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INFORMACIÓN DE LAS CARATERISTICAS Y OBJETIVOS DE A PRIMERA INFANCIA

CARACTERÍSTICAS

- De los 0 a los 6 meses: Durante los primeros


meses de vida en cuando el niño experimenta más
cambios, sobre todo en el ámbito psicomotor. Durante
los 3 primeros meses de vida el bebé tiene plena
dependencia de los padres. Les necesita para
alimentarse y comenzar a descubrir el mundo que les
rodea. A partir de los 3 meses, sin embargo, comienza
su maratón de aprendizaje. El bebé comienza a
interactuar con las personas que le rodean y descubre
que sus actos implican una reacción. Comienza a
sonreír, a sacar la lengua, a pedir con los brazos que le
sostengan en el regazo... Es capaz de mantenerse
sentado con apoyo, y luego lo conseguirá hacer sin él.
También comienza el balbuceo. El bebé intentará unir
fonemas con mayor o menor acierto.
- De los 6 a los 12 meses: La etapa de los 6 a los 12
meses en la etapa del descubrimiento. El bebé
comienza a gatear, y según se acerque al año de edad,
será capaz de sostenerse de pie e incluso dar unos
pasos.
Aumenta su independencia y su curiosidad por explorarlo todo. De ahí que se lo lleve todo a la boca. Es una etapa de riesgos y hay que tenerlo en cuenta y preparar la casa
para evitar accidentes.
El lenguaje también avanza y el bebé aprende nuevas palabras. Aprende a decir 'mamá', 'papá' y a nombrar y señalar otros objetos. También descubren que no están solos,
que hay más niños, y aunque aún tímidamente, comienzan a interactuar con ellos.
- De los 12 a los 24 meses: El niño al fin comienza a andar. Ahora un nuevo mundo se abre ante él. Su autonomía aumenta y se da cuenta de que es capaz de hacer
muchas cosas por sí mismo. Sin embargo, se acerca a la etapa de las rabietas y los celos. Aún es incapaz de entender ciertas normas y límites.
Durante esta época muestra un gran apego por sus padres.
- De los 2 a los 4 años: Durante esta etapa, el desarrollo social y cognitivo cobra gran relevancia. Empiezan a interactuar más con los demás niños y descubren el campo
artístico: la pintura, los libros... Y en cuanto al lenguaje, al fin son capaces de formar frases, aunque a menudo se 'tropiezan' y no son capaces de expresar sus pensamientos
en orden.
- De los 4 a los 6 años: Al fin empiezan a dominar todos los campos, tanto el del lenguaje como el psicomotor y el cognitivo. Son capaces de saltar, trepar y bailar con
facilidad. Expresan pensamientos y perfeccionan sus dibujos y representaciones artísticas. Buscan a los demás niños porque les encanta el juego colectivo.

ETAPAS DEL DESARROLLO COGNITIVO DEL NIÑO SEGÚN LA TEORÍA DE PIAGET

Piaget propuso cuatro etapas del desarrollo en niños, que son: 1ª- Periodo sensorio-motor (Niños de 0-2 años),2ª- Periodo pre-operacional (Niños de 2-7
años), 3ª- Periodo concreto (Niños de 7-11 años), 4ª- Periodo formal (Niños y adolescentes de 11-en adelante, aproximadamente hasta los 19 años). Las
vemos a continuación. Descubre las etapas del desarrollo cognitivo en niños:

1- Desarrollo del niño: Etapa Sensorio Motora (Niños de 0-2 años)


Este estadio de desarrollo del niño se caracteriza por la comprensión que hace el niño del mundo, coordinando la experiencia sensorial con la acción física. En
este periodo se produce un avance desde los reflejos innatos.
 Se sabe que los niños a esta edad tienen preferencia por estímulos coloridos, con brillo, con movimiento, contraste…
 Además construyen sus esquemas intentando repetir un suceso con su propio cuerpo, por ejemplo, hacer ruido al golpear un juguete, tirar un objeto, tirar de una
manta para conseguir un objeto que hay sobre ella, etc. A esta edad, los niños están repitiendo sucesos al azar, experimentando a través de su propio cuerpo.
 Primer contacto del bebé con el lenguaje: La primera vez que tiene el bebé contacto con el lenguaje es en el vientre materno, durante los meses de gestación ya se va
familiarizando con la voz de los progenitores. Las investigaciones muestran que en los primeros días de vida prefieren el sonido de la voz humana, a cualquier otro
sonido. Sorprende lo acostumbrados que están al lenguaje, ya que desde el momento que nace el bebé tiene la excepcional capacidad de distinguir el sonido del
habla. Investigaciones de Casper y Spence demostraron además como los niños se sienten especialmente atraídos por el habla de sus madres, la cual reconocen antes
que la de desconocidos.
 ¿Cómo se comunican los niños de 0 a 2 años? Al nacer, la mejor forma que tiene de comunicarse el bebé, es llorar ya que no puede emitir otros sonidos (físicamente
no está preparado). Durante los primeros meses, todo serán gestos pre-lingüísticos mediante sonrisas y llantos que utilizarán de una forma involuntaria, y que más
adelante, se volverá intencional cuando aprendan a utilizarlo a modo comunicativo. De todas formas, al llorar o al sonreír los padres interpretan lo que el bebé hace, y
por ello ya hay una primera comunicación no intencional por parte del bebé. Después llegarán los primeros balbuceos en torno a los 6 meses con consonante- vocal
,por ejemplo, “bababa”. Las primeras emisiones de palabras sueltas serán en torno a los 12 meses.
