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LA TELEDETECCIÓN Y LOS SIG APLICADOS A LA PREVENCIÓN DE


RIESGOS NATURALES EN EL SUROESTE BONAERENSE

Dr. Julio Uboldi


Departamento de Geografía y Turismo, Universidad Nacional del Sur.
Bahía Blanca – Prov. de Buenos Aires – Rep. Argentina.
juboldi@criba.edu.ar

I.- INTRODUCCIÓN

La cartografía geocientífica o geoambiental (García-Abad, 2002) constituye un


método conveniente al estudio del medio ambiente, resultando particularmente aplicable al
análisis de las problemáticas que se generan en el mismo con miras al ordenamiento y
planificación del territorio.

Si bien el método parte de lo geológico, resulta también muy útil desde el punto de
vista geográfico, puesto que se adapta a la incorporación de otras variables ambientales que
posibilitan la representación integrada del espacio sobre la base de un criterio determinado.
En este sentido, permite la integración y análisis de distintos componentes espaciales para
la evaluación de su situación respecto a un estado de riesgo ambiental definido.

Desde el punto de vista teórico, la evaluación de riesgos ambientales se apoya sobre la


teoría del riesgo, la cual vincula el análisis de la dinámica espacial desde una doble visión:
amenaza y vulnerabilidad. En consecuencia, todo riesgo puede expresarse en función de la
magnitud de la amenaza de su ocurrencia y de las condiciones de vulnerabilidad de
elementos que están expuestos a él (Wilches – Chaux, 1993)

RIESGO = Amenaza + Vulnerabilidad.

A favor de esta teoría, el estudio de los estados de riesgo se centra no sólo en los aspectos
que los originan, sino también en la fragilidad de los componentes ambientales frente a la
probabilidad de su ocurrencia. Estos aspectos quedan englobados en los conceptos de
amenaza y vulnerabilidad, siendo susceptibles de ser evaluados a través de la integración
de cartografía temática y derivada.

A partir de lo expuesto, el presente trabajo tiene como objetivo plantear la utilidad del
método de la cartografía geocientifica o geoambiental empleado en el estudio de riesgos
naturales en el suroeste bonaerense. Como ejemplo de su aplicación práctica, veremos tres
casos que involucran la evaluación del riesgo de erosión eólica, hídrica y de incendio
forestal, de pasturas y de interfase en el área de Villa Ventana, provincia de Buenos Aires,
(Uboldi, J. 2004, Uboldi et al, 2005; Uboldi et al, 2005; Uboldi et al, 2006)

Estos análisis se realizan mediante la combinación y superposición de cartografía temática


vinculada a la fragilidad ambiental y particularmente en este caso, se tiene en cuenta el
comportamiento del fuego frente a ésta. Para ello es necesario que toda la documentación
empleada se encuentre georreferenciada, normalmente se utilizan coordenadas planas
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Gauss-Krüger, cuando se emplean imágenes satelitarias las correcciones geométricas se


realizan con una precisión de medio píxel.

Las variables consideradas corresponden entonces a componentes del medio físico y


biológico analizadas según el criterio de su contribución al estado de riesgo de incendio
por un lado y su fragilidad ante la ocurrencia de incendios por el otro.

El mapa de riesgo final, resulta de la combinación sistemática de todos los mapas


anteriores. Se trata en consecuencia de un mapa aplicado que refleja los distintos estados
de riesgo de incendio para el área considerada, según la relación entre el grado de amenaza
y vulnerabilidad que presentan los diferentes componentes ambientales. Su principal aporte
consiste en la caracterización y clasificación de áreas según grado de exposición al riesgo,
como base del establecimiento de medidas futuras de planificación y ordenamiento
territorial.

II - Fundamentos del método y su aplicación.

La cartografía geocientífica supone la integración, yuxtaposición y superposición de


distintos aspectos del espacio representados en mapas analíticos, temáticos y derivados
para lograr un mapa síntesis aplicado según objetivos y criterios específicos.

