAS PASCAL
(FRANCIA, S. XVII) DESPUÉS DE SU MUERTE:
“Año de gracia 1654, lunes 23 de noviembre, día de San Clemente (…),
desde aproximadamente las diez y media de la noche hasta alrededor de las
doce y media, fuego.
138 Ana Jachimowicz

Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no de los filósofos y de


los sabios.
Certeza. Certeza. Sentimiento. Alegría. Paz.
Dios de Jesucristo.
Deum meum et Deum vestrum. (Juan, XX, 17)
Tu Dios será mi Dios. (Ruth, I, 16) “199

–Pax Deorum–, en The Memory of Trees, por Enya, N° 3,4’58’’.


Caminamos en círculo en sentido anti horario. Realizamos tres respiraiones
profundas, levantando y bajando los brazos. El coordinador lee en voz alta:
“El corazón tiene sus razones que la razón desconoce”. (Blas Pascal, Francia,
s. XVII)200

3. Danza Circular
Caminamos en círculo en sentido horario. Realizamos tres o más respira-
ciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos.
La coordinadora lee en voz alta:

“Es preciso conocerle, pero no por la ciencia, la inteligencia, la imagi-


nación, la sagacidad, los sentidos, la visión exterior, la visión interior, la
comprensión o el razonamiento (…) No es posible comprender la Unidad
desde la dualidad”. (Ibn-Al-Arabi, España, Ss. XII y XIII)201

–Cumbaiá– en Danzas de Paz Universal, N° 13,4’48’’. Tradición: afro-ame-


ricana. Movimientos: Shemaho. Variación: Ana Jachimowicz.
1. Cumbaiá, Señor, cumbaiá
2. Cumbaiá, Señor, cumbaiá
3. Cumbaiá, Señor, cumbaiá
4. Señor,
5. Cumbaiá
6. Alguien canta, cumbaia (1 a 5)
199
Armstrong, K., Una Historia…, p. 346.
200
Pascal, Pensamientos, p. 162.
201
Ibn Arabi, Tratado de…, pp. 17-18.
139
Ejercicios vivenciales

7. Alguien llora, cumbaiá (1 a 5)


8. Alguien ora, cumbaiá (1 a 5)
9. Alguien nace, cumbaiá (1 a 5)
10. Alguien muere, cumbaiá (1 a 5)
11. Tarareo (1 a 5)
12. Repite (1 a 5)
13. Señor
14. Cumbaiá (lento)
1. En círculo, caminar hacia la derecha, comenzando con el pie derecho, 8
pasos
2. Hacia la izquierda, comenzando con pie derecho, 8 pasos
3. Giro individual hacia la izquierda balanceando sobre pie izquierdo, co-
menzando en “cum” con pie derecho, 6 pasos
4. Pie derecho avanza (en “se” de “señor”): balanceo hacia delante y atrás
con el izquierdo, 1 tiempo
5. Pie derecho hacia la derecha (balanceo con izquierdo), 4 tiempos
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Realizamos tres o más res-
piraciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos.
El coordinador lee en voz alta:

“Todo está en Ti y Tú estás en todas las cosas. Tú lo llenas y lo abarcas


todo; cuando todo fue creado, Tú estabas en todo; antes de que todo
fuera creado, Tú lo eras todo”. (Canción de la Unidad, liturgia judía)

4. Vivencia: Hablar con la Fuente


Caminamos en círculo en sentido horario. Realizamos tres o más respira-
ciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos. La
coordinadora lee en voz alta:

“Nuestras vocaciones forman parte del principio ordenador de la sabi-


duría del universo”. (Matthew Fox, teólogo estadounidense contempo-
ráneo)202

Tener preparados papel y lápiz.


• Nos sentamos en círculo en postura cómoda y erecta.

202
Fox, M., The Reinvention…, p. 103.
140 Ana Jachimowicz

• Hacemos varias inhalaciones profundas y lentas.


• Repito mentalmente un nombre o una palabra que para mí represente la
sabiduría del universo.
• Me abro a la sabiduría del universo.
• Le pregunto para qué estoy aquí, cuál es mi misión en esta tierra.
• Espero la respuesta sin prisa: la acepto sin juzgar, aunque no la entienda
• La escribo
• Cuando todos han terminado, el coordinador propone compartir, quien así
lo desee.

5. Tarea para el Hogar


Buscar una definición del término “Religión”. Consignar la fuente de
donde la sacaste.
¿Estás de acuerdo con dicha definición? ¿Qué le agregarías o le quitarías?
¿Por qué?
Capítulo 5 bis:
Intentos De Respuesta En Occidente:
Las Religiones Institucionalizadas

Apertura
Escuchamos en silencio siguiendo el texto.
–Casa de Oración– Danzas de Paz Universal en español (Felisa Chalcoff)
Nº 5 (5’09’’)
Estribillo: “Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (4 veces)
a. Om sri Ram yei Ram yei yei Ram om sri Ram yei Ram om (4 veces)
Om: vibración universal; sri: santo, bendito; Ram: Rama [avatar (descen-
so– encarnación) del dios hindú Vishnu]; yei: victoria.
“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces).
b. Ahura Mazda (4 veces)
Nombre del aspecto luminoso de Dios en el Zoroatrismo (Persia, s. V a.
C., religión profesada hasta el día de hoy por los parsis)
“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)
c. Namo amida butsu (4 veces)
Namo: saludo. Amida= Amithâba. El Buda de la luz infinita, el Buda supre-
mo. Butsu: nombre de Buda en japonés.
“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)
d. Shemá Israel, Adonai Eloheinu, Shemá Israel Adonai Ejad (2 veces)
Escucha Israel, Adonai es nuestro Señor, Adonai es Único. (Oración más
sagrada del judaísmo)
“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)
e. Padre nuestro, Santo sea Tu nombre, hágase Tu voluntad en la Tierra
como en el Cielo. (2 veces)
Tradición cristiana.
“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)
f. Il ala hu, Il ala hu (8 veces)
“Él es Dios”, en árabe, tradición sufí.
142 Ana Jachimowicz

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (4 veces)


Quedamos unos instantes en silencio, y luego la coordinadora lee en voz alta:

“Los cultos de las distintas religiones, / que son como otros tantos
pequeños arroyos, / avanzan juntos para encontrarse con Dios, que es
como el océano”. (Rajjab, discípulo de Dadu Dayal, India, s. XVII)203

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

“Somos células de la Maravilla Radical”. (Connie Kaplan, EE.UU., con-


temporánea)204

–Only you–, en The Very Best, por The Platters, Nº1 (2’37”), repetir.
Realizamos tres respiraciones profundas en el lugar, levantando y bajando
los brazos.
La coordinadora lee en voz alta:

“Mi corazón es capaz de comprender cualquier forma. / Un claustro


para el monje, un templo para los ídolos, / pasto para las gacelas, la
Caaba para el devoto, / las tablas de la Torá, el Corán. / El amor es mi
credo; dondequiera que vayan sus camellos, él sigue siendo mi creador
y mi fe”. (Ibn-al-Arabi, España, S. XII y XIII)205

2. Danza Circular
Caminamos en círculo en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

203
Fox, Matthew, One River…, p. 18.
204
Kaplan, C.; Dreams…, p. 31.
205
Ibn Arabi, Tratado…, p. 9.
143
Ejercicios vivenciales

“¿Recuerdas cuando no tenías ninguna religión?


¿Recuerdas cuando todo lo que tenías era a Él?”
(Rumi, Turquía, s. XIII)206

–Hay una sola religión–, en “Terapia del Canto”, por Alberto Kussel-
man– N° 4 (4’52’’) (Movimientos: Ana Jachimowicz)

A.
a. Hay una sola religión, la religión del amor. (Paso básico, en círculo, toma-
dos de la mano)
b. Hay una sola casta, la casta de la humanidad. (Ídem, palma con palma
del compañero, con codos flexionados)
c. Hay un solo lenguaje, el lenguaje del corazón. (Ídem, pero con manos
cruzadas sobre el pecho)
d. Hay un solo Dios, y es omnipresente. (Ídem, pero con brazos levantados
en V, índices apuntando al cielo). X 2.
e. Repite lento el verso 1.

B. Hablado
Repetir el esquema A, como si fuera cantado.

C. Instrumental
Paso básico, tomados de los hombros.

D. Repite dos veces esquema A

E. Parados, mirando al centro del círculo,


manos cruzadas sobre el pecho.
Paso básico:
• Pasito adelante con izquierdo y cierro.
• Pasito a la derecha con derecho y cierro.
• Pasito atrás con izquierdo y cierro.
206
Rumi, En brazos…, p. 77.
144 Ana Jachimowicz

• Pasito a la derecha con derecho y cierro.


(Va formando una guarda griega sobre el piso)
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Realizamos tres o más res-
piraciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos.
El coordinador lee en voz alta:

“El dios de los hindúes reside en un templo, / el dios de los musulmanes


reside en una mezquita. / ¿Quién reside allí / donde no hay templos ni
mezquitas?” (Kabir, India, s. XV)207

3. Danza del Alma


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz
alta:

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos”.

–Casa de Oración– Danzas de Paz Universal en Español (Felisa Chalcoff)


Nº 5 (5’09’’)
Estribillo: “Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (4 veces)
F. Om sri Ram yei Ram yei yei Ram om sri Ram yei Ram om (4 veces)
Om: vibración universal; sri: santo, bendito; Ram: Rama [avatar (descen-
so– encarnación) del dios hindú Vishnu]; yei: victoria.

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces).

G. Ahura Mazda (4 veces)

207
Citado en Fox, M., One River… p. 17.
145
Ejercicios vivenciales

Nombre del aspecto luminoso de Dios en el Zoroatrismo (Persia, s. V a.


C., religión profesada hasta el día de hoy por los parsis)

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)

H. Namo amida butsu (4 veces)


Namo: saludo. Amida= Amithâba. El Buda de la luz infinita, el Buda supre-
mo. Butsu: nombre de Buda en japonés.

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)

I. Shemá Israel, Adonai Eloheinu, Shemá Israel Adonai Ejad (2 veces)


Escucha Israel, Adonai es nuestro Señor, Adonai es Único. (Oración más
sagrada del judaísmo)

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)

J. Padre nuestro, Santo sea Tu nombre, hágase Tu voluntad en la Tierra


como en el Cielo. (2 veces)
Tradición cristiana.

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (2 veces)

K. Il ala hu, Il ala hu (8 veces)


“Él es Dios”, en árabe, tradición sufí.

“Mi hogar es un templo para todos los pueblos” (4 veces)

Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Realizamos tres o más res-


piraciones profundas mientras caminamos, levantando y bajando los brazos.
El coordinador lee en voz alta:

“Los cultos de las distintas religiones, / que son como otros tantos
pequeños arroyos, / avanzan juntos para encontrarse con Dios, que es
como el océano”. (Rajjab, discípulo de Dadu Dayal, India, s. XVII)208
208
Fox, M., One River…, p. 18.
146 Ana Jachimowicz

4. Expresión Gráfica
Proveer a los participantes de papel de dibujo blanco, marcadores y cra-
yones. Se estipula un lapso determinado de trabajo. La coordinadora avisará
en voz alta cuando falte un minuto para terminar.
Consigna: Crear un símbolo para una religión universal.
Compartir vivencias, quien así lo desee.
Cada uno se lleva su trabajo a casa.

