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“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL
MAYOR DE SAN MARCOS
Decana de América

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

Relación entre la Ansiedad y Procrastinación en ingresantes a la


facultad de psicología 2018 en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos

Profesor: Richard Antón Talledo

Alumna: Mariela Geannina, ALVARADO FLORES

Código: 08180043
Año:

2018
INDICE

INTRODUCCION

CAPITULO I PROBLEMA

1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.2. JUSTIFICACIÓN

1.3. OBJETIVOS
-General
-Específicos

CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO

II.1. ANTECEDENTES

II.1.1. NACIONALES
II.1.2. INTERNACIONALES

II.2. VARIABLE I – ANSIEDAD

II.2.1. Concepto de ansiedad


II.2.2. Causas de la ansiedad
a. Ansiedad normal
b. Ansiedad patológica

II.2.3. Neurobiología de la ansiedad

II.2.4. Etiopatogenia de los trastorno de ansiedad


II.2.4.1. Factores Biológicos
a. Factores psicosociales
b. Factores traumáticos
c. Factores psicodinámicos
d. Factores cognitivos- conductual
e. Factores fisiológicos
f. Factores motoras
II.2.5. Prevalencia de los trastornos de ansiedad
II.2.6. Síntomas clínicos
a. Físico
b. Psicológico.
II.2.7. Enfoques
a. Enfoque psicoanalítico
b. Enfoque conductual
c. Enfoque cognitivo
d. Enfoque cognitivo- conductual

II.2.8. Diagnóstico de la ansiedad


a. Consumo de sustancias
b. Crisis de angustia
c. Enfermedades medicas
d. Trastornos mentales.

II.2.9. Clasificaciones

a. Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)


b. Trastorno de Ansiedad con o sin agorafobia (TA)
c. Trastorno por pánico.

II.3. VARIABLE II – PROCRASTINACIÓN

II.3.1. Origen del hábito

II.3.2. Definición

II.3.3. Características

a. Creencias irracionales
b. Perfeccionismo y miedo al fracaso
c. Ansiedad y catastrofismo
d. Rabia e impotencia
e. Necesidad de sentirse querido
f. Sentirse saturado.

II.3.4. Modelos Teóricos

A. Modelo psicodinámico según Baker

B. Modelo Motivacional

C. Modelo conductual Skinner

D. Modelo Cognitivo de Wolters

a. Procrastinación Académica
b. Procrastinación Familiar
c. Procrastinación Emocional
II.3.5. Causas
a. Tiempo
b. Prioridades
c. Dificultad de comprensión
d. Organización

II.3.6. Clasificación
a. Perfeccionistas
b. Soñadores
c. Generadores de crisis
d. Atormentados
e. Desafiantes
f. Sobrecargados

II.3.7. Tipos de procrastinación


a. Por evasión
b. Por Activación
c. Por indecisión
CAPITULO I: PROBLEMA

I. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN

¿Cuál es la relación que existe entre la ansiedad y la procrastinación en


ingresantes a la facultad de psicología 2018 en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos?

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En la sociedad actual donde la tecnología tiene una alta frecuencia de


compromisos y fechas límites hace que la prevalencia de postergar actividades
sea más elevada, las vivencias de los niños sin exigencias y con mayores
libertades suelen ser diferentes alas de los jóvenes y conforme van creciendo van
cambiado también sus responsabilidades y demandas que la vida les hace.

En el Perú al ingresar a la universidad permite a los jóvenes experimentar una


serie de cambios en su vida, diferentes a los que vivieron en su época escolar, así,
el material de estudio tiene mayor complejidad académica, es más analítico, más
extenso, también el trato de los profesores es distinto, el ritmo de las clases varia
drásticamente; mientras algunas clases tienen poca motivación, otras son
dinámicas; sin darse cuenta que practican la procrastinación y experimentan
ansiedad de diferentes tipos al percatarse que no satisfacen las expectativas y
niveles de rendimiento académico que se requiere en la universidad y al no
cumplir con las exigencias que imponen los procesos de autoevaluación y
acreditación de las carreras profesionales que se estudian.

La procrastinación académica tiene una prevalencia alarmante. Diversos estudios


norteamericanos indican que al menos el 95% de los estudiantes universitarios
procrastinan en mayor o menor medida y que el 50% lo hace sistemáticamente y
de manera problemática (Solomon y Rothblum, 1984); sin embargo entre el de
personas que sufren de algún tipo de problema de salud mental y de las que
acuden a terapia por iniciativa propio, existe gran discrepancia en el ámbito de la
terapia psicología, así los jóvenes especialmente universitarios a pesar que
presentan diversas problemáticas, no buscan ayuda psicológica.

La ansiedad así como la procrastinación en los jóvenes ingresantes constituyen un


problema de autorregulación y de organización del tiempo muy frecuente,
convirtiéndose en un círculo vicioso ya que las personas que procrastinan tienden
a sufrir más estrés y a presentar una resquebrajada salud mental en general. Su
vida se caracteriza por la inestabilidad emocional, las intenciones no se
corresponden con las acciones, les invade la frustración y se puede perder la
noción del tiempo y sentir que no son conscientes de cómo es además de realizar
menos conductas de búsqueda de ayuda. (Stead, Shanahan y Neufeld, 2010)

Cada persona reacciona a los estímulos de estrés según su ámbito sociocultural o


su historia de aprendizaje, como una intensidad distinta en tres niveles, uno
observará predominancia de la disposición hacia la reacción motora, el estímulo
de estrés le ataca el estómago o le tiemblan las rodillas; otro hacia la vegetativa l
hace perder el apetito y el tercero hacia lo cognitiva, pierde la memoria según
Meinchebaum(1985)los estados de ansiedad producidos se van auto reforzando y
haciéndose más fuerte, actuando a su vez como obstáculo para el cumplimiento
de sus metas además de ser generadores de problemas como la depresión, la
obsesión, apatía irresponsabilidad, entre otros, por tanto con el afán de proponer
una medida alternativa de solución a esta problemática se plantea la siguiente
interrogante.

¿Cuál es la relación que existe entre la ansiedad y procrastinación en ingresantes


a la facultad de psicología 2018 en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos?
III. OBJETIVOS Los objetos planteados fueron los siguientes

OBJETIVO GENERAL

- Determinar la relación que existe entre la ansiedad y la procrastinación en


los alumnos ingresantes a la facultad de psicología 2018 de la universidad
Nacional Mayor de San Marcos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

- Identificar la relación que existe entre la ansiedad y la Procrastinación en el


ámbito académico en los alumnos ingresantes a la facultad de psicología
2018 de la universidad Nacional Mayor de San Marcos.

- Determinar la relación que existe entre la ansiedad y la Procrastinación en


el ámbito familiar en los alumnos ingresantes a la facultad de psicología
2018 de la universidad Nacional Mayor de San Marcos.

- Identificar la relación que existe entre la ansiedad y la Procrastinacion en el


ámbito Emocional en los alumnos ingresantes a la facultad de psicología
2018 de la universidad Nacional Mayor de San Marcos.

- Identificar la relación que existe entre la procrastinación y la ansiedad en el


factor cognitivo en los alumnos ingresantes a la facultad de psicología 2018
de la universidad Nacional Mayor de San Marcos.
- Identificar la relación que existe entre la procrastinación y la ansiedad en el
factor fisiológico en los alumnos ingresantes a la facultad de psicología
2018 de la universidad Nacional Mayor de San Marcos.

- Identificar la relación que existe entre la procrastinación y la ansiedad en el


factor motor en los alumnos ingresantes a la facultad de psicología 2018 de
la universidad Nacional Mayor de San Marcos.
IV. JUSTIFICACIÓN

El tema de estudio tiene relevancia social, pues en la actualidad la ansiedad y


procrastinación son dos dificultades significativas que enfrentan los estudiantes
universitarios, por lo cual el desarrollo de estrategias científicas permite explicar y
mejorar estos estados, constituyéndose una prioridad de contribuir e enriquecer
los conocimientos en el contexto educativo universitario y de salud mental y
general.

La investigación posibilita un marco lógico teórico que explica la relación que tiene
la ansiedad en procesos poco conocidos como es la procrastinación, y sus
conexiones con su vida universitaria diaria.

El estudio se constituirá en un aporte descriptivo puesto que se pretende


identificar cual es la relación entre la ansiedad y la procrastinación. Por ende,
podrá permitir a los siguientes investigadores contribuir con sus siguientes
aportes y mejorar la calidad de a los estudiantes a organizarse mejor, y a
consecuencia de ello habrá un mejoramiento en rendimiento académico estará
dentro de los estándares de calidad y excelencia.

El estudio del problema es fiable y novedoso puesto, que se encontraron


investigaciones descriptivas respecto al tema, mas no de tipo correlacional. Por lo
que esta investigación cubre esta necesidad innegable para los jóvenes
estudiantes universitarios.
CAPITULO II: MARCO TEÓRICO

II.1. ANTECEDENTES

II.1.1. NACIONALES

Álvarez (2010) investigó La procrastinación general y Académica en una muestra


de 235 estudiantes de Lima metropolitana de ambos géneros utilizando la escala
de procrastinación general y académica encontrando que la procrastinación
académica era mayor que la general y que no existen diferencias según rol de
género, ni grado de estudios. Los datos obtenidos relacionan: procrastinación,
género y grado de estudios, variables que no tienen una relación directa con el
estudio emprendido, pero que dejan claro que el género no influye en la
procrastinación, contraponiéndose a otros estudios en el contexto nacional que
refieren que si existe diferencias en relación a procrastinación y grado de estudio,
en relación a ello se cita la investigación de Celis, Bustamante, Cabrera, Alarcón y
Monge (2000) realizaron un estudio analítico transversal en estudiantes de
medicina humana del primer y sexto ciclo de la UNMSM en Lima-Perú, con el
objetivo de determinar la ansiedad Estado (AE) y Rasgo (AR) y el Estrés
Académico, para ello se usó el Inventario de Ansiedad Estado - Rasgo y el
Inventario de Estrés Académico.

