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EFIP2

DCHO ADMINISTRATIVO

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Las funciones del Estado en general

1) Función Legislativa: Consiste en el desarrollo del procedimiento constitucional para el


dictado de leyes que realiza el Órgano Legislativo, pudiendo incluir dentro del concepto de
leyes a los decretos de necesidad y urgencia que dicta el Órgano Ejecutivo, porque como
sostiene un sector de la doctrina, tienen cuerpo de decreto y alma de ley.

2) Función Administrativa: Es la actividad que desarrollan tanto el P.E., el P.J. o el P.L.


destinada a la gestión de asuntos administrativos del estado, como la contratación de
proveedores, de empleados, la aprobación de gastos a realizar, etc.

La función administrativa abarca el estudio del sujeto que ejerce dicha función o sea la
administración pública centralizada y descentralizada, a través de sus órganos jurídicos, de los
agentes que se desempeñan en esos órganos y estructurada en forma de administración central
o descentralizada (entres autárquicos empresas del Estado, S.A. del Estado, etc.) con más la
figura del ente independiente regulador de servicios públicos.

La función pública puede ser delegada o atribuida a personas no estatales y aparece en ese
caso el fenómeno de las personas públicas no estatales (algunas sociedades de economía
mixta, corporaciones profesionales, etc.) o a personas que ejercen el monopolio o privilegio
para la explotación de un servicio público.

Forman parte del ejercicio de la función administrativa el estudio de los hechos, actos,
contratos y reglamentos administrativos, el procedimiento administrativo, la licitación pública,
las audiencias públicas, los servicios públicos, etc.

A) Concepciones subjetivas u orgánicas

Dentro de esta corriente se hallan las tendencias que consideran a la función administrativa
como toda o la mayor parte de la actividad que realiza el Poder Ejecutivo y los órganos y
sujetos que actúan en su esfera.Si bien hubo quienes en un principio sostuvieron que
Administración era toda la actividad que desarrollaba el Poder Ejecutivo u, la doctrina
actualmente partidaria de la concepción subjetiva considera que aquélla constituye un sector o
una zona de la actividad que despliega el Poder Ejecutivo. En tal sentido, hay quienes incluyen
dentro del concepto de Administración actividades que materialmente no son administrativas
(actividad reglamentaria y actividad jurisdiccional), aun cuando reconocen, al propio tiempo,
que la Administración no constituye la única actividad que ejerce el Poder Ejecutivo, pues
también tiene atribuida la función de gobierno.Se ha sostenido que el fenómeno de la
personalidad jurídica del Estado sólo se da en la Administración Pública, que es como una
constelación de entes personificados. Por consiguiente, esta categoría de persona jurídica
separa y distingue a la Administración de otras actividades del Estado. Esta Administración
Pública (persona jurídica) aparece regulada así por un derecho propio de naturaleza estatutaria:

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el derecho administrativo, que nace así para explicar las relaciones "de las singulares clases de
sujetos que se agrupan bajo el nombre de Administraciones Públicas, aislándolos de la
regulación propia de los Derechos Generales"

B) El criterio objetivo o material

Las concepciones que fundan la noción de función administrativa en el criterio material tienen
El común el reconocimiento de las actividades materialmente administrativas no sólo del
Poder Ejecutivo, sino también de los Órganos Legislativo y Judicial.Las notas que caracterizan
a la Administración y que permiten diferenciarla de la legislación y de la jurisdicción son
principalmente su carácter concreto, la inmediatez y la continuidad.

C) Otras teorías

Existen posturas que se apoyan en otras fundamentaciones para proporcionar la definición de


Administración. Dentro de este conjunto de teorías no puede dejar de hacerse una referencia
sucinta a las concepciones expuestas en la doctrina alemana, vinculadas casi todas al
positivismo jurídico.Para la concepción llamada "residual", la Administración era toda aquella
actividad que restaba luego de excluir a la legislación y a la función jurisdiccional. Para cerrar
el cuadro de este grupo de doctrinas se ha procurado también ensayar un criterio mixto, que en
el fondo aparece basado en la antigua teoría residual de la Administración. Se sostiene que
como la función administrativa no se realiza por ningún órgano en forma excluyente y dado
que no se le reconoce un contenido propio que la tipifique, ella debe definirse como toda la
actividad que desarrollan los órganos administrativos y la actividad que realizan los órganos
legislativos y jurisdiccionales, excluidos respectivamente los hechos y los actos materialmente
legislativos y jurisdiccionales.Si se parte de la adopción el criterio material para realizar el
deslinde de las funciones estatales y se abandona correlativamente el elemento orgánico o
formal como nota distintiva de la pertinente actividad, el reconocimiento del ejercicio de las
funciones legislativa y jurisdiccional (en sentido material) por órganos de la Administración
Pública, resulta una obligada consecuencia.

3) Función Ejecutiva: reside en la ejecución de todas las decisiones tomadas por el Órgano
Ejecutivo o Legislativo, es decir, la puesta en práctica de la función Administrativa y
Legislativa.

4) Función de Gobierno: En nuestro país tiene efecto fundamental, por excluir a


determinados actos de la revisión judicial, los que para un sector de tratadistas reciben el
nombre de “actos de gobierno o políticos” y para otro sector el de “actos institucionales”.

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Radica en la toma de decisión y puesta en práctica de las cuestiones más relevantes para el
estado. Intervienen en su ejercicio en primera medida el P.E. porque es el Jefe de Gobierno
del Estado y lo secundan el P.L. con la aprobación o no de las leyes que el ejecutivo necesita
y la C.S.J. o Tribunales Superiores con las decisiones judiciales que avalan o no las
decisiones del Poder Ejecutivo o Legislativo.

Es en el ejercicio de esta función donde podemos advertir la utilidad de la teoría tradicional


de la división de poderes, porque tanto el P.L. como el P.J. pueden ponerle freno a las
decisiones del P.E. que no sean convenientes para la Nación, sean contrarias al interés
público o al bienestar general o sean antijurídicas.

5) Función Judicial: No es otra que la de juzgar los asuntos que pertenecen a la


competencia originaria y derivada de los máximos tribunales de la Nación, de las Provincias
y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Se dice que el poder Legislativo también ejerce esta función cuando se lleva a cabo un juicio
político en contra del Presidente, Ministros, Jefe de Gabinete de Ministros y miembro o
miembros del P.L.

SUJETOS DE LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA: LA ADMINISTRACIÓN


PÚBLICA.

Administración Pública. Definición y clasificación.

Administrar significa gestionar y la Administración Pública se encarga de gestionar sus propios


bienes para la consecución del bien común de toda la sociedad, es decir que la Administración
Pública directa o indirectamente gestiona a favor o en beneficio de terceros.

Podemos señalar que la Administración Pública como parte de la organización del Estado, es el
conjunto de personas y órganos que se estructuran centralizada o descentralizadamente en el
complejo orgánico dependiente del Poder Ejecutivo, para gestionar o administrar en beneficio
de terceros y con el objeto de alcanzar el bien común. Corresponde señalar que ese bien público
que pretende alcanzar la Administración, ya se encuentra dado por el ordenamiento legal, pero
dependiendo de cuáles sean las ideas o concepciones políticas que detentan las personas que en
un momento dado han sido designadas por el pueblo para gestionar, el método o forma del
alcanzar ese objetivo será diferente.

La organización Administrativa. Definición.

La organización del Estado resulta fundamental para su funcionamiento y desarrollo, por ello es
que se han establecidos diversos criterios que permitan la organización de la Administración
Pública en distintos estratos y esferas que se encuentran unidas por relaciones interorgánicas e

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interadministrativas que permiten el desarrollo normal y armónico de las funciones del Estado. En
nuestro país la organización administrativa se encuentra establecida en forma vertical siendo su
máximo exponente el Presidente de la Nación, derivando de allí un sinnúmero de órganos que
dependen jerárquicamente de éste, a quienes la ley les ha atribuido distintas funciones o
competencias para lograr alcanzar el fin último de la Administración Pública que es el bien
común.

Órgano: Definición, elementos, clasificación.

La Administración Pública se encuentra conformada por un gran número de órganos que la


integran. El órgano, si bien forma parte de la persona jurídica pública estatal, no es un sujeto de
derecho, pero ello no impide que el ordenamiento jurídico le otorgue facultades y potestades para
actuar en el mundo jurídico.La existencia del órgano supone la existencia de dos elementos que
constituyen la unidad, estos son, el elemento objetivo, integrado por poderes, atribuciones,
facultades o potestades tanto en sentido técnico como obligaciones o funciones y el elemento
subjetivo que se encuentra representado por la voluntad y capacidad necesaria de la persona física
que desempeña la titularidad del órgano y cuya voluntad se le imputa a éste, por aplicación de la
teoría del órgano.La persona física que ocupa una posición en el órgano de una persona jurídica
estatal, recibe el nombre de cargo.

Según Cassagne los órganos se clasifican, según su origen en: órganos constitucionales, que son
aquellos que surgen de la Constitución y órganos meramente administrativos, que nacen de
normas inferiores.Teniendo en cuenta su integración, los órganos se clasifican en unipersonales o
pluripersonales, en donde las decisiones que se adoptan deben verificar para su validez con una
serie de requisitos como son, el quórum, orden de día, mayoría, etc...

De acuerdo a la función que cumple el órgano, se lo designa como órganos activos, que son
aquellos que emiten o ejecutan actos administrativos; órganos consultivos, son aquellos que
mediante su opiniones asesoran a los órganos activos y órganos de contralor, que son los que
fiscalizan y vigilan la actuación de los órganos activos, este control puede ser tanto anterior como
posterior.

Principios de la organización.

Ya dijimos que la organización tiene por objetivo gestionar y administrar sus propios bienes en
beneficio de terceros, ahora, en su funcionamiento la organización administrativa se encuentra
regida por principios, éstos son los que permiten que una estructura sumamente importante y
burocrática como la del Estado pueda funcionar en forma correcta y ordenada y la inobservancia
de estos principios en muchos casos determina una accionar ilegítimo de la Administración que se
encuentra sancionado por la ley.

Competencia: avocación y delegación.

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La competencia es uno de los principios fundamentales de toda organización administrativa,según
Cassagne es la que predetermina, articula y delimita la actuación o función administrativa que
realizan los distintos órganos que integran la organización de la persona jurídica estatal, es decir
que la competencia es la que define el ámbito de actuación del órgano.A diferencia de lo que
ocurre en el derecho civil con la capacidad, el órgano no tiene permitido hacer todo aquello que no
esta prohibido, sino que sólo puede realizar lo que tiene permitido por la ley, lo que exceda ello
carecerá de legalidad por incompetencia. Es decir, que la competencia sólo proviene de la ley,
siendo la incompetencia la regla y la competencia la excepción. El ejercicio de la competencia por
parte del órgano, es objetiva, por cuanto surge de una norma que determina el campo de acción del
órgano, es obligatoria cuando el órgano tiene que actuar, debe hacerlo, es improrrogable por
cuanto en principio no puede ser transferida, y es irrenunciable por pertenecer al órgano y no a la
persona física que ocupa el cargo.La competencia puede ser clasificada de la siguiente manera,

a) En razón de la materia por la naturaleza del acto conforme al derecho objetivo al que se
encuentra autorizado a realizar el órgano;

b) en razón del territorio, que es el ámbito geográfico dentro del cual el órgano puede actuar; c)
en razón del grado o jerarquía, ya hemos dicho que la organización administrativa se estructura en
un jerarquía piramidal, en consecuencia la jerarquía es la posición en la pirámide que ocupa el
órgano en la estructura pudiendo ejercer sólo las funciones que corresponden a su jerarquía y no
superiores salvo delegación y

d) por último la competencia se clasifica en razón del tiempo, que es el espacio temporal durante
el cual el órgano puede actuar teniendo en cuenta plazo de su designación.Hemos dicho que una
de las características de la competencia es su improrrogabilidad y obligatoriedad, pero existen dos
institutos en el derecho administrativo que de alguna forma atenúan y constituyen la excepción a
éstos principios, ellos son la avocación y la delegación.

El primero de ellos es la avocación que consiste en la asunción por parte de un órgano superior de
las funciones y decisiones - competencias - correspondientes a un órgano inferior, esta avocación
tiene su fundamente en el principio de jerarquía, debe ser necesariamente transitoria y para
actuaciones determinadas y su puesta en práctica permite dinamizar la actuación de la
Administración, por ejemplo la resolución de un recurso administrativo.

En principio la avocación se encuentra autorizada salvo que una norma expresa lo impida, o
cuando la competencia del órgano inferior le ha sido otorgada en virtud de una idoneidad especial.

El segundo instituto es la delegación que es lo opuesto a la avocación, aquí el órgano superior


delega o transfiere a uno inferior la resolución de un asunto de su competencia aumentando de esta
forma las atribuciones del inferior. Esta delegación, por el carácter improrrogable de la
competencia, debe surgir necesariamente de una ley que la autorice y la transferencia de estas
facultades no es transitoria – como en la avocación- sino definitiva.

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Existen diversas especies de delegación, la legislativa que es la que el Congreso autoriza al Poder
Ejecutivo y que no corresponde analizar en esta obra y la delegación administrativa que es la que
aquí nos interesa y que puede darse en forma interorgánica (entre dos órganos de diferente
jerarquía de la Administración).

Jerarquía. Definición.

Otro de los principios fundamentales de la organización administrativa es el de jerarquía, ésta


surge de la relación piramidal que existe entre órganos de una misma persona jurídica, en donde el
órgano de mayor jerarquía se encuentra en la cúspide de esta pirámide y el de inferior jerarquía en
su base, esto es lo que denominamos la línea jerárquica, en tanto que el grado es la posición que
cada uno de los órganos ocupa en esa línea.Esta jerarquía esta dada a fin de establecer una
ordenación de todos los órganos integrantes de la persona jurídica estatal, con el objeto que a
través de relaciones de subordinación y supremacía pueda funcionar correctamente el complejo
aparato del Estado en su conjunto, en estas relaciones los órganos superiores disponen del poder
jerárquico para dirigir, ordenar e inspeccionar la conducta de sus inferiores.

Relaciones interorgánicas.

Si bien los órganos como tales no cuentan con personalidad jurídica propia, ello no importa que no
existan relaciones entre los distintos órganos que integran la Administración Pública, estas
relaciones se llaman interorgánicas y se clasifican según su contenido en a) de colaboración

(v.gr. propuestas); b) de jerarquía ( órdenes); c) consultivas (dictámenes emitidos por los distintos
servicios jurídicos); d) de control ( que pueden ser tanto dentro del mismo órgano a través de las
unidades de auditoria interna o en forma externa por otro órgano como pueden ser la SIGEN o la
Auditoria General de la Nación.).

Concentración y desconcentración.

La concentración y desconcentración son conceptos que se relacionan con el ejercicio del poder
del Estado, son técnicas de agrupamiento o distribución de competencias entre los órganos de la
Administración Pública. Ambos constituyen principios organizativos que se verifican en el marco
de una misma persona jurídica pública estatal. De este modo, tendremos concentración siempre
que las facultades decisorias se encuentren reunidas en los órganos superiores de la organización,
así podemos decir que existe concentración de poder, de toma de decisiones, etc... Esta
concentración de funciones por supuesto que importa sobre carga de tareas de parte de la
Autoridad que genera importantes dificultades fundamentalmente en cuanto a inmediatez,
celeridad, eficacia y eficiencia. En contrapartida, cuando las competencias decisorias del superior
se asignan a órganos inferiores de la organización centralizada o descentralizada, ello recibe el
nombre de desconcentración, lo que facilita la descongestión del poder central y permite optimizar
el trabajo. Corresponde aclarar que la desconcentración no supone la creación de una nueva
entidad con personalidad jurídica propia sino que es una relación interogánica en donde sigue
existiendo subordinación jerárquica.

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Finalmente, quisiera señalar que no debemos confundir los conceptos desconcentración y
descentralización, pues son nociones con características distintas tal como lo veremos en elpunto
siguiente.

Un ejemplo de desconcentración es la figura de los CPC que existen en distintos barrios de la


ciudad, allí el Intendente Municipal con el objeto de lograr mayor inmediatez con los problemas
de los vecinos cuenta con funcionarios a quienes por el mayor conocimiento de la
situaciónparticular del lugar, se le ha delegado atribuciones a fin de obtener soluciones a los
distintos problemas con mayor rapidez, eficacia y eficiencia, aunque no podemos desconocer que
sus competencias se encuentran aún muy limitadas.

Centralización y descentralización

Centralizar importa asumir la totalidad de las decisiones en los órganos superiores de la


organización, en tanto que la atribución de personalidad jurídica a un organismo estatal al cual se
le asignan funciones y competencias ya existentes, constituye un presupuesto de la
descentralización administrativa. Al crearse una nueva persona jurídica, la descentralización
importa la existencia de relaciones interadministrativas entre los órganos de la administración, sin
perder por supuesto el control de tutela sobre el nuevo órgano.

El ente descentralizado no integra la Administración central, posee autoridades y presupuesto


propio y un estatuto que le da origen, funciones y competencias. Un tema no menor es el atinente
a la creación de la entidad descentralizada y fundamentalmente cual es el órgano competente para
ello. Antiguamente existieron posturas que señalaban que la creación debía ser por ley del
Congreso y otras que consideraban que debía ser por Decreto del ejecutivo por cuanto este como
máximo responsable de la Administración Pública debía ser quien las creara, pero en la actualidad
la doctrina nacional ha receptado en forma pacífica la teoría concurrente que postula que la
creación de la entidad descentralizada puede ser realizada tanto por ley del Congreso o por
Decreto del Poder Ejecutivo, pero en ambos casos las decisiones o actuación del ente
descentralizado van a estar sujetas al control de legalidad de la Administración Central a través de
los recursos previstos en la Ley de Procedimiento Administrativo, pero reitero que dicho control
será sólo de legalidad y no de mérito, oportunidad y conveniencia del acto administrativo que se
dicte.

Podemos encontrar distintos tipos de descentralización, ellos son la descentralización funcional


que comprende no sólo los órganos a los que se les ha atribuido aun personalidad jurídica distinta
de la administración central, sino que también se le ha asignado cometidos o funciones que
anteriormente no se encontraban reconocidos a los órganos de la organización central.El caso
típico de la descentralización territorial lo constituye en nuestro sistema los Municipios, donde su
competencia no se extiende más allá del ámbito geográfico de validez de sus actos administrativos
y reglamentos generales.

Dentro de la descentralización funcional encontramos diversos subtipos que corresponde señalar,


ellos son: las entidades autárquicas, que son aquellas personas jurídicas públicas estatales que

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cuentan con personalidad jurídica propia, se rigen por una norma que les es impuesta, se
administran asimismo conforme la norma que las creo, siempre es creada por el Estado, el ejemplo
típico es el de la Universidades Nacionales.

Un tema muy importante es que en las entidades autárquicas no existe relación de jerarquía con el
poder central, aunque si persiste el control administrativo o de tutela, pero este control va a
alcanzar sólo la legitimidad o legalidad del acto dictado, en tanto que el control de oportunidad,
mérito o conveniencia no puede realizarse por parte del órgano central.

También tenemos las empresas del Estado, que cuentan con una conformación particular, en la
que el Estado realiza actividad comercial normalmente tendiente a la prestación de un servicio
público. La característica de estas ―empresas públicas‖ en que en su actuación puede ser en
relación a sus clientes, de derecho privado y en relación a los distintos órganos de la
Administración e incluso de sus empleados, encontrarse regido por el derecho público.

Naturaleza de la relación de empleo público

Con el avenimiento del Estado de Derecho apareció la teoría que consideraba la relación como
contractual. Para esta teoría lo importante no sólo es el acto de designación del agente, sino
también el de aceptación por el cual este se compromete a cumplir la función legal y fielmente.
Aquí existe una clara relación bilateral que es lo que da inicio al contrato de empleo público.

Esta relación contractual es de derecho público y el contrato celebrado es un contrato


administrativo.

Formación de la relación de empleo público

El ingreso a la función pública puede ser en forma voluntaria (regular o irregular) o forzosa. El
ingreso voluntario es el que se realiza con el consentimiento del agente o administrado que
ocupará el cargo o la función correspondiente.

El ingreso regular es el que comúnmente se denomina funcionario o empleado de jure. Se da a


través de: a) concurso, generalmente abierto a todas aquellas personas que reúnan las exigencias
de la convocatoria. El elegido será aquél que demuestre las mejores aptitudes para el cargo. b) la
selección, se realiza en forma interna entre los agentes de una determinada dependencia del
Estado, a fin de acceder a un cargo superior que se encuentra vacante.

El ingreso irregular es normalmente, aunque no siempre de facto.

El ingreso forzoso es aquel que regularmente se encuentra dado por la ley y que no puede ser
eludido por el ciudadano (ej.: ser designado presidente de mesa en una elección popular).

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La elección, que puede ser popular directa y es el método por el cual es el pueblo quien
mediante su voto designa a la persona que deberá ocupar cierto cargo público por el tiempo que
establezca la ley. (Ej.: el Presidente de la Nación) y popular indirecto se da cuando la
designación se hace a través de una asamblea que es elegida por el pueblo.

Deberes de los agentes públicos

El principal deber es el de cumplir la función, es decir, dedicarse al cargo que se le ha


encomendado, verificando en su cumplimiento la totalidad de las pautas y exigencias del cargo.
En caso de renuncia del agente, éste debe continuar prestando tareas hasta tanto le sea aceptada
su dimisión, ya que si no lo hace incurre en responsabilidad administrativa, patrimonial y penal.

Debe hacer su tarea en el lugar en el que ha sido designado.

Otro importante deber es el respeto a la jerarquía, tanto en cuanto a su obligación de aceptar las
indicaciones que se le formulen por sus superiores, lo que podríamos denominar obediencia y
que es considerado por la doctrina como un deber esencial del agente público, en este sentido la
jerarquía también debe respetarse al dirigirse a sus superiores, a que su inobservancia lo hace
pasible de sanciones administrativas.

También son deberes de los agentes públicos la urbanidad, fidelidad y observancia de secreto,
dignidad de conducta tanto dentro como fuera de su lugar de trabajo, respetar el régimen de
incompatibilidades, el deber de declarar sus actividades de carácter lucrativo, de denunciar en
caso de que por sus funciones tenga conocimiento de la supuesta comisión de un hecho ilícito.

Derechos de los agentes públicos

Los agentes públicos cuentan con un gran número de derechos en el ejercicio de su función,
éstos derivan de diferentes fuentes normativas: la C.N., las leyes (ej. la Ley de Empleo Público),
de las Convenciones Colectivas de Trabajo.

Estos derechos comienzan a gozarse desde el momento mismo en que el agente inicia el
ejercicio de sus funciones y permanecen con él hasta su desvinculación de la Administración
Pública.

De los derechos constitucionales, el más importante es el que garantiza la estabilidad propia del
agente impidiendo que el agente pueda ser privado de su empleo en forma discrecional.

Otro de los derechos es el sueldo, que atento su carácter alimentario, es inembargable hasta el
porcentaje de ley.

La retribución debe ser justa, debe ser remunerado de acuerdo a la ubicación dentro del
escalafón y de las funciones que desarrolla.

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Otro derecho es el de la carrera administrativa, que es la posibilidad que tiene el agente de
ascender y progresar dentro de las distintas clases, grupos y categorías del escalafón, en la
medida que cumpla los requisitos estatutarios.

Los agentes públicos también tienen derecho al descanso, esto es la serie de licencias o
vacaciones que se encuentran previstas en el ordenamiento, pudiendo ejercer el derecho de
huelga.

Finalmente también tiene derecho a la jubilación cuando reúna los requisitos para acceder a la
prestación periódica y vitalicia que le brinda el Estado.

Responsabilidad de los agentes públicos. Definición

Dentro del ejercicio de la función pública es necesario que para el correcto desempeño de la
Administración los agentes deben responder por los hechos u omisiones de su accionar que se
encuentran reñidos con los estatutos o normas en general.

Distintos tipos de responsabilidades y sanciones

a) La responsabilidad penal: se genera cuando el acto del agente es un hecho ilícito


típico, sancionado por la ley penal.

b) La responsabilidad civil: se genera por la inobservancia de las normas civiles por la


comisión de delitos o cuasidelitos.

c) La responsabilidad política: solamente aplicable a funcionarios políticos en los


supuestos en que su conducta pudiera, luego de la sustanciación de los
procedimientos correspondiente (ej. juicio político de magistrados) afectar la
permanencia en el cargo.

d) La responsabilidad administrativa: es la que tiene por objeto sancionar las conductas


del agente que lesionan el buen funcionamiento de la Administración y que se
originan en la inobservancia de los deberes de los agentes públicos en el ejercicio de
su función.

Sanciones: Definición y clasificación

Las sanciones son los castigos que prevén las normas para los supuestos en que los agentes
públicos no cumplan o verifiquen en su conducta dentro de la Administración los deberes que
les impone el ordenamiento jurídico como empleados o funcionarios públicos.

Estas sanciones se encuentran previstas en los estatutos.

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Las sanciones que puede aplicar la Administración difieren en cuanto a la gravedad de la falta
que se hubiere cometido:

a) Apercibimiento: llamado de atención

b) Suspensión: no presentación al lugar de trabajo y la pérdida de la remuneración


durante el plazo de la sanción que puede extenderse hasta 90 días

c) La multa: sanción de carácter pecuniario y que no importa la imposibilidad de


concurrir a prestar servicios

d ) La cesantía: es una de las dos sanciones que importan la pérdida de la estabilidad en


el empleo público y determinan la extinción del contrato, sólo puede ser aplicada
después de la sustanciación de un sumario administrativo en el que se garantice el
debido ejercicio del derecho de defensa. Su aplicación inhabilita al agente por un
nro. determinado de años para reingresar a la función pública (en la Pcia. de Bs. As.
es de 7 años). La cesantía puede responder también a razones de interés
general (racionalización, economías, supresión del cargo o e m p l e o ) . E n
este caso el cesante debe ser resarcido o indemnizado .

e) La exoneración, es la sanción más grave que prevé el ordenamiento y se aplica


cuando la sanción no sólo constituye una falta grave sino también cuando existe un
ilícito penal, por lo que para su aplicación previamente deberá existir una sentencia
penal condenatoria. Normalmente importa la inhabilitación perpetua para ejercer
cargos públicos y puede hacerle perder al agente el derecho a la jubilación.

Cargo, categoría y escalafón

Cargo: Es la posición que una persona física ocupa dentro del escalafón.

Categoría: Son los sucesivos grados en que se subdividen los grupos o clases que
integran el escalafón.

Escalafón: Es una norma emitida por el Estado y/o que surge de un C.C.T. que tiene por
objeto regular los cargos, categorías, clases, funciones, sueldos, condiciones para el ascenso, la
forma de encasillar al personal, etc.

Extinción de la relación de empleo público

1) Renuncia: Manifestación de voluntad por la que pretende poner fin a la relación. El


agente no puede dejar de prestar funciones hasta tanto esa renuncia le sea aceptada.

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2) Vencimiento del plazo: Forma de extinguir aquellos cargos electivos que cuentan
con un plazo legal de duración

3) Inhabilitación penal: Se da en aquellos casos en que un agente público es condenado


penalmente por un hecho ilícito cometido por su función o con motivo de la misma

4) Jubilación del agente: Es la forma normal de concluir la relación al verificarse los


requisitos de edad y prestación de servicios durante el plazo determinado por la ley
para el acceso al beneficio.

El contrato de empleo público también se puede extinguir por la aplicación de las sanciones
disciplinarias de cesantía y exoneración y por fallecimiento del agente.

El funcionario de facto y el usurpador

El funcionario de facto es aquel que ha ingresado a la Administración en forma irregular por


no reunir la totalidad de los requisitos que exige el ordenamiento para la designación o
designado mediante un acto inválido

El usurpador es aquel que llega al cargo por voluntad propia, generalmente ejerciendo dolo o
violencia y que en consecuencia su objeto no es la satisfacción del interés general, sino el suyo
propio.

El administrado SITUACIONES JURIDICAS SUBJETIVAS.

Derecho subjetivo, interés legítimo e interés simple:

La distinción entre los conceptos de derecho subjetivo e interés legitimo e incluso, una tercera
categoría, el interés simple, sobre cuya dilucidación ha debatido muchísimo la doctrina
administrativa sin arribar a una conformidad y claridad plena con relación a estos conceptos.

