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E.T.

S Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos


Universidade da Coruña

Mecánica de Rocas
Curso 2002−2003

Tema 1.1.− Conceptos Básicos de Geología


(64 páginas)

Profesor: Jordi Delgado Martín


Fecha: Octubre 2002
Introducción

Los macizos rocosos se componen de rocas que, en su conjunto, puede adscribirse a


alguna de las siguientes tres categorías principales: a) rocas ígneas; b) rocas sedimentarias; y c)
rocas metamórficas. Cada uno de esos tipos de rocas es el resultado de una serie de procesos
geológicos que, de forma completa o incompleta, afectan a todas ellas dentro de lo que se
conoce como el Ciclo de las Rocas. Esos procesos geológicos son los responsables de las
propiedades que presentan las rocas en los afloramientos y pueden ser relacionados, por tanto,
con las propiedades geomecánicas y las problemáticas ingenieriles resultantes de las
actuaciones sobre el terreno.

En estas notas repasaremos algunos conceptos geológicos básicos, con especial énfasis
en las clasificaciones litológicas más frecuentemente empleadas. Dichos conceptos deben ser
tenidos presentes y entendidos a fin de poder captar en toda su amplitud la importancia del
conocimiento del terreno antes, durante y después de una actuación de ingeniería específica.

Figura 1. Esquema simplificado del Ciclo de las Rocas y relación existente entre los distintos tipos de roca y
procesos geológicos

1. Clasificación de las Rocas

1.1. Clasificación de las Rocas Ígneas

Las rocas ígneas se clasifican de acuerdo con tres criterios fundamentales:

a) Tamaño de grano y textura


b) Tipo de yacimiento (intrusivas o extrusivas)
c) Contenido de sílice y composición mineral

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1.1.1. Clasificación basada en el tamaño de grano y la textura

• Rocas vítreas – Formadas por vidrio (no contienen cristales). P. Ej. obsidiana
• Rocas afaníticas – De tamaño de grano muy pequeño (cristales no distinguibles
a simple vista)
• Rocas faneríticas – El tamaño de los cristales puede ser identificado sin
problema a simple vista
• Rocas pegmatíticas – De tamaño de grano muy grueso (en general, > 10 mm)
• Rocas vesiculadas – Textura desarrollada en rocas volcánicas o subvolcánicas
que evidencia la presencia de gases expandidos antes de la consolidación
• Rocas amigdaloides – Rocas que presentan una textura con cavidades producto
de la expansión de gases y, más tarde, rellenas por diversos minerales
• Rocas porfiríticas (o porfídicas) – Caracterizadas por la presencia de grandes
cristales (fenocristales) rodeados de una matriz fanerítica o afanítica de tamaño
de grano muy inferior

1.1.2. Clasificación basada en el tipo de yacimiento

• Rocas ígneas intrusivas – Suelen presentar una textura de tamaño de grano medio
a gruesa debida a su enfriamiento lento. Muy a menudo poseen (p. Ej. granitoides)
colores claros si bien no siempre es así (p. Ej. gabro, muchas rocas ultrabásicas, etc.).
• Rocas ígneas extrusivas – Rocas a menudo vítreas o de tamaño de grano muy fino
debido a su enfriamiento rápido. Suelen presentar vacuolas generadas como
resultado de la degasificación del magma a partir del cual se han generado. Muy
frecuentemente presentan tonalidades oscuras (p. Ej. basaltos) si bien también
existen de colores claros (p. Ej. traquitas).

1.1.3. Clasificación basada en el contenido de sílice y la composición mineral

• Rocas ígneas ácidas – Ricas en sílice (% SiO2 > 65% en peso). Se caracterizan por
la abundante presencia de minerales denominados félsicos (cuarzo y feldespatos,
mayoritariamente) y cuya tonalidad es clara.
• Rocas ígneas intermedias – El contenido de sílice va del 45 al 65% en peso.
• Rocas ígneas básicas – Pobres en sílice ( < 45 % en peso)
• Rocas ígneas ultrabásicas
• Rocas leucócratas – Rocas formadas por minerales de tonalidad mayoritariamente
clara o félsicos (p. Ej. feldespatos, cuarzo,…)
• Rocas melanócratas – Rocas formadas por minerales de tonalidad oscura o máficos
(minerales ferromagnesianos, sobre todo: piroxenos, biotita, anfíboles, etc.). No
todas las rocas melanócratas son ultrabásicas y viceversa. Por ejemplo, la anortosita
es una roca leucócrata y ultrabásica.

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Figura 2. Serie de cristalización de Bowen. A menor temperatura de cristalización, mayor estabilidad frente a la
meteorización presenta el mineral en cuestión. De esa manera, se conoce como serie de meteorización de
Goldlich la inversa de la de Bowen

Figura 3. Serie de meteorización de Goldlich. Junto a cada mineral se indica, entre paréntesis, el tiempo medio
de meteorización de cada uno de ellos para unas condiciones climáticas templadas y húmedas

Figura 4. Principales tipos de yacimiento de rocas ígneas (intrusitas y extrusivas)

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Figura 5. Esquema donde se ilustran distintos modelos propuestos para el emplazamiento de cuerpos ígneos
intrusivos. 1 = Stoping; 2 = abombamiento y fracturación distensiva de la bóveda magmática; 3 = deformación
dúctil de la roca encajante y fluidificación debido al metamorfismo de contacto; 4 = asimilación de la roca
encajante, anatexia o fusión por zonas; 5 = desplazamiento lateral debido a la fracturación y/o plegamiento; 6 =
emplazamiento en un entorno extensional

Figura 6. Diagrama QAP (Streckeisen, 1966) para la clasificación modal de rocas ígneas intrusivas. a)
Cuarzodiorita, cuarzogabro y cuarzoanortosita; b) Diorita, gabro, anortosita; c) Monzodiorita, monzogabro; d)
Cuarzosienita de feldespato alcalino; e) Sienita de feldespato alcalino

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Figura 7a. Clasificación de las rocas ígneas intrusivas, de acuerdo con la IUGS. Q = cuarzo; P = plagioclasas; A
= feldespato potásico y albita; F = feldespatoides. Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991) IUGS systematics of
igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833

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Figura 7b. Clasificación de las rocas ígneas extrusivas, de acuerdo con la IUGS. Q = cuarzo; P = plagioclasas; A
= feldespato potásico y albita; F = feldespatoides. Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991) IUGS systematics of
igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833

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Figura 7c. Clasificación de las rocas ígneas intrusivas ultrabásicas, de acuerdo con la IUGS. Ol: olivino; Opx:
ortopiroxeno; Cpx: clinopiroxeno; Hb: hornblenda; . Fuente: Le Bas y Streckeisen (1991) IUGS systematics of
igneous rocks; J. Geol. Soc. London 148, pp. 825-833

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Figura 8. Clasificación química (diagrama TAS) de las rocas volcánicas de acuerdo con su composición
expresada en términos del porcentaje de sílice (SiO2) y álcalis (Na2O+K2O)

Temperatura de Cristalización (ºC)


500 1000 1500
Plagioclasa
Olivino
Piroxeno
Composición Anfíbol
Mineral Biotita
Cuarzo
Feldespato K
Moscovita
Claro
Color Medio Oscuras (básicas) Color
(ácidas)
Grano
GRANITO DIORITA GABRO Intrusiva
grueso
Grano
RIOLITA ANDESITA BASALTO Extrusiva
Textura

Origen

fino
Granito o Riolita Diorita o Andesita Gabro o Basalto Intrusita o
Porfídica
porfídica porfídica porfídico Extrusiva
Porosa Pómez Escoria
Extrusiva
Vítrea Obsidiana

Figura 9. Clasificación, textura y mineralogía de los principales tipos de rocas ígneas (plutónicas y volcánicas).
Nota: Los rangos de temperatura de formación para los minerales son aproximados

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GAS

SO2 CO2 H2O

TEPHRA

BOMBAS BLOQUES LAPILLI CENIZAS OTROS

Esferoidales Accesorios Escorias Juveniles Cab. de Pelé

Retorcidas Accidentales Pómez Accesorias Lág. de Pelé

Acordonadas Cenizas Accidentales

Cort. de Pan

LAVA

almohadilladas pahoehoe aa

Figura 10. Clasificación de los distintos productos volcánicos. Accesorio: formado a partir de fragmentos del cono
volcánico o de anteriores coladas; Accidental: formado a partir de rocas no volcánicas o de rocas volcánicas no
relacionadas con el episodio volcánico en cuestión; Juvenil: formada a partir del magma que alcanza directamente
la superficie. Abreviaturas: Cort.: ‘Corteza’; Cab.: ‘Cabellos’; Lág.: ‘Lágrimas’

Figura 11. Clasificación químico mineralógica de las rocas ígneas (plutónicas y volcánicas) así como variación
de alguna de sus propiedades más destacadas

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1.2. Clasificación de las Rocas Sedimentarias

Los sedimentos se subdividen en tres categorías principales:

• Sedimentos clásticos o detríticos. Comprenden partículas de varios tamaños que


son transportadas en suspensión por el viento, el agua o el hielo. La arena o el limo
son ejemplos de sedimento clástico.

• Sedimentos químicos o precipitados. Son aquellos generados como resultado de


la precipitación directa a partir de una solución acuosa. Las rocas evaporíticas,
como por ejemplo, las formaciones de yeso, son ejemplo de precipitados químicos.

• Los sedimentos orgánicos o biogénicos son el resultado de la acumulación o


precipitación inducida por agentes biológicos. Muchos organismos (p. Ej.
foraminíferos marinos, algas, briozoos, etc.) provocan la precipitación de calcita de
forma que generan fangos carbonatados. También pueden existir fangos de
composición silícica de origen biogénico (p. Ej. las tierras de diatomea o Trípoli por
la acumulación de los exoesqueletos de dichas algas o los fangos de radiolarios, que
son un tipo de microorganismo acuático).