Entre los resultados y conclusiones; se encontró mayores niveles de ansiedad en


alumnos de primer año (AE: x = 28,68; AR: x = 22,70) que en alumnos de sexto
año (AE: x = 19,09; AR: x = 18,84), siendo estos resultados significativos (AE: p
0,001; AR: p = 0,033). Las principales situaciones generadoras de estrés fueron la
"sobrecarga académica", "la falta de tiempo para cumplir con las actividades
académicas" y "la realización de un examen" arribaron a la conclusión de que
existen mayores niveles de ansiedad estado y rasgo en estudiantes de medicina
de primero que en los de sexto año.
Puescas, Maldonado, Callirgos y Failoc, (2010), realizaron un estudio analítico
transversal con el objetivo de estimar Los factores asociados al nivel de estrés
previo a un examen en estudiantes de secundaria de Instituciones Educativas de
Chiclayo Perú con el Inventario SISCO del Estrés Académico en 668 estudiantes,
distribuidos por muestreo estratificado según año de estudio, proporcional para
cada institución educativa. Las edades comprendieron entre 11-18 años, cuya
media fue de 14,09 ± 1,5 años, siendo el 50,8% del sexo masculino, y el 50% de
instituciones educativas nacionales.
El 88,9% presentaron algún nivel estrés al pre test. El sexo femenino presentó una
mayor frecuencia de estrés en alguno de sus niveles con el 46,4% estudiantes, en
las I.E Nacionales se presentó por lo menos un nivel de estrés con 46,1% El nivel
de estrés fue profundo en el 52,8%.
La conclusión fue que los estudiantes de I.E públicas están sometidos a mayores
niveles de estrés que los de Instituciones privadas.

Carranza y Ramírez (2013) investigaron sobre La procrastinación y


características demográficas asociadas en estudiantes universitarios con un
diseño no experimental de tipo descriptivo, con el objetivo de determinar el nivel
de procrastinación en los estudiantes universitarios de la Universidad Peruana
Unión sede Tarapoto, en Perú, en una muestra de 302 sujetos, ambos sexos entre
16 y 25 años. Se utilizó el Cuestionario de la Procrastinación creado por Ramírez,
Tello y Vásquez (2013).
Los conclusiones evidenciaron que 33.7% de los estudiantes pertenece al género
femenino; un 44% de estudiantes universitarios se ubican entre las edades de 16 y
20 años de edad respectivamente y son los estudiantes de la Facultad de
Ingeniería y Arquitectura quienes presentan un nivel alto de procrastinación
(15.9%).

II.1.2. INTERNACIONAL

Pardo, Perilla y Salinas (2014), quienes estudiaron La relación entre


procrastinación académica y ansiedad-rasgo en estudiantes de psicología con el
objetivo de describir la relación entre estas dos variables psicológicas. La muestra
estuvo conformada por estudiantes de psicología de la ciudad de Bogotá-
Colombia; 73 mujeres y 27 hombres, con edades comprendidas entre 18 y 37
años. En el análisis de resultados en general se encontró que las variables
ansiedad-rasgo y procrastinación académica presentaban una correlación positiva,
no obstante, las variables sociodemográficas con relación a la procrastinación
académica no presentaron diferencias estadísticamente significativas.

Este estudio establece semejanzas respecto a la correlación positiva entre las


variables ansiedad y procrastinación, pero la diferencia radica en que aquí se trata
de disminuir el efecto negativo de dichas variables y además no se abordan las
variables sociodemográficas de la población estudiada, por tanto es diferente en el
enfoque metodológico, mientras que el presente estudio es cuasi experimental
este otro estudio es solo descriptivo.

Sierra, Guichá y Salamanca (2014) estudiaron La relación entre estilos de


personalidad y estrategias de afrontamiento en estudiantes de psicología de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja, mediante el Inventario
de Estilos de Personalidad de Millon y las Escalas de Procrastinación Académica
de Tuckman y de valoración de la Procrastinación en estudiantes. Se utilizó un
diseño de investigación no experimental de tipo transversal de carácter descriptivo
correlacional con una muestra de 120 participantes (85 mujeres y 35 hombres), se
evidenció que los estilos de personalidad característicos en mujeres son:
sensación, sistematización, conformismo y descontento; mientras que en
hombres, son: adecuación, intuición, pensamiento, retraimiento y discrepancia y
respecto a las estrategias de afrontamiento, las mujeres se caracterizan por
estrategias de apoyo social y los hombres por reevaluación positiva.

En conclusión: la relación entre los estilos de personalidad y las estrategias de


afrontamiento evidencia que los estilos expansión, modificación, individualidad,
extraversión, pensamiento, sistematización, sociabilidad y decisión se relacionan
frecuentemente con estrategias de afrontamiento tales como la solución de
problemas, la reevaluación positiva, la autonomía y el apoyo social.

Clariana, Cadellas, Badia y Gotzens (2011), estudiaron la procrastinación


académica en relación a la inteligencia emocional, así como la influencia del
género y la edad en esta. Para ello, utilizaron los siguientes instrumentos: Escala
de Demora Académica (procrastinación) y el inventario de inteligencia ICE de Bar-
On (inteligencia emocional). La muestra estuvo conformado por 192 estudiantes
de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona entre varones (N=45) y
mujeres (N=147), es quienes encontraron una correlación significativa negativa
entre la procrastinación y l inteligencia intrapersonal, el coeficiente emocional y el
estado de ánimo.

Contreras, Morí, Lam, Gil, Hinostroza, Rojas, Espinoza, Torrejón, Conspira


(2011) quienes buscaron explorar como se relaciona la Procrastinación en el
Estudio (PrE) con el apoyo familiar y uso de internet en 292 estudiantes.
Evaluando estas variables mediante la Escala de la Procrastinación en el estudio,
Escala Multidimensional del Apoyo Social Percibida y listas de chequeo. Se
encontró que la procrastinación en el estudio se asocia significativamente apoyo
familiar y uso de internet.

Chan (2011), en contraste con la investigación anterior, se refiere a la


procrastinación como un problema de autocontrol y organización del tiempo. En su
investigación acerca de la relación entre la procrastinación académica y
rendimiento académico, se evidencio características comunes a los alumnos
procrastinadores como son: dejar las tareas para el último minuto, no estudiar
antes para las evaluaciones, no cumplir con entregar trabajos, postergar lecturas,
desmotivación y falta de hábitos de estudio. Estas características llevan a pensar
que la Procrastinación académica afecta al rendimiento académico, sin embargo,
los resultados de dicha investigación señalaron que se presentaba procrastinación
tanto en los alumnos con lats calificaciones (15 ba 17) como en alumnos con bajas
calificaciones de (00 a 10).
Román, Ortiz y Hernández (2008) investigaron El estrés académico en
estudiantes latinoamericanos, con el objetivo de describir los niveles de estrés
auto percibido, sus manifestaciones y posibles causas asociadas a la docencia en
una muestra de 205 estudiantes latinoamericanos cursantes del primer año de la
carrera de Medicina, correspondiente al curso 2006-2007 en la Escuela
Latinoamericana de Medicina en Cuba, llegando a la conclusión de que estrés
académico es un fenómeno de elevada frecuencia en la muestra estudiada, con
un predomino en el sexo femenino.

Su carácter de proceso multidimensional y complejo abarca la presencia de


manifestaciones fisiológicas, conductuales y cognitivo-afectivas, las cuales se
asocian, moderadamente, a variables como los resultados académicos, la edad y
el sexo del estudiante. Estas últimas manifestaciones son las de mayor incidencia
y niveles de expresión, siendo una característica propia del proceso de estrés
académico. Los principales estresores detectados corresponden al área de gestión
del proceso docente: la organización docente (cronograma), el currículo y el
proceso docente (evaluación del aprendizaje) En la investigación presentada, no
se considera que el estrés que presentan los estudiantes universitarios sea
producto de la gestión del proceso docente sino más bien está asociado a la
procrastinación, como un problema que los estudiantes no han aprendido a
identificar en sí mismos y mucho menos a manejar, generando en ellos una
ansiedad patológica que se vuelve circulante y creciente en cuanto incrementan
las situaciones de tensión.

Chávez (2004) de la Universidad de Colima, México investigó las estrategias


cognitivas de afrontamiento a la ansiedad con el objetivo de evaluar su impacto en
el área cognitiva, fisiológica y conductual en el desempeño académico de una
muestra de casos de 6 alumnas y la presencia de manifestaciones generadas por
la ansiedad a través de la implementación de un programa de intervención, obtuvo
como resultados diferencias significativa en la medición a través del inventario de
situaciones y respuestas de ansiedad de Tobal y Cano 1986, en las tres áreas
cognitiva fisiológica y conductual en el pre y post test. Concluyó que los programas
de intervención resultan ser altamente significativos y efectivos como modelo
innovador para mejorar los estados de ansiedad.

Del análisis de los antecedentes se puede constatar que la procrastinación es un


tema que hasta la actualidad, aun reviste importancia para la vida cotidiana de las
personas. Asimismo, se ha observado que a nivel internacional existen pocos
trabajos de carácter tipo correlacional o cuasi experimental relacionados con
procrastinación, especialmente en Perú donde se han encontrado en su mayoría
estudios descriptivos, comparativos y experimentales que abren una posibilidad
amplia de investigación en este campo. . Por lo que esta investigación cubre esta
necesidad innegable para los jóvenes estudiantes universitarios.

II.2. VARIABLE I

Ansiedad

II.2.1. Concepto de ansiedad

Bulbena (2006) La ansiedad puede definirse como una anticipación de un daño o


desgracia futuros, acompañada de un sentimiento de disforia (desagradable) y/o
de síntomas somáticos de tensión.
El objetivo del daño anticipado puede ser interno o externo. Es una señal de alerta
que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las
medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza. Es importante entender la
ansiedad como una sensación o un estado emocional normal ante determinadas
situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones
cotidianas estresantes. Así, cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el
manejo normal de las exigencias del día a día.
Tan sólo cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa de
la persona, es cuando la ansiedad se convierte en patológica, provocando
malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, como al
psicológico y conductual.
Ansiedad

Catell (1983) señala en este sentido, que "tratar de definir la ansiedad equivale a
enlazar algo que todo el mundo reconoce de dos modos distintos: como una
experiencia interna que se reconoce por introspección, y como un modelo de
comportamiento observable en nosotros mismos y en otros como inquietud,
irritabilidad, estremecimiento y así sucesivamente.

Ansiedad

Sánchez (2005) La ansiedad es un estado emocional displacentero que se


acompaña de cambios somáticos y psíquicos, que puede presentarse como una
reacción adaptativa, o como síntomas o síndrome que acompaña a diversos
padecimientos médicos y psiquiátricos.
Se considera que l ansiedad es patológica por su presentación irracional, ya sea
porque el estímulo está ausente, la intensidad es excesiva con relación al estímulo
o la duración es injustificadamente prolongada y la recurrencia inmotivada,
generando un grado evidente de disfuncionalida en la persona.

Concuerdo con los tres autores, cuando sostienen que la ansiedad es una
anticipación de desgracia futura es una respuesta de anticipación involuntaria del
organismo frente a estímulos que pueden ser interna o externa que habitalmente
tenemos en nuestra vida cotidiana por una serie de actividades que realizamos,
sin embargo debemos tomar en cuenta que la ansiedad se puede convertir en
patológica provocando un trastorno dificultando nuestra vida diaria y que se
deberá tratar con especialistas.