Este método constituye una manera muy útil de abordar el análisis de riesgo a partir de la
combinación de distintos mapas temáticos para la obtención de un mapa de riesgo final. En
este sentido, lo que se realiza es una superposición de datos espaciales con el objetivo de
lograr un nuevo mapa, resultado de la combinación lógica de mapas anteriores.

a) Identificación de variables y sectorización del área de estudio.


La obtención de un mapa final aplicado sobre la base de un criterio específico, requiere de
toda una serie de consideraciones previas de cuyo grado de precisión y adecuación
depende la calidad o fidelidad de los resultados finales que van a expresarse en el mismo.
Estas cuestiones parten de la selección de información y de la sectorización. Ello significa
establecer las variables a utilizar en el análisis y definir el área de estudio adecuada.

Todo riesgo ambiental posee una dinámica compleja originada en la interrelación de


numerosas variables intervinientes. Ahora bien, dada la enorme cantidad de variables de
análisis disponibles, es preciso identificar adecuadamente aquellas que sirven a lograr una
visión integrada del funcionamiento del sistema ambiental que conlleva al riesgo. En
palabras de García-Abad Alonso (2002), la selección de información supone “extraer de
todo el conjunto de datos disponibles una cantidad adecuada para posibilitar un
entendimiento justo y apto, también, para hacer eficaz el conocimiento adquirido en la
resolución de problemas”.

En este sentido, la teoría del riesgo constituye el soporte sobre el cual se apoya la selección
de información preliminar. Dado que todo riesgo es resultado de la suma entre los
elementos que suponen una amenaza para un espacio determinado y la vulnerabilidad de
los elementos constituyentes del mismo, las variables de análisis a identificar serán
aquellas que contribuyen a los estados de peligrosidad y fragilidad del espacio estudiado.
Cabe destacar, que toda selección de variables no puede realizarse sin un conocimiento
previo fundamental de la dinámica del área que conlleva a estados de riesgo específicos.
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b) La generación cartográfica: estructura del método.

De acuerdo con García-Abad Alonso (2002) el desarrollo de un mapa final aplicado


implica un proceso que va desde lo sencillo y separativo hasta lo complejo e integrado.
Ello queda definido por la estructura sistemática del método, donde el producto final es
consecuencia del análisis separativo preliminar, del análisis derivado y finalmente del
análisis integrado.

Esto significa que todas las elaboraciones cartográficas se estructuran sobre el soporte de
construcciones analíticas previas, las cuales pueden considerarse como mapas base.
Seleccionadas las variables de análisis y delimitada el área de estudio, los mapas base
representan la impronta espacial de aquellas sobre el área considerada y constituyen
simplemente la representación gráfica de la información preliminar. En otras palabras, a
partir de información previa proveniente del análisis de fotografías aéreas, imágenes
satelitales, cartas topográficas y relevamiento de campo, constituyen mapas
fundamentalmente analíticos de una variable aislada y concreta del espacio estudiado.

Ahora bien, dado que el objetivo del método apunta hacia la superposición e integración de
variables aisladas sobre la base de un criterio específico, estos mapas base serán analizados
siguiendo un criterio establecido con lo cual se logrará un mapa temático. Los mapas
temáticos entonces, representan mapas derivados de la información preliminar, la cual es
transformada o traducida según los objetivos propuestos y en miras del mapa final que
quiere lograrse.

La nueva cartografía obtenida corresponde a cartografía geocientífica de tipo sectorial. Si


bien se orienta hacia el establecimiento de un mapa final a favor de un criterio definido, no
representa más que una variable según su naturaleza temática, sin que haya un análisis
relacional entre variables espaciales.

La cartografía ambiental integrada se obtiene cuando se establece una relación directa entre
dos o más componentes ambientales diferentes. Se trata aquí de mapas sintéticos que
surgen de la integración de dos o más mapas anteriores. Según García-Abad Alonso (2002)
“la integración supone combinar información por yuxtaposición, superposición o por
análisis de datos correspondientes a elementos de diferente naturaleza ambiental”.

De acuerdo al estadio de integración, estos mapas pueden presentar diferentes niveles de


yuxtaposición y por tanto, contener información referida a numerosas variables. En este
sentido, también constituyen mapas derivados, aunque se diferencian de los mapas
temáticos en el sentido que reflejan el análisis relacional entre variables de diferente
naturaleza.