Sedimento y
Grupo Clase Compactada Criterios de subdivisión
tamaño textural
Bloques Según la forma de los
cantos: • Génesis
Ruditas • Conglomerado • Composición de los
Grava
(2 – 256 mm) Cantos (redondeados) cantos
• Brecha
(angulosos)
ROCAS DETRÍTICAS

Arena muy Gruesa


(1 – 2 mm)
Arena Gruesa
(0.5 – 1 mm) • % de cuarzo, feldespatos
Arenitas Arena Media y líticos
Arenisca
0.0625 – 2 mm) (0.25 – 0.5 mm) • % de matriz detrítica
Arena Fina • Génesis
(0.125 – 0.25 mm)
Arena muy Fina
(0.0625 – 0.125 mm)
Limo
Lutitas Limolita
(0.0625 – 0.004 mm)
< 0.0625 mm
Arcilla Arcillita

Tabla 1. Clasificación de conjunto de las rocas sedimentarias detríticas y no detríticas, de acuerdo con Pettijohn
(1957), Krumbein y Sloss (1963), Rastall (1965) y Vatan (1967). Las clases marcadas con un asterisco suponen
más del 99 % del total de rocas sedimentarias

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Grupo Clase Criterios de subdivisión
• Composición
Rocas Carbonatadas
ROCAS NO DETRÍTICAS • Textura
Evaporitas • Composición
Rocas Silíceas • Génesis
(de origen orgánico o químico; p. Ej. Chert, Trípoli, etc.) • Composición
Rocas Alumino-Ferruginosas • Génesis
de origen químico (p. Ej. Bauxita) • Composición
Rocas Organóganas • Composición
(p. Ej. turba, lignito, hulla, etc.) • Textura y estado físico
• Textura y estructura
Rocas Fosfatadas
• Génesis

Tabla 1. Continuación

Tamaño de los clastos Sedimentos Parcialmente litificada Litificada


CaCO3 biogénico
Fango Ooze calizo Creta Micrita
Arena Calcarenita
Lumaquela
Grava Coquina Rudita
SiO2 biogénico
Fango Ooze silíceo Chert
Arena
No existen
Grava

Tabla 2. Clasificación de las rocas y sedimentos con fragmentos biogénicos carbonatados o silíceos

Contenido en C Roca
Alto Carbón antracítico
Carbón bituminoso (Hulla)
Medio
Lignito
Bajo Turba

Tabla 3. Clasificación de las rocas carbonosas, de acuerdo con su contenido en carbono orgánico

Figura 12. Clasificación de los sedimentos en función de su origen (detrítico, orgánico o volcánico)

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Los sedimentos se clasifican de diversa manera, como por ejemplo, de acuerdo con su
origen, granulometría y composición mineralógica de las partículas que lo componen.

La mayor parte de los sedimentos son el resultado de la meteorización y erosión que


afecta a rocas preexistentes, a través de distintos procesos físicos y químicos. Una vez
generados, los sedimentos son transportados por acción de agentes sedimentarios tales como
el viento, el agua o el hielo, hasta lugares donde se acumulan, es decir, cuencas de
sedimentación.

La naturaleza de un sedimento queda determinada por el grado de meteorización que


ha sufrido, así como por la distancia y tipo de transporte. Algunos sedimentos pueden ser el
resultado de la meteorización sin que se llegue a producir su transporte (p. Ej. lateritas sin
embargo otros pueden ser desplazados distancias de miles de kilómetros a contar desde el
punto de su generación.

Los agentes de transporte sedimentario, el viento, el agua y el hielo, generan


sedimentos con características distintivas, tales como el grado de abrasión de las partículas o el
de ordenación

La granulometría es un factor importante a la hora de determinar muchas propiedades


físicas de las rocas, entre ellas su resistencia, porosidad, permeabilidad, densidad, etc. De
acuerdo con ella, se da nombre también a las rocas sedimentarias clásticas.

La forma de las partículas sedimentarias constituye, asimismo, un importante atributo


de los sedimentos. Existen muchos términos descriptivos que pueden ser aplicados a la forma
de las partículas. De esa manera, la forma inicial de cualquier partícula está relacionada con la
mineralogía: los filosilicatos tienden a ser laminares, los feldespatos tabulares mientras que el
cuarzo tiende a ser equidimensional. Otras formas, tales como elipsoidales, cilíndricas o
esféricas suelen ser el resultado directo de procesos de abrasión.

El agua es el medio de transporte más efectivo y responsable del redondeo de las


partículas sedimentarias. La abrasión eólica también puede conducir a ese tipo de forma. El
transporte por el hielo puede llevar partículas a lo largo de grandes distancias sin producir
modificaciones significativas en su forma.

La resistencia mecánica de un medio granular depende de la fricción entre las


partículas que lo constituyen. En general, las partículas angulosas y con baja esfericidad
tienden a movilizar una mayor fricción que las redondeadas. Por otro lado, las partículas
redondeadas o esféricas tienden a presentar un mayor grado de empaquetamiento, dando lugar
a sedimentos más densos.

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Término aplicado a la Término aplicado a la
Aspecto de la partícula Aspecto de la partícula
forma de la partícula forma de la partícula

Cilíndrica Elipsoidal

Discoidal Equidimensional

Esférica Irregular

Tabular

Tabla 4. Denominación de las partículas sedimentarias de acuerdo con su morfología, de acuerdo con Krumbein
y Sloss (1955)

Partículas
con alta
esfericidad

Partículas
con baja
esfericidad
Muy Bien
Angulosa Subangulosa Subredondeada Redondeada
angulosa redondeada

Tabla 5. Denominación de las partículas sedimentarias en función del su grado de redondeo y esfericidad, según
Powers (1953)

Las rocas sedimentarias clásticas se clasifican de acuerdo con la granulometría de las


partículas (o clastos) que, una vez cementadas, dan lugar a la roca en cuestión.

Diámetro de
Nombre Litología
la Partícula (mm)
> 256 Bloque Conglomerado de grano muy grueso
64 − 256 Canto Conglomerado de grano grueso
2 − 64 Grava Conglomerado
2 − 0.6 Arena Gruesa Arenisca gruesa
0.6 − 0.2 Arena Media Arenisca media
0.2 − 0.06 Arena Fina Arenisca fina
0.06 − 0.002 Limo Limolita
< 0.002 Arcilla Lutita o Arcillita

Tabla 6. Clasificación granulométrica de los sedimentos y nombre que reciben las rocas formadas por sedimentos
clásticos de igual tamaño

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Tamaño de
Descripción Litología
Partícula
Conglomerado
Grava Fragmentos de roca redondeados
(pudingas)
Grava Fragmentos de roca angulosos Brecha
Entre los componentes minerales predomina el cuarzo. Los granos
son visibles a menudo muy bien empaquetados. Muchas veces es
Arena Arenisca
posible reconocer estructuras sedimentarias, como la estratificación
cruzada
Arena Arenisca con un contenido en granos de feldespato superior al 25 % Arcosa
Entre los componentes minerales predomina el cuarzo. Los granos
Limo son difícilmente visibles si bien al tacto presenta una sensación Limolita
áspera
A menudo, capas potentes >1cm. No se distinguen partículas.
Pueden llegar a observarse grietas poligonales. Su composición Lutita ó
Arcilla
mineralógica se caracteriza por la presencia de minerales de la arcilla Arcillita
y cuarzo de grano muy fino
Fango compactado, laminado y fisible (se separa en láminas muy
Arcilla Pizarra
finas)

Tabla 7. Relación de los principales tipos de litología clástica y sus características

Figura 13. Clasificación de los sedimentos detríticos clásticos de Sheppard (1954)

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Materiales limo-arcillosos
Clasificación General Materiales granulares (más del 35 % pasa
el tamiz nº 200)
A-1 A-2 A-7
Grupo A-3 A-4 A-5 A-6 A-7-5
A-1a A-1b A-2-4 A-2-5 A-2-6 A-2-7
A-7-6
Tamizado (% que pasa)
2.00 mm (nº 10) 50 max
0.425 mm (nº 40) 30 max 50 max 51 max
0.075 mm (nº 200) 15 max 25 max 10 max 35 max 35 max 35 max 35 max 36 min 36 min 36 min 36 min
Características de la
fracción pasa el
tamiz nº 40 (0.425 mm)
Límite líquido 40 max 41 min 40 max 41 min 40 max 41 min 40 max 41 min
Índice de plasticidad 6 max N.P. 10 max 10 max 11 min 11 min 10 max 10 max 11 min 11 mina
Constituyentes
Fragmentos de Grava arenosa,
más frecuentes Arena Suelos Suelos
roca, grava limosa
(en cantidades fina limosos arcillosos
y arena o arcillosa
significativas)
Calificación general Materiales excelentes a buenos Materiales aceptables a malos

Tabla 8. Clasificación de suelos y mezclas suelo-árido de la AASHTO. El índice de plasticidad del subgrupo
A-7-5 es igual o menor a (LL−30) mientras que el del A7-6 es mayor que (LL−30)

Figura 14. Clasificación de los sedimentos detríticos de acuerdo con su granulometría, según diversas clasificaciones frecuentemente empleadas en geotecnia

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La resistencia de la roca cementada es una propiedad ingenieril de gran importancia.
Por ejemplo, las cuarzoarenitas bien cementadas pueden ser extremadamente resistentes si
bien su comportamiento puede ser friable (poco resistente) cuando la cementación sea mala o
inexistente. Las limonitas, lutitas y pizarras son, en general, rocas poco resistentes debido a la
presencia de partículas laminares arcillosas, las cuales la proveen de una baja resistencia al
corte.

Los conglomerados y areniscas poseen un relativamente elevado índice de poros. Son


rocas importantes desde el punto de vista económico dado que suelen constituir buenos
acuíferos para el abastecimiento de agua o rocas-almacén de petróleo o gas natural.

Figura 15. Clasificación de Pettijohn (1957) para las rocas sedimentarias detríticas

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Granulometría de
Milímetros (mm) Micrómetros (µm) φ Litología
Wentworth (1921)
4096 −12.0 Bloque
256 −8.0 Canto
Grava Conglomerado / Brecha
64 −6.0 Grano
4 −2.0 Gránulo
2.00 −1.0 Arena muy gruesa
1.00 0.0 Arena gruesa
1/2 0.50 500 1.0 Arena media Arena Arenisca
1/4 0.25 250 2.0 Arena fina
1/8 0.125 125 3.0 Arena muy fina
1/16 0.0625 62.5 4.0 Limo grueso
1/32 0.031 31 5.0 Limo medio Limo Limonita
1/64 0.0156 15.6 6.0 Limo fino
1/128 0.0078 7.8 7.0 Limo muy fino
1/256 0.0039 3.9 8.0 Arcilla Fango Arcillita o Lutita
0.00006 0.06 14.0

Tabla 9. Clasificación granulométrica de las rocas detríticas, de acuerdo con las definiciones de Wentworth
(1921)

Las rocas sedimentarias químicas se clasifican de acuerdo con los minerales


precipitados predominantes que constituyen la roca así como por su textura. Se forman como
resultado de la precipitación directa a partir de una solución acuosa.

