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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICE RECTORADO ACADÉMICO


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

Análisis Jurisprudencial

Autora. Yoshelin Castillo


C.I: V-22.308.845

BARQUISIMETO, 2018
EN SALA CONSTITUCIONAL
Exp. N° 16-0587
MAGISTRADA PONENTE: CARMEN ZULETA DE M.
Mediante escrito presentado en esta Sala Constitucional, el 16 de junio de 2016, el
abogado R. De Jesús Perdomo Suárez, inscrito en el Instituto de Previsión Social
del Abogado bajo el número 55.077, en su carácter de apoderado judicial de la
sociedad mercantil POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A., constituida mediante
documento inscrito ante la Oficina de Registro Mercantil Primero de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua en fecha 14 de enero de 2009, bajo el
№ 57, tomo 2-A, intentó acción de amparo constitucional conjuntamente con
medida cautelar, contra la decisión dictada por el Juzgado Superior Segundo en lo
Civil, M., del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua
el 2 de mayo de 2016, que declaró con lugar la demanda que por resolución de
contrato de arrendamiento interpusieron los ciudadanos C.E.R.L. y Lizllana
Cergelis Rivas León, contra la hoy accionante, confirmando la decisión dictada, el
22 de enero de 2016, por el Juzgado Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de
Medidas de los Municipios Sucre y J.Á.L. de la misma Circunscripción Judicial.
El 20 de junio de 2016, se dio cuenta en Sala y se designó ponente a la M.D.C.Z.
de M., quien con tal carácter, suscribe el presente fallo.
El 19 de septiembre de 2016, el abogado L.E.C.S., inscrito en el Instituto de
Previsión Social del Abogado, bajo el n° 85.589, actuando con el carácter de
apoderado judicial de la parte accionante, diligenció en el expediente solicitando
pronunciamiento sobre la admisión de la acción de amparo.
El 20 de septiembre de 2016, la ciudadana L.C.R.L., parte co-demandante en el
proceso principal, tercero interesado en el curso de la presente acción,
debidamente asistida por el abogado D.R., inscrita en el Instituto de Previsión
Social del Abogado, bajo el N° 113.797, consignó escrito ante la Secretaría de
esta Sala Constitucional, a través del cual expuso las razones por las que
considera debe ser declarado inadmisible el amparo interpuesto.
I
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO
El apoderado judicial de la accionante alegó como fundamento de la acción de
amparo intentada los siguientes argumentos de hecho y de derecho:
El día 03 de noviembre de 2015, fue presentada por ante el Juzgado Primero de
Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Sucre y J.Á.L. de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua, demanda por Resolución de Contrato
de Arrendamiento, interpuesta por los ciudadanos CESAR (sic) E.R. LEÓN y
LIZLLANA CERGELIS RIVAS LEÓN, que anexo marcado con las (sic) letra "C", la
cual fue admitida por auto dictado en la misma fecha por el mencionado Tribunal,
que anexo marcado con las letras (sic) "D", donde se desprende de dicha
demanda que las partes que suscribieron el contrato cuya resolución se demandó,
fueron por una parte nuestra representada, es decir, la sociedad mercantil:
"POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A.", en su carácter de arrendataria contra quien
fue dirigida la acción y por la otra los mencionados accionantes, en su condición
de arrendadores de una unidad inmobiliaria conformada por un Edificio
denominado "Cruz Verde", ubicado en la Calle Piar cruce con calle P., n° 104-84-
33 de la ciudad de Cagua, Municipio Sucre del estado Aragua, compuesto por tres
locales (3) y tres (3) baños, en la planta baja y en la planta alta por nueve (9)
cubículos y tres (3) baños. Evidenciándose de la lectura de dicha demanda, que la
parte actora de modo expreso exigió en su propio escrito libelar la resolución de la
referida convención y consecuencialmente, la entrega del inmueble supra
identificado, basándose para ello en los artículos 1.133, 1.134, 1.137, 1.159, 1.160
y 1.1.67 del Código Civil y en el artículo 33 del Decreto con R. y Fuerza de Ley de
Arrendamientos Inmobiliarios, que textualmente dispone: ‘....Las demandas por
desalojo, cumplimiento o resolución de un contrato de arrendamiento, reintegro de
sobrealquileres, reintegro de depósito en garantía, ejecución de garantías,
prórroga legal, preferencia ofertiva, retracto legal arrendaticio y cualquier otra
acción derivada de una relación arrendaticia sobre inmuebles urbanos o
suburbanos, se sustanciarán y sentenciarán conforme a las disposiciones
contenidas en el presente Decreto-Ley y al procedimiento breve previsto en el Li-
bro IV, Título XII del Código de Procedimiento Civil, independientemente de su
cuantía’...
Sin embargo, a pesar de ser evidente que el caso in comento como ya se ha
expresado anteriormente, versa sobre una demanda por resolución de contrato de
arrendamiento, cuyo objeto lo constituye un inmueble destinado a una actividad
comercial, que en el caso concreto está referido al funcionamiento de una clínica
privada, denominada sociedad mercantil "POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A." y no
obstante que, para el día 03 de noviembre de 2015, fecha en que fue admitida la
demanda, ya había entrado en vigencia el día el 23 de mayo de 2014, el Decreto
con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regularización del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial, según Gaceta Oficial Número 40.418, el cual
pasó a regir las condiciones y procedimientos para regular y controlar la relación
entre arrendadores y arrendatarios, en el arrendamiento de inmuebles destinados
al uso comercial, especificados en su artículo 2o, dicha demanda debió admitirse y
regirse por los trámites del procedimiento oral, previsto en el artículo 859 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, a tenor de lo dispuesto en el artículo
43. del mencinado (sic) Decreto, más sin embargo el ciudadano Juez de la primera
instancia del juicio, obviando esa circunstancia, estableció que el procedimiento a
seguir era el procedimiento breve previsto en el artículo 881 del Código de
Procedimiento Civil, fundamentándose en el artículo 33 de la Ley de
Arrendamientos Inmobiliarios, emplazando a la demandada al acto de
contestación de la demanda, para el segundo día de despacho siguiente a que
constara en auto (sic) su citación, en cuya oportunidad mi patrocinada hizo
objeción respecto al procedimiento escogido para su sustanciación, tal como se
observa del título denominado "Del Procedimiento seguido y el rechazo a la
cuantía", que riela al vuelto folio 6 de la sentencia querellada", toda vez que el
inmueble arrendado se encuentra amparado por el artículo 2 del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para
el Uso Comercial, que textualmente dispone:
A los fines de la aplicación e interpretación del presente Decreto Ley, se entenderá
por ‘inmuebles destinados al uso comercial’, aquellos en los cuales se
desempeñen actividades comerciales o de prestación de servicios como parte del
giro ordinario del establecimiento que allí funciona, independientemente de que
dicho inmueble constituya una unidad inmobiliaria por sí solo, forme parte de un
inmueble de mayor magnitud, o se encuentre anexado a éste. Se presumirá, salvo
prueba en contrario, que constituyen inmuebles destinados al uso comercial los
locales ubicados en centros comerciales, en edificaciones de viviendas u oficinas,
o en edificaciones con fines turísticos, de uso médico asistencial distintos a
consultorios, laboratorios o quirófanos, o educacional, así como los que formaren
parte, sin ser solo depósitos, de un galpón o estacionamiento. Se presumirán
además inmuebles destinados al uso comercial los quioscos, stands, y
establecimientos similares, aun cuando éstos no se encuentren unidos de manera
permanente al inmueble donde funcionan o se ubiquen en áreas de dominio
público.
