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UNIVERSIDAD LA SALLE NEZAHUALCOYOTL

ESCUELA CIENCIAS DE LA SALUD

"PROPUESTA DE INTERVENCION DEL ESTRÉS POSTRAUMATICO EN


PERSONAS QUE HAN SIDO SECUESTRADAS"

TESIS
PARA OBTENER EL GRADO DE
LICENCIADA EN PSICOLOGIA

PRESENTA
ILEANA LOPEZ DE LA ROSA

DIRECTORA DE TESIS
DRA. CRISTINA BARRIENTOS DURÁN

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INDICE

1 capítulo I Secuestro

1.1 Definición…………………………………...................................4

1.2 Tipos de secuestros………………………………….................5

1.3 Código penal federal………………………………….................6

1.4 Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de


Secuestro………………………………….......................................9

2 capitulo II Trastorno de Estrés Postraumático

2.1 Historia del estrés postraumático..........................................20

2.2 Definiciones……………………………………………………...21

2.3 Sintomatología de acuerdo al DSM-5…………………………22

2.4 Trastorno de estrés postraumático al CIE-10…...…………...25

2.5 prevalencia del Estrés Postraumático………………………...26

2.6 Estudios previos del estrés postraumático……………………28

2.7 Estudios previos II……………………………………………….33

2.8 Tratamiento cognitivo- conductual……………………………..35

2.9 Reestructuración cognitiva………………………………….….36

2.10 Fundamentos del contra-condicionamiento……………..….37

2.11 Técnica de desensibilización y reprocesamiento con movimientos


oculares (EMDR)………………………………………………….…37

2.12 Antecedente de atención psicológica con victimas de


secuestro.................................................................................... 39

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3. Capítulo 3 Método…………………………………..…….……43

3.1 planteamiento del problema

3.2 Hipótesis

3.3 Muestra

3.4 Evaluación

IV programa……………………………………………….………44

4.1 sesión 1………………………………………………………..44

4.2 sesión 2………………………………………………………..45

4.3 sesión 3………………………………………………………..46

Referencias.............................................................................47

Anexos

Instrumento de evaluación del estrés postraumático………...51

Innstrumento de Depresión de Beck……………….…….…….54

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CAPITULO I SECUESTRO

1.1 definición

El secuestro es uno de los delitos con mayor impacto social. En México, sus efectos
no se limitan a las víctimas o sus familias, sino que repercuten en el día a día de los
ciudadanos provocando temor a salir a las calles. Esta situación es atribuida por los
analistas en seguridad al incremento de la percepción de inseguridad en la conciencia
colectiva (Jiménez, 2002)

Islas (2002), menciona que, la incidencia de la impunidad, ha propiciado el aumento


de actividades delictivas, la injusticia y un bajo número de captura de los responsables
de estos hechos, por la falta de pruebas del delito cometido. Esta situación se agrava
por la problemática de la seguridad donde el secuestro se ha erigido en uno de los
delitos a reducir como prioridad nacional.

El secuestro desde su aparición como hecho criminológico y jurídico, se conoció con


múltiples denominaciones: detención arbitraria, plagio, privación ilegal de la libertad,
detención ilegal, cárcel privada, secuestro extorsivo, robo de personas y otros
conceptos que de algún modo ha llegado a confundir este suceso (Besares, 2003).

Jiménez (2002), señala que, los factores generadores de violencia, fueron en un


principio, el nivel de pobreza y desempleo, que se agravó a partir de 1994, lo que
indujo a muchas personas a cometer delitos de robos hasta asaltos a mano armada
o secuestros. Sin embargo, el aumento de secuestros en la nación mexicana, también
se relaciona con la falta de denuncia; de conocimiento y de información confiable
sobre el tema.

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El secuestro es generalmente perpetuado con el fin de obtener un rescate monetario,
pero también es llevado a cabo con propósitos políticos u otros. En la década de los
setenta el secuestro se convirtió en la táctica más común de los grupos
revolucionarios en Latinoamérica. (Jiménez [s/f])

1.2 Tipos de secuestro

Según el observatorio Nacional Ciudadano ONC (2014) los tipos de secuestro son:

 Secuestro extorsivo. Implica el hecho de que se obtenga un beneficio ilegal


con motivo de la liberación de la víctima, por lo que el que arrebate, sustraiga,
retenga u oculte a una persona con el propósito de exigir por su libertad algún
provecho, o cualquier utilidad, o para que se haga u omita algo, o con fines
publicitarios o de carácter político.
 El secuestro extorsivo político. Se define como aquel que es cometido por
grupos subversivos radicales o guerrilleros con la finalidad de “que se haga o
deje de hacer algo, al igual que obtener algún provecho o demanda
específicos; es decir, aquí se exige la acción u omisión de ciertas políticas
gubernamentales (abolición de medidas, adquisición de armas, liberación de
ciertas personas que cumplen una condena, etc.)”. Debido a estas
características podemos señalar que a diferencia del secuestro extorsivo
económico esta modalidad si busca cierto tipo de publicidad para alcanzar sus
fines, a tal grado que normalmente a través de la comisión sistemática de este
delito se pretende atemorizar a la sociedad con el fin de evidenciar el poder y
fuerza del grupo correspondiente

 Secuestro simple. Suele estar ligado con cuestiones emocionales o sexuales


derivadas de relaciones afectivas.

 Secuestro tradicional o profesional. A la sustracción, retención u ocultamiento


de una persona con alto potencial económico con la finalidad de obtener un
rescate a cambio de la liberación de la víctima se le considera como secuestro
tradicional o profesional.

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 Secuestro exprés. Es un tipo de secuestro que cada vez ha cobrado mayor
relevancia debido a que puede ser cometido con poco riesgo pues hay menor
interacción con la víctima, lo cual implica una menor probabilidad de que este
delito sea de conocimiento de las autoridades.

 Secuestro improvisado. Se trata de un delito usualmente cometido por


personas sin experiencia delictiva, que se encuentran en condiciones de
precariedad económica y que suelen tener bajo nivel educativo.

 Narcosecuestro. Se caracteriza por ser la sustracción, retención u ocultamiento


de una persona a cambio del cobro de un rescate o con otra finalidad ligada a
las organizaciones del crimen organizado

1.3 El secuestro en El Código Penal Federal

El Código Penal Federal (2009), menciona:

Artículo 366.- Al que prive de la libertad a otro se le aplicará:

I. De quince a cuarenta años de prisión y de quinientos a dos mil días multa, si la


privación de la libertad se efectúa con el propósito de:

a. Obtener rescate
b. Detener en calidad de rehén a una persona y amenazar con privarla de
la vida o con causarle daño, para que la autoridad o un particular realice
o deje de realizar un acto cualquiera,
c. Causar daño o perjuicio a la persona privada de la libertad o a cualquier
otra.
d. Cometer secuestro exprés, desde el momento mismo de su realización,
entendiéndose por éste, el que, para ejecutar los delitos de robo o
extorsión, prive de la libertad a otro. Lo anterior, con independencia de
las demás sanciones que conforme a este Código le correspondan por
otros delitos que de su conducta resulten.

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II. De veinte a cuarenta años de prisión y de dos mil a cuatro mil días multa, si en la
privación de la libertad a que se hace referencia en la fracción anterior concurre
alguna o algunas de las circunstancias siguientes:

a) Que se realice en camino público o en lugar desprotegido o solitario


b) Que el autor sea o haya sido integrante de alguna institución de
seguridad pública, o se ostente como tal sin serlo
c) Que quienes lo lleven a cabo obren en grupo de dos o más personas
d) Que se realice con violencia
e) Que la víctima sea menor de dieciséis o mayor de sesenta años de
edad, o que por cualquier otra circunstancia se encuentre en inferioridad
física o mental respecto de quien ejecuta la privación de la libertad.

III. Se aplicarán de veinticinco a cincuenta años de prisión y de cuatro mil a ocho mil
días multa, cuando la privación de libertad se efectúe con el fin de trasladar a un
menor de dieciséis años fuera de territorio nacional, con el propósito de obtener un
lucro indebido por la venta o la entrega del menor.

Se impondrá una pena de treinta a cincuenta años de prisión al o a los


secuestradores, si a la víctima del secuestro se le causa alguna lesión de las previstas
en los artículos 291 a 293 de este Código.

Y señala que, en caso de que el secuestrado sea privado de la vida por su o sus
secuestradores, se aplicará pena de hasta setenta años de prisión.

Si espontáneamente se libera al secuestrado dentro de los tres días siguientes al de


la privación de la libertad, sin lograr alguno de los propósitos a que se refieren las
fracciones I y III de este artículo y sin que se haya presentado alguna de las
circunstancias previstas en la fracción II, la pena será de dos a seis años y de
cincuenta a ciento cincuenta días multa. En los demás casos en que
espontáneamente se libere al secuestrado, sin lograr alguno de los propósitos a que
se refieren las fracciones I y III de este artículo, las penas de prisión aplicables serán
de cinco a quince años y de doscientos cincuenta hasta quinientos días multa.

Artículo 366 Bis.- Se impondrá pena de dos a diez años de prisión y de doscientos a
mil días multa, al que en relación con las conductas sancionadas por el artículo
anterior y fuera de las causas de exclusión del delito previstas por la ley:

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I. Actúe como intermediario en las negociaciones del rescate, sin el acuerdo de
quienes representen o gestionen en favor de la víctima;
II. Colabore en la difusión pública de las pretensiones o mensajes de los
secuestradores, fuera del estricto derecho a la información
III. Actúe como asesor con fines lucrativos de quienes representen o gestionen en
favor de la víctima, evite informar o colaborar con la autoridad competente en
el conocimiento de la comisión del secuestro
IV. Aconseje el no presentar la denuncia del secuestro cometido, o bien el no
colaborar o el obstruir la actuación de las autoridades
V. Efectúe el cambio de moneda nacional por divisas, o de éstas por moneda
nacional sabiendo que es con el propósito directo de pagar el rescate a que se
refiere la fracción I del artículo anterior.
VI. Intimide a la víctima, a sus familiares o a sus representantes o gestores,
durante o después del secuestro, para que no colaboren con las autoridades
competentes.