La situación es un concepto dinámico, que da idea de actividad, actual o potencial. Se trata de la


posibilidad de actuación, o esta actuación concreta, que tiene el administrado, capaz para ser
sujeto de la relación jurídica administrativa, en el seno de esta relación. Mientras que la
capacidad regula las condiciones necesarias para ser admitido como sujeto en la relación
administrativa, la situación contempla el estado en que se encuentra el sujeto dentro de esa
relación.

La situación jurídica del administrado en el seno de la relación ius administrativa, presenta


según la doctrina dominante, dos categorías: el administrado titular de un derecho subjetivo o

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titular de un interés legítimo.
Linares sostiene que derecho subjetivo es "la libertad o facultad jurídica de señorío de un sujeto,
de exigir o no exigir, administrar y disponer, como titular, acerca de la prestación puesta a cargo
del sujeto obligado, por una norma jurídica". Caracteriza a esta "facultad de señorío" constituir
una "facultad de un titular diferenciado, de exigir o no a alguien, como sujeto obligado
diferenciado, una prestación diferenciada". En estas condiciones nos encontramos frente a un
derecho subjetivo.

A diferencia del derecho subjetivo, el interés legítimo "es la facultad de señorío de un titular no
particularizado, sino como integrante de un grupo de sujetos, diferenciables dentro de la
comunidad, que como titulares pueden exigir a un sujeto obligado, que es el Estado, ciertas
calidades de legitimidad de los actos administrativos, de sus órganos, incluso por acciones o
recursos judiciales".
Fiorini destaca como fundamento del derecho subjetivo al orden normativo y la situación
jurídica: "el derecho subjetivo existe donde el derecho crea la posibilidad de que éste exista
como norma y como situación jurídica".

En general se admite que el titular de un derecho subjetivo "puede reclamar el reconocimiento


de el tanto ante la propia; Administración como ante la Justicia; si la Administración no le
reconoce su derecho, él puede demandada judicialmente al efecto (reclamando en cualquiera de
las dos vías) no sólo la extinción del acto sino también el otorgamiento de las indemnizaciones
pertinentes por los daños que tal acto le haya ocasionado".

A diferencia de lo que ocurre con el titular de un derecho subjetivo, el titular de un interés


legítimo sólo puede reclamar "ante la propia administración, en el orden nacional, y sólo puede
pedido ante la justicia en algunos casos limitados en aquellas provincias, como la de Córdoba,
que han instituido un recurso especial al efecto, el llamado" recurso de ilegitimidad", de
"anulación", o "por exceso de poder". Por la anulación del acto según sea el caso, no puede
pedir que se le indemnicen daños y perjuicios; por fin, cuando existe protección judicial del
interés legítimo, el procedimiento es generalmente diverso del que se sigue para la protección
del derecho subjetivo".

Fácil es advertir las perjudiciales consecuencias que esta doctrina -basada en la distinción entre
derecho subjetivo e interés legítimo- acarrea para la protección jurídica del administrado. En
este sentido, puede analizarse lo que ocurre en los procedimientos de selección del contratista
estatal.En estas condiciones no sólo el oferente se encontrará con una distinta vía procesal para
accionar ante la justicia –o aún, sin posibilidad de accionar ante el Poder Judicial, como se
sostiene, creo que erróneamente, que ocurre en jurisdicción nacional- sino que podrá verse
sometido a un verdadero estado de indefensión frente a un actuar irregular de la Administración

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Pública, cuando ésta vulnere su "interés legítimo" durante la sustanciación de un determinado
procedimiento de selección

Crítica a la distinción entre derecho subjetivo e interés

De acuerdo a lo detallado en párrafos anteriores las distintas doctrinas que pretenden explicar la
distinción entre derecho subjetivo e interés legítimo, giran alrededor de dos ideas básicas y
complementarias: el interés -público o privado que se busca proteger y la situación de
exclusividad o concurrencia del administrado que se encuentra facultado para invocar en su
beneficio tal interés.

Sin embargo, en el campo del Derecho Administrativo, la utilidad garantizada, o bien, el interés
que se busca realizar- es siempre el interés público, de tal manera que los intereses privados
sólo recibirán tutela jurídica en la medida que no contradigan las exigencias del Bien Común,
siempre con sumisión a los postulados del llamado Estado de Derecho

4.3. El interés simple, intereses difusos y derechos de incidencia colectiva:

En el interés simple, el administrado en cuestión no sufre ningún perjuicio sobre su derecho a la


justa distribución del Bien Común, en la parte que a él le corresponde. Precisamente, en este
caso, entre este concreto administrado y la Administración Pública no se ha entablado ningún
vínculo jurídico; no existe relación de justicia distributiva que haya sido quebrantada.

La incorrecta conducta de la Administración Pública (que bien puede ser un proceder contrario
al orden jurídico) sin perjuicio de -quizás- perjudicar concretamente a otro u otros
administrados, no se dirige contra el simple denunciante, ni siquiera de manera indirecta.

Por ello, quien no pueda alegar un perjuicio actual o potencial, derivado de la conducta
administrativa, no se encontrará habilitado para ser parte de un recurso administrativo o en una
acción judicial. Sin embargo, como es de interés de la parte de la salud del todo, es decir, como
interesa a todo ciudadano consciente el correcto cumplimiento de las obligaciones de quien
administra al cuerpo social, la costumbre o bien la legislación administrativa, acuerdan al
administrado el derecho de denunciar esa conducta perjudicial para el Bien Común. En este
caso se afirma que el administrado es titular de un "interés simple" que lo habilita a efectuar tal
denuncia, llamada "mera denuncia".

Es posible afirmar que el administrado tiene el derecho de efectuar la mera denuncia (por eso
corresponde utilizar la expresión "titular" de un interés simple) ya que existe la correlativa
obligación de la Administración Pública de recibida, aunque no necesariamente de tramitada ya
que como el Administrado no adquiere la condición de "parte" en el procedimiento

[Escribir texto] Página 15


administrativo, la Administración no se encuentra obligada a otorga de vista de las actuaciones,
ni a dictar el acto administrativo definitivo, ni, en su caso, notificado al denunciante.

No sólo porque el denunciante no adquiere la calidad de parte, sino que la falta de obligación de
tramitar tal denuncia surge de la propia naturaleza del instituto. Además, una vez admitida por
la Administración la denuncia de ilegitimidad, no cabe duda que debe otorgarle a ésta el trámite
del recurso que hubiere correspondido de haber sido presentado en término. De lo contrario, la
norma antes transcripta carecería de sentido práctico.

Hay casos excepcionales en los que se autoriza la acción y el recurso por parte del titular de un
interés simple. En estos casos la acción y el recurso son "públicos", ya que se "legitima a
cualquier administrado para impugnar un acto administrativo". Son casos de excepción,
justificados por razones muy especiales que no contradicen lo afirmado.En cuanto a intereses
difusos y derecho de incidencia colectiva se encuentran reconocidos en el texto constitucional,
mencionando —a título ejemplificativo— en la primera parte del segundo párrafo del art. 43:
derecho a la no discriminación, al medio ambiente, a la competencia, al usuario y al
consumidor. En efecto, la cláusula final que incluye “a los derechos de incidencia colectiva en
general” es, a texto expreso e inequívoco, genérica. En otras palabras, lo principal y más general
del segundo párrafo es el final de la frase, no su comienzo.

La lectura del segundo párrafo del art. 43 es entonces ―Podrán interponer esta acción en lo
relativo a los derechos de incidencia colectiva en general, cualquier forma de discriminación, a
los derechos que protegen al ambiente, al usuario y al consumidor.‖ Por lo tanto comprende todo
el capítulo segundo dedicado a ―Nuevos derechos y garantías,‖ pues de ello se trata: de
derechos de este alcance genérico, más los que surgen de los tratados de derechos humanos
previstos en el art. 75 inc. 22.

Tenemos con ellos una doble remisión e inclusión en el art. 43: todos los derechos de incidencia
colectiva de los Art. establece que todas las autoridades (por ende tanto legislativas como
administrativas y en su defecto judiciales), deben proveer lo necesario al ―control de los
monopolios naturales y legales.‖

En esto la Constitución está a tono con los nuevos supranacionales del derecho administrativo
europeo, que son precisamente el ―derecho de la competencia‖ o competition law, dentro del
cual se encuadran el control de los monopolios, la prohibición de abuso de posición dominante,
la prohibición de determinadas ayudas estatales, etc.

.Este es el derecho constitucional que debe aplicarse, más allá de las opiniones personales que
puedan sustentarse; no parece sin embargo una solución prima facie irrazonable, habida cuenta

[Escribir texto] Página 16


que la internacionalización de la economía está produciendo una progresiva concentración de
capitales ello se traslada a la sociedad.

Otra variante del mismo principio es la excesiva onerosidad del contrato en relación a los
usuarios y también el principio de la ecuación económico financiera del contrato: esa
equivalencia honesta o relación razonable no solamente puede verse afectada en perjuicio del
contratante, con el consiguiente reajuste en más del contrato, sino también en perjuicio del
Estado o la sociedad, como ocurre precisamente cuando las ganancias son irrazonables o
excesivas, caso en el cual corresponde el reajuste en menos.

Ambas situaciones repercuten directamente sobre la sociedad de usuarios y contribuyentes,


creando el interrogante de la legitimación para impugnarlos cuando son ilegales o
inconstitucionales.

Si existe una ganancia irrazonable o incausada debe no solamente rebajarse la tarifa sino sobre
todo devolverse a los usuarios lo cobrado de más.

Las normas administrativas han comenzado a reconocer, indistintamente, ―a los particulares,


grupos de ellos...,‖ lo cual también reconoce en ese nivel normativo, dicha legitimación
colectiva, máxime que la norma dice procurar ―sinergias positivas.‖ Incluso cuando el
ordenamiento constitucional reconoce en forma amplia la legitimación por los derechos de
incidencia colectiva, en los primeros años de la reforma constitucional su aplicación fue
limitada.

EL DERECHO ADMINISTRATIVO: concepto de dcho admistrativo

El derecho administrativo hoy puede entenderse como la rama del derecho público que regula el
ejercicio de la función administrativa y su control judicial posterior. La función administrativa
se ejerce teniendo como fin el bienestar general o el interés público, pero el interés público no
es el interés del estado, sino el de la sociedad. Es importante entender que el derecho
administrativo regula a la función administrativa con el objeto de que esta se realice conforme
al principio de juridicidad, correspondiendo en caso contrario el control judicial como remedio
ulterior extra-administración.

PRINCIPIOS GENERALES:

Los principios generales del derecho cumplen una función fundamental para el ordenamiento
jurídico, ya que cumplen una función orientadora. Conforman los elementos fundadores de toda
regulación jurídica, porque para el dictado toda ley, reglamento, acto administrativo se deben

[Escribir texto] Página 17


analizar de manera previa los principios generales del derecho que tienen aplicación sobre la
materia que se pretende regular, siendo a veces necesario elegir entre la preeminencia de uno u
otro.

Estos principios en su mayoría tienen origen en la filosofía o el derecho natural. Podemos


mencionar a modo ejemplificativo alguno de ellos: No dañar al otro, buena fe, no alegar la
propia torpeza, no contradicción, etc.

El papel de estos principios en el derecho administrativo es muy importante porque a diferencia


del derecho civil y el derecho comercial esta rama del derecho carece de las regulaciones
normativas necesarias que permitan una importante aproximación previa a la solución de casos,
se debe apoyar obligatoriamente en la jurisprudencia administrativa y judicial, doctrina y estos
principios generales.

FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.

Por fuentes del derecho, y en particular del derecho administrativo, deben entenderse
los diversos orígenes posibles de las normas y principios que interesan al derecho
administrativo, tengan o no eficacia normativa expresamente establecida.
En materia de fuentes, todas las ramas del derecho tienen un fondo común:
constitución, ley, doctrina científica, etc., las cuales son, por principio, las fuentes generales
del derecho. Eso mismo ocurre con el derecho administrativo, pero éste, además de las
fuentes generales, tiene algunas fuentes específicas, como los reglamentos administrativos,
los actos y contratos administrativos, etc. Estos lugares de donde brota la regla jurídica
administrativa, constituyen las fuentes dl derecho administrativo, que pueden ser generales o
específicas.

 Clasificación de las fuentes: Distintos criterios.


1) Formales: son las normas o principios jurídicos (Constitución Nacional, Tratados, leyes,
reglamentos).
Materiales: son aquellas que no son normas jurídicas pero que pueden hacerlas surgir o
modificar (doctrina, costumbre, principios generales del derecho y jurisprudencia).
2) La clasificación que tiene más aceptación, es la que divide las fuentes en directas e
indirectas, inmediatas y mediatas.
Directas: fuentes basadas en normas jurídicas positivas; por ej: Constitución, leyes
(formales y materiales, incluidos los reglamentos administrativos), los tratados, la analogía, los
principios generales del derecho. También corresponde incluir a la jurisprudencia judicial (se
forma mediante sentencia de los tribunales) y administrativa (se forma mediante los
dictámenes que emite la Procuración del Tesoro o Fiscalía de Estado, según como esté

[Escribir texto] Página 18


organizado en cada estado), ya que debe colocársele en el mismo plano jurídico que a los
reglamentos de ejecución.
Indirectas: son fuentes que no se basan en normas o textos positivos, por ejemplo: la
doctrina (elemento primordial en la elaboración de la jurisprudencia e incluso de la ley),
contratos y actos administrativos individuales.
Entre las fuentes directas algunas son inmediatas: Constitución, leyes (formales y
materiales), tratados; otras son mediatas o subsidiarias: analogía, principios generales del
derecho y jurisprudencia, pues sólo ha de recurrirse a ellas cuando falte el texto legal expreso.

 Orden jerárquico de las fuentes del Derecho Administrativo: hablar de jerarquía de las
fuentes implica establecer el orden de aplicabilidad de las normas jurídicas al caso concreto y
el criterio para solucionar las contradictorias prescripciones que se encuentren en normas de
distinto rango. El orden de prelación de las fuentes del Derecho Administrativo, implica
establecer la preferencia con que corresponderá aplicar unas fuentes respecto de otras.
a) Constitución Nacional. Constitución
b) Leyes dictadas en consecuencia de la Constitución. Ley Tratados Internacionales
c) Tratados con potencias extranjeras. Demás leyes inferiores
d) Reglamentos administrativos.
e) Analogía.
f) Principios generales del derecho.
g) Jurisprudencia.
h) Doctrina científica.
En el orden jurídico, la ley está siempre en un plano superior al reglamento, sin
embargo, un reglamento del Ejecutivo puede ser superior a la ley. Ello ocurrirá cuando se trate
de un reglamento autónomo, es decir, dictado en ejecución directa de potestades
constitucionales del Ejecutivo, y cuando la ley en cuestión haya estatuido sobre materias que
la Constitución le atribuye exclusivamente al Ejecutivo, con lo cual la ley formal habría
penetrado indebidamente en la zona de reserva de la administración. Por ejemplo: creación
por “ley” de una entidad autárquica institucional, referente a una materia administrativa
puesta exclusivamente por la Constitución a cargo del Ejecutivo; si en tales supuestos el
Ejecutivo dicta un “reglamento” contrario a esa ley, la primacía jerárquica o la preferente
aplicación le corresponderá al reglamento y no a la ley.
La ley: Constitución, Tratados Internacionales, demás leyes inferiores.
1. CONSTITUCIÓN NACIONAL: es la ley de mayor importancia, la ley fundamental, la que
organiza de un modo particular una forma singular de Estado. Es la fuente primaria de todas
las ramas del derecho y toda norma debe estar de acuerdo con ella. A partir de la Constitución
Nacional se sistematizan las demás normas, entre ellas las administrativas. La C.N. define la
forma de Estado, los órganos esenciales de éste y sus competencias. En el caso particular
argentino, la ley fundamental define como forma de Estado la federal con los dos niveles
normativos, uno nacional y otro provincial que esta forma supone, donde se dan relaciones de

[Escribir texto] Página 19


subordinación y coordinación, esto es sin perjuicio del principio de supremacía prescripto por
el art. 31, y de adecuación previsto en el art. 5 de la C.N.
La CN da el orden jerárquico de las normas, la categoría de los tratados y tiene normas
muy importantes para el Derecho Administrativo:
a) Sobre la relación del Estado con los particulares:
i. Arts. 14 y 28: los derechos y garantías reconocidos por la Constitución no pueden ser
alterados por las leyes que reglamentan su ejercicio ni por normas inferiores a las leyes.
ii. Art. 16: igualdad e idoneidad para asumir la función Pública. La igualdad es la base para
las cargas públicas (es decir que el Estado va a ser responsable como cualquiera, porque todos
son iguales ante la ley).
iii. Art. 17: expropiación.
iv. Art. 19: principio de legalidad.
v. Art. 21: defensa nacional.
b) Sobre la organización y actividad de la Administración:
i. Art. 14 bis: estabilidad del empleado público.
ii. Arts. 87 a 90: Presidente y Vicepresidente (requisitos, duración del mandato,
reelección, acefalía).
iii. Arts. 99 y 100: atribuciones de la Administración (división de tareas entre el Presidente
y el Jefe de Gabinete).
iv. Arts. 85 y ss.: funciones y competencias de la Auditoría General de la Nación.
v. Art. 86: Defensor del Pueblo.
vi. Art. 120: Ministerio Público.

Las Constituciones Provinciales (arts. 5, 122 y 123) también son fuente para su
ordenamiento provincial: dictan su propia Constitución y se dan sus propias instituciones,
eligen a sus gobernadores y funcionarios.

2. TRATADOS INTERNACIONALES: el Tratado Internacional es el acuerdo entre sujetos de


derecho internacional, destinado a producir determinados efectos jurídicos: crear una
obligación, resolver una ya existente o modificarla. No se celebran solamente entre Estados,
sino que intervienen nuevos sujetos de derecho internacional (ONU, DEA, FMI, etc.). Interesan
al Derecho Administrativo, ya que hay Tratados sobre determinadas materias (como
navegación, correo, comunicaciones) que en el derecho interno son reguladas por aquél.

 Clases de Tratados: en la CN se reconocen 4 clases de Tratados:


1) Tratados sobre Derechos Humanos (art 75 inc. 22): que se clasifican en:
a) Los que tienen jerarquía constitucional (2do párrafo): 11 Tratados enumerados, más la
Convención Interamericana sobre Desaparición forzada de Personas. A través de ellos la CN
incorpora principios y derechos sobre el hombre como ser humano. No pueden derogar
artículos de la 1ª parte (dogmática) de la CN.

[Escribir texto] Página 20


b) Los que no tienen jerarquía constitucional (3er párrafo): para tenerla necesitan la
aprobación del Congreso, y luego el voto de 2/3 de la totalidad de los miembros de cada
Cámara. Si no logran la jerarquía constitucional tendrán jerarquía superior a las leyes.
2) Tratados que no son sobre Derechos Humanos: estos Tratados tienen jerarquía
superior a las leyes.
3) Tratados de integración (inc. 24): estos Tratados son sobre integración económica y no
sobre derechos humanos, por ende no pueden tener jerarquía constitucional, pero tienen
jerarquía superior a las leyes y se firman con países latinoamericanos o con otros países; ej.
Tratado de Asunción.
4) Tratados de Provincias con otros Estados o con organismos internacionales: integran el
derecho provincial y son inferiores a las leyes nacionales.

3. LEYES: la ley es toda norma jurídica de carácter general que emana del Poder
Legislativo a través del procedimiento establecido en la CN.
Por otra parte se determinan las condiciones para el ejercicio de la función
administrativa que permite al Ejecutivo cumplir con sus objetivos (construir obras públicas,
prestar servicios públicos, etc.), y regular la actividad privada. Estas condiciones y límites son
los que necesariamente se reflejan en las leyes que se dictan en consecuencia de la
Constitución, de manera que la actividad que se despliega en el ejercicio de la función
administrativa no pase los límites legales. A su vez, estas leyes, deben correlacionarse con la
propia Constitución, por lo que deberán adecuarse a los principios, derechos y garantías
reconocidos a la persona y por tanto, el obrar o accionar del Estado hallará siempre el valladar
que significa la concordancia de la norma secundaria con la norma primaria o constitucional.
A nivel provincial, y dentro de la supremacía y adecuación dispuesta en los arts. 31 y 5
de la CN, al conservar las provincias todo el poder no delegado por la Constitución (art. 121), y
en virtud de lo dispuesto por el art. 122, se dan sus propias instituciones locales y se rigen por
ellas, el orden constitucional que cada provincia se dé, será fuente de legalidad administrativa.
Y a su vez, al disponer la CN en el art. 123 que cada provincia asegura un régimen municipal
autónomo, los Municipios, según lo disponga cada Constitución Provincial, generan un sistema
de organización y de ejercicio de la función administrativa municipal, que importa otra fuente
de legalidad administrativa. Tanto en el nivel provincial como en el municipal, la fuente legal
constitucional generará a su vez un segundo nivel de normas legales que también serán fuente
del derecho administrativo local. Así habrá leyes y ordenanzas dictadas por las legislaturas
provinciales y los consejos municipales, relacionadas con la estructura y funcionamiento de
órganos provinciales y municipales, para la satisfacción de los cometidos propios del nivel
provincial y municipal respectivamente.

 Clases de leyes: Encontramos dos clases de leyes:


1- Leyes nacionales: son las leyes dictadas por el Congreso Nacional. A la vez se
subdividen en:

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a- Federales: regulan materias federales atribuidas al Congreso y se aplican en todo el
país, pero a través de autoridades nacionales (ej. ley del correo, ley electoral, aduanas etc.)
b- Comunes: tratan sobre derecho común, son dictadas por el Congreso y se aplican a
todo el país pero se ejercen a través de las autoridades locales (ej. Código Civil, Código Penal,
etc., y las leyes que los integran: matrimonio civil, propiedad horizontal, sociedades etc.)
c- Locales: se aplican en la Capital Federal (art, 75 inc. 30)
2- Leyes Provinciales: son las leyes dictadas por cada provincia para ser aplicadas dentro
de ella, a través de autoridades provinciales.

 Decreto – Ley: Es una norma jurídica dictada por el Poder Ejecutivo de un gobierno de
facto (en los cuales se suspende el Congreso). Se dice que es decreto por su forma y ley por su
contenido. Al concluir el gobierno de facto deben ser ratificados por el Congreso del gobierno
de derecho.

4. EL REGLAMENTO: Es otra fuente del Derecho Administrativo, porque se trata también


de una prescripción de conducta, general y abstracta, de cumplimiento obligatorio, es decir
con vocación de sanción, impuesta por el Estado, pero en ejercicio de la función
administrativa. También se la conoce con el nombre de Decreto. En tanto tiene las notas que
caracterizan a la ley como mandato de conducta, decimos que se trata de una norma jurídica,
pero solo en sentido material, porque a pesar de ser una actuación estatal lo es en ejercicio de
la función administrativa y no en ejercicio de la función legislativa, que es la que según el
orden constitucional debe y puede dictas normas con jerarquía de leyes. De allí que estas
normas tienen una jerarquía inferior a las leyes comunes, por lo que nunca podrán contradecir
a éstas ni modificarlas de ninguna forma, de manera tal, que dentro del orden jurídico siempre
estarán en una escala inferior, sin perjuicio de la armonía correspondiente.
Gordillo: el reglamento es una declaración unilateral realizada en ejercicio de la función
administrativa que produce efectos jurídicos generales en forma directa.
Es un acto unilateral (a diferencia de un contrato) que produce efectos jurídicos
generales (a diferencia del acto administrativo que produce efectos jurídicos para casos
concretos) en forma directa y puede ser dictado por cualquiera de los tres poderes (ya que los
3 pueden ejercer la función administrativa, aunque en el caso de los Poderes Legislativo y
Judicial solo podrán ser sobre su funcionamiento y organización interna).

 Clases de Reglamentos: Encontramos 4 clases de reglamentos:


1) Reglamentos de Ejecución o Decretos Reglamentarios: (arts. 99, inc. 2 y 100, inc. 2
CN). La CN expresamente reconoce esta potestad normativa al PE en los arts. 99, inc. 2 y 100,
inc. 2. En estos artículos la CN le reconoce al Presidente y al Jefe de Gabinete la facultad de
dictar reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades que les atribuye la propia
Carta Magna. Cuando hace referencia al Presidente de la Nación, la facultad está referida a las
normas que sean necesarias para poner en ejecución las leyes del país, con obligación de no
alterar su espíritu (es decir que se subordina a ella).
[Escribir texto] Página 22
Se trata de normas dirigidas a la propia Administración, para que los órganos de ésta
sepan cómo deben proveer para la aplicación y mejor cumplimiento de lo que dispone la ley.
No es una condición necesaria o previa para el cumplimiento de la ley, la que es obligatoria
desde su promulgación y publicación, por lo que no depende en modo alguno de que el PE las
reglamente o no. El reglamento de ejecución debe circunscribirse a disponer lo necesario para
el funcionamiento de los órganos y los deberes de los agentes públicos en lo que respecta a la
puesta en práctica de lo que dispone la ley y a su ejecución consecuente, por lo que no podrá
ni ampliar ni disminuir el concepto legal definido por la norma del Congreso.
En tanto se trata de una potestad de excepción, la misma corresponde estrictamente a
los órganos dispuestos en la CN, y no a otros, a no ser que la propia ley faculte a un órgano
determinado para ello, como suele ocurrir con la AFIP, ANSES o BCRA.
2) Reglamentos Autónomos: también llamados independientes o de servicio. Estos
reglamentos son los que dicta la Administración para el funcionamiento interno, sin
subordinación a ninguna ley formal, en razón de ejercer la jefatura de la administración
general. No dependen de ley alguna y se dictan para regular el servicio administrativo. Son una
expresión del poder jerárquico que rige el orden administrativo. Son reglamentaciones
netamente administrativas, de administración interna, que no rigen ni regulan la actividad de
los particulares, ni de terceros extraños a la Administración. La forma jurídica que adoptan
comúnmente son las de circulares, instrucciones, memorandos, etc.
3) Reglamentos Delegados o de Integración: se llama delegación al traspaso que hace
una autoridad con determinado poder, del ejercicio del mismo a otra autoridad o persona. De
esta forma el Congreso dicta “leyes marcos” y le suele delegar al Poder Ejecutivo la facultad de
completarlas por medio de los reglamentos delegados (sin los cuales esa ley marco no puede
entrar en vigencia). La delegación normativa no está permitida sino excepcionalmente (art 76
CN). Se trata más de una integración o complementación de la ley. El Congreso, titular de la
potestad normativa, autoriza al PE para que a partir de una definición legal éste la integre o
complemente. Por ej. cuando la ley dispone una exención aduanera para una determinada
industria, autorizando al PE para que disponga concretamente cuales son los materiales o
rubros comprendidos.
4) Reglamentos o Decretos de Necesidad y Urgencia: (art 99, inc. 3 CN). Este artículo
establece que el Poder Ejecutivo no puede dictar disposiciones de carácter legislativo,
siguiendo así la teoría de Montesquieu de la división y control reciproco entre poderes. Pero
también da excepciones a ese principio general de división de poderes: el Poder Ejecutivo
podrá dictar reglamentos de necesidad y urgencia ante casos excepcionales en los que:
a) fuera imposible aplicar el mecanismo de la Constitución Nacional para sancionar leyes
(es decir que existan razones de necesidad y urgencia, por ejemplo ante una grave crisis o
riesgo social, como ocurrió en nuestro país con el decreto de necesidad y urgencia 214/02 de
“reordenamiento del sistema financiero” por medio del cual se pesificaron los depósitos y las
deudas ante la gran crisis económica), y
b) siempre que los temas de esos reglamentos no sean sobre materia penal, tributaria,
electoral o de partidos políticos.
[Escribir texto] Página 23
Pero para que un reglamento de necesidad y urgencia dictado por el Poder Ejecutivo
tenga validez, deberá reunir los siguientes requisitos:
- ser aprobado por los ministros, conjuntamente con el Jefe de Gabinete.
- Pasados 10 días de la emisión del decreto, el Jefe de Gabinete de Ministros deberá
someterlo a una Comisión Bicameral Permanente, que tendrá 10 días para analizarlo y elevar
un dictamen al plenario de cada Cámara para que lo traten expresamente.
- El Congreso debe dictar una ley especial (con la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara) que exprese si el decreto es válido o no. El art 82 manifiesta que
no se acepta la sanción tacita del Congreso.
Ejemplos de decretos de necesidad y urgencia: decreto 2196/86 sobre declaración de
estado de emergencia previsional; decreto 5/89 sobre emergencia eléctrica; decreto 36/90
sobre conversión obligatoria de activos financieros de particulares en bonos de la deuda
Pública interna; leyes de emergencia locativa y moratoria hipotecaria; etc.
[La situación o la necesidad de satisfacer impiden que sea el Congreso el que dicte la norma
observando los trámites y procedimientos comunes previstos para la sanción de las leyes. Esta
posibilidad de excepción que habilita al PE para el ejercicio de la potestad normativa es,
cuando concurren circunstancias de hecho que se caracterizan por lo extraordinario, por la
urgencia, por lo súbito, por las consecuencias dañosas e irreparables, y por lo imprevisible.]