La citada disposición legal copiada, es de fácil entendimiento, pues define
precisamente en su encabezado, cuáles son los inmuebles destinados a uso
comercial: ‘aquellos en los cuales se desempeñen actividades comerciales o de
prestación de servicios como parte del giro ordinario del establecimiento que allí
funciona, independientemente de que dicho inmueble constituya una unidad
inmobiliaria por sí solo, forme parte de un inmueble de mayor magnitud, o se
encuentre anexado a éste’; presumiéndose, salvo prueba en contrario, que todo
local que se encuentre ubicado en una edificación de uso médico asistencial,
constituye un inmueble destinado al uso comercial, a menos que se trate de
locales destinados a consultorios, laboratorios o quirófanos y en tal virtud, queda
completamente claro que el Juez de la primera instancia al darle una
interpretación excluyente a la norma in comento, en el sentido de no incluir dentro
de su ámbito de aplicación, a aquellos inmuebles destinados al uso médico
asistencial, como el del caso planteado, enervó el goce y ejercicio pleno del de-
recho constitucional de mi representada al debido proceso y el derecho a la
defensa, consagrado en el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, al subsumirlo dentro del ámbito de aplicación de la Ley
de Arrendamientos Inmobiliarios y excluirlo de su ley natural que lo ampara
(Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial), aplicando incorrectamente las reglas del
procedimiento breve contemplado en el artículo 33 de la Ley de Arrendamientos
Inmobiliario y no las del juicio oral establecidas en el artículo 859 y ss. del Código
de Procedimiento Civil, por mandato expreso del artículo 43 del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para
el uso Comercial.
Continuó señalando el apoderado judicial de la accionante que, contra la decisión
tomada en primera instancia, por el Juzgado Primero de Municipio Ordinario y
Ejecutor de Medidas de los Municipios Sucre y J.Á.L. de la Circunscripción Judicial
del Estado Aragua el 22 de enero de 2016, ejerció recurso de apelación y presentó
“a título de informes escrito ante la Alzada, exponiendo los motivos que
fundamentaban su recurso; no obstante la ciudadana Jueza de Alzada, en
contravención al criterio establecido por esta Honorable Sala Constitucional en
sentencia del 06 de febrero 2007, dictada en el expediente № 07-0019, conforme
al cual: ‘Omissis.. tomando en cuenta que en el procedimiento de segunda
instancia del juicio breve, no está estipulada la presentación de informes, lo cual
no obsta a que una vez concluida la etapa probatoria respectiva, y antes del
dictado de la sentencia, se presente algún escrito con esas características (....)’, al
vuelto del folio 3 de su sentencia aquí querellada, manifestó que: "en atención a la
naturaleza del procedimiento establecido para la tramitación de este tipo de juicios
(juico breve), se debe indicar que el J. Superior no debe tomar como premisa para
el establecimiento de los fundamentos de la apelación los escritos de alegatos
consignados dentro del lapso para decidir establecido en el artículo 893 del
Código de Procedimiento Civil".
Añadió que:
…en el caso planteado la ciudadana Jueza autora de la sentencia querellada,
estableció erradamente que el Edificio de dos plantas denominado "Cruz Verde"
destinado en toda su extensión a uso médico asistencial, por el sólo hecho de ser
"de conocimiento común de cualquier persona que las clínicas y policlínicas como
aquí la demanda se encuentran conformadas por consultorios, laboratorios y
quirófanos", queda excluido del ámbito de aplicación el Decreto con Rango, Valor
y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso
Comercial el legislador, como si se tratara lisa y llanamente de la resolución de un
contrato de arrendamiento de un local destinado a consultorio, o a laboratorio o
quirófano que funciona en un espacio que forman (sic) parte integrante de una
edificación de uso médico asistencial, por lo que consideró correcto "sustanciar el
juicio de acuerdo a lo dispuesto en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
№ 427 de Arrendamiento Inmobiliario, en concordancia con el procedimiento
breve, establecido en el Código de Procedimiento Civil".
Pues bien, no obstante que el caso in comento la representación judicial de
nuestra patrocinada en aquella oportunidad, trató que el Tribunal de la querellada
subsanara el error en que incurrió el tribunal de la causa, o sea del Juzgado
Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Sucre y
J.Á.L. de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, cuando siguió un proce-
dimiento equivocado, dicho Tribunal de Alzada, corroboró el procedimiento
escogido el (sic) tribunal de la primera instancia, dejando a mi mandante, sin
recurso alguno para hacer valer sus derechos". De tal manera que el Juzgado
Superior Segundo en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial de estado Aragua, conociendo en Alzada, al haber incurrido en una
errónea interpretación del artículo 2 de la Ley de Regulación del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial, violó el derecho a la defensa de mi re-
presentada cuando no tomó en cuenta los alegatos presentados mediante escrito
que a título de informes fue consignado dentro del lapso para decidir establecido
en el artículo 893 del Código de Procedimiento Civil, por sus apoderados judiciales
en aquella oportunidad, que de haberlo hecho hubiese podido reparar la situación
planteada mediante la figura de la reposición de la causa, ordenando que la
misma fuese admitida siguiendo un procedimiento diferente al que se adoptó en
un principio, esto es, que se sustanciase por los trámites del juicio oral, previsto en
el artículo 859 eiusdem, aplicable por emisión (sic) expresa del artículo 43 de la
ley que regula el arrendamiento de locales comerciales, eiusdem, con todas las
garantías y la amplitud que brinda dicho procedimiento, habida cuenta que se
trababa del arrendamiento de un edificio en toda su extensión para el funcio-
namiento de una Clínica, y al no hacerlo incurrió en violación al derecho
constitucional al debido proceso de nuestra representada, al permitir que la causa
se sustanciara erradamente por los trámites del juicio breve, que dispone la Ley de
arrendamientos Inmobiliarios, cuya reducción de términos y oportunidades para
hacer valer recursos procesales que establece este último procedimiento, no
agrega nada al debido proceso, lo cual evidentemente constituye una verdadera y
real subversión institucional, al debido proceso; quebrantándose por demás una
forma procesal de orden público contenida en los artículos 95, 96, 97 y 99 del
Decreto con R. y Fuerza de Ley de la Procuraduría General de la República,
habida cuenta que al tener conocimiento que se trataba del arrendamiento de una
clínica, que tiene como objeto la prestación del servicio de salud para la
comunidad, el cual es un derecho constitucional previsto en el artículo 83 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ninguno de ellos cumplió
con la notificación previa del Procurador General de la República, para evitar la
posibilidad de paralización de este vital servicio, en resguardo de los intereses
colectivos, de (sic) tal como así lo ordenan las normas antes citadas, de obligatorio
cumplimiento por toda autoridad judicial, al tratarse de normas de orden público
que no pueden ser violentadas.