II - La utilización de Sistemas de Información Geográfica en la aplicación técnica del


método.

Una buena herramienta para la integración de mapas temáticos corresponde al empleo de


Sistemas de Información Geográfica, lo cual permite combinar la información de cada
mapa en forma de capas temáticas y a partir de las bases de datos asociadas a cada uno de
ellos. Ello posibilita una combinación precisa a través de relaciones lógicas y matemáticas
de información temática.
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Mediante el uso de un sistema de información geográfica vectorial, aunque igualmente


puede utilizarse uno que almacene los datos en formato raster, los mapas producto de la
digitalización y análisis de los documentos cartográficos base, pueden convertirse a mapas
derivados a partir de la agrupación de categorías analíticas en clases representativas del
criterio de análisis establecido. Obtenidos los mapas derivados, estos son transformados en
grillas (formato raster) y son incorporados al proyecto de trabajo como imágenes.

La incorporación de los mapas como imágenes se funda en que toda superposición de


mapas en un SIG requiere en primer lugar que estos se hallen en formato raster, dado que
una vez convertidos a imágenes, los mapas derivados pasan a ser categorizados. La
categorización de la información supone agrupar series continuas de datos en clases
representativas de las coberturas de interés.

IV – Estudio de casos específicos.


a) Riesgo de erosión eólica: El objetivo principal es detectar mediante la utilización de
geotecnologías, la relación existente entre el uso del suelo y aquellos sectores que
presentan signos de degradación agrícola, principalmente aquellos sectores con suelo al
descubierto.

El área de estudio se ubica en la zona zona delimitada por la carta topográfica San Román
a escala 1:50.000, elaborada por el Instituto Geográfico Militar, hoja 3963-18-2, cubriendo
el extremo suroeste del partido de Cnel Borrego, el que se ubica al sur de la Provincia de
Buenos Aires, entre los 38º de latitud sur y 60º de longitud oeste (Fig. 1).

La zona se caracteriza por un área llana , con 62º Log O 60º Log O

suaves ondulaciones hacia el oeste y con una 37º 50 Lat S 37º 50 Lat S
nti a
ge lic
na

suave pendiente hacia al Océano Atlántico,


A r ep úb

Cnel Pringles
Bahía
R

Blanca
determinando una red de hidrográfica 0 600 Km

Cnel.
exorreica que asegura un normal Dorrego Tres

escurrimientode los excesos de agua al mar. Cnel


Rosales
Arroyos

Pcia. de
Buenos Aires
Monte

El material originario de los suelos es el Mar Argentino


Hermoso
0 40 km

loess combinado con arena, que cubre


0 100 Km 39º 50 Lat S 39º 50 Lat S
62º Long O 60º Long O

mantos de tosca (roca calcárea), que se Area de estudio


UBICACION GEOGRAFICA
DEL AREA DE ESTUDIO
encuentra a profundidades que oscilan desde
los 16 cm a los 2 mt . Fuente: Elaboración propia, 2002

Fig. 1: El área de estudio


El material utilizado consiste en una imagen
satelital (cedida por la CONAE), correspondiente al sensor Thematic Mapper, Landsat 5,
obtenida el 16 de Febrero de 1999, la Carta Topográfica IGM 1:50.000 y el mapa rural
1:120.000, se utilizaron fotografías aéreas 1:20.000 y un intensivo control de campo.

La Carta Topográfica brindó la información planimétrica y altimétrica, el parcelamiento se


actualizó con el mapa rural, esta información fue posteriormente digitalizada. La imagen
satelital fue corregida geométrica y radiométricamente, posteriormente se realizó una
clasificación supervisada del uso y cobertura del suelo, con las fotografías aéreas y el
control de campo se elaboró un mapa de suelos. El parcelario rural digitalizado permtió
relacionar el tamaño de las parcelas con la tenencia (propietario-arrendatario)
5

Una vez analizada la información básica y elaborada la información derivada, (evaluación


de tierras, reclasificación por tamaño de las parcelas, obtención de índices de vegetación de
la imagen), se procede a combinar la información más siginificativa.

