You are on page 1of 2

BIOMASA

La biomasa es toda aquella materia orgánica producida por plantas y animales, como por ejemplo
la madera y hojas de los árboles, las cáscaras de frutos secos, los excrementos de animales, los
restos de poda y otros desechos de agricultura.

Sin embargo, cuando hablamos de biomasa como fuente de energía renovable nos referimos al
proceso que emplea esta materia orgánica para producir energía. Este proceso comienza cuando las
plantas, mediante la fotosíntesis, almacenan la energía radiante del sol y la convierten en energía
química, la comúnmente conocida como bioenergía. Esta misma energía será la que finalmente se
aproveche para transformar en combustible.

BIOMASA NATURAL

Es la que se produce en la naturaleza sin ninguna intervención humana. El problema que presenta
este tipo de biomasa es la necesaria gestión de la adquisición y transporte del recurso al lugar de
utilización. Esto puede provocar que la explotación de esta biomasa sea inviable económicamente.

BIOMASA RESIDUAL (SECA y HÚMEDA)

Son los residuos que se generan en las actividades de agricultura (leñosos y herbáceos) y ganadería,
en las forestales, en la industria maderera y agroalimentaria, entre otras y que todavía pueden ser
utilizados y considerados subproductos. Como ejemplo podemos considerar el serrín, la cáscara de
almendra, el orujillo, las podas de frutales, etc.

Se denomina biomasa residual húmeda a los vertidos llamados biodegradables, es decir, las aguas
residuales urbanas e industriales y los residuos ganaderos (principalmente purines).

CULTIVOS ENERGÉTICOS

Estos cultivos se generan con la única finalidad de producir biomasa transformable en combustible.

APLICACIONES DE LA BIOMASA

Existen dos tipos de procedimientos para la obtención de energía a partir de la biomasa, directo e
indirecto. El método más sencillo es la combustión directa, por ejemplo mediante la quema de
madera.

A través de la combustión de la biomasa sólida se puede generar energía térmica y eléctrica para la
producción de agua caliente, calefacción y electricidad. Su uso más generalizado es a través de
calderas de biomasa, las cuales utilizan como fuente de energía combustibles naturales como los
pellets de madera, residuos forestales, huesos de aceituna y cáscaras de frutos secos. Este tipo de
calderas son mucho más eficientes medioambientalmente, seguras y económicas, ya que alcanzan
un ahorro de hasta un 75 % en comparación con las calderas tradicionales. Además, tienen todas
las ventajas de otras calderas: funcionamiento automático, autolimpieza, temporización, carga
anual de combustible y alimentación desde un silo o depósito subterráneo.

No obstante, éste no es el único uso de la biomasa ya que también se emplea para la obtención de
biogás y otros biocombustibles como el biodiesel. El biodiesel es un sustituto del gasóleo
procedente de aceites vegetales y grasas animales. Se trata de un combustible menos
contaminante, nada tóxico y mucho más seguro, que puede utilizarse como carburante en cualquier
vehículo actual.

You might also like