Artículo 366 Tercero. - Comete el delito de tráfico de menores, quien traslade a un


menor de dieciséis años de edad o lo entregue a un tercero, de manera ilícita, fuera
del territorio nacional, con el propósito de obtener un beneficio económico indebido
por el traslado o la entrega del menor. Cometen el delito a que se refiere el párrafo
anterior:

I. Quienes ejerzan la patria potestad o custodia sobre el menor, aunque no haya


sido declarada, cuando realicen materialmente el traslado o la entrega o por
haber otorgado su consentimiento para ello
II. Los ascendientes sin límite de grado, los parientes colaterales y por afinidad
hasta el cuarto grado, así como cualquier tercero que no tenga parentesco con
el menor. Se entenderá que las personas a que se refiere el párrafo anterior
actúan de manera ilícita cuando tengan conocimiento de que:

a) Quienes ejerzan la patria potestad o la custodia del menor no han otorgado su


consentimiento expreso para el traslado o la entrega,

b) Quienes ejerzan la patria potestad o la custodia del menor obtendrán un beneficio


económico indebido por el traslado o la entrega.

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III. La persona o personas que reciban al menor.

A quienes cometan el delito a que se refiere el presente artículo se les impondrá una
pena de tres a diez años de prisión y de cuatrocientos a mil días multa. Además de
las sanciones señaladas en el párrafo anterior, se privará de los derechos de patria
potestad, tutela o custodia a quienes, en su caso, teniendo el ejercicio de éstos
cometan el delito a que se refiere el presente artículo.

Se aplicarán hasta las dos terceras partes de las penas a las que se refiere este
artículo, cuando el traslado o entrega del menor se realicen en territorio nacional.

Artículo 366 quáter. Las penas a que se refiere el artículo anterior se reducirán en una
mitad cuando:

I. El traslado o entrega del menor se realice sin el propósito de obtener un beneficio


económico indebido,

II. La persona que reciba al menor tenga el propósito de incorporarlo a su núcleo


familiar.

Se impondrán las penas a que se refiere este artículo al padre o madre de un menor
de dieciséis años que de manera ilícita o sin el consentimiento de quien o quienes
ejerzan la patria potestad o la custodia del menor, sin el propósito de obtener un lucro
indebido, lo trasladen fuera del territorio nacional con el fin de cambiar su residencia
habitual o impedir a la madre o padre, según sea el caso, convivir con el menor o
visitarlo.

Además, se privará de los derechos de patria potestad, tutela o custodia a quienes,


en su caso, teniendo el ejercicio de éstos cometan el delito a que se refiere el presente
artículo.

En los casos a que se refiere este artículo, el delito se perseguirá a petición de parte
ofendida.

1.4 Ley general para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro
(2010)

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A continuación, se mostrarán los artículos que constituye esta ley, así como también
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Artículo 1. La presente Ley es reglamentaria del párrafo primero de la fracción XXI del
artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia
de secuestro. Es de orden público y de observancia general en toda la República y
tiene por objeto establecer los tipos penales, sus sanciones, las medidas de
protección, atención y asistencia a ofendidos y víctimas, la distribución de
competencias y formas de coordinación entre los órdenes de gobierno. Para ello la
Federación y las Entidades Federativas, en el ámbito de sus competencias, estarán
obligadas a coordinarse en el cumplimiento del objeto de esta Ley.

Artículo 2. Esta Ley establece los tipos penales y punibilidades en materia de


secuestro. Para la investigación, persecución y sanción de los delitos previstos en la
presente ley se aplicará en lo conducente el Código Penal Federal, el Código Nacional
de Procedimientos Penales, la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada y la
Ley General de Víctimas.Los imputados por la comisión de alguno de los delitos
señalados en los artículos 9, 10, 11, 17 y 18 de esta Ley, durante el proceso penal
estarán sujetos a prisión preventiva oficiosa. (Artículo reformado mediante Decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 2016)

Artículo 3. El Ministerio Público, en todos los casos, en esta materia procederá de


oficio.

Artículo 4. Para los efectos de esta Ley se entenderá por:

I. Consejo Nacional: Consejo Nacional de Seguridad Pública.


II. Instituciones de Seguridad Pública: A las instituciones policiales, de
procuración de justicia, del sistema penitenciario y dependencias encargadas
de la seguridad pública a nivel federal, local y municipios.
III. Ley: Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de
Secuestro, Reglamentaria de la fracción XXI, del artículo 73 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

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IV. Secretario Ejecutivo: El Titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional
de Seguridad Pública.
V. Sistema: Sistema Nacional de Seguridad Pública.
VI. Fondo: Fondo de Apoyo para las Víctimas y Ofendidos.
VII. Programa Nacional: Programa Nacional para la prevención, persecución y
sanción del delito de secuestro.
VIII. Víctima u ofendido: para los efectos de esta ley se atenderá a lo previsto en el
Código Nacional de Procedimientos Penales. (Reformada mediante Decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 2016)
IX. Derogada.
(Derogada mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el
17 de junio de 2016)
X. Código Nacional: Código Nacional de Procedimientos Penales.
(Adicionada mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 17 de junio de 2016)

Artículo 5. El ejercicio de la acción penal y la ejecución de las sanciones por el delito


de secuestro, son imprescriptibles.

Artículo 6. En el caso del delito de secuestro no procederá el archivo temporal de la


investigación, aun cuando de las diligencias practicadas no resulten elementos
suficientes para el ejercicio de la acción penal y no aparece que se puedan practicar
otras. La policía, bajo la conducción y mando del Ministerio Público, estará obligada
en todo momento a realizar las investigaciones tendientes a lograr el esclarecimiento
de los hechos. (Artículo reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 17 de junio de 2016)

Artículo 7. Sólo podrá suspenderse el proceso penal iniciado por el delito de secuestro
o delitos por hechos conexos o derivados del mismo, en los casos aplicables a que
se refiere el Código Nacional o cuando sea puesto a disposición de otro juez que lo
reclame en el extranjero.

El imputado por delito de secuestro podrá optar por el procedimiento abreviado en


términos del Código Nacional de Procedimientos Penales.

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(Artículo reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 17 de junio de 2016)

Artículo 8. En todos los casos, la sentencia condenatoria que se dicte por los delitos
contemplados en esta Ley, deberá contemplar la reparación del daño a las víctimas,
cuyo monto fijará el juez de la causa con los elementos que las partes le aporten o
aquellos que considere procedentes a su juicio, en términos de la ley.

Capítulo II De los Delitos en Materia de Secuestro

Artículo 9. Al que prive de la libertad a otro se le aplicarán:

I. De cuarenta a ochenta años de prisión y de mil a cuatro mil días multa, si la


privación de la libertad se efectúa con el propósito de: (Reformado mediante
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de junio de 2014)

a) Obtener, para sí o para un tercero, rescate o cualquier beneficio;

b) Detener en calidad de rehén a una persona y amenazar con privarla de la vida


o con causarle daño, para obligar a sus familiares o a un particular a que realice o
deje de realizar un acto cualquiera;

c) Causar daño o perjuicio a la persona privada de la libertad o a terceros

d) Cometer secuestro exprés, desde el momento mismo de su realización,


entendiéndose por éste, el que, para ejecutar los delitos de robo o extorsión, prive
de la libertad a otro. Lo anterior, con independencia de las demás sanciones que
conforme a esta Ley le correspondan por otros delitos que de su conducta
resulten.

Artículo 10. Las penas a que se refiere el artículo 9 de la presente Ley, se


agravarán:
I. De cincuenta a noventa años de prisión y de cuatro mil a ocho mil días multa, si
en la privación de la libertad concurre alguna o algunas de las circunstancias
siguientes: (Reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 3 de junio de 2014).

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a) Que se realice en camino público o en lugar desprotegido o solitario;

b) Que quienes la lleven a cabo obren en grupo de dos o más personas;

c) Que se realice con violencia;

d) Que para privar a una persona de su libertad se allane el inmueble en el que


ésta se encuentra;

e) Que la víctima sea menor de dieciocho años o mayor de sesenta años de edad,
o que por cualquier otra circunstancia no tenga capacidad para comprender el
significado del hecho o capacidad para resistirlo;

f) Que la víctima sea una mujer en estado de gravidez;

II. De cincuenta a cien años de prisión y de ocho mil a dieciséis mil días multa, si
en la privación de la libertad concurren cualquiera de las circunstancias
siguientes: (Reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 3 de junio de 2014).

a) Que el o los autores sean o hayan sido integrantes de alguna institución de


seguridad pública, de procuración o administración de justicia, o de las Fuerzas
Armadas Mexicanas, o se ostenten como tales sin serlo;

b) Que el o los autores tengan vínculos de parentesco, amistad, gratitud, confianza


o relación laboral con la víctima o persona relacionada con ésta;

c) Que durante su cautiverio se cause a la víctima alguna lesión de las previstas


en los artículos 291 a 293 del Código Penal Federal

d) Que en contra de la víctima se hayan ejercido actos de tortura o violencia sexual


e) Que durante o después de su cautiverio, la víctima muera debido a cualquier
alteración de su salud que sea consecuencia de la privación de la libertad, o por
enfermedad previa que no hubiere sido atendida en forma adecuada por los
autores o partícipes del delito.

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Las sanciones señaladas en el presente artículo se impondrán, sin perjuicio o con
independencia de las que correspondan por otros delitos que de las conductas a
las que se aplican resulten.

Artículo 11. Si la víctima de los delitos previstos en la presente Ley es privada de


la vida por los autores o partícipes de los mismos, se impondrá a estos una pena
de ochenta a ciento cuarenta años de prisión y de doce mil a veinticuatro mil días
multa.
(Artículo reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 3 de junio de 2014)

Artículo 12.- Si espontáneamente se libera a la víctima del secuestro dentro de los


tres días siguientes al de la privación de la libertad, sin lograr alguno de los
propósitos a que se refiere el artículo 9 de esta Ley y sin que se haya presentado
alguna de las circunstancias agravantes del delito, la pena será de cuatro a doce
años de prisión y de cien a trescientos días multa. (Reformado mediante Decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de junio de 2014).

La misma pena se aplicará a aquél que habiendo participado en la planeación de


alguna de las conductas a que hace referencia el presente Capítulo, dé noticia de
ese hecho a la autoridad y la víctima sea rescatada con vida.