¿Qué podemos hacer para favorecer el desarrollo cognitivo del pequeño en la etapa sensorio motora (de 0 a 2 años)?
1. Potencia las reacciones circulares: ¿Has observado que tu bebé se chupa el pulgar? ¿O que produce sonidos cuando quiere dormir? ¿Que agita el sonajero y repite
una y otra vez esta acción? Cuando un bebé produce una y otra un mismo comportamiento que se ha producido de forma casual, estamos ante reacciones circulares.
Cuando un bebé agita su sonajero una y otra vez es porque el sonido le gusta y quiere volver a escucharlo. En ese momento puedes, por ejemplo, coger el sonajero y
agitarlo apoyándolo en otra superficie para que el sonido sea diferente. De esta forma el bebé verá que se producen modificaciones o cambios y aprenderá a explorar.
2. Déjale que juegue y explore objetos y juguetes diferentes: Para que conozca más allá de si mismo.
3. A partir del año y medio podéis jugar a esconder objetos: Muéstrale un juguete y escóndelo, por ejemplo, debajo de una sábana. Enséñale cómo encuentras el objeto
escondido. Repite la operación, pero ahora deja que sea el quién encuentre el juguete escondido.

2- Desarrollo del niño: Etapa Pre-Operacional (Niños de 2-7 años)


Esta es la segunda etapa de la Teoría de Piaget. A partir de los 3 años se produce un hecho importante en la vida de un niño, la escolarización (Educación
Infantil). Esto supone un componente social muy importante.
 El niño empieza a relacionarse con los demás, en especial con sus iguales, ya que antes de este período, las relaciones eran únicamente con la familia.
 ¿Cómo se comunican los niños de 2 a 7 años? Aunque entre los 3 y los 7 años se produce un enorme aumento de vocabulario, los niños durante la primera infancia,
se rigen por un “pensamiento egocéntrico”, esto quiere decir, que el niño piensa de acuerdo a sus experiencias individuales, lo que hace que su pensamiento aún
sea estático, intuitivo y carente de lógica. Por ello, es frecuente que hasta los 6 años, puedan cometer errores tanto para interpretar un suceso, como para expresarlo.
Descubre Algunos consejos para superar la etapa del “no” en niños.
 Hablar en tercera persona refiriéndose a uno mismo es muy normal en este periodo porque aún no tiene bien definido el concepto del “yo” que lo separa con el
resto del mundo.
 Los niños a esta edad, entre 2 y 7 años, tendrán mucha curiosidad y ganas de conocimiento, por lo que preguntarán a sus padres el “por qué” a muchas cosas.
 En esta etapa los niños atribuyen sentimientos o pensamientos humanos a objetos. Este fenómeno se conoce como animismo.
El pensamiento “egocéntrico” según la teoría de Piaget: ¿Por qué los niños en esta etapa del desarrollo no son capaces de ponerse en el lugar de los demás? Este hecho
puede relacionarse con “La Teoría de la Mente” que se refiere a la capacidad de ponerse en la mente de otra persona, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar de otro. Los
niños no desarrollan esta habilidad cognitiva hasta los 4 o 5 años. Es por eso, que el niño hasta esa edad, cree que “los demás ven y piensan como lo hace él”. Esta teoría nos
ayuda a explicar por qué los niños hasta los 5 años no saben mentir ni hacer uso de la ironía.

Cada una de estas limitaciones del estadio pre-lógico serán superadas después de los 6 años o 7 años en el próximo periodo de desarrollo cognitivo y se irá
consolidando hasta los 14 o 15 años.

¿Qué podemos hacer para favorecer el desarrollo cognitivo del pequeño en la etapa pre operacional (de 2 a 7 años)?
1. Ajústate a su desarrollo cognitivo: Es importante que tengas presente las características de la etapa del niño que trates de adaptarte a su pensamiento.
2. Pon en práctica el juego simbólico: A través de esta actividad se desarrollan muchas de sus destrezas de los niños y permiten que se vayan formando una imagen del
mundo. A través del juego se pueden adquirir los roles y situaciones del mundo que nos rodea: Hacer como si comemos o bebemos, hacer como si conducimos, jugar
a que somos médicos y ayudamos a otra persona, etc… Podemos poner en práctica cualquier actividad que ayude al pequeño a ampliar su lenguaje, desarrollar la
empatía, y consolidar sus representaciones mentales del mundo que nos rodea.
3. Potencia la exploración y experimentación: Que descubra los colores y su clasificación, cuéntale como suceden algunas cosas, llévale al campo y explícale algunas
plantas o animales, transmite curiosidad por aprender.
3- Desarrollo del niño: Periodo concreto (Niños de 7-11 años)
En este penúltimo estadio de La Teoría de Piaget, los niños empanzarán a utilizar un pensamiento lógico sólo en situaciones concretas. En este periodo pueden
realizar tareas en un nivel más complejo utilizando la lógica, así como realizar operaciones de matemáticas. Sin embargo, aunque hayan hecho un gran avance
con respecto al periodo pre-lógico, en este periodo del desarrollo cognitivo pueden aplican la lógica con ciertas limitaciones: Aquí y ahora, siempre les resulta más
fácil. Todavía no utilizan el pensamiento abstracto, es decir, el aplicar conocimientos sobre algún tema que desconocen, aún es complicado para los niños de
esta edad.
