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Se entiende como primeros auxilios a las técnicas y procedimientos de carácter

inmediato, limitado, temporal, profesional o de personas capacitadas o con


conocimiento técnico que es brindado a quien lo necesite, víctima de un accidente o
enfermedad repentina.

Los primeros auxilios, pues, son los procedimientos y técnicas de carácter inmediato
que se dispensan a las personas que han sido víctimas de un accidente o de
una enfermedad repentina. Estos auxilios anteceden a otros más complejos y
exhaustivos, que suelen llevarse a cabo en lugares especializados (como un hospital
o una clínica).

Este tipo de asistencia, por lo tanto, se suele desarrollar en el lugar de la escena del
accidente o en donde la víctima sufre los síntomas repentinos. Dadas las
características de la situación, estos primeros auxilios pueden salvarle la vida a una
persona.

Por ejemplo: un peatón es atropellado por un automóvil, sufriendo un corte en la


cabeza. Un testigo ocasional se acerca a la persona, que yace tirada en la calle, y le
brinda los primeros auxilios, vendándole la cabeza para frenar la hemorragia e
inmovilizándole el cuello. Tras esta asistencia, llega una ambulancia al lugar y traslada
al sujeto al hospital.
CONCEPTO

Una fractura es la pérdida de continuidad normal de la sustancia ósea o cartilaginosa, a


consecuencia de golpes, fuerzas o tracciones cuyas intensidades superen la elasticidad
del hueso.

Tipos de fracturas

Dependiendo del aspecto de la fractura externo, vamos a distinguir dos


tipos:

 Fractura cerrada: en la que el hueso está roto pero la piel ha quedado


intacta.

 Fractura abierta: en la que el hueso está roto y además la piel ha


quedado lesionada.

Dependiendo del aspecto interno del hueso al romperse, distinguimos:

 Fractura Oblícua: ractura en ángulo con el eje.

 Conminuta: el hueso queda fracturado en muchos fragmentos más o


menos pequeños.

 Espiral: la fractura gira alrededor del eje del hueso.

 En tallo verde:el hueso se ha fracturado de forma incompleta, sólo se


dobla
Las siguientes son causas de fracturas:

Diagnóstico y tratamiento de las fracturas

Los médicos pueden diagnosticar las fracturas en los huesos mediante


radiografías. También pueden utilizar las tomografías computarizadas y la
resonancia magnética.Normalmente los huesos fracturados pueden sanar
por sí mismos, el objetivo del tratamiento es asegurarse de que las piezas
de hueso están alineadas correctamente. El hueso tiene que recuperarse
completamente en fuerza, movimiento y sensibilidad. Algunas fracturas
complicadas pueden requerir cirugía, tracción quirúrgica o ambas.

Dependiendo de dónde sea la fractura y su gravedad, el tratamiento puede


incluir:
 El uso de una férula para detener el movimiento del miembro roto.
 Buscar apoyo para el hueso.
 El uso de un molde de yeso para proporcionar apoyo e inmovilizar el
hueso.
 La tracción del hueso
 La inserción quirúrgica de varillas o placas de metal para mantener
las piezas de hueso juntas.
 El alivio del dolor.

Procedimiento quirúrgico para las fracturas

Dependiendo de la localización y la gravedad de la fractura, los


procedimientos quirúrgicos pueden incluir:

 Fracturas cerradas o simples. Los dos extremos del hueso roto se


alinean y se mantienen en su lugar. La extremidad se venda muy
bien para luego aplicar el yeso húmedo.
 Las fracturas abiertas o compuestas. Estas reciben una limpieza a
fondo para eliminar los posibles residuos antes de ser reparadas,
debido a que una fractura expuesta al aire libre puede infectarse
fácilmente.

 Fracturas en huesos largos. Los huesos largos como el fémur son


difíciles de mantener alineados. En los adultos a menudo son tratados
mediante el enclavado interno. Los niños pueden necesitar tracción
par de días antes de fijar el hueso con un yeso.

Posoperatorio de una fractura

Después de la cirugía, el médico comprueba que el paciente dispone de


plena sensibilidad en el área afectada. Por ejemplo, si la persona tiene un
brazo enyesado, le pueden pedir que mueva los dedos. También
comprobarán signos como el hormigueo, la palidez o frialdad en la zona.
Estas pruebas verifican si la férula está afectando los nervios o el
suministro de sangre hacia la extremidad. La parte lesionada se mantiene
lo más quieta posible durante los primeros días.

Complicaciones
Las complicaciones en un sujeto fracturado pueden ser de muy diversa
índole. Inicialmente debemos distinguir las complicaciones inmediatas ,
es decir, el daño que pueden haber sufrido los tejidos circundantes a la
fractura, y las repercusiones que éstas puede tener para el paciente.
Podemos encontrarnos una hemorragia importante que ponga en
peligro la vida del individuo, en cuyo caso el tratamiento de la fractura
pasará a un segundo término. Puede aparecer una infección, en el caso
de fractura abierta, etc. Pueden existir complicaciones derivadas del
reposo prolongado (neumonía, trombosis, etc.) o de la propia
intervención quirúrgica.
Complicaciones inmediatas
a. Shock traumático
Determinado por el dolor y la hemorragia en el foco de fractura; debe
considerarse que fracturas como de diáfisis femoral o pelvis, son
capaces de generar una hemorragia en el foco de fractura, que puede
llegar a 1, 2 ó más litros de sangre, generando una anemia aguda y shock
hipovolémico.
b. Lesiones neurológicas
Por compromiso de troncos nerviosos, sea por la contusión que provocó
la fractura o directamente por los extremos óseos desplazados que
comprimen, contusionan, elongan o seccionan el nervio.