II.2.2. Causas de la Ansiedad

Baés (2002) No es sencillo responder a esta pregunta. Hay muchas causas y


varían de unas personas a otras:

• Otras se vuelven ansiosas como consecuencia de un acontecimiento


especialmente desagradable.

• En otros casos, la aparición de un problema importante o la acumulación de


pequeños problemas causa la ansiedad.
• En ocasiones, la ansiedad aparece justo cuando se han resuelto una serie de
problemas y, por tanto, era de esperar que esa persona se encontrase mejor.

Los modos de desarrollar un trastorno de ansiedad son, pues, muy variados. Por
esto, es importante reflexionar para descubrir la causa que ha podido producir la
ansiedad y poder así hacer frente a los problemas de un modo más eficaz.

a. Ansiedad normal

Baés (2002) Es el estado emocional desencadenado por la anticipación de


peligros o amenazas. Es una emoción básica y no primaria (como la alegría, la ira
o la tristeza) porque carece de unas características propias. Por ejemplo,
comparte rasgos con el miedo, como la activación de pensamientos
desagradables relacionados con nuestra seguridad.
Tener ansiedad quiere decir que nos enfrentamos a una reacción emocional
compuesta por una confusa mezcla de sentimientos y sesgos cognitivos sin
encontrarse presente un estímulo específico; como una araña o un precipicio justo
delante de nosotros. Todos sentimos ansiedad en nuestras vidas, aunque no
siempre se convierte en un problema que nos cause malestar.

Tan sólo cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa de


la persona, es cuando la ansiedad se convierte en patológica, provocando
malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, como al
psicológico y conductual. Los trastornos de ansiedad como tal son un grupo de
enfermedades caracterizadas por la presencia de preocupación, miedo o temor
excesivo, tensión o activación que provoca un malestar notable o un deterioro
clínicamente significativo de la actividad del individuo.

b. Ansiedad patológica

Las causas de los trastornos de ansiedad no son totalmente conocidas, pero están
implicados tanto factores biológicos como ambientales y psico-sociales. Entre los
factores biológicos se han encontrado alteraciones en los sistemas
neurobiológicos gabaérgicos y serotoninérgicos, así como anomalías estructurales
en el sistema límbico (córtex paralímpico), una de las regiones más afectadas del
cerebro. Además, se han observado ciertas alteraciones físicas y una mayor
frecuencia de uso y/o retirada de medicinas, alcohol, drogas y/o sedantes y otras
sustancias.

Por último, existe cierta predisposición genética en la aparición de estos


trastornos. Entre los factores ambientales se ha encontrado la influencia de
determinados estresores ambientales, una mayor hipersensibilidad y una
respuesta aprendida. Como factores psicosociales de riesgo para estos trastornos
se encuentran las situaciones de estrés, el ambiente familiar, las experiencias
amenazadoras de vida y las preocupaciones excesivas por temas cotidianos.
Como factores predisponentes, se ha observado la influencia de las características
de la personalidad.
Parece ser que es la interacción de múltiples determinantes lo que favorece la
aparición de estos trastornos de ansiedad38; además, es muy común la
comorbilidad con otros trastornos mentales como los trastornos del estado de
ánimo.

Como bien planteo Baés (2002) se debe identificar primero el motivo que se dio
para que la persona tenga ansiedad, hay muchas causas como un acontecimiento
importante, algún problema, un accidente, estrés, que generaron a la persona
emociones negativas y repercutirá en lo fisiológico, cognitivo y motor.

II.2.3. Neurobiología de la ansiedad

Reyes (2007) Existe un sistema neuronal establecido tempranamente en la


filogenia responsable de preservar la vida a través de reacciones de lucha o de
huida, de la alimentación y la actividad sexual, que a la vez están vinculadas con
emociones como cólera, miedo, ansiedad y amor. El sistema límbico se ha
identificado como la estructura responsable de estas reacciones comandada y
coordinada por la amígdala y el locus ceruleus.
Para una mejor comprensión sobre las bases neurobiológicas de la ansiedad
describiremos las estructuras anatómicas y mecanismos químicos involucrados en
la ansiedad. Estructuras neuroanatomías de la ansiedad:
1. La amigdala
2. Locus ceruleus
3. Tatalamo
4. Hipotálamo
5. Substancia gris periacueductal
6. Hipocampo
7. Corteza orbito frontal.

Si bien es importante reconocer que las estructuras neuroanatomías de la ansiedad


que se encuentre en nuestro cerebro, con la finalidad de cumplir una serie de
funciones; la ansiedad también se relaciona con un estado emocional que se puede
mejorar con modificación de conducta y así no llegar a extremos que se pueda volver
patológico.

II.2.4. Etiopatogenia de los trastorno de ansiedad

Reyes (2009) En el pasado, los trastornos de ansiedad solían considerarse


relacionados exclusivamente con conflictos intrapsíquicos. Actualmente se acepta
que en su origen participan factores biológicos, psicodinámicos, sociales,
fisiológicos, motoras, traumáticos y de aprendizaje. Muchos de los trastornos
tienen su origen en anormalidades neuroquímicas influenciadas genéticamente;
otras están asociadas a conflictos intrapsíquicos o se pueden explicar mejor por el
efecto de estresores o conductas aprendidas; sin embargo, es la combinación de
estos factores lo que más cercanamente se encuentra en su etiología.

II.2.4.1. Factores biológicos

Predisposición genética

Una vulnerabilidad biológica primaria condicionada genéticamente se ha


encontrado en la mayoría de los trastornos de ansiedad pero con mayor
contundencia en el trastorno por pánico, trastorno obsesivo compulsivo y fobia
social. Los parientes en primer grado de los pacientes con trastorno por pánico
tienen entre cuatro a siete veces más probabilidades de presentar el trastorno. La
tasa de concordancia del trastorno obsesivo compulsivo es superior en los
gemelos homocigotos que los dicigotos. Los parientes de primer grado de
pacientes con fobia social tienen más probabilidades de padecer el trastorno
(DSM; IV).

a. Factores psicosociales
Los estresores psicosociales juegan un papel muy importante en muchos de los
trastornos de ansiedad, como factores precipitantes, agravantes o causales. Los
problemas de relaciones interpersonales, académicas y laborales, amenazas de
pérdidas, necesidades sociales y económicas apremiantes, cambios en el sistema
de vida, etc. se asocian en la producción de los trastornos de adaptación de tipo
ansioso y de la ansiedad generalizada.

b. Factores traumáticos

Enfrentar acontecimientos traumáticos fuera del rango de la experiencia humana


normal, como accidentes graves, desastres, asaltos, violaciones, torturas,
secuestros, etc., suelen provocar serios daños biológicos cerebrales que se
asocian a síntomas graves de ansiedad, como es el caso del estrés agudo y del
trastorno de estrés postraumático.

c. Factores psicodinámicos

La ansiedad se considera como la respuesta individual a un peligro que amenaza


desde dentro en forma de un impulso instintivo prohibido que está a punto de
escapar del control del individuo (Kaplan). La ansiedad como señal de alarma
provoca que el "yo" adopte medidas defensivas. Si las defensas tienen éxito la
ansiedad desaparece y si no sale libremente o se contiene, según el tipo de
defensa empleada, puede presentar síntomas conversivos, disociativos, fóbicos, y
obsesivo compulsivos (Kaplan).

Se ha visto que los pacientes con trastornos de ansiedad, previo a la primera


crisis, presentan conflictos por amenaza o pérdida de una relación afectiva y que a
la vez se asocia al antecedente de separación de sus padres en la infancia
(Vásquez-Barquero).

d. Factores cognitivos y conductuales

Se considera que patrones cognitivos distorsionados (sistema de pensamientos


negativos) preceden a conductas desadaptadas y trastornos emocionales. La
ansiedad se presenta por una sobrevaloración amenazante de los estímulos y una
infravaloración de sus potenciales personales. Pacientes con sistemas cognitivos
negativos desencadenan ataques de pánico interpretando una palpitación
precordial como el aviso de estar a punto de morir de un infarto del miocardio.
También, por estímulos externos y por mecanismos de condicionamiento y
generalización, se pueden aprender o imitar respuestas o conductas ansiosas de
los demás.

(1) Miedo a perder el control, a ser incapaz de afrontarlo


(2) miedo al daño físico o a la muerte;
(3) miedo a “enloquecer”
(4) miedo a la evaluación negativa de los demás
(5) pensamientos, imágenes o recuerdos atemorizantes
(6) percepciones de irrealidad o separación
(7) escasa concentración, confusión, distracción
(8) estrechamiento de la atención, hipervigilancia hacia la amenaza
(9) poca memoria
(10) dificultad de razonamiento, pérdida de objetividad.

e. Factor fisiológicos

Activación de diversos centros nerviosos, particularmente del sistema nervioso


autónomo, que implica cambios vasculares, respiratorios, taquicardia, sensación
sugestiva de falta de aire, etc.

(1) Aumento del ritmo cardíaco, palpitaciones


(2) respiración entrecortada, respiración acelerada;
(3) dolor o presión en el pecho
(4) sensación de asfixia
(5) aturdimiento, mareo
(6) sudores, sofocos, escalofríos
(7) nausea, dolor de estómago, diarrea
(8) temblores, estremecimientos;
(9) adormecimiento, temblor de brazos o piernas
(10) debilidad, mareos, inestabilidad;
(11) músculos tensos, rigidez
(12) sequedad de boca.

f. Factores motores

Inhibición o sobre activación motora, comportamiento defensivo, búsqueda de


seguridad, sumisión, evitación, agresividad, irritación al comunicarse, bloquearse,
impulsividad, etc.

1) Evitación de las señales o situaciones de amenaza


(2) huida, alejamiento
(3) obtención de seguridad, reafirmación
(4) inquietud, agitación, marcha
(5) hiperventilación
(6) quedarse helado, Paralizado
(7) dificultad para hablar.

Cada uno de estos componentes puede actuar con cierta independencia. La


ansiedad puede ser desencadenada, tanto por estímulos externos o situacionales,
como por estímulos internos al sujeto, tales como pensamientos, sensaciones,
imágenes. El tipo de estímulo capaz de evocar la respuesta de ansiedad vendrá
determinado en gran medida por las características de la persona, y por su
circunstancia.