Por consiguiente, en el caso planteado luce de manifiesto que, el Juzgado
Superior Segundo en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial de estado Aragua, al dictar su sentencia, vulneró flagrantemente además
del derecho al debido proceso y a la defensa de mi representada también infringió
los principios de confianza legítima y expectativa plausible, como manifestaciones
del principio de seguridad jurídica (…).
En ese sentido, señaló el apoderado judicial de la accionante, que la actuación
inconstitucional del supuesto agraviante, denotaba un claro desconocimiento a los
criterios establecidos por la Sala Constitucional, con respecto al derecho al debido
proceso; de igual forma, precisó que la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, en su decisión N° 241 del 4 de mayo de 2015, caso: I.L.,
C.A., contra Clínica Los Sauces, C.A., en relación con la competencia material
para conocer de asuntos relativos a desalojos, cumplimiento o resolución de
contratos de arrendamiento de locales comerciales, estableció lo siguiente:
...El caso concreto se trata de una demanda por resolución de contrato de
arrendamiento, que versa sobre un inmueble destinado a una actividad comercial,
que en este caso es una clínica privada, denominada sociedad mercantil Clínica
Los Sauces, C.A.
(...Omissis...)
Ahora bien, es necesario destacar que para la fecha en que fue dictada la
sentencia recurrida, es decir, el 26 de junio de 2014, ya había entrado en vigencia
el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regularización (sic) del
Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, específicamente, el 23 de mayo
de 2014, según Gaceta Oficial Número 40.418, el cual pasa a regir las condiciones
y procedimientos para regular y controlar la relación entre arrendadores y
arrendatarios, en el arrendamiento de inmuebles destinados al uso comercial,
especificados en su artículo 2o.
Por ello afirmó que, las controversias suscitadas en materia de arrendamientos
comerciales debían ser sustanciadas y decididas de acuerdo a lo dispuesto en el
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación Del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial.
Consideró que:
Dicho error fue determinante en la sentencia querellada, pues si la ciudadana
Jueza de la última instancia hubiese analizado acertadamente el artículo 2 del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial, no habría arribado a la errada conclusión de
incluir al inmueble objeto del contrato en cuestión, dentro de aquellos que excluye
el mencionado artículo 2 y por tal virtud la ciudadana J. Superior, habría
establecido que la vía por la cual se admitió el juicio no era la que correspondía,
reponiendo la causa al estado de pronunciarse acerca de la admisibilidad o no de
la demanda, y al no hacerlo, produjo como resultado que la causa, se ventilara en
ambas instancia (sic), con un procedimiento incorrecto, cuando el que ha debido
aplicarse al caso en referencia, era el del juicio oral por disposición expresa del ar-
tículo 43 eiusdem y no el procedimiento breve, que a consecuencia de su errónea
interpretación de la norma in comento, la condujo a establecer como el
procedimiento aplicable para dicho caso, lo que indudablemente produjo un
perjuicio a la situación jurídica de mi representada, al violentársele su derecho a la
tutela judicial efectiva, al debido proceso y a la defensa, garantizados en los
artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el
principio de expectativa plausible y de confianza legítima, que se encuentra
estrechamente vinculada con el principio de seguridad jurídica, el cual refiere al
carácter del ordenamiento jurídico que involucra certeza de sus normas y,
consiguientemente, la posibilidad de su aplicación, toda vez que lo que tiende es a
la existencia de confianza por parte de la población del país, en el ordenamiento
jurídico y en su aplicación, teniendo perfecto derecho a que se le restablezca
dicha situación y se le restituya en el goce de sus derechos constitucionales
lesionados, conforme lo establece el artículo 27 de la Constitución vigente, en
concordancia con el artículo 4 de la citada Ley de Amparo que expresamente
consagra la facultad de recurrir por vía de amparo las decisiones judiciales,
siempre que se den dos requisitos, a saber: que el tribunal autor del fallo
accionado haya actuado fuera de su competencia y que la resolución, sentencia u
acto dictado lesione un derecho constitucional, que fue exactamente lo que
sucedió en el caso que someto a vuestra consideración, por lo que
respetuosamente solicito a esta Distinguida Sala Constitucional, admita la
presente acción de amparo constitucional.
Por todo lo anterior, adujo que el Juzgado Superior Segundo en lo Civil, M., del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, a través de
la sentencia dictada el 2 de mayo de 2016, violentó flagrantemente el derecho a la
defensa y debido proceso de su representada, toda vez que, con la aplicación del
juicio breve redujo términos y oportunidades para el ejercicio de recursos
procesales.
Luego de indicar las razones por las que considera que la acción ejercida además
de reunir todos los requisitos para ser admitida, contiene supuestos necesarios y
suficientes para su procedencia, solicitó el decreto de una medida cautelar
innominada de suspensión de los efectos del fallo accionado, a los fines de evitar
daños irreversibles que afecten el servicio que presta su representada.
