“La importancia de defender nuestro derecho de consumir
huevito con cátsup” La importancia de defender nuestro derecho de consumir huevito con cátsup El huevo es un alimento muy práctico y altamente nutritivo que debe formar parte de la dieta habitual, excepto que bajo alguna condición de salud o prescripción médica deba o haya sido excluido. Los huevos resultan fáciles de preparar, combinar y consumir ya sea como parte principal o como ingrediente de todo tipo de platos como desayunos, ensaladas, pastas y postres. Sin embargo, en este ensayo nos vamos a enfocar en su uso matutino que, junto a un vaso de jugo natural y un plato de zucaritas, forman el desayuno de campeones que te ayuda a crecer grande y fuerte. Es, entonces, una actividad primordial el procurarnos tal sustento nutritivo en esa fase del día para asegurarnos así de tener energía para nuestras actividades diarias. El huevo es una maravilla. El tomate (o jitomate pa’ la banda) por su parte, contiene gran cantidad de licopeno, un antioxidante muy eficaz contra los problemas del cáncer que causan los radicales libres. Estos son algunos de los causantes principales de la mala salud de las células o daño celular. El consumo regular de tomate ha demostrado que disminuye los niveles de colesterol y los triglicéridos en la sangre. Estos lípidos son los principales responsables de las enfermedades cardiovasculares ya que dan lugar a la deposición de grasas en los vasos sanguíneos. Es entonces bastante obvio que tanto el huevo como el tomate son alimentos saludables y fáciles de conseguir, además de tener mil y un formas de prepararse. Y aún así, hay gente que considera una mala idea juntarlos, casi algo sacrílego. Hace un par de meses se cometió el equivalente electrónico de una inquisición, casi una cruzada que enfrentó a lo largo y ancho del internet a las personas en contra de este platillo con las que realizan la práctica de ponerle salsa cátsup al huevo, discusiones equiparables a las suscitadas por temas como el matrimonio igualitario, pro vida, López Obrador (ya sabe quién) o inclusive un chivas-américa, siendo las redes sociales el coliseo de los tiempos modernos donde se llevan a cabo estos polémicos debates y peleas de mercado. En mi opinión, todos deberíamos ser libre de consumir los alimentos como mejor nos plazca, siempre y cuando se tenga en cuenta el valor nutrimentario de los mismos y no se realicen prácticas que puedan ocasionar resultados contraproducentes en el organismo (hacer chocomilk en polvo con coca cola, o alguna barbarie semejante). Sin embargo, es divertido y a la vez preocupante el ver cómo la sociedad crea problemas de cosas tan pequeñas. Cómo es que hemos llegado a un estado de bienestar general en la sociedad que ya no se discuten los derechos de las mujeres, de la segregación racial, de la aceptación intercultural y el tráfico de extranjeros, de las ideologías políticas y otras posturas humanas. Hay un bienestar general tan grande, que, en lugar de discutir temas importantes y trascendentes, la gente pelea sobre si la cátsup puede o no puede ir sobre el huevo (o peor aún, escriben ensayos sobre ello). Un tema similar es la piña en la pizza, pero ese puede ser otro caso de estudio que aprovecharemos luego. ¿La modernidad y la libertad de expresión han llegado tan lejos que ahora hacemos ensayos sobre la cátsup y el huevo? Parece ser que, efectivamente, así es.