Nombre de
Textura Composición
Roca
Fragmentos de calcita y cemento calcítico. Color blanco, gris o
Clástica azulado. Reacciona con intensidad en contacto con HCL Caliza
diluido
Oolitos de calcita (redondeados) y cemento calcítico. Puede Caliza
Clástica
estar parcialmente dolomitizada. oolítica
Fragmentos de calcita y cemento calcítico parcialmente Caliza
Clástica
transformado en dolomita. Reacciona con HCl diluido dolomítica
Roca carbonatada casi totalmente transformada en dolomita.
Clástica A menudo de tonalidades amarillentas o rosadas. Reacciona de Dolomía
forma poco aparente con HCl diluido
Cristalina Cristales cúbicos de halita formando un entramado Sal
Cristales cúbicos de halita y silvita, a veces mezclados con Potasa,
Cristalina
carnalita Silvina
Cristales de yeso de morfología variable de color, a menudo,
Cristalina Yeso
blanco o gris claro

Tabla 10. Relación de las características más destacables de los principales tipos de rocas químicas

Las rocas sedimentarias orgánicas o biogénicas son el resultado de procesos de tipo


biológico. Pueden ser acumulaciones clásticas de fragmentos de esqueletos de organismos (el
caso de muchas calizas), precipitados catalizados biológicamente (como en muchas rocas

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ferruginosas y fosfatadas), la acumulación de detritus vegetales (rocas carbonosas o carbón) o
a partir de organismos silíceos (p. Ej. chert).

Existen tres tipos de rocas sedimentarias cuya importancia, dado el volumen con el que
se encuentran en la corteza terrestre, merece la pena ser destacada: las lutitas (y pizarras), las
areniscas y las calizas. Todas ellas están mayoritariamente compuestas por un muy limitado
número de minerales.

Mineral % en lutitas % en areniscas % en calizas


Cuarzo 32 70 4
Feldespato 18 8 2
Minerales de la arcilla 34 9 1
Calcita y Dolomita 8 11 93
Óxidos de Hierro 5 1 −

Tabla 11. Abundancia de distintos minerales en tres de los tipos litológicos sedimentarios principales

Figura 16. Clasificación simplificada de Vatan (1967) para las rocas sedimentarias intermedias entre lutitas,
arenas y carbonatos. Notas: C = calizas; C.a. = caliza arenosa; C.m. = caliza margosa; C.a.l. = Caliza arenosa
lutítica; C.l.a. = Caliza lutítico arenosa; A.c. = arena calcárea; A.l. = arena lutítica; A. = arena; A.c.l. = arena
calcárea lutítica; A.l.c. Arena lutítico calcárea; L.m. = lutita margosa; L.c.a. = lutita calcáreo arenosa; L.a. lutita
arenosa; L. = lutita; El término lutita pude ser reemplazado por el de arcilla o limo en la medida que se conozca
la granulometría del material. En el caso de materiales cementados, en lugar del término arena se empleará el de
arenisca. Cuando se trate de dolomías en lugar de calizas, se hará el cambio de nombre correspondiente

Textura Composición Litología


Clástica Acumulación clástica de fragmentos de concha Lumaquela (caliza)
Clástica Esqueletos microscópicos de cocolitofóridos Creta
Alterada Organismos microscópicos siliceous. Sílice recristalizada. Chert
Clástica Restos de plantas consolidados Carbón (s.l.)

Tabla 12. Algunos ejemplos de rocas sedimentarias orgánicas biogénicas

18
Figura 17. Clasificación de los sedimentos biogénicos en función de la proporción de partículas esqueléticas
carbonatadas o síliceas. 1) Fango carbonatado; 2) Fango carbonato-silícico; 3) Fango silícico-carbonatado; 4)
Fango silícico; 5) Ooze1 carbonatado arenoso/arcilloso/limoso; 6) Ooze carbonatado-silícico arenoso/limo-
arcilloso/arcilloso; 7) Ooze silícico-carbonatado arcilloso; 8) Ooze silícico arcilloso; 9) Ooze carbonatado con
arena/limo/arcilla; 10) Ooze carbonatado-silícico con arena/limo/arcilla; 11) Ooze silícico-carbonatado con
arena/limo/arcilla; 12) Ooze silícico con arena/limo/arcilla; 13) Ooze carbonatado; 14) Ooze carbonatado-silícico;
15) Ooze silícico-carbonatado; 16) Ooze silícico

Mudstone Wackestone Packstone Grainstone Boundstone Cristalina

Menos del Más del


10 % de granos 10 % de granos ‘Grain Los
No contienen
supported’ componentes
‘Mud supported’ fango y son
‘grain supported’ originales La textura
Contienen fango (carbonatos de estaban deposicional
tamaño de grano limo y arcilla) cementados no es
Los componentes originales no estaban entre sí reconocible
cementados entre sí durante la sedimentación

La textura deposicional es reconocible

Tabla 13. Clasificación simplificada de Dunham (1962) para las rocas carbonatadas

1
Sedimento no consolidado formado por más de un 30 % de partículas biogénicas, ya sean estas silíceas o
carbonatadas

19
Calizas autóctonas cuyos componentes
Calizas alóctonas cuyos componentes originales no estaban
originales estaban orgánicamente asociados
orgánicamente unidos en el momento de la sedimentación
durante la sedimentación
Más del 10 % de los Boundstone
Menos del 10 % de los componentes > 2 mm
componentes > 2 mm
Contiene fango carbonatado Sin fango
(micrita, < 0.02 mm) carbonatado
Estructura del sedimento
Estructura Por Por Por
soportado por el propio
del Estructura organismos organismos organismos
fango carbonatado
sedimento soportada por que actúan que forman que forman
(‘Mud supported’)
Estructura del sedimento soportada componentes como costras y un esqueleto
Menos del grandes
soportada por los granos por la matriz barrera cementan rígido
10 % de (‘Matrix (> 2 mm)
(‘Grain supported’)
granos (> Más del 10
supported’)
0.02 mm % de granos
hasta < 2
mm)

Mudstone Wackestone Packstone Grainstone Floatstone Rudstone Bafflestone Bindstone Framestone

Tabla 14. Clasificación completa de Dunham (1962), para las rocas carbonatadas

Rocas Aloquímicas Rocas Ortoquímicas


III (Calcita microcristalina
I (Cemento de calcita II (Matriz calcítica
Componente sin componentes
esparítica) microcristalina)
aloquímicos)

Intraclastos

Intraesparita Intramicrita Micrita

IV (Rocas arrecifales
Ooides
autóctonas)
Oosparita Oomicrita

Fósiles

Biosparita Biomicrita Biolitita

Calcita esparítica
Pellets

Pelsparita Pelmicrita
Calcita microcristalina

Tabla 15. Clasificación de Folk (1962) para las rocas carbonatadas

Los principales tipos de cemento que mantienen unidas las partículas de las rocas
sedimentarias son la calcita, diversas formas de sílice y los óxidos de hierro. La presencia de
óxidos de Fe en muy pequeña cantidad puede ser suficiente para conferir a muchas rocas
sedimentarias una tonalidad pardo-rojiza, anaranjada o verdosa. Por otro lado, muchas rocas

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sedimentarias de grano fino, como las pizarras y lutitas suelen ser de tonalidades grisáceas a
negras. Las pizarras negras son un caso particular de lutita que contienen cantidades muy
elevadas de carbono de origen orgánico.

El proceso de la litificación de las rocas sedimentarias (las pizarras, entre ellas) no es


más que el resultado de la compactación, cementación y deshidratación parcial de fangos
húmedos. La compactación no es más que el resultado de la acumulación progresiva de los
sedimentos sobre otros previamente depositados, con el consiguiente incremento de carga
litostática. A medida que el contenido de agua se va viendo reducido de los poros, la solución
remanente en los mismos puede experimentar un incremento en su concentración, pudiendo
precipitar algún mineral que actuará como cemento entre las partículas. Durante el proceso de
expulsión del agua de los poros, las partículas laminares de arcilla sedimentadas tienden a
quedar reorientadas dando lugar a superficies aproximadamente planas y paralelas a la
orientación de las mismas (foliación).

El conjunto de procesos anterior tiene lugar dentro de lo que se denomina la diagénesis


de las rocas sedimentarias.

Figura 18. Proceso de compactación y litificación en una roca arcillosa, desembocando en la formación de una
pizarra

El proceso de disminución de volumen y expulsion de agua de los sedimentos recibe el


nombre de consolidación. Si el fluido no puede ser expelido de los sedimentos, estos pueden
permanecer no consolidados. La velocidad de consolidación está controlada de forma muy
eficiente por la permeabilidad de los sedimentos. De esa manera, tanto la porosidad (es decir,
una medida de la proporción de huecos que presente un sedimento) como la permeabilidad se
ven drásticamente reducidas al producirse la consolidación y cementación de los sedimentos.

Los sedimentos clásticos muestran una amplia variedad de estructuras sedimentarias


cuya interpretación ayuda a descifrar factores tales como el origen y el ambiente deposicional
de los sedimentos o el techo y la base de los mismos (criterio de polaridad sedimentaria).

21
Estructura Estructura
Ejemplo Ejemplo
Sedimentaria Sedimentaria

Laminación /
Granoclasificación
Estratificación

Laminación Cruzada/ Flute Marks


Ripples (Vórtices)

Tool Marks - Groove Cast


Imbricación (Marcas de Arrastre -
Acanaladuras)

Burrows
Estromatolitos
(Bioturbación)

22
Estructura Estructura
Ejemplo Ejemplo
Sedimentaria Sedimentaria

Mud Cracks Rain Drops


(Grietas de Desecación) (Gotas de Lluvia)

Load Cast
(Marcas de Moldes de Cristales
Compactación)

Tabla 16. Algunos tipos de estructura sedimentaria

23
La estratificación planar, desde el punto de vista diagnóstico, ofrece poca información
si bien las trazas de actividad orgánica (p. Ej. burrows u otras bioturbaciones) pueden
constituir criterios de polaridad y de tipo de ambiente sedimentario.

Las laminaciones cruzadas ofrecen una clara indicación sobre la polaridad de los
estratos ya que su techo se encuentra truncado por los flujos de sedimento posteriores. La
orientación de las laminaciones da información también sobre la dirección y sentido de las
corrientes (acuáticas o aéreas) responsables del transporte de los sedimentos.

Las capas con evidencias de ripple-marks (ondulaciones) muestran el efecto de oleaje


(fluvial o marino somero) y su cresta apunta hacia los sedimentos más modernos.

La imbricación de cantos suelen desarrollarse en ambientes donde prima el transporte


de sedimentos en ambientes más o menos energéticos (en función del tamaño y densidad de
los bloques transportados). Suele presentarse en sedimentos donde abundan las conchas fósiles
o de cantos de hábito tabular. Pueden emplearse como indicadores de dirección y sentido de
corrientes.