5. LA JURISPRUDENCIA: Otra fuente a considerar es la jurisprudencia. Se trata de la


interpretación coincidente del Derecho que hacen los Tribunales, y que se reitera en las
sentencias o fallos de éstos.
Al tratar la jurisprudencia como fuente del Derecho Administrativo, hay que distinguir
entre la jurisprudencia judicial y la administrativa, porque a pesar de que es la ley la norma
que sustenta el principio de legalidad, es decir el ámbito del ejercicio de la función
administrativa, de la jurisprudencia surgen también limitaciones. Estas limitaciones surgen por
la necesaria observación por parte de la Administración Pública de principios generales como:
el de igualdad ante la ley, ya que ante las mismas circunstancias los administrados merecen el
mismo tratamiento; el de seguridad jurídica, en tanto las relaciones jurídicas que se generan
por y con la Administración no provocan caos, sino armonía social; y el de buena fe, en tanto
los administrados no son sorprendidos por el accionar administrativo.
Cuando para una determinada norma y en relación a determinada actuación en
concreto de la Administración Pública el Tribunal de mayor jerarquía ha sentado un
precedente, la Administración en principio debe ajustar su conducta al precedente. Esta idea
no es rígida, por lo que la Administración Pública puede según las circunstancias de cada caso,
insistir en la aplicación de la ley hasta tanto la misma no sea derogada, en el entendimiento de
que de esa manera se consigue adecuadamente el interés público en juego, por una parte, o
bien puede cambiar el precedente cuando razones de interés general lo exijan.
Pero cuando se trata de un supuesto resuelto con anterioridad en un caso similar por la
Administración Pública, se trata de un precedente administrativo, ésta tiene más obligación de
[Escribir texto] Página 24
actuar conforme a él, porque siendo la interpretación que la misma administración le da al
Derecho en el caso concreto, genera una autolimitación que pasa a conformar el principio de
legalidad, que por su misma naturaleza y origen, la sujeta más.
De todas maneras siempre hay que tener en cuenta que la Administración debe
fluctuar entre la coherencia y la flexibilidad, de manera que la vinculación al precedente, sea
judicial o administrativo, no será absoluta, y por lo tanto no obliga a la Administración a actuar
automáticamente, sino que podrá adecuar su conducta según las exigencias del interés
general a satisfacer.
Para que el precedente administrativo obligue, además deben darse los siguientes
requisitos: a- entidad subjetiva, es decir que la actividad que define el precedente y la
actividad a desarrollar provengan de la misma Administración nacional, provincial, municipal o
descentralizada; b- entidad objetiva, que es la coincidencia de contenido, objeto, causa y
forma, siendo la más importante la identidad de causa, es decir de las circunstancias fácticas y
su vinculación con el presupuesto normativo; c- el interés público, que actúa como un límite
negativo, en tanto prevalece sobre los límites establecidos por el precedente; d- por último,
como otro límite negativo, tenemos la ilegalidad, de manera que una ilegalidad sentada en un
precedente no pueda operar en base a una serie de ilegalidades.
 La jurisprudencia administrativa puede ser de 2 tipos, según su origen:
- Sentencias del fuero contencioso administrativo (sede judicial).
- Dictámenes de la Procuración del Tesoro Nacional (sede administrativa).

6. LA COSTUMBRE: La costumbre como fuente del Derecho se ha descripto como la


practica social que la comunidad considera obligatoria. Es una práctica constante y uniforme
por un largo período de tiempo que adopta la sociedad y que genera convencimiento en ella
(es decir que de tanto realizarla se llega a la convicción de que es una obligación jurídica).
Así como la Administración se autolimita por el precedente o con el dictado de un
reglamento autónomo, puede quedar vinculada por normas que surjan de la costumbre
creada por el mismo accionar de la Administración. Esta idea se extiende a las denominadas
“prácticas administrativas”, que son aquellos usos que genera -formal o informalmente- la
propia Administración en el desarrollo de su actividad, que se distinguen de la costumbre
porque no llevan ínsito la vocación de obligatoriedad. Se trata de comportamientos
individuales, que aunque no definidos en ningún acto, resultan relevantes para el
ordenamiento, en tanto se trata de una “praxis” que exterioriza una interpretación objetiva
que vincula al organismo para resolver de la misma manera situaciones idénticas. Es decir que
la necesidad de ir satisfaciendo el interés general en forma continua y directa, hace que la
Administración vaya construyendo una sistemática propia que le permita una adecuación que
no puede darse a través de la normativa general. De todas maneras, tanto la costumbre como
las denominadas prácticas administrativas, que adquieren relevancia jurídica, nunca podrán
contradecir a la norma de mayor jerarquía. Ambas sirven para poder poner en práctica, es
decir llevar al caso concreto en forma permanente la abstracción de la ley, a través de la

[Escribir texto] Página 25


integración de ésta, ya sea por insuficiencia, por imperfección, por ambigüedad o para cubrir
la laguna que provoca a veces la generalidad normativa.

7. LA DOCTRINA: La doctrina administrativa, o sea el conjunto de opiniones relevantes de


los juristas, no es fuente inmediata del derecho, en tanto no obliga directamente a la
Administración, no integrando entonces el bloque de legalidad al que debe someterse la
actividad administrativa. Pero si es fuente mediata, en tanto aunque los juristas no crean
normas, si generan opiniones que sirven para la comprensión y determinación de la norma
jurídico-administrativa. Pero cuando la opinión de destacados juristas, advierten sobre cómo
debe actuar la Administración según las circunstancias, ésta advertencia opera también como
una pauta de conducta, que no obstante ser mediata, aquella deberá argumentar por qué
actúa en forma diversa. Acá también el interés general y la legalidad actúan como límites
negativos como en el caso del precedente.

8. LA ANALOGÍA: Cuando una cuestión no puede resolverse a través de una ley, se


aplicarán las leyes que se aplican a situaciones parecidas. Es una técnica de interpretación del
derecho.

9. LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO: Son aquellos principios que constituyen la
causa y la base del ordenamiento y tratan de impedir las arbitrariedades de los poderes
públicos (ej. enriquecimiento sin causa, buena fe, moral y buenas costumbres, no hay pena ni
crimen sin ley, nadie puede ser acusado dos veces por el mismo delito, continuidad de los
servicios públicos, son irrevocables los actos administrativos que crean derechos subjetivos,
informalismo a favor del administrado, etc.). El art 16 del Código Civil establece que cuando las
controversias o cuestiones jurídicas no puedan resolverse ni por las palabras ni por el espíritu
de las leyes o por las leyes análogas, los jueces deben aplicar el derecho según los principios
generales del derecho.

La actividad de la administración Hechos y Actos Administrativos

Hecho jurídico es, por tanto, cualquier evento al que el derecho le asigna una consecuencia
jurídica. Así puede resaltarse como una diferencia fundamental entre hecho y acto a la
circunstancia de que mientras el primero es un simple acontecimiento, el segundo consiste en
una declaración de voluntad. El hecho administrativo es un comportamiento mientras que el
acto implica una declaración de voluntad que va a producir efectos jurídicos directos

[Escribir texto] Página 26


Los hechos son operaciones materiales ejecutadas en ejercicio de la función administrativa y
pueden ser jurídicos o no jurídicos. Son hechos jurídicos cuando se les atribuye una
consecuencia jurídica, cuando produciéndose traen aparejado el nacimiento de efectos jurídicos.
Un hecho no contemplado por el derecho no es un hecho jurídico.1

Los hechos jurídicos pueden clasificarse en naturales y humanos, según el acontecimiento se


produzca conforme a las leyes de la naturaleza o consista en la conducta de cierta persona.
Resaltando que para el derecho administrativo tienen importancia tanto los hechos naturales
como los humanos con relevancia jurídica.

Los hechos humanos con relevancia jurídica pueden ser administrativos, corresponden al
comportamiento material de la administración. El ejemplo clásico de hecho humano con
relevancia jurídica es el silencio de la administración, silencio al que se atribuye un efecto
jurídico determinado.

Dentro de los hechos naturales con trascendencia para el derecho administrativo se ubican
principalmente el tiempo, el espacio, el peso, la medida etc.

Centraremos el análisis ahora en el acto administrativo, una de las modalidades por las que la
administración exterioriza su voluntad teniendo como característica principal el hecho de que
tales actos tienen la capacidad de producir efectos jurídicos respecto de los terceros particulares
o administrados. Tal exteriorización o manifestación de voluntad y los efectos jurídicos hacia el
exterior de la administración es lo que caracteriza al acto administrativo como acto jurídico
diferenciándolo del acto de administración cuya eficacia se agota en lo interno.

Marienhoff, señala que por acto administrativo ha de entenderse a la declaración, disposición o


decisión de la autoridad estatal en ejercicio de sus propias funciones administrativas, productora
de un efecto jurídico.

Se discute si la declaración o acto es solo unilateral o si existen actos administrativos


bilaterales. Si el acto administrativo es solamente concreto o puede serlo también en general
incluyendo dentro de estos últimos a los reglamentos.

Continuando con la conceptualización del Acto administrativo entraremos al análisis de la

cuestión respecto de si el acto administrativo solo puede ser unilateral o si puede aceptarse la
existencia de actos administrativos bilaterales. Así parte de la doctrina entiende que el acto

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administrativo solo puede ser unilateral, que su emanación y contenido se deben a una sola
voluntad, la voluntad de la administración pública. Siendo que el acto administrativo bilateral es
aquel cuya emanación o contenido se deben a dos voluntades coincidentes la de la
administración pública y del administrado. En este marco el acto administrativo puede
considerarse bilateral sea porque la manifestación de voluntad del particular administrado se
hace necesaria en el proceso de formación del acto administrativo, a través de una petición por
ejemplo, o porque son bilaterales en cuanto al alcance de los efectos jurídicos o consecuencias
del acto, siendo el caso por ejemplo de los contratos administrativos.

Dentro de los actos administrativos bilaterales, en los que voluntad del particular administrado
se hace necesaria tanto en el proceso de formación del acto como en cuanto a los efectos o
consecuencias del acto, podemos conceptualizar al contrato administrativo.

Conforme a nuestro código civil, artículo 1137: “Hay contrato cuando varias personas se ponen
de acuerdo sobre una declaración de voluntad común, destinada a reglar sus derechos”.A su vez,
el artículo 1197 dispone que las convenciones hechas en los contratos forman para las partes
una regla a la cual deben someterse como a la ley misma.Sabemos que la administración
pública es la función del estado que consiste en una actividad concreta y continuada, que tiene
por objeto satisfacer en forma directa e inmediata las necesidades colectivas y el logro de los
fines del Estado, dentro del orden jurídico establecido y con arreglo a éste.

En cumplimiento de esta actividad la administración pública dicta actos unilaterales, actos


generados exclusivamente por la actuación de la voluntad administrativa y actos
administrativos.

Los contratos administrativos se generan cuando la administración llama al acuerdo a los


particulares, dándose lugar así a un acto de voluntad común por el cual ambas partes reglan sus
derechos y obligaciones.

Sin ánimo de agotar el tema y solo a efectos de arribar a la conceptualización de los contratos
administrativos como actos administrativos bilaterales haremos referencia a que es la Corte
Suprema de Justicia de la Nación a través de diversos fallos la que ha otorgado las bases o
presupuestos para definir al contrato administrativo.

La Corte ha señalado cuales son los distintos elementos que nos permiten advertir que estamos
ante un contrato administrativo, sostiene que los elementos especiales del contrato
administrativo son: “Una de las partes es una persona jurídica estatal, su objeto está constituido
por un fin público o propio de la administración y que llevan insertas explícita o implícitamente
cláusulasexorbitantes de derecho privado”.

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Señala Marienhoff, “Se entiende que acto administrativo es general cuando la declaración que
lo constituye mira abstractamente a una pluralidad de personas o casos indeterminados o
indeterminables. Se entiende que es especial o individual si la declaración mira a una o más
personas o casos individualmente determinados o determinables”.

Otro de los aspectos diferenciales se dan respecto a la estabilidad del acto administrativo
regular, que imposibilita su revocación en sede administrativa sin responsabilidad para la
administración, cuando del acto han nacido derechos subjetivos para los particulares, no
rigiendo dicho principio de estabilidad para los actos de alcance general o reglamentos que
pueden ser derogados y/o modificados por la administración, ya que nadie tiene derecho al
mantenimiento de las normas.

Clasificación de los Actos Administrativos:

Se han efectuado diferentes clasificaciones del acto administrativo, no existiendo un criterio


uniforme. Sin ánimo de agotar el tema podemos clasificarlos conforme:

i) A la estructura del acto o sujetos intervinientes: actos unilaterales y bilaterales o en actos


simples, complejos o colectivos.En este marco los actos administrativos serán unilaterales o
bilaterales según que para su formación sea necesario la voluntad de uno o más sujetos.

Por otra parte el acto administrativo se considera simple cuando para su formación es suficiente
la declaración de voluntad de un órgano administrativo, un solo sujeto de derecho. El Complejo
en tanto es el que surge de la voluntad concurrente de varios órganos o sujetos administrativos,
siendo característica a su vez de esta tipología el hecho de que las voluntades no permanecen
autónomas sino que se funden en una sola voluntad; cuestión esta ultima que lo diferencia de
los actos colectivos donde las voluntades se unen en una sola declaración pero permaneciendo
jurídicamente autónomas.

ii) Al alcance del acto en relación a las personas: actos generales o individuales. Tal como se
analizó supra el acto administrativo general y, dentro de esta categoría el reglamento tiene como
objeto la producción de efectos jurídicos respecto de todas las personas indeterminadamente, a
diferencia del acto administrativo individual que se refiere a una o varias personas determinadas
o determinables.

iii) Al ámbito de actuación del Estado: Actos administrativos o Civiles. Actos de Imperio o de
gestión. El origen de esta distinción radica en la aptitud o capacidad del Estado para actuar tanto
en el campo del derecho público como en el campo del derecho privado, en razón del ámbito o
esfera jurídica en que esta actúe. Así cuando la administración emite un acto en ejercicio de sus
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atribuciones o competencias de derecho público estaremos ante un acto administrativo en tanto
cuando la administración actúa en la esfera del derecho privado sus actos serán catalogados
como actos civiles de la administración.

iv) Por la índole de la actividad de la administración: Actos reglados o Discrecionales. Mas allá
del hecho de que la actividad de la administración siempre debe subsumirse al ordenamiento
jurídico la distinción que se analiza parte del margen de libertad que las reglas de derecho dejan
en el caso concreto al órgano administrativo en la emisión de un determinado acto. Así el acto
administrativo se considera reglado cuando la actuación de la administración se encuentra
estrictamente vinculada a una norma que regla y predetermina la conducta administrativa. Por el
contrario podemos hablar de actos discrecionales de la administración cuando esta actúa con
mayor libertad, cuando la decisión a adoptar en el caso concreto no se encuentra predeterminada
obligatoriamente para la administración sino que esta se encuentra facultada para apreciar y
valorar los hechos y realizar un juicio de oportunidad y conveniencia

La función administrativa se exterioriza a través de diferentes formas:

1.- REGLAMENTO ADMINISTRATIVO: declaración unilateral que causa efectos jurídicos generales en
forma directa.
2.- SIMPLE ACTO DE LA ADMINISTRACIÓN: declaración unilateral interna o entre órganos que causa
efectos jurídicos individuales en forma indirecta.
3.- HECHOS ADMINISTRATIVOS: comportamiento físico que realiza la Administración para ejecutar el
acto administrativo (hacer lo que dice el acto). Ej.: la actividad que realiza un órgano de la Administración para
ejecutar un acto administrativo como demoler un edificio que se está por caer.
4.- CONTRATO ADMINISTRATIVO: declaración bilateral que causa efectos jurídicos entre dos o más
personas, de las cuales una está en ejercicio de la función administrativa.
5.- ACTO ADMINISTRATIVO: declaración unilateral que produce efectos jurídicos individuales en forma
directa. Ej.: son actos administrativos una autorización, una aprobación, un permiso, una concesión, una
renuncia, una admisión.

Elementos y requisitos del acto administrativo:

El análisis de los elementos es importante para saber si el acto es válido o no. Los elementos pueden ser de dos
clases:
ESENCIALES: Si al acto le faltan estos requisitos o si están pero viciados, es nulo de nulidad absoluta (no
pueden subsanarse y entonces vuelve todo a la situación anterior como si nunca hubiera existido dicho acto).
Son: competencia, causa, objeto, procedimiento, motivación, finalidad y forma.
ACCIDENTALES: Sirven para ampliar o restringir el contenido del acto y son: plazo, modo y condición.
Surgen de Art. 7 de la Ley 19.549: Son requisitos esenciales del Acto Administrativo:
a) Ser dictado por autoridad competente. (COMPETENCIA)
b) Deberá sustentarse en los hechos y antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho
aplicable. (CAUSA)

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c) El objeto debe ser cierto y física y jurídicamente posible: debe decidir todas las peticiones
formuladas, pero puede involucrar otras no propuestas, previa audiencia del interesado y siempre que ello no
afecte derechos adquiridos. (OBJETO)
d) Antes de su emisión deben cumplirse los procedimientos esenciales y sustanciales previstos y
los que resulten implícitos del ordenamiento jurídico. Sin perjuicio de lo que establezcan otras normas
especiales, considerase también esencial el dictamen proveniente de los servicios permanentes de
asesoramiento jurídico cuando el acto pudiere afectar derechos subjetivos e intereses legítimos.
(PROCEDIMIENTO)
e) Deberá ser motivado, expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir el
acto, consignando, además, los recaudos indicados en el inc. b) del presente artículo. (MOTIVACIÓN)
f) Habrá de cumplirse con la finalidad que resulte de las normas que otorgan las facultades
pertinentes del órgano emisor, sin poder perseguir encubiertamente otros fines, públicos o privados distintos de
los que justifican el acto, su causa y objeto (FINALIDAD).
Las medidas que el acto involucre deben ser proporcionalmente adecuadas a aquella finalidad.
Art. 8 de la Ley 19.549: El acto administrativo se manifestará expresamente y por escrito, indicará el lugar y
fecha en que se lo dicta y contendrá la firma de la autoridad que lo emite; sólo por excepción y si las
circunstancias lo permitieren podrá utilizarse una forma distinta. (FORMA).

a.- Competencia: Es la atribución funcional (aptitud legal) que se le da a un órgano o autoridad para crear
actos administrativos. Es el conjunto de funciones y facultades atribuidas a un órgano, el cual es representado
por un funcionario que debe tener dicha competencia.
Entonces:
Subjetivamente: es la aptitud para actuar
Objetivamente: es el conjunto de funciones que ejerce un órgano.
b.- Causa: Son los antecedentes o circunstancias que llevaron a que se dicte el acto administrativo. Al acto le
falta la causa cuando los hechos y el derecho invocados no existen o son falsos o cuando se viola la ley
aplicable, las formas o la finalidad. La causa responde al ¿por qué? de la realización del acto.
c.- Objeto: Es el contenido del acto, es lo que el acto certifica, decide u opina a través de la declaración
pertinente. Es la resolución que toma la administración para un caso concreto, el contenido del acto, lo que
decide en el acto basándose en su causa y motivo.
Requisitos del objeto:
- debe ser cierto y determinado (o susceptible de determinación).
- debe ser física y jurídicamente posible (que el objeto exista, que pueda llevarse a cabo; la posibilidad
jurídica significa que el objeto sea lícito)
- debe resolver todas las peticiones formuladas (se pueden introducir nuevas siempre que no afecte
derechos adquiridos).
- debe existir el derecho constitucional al debido proceso.
d.- Procedimientos: Son los pasos que deben darse antes de emitir el acto, es decir las formalidades esenciales
que debe tener según la ley (Ej.: previamente a nombrar a un profesor de la Universidad, deben darse los pasos
de procedimiento previstos, como ser, llamar a concurso).
e.- Motivación: Todo acto administrativo tiene que tener una razón para ser emitido, un motivo expresado en
forma concreta porque la Administración no puede obrar arbitrariamente.
La motivación es como la exteriorización de la causa (expresar cuales son los hechos y el derecho que
originaron el acto) y su falta podría dar lugar a considerar que la administración actuó arbitrariamente al dictar
dicho acto.
f.- Finalidad: El acto administrativo debe tener una finalidad surgida de las normas que le dan al órgano las
facultades de emitirlo. La finalidad responde al ¿para qué?

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g.- Forma: Son los pasos posteriores al dictado del acto, necesarios para que el administrado pueda conocerlo.
Es el modo cómo se instrumenta y se da a conocer la voluntad administrativa. Su fin es que al exigir ciertas
solemnidades se le da a los administrados una garantía de sus derechos y de la legalidad del acto. El principio
general es que el acto debe ser escrito (indicando lugar, quién lo firmó y en qué fecha, órgano y entidad de
quién emana, expresión clara y precisa del contenido de la voluntad administrativa e individualización).
Por excepción puede ser:
- verbal (Ej.: en la actividad de la policía).
- por signos o señales (Ej.: carteles de señalización del tránsito, semáforos).
- por silencio (art. 10).
- por actos tácitos (cuando al emitir un acto expreso surgen efectos jurídicos que
presuponen que existe otro acto. Ej.: si la licitación pública fracasa y se decide hacer contratación directa surge
el acto tácito de dejar sin efecto la licitación).
Características del Acto Administrativo.
1.- Presunción de Legitimidad: Se presume que el acto emanado de autoridad administrativa es legítimo, es
decir, que fue dictado de acuerdo con el ordenamiento jurídico vigente. Es una presunción iuris tantum: no
puede discutirse su legitimidad salvo prueba en contrario.
Recién luego de dictado el acto quien se sienta con derecho a ello, puede presentar un recurso para impugnar su
legitimidad.
2.- Ejecutoriedad: Es la facultad de la Administración de disponer que se realice o cumpla con el acto por
medios propios, sin la intervención de un juez, para que su actividad sea eficaz.
El acto se autoprovee sus propias decisiones y salvo que una ley lo ordene, los recursos que presenten los
administrados no suspenden ni su ejecución ni sus efectos.
3.- Impugnabilidad: aunque el acto tiene ejecutoriedad la administración puede suspender dicha ejecución si
afecta al interés público, o causa un grave perjuicio al administrado, o que el acto tiene una nulidad absoluta.
4.- Estabilidad: el acto, una vez que el juez competente le dicta sentencia definitiva, goza de validez y
permanencia y no puede ser revocado ni por el órgano administrativo que lo creó.
5.- Retroactividad: el acto administrativo tiene efectos retroactivos en algunas oportunidades:
- cuando con ella no se lesionen derechos adquiridos;
- cuando se favorezca al administrado sin perjudicar a 3ros.
- cuando el acto se dictó especialmente para sustituir a otro acto revocado;
- cuando se subsana un acto anulable (porque si no en vez de sanar se estaría creando un acto
nuevo).
- cuando la retroactividad la ordena una ley de orden público o está pactada contractualmente.
Para el resto de los casos rige la irretroactividad, es decir que toda conducta rige para el futuro por
seguridad jurídica.

EL silencio como manifestación de voluntad:

La voluntad de la administración puede manifestarse expresa o tácitamente. La expresión tacita


de la voluntad administrativa se configura principalmente a través del silencio de la
administración. Para que se configure la manifestación tacita de la voluntad administrativa por
silencio es necesario que el ordenamiento jurídico aplicable otorgue al silencio una determinada
consecuencia jurídica.

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En principio hay que señalar que el silencio se configura cuando la administración ante la
existencia de una petición o situación en la que tiene el deber de expedirse se mantiene inerte,
en una actitud pasiva sin pronunciarse afirmativa o negativamente. Ante esta posibilidad el
orden jurídico positivo le atribuye al silencio un determinado significado, el que puede ser
positivo o negativo. El silencio valdrá como expresión tacita de la voluntad solo en el supuesto
de que una norma jurídica le otorgue un determinado efecto jurídico.

El efecto que la norma atribuye al silencio es una presunción legal y tiene como principal
objetivo la posibilidad de controlar judicialmente la actividad administrativa.

En general las normas establecen que el silencio debe interpretarse en sentido negativo y solo en
supuestos excepcionales se da la situación contraria de establecer que ante el silencio de la
administración debe considerarse una respuesta afirmativa.

Tanto la normativa nacional como la provincial establecen que el silencio de la administración


frente a una actuación que requiera de pronunciamiento expreso debe interpretarse en sentido
negativo cumplidos determinados plazos y condiciones.

Surge del artículo 10 de la Ley nacional que: “El silencio o la ambigüedad de la Administración
frente a pretensiones que requieran de ella un pronunciamiento concreto, se interpretarán como
negativa.

Sólo mediando disposición expresa podrá acordarse al silencio sentido positivo. Si las normas
especiales no previeren un plazo determinado para el pronunciamiento, éste no podrá exceder de
60 días. Vencido el plazo que corresponda, el interesado requerirá pronto despacho y si
transcurrieren otros 30 días sin producirse dicha resolución, se considerará que hay silencio de
la Administración”.

Facultades revocatorias de la Administración:

El acto administrativo puede extinguirse por voluntad de la administración, quien haciendo uso
de sus facultades revocatorias, puede dejar sin efecto un determinado acto administrativo tanto
por razones de oportunidad, mérito o conveniencia como por razones de ilegitimidad.

En consecuencia podemos definir la revocación como la extinción de un acto administrativo


dispuesta por la administración pública, para satisfacer exigencias de interés público o para
restablecer la legitimidad. No caben dudas que la revocación por razones de interés públicos
siempre es realizada por el propio Estado, no obstante lo cual la revocación por ilegitimidad
corresponde en algunos casos a la propia administración y en otros debe solicitarla al órgano
judicial.La revocación se efectúa a través de otro acto administrativo que tiene por objeto la

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extinción del anterior, siendo este un acto de carácter unilateral ya que solo es necesaria la
voluntad de la autoridad estatal.

Con respecto a los efectos de la revocación, si la misma se produce por razones de oportunidad
rige solo para el futuro, a partir del acto de revocación y dará lugar a la indemnización de los
daños ocasionados a los particulares. En tanto cuando la revocación se produce invocando la
ilegitimidad del acto, el acto revocatorio surte efectos hacia el pasado, desde la emanación del
acto viciado y el administrado que eventualmente resulte afectado no tendrá derecho reclamar
indemnización alguna .

Procedimiento Administrativo:

Es el conjunto de actos y hechos interdependientes, cuyo fin es lograr un control de la actividad


administrativa (en cuanto a su legalidad, oportunidad, mérito y conveniencia) y que sirve
también de garantía a los administrados (aunque el control final de la actividad administrativa
en general la realiza el órgano judicial).
Este procedimiento contiene las formalidades que debe tener en cuenta la Administración para
garantizar una gestión eficaz y respetar los derechos e intereses de sus administrados.
Principios del Procedimiento Administrativo: Son un conjunto de garantías cuyo fin es
equilibrar las relaciones entre el administrado y la Administración (que esta realice una buena y
eficaz administración y que aquel pueda reclamar y presentar recursos frente a actos de la
Administración). Si se viola algún principio, el acto administrativo será nulo.

Principios que rigen el procedimiento administrativo

1) Legalidad objetiva: Establece que el actuar de la administración debe ser siempre


conforme a la ley, debiendo la administración en el desempeño de sus funciones
respetar todo el orden jurídico.

2) Informalismo a favor del administrado: Este principio exime a los particulares de


cumplir con las formalidades innecesarias para la petición ante la administración.
Esta dispensa en las formalidades es sólo en beneficio de los administrados y sólo
puede ser invocada por ellos, debiendo la administración cumplir con todas las
formalidades que la ley haya prescripto. Por ej. no es necesaria la caratulación de las
pretensiones o de los recursos o el patrocinio letrado en sede administrativa.