¿Qué podemos hacer para favorecer el desarrollo cognitivo en el periodo concreto (de 7 a 11 años)?
1. Ayuda a potenciar su pensamiento reversible: Practicar estos ejercicios pueden ayudar a desarrollar su capacidad lógica y de razonamiento. Importante para el
manejo de números y matemáticas, pero también para el desarrollo de su vida adulta. Por ejemplo preguntar cual es el resultado de sumar dos números. Si el resultado
es 8, podemos plantear la cuestión de forma inversa y pedir que nos ayuden a encontrar dos números que sumen 8. El pensamiento reversible se puede ejercitar casi en
cualquier situación de la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando estás en el supermercado y estimas el precio de lo que te va a costar la compra. O cuando lo haces a la
inversa, y estimas cuánto deben costar cada alimento que has comprado para que te llegue con el dinero que llevas encima.
2. Pídele que te ayude a resolver cuestiones y se plantee interrogantes: Por ejemplo, puedes preguntarle ¿Cómo ayudarías a que un animal perdido encuentre a su
dueño? ¿Cómo logramos que la comida no se quede fría? ¿Cómo vamos a casa de la abuela si el coche está en el taller?
3. Ayúdale a comprender las relaciones entre los fenómenos que suceden en la naturaleza o vida social: ¿Por qué crees que tu abuelo puede ponerse triste si no
vamos a visitarle?, ¿Qué crees que pasará si este invierno no llueve nada?
4. Potencia su capacidad de razonamiento: Ayúdale a que se cuestione hechos concretos.
5. Utiliza Juegos mentales validados o programas de estimulación cognitiva para niños: CogniFit es el programa líder para la mejora cerebral en la infancia.
Aprovecha la gran plasticidad neuronal que se da en los primeros años del neurodesarrollo, para estimular y potenciar el rendimiento intelectual en la infancia y
adolescencia. Los ejercicios cerebrales que propone CogniFit consisten en atractivas actividades terapéuticas, técnicas de rehabilitación y aprendizaje orientadas a re-
entrenar y mejorar las habilidades mentales que más necesite cada niño. Con este programa también podremos comparar los resultados del niño con los resultados
de otros niños de su edad. ¿Cómo empezar a usarlo? Es muy fácil, sólo tienes que registrarte.
4- Desarrollo del niño: Operaciones Formales (Niños y adolescentes de 11 años en adelante)
 Este último periodo ya se caracteriza por la adquisición del razonamiento lógico en todas las circunstancias, incluido el razonamiento abstracto.
 La novedad en este último periodo en relación con la inteligencia del niño, es, como señala Piaget, la posibilidad de que ya pueden realizar hipótesis sobre algo
que no tienen aprendido de forma concreta.
 Aquí empezará a establecerse el aprendizaje como “un todo”, y no de forma concreta como en el anterior estadio.
¿Qué podemos hacer para favorecer el desarrollo cognitivo del pequeño de los niños y adolescentes de 11 años en adelante?
 Trata de motivar que se plantee preguntas: Utiliza hechos cotidianos y trata de que razone los factores que han provocado un determinado desenlace. Ayúdale a que
se plantee deducciones o hipótesis.
 Debate con el niño o adolescente: Intenta ayudarle a que se exprese y te explique su forma de pensar ante diferentes cuestiones. Expón tu forma de ver las cosas y
encontrad los puntos positivos y negativos de cada punto de vista. Podéis abordar también problemas éticos.
OBJETIVOS

SOCIAL:
Desde su nacimiento, el niño se desarrolla en el medio familiar, que le es indispensable para su evolución. De la calidad de ese medio, y sobre todo, de la calidad de las
relaciones sociales que se establezcan entre los padres y el niño, dependerá la riqueza y la coherencia de la personalidad.
Como ha demostrado perfectamente H. Wallon, el “yo” del niño no puede desarrollarse más que en relación con el de los demás, y en esta dialéctica incesante del “yo”
y del “otro” es donde hay que buscar en parte la explicación de la evolución psicológica. El desarrollo de las diversas formas de sociabilidad constituye, pues, un objetivo
importante para la educación de la primera infancia.
A este respecto, procede mencionar todos los resultados de los trabajos científicos sobre la influencia del medio social y más especialmente sobre la del medio familiar.
Se sabe ya perfectamente que los estímulos de todo tipo que recibe el niño constituyen elementos indispensables del desarrollo de su lenguaje. Según el estilo de vida
de la familia, las relaciones que existan entre los padres y los hijos, el tiempo que dediquen aquellos a la educación de estos, la adquisición del lenguaje, se hará de
manera distinta. Cuando se conoce la importancia del lenguaje en la vida social, y más especialmente para el éxito escolar, se comprende claramente que las diferencias
de medio social desembocan en diferencias de nivel lingüístico que a veces se interpretan como diferencias de nivel intelectual. El niño que no tiene un buen nivel de
lenguaje no siempre comprende muy bien lo que ocurre y se comporta por consiguiente como más o menos retrasado. Por consiguiente, debe asignarse un lugar
importante a los ejercicios del lenguaje, a fin de que todos los niños desarrollen este medio de comunicación, indispensable para toda la integración social posterior.