Se trata pues de un mecanismo facilitador de nuestra relación con el medio, y


destinado a preservar los intereses del individuo y de la especie. Muchas de las
cosas que nos van bien son debidas, en parte, al correcto funcionamiento de este
sistema: evitamos actividades o lugares peligrosos, procuramos no llegar tarde al
trabajo, plantamos cara a diferentes conflictos, nos preparamos para un examen o
una reunión, buscamos apoyos para resolver un problema, minimizamos algunos
contratiempos o buscamos formas de asumirlos y reformularlos.

De hecho, para desempeñarnos convenientemente, en función de las exigencias y


opciones del medio, por un lado, y de nuestras posibilidades e intereses, por otro,
es necesario un cierto estado de alerta, una activación psicológica y fisiológica
mínimas. De otro modo estaríamos lentos, desatentos, con poca capacidad de
anticipación y respuesta, lo que podría acarrearnos algunos perjuicios o renuncias.

Cuando la ansiedad es proporcionada y se manifiesta dentro unos límites, no se


aprecian manifestaciones sintomatológicas -los cambios psicofisiológicos no
alcanzan a superar los umbrales sensoriales de los receptores del dolor, la
presión, la temperatura- , o bien son menores, salvo en algún momento puntual y
limitado que pueden llegar a ser altos. Estos cambios en los procesos fisiológicos
no sólo son normales, sino que son funcionales: prepararán organismo para emitir
las acciones pertinentes en relación a la caracterización de la realidad a la que se
enfrenta o pudiera enfrentarse.

Son muchos los investigadores que han estudiado la relación entre el nivel de
activación psicofisiológica del organismo y la capacidad de individuo para
desenvolverse de una manera eficiente. En general se considera que el mejor
rendimiento se consigue con niveles medios de activación.

Cuando sobrepasa determinados límites, la ansiedad se convierte en un problema


de salud, impide el bienestar, e interfiere notablemente en las actividades sociales,
laborales, o intelectuales. Puede limitar la libertad de movimientos y opciones
personales. En estos casos no estamos ante unos simples problemas de nervios,
sino ante una alteración.
La gravedad de los trastornos de ansiedad se mide fundamentalmente por dos
parámetros: el sufrimiento y la incapacitación que generan, siendo más graves los
que originan más problemas de salud, y más intensos, e implican mayores
limitaciones para quien los padece.

La ansiedad es uno de los problemas que hoy en día se presentan con mayor
porcentaje en el Perú, la falta de tolerancia, la asertividad, la empatía son valores
que cada vez se están perdiendo, con la violencia actual, la inseguridad las
personas viven atemorizadas, a la defensiva y esto genera estrés y ansiedad
repercutiendo en los factores biológicos que menciono el autor, cada día se va
observando que la ansiedad está en crecimiento en toda la población.

II.2.5. Prevalencia de los trastornos de ansiedad

Reyes (2007) Los trastornos por ansiedad ocupan el primer lugar en la prevalecía
de las enfermedades mentales con un 17%, y el riego a tenerlos en cualquier
momento de la vida aumenta a un 25%, siendo más frecuentes en mujeres que en
hombres en una proporción de 2:1 (Kessler). Del 5 al 12% de los pacientes
atendidos en atención primaria (Kessler) y entre 25 a 40% de los pacientes
hospitalizados (Costa Silva) tienen algún tipo de trastorno de ansiedad.

En relación al trastorno de estrés postraumático, en poblaciones de riesgo se


encuentra una prevaléncia entre un 3 a un 58% (DSM-IV). En el caso de trastorno
de estrés agudo no se tienen estadísticas y lo referente al trastorno de adaptación
de tipo ansioso se sabe que corresponde al 13.5% del total de trastornos
psiquiátricos atendidos en atención primaria (Vázquez-Barquero).

En Perú de acuerdo con los resultado del ministerio de salud la prevalencia de


trastornos de ansiedad en 30 comunidades es la siguiente: Agorafobia 6.7%, fobia
social 6%, ansiedad generalizada 4.1%, trastorno de estrés postraumático 2.7%,
trastorno obsesivo compulsivo 2.2 % y trastorno por pánico 1.1% (Reyes-Ticas y
col. 2001)

En los últimos años, ha habido un interés creciente en por el tema de la ansiedad


en nuestro país, sin embargo hay muy pocos programas de salud mental que
generan a los ciudadanos el cuidado, concuerdo con el autor que esta situación es
de riesgo en las poblaciones y debe ser atendida para evitar más enfermedades
mentales.

II.2.6. Síntomas clínicos

Gondón (2008) En general los síntomas que producen los trastornos de ansiedad
se pueden clasificar en dos grandes grupos: físicos y psicológicos y su
manifestación clínica dependiendo la edad en la que se desarrolle el trastorno.

a. Síntomas físicos
La realidad de síntomas a nivel físico que puede presentar el paciente es la
siguiente:

 Cardiovasculares:
c. Taquicardia, palpitaciones
d. Aumento moderado de la presión arterial.
e. Rubor palidez.

 Respiratorios:
f. Sensación subjetiva de falta de aire.
g. Taquipnea.

 Dérmicos:
h. Rash (aparición manchas rojas).
i. Variaciones térmicas.
j. Aumento de sudoración.
k. Parestesias.

 Músculo- esqueléticas:
l. Temblor, hipotonía muscular.
m. Tensión, calambres musculares.

 Gastrointestinales:
n. Diarrea, nauseas.
o. Abdominalgias.

 Otras manifestaciones somáticas:


p. Cefalalgia, dolor torácico.
q. Excitabilidad, impulsividad.
r. Insomnio, pesadillas.
s. Disuria, con micción frecuente.
t. Mareo, debilidad.
b. Síntomas psicológicos:

Se puede diferenciar en dos grandes grupos:

1. Mentales o psíquicos: En este grupo encontraríamos que el sujeto


verbaliza temores, se siente asustado, tenso, nervioso, alterado, molesto,
cansado. Aparece ideación obsesiva (rumiante), tiene pesadillas y fantasías
atemorizadoras, abandona fácilmente y los demás lo ven como muy
nervioso, inestable e inquieto además de hipersensible y excitable.

2. Manifestaciones relacionales o conductuales: En este grupo


encontraríamos que el sujeto muestra un comportamiento pegadizo y
constantemente expresa necesidad de ayuda. Se convierte en dependiente,
retraído o tímido y le cuesta relacionarse socialmente.

Gondón manifiesta que cuando hablamos de síntomas debemos de tener en claro


que están divididas y relacionadas a la vez dentro de los trastornos de ansiedad y
que causa inestabilidad a la persona perjudicando en su vida diaria, sin embargo
en la actualidad la OMS alerta que se presenta un alto porcentaje de personas
que tienen síntomas físicos y psicológicos que no son tratadas en su momento
conllevando a otros cuadros clinicos y que puede ser perjudicial para él y las
relaciones interpersonales.

II.2.7. Enfoques

a. Enfoque psicoanalítico

Sierra (2003) La teoría psicoanalítica sostiene que la ansiedad con la que el


psiconeurótico lucha es producto del conflicto entre un impulso inaceptable y una
contrafuerza aplicada por el ego. Freud concibió la ansiedad como un estado
afectivo desagradable en el que aparecen fenómenos como la aprensión,
sentimientos desagradables, pensamientos molestos y cambios fisiológicos que se
asocian a la activación autonómica. Este autor identifica elementos
fenomenológicos subjetivos y fisiológicos, siendo los primeros más relevantes bajo
su punto de vista, añadiendo que es el componente subjetivo el que implica, en sí
mismo, el malestar propio de la ansiedad.
Por otra parte, carácter adaptativo, actuando como una señal ante el peligro real e
incrementando la activación del organismo como preparación para afrontar la
amenaza. Además, Freud (1971) identifica tres teorías sobre la ansiedad:
1. La ansiedad real que aparece ante la relación que se establece entre el yo
y el mundo exterior; se manifiesta como una advertencia para el individuo,
es decir, le avisa de un peligro real que hay en el ambiente que lo rodea.

2. La ansiedad neurótica, que resulta más complicada, se entiende también


como una señal de peligro, pero su origen hay que buscarlo en los impulsos
reprimidos del individuo, siendo ésta la base de todas las neurosis; se
caracteriza por la carencia de objeto, estando el recuerdo del castigo o
evento traumático reprimido, no se reconoce el origen del peligro; además,
se relaciona el peligro con el castigo contingente a la expresión de los
impulsos reprimidos, lo que permite reconocer la superioridad de esta
ansiedad respecto a la objetiva diferenció entre peligro real externo y
peligro de origen interno y desconocido. Con respecto al primero, señala
que produce la ansiedad objetiva o miedo de (Spielberger, 1966;
Spielberger, Krasner y Solomon, 1988); dicha ansiedad neurótica ocurre
cuando el yo intenta satisfacer los instintos del ello, pero tales exigencias le
hacen sentirse amenazado y el sujeto teme que el yo no pueda controlar al
ello.

3. La ansiedad moral es conocida como la de la vergüenza, es decir, aquí el


súper-yo amenaza al sujeto con la posibilidad de que el yo pierda el control
sobre los impulsos. Para Freud, toda psiconeurosis es un trastorno
emocional expresado en el plano psíquico, con o sin alteraciones somáticas
y con una leve deformación afectiva del sentido de la realidad, que se
manifiesta en las relaciones sociales e interpersonales como la expresión
de otros conflictos psicológicos.

Cualquier tipo de psiconeurosis (neurosis) presenta una característica común: la


ansiedad, refiriéndose aquí a un estado puramente mental del sujeto; otras
características a destacar serían: la inmadurez emocional y la necesidad de
dependencia, que es a su vez un producto del psicoinfantilismo del neurótico, ya
que todo neurótico suele sentirse la mayoría de las veces como un ser inferior y
inseguro respecto a los demás.

Por último, las corrientes humanistas y existencialistas también se han ocupado


del constructo de ansiedad, siendo el elemento común de las mismas la
consideración de la ansiedad como el resultado de la percepción de peligro por
parte del organismo.

b. Enfoque conductual

Sierra (2003) Frente a las teorías dinámicas, aparece un nuevo modelo que trata
de acercar el término hacia lo experimental y operativo. El conductismo parte de
una concepción ambientalista, donde la ansiedad es entendida como un impulso
(drive) que provoca la conducta del organismo. Desde esta perspectiva, Hull
(1921, 1943,1952) conceptualiza la ansiedad como un impulso motivación al
responsable de la capacidad del individuo para responder ante una estimulación
determinada.

Esta escuela utiliza en el estudio de la respuesta de ansiedad los términos de


miedo y temor frecuentemente. Así, desde las teorías del aprendizaje, la ansiedad
se relaciona con un conjunto de estímulos condicionados o incondicionados que
felicitan a la misma en forma de respuesta emocional; además, ésta se concibe
como un estímulo discriminativo, considerando que la ansiedad conductual está
mantenida a partir de una relación funcional con un refuerzo obtenido en el
pasado. Todo ello indica que se puede entender el escenario en el que se aprende
la conducta de ansiedad a través del aprendizaje por observación y el proceso de
modelado.

