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materiales
En general los alumnos de Primer Ciclo reconocen que 'material' es lo que se necesita para
realizar alguna tarea o la sustancia con que está fabricado un producto. El objetivo de esta
propuesta es que los alumnos relacionen el tipo de material usado en la fabricación de un
producto con la función que cumple dicho producto, es decir, que analicen por qué no es
conveniente hacer una taza de tela, un martillo de vidrio o una torta de aserrín.
Desarrollo de la propuesta
Como actividad inicial pedimos a los alumnos que observen las características del
material con que está fabricada la ropa que usamos en invierno y en verano, el calzado o
los útiles escolares en relación con su función y su utilidad. Para iniciar el diálogo, podemos
partir de la pregunta: "¿Para qué se usa?".
Para descubrir las relaciones entre material y función puede resultar útil establecer
relaciones por el absurdo. Por ejemplo, pedirles a los alumnos que realicen un listado de
objetos hechos con materiales absurdos: remeras de madera, zapatos de acero, y que
luego den las razones por las cuales resultaría muy incómodo usar una remera de madera.
Las respuestas de los alumnos servirán para especificar el material adecuado para fabricar
una remera. Podemos también establecer la relación con las corazas que usaban los
soldados en la Edad Media o con los chalecos antibalas con que actualmente se protege el
personal de seguridad para dejar en claro que el material elegido para fabricar un producto
depende del uso o destino para el cual se lo piensa. Sugerimos también presentar ejemplos
de calzado de otras culturas y épocas y de los zapatos especiales usados para realizar
tareas determinadas y comparar las características del material con que están fabricados y
el uso que se les da.
Deberá tenerse en cuenta que algunos objetos están hechos con más de un material (es el
caso de la lamparita eléctrica, que está compuesta por partes de vidrio y de metal).
También hay que considerar que un mismo material puede ser frágil y rígido como ocurre,
por ejemplo, con el vidrio, de manera que le corresponderán más cruces en el cuadro,
como se muestra en el ejemplo.
x
madera x
---- x ----- para
y ---- ----- --- ----
- --- -- escribir
carbón x x
x
x x para
vidrio y
---- ----- - - -- ----- ilumina
metal ----- --- ----
- x x -- r
plástico x x x x resorte
Sugerencias
Para continuar trabajando con este tema, podemos recurrir a envases de diversas formas y
fabricados con diferentes materiales ya que éstos son conocidos por los alumnos y de uso
cotidiano. Por ejemplo, los de material sintético en que se presentan algunos alimentos, los
de productos de limpieza y de higiene personal, los papeles de caramelos o chocholates, de
saquitos de té o mate; bolsitas en que se envasan cebollas, ajos o para cocinar arroz, latas
diversas, botellas y frascos, cajas tetrabreaks, etc. Los alumnos mismos serán los
encargados de traerlos a clase.
Recomendaciones bibliográficas
Ullrich, H. y Klante, D., Iniciación tecnológica, Buenos Aires, Colihue, 1994.
Gennusso, G. Educación tecnológica. Situaciones problemáticas. Buenos Aires, Aula Taller,
Novedades Educativas, 2000.
1
: Si con sus alumnos no han realizado trabajos de clasificación de materiales, les
sugerimos que vea las Propuestas para el aula N° 6 y N° 8, Ciencias Naturales EGB 1.
Los alumnos llegan a la escuela con una idea previa de lo que es un material. Pueden, por
ejemplo, reconocer sin dificultad si una taza es de madera, vidrio o metal, y pueden
nombrar sin problemas el material; saben también que el vidrio es más frágil que el metal.
Mediante la actividad que a continuación le presentamos intentaremos reconocer la
variedad de materiales que forman los objetos cotidianos. Se trata de una actividad corta
que se podrá trabajar en un día de clase.
Para trabajar con la clasificación de las propiedades de los materiales pueden utilizar el
recurso «El comportamiento de los materiales».