II
FALLO ACCIONADO
El 2 de mayo de 2016, el Juzgado Superior Segundo en lo Civil, M., del Tránsito y
Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, al conocer la apelación
interpuesta por la empresa hoy accionante, POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A.,
contra la sentencia dicada por el Juzgado Primero de Municipio Ordinario y
Ejecutor de Medidas de los Municipios Sucre y J.Á.L. de la misma Circunscripción
Judicial el 22 de enero de 2016, declaró lo siguiente:
PRIMERO
SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto por el Abogado A.R.R.,
Inpreabogado No. 20.715, en su carácter de apoderado judicial del ciudadano
H.J.C.T., venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad No. V-
9.430.789, quien es el representante legal de la Sociedad mercantil “POLICLÍNICA
CRUZ VERDE C.A.” registrada por ante el Registro Mercantil Primero de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua, en fecha 14 de enero de 2009, bajo el
No. 57, Tomo 2-A, contra la sentencia definitiva dictada en fecha 22 de enero de
2016 por el Juzgado Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los
Municipios Sucre y J.Á.L. de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua.
SEGUNDO
SE CONFIRMA la decisión recurrida dictada en fecha 22 de enero de 2016 por el
Juzgado Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios
Sucre y J.Á.L. de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua. En consecuencia:
TERCERO
IMPROCEDENTE el rechazo a la cuantía de la demanda realizado por el
ciudadano H.J.C.T., venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de identidad
No. V-9.430.789, quien es el representante legal de la Sociedad mercantil
“POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A.” registrada por ante el Registro Mercantil
Primero de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, en fecha catorce (14) de
enero de 2009, bajo el No. 57, Tomo 2-A, debidamente asistido en esa
oportunidad por los abogados E.M.V.M. y L.E.C.S., Inpreabogado Nos. 10.448 y
85.589, respectivamente.
CUARTO
CON LUGAR la demanda de RESOLUCIÓN DE CONTRATO DE
ARRENDAMIENTO, interpuesta por los ciudadanos C.E.R. LEÓN y LIZLLANA
CERGELIS RIVAS LEÓN, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas
de Identidad Nos. V-17.246.626 y V-18.702.098, respectivamente, contra la
Sociedad Mercantil “POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A.” registrada por ante el
Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del estado Aragua, en
fecha 14 de enero de 2009, bajo el No. 57, Tomo 2-A, representada legalmente
por el ciudadano H.J.C.T., venezolano, mayor de edad y titular de la cédula de
identidad No. V-9.430.789.
QUINTO
Se ordena a la parte demandada que entregue a la parte actora el inmueble
constituido por el edificio “Cruz Verde”, ubicado en la calle P. cruce con calle P.,
No. 104-84-33, de la ciudad de Cagua, Municipio Sucre del Estado Aragua,
compuesto por tres (3) locales y tres (3) baños, en la planta baja, identificado con
los números 1, 2,3 y en la planta alta, consta de nueve (9) cubículos y tres (3)
baños construidos en un área aproximada de Ciento Cincuenta y Cinco Metros
Cuadrados (155 Mts2). Dicho inmueble se encuentra comprendido dentro de los
siguientes linderos: NORTE: En dos líneas segmentadas de línea recta, el primero
con distancia de 14,97 metros colindantes con la parcela que es o fue de E.B.
(104-84-34), con parcela de O.F.R. de Pronesti (104.84-33-1). SUR: En dos (2)
tramos de línea recta, el primero con una distancia de 11,00 metros, luego un
quiebre de 3,40 metros. El segundo tramo con una distancia de 11,00 metros,
todos colindantes con la calle P. que es uno de sus frentes. ESTE: En dos líneas
segmentadas de líneas rectas con una distancia de 40,52 metros con parcela que
es o fue de Gabino Padrón hoy propiedad de F.L.V.R. (104-84-32) y OESTE: En
línea recta con una distancia de 13,60 metros con calle P. y 15,90 metros con O.
de P., tal y como consta de documento protocolizado por ante el Registro
Inmobiliario de los Municipios Sucre y L. del estado Aragua, inserto bajo el No. 31,
Folios 215 al 218, Tomo 9º del Protocolo 1º correspondiente al último trimestre del
año 2006, completamente desocupado, libre de personas y bienes y en el buen
estado de conservación en que lo recibió.
SEXTO
Se ordena la notificación de la Procuraduría General de la República de
Venezuela de conformidad con lo establecido en el artículo 95 del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República, debiéndose suspender el presente procedimiento por un lapso de
treinta días continuos una vez conste en autos la práctica de la referida
notificación.
SÉPTIMO
Se condena en costas a la parte demandada en conformidad con el artículo 274
del Código de Procedimiento Civil.
DE LA DECLARATORIA DE MERO DERECHO
Esta Sala, mediante decisión N° 993/13 (Caso: D.G.H. y otros), bajo una
interpretación progresiva de normas constitucionales, y en procura de garantizar la
tutela judicial efectiva y dar cumplimiento al mandato del artículo 334 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, estableció, con carácter
vinculante y con base en el artículo 335 del referido texto, que habían situaciones
en las que el justiciable exponía ser víctima de agravios constitucionales que, al
ser evidenciados por esta Sala, no sólo permitía, sino que hacía exigible su
participación para lograr un inmediato restablecimiento de la situación jurídica
infringida; es así como en la referida sentencia se expresó lo siguiente:
De modo que, es la inmediatez y el restablecimiento de la situación jurídica
infringida lo que debe prevalecer en la ponderación con otros derechos
constitucionales de igual rango como lo sería el derecho a la defensa.
Así pues, tanto la acción de amparo como el derecho al amparo llevan implícita la
celeridad y el restablecimiento inmediato de la situación jurídica lesionada
constitucionalmente, razón por la cual el artículo 27 constitucional, conforme con el
artículo 1 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, refieren que la autoridad judicial competente tendrá la potestad
para restablecer inmediatamente la situación jurídica infringida o la situación que
más se asemeje a ella; de allí que pueda o no hacerse exigible el contradictorio en
el procedimiento de amparo, dependiendo ello del hecho de que el juez
constitucional estime el procedimiento más conveniente para el restablecimiento
inmediato de la situación jurídica infringida que es lo medular en la vía del amparo;
si ello no fuese así, el amparo carecería de eficacia. Por lo tanto, cuando el
mandamiento de amparo se fundamente en un medio de prueba fehaciente
constitutivo de presunción grave de la violación constitucional, debe repararse
inmediatamente, en forma definitiva, y sin dilaciones la situación infringida, sin que
se haga necesario abrir el contradictorio, el cual, sólo en caso de duda o de
hechos controvertidos, justificará la realización de una audiencia oral
contradictoria. Si ello no fuera así se desvirtuaría la inmediatez y eficacia del
amparo.