Este procedimiento se esquematiza en la figura 2, en la que es posible apreciar la

Fig. 2
combinación de a dos mapas para obtener un tercero,
procedimiento que permite finalmente obtener una
cartografía síntesis que concentra la información de
los mapas considerados en los pasos anteriores, en
este caso el resultado es un mapa referido al riesgo
de erosión, reflejado en cuatro categorías, lo que
permite una rápida comprensión de la distribución
del fenómeno y la ubicación exacta de los sitios mas
propensos a sufrir los procesos de degradación por
efectos de la erosión, en formato digital (Fig. 3)

b) Riesgo de erosión hídrica Fig. 3


En este caso el objetivo principal consiste en
analizar la relación espacial entre los rasgos
existentes producidos por procesos de erosión hídrica, las condiciones del paisaje
(geología, geomorfología, pendiente) y la distribución de las actividades antrópicas.

Los objetivos específicos consisten en detectar sectores que presenten signos de erosión
hídrica, determinar el grado de erosión hídrica, relacionar los patrones de erosión hídrica
con el uso del suelo y finalmente, recomendar medidas de control aplicables en la zona de
estudio, con el objetivo de limitar el avance de la erosión hídrica.

El área de estudio se ubica 15 km al norte de la


ciudad de Bahía Blanca, cercana al paraje
denominado Estación La Vitícola, la localización
geográfica está dada por las coordenadas 38º 30´ a
38º 26´ de Latitud Sur y 62º 15´ a 62º 30´de
Longitud Oeste (Fig. 4), la zona se ubica al pie del
Sistema de Ventania, en donde convergen
pequeños arroyos que generan la problemática
planteada.
Fig. 4
6

Teniendo en cuenta las hipótesis y objetivos planteados, se trabajó sobre un sector de la


carta topográfica "Estación La Vitícola", 1:50.000, hoja 3963-11-3. El área comprende El
interfluvio de la cuenca superior de los arroyos Saladillo de García y Saladillo Dulce.
La carta topográfica 1:50000 sirvió de base cartográfica para referenciar nuestro de
análisis, es así que nuestra área de estudio tiene como puntos extremos: Nor oeste: 38º 30´y
62º 60´, Noe este: 38º 30´y 62º 15´, Sud oeste: 38º 07´y 62º 30´, Sud este 38º 07´y 62º 15´.
Sobre éste de la carta se digitalizó el parcelario, tarea comentada anteriormente.
La imagen satélital (cedida por la CONAE) fue obtenida por el sensor Thematic Mapper, el
23 de noviembre de 1999 y sus coordenadas son 226-087, correspondientes al Sistema
Mundial de Referencia. Coincidiendo con estas coordenadas se procede a delimitar sobre
la imagen satélite una “ventana de trabajo” que posee unas dimensiones de 724 columnas
x 437 líneas, y que coincide con el área digitalizada sobre la carta, georeferenciando de
esta manera dicho documento, esto hará posible relacionarlo con los demás mapas
construidos posteriormente, como en el caso anterior se realizaron sobre la imagen dos
tipos de correcciones: geométricas y radiométricas.
En primer lugar se procede a la digitalización de la planimetría, la altimetría (curvas de
nivel) y el parcelario, utilizando para registrar esta capa de información tres documentos
como referencia, la carta topográfica, el mapa rural y la imagen satelital, las capas de
información consideradas y su combinación se ilustran en la figura 5.

Fig. 5
Analizando la imagen satelital, es posible realizar la clasificación supervisada del uso y
cobertura, determinando cuatro categorías: Vegetación herbácea densa, Vegetación
herbácea dispersa, Barbecho y Suelo al descubierto.
A partir del índice de vegetación normalizado es posible inferir el grado de cobertura
vegetal en función del vigor de la vegetación, este aspecto nos dará idea de que tan severa
es la falta de vegetación en la zona y principalmente en los sectores erosionados
La construcción del modelo digital del terreno se realiza a partir de la digitalización
de las curvas de nivel de la carta topográfica 1:50.000, ya que un MDE puede ser
construido a partir de los valores de estas o de cotas de alturas, en ambos casos se hace un
proceso de interpolación espacial para determinar los valores de las alturas en los puntos
intermedios de las curvas de nivel, dado que hay sectores del área de estudio en donde no
existen puntos acotados, se optó por considerar las curvas de nivel, ya que éstas, por
encontrarse presentes en toda el área, otorgarían mayor exactitud al modelo (Fig. 6).
7

El mapa de pendientes fue confeccionado a partir del MDT que permite obtener las alturas
sobre el nivel del mar. Estas fueron calculadas en porcentaje que representa la tangente del
ángulo x 100, por lo tanto 45°de ángulo igual al 100%.