Los programas de actuación con lo más pequeños tiene también otras funciones sociales, habida cuenta de la evolución extraordinariamente rápida de nuestro mundo
actual. Hay un abismo cada vez más profundo entre el mundo natural que rodea al niño (mundo que, por lo demás, está menguando cada vez más) y el mundo en que
vivimos. Este mundo exige una atención especial y una adaptación que movilice mecanismos psicológicos que el pequeño no tiene todavía plenamente montados en su
equipo psicobiológico. Por ello, es indispensable que una parte de la actuación con los pequeños esté dedicada a desarrollar los mecanismos biológicos, motores,
psicológicos y sociales que le faltan en el momento de nacer y que van a permitirle, con ciertas posibilidades de éxito, enfrentarse a nuestra civilización contemporánea.
Así pues, mediante la organización de una vida regular de un modo relativamente flexible, mediante el respeto de los ritmos de vigilia y sueño, mediante unos esfuerzos
encaminados a dar a los niños una alimentación equilibrada, mediante el equilibrio de las actividades motrices y físicas en el exterior, y las actividades de juego, en el
interior, se preparará en todos los planos al niño para enfrentarse victoriosamente al mundo exterior
Durante la primera infancia, los niños deben desarrollar competencias que fortalezcan su personalidad
Estas les permiten aprender a tomar decisiones, solucionar problemas y relacionarse con su entorno y con los demás.
Por eso, es clave que los niños reciban una atención integral que satisfaga no solo sus necesidades físicas y emocionales sino aquellas relacionadas con el aprendizaje y
el desarrollo de habilidades.
“Esto significa brindar atención en salud, educación, cuidado, alimentación y protección, pues en esta educación inicial las competencias que se adquieran son la base de
aprendizajes posteriores”, señala Isabel Segovia, viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media
Las competencias –dice– se definen como un saber hacer y poder hacer, y le facilitan al niño relacionarse consigo mismo, con los demás y darle significado a su entorno
físico y social. “Potencian sus habilidades y le permiten volverse autónomo para tomar decisiones, solucionar problemas e interactuar”, agrega la Viceministra.
En los meses iniciales de vida, estas se perciben como la capacidad que tiene un bebé de interactuar con el mundo.
En los primeros cinco años, dice Irene Rodríguez, decana de la Facultad de Educación de la Universidad Los Libertadores, deben desarrollarse tres competencias básicas:
la constitución del sí mismo, la construcción del mundo como realidad y la formación del espíritu científico-técnico.
La primera busca que el niño logre identificar su género, los roles que cumple, a qué lugar y núcleo pertenece y si es valorado y protegido. Igualmente, que tenga noción
de su cuerpo y de que es un sujeto de derechos.
“Debe diferenciarse de los otros, compartir objetos, seguir reglas y respetar límites”, agrega la educadora.
La construcción del mundo implica que el infante domine una lengua para comunicarse y a partir de interrogantes logre conocer su entorno.
En la formación del espíritu científico-técnico, explica Rodríguez, se conduce al niño de la curiosidad al experimento a través de la orientación de las preguntas y de la
habilidad de explorar.
“Por medio del juego se desarrolla la capacidad de clasificar, ordenar y agrupar elementos, bases del pensamiento lógico-matemático”, indica
“El desarrollo de competencias en la primera infancia tiende a disminuir los índices de fracaso escolar y busca garantizar la permanencia en el sistema educativo”, sostiene
la viceministra Segovia.
Ambiente enriquecido
Las competencias para la vida en esta etapa se desarrollan a través del juego, los ambientes enriquecidos y las interacciones con otros niños y con adultos.
En este sentido, la familia, los educadores y los cuidadores son quienes le proveen al niño un ambiente rico en estímulos por medio de actividades cotidianas en las que
se reconozcan sus intereses y emociones. “El adulto lo acompaña a través de la pregunta, la observación, la retroalimentación y el planteamiento de problemas”, comenta
la decana Irene Rodríguez.
“Los progresos se dan en relación con la comprensión de la identidad de las cosas, del espacio físico, de la causa y efecto y esto requiere un ambiente en el que el niño
pueda madurar cerebral, muscular y verbalmente, y un interlocutor amoroso”, indica la sicóloga Paula Bernal, experta en desarrollo infantil.
Es necesario que padres, cuidadores y educadores identifiquen de forma temprana posibles alteraciones en el desarrollo para prevenir interferencias en el aprendizaje.
Destrezas que deben tener los niños según la edad
La sicóloga infantil Paula Bernal describe algunas, pero advierte que hay que ver que en cada niño los logros son diferentes:
De 3 a 4 años. Comprende el concepto de ‘más que’ e identifica y nombra colores primarios. Recuerda eventos de la semana anterior, arma modelos sencillos utilizando
cubos, forma juicios de valor (feo o bonito), cuenta objetos, sostiene el lápiz con los dedos índice, anular y pulgar y clasifica objetos por forma y color.
De 4 a 5 años. Reconoce algunas letras, clasifica objetos por su función, cuenta números, salta sobre objetos bajitos y ensarta figuras con destreza en un cordón.
De 5 a 6 años. Menciona en orden los días de la semana, lee los números, identifica algunas letras y repite un cuento con relativa precisión. Recorta figuras simples,
intenta colorear sin salirse del contorno y rebota y coge pelotas pequeñas.