En efecto, existen situaciones de mero derecho o de tan obvia violación
constitucional que pueden ser resueltas con inmediatez y sin necesidad del previo
debate contradictorio porque se hace obvia igualmente la situación jurídica
infringida; ¿por qué demorar entonces la restitución de los derechos
constitucionales infringidos?
La Sala considera que el procedimiento de amparo constitucional, en aras de la
celeridad, inmediatez, urgencia y gravedad del derecho constitucional infringido
debe ser distinto, cuando se discute un punto netamente jurídico que no necesita
ser complementado por algún medio probatorio ni requiere de un alegato nuevo
para decidir la controversia constitucional. En estos casos, a juicio de la Sala, no
es necesario celebrar la audiencia oral, toda vez que lo alegado con la solicitud del
amparo y lo aportado con la consignación del documento fundamental en el
momento en que se incoa la demanda, es suficiente para resolver el amparo en
forma inmediata y definitiva.
En el presente caso, la parte querellante denuncia la violación de su
derecho al debido proceso, toda vez que la demanda por resolución de contrato de
arrendamiento seguida en su contra, a pesar de haber sido incoada el 27 de
octubre de 2015, se desarrolló con base en los trámites del juicio breve, tal como
lo disponía el derogado artículo 33 de la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, aun
cuando, la legislación aplicable era el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley
de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, publicado en
la Gaceta Oficial Nº 40.418 del 23 de mayo de 2014, en cuyo artículo 43 se
estableció el juicio oral como procedimiento a seguir para resolución de conflictos.
Como puede apreciarse, la resolución del presente caso tiene como núcleo la
determinación de la normativa aplicable para resolver el conflicto presentado en
torno a una relación arrendaticia, para lo cual será necesario dilucidar la vigencia
temporal de las leyes, tarea que no requerirá de ninguna actividad probatoria de
las partes en conflicto, sino que puede perfectamente resolverse con las actas que
constan en el expediente, principalmente, con las decisiones dictadas en los dos
grados de conocimiento del juicio principal, todo lo cual no deja lugar a dudas en
cuanto a que estamos frente a una situación de mero derecho.
En efecto, consta en autos que, el Juzgado Primero de Municipio Ordinario
y Ejecutor de Medidas de los Municipios Sucre y J.Á.L. de la Circunscripción
Judicial del Estado Aragua, dictó auto de fecha 3 de noviembre de 2015, mediante
el cual admitió la demanda interpuesta por los ciudadanos C.E.R. LEÓN y
LIZLLANA CERGELIS RIVAS LEÓN contra la sociedad mercantil POLICLÍNICA
CRUZ VERDE C.A., y se fijó el segundo (2do) día de despacho para la
contestación de la demanda.
De igual forma, se pudo evidenciar que, el Juzgado Superior Segundo en
lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado
Aragua, actuando como juez de alzada, y señalado como agraviante en la
presente causa, luego de recibir el expediente contentivo del proceso principal, fijó
el décimo (10°) día de despacho siguiente a la notificación de las partes para
dictar sentencia.
Así las cosas, estando, como ya se afirmó, frente a una situación de mero
derecho, la presente acción de amparo puede ser resuelta con inmediatez y sin
necesidad del previo debate contradictorio, razón por la cual, esta Sala pasará a
decidir el fondo de las denuncias planteadas, sin necesidad de celebrar la
audiencia pública constitucional, tal como se sostuvo en la citada sentencia N°
993/13, en la que de manera expresa se indicó lo siguiente:
Así pues, la Sala considera que la celebración de la audiencia oral en estos tipos
de acciones de amparo constitucional, en las que se planteen la resolución de
puntos de mero derecho, sería antagónico con lo señalado en el artículo 27 de la
Carta Magna, que establece que: el “procedimiento de amparo constitucional será
oral, público, breve, gratuito y no sujeto a formalidad, y la autoridad judicial
competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la situación jurídica
infringida o la situación que más se asemeje a ella” (destacado de este fallo);
debido a que el J. constitucional debe esperar, aun cuando cuenta con todo lo
necesario en autos para dictar la decisión de fondo en forma inmediata, la
celebración de la audiencia oral que no va a aportar nada nuevo a la controversia.
Se trataría, entonces, de una audiencia inútil o redundante que crearía una
dilación innecesaria en el procedimiento de amparo incompatible con su
naturaleza.
(…)
De modo que, condicionar la resolución del fondo del amparo a la celebración de
la audiencia oral sería inútil en aquellos casos en los cuales se intenta el amparo
contra una decisión judicial por un asunto de mero derecho o de obvia violación
constitucional, toda vez que ello ocasionaría la violación del derecho a la tutela
judicial efectiva prevista en el artículo 26 eiusdem, que se concreta en materia de
amparo constitucional en el artículo 27 ibidem, debido a que el Estado no
garantizaría, en estos casos, una justicia “expedita”.
VI
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Declarado el presente caso como un asunto de mero derecho, la Sala procede a
resolver el mérito del amparo y, a tal efecto, observa:
En el acto jurisdiccional bajo análisis constitucional, dictado por el Juzgado
Superior Segundo en lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial del Estado Aragua el 2 de mayo de 2016, al resolver el planteamiento
efectuado por la parte hoy accionante, se expresó lo siguiente:
Del procedimiento seguido y el rechazo a la cuantía:
En primer término, visto que la parte demandada hizo objeción respecto al
procedimiento por la cual fue admitida la presente demanda, este Tribunal estima
necesario como punto previo, ratificar lo siguiente:
La pretensión de los ciudadanos actores de este juicio se centra en la resolución
de un contrato de arrendamiento suscrito con la Sociedad Mercantil “POLICLÍNICA
CRUZ VERDE C.A.”. En tal sentido, a fin de despejar cualquier clase de dudas, se
debe mencionar que el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación
del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial, en su disposición
derogatoria primera, dispone que: “Se desaplican, para la categoría de inmuebles
cuyo arrendamiento regula el presente Decreto Ley, todas las disposiciones del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley N° 427 de Arrendamiento Inmobiliario,
publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 36.845
de fecha 7 de diciembre de 1999.”
De la disposición derogatoria transcrita se verifica que el mencionado Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para
el Uso Comercial, no derogó por completo al Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de Ley N° 427 de Arrendamiento Inmobiliario, ya que, las disposiciones de éste
último solamente fueron desaplicadas para la categoría de inmuebles cuyo
arrendamiento regula el nuevo Decreto-Ley de Regulación del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial.