5. Tarea para el Hogar


¿Cómo entendés vos el término “espiritualidad”? ¿Podrías dar ejemplos
de distintas espiritualidades?
Capítulo 6 bis
Intentos De Respuesta En Occidente:
La Espiritualidad

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’ 15’’ (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:
“Muéstrame una casa / donde no brille Su luz.
Muéstrame un jardín / donde no florezca Su gracia”. (Rumi, Turquía, s.
XIII)209
Dejar preparados papel y lápiz para tener a mano.

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

209
Rumi, En Brazos…, p. 68.
148 Ana Jachimowicz

“Si sigues a tu felicidad, comprobarás que transitas un camino que


estuvo ahí todo el tiempo, esperándote”. (Joseph Campbell, Inglaterra,
s. XX)210

–My Way– por Frank Sinatra, en “My Way”, N° 6 (4’35’’)


Realizamos tres respiraciones profundas en el lugar, levantando y bajando
los brazos.
La coordinadora lee en voz alta:

“Dios se halla en todas las cosas, y Dios opera por medio de todas las
cosas”. (Matthew Fox, teólogo estadounidense contemporáneo)211

2. Danza Circular: La Inmanencia Divina


Escuchamos en silencio siguiendo el texto.
–Dios está aquí– Danzas de Paz Universal en Español– N° 4,3’47” (Movi-
mientos: Grupo DPU de Buenos Aires) (Repetir).
a. Dios está aquí
b. Tan cierto como el aire que respiro
c. Tan cierto como la mañana
d. Se levanta
e. Tan cierto como yo Lo amo
f. Y Él me ama a mí.
(En cada tercera repetición, 5) se repite tres veces)
0. Parados en círculo apretadito, manos al corazón.
a. en procesión hacia la derecha, cada uno comienza con los brazos abiertos,
y mientras va dando 4 pasos lentos, va llevando los brazos al corazón
b. giro individual hacia la derecha en 4 pasos lentos
c. tomados de las manos en círculo, 4 pasos cortos y rápidos hacia atrás
d. 4 pasos cortos y rápidos hacia el centro, elevando los brazos
e. balanceo hacia derecha e izquierda (1 vez, o 3 veces, en las 3ª y 5ª repeti-
ción), con las manos tomadas en w

210
Citado por Helliwell, T., Take your…, p. 83.
211
Sheldrake & Fox, Ciencia y…, p. 36.
149
Ejercicios vivenciales

f. balanceo a derecha y a izquierda, soltando las manos de los compañeros


y llevándolas al corazón.
Quedamos unos instantes en silencio, y luego caminamos lentamente en
círculo anti-horario. La coordinadora lee en voz alta:

“Dondequiera que me prosterne, es ante Él. En las seis direcciones, y


fuera de las seis direcciones, está Él”. (Rumi, Turquía, s. XIII)212

3. Danza Del Alma


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limitación
física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está permi-
tido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, recostarse, ir
al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás. Por lo demás,
dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos en círculo en sentido horario. Soplar tapándose las orejas.
Escuchar el sonido del aliento en nuestro interior.
El coordinador lee en voz alta:

“El Espíritu es como el viento que sopla donde quiere. Podés escuchar al
viento, pero no sabés de dónde viene ni adónde va”. (Jesús, en Juan, III, 8)

–Viento del Oriente–, en “Remedios Caseros”, de Terapia del Canto, Nº


1 editado (4’20”)
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,
realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos.
Cada una enuncia en voz alta una sensación asociada al viento, tal como
la vivió en la danza.
La coordinadora lee en voz alta:

“Y el viento de Elohim soplaba sobre las aguas”. (Génesis I, 1)

212
Rumi, Rubayats, p. 27.
150 Ana Jachimowicz

4. Vivencia y Escritura: Percibiendo Presencias


Tener a mano papel y lápiz. Elegir un objeto, planta o persona cualquiera
de la habitación, y tratar de percibir su presencia interior irradiando. Tratar
de captar qué me está diciendo. Escribirlo.
Establecer un tiempo. Avisar en voz alta cuando falte un minuto para
terminar.
Compartir, quien así lo desee.

5. Tarea para el Hogar


Buscar en un Diccionario de Religiones o en Internet las definiciones de
los siguientes conceptos: Teísmo, Ateísmo, Panteísmo, Panenteísmo.
Capítulo 7 bis
Paradigmas Espirituales:
Características Del Saber Espiritual

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’ 15’’ (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“Nuestra cosmovisión determina el modo en que nos relacionamos con


el mundo en el que vivimos”. (Matthew Fox, EE.UU., contemporá-
neo)213

Nos paramos y nos desparramamos por todo el espacio del salón.


Caminamos.
La coordinadora pone alguna música suave de fondo. Cuando la música se
detiene, cada uno expresa, mediante una postura corporal, su actitud básica
de hoy ante la vida.
Nos volvemos a sentar en círculo.
Quien desee compartir sus vivencias, puede hacerlo.

213
Fox, M., The Reinvention…, p. 74.
152 Ana Jachimowicz

Trabajo en Parejas
Sentarse de a dos, uno frente al otro. Contarle a la otra, por turno:
1) Cuál es mi paradigma espiritual hoy
2) Cómo me parece que mi paradigma espiritual de hoy afecta:
a) mi cuerpo, b) mi energía, c) mis emociones, d) mis relaciones familiares.
Establecer un tiempo para cada una. Cuando falta un minuto, el coordi-
nador lo avisa en voz alta.

1. Aflojar Articulaciones:
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:
Este es el significado de los términos sánscritos que escucharán en esta can-
ción en honor a Shiva, uno de los tres dioses principales de la tradición hindú:
Mahadeva: gran dios
Hara: otro nombre para Shiva
Sadâ: eterno

“En cada corazón florecen las semillas de Su amor. / Las notas de Su


flauta llenan cualquier celebración. / Cada uno cree que uno mismo
canta y baila, / Pero no, / Él es el único que canta,
Él es el único que baila”. (Rumi, Turquía, s. XIII)214

–Bam Bam Mahadeva–, tradición hindú, en “Danzas Sagradas Circulares,


Danzas de Paz Universal”, por grupo DPU de Buenos Aires, N° 11, (2’10”),
repetir.
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. El coordinador lee en voz alta:
214
Rumi, En Brazos…, p. 84.
153
Ejercicios vivenciales

“Toda la Creación es un canto de alabanza a Dios”. (Hildegarda de Bin-


gen, Alemania, s. XII)215

2. Plegaria Corporal
Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz
alta:

“¿Dónde estabas tú cuando yo eché las bases de la tierra? Dímelo, si


tanto sabes. ¿Sabes cómo se calcularon las dimensiones y quién fue
el agrimensor? ¿En qué se apoyan sus bases, y quién puso la piedra
angular mientras las estrellas de la mañana cantaban unidas y todos
los ángeles clamaban de júbilo?
¿Quién decretó las fronteras de los mares cuando surgieron potentes de
lo profundo? ¿Quién los vistió de nubes y densas tinieblas, y los encerró
diciendo: ‘¡Hasta aquí llegarán, y no más allá; aquí se detendrá el orgu-
llo de sus olas!’” (Libro de Job, 38:4-11)

–Chakra Dance–, en Danzas Sagradas Circulares, Danzas de Paz Universal


(ed. Felisa Chalcoff)
• En círculo, tomados de las manos, pequeños balanceos en el lugar
• 8 tiempos de percusión, y luego
• Caminar 4 pasos hacia la derecha
• 4 balanceos de 1 tiempo empezando por la derecha (d-i-d-i)
• Avanzar cuatro pasos hacia el centro elevando los brazos en V. Soltar las
manos (muñeca con muñeca del compañero). Balanceo a la derecha 2
tiempos, a la izquierda 2 tiempos
• Volver en 4 pasos caminando hacia atrás, llevando manos al corazón.
• Tocarse el hara, el anahata, el tercer ojo, la coronilla (4 tiempos)
• Desde la coronilla, abrir los brazos en V y bajarlos lentamente a los lados
en 4 tiempos.
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,
realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. El
coordinador lee en voz alta:

215
Citado en Fox, M., La Bendición…, p. 83.
154 Ana Jachimowicz

“El universo es un organismo que todavía está creciendo y en vías de


desarrollo”. (Rupert Sheldrake, Inglaterra, biólogo contemporáneo)216

3. Danza Del Alma


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz alta:

“(En) la visión mecanicista del mundo (…) la máquina (es la) imagen
central; los animales y las plantas son como máquinas, y los cuerpos
humanos son como máquinas. La labor de la ciencia consiste en ave-
riguar cómo funcionan sus mecanismos. (…) El Universo mecanicista
es inanimado y carente de propósito”. (Rupert Sheldrake, Inglaterra,
biólogo contemporáneo)217

–Jacob and the Angel– en The Tango Lesson, (Sally Potter), N° 14,2’27”
(repetir)

Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,


realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. El
coordinador lee en voz alta:

“Hay que evitar a toda costa la experiencia del misterio, porque re-
presenta un estado primitivo de la mente, ya superado por el hombre
civilizado. Las nubes, los vientos, el rocío y los relámpagos son simples
fenómenos físicos en los que el científico no encuentra razón alguna
para maravillarse”. (Descartes, Francia, s. XVII)218

216
Sheldrake & Fox, Ciencia y Espiritualidad, p. 31.
217
Ídem, p. 25.
218
Citado por Armstrong, K., Una Historia de Dios, p. 350.
155
Ejercicios vivenciales

3. Expresión Gráfica
Proveer a los participantes de papel de dibujo (blanco o de colores, o pa-
pel madera, que se compra en rollo), marcadores, crayones, potes de pintura
al agua, pinceles de varios grosores, cucharitas para sacar la pintura de los
potes, platitos para diluirlas o mezclarlas, vasos con agua para los pinceles,
trapos viejos para limpiar, revistas viejas, goma de pegar, etc., o sólo parte de
estos elementos, si se desea. Explicar el uso de dichos elementos. Las revistas
se cortan con la mano.
Consigna: Expresar gráficamente un universo mecanicista.
Compartir vivencias, quien así lo desee.
Cada uno se lleva su trabajo a casa.

4. Tarea para el Hogar


¿Qué significa la cita siguiente? Explicarla con tus propias palabras.