Muchos sedimentos suelen presentar una ordenación en el tamaño de grano de sus


partículas que se denomina granoclasificación. La granoclasificación positiva se corresponde
con una disminución progresiva del tamaño de grano hacia el techo de los estratos mientras
que en la negativa sucede lo inverso. Si bien la granoclasificación positiva es la más frecuente,
al existir también la negativa, constituye un criterio de polaridad ambiguo. Sin embargo, los
sedimentos gradados reflejas pulsos de sedimentación individuales cuya periodicidad temporal
puede ser muy variable.

Por ultimo, las estructuras sedimentarias de relleno de canales proveen con


indicaciones relativas a la polaridad de los estratos y a la dirección y sentido de la corriente de
agua responsable de los rellenos. Este tipo de estructura es característico de ambientes
fluviales.

La habilidad de las rocas para almacenar fluidos (porosidad) así como para
transmitirlos a través suyo (permeabilidad) son otras dos propiedades de un considerable
interés, tanto económico como ingenieril. Los sedimentos, en el momento de su deposición,
son extremadamente porosos, ocupando los poros (espacios huecos) un volumen muy
importante en relación al volumen del propio sedimento.

24
Figura 19. Los distintos componentes granulométricos y texturales propios de las rocas sedimentarias detríticas

Si el espacio ocupado por los poros es rellenado por otros sedimentos de menor tamaño
de grano, tanto la porosidad como la permeabilidad pueden verse reducidas drásticamente. De
esa manera, las arenas limpias (desprovistas de limo y arcilla) constituyen magníficos acuíferos
y rocas almacén. Sin embargo, las arenas sucias (con limo y arcilla) presentan la porosidad
parcialmente taponada por las partículas más finas.

25
Ambiente Características Estructuras
Organismos Sedimento Litología
Deposicional Ambientales Sedimentarias
Grava, arena y Laminaciones cruzadas,
Corrientes de agua de
Plantas y fango con granoclasificación, ripple Conglomerados
Cauce alta o baja energía.
animales de clasificación y marks, mud cracks, restos Areniscas
fluvial Sequía eventual.
agua dulce angulosidad fósiles de animales y Lutitas
Oxidante
variable plantas
Avenidas de baja
Plantas y Laminación, ripple marks, Lutitas y
Llanura energía. Periodos de Arenas y fangos
animales de granoclasificación, fósiles Areniscas
aluvial sequía. Desarrollo de bien clasificados
agua dulce abundantes (Red Beds)
suelos. Oxidación
Plantas y
Delta Corrientes de agua. Arenas y fangos Fragmentos fósiles de Areniscas y
animales de
fluvial Mareas. Baja energía bien clasificados plantas y animales Lutitas
agua dulce
Avenidas relámpago Plantas y Gravas > arenas. Brechas
Cono de Fragmentos de plantas y
periódicas, Coladas animales Mala clasificación y sedimentarias
No marino

deyección animales fósiles


de fango. Alta energía terrestres elevada angulosidad Arcosas
Pequeños
Corrientes de viento Arenas bien Laminaciones cruzadas,
Duna insectos y
de energía variable. clasificadas y ripple marks, fósiles poco Areniscas
(eólica) reptiles. Plantas
Sequedad. Oxidante redondeadas abundantes
dispersas
Baja energía. Intensa Pequeños
Playa Evaporizas
evaporación. insectos y Mud craks, ripple marks,
(cuenca Evaporizas, fango Areniscas
Avenidas periódicas. reptiles. Pocas trzas de fósiles
endorréica) Lutitas
Sequedad plantas
Baja energía. Cuerpos Plantas y Fango, arena, Laminación, ripple marks, Lutitas
Lago de agua permanentes animales de sedimentos granoclasificación, fósiles Areniscas
someros o profundos agua dulce carbonatados abundantes Calizas
Plantas y
Gravas y arenas
Hielo. Roca desnuda. animales
Glaciar angulosas y mal Pocas Till
Frío dispersos y poco
clasificadas
abundantes
Grava, arena, Conglomerados
Oleaje de baja y alta Animales fango, sedimentos Ripple marks, laminaciones Areniscas
Playa energía. Mareas. marinos y no carbonatados bien cruzadas y abundantes Lutitas
Transición

Corrientes. Viento marinos clasificados y fósiles y fragmentos fósiles Calizas


redondeados Lumaquela
Plantas y
Lutitas (de color
Baja energía. Mareas. animales Laminación, ripple marks,
Lagoon Fangos verdoso a negro.
No muy oxidante marinos y no fósiles abundantes
No rojas)
marinos
Arenas, fango,
Oleaje (de baja a alta
Plantas y sedimentos Laminación, laminación Areniscas
Marino energía). Mareas.
animales carbonatados bien cruzada, ripple marks, Lutitas
somero Corrientes oceánicas
marinos clasificados y fósiles marinos abundantes Calizas
fuertes. Viento
redondeados
Gravas, arenas,
Marino

Oleaje (de baja a alta Brechas


Plantas y fango, sedimentos
energía). Mareas. carbonatadas
Arrecife animales carbonatados con Fósiles marinos abundantes
Corrientes oceánicas Areniscas
marinos clasificación
fuertes. Viento Lutitas
variable
Baja energía. Plantas y Lutitas
Marino Fango, carbonatos y
Corrientes de variable animales Fósiles marinos abundantes Calizas
profundo oozes silíceos
intensidad marinos Chert

Tabla 17. Relación de los principales tipos de ambiente sedimentario con sus propiedades, sedimentos y litologías
asociadas

26
1.3. Clasificación de las Rocas Metamórficas

La mayor parte de las rocas metamórficas son el resultado de la recristalización de


otras rocas de naturaleza ígnea, sedimentaria o metamórfica bajo la acción de cambio en la
presión, temperatura o en los fluidos intersticiales.

El límite inferior del metamorfismo está poco definido y coincidiría con el máximo
alcanzado durante la diagénesis (de 150 a 200 ºC) mientras que el límite superior coincide con
la fusión de las rocas o anatexia. Al producirse la fusión (total o parcial) se genera un fluido
geológico denominado magma, cuya cristalización conduce a la formación de los distintos
tipos de roca ígnea vistos con anterioridad.

Los distintos tipos de roca metamórfica son determinados por la roca precursora (o
protolito) y, de forma determinante, por las condiciones de presión y temperatura a la que se
desarrolla el proceso.

En general, los efectos principales que el metamorfismo ocasiona en las rocas son las
siguientes:

• Crecimiento de nuevos minerales


• Deformación y rotación de granos minerales preexistentes o neoformados
• Recristalización de minerales para formar cristales mayores
• Producción de rocas frágiles y muy resistentes o anisótropas con una baja
resistencia al corte.

Figura 20. El desarrollo preferente de los cristales durante el metamorfismo da lugar a las texturas foliadas. Estas
no reflejan más que el crecimiento cristalino dentro de un campo de esfuerzos anisótropo

Las condiciones metamórficas son determinantes a la hora de la generación de las


distintas rocas metamórficas si bien la litología implicada en el proceso es otro factor digno de
ser considerado. De esa manera, dos rocas de idéntica composición mineralógica y química, al
ser sometidas a condiciones metamórficas distintas pueden desembocar en rocas metamórficas
muy distintas. Por el contrario, dos rocas inicialmente muy distintas pueden resultar en rocas
metamórficas muy parecidas, bajo condiciones metamórficas distintas. Estas dos ideas son la
base de estudio de las denominadas facies metamórficas.

27
El metamorfismo suele dividirse en varios tipos, de acuerdo con el proceso dominante
cuando éste tiene lugar. De esa manera se hable de:

Dinamometamorfismo. Cuando los procesos deformativos son importantes y van


acoplados a las variaciones de P/T. Tiene un significado similar al que más tarde
denominaremos metamorfismo regional.

Termometamorfismo. Cuando el proceso metamórfico dominante es la variación


de temperatura y las manifestaciones deformativas son poco importantes. Tiene un
significado análogo al que más tarde denominaremos metamorfismo de contacto.

Pirometamorfismo. Es un tipo especial de termometamorfismo en el que los


gradientes térmicos pueden llegar a ser extremos, como es el caso de la combustión
a baja presión de formaciones carbonosas (y la consecuente formación de clinkers).

Ultrametamorfismo. Un tipo extremadamente excepcional de metamorfismo en el


que se asocian muy elevadas presiones y temperaturas. Suele corresponder a las
condiciones que se dan durante un impacto meteorítico y la consiguiente liberación
brusca de energía.

El metamorfismo isoquímico es aquél proceso metamórfico en el que la composición de


la roca metamorfizada permanece constante a lo largo de los procesos metamórficos, con la
excepción de la pérdida de volátiles (H2O y CO2, en especial). Por el contrario en el
metamorfismo aloquímico o metasomatismo la composición original no se preserva y distintos
componentes del protolito pueden ser eliminados o ser incorporados nuevos componentes
químicos. Los skarns son ejemplo de dicho tipo de proceso.

Las rocas metamórficas se dividen en dos grandes grupos, de acuerdo con las
condiciones P/T de formación:

Rocas metamórficas regionales. Son el resultado de procesos metamórficos


acoplados a otros deformativos que tienen lugar durante la orogénesis o formación
de cordilleras. De esa forma, reflejan importantes variaciones de presión.

Rocas metamórficas de contacto. Resultado del desarrollo de importantes gradients


térmicos en los márgenes de las intrusiones ígneas.

Figura 21. Relación existente entre los cuerpos ígneos intrusivos y el metamorfismo de contacto

28
Otra subdivisión frecuentemente aplicada a las rocas metamórficas se basa en la
textura que presentan. Así, el tipo de roca metamórfica queda determinado por su protolito y
las condiciones P/T, distinguiéndose:

Rocas no foliadas. No presentan una orientación preferente en sus componentes


minerales.

Rocas foliadas. Los componentes minerales presentan una acusada orientación


manifestada a través de lineaciones o bandeados.