EDUCATIVO:
Objetivos educativos:
Cuando el niño nace, tiene todo un potencial de posibilidades. Lleva en él muchas promesas, pero esas promesas serán vanas si no reciben del medio humano y físico un
conjunto suficientemente rico de estímulos de todo tipo. Las ciencias biológicas contemporáneas, y sobre todo la neurología, nos dicen que la materia nerviosa,
especialmente desarrollada en la especie humana, no puede llegar a su evolución completa si no hay estímulos exteriores que provoquen reacciones que permitan a esas
funciones ponerse en marcha, perfeccionarse y desarrollarse plenamente. Ello significa que el desarrollo del individuo está, en primer término, en función de su estado
biológico y neurológico en el momento de nacer pero que, más adelante, la acción del medio pasa a ser fundamental para su evolución.
Si se aceptan los principios antes citados, es evidente que los programas de estimulación temprana han de intentar desarrollar todas las redes de comunicación que
vinculan al niño con el mundo, ya sea físico o humano. En el momento de nacer, los instrumentos que permiten al individuo entrar en contacto con el mundo exterior, es
decir, sus órganos sensoriales, no están todavía listos para funcionar. Se requiere de un período de tiempo más o menos largo para que lleguen a esta en condiciones de
captar (y de captar bien) todas las informaciones procedentes del mundo exterior.
Es preciso que todos los ejercicios y juegos propuestos a los pequeños les permitan a la vez mejorar y ensanchar sus sistemas de recepción de los mensajes exteriores. El
hombre y el niño viven en un mundo extremadamente complejo, surcado por mensajes de todo tipo (visuales, auditivos, olfativos, gustativos, etc.), y los programas de
estimulación temprana han de ayudar a cada niño a adquirir el mayor número posible de mensajes, en las mejores condiciones posibles.
Ahora bien, no se trata de limitar la atención a la actividad sensorial: esto ya es importante de por sí, pero no hay que olvidar los demás medios que permiten al niño
entrar en comunicación con el mundo humano son las relaciones de tipo emocional. Los psicólogos han demostrado plenamente que las primeras relaciones de tipo
emocional que se establecen entre el niño y el mundo humano exterior se basan en unas emociones elementales que se manifiestan en sonrisas, gritos, arrebatos de
cólera. Y no es porque, más adelante, surgen nuevos medios de comunicación por lo que pierden importancia las relaciones emotivas; antes por el contrario, sostendrán,
provocarán y enriquecerán los demás modos de comunicación y serán la base de todas las emociones de orden estético, emociones que con harta frecuencia se descuidan.
La comunicación con los demás no se da solamente mediante la palabra, sino también con los gestos. Las actitudes y mímicas faciales constituyen una red de comunicación
con el prójimo, red esta que va a dar su tonalidad y su sentido afectivo a los mensajes verbales intercambiados. Uno de los objetivos consiste en preparar a los niños a
apreciar todos los matices afectivos de los mensajes, para que no se acostumbren a considerar únicamente la trama intelectual o verbal de los intercambios humanos, lo
cual es una actitud que reduce considerablemente el volumen y la calidad de los intercambios.
Es preciso también que el niño aprenda a utilizar esos cauces de comunicación para expresarse y para desarrollar su creatividad. En este campo se ha de hacer un esfuerzo
especial para que el niño salga “fuera de sí mismo” y se exprese, y para que su personalidad se organice, estructure y desarrolle. En contra de lo que pensaba la pedagogía
tradicional, se puede incidir sobre el interior del niño no solamente desde el exterior sino también ayudándole a expresarse, ofreciéndole todas las ocasiones de creación,
de invención, de imaginación, con lo que se facilitará su plenitud personal. Se les ha de iniciar en su capacidad creadora en el plano del comportamiento y de la adaptación
al mundo. Es preciso que el niño aprenda lo antes posible a encontrar solo, es decir, con los recursos psicológicos que posee, una solución personal, cuando no original,
a los problemas que se le planteen. Por consiguiente, uno de los objetivos de la educación de la infancia debe consistir en desarrollar en el niño la capacidad de iniciativa,
la imaginación y el espíritu de descubrimiento. El niño estará más adaptado si ha descubierto él mismo, con su propia actividad, el modo de encontrar una solución a los
problemas, con lo que su equilibrio psicológico será más estable. Tenemos que, ya lo hemos dicho, ya en estas edades, ayudar a los niños a aprender a aprender,
comprender y emprender.
POLÍTICA EDUCATIVA DE EDUCACIÓN INICIAL
La definición de las políticas sectoriales del nivel, se basa en lo anteriormente analizado y otros elementos que podemos resumir en:
La situación actual de la infancia y la educación en el Perú, sus brechas y exclusiones tanto de raíces históricas, como producto de las políticas de los últimos años.
Lo que nos indican los avances científicos y tecnológicos del momento: las investigaciones sobre desarrollo infantil y los efectos de la nutrición, la neurociencia actual, los
resultados de las intervenciones tempranas, los estudios sobre resiliencia, lo que demuestran los estudios longitudinales y las investigaciones antropológicas y lingüísticas en
nuestra diversidad cultural.
Los mandatos de la Constitución peruana, de la Ley de Educación y sus Reglamentos, de las Convenciones de los Derechos Humanos, del Niño y de la Mujer, de la Cumbre
Mundial y Acuerdo Nacional del Plan Nacional de Acción por la Infancia.