“El Dios único, oculto en todos los seres, que todo lo penetra, ser íntimo
de todos los seres, ordenador de todos los acontecimientos que habita
en todos los seres, testigo, conocedor, único, carente de cualidades”.
(Shvetâshvatara Upanishad, VI, 11)
Capítulo 8 bis
Lo Inmanifestado Que Se Manifiesta
En El Universo

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’ 15’’ (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“En Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”. (Ac., 17:28)

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

“[Dios] es una luz que no puede ser comparada con nada en la natu-
raleza; una luz sin forma, sin límite, sin medida, una luz que es pura e
157
Ejercicios vivenciales

incambiable, que interpenetra todo lo que existe y que es siempre la


misma en todas partes…”. (Santa Rosa de Lima, Perú, S. XVI)219

–Michael–, n° 7, (4’) y –Glory, Glory, Hallelujah, n° 8, (1’ 30”), ambos en


“Sólo lo mejor del Gospel”, por el Golden Gate Quartet.
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“Lo esencial es invisible a los ojos”. (Antoine de Saint-Exupéry, Francia,


s. XX)220

2. Danza Del Alma: Bailar mi Propia Idolatría


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz alta:
¿Tengo algún ídolo, o sea algún elemento espacio-temporal al que le con-
fiero el poder de dirigir mi vida? ¿Cuál es?
Bailo mi danza de adoración a mi propio ídolo.
–Ode to Buckwheat–, n° 2, (5’04”), en Earth Tribe Rhythms, por Brent
Lewis.
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,
realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. El
coordinador lee en voz alta:

219
Ortega, A.; La Mística…, p. 438.
220
Saint– Éxupéry, Antoine de: El Principito.
158 Ana Jachimowicz

“Sólo Dios posee esidad. Por lo tanto, todo lo creado es en sí nada. To-
das las criaturas son mera nada. (…) El universo entero, comparado con
Dios, es nada”. (Meister Eckhart, Alemania, s. XIII)221

3. Danza del Alma: Bailar la Impermanencia de todas las Cosas


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz alta:

“Las cosas, incluyendo nuestro propio cuerpo, se corrompen, se destru-


yen, son efímeras, desaparecen. Todo lo manifestado es perecedero.
Las cosas manifestadas van surgiendo y desapareciendo, sólo el propio
proceso de manifestación es el que continúa”.

Bailo la impermanencia de todas las cosas.


–Marea–, n° 1 (3’48”), en Villa Villa, por De La Guarda.
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,
realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. La
coordinadora lee en voz alta:

“El Dios sin forma toma mil formas a los ojos de Sus criaturas: / Él es
puro e indestructible; / Su forma es infinita e insondable. / Danza en
éxtasis, y de su danza brotan ondas de forma”. (Kabir, India, S. XV)222

4. Plegaria Corporal: Ver lo Sagrado en Todo


Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz alta:

221
Fox, M., Meditando…, p. 45.
222
Kabir, Poemas…, p. 43.
159
Ejercicios vivenciales

“El Dios único, oculto en todos los seres, que todo lo penetra, ser íntimo
de todos los seres, ordenador de todos los acontecimientos que habita
en todos los seres, testigo, conocedor, único, carente de cualidades”.
(Shvetâshvatara Upanishad, VI, 11 India, s VIII a. C.?)

–Donde miro hay oro– por Alberto Kusselman, en Terapia del Canto,
Remedios Caseros, N° 6, (3’46’’), repetir. Movimientos: Ana Jachimowicz
Paso básico: pasito al costado y cierro.
0) En círculo, tomados de las manos. (Después de la voz, contar 4 tiempos)
1) 4 pasitos a la derecha (sale siempre pie derecho)
2) 4 pasitos a la izquierda (sale siempre pie izquierdo)
3) 4 pasitos al centro (sale primero pie derecho, luego izquierdo y así sucesi-
vamente) elevando los brazos
4) 4 pasitos hacia atrás (sale pie derecho, luego izquierdo y así sucesivamente)
bajando los brazos
5) Soltar las manos. Rodear con los brazos la cintura con los codos en ángulo
recto: brazo derecho adelante, brazo izquierdo atrás. Giro a la derecha en
4 pasitos. (Sale pie derecho, se alternan)
6) Invertir brazos. Giro a la izquierda en 4 pasitos. (Sale pie derecho, se alter-
nan)
7) Tomarse de las manos
Repetir de 1) a 7).
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,
realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. La
coordinadora lee en voz alta:

“El Uno incoloro, por el ejercicio múltiple de su poder distribuye los


muchos colores según su oculto designio. En Él está concentrado el
Universo al principio y al final”. (Shvetâshvatara Upanishad, IV, 1 India,
S. VIII a. C.?)

5. Relajación: la Luz
Empezar dejando que la música mueva mis brazos y piernas. Ir calmando
de a poco el movimiento, llegando a la posición sentada, acompañando la
160 Ana Jachimowicz

canción. Cuando lo deseo, me voy acostando y relajando. Sigo cantando o no,


según desee.
Caminamos en círculo en sentido horario. Mientras caminamos, rea-
lizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. La
coordinadora lee en voz alta:

“[Dios] es una luz que no puede ser comparada con nada en la natu-
raleza; una luz sin forma, sin límite, sin medida, una luz que es pura e
incambiable, que interpenetra todo lo que existe y que es siempre la
misma en todas partes…”. (Santa Rosa de Lima, Perú, S. XVI)223

–Mira sólo la luz–, en Sólo Luz, por Terapia del Canto, n° 1. (10’)
El coordinador con voz suave va trayendo nuevamente a las participantes
a la conciencia del aquí y ahora. Luego lee en voz alta:

“Dios es la luz de los cielos y de la tierra. Esa luz es como un haz en el


que luce una lámpara, una lámpara colocada en un cristal, un cristal pa-
recido a una estrella fulgurante; esa lámpara se enciende con el aceite
de un árbol bendito, un olivo que no es de Oriente ni de Occidente, cuyo
aceite casi alumbra sin que lo toque la llama. Es luz sobre luz”. (Verso
de la Luz, el Corán, 14:35)

La coordinadora deja pasar unos instantes en silencio y luego conduce a


los participantes a la posición de sentados.
Compartir vivencias, quien así lo desee.

6. Tarea Para El Hogar


Escribir diez nombres de Dios de diferentes tradiciones.

223
Ortega, A., La Mística…, p. 438.
Capítulo 9 bis
Dios Como Actividad

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’15’’, (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y cada uno
por turno lee un nombre en voz alta:
Los 99 Nombres De Dios
según la tradición musulmana
1. ALLÂH: DIOS.
2. ar-Rajmân: el Benefactor, el Misericordioso.
3. ar-Rajîm: el Compasivo.
4. al-Malik: el Rey.
5. al-Quddûs: el Santo.
6. as-Salâm: la Paz.
7. al-Mu’min: el Creyente.
8. al-Muhaimin: el Vigilante.
9. al-’Azîz: el Poderoso, el Precioso.
10. al-Yabbâr: el Fortísimo.
11. al-Mutakabbir: el Soberbio, el Supremo.
12. al-Khâliq: el Creador.
13. al-Bâri’: el Hacedor de las cosas.
14. al-Musawwir: el Organizador, el Formador.
15. al-Ghaffâr: el Indulgente, el Perdonador por excelencia.
16. al-Qahhâr: el Dominador, el Irresistible.
17. al-Wahhâb: el Donador Perenne, el Donador Generoso.
162 Ana Jachimowicz

18. al– Razzâq: el Dispensador de los bienes materiales y espirituales.


19. al-Fattâj: el Victorioso, el Juez, el Revelador.
20. al-’Alim: el Conocedor de todo lo que es cognoscible.
21. al-Qâbid: Aquel que tiene en su puño todas las cosas.
22. al-Bâsit: el Dilatador de la vida y de los corazones de sus siervos.
23. al-Khâfid: Aquel que abaja y humilla.
24. ar-Rafî’: Aquel que eleva en dignidad, el Elevado, el Excelso, el Sublime.
En la lista de al-Gazâli se lee: ar-Râfi’.
25. al-Mu’izz: Aquel que da honor y fuerza.
26. al-Mudhill: Aquel que abaja y envilece.
27. as-Samî’: el Escuchador.
28. al-Basîr: el Vidente.
29. al-Jakam: el que juzga, el Arbitro.
30. al-’Adl: el Justo, Aquel que es la justicia suprema.
31. al-Latîf: el Benevolente, el Gracioso, el Sutil.
32. al-Khabîr: el Sagaz, el Bieninformado. Aquel que conoce los secretos más
íntimos de las creaturas.
33. al-Jalîm: el Manso, lento para castigar.
34. al-’Azîm: el Inaccesible, el Grandioso, el Magnífico.
35. al-Ghafûr: el Muy Indulgente, Aquel que perdona mucho.
36. ash-Shakûr: el Muy Reconocente, el Muy Agradecido.
37. al-’Aliyy: el Alto, el Excelso.
38. al-Kabîr: el Grande, el Alto, el Inaccesible.
39. al-Jafîz: el Guardián Vigilante, el Custodio.
40. al-Muqît: el Alimentador, el Vigilante.
41. al-Jasîb: el Calculador, Aquel a quien se debe rendir cuenta.
42. al-Yalîl: el Majestuoso, el Digno de veneración.
43. al-Karîm: el Generoso.
44. ar-Raqîb: el Guardián Celoso, Aquel que observa y controla a todos y todo.
45. al-Muyîb: Aquel que recibe las plegarias y las escucha.
46. al-Wâsi’: el Inmenso, Aquel que abraza todas las cosas.
47. al-Jakîm: el Sabio, el Prudente.
48. al-Wadûd: el Amabilísimo.
49. al-Mayîd: el Glorioso.
50. al-Bâ’ith,: el Resucitador, el Revivificador, Aquel que hace revivir el día
de la resurrección.
51. ash-Shahîd: el Testigo.
52. al-Jaqq: el Real, la Verdad Suprema.
53. al-Wakîl: el Gerente, el Confidente.
163
Ejercicios vivenciales

54. al-Qawiyy: el Fuerte.


55. al-Matîn: el Indestructible.
56. al-Waliyy: el Amigo, el Protector, el Ayudante.
57. al-Jamid: el Digno de alabanza.
58. al-Mujsî: Aquel que conoce todas las cosas enumerándolas y que tiene
poder sobre ellas.
59. al-Mubdi’: el Innovador.
60. al-Mu’îd: Aquel que hace retornar a la existencia las creaturas ya ani-
quiladas.
61. al-Mujiî: Aquel que hace vivir.
62. al-Mumît: Aquel que hace morir.
63. al-Jayy: el Viviente.
64. al-Qai-iûm: el Subsistente.
65. al-Wâyid: el Opulento, el Perfecto, Aquel que no le falta nada y que no
tiene necesidad de nada.
66. al-Mâyid: el Noble, el Alto, al que pertenece la soberanía y el poder.
67. al-Ajad: el Uno.
68. as-Samad: el Impenetrable, el Inmutable, el Eterno.
69. al Qâdir: el Potente.
70. al-Muqtadir: el Omnipotente.
71. al-Muqaddim: Aquel que acerca a quien quiere.
72. al-Mu’akhkhir: Aquel que aleja a quien quiere.
73. al-Awwal: el Primero.
74. al-Akhîr: el Último.
75. az-Zâhir: el Manifiesto.
76. al-Bâtin: el Escondido, el Intimo, el Inmanente.
77. al-Wâlî: el Reinante.
78. al-Muta’âlî: el Altísimo, el Exaltado en triunfo, el Trascendente.
79. al-Barr: el Benéfico, Aquel que obra la piedad en los corazones y que es
fuente de beneficios.
80. at-Tawwâb: Aquel que se arrepiente, que puede retornar sobre sus juicios.
82. al-Muntaqim: Aquel que se venga.
83. al-’Afû: el Perdón, Aquel que perdona.
84. ar-Ra’ûf: el Compasivo.
85. Mâlik al-mulk: el Rey del reino del mundo y de las creaturas.
86. Dhû al-Yalâl wa-l-ikrâm: Aquel que tiene la majestad y la generosidad.
87. al-Muqsit: el Equitativo, el Justo en el día del Juicio.
88. al-Yâmi’: el Reunificador.
89. al-Ghaniyy: el Rico, el Independiente de todos y de todo.
164 Ana Jachimowicz

90. al-Mughnî: Aquel que enriquece las creaturas y las embellece con toda
clase de perfecciones.
91. al-Mâni’: el Defensor tutelar.
92. ad-Dârr: Aquel que puede herir.
93. an-Nâfi’: Aquel que puede ser útil.
94. an-Nûr: la Luz.
95. al-Hâdî: Aquel que guía por el recto camino.
96. al-Badî’: el Creador-Inventor.
97. al-Bâqî: Aquel que permanece, el Eterno que dura sin fin.
98. al-Wârith: el Heredero, a quien retorna todo lo que poseen las creaturas.
99. ar-Rashîd: el Conductor, Aquel que dirige al bien, que conduce con jus-
ticia y anda por la vía del bien.
100. as-Sabûr: el Pacientísimo.