Se procedió a combinar el mapa


del modelo digital del terreno,
en el cual se realizó una
reclasificación considerando las
alturas con un intervalo de 10
en 10 mts., con el mapa de
clasificación de uso y cobertura
del suelo, con el fin de
establecer la existencia de
relaciones entre los diferentes
tipos de coberturas y las
características del relieve, ya que
el mayor o menor grado de Fig. 6
cobertura vegetal ejerce gran
influencia en la protección del suelo de los agentes erosivos.
Analizando el mapa y la tabla obtenidos de esta combinación observamos que hay un
mayor predominio de suelo al descubierto en torno a las curvas de nivel de 80, 90 y 100
mts. las zonas donde la erosión es mayor, es decir, sobre las cárcavas. A pesar de esto
también hay áreas con barbecho en zonas contiguas a las cárcavas.
En las partes mas altas del terreno hay una combinación de vegetación herbácea dispersa
con áreas de barbecho, en las zonas mas bajas encontramos gran parte de la vegetación
herbácea densa.

Considerando que nuestra área de estudio se encuentra dentro de la llanura subventanica da


lugar a pendientes muy variadas
que difieren de zonas casi planas
a zonas muy escarpadas.
Si hacemos una combinación de
los mapas de pendientes y del
uso del suelo se determinaron
sectores donde las pendientes
son muy escarpadas (70%) hay
mayor cantidad del suelo al
descubierto, por lo tanto aquí es
donde la distribución de las
cárcavas es mayor (Fig. 7)
Fig. 7
Finalmente, la combinación del
mapa de pendientes, con el
parcelario, el índice de vegetación junto a la imagen clasificada, nos indica aquellos sitios
con mayor probabilidad a sufrir procesos de erosión eólica y localizar exactamente a
aquellos agricultores que hoy en día tienen problemas de erosión, previendo tambien
aquellos que en un corto plazo verán afectadas sus parcelas.
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c) Riesgo de incendios forestales y de pasturas

Finalmente se presenta el análisis de


riesgo de incendio para el área de
Villa Ventana, la que se ubica en el
sector centro-este del cordón de la
Sierra de la Ventana (Fig. 8), dentro
de las Sierras Australes de la Prov. de
Buenos Aires, el estado de riesgo de
incendio se define por la elevada
ocurrencia histórica de eventos
ígneos vinculados a causales
espaciotemporales específicos y que
se desarrollan sobre un espacio cuyas
características contribuyen a su alta
propagación. Fig. 8

Desde el punto de vista ambiental, la elevada fragilidad del ambiente natural favorece a
que los incendios del área se transformen en eventos significativos dadas las características
hidroclimáticas, geomorfológicas y biológicas de la zona. En efecto, se trata de un área
serrana de pendientes pronunciadas, dentro de la cual se desarrolla una comunidad vegetal
altamente combustible sometida a periodos de sequía considerables como consecuencia de
la disponibilidad hídrica anual e interanual de tipo irregular.

Sobre esta base, las variables seleccionadas para el análisis de riesgo de incendio
corresponden a distintos elementos que integran el área y cuya presencia contribuye a la
fragilidad del sistema o bien favorece a elevados índices de peligrosidad.

Las variables establecidas para el análisis de la vulnerabilidad ambiental en cuanto a la


propagación de incendios quedan vinculadas a los aspectos biofísicos del sistema, dado
que de ellos dependen las características del comportamiento del fuego. Inclinación y
orientación de las pendientes, distribución de la vegetación combustible y variaciones
espaciales del recurso hídrico se combinan definiendo espacios con distinto grado de
vulnerabilidad.