Figura 22. Desarrollo de foliaciones y lineaciones a partir de minerales de hábito tabular o prismático
durante los procesos metamórficos. En ausencia de anisotropías en el campo de esfuerzos, los minerales
tienden a crecer sin orientación preferida (es decir, sin desarrollar foliaciones) mientras que cuando el
campo de esfuerzos es anisótropo (casos B y C) los minerales se desarrollan de acuerdo con la
orientación de las componentes principales del esfuerzo

Tipo de Metamorfismo
Textura Litología Protolito
Carácter Grado
Laminada, mate Pizarra Regional Bajo Pizarra ó Lutita
Grano
Satinada,
Fino Filita Regional Pizarra ó Lutita
Foliada

laminada Medio
Laminada Esquisto Regional Pizarra ó Lutita
Grano
Pizarra, Lutita ó
Grueso Bandeado Gneiss Regional Alto
Granitoide
Corneana ó
Masiva Contacto Alto Pizarra ó Lutita
Grano Cornubianita
Fino Regional o Medio a
No Foliada

Masiva Anfibolita Basalto ó Margas


Contacto Alto
No reacciona Contacto ó Bajo a Arenisca rica en
Cuarcita
Grano con HCl Regional Alto cuarzo
Grueso Reacciona con Contacto ó Bajo a
Mármol Caliza ó Dolomía
HCl Regional Alto

Tabla 18. Relación de los principales tipos de roca metamórfica así como otros datos relevantes a las mismas

29
El número de rocas metamórficas relevantes desde el puntos de vista ingenieril es
relativamente escaso. Las rocas de metamorfismo de contacto se caracterizan por su marcada
recristalización y porque raramente presentan foliación. Las pizarras afectadas por la inmediata
intrusión de un cuerpo ígneo se transforman en unas rocas de grano fino masivas y muy
resistentes denominadas corneanas (o cornubianitas). Las rocas carbonatadas, en un proceso
isoquímico, se transforman en mármoles (si el protolito está constituido por calcita pura) o en
corneanas calcosilicatadas (si el protolito contiene silicatos). Sin embargo, bajo un
metamorfismo aloquímico, las calizas se transforman en skarns, mediante la incorporción de
importantes cantidades de sílice y otros elementos químicos.

A medida que aumenta el grado metamórfico, nuevos minerales pueden formarse. Los
minerales presentes en las rocas metamórficas son indicadores de las condiciones P/T a la que
esta dejó de transformarse. Así, el grado metamórfico viene a ser una escala de intensidad
metamórfica que emplea indicadores minerales como geotermómetros y geobarómetros.

Por ejemplo, la secuencia pizarra filita esquisto gneiss es una secuencia de rocas
metamóficas de grado creciente y cuyos minerales indicadores asociados podrían ser la clorita,
la biotita y el granate. Así, la transición desde el grado de la clorita (isograda) a la de la biotita
determina la primera aparición sobre el terreno del segundo de estos minerales.

Figura 23. Representación esquemática del concepto de las facies e isogradas metamórficas, de acuerdo con el
grado metamórfico y la litología implicada en el proceso

30
Figura 24. Temperaturas aproximadas de formación de diversos minerales metamórficos importantes

El concepto de las facies metamórficas es una más sofisticada extensión del concepto
de grado metamórfico a fin de incluir en el mismo tanto la presión (información
geobarométrica) como la temperatura (información geotermométrica) a fin de obtener
información de las rocas metamórficas. Así, los minerales indicadores se agrupan para formar
asociaciones minerales que caracterizan una región particular del espacio P/T.

Figura 25. Distribución de las principales facies metamórficas en el espacio presión-temperatura

31
2. Discordancias

Entre los acontecimientos geológicos que tienen mayor importancia y que ayudan
mucho a datar estructuras y/o períodos de movimiento estructural, hay que destacar la
discontinuidad sedimentaria o discordancia. La discordancia es una superficie de erosión o de
no-deposición que separa rocas más modernas (arriba) de rocas más antiguas (abajo). Existen
varios tipos de discordancia, las cuales han sido resumidas en la figura 26. Una discordancia
angular se caracteriza por la existencia de un plano de separación entre dos series de
materiales o estratos no paralelos (Figura 26a). Una disconformidad está caracterizada por una
superficie de discontinuidad marcada e irregular entre dos familias de estratos, a grandes rasgos
paralelos (Figura 26b). Los hiatos sedimentarios o paraconformidad corresponden a superficies
que evidencian un periodo de no-sedimentación en ausencia aparente de erosión; En algunas
circunstancias, es difícil reconocer esas superficies de discontinuidad sin un detallado análisis
paleontológico, geoquímico, etc. (Figura 26c). Por último, discontinuidad heterolítica o no-
conformidad corresponde con una situación en la que el plano de discontinuidad erosiva
separa rocas estratificadas de otras que no lo están (por ejemplo, rocas ígneas; Figura 26d).

La facilidad para el reconocimiento de discordancias en mapas geológicos depende de


su propia naturaleza. Así, las heterolíticas y angulares se caracterizan por la aparición de
eventuales puntos triples donde se ponen en contacto tres litologías distintas. En el caso de las
disconformidades, el análisis de isohipsas nos pondrá en evidencia variaciones entre las
direcciones de capa entre el techo y la base de una determinada formación geológica. Por
último, en el caso de las paraconformidades, habremos de analizar la secuencia temporal de
materiales a fin de identificar posibles pérdidas de secuencia (lagunas o hiatos estratigráficos).

Figura 26. Principales tipos de discordancia entre formaciones geológicas. a) Discordancia angular; b)
disconformidad; c) paraconformidad; d) discordancia heterolítitca o no-concordancia. Fuente: Ragan, D.M.
(1973) Structural Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208

3. Tectónica

3.1. Pliegues

3.1.1. Elementos Geométricos que Describen un Pliegue y Otras Definiciones

Pliegue (Fold): Curvatura desarrollada sobre una superficie planar (estratos, cualquier
tipo de foliación, etc.) como resultado de la actuación de esfuerzos. Dichos esfuerzos
pueden tener un origen tectónico o gravitatorio.

Cresta (Crest): Punto del pliegue que se encuentra a mayor cota topográfica.

32
Seno o Valle (Trough): Punto del pliegue que se encuentra a menor cota topográfica.

Longitud de onda (Wavelength): Distancia que separa dos crestas o dos valles
consecutivos en una superficie plegada.

Punto de inflexión (Inflection point): Punto en los flancos de un pliegue en el que la


curvatura de la superficie plegada pasa de cóncava a convexa o viceversa.

Superficie o Plano medio (Median surface): Plano o superficie que une los puntos de
inflexión de una superficie plegada.

Amplitud (Amplitude): Distancia que separa los puntos de inflexión de la cresta o


valle de una superficie plegada, medida de forma perpendicular a su superficie media.

Figura 27. Elementos geométricos de un pliegue. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

Figura 28. Elementos geométricos de un pliegue y tipo de pliegue de acuerdo con la longitud de sus flancos.
Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures Through Maps; Longman Scientific and
Technical, 176 pp.

33
Charnela y Zona de Charnela (Hinge): Alineación de puntos dentro de una superficie
plegada que han experimentado la máxima deformación. La zona de charnela es la
región inmediatamente adyacente a la línea de charnela.

Flanco (Limb): Zonas adyacentes a la zona de charnela y que, comparativamente, han


experimentado una deformación mucho menor, llegando a ser incluso nula en los
puntos de inflexión.

Eje de un Pliegue (Fold axis): Línea generatriz ideal de cualquier pliegue. Para un
pliegue cilíndrico, la revolución de una recta daría lugar a la generación del pliegue. De
esa manera, no tiene una localización específica en ningún punto del pliegue.

Plano o Superficie Axial (Axial surface): Superficie geométrica ideal que une las líneas
de charnela de distintas superficies plegadas, dentro de un pliegue.

Figura 29. Ángulo entre los flancos de un pliegue. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

34
Figura 30. Pliegue cilíndrico e indicación de sus elementos geométricos principales. Las superficies plegadas se
representan con la letra S mientras que S1 corresponde a la superficie axial. Con una trama punteada se indica la
localización de la zona de charnela y con otra rayada la de flanco. A la derecha, sección vertical del mismo
pliegue de acuerdo con el plano indicado a la izquierda. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F.
(1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

Figura 31. Elementos geométricos de un pliegue. Fuente: Ramsay, J.G. (1977) Plegamiento y fracturación de
rocas; Ed. Blume, 590 pp.

35
3.1.2. Clasificación de los Pliegues

3.1.2.1. De Acuerdo con la Forma y/o Edad de los Materiales

Anticlinal (Anticline). Pliegue, en general convexo hacia arriba, y en cuyo núcleo se


encuentran las rocas estratigráficamente más antiguas.

Anticlinorio (Anticlinorium). Estructura anticlinal compuesta de escala regional y


formada por pliegues laxos.

Antiforme (Antiform). Pliegue de morfología convexa hacia arriba pero del cual se
desconoce la edad (absoluta o relativa) de los materiales que se encuentran en el
flanco o en el núcleo.

Sinclinal (Syncline). Pliegue, en general cóncavo hacia arriba, y en cuyo núcleo se


encuentran las rocas estratigráficamente más modernas.

Sinclinorio (Synclinorium). Estructura sinclinal compuesta de escala regional y


formada por pliegues laxos.

Sinforme (Synform). Pliegue de morfología cóncava hacia abajo pero del cual se
desconoce la edad (absoluta o relativa) de los materiales que se encuentran en el
flanco o en el núcleo.

Figura 32. Definiciones de antiforme, sinforme, anticlinal y sinclinal, de acuerdo con un criterio de polaridad
(laminaciones cruzadas). Fuente: Ramsay, J.G. (1977) Plegamiento y fracturación de rocas; Ed. Blume, 590 pp.

36
Figura 33. Ejemplo de situación en la que la geometría de un pliegue observada en una escala local puede inducir
a pensar que se rata de otro tipo de estructura

3.1.2.2. De Acuerdo con la Naturaleza del Eje Axial (Geometría e Inclinación)

Cualquier superficie ondulada puede ser generada como resultado de la revolución de


una línea que se vaya desplazando respecto de un cierto origen de coordenadas. En el caso de
los pliegues, la línea de revolución se denomina eje del pliegue. En función de si la línea es
rectilínea o no lo es así como en función del ángulo que esta forma respecto de la horizontal,
podemos denominar los pliegues como:

Pliegues cilíndricos: Aquellos pliegues cuyo eje axial es horizontal y rectilíneo.

Pliegues cilíndricos con inmersión: Aquellos pliegues cuyo eje axial es rectilíneo pero
no horizontal.

Pliegues no cilíndricos: Aquellos en los que el eje axial es curvilíneo (careciendo de


significado, por tanto, el criterio de horizontalidad).

Figura 34. Relación entre tipo de pliegue y líneas estructurales (isohipsas). Observar la distinta traza de las
mismas en función del tipo de pliegue. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures
Through Maps; Longman Scientific and Technical, 176 pp.