Trabajo en grupos de a cuatro:


El grupo designa un secretario que toma nota de las conclusiones del
grupo y un relator que las leerá y las explicará en voz alta en el momento de
compartir con el grupo grande.
Explicar con tus propias palabras el significado de a traducción cabalística
de Génesis I: 1:

“Con un comienzo, [Eso] creó a Dioses (Elohim), los cielos y la tierra”.


Se vuelve a formar el grupo grande. Cada relator lee las conclusiones de
su grupo. Sólo cuando todos los relatores terminaron de leer, el grupo puede
hacer comentarios.

Dios Como Actividad O Proceso


Trabajo en grupos de a cuatro:
Se cambian los integranes de cada grupo. Se eligen distintas secretarias y
distintas relatoras, repitiéndose el trabajo anterior con la siguiente consigna:
Explicar con tus propias palabras el significado de la cita siguiente:
“Entonces, no había ser, ni tampoco no-ser (…)
Sin aire, lo Uno respiraba originando su propio movimiento. (…) “
(Rg-Veda, X, 129, “Asadiya”224)

224
Asadiya: “Entonces no había…”.
165
Ejercicios vivenciales

Se vuelve a formar el grupo grande. Cada relator lee las conclusiones de


su grupo. Sólo cuando todos los relatores terminaron de leer, el grupo puede
hacer comentarios.

1) Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

“Creó Elohim al ser humano a Su imagen, a la imagen de Elohim lo creó:


macho y hembra Él los creó”. (Génesis I, 27)

–Whole World in His Hands–, n° 10, (3’15”) (Harlem Gospel Singers) y


–Down by the River Side–, n° 11, (3’) (Golden Gate Quartet), ambos en “Sólo
lo mejor del Gospel”.
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:
“El fundamento de Dios es mi fundamento. (…) Todas nuestras obras de-
berían partir de este fundamento recóndito, sin por qué ni para qué. Entonces
Dios y el alma harían juntos su obra eterna y muy fructíferamente”. (Meister
Eckhart, Alemania, s. XIII)225

2. Plegaria Corporal
Paradas en círculo, espacio de brazos entre cada una. El coordinador lee
en voz alta:
El texto de la canción alaba a Dios con distintos nombres, (todos inade-
cuados).
–Hallelu Adonai–, en Tuning the Soul, por Richard Kaplan & Michael Zie-
gler, Nº 2, editado (5’12’’), (Movimientos: A. J.)

225
Fox, M., Meditando…, p. 106.
166 Ana Jachimowicz

1) Hallelu Adonai (4 veces)


2) Hallelu El Shaddai (4 veces)
Hallelu Elohai. (4 veces)
HA HA… (La última vez, en lugar de HA, HA…, va: “Halleluh, halleluh,
halleluiah”)
Adonai: el Señor, el Dueño, el Amo
El Shaddai: la Fuerza
Elohai: mi Dios, en la intimidad.
1) Avanzo cuatro pasos con las dos primeras repeticiones (paso, flexiono
levemente rodillas, paso, flexiono levemente rodillas) alzando los brazos.
Retrocedo cuatro pasos con las dos invocaciones siguientes, repitiendo los
mismos pasos hacia atrás, bajando los brazos.
2) Ídem con las manos en la posición Pronam Mudrâ Âtman (“Gesto de
saludo al alma”: manos palma con palma arriba de la coronilla).
3) Ídem con las manos cruzadas sobe el pecho.
4) HA HA… Giro en el lugar con los brazos en cruz, ocho pasitos a mi de-
recha, y luego ocho pasitos a la izquierda.
Se repite todo tres veces más.
En la última, el final: “Halleluh, halleluh, halleluiah” se baila con un balan-
ceo en el lugar chasqueando dedos, codos flexionados, a un lado y al otro.
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos.

3. Expresión Corporal: Cómo es mi Mañana


Caminamos lentamente en sentido horario. La coordinadora da la consigna:
Vamos a contarle al otro corporalmente, sin hablar, cómo es mi mañana.
Primero uno, luego el otro. Cuando uno termina, ambos se sientan, y el
otro relata lo que vio.
–Marcha triunfal–, de “Aída”, de Verdi (N° 1,3’31”, una vez para cada
una), en Las mejores marchas, Serie Música Clásica.
Caminando en sentido anti-horario, realizamos tres respiraciones profun-
das, levantando y bajando los brazos.
167
Ejercicios vivenciales

4. Danza del Alma: Desde mi Centro Generador de Movimiento


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador da la consigna:
¿Dónde está mi centro productor de movimiento? ¿Desde dónde muevo
brazos y piernas? La coordinadora va indicando en voz alta, cuándo generar
desde ahí:
movimientos rectos
movimientos curvos
movimientos puntiformes
–Downtown–, en Zone Unknown, de Gabrielle Roth, N° 3 (4’38”)
Caminando en sentido anti-horario, realizamos tres respiraciones profun-
das, levantando y bajando los brazos. El coordinador lee en voz alta:
“Poseemos en determinados planos de la realidad la facultad divina de
generar cosas a partir de la nada, o sea la creatividad”.

5. Danza del Alma: Quién soy hoy


Caminando en sentido horario, la coordinadora da la consigna.
Vamos a sentir la presencia de Dios en todas partes. Vamos a contarle
corporalmente a esa presencia cómo es mi actitud vital básica, mi postura en
el mundo, mi vibración fundamental, cómo estoy posicionada en la vida, mi
estilo de movimiento, cómo me muevo en la vida, cómo me siento.
–Gloria–, de W. A. Mozart, en Coronation Mass, N° 2 (4’11’’)
Caminando en sentido anti-horario, realizamos tres respiraciones profun-
das, levantando y bajando los brazos. El coordinador lee en voz alta.

“Somos células de la Maravilla Radical”. (Connie Kaplan, EE.UU., con-


temporánea)
168 Ana Jachimowicz

6. Expresión Gráfica
Proveer a los participantes de papel de dibujo (blanco o de colores, o pa-
pel madera, que se compra en rollo), marcadores, crayones, potes de pintura
al agua, pinceles de varios grosores, cucharitas para sacar la pintura de los
potes, platitos para diluirlas o mezclarlas, vasos con agua para los pinceles,
trapos viejos para limpiar, revistas viejas, goma de pegar, etc., o sólo parte de
estos elementos, si se desea. Explicar el uso de dichos elementos. Las revistas
se cortan con la mano.
Consigna: Transcribir gráficamente la vivencia de la danza anterior. Expre-
sar mi propio ser hablándole a Dios.
Se propone un lapso determinado. La coordinadora avisará en voz alta
cuando falte un minuto para terminar.
–Gloria–, de W. A. Mozart, en Coronation Mass, N° 2 (4’11’’)
Nos sentamos en círculo. El que lo desea, comparte vivencias.
Cada uno se lleva su trabajo a casa.

7. Tarea para el Hogar


Completar las líneas de puntos siguiendo la estructura de la cita siguiente,
poniendo un ejemplo distinto al del trozo de pan:

“Cada cosa está hecha de todas las demás cosas. Cada cosa contiene
al cosmos entero… Un trozo de pan contiene los rayos del sol… Sin las
nubes, el trigo no puede crecer. Cuando comes un trozo de pan, comes
la nube, comes los rayos del sol, comes los minerales, comes el tiempo,
el espacio, todo”. (Thich Nhat Hanh, Vietnam, s. XX)226

“Cada cosa está hecha de todas las demás cosas. Cada cosa contiene
al cosmos entero ..................... Un ..................... contiene ..................... Sin
....................., el ..................... no puede ..................... Cuando .....................
un ....................., ....................., ....................., ....................., .....................,
....................., todo”.

226
Momento Presente…, pp. 60 y 78.
Capítulo 10 bis
Dios Como El Orden Del Mundo

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’ 15’’, (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“¿Alguna vez ordenaste al amanecer que apareciera o mandaste a la


aurora que surgiera en el oriente? (…)”. (Job, 38:12 – 39:5)

“Las leyes de funcionamiento de todos los entes naturales (planetas, ga-


laxias, cristales, vegetales, animales, nuestros propios cuerpos, etc.), ¿quién
las estableció?, ¿quién las mantiene en funcionamiento?”.

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:
170 Ana Jachimowicz

“Todo el mundo es sagrado, y por lo tanto el cuerpo también”. (Espiri-


tualidad Celta)227

–A banda–, Por Chico Buarque, en “Brasil 5”, N° 4,2’10” (repetir).


En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“Hoy me levanto / gracias a la fuerza del cielo: / a la luz del sol, / al


brillo de la luna, / al esplendor del fuego, / a la velocidad del rayo, / a
la rapidez del viento, /a la profundidad del mar, /a la estabilidad de la
tierra, / a la firmeza de la roca”. (Espiritualidad Celta)228

2. Danza del Alma


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limitación
física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está permi-
tido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, recostarse, ir
al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás. Por lo demás,
dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminando en sentido horario, la coordinadora da la consigna: ¿cómo
sería un universo sin leyes, sin orden, sin forma? Vamos a danzar un universo
caótico.
–Rakataka–, por De La Guarda, en “Villa, Villa”, N° 8,5:44.
Caminando en sentido anti-horario, realizamos tres respiraciones profun-
das, levantando y bajando los brazos. El coordinador lee en voz alta:

“Contempla, en la creación / de los cielos y de la tierra, / y la alternancia


de la noche y del día, / y los barcos que navegan por el mar / para pro-
vecho de la gente, / y el agua que Dios llueve de los cielos, / dando vida
a la Tierra / después que ha muerto, / y desparramando sobre ella todo
tipo de animales, / y en el cambio de los vientos / y las nubes atrapadas

227
Citado en Fox, M., One River…, p. 45.
228
Idem, p. 45.
171
Ejercicios vivenciales

entre los cielos y la tierra: / todos ellos son signos / para la persona que
discierne”. (Qurán, Surah 2)

3. Expresión Corporal: Cuidar el Jardín


Caminamos lentamente en sentido horario. La coordinadora da la con-
signa:
Vamos a pasear por un jardín, admirando sus bellezas y eventualmente
haciendo un retoque de jardinero: sacar hojas secas, cortar una flor, podar,
sembrar, regar, picar la tierra, etc.