Variables de vulnerabilidad:
• Grado de inclinación de las pendientes. La vulnerabilidad será máxima sobre las
áreas fuertemente inclinadas, dado que favorecen a la velocidad de propagación del
fuego.
• Orientación de las pendientes respecto al Norte. La fragilidad del terreno será
mayor o menor en relación con su situación respecto a los vientos dominantes.
• Distribución de asociaciones vegetales. El análisis de la presencia y distribución de
asociaciones vegetales caracteriza sectores según el grado de combustibilidad de
vegetación presente.
• Disponibilidad hídrica. Establecimiento de la distribución del recurso hídrico a
través de la densidad de drenaje.

Las variables consideradas en el establecimiento de la amenaza generada por el fuego


corresponden a la liberación de calor de las coberturas en combustión, la velocidad de
propagación del incendio, el movimiento horizontal y longitud de las llamas. Estos
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parámetros representan distintas características de comportamiento potencial del fuego en


dependencia directa de las condiciones biofísicas del ambiente. En consecuencia, la
combinación de estos aspectos otorga una idea del grado de amenaza que ejercen los
incendios en el área de estudio en cuanto a formas y velocidad de propagación.

Variables de amenaza:
• Liberación de calor por unidad de superficie. La cantidad de calor despedida por una
superficie que arde determina la energía disponible para la propagación del fuego por
radiación. Constituye uno de los mecanismos más comunes de propagación del fuego,
por lo cual los incendios se propagarán rápidamente sobre superficies que liberen
mucha energía durante el proceso de combustión.
• Velocidad de propagación del fuego. Representa la proporción de la superficie
incendiada por unidad de tiempo. La predicción de la velocidad de propagación del
fuego sobre el terreno constituye un modelo que vincula el estado del tiempo, la
topografía y los tipos de combustibles.
• Movimiento horizontal de las llamas. Es la velocidad que alcanza el fuego
paralelamente al terreno y se diferencia de la velocidad de propagación en el sentido
que representa la proyección horizontal de ésta.
• Longitud de las llamas. Significa el parámetro vertical de la velocidad de
propagación y constituye la extensión del fuego sobre las superficies combustibles
dentro del frente encendido. Se mide como la longitud alcanzada por las llamas por
encima del colchón de combustible incandescente.

Respecto a la cuestión de la sectorización territorial, se plantea cartográficamente cómo


clasificar el territorio a analizar, con objeto de definir unidades en el mapa. Existen
numerosos criterios para delimitar el área de análisis y uno de ellos corresponde a la
homogeneidad que presenta un espacio definido. Este criterio es el que mejor se ajusta al
análisis de riesgo, puesto que supone delimitar un espacio de características similares, las
cuales le otorgan una vulnerabilidad determinada ante una amenaza específica.

Siguiendo el ejemplo del análisis de riesgo de incendio para el área de Villa ventana, la
delimitación del área de estudio se realizó en coincidencia con la superficie de la cuenca
del arroyo El Belisario, pequeño sistema fluvial que drena la zona con cuenca de recepción
en las altas sierras. Esta sectorización se justifica por la interrelación de los elementos
intervinientes en el fenómeno incendio: recursos hídricos, vegetación, relieve y población.

En este sentido, la delimitación del área del estudio por las divisorias de aguas tiene por
objeto facilitar el análisis de estos elementos mediante el establecimiento de la
disponibilidad hídrica y la distribución de vegetación combustible en un espacio donde las
vertientes confluyen hacia la población de Villa Ventana, situada en las zonas más bajas.

A manera de ejemplo de lo anteriormente expuesto, la figura 9 representa la estructura del


método aplicada al análisis del riesgo de incendio. A partir de mapas base representativos
de la distribución espacial de las variables de análisis seleccionadas previamente,
(pendientes, Orientación de pendientes, vegetación, recursos hídricos, liberación de calor,
velocidad de propagación, longitud de las llamas), se obtienen mapas temáticos según se
trate del grado de vulnerabilidad o amenaza que representen.
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Fig. 9

De esta manera, cada mapa base es traducido en un nuevo mapa derivado de aquel, donde
las categorías son agrupadas de acuerdo al grado de fragilidad o grado de amenaza del
elemento analizado. Posteriormente, se procede a la superposición de mapas temáticos de
vulnerabilidad y de amenaza sistemáticamente, hasta lograr el mapa de riesgo de incendio
final, resultado de la integración de todas las variables de análisis consideradas.