El eje conductual en el que el individuo se mueve abarca, por ejemplo, desde un


simple enfado hacia los demás por algún hecho concreto que le haya molestado,
hasta moverse con inquietud, movimientos repetitivos e inconexos o, por el
contrario, hasta intentar pasar desapercibido para el resto de las personas que se
encuentran en ese entorno concreto. En general, supone un afrontamiento de la
situación por parte del sujeto, sean cuales sean las consecuencias que deriven de
ella, un escape de la situación sin permitir su desarrollo, o la evitación del peligro
percibido por el individuo una vez que se propone iniciar la conducta; a esto se le
conoce por reacción de lucha y huida. Puede derivar en inhibición de la conducta,
en comportamientos agresivos, en evitación de situaciones futuras que sean
similares, en bloqueos momentáneos o en hiperactividad, según se trate de un
individuo u otro.

c. Enfoque cognitivo

Sierra (2003) Después de la década de los años sesenta, las variables cognitivas
empiezan a cobrar importancia en el ámbito de la Psicología, dando lugar al
enfoque cognitivista. Las formulaciones de Lazarus (1966), Beck (1976) y
Meichenbaum (1977), centradas en el concepto de estrés y los procesos de
afrontamiento, acentúan la importancia de los procesos cognitivos. La mayor
aportación del enfoque cognitivo ha sido desafiar el paradigma estímulo-
respuesta, que se había utilizado para explicar la ansiedad. Los procesos
cognitivos aparecen entre el reconocimiento de una señal aversiva y la respuesta
de ansiedad que emite el sujeto.

Desde este enfoque, el individuo percibe la situación, la evalúa y valora sus


implicaciones; si el resultado de dicha evaluación es amenazante, entonces se
iniciará una reacción de ansiedad modulada por otros procesos cognitivos;
situaciones similares producirán reacciones de ansiedad parecidas en su grado de
intensidad. Las situaciones que felicitan una mayor reacción de ansiedad se evitan
y, aún en su ausencia, la mera imagen de éstas también produce una reacción de
ansiedad; esto se explica de muy diversas formas pero, en general, se asume que
la reacción se genera a raíz del significado o interpretación individual que el sujeto
confiere a la situación. Algunas veces, el individuo reconoce que tal situación no
es una amenaza objetiva, a pesar de lo cual no puede controlar voluntariamente
su reacción de ansiedad.

En definitiva, el eje cognitivo del individuo muestra los pensamientos, ideas,


creencias e imágenes que acompañan a la ansiedad; estos pensamientos
inductores de ansiedad giran en torno al peligro de una situación determinada o al
temor ante una posible amenaza.

En la mayoría de los casos, funcionan de forma automática, es decir, él individuo a


penas se da cuenta de cuando se ponen en marcha, por lo que no los puede
controlar y cree firmemente que no están bajo su dominio. La persona con
ansiedad interpreta la realidad como amenazante, pero
esto no es totalmente cierto porque la situación que él percibe puede no constituir
una amenaza real; dicha percepción suele venir acompañada de una sensación
subjetiva de inseguridad, nerviosismo, angustia, irritabilidad, hipervigilancia,
inquietud, preocupación, miedo, agobio, sobreestimación del grado de peligro,
pánico, atención selectiva a lo amenazante, interpretación catastrofista de los
sucesos, infravaloración de la capacidad de afrontamiento, disfunción de la
capacidad de memoria y concentración, etc.

En la actualidad, la ansiedad de carácter clínico se caracteriza por presentar una


serie de factores entre los que se cuenta que la emoción sea recurrente y
persistente, que la respuesta emocional emitida sea desproporcionada en relación
a la situación, que sea evocada en ausencia de algún peligro ostensible; además,
el individuo puede quedar paralizado por un sentimiento de desamparo o se
muestra incapaz de realizar conductas adaptativas a la situación con objeto de
eliminar dicha ansiedad

Por otra parte, el funcionamiento psicosocial o fisiológico también resulta


deteriorado (Akiskal, 1985). Por último, Beck y Clark (1997) describen en su
modelo de la ansiedad y el pánico una secuencia de procesamiento de la
información basada en procesos cognitivos automáticos, por un lado, y
controlados por otro, al tiempo que consideran el papel crucial que la anticipación
juega en la ansiedad.

d. Enfoque cognitivo- conductual

Sierra (2003) La aparición de éste enfoque se vincula a autores como Bowers


(1973), Endler (1973) o Endler y Magnusson (1976), aunando las aportaciones del
enfoque cognitivo y del conductual. Así, la conducta quedaría determinada a partir
de la interacción entre las características individuales de la persona y las
condiciones situacionales que se presentan. Cuando un individuo siente o afirma
tener ansiedad, intervienen en dicho proceso distintas variables, por lo que
ninguna de ellas debe ser despreciada para el estudio del mismo; se trata de
variables cognitivas del individuo (pensamientos, creencias, ideas, etc.) y variables
situacionales (estímulos discriminativos que activan la emisión de la conducta).
Según esto, la ansiedad pasa de ser concebida como rasgo de personalidad a ser
considerada como un concepto multidimensional, existiendo áreas situacionales
específicas asociadas a diferéncias relativas al rasgo de personalidad. A partir de
ahí surge la teoría interactiva multidimensional (Endler y Magnusson, 1976; Endler,
Magnusson, Ekehammar y Okada, 1976; Endler y Okada, 1975), que concuerda
con la hipótesis de la congruéncia propuesta por Endler en 1977, la cual defiende
que es imprescindible la congruéncia entre el rasgo de personalidad y la situación
amenazante para que la interacción entre ambos dé lugar al estado de ansiedad.

En el caso de la teoría tridimensional de Lang (1968), se considera a la ansiedad


como un sistema triple de respuesta en el que interactúan manifestaciones
cognitivas, fisiológicas y motoras.

En definitiva, la ansiedad empieza a ser conceptualizada como una respuesta


emocional que, a su vez, se divide en tres tipos de respuestas, las cuales incluyen
aspectos cognitivos, fisiológicos y motores, debido a la posible influencia de
estímulos tanto internos como externos al propio individuo; el tipo de estímulo que
provoca la respuesta de ansiedad está determinado, en gran medida, por las
características del individuo (Miguel-Tobal, 1990).

Cada enfoque respalda tu teoría

II.2.8. Diagnóstico de la ansiedad

Ministerio de sanidad y consumo (2001) Ante un paciente que plantea un


diagnóstico diferencial con un trastorno de ansiedad, sería recomendable
descartar razonablemente una enfermedad sistémica. Para ello deberíamos tener
en cuenta los síntomas físicos que predominan en su presentación, el
conocimiento de la historia médica y psicológica previa tanto del paciente como de
su familia y las enfermedades que generan trastornos de ansiedad, así como la
probabilidad de que las pueda padecer. No hay que olvidar la gran capacidad de
tóxicos como la cafeína, el cannabis o la cocaína y otras drogas de síntesis, para
inducir crisis de ansiedad y angustia en personas predispuestas.

También hay que considerar la importancia que tiene el alcohol para muchas de
las personas que padecen ansiedad (sobre todo ansiedad generalizada, trastorno
de angustia y fobia social) ya que es usado como un tranquilizante, que alivia la
sintomatología de la angustia. Con todo ello decidiremos las pruebas adicionales a
realizar, según el grado de sospecha y la inmediatez con que éstas deben ser
realizadas, en función de los síntomas y la evolución.
Una amplia gama de enfermedades médicas pueden producir síntomas de
ansiedad, si bien es éste un campo, el de la comorbilidad, que previsiblemente va
a cambiar, ya que cada vez se describen más trastornos somáticos en pacientes
afectados de patología ansiosa. La diferenciación actual entre trastornos primarios
o “debidos” a enfermedad médica, dará paso a “asociados a patología somática”.
Del mismo modo que ocurre en la enfermedad depresiva o bipolar, la coexistencia
de patología autoinmune tiroidea, asma, migrañosa, etc. realza progresivamente la
probabilidad de que se trate de manifestaciones distintas de un mismo origen
sistémico.

En el caso de los pacientes con el diagnóstico de trastornos de ansiedad, varios


estudios han constatado una mayor prevalencia de trastornos gastrointestinales,
genitourinarios, osteomusculares, tiroideos, alérgicos, así como migraña,
cardiopatías e hiperlaxitud articular, comparados con pacientes sin trastornos de
ansiedad.

A continuación, se presentan los criterios diagnósticos que deben cumplir los


trastornos de ansiedad según el DSM-IV-TR40. El esquema propuesto es el
establecido por el manual de la DSM-IV-TR AP30, en forma de pasos, aunque
modificado. Se han considerado los criterios del DSM-IV-TR cuando en el manual
del DSM-IV-TR-AP estaban resumidos:

a. Consumo de sustancia

Considerar el papel de las enfermedades médicas

Trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica:


- La ansiedad prominente, las crisis de angustia o las obsesiones o
compulsiones predominan en el cuadro clínico.

- A partir de la historia clínica, de la exploración física o de las pruebas de


laboratorio se demuestra que las alteraciones son la consecuencia
fisiológica directa de una enfermedad médica.

- Estas alteraciones no pueden explicarse mejor por la presencia de otro


trastorno mental (p. ej., trastorno adaptativo con ansiedad en el que el
agente estresante es una enfermedad médica grave).

- Estas alteraciones no aparecen exclusivamente en el transcurso de un


delirium.

- Estas alteraciones provocan un malestar clínicamente significativo o


deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo.
- - Si el sujeto consume una sustancia de abuso o toma medicación,
considerar

b. Crisis de angustia

A continuación se definen las crisis de angustia: Aparición temporal y aislada de


miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes
síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los
primeros 10 minutos:

Síntomas cardiopulmonares:

1. Opresión o malestar torácico.


2. Sensación de ahogo o falta de aliento.
3. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca.

Síntomas autonómicos:

4. Sudoración.
5. Escalofríos o sofocaciones.

Síntomas gastrointestinales:

6. Sensación de atragantarse.
7. Náuseas o molestias abdominales.

Síntomas neurológicos:

8. Temblores o sacudidas.
9. Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo).
10. Inestabilidad, mareo o desmayo.

Síntomas psiquiátricos:

11. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado


de uno mismo).
12. Miedo a perder el control o volverse loco.
13. Miedo a morir.