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3) Impulsión de oficio: En virtud de este principio es la Administración quien debe
llevar adelante el procedimiento, es la autoridad administrativa quien dirigirá y
ordenará todo lo necesario para que el procedimiento llegue a su fin. También el
interesado puede impulsar el procedimiento. En el procedimiento administrativo
puede operar la caducidad de instancia si el administrado no cumple con determinada
actuación en el plazo que se establece.

4) Verdad real: La administración se encuentra obligada a obtener la verdad material,


debe averiguar lo acontecido realmente. Este principio es notablemente diferente a lo
que sucede en el proceso civil donde el juez decidirá en derecho lo que las partes
hayan probado. Al ser la Administración juez y parte se encuentra obligada a buscar
la verdad real, en garantía de los administrados que son parte en el procedimiento y
del interés general.

5) Debido proceso: Exige el cumplimiento de un determinado procedimiento


predispuesto normativamente para la obtención de una decisión. La administración
obtendrá una decisión siempre siguiendo las pautas fijadas por la ley.

6) Derecho de defensa: Este principio constitucional establece la posibilidad de


participar del procedimiento en todo su desarrollo, aportar pruebas, acceder a las
actuaciones administrativas, tomar vista de los expedientes, como también recurrir
las decisiones de la administración que afecten derechos o intereses legítimos.

Recursos

 Córdoba - Ley de Procedimiento Administrativo:


Reclamo administrativo previo para demandar judicialmente a la Provincia
Artículo 119.- Para demandar judicialmente a la Provincia, es facultativo del accionante
efectuar reclamo administrativo previo, dirigido al Poder Ejecutivo por conducto del Ministerio
que corresponda.
En caso de optarse por tal reclamo, será imprescindible que se concluya con su trámite
antes de interponer la demanda judicial.
El reclamo versará sobre los mismos hechos y derecho que se invocarán en la eventual
demanda judicial, y será resuelto por el Poder Ejecutivo, previa vista al Fiscal de Estado.
El reclamo previo a la demanda judicial será necesario cuando así haya sido libremente
convenido, o cuando normas especiales así lo dispongan.
Término para resolver sobre el reclamo previo
Artículo 120.- El reclamo deberá resolverse dentro de los sesenta (60) días de
formulado. Vencido este plazo, el interesado podrá requerir pronto despacho. Si
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transcurrieren otros veinte (20) días sin producirse resolución, el interesado podrá accionar
directamente ante los Tribunales acreditando el transcurso de dichos plazos.

 Los recursos administrativos: Dr. Viale: “el recurso administrativo es el medio jurídico
del que dispone un interesado, dentro de un procedimiento, para impugnar un acto
administrativo en cuanto le afecta una situación jurídica, ante la propia Administración que lo
produjo, para hacer valer las razones jurídicas que le asisten”.
El recurso es la posibilidad con que cuenta el administrado de impugnar una decisión
de la Administración, pero esta posibilidad está dada por la posición jurídica que ocupa ese
administrado, es decir que este sujeto debe verse afectado por el actuar de la Administración
en un derecho subjetivo o un interés legítimo, esto es lo que se conoce como legitimación
activa.
Hay que distinguir el recurso administrativo de la denuncia o el reclamo, en estos
últimos el administrado no es parte en un procedimiento administrativo el que posiblemente
se inicie a partir de ese acto jurídico, en cambio en el caso del recurso el administrado forma
parte de un procedimiento administrativo o al menos la medida impugnada, ya que puede
verse afectado el interés legítimo de un particular que no formo parte en el procedimiento
administrativo pero que la decisión de la administración lo afecta y aún en este caso tiene la
posibilidad de recurrirla.
La decisión de la administración que afecte al administrado debe tener el carácter de
definitiva, es decir, debe ser un acto administrativo ya sea de alcance general o particular a
través del cual la Administración manifieste su voluntad y de esta manera afecte la situación
jurídica del administrado, de allí que la doctrina y la jurisprudencia sostienen que no son
recurribles los actos preparatorios, como tampoco los dictámenes de los órganos de
asesoramiento técnico o legal.
Los recursos administrativos tramitan siempre en sede administrativa, es decir que
quien resolverá la impugnación será siempre un órgano de la Administración, el mismo que
haya dictado el acto administrativo o un superior dependiendo del recurso interpuesto.
El procedimiento recursivo garantiza la posibilidad de discutir una medida dispuesta
por la Administración que afecte el interés de uno o varios administrados, pero no la de
obtener un resultado favorable, de esta manera la protección al administrado es brindarle la
oportunidad de impugnar una decisión, pero no con ello se garantiza que la cuestión de fondo
introducida en el recurso deba ser acogida por la Administración.
 Clases de recursos:
1) Recurso de Reconsideración: mediante esta vía recursiva se pretende la impugnación
de un acto administrativo ante la misma autoridad que lo dictó, solicitando la revocación, la
sustitución o la modificación del mismo.
Se procura mediante este medio de impugnación que el órgano administrativo que
dictó la medida revea su decisión, y por contrario imperio anule, modifique o sustituya el acto
dictado.

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Esta es la primera vía impugnativa y procede contra actos administrativos definitivos o
asimilables a tal, estos son aquellos que sin ser definitivos ponen fin a determinada etapa o
impiden la continuidad del procedimiento, o en última instancia impiden que determinada
cuestión sea revisada con posterioridad, de esta manera esta vía impugnativa podrá intentarse
contra este tipo de actos cuando vulneren un interés legítimo o un derecho subjetivo.
Es presentado como se dijo ante la misma autoridad que dictó el acto administrativo y
es ella quien resolverá el recurso, aún en aquellos casos en que haya actuado por delegación.
En el caso de la Ley de Procedimientos Administrativos Nacional (Nº19549) este
recurso es de uso facultativo, y siempre que se interponga lleva implícito el recurso jerárquico,
es decir que el recurso jerárquico siempre que se propugne el recurso de reconsideración es
interpuesto en subsidio. En la Ley de Procedimientos Administrativos de la Provincia de
Córdoba (5330 T.O.6658) el recurso de reconsideración es de interposición obligatoria para el
agotamiento de la vía administrativa, es decir para la continuidad de las demás vías recursivas
necesariamente en primera medida debe interponer el recurso de reconsideración. Los plazos
de interposición varían: a nivel nacional es de 10 días y en la provincia de 5 días, en ambos
casos desde que se notificó el acto administrativo de carácter particular o desde su publicación
en el caso de los actos administrativos de alcance general.
La pretensión objeto del recurso puede variar de acuerdo a cual haya sido el agravio
sufrido, de esta manera puede solicitarse la anulación total del acto atacado, o puede
solicitarse la modificación por no estar totalmente contemplada la pretensión inicial si fuere el
caso, o también solicitarse la sustitución del acto.
2) Recurso Jerárquico: es el medio impugnativo a través del cual se manifiesta la relación
jerárquica que caracteriza a la organización administrativa, ya que mediante este recurso es el
superior jerárquico de quien haya dictado el acto perjudicial quien deberá resolver la
impugnación. De esta manera se ejerce el control de juridicidad de los actos administrativos
por toda la estructura jerárquica, y el administrado podrá conocer a través de la resolución la
opinión de la máxima autoridad jerárquica del órgano administrativo. El recurrente podrá en
esa instancia ampliar los fundamentos expuestos a fin de que el superior jerárquico resuelva
en forma fundamentada y de esta manera quedará expedita la vía judicial.
El recurso puede ser interpuesto en forma subsidiaria con el de reconsideración o
directamente una vez resuelto este, se presenta ante el órgano emisor del acto lesivo y este lo
elevará a su superior para su resolución, es decir que se presenta ante el emisor pero se
sustancia (pruebas, pericias, etc.) ante el superior quien será el encargado de resolver.
En el caso de la provincia de Córdoba el recurso debe ser interpuesto dentro del plazo
de 10 días de resuelto el recurso de reconsideración, recordemos que en esta provincia el
recurso de reconsideración es de carácter obligatorio por lo cual el jerárquico siempre será
presentado contra la resolución de una reconsideración ya sea expresa o tácita, además existe
la posibilidad de presentarlo en forma subsidiaria con la reconsideración de esta manera
resuelta la misma se elevará al superior a los fines de que resuelva el jerárquico, y en plazo de
10 días posterior a la resolución de la reconsideración el administrado podrá ampliar
fundamentos. En el orden nacional el recurso jerárquico es de presentación obligatoria para
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lograr el agotamiento de la vía administrativa y el plazo para presentarlo es de 15 días, por
esta razón siempre que se interponga un Recurso de Reconsideración llevará implícito el
jerárquico en subsidio sin necesidad de expresarlo, ya que se interpreta que quien pretende
que la medida se revea mediante un recurso que no es obligatorio con mayor razón
pretenderá que se lo haga mediante un recurso que si es obligatorio.
3) Recurso de Alzada: es un medio administrativo de impugnación contra las resoluciones
de los órganos o entes administrativos que forman parte de la descentralización
administrativa.
Las resoluciones de estos entes en ejercicio de la función administrativa, es decir
cuando las actuaciones llevadas a cabo estén regidas por normas de derecho administrativo,
podrán ser recurridas mediante este medio.
Estas resoluciones deben tener el carácter de definitivas y provenir de la máxima
autoridad del ente.
Este recurso encuentra íntima relación con los principios de organización
administrativa, en virtud de los cuales la Administración Central puede descentralizar ciertas
funciones administrativas en órganos o entes autárquicos para en mejor ejercicio, de allí que
órgano competente para la resolución del recurso será la máxima autoridad administrativa de
la Administración Central (Presidente, Gobernador, Intendente), independientemente que
esta podrá estar delegada legalmente en otro funcionario.
Mediante este recurso el impugnante solicitará que la medida dispuesta por el ente
descentralizado sea revisada por la autoridad de la cual se descentralizo la función
administrativa.
El recurso es optativo a opción del administrado, no será necesario interponerlo a los
fines del agotamiento de la vía administrativa.
En cuanto al fundamento del recurso en el caso de los entes descentralizados de la
provincia de Córdoba y los Nacionales creados por el Congreso solo podrán cuestionarse
aspectos relacionados a la legitimidad del acto, y no a razones de mérito, oportunidad o
conveniencia, motivo por el cual la resolución del recurso solo dispondrá la anulación o no del
acto impugnado no pudiendo modificarlos o sustituirlo.
4) Recurso de Revisión: este medio de impugnación, a diferencia de los anteriores, se
trata de un recurso extraordinario, debido que el acto que se pretenderá impugnar tendrá el
carácter de firme, es decir que el acto no habrá sido impugnado en el tiempo dispuesto para
ello, o si lo hubiese sido ya estará resuelto, razón por la cual no podrá volver a ser discutido.
Solo por vía de Revisión el administrado podrá pretender impugnar el acto, motivado
únicamente en las causales expresamente establecidas en la ley, que son: a) Cuando
resultaren contradicciones en su parte dispositiva. b) Cuando aparezcan documentos de valor
decisivo para la resolución del asunto, ignorados al dictarse el acto o en tal momento de
imposible aportación al expediente. c) Cuando hubiere sido dictado fundándose en
documentos o circunstancias declarados falsos por sentencia judicial firme. d) Cuando hubiere
sido dictado mediante cohecho, prevaricato, violencia o cualquier otra maquinación
fraudulenta o grave irregularidad comprobada.
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Además de concurrir alguna de estas causales, estas no deberán ser imputables a quien
pretende impetrar el recurso.
Deber ser interpuesto ante la misma autoridad que dicto el acto impugnado, invocando
exactamente cuál es la causal en la que se encuentra incursa.
En la Nación el plazo de interposición es de 30 días desde que se toma conocimiento de
la causal y a nivel provincial el plazo es de 20 días.
5) Queja: reclamo administrativo que interpone la parte interesada durante el curso del
procedimiento contra el agente publico con el fin de subsanar defectos, deficiencias o
incumplimiento de plazos en los trámites derivados de la inacción o inactividad de aquel,
reforzándose así el control jerárquico. No es un recurso, porque su fin no es impugnar un acto
y abarca hechos y omisiones y no tienes plazos de interposición. Se resuelve dentro de los 5
días de presentada la queja y la resolución es irrecurrible.

 Silencio de la Administración - Amparo por mora: la administración pública ante un


reclamo fundado en derecho o un recurso administrativo siempre tendrá la obligación de
expedirse en forma expresa y fundada. Esta obligación en el caso de la provincia de Córdoba
esta impuesta por la Constitución: Artículo 19: Todas las personas en la Provincia gozan de los
siguientes derechos conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio: 9. A peticionar ante las
autoridades y obtener respuesta y acceder a la jurisdicción y a la defensa de sus derechos.
En el caso de ausencia de pronunciamiento expreso de los organismos públicos, es
decir, una vez producida la mora de la administración, el administrado contará con dos
remedios alternativos para obtener de la administración una respuesta. Es así que la ley le
otorga al administrado dos herramientas distintas, que podrán ser ejercidas según cuál sea la
pretensión y estrategia del administrado, ellas pueden ser:
1) Denegatoria Tácita: esta POSIBILIDAD con la que cuenta el administrado consiste en
que una vez vencidos los plazos establecidos legalmente para que la administración resuelva la
presentación del administrado, y no lo hubiese hecho, previa interposición del “pronto
despacho”, le permitirá atribuirle a la falta de respuesta de la administración un efecto
negativo, es decir, que ese silencio puede transformarse en una respuesta negativa de la
administración a la pretensión esgrimida. Se obtiene la denegación tácita de la pretensión
esgrimida quedando de esta manera agotada la vía administrativa.
2) Amparo por Mora: el otro remedio jurídico con el que cuenta el administrado ante la
falta de decisión expresa de la administración pública, es una acción judicial directa mediante
la cual instará la emisión de la voluntad expresa de la Administración.
Esta es la acción de amparo por mora consagrada en el orden nacional en el artículo 28
de la Ley de Procedimiento Administrativo Nacional Nº 19549: Art 28: El que fuere parte en un
expediente administrativo podrá solicitar judicialmente se libre orden de pronto despacho.
Dicha orden será procedente cuando la autoridad administrativa hubiere dejado vencer los
plazos fijados --y en caso de no existir éstos, si hubiere transcurrido un plazo que excediere de
lo razonable-- sin emitir el dictamen o la resolución de mero trámite o de fondo que requiera el
interesado. Presentado el petitorio, si la justicia lo estimare procedente en atención a las
[Escribir texto] Página 39
circunstancias, requerirá a la autoridad administrativa interviniente que, en el plazo que le fije,
informe sobre la causa de la demora aducida. Contestado el requerimiento o vencido el plazo
sin que se lo hubiere evacuado, se resolverá lo pertinente acerca de la mora, librando la orden
si correspondiere para que la autoridad administrativa responsable despache las actuaciones
en el plazo prudencial que se le establezca según la naturaleza y complejidad del dictamen o
trámites pendientes.
En el caso de la provincia de Córdoba esta acción tiene rango constitucional y esta
específicamente dispuesta su artículo 52: Mora de la Administración - Amparo: Art 52: Para el
caso de que esta Constitución, una ley u otra norma impongan a un funcionario, repartición o
ente público administrativo un deber concreto a cumplir en un plazo determinado, toda
persona afectada puede demandar su cumplimiento judicialmente y peticionar la ejecución
inmediata de los actos que el funcionario, repartición o ente público administrativo se hubiera
rehusado a cumplir. El juez, previa comprobación sumaria de los hechos enunciados, de la
obligación legal y del interés del reclamante, puede librar mandamiento judicial de pronto
despacho en el plazo que prudencialmente establezca.
También el Amparo por Mora se encuentra reglamentado específicamente por la ley
provincial Nº 8508.
 Definición de la acción de Amparo por Mora: es una acción judicial de brevísimo trámite
que tiene como fin ordenar a la administración a que resuelva expresamente una petición
administrativa.
 Características:
a) Acción judicial.
b) Breve trámite (plazos de informe, prueba y resolución muy acotados). Relación de
subsidiariedad con la ley de Amparo:
c) Únicamente puede tener como resolución la orden de pronto despacho para que la
administración resuelva de forma expresa.
d) De única instancia. (Solo recursos extraordinario – Casación).
e) Impulso de oficio.
 Objeto: Únicamente es objeto de esta acción la obligación de la administración de
expedirse en forma expresa sobre determinada pretensión jurídico administrativa. No puede
ser objeto de esta acción obligaciones de hacer o de no hacer.
 Plazos:
- 24 hs para aceptar la demanda.
- 5 días para producir informe y contestar demanda.
- 3 días prueba si se abriera.
- 24 hs para resolver.
 Sentencia: La sentencia contendrá únicamente la intimación de pronto despacho a la
autoridad administrativa en mora para que un plazo determinado se expida expresamente
bajo apercibimiento.

- La actividad contractual de la Administración-


[Escribir texto] Página 40
Teoría general del contrato administrativo

La expresión contrato de derecho público no es sinónima de contrato administrativo. Hay


contratos de derecho público internacional (tratados- contratos) y contratos de derecho público
interno. Entre estos últimos figuran los contratos administrativos, que son los celebrados entre
la Administración Pública y otras personas, para determinados fines o funciones estatales. Los
contratos administrativos constituyen, pues, una especie dentro de los contratos de derecho
público.

La Administración Pública puede celebrar dos tipos de contratos: administrativos, propiamente


dichos, y de derecho privado. Ambas categorías integran el género contratos de la
Administración Pública. Hoy en día nadie pone en duda la capacidad del Estado para contratar.

Nociones generales

Todo contrato administrativo es, substancial y esencialmente, un acto administrativo bilateral.


Esto es trascendente, pues de ello resulta que las reglas fundamentales que constituyen el
régimen de los actos administrativos son, por principio, aplicables a los contratos
administrativos.

Así como en derecho privado el acto jurídico bilateral constituye la esencia de todo contrato
(sea éste unilateral o bilateral), así también en derecho administrativo el acto administrativo
bilateral es la base de todo contrato administrativo y, en general, de todo contrato celebrado por
la Administración Pública.Ahora bien, el contrato administrativo, propiamente dicho, como
dijimos con anterioridad, es una de las especies de contratos de la Administración Pública. Si
bien no es posible establecer un concepto único de contrato administrativo, en razón de que ello
estará determinado por diversos factores, Bercaitz ha elaborado uno que dice: son, por su
naturaleza, aquellos celebrados por la Administración Pública con un fin público, circunstancia
por la cual pueden conferir al cocontratante derechos y obligaciones frente a terceros, o que, en
su ejecución, pueden afectar la satisfacción de una necesidad pública colectiva, razón por la cual
están sujetos a reglas de derecho público, exorbitantes del derecho privado que colocan al
cocontratante de la Administración Pública en una situación de subordinación jurídica.

Contratos de derecho público o administrativos y contratos de derecho privado de la


Administración

Son contratos de derecho privado de la Administración todos aquellos donde la actividad o la


prestación del cocontratante no se relacionen, en forma directa e inmediata, a alguna de las
funciones esenciales o específicas del Estado, a los fines públicos propios de éste -lo que

[Escribir texto] Página 41


entonces excluye que se trate de contratos administrativos de colaboración- salvo que el
contrato contuviere alguna o algunas cláusulas exorbitantes expresas .

Asimismo, son contratos de derecho privado de la Administración Pública aquellos que, estando
la prestación a cargo de la misma, dicha prestación no excluya la posibilidad de ser materia de
un contrato entre particulares, circunstancia ésta que entonces aleja la posibilidad de que se trate
de un contrato administrativo de atribución.

Es fundamental establecer las diferencias entre un contrato administrativo, propiamente dicho, y


un contrato de derecho privado de la Administración Pública. En lo esencial, tales diferencias se
concretan en lo siguiente:
a) Régimen jurídico substantivo. El contrato de derecho privado de la Administración Pública,
por principio, se encuentra sometido a las normas del derecho privado. El contrato
administrativo se rige por las normas y principios del derecho público

b) No obstante lo dicho en el punto anterior, cabe tener presente que en ambos tipos de
contratos de la Administración lo relacionado con la competencia del órgano de la
Administración para emitir el acto se rige por las disposiciones del derecho público
(administrativo en la especie). Lo mismo cuadra decir de la expresión de la voluntad por parte
de la Administración.

c) Jurisdicción contenciosa. En caso de controversia o contienda, la jurisdicción ante la cual


debe recurrirse varía: tratándose de un contrato administrativo dicha jurisdicción es la que el
ordenamiento jurídico imperante haya establecido para entender en lo contencioso-
administrativo; tratándose de un contrato de derecho privado dicha jurisdicción es la
civil o comercial de los tribunales pertinentes.

d) Medios de impugnación. El recurso jerárquico no procede respecto a actos


relacionados con contratos de derecho privado de la Administración, pues tal recurso
sólo es admisible con relación a actos administrativos.

Los cuasi-contratos administrativos

A pesar de los ataques que en derecho privado recibió la teoría del cuasi-contrato -que se
considera como una categoría híbrida, desacreditada como fuente de obligaciones- en
derecho administrativo, con acertados argumentos, es propiciada por un calificado sector
doctrinal. Por cuasicontrato se entiende a todo hecho o acto voluntario lícito que produce
efectos semejantes a los contratos, sin existir acuerdo de voluntades ni consentimiento sobre la
materia concreta de tal hecho o acto.

[Escribir texto] Página 42


De hecho no existe razón para negarle a los cuasi-contratos el carácter de hechos jurídicos, y
precisamente de hechos jurídicos subjetivos; por lo que entonces es de tales hechos, y no
directamente de la ley, de donde derivan las respectivas obligaciones.

-Procedimientos de contratación

La Administración Pública no siempre puede elegir libremente a su cocontratante. Es muy


común que el orden jurídico positivo la constriña a efectuar dicha elección observando
o respetando ciertas normas o puede tener mayor libertad para seleccionar a su cocontratante,

Existen varios métodos de selección del cocontratante particular por parte de la


Administración Pública. Dichos medios no son exclusivos de un determinado contrato
administrativo, sino que son de posible aplicación en todos esos contratos o en muchos de ellos.
Se trata de temperamentos de posible vigencia respecto a la generalidad de los contratos
administrativos, cualquiera sea la especie de éstos.

A. Libre elección: Este sistema consiste en la posibilidad de que la Administración


Pública elija directa y discrecionalmente a su cocontratante, sin tener que cumplimentar
previamente para ello algún requisito especial. Desde luego, esa libre elección no
significa posibilidad de arbitraria elección, pues también aquí la actividad de la Administración
Pública ha de ajustarse y respetar los criterios generales que delimitan la validez de su
actuación.

De acuerdo al derecho positivo, lo común o habitual es que la Administración Pública deba


elegir su cocontratante en base a sistemas o criterios que, o bien implican una elección
automática del mismo -como ocurre, por ejemplo, en la licitación-, o deba elegirlo de acuerdo
a otros criterios que, por una u otra razón, implican siempre una restricción -mayor o menor- a
esa libertad de elección. El sistema de la libre elección se impone en aquellos contratos
donde prevalece el factor personal del cocontratante, la confianza que, desde todo punto
de vista (financiero, técnico y moral), éste pueda merecerla a la Administración Pública;
en cambio, cuando ese factor personal carece de importancia, rigen otros sistemas de
elección del cocontratante, incluso algún sistema automático, tal como ocurre en los
supuestos de licitación, en cuya virtud el contrato se realiza o debe realizarse con la
persona que, de acuerdo al resultado de aquélla, haya ofrecido mayores ventajas económicas
para la Administración Pública.

B. Licitación: Consiste en un procedimiento de selección administrativa del cocontratante


de la Administración Pública que, sobre la base de una previa justificación de idoneidad
moral, técnica y financiera, tiende a establecer qué persona o entidad es la que ofrece el precio
más conveniente para la Administración Pública.advertir que debe hallarse acreditada a

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priori. Se parte de la base de que todos los que intervienen en una licitación -por haberse
admitido su inscripción en el respectivo registro- tienen responsabilidad moral, técnica y
financiera; de lo contrario no se les habría inscripto.

La licitación se concreta fundamentalmente, entonces, a establecer qué persona o entidad


ofrece el precio más conveniente para realizar la prestación especificada en el pliego de
condiciones.

La idoneidad técnica, moral y financiera de los eventuales oferentes o licitadores queda -


o debe quedar- acreditada con anterioridad al acto de licitación. Ello es así porque, como dije,
sólo pueden intervenir en licitaciones las personas o entidades inscriptas en los respectivos
registros, o las que, sin estar inscriptas, sean de notoria solvencia o la índole de la
negociación justifique la exención de tal requisito

Uno de los presupuestos fundamentales de la licitación es la igualdad de trato para todos lo


que intervienen en ella como licitadores u oferentes; pero esa igualdad no está
supeditada a valoraciones subjetivas realizadas por la Administración Pública a través de
sus decisiones: la referida igualdad exige que la situación de los distintos oferentes o licitadores
sea valorada esencialmente sobre bases o datos objetivos (constancias de la inscripción
en el respectivo registro y precio ofrecido). Lo contrario atentaría contra la seguridad jurídica,
esencia del derecho. El automatismo de la licitación no puede llegar hasta el absurdo de
desvirtuar la propia esencia y razón de ser de ella, imponiendo a la Administración Pública la
obligación de contratar, a sabiendas, en condiciones que no son las más ventajosas para
los intereses públicos.

En la licitación pública el número de oferentes o licitadores no tiene limitación. Pueden


concurrir como tales todas aquellas personas o entidades que, de acuerdo a las normas vigentes,
estén en condiciones de presentarse a esa licitación. Esas condiciones varían o pueden variar de
país a país, o de lugar a lugar.

En la licitación privada sólo pueden intervenir, como oferentes o licitadores, las personas
o entidades invitadas al efecto por la Administración Pública. Debe tratarse de personas
o entidades que actúen en el tipo de negocio a que se refiere el contrato a celebrar; deben
estar inscriptas en el Registro de Proveedores del Estado; el número de personas o entidades que
se invitará no debe ser menor de seis; las invitaciones de referencia deben efectuarse en forma
rotativa dentro de las firmas inscriptas en el Registro de Proveedores del Estado.

[Escribir texto] Página 44


El mecanismo o curso de la licitación pública se traduce en diversos momentos o etapas
que constituyen el procedimiento de la misma. Precisamente, este procedimiento -con sus
etapas o momentos- define substancialmente la naturaleza jurídica de la licitación pública.
Ellos son

a) Pliego de condiciones: Se ha dicho que el pliego de condiciones de un contrato


administrativo es el conjunto de documentos escritos que determinan las condiciones del
contrato. Estimo que esta última es la noción aceptable, pues comprende no sólo los
pliegos particulares de un determinado contrato o de todos los de la índole de éste, sino
que abarca todos los documentos que constituyen los pliegos generales, en cuanto éstos tengan
vigencia en el caso concreto

b) El llamado a licitación: Es una comunicación o manifiesto dirigido al público, que contiene


las indicaciones principales acerca del objeto y modalidades del contrato; debe
redactársele en forma clara y precisa para que los interesados puedan resolver acerca de
la conveniencia de presentarse o no a la licitación.

c) Presentación de propuestas u ofertas: Pueden presentar ofertas, es decir puede actual como
proponentes, oferentes o licitadores, las personas o entidades inscriptas en lorespectivos
registros, o las que, sin estar inscriptas, sean de notoria solvencia o la índole de
lanegociación justifique la exención de tal requisito. Las ofertas o propuestas que se
formulen deben estar de acuerdo con las bases de la contratación; vale decir, su contenido debe
ajustars al pliego de condiciones.

d) Apertura de los sobres que contienen las ofertas o propuestas: En el lugar, día y hora
determinados en los avisos para celebrar el acto, se procederá a abrir los sobres que contienen
las propuestas. Estarán presentes los funcionarios designados por el organismo licitante y los
proponentes que desearen presenciarlo.

Vencido el plazo para la admisión de las propuestas se abrirán los sobres que contienen las
propuestas; éstas se leerán en alta voz por el actuario ante los funcionarios y personas que
presencien el acto. Terminada dicha lectura, del resultado obtenido se procederá a labrar acta,
que deberá ser absolutamente objetiva. El acta será firmada por los funcionarios
intervinientes y por los proponentes que, deseándolo hacer, estuvieren presentes en el
momento de redacción del acta.