37
Es interesante observar en la figura 33 la relación de las isohipsas con la superficie
plegada para cada uno de los tipos de pliegue. En el caso de los pliegues cilíndricos, las
isohipsas son un conjunto de rectas paralelas entre sí, mientras que en el caso de los pliegues
con inmersión y en los no cilíndricos las isohipsas pierden su carácter rectilíneo.

La traza de un pliegue con inmersión vista sobre un mapa describe una curvatura de
forma el buzamiento de la superficie plegada va cambiando progresivamente de orientación, de
acuerdo con un patrón de distribución que tiende a aproximarse a una semiesfera. La zona
donde las capas enraízan (se ‘hincan’ en el terreno) y en las que se da la circunstancia
anteriormente enunciada se denomina Terminación Periclinal.

Figura 35. Clasificación de pliegues de acuerdo con la geometría de la superficie plegada, resultado de distintos
tipos de eje.

Figura 36. Superficie curviplanar simple generada a partir de un eje de pliegue sinuoso (curvilíneo). Fuente:
Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley &
Sons, 208 pp.

Los pliegues cónicos son un tipo de pliegue cilíndrico con inmersión en los que el grado
de deformación de la superficie plegada varía con la distancia paralela al eje del pliegue.

38
3.1.2.3. De Acuerdo con la Potencia Ortogonal de las Capas Plegadas

Otro criterio comúnmente empleado para clasificar los pliegues tiene en cuenta un
parámetro geométrico importante denominado potencia ortogonal o real. Esta no es otra cosa
que la distancia que separa el plano superior e inferior de cualquier cuerpo rocoso
estratificado, medida perpendicularmente a ambos planos.

Figura 37. Modelo de generación de pliegues de tipo paralelo. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology.
An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

Cuando el espesor ortogonal de las capas plegadas permanece constante, el pliegue se


denomina paralelo (Figura 36). Sin embargo, cuando el espesor ortogonal de las capas es
variable, tenemos entonces los pliegues similares (Figura 38). En los pliegues similares es
frecuente que la zona de charnela vea su grosor incrementado mientras que la correspondiente
a los flancos se vea disminuida. Los mecanismos y entorno geotectónico de formación de cada
uno de los dos tipos de pliegue son diferentes (Figura 39).

Figura 38. Modelo de generación de pliegues de tipo similar. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology.
An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

39
Figura 39. Esquema teórico de la zonación estructural de la corteza terrestre y diferenciación de los distintos
dominios de acuerdo con el desarrollo de estructuras geológicas; en el nivel estructural superior predominarían
las estructuras de tipo frágil y gravitatorio (fallas y cabalgamientos), en el nivel medio las estructuras plegadas sin
esquistosidad; en el nivel inferior predominarían los pliegues por aplastamiento y desarrollo importante de
distintos tipos de foliación; por último, el límite inferior vendría determinado por la fusión de los materiales
corticales (anatexia). Fuente: Mattauer

Una característica geométrica que suele estar presente en los pliegues de tipo similar es
el desarrollo de planos de esquistosidad. Muchas veces los planos de esquistosidad se disponen
de forma paralela al plano axial de los pliegues. En ese caso, la esquistosidad se califica como
de plano axial.

Figura 40. Ejemplos de esquistosidad de plano axial. A la izquierda, de tipo convergente y a la derecha,
divergente (respecto del núcleo del pliegue). Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981)
Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

40
Figura 41. Esquistosidad de plano axial y refracción de la misma al atravesar unidades litológicas de distinta
competencia. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518
pp.

3.1.2.4. De Acuerdo con la Inclinación de la Superficie Axial

Otra forma relativamente frecuente de clasificar pliegues es de acuerdo con la


inclinación de su plano axial. En la figura 40 se presenta un resumen de los términos
empleados. De esa manera tenemos:

Pliegues rectos: El plano axial es vertical.

Pliegues en abanico: Los flancos pueden tener pendientes negativas (morfología en


champiñón) e individualizarse dos superficies axiales.

Pliegues inclinados: Cuando el plano axial está inclinado menos de 45º respecto de la
vertical.

Pliegues vergentes: Cuando el plano axial se inclina más de 45º respecto de la vertical.
El sentido de vergencia del pliegue es aquél correspondiente al ángulo agudo del plano
axial respecto de la horizontal.

Pliegues tumbados o recumbentes: Cuando la inclinación del plano axial del pliegue
está próxima a la horizontal. En muchas ocasiones los pliegues recumbentes pueden
fracturarse por el núcleo dando lugar a un pliegue-falla o a un cabalgamiento.

Figura 42. Clasificación de pliegues de acuerdo con la inclinación de su plano axial

41
3.1.2.5. De Acuerdo con el Ángulo de los Flancos

De acuerdo con la inclinación de los flancos, los pliegues pueden dividirse en:

Pliegues isoclinales: Cuando los dos flancos del pliegue buzan en el mismo sentido.

Pliegues monoclinales: Cuando uno de los dos flancos del pliegue está mucho más
desarrollado que el otro y pareciendo la estructura, por tanto, una serie monoclinal.

Pliegues simétricos: Cuando el plano axial del pliegue divide simétricamente el


pliegue en dos unidades especulares.

Pliegues asimétricos: Cuando el plano axial del pliegue no divide simétricamente el


pliegue en dos unidades especulares.

3.1.3. Relación entre Superficies Plegadas y Fallas

En procesos de deformación, las estructuras tectónicas difícilmente se encuentran


aisladas. De esa manera, los pliegues suelen ir asociados a otras estructuras frágiles, tal y como
queda ilustrado en la figura 43.

Figura 43. Bloque diagrama que representa las diferentes regiones de una estructura plegada concéntricamente.
En la parte superior de la misma predominan las estructuras de deformación distensivas mientras que en la parte
interna de los pliegues son compresivas. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología
Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

Tal y como observamos en la misma, dentro del contexto de una estructura plegada,
las fracturas de carácter distensivo se concentran hacia la parte superior de los anticlinales (y
en la inferior de los sinclinales) mientras que para las compresivas sucede lo contrario.

3.1.4. Simbología de Pliegues en Mapas Geológicos

En la figura 44 se resumen los principales tipos de símbolos que se emplean en


cartografía geológica para hacer referencia a pliegues. Debe hacerse notar que los símbolos

42
indicados corresponden al eje de un pliegue y en los mapas suelen localizarse en la zona
próxima a la línea de charnela del mismo. En el caso de que los pliegues sean fosilizados por
discordancias o que sean interceptados por fallas, la traza del eje del pliegue debe indicarse con
una línea discontinua (en el primer caso) o interrumpirla, en el segundo.

Figura 44. Símbolos correspondientes a pliegues a emplear en mapas geológicos

Hay que indicar, también, que en cortes geológicos no debe emplearse ninguno de los
anteriores signos al quedar naturaleza del pliegue puesta de manifiesto de forma evidente.

3.2. Fallas

Las fallas (fault) y diaclasas (joints) son las principales discontinuidades de origen
tectónico que aparecen en los mapas geológicos. Su origen suele estar asociado a episodios
geológicos de deformación, ya sean estos de tipo compresivo o distensivo. Su datación relativa
se efectúa de acuerdo al Principio de Intersección.

La diferencia más significativa entre falla y diaclasa es que en la primera existen


evidencias de movimiento relativo entre los bloques a ambos lados de la misma. En las
diaclasas (a menudo referidas como fracturas sin desplazamiento o, simplemente, juntas) no se
reconocen tales evidencias de movimiento.

Figura 45. a) Falla; b) zona de falla; c) zona de cizalla. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981)
Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

43
Uno de los indicadores de movimiento más importantes en planos de falla son las
propias estrías de falla (Figura 46 y 47), las cuales nos informan no solo del movimiento de los
bloques alrededor del plano de falla, sino de la propia dirección y sentido de movimiento.

Figura 46. Estrías desarrolladas sobre un plano de falla. Tanto los escalones como el recrecimiento de cristales de
cuarzo en los mismos nos da idea de la dirección y sentido de desplazamiento de los bloques a ambos lados de la
falla. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

Figura 46. Criterios de polaridad que nos indican el movimiento relativo de los bloques de falla y que pueden ser
observados, en circunstancias favorables, sobre su propio plano

Figura 47. El movimiento de las fallas puede conducir a la fragmentación de los bloques de falla a lo largo del
plano de ruptura dando la textura característica de una brecha de falla o bien, si la fragmentación es muy intensa
a la formación de una papilla de falla (o gouge) cuya granulometría puede ir desde arena a arcilla

44
Por motivos de espacio, en los mapas geológicos tan solo se representa la traza de las
principales fracturas de la región cartografiada, indicándose la presencia de diaclasas (y su
orientación) mediante símbolos geológicos adecuados.

3.2.1. Elementos Geométricos en Fallas

La figura 48 resume los elementos geométricos principales relativos a fallas. De forma


general, respecto del propio plano de falla se distinguen un bloque superior (hanging wall) y un
bloque inferior (foot wall) tomando como referencia cual de los dos descansa sobre la superficie
de discontinuidad apoya.

A la hora de considerar los movimientos de los bloques rocosos alrededor del plano de
falla es conveniente cuantificarlos a fin de obtener información precisa y de potencial utilidad
en el análisis de distintos problemas de campo. Para ello hemos de definir, a continuación,
algunos conceptos importantes.

Figura 48. Falla desplazando un plano de referencia. A la izquierda, A) Separación, B) Separación en dirección;
C) Separación según el buzamiento; A la derecha, diferentes orientaciones de la separación: 1) inversa-sinistra;
2) sinistra; 3) normal-sinistra; 4) normal; 5) normal-dextra. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

Figura 49. Terminología de los saltos de falla. Salto neto o total (sn); salto horizontal o en dirección (sd); salto
normal o según el buzamiento (sb). Observar que sn pertenece tanto a la horizontal como al plano de falla
mientras que sb y sn pertenecen tan solo al plano de falla. La componente del salto neto proyectado sobre la
horizontal recibe el nombre de salto neto proyectado (snp). A su vez, el salto la componente del salto normal,
proyectado en el plano vertical, recibe el nombre de salto vertical (sv) mientras que si se proyecta sobre la
horizontal es entonces el salto normal proyectado (snp). Los puntos P y P’ se encontraban superpuestos antes de
que la falla actuara. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega,
518 pp.