La pena señalada en el párrafo primero de este artículo se aplicará a aquél que


habiendo participado en la comisión de alguna de las conductas a que hace
referencia el presente Capítulo, dé noticia de ese hecho a la autoridad para evitar
que se cometa el delito y proporcione datos fehacientes o suficientes elementos
de convicción contra los demás participantes del hecho o, ya cometido, antes de
que se libere a la víctima, proporcione, los datos o elementos referidos, además
dé información eficaz para liberar o localizar a la víctima.

No obstante, lo anterior, si a la víctima se le hubiere causado alguna lesión de las


previstas en los artículos 291 a 293 del Código Penal Federal, la pena será de
dieciocho a treinta y dos años de prisión y de seiscientos a mil días multa, así
como la colocación de los dispositivos de localización y vigilancia por la autoridad
policial hasta por los cinco años posteriores a su liberación.

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(Reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3
de junio de 2014).

En caso de que espontáneamente se libere al secuestrado dentro de los primeros


diez días, sin lograr alguno de los propósitos a que se refiere el artículo 9 de la
presente Ley, y sin que se haya presentado alguna de las circunstancias
agravantes del delito, la pena de prisión aplicable será de dieciséis a treinta años
y de quinientos hasta mil días multa.

(Reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3


de junio de 2014).

Artículo 13. Se impondrá pena de doscientas a setecientas jornadas de trabajo a


favor de la comunidad, al que simule por sí o por interpósita persona, la privación
de su libertad con alguno de los propósitos señalados en el artículo 9 de la
presente Ley. (Artículo reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial
de la Federación el 3 de junio de 2014).

Artículo 14. Se impondrán de cuatro a dieciséis años de prisión al que simule la


privación de la libertad de una persona, con la intención de conseguir alguno de
los propósitos señalados en el artículo 9 de esta Ley. (Reformado mediante
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de junio de 2014).

La misma pena se impondrá al que amenace de cualquier modo a una persona


con privarla de la libertad o con privar de la libertad a algún miembro de su familia
o con quien esté ligada por algún vínculo, con alguno de los propósitos señalados
en el artículo 9 de la presente Ley.

Artículo 15. Se aplicará pena de cuatro a dieciséis años de prisión y de mil


cuatrocientos a tres mil días multa, (Reformado mediante Decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 3 de junio de 2014). :

I. Después de la ejecución de cualquiera de las conductas previstas en los


artículos 9 y 10 de la presente Ley, y sin haber participado en cualquiera de

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ellas, adquiera o reciba el producto de las mismas a sabiendas de esta
circunstancia;
II. Preste auxilio o cooperación al autor de cualquiera de las conductas previstas
en los artículos 9 y 10 de esta Ley, con conocimiento de esta circunstancia, por
acuerdo posterior a la liberación de la víctima;
III. Oculte o favorezca el ocultamiento del responsable de ejecutar cualquiera de
las conductas previstas en los artículos 9 y 10 de esta Ley, con conocimiento
de esta circunstancia, así como los efectos, objetos o instrumentos del mismo
o impida que se averigüe; (Reformada mediante Decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 17 de junio de 2016).
IV. Altere, modifique o destruya ilícitamente el lugar, indicios, evidencias, objetos,
instrumentos o productos del hecho delictivo, o (Reformado mediante Decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 2016).
V. Desvíe u obstaculice la investigación de cualquiera de las conductas previstas
en los artículos 9 y 10 de esta Ley, o favorezca que el imputado se sustraiga a
la acción de la justicia.
VI. No se aplicará la pena prevista en este artículo en el caso de la fracción III, en
lo referente al ocultamiento del infractor, cuando se trate de:

a) Los ascendientes o descendientes consanguíneos o afines directos, o


(Reformada mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación
el 17 de junio de 2016).

b) El cónyuge, la concubina, el concubinario y parientes colaterales por


consanguinidad hasta el segundo grado.

Artículo 16. Se aplicará pena de cuatro a dieciséis años de prisión y de


cuatrocientos a dos mil días multa, al servidor público que: (Reformado mediante
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de junio de 2014).

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I. Divulgue, sin motivo fundado, información reservada o confidencial,
relacionada con las conductas sancionadas por esta Ley, salvo que se refiera
a la información o imágenes obtenidas en una intervención de comunicación
privada, en este caso se aplicará lo dispuesto por el Código Penal Federal, o
II. Revele, sin motivo fundado, técnicas aplicadas a la investigación o persecución
de las conductas previstas en la presente Ley.

Si el sujeto es o hubiere sido integrante de una institución de seguridad pública,


de procuración o de administración de justicia, de los centros penitenciarios, la
pena será de cuatro años seis meses a trece años de prisión, así como también,
la multa y el tiempo de colocación de dispositivos de localización y vigilancia se
incrementarán desde un tercio hasta dos terceras partes. (Reformado mediante
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de junio de 2016).

Artículo 17. Se aplicará pena de nueve años a veintiséis años de prisión y de


cuatrocientos a dos mil días de multa al servidor público que, teniendo atribuciones
en materia de prevención, investigación, procuración o impartición de justicia o de
vigilancia y custodia en los centros de privación de la libertad o penitenciaria, se
abstenga de denunciar ante el Ministerio Público o, en caso de urgencia, ante la
policía, la comisión de cualquiera de los delitos previstos en esta Ley, o de hacer
saber de inmediato al Ministerio Público información, evidencias o cualquier otro
dato relacionado, directa o indirectamente, con la preparación o comisión de las
conductas previstas en esta Ley (Artículo reformado mediante Decreto publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 3 de junio de 2014).

Artículo 18. A todo sentenciado por cualquiera de los delitos previstos en esta Ley
que sea o hubiere sido servidor público de cualquiera de las instituciones
policiales, de procuración de justicia, del sistema penitenciario y dependencias
encargadas de la seguridad pública, se le aplicará como parte de la pena la
inhabilitación para ocupar un empleo, cargo o comisión en el servicio público
federal, local o municipal, desde un plazo igual al de la pena de prisión que se le
imponga por el delito en que incurrió hasta la inhabilitación definitiva.

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Cualquier otro servidor público quedará inhabilitado para ocupar un empleo, cargo
o comisión en el servicio público federal, local o municipal hasta por un plazo igual
al de la pena de prisión que se imponga. Dicha inhabilitación correrá a partir de
que concluya la pena de prisión.

Artículo 19. Los sentenciados por los delitos a que se refiere la presente Ley no
tendrán derecho a los beneficios de la libertad preparatoria, sustitución,
conmutación de la pena o cualquier otro que implique reducción de la condena.

Quienes colaboren proporcionando datos fehacientes o suficientes elementos de


convicción a la autoridad en la investigación y persecución de otros miembros de
la delincuencia organizada o de bandas de personas dedicadas a la comisión de
delitos en materia de secuestros y para la localización y liberación de las víctimas
conforme al Código Penal Federal y la legislación aplicable en materia de
ejecución de sanciones, tendrán derecho a los beneficios citados en el primer
párrafo del presente artículo, siempre que concurran todas las condiciones que a
continuación se enuncian: (Reformado mediante Decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 17 de junio de 2016).

I. Respecto de los delitos sancionados con una pena que no exceda de cuatro
años de prisión;
II. El sentenciado acepte voluntariamente la colocación de un dispositivo de
localización por el tiempo que falte cumplir la pena de prisión y pague el costo
de su operación y mantenimiento;
III. El sentenciado sea primodelincuente;

En su caso, cubra la totalidad de la reparación del daño o de manera


proporcional, cuando haya sido condenado en forma solidaria y mancomunada
y sea determinada dicha reparación;

IV. Cuente con una persona conocida que se comprometa y garantice a la


autoridad judicial el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el

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sentenciado; (Reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 17 de junio de 2016);
V. Compruebe fehacientemente contar con un oficio, arte o profesión o exhiba las
constancias adecuadas que acrediten que continuará estudiando;
VI. Cuente con fiador;
VII. Se obligue a no molestar a la víctima y a los testigos que depusieron en su
contra, así como a sus parientes o personas vinculadas a éstos.

Artículo 20. La autoridad judicial podrá ordenar que las personas que hayan sido
condenadas por conductas previstas en el presente ordenamiento queden sujetas
a vigilancia por la autoridad policial hasta por los cinco años posteriores a su
liberación.

La ley general se creó para que se puede proteger a las personas que han sufrido
algún secuestro, para ello también es importante que se lleve en conjunto de un
tratamiento psicológico.

La importancia de la psicología en el proceso del secuestro es relevante tanto en el


ámbito legal como en lo mental de la persona que lo padeció.

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CAPITULO II TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

2.1 Historia del estrés postraumático

El trastorno de estrés postraumático constituye el núcleo psicopatológico fundamental


sobre el cual gravita el trauma. La importancia de este trastorno no es reciente,
diferentes textos históricos como el Talmud, la Blibia o la Iliada hacen referencia a los
efectos psicológicos de los hechos traumáticos, principalmente violentos. Hipócrates
menciona que las pesadillas relacionadas con los combates en soldados
sobrevivientes a ciertas batallas y Herodoto describen, en su tratado sobre la Historia,
síntomas que presentaban los soldados que habían participado en la batalla de
Maratón. Desde entonces se han inferido como factores causales innumerables
situaciones estresantes como guerras, torturas, y otras de naturaleza intima como las
agresiones de cualquier índole (Martínez, 2010).

Al finalizar la Primera Guerra, Bonhoeffer modifico el concepto de neurosis traumática,


considerando que el origen del problema era la posibilidad de obtener una
compensación económica, introduciendo el término de neurosis de renta. Durante la
Segunda Guerra Mundial, a la presencia de síntomas físicos y psicológicos en
combate se le denomino “Neurosis Traumática de Guerra”, donde a partir de
conceptos psicoanalíticos, Abraham Kardiner postulo que el trauma era de origen de
dichos síntomas (Scrignar, 1984).

En el siglo XIX que empieza a valorarse, desde una perspectiva psiquiátrica el trauma
psicológico con el concepto de histeria. El británico James Jhonson agrupo en 1871
a la histeria e hipocondría como “síndrome de desgaste y desgarro” originado por el
“sobreesfuerzo físico y mental de la vida en una nueva sociedad industrializada”. Al
terminar a la Guerra Civil Norteamericana, este concepto toma mayor fuerza
(Martínez, 2010).