Por ello, a fin de tener certeza sobre cuál ley aplicar a un caso específico se debe
atender obligatoriamente a la categoría del inmueble arrendado, lo cual va
íntimamente asociado a la naturaleza de la actividad que en él se desarrolle. De
tal modo, dicho Decreto-Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el
Uso Comercial, en su artículo 2 señala lo siguiente:
A los fines de la aplicación e interpretación del presente Decreto Ley, se entenderá
por “inmuebles destinados al uso comercial”, aquellos en los cuales se
desempeñen actividades comerciales o de prestación de servicios como parte del
giro ordinario del establecimiento que allí funciona, independientemente de que
dicho inmueble constituya una unidad inmobiliaria por sí solo, forme parte de un
inmueble de mayor magnitud, o se encuentre anexado a éste.
Se presumirá, salvo prueba en contrario, que constituyen inmuebles destinados al
uso comercial los locales ubicados en centros comerciales, en edificaciones de
viviendas u oficinas, o en edificaciones con fines turísticos, de uso médico
asistencial distintos a consultorios, laboratorios o quirófanos, o educacional, así
como los que formaren parte, sin ser solo depósitos, de un galpón o
estacionamiento. Se presumirán además inmuebles destinados al uso comercial
los quioscos, stands, y establecimientos similares, aun cuando éstos no se
encuentren unidos de manera permanente al inmueble donde funcionan o se
ubiquen en áreas de dominio público.
De la simple lectura del artículo arriba transcrito se verifica que el legislador
claramente no quiso darle naturaleza comercial a los inmuebles donde encuentren
consultorios, laboratorios o quirófanos, por lo que, el Decreto con R., Valor y
Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso
Comercial, no regula ni abarca las relaciones arrendaticias de los bienes
inmuebles que se utilicen para tales fines.
En tal sentido, es de conocimiento común de cualquier persona, que las clínicas y
las policlínicas como la aquí demandada, se encuentran conformadas por
consultorios, laboratorios y quirófanos, siendo éste último la característica más
relevante al momento de verificar cuál fue la intención del legislador, toda vez que,
los quirófanos no son unidades autónomas que se encuentran individualmente en
cualquier sitio, sino que, por el contrario, los quirófanos únicamente se encuentran
en centros asistenciales tales como clínicas, policlínicas, hospitales, ambulatorios
o centros diagnósticos integrales, por lo que, todos los inmuebles donde se hallan
o pudieran hallarse quirófanos, no son regulados por Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso
Comercial. Tal conducta del legislador se complementa con el criterio sostenido y
pacífico de la distintas Salas del Tribunal Supremo de Justicia que establece que
las clínicas y policlínicas, más allá de ejecutar simples actos de comercio, realizan
una actividad de interés público, por lo cual, en las demandas que sean
interpuestas contra ellas, debe ser notificada la Procuraduría General de la
República. En consecuencia, se concluye y se ratifica que el inmueble objeto de la
presente demanda se encuentra dentro las excepciones dispuestas en el artículo 2
ejusdem y por ende, ha sido correcto sustanciar el juicio de acuerdo a lo dispuesto
en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley N° 427 de Arrendamiento
Inmobiliario, en concordancia con el procedimiento breve establecido en el Código
de Procedimiento Civil. Así se decide.
La anterior interpretación, efectuada por la jueza a cargo del referido
juzgado superior, debe ser analizada a la luz del prisma constitucional; a tal efecto,
es necesario partir de la base de que, tal como lo establece expresamente el
artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, “Venezuela
se constituye en un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, que
propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación,
la vida…”, dentro de la cual, como lo ha reconocido innumerables veces esta Sala
Constitucional, forma parte la salud.
De hecho, el artículo 83 de nuestra Carta Magna establece lo siguiente:
Artículo 83. La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que
lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y
desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y
el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la
salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa…
En ese sentido, de manera clara y contundente, esta Sala Constitucional afirmó en
su sentencia N° 85 del 24 de enero de 2002 (Caso: ASODEVIPRILARA), que:
…la columna vertebral conceptual de lo que es un Estado Social, el cual la Sala ya
lo expresó, del P. se colige que el Estado Social está destinado a fomentar la
consolidación de la solidaridad social, la paz, el bien común, la convivencia, el
aseguramiento de la igualdad, sin discriminación ni subordinación. Luego, la
Constitución antepone el bien común (el interés general) al particular, y reconoce
que ese bien común se logra manteniendo la solidaridad social, la paz y la
convivencia. En consecuencia, las leyes deben tener por norte esos valores, y las
que no lo tengan, así como las conductas que fundadas en alguna norma, atenten
contra esos fines, se convierten en inconstitucionales.
Ello así, no solo la labor legislativa debe orientarse a la persecución y alcance de
tales fines, sino que los mismos deben constituir el norte de las interpretaciones
judiciales, bajo pena de que las mismas se conviertan en inconstitucionales.
De hecho, se desprende de la propia exposición de motivos del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para
el Uso Comercial, que el mismo se erige sobre el postulado del bienestar y
progreso del colectivo.
Bajo tales parámetros, no entiende esta Sala Constitucional cómo en el fallo
señalado como lesivo, se efectuaron interpretaciones de espalda a toda razón de
lógica constitucional; dado que es inexplicable, que se concluya que la parte
accionante es un centro médico asistencial, en el que, como señala la propia
juzgadora, “…más allá de ejecutar simples actos de comercio, realizan una
actividad de interés público…”, y a la vez, quede excluido del ámbito de aplicación
de un cuerpo normativo que remite a un procedimiento con mayores garantías
procesales que las que existen en el juicio breve, lo que conlleva a una indudable
afectación del servicio de salud que ofrece la sociedad mercantil hoy accionante;
mas aun cuando la sentencia cuya constitucionalidad se cuestiona contiene la
orden de entregar el inmueble arrendado.
A criterio de esta S., lo procedente en el presente caso es, que la demanda de
resolución de contrato de arrendamiento interpuesta por los ciudadanos C.E.R.L. y
Lizllana Cergelis Rivas León, contra la Policlínica Cruz Verde C.A., se tramitara
por el procedimiento previsto en los artículos 859 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, tal como lo dispone el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de
Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial.
Es así como ha resuelto la situación la Sala de Casación Civil de este Tribunal
Supremo de Justicia, la cual en sentencia N° 710 del 24 de noviembre de 2015
(Caso: E.J.K., ratificada por la N° 419 del 6 de julio de 2016, había señalado lo
siguiente:
Ahora bien, esta Sala Civil en decisión Nº 241, de fecha 4 de mayo de 2015, caso:
I.L., C.A., contra Clínica Los Sauces, C.A., en un punto previo resolvió lo atinente
a la competencia para conocer la materia desalojo, cumplimiento o resolución de
un contrato de arrendamiento de locales comerciales, en los siguientes términos:
‘…El caso concreto se trata de una demanda por resolución de contrato de
arrendamiento, que versa sobre un inmueble destinado a una actividad comercial,
que en este caso es una clínica privada, denominada sociedad mercantil Clínica
Los Sauces, C.A.