c. Lesiones vasculares
Una arteria puede sufrir lesiones de diversa naturaleza. Cualquiera que
sea, el compromiso vascular debe ser detectado precozmente y resuelto
de inmediato.
Ignorar la complicación o descuidar su evolución, genera el peligro
inminente de necrosis músculo-aponeurótica (necrosis isquémica de
Volkman) o gangrena del segmento distal al daño arterial.
d. Fractura expuesta
Que lleva implícito el riesgo inminente de la infección del foco de
fractura.
Pero las complicaciones más frecuentes derivadas de la propia fractura,
como tales, son las siguientes:
 Retraso o defectos en la consolidación .- Puede existir una
consolidación lenta o una consolidación defectuosa, o incluso una
consolidación en mala posición, o con acortamiento, con lo que el
miembro fracturado no recuperará toda su función.
 Osteítis y osteomielitis.- Son infecciones del hueso, más frecuentes
en las fracturas abiertas (aunque raro, también pueden aparecer
en fracturas cerradas, por diseminación de los gérmenes a través
de la sangre).
 Formación de un callo óseo (proceso normal de consolidación de
una fractura) excesivamente grande, que puede comprimir las
estructuras vecinas, causando molestias más o menos
importantes.
 Lesiones de los vasos sanguíneos, que pueden dar lugar a
trombosis arteriales, espasmos vasculares y a la rotura del vaso,
con la consiguiente hemorragia. Este tipo de lesiones puede
provocar también gangrena seca, debida a la falta de irrigación del
miembro afectado.
 Estiramientos, compresiones y roturas nerviosas, que se pondrán
de manifiesto con trastornos de la sensibilidad y alteraciones de la
motilidad y la fuerza musculares.
 Cuando la fractura ha sido articular, puede dejar como secuelas:
artritis, artrosis y rigidez posterior de la articulación.
 Las fracturas que afectan al cartílago de crecimiento en los niños
pueden ocasionar la detención del crecimiento del hueso
fracturado.
 Infección de la zona fracturada, cuando en ella se ha producido
herida.
Complicaciones tardías
a. Enfermedad tromboembólica
b. Retracción isquémica de Volkman
c. Atrofia ósea aguda de Südeck
d. Necrosis ósea avascular
E. Alteraciones de la consolidación
Son dos los estados que pueden entorpecer la evolución del proceso
reparativo de una fractura:
• el retardo de la consolidación
• la pseudoartrosis.
Son dos procesos diferentes, tanto en su fisiopatología, evolución,
pronóstico y tratamiento.
VENDAJE

El vendaje se realiza mediante una cinta o rollo de tela u otro material que se puede
enrollar alrededor de una parte del cuerpo de diferentes maneras para asegurar una
venda, mantener la presión sobre una compresa o inmovilizar un miembro u otra parte
del cuerpo.*

Tipos de vendajes:
*Protectivo: se emplea para proteger una superficie del cuerpo contra agentes
infecciosos.
*Contentivo: se aplica para sujetar las curas que cubren una herida o quemadura.
*Comprensivo: se aplica en forma circular y se utiliza para detener el sangramiento
*En ocho: se utiliza para inmovilizar superficies articuladas: codo, muñeca, rodilla,
entobillo, entre otros.*Circular: se emplea para proteger e inmovilizat el antebrazo,
brazo, muslo, y los dedos de las manos.

Por ser el vendaje en ocho y el circular los de uso más común, detallaremos su
aplicación.

Vendaje en ocho: se realiza entrecruzando las vueltas de la venda, formando la


figura de un número ocho.

Vendaje circular: puede ser:

Simple: es aquel en el cual las vueltas de la venda de superponen completamente.


Espiral: es el vendaje que se realiza de abajo hacia arriba en una extremidad,
superponiendo parcialmente las vuelas de la venda, de forma tal que el vendaje vaya
cubriendo progresivamente el miembro lesionado.

FORMAS DE VENDAJE
Cabestrillo

Un cabestrillo mantiene el antebrazo en posición horizontal o ligeramente


elevada. Proporciona apoyo para lesiones de brazo o muñeca, fractura de
costilla o si la víctima debe mantener flexionando el codo. El cabestrillo de
elevación proporciona una elevación mayor de mano y antebrazo.
 El brazo lesionado debe estar apoyado, con la mano ligeramente
alzada. Haga un dobladillo en la base del pañuelo y páselo bajo el
brazo lesionado, con la base a la altura del dedo meñique. Lleve el
extremo superior, por encima del hombro sano y rodeando la nuca,
hasta el hombro del brazo lesionado.
 Doble el extremo inferior hacia arriba, cubriendo el antebrazo, y
reúnalo con el extremo superior por detrás del hombro.
 Haga un nudo cruzado a la altura del hueco por encima de la clavícula
del lado lesionado. Remeta ambos extremos libres bajo el nudo para
acolcharlo.
 Pliegue la punta del pañuelo hacia delante. Remeta los sobrantes
alrededor del codo, y asegure la punta por delante con un imperdible.
Si no tiene, retuerza la punta hasta que la tela se ajuste al codo sin
molestar; remétela en el cabestrillo por detrás del brazo.
 Una vez que termine, compruebe la circulación en los dedos. Vuelva a
comprobar cada 10 minutos. Si es necesario, suelte y vuelva a colocar
el cabestrillo.

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