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A pesar de lo difícil que resulta asumir que es una droga, por lo integrado que está en nuestra
cultura, lo cierto es que se trata de la droga más consumida en nuestro país y la que más
problemas de toda índole produce.
El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central, que pertenece al grupo de sedantes
junto con los barbitúricos y las benzodiacepinas.
El alcohol etílico o etanol es la droga que se encuentra en las bebidas alcohólicas, aunque
existen otros tipos de alcoholes como el metílico, que se utiliza principalmente en la industria.
2. Por destilación: medio artificial para aumentar la concentración del alcohol de una bebida. Ej.:
coñac, ginebra, whisky y vodka.
La ruta metabólica que sigue el alcohol cuando se consume no tiene nada que ver con el
proceso digestivo normal. Éste pasa por el estómago al duodeno, donde se absorbe;
posteriormente al torrente sanguíneo, lo que produce irritación y estimula la secreción de jugos
gástricos así como procesos inflamatorios de esófago y estómago, gastritis y úlceras.
En unos pocos minutos llega el alcohol al cerebro, donde actúa y donde se aprecian los mayores
efectos.
El alcohol es un tóxico que, circulando por la sangre, alcanza todos los órganos y sistemas
del organismo, por lo que se pueden producir importantes y múltiples problemas relacionados
con su consumo: afecta a la respiración intracelular, la producción de neurotransmisores y el
metabolismo.
En el bebedor habitual aparece el síndrome de abstinencia tras una privación de bebida de uno
a cinco días. En este síndrome de abstinencia se dan síntomas orgánicos, neurovegetativos y
psíquicos.
Al consumo del alcohol, no se le tiene demasiado respeto, ya que es una droga que actualmente
cuenta con una gran aceptación en nuestra sociedad.
La tolerancia, nos indica, cómo nuestro cuerpo necesita cada vez más cantidad, para obtener los
mismos resultados y efectos, que con cantidades menores, en las primeras ocasdiones que se
consume.
Patología somática del alcoholismo crónico: Náuseas, vómitos viscosos y biliares, gastritis
pancreatitis, hepatitis alcohólica, cirrosis hepática.
Psicopatología:
Delirium Tremens.
Demencias alcohólicas.
Epilepsia alcohólica.
Encefalopatías alcohólicas.
Pocos minutos después de haber bebido, pueden aparecer una serie de efectos cuya
manifestación varía según la cantidad que se haya bebido y las características de la
persona.
Desinhibición
Euforia
Relajación
Aumento de la sociabilidad
Dificultad para hablar
Dificultar para asociar ideas
Descoordinación motora
y, finalmente, intoxicación aguda
En los casos en que la concentración de alcohol en la sangre alcance o supere los 3
gramos de alcohol por litro pueden parecer apatía y somnolencia, coma o incluso
muerte.
Los efectos del alcohol dependen de la cantidad consumida, pero existen otras
circunstancias que los pueden acelerar o agravar.
La edad. Los jóvenes son más sensibles a los efectos del alcohol en actividades que
tienen que ver con la planificación, la memoria y aprendizaje, y son más “resistentes”
que los adultos a los efectos sedantes y a la descoordinación motora.
El peso y el sexo. El alcohol afecta de modo más grave a las personas con menos
tamaño. En general la mujer pesa menos y el tamaño de sus órganos internos es
proporcionalmente más pequeño. Por lo tanto, menores cantidades de alcohol pueden
producir daños en el cuerpo de forma más rápida.
La cantidad y rapidez de la ingesta. A mayor cantidad de alcohol bebido y a menor
tiempo, es mayor la posibilidad de intoxicación.
La combinación con bebidas carbónicas como la tónica, las colas, etc. acelera la
intoxicación.
La comida. Si se come a la vez que se bebe, sobre todo alimentos grasos, se
enlentece la intoxicación, pero no se evita ni se reducen los daños al cuerpo.
La combinación con otras sustancias. Si se toman tranquilizantes, relajantes
o calmantes, se potencian los efectos sedantes del alcohol. Cuando se combina con
el cannabis se incrementan los efectos sedantes de ambas sustancias.
Las señales principales del uso de alcohol y del abuso de drogas por los adolescentes pueden
incluir:
Físicas: fatiga, problemas al dormir, quejas continuas acerca de su salud, ojos enrojecidos y
sin brillo y una tos persistente.
Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, irritabilidad,
comportamiento irresponsable, poco amor propio o autoestima, carencia de juicio,
depresión, retraimiento y una falta general de interés.
De Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas, el retraerse o dejar de
comunicarse con la familia.
En la Escuela: interés decreciente, actitud negativa, calificaciones bajas, ausencias
frecuentes, faltas al deber y problemas de disciplina.
Problemas Sociales: amigos o pares envueltos con drogas y alcohol, problemas con la ley
y el cambio dramático en el vestir y apariencia.