Esta Sala ha establecido que el conocimiento de las demandas de arrendamiento
de inmuebles urbanos y suburbanos, siempre ha estado reservado por ley a la
jurisdicción civil, tal y como lo señala el artículo 33 del Decreto con Rango de
Fuerza de Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, el cual establece que “Las
demandas por desalojo, cumplimiento o resolución de un contrato de
arrendamiento, reintegro de sobrealquileres, reintegro de depósito en garantía,
ejecución de garantías, prórroga legal, preferencia ofertiva, retracto legal
arrendaticio y cualquier otra acción derivada de una relación arrendaticia sobre
inmuebles urbanos o suburbanos, se sustanciarán y sentenciarán conforme a las
disposiciones contenidas en el presente Decreto-Ley y al procedimiento breve
previsto en el Libro IV, Título XII del Código de Procedimiento Civil,
independientemente de su cuantía”.
Ahora bien, es necesario destacar que para la fecha en que fue dictada la
sentencia recurrida, es decir, el 26 de junio de 2014, ya había entrado en vigencia
el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regularización del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial, específicamente, el 23 de mayo de 2014,
según Gaceta Oficial Número 40.418, el cual pasa a regir las condiciones y
procedimientos para regular y controlar la relación entre arrendadores y
arrendatarios, en el arrendamiento de inmuebles destinados al uso comercial,
especificados en su artículo 2°.
En cuanto a la aplicabilidad del mencionado Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de Ley de Regularización del Arrendamiento Inmobiliario para el Uso Comercial,
establece la Disposición Final Única, que el Decreto entrará en vigencia desde su
publicación en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, y al
respecto tendrá efectos inmediatos, aplicables a hechos futuros y a situaciones
jurídicas en curso luego de su entrada en vigencia.
Asimismo, establece dicho Decreto en el segundo aparte del artículo 43, en cuanto
a la competencia en materia de arrendamiento comerciales que “…El
conocimiento de los demás procedimientos jurisdiccionales en materia de
arrendamientos comerciales, de servicios y afines será competencia de la
jurisdicción civil ordinaria, por vía del procedimiento oral establecido en el Código
de Procedimiento Civil hasta su definitiva conclusión’.
Como puede apreciarse, con la sentencia accionada, dictada por el Juzgado
Superior Segundo en lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial del Estado Aragua el 2 de mayo de 2016, se convalidó la aplicación de un
procedimiento indebido, contemplado en el artículo 33 de la derogada Ley de
Arrendamientos Inmobiliarios (juicio breve), en el que los lapsos son mucho más
cortos que los dispuestos en el juicio oral, con lo cual se vulneró de manera
flagrante el derecho a la defensa y el debido proceso de la sociedad mercantil
POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A., parte hoy accionante, a quien, partiendo de
una interpretación de carácter restrictivo, y a pesar de haber sido demandada en
fecha 27 de octubre de 2015, se excluyó del ámbito de aplicación del Decreto con
Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento Inmobiliario para
el Uso Comercial, que entró en vigencia el 23 de mayo de 2014.
En ese sentido, es pertinente citar lo señalado por esta S. en su sentencia N° 5 del
24 de enero de 2001 (Caso: Supermercado Fátima S.R.L.), ratificada, entre otras,
por la sentencia N° 765/15, en la cual se estableció lo siguiente:
Al respecto, es menester indicar que el derecho a la defensa y al debido proceso
constituyen garantías inherentes a la persona humana y en consecuencia,
aplicables a cualquier clase de procedimientos. El derecho al debido proceso ha
sido entendido como el trámite que permite oír a las partes, de la manera prevista
en la Ley, y que ajustado a derecho otorga a las partes el tiempo y los medios
adecuados para imponer sus defensas.
En cuanto al derecho a la defensa, la Jurisprudencia ha establecido que el mismo
debe entenderse como la oportunidad para el encausado o presunto agraviado de
que se oigan y analicen oportunamente sus alegatos y pruebas. En consecuencia,
existe violación del derecho a la defensa cuando el interesado no conoce el
procedimiento que pueda afectarlo, se le impide su participación o el ejercicio de
sus derechos, o se le prohíbe realizar actividades probatorias.
En el presente caso, como se ha señalado, se dejó de aplicar el artículo 43 del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley de Regulación del Arrendamiento
Inmobiliario para el Uso Comercial, el cual señala que el procedimiento a seguir en
caso de arrendamientos comerciales, será el del juicio oral establecido en el
Código de Procedimiento Civil, y por el contrario, se aplicó el procedimiento breve
del mismo cuerpo normativo, pero en el que los lapsos son reducidos,
menoscabando así, la posibilidad de argumentar y probar por parte de la sociedad
mercantil POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A., tal como sucedió con la
desestimación del escrito que a manera de informes fue presentado en la alzada;
todo lo cual debe ser subsanado por esta Sala, por estar en juego la integridad de
la Constitución, así lo exigen los artículos 334 y 335 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
De igual forma, se estima pertinente citar lo expuesto por esta Sala Constitucional,
en la sentencia N° 2935 del 13 de diciembre de 2004 (Caso: Clínica Vista Alegre),
en la cual se estableció lo siguiente:
…no puede dejar de advertir la Sala que la parte demandada en el presente caso,
la constituyen la CLÍNICA VISTA ALEGRE, C.A., la cual presta a la comunidad un
servicio público dirigido a garantizar el derecho a la salud, que se encuentra
protegido constitucionalmente en el artículo 83 constitucional cuando se dispone
que “(l)a salud es un derecho social fundamental, obligación del estado, que lo
garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará
políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a
los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así
como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de
cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de
conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados
por la República”.
Pudiendo avisarse de dicho artículo que, el Estado debe promover y desarrollar
todas las políticas encaminadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y
el acceso a los servicios, por ello, el derecho a la salud constituye uno de los
pilares fundamentales del Estado Social de Derecho.
Para garantizar este derecho social fundamental, “todas las personas tienen el
deber de participar activamente en su promoción y defensa” (artículo 83 citado).
Conforme al artículo 135 Constitucional, la obligación del Estado de garantizar el
derecho a la salud, no excluye que en virtud de la responsabilidad y solidaridad
social corresponda al o a los particulares según su capacidad, coadyuvar con la
prestación de esos servicios, por lo que a éstos les es permitido fundar clínicas,
hospitales, dispensarios y otros sitios destinados a preservar la salud de los
ciudadanos.