45
Figura 50. Igual situación a la de la figura anterior pero con un plano dislocado por efecto del juego de la falla. El
desencaje de un rasgo geológico por parte de una falla puede ser medido paralelamente a la dirección de
buzamiento de la falla (es decir, perpendicularmente a la dirección de capa de la falla), lo que da la separación
vertical aparente (sv) o separación en buzamiento (a). También puede ser determinado paralelamente a la
dirección de capa de la falla (separación horizontal o en dirección, b). Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y
Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

Falla (Fault). Superficie de discontinuidad deformacional a lo largo de la cual hay


evidencias de que se ha producido el desplazamiento apreciable de las masas rocosas
que la flanquean. El plano de falla es la propia superficie de la falla. La notación que se
utiliza para indicar la orientación de los planos de falla es igual que para el resto de
planos geológicos. Se denomina espejo de falla a la superficie pulimentada que se puede
identificar sobre el terreno como correspondiente al plano de una falla, pudiendo
presentar estrías o rayas que evidencian la dirección y, a veces, el sentido del
desplazamiento de los bloques.
Bloque o labios de la falla (Fault walls). Conjunto de materiales situados a cada lado
del plano de falla. Los bloques o labios de falla se adjetivan de acuerdo a su posición
respecto del plano de falla: bloque o labio superior (hanging wall) cuando están por
encima del mismo y bloque o labio inferior (foot wall) cuando están por debajo. También
se denomina bloque o labio levantado y bloque o labio hundido al conjunto de materiales
que ha experimentado un movimiento relativo ascendente y descendente,
respectivamente, de cada lado del plano de falla.
Separación (Separation). Distancia entre las dos trazas de un plano desplazado por una
falla, medida en el plano de falla. La separación en dirección (strike separation) es la
componente de la separación medida paralelamente a la dirección de capa de la falla.
La separación en buzamiento (dip separation) es la componente de la separación
medida perpendicularmente al rumbo de la falla. Otra medida del desplazamiento es la
separación estratigráfica, que es la mínima distancia entre los dos planos desplazados
por una falla, la cual se mide perpendicularmente a los mismos y no está
necesariamente contenida en el plano de falla.
Salto (Slip). Movimiento relativo sobre un plano de falla, medido desde un bloque de
la falla hasta el otro. Los movimientos de los bloques alrededor del plano de falla
pueden referirse de varias formas:

46
o Salto total, neto o real (net slip) representa la distancia de separación mínima
entre dos puntos que, antes de actuar la falla, eran adyacentes.
o Salto horizontal (strike slip) es la componente horizontal del salto real, medida
en el plano de falla y paralelamente a su rumbo.
o Salto normal o en buzamiento (dip slip) es la componente del salto real, medida
en el plano de falla perpendicularmente al rumbo del plano de falla.
o Salto vertical (vertical slip) es la componente vertical del salto real, medida en
el plano vertical.
o Salto total proyectado es la componente horizontal del salto real, proyectada
verticalmente sobre éste.
o Salto normal proyectado es la componente horizontal del salto normal,
proyectada verticalmente sobre éste.

Falla normal (Normal fault). Se dice que una falla es normal cuando el labio hundido
se puede también identificar como el bloque superior mientras que el levantado es el
bloque inferior.
Falla inversa (Inverse fault). Una falla es inversa cuando el labio hundido es el bloque
inferior, y el labio levantado el superior.
Falla de desgarre o en dirección (Strike fault). Es aquella en que el movimiento
dominante de los bloques alrededor del plano de falla se corresponde con el de la
componente horizontal del desplazamiento o salto horizontal.
Dextra y sinistra (Right slip – Left slip). Estos términos se aplican también para
caracterizar el movimiento de las fallas, en particular cuando existe una cierta
componente horizontal en él. Si nos posicionamos sobre un plano de falla de forma que
a nuestros pies, entre nuestras piernas, quede el propio plano de fractura, si la
componente horizontal del desplazamiento es hacia la derecha (en el sentido de
avance las agujas del reloj) la falla se denominará dextra o dextrógira, mientras que si es
hacia la izquierda (en el sentido contrario a las agujas del reloj) la falla será sinistra o
levógira.
Cabalgamiento o manto de corrimiento (Thrust fault). Se trata de un tipo de falla
inversa que, debido a la acción de empujes tangenciales, presenta un plano de falla de
escaso buzamiento y produce dislocaciones y desplazamientos de gran extensión.

Alóctono y autóctono (Allochthonous – Autochthonous). Desde el punto de vista


tectónico, el término alóctono indica el material geológico que ha sido transportado por
procesos tectónicos desde su lugar de origen. Autóctono indica el material geológico,
que aunque deformado, no ha sido sensiblemente transportado por procesos tectónicos
desde su lugar de origen. Se trata también de términos de aplicación relativa dado que
se utilizan a menudo por comparación.

47
3.2.2. Clasificación y Tipos de Falla

La clasificación de las fallas se realiza de acuerdo a cómo ha sido el movimiento


relativo de los bloques y respecto del buzamiento del propio plano de falla. Así, una falla
normal es aquella en la que el bloque superior ha sufrido un movimiento descendente respecto
al plano de falla mientras que en una falla inversa el movimiento relativo del bloque superior
ha sido en sentido ascendente.

Los términos falla normal y falla inversa son aplicables en tanto y en cuanto las
componentes principales de movimiento de los bloques alrededor del plano de falla están
contenidas en un plano vertical. Ahora bien, cuando el movimiento de los bloques posee una
cierta componente de movimiento contenida en el propio plano de la falla (componente ‘en
dirección’, por estar comprendido en la dirección del plano de falla) se acompaña a la
descripción del tipo de falla (normal o inversa) de un adjetivo que indica esa circunstancia.
Una falla se dice que es dextra (ó dextrógira) cuando el sentido de movimiento entre los
bloques es en sentido horario. De igual manera, la falla será sinistra (o levógira) cuando el
sentido de movimiento entre los bloques sea antihorario. Por último, cuando el movimiento de
la falla está comprendido principalmente en un plano horizontal, se dice que la falla es en
dirección (o de desgarre) y será levógira (sinistra) ó dextrógira (dextra) según sea el sentido de
movimiento de un bloque respecto al otro (antihorario u horario).

Figura 51. Principales tipos de falla. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures
Through Maps; Longman Scientific and Technical, 176 pp.

48
Figura 52. Clasificación de fallas de acuerdo con el cabeceo de sus estrías, tal y como son observadas sobre el
espejo de falla. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª
Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

El movimiento de los bloques alrededor del plano de falla puede que sea asimétrico,
conduciendo al desarrollo de fallas en tijera o pivotantes, como las representadas en la figura
53.

Figura 53. Tipos de falla rotacional. a) Falla en tijera; b) Falla pivotante. Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural
Geology. An introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

El caso particular de las fallas normales con plano curvo se conocen con el nombre de
fallas lístricas (Figura 54).

49
Figura 54. Falla rotacional cilíndrica (falla lístrica). Fuente: Ragan, D.M. (1973) Structural Geology. An
introduction to Geometrical Techniques, 2ª Ed.; John Wiley & Sons, 208 pp.

Por otro lado, aquellas fallas que se encuentran asociadas pero presentan sentidos de
buzamiento opuestos reciben el nombre de antitéticas (Figura 55d) mientras que si el
buzamiento es en el mismo sentido se denominan, entonces, sintéticas.

En macizos rocosos homogéneos, es relativamente frecuente el que se desarrollen


distintas familias de planos de fractura los cuales suelen guardar una relación geométrica
particular. Cuando encontramos fracturas relacionadas entre sí a través de un ángulo agudo de
unos 45º, esas familias de fracturas las denominaremos conjugadas (Figura 56). La orientación
de las familias de fallas conjugadas respecto del campo de esfuerzos guarda también una
estrecha relación, la cual se pone en evidencia en la figura 57.

Figura 55. Desarrollo de fallas lístricas (superficie de ruptura curvada) y distintos elementos geométricos de las
mismas. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological Structures Through Maps; Longman Scientific
and Technical, 176 pp.

50
Figura 56. Fracturas formadas experimentalmente (ensayo de compresión triaxial). Las fracturas indicadas como
a y b son fracturas de cizalla conjugadas. Las fracturas de tipo c son de distensión y resultado de la actuación de
una carga (σ1). Por último las de tipo d son también de extensión, pero generadas durante el proceso de descarga
como resultado del relajamiento de tensiones. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981)
Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

Figura 57. Planos de falla conjugados generados ante distintas orientaciones del campo de esfuerzos. Arriba a la
izquierda, el esfuerzo principal (σ1) es vertical mientras que en los otros casos es horizontal. Arriba, a la izquierda,
el esfuerzo menor (σ3) es vertical) mientras que abajo a la derecha, es el esfuerzo de magnitud intermedia (σ2) es
el que ocupa la dirección vertical. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología
Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

51
Los cabalgamientos son un caso particular de falla inversa cuyo plano posee un ángulo
de buzamiento muy bajo.

Figura 58. Concepto de klippe o isla tectónica y ventana tectónica, resultado de la erosión parcial de
cabalgamientos. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega,
518 pp.

El resultado de la erosión sobre mantos de corrimiento puede ser la generación de


fragmentos aislados del propio manto de corrimiento (klippes o islas tectónicos) o huecos
dentro del cuerpo principal del cabalgamiento (ventanas tectónicas). Los distintos elementos
geométricos de los cabalgamientos son descritos en la figura 59.

Figura 59. Elementos geométricos de un cabalgamiento. Fuente: Powell, D. (1992) Interpretation of Geological
Structures Through Maps; Longman Scientific and Technical, 176 pp.

52
En regímenes de tectónica distensiva, es frecuente la asociación de fallas normales que,
alternadamente diferencian bloques del macizo geológico en unidades levantadas (pilares
tectónicos o horst) o hundidas (fosas tectónicas o graven).

Figura 60. Graben o Rift Valley tectónico

Figura 61. Horst o Pilar tectónico

3.2.3. Simbología de las Fallas en Mapas Geológicos

En la figura 62 se resumen los principales símbolos empleados en mapas geológicos


relativos a fallas. En dicha figura se identifica el bloque o labio levantado de una falla como Ll
mientras que al bloque hundido le corresponde Lh. Una falla normal se indicará con unas
líneas cortas perpendiculares a la traza de la falla y de igual grosor que ésta. Dichas líneas se
trazarán en el lado correspondiente al bloque hundido de la falla. Las fallas inversas y
cabalgamientos (los cuales pueden tomarse como fallas inversas de ángulo muy bajo) se
indicarán con triángulos equiláteros (sin rellenar o rellenos) uno de cuyos lados estará
comprendido en la traza de la superficie de la falla. Los triángulos se localizarán en el lado de
la traza de la falla que corresponda al bloque levantado. En ambos casos, tanto las líneas cortas
como los triángulos irán equiespaciados a todo lo largo de la traza de la falla. Si la falla,
además, presenta una componente de movimiento según la dirección de la falla, este hecho se
indicará poniendo a cada uno de los lados de la traza de la falla unas flechas cuyo sentido
indique si se trata de fallas dextras o sinistras.