Los importantes acuerdos del Foro de Educación para Todos, de las mesas de concertación intersectorial para la atención integral de la infancia y de la Red de promoción de
la Infancia; agrupación incipiente, pero con mucho compromiso por la niñez. En función de ello planteamos las siguientes políticas sectoriales:
1. Se promoverá el acceso equitativo a una atención integral (salud, nutrición y educación) a los niños de 0 a 6 años, en un esfuerzo multisectorial consensuado y compartido
entre el Estado y la sociedad civil organizada.
2. Se priorizará la atención al grupo etáreo de 0 a 3 años, a fin de disminuir la brecha de exclusión en esta edad, con la participación activa de los padres de familia y la
comunidad en las diversas alternativas de atención. Ministerio de Educación - Dirección Nacional de Educación Inicial y Primaria 42
3. Se focalizará la atención a los niños de poblaciones y familias cuyas condiciones de vida ponen en riesgo su desarrollo y sus potencialidades: niñas y niños en pobreza y
extrema pobreza de zonas urbano marginales y rurales, de grupos indígenas excluidos, andinos y amazónicos.
4. Se fomentará el mejoramiento de la calidad educativa mediante la aplicación de un modelo educativo flexible y abierto a las nuevas concepciones pedagógicas, activas,
interactivas, democráticas y participativas, que refuercen el papel protagónico y la creatividad de niñas y niños en la construcción de sus aprendizajes y en el desarrollo de
sus capacidades, actitudes y valores y con servicios que respondan a la diversidad sociocultural de nuestro país.
5. Se promoverá la actualización permanente de los diversos agentes educativos, tanto en lo relativo a una gestión descentralizada y democrática como en los aspectos
pedagógicos, con un enfoque holístico, de educación bilingüe intercultural y de género, en el marco del desarrollo humano sostenible.
6. Se consolidará una Cultura de Crianza en la población a nivel nacional, basada en el reconocimiento de las enormes potencialidades infantiles de niñas y niños, en el
respeto y cumplimiento de sus derechos a la vida, la salud, la educación, la seguridad, la protección, el juego, el amor y la felicidad, y el reconocimiento de los padres como
primeros y principales educadores de los niños.
Objetivos generales de la educación de la primera infancia
A la educación en esta edad le corresponden dos tareas fundamentales que constituyen la base esencial sobre la que puede lograrse todo el posterior desarrollo, y que
aparecen de una forma u otra reflejadas en la mayoría de los sistemas educacionales. Estas tareas son:
Ø Lograr en cada niño el máximo desarrollo de todas sus posibilidades de acuerdo con las particularidades propias de la etapa.
Ø Alcanzar, como consecuencia de lo anterior, la preparación necesaria para un aprendizaje escolar exitoso.
Como resultado de estas tareas fundamentales deben lograrse los siguientes objetivos generales de la educación en la etapa de la primera infancia, que en los distintos países
se plantean a desarrollar en el proceso educativo con los niños de esta edad, y que independientemente de sus variantes y el énfasis que expresen en algunos de ellos,
pueden concretarse en tres fundamentales:
q Lograr el desarrollo multilateral y armónico de estos niños, así como la más sana formación de su personalidad.
q Fortalecer sus habilidades como sujeto que aprende, y posibilitar la formación de intereses cognoscitivos.
q Preparar a estos niños de manera efectiva para su ingreso a la escuela y la continuidad escolar.
En resumen, se ha construido un marco conceptual y operativo con relación a la necesidad de garantizar una educación de calidad desde las etapas más tempranas de la
vida, que, adaptado a los diferentes contextos sociales y desde el prisma particular de cada país, enfoca a esta edad como crucial al desarrollo, por la significación que tiene
para el propio individuo, y para la sociedad en general.
Estos objetivos y fines de la edad, presentes en la mayoría de los currículos elaborados para la educación de estos niños, resultan, no obstante, también en extremo generales,
y requieren de aproximaciones que los hagan más cncretos y viables a los fines del proceso de enseñanza y educación.
De esta manera, los objetivos y fines de la educación de la primera infancia van a estar en estrecha dependencia con las concepciones teóricas del modelo curricular que
sustenta cada proyecto educativo, y en este sentido, son amplios los enfoques que se valoran en la práctica pedagógica de la educación infantil.
No obstante, y aunque concebidos de diferente manera, en su esencia todos responden a criterios coincidentes, que en las diferentes áreas de desarrollo se expresan de
manera mas particularizada. Así, estos fines y objetivos pueden concretarse en los siguientes:
Ø Mostrar la formación de premisas del desarrollo socio–moral y afectivo que se expresa en:
Poseer un estado emocional positivo que se manifieste en sentir alegría y satisfacción al realizar los distintos tipos de actividades que se realizan; sentir cariño y respeto hacia
aquellos que los cuidan y educan.
Manifestar el deseo de participar en tareas laborales sencillas, y comprender su valor y utilidad, así como respetar la importancia del trabajo del adulto.
Ø Lograr una conducta socialmente aceptada y la formación de cualidades personales en correspondencia con la etapa, lo que le permite:
Ajustar su comportamiento, dentro de las posibilidades de la edad, a las normas elementales de conducta esperables en el contexto en el que crece y se educa.
Manifestar satisfacción por compartir o relacionarse con sus coetáneos, educadores y otros adultos.
Mostrar bondad, sinceridad, respeto y cariño en sus relaciones con los demás.