“Yo planté las semillas, y Apolos las regó, pero fue Dios quien las hizo
brotar y crecer”. (I Cor. 3:6)

–Canción del Jardinero–, León Gieco, en “Cantamos a María Elena Wal-


sh”, Nº 7,3’04” (repetir)
Caminando en sentido anti-horario, realizamos tres respiraciones profun-
das, levantando y bajando los brazos. El coordinador lee en voz alta:

“La Creación es una extensión de Dios. / La Creación es Dios encontrado


en el tiempo y en el espacio. / La Creación es lo infinito con el ropaje de
lo finito. / Servir a la Creación es servir a Dios”. (Pirke Avot, Enseñanzas
de los Padres, 6:2)229

4. Meditación de la Mano y Expresión Gráfica


Caminamos lentamente en sentido horario. La coordinadora lee en voz
alta:

“Una de las maneras de pasar por las puertas del nacimiento y la


muerte es meditar sobre el hecho de que nuestro propio ser no está
separado de nada. (…) El hilo de la vida no se cortó desde los tiempos
inmemoriales sin inicio hasta hoy. En este momento están presentes en
tu mano todas las generaciones anteriores, aunque nos remontemos
a los seres unicelulares. Puedes observarlo y experimentarlo: tu mano

229
Citado por Fox, M, One River…, p. 36.
172 Ana Jachimowicz

estará siempre disponible para ti como tema de meditación”. (Thich


Nhat Hanh)230

Nos sentamos. Elementos de expresión gráfica a mano. El coordinador


lee la consigna:
Miramos nuestra mano, tratando de reconstituir mentalmente la cadena
biológica que fue necesaria para llegar a su existencia. Dibujamos cadenas de
acontecimientos que fueron necesaarios para su existencia.
–Sozo–, por Kitaro, en “Kojiki”, N° 2 (5:35, repetir).
Compartir.

5. Quietud

“Cada vez que nos damos un baño o tomamos una ducha, miremos
nuestro cuerpo y pensemos que es un don de nuestros padres, y de
los padres de nuestros padres. (…) Al estar en pleno contacto con el
momento actual, podemos ver que están presentes en nosotros todos
nuestros antepasados, no menos que las generaciones futuras”. (Thich
Nhat Hanh)231

–El Sendero del Corazón–, en “Espiritualidad Andina”, por Jorge Alfano


(lo que dure la relajación).

6. Tarea para el Hogar


Explicar por escrito cómo entendés la cita siguiente de Rolando Toro
(Chile, contemporáneo)232:
“La ceguera frente a la percepción de la condición sagrada de la vida
perturbó las formas de vinculación con lo cósmico”.233

230
Thich Nhat Hanh, Momento Presente…, pp. 28-29.
231
Thich Nhat Hanh, Momento Presente…, p. 27.
232
Psicólogo, antropólogo y poeta, creador de la Biodanza.
233
www.biodanza.org/es.
Capítulo 11 bis
El Universo Sagrado

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’15’’, (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“La persona realmente sabia se arrodilla delante de todas las criaturas”.


(Mechtilda de Magdeburgo, Alemania, s. XIII)234

1. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

“Todo está en Ti y Tú estás en todas las cosas. Tú lo llenas y lo abarcas


todo; cuando todo fue creado, Tú estabas en todo; antes de que todo
fuera creado, Tú lo eras todo”. (Canción de la Unidad, liturgia judía)

234
Citado por Fox, M., La Bendición…, p. 83.
174 Ana Jachimowicz

–Ob-la-di, Ob-la-da–, por The King’s Singers, en The Beatles Connection,


N° 3 (3’45”, repetir)
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“Dios lo abarca todo, incluso las contradicciones. Dios es coincidencia y


superación de toda oposición”. (Nicolás de Cusa, Alemania, S. XV)235

2. Danza del Alma: Una Vida sin Sentido


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador da la consigna:
“Un trabajo sin alma: un trabajo sin sentido. Moviéndome sin rumbo por
la vida”.
–Justo que pensaba–, por Spinetta, en Pescado Rabioso, N° 2 (4’).
Caminamos lentamente en círculo en sentido anti-horario. Efectuamos
tres respiraciones. La coordinadora lee en voz alta:

“El trabajo externo nunca será pequeño si el interno es grande”. (Meis-


ter Eckhart, Alemania, S. XIII)236

3. Plegaria Corporal: Ver Lo Sagrado En Todo


Caminamos en círculo en sentido horario. La coordinadora lee en voz alta:
“El Dios único, oculto en todos los seres, que todo lo penetra, ser íntimo de
todos los seres, ordenador de todos los acontecimientos que habita en todos
los seres, testigo, conocedor, único, carente de cualidades”. (Shvetâshvatara-
Upanishad, VI, 11 India, s VIII a. C.?)

235
Ortega, A., La Mística…, p. 391.
236
Fox, M., The Reinvention…, p. 58.
175
Ejercicios vivenciales

–Donde miro hay oro– por Alberto Kusselman, en Terapia del Canto,
Remedios Caseros, N° 6, (3’46’’), repetir.
Movimientos: Ana Jachimowicz
Paso básico: pasito al costado y cierro.
0) En círculo, tomados de las manos. (Después de la voz, contar 4 tiempos)
1) 4 pasitos a la derecha (sale siempre pie derecho)
2) 4 pasitos a la izquierda (sale siempre pie izquierdo)
3) 4 pasitos al centro (sale primero pie derecho, luego izquierdo y así sucesi-
vamente) elevando los brazos
4) 4 pasitos hacia atrás (sale pie derecho, luego izquierdo y así sucesivamente)
bajando los brazos
5) Soltar las manos. Rodear con los brazos la cintura con los codos en ángulo
recto: brazo derecho adelante, brazo izquierdo atrás. Giro a la derecha en
4 pasitos. (Sale pie derecho, se alternan)
6) Invertir brazos. Giro a la izquierda en 4 pasitos. (Sale pie derecho, se alternan)
7) Tomarse de las manos
Repetir de 1) a 7).
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,
realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. La
coordinadora lee en voz alta:

“Dentro de esta vasija de tierra, hay glorietas y bosques, y dentro de


ellas está el Creador. / Dentro de esta vasija están los siete océanos y las
estrellas innumerables. / La piedra de toque y el que da valor y dispone
de las joyas está dentro: / y dentro de esta vasija lo Eterno suena, y la
fuente mana. / Dice Kabir: ‘Escúchame, amigo mío: Mi amado Señor
está en la vasija’”. (Kabir, India, s. XV)237

4. Plegaria Corporal: Festejando la Llegada de Dios


Caminamos lentamente en sentido horario. La coordinadora lee en voz alta:

“Podemos considerar la catedral de Mondoñedo como una de las más


importantes del Antiguo Reino de Galicia, heredera de la diócesis de

237
Kabir, Poemas…, p. 22.
176 Ana Jachimowicz

Bretoña, fundada por los monjes bretones que, guiados por el obispo
Maeloc, llegaron a la costa norte de Lugo en el siglo VI.
Según una arraigada tradición mondoniense, el maestro de capilla José
Pacheco componía un villancico para cada Navidad, el único tiempo en
que los instrumentos tradicionales y la lengua gallega eran admitidos
dentro de la catedral junto a la orquesta. Este villancico titulado ‘Moita
Festa’ fue compuesto para la Navidad de 1829. En la grabación inter-
vienen clave y contrabajo, los dos instrumentos de la antigua orquesta
que todavía se conservan en la catedral, junto a la gaita y las flautas
mencionadas en la letra original: ‘En Belén hai moita festa / oio pan-
deiros e gaita, / vamos a Belén, pastores, / levemos as nosas frautas’”.
(Carlos Núñez, A Irmandade das Estrelas)

Marcha en procesión: el de adelante inventa un paso y alguna postura de


brazos. Los demás la imitan. A una señal del coordinador (por ejemplo, una
palmada o una exclamación), la de adelante deja el lugar y se coloca última
en la procesión.
–Villancico para la Navidad de 1829–, por Carlos Núñez, en A Irmandade
das Estrelas, N° 7 (3’, repetir).
Caminamos en círculo en sentido anti-horario. Mientras caminamos,
realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando los brazos. La
coordinadora lee en voz alta:

“El universo es la revelación primaria de lo divino, la primer Escritura,


el locus primario de la comunión divino-humana”. (Thomas Berry, cos-
mólogo contemporáneo, EE.UU.)238

5. Creación de Ritual: Los Actos Cotidianos como Sacramentos


Nos sentamos, formando grupos de dos o tres integrantes. El coordinador
lee en voz alta:
Para quien es espiritual, todo acto es, o puede llegar a ser, un “sacramen-
to”, una comunión con lo sagrado. Eliade lo llama “homo religiosus”. Nosotros
lo podríamos llamar “homo spiritualis”. ¿Cómo podríamos transformar los
actos cotidianos en sacramentos?
Formar grupos.

238
Fox, M., Original…, p. 36.
177
Ejercicios vivenciales

Cada grupo crea un ritual que manifieste la sacralidad del mundo para
uno de los siguientes actos cotidianos:
1) levantarse
2) comer
3) encontrarse con alguien
¿Cómo expresaríamos externamente en gestos o palabras la conciencia
de que el universo es expresión de un poder que se manifiesta en él, en cada
una de las situaciones anteriores?
Pasar por escrito un esquema del mismo.
Volvemos a formar el grupo grande. Cada subgrupo representa su crea-
ción para el grupo grande. El grupo grande, a su vez, lo actúa también. Des-
pués de cada ritual, compartimos. ¿Qué sentimos al hacer este ritual?

Ejemplos de rituales propuestos por dos grupos de alumnos (2004):


GRUPO 1 (Karina, Noemí, Pablo y Adrián) Ritual para comer.
1. Saludarse con el gesto de las manos “pronam mudrâ”.239
2. Alzar las copas diciendo: “Benditos estos alimentos; benditos nosotros;
bendito todo el universo”.
3. Comer en silencio muy lentamente, degustando a conciencia cada bocado,
estando presentes.
GRUPO 2 (Cristina, Aída, Ariel y Ana) Ritual para saludarse.
1. Extender ambos brazos paralelos hacia el cielo, diciendo “Dios”.
2. Bajar ambos brazos paralelos hacia delante hasta la altura del pecho di-
ciendo: “en vos”.
3. Abrir ambos brazos en cruz diciendo “te recibo”.
4. Apoyar ambas palmas sobre el pecho diciendo “en mi corazón”.

6. Tarea para el Hogar


Completar la frase:
Lo divino en mí es…

239
“Gesto del saludo”: palmas de las manos juntas en el centro del pecho.
Capítulo 12 bis
Panenteísmo: A) La Inmanencia Divina

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’15’’, (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“La persona realmente sabia se arrodilla delante de todas las criaturas”.