C. Contratación directa: Teóricamente es la que la Administración Pública realiza con una


firma, entidad o persona determinada, tratando de llegar con ella a un acuerdo conveniente, en
trato directo, con exclusión de puja o concurrencia.

[Escribir texto] Página 45


D. Remate público: Otro medio de que el Estado suele valerse para realizar sus
contrataciones es el remate público, figura ésta que, si bien tiene vigencia en derecho público
(administrativo, en la especie), tuvo más desarrollo en el derecho privado, especialmente
comercial, cuyo Código la contempla.

El remate -lato sensu- consiste en la venta de bienes, en público, al mejor postor. En ese acto no
hay selección de concurrentes: concurre quien desee hacerlo; lo contrario acaece en materia de
licitación, siendo ésta una de las fundamentales diferencias entre remate y licitación. La
Administración Pública puede intervenir en un remate público vendiendo bienes suyos, o
comprando bienes

E. Concurso-Estímulo: Diferencias Es la oposición que se realiza para determinar la mayor


capacidad técnica, científica, cultural o artística entre dos o más personas. Es un concepto
específico que rige en el ámbito jurídico. Es un medio de selección de la persona más
autorizada para el cumplimiento de una tarea, y tiene en cuenta preferentemente las condiciones
personales del candidato. El Estado, en cumplimiento de su alta misión de fomentar las ciencias,
las artes, las letras, etc., elevando así la cultura general del país, suele instituir concursos para el
otorgamiento de premios o distinciones que se entregarán a los científicos, artistas, cultores
de las letras, etc., cuyos trabajos hayan merecido la preferencia de las respectivas
comisiones asesoras.

F. Selección por iniciativa privada: No se trata en definitiva de un procedimiento


administrativo de selección del contratista de la Administración, sino un sistema de preferencia
a favor del autor de la iniciativa. Se trata del derecho a participar en una puja final por
vía de oportunidad de mejora de precio, cuando el autor de la iniciativa no ganó la
licitación. No constituye un procedimiento de selección, sino un privilegio a quien ideó
y generó un determinado proyecto de obra o servicio público, etc.

Derechos y obligaciones de las partes

El contrato administrativo se ve tipificado por caracteres diferenciados respectos del contrato


del derecho privado. Esas notas especiales hacen que en la ejecución y cumplimiento de los
contratos públicos se encuentren algunos elementos específicos que son consecuencia
necesaria de la naturaleza que les es propia:

Las prerrogativas, derechos y obligaciones de la Administración:

1) Las prerrogativas de la Administración:

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a) Continuidad: La posibilidad de exigir al contratista la ejecución continuada
delcontrato bajo toda circunstancia sin que se pueda ver interrumpido bajo ninguna causa.

b) “Ius variandi”: Es la facultad de introducir cambios en forma unilateral en


lasprestaciones de su cocontratante particular.

c) Dirección y control: Esta prerrogativa de la Administración se entiende incluidaen todo


contrato administrativo, aunque no se estipule en forma expresa, y deriva también de la
superioridad del fin público y de a subordinación jurídica del cocontratante particular.

d) Sanción, 1) Sanciones pecuniarias; 2) Sanciones

e) Rescisión

f) Interpretación unilateral del contrato: Cuestionada por algunos autores, consiste como la
facultad de interpretar los textos contractuales frente a un conflicto de intereses con
elcontratista particular y, sobre la base de ese análisis unilateral, continuar
inmediatamente la ejecución del contrato.

2) Los derechos y obligaciones de la Administración: En todo contrato la


Administración comitente tiene el derecho a exigir la debida ejecución de la prestación por parte
del contratista y que ese cumplimiento se produzca en el término pactado. En virtud de
la presencia de un fin de interés colectivo, la debida ejecución será doblemente exigida al
particular atendiendo a su carácter de cocontratante y de colaborador de la Administración
Pública en la gestión de los servicios públicos.

3) La “exceptio non adimpleti contractus”: El art. 1201 C.C. establece que en los contratos
bilaterales una de las partes no podrá exigir el cumplimiento a la otra si no probase haberlo
ella cumplido u ofreciese cumplirlo o que su obligación es a plazo.

4) La fuerza mayor: (Ver: 8.1.6-Ejecución del contrato administrativo.)

1) Los derechos y obligaciones del cocontratante particular: El contratante particular


tiene derecho fundamentalmente a que la Administración cumpla con sus obligaciones y, muy
especialmente, a percibir el precio. Tiene entre estos primeros derechos, el de
colaboración por parte de la Administración a los efectos de poder cumplir con el contrato
(por ejemplo: que le entregue el terreno para la construcción de las obras públicas).

a) Derecho al precio: El cocontratante tiene derecho al pago del precio de su prestación.

[Escribir texto] Página 47


b) Derecho a la intangibilidad de la remuneración: El derecho del contratista es a un precio
íntegro, a un precio que verdaderamente remunere su prestación guardando una relación
de equilibrio.

c) Derecho al equilibrio económico-financiero: Es el derecho a la llamada equivalencia


comercial. c.1. Compensación por el ejercicio del “ius variandi”: Es el derecho que tiene el
contratista a que la Administración le compense integralmente las consecuencias
económicas originadas en la variación introducida en el objeto o en la modalidad de
cumplimiento del contrato oportunamente suscrito bajo otras condiciones; c.2. El “hecho del
príncipe” y “hecho de la administración.

Ejecución del contrato administrativo

.Los supuestos, en lo que se refiere al cocontratante de la Administración Pública, están dados


ya sea por el incumplimiento (inejecución) del contrato -total o parcial, definitivo o
provisional- o por el retardo en el cumplimiento del mismo. En tales supuestos el
incumplimiento no apareja responsabilidad alguna.

Los casos de exención de esa responsabilidad son dos: fuerza mayor y el hecho de la
Administración Pública.

1) Fuerza mayor: En derecho, con referencia a ciertos acontecimientos que eximen de


responsabilidad, y que son ajenos a las personas obligadas y a la voluntad de éstas, se habla
de fuerza mayor y de caso fortuito. Si bien hay legislaciones y autores que distinguen
entre caso fortuito y fuerza mayor, en el derecho argentino ambas expresiones son
equivalentes

. A los efectos de liberar de responsabilidad al obligado, el referido acontecimiento debe


reunir ciertos caracteres. Debe ser:

a) exterior (ajeno a la persona obligada y a la voluntad de ésta);

b) imprevisible (es decir que no pudo razonablemente ser considerado por el contratante
en el momento de celebrar el contrato). Algunos expositores dicen que el suceso en cuestión
debe ser extraordinario, presentándose como anormal;

c) inevitable (irresistible, según algunos, o insuperable) por el contratante. Tal es la noción de


fuerza mayor en derecho privado. En derecho administrativo tiene los mismos elementos
que en aquél, aunque alguno de esos elementos ofrece características particulares en derecho
administrativo. A la inversa, las partes contratantes pueden convenir que no rijan las
causas de exención previstas por la ley, y se imponga al obligado una responsabilidad más

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amplia por la falta de cumplimiento o ejecución. Se ha dicho que el orden público no aparece
comprometido a raíz de esa cláusula, la que entonces resulta amparada por el principio de
libertad contractual.

Las partes contratantes no sólo pueden limitar o ampliar su responsabilidad o


irresponsabilidad frente a la fuerza mayor, sino que pueden convenir lo que, en lo atinente a sus
relaciones contractuales, ha de entenderse por fuerza mayor. En tal supuesto, las cuestiones que
se susciten deben resolverse aplicando las disposiciones convenidas por las partes. Tal como
mencioné, uno de los caracteres que el respectivo hecho o acontecimiento debe reunir para
considerársele como fuerza mayor, consiste en que sea inevitable (irresistible) por el
contratante. Es con relación a este aspecto que la fuerza mayor ofrece una característica
derecho privado. Habrá o puede haber fuerza mayor cuando un acontecimiento exterior
e imprevisible trastorne o altere de una manera definitiva el equilibrio del contrato
administrativo; pero sin que sea necesario que dicho acontecimiento torne absolutamente
imposible la ejecución del contrato. Lo insuperable queda reemplazado por lo definitivo.

Los hechos o acontecimientos que pueden determinar la fuerza mayor tienen orígenes
diferentes: pueden ser hechos de la naturaleza o responder a una acción humana; de ahí la
clasificación de ellos en hechos naturales y en hechos del hombre.

. a) Hechos naturales: Comprenden numerosas especies posibles: las inundaciones, la sequía,


las lluvias, la neblina, el viento, los temporales, tempestades y tormentas de mar, los
terremotos o temblores de tierra; los aludes o deshielos, las temperaturas extremas (frío y calor),
las epidemias y pestes (enfermedades), las plagas agrícolas, la muerte.

b) Hechos del hombre, por oposición a los hechos naturales, pueden también constituir casos
de fuerza mayor en las relaciones contractuales cuando reúnan determinados caracteres:
han de ser extraños a la persona y voluntad de las partes contratantes, es decir deben ser
hechos exteriores; deben ser imprevisibles, o sea que no podían razonablemente ser
considerados por el contratante en el momento de celebrar el contrato (suceso
extraordinario y anormal); han de ser inevitables (irresistibles o insuperables) por el
contratante. Concurriendo esos requisitos, el hecho del hombre puede constituir un caso de
fuerza mayor, con todas sus consecuencias jurídicas. Entre tales hechos corresponde
mencionar los siguientes: a) Guerra, b) Revolución, c) Hecho de tercero, d) Actos del
soberano (fait du prince, el “hecho del príncipe”), e) Órdenes o decisiones judiciales, f)
Huelga, g) Lock-out (paro patronal)

La fuerza mayor produce dos tipos de efectos: definitivos y provisionales, que algunos
tratadistas llaman resolutorios y dilatorios, respectivamente. El efecto definitivo se concreta en

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la rescisión del contrato. Tiene lugar cuando la imposibilidad de cumplirlo es insuperable
para el contratante que invoca esa circunstancia. El efecto provisional o transitorio
consiste en la paralización o suspensión de la ejecución o cumplimiento del contrato.
Tiene lugar cuando el obstáculo constitutivo de la fuerza mayor es transitorio: desaparecido
dicho obstáculo, renace la obligación de ejecutar o cumplir el contrato.

2) El “hecho del príncipe” y “hecho de la Administración Pública”: El “hecho del


príncipe” surge toda vez que la misma Administración contratante, o alguna de sus
dependencias o partícipes de la misma jurisdicción, afectan al contrato en perjuicio del
contratista, mediante resoluciones de tipo general. Esa afectación al contrato debe ser
imprevista, no anunciada o razonablemente imprevisible.

El “hecho de la Administración” es –en pocas palabras- el mero incumplimiento por parte de


la comitente de sus obligaciones contractuales. Este es susceptible de excusar la inejecución
del contrato por el cocontratante -o la ejecución fuera de término-, en condiciones análogas a
la de la fuerza mayor. Por hecho de la Administración entiéndese todo comportamiento o
toda conducta de ésta que den por resultado la imposibilidad, para elcocontratante, de
cumplir el contrato. Ejemplo típico de esto son los retardos en los pagos en que incurra la
Administración Pública, en tanto tales retardos reúnan ciertas características. Los retardos
en los pagos por parte de la Administración Pública pueden, entonces, justificar la
inejecución de las obligaciones del cocontratante. Por tanto, la fuerza mayor y el hecho de
la Administración, en cuanto éste sea asimilable a aquélla, producen o pueden producir dos
efectos distintos:

a) Autorizar al cocontratante a pedir la rescisión del contrato. Se trataría de un efecto definitivo.

b) Autorizar al cocontratante a suspender o paralizar la ejecución o cumplimiento del contrato.

. Régimen sancionatorio: Rescisión de contrato

Al derecho de control que tiene la Administración Pública corresponde, como lógica


consecuencia, un derecho de sanción: no basta darle a la Administración el medio de comprobar
las faltas de su cocontratante; es indispensable darle los medios de reprimir esas faltas, y esto se
logra mediante las distintas sanciones admitidas por la ciencia jurídica. De modo que
los incumplimientos del cocontratante a sus diversas obligaciones dan lugar a la
aplicación de sanciones.

Dichas sanciones tienden, principalmente, a obtener la ejecución efectiva del contrato.


Sólo en los casos de obvia gravedad la sanción debe o puede consistir en la extinción del
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contrato. El poder de aplicar sanciones existe como principio. La posibilidad de su aplicación
constituye una facultad implícita correspondiente a la Administración Pública. El poder
de aplicarlas implica o representa una de las tantas cláusulas exorbitantes virtuales del
derecho privado inherentes a los contratos administrativos.

No obstante, las estipulaciones contractuales suelen prever y especificar las sanciones que
la Administración Pública podrá aplicarle a su cocontratante cuando éste incurra en faltas;
pero aun entonces las sanciones mencionadas en el contrato carecen de carácter limitativo
o exclusivo: aparte de ellas, la Administración Pública puede aplicar otras sanciones
requeridas por la índole de la falta cometida.

Las principales sanciones corresponden a las tres categorías siguientes:

1) Sanciones pecuniarias:

A) Cláusula penal: las partes pueden prever y fijar ab initio el monto de los daños y perjuicios
que representará el incumplimiento. Producido éste, y constituido en mora el
cocontratante, se aplica dicha cláusula.

B) Multas: Además de la cláusula penal, en un contrato administrativo puede establecerse


el derecho de la Administración Pública a aplicar una multa o multas al cocontratante a
raíz de incumplimientos en que éste incurra.

C) Daños y Perjuicios: Éstos no son otra cosa que una obvia consecuencia de la
responsabilidad contractual en que habría incurrido el cocontratante.

2) Medidas coercitivas provisionales:el objeto de ellas varía según el contrato que las
requiera.

3) Medidas represivas definitivas: caducidad, rescisión unilateral.

Otra prerrogativa de la Administración Pública es la de rescindir el contrato


administrativo. Desde luego, se trata de la rescisión unilateral, dispuesta por ella, no de
la rescisión bilateral dispuesta por acuerdo entre la Administración Pública y el cocontratante.
Se trata, en suma, de la rescisión que puede decretar la Administración en ejercicio de
sus prerrogativas públicas, pues esa potestad constituye una cláusula exorbitante implícita
de derecho privado. El poder de la Administración Pública para rescindir el contrato
administrativo presenta dos modalidades:

a) cuando dicho poder no está expresamente previsto en el contrato

[Escribir texto] Página 51


b) cuando dicho poder está previsto en el contrato. En ambos supuestos la rescisión implicará
una sanción por culpa o falta cometida por el cocontratante en el cumplimiento de sus
obligaciones. La rescisión que disponga la Administración Pública es ejecutoria, no produce
cosa juzgada, por cuanto puede ser impugnada por el cocontratante ante el Poder
Judicial. La determinación de si el incumplimiento u omisión afecta o no a una condición
esencial del acuerdo contractual, constituye una cuestión de hecho que deberá ser resuelta en
cada caso concreto.

Contratos administrativos en particular

Corresponde indicar ahora cuáles son los contratos administrativos más frecuentes. En
primer lugar, existen contratos administrativos por razón misma de su objeto. Se trata de
contratos en los que necesariamente deben ser parte en su celebración la Administración
Pública. Los particulares o administrados no pueden formalizarlos entre sí, por cuanto la
materia no pertenece a su esfera jurídica. En segundo lugar, hay contratos que sin ser
administrativos por razón de su objeto, lo son a raíz de que contienen cláusulas exorbitantes del
derecho privado, y tales cláusulas están expresamente incluidas en el contrato.

Entre los del primer grupo (contratos que son administrativos por razón de su objeto) pueden
mencionarse:

a) La concesión de servicios públicos,

b) La construcción de obras públicas,

c) La concesión de obras públicas,

d) La concesión de uso de bienes del dominio público,

e) La relación de función o empleo público,

f) De suministro,

g) De transporte,

h) De empréstito público (deuda pública),

i) De locación de servicios,

j) El mandato

k) La fianza

[Escribir texto] Página 52


l) El depósito

Los contratos administrativos del segundo grupo (o sea los que son administrativos por
contener expresamente cláusulas exorbitantes del derecho común) pueden responder a
tantas especies como cláusulas exorbitantes de la categoría mencionada sean concebibles
jurídicamente. En estos casos, para determinar si el contrato es o no administrativo,
propiamente dicho, debe aclararse previamente si la supuesta cláusula exorbitante de que
se trate es realmente tal, sea por su carácter inusual en el derecho privado, o porque, incluida
en un contrato de derecho privado, ella sería ilícita.

Contrato de obra pública y de concesión de obra pública: concepto y diferencia,


sistemas de contratación y certificación de obras

El contrato de obra pública es aquel destinado a la obtención de una obra pública, ya sea esta el
resultado de un proceso de fabricación, instalación, montaje, construcción o elaboración física o
intelectual, solventado directa o indirectamente con fondos públicos o afectados a la disposición
de un ente público, destinada a servir directa o indirectamente a un cometido público y cuya
ejecución es de competencia de un ente público.

El contrato de concesión de obra pública es aquel celebrado entre el Estado y un tercero, donde
éste se obliga a realizar una obra (trabajo público), cuyo pago no le será efectuado
directamente por el Estado, sino por ciertos administrados.

La diferencia con el primero radica principalmente en que en este supuesto la obra será
construida por el concesionario a su costo y a su riesgo, y la Administración le otorga el
privilegio de explotarla durante el lapso necesario para amortizar el capital y obtener intereses
de él, es decir, para cubrir las cargas del capital y poder cubrir también los gastos de
explotación (v.gr., los derivados de la conservación de la obra puesta a cargo del
concesionario, de los gastos de personal indispensable para atender la explotación y la
conservación de algunos locales en los cuales se hace efectivo el importe que percibe el
concesionario por el uso de la obra, etc.)

La forma de pago del precio es uno de los elementos característicos del contrato de obra
pública, que permite diferenciarlo del contrato de concesión de obra pública. En el primero es
pagado por la Administración, y en el segundo por los usuarios mediante el pago de peaje, por
ejemplo, o de la contribución de mejoras. En cuanto a los sistemas de contratación, podemos
relacionar algunos.

En el sistema denominado “por unidad de medida”, o también definido “por precio


unitario” se encuentra claramente definido cuál es el precio de cada parte separable de

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la prestación a realizar. Por ejemplo, kilómetros de ruta o autopista. Por ajuste alzado, consiste
en la fijación de un precio global previo e invariable para toda la prestación. La
doctrina y la jurisprudencia han señalado la existencia de una forma de “ajuste alzado
relativo” que permite ciertos ajustes de precio durante la ejecución del contrato, cuando se
deba a variaciones del monto de obra ejecutada en función de su comparación con lo
oportunamente presupuestado. El sistema de coste y costas, consiste en el pago por la
Administración en forma diferenciada del coste que sn los materiales y mano de obra
utilizados en la ejecución de los trabajos, y de las costas o beneficio del contratista. Este
beneficio suele pactarse en un porcentaje del monto total del coste. Tanto la ley como la
doctrina y jurisprudencia han admitido la posibilidad de implementar otros sistemas que,
generalmente, consisten en combinaciones de los ya detallados.

Ello se debe a que no existen razones de orden público que lo impidan. Los certificados de
obra pública: Son actos administrativos que, revistiendo forma de instrumento público, prueba
la existencia de un crédito parcial o definitivo, a favor del contratista de obra pública. Es un
instrumento que acredita el monto de la obra cuya existencia la Administración ha
verificado y mensurado y determinado el quantum del crédito a favor del empresario. El
certificado no es un medio de pago, sino que certifica la cantidad de obra realizada y no
implica conformidad de la Administración con lo realizado. Existen distintas clases de
certificados de obra pública según sea el motivo de tal constancia. Así, podemos contar con el
de acopio (cuando se certifica la compra de materiales para el inicio de las obras), de avance
de obra (cuando se certifica el porcentaje de obra ejecutado en el período –normalmente-
mensual), de mayores costos o de variación de costos (cuando se deja constancia de los
incrementos de precio ocurridos en el período correspondiente), de anticipo financiero
(cuando se certifica un monto que se entrega al contratista para financiar el comienzo de los
trabajos); o también según cual sea su carácter: provisorio (todos los certificados
extendidos durante la ejecución de los trabajos) y final (el que se emite cuando se cierran las
cuentas al terminar el contrato).

Contrato de suministro

El contrato de suministro es aquel por el cual una de las partes asume frente a la otra la
obligación de cumplir prestaciones periódicas y continuadas durante un término determinado
o indeterminado en la medida que lo solicite y por un precio fijado o a fijarse.

Existe contrato de suministro cuando la prestación a cargo del cocontratante se relacione


o vincule, directa e inmediatamente, a las funciones esenciales o específicas del Estado,
a los fines públicos propios de éste. Así, por ejemplo, serían administrativos los
siguientes contratos de suministro: 1º, cuando el cocontratante se obliga a proveer el

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combustible necesario para las aeronaves afectadas al servicio público estatal de transporte; 2º,
cuando la prestación del cocontratante consista en proveer elementos alimenticios (carne, pan,
legumbres, etc.) para el personal integrante de un regimiento.

Contrato de servicio público y de concesión de servicio público

Servicio público es aquella actividad administrativa desarrollada por entidades estatales o


por su delegación, que tiene por finalidad satisfacer necesidades individuales de
importancia colectiva, mediante prestaciones materiales en especie, periódicas y
sistemáticas, que constituyen el objeto esencial de una concreta relación jurídica con el
administrado, y asegurada por normas y principio que tienden a dar prerrogativas de derecho
público a quien la cumple para permitirle la mejor satisfacción de las necesidades colectivas.

La prestación del servicio público constituye el objeto esencial de una concreta relación
jurídica con el usuario.

Los servicios públicos se clasifican atendiendo a distintos criterios, distinguiéndolos según


las particularidades que pueden ofrecer, por ejemplo:

1) por la titularidad del servicio (se puede hacer una primera clasificación entre los servicios
públicos a cargo del Estado-Nación y los servicios o prestaciones a cargo de entidades locales.
Tendríamos, entonces, los servicios nacionales, provinciales y municipales);

2) por la necesidad de su prestación (serán obligatorios si así lo preceptúa nuestra


legislación o voluntarios en caso de razones de conveniencia, necesidad y oportunidad);

3) por el carácter de su prestación se los divide en esenciales y no esenciales;

4) por la forma de su ejercicio podrán ser concurrentes (cuando las prestaciones


administrativas pueden efectuarse en régimen de concurrencia con los particulares), y
exclusivos (sólo el Estado los puede tener a su cargo);

5) por razón de su utilización, ya sea necesario (los usuarios se ven forzosamente obligados
a utilizarlos por así imponerlo el interés general, por ejemplo el servicio de educación
primaria) y facultativa (aquellos que pueden o no ser utilizados por el público, por ejemplo:
transporte público de pasajeros);

6) por el carácter de la necesidad podrán ser permanente, accidental o intermitente;

7) por la determinación de quienes son los posibles beneficiarios los servicios podrán
ser “uti universi” (tienen como destinatario a la población en general) o “uti singuli”
(destinados a determinados individuos);
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8) por el sujeto que presta el servicio podrán ser propios (son los prestados por el Estado
en forma directa o indirectamente por intermedio de concesionarios) y los impropios o
virtuales (prestados por privados pero bajo el control y regulación de la Administración);

9) por la naturaleza del servicio podrán ser administrativos, industriales y comerciales,


empresas nacionalizadas y servicios públicos de naturaleza corporativa.

El contrato de concesión de servicios públicos es aquel en virtud del cual un ente estatal
encomienda o delega a una persona, temporalmente, la ejecución de un servicio público,
otorgándole el ejercicio de cierta potestad pública para asegurar sufuncionamiento,
efectuándose la explotación a costa y riesgo del concesionario, bajo la vigilancia y control
del ente estatal concedente.

Contrato de empréstito

El contrato de empréstito es aquella operación financiera mediante la cual el Estado


recurre al mercado interno o externo en demanda de fondos (colocación de deuda pública), con
la promesa de reembolsar el capital en diferentes formas, plazos, tipos de cambio e interés.

La finalidad es la de hacerse de recursos para el financiamiento de gastos extraordinarios


del Estado. Por ello el art. 4 de la C.N., los limita a casos de “urgencias de la Nación o
empresas de utilidad nacional”, eliminando así la posibilidad de que sean contraídos para
gastos corrientes de la Administración.

DINÁMICA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

El Estado en la Economía - Modelos económicos

Se pueden mencionar los grandes rasgos de diferentes modelos:

A) ECONOMÍA DE MERCADO

Se caracteriza porque los sujetos particulares de la sociedad deciden libremente, según


su criterio y por su propia iniciativa cuales van a ser sus actividades en el campo de la
producción de bienes y servicios, y como las van a desarrollar, personalmente, de
manera asociativa o empresarial. El Estado se reserva la tarea de dictar las normas
necesarias para proteger la propiedad, y brindar seguridad y orden a la actividad del mercado.
Presupone que el mercado alcanza de manera autónoma un equilibrio social espontáneo,
absorbiendo sus propias fallas.

B) ECONOMÍA SOCIAL DE MERCADO

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Este modelo se asemeja al anterior por cuanto los particulares siguen siendo los actores de la
actividad económica. El estado continúa excluido de la misma, pero aumenta su regulación, que
ya no se refiere sólo a la seguridad del proceso económico, sino que se extiende para tratar de
la sociedad alcance un equilibrio social, corrigiendo las fallas del mercado

C) EC0NOMÍA PLANIFICADA O MIXTA

El Estado aquí planifica la actividad económica de la sociedad, a través de Planes, de


cumplimiento obligatorio para el sector público y facultativo para el sector privado. En el
proceso económico intervienen tanto los particulares y como el Estado, quien se dedica
activamente a la producción de bienes y servicios.

D) ECONOMÍA DIRIGISTA

El Estado para a ser el único sujeto económico, que elabora un plan de cumplimiento
obligatorio para todos, sin que nadie pueda efectuar algo no contemplado en el plan. Se invierte
el principio de que la capacidad de los individuos y la competencia de los órganos públicos son
la regla en el derecho privado y público, respectivamente. El único sujeto que planifica y
desarrolla procesos económicos es el Estado, y la única libertad de los individuos es
obedecer lo que el Estado ordena.

El modelo económico de la Constitución Nacional

Si bien nuestra Constitución Nacional no adopta formal y expresamente por ninguno de los
modelos expresados de su articulado surgen numerosas pautas que la identifican, :

-Preámbulo: habla de promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la


libertad.

-Art. 4: sostiene que el Tesoro Nacional se forma por tributos que deben imponerse de
manera equitativa y proporcional a la sociedad, y que los créditos pueden ser para urgencias de
la Nación o empresas de utilidad nacional.

-Art. 9 a 11: consagra la libre circulación de productos en todo el territorio.

-Art. 14 y 14 bis: reconoce el derecho a ejercer industria, navegar, comerciar; circular por el
territorio argentino; publicar las ideas por la prensa sin censura previa; usar y disponer de su
propiedad; asociarse, enseñar y aprender, a la vez que protege los derechos del trabajador y la
familia.

Artículo 42: Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho en la


relación de consumo a la libertad de elección, a que las autoridades provean a la defensa de la
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competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los
monopolios naturales y legales, y a la calidad y eficiencia de los servicios públicos.

-Art. 17: consagra la inviolabilidad de la propiedad.

-Art. 75 inc. 1, 6, 12, 18 y 19: impone como atribución del Congreso establecer y
reglamentar un banco federal con facultad de emitir moneda, así como otros bancos nacionales,
legislar en materia aduanera, dictar los códigos de fondo, proveer lo conducente a la prosperidad
del país, al adelanto y bienestar de todas las provincias, al progreso de la ilustración, la
industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización,
el desarrollo humano, el progreso económico con justicia social, la productividad de la
economía nacional, la generación de empleo, la formación profesional de los trabajadores, la
defensa del valor de lamoneda, la investigación y desarrollo científico y tecnológico, su
difusión y aprovechamiento, promoviendo políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar
el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones.

En conclusión, nuestra constitución reconoce a la iniciativa privada, el derecho de


propiedad, el derecho a circular, trabajar, ejercer industrias, publicar las ideas y enseñar;
prohíbe la confiscación de bienes, y regula la expropiación; coloca en cabeza del estado
promover el crecimiento con equidad y justicia social, todo lo cual, son aspectos propios del
modelo de una economía social de mercado.