En un Estado Social de Derecho y de Justicia, signado por la responsabilidad
social, que corresponde no solo a la sociedad civil (artículo 326 Constitucional),
sino a la iniciativa privada conjuntamente con el Estado (artículo 299 eiusdem), o
al Poder Ciudadano (artículo 274 de la Constitución), o a la sociedad en la
promoción del proceso de educación ciudadana, los que colaboran con el
cumplimiento de las prestaciones indeterminadas o generales del Estado para con
sus ciudadanos (derecho a la salud, educación, vivienda, etc) deben ser
protegidos por el Estado, a fin de evitar su desaparición o paralización, con el
daño social que esto significa.
De allí, que los coprestadores o colaboradores con las prestaciones generales que
debe el Estado, deben gozar de una especie de beneficio de competencia
(artículos 1950 y 1951 del Código Civil), en favor del bien común, con el fin de que
no desaparezcan abruptamente fuentes de trabajo, establecimientos
educacionales, sitios de prestación de salud, etc.
En estos casos, corresponde al juez armonizar el bien común o colectivo con los
derechos e intereses particulares, y sus medidas podrían destinarse a que no se
cierre, con motivo de una medida preventiva o ejecutiva, un centro que coadyuva
con las obligaciones del Estado en favor de la población en general.
Así las cosas, el restablecimiento de la situación jurídica infringida en el presente
caso se obtendrá, tal como lo requirió el accionante, con la declaratoria de nulidad
del fallo accionado y con la reposición de la causa al estado de que un nuevo Juez
de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios Sucre y J.Á.L. de
la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, se pronuncie sobre la admisión de
la demanda que por resolución de contrato de arrendamiento interpusieron los
ciudadanos C.E.R.L. y Lizllana Cergelis Rivas León, contra la sociedad mercantil
POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A. y que el proceso se lleve a cabo de
conformidad con el criterio establecido en el presente fallo. Así se decide.
En virtud de las consideraciones anteriores, esta Sala Constitucional declara
procedente in limine litis la acción de amparo constitucional interpuesta el abogado
R. De Jesús Perdomo Suárez, apoderado judicial de la sociedad mercantil
POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A., contra la decisión dictada por el Juzgado
Superior Segundo en lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial del Estado Aragua el 2 de mayo de 2016, la cual se anula, que declaró
con lugar la demanda que por resolución de contrato de arrendamiento
interpusieron los ciudadanos C.E.R.L. y Lizllana Cergelis Rivas León, contra la hoy
accionante, confirmando la decisión dictada, el 22 de enero de 2016, por el
Juzgado Primero de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los Municipios
Sucre y J.Á.L. de la misma Circunscripción Judicial. Así también se decide.
Con ocasión al pedimento cautelar solicitado por la parte accionante, se estima
inoficioso proveer sobre el mismo, dada la naturaleza del presente fallo.
Visto que en el presente caso se pudiera ver afectada la actividad relacionada con
el derecho a la salud, se ordena al Juzgado Superior Segundo en lo Civil, M., del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, notificar de la
presente decisión al Procurador del Estado Aragua, a los fines de garantizar su
intervención en el proceso principal que se ordena reponer, atinente a la demanda
que por resolución de contrato de arrendamiento interpusieron los ciudadanos
C.E.R.L. y Lizllana Cergelis Rivas León, contra la sociedad mercantil
POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A. Así se declara.
Decisión
Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, administrando justicia en nombre de la República, por autoridad de
la Ley, declara:
PRIMERO
COMPETENTE para conocer la acción de amparo interpuesta por la sociedad
mercantil POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A., a través de su apoderado judicial.
SEGUNDO
Se ADMITE la acción de amparo constitucional ejercida por el abogado R. De
Jesús Perdomo Suárez, apoderado judicial de la sociedad mercantil POLICLÍNICA
CRUZ VERDE C.A., contra la decisión dictada por el Juzgado Superior Segundo
en lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado
Aragua el 2 de mayo de 2016.
TERCERO
De MERO DERECHO la resolución del presente amparo.
CUARTO
PROCEDENTE IN LIMINE LITIS la acción de amparo constitucional ejercida por el
abogado R. De Jesús Perdomo Suárez, apoderado judicial de la sociedad
mercantil POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A., contra la decisión dictada por el
Juzgado Superior Segundo en lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua el 2 de mayo de 2016.
QUINTO
Se ANULA la sentencia dictada por el Juzgado Superior Segundo en lo Civil, M.,
del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua el 2 de
mayo de 2016, que declaró con lugar la demanda que por resolución de contrato
de arrendamiento interpusieron los ciudadanos C.E.R.L. y Lizllana Cergelis Rivas
León, contra la sociedad mercantil POLICLÍNICA CRUZ VERDE C.A.
SEXTO
repone la causa al estado de que un nuevo Juez de Municipio Ordinario y Ejecutor
de Medidas de los Municipios Sucre y J.Á.L. de la Circunscripción Judicial del
Estado Aragua, se pronuncie sobre la admisión de la demanda que por resolución
de contrato de arrendamiento interpusieron los ciudadanos C.E.R.L. y Lizllana
Cergelis Rivas León, contra la sociedad mercantil POLICLÍNICA CRUZ VERDE
C.A., previa notificación de las partes.
SÉPTIMO
ordena al Juzgado Superior Segundo en lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua notificar de la presente decisión al
Procurador del estado Aragua, a los fines de garantizar su intervención en el
proceso que se ordena reponer, atinente a la demanda que por resolución de
contrato de arrendamiento interpusieron los ciudadanos C.E.R.L. y Lizllana
Cergelis Rivas León, contra la sociedad mercantil POLICLÍNICA CRUZ VERDE
C.A.
Publíquese, regístrese y comuníquese. R. copia certificada de la presente decisión
al Juzgado Superior Segundo en lo Civil, M., del Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del Estado Aragua. Cúmplase con lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 25 días del mes de octubre de
dos mil dieciséis (2016). Años: 206º de la Independencia y 157º de la Federación.
La Presidenta,
GLADYS M. GUTIÉRREZ ALVARADO

Vicepresidente,
A.D.J.D.R.
Los Magistrados,
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN
Ponente

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER


CALIXTO ORTEGA RÍOS

LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON


La Secretaria (T),
DIXIES J VELAZQUEZ R
Exp. 16- 0587
CZdM/rtb

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