(Mechtilda de Magdeburgo, Alemania, s. XIII)240

1. Expresión Gráfica
La coordinadora entrega a cada participante una fotocopia de la lámina
ilustrativa de V, 18, de El Bhagavad-Gîtâ tal como es, de Svâmi Prabhupâda.
En el centro hay muchas gomas de pegar con brillito. La consigna es: pintar
con brillito la Presencia Divina en cada cosa.
Cada uno pone su nombre en su trabajo. Los trabajos se entregan al coor-
dinador, quien deberá traerlos de vuelta para el taller que viene.

2. Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de

240
Fox, M., La Bendición…, p. 83.
179
Ejercicios vivenciales

hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

“[Dios] es una luz que no puede ser comparada con nada en la natu-
raleza; una luz sin forma, sin límite, sin medida, una luz que es pura e
incambiable, que interpenetra todo lo que existe y que es siempre la
misma en todas partes…”. (Santa Rosa de Lima, Perú, s. XVI)241

–Sol Luz del Sol–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto, N° 6


(5’05”)
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“El Dios único, oculto en todos los seres, que todo lo penetra, ser íntimo
de todos los seres, ordenador de todos los acontecimientos que habita
en todos los seres, testigo, conocedor, único, carente de cualidades”.
(Shvetâshvatara-Upanishad, VI, 11)

3. Plegaria Corporal: La Inmanencia Divina


Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Este Foco, esta Fuente, están, pues, en todas partes. Precisamente


porque es infinitamente profundo y puntiforme, Dios está infinitamente
próximo y extendido por todas partes. Precisamente porque es el Centro,
ocupa toda la esfera”. (Teilhard de Chardin, Francia, s. XX)242

–Dios está aquí– Danzas de Paz Universal en Español– N° 4,3’47” (repetir)


1. Dios está aquí
2. Tan cierto como el aire que respiro
3. Tan cierto como la mañana

241
Ortega, A., La Mística…, p. 428.
242
Ortega, A.; La Mística…, p. 571.
180 Ana Jachimowicz

4. Se levanta
5. Tan cierto como yo Lo amo
6. Y Él me ama a mí.
6 veces (En cada 3ª repetición, 5. se repite 3 veces)
0. Parados en círculo apretadito, manos al corazón.
1. en procesión hacia la derecha, cada uno comienza con los brazos abiertos,
y mientras va dando 4 pasos lentos, va llevando los brazos al corazón
2. giro individual hacia la derecha en 4 pasos lentos
3. tomados de las manos en círculo, 4 pasos cortos y rápidos hacia atrás
4. 4 pasos cortos y rápidos hacia el centro, elevando los brazos
5. balanceo hacia derecha e izquierda (1 vez, en la 3ª repetición y 3 veces en
la 6ª repetición), con las manos tomadas en w
6. balanceo a derecha y a izquierda, soltando las manos de los compañeros
y llevándolas al corazón.
Quedamos unos instante en silencio. Luego caminamos en círculo, en
sentido contrario a las agujas del reloj, haciendo tres respiraciones profundas.
La coordinadora lee en voz alta:

“Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiro”.


“Dios está más cerca de mí que yo mismo; Él está también así de cerca
de la madera y de la piedra. Sólo que ellas no lo saben”. (Meister Ec-
khart, Alemania, s. XIII)243

4. Expresión Escrita
Escribir un haiku que exprese la inmanencia divina respecto al mundo, a
partir de algún objeto del mundo.
Haiku: tipo de poema japonés de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas respec-
tivamente.

Ejemplos:
Algo me han dicho Lejos un trino.
la tarde y la montaña. El ruiseñor no sabe
Ya lo he perdido. Que te consuela.
(Jorge Luis Borges)

243
Ídem, p. 321.
181
Ejercicios vivenciales

Haikus escritos por alumnos en 2004:


Sueño en las noches
Con tu amable presencia
Que me persigue (Aída)
No puedo saber
Si también en la piedra
Dios es conciencia. (Ariel)
Allí donde ves
Él, presente está hoy
Y te da la luz. (Hilda)

5. Tarea para el Hogar:


Explicar por escrito cómo entendés la cita siguiente de Meister Eckhart:

“Ninguna criatura tiene ser, porque el ser de todas ellas depende de la


presencia de Dios. Si Dios les diera la espalda por un instante, ellas se
aniquilarían”. (Meister Eckhart, Alemania, s. XIII)244

244
Ídem, p. 319.
Capítulo 13 bis
Panenteísmo: B) La Trascendencia Divina

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’15’’ (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“Dios te abraza. Estás rodeado por los brazos del misterio de Dios”.
(Hildegarda de Bingen, Alemania, s. XI)245

Expresión Gráfica
La coordinadora entrega a cada participante la fotocopia de la lámina ilus-
trativa de V, 18, de El Bhagavad-Gîtâ tal como es, de Svâmi Prabhupâda del tra-
bajo anterior en el que se pintó con brillito la Presencia Divina en cada cosa.
Ahora la consigna es: pintar con brillito un dios parcialmente trascendente.
Expresar de alguna forma en el trabajo gráfico anterior, lo divino absolu-
tamente trascendente.

1) Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por

245
Fox, M.; La Bendición…, p. 107.
183
Ejercicios vivenciales

turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:
“La Creación es una extensión de Dios.
La Creación es Dios encontrado en el tiempo y en el espacio.
La Creación es lo infinito con el ropaje de lo finito”.
(Pirke Avot, Enseñanzas Rabínicas, 6:2)246

–Blue Bossa–, en Greatest Hits Vol. 2, por L’Ensemble du Carré St-Louis,


N° 5, (4’) Repetir.
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“Ama a toda la Creación. / La Creación entera y cada granito de arena. /


Ama cada hoja / y cada rayo de luz. / Ama las plantas. / Ama los anima-
les. / Ama todo. / Si amas todo, / percibirás el Divino Misterio / en todas
las cosas”. (Dostoievsky, Rusia, s. XIX: Los Hermanos Karamazov247).

2. Danza del Ama: La Trascendencia Divina


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Si fuéramos sólo de este mundo, ¿cómo se entiende este llamado desde
el otro?”.

–Nageki–, por Kitaro, en “Kojiki”, N° 5 (5’45”)

246
Fox, M., One River…, p. 36.
247
Fox, M., One River…, p. 26.
184 Ana Jachimowicz

Caminamos lentamente en círculo en sentido anti-horario. Efectuamos


tres respiraciones. La coordinadora lee en voz alta:
“No es macho ni hembra ni eunuco
No puede ser visto: no es existente ni no-existente,
Asume la forma en la que sus devotos desean verlo:
No tiene esa forma,
Es extraordinariamente difícil hablar de Él”.
(Nammâlvâr, India s. X)248

3. Danza del Alma: Panenteísmo


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Estamos en Dios y Dios, a quien no vemos, está en nosotros”. (Juliana


de Norwich, Inglaterra, ss. XIV-XV)249

–El Cóndor Pasa– por L’Ensemble du Carré St-Louis, en North and South,
N° 8 (4’)
Caminamos lentamente en círculo en sentido anti-horario. Efectuamos
tres respiraciones exhalando por boca con ruido, alzando y bajando los brazos.
La coordinadora lee en voz alta:

“Dios creó todas las cosas de manera que no están fuera de Él, como
erróneamente imagina la gente ignorante. Más bien las criaturas flu-
yen hacia fuera, permaneciendo no obstante dentro de Dios”. (Meister
Eckhart, Alemania, s. XIII)250

248
Sundararajan &…, Hindu…, Vol. II, p. 102.
249
Fox, M., La Bendición…, p. 107.
250
Fox, M., La Bendición… p. 107.
185
Ejercicios vivenciales

4. Plegaria Corporal
Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Así como el Creador ama a Su Creación, / así la Creación ama a su


Creador. / La Creación, por supuesto, fue modelada para ser engala-
nada, / prodigada, dotada del amor del Creador. / El mundo entero ha
sido abrazado por este beso. / Dios ha dotado a la Creación de todo lo
necesario”. (Hildegarda de Bingen, Alemania, s. XII)251

–San Marcos–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto, N° 5,5’10’’.


0. Instrumental
1. San Marcos, San Marcos, es un paraíso (2)
2. El Padre Divino, el Padre lo hizo (2)
3. El hizo el cerro y también la quebrada (2)
4. El cerro encantado y también la quebrada (2)
5. La Madre en Tai Pichín hizo un gran paraíso (2)
6. La Madre Divina, la Madre lo hizo (2)
7. Ella hizo la acequia y el aguaribay (2)
8. La acequia encantada y el aguaribay (2)
9. San Marcos, San Marcos… (repite 1 a 4)

Trabajo grupal de coreografía:


La canción consta de 8 versos de 12 pies cada uno. Se dividen los partici-
pantes en dos grupos y se le asigna a uno la tarea de diseñar una coreografía
para los versos 1 a 4, y al otro una coreografía para los versos 5 a 8. La coor-
dinadora propone una actitud para 0.
La siguiente es una coreografía propuesta en 2004 por Aída, Ana, Ariel
e Hilda.
0) en círculo, mirando al centro, escuchar.
1) 4 pasos chachacha al centro, 4 pasos chachacha retrocediendo.
2) 4 pasos chachacha hacia la derecha, 4 pasos chachacha hacia la izquierda.
3) Avanzando fluidamente hacia la derecha, acompañar la letra con los brazos (“Él”:
hacia arriba, “el cerro”, vertical arriba abajo, “la quebrada”: horizontal abajo)

251
Fox, M., One River… p. 33.
186 Ana Jachimowicz

4) Sigue lo mismo (“el cerro”, vertical arriba abajo; “encantado”: se abren


los brazos desde posición de dorsos de manos sobre ojos; “la quebrada”:
horizontal abajo)
5) 0 bis): improvisar siguiendo a uno cualquiera del grupo.
6) 4 pasos maim hacia la derecha; 4 pasos maim hacia la izquierda
7) 4 paso-cierro hacia delante (saliendo con derecho); 4 paso-cierro hacia atrás.
8) En el lugar, puntear con pie derecho, bajar el brazo y luego subirlo
9) Brazos en U, giro individual a la derecha en 4 paso-cierro, luego ídem hacia
la izquierda.
0 tris): ídem 0 bis
9-12): ídem 1-4)
Caminamos lentamente en círculo en sentido anti-horario. Efectuamos
tres respiraciones exhalando por boca con ruido, alzando y bajando los brazos.
La coordinadora lee en voz alta:

“¡Oh, Señor, qué variedad de vida has hecho! ¡Y con qué sabiduría lo has
hecho todo! La tierra está llena de tus tesoros. / Ante mí se extiende el
poderoso océano, lleno de toda clase de seres, grandes y pequeños. / ¡Y
mira! ¡Ve las embarcaciones que van y vienen! Y por allá la ballena que hi-
ciste para que jugara en el mar. / Todos esperan de Ti su diario alimento. /
Tú se los das, y ellos lo reciben. Abres tu mano pródiga para alimentarlos,
y ellos se satisfacen de tu generosa provisión”. (Salmo 104,24-28)

5) Tarea para el Hogar


Leer la cita siguiente:

“Alrededor de un tercio de mis pacientes no padece una neurosis de-


finible en términos clínicos, sino más bien sufre por la insensatez y la
futilidad de su vida. Esto puede denominarse la neurosis general de
nuestros tiempos”. (Carl Jung, Suiza, s. XX)252

Escribir por lo menos una carilla sobre el tema siguiente: “¿Siento que mi
vida tiene algún sentido? ¿Por qué?”.

