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La fuerte y protectora presencia del buen San José... Muchos padres, por el
contrario, huyen de sus familias y de las obligaciones familiares cuando llegan los
tiempos difíciles.
San José amó a ambos, a Dios Padre y a Dios Hijo completa y totalmente. Así,
los verdaderos padres deben primero amar a Dios por encima de todo, entonces
pueden querer a sus cónyuges y a sus hijos completa y totalmente.
San José condujo a su familia hacia la vida espiritual: mediante la oración con los
salmos, yendo a la sinagoga y al templo.
Un claro ejemplo son el papá y la mamá de Carol Wojtyla (Juan Pablo II) que
hacían la oración de la noche con él. San José condujo también las oraciones en
su familia.
Un verdadero padre tiene los ojos abiertos a las necesidades de la familia y está
dispuesto a sacrificarse. San José no pensaba en sí mismo, sino en Jesús y en
María.
San José trabajó duro con el fin de ofrecer lo necesario a esta familia; él era un
trabajador, un carpintero que trabajaba duro.
A imitación de San José, los padres deben estar dispuestos a trabajar duro y
siempre dar un paso más allá.
Estos lobos hoy en día pueden estar en el abuso de los medios electrónicos.
San José estaba dispuesto a sufrir por aquellos que amaba y no solo una, sino
muchas veces: el embarazo de María, el viaje a Belén, los rechazos, la
circuncisión, la profecía de Simeón, Herodes, el Niño perdido.
En todo esto, San José sufrió valientemente en silencio y ofreció este sacrificio a
Dios.
Los padres deben estar dispuestos a sufrir por amor a su familia como el buen
San José. El amor se mide por la capacidad de sufrir por los seres queridos.
Al final de su vida San José murió en los brazos de Jesús y de María. Esto es lo
que deseamos que nuestros padres de familia logren, a imitación del buen San
José: seguir siendo buenos y santos hasta morir en los brazos de Jesús y María.
Los buenos padres se han de esforzar para que los miembros de su familia tengan
una muerte santa y feliz.
Hoy celebramos a un gran santo, modelo de hombre y protector de las
familias: san José. Él como María, con su sí generoso, acogió, cuidó y formó a
Nuestro Señor Jesús. En esta galería queremos hacerles llegar algunos detalles
de este gran santo que desde el silencio es modelo de hombre para la
humanidad.
San José es modelo de padre por excelencia, lo dice el Papa
«Del mismo modo que el don de la sagrada Familia fue confiado a san José, así a
nosotros se nos ha confiado el don de la familia y su lugar en el plan de Dios. Lo
mismo que con san José. A san José el regalo de la Sagrada Familia le fue
encomendado para que lo llevara adelante, a cada uno de ustedes y de nosotros –
porque yo también soy hijo de una familia – nos entregaron el plan de Dios para
llevarlo adelante. El ángel del Señor le reveló a José los peligros que amenazaban
a Jesús y María, obligándolos a huir a Egipto y luego a instalarse en Nazaret. Así
también, en nuestro tiempo, Dios nos llama a reconocer los peligros que
amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño».
Aquí les presentamos 7 dones que todo esposo debería rogarle a san José en su
día:
Hombre Justo
San José es un hombre justo, no entiende la situación de su prometida, sin
embargo, no quiere poner en evidencia a la Virgen María y decide
repudiarla en secreto. Cuántas veces en nuestros matrimonios nos dejamos
llevar por las habladurías y las injusticias. Miremos a José que no se deja
llevar por arrebatos de ira y desconcierto. El, que incluso podía haber
llevado a María a la muerte, en su duda y desconcierto elige la salida más
justa. Qué gran ejemplo.
Hombre frágil
San José era un hombre frágil que no comprende el mensaje de María.
Cuántas veces he visto la fragilidad en hombres justos por no entender los
designios de Dios. Los invito a mirar a José que, a pesar de esa fragilidad,
confía.
Hombre formador y Padre
Dios le encarga a San José adoptar como propio a un hijo que sabe no es suyo.
San José cuida a Jesús formándolo como hombre con su ejemplo; arduo
trabajador, hombre de fe, defensor de la vida y protector de su madre. José es el
gran ejemplo e inspiración para las familias de hoy. En él el sentido de la
paternidad se ve expuesto en todos sus aspectos.