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En segundo lugar, se debe a que la educación cada vez se centra más en los
alumnos. La enseñanza generalizada no se adecua a todos los alumnos, por lo
que la enseñanza (y, a su vez, el aprendizaje) debe adaptarse al alumno de forma
individual, no a la inversa.
BASES TEÓRICAS
Al respecto, Lagos (2010) expresa que las TIC se han vuelto una herramienta
indispensable para la mayoría de las actividades del docente; ofrecen una variedad
de recursos para utilizar en las aulas y enriquecer el proceso de enseñanza-
aprendizaje. El mundo digital se va incorporando poco a poco a las instituciones
educativas, pero la tecnología por sí sola no mejora la calidad del proceso de
enseñanza-aprendizaje; es necesario un cambio en la forma de enseñar y aprender
porque si no se caería en los mismos errores de la educación tradicional; por ello,
es importante conocer los elementos que permiten que la educación virtual se lleve
a cabo de manera fructífera; no se puede seguir enseñando a las generaciones del
futuro con los medios del pasado.
Las plataformas educativas virtuales son una herramienta que introducen al docente
en la creación de cursos y talleres, de forma sencilla y rápida, que permiten
administrar y organizar contenidos a medida del usuario. Como buenos ejemplos y
entre las más conocidas se encuentran Dokeos y Moodle, las cuales se han
desarrollado en torno al ámbito educativo y otorgan a este tipo de formación un gran
interés pedagógico que genera una educación personalizada y diversidad de cursos
adaptados a todos los perfiles y demandas. La incorporación de estas plataformas
en el ámbito educacional no sólo debe centrarse en la inclusión de los materiales
educativos, sino también en el trabajo colaborativo que fomentan estos entornos,
así como las habilidades didácticas que puedan generar con su aplicación. Estos
espacios disponen de diferentes tipos de herramientas: de contenidos,
comunicación y evaluación y seguimiento. Todas ellas son imprescindibles para el
aprendizaje educativo y didáctico de los estudiantes y permiten crear contenidos
adaptados a objetivos, procedimientos y resultados definidos, así como colaborar
con otros usuarios que nos ayuden a profundizar en el concepto de formación
colectiva.
Exploración: el uso de internet o, con más precisión, la Word Wide Web como una
herramienta de exploración les abre al profesor y al estudiante las puertas de una
fuente inagotable de información y recursos.
Flexibilidad: desde cualquier lugar y a cualquier hora, los estudiantes pueden tener
acceso a sus cursos virtuales. Se estima que aproximadamente 80% de las
empresas ya tienen solucionado su acceso a internet, por lo cual los obstáculos
técnicos de acceso de los estudiantes que trabajan ya están superados.
Por último, las estrategias de apoyo son las que, según el autor citado, en lugar de
dirigirse al aprendizaje de los materiales, tienen como misión incrementar la eficacia
de ese aprendizaje al mejorar las condiciones en que se produce; un ejemplo es la
sección de rebote colocada en el bloque académico; su finalidad es que el aprendiz
asimile y establezca relaciones entre lo que ya conoce y el nuevo aprendizaje
presentado con ayuda y colaboración de sus pares; entre las actividades sugeridas
se encuentran foros, wikis, chats, videoconferencias y blogs, en los que se comparte
el conocimiento y se generan confrontaciones respecto a la información
suministrada por el tutor.
Por su parte, Álvarez (2008) expone que una de las ventajas principales de la
enseñanza virtual es que facilita una interacción sincrónica y asincrónica, es decir,
no está sujeta a restricciones espaciales o temporales. Estas condiciones propician
la autorregulación del aprendizaje, definido por Zimmerman (1990) como aquellos
aspectos que contribuyen, de manera cognitiva-metacognitiva, de motivación y
conductual, a que el estudiante sea promotor activo de sus propios procesos de
aprendizaje. En el aspecto cognitivo-metacognitivo, cuando son capaces de tomar
decisiones que regulan la selección y uso de las diferentes formas de conocimiento:
planificando, organizando, instruyendo, controlando y evaluando; en el de
motivación, cuando son capaces de tener gran autoeficacia, auto atribuciones y gran
interés intrínseco en la tarea, destacando un extraordinario esfuerzo y persistencia
durante el aprendizaje; y en lo conductual, cuando son capaces de seleccionar,
estructurar y crear entornos para optimizar el aprendizaje, buscando consejos,
información y lugares donde puedan ver favorecido su aprendizaje; ello se logra,
igualmente, mediante el fomento del aprendizaje colaborativo. Las fortalezas de
este tipo de aprendizaje se sustentan en el uso de las estrategias antes
mencionadas.
Ahora bien, ¿cómo se logra este proceso en un aula virtual? Una manera de
favorecer los procesos de enseñar y aprender en la virtualidad es la metodología
PACIE, la cual, de acuerdo con Oñate (2009), es utilizada en la educación virtual
para el uso y aplicación de las herramientas virtuales. PACIE significa: P, presencia
(institucional en el mundo de internet); A, alcance (tanto en lo académico,
experimental y tutorial); C, capacitación (motivando y preparando a los docentes en
el uso de herramientas tecnológicas que refuercen las cátedras impartidas); I,
interacción (que permita al docente y estudiante alcanzar los procesos
comunicacionales de participación abierta, permanente y colaborativa); E, e-
learning (facilita la inclusión e-learning apoyada en las nuevas tecnologías, como
Web 2.0, c-learning).