La introducción del TEPT como categoría diagnostica formal se da en el DSM-II en


1980, donde se eliminaron explicaciones teóricas y etiológicas, sustituyéndose por
una aproximación más descriptiva, por lo que en un intento por ser a teórica,

20
abandono por completo el enfoque psicodinámico. El DSM-III-R en 1987 estrecho el
criterio diagnóstico y añadió la necesidad de que los síntomas estuvieran presentes
al menos durante un mes. En el DSM-IV, la aportación fundamental ha sido incluir
una medida de la respuesta subjetiva del individuo al trauma de la angustia emocional
y de la percepción de desamparo (APA, 1994).

2.2 Definición

Según el DSM-IV (American PsychiatricAssociation, 2000), el Trastorno de estrés


postraumático se caracteriza por una serie de síntomas característicos que siguen a
la experiencia directa, observación o conocimiento de un suceso o sucesos
extremadamente traumáticos (ocurrencia o amenaza de muerte o lesiones graves o
amenaza a la integridad física de uno mismo o de otras personas.

Los sucesos traumáticos generan terror e indefensión, ponen en peligro la integridad


física o psicológica de una persona y dejan con frecuencia a la víctima en tal situación
emocional que es incapaz de afrontarla por sí misma. cualquier acontecimiento de
este tipo (una agresión sexual o la violencia machista, por ejemplo) supone una
quiebra profunda en el sentimiento de seguridad de una persona (Echeburúa, corral
y amor, 2014).

Un suceso traumático genera un cuadro clínico solo cuando el acontecimiento supera


en una persona el umbral para el trauma e interfiere negativamente en su vida
cotidiana. Es decir, el trauma viene definido por la respuesta traumática, no por el
suceso traumático en sí mismo a su vez, el alcance del daño psicológico está mediado
por la gravedad del suceso, la mayor o menor vulnerabilidad de la víctima, la posible
concurrencia de otros problemas actuales (a nivel familiar y escolar/laboral, por
ejemplo) y pasados (historia de victimización), el apoyo social existente y los recursos
psicológicos de afrontamiento disponibles, todo ello configura la mayor o menor
resistencia de la víctima al estrés (Echeburúa, 2010).

Otra forma de re-experimentar el evento puede ser a través de flashbacks, ilusiones


o alucinaciones. En este caso, el comienzo es subido, y se acompañan de intensas

21
expresiones emocionales y de amnesia ulterior del fenómeno acontecido. Se trata de
estados alterados de conciencia que pueden durar escasos minutos hasta varias
horas, con recuperación ulterior del juicio de realidad y la identidad personal. En
algunos episodios de flashback, la conciencia puede verse afectada y los afectos
relacionados con el trauma pueden condicionar la conducta motora, aunque cuando
finaliza, el paciente distingue sus imágenes de la realidad. Estos estados pueden
desencadenarse por estímulos externos o bien, aparecer en determinados estados
psicofisiológicos como el estrés, fatiga, insomnio o consumo de sustancia toxicas,
situaciones que intensifican los síntomas, sobre todo cuando el paciente se expone a
estímulos que asocia al trauma original (American Psychiatric Association, 2002).

2.3 Sintomatología de acuerdo al DSM-5

A continuación, se enlistan los criterios para el diagnóstico del del Trastorno por estrés
postraumático según el DSM-V (American Psychiatric Association, 2013):

A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en


una (o más) de las formas siguientes:

1. Experiencia directa del suceso(s) traumático(s).


2. Presencia directa del suceso(s) ocurrido a otros.
3. Conocimiento de que el suceso(s) traumático(s) ha ocurrido a un familiar
próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte
de un familiar o amigo, el suceso(s) ha de haber sido violento o accidental.
4. Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso(s) traumático(s)
(p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente
expuestos a detalles del maltrato infantil).

B. Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al


suceso(s) traumático(s), que comienza después del suceso(s) traumático(s):

1. Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso(s)


traumático(s).

22
2. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño
está relacionado con el suceso(s) traumático(s).
3. Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el sujeto
siente o actúa como si se repitiera el suceso(s) traumático(s). (Estas
reacciones se pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema
es una pérdida completa de conciencia del entorno presente.)
4. Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o
externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s)
traumático(s).
5. Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan
o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).

C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso(s) traumático(s), que


comienza tras el suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por una o las
dos características siguientes:

1. Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos


angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).
2. Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares,
conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos,
pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados
al suceso(s) traumático(s).

D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso(s)


traumático(s), que comienzan o empeoran después del suceso(s) traumático(s), como
se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

1. Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s)


(debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una
lesión cerebral, alcohol o drogas).
2. Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno
mismo, los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,”
“El mundo es muy peligroso,” “Tengo los nervios destrozados”).
3. Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del
suceso(s) traumático(s) que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los
demás.

23
4. Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o
vergüenza).
5. Disminución importante del interés o la participación en actividades
significativas.
6. Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.
7. Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad,
satisfacción o sentimientos amorosos).

E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso(s) traumático(s),


que comienza o empeora después del suceso(s) traumático(s), como se pone de
manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

1. Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación)


que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u
objetos.
2. Comportamiento imprudente o autodestructivo.
3. Hipervigilancia.
4. Respuesta de sobresalto exagerada.
5. Problemas de concentración. 6. Alteración del sueño (p. ej., dificultad para
conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).

F. La duración de la alteración (Criterios B, C, D y E) es superior a un mes.

G. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,


laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

H. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej.,
medicamento, alcohol) o a otra afección médica.

Especificar si: Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criterios para el
trastorno de estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el
individuo experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las
características siguientes:

1. Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de


desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso

24
mental o corporal (p. ej., como si se soñara; sentido de irrealidad de uno mismo
o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio).

Para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no se han de poder atribuir a los
efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., desvanecimiento, comportamiento
durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial
compleja). Especificar si: Con expresión retardada: Si la totalidad de los criterios
diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses después del acontecimiento
(aunque el inicio y la expresión de algunos síntomas puedan ser inmediatos).

2. Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno


(p.ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como en
un sueño, distante o distorsionado) (American Psychiatric Association, 2013).

2.4 Trastorno de estrés postraumático al CIE-10

Criterios diagnósticos según la Clasificación Internacional de las enfermedades


mentales (OMS, 2003):

Surge como respuesta retardada o tardía a un suceso o a una situación estresante


(de corta o larga duración) de naturaleza excepcionalmente amenazante o
catastrófica, que probablemente causarían angustia generalizada a casi cualquier
persona. Los factores predisponentes, como los rasgos de la personalidad (por
ejemplo, compulsivos o asténicos), o una historia de males neuróticos previos,
pueden incidir en una reducción del umbral tras el cual se desarrolla el síndrome, o
se agrava su evolución, pero ninguno de estos antecedentes es necesario ni
suficiente para explicar su aparición. Entre sus características distintivas se
encuentran (OMS, 2003)

 Los episodios repetidos en que se revive el trauma a través de recuerdos


intrusos (“retrospectivas”)

25
 Sueños o pesadillas que ocurren sobre un fondo persistente de “torpor” y de
aplanamiento emocional, de desapego de los demás, de falta de respuesta a
las circunstancias, de anhedonia y de impedimento de las actividades y de las
situaciones que le recuerdan el trauma.
 Habitualmente hay un estado de alerta excesivo en la esfera autonómica, con
hipervigilancia, incremento de la reacción de alarma e insomnio.
 La ansiedad y la depresión se asocian con frecuencia con los síntomas y los
signos descritos, y no son infrecuentes las ideas suicidas.

El comienzo del trastorno sigue a la presentación del trauma con un período de


latencia que puede variar desde pocas semanas a unos meses; La evolución es
fluctuante, aun cuando en la mayoría de los casos se puede esperar una
recuperación. En una pequeña proporción de los casos la afección puede presentar
un curso crónico de varios años, con un eventual cambio perdurable de la
personalidad.

2.5 Prevalencia del estrés postraumático

Es de todos conocido el elevado índice de violencia a la que está expuesta la


población mexicana, directa o indirectamente, y tanto en el ámbito público como en el
privado. Asimismo, otros problemas como los accidentes y los desastres son también
motivo de preocupación por su impacto en términos de mortalidad y morbilidad. Sin
embargo, poco se sabe acerca de la proporción en la que ocurren estos sucesos en
la población general del país y sobre su impacto en la salud mental de las personas
expuestas (Medina-Mora Icaza, M., & Borges-Guimaraes, G., & Lara, C., & Ramos-
Lira, L., & Zambrano, A., & Fleiz-Bautista, C., 2005).

De acuerdo a Pérez Benítez, C., & Vicente, B., & Zlotnick, C., & Kohn, R., & Johnson,
J., & Valdivia, S., & Rioseco, P. (2009). Dos estudios se han publicado sobre la
epidemiología de un amplio rango de acontecimientos traumáticos en una nación en
desarrollo, en este caso México. El primero encontró que la prevalencia de
acontecimientos traumáticos a lo largo de la vida fue similar a la que se ha reportado
en EU, aunque la prevalencia a lo largo de la vida del TEPT (11.2%) fue 37-50% más

26
alta que las tasas en las muestras de EU. Este estudio no examinó otros trastornos
psiquiátricos en individuos que tenían TEPT a lo largo de la vida. El segundo estudio
reportó tasas de prevalencia mucho más bajas, 1.45% en general; 2.3% en las
mujeres y 0.49% en los hombres, pero sólo tuvo en cuenta TEPT diagnosticado en
los 12 meses previos al estudio y relacionados con hechos violentos solamente (por
ejemplo, violación, secuestro).

Un estudio de Echenique, C., & Medina, L., & Medina, A., & Ramírez, A. (2008)
describe la prevalencia del Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), en población
desplazada por violencia, reubicada en los barrios Campo-alegre y Cristo Viene, de
la ciudad de Sincelejo, Sucre. Es una investigación cuantitativa, diseño no
experimental, de corte transversal, tipo observacional, de nivel descriptivo. La
población de estudio es de 202 sujetos en condición de desplazamiento, de los cuales
solo 142 son considerados como desplazados, pues el tiempo de reubicación es
menor a cinco años. Se encontró que el 1.4% de los sujetos presentan en la actualidad
TEPT y el 4.22% registró TEPT en su curso vital, para un total de 5.6% personas
afectadas. Los sucesos violentos que originaron el desplazamiento de la población
fueron los mismos eventos traumáticos que desencadenaron el TEPT, sin distinción
de características demográficas.

