a) Conocimiento de sí mismo y de los demás: Las interacciones con los demás
proporcionan al niño información sobre cómo es. Además, dan al niño unas pautas de cómo debe adaptar su comportamiento al entorno. b) Desarrollo del conocimiento social y determinadas conductas, habilidades y estrategias: - La reciprocidad: intercambio entre lo que se da y lo que se recibe. - Empatía y habilidades de adopción de roles y perspectiva. - Intercambio en el control de la relación, siendo y dejándose dirigir. - Colaboración y cooperación. - Estrategias de negociación y acuerdo c) Autocontrol y autorregulación: Los iguales actúan como agentes de control impartiendo castigos y refuerzos a la conducta del niño. d) Apoyo emocional y fuente de disfrute: el entorno social hace que el niño sienta bienestar al recibir apoyo, afectividad, aceptación, pertenencia, etc. e) Aprendizaje del rol sexual, el desarrollo moral y aprendizaje de valores.
Instrumentos:
Con anterioridad a la inclusión en el programa de habilidades sociales se evalúa la conducta
asertiva y las conductas sociales de los niños a través de dos cuestionarios: cuestionario de interacción social (CHIS) de Monjas (1993) y la Escala de Comportamiento Asertivo para niños (CABS) de Michelson et al. (1987). Ambos cuestionarios fueron contestados por los padres de los niños.