Para realizar una clasificación, lo primero que les solicitará a sus alumnos será que
identifiquen el máximo posible de materiales en un mismo objeto (por ejemplo, en un
juguete o una lapicera). De esta forma, usted podrá aumentar la complejidad de la
descripción que traen los alumnos, evitando la clasificación elemental, y los colocará en la
situación de diferenciar varios materiales entre sí.
En segundo lugar, cuando los chicos ya hayan encontrado una variedad de materiales,
pasarán a analizar de qué modo han identificado su presencia. Entonces, usted expondrá,
en el diálogo con ellos, que cuando una parte de un objeto tiene ciertas propiedades es de
cierto material. Luego, sistematizará esas definiciones hasta encontrar un criterio de
clasificación común para toda la clase. Y, para reforzar este criterio de clasificación, luego
describirá nuevos objetos en función de los materiales que los constituyen. El uso de los
materiales está fuertemente vinculado con el área de Tecnología.
Secuencia didáctica
• Los objetos elegidos pueden ser manufacturados (un lápiz, un juguete, etc.) o
naturales (una piedra, una rama, etc.).
Luego proponga a sus alumnos que identifiquen (en un dibujo u oralmente) la
presencia de los distintos materiales. Es posible que en esta actividad los alumnos
espontáneamente comiencen a asignar nombres a partes del objeto. Por ejemplo,
dirán: «el techo es de metal», o «la rueda es de plástico». En ese caso, le
sugerimos que estimule las respuestas y que pida precisiones acerca de cómo
distinguir de qué esta hecha cada parte.
Con todo el grupo, analice las descripciones. Presente las categorías de materiales
sugeridas por los alumnos (metal, madera, tierra, plástico, pintura, goma, etc.) y
discuta el criterio de asignación de cada material. Un criterio para asignar que algo
es un metal puede ser que brille, que sea «pesado» (en realidad denso), frío o duro.
La goma será elástica y opaca, la madera se caracteriza por su textura, y así
continuarán asignando otras categorías. Como dijimos anteriormente el criterio a
desarrollar será más completo que el que ya conocían, pero no debemos esperar
que sea completamente riguroso.
El uso y la invención de nuevos materiales han sido impulsados por la necesidad de contar
con materiales que se adapten a nuevas aplicaciones. A su vez, la disponibilidad de ciertos
materiales facilita el desarrollo de nuevas tecnologías. Las artes también tienen una
estrecha vinculación con los materiales. Por esta razón, este tema será propicio para
establecer relaciones entre esas áreas.
Desde la más remota antigüedad, los seres humanos extraen materiales de la naturaleza
con el fin de aplicarlos a objetos que respondan a sus deseos y sus necesidades. Hace miles
de años se descubrió que el barro moldeado podía endurecerse mediante la cocción. Con el
tiempo se empezó a trabajar el vidrio y a fundir metales dando comienzo a una evolución
que hoy ha cobrado dimensiones extraordinarias.
El estudio y la aplicación de los materiales involucra actualmente diferentes miradas. Se
trata, efectivamente, de una actividad en la que participan tecnólogos y científicos
provenientes de distintas disciplinas. En el desarrollo de los procesos de producción de
bienes y servicios ha sido fundamental la contribución de la denominada ciencia y
tecnología de materiales. Su aporte se expresa hoy tanto en la optimización de los
materiales existentes como en el logro de otros nuevos.
Una de las clasificaciones usuales en esa disciplina distingue a los materiales en cuatro
grupos básicos: metales, cerámicos, polímeros y compuestos.
Otra clasificación tiene en cuenta el origen de los materiales: artificiales si resultan de
algún proceso de transformación y naturales si se encuentran directamente en el medio
natural. Estos últimos pueden ser diferenciados, a su vez, en renovables o no renovables.
Los primeros son generalmente de origen animal o vegetal y se forman en tiempos
relativamente cortos; los segundos requieren tiempos prolongados, como ocurre con el
carbón o el petróleo.
También puede considerarse si los materiales son reciclables, o sea, que existe la
posibilidad de volver a utilizarlos en nuevos productos; o biodegradables, que son los que
pueden transformarse en materiales más simples gracias a la acción de microorganismos
que los reintegran al ambiente.