2A. Si las crisis de angustia son inesperadas (se dan “como caídas del cielo”, no
se relacionan con un desencadenante situacional) y son clínicamente
significativas, considerar
c. Enfermedades medicas

- La ansiedad de carácter prominente, las crisis de angustia o las obsesiones


o compulsiones predominan en el cuadro clínico.

- A partir de la historia clínica, de la exploración física o de las pruebas de


laboratorio.

- Los síntomas del criterio A aparecen durante la intoxicación o abstinencia o


en el primer mes siguiente.

- El consumo del medicamento está relacionado etiológicamente con la


alteración.

d. Trastornos mentales

- La alteración no se explica mejor por la presencia de un trastorno de


ansiedad no inducido por sustancias.

- Entre las pruebas que demuestran que los síntomas pueden atribuirse más
correctamente a un trastorno de ansiedad no inducido por sustancias se
incluyen las siguientes: la aparición de los síntomas precede al consumo de
la sustancia (o medicamento); los síntomas persisten durante un tiempo
considerable (p. ej., alrededor de 1 mes) después del final del período
agudo de intoxicación o de abstinencia, o son claramente excesivos en
comparación con los que cabría esperar teniendo en cuenta el tipo o la
cantidad de sustancia consumida o la duración de este consumo; o existen
otras pruebas que sugieren la existencia de un trastorno de ansiedad
independiente no inducido por sustancias (p. ej., una historia de episodios
de carácter recidivante no relacionados con sustancias).

- La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un delirium.

- E. La alteración provoca un malestar clínicamente significativo o deterioro


social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

- Considerar el papel de otros trastornos mentales que puedan explicar mejor


los síntomas de ansiedad.

II. 2.9. Clasificaciones:


Infantes (2009) Trastorno de Ansiedad con o sin agorafobia, Generalizada, por
pánico (TA)
a. Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)

- Ansiedad y preocupación excesivas (expectación aprensiva) sobre una


amplia gama de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral
o escolar), que se prolongan más de 6 meses.

La ansiedad o preocupación son exageradas en cuanto a la probabilidad o


efecto de los acontecimientos temidos.

- Al individuo le resulta difícil controlar este estado de constante


preocupación intensa.

- La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas


siguientes (algunos de los cuales han persistido más de 6 meses):

(1) Inquietud o impaciencia.


(2) Fatigabilidad fácil.
(3) Dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco.
(4) Irritabilidad.
(5) Tensión muscular.
(6) Alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o
sensación al despertarse de sueño no reparador).

La preocupación se puede asociar por tanto a síntomas de tensión motora, (p. ej.,
temblores, tensión muscular), hipersensibilidad autonómica (p. ej., boca seca,
palpitaciones) o hiperactivación (p. ej., respuestas exageradas de sobresalto,
insomnio).

- El centro de la ansiedad y de la preocupación no se limita a los síntomas de


un trastorno del Eje I; por ejemplo, la ansiedad o preocupación no hacen
referencia a la posibilidad de presentar una crisis de angustia (como en el
trastorno de angustia), pasarlo mal en público (como en la fobia social),
contraer una enfermedad (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), estar
lejos de casa o de los seres queridos (como en el trastorno de ansiedad por
separación), engordar (como en la anorexia nerviosa), tener quejas de
múltiples síntomas físicos (como en el trastorno de somatización) o padecer
una enfermedad grave (como en la hipocondría), y la ansiedad y la
preocupación no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno
por estrés postraumático.

- La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar


clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad del individuo.
- Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una
sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o a una enfermedad médica (p. ej.,
hipertiroidismo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de un
trastorno del estado de ánimo, un trastorno psicótico o un trastorno
generalizado del desarrollo.

b. Trastorno de angustia con agorafobia

- Crisis de angustia inesperadas recidivantes.

- Al menos una de las crisis se ha seguido durante 1 mes (o más) de uno (o


más) de los siguientes síntomas:

- Inquietud persistente por la posibilidad de tener más crisis.

- P reocupación por las implicaciones de la crisis o sus consecuencias (p. ej.,


perder el control, sufrir un infarto de miocardio, “volverse loco”).

- Cambio significativo del comportamiento relacionado con las crisis:


Presencia de agorafobia, Los criterios para el diagnóstico de agorafobia
son:

- Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde


escapar puede resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el caso de
aparecer una crisis de angustia inesperada o más o menos relacionada con
una situación, o bien síntomas similares a la angustia, puede no disponerse
de ayuda.

- Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con un conjunto de


situaciones características, entre las que se incluyen estar solo fuera de
casa, mezclarse con la gente o hacer cola, pasar por un puente, o viajar en
autobús, tren o automóvil.

- Estas situaciones se evitan (p. ej., se limita el número de viajes), se resisten


a costa de un malestar o ansiedad significativos por temor a que aparezca
una crisis de angustia o síntomas similares a la angustia, o se hace
indispensable la presencia de un conocido para soportarlas.

- Esta ansiedad o comportamiento de evitación no puede explicarse mejor


por la presencia de otro trastorno mental como fobia social (p. ej., evitación
limitada a situaciones sociales por miedo a ruborizarse), fobia específica (p.
ej., evitación limitada a situaciones aisladas como los ascensores),
trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., evitación de todo lo que pueda
ensuciar en un individuo con ideas obsesivas de contaminación), trastorno
por estrés postraumático (p. ej., evitación de estímulos relacionados con
una situación altamente estresante o traumática) o trastorno de ansiedad
por separación (p. ej., evitación de abandonar el hogar o la familia).

- Las crisis de angustia no se deben a los efectos fisiológicos directos de una


sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o una enfermedad médica (p. ej.,
hipertiroidismo).

- Las crisis de angustia no pueden explicarse mejor por la presencia de otro


trastorno mental, como por ejemplo fobia social (p. ej., aparecen al
exponerse a situaciones sociales temidas), fobia específica (p. ej., el
exponerse a situaciones fóbicas específicas), trastorno obsesivo-
compulsivo (p. ej., al exponerse a la suciedad cuando la obsesión versa
sobre el tema de la contaminación), trastorno por estrés postraumático (p.
ej., en respuesta a estímulos asociados a situaciones altamente
estresantes), o trastorno por ansiedad por separación (p. ej., al estar lejos
de casa o de los seres queridos).

c. Trastorno por pánico (TAP)

Lischinsky (2011) Es un trastorno psiquiátrico con manifestaciones físicas y


psíquicas que consiste en la aparición, aparentemente sin causa, de dos o más
crisis de pánico. Luego de sufrir las crisis, la persona teme en forma persistente
que las mismas se repitan o que le provoquen consecuencias catastróficas, como
volverse loco, perder el control o sufrir un infarto. Las personas con trastorno de
pánico (TP) tienen sentimientos de terror repentinos que se repiten en forma
impredecible. En algunos casos pueden describir el día y la hora en que ocurrió el
primer ataque y recuerdan el lugar y hasta la ropa que usaban en ese momento.
Por la intensidad de sus manifestaciones físicas suelen acudir primero a las
guardias o a los consultorios médicos.

Es la aparición repentina de miedo o malestar intenso, que se acompaña de


por lo menos cuatro de los siguientes síntomas:
1. Palpitaciones o taquicardia
2. Sudoración
3. Temblores o sacudidas
4. Sensación de ahogo
5. Sensación de atragantarse
6. Opresión o malestar en el pecho
7. Náuseas o molestias abdominales
8. Inestabilidad, mareo o sensación de desmayo
9. Sensación de irrealidad o de estar separado del propio cuerpo
10. Miedo a perder el control o volverse loco
11. Miedo a morir
12. Hormigueos
13. Escalofríos o sofocaciones

La máxima intensidad generalmente se manifiesta dentro de los primeros diez


minutos, si bien el malestar puede continuar, en algunos casos, por horas. Las
crisis de pánico se presentan en varios trastornos psiquiátricos y clínicos. Para
diagnosticar trastorno de angustia o pánico es necesario que las crisis se repitan y
que parezcan “venir de la nada”.

Frecuentemente luego de tener crisis de pánico el paciente comienza a desarrollar


agorafobia.

Las investigaciones demuestran que existe un importante factor hereditario que


suele combinarse con una sumatoria de diversas situaciones estresantes a lo
largo de la vida que terminan detonando su aparición. (“cargué tanto la mochila
que al final exploté…”). El paciente con pánico aprende a estar siempre a la
expectativa de que aparezcan nuevas crisis, vigilantes de los latidos de su corazón
y de las señales viscerales más mínimas lo que también lo predispone a sufrir
nuevas crisis. No todas las personas que experimentan ataques de pánico van a
desarrollar un trastorno de pánico. Hay personas que sólo experimentan una crisis
de pánico en su vida sin repetirlo luego. En última instancia los distintos factores
causales del TP determinan una sobre activación de ciertas áreas cerebrales
encargadas del procesar las emociones (sistema límbico, incluye estructuras como
la amígdala, el hipocampo y el locus ceruleus).
En última instancia en cada crisis de pánico ocurre una descarga episódica del
sistema simpático con liberación de noradrenalina lo que se traduce en varias de
las manifestaciones físicas y psíquicas de las crisis de pánico (respuesta al
miedo). Las investigaciones demuestran que numerosos neurotransmisores
funcionan inadecuadamente en el TP como por ejemplo, la Noradrenalina, la
Serotonina, el GABA y el CRH. La serotonina parece modular la respuesta al
miedo. De allí la gran eficacia de los agentes que modulan la serotonina como los
ISRS en esta afección.

II.3. VARIABLE II

Procrastinación

II.3.1.Origen del hábito

Euskampus (2014) PROCRASTINAR, Del latín procrastinare. , Diferir, aplazar,


posponer. Es la acción o el hábito de postergar actividades o situaciones que
deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o
agradables. La procrastinación es un problema de autorregulación y de
organización del tiempo. Quien pospone o procrastina una decisión lo que está
presentando, en el fondo, es una conducta evasiva.

II.3.2. Definición

Steel (2011) La palabra “procrastinación” viene del latín pro, que significa “delante
de, en favor de”, y crastinus, que significa “del día de mañana”. Pero el significado
de procrastinación abarca muchísimo más que su definición literal. La prudencia,
la paciencia y el dar prioridad comportan el dejar algo para más adelante, pero no
significan lo mismo que procrastinación.

Furlan (2012) La Procrastinación hace referencia a un patrón cognitivo y


conductual caracterizo por la intención de hacer una tarea y una falta de diligencia
para desarrollarla o finalizarla, cuyo proceso generalmente se acompaña de
sentimientos de ansiedad, inquietud y abatimiento.
Angorita (2012) La procrastinación puede ser entendida como un fenómeno en el
cual la persona afectada se niega a atender una responsabilidad necesaria, como
la realización de una tarea o la toma de una decisión de manera oportuna, a pesar
de sus buenas intenciones de aplazarlo y de las consecuencias negativas,
molestas e inevitables que sobrevienen.