Ø Mostrar un adecuado desarrollo intelectual que se exprese en:
El dominio de conocimientos en forma de representaciones generalizadas acerca de los objetos, hechos, fenómenos más simples de la naturaleza y la vida social, de su
entorno más cercano.
Las habilidades para establecer relaciones sencillas entre los hechos y fenómenos que conoce.
El desarrollo de capacidades sensoriales que le permitan la realización de acciones con los objetos, teniendo en cuenta sus propiedades y cualidades.
El dominio de procedimientos que le permitan solucionar distintos tipos de tareas intelectuales que muestren el desarrollo en sus procesos psíquicos cognoscitivos:
percepción, pensamiento en acción y representativo, formas elementales del pensamiento lógico, memoria e imaginación.
Ø Evidenciar el dominio práctico de su lengua materna al:
Utilizar un vocabulario amplio relacionado con los objetos del mundo en que interactúan.
Pronunciar correctamente los sonidos del idioma.
Expresarse con calidad, fluidez y coherencia acerca de los hechos y experiencias sencillas de su vida cotidiana y de las cosas que aprende.
Sentir gusto y satisfacción al utilizar las distintas formas bellas del lenguaje literario.
Ø Manifestar el desarrollo de sentimientos y gustos estéticos al ser capaz de:
Reflejar de forma plástica y creadora las vivencias que más le impresionan.
Expresar sencillas valoraciones al apreciar la belleza de la naturaleza en la creación del hombre y su propio trabajo, así como, en las relaciones entre los niños y de éstos con
los mayores.
Escuchar con agrado distintos tipos de obras musicales.
Mostrar un desarrollo del oído musical que le permita entonar melodías y reproducir diversos ritmos.
Ø Demostrar el desarrollo de sus habilidades y capacidades motrices al ser capaz de:
Lograr coordinación y flexibilidad en los movimientos, ejecutar ejercicios combinados de equilibrio, así como regular y diferenciar las distintas acciones motrices.
Ejecutar las acciones motrices, logrando mayor independencia y variabilidad e iniciar la valoración del resultado de estas acciones.
Utilizar el cuerpo como forma de expresión, logrando mayor orientación en el espacio.
Manifestar una buena postura corporal.
Reto 2: Mejorar la calidad de la oferta de educación inicial para niños de 3 a 5 años Los progresos en materia de acceso a la educación inicial son innegables: hoy en día, más
del 90% de los niños de 4 y 5 años asisten a un programa de educación inicial. Estas buenas noticias, sin embargo, no deben hacernos perder de vista que existen aún algunos
pendientes, principalmente a) incrementar el acceso a la educación inicial de los niños de 3 años y b) reducir las brechas en el acceso generadas por área de residencia y
lengua de los estudiantes. Sin embargo, el tema de fondo en relación con la educación inicial para niños de 3 a 5 años es la urgente necesidad de mejorar la calidad de la
oferta. La evidencia internacional y nacional a favor de la educación inicial es clara: hay una asociación positiva y fuerte entre la asistencia a un centro 196 Gabriela Guerrero
y Flavia Demarini de educación preescolar y el rendimiento académico en la escuela, pero para que los efectos se materialicen, son requisitos necesarios la calidad del
programa y una exposición prolongada. Específicamente en relación con el caso peruano, más de un estudio ha comparado el efecto de asistir a un programa de inicial
escolarizado (CEI18) y no escolarizado (Pronoei). La evidencia revisada en la sección anterior de este texto es clara en señalar que no existe efecto de la asistencia a un
Pronoei ni en el desarrollo infantil ni en el rendimiento académico durante la escuela. Adicionalmente, se sabe que el impacto de la educación inicial es diferente entre
grupos sociales: para los estudiantes que habitan en la sierra y la selva, que hablan una lengua materna diferente del castellano, y que viven en un hogar pobre, la asistencia
a educación inicial no tiene mayor efecto en su rendimiento en la escuela. El motivo principal parece ser que esos grupos acceden a programas de inicial de muy pobre
calidad. La necesidad de repensar la oferta de los Pronoei cae por su propio peso. Este no es un tema reciente sino, más bien, un reto pendiente desde hace varios años. El
PEN (Consejo Nacional de Educación 2007: 55) señala, al respecto, que es necesario reestructurar «los Pronoei sobre la base de estándares de calidad de servicio, como
oferta complementaria y no sustitutoria de la educación inicial escolarizada». La existencia de los Pronoei a menudo se ha justificado aduciendo que implementar IEI en
zonas de poca densidad sería muy caro y, por tanto, los Pronoei son una forma de ofrecer el servicio a un menor costo. Las principales razones de los costos más bajos son
que a las promotoras se les paga menos que a las docentes especializadas en inicial y que se pide a las comunidades que cedan un local para el servicio. Desde el principio
de equidad descrito al inicio de este capítulo —principio que deben seguir los programas AEPI a fin de lograr el objetivo de cerrar brechas sociales creadas en los primeros
años de vida de los niños—, el argumento anterior es totalmente inaceptable. Se está ofreciendo una educación inicial mediante Pronoei precisamente a las poblaciones con
menores recursos, 18 Actualmente llamados IEI. Atención y educación de la primera infancia en el Perú: avances y retos pendientes 197 sobre todo en zonas rurales. Si el
objetivo último fuera nivelar el piso a favor de los niños de contextos menos favorecidos, lo que debería ocurrir es exactamente lo contrario: la inversión del Estado en zonas