Medina-Mora Icaza, M., & Borges-Guimaraes, G., & Lara, C., & Ramos-Lira, L., &
Zambrano, A., & Fleiz-Bautista, C. (2005) mencionan que el trastorno por estrés
postraumático es una respuesta sintomatológica que una persona desarrolla después
de haber estado expuesta a un suceso altamente estresante, debido a que ha
amenazado su integridad física o su vida, o la de otras personas. La violencia sexual,
los de ataques físicos, los asaltos, los secuestros, el abuso sexual infantil, el ser
testigo de la muerte o de lesiones graves a otra persona por un asalto o riña, y el
saber de la muerte o del asalto violento a un familiar o amigo cercano, son sucesos
estresantes que el DSM-IV menciona como susceptibles de producir TEPT. A los
individuos de la muestra se les preguntó por cada uno de los 28 sucesos que
conforman la sección de estrés postraumático; la descripción de esta parte se incluye
en el anexo. Los resultados del estudio mostraron que 68% de la población adulta
que vive en el México urbano ha estado expuesta al menos a un suceso estresante
alguna vez en su vida. El 20% dijo haber experimentado al menos uno de los sucesos,
15% dos y 33% tres o más. Las prevalencias de los 28 sucesos susceptibles de

27
generar un TEPT se muestran en el cuadro II, considerando, además, su distribución
por sexo y si existieron diferencias estadísticamente significativas en términos de su
presencia en hombres y mujeres. Como se observa, una de cada cuatro personas
había experimentado la muerte repentina o inesperada de un familiar o amigo cercano
(26.9%), así como algún atraco en el que fue amenazada con un arma (24.6%). Una
de cada cinco (21.4%) ha tenido algún accidente; en proporción similar la población
ha sido testigo de violencia doméstica en su infancia (20.3%) y víctima de violencia
física severa (apaleado) por parte de padres o cuidadores en la infancia (18.3%). El
16.3% ha sido testigo de la muerte o lesiones de una persona, 13.7% experimentó
algún desastre natural o provocado por el hombre. Una de cada 10 personas ha
sufrido alguna enfermedad grave; 7.4% ha sido apaleado por alguna persona que no
son los padres o la pareja, 6% ha sido apaleado por su pareja y 5.4% reporta haber
experimentado abuso sexual. Prevalencias menores, pero importantes de mencionar,
son la violación con 3.9% y la persecución o acoso con 3.7%.

2.6 Estudios previos

Titulo Autor (es) Resultados Principales


principales (en conclusiones
puntos)

Escala de Enrique  Este  Los


Gravedad de instrumento
Echeburúa, síntomas
Síntomas muestra una
Revisada (EGS-R) Pedro J. Amor, validez disociativo
del Trastorno de concurrente
Belén Sarasua, s
Estrés satisfactoria con
Postraumático Irene las existentes
según el DSM-5: puntuaciones
Zubizarreta, y el grado
propiedades obtenidas en la
psicométricas Francisco Pablo sintomatología de
ansiosa y
Holgado-Tello y disfuncion
depresiva
José Manuel  En el análisis alidad en
Muñoz factorial se la vida

28
confirman los cotidiana
cuatro grupos producido
de síntomas por el
(reexperimentac suceso,
ión, evitación que encaja
conductual/ bien con el
cognitiva, diagnóstic
alteraciones o clínico y
cognitivas/estad funcional
o de ánimo del DSM-5
negativo y
aumento de la
activación)

Escala para el Blake, D.D.,  Es una  Se


Trastorno de Weathers, F.W., entrevista considera
Estrés Nagy, L. M., estructurada la
Postraumático Kaloupek, D.G., que consta de presencia
Administrada por Klauminzer, G., un apartado que de un
el Clínico (CAPS). Charney, D.S. y corresponde al síntoma
Keane, T.M. criterio A del sólo
DSMIV, que cuando la
evalúa el frecuencia
acontecimiento es
traumático evaluada
sufrido por el con 1 o
sujeto desde más
dos
perspectivas
La Evaluación del María Crespo  El 90% de los  Los
Estrés y Mar Gómez participantes pacientes
Postraumático:
Presentación de refirieron que la pueden no
la Escala de

29
Evaluación vivencia del relacionar
Global de Estrés acontecimiento su
Postraumático
(EGEP) traumático fue sintomatol
grave o extrema ogía actual
y ninguno de con
ellos la clasificó experienci
como leve as
 La prueba está traumática
diseñada de s previas
modo que  En
permite obtener ocasiones
información
los pacientes
sobre los
omiten la
siguientes
información
aspectos:
traumática,
diagnóstico
bien sea por
TEPT,
vergüenza,
intensidad o
porque les
gravedad de los
resulta muy
síntomas
doloroso
postraumáticos,
hablar de ello,
número de
o incluso
síntomas
porque la
postraumáticos
propia
presentes,
sintomatologí
intensidad o
a
gravedad de los
postraumática
síntomas
, evitación, no
clínicos
favorece las
subjetivos
verbalizacione
s relacionadas
con el

30
acontecimient
o traumátas
personas que
presentaron
TEPT
presentaron
un mayor
número de
cogniciones
negativas
sobre el yo, de
cogniciones
negativas
sobre el
mundo, y de
cogniciones
de autoculpa
que las
personas sin
TEPT.

El sentido del Amalio Blanco,  Los dos años  Las


mundo y el Darío Díaz, del evento personas
significado del Mauricio traumático que
yo: Inventario de Gaborit y María todavía siguen presentaro
Cogniciones del Carmen mostrando n TEPT
Postraumáticas Amari algunos presentaro
(ICPT) en síntomas del n un mayor
población TEP número de
hispana cognicione
s
negativas
sobre el
yo, de

31
cognicione
s
negativas
sobre el
mundo, y
de
cognicione
s de
autoculpa
que las
personas
sin TEPT.
 Respecto
a la
persistenci
a del daño,
sabemos
que este
es mucho
más
intenso
cuando el
evento
traumático
es
causado
intencional
mente por
la mano
del
hombre

32
2.6 Estudios previos II

1. Aguirre, Cova, Domarchi, Garrido, Mundaca, Rincón, Troncoso y Vidal (2010)


evaluaron la presencia de estrés postraumático en mujeres víctimas de
violencia doméstica y se analizó la percepción de las propias consultantes
respecto de su situación y la atención recibida en las instituciones y programas
a los que asistían. Se utilizó una muestra de 42 mujeres consultantes por
violencia doméstica a través de una entrevista semiestructurada y de la Escala
de Gravedad del TEPT donde se encontró que un 40,5% de la muestra reunía
los criterios de TEPT y que un 26,2% adicional presentaba sintomatología
subumbral significativa. Un 39,3% de las mujeres cuya situación de violencia
había terminado continuaban presentando TEPT. La mayoría de las mujeres
valoriza el apoyo psicológico recibido y lo destaca como el elemento más
relevante de la atención requerida. Los resultados indican que la necesidad de
fortalecer el componente psicológico de las intervenciones destinadas a las
víctimas de violencia doméstica y, en particular, de considerar la
sintomatología postraumática como uno de los objetivos importantes de
intervención.

2. Echeburúa, corral y amor (2014) realizaron un estudio sobre las implicaciones


clínicas y forenses del daño psicológico en víctimas de delitos violentos. La
muestra constó de 330 víctimas afectadas por traumas psicológicos diversos
(agresión sexual, violencia familiar o terrorismo). El 54,5% de todos los sujetos
padecían el trastorno de estrés postraumático, que se daba con más frecuencia
en las víctimas de agresión sexual y de terrorismo que en las de violencia
familiar. Con la Escala de Gravedad de Síntomas (Echeburúa, Corral, Amor,
Zubizarreta y Sarasua, 1997a), específica para este cuadro clínico, se precisó
la gravedad y el perfil psicopatológico de cada subgrupo de víctimas. La Escala
de Gravedad de Síntomas (Echeburúa, Corral, Amor, Zubizarreta y
Sarasua,1997a), específica para este cuadro clínico, se precisó la gravedad y
el perfil psicopatológico de cada subgrupo de víctimas. Los resultados