Respecto al estudio del riesgo de incendio en Villa Ventana, las clases establecidas
corresponden a cinco categorías de grado de vulnerabilidad - amenaza: grado muy bajo,
bajo, moderado, alto y muy alto. A cada clase le fue asignado un código numérico de entre
1 y 5 en función del incremento de vulnerabilidad - amenaza correspondiente.

Una vez conseguidos los mapas categorizados, éstos pasan a ser superpuestos por medio de
la operación lógica Thematic Change de la extensión Image Análisis (ArcView). Esta
operación combina los datos temáticos de ambos mapas a razón de la prueba lógica entre
cruces espaciales de clases.

En consecuencia, el nuevo mapa resultante presentará tantas categorías como


combinaciones entre clases resulten posibles. Dada la complejidad de información del
nuevo mapa obtenido, resulta necesario recurrir a la combinación matemática de los datos
en el entorno Table. Allí, es posible proceder a la suma de las categorías de ambos mapas
partiendo del hecho de que las categorías de los mapas originales A y B representan grados
de vulnerabilidad - amenaza de 1 a 5.

Mediante la suma de los valores de las categorías del primer mapa más los valores del
segundo, se obtienen 9 categorías comprendidas entre los valores 2 y 10, límites mínimo y
máximo de los resultados de todas las sumas posibles. A través de la construcción de una
matriz de relación entre clases, es posible visualizar la distribución de las nuevas categorías
adquiridas por este procedimiento [Tabla 1].
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El mapa derivado se clasifica posteriormente en función de las relaciones matriciales entre


los mapas originales, traduciendo en valores cualitativos los valores numéricos asignados a
cada clase. La figura 10 representa la lógica seguida en el establecimiento de las categorías
de vulnerabilidad - amenaza del nuevo mapa.

Mapa 2
1 2 3 4 5
1 2 3 4 5 6
Mapa 1 2 3 4 5 6 7
3 4 5 6 7 8
4 5 6 7 8 9
5 6 7 8 9 10
Tabla 1. Matriz de relación entre clases
temáticas. Elaboración propia.

Mapa 2
Muy Muy
Bajo Moderado Alto REFERENCIAS
bajo alto
Muy bajo Muy bajo
Bajo Bajo
Mapa 1

Moderado Moderado
Alto Alto
Muy alto Muy alto
Fig 10. Grado de vulnerabilidad - amenaza del nuevo mapa derivado, según relación
matricial de las categorías de los mapas originales.

El análisis realizado permite


finalmente obtener como resultado un
mapa de riesgo de incendio, producto
de la combinación de los mapas de
vulnerabilidad y amenaza (fig. 11).
El mapa final obtenido es el resultado Vulnerabilidad Amenaza
final de la combinación de 14 mapas
temáticos, los que representan a otras
tantas variables

Finalmente, se determinó que las


áreas que presentan niveles de riesgo
más elevados coinciden con la
planicie del valle, donde coinciden
una serie de elementos que elevan
notablemente el riesgo de incendio Fig. 11: El mapa de riesgo de incendio, obtenido a
(principalmente cobertura altamente partir de la combinación final de los mapas de
combustible y fácil propagación del
fuego), además de no existir fuentes proveedoras de agua en las cercanías.
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V - REFLEXIONES FINALES.

Normalmente el análisis ambiental comprende la interacción de múltiples variables,


utilizando sistemas de información geográfica el método presentado permite la integración
de las mismas, desde los aspectos socio económicos a los netamente ambientales, tarea que
se realiza con precisión y rigor cartográfico.

En los ejemplos presentados, la superposición de las características espaciales permitió


establecer las relaciones entre los elementos considerados, brindando una valiosa
herramienta a los actores de la región que tienen protagonismo ante una emergencia o ante
la preservación del medio ambiente (Técnicos, Agrónomos, Defensa Civil, Bomberos).

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13

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