252
Citado en Kuschner, H., Cuando…, p. 9.
Capítulo 14 bis
Un Universo Con Sentido

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto, N°
3,3’15” (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“Alrededor de un tercio de mis pacientes no padece una neurosis de-


finible en términos clínicos, sino más bien sufre por la insensatez y la
futilidad de su vida. Esto puede denominarse la neurosis general de
nuestros tiempos”. (Carl Jung, Suiza, s. XX)

Trabajo en parejas:
Meditamos en silencio durante cinco minutos y luego tratamos de volcar
por escrito las respuestas a las preguntas siguientes:
¿Cuál es hoy mi vocación? ¿Mi misión? ¿Mi proyecto?
Compartir con la pareja. El otro escucha sin comentar.
Trabajo de reflexión individual: Unir por escrito en una sola frase los
siguientes conceptos: Creatividad, co-creación, libertad, vocación, misión,
felicidad.
La coordinadora avisa cuando transcurrieron cinco minutos. Cada uno lee
en voz alta lo que escribió. Comentarios al final.
188 Ana Jachimowicz

Una solución posible: Nos encontramos en situación de co-creadores de


este mundo, junto con la Causa Suprema, cada uno / a con su misión única,
que se traduce en una vocación peculiar, que tenemos la libertad de seguir o
no. Ejercer nuestra creatividad, nuestra libertad, nuestra vocación y cumplir
nuestra misión nos hará felices.

1) Aflojar Articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”
y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a
los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

“Nuestras vocaciones forman parte del orden universal de la sabiduría”.


(Matthew Fox; EE.UU., contemporáneo)253

–A mi manera (My Way) –, en “Hits Collection”, por Paul Anka, N° 2 (4:32)


–Oh, nena, ¿qué dirías?–, en “Hits Collection”, por Hurricane Smith, N°
3 (3:26)
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“Tu alma sabe cuál es la opción más evolutiva en cada situación”. (Gei-
se, EE.UU., contemporánea)254

2. Danza del Alma: El Derecho de Todos a una Vida Con Sentido


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto

253
Fox, M., The Reinvention…, p. 103.
254
Geise, L. B., The Book of…, p. 31.
189
Ejercicios vivenciales

el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-


ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Nuestras almas no están sedientas de fama, confort, riqueza ni poder.


(…) Nuestras almas están sedientas de sentido”. (Rab. Harold Kushner,
EE.UU., contemporáneo)255

–María, María–, en “La cosa se pone negra”, por Rubén Rada, N° 7


(9:02)
Caminamos lentamente en círculo en sentido anti-horario. Efectuamos
tres respiraciones. La coordinadora lee en voz alta:

“Los ojos ven sólo la luz, los oídos escuchan sólo los sonidos, pero un
corazón atento percibe el sentido”. (Hermano David Steindl-Rast, Aus-
tria, contemporáneo)256

3. Juego Corporal: la Estatua


Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador dice en voz
alta la consigna:
• Adopto (sin pensar) una postura corporal que exprese el sentido de mi vida
hoy.
• Sin salir de la postura, expreso en voz alta sensaciones, sentimientos y
emociones.
Desarmamos la postura. Caminamos lentamente en sentido anti-horario.
Efectuamos tres respiraciones profundas.

“A lo largo de nuestra vida, los seres humanos anhelamos y buscamos


sentido, imponiéndolo allí donde sentimos que no existe. No podemos

255
Kuschner, H., Cuando…, p. 18.
256
Steindl. Rast, B. D., Gratefulness…, p. 35.
190 Ana Jachimowicz

dejar de hacerlo: es nuestra mismísima esencia como seres humanos”.


(O’Murchu, Inglaterra, contemporáneo,257

4. Meditación: Co-Creadores
Sentados en círculo. Pizarrón y marcadores. Poner de fondo la música:
–Asian Chin–, N° 1, (7:00) (Repetir)
El coordinador lee en voz alta la cita siguiente:

“El mundo fue creado / por el flujo descendente de las letras; / nuestra
tarea es formar palabras con esas letras / y devolvérselas a Dios”. (En-
señanzas jasídicas, Polonia, s. XIX)258

El coordinador lee en voz alta la siguiente pregunta:

En mi vida, ¿cuáles son las letras que me dio la Vida y cuáles las pala-
bras que le estoy devolviendo a Dios?

Encolumnar en el pizarrón en dos columnas las respuestas, de la siguiente


manera.
Cada uno pasa a medida que lo desee al pizarrón en silencio, escribe y
vuelve a su lugar. Se puede pasar más de una vez. El ejercicio termina cuando
ya nadie se levanta para escribir.
Cuando todos terminaron de escribir, contemplamos en silencio las res-
puestas durante unos minutos. Comentar y compartir.

5. Cierre: Danza Circular


–Retorno al Amor–, en “Danzas de Paz Universal en Español”, 2002”, N°
19 (6:20); coreografía: Amida Harvey.
1. Que cada ser encuentre dicha
2. Que cada ser deje de luchar
3. Que cada ser vuelva al amor
4. La paz sea contigo
5. Por siempre más.

257
O’Murchu, D., Quantum…, p. 12.
258
Green & Holtz, Your Word…, p. 49.
191
Ejercicios vivenciales

0. Enfrentarse en parejas y conservar siempre la misma dirección. Luego


volver a mirar el centro.
1. giro individual (lunar) hacia izquierda, brazos en U, palmas hacia adentro,
bajarlas hasta el corazón al terminar el giro.
2. giro solar hacia derecha, palmas hacia fuera, termina en el centro bajando
las manos desde cruce de muñecas arriba de la cabeza, soltando la lucha
3. en parejas, abriendo brazos e inclinándose, abrazo
4. reverencia con manos en rezo
5. progresar caminando al encuentro del próximo participante.
REPETIR TODO A MEDIDA QUE SE REPITE LA LETRA. TERMINAR MIRANDO AL
CENTRO CON MANOS SOBRE EL PECHO.

6. Tarea para el Hogar


Buscar en Internet la definición de:
–“paradigma”.
–“paradigma científico” de Tomás Kuhn.
Capítulo 15 bis
El Universo Como Mensaje

Apertura
Cantamos con el fondo de:
–Maestro de la Vida–, por Alberto Kuselman, en Meditación en Canto,
N° 3,3’15” (repetir).
Utilizamos con la grabación la técnica del “bastoneo”: El cantor canta, y
nosotros repetimos.
El texto de la canción es el siguiente:
Maestro de la Vida, muéstrame la verdad con toda claridad.
Maestro de la Vida, dame tu corazón lleno lleno de amor.
Maestro de la Vida, dame conocimiento, luz en el pensamiento.
Cuando terminamos, dejamos pasar un minuto en silencio, y luego el
coordinador lee en voz alta:

“Nuestra cosmovisión determina el modo en que nos relacionamos con el


mundo en el que vivimos”. (Matthew Fox, EE.UU., contemporáneo)259

Meditación personal y luego trabajo en parejas:


¿Cómo cambia este universo si lo veo como un mensaje de un ser que no
puedo llegar a percibir en forma directa, pero que se expresa produciendo el
mundo de la Naturaleza?

1) Aflojar articulaciones
De pie, en círculo, un participante realiza movimientos de aflojamiento de
cuello, las demás lo imitan. Luego otra realiza movimientos de aflojamiento de
hombros, los demás la siguen, y así sucesivamente, recorriendo cada uno por
turno todas las articulaciones (codos, muñecas, mano, cintura, cadera, rodi-
llas, tobillos, pies). Si alguien no desea ser modelo, simplemente dice “paso”

259
Fox, M. The Reinvention…, p. 74.
193
Ejercicios vivenciales

y se pasa a la siguiente. Así se van aflojando las articulaciones, hasta llegar a


los pies. Si sobra tiempo, se sigue con danza libre.
El coordinador lee en voz alta:

“Todas las criaturas son palabras de Dios” (Meister Eckhart, Alemania,


s. XIII)260

–Cheek to cheek–, en “Ella & Louis”, por Ella Fitzgerald y Louis Armstrong,
N° 9 (5:51)
En el lugar, realizamos tres respiraciones profundas, levantando y bajando
los brazos. La coordinadora lee en voz alta:

“Con las veintidós letras, al darles una forma y una figura, al mezclarlas
y combinarlas de diversas maneras, Dios ha hecho el alma de todo lo
que está formado y de todo lo que será”. (Séfer Ietzirá, libro cabalístico,
anterior al s. X)261

2. Plegaria Corporal: Pide y Recibirás


Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Al hablar, el Padre da a luz; al escuchar, el Hijo nace”. (Meister Eckhart,


Alemania, s. XIII)262

–Pide y recibirás–, tradición cristiana. Música y movimientos: Anahata


Iradah y Prema Dasara. Variante: Ana J. en “Danzas de Paz Universal en Espa-
ñol”, Bs. As., 2002, N° 15 (2’41’’).
1. Pide y recibirás
2. Busca y encontrarás
3. Llama y la puerta se abrirá para ti.
* Formar parejas en el círculo. Elegir quién va a buscar abajo y quién arri-
ba. Al cambiar parejas, recordar que cada una debe quedar siempre mirando
hacia la misma dirección.