La intervención administrativa: límites, técnicas jurídicas, privilegios y estímulos.

De los artículos de la Constitución mencionados que se relacionan con la actividad


económica, surge que para el Estado rige el principio de subsidiariedad, según el cual,
toda organización social superior (en cuya cúspide está el Estado), no debe hacer aquello que
puede hacer una inferior, por lo cual, queda reservado para el campo de actuación de
las primeras, aquello que las segundas no pueden o no quieren hacer.

De este principio se desprenden dos límites, uno negativo y otro positivo para el Estado:

-límite negativo: el Estado no puede realizar aquellas actividades que pueden llevar a

cabo los particulares;

-límite positivo: El Estado puede intervenir cuando los particulares no lo hacen, porque no
pueden o no les interesa, para salvaguardar el bien común, corrigiendo -entre otras actividades-
las fallas del mercado.

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Técnicas jurídicas: caracteres y clases

Teniendo en cuenta que las necesidades y requerimientos del bien común son múltiples,
variables, y transitorias, las técnicas de intervención estatales tendrán los mismos
caracteres, además de ser siempre residuales -tendrán lugar ante la falta o insuficiencia
de actividad por parte de los particulares-, por el principio de subsidiariedad arriba explicado,
y legales, no sólo por el principio de la competencia –siempre excepcional- sino también
porque toda restricción de la libertad debe tener sustento y fundamento en ley del Congreso.

La actividad de intervención puede ser de diversas clases: fomento, poder de policía,


servicio público, actividades privadas de interés público, y servicios sociales.

Las actividades de fomento tienden a incentivar, persuadir y estimular la actividad


particular, tratando de convencer de que se realice cuando se la considera insuficiente, para
lo cual se amplían los derechos de los particulares, sin recurrir a la coacción ni a la realización
de actividades públicas de prestación. Es una forma mediata e indirecta de intervención.

El poder de policía, y la policía propiamente dicha intervienen directamente en las


actividades económicas, al restringir los derechos subjetivos que se relacionen con las
mismas.

El servicio público también es una intervención directa, pues el Estado asume la


titularidad de una actividad, sustituyendo total o parcialmente a los particulares, según que la
prestación sea directa o indirecta por parte del Estado, y según que suponga o no la
existencia de un monopolio.

En otros supuestos, el Estado interviene en actividades propias de los particulares, por razones
de interés público, sin sustituirlos, sino compartiendo la actividad que se rige por el
derecho privado, pues no llega a reunir los caracteres propios del servicio público. Ejemplo
típico es la actividad bancaria.

Los servicios sociales son actividades de asistencia, realizadas por el Estado con fin
humanitario, más que económico, que confluye con actividades de igual finalidad que realizan
los particulares. La actividad de estos últimos se va a regir por el derecho privado, en tanto que
la del Estado por el derecho público, por ser el normal ejercicio de la función administrativa, en
ámbitos como el de la salud, educación y asistencia social.

Formas jurídicas de la intervención administrativa.

Las formas jurídicas que asume la intervención estatal son variadas y pueden distinguirse en
organizativas y autoritativas. Las primeras son las que utiliza el Estado en todas

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aquellas clases de intervención que implican de su parte actividades de prestación directa
(servicio público, actividades privadas de interés público y servicios sociales).

Las segundas se utilizan tanto en las actividades de intervención directas como indirectas. La
particularidad consiste en que no consisten en una prestación del estado, sino en actos porlos
cuales el Estado amplía el campo de facultades de los particulares. Estos actos son variados, y
sus alcances varían en cada jurisdicción, aún cuando se utilicen los mismos nombres. Haremos
por tanto una sistematización de ellos, siguiendo el criterio expuesto por los

-autorización: acto por el cual se permite a un particular efectuar una actividad, que no está
prohibida, sino que su inicio está condicionado al previo control del cumplimiento de
determinados requisitos, agotándose la potestad administrativa en el acto de autorización.
Ej.: autorización para iniciar una construcción edilicia.

-habilitación: resume los caracteres de la autorización, pero a ellos se añade que las
facultades del Estado no se agotan en la emisión del acto, sino que perdura en el
tiempo el control estatal y la verificación de que se están cumpliendo los requisitos propios de
la actividad. Ej.: ordenanzas que regulan la habilitación de ascensores, como es en Córdoba la
Ordenanza 10.950, que establece las pruebas periódicas y controles estatales que deben
efectuarse sobre la instalación mecánica.

-permiso: acto por el cual el Estado concede a un particular el derecho de efectuar una actividad
que en general está prohibida para los particulares, sea que levanta la autorización, sea que le
transfiere potestades propias del Estado. Es esencialmente precario, por lo cual, puede ser
retirado sin que corresponda indemnizar al particular, siempre que el retiro sea razonable y no
arbitrario.

-licencia: usualmente utilizado en el ámbito de las telecomunicaciones, sus contornos son


indefinidos.

-concesión: es una técnica de transferencia temporal del ejercicio de potestades públicas del
Estado a un particular, que se instrumenta a través de un acuerdo voluntario entre ellos, en el
cual se regulan los derechos y obligaciones recíprocos, para la prestación de un servicio
público, o para la realización y explotación de una obra pública.

Privilegios y estímulos

En la Constitución encontramos las cláusulas llamadas del progreso y del nuevo progreso, en
los incisos 18 y 19 de la C.N. Así, el principio establecido en el Preámbulo, de promover el
bienestar general, puede ser ejecutado por el Estado a través de la concesión de privilegios que
permitan promover la prosperidad en todos los aspectos. Los privilegios del inc. 18 son
[Escribir texto] Página 60
ejemplificativos, y pueden ser otorgados otros diferentes según las exigencias de las
necesidades públicas. Los privilegios son derechos que se conceden a particulares que no
gozanla generalidad sino sólo aquellos que se hacen cargo de un emprendimiento, por lo cual,
deben concederse sólo cuando un interés público los exige y deben interpretarse
restrictivamente, pues son una excepción al principio de igualdad del art. 16 de la C.N. Por
esas razones, deben ser ordenados por ley y por tiempo determinado.

Ejemplos de privilegios son:

-Monopolio: el Estado concede a alguien la facultad de ejecutar una actividad económica con
exclusividad y sin concurrencia. Los monopolios son naturales y legales. Los primeros son
impuestos por la realidad, y el Estado tiende a que se haga un desarrollo racional de la actividad
,en beneficio de todos. Los legales son aquellos que impone la ley.

-Exclusividad: El Estado concede a alguien la facultad de ejecutar una actividad

económica de explotación con exclusividad y sin concurrencia, sin prohibir que otros
particulares ejerzan actividad de igual naturaleza, no con intención de explotarla, sino en
beneficio propio. Ej.:transporte público de pasajeros.

-Exenciones impositivas: se exime a alguien del pago de ciertos tributos impuestos a


quien desarrolla una actividad.

-Subvenciones: son ventajas económicas que concede el Estado a un particular. Pueden ser
directas o indirectas, según que el estado pague o no el aporte económico; previas o
posteriores a la actividad, en beneficio de una persona o de una actividad, en dinero o
en especie, generales o zonales, y concretadas mediante acto o contrato administrativo.

Regulación y desregulación

nuestro país RIGE el principio de la autonomía de la voluntad, que supone la igualdad de las
partes en toda contratación, y por tanto, el respecto irrestricto a la palabra dada. Sin embargo,
con el crecimiento de la industria y el comercio, y particularmente, la irrupción de las
crisis generadas por la primera y segunda guerra mundial, más la crisis de 1930, se percibió
como el sector económico más poderoso, podía imponer condiciones en la contratación a
la parte más débil, con lo cual, se rompía la igualdad original de la contratación.

Ello produjo que interviniera el Estado, de una forma cada vez más paulatina, regulando las
actividades para proteger la parte más débil y así restablecer la igualdad de las partes
contratantes. Así, se reguló el campo del derecho laboral -con jornadas de labor,
vacaciones, equipamiento permanente-, se reguló en materia de precios, fijando en muchos

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casos precios máximos, se dispuso prórroga de contratos de locación, tasas máximas de
interés, se crearon juntas reguladoras, que se convertían en únicos adquirentes de
determinados productos de exportación, se impuso obligación de contratar empleados a través
de determinado gremios, etc.

La regulación fue tal que se convirtió en excesiva, y tuvo como consecuencia, más allá del fin
de promover el interés general, que limitó la competencia, el riesgo, la libertad, y la eficiencia
en la actividad privada. Por ello, la ola reguladora tuvo como contrapartida, a partir de la
década del 80, la ola desreguladora, que consistió, no en eliminar la regulación efectuada, sino
limitarla, desregulando el exceso, a fin de que el Estado pueda asumir con vigor
aquellas actividades que le son esenciales, y los particulares puedan desarrollar libremente su
potencial creador.

La crisis y depresión actual de los años 2008/2009, demuestra como en el plano


internacional, ante la insuficiencia de la actividad privada para hacerle frente, el Estado vuelve
atomar la delantera para dar solución mediante la activa regulación de la actividad
privada, En aspectos que hacen al crédito, el interés, la exportación, el fomento, la baja de
impuestos, etc.

Servicio Público

Es la prestación que realiza la Administración (ya sea en forma directa o indirecta) con el fin de
satisfacer necesidades de interés general.

Ejemplos de servicios públicos: proveer de agua, luz, gas, teléfono o prestar servicios de
educación, salud, bomberos, taxis, etc.

¿Quién presta los servicios públicos?

El prestador de los servicios públicos, en principio, es el Estado en cualquiera de sus formas, ya


sea por los órganos de la administración central o de entidades descentralizadas, autárquicas o
empresas de Estado. También pueden prestar el servicio público los particulares o empresas
privadas (a través de licencias, concesiones, permisos, autorizaciones, privatizaciones, etc.) En
estos últimos casos, el Estado impondrá reglas para que el servicio público se preste
eficazmente y controlará su cumplimiento.

Clasificación de los servicios públicos

Facultativo: cuando el usuario decide si usa o no el servicio (ej. teléfono, agua, transporte) u
Obligatorio cuando el usuario debe tomar el servicio aunque no quiera porque es la forma para
que se resguarde el fin de interés público (ej.: alumbrado, barrido y limpieza es fundamental

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para lograr la salubridad e higiene públicas). Onerosos: son pagados directamente por el
usuario al usar el servicio público (ej.: transporte, agua, teléfono) o Gratuitos: estos servicios
los pagan indirectamente todos los habitantes con los impuestos, usen o no dichos servicios (ej.:
educación primario, policía, bomberos, etc.). No son abonados directamente por el usuario.
Singular: cuando el usuario del servicio está determinado (ej. Teléfono, transporte, gas) o
General: cuando el usuario no está determinado (ej.: bomberos, defensa y seguridad, etc.).

Carácter de los servicios públicos (CRUGO)

1. Continuidad del servicio: El servicio no puede interrumpirse ni paralizarse, debe


prestarse cada vez que la necesidad de la que se ocupa esté presente. Esta
continuidad puede ser absoluta cuando debe prestarse ininterrumpidamente como
los servicios domiciliarios de agua, luz, gas, etc. o relativa cuando no se preste
ininterrumpidamente sino en determinados momentos como los colegios que
funcionan en días y horas específicos.

2. Regularidad del servicio: La prestación debe hacerse correctamente y según los


reglamentos, en base a las normas predeterminadas vigente (ej. los horarios que
establece el Estado para que el particular al que le dio en concesión el servicio de
subtes, cumpla con su obligación).

3. Uniformidad o igualdad de la prestación: El servicio debe prestarse para todos los


habitantes de la misma manera, en iguales condiciones, sin discriminación ni
privilegios. Es válido que haya diferentes categorías de usuarios, lo cual no viola este
principio, siempre que dentro de cada categoría el trato sea igualitario. Ej. la factura
de teléfono es diferente si es área comercial o familiar o profesional, pero dentro de
cada una de ellas, el servicio se debe prestar para todos por igual, sin privilegios o
discriminación.

4. Generalidad del servicio: El servicio debe prestarse para todos aquellos que lo
exijan y no sólo para unos.

5. Obligatoriedad: El prestador del servicio tiene la obligación de prestarlo y el


usuario, en algunos casos, está obligado a usar el servicio (ej.: la escolaridad
primaria o el alumbrado, barrio y limpieza ya que tienden a fines como educación,
salubridad e higiene) y en otros no.

Para Dromi también están los caracteres de Eficacia y Calidad.

Creación y extinción

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A los particulares corresponde trabajar y desarrollar el comercio y la industria, por imperio
constitucional (art. 14 C.N.). Sin embargo, por el principio de subsidiariedad, cuando una
necesidad general no es satisfecha por la actividad privada, el Estado la asume,
sustrayéndosela a los particulares, que por desinterés, ineficiencia o imposibilidad no la han
llevado a cabo. Ello implica que el establecimiento de un servicio público constituye una
limitación de los derechos fundamentales, por lo cual, su organización y creación debe hacerse
por ley formal del Congreso, única habilitada, además, para disponer de los recursos
presupuestarios necesarios para afrontar los gastos que demande la prestación.

Por el principio de paralelismo de las formas, la extinción de un servicio público también


debe efectuarse por ley. Esta concepción se aparta de la noción que define la existencia del
servicio público por la naturaleza de la necesidad, y no requiere en consecuencia declaración
estatal que lo establezca.

Sistemas de prestación

El servicio público puede adoptar tres formas de prestación: directa, indirecta o mixta. En la
primera el Estado ejecuta directamente la prestación, a través de organismos
centralizados, desconcentrados, o descentralizados. En la segunda, el Estado mantiene la
titularidad del servicio, delega en particulares la prestación y las potestades necesarias para
ello, y se reserva las tareas de dirección, control, y fijación de tarifa. El prestador recibe
como contraprestación un pago que puede efectuarlo exclusivamente el Estado (canon),
exclusivamente los usuarios (tarifa), o ambos en forma combinada.

En la forma mixta, el servicio se presta tanto por el Estado como por un particular, cada uno
de manera independiente, por lo cual, la relación jurídica de los usuarios con el prestador
será de derecho público y privado, en el primer caso, y de derecho privado exclusivamente en el
segundo. Para otros, es mixto cuando el mismo servicio se presta en forma asociada por
el Estado y un particular.

Situación jurídica del usuario

El análisis de la situación jurídica del usuario varía según que el servicio público lo preste
directamente la Administración Pública, o indirectamente un particular. En el primer caso, la
relación será de derecho público, en todo lo que haga al régimen exorbitante del servicio
público, salvo las normas de derecho privado que puedan regular expresamente sectores
de la actividad (Ej.: requisitos del flete previstos en el Código de Comercio en un
servicio público de transporte).

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En el segundo caso, existen básicamente tres criterios en relación a la relación entre el
usuario y el prestador.

Para una primera tesis, la relación es de naturaleza privada y contractual, fundada en que son
dos particulares vinculados entre sí, presentándose el concesionario como un empresario
que vende su producto, y el usuario abona por ello un precio como contraprestación.

Para otra, la relación es de naturaleza pública, por tratarse de un servicio público,


revistiendo el particular prestador la sola condición de delegado de potestades públicas
que actúa en representación del Estado. En esta posición, se distinguen quienes ven a la
relación como meramente reglamentaria de los que consideran que es contractual.

Finalmente, quienes sostienen la tesis mixta, diferencian dos clases de relaciones entre usuario
y concesionario, unas de carácter reglamentario (que sería la primordial, y aluden, entre otros
derechos, al de exigir y recibir el servicio) y otras de carácter contractual, que regiría en los
aspectos no contemplados por la reglamentación.

Incide fundamentalmente en la situación jurídica del administrado la retribución del


servicio que se recibe. Esta retribución varía según los servicios sean universales –uti universi-,
o uti singuli. En los primeros la retribución se efectúa a través del sistema tributario general
(ej.: tasa de barrido, de alumbrado público, etc.). En los segundos, se puede dar la variante de
que el servicio sea gratuito –no genera para el usuario obligación de pagar por el servicio que
recibe- u oneroso. Si es oneroso, existen varias denominaciones para designar esa
retribución: precio, canon, peaje o tarifa, siendo muchas veces imprecisa o variable la
acepción dada a estos términos.

El canon suele ser la retribución que abona el Estado al prestador, y también se designa al
precio que se abona por el uso de un bien de dominio público. El precio es la suma de dinero
que se abona por el efectivo uso del servicio. La tarifa, que usualmente se asimila al precio,
alude estrictamente al conjunto de precios que se han fijado para las categorías variables de
usuarios. Por eso se lo denomina también cuadro tarifario. Su fijación corresponde al Estado
o ente regulador, a través del mecanismo que corresponda, que suele prever la realización de
audiencias públicas. No puede tener como regla efecto retroactivo –salvo caso de morosidad-, y
debe ser justa y razonable.

Entes reguladores y de control: definición, clasificación y procedimiento

Los entes reguladores son entidades autárquicas –por tanto, personas públicas y estatales-
creadas con el fin de dictar las normas necesarias para regular la prestación del servicio
(dentro del marco regulatorio), controlarla, proteger los derechos de los usuarios, y

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resolver los conflictos que se presenten con motivo de la prestación del servicio. Tal como
surge de su concepto, las funciones que cumple se pueden clasificar en administrativas
(funciones de dirección, control, fiscalización y en general las que resultan del ejercicio
de la policía), jurisdiccionales (resoluciones de conflictos que puedan presentarse entre
usuarios, prestadores, concedentes, y terceros) y reglamentarias (dictado de normas que hacen
al servicio: seguridad en la prestación, conexión, cortes, etc.).

Si bien en principio estos entes deben ser creados por ley, porque implican la limitación y
regulación de derechos fundamentales, existen varios creados por decreto. Cada marco
regulatorio establece en concreto sus funciones, potestades, y procedimientos.

Noción de policía, de poder de policía y policía administrativa

El Poder de Policía es la atribución que tiene el Estado, en ejercicio de su función


legislativa, de reglamentar el ejercicio de los derechos de las personas mediante
razonables limitaciones impuestas por la ley, a fin de promover el bienestar general y mejorar la
convivencia en sociedad.

La policía es la función administrativa que realizan los órganos de la Administración, que


consiste en ejecutar las normas dictadas en ejercicio del poder de policía, con el fin de tutelar
bienes generales como el orden, la seguridad, moralidad y salubridad pública, a través hechos,
actos o reglamentos administrativos.

Principios constitucionales

El Poder de Policía tiene su fundamento en lo dispuesto por el art. 14 de la Constitución


Nacional, el cual establece que “Todos los habitantes de la nación gozan de los
siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio”.

Ello significa que ninguno de los derechos reconocidos tiene un alcance absoluto, sino
que todos deben ejercerse dentro del cauce fijado por la reglamentación que el
Congreso, Legislatura o Consejo Deliberante establezca.

Distribución entre los distintos niveles de gobierno

Conforme nuestro nuestra forma federal de Estado, del cual se deriva el carácter local del
derecho administrativo, el ejercicio del poder de policía y de la policía corresponde
tanto al Estado Nacional, Provincial como Municipal, según el reparto de competencias
efectuado por nuestro texto constitucional: a la Nación todo lo delegado expresa o

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implícitamente, a lasProvincias todo aquello reservado o no delegado, y al Municipio aquello
que ha sido reconocido por la Provincia como propio de su régimen autónomo, sin perjuicio de
que ciertas facultades son concurrentes (conf. Art. 121, 5 y 123 de la C.N.).

Fines y límites

El Poder de Policía y la Policía han tenido una marcada evolución en el tiempo en lo quehace a
los fines específicos y materias concretas que comprende. En su origen, dentro de lo que
sería el modelo del estado liberal, se consideraba queregía el principio de autonomía de la
voluntad, por lo cual, las únicas materias que podían serobjeto del poder de policía, eran la
seguridad, moralidad y salubridad. Sin embargo, este concepto se fue ampliando con el tiempo,
y así, principalmente a partirdel comienzo del x. XIX, el Estado comenzó, en aras de promover
el bienestar general, a tener ingerencias en la libertad contractual, a imponer cargas sociales o
económicas a los particulares,a restringir los derechos de propiedad por razones de
emergencia, a regular lo que hace a la competencia, a los derechos del consumidor, la
prestación de servicios públicos, y muchísimos ámbitos de la actividad particular.

. Ahora bien, por más extensión que adquiera el ejercicio del poder de policía no es
incontrolable, sino que tiene dos límites fundamentales que nacen de la misma constitución.
Uno es interno, y es el llamado derecho a la intimidad o privacidad, reconocido en el art.19 de
la C.N., por el cual las acciones privadas de los hombres están exentas de la autoridad delos
magistrados, y por tanto, no pueden ser objeto de regulación.

El otro, externo, es el principio de razonabilidad, asegurado en el art. 28 del texto magno,por el


cual, ninguna regulación puede desconocer o anular alguno de los derechosfundamentales
reconocidos en la Constitución.

Las sanciones administrativas

La policía, como parte de la función administrativa, se manifiesta a través de diversas


formas jurídicas, que pueden normativos, o ejecutivos o de coacción.Los primeros son normas
generales que regulan las conductas de las personales, y como ejemplo, tenemos al reglamento
o edicto de policía.

Los segundos se dirigen a la conducta a un administrado en particular. Como ejemplo


tenemos la orden de policía, las operaciones de control, inspección o auditoría, y la aplicación
de sanciones. Las sanciones administrativas son las penas previstas para quienes cometen
una falta administrativa. No deben ser confundidas con las sanciones disciplinarias que
resultan de la relación de empleo público. Las primeras se refieren a las relaciones
externas de la Administración respecto a terceros administrados, y tienen por fin mantener el

[Escribir texto] Página 67


orden público en general; en cambio las segundas, son las sanciones que aplica la
Administración en su relación interna con un empleado público, para mantener la
regularidad de la función, tienen carácter disciplinario y no policial, y se aplican ante la
comisión de una falta disciplinaria prevista en un estatuto particular de empleo público.

La falta o contravención

La falta o contravención es el ilícito administrativo, previsto en los Códigos de Faltas,


análogo aunque sustancialmente diferente al delito, ilícito penal, previsto en el Código Penal. Se
“configura por una situación de hecho en cuyo mérito una persona aparece en
contradicción con lo dispuesto en una norma de policía” No requiere de culpa o dolo por parte
del contraventor, más allá de que alguna falta en particular lo exija. Puede consistir en
una conducta positiva o negativa. Se diferencia del delito por su carácter local, por su
menor gravedad, porque puede aplicarse a personas jurídicas, y porque puede ser
sancionado por cualquier nivel estadual (Nación, Provincia o Municipio), siempre que emane
del ejercicio de la función legislativA

Procedimientos y clases de sanciones

La aplicación de una sanción a un infractor como consecuencia de la comisión de una


falta administrativa debe ser precedida del debido procedimiento administrativo, en el cual haya
estado asegurada la posibilidad del administrado de defenderse, respetándose en lo sustancial
los principios consagrados en el art. 18 de la Constitución Nacional.

De allí que la sanción debe hallarse establecida en una norma anterior al hecho, debe
darse oportunidad al imputado para defenderse y ofrecer pruebas, y la sanción que se imponga
es susceptible de ser recurrida administrativamente e impugnada en sede judicial. Las sanciones
pueden ser de varias clases. Entre ellas tenemos:

-amonestaciones o llamados de atención: consiste en un reto, reproche o advertencia por parte


de la autoridad administrativa.

-multa: es una pena pecuniaria que debe ser satisfecha por el infractor abonando una
suma de dinero. El acto administrativo que las impone carece de ejecutoriedad, por lo cual, en
caso de falta de pago por parte del sancionado, el cobro compulsivo debe ser gestionado por el
órgano sancionador ante el Poder Judicial.

-clausura: consiste en el cierre temporario o definitivo de un establecimiento, prohibiendo su


utilización para la actividad comercial o industrial a que venía destinándoselo.

[Escribir texto] Página 68


-inhabilitación: consiste en la incapacidad para el ejercicio de ciertos derechos, también de
forma temporaria o definitiva.

-decomiso o comiso: es la pérdida definitiva de una cosa mueble, que por razones de
seguridad, moralidad o salubridad públicas, es incautada por la autoridad administrativa.
El propietario infractor carece de derecho de indemnización, por el carácter nocivo o peligroso
de la cosa decomisada. Se diferencia del secuestro por cuanto éste constituye una medida
cautelar que se dispone para reunir un determinado elemento probatorio (ej.: secuestro de un
arma).

-arresto: es una pena privativa de libertad, temporaria y por breve plazo.

-caducidad: es la extinción de una autorización o permiso otorgado para ejercer una


determinada actividad.

DOMINIO PÚBLICO: DISTINCIÓN CON EL DOMINIO PRIVADO DEL ESTADO.

Estado, para la consecución de sus fines, requiere de un patrimonio. El patrimonio estatal es el


“conjunto de bienes incorporados al Estado para cumplir directa o indirectamente los cometidos
estatales” Esta propiedad estatal puede ser pública o privada. El Código Civil distingue entre
dominio público y privado del Estado (art. 2339), definiendo con alguna imprecisión en los art.
2340 y 2342 cuales bienes integran uno y otro dominio.

Art. 2339.- Las cosas son bienes públicos del Estado general que forma la Nación, o de los
estados particulares de que ella se compone, según la distribución de los poderes hecha por la
Constitución Nacional; o son bienes privados del Estado general o de los estados particulares.
Art. 2340.- (*VS) (Texto según ley 17711 ) Quedan comprendidos entre los bienes públicos:

1 Los mares territoriales hasta la distancia que determine la legislación especial,


independientemente del poder jurisdiccional sobre la zona contigua;

2 Los mares interiores, bahías, ensenadas, puertos y ancladeros;

3 Los ríos, sus cauces, las demás aguas que corren por cauces naturales y toda otra agua que
tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general, comprendiéndose las aguas
subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del propietario del fundo de extraer
las aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a la reglamentación;

[Escribir texto] Página 69


4 Las playas del mar y las riberas internas de los ríos, entendiéndose por tales la extensión de
tierra que las aguas bañan odesocupan durante las altas mareas normales o las crecidas medias
ordinarias;

5 Los lagos navegables y sus lechos;

6 Las islas formadas o que se formen en el mar territorial o en toda clase de río, o en los lagos
navegables, cuando ellas nopertenezcan a particulares;

7 Las calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construida para
utilidad o comodidad común;

8 Los documentos oficiales de los poderes del Estado;

9 Las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos de interés científico.

Art. 2341.- (*VS) Las personas particulares tienen el uso y goce de los bienes públicos del
Estado o de los estados, pero estarán sujetas a las disposiciones de este Código y a las
ordenanzas generales o locales.

El criterio para distinguir las categorías de dominio público y dominio privado del estado reside
en el uso asignado al bien. Los bienes de dominio público son un conjunto de bienes
consagrados al uso público, al goce y disfrute común de todos los habitantes. Los privados, no.
La principal diferencia entre unos y otros está en el régimen jurídico que los regula: mientras
que los bienes privados del Estado están sometidos, en general, a las reglas del derecho privado,
el dominio público tiene un régimen público particular con características propias.

Los elementos del dominio público son:

a) subjetivo: refiere al sujeto titular de la cosa

b) objetivo: está referido a los bienes que integran el dominio público. Dejando aclarado que
por analogía de derecho rige en el derecho público la clasificación de bienes y cosas del derecho
civil, decimos que el dominio público se ejerce sobre idénticos bienes a aquellos sobre los que
se ejerce el derecho de dominio privado. Hay completo acuerdo en que la enunciación del art.
2340 es meramente enunciativa, lo cual surge del mismo inc. 7mo. de dicho artículo, que se
refiere a “cualquier otra obra pública construida para utilidad o comodidad común”.

c) normativo: el carácter público de un bien depende de la norma jurídica que así lo establece,
ya que no existen bienes públicos por naturaleza.

[Escribir texto] Página 70


d) finalista: la caracterización de un bien como público obedece a un fin, y tal fin es la
afectación del mismo al uso o goce común.

Los bienes de domino público están sometidos a un régimen de derecho público particular, que
los diferencia del dominio privado, y que tiene los siguientes caracteres básicos:

Se puede ver una explicación de las diferencias entre la analogía -como procedimiento de
adaptación y elaboración de normas-, y la subsidiariedad -como técnica de aplicación directa de

Inalienabilidad e imprescriptibilidad. Mediante estos caracteres se asegura que estos bienes


puedan cumplir su finalidad, que es la de estar afectados al uso del público.