Steel y Angorita hace referencia que la procrastinación es una postergación de


una actividad ya sean consecuencias negativas o simplemente no querer
realizarlo porque les genera dificultad, mientras que Furlan sustenta que es un
patrón cognitivo y conductual por la intención de realizar una tarea y dificultad
para terminarla y postergarla. Los tres autores concuerdan en que es una
postergación de una actividad con consecuencias a corto y largo plazo.

II.3.3. Características

William Knaus(1997) en «Superar el hábito de posponer», propone una serie de


características personales que son propias de las personas con tendencia a la
postergación:
a. Creencias irracionales: basadas en una pobre autoimagen y auto
concepto de sí mismos que les hace verse como inadecuados o
incompetentes, o ven al mundo con demasiadas exigencias que no se ven
capaces de cumplir.

b. Perfeccionismo y miedo al fracaso: postergar, y justificar un resultado


final por falta de tiempo, sirve de excusa para evitar el miedo al fracaso, en
tareas donde no hay garantías de éxito. Son personas perfeccionistas y
autoexigentes, que se marcan metas poco realistas.

c. Ansiedad y catastrofismo: el cúmulo del trabajo supone un cúmulo


correlativo del nivel de ansiedad. La dificultad para tomar decisiones y la
búsqueda de garantías de éxito antes de iniciar una tarea provoca
finalmente sentimientos catastrofistas, y como resultado se sienten
saturados e indefensos. Pueden sentir autocompasión, escudándose en
que no son aptas para las exigencias del mundo que les ha tocado vivir.

d. Rabia e impaciencia: las exigencias desmesuradas y el catastrofismo


provocan también rabia e impaciencia. Pueden surgir ideas del tipo «yo
debería ser capaz de realizar esto solo» «¡qué idiota que soy!» o «¡no
puedo tolerar esta ansiedad!». Estas personas perfeccionistas, al no
cumplir con las metas que se marcan, se muestran agresivas contra sí
mismos. Terminan atrapadas en un círculo de enfado-rebelión que empeora
su rendimiento.

e. Necesidad de sentirse querido: el deseo de realizar tareas sobre la base


de la recompensa en forma de amor o aceptación de los demás. La
creencia que subyace es: «todos deberían amarme para poder amarme a
mí mismo». Basa su valía como persona en la aceptación y atención
recibida. Si se les recompensa con sus demandas implícitas se sienten
fuertes psicológicamente y por el contrario se sienten inválidas cuando no
obtienen lo que desean. Por ese motivo estas personas aceptan todo tipo
de demandas de los demás con el fin de agradar.
f. Sentirse saturado: el trabajo se les acumula, y se ven incapaces de
establecer prioridades; esto provoca sentimientos
de ansiedad, saturación, estrés, angustia, indecisión, impotencia, inmoviliza
ción y fracaso, lo que cierra un círculo vicioso del que no pueden escapar.

II.3.4. Modelo Teórico

a. Modelo psicodinámico según Baker

Renzo Carranza y Arlith Ramírez (2013) Este modelo explica la procrastinación


como temor al fracaso y centra su atención en la comprensión de las motivaciones
que tienen las personas que fracasan o que se retiran de las actividades a pesar
de la suficiente capacidad, inteligencia o preparación para obtener éxito en sus
actividades, además explica que el miedo al fracaso es debido al establecimiento
de relaciones familiares patológicas, donde el rol de los padres ha facilitado la
maximización de frustraciones y la minimización del autoestima del niño. Y fue el
primer modelo en estudiar los comportamientos relacionados con la postergación
de tareas (Baker, 1979; citado por Rothblum, 1990).
b. Modelo Motivacional

Renzo Carranza y Arlith Ramírez (2013) Este modelo plantea que la motivación
de logro es un rasgo invariable, donde la persona invierte una serie de conductas
que se encuentran orientados a alcanzar el éxito en cualquier circunstancia que se
presente; por lo cual un individuo puede elegir dos posiciones: la esperanza de
alcanzar el éxito o el miedo al fracaso; el primero hace referencia al logro
motivacional y el segundo a la motivación para evitar una situación que la persona
valora como negativa. Cuando el miedo al fracaso supera la esperanza de éxito
las personas prefieren elegir actividades en las cuales perciban que el éxito está
garantizado postergando así aquellas actividades que consideren complejas y en
las cuales puedan pronosticar fracaso (McCown, Ferrari y Johnson, 1991).

c. Modelo conductual Skinner

Renzo Carranza y Arlith Ramírez (2013) La visión actual conductual refiere que
una conducta se mantiene cuando es reforzada, es decir, las conductas persisten
por sus consecuencias (Skinner, 1977). Por tal razón, las personas procrastinan
porque sus conductas de postergación propiamente han sido retroalimentadas y
además han tenido triunfo debido a diversos factores propios del ambiente, que
han permitido continuar con este tipo de acciones. Asimismo, las personas que
padecen de procrastinación conductual, planean, organizan e inician las acciones
que tempranamente dejan de lado sin anticipar los beneficios que conlleva a
finalizar la tarea.

d. Modelo Cognitivo de Wolters

Renzo Carranza y Arlith Ramírez (2013) Este modelo plantea que la


procrastinación implica un procesamiento de información disfuncional que
involucra esquemas desadaptativos relacionados con la incapacidad y el miedo a
la exclusión social y que los procrastinadores generalmente reflexionan acerca de
su comportamiento de aplazamiento; los individuos experimentan formas de
pensamiento obsesivo cuando no puede realizar una actividad o se acerca el
momento de presentar una tarea además primero se compromete a la realización
de una diligencia, posteriormente comienza a tener pensamientos quejosos
relacionados con el progreso de la actividad y con su incapacidad para planearla o
realizarla, por lo cual se comienzan a presentar pensamientos automáticos
negativos relacionados con la baja autoeficacia (Wolters, 2003). Luego de haber
visto los distintos enfoques teóricos. A continuación presentamos y definimos el
modelo teórico en el que se respalda nuestro estudio.

a. Procrastinación Académica
Renzo Carranza y Arlith Ramírez (2013Hablando del término en el ámbito
académico Ferrari (1995), explica que es la demora voluntaria a realizar sus
responsabilidades académicas y que puede deberse a que los educandos tienen
la intención de realizar una actividad académica dentro del plazo dado, pero no se
motivan o no sienten el deseo de hacerlo por la aversión que les causa la tarea; o
se identifica en ellos baja capacidad de autorregulación o un alto nivel de ansiedad
al desempeño (Klassen, Krawch, Lynch y Rajani, 2007).

b. Procrastinación Familiar

Renzo Carranza y Arlith Ramírez (2013En este ámbito Klassen, Krawch, Lynch y
Rajan (2007), explica que es la demora voluntaria a realizar los deberes y los roles
familiares que en determinado tiempo se le asigna a alguien y que puede deberse
a que las personas tienen la intención de realizar la actividad dentro del plazo
dado pero no se motivan o no sienten el deseo de hacerlo por la aversión que les
causa la tarea.

c. Procrastinación Emocional

Renzo Carranza y Arlith Ramírez (2013Haciendo énfasis a esta dimensión


Ferrari y Emmons (1995), mencionan que la procrastinación es un patrón de
comportamiento con raíces emocionales profundas, de las cuales no está al tanto.
Algunos individuos encuentran una especial emoción en postergar la apertura de
una actividad por la sobrecarga de la energía que experimentan. Muestran una
especie de drogadicción por la emoción que les causa el reunir la información a
último momento, organizarla y entregarla a tiempo, si tienen, experimentan un
gran placer y tienden a elogiarse por el logro.

II.3.5. Causas

Euskampus (2014) Entre las causas tenemos:

a. Tiempo
- Dificultad para calcular las actividades por días y horas.
- Por falta de tiempo y verdadero compromiso.

b. Prioridades
- Porque no sabes si realmente quieres hacer lo que te propusiste.
- Porque necesitas tiempo para reflexionar.
- Porque primero realiza las actividades que son primordiales para ella o el.
c. Dificultad de comprensión
- Porque no te gusta esa tarea, ese trabajo o ese deber; de modo que lo
dejas de lado el mayor tiempo posible.
- Porque no sabes cómo resolver.

d. Organización
- Porque tiene un bloqueo y necesitas un impulso para comenzar.
- No tiene una lista de actividades diarias.

II.3.6. Clasificación

Mindamatic (2008) No todos los procrastinadores son iguales. Según la Dra.


Sapadyn (City University of New York) existe una taxonomía con seis tipos
diferentes:

a. Perfeccionistas: Quieren que cada proyecto sea perfecto, esto


generalmente los “congela” por miedo a no lograr este objetivo irrealista,
aunque hayan sido ellos mismos los que hayan definido los objetivos.

b. Soñadores: Sufren de “pensamiento mágico”. “Va a funcionar todo bien”,


dicen, aunque no hacen nada para acercarse a sus objetivos.

c. Generadores de Crisis: Dicen que normalmente trabajan mejor bajo


presión, pero para ser más precisos, prefieren protestar y generar crisis
para no hacer en definitiva ninguna tarea.

d. Atormentados: Sus miedos consumen sus procesos de pensamiento e


impiden que cualquier tarea sea realizada, mientras imaginan y meditan en
cada posible escenario de desastre y fracaso.

e. Desafiantes: A estas personas les molesta las asignaciones de tareas,


retomando control de sus vidas rechazando el trabajo en forma oportuna y
cooperativa, o directamente en forma frontal.
f. Sobrecargados: Conocidos también como “los complacientes”, esta gente
no puede decir que no, y por lo tanto toma más y más responsabilidades sin
ninguna expectativa razonable de ser capaces de cumplir sus obligaciones.

II.3.7. Tipos de procrastinación

Sánchez (2013) Algunos autores tienden a clasificar a los procrastinadores según


estereotipos, pero lo cierto es que todos procrastinamos de muchas formas
diferentes, cada uno con nuestro propio mix, que además varía con el tiempo.
Y si no me crees, prueba a registrar durante una semana las veces que
procrastinas y por qué lo haces. Es más, te propongo llevar a cabo este ejercicio
incluso si crees que sólo procrastinas de forma esporádica. Te sorprenderá darte
cuenta de que procrastinas mucho más de lo que te imaginas. Además, llevar un
diario te ayudará mucho a ajustar tu método de trabajo y seguir manteniendo la
procrastinación a raya con más facilidad. Para hacer este ejercicio te propongo
crear un “diario de procrastinación”. Utiliza una hoja para cada día.