33
indicaron que el 54,5% de todos los sujetos padecían el trastorno de estrés
postraumático, que se daba con más frecuencia en las víctimas de agresión
sexual y de terrorismo que en las de violencia familiar. En concreto, tanto las
agresiones sexuales como el terrorismo y, en menor medida, la violencia
familiar constituyen sucesos negativos que generan con una gran frecuencia
(en el 54,5% de la muestra total) e intensidad el trastorno de estrés
postraumático. Pero es, sin duda, el carácter reciente del trauma, cualquiera
que éste sea, la variable más relevante y la que hace más probable la
presencia y, en su caso, la gravedad del trastorno de estrés postraumático. No
deja de ser llamativo que, a pesar de ello, casi dos tercios de las víctimas no
recientes, que han estado expuestas al trauma hace ya muchos meses e
incluso años, padezcan el trastorno o, al menos, el subsíndrome. Las
conductas de evitación son las que tienden más fácilmente a cronificarse. A
diferencia de otras reacciones ante situaciones de duelo; -revés económico,
desengaño amoroso, pérdida de un ser querido, etc.- este cuadro clínico no
remite espontáneamente con el transcurso del tiempo y tiende a cronificarse.
3. Navia (2008) realizó un reporte de los resultados del análisis cualitativo sobre
los mecanismos familiares de afrontamiento en familias víctimas de secuestro
extorsivo económico (SEE) se escogieron 192 familias que cumplían con los
criterios de la investigación: ser víctimas de SEE, tener un miembro adulto
secuestrado o haber experimentado su liberación al menos 15 meses antes
del estudio. Los datos familiares se recogieron mediante una entrevista
semiestructurada que incluía como temas la experiencia de las familias durante
el cautiverio y después de la liberación. Duraron aproximadamente 2 ½horas
cada una, todas fueron grabadas y transcritas, identificando a cada familia con
un código para proteger su identidad y garantizarla confidencialidad de los
participantes. Los resultados arrojaron que después de la liberación fueron
pocas las familias que reportaron acudir a lo espiritual como estrategia para
manejar la situación, durante el cautiverio la totalidad de los participantes indicó
que el apoyo espiritual fue lo que les permitió sentir fortaleza y guardar la
esperanza. Según reportaron, durante el cautiverio las familias se reúnen con
frecuencia para orar y encuentran en este ritual un espacio de unión, apoyo y
sosiego. Dentro de los mecanismos cognitivos orientados al manejo se
identificaron cuatro tendencias: pensar la situación como algo manejable, mirar
34
lo positivo de la experiencia, pensar en un futuro positivo, disminuir los
aspectos negativos. Durante el cautiverio las familias reportaron con mayor
frecuencia pensar la situación como algo manejable y pensar en un futuro
positivo, mientras que las familias que estaban en el período posterior a la
liberación reporta-ron emplear con mayor frecuencia mirar lo positivo y
disminuir los aspectos negativos. Para algunas familias, pensar el secuestro
como un negocio o transacción les permitió sentir que tenían cierto control
sobre la situación. El estudio no permite determinar las circunstancias
específicas en las que se emplearon unos y otros. Después de la liberación,
las familias deben asimilarlo sucedido y afrontar las consecuencias que les
deja el secuestro, Las diferencias observadas en el tipo de estrategias
cognitivas y conductuales que emplearon las familias de los dos grupos, y que
parecen estar relacionadas con la naturaleza de las situaciones estresantes
que enfrentan las familias durante los dos períodos, confirma, una vez más, la
naturaleza procesal del afrontamiento. En un tiempo caracterizado por la
incertidumbre, como lo es el cautiverio de uno de los miembros de la familia,
pensar en un futuro positivo, en que su ser querido sería devuelto y soportaría
las vejaciones del cautiverio, permitió a las familias mantener la esperanza y
crear una noción de futuro. De igual manera, buscaron ganar control
informándose sobre lo que podrían esperar a lo largo del cautiverio de su
familiar pues, como lo muestra el siguiente relato, la información les
proporcionaba una visión realista sobre la situación y les permitía hacer
algunas predicciones

2.7 Tratamiento Cognitivo Conductual

Guerra V., C., & Plaza V., H. (2009) citando a Astin y Resick (1997), Las teorías
conductuales del aprendizaje han sido ampliamente utilizadas para explicar el TEP.
Dentro de ellas, la teoría bifactorial de Mowrer plantea que las respuestas del TEP
podrían adquirirse y mantenerse por condicionamiento clásico y operante. En primer
lugar, se ha retomado el modelo del condicionamiento clásico para explicar el
desarrollo de los síntomas. En éste, el trauma es el estímulo incondicionado (EI) que

35
provoca el temor extremo (respuesta incondicionada – RI). El trauma se asocia con
el recuerdo del trauma que se convierte entonces en el estímulo condicionado. Así, el
recordar el trauma provoca el temor extremo que se vuelve la respuesta condicionada
(RC). Por medio de la generalización de estímulo y condicionamiento de segundo
orden, otras señales asociadas con el recuerdo y aquellas neutrales, se convierten en
estímulos condicionados que provocan el temor extremo (RC). Por otra parte, el
modelo del condicionamiento operante se emplea para explicar el mantenimiento de
los síntomas, a pesar de que el estímulo incondicionado (EI) no vuelve a ocurrir.
Debido a que el recuerdo del trauma desencadena una ansiedad excesiva, se evita
el recuerdo del trauma, resultando en la reducción de la ansiedad. Así, la evitación
del recuerdo del trauma se refuerza negativamente, impidiendo la extinción de la
asociación entre el recuerdo del trauma y la ansiedad.

2.8 Desensibilización Sistemática

La técnica de inhibición más frecuentemente utilizada es la desensibilización


sistemática, en la cual se aparea la relajación muscular con situaciones imaginarias
en orden jerárquico ascendente según el grado de ansiedad que provocan. Otras
técnicas usadas para inhibir la ansiedad fueron la respuesta asertiva (en situaciones
interpersonales cotidianas) y la respuesta sexual (para situaciones en las cuales se
inhibía la ejecución sexual). (Stella Martínez, G., 1998)

La desensibilización sistemática (DS) es una de las técnicas pioneras de modificación


de conducta. Desarrollada por Joseph Wolpe en 1958 (Wolpe, 1958) y aplicada en el
tratamiento de las fobias. Como es conocido se trata de un procedimiento de
extinción. Al exponer al paciente al estímulo fóbico se obtiene la desaparición de la
respuesta de ansiedad. Esta técnica, aunque antiguamente investigada, ha perdido
presencia en la actualidad (Vallejo -Slocker, L., & Vallejo, M., 2016).

Corresponde a una técnica de intervención terapéutica, orientada a disminuir


sintomatología conductual de miedo y evitación. En términos generales, consta de
dos componentes centrales. El primero se orienta a enseñar al paciente una
respuesta contraria a la ansiedad. El segundo componente se orienta a la elaboración,

36
y posterior exposición progresiva del paciente a estímulos provocadores de miedo
(Guerra V., C., & Plaza V., H., 2009).

Desde un punto de vista teórico y en comparación con otras técnicas de exposición,


la DS contribuye de mejor manera a la reducción de la ansiedad mediante: la
relajación, la presentación gradual y el aprendizaje duradero de una respuesta
alternativa bajo un contexto estimular variado que favorece la generalización.
Además, la DS es mejor recibida por los pacientes, es un procedimiento flexible y con
unas bases teóricas consolidadas, siendo estas razones suficientes para revalorar la
técnica (Vallejo -Slocker, L., & Vallejo, M., 2016).

2.9 Contracondicionamiento

El condicionamiento clásico, lejos de tener una clara y única definición, se presenta


en la literatura psicológica básica bajo múltiples conceptos basados en diferentes
corrientes epistemológicas, tanto de la psicología como de las neurociencias. El
objetivo principal de este artículo es presentar un análisis de la literatura acerca de
condicionamiento clásico con el fin de discernir los conceptos, explícitos o implícitos,
tanto en el campo básico como en el aplicado, el último principalmente en lo referido
a las aplicaciones clínicas (psicoterapia) (Pérez, A., & Cruz, J., 2003).

2.10 Técnica de desensibilización y reprocesamiento con movimientos oculares


(EMDR)

El EMDR (eye movement desensitization and reprocessing) es un enfoque


psicoterapéutico que consta de ocho fases, que tiene un conjunto de procedimientos
específicos centrados en el procesamiento asociativo espontáneo de los recuerdos
traumáticos, con un componente de estimulación bilateral (movimientos oculares,
auditivos o táctiles). El marco teórico es el procesamiento adaptativo de la información
(PAI). Plantea la existencia de un sistema fisiológico innato de aprendizaje, que
permite al cerebro procesar la información de las experiencias e integrarlas de una

37
forma adaptativa en las redes de memoria, y que constituyen la base de nuestros
pensamientos, emociones, actitudes y conductas. En sus inicios, se aplicó en el
tratamiento del trastorno de estrés postraumático, desarrollos posteriores ampliaron
su uso, adquiriendo importancia el abordaje de los traumas y trastornos de apego
(Walter Lupo, s/f)

La técnica de desensibilización y reprocesamiento con movimientos oculares (EMDR,


por sus iniciales en inglés) es un método terapéutico relativamente reciente que ha
mostrado eficacia en el tratamiento de diferentes entidades psiquiátricas y somáticas.
Se postula que sus resultados se logran a través de cambios en el proceso de
almacenamiento de recuerdos y en las respuestas físicas y emocionales
relacionadas. Una de las ventajas de EMDR es que el paciente se prepara para entrar
en contacto con la experiencia perturbadora de manera imaginaria por periodos cortos
que puede interrumpir; esto le permite tener el control del tiempo de exposición y,
reducir el “temor al temor” característico de diferentes entidades psiquiátricas, como
los trastornos de ansiedad (Gil Lemus, L., 2008)

Descripción de las ocho fases del tratamiento (Walter Lupo, s.f) :

1) Historia clínica en la que se obtiene la información de la historia de apego, los


síntomas y disparadores actuales, determinar si es adecuado utilizar el EMDR, la
existencia de experiencias traumáticas y recursos, el estado de apego, la planificación
del tratamiento, haciendo una selección de las dianas a procesar siguiendo el
esquema pasado-presente-futuro.

2) Preparación del paciente: establecer una sólida relación terapéutica, verificar la


existencia de recursos emocionales positivos o desarrollarlos, explicación de cómo
funciona el EMDR, probar los diferentes EB (ocular, tapping, auditiva), instalar el lugar
seguro.

3) Evaluación: se acceden y estimulan los componentes primarios del recuerdo que


se ha elegido procesar, con su imagen, creencias negativas y positivas, emociones y
sensaciones. Aquí comienza a activarse el sistema de procesamiento de la
información. Las tres fases siguientes (4, 5 y 6) alternan la EB con otros elementos
del procedimiento con el objetivo de mejorar y acelerar el procesamiento de la
información. Durante estas fases los componentes de los recuerdos tratados, pueden
ir cambiando en todos sus aspectos, sensoriales, cognitivos y emocionales. 4)

38
Desensibilización: mediante tandas de EB oculares, auditivas o táctiles, se reprocesa
la información hasta llevarla a un nivel de perturbación neutra o mínima. Entre cada
tanda de EB, el/la terapeuta pregunta brevemente al paciente sobre lo que nota, sin
hacer ninguna otra intervención. La idea es dejar que funcione la libre asociación de
los recuerdos, ya que una de las características centrales del procesamiento
acelerado de la información es la tendencia a promover el encadenamiento asociativo
a través de la formación de nuevas asociaciones a las redes de recuerdos más
adaptativas.

5) Instalación: se sigue reprocesando el recuerdo, incluyendo la creencia positiva


vinculada a este. Se la instala con estimulaciones bilaterales breves.

6) Examen corporal: se comprueba si existen sensaciones negativas conectadas al


recuerdo. Si es así también se reprocesan.

7) Cierre: se asegura la estabilidad del paciente al terminar la sesión y se le explica


lo que puede pasar entre sesiones y que lleve un registro de los cambios.