La inalienabilidad se funda en que son bienes extra comercium. Así lo disponen los Art. 936,
2336 y 2604 del Código Civil. Por el primero, el objeto de los actos jurídicos deben ser cosas
que estén en el comercio; por el segundo, están en el comercio las cosas cuya enajenación no
fuere expresamente prohibida o dependiente de una autorización estatal; por el tercero, el
derecho de propiedad se extingue de una manera absoluta cuando la cosa es puesta fuera de
comercio.

Estrictamente, los bienes de dominio público están fuera del comercio de derecho privado, no
así del derecho público, pues pueden ser objeto de los llamados derechos reales administrativos,
e incluso, ser expropiados. No pueden ser vendidos, hipotecados, embargados, ni ejecutados.

La imprescriptibilidad implica que el dominio público no se pierde por el no uso. También tiene
su fundamento en las normas del derecho civil. Así, el art. 2400 establece que todas las cosas
que están en el comercio son susceptibles de posesión; el 3952, que pueden prescribirse todas
las cosas cuyo dominio o posesión puede objeto de adquisición. Por ende, si los bienes de
dominio público no son susceptibles de posesión, nadie puede adquirir por prescripción
adquisitiva los mismos, y resultan imprescriptibles para el Estado.

Modos de adquisición y de transferencia.

Para comprender los distintos modos de adquisición de un bien al dominio público, debe
distinguirse, por un lado, entre la asignación del carácter público a una categoría de bienes, y la
afectación, y por otro, entre los bienes públicos artificiales y naturales. La asignación del
carácter público a un bien resulta de la ley que así lo establece. En nuestro caso lo hacen los Art.
2339 y 2340 del C.C..

La afectación en cambio es la consagración efectiva y concreta de un bien al dominio público.


Recién desde la afectación queda un bien incorporado al dominio público y sometido a los
principios que rigen dicha institución.

[Escribir texto] Página 71


Esta afectación reviste dos modalidades principales, según que se trate de bienes públicos
artificiales o naturales. Los bienes públicos naturales son aquellos que no existen por obra del
hombre: es el caso del mar, las playas, los ríos, etc.. Los bienes públicos artificiales son los que
existen por obra del hombre: es el caso de las calles o puentes.

En los primeros, la afectación se da de pleno derecho desde el momento en que así lo establece
la ley que les asigna el carácter público a un bien.En el segundo caso, la afectación requiere de
una ley, de un acto administrativo general, o de un hecho de la Administración, salvo aquellos
que existen con anterioridad a la sanción del Código Civil, que se asimilan en lo que hace a la
forma de su afectación a los bienes naturales. El hecho consiste básicamente en dejar expedita
efectivamente una cosa propiedad del Estado al uso público, con el asentimiento expreso o
virtual de la Administración Pública. Es siempre una actividad estatal, y no de los particulares.
Ejemplos de estos hechos son la inauguración de una obra dejándola abierta al uso público, la
utilización de una construcción como edificio administrativo, el retiro de vallados que impiden
el uso público, e incluso, el uso público continuado, que puede haber dado lugar a la adquisición
del bien o cosa y a su correlativa afectación, por prescripción adquisitiva o uso inmemorial
(vetustas), siempre con el asentimiento del Estado. Como excepción tenemos el caso de las
servidumbres públicas discontinuas o no aparentes, que no pueden adquirirse por el uso
inmemorial (art. 3017 y 4015 C.C.).

La autoridad competente para asignar a un bien el carácter de público es la Nación, porque sólo
ella puede legislar sobre una cuestión substantiva o de fondo: la atinente a la naturaleza o
condición jurídica de las cosas..

Distinto es el caso de la afectación. Si el bien de dominio público es natural, la afectación se


producirá simultáneamente con el dictado de ley nacional, sin requerir de actividad alguna que
complemente la ley; en cambio si el bien de dominio público es artificial, el bien deberá ser
creado, y su afectación dependerá del dictado de una ley, acto administrativo general o hecho de
la Administración, que en este caso podrá ser de cualquier nivel estadual: nacional, provincial o
municipal.

Uso del dominio público

El uso del dominio público puede ser común o especial. El uso común es el que pueden realizar
todas las personas por su sola condición de tales, observando la reglamentación que sobre tal
uso haya efectuado la autoridad administrativa. Tiene los siguientes caracteres: general: no está
sujeto a autorización administrativa previa alguna;

[Escribir texto] Página 72


-gratuito, por regla, sin perjuicio de que en algunos casos puede establecerse un peaje o
exigirse el pago de una suma de dinero para ingresar, siempre con fuente en lo que dispone un
texto legal.

-impersonal: no se concede a alguien en particular;

-ilimitado: existe mientras el bien permanece afectado al dominio público

La mayoría de la doctrina sostiene que el particular tiene un interés simple respecto del uso
común de los bienes de dominio público21. subjetivo está superada, debemos concluir que
todos tenemos un derecho subjetivo a usar y gozar de los bienes de dominio público.

El uso especial es aquel que sólo pueden realizar las personas que hayan adquirido dicha
facultad previo cumplimiento de los requisitos fijados por la reglamentación. Tiene los
siguientes caracteres:

-excepcional: depende de acto administrativo expreso que lo conceda;

-oneroso, porque el particular debe pagar un canon;

-personal: el usuario adquiere un status jurídico particular diferente de cualquier persona común
que no puede ejercer este uso especial;

-limitado en el tiempo.

Según Marienhoff, los bienes de dominio público pueden ser utilizados por el público en forma
directa o indirecta, y cada uno, en forma individual o colectiva.

Los usos especiales (que emplean las figuras jurídicas del permiso y la concesión) son formas
de uso directo individual; los usos comunes (como puede ser el uso de las vías públicas) son
formas de uso directo colectivo.

La utilización indirecta es el caso del uso de los bienes afectados a un servicio público –en la
concepción amplia que da a este concepto el autor citado-, y según las características del
mismo, será individual (caso del servicio público de ferrocarriles) o colectivo (caso del servicio
público de defensa).

El uso común y los usos diferenciales: alquiler, permiso, concesión y comodato

El uso común, siendo general e indeterminado, reviste múltiple formas de ejercicio, y puede
manifestarse en usar la vía pública –transitar, estacionar, etc.-, las aguas fluviales -navegar,
pescar, etc.-, pasear por las plazas públicas, volar por el espacio aéreo, etc.-

[Escribir texto] Página 73


En algunos casos se dan particulares situaciones en que algunas personas se encuentran respecto
de los bienes, como es el caso de ribereños con cursos de agua o linderos de la vía pública, que
por esas circunstancias pueden beneficiarse en mayor medida al ejercer el uso común, y en su
caso, si su prerrogativa es alterada, y ello les causa un perjuicio patrimonial –caso de la
supresión de una vía pública a un inmueble lindero- pueden solicitar la correspondiente
indemnización al ente público-.

Las formas del uso especial son ordinariamente el permiso y la concesión.

El permiso es un acto administrativo de carácter precario, que puede ser revocado sin derecho al
resarcimiento, por el cual la Administración, de manera unilateral, otorga a un particular el uso
especial de un bien de dominio público, que puede estar condicionado al cumplimiento de
determinadas obligaciones, cuya inobservancia determina su caducidad. La concesión es un
derecho subjetivo perfecto, exclusivo y estable de uso especial de un bien de dominio público.
Puede nacer en un acto administrativo, si bien generalmente se acuerda a mérito de un contrato.
Se caracteriza por no ser precario, y por tanto, generar derecho a indemnización en caso de ser
revocado por razones de oportunidad, mérito o conveniencia. Ocurre algunas que la
Administración, a los fines de convenir con un particular las condiciones del uso especial de un
bien de dominio público recurre a figuras del derecho privado, como es el caso del alquiler o el
comodato. En estos casos, más allá del nomen iuris empleado, se debe aplicar a dichas
relaciones los principios y normas previstos para el uso especial de los bienes del dominio
público, en tanto, por ser público el bien objeto de la contratación, se encuentra fuera del
comercio, y por tanto, strictu sensu, no pueden ser objeto de contratos regidos por el derecho
privado. Se aplicarán por tanto a las relaciones contractuales mencionadas las previsiones de la
concesión, y en su caso, si se pactó precariamente, del permiso.

Extinción de la dominialidad pública

La extinción del régimen de dominio público sobre un bien se produce por su destrucción total
o porque manteniendo su individualidad cambia su condición jurídica y pasa a ingresar el
dominio privado, sea del Estado sea de los particulares. Para que se produzca la extinción, si el
bien no se destruye, debe operarse la desafectación, que es la sustracción del bien al uso
público. La desafectación se produce por la sola sanción de una ley si se trata de un bien
natural, o en virtud de una ley, un acto administrativo o un hecho de la Administración, si se
trata de un bien artificial.

10.1.5.- Bienes que integran el dominio público

[Escribir texto] Página 74


Básicamente los bienes de dominio público están definidos en el art. 2340 del C.C., si bien
dicha enunciación no es taxativa. Estos bienes se pueden clasificar teniendo en cuenta su
conformación geofísica:

A) terrestres: comprende las calles, caminos, plazas, parques, puentes, y otra obra pública
destinada al uso común, entre los cuales están los edificios de la Administración que usa para el
cumplimiento de sus funciones. Las islas formadas o que se formen en el mar territorial, en toda
clase de ríos o lagos navegables, salvo que pertenezcan a particulares;

B) hídricos:B1: marítimos: mares, hasta la distancia que determina la legislación, mares


interiores, bahías, ensenadas, puertos y ancladeros, las playas del mar, entendiéndose por tales
la extensión de tierra que las aguas bañan o desocupan durante las altas mareas normales.; B2:
fluviales: los ríos, sus cauces, y las demás aguas que corren por cauces naturales, y toda agua
que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general, comprendiéndose las aguas
subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del propietario del fundo de extraer
las aguas subterráneas, conforme lo establezca la reglamentación; las riberas internas de los
ríos, entendiéndose por tales la extensión de tierra que las aguas bañan o desocupan durante las
crecidas medias ordinarias. B3: lacustres: los lagos navegables y sus lechos

C) aéreo: en sentido vertical corresponde a este dominio todo el espacio aéreo comprendido
entre el límite práctico de los propietarios de los fundos, hasta donde llega la fuerza gravitatoria
de la tierra; en sentido horizontal llega hasta el límite que marca el mar jurisdiccional o la línea
fronteriza del país.

SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS.

Las servidumbres administrativas son derechos reales administrativos que integran la


dominialidad pública, se constituyen a favor de una entidad pública o un particular que ejerza
facultades delegadas por la misma, sobre un inmueble ajeno, con el objeto de que éste sirva al
uso público. Es una limitación de la propiedad en aras del interés público que afecta el carácter
exclusivo del mismo, pues desmiembra la plenitud jurídica del titular del bien.

Los caracteres de las servidumbres administrativas surgen de su definición:

-es un derecho real administrativo: es derecho real porque se constituye sobre un bien
determinado, en función del desmembramiento del derecho de propiedad que sobre el mismo
tiene su dueño, y tiene carácter administrativo porque su titular es una entidad pública o
delegada por la misma, su finalidad es el uso público y su régimen jurídico es el derecho
público;

[Escribir texto] Página 75


-integra el dominio público, por lo cual, es inalienable e imprescriptible;

-el titular es una entidad pública, estatal o no estatal, o un particular que ejerza alguna facultad
delegada por una entidad pública, caso de las servidumbres constituidas a favor de los
concesionarios de servicios públicos, en los términos de los Art. 83 ley 24065 o 22 ley 24.076.

-el objeto de la servidumbre recae sobre bien ajeno, que puede ser un bien de un particular, o del
Estado, en este caso, privado o público, pero nunca de la entidad a favor de la cual se constituye
la servidumbre. Es decir, aún cuando el bien sobre el que recae la servidumbre pertenece al
Estado, aquella se constituye con miras a un uso público distinto a aquél a que está afectada la
cosa. 34 cdechegaray@gmail.com

-la finalidad de la servidumbre es servir a un uso público: el bien gravado no sirve a otra
heredad o inmueble determinado, sino a una entidad pública. Ergo, las servidumbres
administrativas no son reales sino personales por esencia.

-es indemnizable: el titular del bien gravado con la servidumbre administrativa tiene derecho a
ser indemnizado, por el menoscabo que sufre su patrimonio al ver desmembrado su derecho de
dominio, que pierde el carácter de exclusivo. La procedencia de dicha indemnización tiene su
fundamento en el art. 17 de la C.N.

Las servidumbres del derecho privado tienen varias diferencias con las de derecho
administrativo. Por un lado las primeras se rigen exclusivamente por el derecho privado,
mientras que a las administrativas les resulta aplicable el derecho público. La finalidad también
es distinta, siendo obvio que las privadas se crean en el sólo interés particular, mientras que las
administrativas con una finalidad pública. En cuanto al objeto, las servidumbres privadas no
pueden constituirse sobre bienes de dominio público, que están fuera del comercio.

Finalmente, las servidumbres privadas lo son siempre reales, a favor de un fundo ajeno
dominante, en cambio las administrativas son siempre personales, a favor de una entidad
pública o una entidad privada en ejercicio de facultades delegadas por aquella.

. Modos de constitución y extinción

Son varias las formas jurídicas por las cuales se puede constituir una servidumbre.

a) por ley, nacional, provincial, o municipal; es el instrumento ordinario, por cuanto toda
afectación de la propiedad particular debe tener origen en la ley;

b) por acto administrativo fundado en ley, de imposición, que materialice lo previsto en una
ley,o acepte una liberalidad, donación o disposición testamentaria;

[Escribir texto] Página 76


c) por contrato administrativo, entre la entidad pública y el propietario particular;

d) por accesión: cuando existiendo una servidumbre civil, el fundo dominante pasa a propiedad
de una entidad pública;

e) por usucapión o prescripción adquisitiva. Se rige por las normas de derecho civil, aplicables
por analogía ante la ausencia de normas de derecho público. Por lo tanto, para que opere la
usucapión, la servidumbre debe reunir los caracteres de continua y aparente, y tener una
duración de veinte años (conf. 3017 del C.C.). Exige el ejercicio de la servidumbre durante
veinte años, manifestada por el uso continuado y pacífico que de manera visible y efectiva
importe la ejecución de actos posesorios por parte de una entidad pública respecto al contenido
de la servidumbre pública de que se trata. Los modos de extinción son:

a) por ley, si así fue constituida;

b) por extinción del objeto principal de afectación (caso en que se desafecta un aeródromo, se
extinguen las servidumbres aeronáuticas impuestas a heredades vecinas);

c) por confusión, en los casos en que la heredad sirviente pasa al dominio de la entidad
beneficiaria;

d) por destrucción de la heredad sirviente;

e) por contrato, salvo que sean legales;

f) por renuncia: en los casos de servidumbres adquiridas por convenio, acto de liberalidad o
prescripción

g) por expiración del plazo, si se hubiese constituido por un tiempo determinado.

11.3.2.- Indemnización

Como ya vimos, uno de los caracteres de las servidumbres públicas es el que son
indemnizables, lo que significa que el titular del bien gravado con la servidumbre administrativa
tiene derecho a ser indemnizado, por el menoscabo que sufre su patrimonio al ver desmembrado
su derecho de dominio, que pierde el carácter de exclusivo. La procedencia de dicha
indemnización tiene su fundamento en el art. 17 de la C.N. Si la servidumbre es creada por ley,
y ésta excluye la indemnización, puede ser tachada de inconstitucional, y hacer valer la
responsabilidad del Estado

[Escribir texto] Página 77


Limitaciones administrativas a la propiedad privada:

fundamento

El derecho de propiedad está reconocido en la Constitución Nacional, como inviolable (art. 17


C.N.). En la concepción liberal e individualista, que inspiró el dictado de nuestro Código
Civil, con raigambre en el derecho romano, se lo concibió como absoluto, exclusivo y perpetuo.
Absoluto en cuanto significa el derecho amplio de usar y gozar de la cosa conforme la
voluntad del propietario (la redacción original del art. 2513 del C.C. preveía la
posibilidad de degradar, desnaturalizar o destruir la cosa, considerando el legislador en la Nota
respectiva que el gobierno no podía constituirse en juez del abuso).

Exclusivo porque el dominio total de una persona sobre una cosa excluye la injerencia de un
tercero: dos personas no puede tener en el todo el dominio de una cosa.
Perpetuo, porque nadie puede ser privado de su propiedad.
Ahora bien, estos caracteres deben adecuarse a las prescripciones constitucionales.
Entre ellas, la más importante en lo que nos toca, es que ningún derecho reviste el carácter de
absoluto. En efecto, todos pueden y deben ejercerse conforme las leyes que los
reglamentan, conf. Art. 14 de la C.N., con los límites del art. 28.
Esto significa entonces que ni hay derecho que no sufra limitaciones, por imperativo
constitucional, que permiten incluso su ejercicio. En el caso del derecho de propiedad, éste sufre
dos clases de limitaciones: unas que procuran preservar intereses particulares, contenidas en el
Código Civil, y cuya sanción corresponde al legislador federal, y otras prescriptas en el interés
de la comunidad, que están previstas en el derecho administrativo de cada jurisdicción, por ser
un derecho local. Así lo reconoce el mismo art. 2611 del C.C.

Las limitaciones impuestas en interés público inciden sobre cada uno de los caracteres del
derecho de propiedad. El carácter absoluto es atemperado por las meras restricciones
administrativas; el carácter exclusivo por las servidumbres administrativas, y el carácter
perpetuo por la prescripción.

Mera restricción administrativa

Las meras restricciones administrativas son condiciones legales del ejercicio normal y
ordinario del derecho de propiedad, impuestas en el interés público, que se concretan en
obligaciones de no hacer, y aún pueden ser de hacer. Ejemplos de servidumbres administrativas
son: la imposición de un cartel en la propiedad, la obligación de soportar una ochava, la
obligación de albergar instalaciones eléctricas, etc.

[Escribir texto] Página 78


Sus caracteres son los siguientes:

-varias e ilimitadas en cuanto a su número y contenido, que no está fijado en modo


alguno;

-no indemnizables: al considerarse que limitaciones inherentes al dominio, no causan


perjuicio especial que pueda ser indemnizado;

-generales: son obligatorias para todos los propietarios que se encuentren en igualdad de
condiciones, a diferencia de la expropiación y las servidumbres, que se aplican a bienes
determinados.

-constantes y actuales: afectan a todas las propiedades en la medida que lo exige el


interés público, por el carácter inherentes que tienen al derecho de propiedad, por lo
cual se mantienen mientras ésta subsiste con independencia de quien es el titular del dominio;

-ejecutorias: por regla general la administración puede aplicarlas concretamente por sí


misma;

-imprescriptibles: no se extinguen por el no uso.

Urbanismo: técnicas de intervención

Cada día cobra mayor importancia una especie particular de restricciones que son las que
conforman las normas de urbanismo. Estas son un conjunto de “principios y normas que tienen
por finalidad establecer patrones de habitabilidad y ocupación del suelo”

Comprende normas que regulan las superficies mínimas de los terrenos, alturas máximasde los
edificios, distancias mínimas de retiros (de frente, fondo y laterales), superficies
edificables, etc., según las distintas zonas en que se divide a las ciudades. Dado su objetivo,
edictado de estas normas es de preponderante competencia municipal, a través de los Códigos
deEdificación y de Uso del Suelo.

Procuran que la vida en comunidad se desarrolle lo más saludable posible, en forma


armónica y organizada, respetando los recursos naturales, el patrimonio cultural y los
valores estéticos.

-Límites

Los límites a la imposición de restricciones son la razonabilidad y la integridad, es decir,que


en su extensión no pueden afectar las notas de exclusividad y perpetuidad del dominio.

[Escribir texto] Página 79


- Servidumbres administrativas: caracteres y diferencias con las servidumbres privadas

Las servidumbres administrativas son derechos reales administrativos que integran la


dominialidad pública, se constituyen a favor de una entidad pública o un particular que
ejerza facultades delegadas por la misma, sobre un inmueble ajeno, con el objeto de que éste
sirva al uso público. Es una limitación de la propiedad en aras del interés público que
afecta el carácter exclusivo del mismo, pues desmiembra la plenitud jurídica del titular del
bien.

Los caracteres de las servidumbres administrativas surgen de su definición:

Es un derecho real administrativo: es derecho real porque se constituye sobre un bien


determinado, en función del desmembramiento del derecho de propiedad que sobre el
mismo tiene su dueño, y tiene carácter administrativo porque su titular es una entidad pública o
delegada por la misma, su finalidad es el uso público y su régimen jurídico es el derecho
público;

-integra el dominio público, por lo cual, es inalienable e imprescriptible;

-el titular es una entidad pública, estatal o no estatal, o un particular que ejerza alguna facultad
delegada por una entidad pública, caso de las servidumbres constituidas a favor de los
concesionarios de servicios públicos, en los términos de los Art. 83 ley 24065 o 22 ley 24.076.

-el objeto de la servidumbre recae sobre bien ajeno, que puede ser un bien de un
particular, o del Estado, en este caso, privado o público, pero nunca de la entidad a favor de la
cual se constituye la servidumbre. Es decir, aún cuando el bien sobre el que recae la
servidumbre pertenece al Estado, aquella se constituye con miras a un uso público distinto a
aquél a que está afectada la cosa.

-la finalidad de la servidumbre es servir a un uso público: el bien gravado no sirve a otra
heredad o inmueble determinado, sino a una entidad pública. Ergo, las servidumbres
administrativas no son reales sino personales por esencia.

-es indemnizable: el titular del bien gravado con la servidumbre administrativa tiene
derecho a ser indemnizado, por el menoscabo que sufre su patrimonio al ver desmembrado su
derecho de dominio, que pierde el carácter de exclusivo. La procedencia de dicha
indemnización tiene su fundamento en el art. 17 de la C.N.

Las servidumbres del derecho privado tienen varias diferencias con las de derecho
administrativo. Por un lado las primeras se rigen exclusivamente por el derecho privado,
mientras que a las administrativas les resulta aplicable el derecho público. La finalidad también

[Escribir texto] Página 80


es distinta, siendo obvio que las privadas se crean en el sólo interés particular, mientras
que las administrativas con una finalidad pública. En cuanto al objeto, las servidumbres
privadas no pueden constituirse sobre bienes de dominio público, que están fuera del comercio.
Finalmente, las servidumbres privadas lo son siempre reales, a favor de un fundo ajeno
dominante, en cambio las administrativas son siempre personales, a favor de una entidad
pública o una entidad privada en ejercicio de facultades delegadas por aquella.

Modos de constitución y extinción

Son varias las formas jurídicas por las cuales se puede constituir una servidumbre.

a) por ley, nacional, provincial, o municipal; es el instrumento ordinario, por cuanto toda
afectación de la propiedad particular debe tener origen en la ley;

b) por acto administrativo fundado en ley, de imposición, que materialice lo previsto en una
ley, o acepte una liberalidad, donación o disposición testamentaria;

c) por contrato administrativo, entre la entidad pública y el propietario particular;

d) por accesión: cuando existiendo una servidumbre civil, el fundo dominante pasa a
propiedad de una entidad pública;

e) por usucapión o prescripción adquisitiva. Se rige por las normas de derecho civil,
aplicables por analogía ante la ausencia de normas de derecho público. Por lo tanto, para que
opere la usucapión, la servidumbre debe reunir los caracteres de continua y aparente, y
tener una duración de veinte años (conf. 3017 del C.C.). Exige el ejercicio de la servidumbre
durante veinte años, manifestada por el uso continuado y pacífico que de manera visible
y efectiva importe la ejecución de actos posesorios por parte de una entidad pública respecto al
contenido de la servidumbre pública de que se trata.

Los modos de extinción son:

a) por ley, si así fue constituida;

b) por extinción del objeto principal de afectación (caso en que se desafecta un


aeródromo, se extinguen las servidumbres aeronáuticas impuestas a heredades vecinas);

c) por confusión, en los casos en que la heredad sirviente pasa al dominio de la entidad
beneficiaria;

d) por destrucción de la heredad sirviente;

[Escribir texto] Página 81


e) por contrato, salvo que sean legales;

f) por renuncia: en los casos de servidumbres adquiridas por convenio, acto de liberalidad o
prescripción

g) por expiración del plazo, si se hubiese constituido por un tiempo determinado.

Indemnización

Como ya vimos, uno de los caracteres de las servidumbres públicas es el que son
indemnizables, lo que significa que el titular del bien gravado con la servidumbre
administrativa tiene derecho a ser indemnizado, por el menoscabo que sufre su patrimonio al
ver desmembrado su derecho de dominio, que pierde el carácter de exclusivo. La
procedencia de dicha indemnización tiene su fundamento en el art. 17 de la C.N. Si la
servidumbre es creada por ley, y ésta excluye la indemnización, puede ser tachada de
inconstitucional, y hacer valer la responsabilidad del Estado.

Expropiación: definición y fundamentos

Marienhoff define a la expropiación como “el medio jurídico en cuyo mérito el Estado
obtiene que un bien sea transferido de un patrimonio a otro por causa de utilidad pública, previa
indemnización”.

Constituye una limitación al carácter perpetuo de la propiedad.

El Estado, para la consecución del bien común, que es la causa final de su existencia, necesita
de bienes, sean estos materiales o inmateriales, y puede ocurrir que éstos no estén ensu poder ni
los pueda crear o fabricar, sino integren el patrimonio de sujetos jurídicos distintos a él. En este
último caso, goza de la facultad de utilizar diversas técnicas a través de las cuales puede
incorporar dichos bienes, como por ejemplo, la celebración de un contrato de compra -venta
o el ejercicio del poder tributario, pero existen circunstancias en que la Administración
necesita de un bien particular perfectamente individualizado, con independencia de la
voluntad de su propietario de desprenderse de él, y entonces, en la consideración de la
prioridad del bien común por sobre cualquier otro individual, se concede al Estado esta
herramienta jurídica de la expropiación, que tiene la particularidad de permitir, por un lado, la
satisfacción del bien común, y por otro, salvar los derechos fundamentales de los
ciudadanos, como es el de la propiedad, protegido debidamente en el art. 17 de la C.N..

El fundamento de la expropiación, está entonces, en la causa final del Estado, que es


“promover el bienestar general”, y en el respeto del derecho subjetivo a la propiedad individual.

[Escribir texto] Página 82


Sujetos, objeto, presupuestos, causa e indemnización

Los sujetos de la relación jurídica expropiatoria son tres, el sujeto expropiante, el sujeto
expropiado, y el beneficiario. El sujeto expropiante es aquel que debe ejecutar la
declaración de utilidad pública e impulsar el trámite para lograr que la expropiación se
perfeccione. Es la parte actora del procedimiento de expropiación regular, y la parte
demandada del procedimiento de expropiación irregular.

La Nación y la Provincia son los únicos entes con facultades para declarar la utilidad
pública mediante ley del Congreso o la respectiva legislatura. Sin embargo, la ejecución de
dicha declaración la pueden llevar adelante dichos entes u otros, como entidades
descentralizadas, municipios, e incluso particulares, autorizados por ley o acto administrativo
fundado en ley (art. 2 ley 21.499 y art. 3 ley 6394 de la Provincia de Córdoba).

El sujeto expropiado es el titular del bien objeto de la expropiación. Puede ser cualquier clase
de personas, públicas –estatal o no estatal- o privadas –físicas o jurídicas- (art. 3 ley 21499 y
art. 5 ley 6394). Es la parte demandada del procedimiento de expropiación regular, y la parte
actora del procedimiento de expropiación irregular.

El sujeto beneficiario es aquel a quien se destina el objeto expropiado. Puede identificarse el


sujeto expropiante y el beneficiario, cuando quien expropia, incorpora el bien expropiado a su
propio patrimonio. Esto es lo que ocurre ordinariamente. Pero si quien ejecuta la declaración de
utilidad pública, transfiere el bien expropiado a otra persona, aparece el sujeto beneficiario. No
está previsto expresamente en la legislación local, pero nada impide su existencia, siempre
quese cumpla la finalidad de bien común prevista en la norma. Es el caso, por ejemplo, en que
bien expropiado se destina a viviendas de carenciados, a planes de colonización, etc.

Objeto

La expropiación puede recaer sobre cualquier derecho patrimonial. Comprende por tanto a
todos los bienes, sean o no cosas, públicos o privados (art. 4 de la ley 21499 y art. 4 de la ley
6394). Quedan por tanto excluidos los derechos personalísimos: a la vida, al honor, la salud,
la libertad, el nombre, etc.