260
Fox, M., Passion for…, p. 58.
261
Franck, A., La Kabbala, p. 116.
262
Fox, M., Passion for…, p. 316.
194 Ana Jachimowicz

1. en parejas, enfrentados, brazos abiertos que se cierran en el corazón


2. A busca abajo, B busca arriba, ambos encuentran y llevan al corazón.
3. cada uno golpea su corazón y abriendo los brazos, camina medio cír-
culo para progresar y enfrentar una nueva pareja.
SE REPITE TANTAS VECES COMO SE REPITE LA LETRA.
Quedamos unos instantes en silencio. Luego caminamos en círculo, en
sentido contrario a las agujas del reloj, haciendo tres respiraciones profundas.
La coordinadora lee en voz alta:
“En el mismo momento en que uno se compromete definidamente, la
Providencia se mueve también”. (Goethe, Alemania, s. XVIII)263

3. Danza del Alma: Dialogando Con La Naturaleza


La única consigna en la danza siguiente es: cuidar a los demás y cuidarme
a mí mismo. A los demás me preocupo por no chocarlos; aún en medio del
éxtasis, abro medio ojito para ver si no me llevo a nadie por delante. Respeto
el espacio del otro. En cuanto a mí misma, me cuido. Si tengo alguna limita-
ción física, como hipertensión o dolores de columna, no me sobreexijo. Está
permitido no moverse, moverse poquito, mediano o mucho, descansar, re-
costarse, ir al baño, etc., siempre y cuando lo haga sin molestar a las demás.
Por lo demás, dejamos hablar al cuerpo, sin pensar.
Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Nuestros hijos necesitan aprender a leer no sólo libros creados por el


genio humano, sino a leer también el Gran Libro del Mundo. Leer este
Gran Libro es algo natural para los niños”. (Thomas Berry, EE.UU., con-
temporáneo)264

Me retrotraigo a mi infancia. ¿Me contactaba o dialogaba con algún


elemento en particular de la Naturaleza? Voy a danzar esos momentos, esa
actitud.
–Amanecer–, en “A Irmandade das Estrelas”, por Carlos Núñez, N° 1, 4:36.
Caminamos lentamente en círculo en sentido anti-horario. Efectuamos
tres respiraciones. La coordinadora lee en voz alta:
263
Fox, M., Reinvention…, p. 103.
264
Fox, M., La Bendición…, p. 41.
195
Ejercicios vivenciales

“El mundo entero y todas las criaturas serán para ti nada más que un
libro abierto y una Biblia viviente, en los cuales podrás estudiar, sin
ninguna instrucción previa, la ciencia de Dios, y a través de los cuales
podrás develar Su voluntad”. (Sebastián Franck, Alemania, s. XVI)265

4. Ejercicio espiritual: hablar con un objeto


Caminamos lentamente en sentido horario. El coordinador lee en voz alta:

“Toda criatura es una palabra de Dios y un libro acerca de Dios”. (Meis-


ter Eckhart, Alemania, s. XIII)266

Elegí algún objeto de esta habitación. Abrí tu corazón, imaginate que te


está hablando: ¿Qué te dice?
–Amanecer–, en “A Irmandade das Estrelas”, por Carlos Núñez, N°1, 4:36.
(Música suave de fondo, repetir)
Escribir individualmente: luego compartir, quien así lo desee.

265
Fox, M., La Bendición…, p. 40.
266
Fox, M., La Bendición…, p. 40.
Conclusión

¿Tiene conclusión este trabajo? Creo que no. Se inscribe dentro de la


historia de la interrogación humana por el sentido, que seguirá vigente
mientras haya seres humanos.
Quizás el Adán y la Eva del relato del Génesis, cuando fueron expul-
sados del paraíso, no fueron a otro lugar geográfico, sino a otro nivel de
conciencia. En el paraíso vivían en perfecta armonía con la naturaleza,
que les proveía abundante abrigo y alimento. Se comunicaban en forma
directa con Dios, la Fuente Suprema: Dios estaba cercano y accesible:
no se sentían separados de Él.
Quizás el paraíso esté acá mismo, en este lugar maravilloso que
llamamos “Tierra”, pletórico de formas minerales, vegetales y animales
de exquisita belleza, y de todos los recursos necesarios para nuestra
vida, siempre que no caigamos en la hybris, la desmesura contra la que
ya nos prevenían los antiguos griegos. Si buscáramos nuestra felicidad
en la creatividad en lugar de en el status o en el poder, si buscáramos
hacer lo que nos gusta en lugar de comprarlo, compartir en lugar de
competir, ser en lugar de tener, dialogar amorosamente con las demás
formas de conciencia en lugar de usarlas exclusivamente para nuestro
beneficio personal, ¿no transformaríamos acaso nuestro planeta en un
auténtico Jardín de Edén?
Y los flagelos de las sociedades desarrolladas donde a pesar de tener
satisfechas las necesidades básicas (amén de muchas otras superfluas)
reinan la violencia, la injusticia, la desesperación, la depresión y las
adicciones, ¿no requerirían simplemente para sanar de una auténtica
comunicación con la Fuente Primera?
Imaginemos por ejemplo un mundo en el que el individualismo
feroz hubiera sido reemplazado por la solidaridad, la competencia por
198 Ana Jachimowicz

la cooperación, la explotación ilimitada por el respeto a la belleza de la


Tierra. Todo esto está a alcance de nuestra mano con sólo proponérnos-
lo. En nuestro propio interior está la llave para nuestra felicidad. Como
decía Jesús, el Reino de Dios está dentro nuestro.
En mi opinión, la Espiritualidad de la Creación, que ve a Dios aden-
tro y afuera del universo, adentro y afuera de cada uno/a de nosotros,
constituye una respuesta eficaz para lograr tanto la armonía social como
la vivencia de lo Divino. Aunque la Espiritualidad es dejada de lado por
nuestra sociedad como algo superfluo y sin aplicación práctica, resulta,
por el contrario, lo más útil del mundo, pues nos permitiría restaurar, e
incluso mejorar, con nuestros aportes científicos, técnicos y artísticos,
el Paraíso que Dios tenía pensado para nosotros.

Con deseos de paz y luz


Desde el corazón de
Ana
Apéndice

Algunos ejemplos históricos de Espiritualidad de la Creación


La Antigüedad
• Parte de la Biblia hebrea (el autor Yahwista –fuente J, los Proverbios,
parte de los Salmos, los profetas, el Cantar de los Cantares)
• Parte del Nuevo Testamento (las enseñanzas de Jesús, el prólogo al
Evangelio de San Juan, el relato del nacimiento en Lucas, el tema
paulino del Cristo Cósmico)
• India antigua: Las Upanishads, la Bhagavad-Gîtâ
• Grecia Antigua: Heráclito, Pitágoras, Sócrates, las Escuelas de Misterios.
• El Budismo tibetano, el budismo Zen.
• China: los sistemas de Kung Fu, el Tao Te King y las prácticas taoístas.

La Edad Media
• India Antigua: el Vishishta-advaita-vedânta de Râmânuja, el Tantris-
mo y su vástago, el Hatha-Yoga.
• Todas las tradiciones de los pueblos originarios: tradiciones nativas de
América del Norte, de América del Sur, africanas, celtas, australianas,
asiáticas, paganas de la Europa, pre-cristiana, etc., con sus rituales de
agradecimiento y celebración de los dones de la naturaleza.
• El mundo islámico: la orden sufí Mevlevi fundada por Rumi con sus
giros extáticos, Kabir, Hafiz, Ibn-Arabi, Hazrat Inayat Khan.
• China: el Chi Kung, el Tai Chi.
• Cristianismo: Juan Escoto Erígena, Hildegarda de Bingen, San Fran-
cisco de Asís, Santo Tomás de Aquino Mechtilda de Magdeburgo,
Meister Eckhart, el autor anónimo de la Theologia Germanica, Julia-
200 Ana Jachimowicz

na de Norwich, Santo Tomás Moro, Santa Teresa de Avila, San Juan


de la Cruz.
• Judaísmo: la tradición cabalística.
• Todas las artes sagradas.
• Danzas; las danzas sagradas de fertilidad de las sacerdotisas egipcias,
que todavía resuenan en las actuales danzas del vientre, los giros
extáticos de la orden sufí Mevlevi

Las Edades Moderna y Contemporánea


a) Europa:
• George Fox (Inglaterra, s. XVII).
• el movimiento jasídico fundado por el Baal Shem Tov en Polonia (s.
XVII).
• Georg W. F. Hegel, Friedrich W. J. Schelling (Alemania, s. XIX),
Ralph W. Emerson (EE.UU., s. XIX), Henri Bergson (Francia, ss.
XIX y XX)
• Gabriel Marcel: un existencialismo cristiano.
• Teilhard de Chardin: la evolución del ser humano.
• Aldous Huxley: la Filosofía perenne.
• C. G. Jung: la teoría de los Arquetipos.
• Michael Aivanhov: la religión solar.
• Abraham Jeoschua Heschel: la renovación de la tradición judía.
• Martin Buber: la Filosofía del Yo-Tú y la reinterpretación del jasidismo.
• La Psicosíntesis de Roberto Assagioli.
• La Psicología del Artista: Otto Rank.
• La curación por el sentido: Viktor Frankl.
• Diarmuid O’Murchu: la fe evolutiva.
• James Lovelock: Gaia, la Tierra viviente.
• David Steindl-Rast: un cristianismo holístico
201
Dios Adentro y dios afuera

b) Estados Unidos:
• El Trascendentalismo: Ralph Waldo Emerson, H. D. Thoreau.
• Alan Watts: la risa del sabio.
• M. C. Richards: la alfarería como espiritualidad.
• Marilyn Ferguson: los nuevos paradigmas.
• La espiritualidad novelada: Richard Bach, James Redfield.
• Eileen Caddy, Neale Donald Walsch: las revelaciones del siglo XX.
• Tanatología: Raymond Moody, Elizabeth Kübler-Ross.
• El resurgimiento de la Diosa: Robert Graves, el fenómeno Wikka, la
espiritualidad femenina.
• La Espiritualidad de la Creación: Matthew Fox.
• El Neo-Judaísmo: Zalman Schachter Schalomi, Harold Kuschner,
Schlomo Carlebach.
• Una economía como si el ser humano importara: E. F. Schumacher,
Hazel Henderson.
• La Psicología Humanista: Abraham Maslow
• La Psicología Transpersonal Ken Wilber, Frances Vaughan, Stanislav
Grof.
• La Psicología Gestáltica:
• La Ecopsicología: Gregory Bateson.
• Brian Swimme: Cosmología
• Un cristianismo militante: Howard Thurman.
c) Latinoamérica:
• La espiritualidad novelada: Paolo Coelho, Hania Czajkowski.
• La espiritualidad desde las religiones mayoritarias: José S. Croatto.
Hugo Mujica, Rubén Nisenbom, Frei Betto.
• El buen morir: Benito Reyes, Hugo Dopaso.
• Recuperar la tradición andina: Antonio Ponce Paiva de León.
• Carlos Warter: recobrar lo sagrado.
• Leonardo Boff: la Teología de la Liberación
• Ana Jachimowicz: la Espiritualidad de la Creación
202 Ana Jachimowicz

d) Hacia la aldea global: convergencias espirituales.


• Hinduismo e Islam: Kabîr, Rumi, Hafiz, Sai Baba de Shirdi, Mahat-
ma Gandhi.
• Yoga, Budismo y Cristianismo: Ismael Quiles. Anthony de Mello.
Walter Gardini. Paramahansa Yogaananda, Bede Griffiths
• Judaísmo y Budismo: Rodger Kamenetz.
• Uniendo todas las religiones: Shri Râmakrishna, Sarada Devi, Ma-
hatma Gandhi, Mataji Indra Devi, Shri Satya Sai Baba, distintos
movimientos cristianos contemporáneos.
• Ciencia y Espiritualidad: Fritjof Capra, Maharishi Mahesh Yogui,
Rupert Sheldrake, David Bohm, Illya Prigogin, Deepak Chopra,
Thomas Berry, Peter Russell, Brian Swimme, Amit Goswami.
• Expresión corporal: Paneurythmia (Beinsa Dunó), Danza Extática
(Gabrielle Roth), Danza del Alma (A. J.), Danzas de Paz Universal,
las distintas danzas sagradas de todas tradiciones.
Bibliografía

Abbagnano, Nicolás, Historia de la Filosofía, ed. Montaner y Simón,


Barcelona, España, 1ª ed. esp., 1956.
Anónimo, El Rig Veda, Consejo Nacional de Fomento Educativo, Méxi-
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Mayo de 2010

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