En ella anotarás una serie de información cada vez que te sorprendas


posponiendo una tarea. El objetivo es conocer un poco mejor el tipo de
sensaciones y pensamientos que constituyen un obstáculo para terminar las cosas
a las que te propones, o que sabes que deberías estar haciendo y no haces.

¿Qué debes registrar? Cada vez que descubras que has evitado una tarea, anota
en tu hoja del diario lo siguiente:

1. La actividad que estás evitando.


2. Tus pensamientos y sensaciones sobre ello.
3. La excusa que te pones a ti mismo.
4. Lo que haces en lugar de ponerte a ello, y
5. Cómo te sientes después de haber procrastinado.

Probablemente descubrirás que eres capaz de experimentar dos, o incluso las tres
formas de procrastinación tú solito. Y entre las sensaciones que experimentarás
seguro encontrarás preocupación, ansiedad, frustración, culpabilidad y cosas por
el estilo. Quiero que sepas que es normal. Todos procrastinamos de muchas
formas distintas es por eso que puedo escribir este libro con conocimiento de
causa, y todos pasamos por ese torbellino de sensaciones.
Lo interesante de este ejercicio es descubrir cuál o cuáles de las formas de
procrastinación que ya hemos visto son las dominantes en tu caso si es que hay
alguna, porque ahí es donde tendrás que hacer hincapié inmediatamente,
siguiendo la famosa regla 80/20 o principio de Pareto.
Atacando la forma de procrastinación dominante experimentarás una mejoría casi
inmediata, que te hará cambiar la percepción que tienes sobre lo que eres capaz
de conseguir. Te lo garantizo. Y eso por no hablar de un aumento considerable de
la motivación.
Utiliza el aprendizaje de tu diario de procrastinación para ir ajustando y mejorando
tu estrategia de trabajo. Ser consciente de tus propias limitaciones es fundamental
para poder ganar la batalla a la procrastinación.

Existen tres tipos de procrastinación:

a. Por evasión, cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso. Es
un problema de autoestima.

b. Por activación, cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más
remedio que realizarla. Es un problema contrario al anterior.

c. Por indecisión, típico de las personas que, intentando realizar la tarea, se


pierden en pensar la mejor manera de hacerlo sin llegar a tomar una decisión.
Se denomina también complejo de Penélope (la mujer de Ulises, que tejía y
destejía siempre la misma tela para evitar casarse con los pretendientes al
reino insular de Ítaca mientras esperaba que volviera Ulises).

INDICADORES
VARIABLE I: ANSIEDAD

1. FACTORES COGNITIVOS

1.1. Me preocupo fácilmente.


1.2. Tengo pensamientos o sentimientos negativos.
1.3. Me siento inseguro de mí mismo.
1.4. Doy demasiadas vueltas a las cosas sin llegar a decidirme.
1.5. Siento miedo.
1.6. Me molesto cuando cometo errores y me siento triste.
1.7. Me siento Inquieta(o) por la posibilidad de tener más crisis por algo que
me pueda suceder.
1.8. Siempre estoy alerta.
1.9. Al salir de casa tengo miedo de que me pueda pasar algo.
1.10. Suelo tener muchas actividades pendientes que no logro terminar.
1.11. Me dificulta concentrarme o tener la mente en blanco.

2. FACTORES FISIOLÓGICOS

2.1. Me sudan las manos u otra parte del cuerpo hasta en días fríos.
2.2. Me tiemblan las manos o las piernas.
2.3. Me duele la cabeza
2.4. Mi cuerpo está en tensión.
2.5. Tengo palpitaciones, el corazón me late muy deprisa.
2.6. Me falta el aire y mi respiración es muy agitada
2.7. Siento mareo, boca seca.
2.8. Tengo escalofríos y tirito aunque no haga mucho frío.
2.9. Tengo nauseas.
2.10. Sensación de entumecimiento y hormigueo.
2.11. Sensación de atragantarse.
2.12. Dificultar para conciliar el sueño.

3. FACTORES MOTORAS

3.1. Trato de rehuir o evitar alguna situación.


3.2. Respuestas exageradas de sobre salto.
3.3. Miedo a perder el control y volverme loco.

4. FACTORES COGNITIVOS

4.1. Me muevo y hago cosas sin una finalidad concreta


4.2. Quedo paralizado o mis movimientos son torpes
4.3. Tartamudeo o tengo otras dificultades de expresión verbal
INDICADORES
VARIABLE II: PROCRASTINACIÓN

1. AMBITO FAMILIAR

1.1. Pospongo el comenzar con cosas que no me gusta hacer en casa.


1.2. Derrocho mucho tiempo y me parece que no puedo hacer nada al
respecto.
1.3. Me propongo que haré algo y luego no logro comenzarlo o
terminarlo.
1.4. Aunque me enoje conmigo cuando no hago las cosas, no logro
motivarme.
1.5. Desearía encontrar una forma fácil de ponerme en movimiento.
1.6. Trato de pasar mayor tiempo con mi familia a pesar que tengo
deberes que realizar.

2. AMBITO ACADÉMICO

2.1. Demoro innecesariamente en terminar trabajos, incluso cuando son


importantes.
2.2. Cuando tengo una fecha límite, espero hasta el último minuto.
2.3. Disfruto la mezcla de desafío con emoción de esperar hasta el último
minuto para completar una tarea.
2.4. Postergo las lecturas de los cursos que no me gustan.
2.5. Cuando algo me resulta muy difícil de abordar, pienso en postergarlo
2.6. Aunque sé que es importante comenzar con una actividad, me
cuesta arrancar.
2.7. Generalmente me preparo por adelantado para los exámenes.
2.8. Cuando tengo problemas para entender algo, inmediatamente trato
de buscar ayuda.
2.9. Asisto regularmente a clase. Trato de motivarme para mantener mi
ritmo de estudio.
2.10. Trato de terminar mis trabajos importantes con tiempo de sobra.
2.11. Me tomo el tiempo de revisar mis tareas antes de entregarlas.
completar el trabajo asignado lo más pronto posible.
2.12. Postergo los trabajos de los cursos que no me gustan.

3. AMBITO EMOCIONAL

3.1. Siento temor a cualquier actividad pues temo equivocarme.


3.2. Me aburro fácilmente al iniciar una actividad.
3.3. Sigo posponiendo el mejorar mis hábitos de trabajo
3.4. Empiezo a trabajar de inmediato, incluso en actividades que me
resultan displacenteras.
3.5. Me las arreglo para encontrar excusas para no hacer algunas cosas.
3.6. Destino el tiempo necesario a las actividades aunque me resulten
aburridas.
3.7. Siempre que hago un plan de acción, lo sigo.
3.8. Siempre termino las actividades importantes con tiempo de sobra.
3.9. Constantemente intento mejorar mis hábitos de estudio.
3.10. Invierto el tiempo necesario con mis amigos en estudiar aun cuando
el tema sea aburrido.

CAPITULO III
MÉTODO

Población y muestra
Muestra

UNIDAD DE ANALISIS

INSTRUMENTOS Y MATERIALES

Instrumentos
Los instrumentos utilizados parta la recolección de datos fueron: la escala de
Procrastinación y la escala de ansiedad.

FICHA TÉCNICA

ESCALA DE ANSIEDAD

Nombre Completo: Inventario de Ansiedad-Rasgo (IDARE)

Autores: C.D.Spielberger y R.Díaz-Guerrero (1975)

Objetivo: Medición de la ansiedad-rasgo y ansiedad-estado.

Tipo de ítems: Likert de cuatro opciones

Tiempo: Aproximadamente 15 minutos

Aplicación: Individual o colectiva

Ámbito: De seis años en adelante

Fiabilidad: 0.81

Validez: 0.90
FICHA TÉCNICA

ESCALA DE PROCRASTINACÓN
Escala de Procrastinación Académica.
Domínguez, Villegas y Centeno (2014). Fue desarrollada
por Busko (1998) para estudiar las causas y las
consecuencias del perfeccionismo y la procrastinación en
alumnos de pregrado de la Universidad de Gueph, y fue
adaptada a Lima por Álvarez (2001) como parte de su
investigación acerca de la procrastinación general y
académica en una muestra de estudiantes de secundaria
de Lima Metropolitana. El método empleado para la
adaptación lingüística fue la traducción directa.

Nombre Completo: Escala de Procrastinación Académica


Autores: Busko (1998)
Objetivo: Evaluar la procrastinación en alumnos de pre
grado
Tipo de ítems: Likert de cinco opciones
Tiempo: Aproximadamente entre 10 a 15 minutos
Aplicación: Individual o colectiva
Ámbito: De 12 años en adelante
Fiabilidad: 80 Cronbach
Validez: 0.90
I. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Stell Piers, (2011). “Porque dejamos para mañana lo que podemos hacer
hoy”. Barcelona, España, editorial; Grijalbo 2011.

 Sánchez Hernández, A, M, (2010). Procrastinarían académica: un problema


en la vida universitaria. Studiositas, 5(2) pp. 87-94. Recuperado de :
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3717321.

 Furlan, L, A. Heredia, D, Piemontesi, S. y Tuckam, B. (2012) “Análisis


factorial confirmatorio de la adaptación argentina de la escala de
procrastinación de Tuckman (ATPS)”. Perspectivas en Psicología. Revista
de psicología y ciencias afines, 9(3), pp. 142-149.

 Angarita, L. (2002). Aproximación a un concepto actualizado de la


procrastinarían. Revista Iberoamericana de psicología: ciencia y tecnología,
2, pp. 85-94

 Natividad L. A. (2014) Análisis de la procrastinarían en estudiantes


universitarios. (Tesis doctoral). Universidad de valencia, Valencia.

 Definición de Procrastinacion: Tomando de Universidad del país de vasco/


España/ Revista: Euskampus/ Campus de excelencia Internacional.

 Causas y Estrategias de afrontamiento; Tomando de Universidad del país


de vasco/ España/ Revista: Euskampus/ Campus de excelencia
Internacional.
 Steel, P. (2007). La naturaleza de la procrastinación: Una revisión meta-
analítica y teórica del fracaso auto-regulador por excelencia. Boletín
psicológico. 133(1), pp. 65-94.

 Solomon, L, J, y Rothblum, E.D. (1984). Procrastinación académica:


frecuencia y correlaciones cognitivo-conductuales. Revista de psicología de
consejería, 31, pp. 503-509.

 Contreras, H, Morí, E. Lam, N. Gil, E. Hinostroza, W, Rojas E., Torrejón E. y


Conspira, C. (2001). Procrastinacion en el estudio: exploración del
fenómeno en adolescentes escolarizados. Revista electrónica
interuniversitaria de formación del profesorado, 14(3), 87.

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