8) Seguimiento: en la siguiente sesión se evalúan los efectos del trabajo realizado con
el recuerdo, si el procesamiento se ha completado, o si ha surgido nuevo material
asociado y hay que seguir procesándolo. Comprobar que se están abordando todos
los aspectos del plan de tratamiento. La cantidad de sesiones dedicadas a cada fase
puede variar según el paciente. Las fases 1 y 2 pueden requerir varias sesiones,
mientras que las fases 3 a la 7 se realizan en una misma sesión, porque implican el
trabajo directo con la experiencia elegida. La fase 8 siempre es en la siguiente sesión.

2.11 Antecedentes de atención psicológica con víctimas de secuestro (Agudelo,


2000):

El drama del secuestro no siempre se inicia con la captura, cada vez menos hipotética,
aunque no precisamente predecible, sino también con la posibilidad de ser plagiado
o de que alguien cercano lo sea. La pregunta «¿por qué a mí?» sistemáticamente se
ha venido cambiando por la de «¿por qué no a mí?» Lo que antes estaba dirigido a
personas específicas, por razones puntuales, hoy simplemente puede ser un asunto

39
del azar: tomar justamente ese avión, ir precisamente a ese lugar, tomar esa ruta, ser
quien se es, tener o no tener... Los criterios han cambiado: de los criterios de selección
se ha pasado a los de no exclusión.

2.12 Áreas de intervención del estrés postraumático

I. Ansiedad: se refiere al hecho de que algunos autores cuando utilizan estos


términos parecen estar refiriéndose a las emociones básicas que en realidad
reciben el nombre de miedo y tristeza, respectivamente. en el terreno de las
emociones, desde la perspectiva de la especificidad (si tomamos las 6
emociones básicas más aceptadas), las emociones constituyen patrones
individuales de conducta expresiva cada uno asociado a un patrón específico
de activación fisiológica, existiendo por tanto emociones básicas distintas:
miedo, ira, tristeza, alegría, sorpresa y asco. Además, desde Darwin hasta
algunos autores más contemporáneos, entre ellos Tomkins, Izard y Ekman, se
ha resaltado la importancia de las emociones en cuanto a su función adaptativa
para la supervivencia del individuo y de la especie. Todos estos autores
asumen la existencia de emociones básicas que son producto de la evolución
filogenética y ontogenética y que están relacionadas con estados
biológicamente significativos como son la procreación, la cría y la amenaza a
la integridad de los individuos y de la especie. El supuesto de emociones
básicas implica la existencia de un substrato neuroanatómico específico para
cada emoción, patrones de activación fisiológica específicos, así como
expresiones típicas, todo ello ligado a un sentimiento específico (Piqueras
Rodríguez, J., & Martínez González, A., & Ramos Linares, V., & Rivero Burón,
R., & García López, L., & Oblitas Guadalupe, L. (2008).
II. Estrés: De acuerdo a Barrio, J., & García, M., & Ruiz, I., & Arce, A. (2006), La
expresión estrés es utilizada por primera vez con una perspectiva
psicobiológica en 1926 por Selye, cuando era un estudiante de segundo curso
de medicina en la Universidad de Praga. En su acepción inicial estrés significa
respuesta, y al estímulo o agente que producía esa reacción de estrés se le
denominaba estresor. El estresor sería el causante del estrés. Hasta ese
momento este término se empleaba únicamente en ingeniería para designar
los efectos de una fuerza al actuar en contra de una resistencia. Actualmente
el uso de la palabra estrés tiene una gran difusión en nuestro lenguaje

40
cotidiano, habiéndose convertido en un término de uso muy común. Entre los
varios calificativos que se han utilizado para identificar el siglo XX, uno de los
más repetidos es el del estrés, entendido como un elemento causal del
malestar personal y de gran parte de enfermedades. Sin embargo, hemos de
saber que el estrés es un componente normal de nuestras vidas y por tanto no
es evitable. En general pensamos en agentes estresores nocivos, sin embargo,
el estrés puede ser producido igualmente por acontecimientos placenteros
(una buena noticia, puede ser un estresor importante). Es prioritario que
sepamos discernir en nuestra vida lo que representan acontecimientos
importantes y no tan importantes, y enfocarlos desde una correcta perspectiva
de su relevancia. Tenemos la necesidad de hacer un análisis pausado de los
acontecimientos cotidianos que nos pueden estar oprimiendo para
racionalizarlos e intentar alcanzar una respuesta más saludable. Tenemos que
reflexionar sobre nuestro estilo de vida. Y qué mejor motivación podemos tener
para modificar determinados estilos de vida estresantes que la mejora de
nuestra propia salud. La salud es nuestro bien más preciado y tenemos que
esforzarnos y motivarnos para cuidarla. En la actualidad se reconoce que
muchas enfermedades se encuentran determinadas o influidas por los estilos
de vida o por las acciones de otros humanos. Cuando hablamos de estilo de
vida, nos referimos a la manera con la que cada uno de nosotros pensamos,
sentimos y realizamos nuestra vida; abarca nuestro trabajo, relaciones,
creencias, aficiones, ocio, tipo de alimentación, percepciones que tengamos
sobre el mundo, la sociedad, los demás, etc. Uno de los factores más
importantes del estilo de vida es la activación del estrés que acompaña a esa
vida; la cantidad de estrés que afrontamos.
III. Depresión: hace mención a estas nociones como manifestaciones clínicas,
síntomas o como las diferentes formas clínicas que adoptan como trastornos
psicológicos. las acepciones, tanto la ansiedad como la depresión serían
manifestaciones clínicas de estas emociones, donde el carácter adaptativo de
las mismas se pierde y se convierte en un problema que interfiere y genera
malestar clínicamente significativo. Estas formas se corresponderían
aproximadamente con algunos de los factores psicológicos propuestos por las
más recientes ediciones DSM bajo la denominación de Factores psicológicos
que afectan a la condición médica y con la categoría Factores psicológicos y
41
del comportamiento en trastornos o enfermedades clasificadas en otro lugar
en el CIE-10 (Piqueras Rodríguez, J., & Martínez González, A., & Ramos
Linares, V., & Rivero Burón, R., & García López, L., & Oblitas Guadalupe, L.
(2008).

42
3. CAPITULO III METODO

Objetivo general

Diseñar una propuesta terapéutica para el tratamiento de estrés postraumático en


personas de la Ciudad de México que han sido secuestradas.

Objetivos específicos

 Conocer a profundidad el concepto y características del estrés postraumático


 Identificar las repercusiones psicológicas de la experiencia de secuestro
 Conocer los elementos que deben conformar una propuesta terapéutica
basada en el modelo cognitivo conductual para el tratamiento de estrés
postraumático en personas de la Ciudad de México que han sido secuestradas.

Definición conceptual y operacional de las variables.

Psicológicos

Estrés postraumático

Diseño de investigación.
Se trata de un diseño no experimental (Kerlinger y Lec, 2000)

43
CAPITULO IV PROGRAMA

Intervención del estrés postraumático en personas que han sido


secuestradas- I

Objetivo general: Conocer aspectos relevantes de los pacientes por medio de una
historia clínica para conocer sus antecedentes

Materiales:

Historia clínica

Actividad de inicio: se realizará un cuestionario para conocer qué aspectos siguen


causando problemática en el paciente de acuerdo a la sintomatología del estrés
postraumático.

Dinámica: se le pedirá al paciente que enliste las prioridades que tenía anteriormente
(antes del suceso) y otra con las prioridades de ahora.

Esto le ayudará al paciente para que visualice que tanto ha modificado su vida
cotidiana, si existen aspectos que cambiaron o quisiera modificar.

Actividad de cierre: el paciente mencionara algo que se lleva de la terapia de la


primera sesión

Tarea: analizar en la semana lo que se haya aprendido

44
Intervención del estrés postraumático en personas que han sido secuestradas
II

Objetivo general: realizar test para conocer sus niveles de depresión por medio de
un cuestionario especializado

Materiales:

BDI (Inventario de depresión)

Actividad de inicio: se realizará un test de depresión para que el paciente pueda


expresar de manera sencilla, que es lo que realmente piensa, saber si se siente
identificado con alguna de las respuestas para conocer qué aspectos se trabajaran
primero durante el tratamiento psicológico

Dinámica: se pedirá al paciente que realice un horario de sus actividades, para


conocer si come todo el día, tiene problemas de sueño, etc.

Tarea: el paciente buscará alguna actividad que disfrutaba en el pasado

45
Intervención del estrés postraumático en personas que han sido secuestradas
III

Objetivo general: se realizará un cuestionario para conocer sus niveles de ansiedad


por medio de un cuestionario

Actividad de inicio: se realizara un cuestionario de ansiedad

Dinámica: se realizará una retroalimentación de sesiones pasadas para conocer que


aspectos del paciente se pueden ir trabajando con respecto a cómo se ha sentido
estás semanas iniciando el tratamiento, así como también se realizarán una serie de
preguntas von respecto al evento (secuestro).

Actividad de cierre: El paciente tendrá que narrar en una hoja que aspectos de su
vida ha valorado después del secuestro

Tarea: El paciente tendrá que salir en la semana treinta minutos lo a cualquier lugar.

46
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conductual para personas que enfrentan problemas psicosociales. Tesis Psicológica,
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general-para-prevenir-y-sancionar-los-delitos-en-materia-de-secuestro-
reglamentaria-de-la-fraccion-xxi-del-articulo-73-de-la-constitucion-politica-de-los-
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49
Anexos

50
Test para evaluar aspectos relacionados con la emoción

Datos

Sexo: Mujer ( ) Hombre ( ) Edad: ________

Edo. Civil: Soltero ( ) Casado ( ) Divorciado ( ) Viudo ( ) Otro: __________

Escolaridad: Primaria concluida ( ) Secundaria concluida ( ) Preparatoria concluida ( )

Técnica concluida ( ) Lic. /Ing. concluida ( ) Posgrado concluida ( )

Ha sufrido anteriormente una experiencia de secuestro:

Si ( ) 0-6 meses ( ) 6-12 meses ( ) 12-18 meses ( ) más de 18 meses ( )

No ( )

Instrucciones:

Marque con una X la frecuencia con la que se presentan las siguientes situaciones

Re-experimentación Valor
ación

1.- ¿Experimenta recuerdos o imágenes desagradables Nunc A Casi Siempr


y repetitivas del suceso de forma voluntaria? a veces siemp e
re

2.- ¿Tiene sueños desagradables y recurrentes sobre el Nunc A Casi Siempre


suceso? a veces siempr
e

3.- ¿Hay momentos en los que realiza conductas o Nunc A Casi Siempre
experimenta sensaciones o emociones como si el a veces siempr
suceso estuviera ocurriendo de nuevo? e

4.- ¿Sufre un malestar psicológico intenso o Nunc A Casi Siempre


prologando al exponerse a situaciones o a veces siempr
pensamientos/imágenes que le recuerdan algún e
aspecto del suceso?