Los bienes pueden ser del Estado nacional, provincial y municipal, si bien en los casos en que
una Provincia quiera expropiar bienes de la Nación, o un Municipio de la Provincia o Nación,
se requerirá justificar concretamente la preeminencia en el caso concreto de la finalidad
de utilidad pública expropiatoria por sobre la finalidad de utilidad pública que se
encuentran satisfaciendo dichos bienes. Pueden ser objeto de expropiación los bienes
inmuebles, incluso sometidos al régimen de propiedad horizontal, el subsuelo con

[Escribir texto] Página 83


independencia del suelo (art. 6 ley 21499; art. 10 ley 6394), muebles, semovientes,
derechos, los bienes afectados a un servicio público (art. 9 ley 6394), etc.

Pueden ser expropiados no solo los bienes necesarios para el cumplimiento de la utilidad
pública, sino también aquellos que convenga, y cuya razonable utilización en base a planos
y proyectos convenga a ese efecto (art. 7 ley 21499; Art. 6 y 7 ley 6394). La expropiación debe
referirse a bienes determinados, aunque también puede referirse genéricamente a los
bienes que sean necesarias para una obra a realizar. Si la declaración genérica comprende
a inmuebles, deberá especificarse las zonas o áreas que serán afectadas por la declaración (art.
5 ley 21499; art. 2 ley 6394).

Puede ocurrir también que no se necesite expropiar la totalidad de un bien, sino parte del
mismo. Frente a ese supuesto, pueden ocurrir dos alternativas: que la parte restante resulte
inútil, o que conserve la aptitud para una explotación racional. En el primer caso, se deberá
expropiar la parte restante, y si no lo hace el Estado, el particular afectado puede iniciar
la expropiación irregular (conf. Art. 9 y 51 ley 21.499; Art. 8 y 32 ley 6394). La superficie
inadecuada podrá ser determinada por las partes mediante convenio, y si no, deberá fijarla el
juez. A su vez la ley fija criterios para determinar si un sobrante es inadecuado: si el
inmueble es urbano, cuando no cumple los requisitos de frente, fondo o superficie previstos
para edificar; si el inmueble es rural, se deberá tener en cuenta la explotación a que lo destinaba
el expropiado (art. 8 ley 21499; art. 8 ley 6394).

Asimismo, “Cuando la expropiación de un inmueble incida sobre otros con los que
constituye una unidad orgánica, el o los propietarios de estos últimos estarán habilitados para
accionar por expropiación irregular si se afectare su estructura arquitectónica, su aptitud
funcional o de algún modo resultare lesionado el derecho de propiedad en los términos
del artículo 51 incisos b y c” (art. 9 ley 21499; art. 33 ley 6394).

Los presupuestos sustanciales para que la expropiación sea válida, de conformidad a lo


establecido en el art. 17 de la C.N., son dos: calificación de utilidad pública efectuada por ley y
justa indemnización previa.

Causa expropiatoria

La única causa por la cual el Estado puede expropiar es la utilidad pública. Esta
comprende todos los casos en que se procura el bien común. El bienestar general perseguido
con la expropiación puede ser tanto material como espiritual o cultural (conf. art. 1 ley 21.499;
art. 1 ley 3694). Esta finalidad de bien común es permanente, y debe por tanto existir
tanto al momento de la sanción de la ley, como con posterioridad a la transferencia de la
propiedad al sujeto beneficiario de la expropiación.

[Escribir texto] Página 84


La utilidad pública debe ser declarada por ley, y la misma está sujeta a control judicial, pues
siempre debe mediar razonabilidad en la declaración, por lo cual se ha decidido que puede ser
declarada inconstitucional si media grave y ostensible arbitrariedad.

Indemnización

La indemnización consiste en una retribución económica debida al sujeto expropiado en


compensación al sacrificio exigido en el interés público. Los requisitos constitucionales son
que debe ser previa, y justa. La ley expropiatoria establece además que debe ser en dinero
en efectivo, salvo conformidad del expropiado para que se efectúe en otra especie de valor
(art. 12 ley 21499; art. 12 ley 3694).

La indemnización justa significa que se debe restituir al propietario expropiado el mismo


valor económico del que se le priva, cubriendo los daños y perjuicios que sean consecuencia de
la expropiación. La extensión de la indemnización ha sido legalmente fijada en el art. 10 de la
ley 21499, y art. 12 de la ley 6394. Se establece allí que “la indemnización sólo comprenderá el
valor objetivo del bien y los daños que sean una consecuencia directa e inmediata de la
expropiación. No se tomarán en cuenta circunstancias de carácter personal, valores
afectivos ni ganancias hipotéticas, ni el mayor valor que pueda conferir al bien la obra a
ejecutarse. No se pagará lucro cesante”.

El valor a pagar es el existente al tiempo de la desposesión (art. 20 ley 21499; art. 13 ley 6394).
Mucho se ha escrito en relación a cual debe ser la justa indemnización. En la opinión de
Cassagne, que compartimos, la ley regula la indemnización con arreglo a pautas y principios
que son propios del derecho público, y diferentes del sistema y categorías fijadas en el derecho
privado.

Alude a dos rubros fundamentales: el valor objetivo del bien, y las consecuencias directas e
inmediatas de la expropiación. El valor objetivo del bien es el valor general del mercado,
con indiferencia del valor subjetivo que pueda atribuirle el propietario.

Las consecuencias directas e inmediatas de la expropiación son aquellas que tienen causa
próxima con la misma, conforme el art. 901 del C.C., y están comprendidos el costo de
mudanza, honorarios de quienes proyectan la nueva construcción que debe levantar el
propietario, etc. Según la doctrina mayoritaria, también comprende el valor llave -entendido
como la situación de preferencia otorgada por la clientela de una empresa en relación
con sus competidoras-, y el valor empresa en marcha –valor de los activos de una
empresa en plena producción, superior al de los de otra similar que esté por iniciarse-;
la jurisprudencia ha sido reacia en concederlos, asimilándolos al concepto de lucro cesante.

[Escribir texto] Página 85


En relación a la exclusión del lucro cesante, no debe asimilarse valor objetivo con daño
emergente y las consecuencias directas de la privación de la propiedad. Desde ya que
debe considerarse que la aptitud de un bien para producir ganancias futuras se tiene en cuenta a
los efectos de determinar su valor objetivo. A la vez, la exclusión de la ley debe relacionarse
con el lucro cesante eventual y futuro. En consecuencia, están comprendidas dentro de
las consecuencias directas e inmediatas aquellos lucros o beneficios futuros cuya
probabilidad de realización se encuentra asegurada conforme al curso ordinario de las cosas,
por entenderse que razonablemente están incorporados al patrimonio del expropiado. Lo que la
ley pretende evitar es que la expropiación se convierta en una fuente de enriquecimiento o
ganancias para el expropiado.

Respecto de las mejoras, sólo son indemnizables aquellas necesarias realizadas en el bien
objeto de la indemnización luego de la declaración de utilidad pública. No se indemnizan
otro tipo de mejoras (art. 11 ley 21499; art. 13 ley 13694). El carácter de previa de la
indemnización, impuesto por la Constitución, ha motivado la declaración de
inconstitucionalidad de las normas de emergencia que consolidaban las obligaciones de
abonar una indemnización expropiatoria-

El monto indemnizatorio no está sujeto al pago de impuestos o gravamen alguno (art. 20 ley
21499; art. 13 ley 6394).

El trámite expropiatorio

La ley prevé, básicamente, tres formas en que puede obtenerse la incorporación al


patrimonio del sujeto expropiante, del bien declarado por ley sujeto a expropiación. Estas
tresformas son: concertación directa, compra en remate público y juicio expropiatorio. A este
último se puede llegar a su vez de dos maneras, según que lo inicie en calidad de actor el
expropiante –expropiación regular-, o el expropiado –en los supuestos de la expropiación
irregular

La primera forma en que debe procurarse abonar la indemnización –y por ende, mensurar la
misma-, es mediante concertación directa o avenimiento con el propietario del bien
expropiado. La Administración no puede ofertar en este supuesto un valor que sea mayor en un
10% al máximo que fije el Consejo General de Tasaciones de la Provincia (conf. art. 14 de la
ley 6.394) o el Tribunal de Tasaciones de la Nación (art. 13 ley 21499). Este es sin duda un
límite legal a la capacidad de concertar de la Administración.- También prevé la ley local que el
sujeto expropiante, una vez autorizada la expropiación,adquiera el bien en remate público.

El tercer supuesto es el juicio expropiatorio que se presenta cuando las partes


involucradas no llegan a un avenimiento en relación al valor del bien a expropiar, por

[Escribir texto] Página 86


lo cual deben acudir a un juez para determinar cuál es la indemnización correspondiente,
resultando competente, a nivel local, el Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, y a
nivel nacional,el Juez Federal del con jurisdicción en lo contencioso-administrativo (art. 15 de
la ley 6.394; art.21 ley 21.499).-

Lo ordinario es que el ente expropiante inicie la acción expropiatoria regular, como actor,que
por ley debería tramitar por el procedimiento de juicio sumario a nivel nacional, y verbal a
nivel local (Art. 19 y 15 leyes 21499 y 3694); no estando vigentes estos procedimientos,
deben tramitar por el juicio ordinario en ambos casos.

El ente expropiante debe consignar ante el juez el importe de la valuación que al efecto
hubiere practicado el Tribunal de Tasaciones de la Nación u oficinas técnicas pertinentes, en
la Nación, o Consejo General de Tasaciones, en la Provincia (art. 22 ley 21499 y 20 ley
6394),aumentado en un 10% en el procedimiento local si el bien es inmueble, tras lo
cual el juez otorgará la posesión judicial del bien. La litis se anotará en el Registro de la
Propiedad si el bienes inmueble, siendo desde ese momento indisponible e inembargable el bien
(Art. 24 ley 21499 y 20 ley 6394).

Otorgada la posesión judicial del bien, quedan resueltos los arrendamientos, acordándose a los
ocupantes un plazo de treinta días para el desalojo (art. 26 ley 21499 y 27 ley 6394).

El expropiado puede retirar la suma depositada una vez que justifique que es de su
dominio, que el bien no reconoce hipoteca u otro derecho real, que no está embargado y que no
pesan sobre él restricciones a la libre disposición de sus bienes (art. 23 de ambas leyes).-

Ninguna acción de terceros puede impedir la expropiación, y los derechos de los


reclamantes se consideran transferidos de la cosa a su precio o la indemnización,
quedando aquella libre de todo gravamen (art. 28 ley 21499 y 29 ley 6394).

A nivel nacional se establece como obligatoria, si el bien es inmueble, la pericial a cargo del
Tribunal de Tasaciones de la Nación, y a nivel local, la única prueba legalmente admisible es
una tasación a cargo del Consejo General de Tasaciones, en el cual puede intervenir el
expropiado a través de un representante técnico33

Si la expropiación es de bienes inmuebles, no es necesario otorgar escritura traslativa de


dominio, siendo suficiente inscribir en el Registro el acto administrativo que aprueba el
avenimiento o la sentencia firme (art. 32 ley 21499; art. 21 ley 6394).

La acción del expropiado para exigir el pago de la indemnización prescribe a los seis
años, contados desde el que el monto queda determinado con carácter firme y definitivo (conf.
art. 31 ley 21499).
[Escribir texto] Página 87
Desistimiento y abandono

El ente expropiante puede desistir de la acción promovida, mientras la expropiación no haya


quedado perfeccionada, cargando con las costas. Se entiende que la expropiación queda
perfeccionada cuando se ha operado la transferencia del dominio al expropiante
mediando sentencia o acto administrativo firmes que aprueben el avenimiento, toma de
posesión y pago de la indemnización (conf. Art. 29 ley 21499 y 19 ley 6394).

Ahora bien, si el sujeto expropiante no inicia la acción expropiatoria, o no obtiene el


avenimiento extrajudicial, o no realiza actos que restrinjan los derechos del propietario, aparece
el instituto del abandono, a mérito del cual se produce la caducidad de la declaración de utilidad
pública, pues la autorización para promover la expropiación no puede ser mantenida sine
die (conf. arts. 33 ley 21.499 y 57 ley 6394).

La ley establece que se reputa abandona la expropiación si el sujeto expropiante no


promueve el juicio dentro de los dos (2) años de sancionada la ley si el bien está
determinado; dentro de los cinco (5) años si el bien está comprendido dentro de una
zona determinada, y dentro de los diez (10) años si se trata de bienes comprendidos en una
enunciación genérica.

No rige el instituto del abandono en dos supuestos: cuando se trata de una Municipalidad
autorizada a expropiar para la apertura, rectificación o ensanche de calles, caminos,
plazas, puentes o desagües; cuando se efectúa reserva de inmuebles para obras o planes de
ejecución diferida.

La expropiación irregular

La expropiación irregular es un procedimiento previsto en protección del derecho de


propiedad del sujeto expropiado, frente a situaciones en que la Administración altera de hecho
el ejercicio de su derecho de propiedad, sin iniciar el trámite judicial expropiatorio,
permitiéndole al particular iniciar la acción él mismo, a fin de que la expropiación se
perfeccione.

La ley permite al expropiado interponer la acción expropiatoria irregular cuando existiendo una
ley que declara la utilidad pública un bien, el Estado lo toma sin haber cumplido con el pago de
la respectiva indemnización, o de hecho resulta indisponible por evidente dificultad para
disponer de ella en condiciones normales; cuando el Estado impone al derecho del titular una
indebida restricción que importe una lesión a su derecho de propiedad (art. 51 ley 21.499;
art. 32); , cuando la expropiación de un inmueble incida sobre otros con los que
constituye una unidad orgánica, y si se afectare la estructura arquitectónica, su aptitud

[Escribir texto] Página 88


funcional o de algún modo resultare lesionado el derecho de propiedad en (art. 9 ley 21499;
art. 33 ley 6394). El juicio se regula por el mismo trámite de la acción expropiatoria regular,
con la salvedad de que inicialmente el demandado puede oponerse a la expropiación.

La acción prescribe a los cinco años computados desde que tienen lugar los
comportamientos del Estado que tornan viable la acción.

Retrocesión

El derecho de retrocesión permite al expropiado y/o sus herederos obtener el reintegro a su


patrimonio del bien objeto de la expropiación, cuando a éste se le diere un destino distinto al
previsto en la ley expropiatoria, o cuando no se le asigne destino alguno, en los plazos que fija
la ley.

El fundamento de este instituto está en la inviolabilidad de la propiedad. Si la utilidad


pública es la única razón que permite al Estado apropiarse de un bien –previa indemnización-,
en el supuesto en que esa utilidad no sea satisfecha dentro de los plazos razonables que fija la
ley, cae el título que justifica el desapoderamiento forzoso, y en consecuencia, el expropiado
tiene derecho a solicitar que la propiedad vuelva a su patrimonio.

La ley local permite que se de un destino distinto al establecido para la expropiación,


siempre que sea dispuesto por ley y satisfaga el bien común. Puede lograrse la retrocesión por
avenimiento o acción judicial. Para interponer la acción judicial, en los casos en que al
bien no se le hubiere dado destino alguno en un lapso de dos años desde que quedó
perfeccionada la expropiación, el expropiado debe en forma previa intimar fehacientemente
al expropiante para que le asigne al bien el destino correspondiente; transcurridos 6 meses
desde esa intimación, sin que al bien se le haya dado el destino, la acción de retrocesión
queda expedita sin necesidad de reclamo administrativo previo.

Si al bien se le hubiere dado un destino diferente al previsto en la ley expropiatoria, debe


formularse reclamo administrativo previo (conf. art. 39 ley 21499).

En la ley expropiatoria de la Provincia de Córdoba, es necesario efectuar interpelación


judicial previa a fin de que se de al bien el destino previsto, tanto en los supuestos en que no se
haya dado al bien destino alguno, como en los supuestos en que se le haya dado un destino
diferente. Transcurrido un año desde la interpelación previa, queda expedita la acción de
retrocesión (art. 38 ley 6394).

Como requisito sustancial del derecho de retrocesión, el expropiado deberá devolver la suma
recibida, sin intereses, en su valor actualizado, menos el importe correspondiente a las
inutilizaciones del bien, más las mejoras necesarias o útiles, todo ello, dentro del plazo que fije
[Escribir texto] Página 89
la sentencia, bajo apercibimiento de caducidad del mismo (conf. art. 42 ley 21499 y art.
40 ley 6394).

Esta acción prescribe a los tres (3) o dos (2) años, a contar según lo dispuesto en los arts. 50 de
la ley 21499 y 39 de la ley 639434

. Responsabilidad del Estado

Concepto: Hay responsabilidad del Estado cuando un particular sufrió un daño (moral o
material) causado por aquél.

El Estado es una persona jurídica integrada por sus órganos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
Cuando dichos órganos al ejercer sus funciones, causan un daño a particulares (o cuando el
daño es causado por objetos de su propiedad), la responsabilidad será del Estado y la sanción
será siempre de carácter pecuniario (reparar el daño) nunca de carácter penal.

Diferentes tipos de responsabilidades

1) Precontractual: cuando la responsabilidad surge de una conducta previa a la


celebración del contrato.

2) Contractual: cuando la responsabilidad surge de la ejecución o incumplimiento del


contrato.

3) Extracontractual: cuando la responsabilidad surge de la relación entre el Estado y los


administrados (ya sea por una función administrativa o de actos de tipo legislativo o
judicial). Y pueden surgir de una actividad legítima o ilegítima.

Clasificación de la Responsabilidad Extracontractual

A) Por Actividad Legítima: Significa que los actos estatales son legítimos, por no
tener vicios ni defectos (tiene todos los requisitos exigidos por el ordenamiento
jurídico vigente).

Los requisitos para que haya responsabilidad son:

- Que exista un daño cierto a un interés particular o derecho subjetivo de un


administrado y que sea imputable al Estado (ej.: es inimputable ante caso fortuito).

- Que exista relación de causalidad entre ese daño y la conducta del Estado.

- Que no exista deber jurídico del administrado de soportar dicho daño.

[Escribir texto] Página 90


Se repara el daño emergente pero no el lucro cesante porque el administrado debe
soportar ciertos sacrificios por el interés público.

Prescripción para iniciar la acción: 10 años.

Dentro de esta actividad legítima el daño puede ser causado por:

1) Una función administrativa: (hechos y actos administrativos legítimos). En estos


casos el Estado prestar correctamente su servicio pero origina daños a sus
administrados. Ej.: cuando expropian bienes privados por causa de utilidad pública,
la requisición de bienes en tiempo de guerra, la ocupación temporánea de bienes de
particulares, etc.

2) Actos legislativos: (normas constitucionales). El Estado puede dañar a los


particulares a través del dictado de leyes o reglamentos. Ej.: crear un impuesto
legalmente perjudica el patrimonio de los particulares, pero es un perjuicio que se
debe soportar por el interés público; las normas sobre el corralito financiero; leyes
que prohíben importar ciertos productos para proteger la industria nacional. En
principio hasta tanto la ley no sea declarada ilegítima por sentencia judicial, el
Estado no es responsable por los daños causados por dicha ley, salvo que: se dañen
derechos o principios constitucionales; el daño sea especial (ej. cuando un impuesto
afecta a un individuo en forma desigual); la propia ley reconozca derecho a
indemnizar; cuando el Estado se enriquezca sin causa. En estos casos la ley no es
declarada ilegítima por sentencia judicial pero igual el Estado debe indemnizar.

3) Actos Judiciales: Someterse a la justicia y acatar lo que ella decide en sus sentencias
es un deber de todo habitante. Si dicha sentencia no lo favorece debe igualmente
soportar ese daño (ej.: pagar indemnización por “ 1000; ser privado de su libertad,
etc.). La Corte manifestó que el Estado no es responsable por actos judiciales
cuando su actuación es legítima.

B) Por Actividad Ilegítima Surge cuando hay un incumplimiento irregular o defectuoso de la


función o ella es ejercida con irracionalidad o injusticia.

La indemnización debe ser integral (daño emergente y lucro cesante) porque no es justo
que los administrados soporten los daños causados por actividades ilegítimas y no por el
interés público.

Dentro de esta actividad ilegítima el daño puede ser causado por:

[Escribir texto] Página 91


1) Una función materialmente administrativa: (hechos y actos administrativos ilegítimos) Se
ve a través de la jurisprudencia.

-Antes del caso Devoto (Incendio provocado por el Telégrafo Nacional que incendió varios
campos, entre ellos el de Tomás Devoto) el Estado era responsable por sus actos privados o
de gestión, pero no lo era por sus actos de autoridad o de imperio.

-Después del caso Devoto surge la responsabilidad indirecta a través de la aplicación que
hizo la Corte de los arts. 1109 y 1113 del C.C...

Art. 1109: Todo el que ejecuta un hecho que por su culpa o negligencia ocasiona un
daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio.

Art. 1113: La obligación del que ha causado un daño se extiende a los daños que
causaren los que están bajo su dependencia, o por las cosas de que se sirve o que tiene a su
cuidado.

Elementos de esta responsabilidad ilegítima

Que exista un daño cierto al administrado (actual o futuro), individualizado y apreciable


en dinero.

Imputabilidad objetiva del acto o hecho administrativo a un órgano del Estado en


ejercicio de sus funciones (ej.: actos que realiza un funcionario público en estado de
ebriedad que genere falta de servicio).

La falta de servicio o su funcionamiento defectuoso (no se exige culpa o dolo).

Que exista nexo causal entre ese daño y el acto administrativo.

2) Actos Legislativos: (normas constitucionales, leyes, reglamentos). En este caso el Estado es


responsable por daños cometidos a los administrados por aquellas normas declaradas
ilegítimas por sentencia judicial firme.

3) Actos Judiciales: Se deben indemnizar los daños surgidos del error judicial o arbitrariedad
de las medidas tomadas por los órganos que ejercen el poder judicial. Ej.: cuando se realiza
un secuestro o embargo pero no se toman las previsiones exigidas y se causa así un daño en
el patrimonio de los particulares (se le secuestra otra cosa o la rompen al llevársela);
cuando a través de una sentencia judicial se condena a una persona que luego resulta
inocente.

[Escribir texto] Página 92


La Corte falló que habrá responsabilidad del Estado cuando haya un error judicial,
cuando el acto fuere declarado ilegítimo y se revoque, porque antes la sentencia tiene
carácter de verdad legal. La restitución debe ser integral porque hay arbitrariedad en la
medida o error judicial.

¿Cuál es la extensión del resarcimiento del Estado al damnificado?

Una vez comprobada la causalidad entre acto y daño, el Estado debe indemnizar al
damnificado. Si la responsabilidad del Estado es por actos lícitos, se indemniza el daño
emergente (el sufrido), pero no el lucro cesante (aquello que el damnificado dejó de ganar a
causa del daño), y si la responsabilidad es por actos ilícitos, se indemnizan daño emergente y
lucro cesante.

¿Cuánto tiempo tienen los damnificados para demandar al Estado por


responsabilidad Extracontractual de actos lícitos o ilícitos?

Tienen 2 años desde que el damnificado supo de los daños que reclama (ej. si el daño se
ocasionó el 1 de julio de 2002, pero el damnificado se enteró recién el 15 de agosto de 2002, a
partir de esta última fecha empiezan a correr los dos años)

El Control como ejercicio de la función administrativa

La administración tiene diferentes estructuras que se encargan puntualmente de contralar o de


asesorar a los demás integrantes de la administración.

El funcionamiento de la hacienda pública supone la existencia de una organización


administrativa-contable; la realización de procedimientos administrativos con arreglo a los
cuales se recaudarán las rentas o se realizarán los gastos y el dictado de actos administrativos,
todo ello bajo un régimen de control administrativo.

Todo el sector público se encuentra regido por las prescripciones de la LEY DE


ADMINISTRACIÓN FINANCIERA (Ley 24.156) la cual crea dos órganos rectores de los
sistemas de control:

- Interno: La Sindicatura General de la Nación (SIGEN)

- Externo: la Auditoría General de la Nación (AGN)

1) Dentro del PE: SIGEN

Se encarga del control interno de la administración pública; depende del P.E.N., tiene
personalidad jurídica propia, autarquía administrativa y financiera.

[Escribir texto] Página 93


Es un órgano de Supervisión a carga de un funcionario llamado Síndico Gral. de la
Nación nombrado por el Presidente.

Funciones: Control contable y financiero del sector público, es decir que los recursos públicos
sean obtenidos y aplicados cumpliendo con principios de regularidad, legalidad, economicidad
y eficacia.

Dando información entre cómo se comporta el sistema financiero del sector


público y periódicamente informa a la opinión pública.

Si la SIGEN detecta irregularidad o sospecha de un funcionario le comunica al


Presidente y a la AGN

Está compuesta por unidades de Auditoría Interna (que juntan información,


detectan irregularidades y le informan a la Sindicatura)-

2) Dentro del P.L.: AGN (Externo porque no pertenece al Poder que se controla)

La Auditoría General de la Nación es el máximo órgano técnico de control externo del


Sector Público Nacional. Tiene a su cargo el control de legalidad, gestión y auditoría, de toda la
actividad de la Administración Pública centralizada y descentralizada.

Debe intervenir necesariamente en el trámite de aprobación y rechazo de las cuentas de


percepción e inversión de los fondos públicos. El examen de la cuenta de inversión es una
actividad clave debiendo brindar un informe técnico al Congreso para que este efectúe las
evaluaciones de la gestión realizada.

Controla la calidad de la prestación de los Servicios Públicos y el desempeño de los


entes reguladores contribuyendo a mejorar la gestión, procurando un actuar eficiente y
proponiendo correctivos en caso de detectarse desvíos o fallas.

Es un organismo que asiste técnicamente al Congreso en el control del Estado de las


cuentas del sector público.

Verifica el cumplimiento contable-legal y de gestión del P.E.N.

Controla la exposición completa, clara y veraz de las cuentas públicas

Analiza la administración de los intereses fiscales

Pero NO co administra porque examina hechos-actos y documentos una vez finalizados los
ejercicios contables de los entes que se haya decidido auditar.

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Objetivo: Contribuir a que se adopten decisiones eficaces, económicas y eficientes en
materia de gastos e ingresos públicos.

Es una entidad con personalidad jurídica propia e independencia funcional y financiera.

Otros Funciones son:

- Controla la aplicación de recursos provenientes de las operaciones de crédito público


y efectúa exámenes especiales para formarse opinión sobre la situación de este
endeudamiento.

- Audita y emite dictámenes sobre los estados contables financieros del Banco Central
independientemente de cualquier auditoría externa-

- Puede exigir la colaboración de todas las entidades del sector público, las que están
obligadas a suministrar los datos, documentos, antecedentes e informes relacionados
con el ejercicio de sus funciones.

Defensor del Pueblo

Es un órgano independiente del control en el ámbito del Congreso de la Nación, con


autonomía funcional.

Está vinculado al Congreso pero es independiente de él, no recibiendo instrucciones de


autoridad alguna.

Función

- La defensa de los derechos, garantías e intereses tutelados por la CN ante actos u


omisiones de la Administración Pública.

- El control del ejercicio de las funciones administrativas públicas.

Otros órganos de control

1. Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas: se dedica a investigar


eventuales casos de corrupción en el P.E. (Forma parte del ministerio público fiscal)

2. Comisión Bicameral Permanente: analiza los decretos de necesidad y urgencia.

3. Comisión Revisora de cuentas: se encarga del control parlamentario. Es un órgano


del Congreso

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4. Entes Reguladores: monitorean el cumplimiento de los contratos de concesión de los
servicios públicos. Son entidades autárquicas que además reciben quejas y
sugerencias de los consumidores en audiencias públicas.

Régimen exorbitante: Es la nota peculiar del derecho administrativo por el cual posee una gama
de poderes o potestades jurídicas. Su origen obedece a una situación de exorbitancia donde el
derecho administrativo era una suerte de derecho especial o de excepción.

Hoy en día el contenido de régimen exorbitante además de las prerrogativas de poder público,
está integrado con las garantías que el ordenamiento jurídico atribuye a favor de los particulares
para compensar el poder estatal y armonizar los derechos individuales con los intereses públicos
que persigue el Estado a través de la Administración Pública.

De este modo el régimen exorbitante se configura como el sistema propio y típico del derecho
administrativo.

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