de mayor pobreza —sobre todo rurales— debería ser mayor que la de zonas urbanas. Los servicios educativos en zonas rurales o de pobreza requerirían contar con, al menos,
una docente de inicial muy bien capacitada, y con los materiales necesarios y pertinentes para su trabajo. Esto supone cambiar la naturaleza no escolarizada de los Pronoei
para convertirlos en instituciones de educación inicial de primer nivel que funcionen en contextos de alta pobreza. Un programa como Pronoei puede «ahorrar» dinero al
Estado en el corto plazo por las razones antes señaladas; sin embargo, es una inversión cuya pobre calidad determinará que difícilmente se puedan obtener retornos en el
largo plazo. Desde hace unos años, el Minedu viene avanzando en replantear los Pronoei. En la actualidad, se está implementando una estrategia de formalización progresiva
de los programas existentes en zonas urbanas principalmente, en la que se los transforma en instituciones escolarizadas (IEI) y se asume total responsabilidad presupuestal
por estos.19 De acuerdo con información brindada por la Unidad de Planeamiento y Planificación (UPP) del Minedu, 20 1273 Pronoei —45% de los cuales son urbanos— se
han convertido en IEI durante el 2016. Actualmente, existe una lista de 2044 Pronoei cuya situación se está evaluando para ver cuán factible es su conversión en IEI durante
el 2017; el 17% de estos Pronoei son urbanos y el 13%, periurbanos. Una limitación que enfrenta el sector respecto al proceso de conversión es la disponibilidad de terrenos
donde implementar IEI, pues como se ha señalado (nota 19), los Pronoei funcionan en espacios que no pertenecen al sector Educación, y en tanto no se garantice que el
terreno es de propiedad del Estado, no podrán convertirse en IEI. Otra limitación es el número mínimo de niños requerido para ofrecer el servicio: 19 Mientras son Pronoei,
la comunidad se hace cargo tanto del local como del servicio de una promotora, que solo recibe una propina. Cuando pasa a ser IEI, es el Estado el que debe proporcionar el
local y pagar un sueldo a una docente. 20 Las autoras agradecen la colaboración de los especialistas de UPP que compartieron esta información para incluirla en el capítulo.
198 Gabriela Guerrero y Flavia Demarini el Pronoei atiende a una población menor que la estipulada en la norma de racionalización 1825, y en la medida en que no demuestre
que su demanda supera los 15 alumnos —número mínimo para zonas rurales—, no podrá ser convertido en IEI. De cara al futuro, es importante que el sector continúe con
esta tarea en todas las zonas del país, a fin de garantizar programas de calidad para todos los niños, asegurando y asignando el presupuesto necesario para ello.
Reto 3: Implementar un sistema nacional de evaluación del desarrollo infantil En la actualidad existen documentos de política que identifican claramente la importancia de
la primera infancia como periodo clave del desarrollo, y que fijan metas en relación con el aprendizaje y la educación de los niños menores de 6 años. Sin embargo, no existen
los medios para medir el avance en el cumplimiento de las metas propuestas. A modo de ejemplo, el Pnaia contempla un sistema de monitoreo y evaluación llamado Simone,
orientado a medir los avances en relación con el plan. Sin embargo, los indicadores más sólidos están vinculados a temas de salud, y en materia de desarrollo infantil y
educación de la primera infancia, no hay medios para monitorear el avance más allá de tasas de acceso a educación inicial. Hasta la fecha, en el país no se dispone de una
encuesta nacional que recoja información sobre el desarrollo de los niños, salvo en aspectos vinculados a salud y nutrición, que sí se recogen como parte de la Endes. Por
ello, definitivamente es un reto pendiente implementar regularmente una encuesta de la niñez o la primera infancia a fin de conocer cómo están evolucionando los niveles
de desarrollo de la población infantil.21 Adicionalmente, la información disponible como parte de una encuesta de este tipo también puede ser usada para la evaluación de
programas específicos. 21 Al respecto, ver Fiszbein, Guerrero y Rojas 2016. Atención y educación de la primera infancia en el Perú: avances y retos pendientes 199 Si bien el
Midis ha presentado avances en esta dirección, aún se está lejos de institucionalizar un sistema de medición con estas características. La figura de una autoridad nacional
para la infancia con capacidad de aprobar planes y presupuestos a favor de los niños menores de 6 años podría jugar un rol clave en la institucionalización de este tipo de
sistemas en el país, de modo que trasciendan a los diferentes Gobiernos y gestiones. Para terminar, ninguno de los tres retos planteados en este capítulo puede resolverse
de inmediato. No solo existen limitaciones respecto a los recursos económicos —eventualmente, estos podrían asegurarse—, sino que los recursos humanos también son
insuficientes. Por ejemplo, en el país no contamos —ni contaremos en el corto plazo— con personal calificado disponible y suficiente para sostener la ampliación de la
cobertura de programas de AEPI de calidad dirigidos a niños menores de 3 años (particularmente en contextos de pobreza y pobreza extrema), y para cambiar el carácter
«no formal» de los Pronoei y convertirlos en IEI que puedan ofrecer una educación de calidad a los niños de 3 a 5 años que están en situación de mayor vulnerabilidad. Es
fundamental diseñar e implementar una estrategia que nos permita superar esta limitación en el mediano plazo. Únicamente así la atención y educación de la primera
infancia constituirá una prioridad nacional no solo en la teoría sino también en la práctica.

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