5.- ¿Siente reacciones fisiológicas intensas Nunc A Casi Siempre


(sobresaltos, sudoración, mareos, etc.) al tener a veces siempr
presentes pensamientos/imágenes o situaciones reales e
que le recuerdan algún aspecto del suceso?

51
Evitación conductual/cognitiva Valoraci
ón
6.¿ Suele evitar personas, lugares, situaciones o Nunca A Casi Siempr
actividades que provocan recuerdos, vece siempr e
pensamientos o sentimientos relacionados con el s e
suceso porque le crea malestar emocional?

7.- ¿Evita o hace esfuerzos para alejar de su mente Nunca A Casi Siempre
recuerdos, pensamientos o sentimientos veces siempr
relaciones con el suceso porque le crea malestar e
emocional?

8.- ¿Procura evitar hablar de determinados temas Nunca A Casi Siempre


que provocan recuerdos, pensamientos o veces siempr
sentimientos relacionados con el suceso porque e
le crea malestar emocional?

Alteraciones cognitivas y estado de Valorac


ánimo negativo ión

9. ¿Muestra dificultades para recordar Nunca A veces Casi siempre Siempre


alguno de los aspectos importantes del
suceso?

10.- ¿Tiene creencias o expectativas Nunca A veces Casi siempre Siempre


negativas sobre sí mismo, sobre los
demás o sobre el futuro?

11.- ¿Suele culparse a sí mismo o culpar a Nunca A veces Casi siempre


otras personas sobre las causas o
consecuencias del suceso traumático? Siempre

12.- ¿ Experimenta un estado de ánimo Nunca A veces Casi siempre Siempre


negativo de modo continuado en forma de
terror, ira, culpa o vergüenza?

13.- ¿Se ha reducido su interés por Nunca Casi siempre Siempre


realizar o participar en actividades
importantes de su vida cotidiana? A veces

14.- ¿Experimenta una sensación de Nunca A veces Casi siempre Siempre


distanciamiento o de extrañeza respecto a
las personas que lo rodean?

15.- ¿Se nota limitado para sentir o Nunca A veces Casi siempre Siempre
expresar emociones positivas (por
ejemplo, alegría, satisfacción o
sentimientos amorosos)?

Aumento de la activación y reactivación Valor


psicofisiológica ació
n

52
16.- ¿Suele estar irritable o tener explosiones de ira sin Nunc A Casi Siempr
motivos aparentes que la justifiquen? a vece siempre e
s

17.- ¿Muestra conductas de riesgo (comida Nunc A Casi Siempre


descontrolada, conducción peligrosa, conductas a veces siempre
adictivas, etc.) o autodestructiva?

18.- ¿Se encuentra en un estado de alerta permanente Nunc A Casi Siempre


(por ejemplo, pararse de forma repentina para ver quien a veces siempre
está a su alrededor, etc.) desde el su

19¿Se sobresalta o se alarma más fácilmente desde el Nunc A Casi Siempre


suceso? a veces siempre

20.- ¿Tiene dificultades de concentración, por ejemplo, Nunc A Casi Siempre


para seguir una conversación o al atender a sus a veces siempre
obligaciones diarias?

21. ¿Muestra dificultades para conciliar o mantener el Nunc A Casi Siempre


sueño o para tener un sueño reparador? a veces siempre

Observaciones
_________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________

“Gracias por su Colaboración”

53
Inventario de Depresión de Beck (BDI-2)

Nombre:……………………………Estado Civil………………
Edad:…………… Sexo….. Ocupación ……………………. . . .

Educación:…………………Fecha:……………

Instrucciones: Este cuestionario consta de 21 grupos de afirmaciones.


Por favor, lea con atención cada uno de ellos cuidadosamente. Luego
elija uno de cada grupo, el que mejor describa el modo como se ha
sentido las últimas dos semanas, incluyendo el día de hoy. Marque con
un círculo el número correspondiente al enunciado elegido Si varios
enunciados de un mismo grupo le parecen igualmente apropiados,
marque el número más alto. Verifique que no haya elegido más de uno
por grupo, incluyendo el ítem 16 (cambios en los hábitos de Sueño) y el
ítem 18 (cambios en el apetito)

1. Tristeza

0 No me siento triste.
1 Me siento triste gran parte del tiempo
2 Me siento triste todo el tiempo.
3 Me siento tan triste o soy tan infeliz que no puedo soportarlo.
2. Pesimismo

0 No estoy desalentado respecto del mi futuro.


1 Me siento más desalentado respecto de mi futuro que lo que solía
estarlo.
2 No espero que las cosas funcionen para mi.
3 Siento que no hay esperanza para mi futuro y que sólo puede
empeorar.
3. Fracaso

0 No me siento como un fracasado.


1 He fracasado más de lo que hubiera debido.

54
2 Cuando miro hacia atrás, veo muchos fracasos.
3 Siento que como persona soy un fracaso total.
4. Pérdida de Placer

0 Obtengo tanto placer como siempre por las cosas de las que
disfruto.
1 No disfruto tanto de las cosas como solía hacerlo.
2 Obtengo muy poco placer de las cosas que solía disfrutar.
3 No puedo obtener ningún placer de las cosas de las que solía
disfrutar.
5. Sentimientos de Culpa

0 No me siento particularmente culpable.


1 Me siento culpable respecto de varias cosas que he hecho o que
debería haber hecho.
2 Me siento bastante culpable la mayor parte del tiempo.
3 Me siento culpable todo el tiempo.
6. Sentimientos de Castigo

0 No siento que este siendo castigado


1 Siento que tal vez pueda ser castigado.
2 Espero ser castigado.
3 Siento que estoy siendo castigado.
7. Disconformidad con uno mismo.

0 Siento acerca de mi lo mismo que siempre.


1 He perdido la confianza en mí mismo.
2 Estoy decepcionado conmigo mismo.
3 No me gusto a mí mismo.
8. Autocrítica

0 No me critico ni me culpo más de lo habitual


1 Estoy más crítico conmigo mismo de lo que solía estarlo
2 Me critico a mí mismo por todos mis errores

55
3 Me culpo a mí mismo por todo lo malo que sucede.
9. Pensamientos o Deseos Suicidas

0 No tengo ningún pensamiento de matarme.


1 He tenido pensamientos de matarme, pero no lo haría
2 Querría matarme
3 Me mataría si tuviera la oportunidad de hacerlo.
10. Llanto

0 No lloro más de lo que solía hacerlo.


1 Lloro más de lo que solía hacerlo
2 Lloro por cualquier pequeñez.
3 Siento ganas de llorar pero no puedo.
11 Agitación

0 No estoy más inquieto o tenso que lo habitual.


1 Me siento más inquieto o tenso que lo habitual.
2 Estoy tan inquieto o agitado que me es difícil quedarme quieto
3 Estoy tan inquieto o agitado que tengo que estar siempre en
movimiento o haciendo algo.
12 Pérdida de Interés

0 No he perdido el interés en otras actividades o personas.


1 Estoy menos interesado que antes en otras personas o cosas.
2 He perdido casi todo el interés en otras personas o cosas.
3.Me es difícil interesarme por algo.
13. Indecisión

0 Tomo mis propias decisiones tan bien como siempre.


1 Me resulta más difícil que de costumbre tomar decisiones
2 Encuentro mucha más dificultad que antes para tomar decisiones.
3 Tengo problemas para tomar cualquier decisión.
14. Desvalorización

56
0 No siento que yo no sea valioso
1 No me considero a mi mismo tan valioso y útil como solía
considerarme
2 Me siento menos valioso cuando me comparo con otros.
3 Siento que no valgo nada.
15. Pérdida de Energía

0 Tengo tanta energía como siempre.


1. Tengo menos energía que la que solía tener.
2. No tengo suficiente energía para hacer demasiado
3. No tengo energía suficiente para hacer nada.
16. Cambios en los Hábitos de Sueño

0 No he experimentado ningún cambio en mis hábitos de sueño.


1a Duermo un poco más que lo habitual.
1b. Duermo un poco menos que lo habitual.
2a Duermo mucho más que lo habitual.
2b. Duermo mucho menos que lo habitual
3ª. Duermo la mayor parte del día
3b. Me despierto 1-2 horas más temprano y no puedo volver a
dormirme
17. Irritabilidad

0 No estoy tan irritable que lo habitual.


1 Estoy más irritable que lo habitual.
2 Estoy mucho más irritable que lo habitual.
3 Estoy irritable todo el tiempo.
18. Cambios en el Apetito

0 No he experimentado ningún cambio en mi apetito.


1ª. Mi apetito es un poco menor que lo habitual.
1b. Mi apetito es un poco mayor que lo habitual.
2a. Mi apetito es mucho menor que antes.

57
2b. Mi apetito es mucho mayor que lo habitual
3ª . No tengo apetito en absoluto.
3b. Quiero comer todo el día.
19. Dificultad de Concentración

0 Puedo concentrarme tan bien como siempre.


1 No puedo concentrarme tan bien como habitualmente
2 Me es difícil mantener la mente en algo por mucho tiempo.
3 Encuentro que no puedo concentrarme en nada.
20. Cansancio o Fatiga

0 No estoy más cansado o fatigado que lo habitual.


1 Me fatigo o me canso más fácilmente que lo habitual.
2 Estoy demasiado fatigado o cansado para hacer muchas de las cosas
que solía hacer. hacer.
3 Estoy demasiado fatigado o cansado para hacer la mayoría de las
cosas que solía
21. Pérdida de Interés en el Sexo

0 No he notado ningún cambio reciente en mi interés por el sexo.


1 Estoy menos interesado en el sexo de lo que solía estarlo.
2 Estoy mucho menos interesado en el sexo.
3 He perdido completamente el interés en el sexo.
Puntaje Total:

58

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