53
En el caso particular de los cabalgamientos, el símbolo a utilizar es idéntico al de las
fallas inversas. En la figura 62, Au hace referencia a la unidad autóctona, es decir, aquella que
no se ha desplazado (bloque inferior) respecto de la alóctona, Al, que sí lo habría hecho
(bloque superior).

Figura 62. Símbolos principales empleados en mapas geológicos con fallas

Si una falla ha tenido una componente de movimiento horizontal, esta puede ser
representada en un plano geológico mediante una pareja de puntas de flecha cuya orientación
sea paralela a la traza de la falla y cuyo sentido sea congruente con el sentido de movimiento
deducido (dextro o sinistro). Ambas puntas de flecha se dispondrán a cada lado de la traza de
la falla, de forma paralela. Si un mapa se encuentra demasiado recargado de información, es
posible indicar el bloque levantado y el hundido con unos signos + y −, respectivamente.

En los cortes geológicos es necesario indicar el sentido de movimiento de la falla


mediante unas puntas de flecha que, dispuestas cada una de ellas a cada lado de la línea que
representa la falla, nos informe con su sentido respecto de los movimientos verticales de los
bloques alrededor de la falla, si es que los hubiera habido. Para mejorar la visualización de la
falla en el corte, es adecuado prolongar la traza de la(s) falla(s) en el corte más allá de su
intersección con la superficie mediante una línea discontinua.

3.2.4. Relación de las Fallas con otras Estructuras Tectónicas

Tal y como vimos en el apartado de pliegues anterior, los distintos tipos de estructura
de deformación suelen encontrarse asociados. De esa manera, en la figura 63 se muestra un
esquema de la relación entre pliegues concéntricos (paralelos) y familias de planos de
diaclasado a las que frecuentemente se asocian.

Figura 63. Tipos de fractura principales en capas plegadas (pares conjugados). Fuente: Hobbs, B.E., Means,
W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

54
Figura 64. Zonación estructural en función de la profundidad. Fuente: Mattauer

También vale la pena recordar que las estructuras de deformación varían con la
profundidad al comportarse los materiales geológicos de distinta forma en función de la
temperatura y la presión. Las fracturas frágiles son características de la parte más superficial de
la corteza terrestre (Figura 64).

Figura 65. Bloques-diagrama ilustrativos de la distinta escala en la que pueden encontrarse las fallas en los
materiales geológicos. a) Escala de placas litosféricas; b) Escala de cordillera; c) Escala regional; d) Escala
puntual. Fuente: Hobbs, B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

55
Figura 66. Bloques-diagrama que ilustran distintas formas de terminación de planos de falla. a) Terminación
lateral simple; b) amortiguamiento lateral a lo largo de la traza; c) amortiguamiento vertical y transición hacia un
pliegue; d) Terminación lateral compleja con desarrollo de estructuras digitadas. Fuente: Hobbs, B.E., Means,
W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

3.3. Juntas y Diaclasas

Las diaclasas o juntas, a diferencia de las fallas, son discontinuidades a favor de las
cuales ha habido un desplazamiento de corte muy pequeño o nulo. Pueden ser reconocidas en
cualquier macizo de rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias y suponen una evidencia
directa de la rotura frágil del macizo rocoso en alguna etapa de su historia de deformación.

Figura 67. Aspecto típico de la superficie de una diaclasa (estructura en pluma). Fuente: Hobbs, B.E., Means,
W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

56
Figura 68. Aspecto típico de la superficie de una diaclasa o junta resultado de la detonación de un explosivo.
Observar la característica traza radial de las irregularidades a partir del centro de detonación. Fuente: Hobbs,
B.E., Means, W.D. y Williams, P.F. (1981) Geología Estructural; Ed. Omega, 518 pp.

Las diaclasas, como planos de debilidad en los macizos rocosos, presentan algunas
propiedades muy importantes:

Orientación (dirección, sentido de buzamiento y ángulo de buzamiento)


Espaciado (frecuencia y número de discontinuidades por unidad de longitud)
Apertura (distancia media entre las paredes de la junta)
Persistencia o penetratividad (continuidad de las juntas o longitud de sus trazas)
Rugosidad superficial (la propiedad que condiciona su comportamiento friccional)
Relleno (presencia o ausencia de brechas, gouge o diversos minerales)

Las juntas y otras discontinuidades presentes en los macizos rocosos (fallas, planos de
estratificación, planos de esquistosidad, foliaciones diversas controlan muchas propiedades
mecánicas del macizo, entre ellas la:

Resistencia
Compresibilidad
Permeabilidad

Las juntas en macizos de rocas ígneas están relacionadas, en muchas ocasiones, con los
esfuerzos tensionales generados durante la cristalización magmática y la consiguiente
retracción. Ello es particularmente evidente en las rocas volcánicas. En dicho tipo de rocas, las
juntas se desarrollan de forma perpendicular a la superficie de enfriamiento y que se suele
corresponder con los márgenes de las coladas de lava, sills, diques y de muchos plutones. En
cuerpos de espesor uniforme pueden desarrollarse juntas que delimitan prismas de roca de
sección quasi perfectamente hexagonal.

57
Figura 69. Generación de la disyunción columnar en cuerpos ígneos de espesor uniforme como resultado de su
enfriamiento

Los contactos entre los plutones y sus correspondientes encajantes pueden presentar
una geometría extremadamente compleja. El enfriamiento del magma suele generar juntas de
retracción perpendiculares a los contactos si bien pueden desarrollarse también pequeñas fallas
(tanto normales como inversas) o cizallas como resultado del empuje ascensional del magma.
La descarga como resultado de la erosión subsiguiente al emplazamiento de muchos plutones
puede crear familias de diaclasas subparalelas a los contornos del plutón. Además, muchos
cuerpos ígneos desarrollan foliaciones internas y que pueden individualizarse en
discontinuidades del macizo a lo largo de la historia geológica del mismo.

4. Tiempo en Geología

El concepto de tiempo geológico constituye un método para medir y ordenar los


acontecimientos geológicos pasados. La ordenación de acontecimientos geológicos emplean un
conjunto de técnicas observacionales que, de forma colectiva, reciben el nombre de:

Métodos de datación relativa. La técnica de medida se basa tan solo en la


comparación de estados (antes de…, después de…) sin ser posible la medida directa de
edades.

Métodos de datación absoluta. Permiten la determinación precisa de edades a través


de técnicas de medida basadas en procesos geológicos con una signatura temporal muy
definida (p. Ej. anillos de crecimiento de distintos organismos) o en procesos que
tienen lugar a una velocidad constante y mesurable (p. Ej. la desintegración
radiactiva).

La importancia del tiempo en ingeniería geológica radical en que proporciona una


estimación de la frecuencia con que acontecimientos poco frecuentes (p. Ej. avenidas,
deslizamientos, erupciones volcánicas, terremotos, etc.) pueden tener lugar.

58
Los periodos de tiempo geológico han sido bautizados con nombres que se
corresponden con segmentos del pasado remoto. Dichos nombres eran particularmente
apropiados cuando era problemática la obtención de edades absolutas mientras que la
determinación de edades relativas era más simple (p. Ej. a través del registro fósil).
Dichos nombres persisten (y persistirán) en la literatura técnica. No obstante, a medida
que las técnicas radiométricas han sido progresivamente refinadas, las edades asociadas con los
nombres han ido siendo también reestimadas.

Los métodos de datación relativa emplean una serie de principios geológicos a fin de
emplazar cada acontecimiento en su orden cronológico correcto. Dichos principios son los
siguientes:

Principio de Superposición. Establece que las capas más antiguas son cubiertas por las
más modernas de forma que, en una formación sedimentaria, los materiales más
jóvenes están arriba.

Figura 70. Ilustración esquemática del Principio de Superposición

Principio de Sucesión Faunística. Establece que los organismos evolucionan con el


tiempo de manera que algunas formas particulares pueden emplearse como marcadores
de edad allá donde se encuentren.

Figura 71. Ilustración esquemática del Principio de Sucesión Faunística

Principio de Intersección y otras relaciones de intersección. Determina que, de forma


general, cuando una roca (e estructura geológica) intercepta a otra, esta debe ser más
antigua que la que intercepta.

59
Figura 72. Ilustración esquemática del Principio de Intersección

Principio de Inclusión. Cualquier canto o fragmento incluido dentro de una formación


geológica dada debe ser más antiguo que la roca que lo alberga.

Figura 73. Ilustración esquemática del Principio de Inclusión

Principio de Deformación. Cualquier roca afectada por un proceso deformativo


(plegamiento, fracturación, etc.) debe ser anterior al propio episodio deformativo.

Figura 74. Distintos episodios geológicos pueden ser deducidos a partir de las relaciones existentes entre rocas y
procesos geológicos subsecuentes

60
Figura 75. Sucesión de acontecimientos geológicos observable en un afloramiento cualquiera. Todos los
anteriores principios pueden encontrarse aquí representados

Figura 76. Aspecto de un afloramiento donde se muestra claramente una discordancia angular

Así, como hemos visto, los acontecimientos geológicos pueden ser ordenados aunque
no existan determinaciones absolutas de la edad. Cuando existe una interrupción en la
sedimentación, un periodo de erosión o de deformación, las formaciones sedimentarias son
susceptibles de registrar esa circunstancia mediante la formación de superficies denominadas
discordancias. Las dicordancias pueden ir desde pequeñas interrupciones erosionales hasta
muy marcadas diferencias angulares entre los estratos. Una discordancia indica un periodo en
el que el registro rocoso no está presente y, por esa misma razón, su alcance temporal puede
llegar a ser muy largo.

61
El método de emplear similitudes entre unidades geológicas a fin de extender
espacialmente la información geológica recibe el nombre de correlación. Dicha correlación
puede ser de tipo litológico (cuando se comparan características de los tipos de roca dentro de
las secuencias sedimentarias), biológico (asociaciones fósiles), etc.

Figura 77. Principio de la correlación litoestratigráfica a partir de columnas estratigráficas geográficamente


separadas

Figura 78. Principio científico de la correlación bioestratigráfica. Las flechas indican que, entre la localidad 1 y la
2 existe una discontinuidad faunística atribuible a la presencia de una laguna o hiato estratigráfico (un tipo de
discordancia)

Los métodos de datación absoluta son aquellos que permiten medir la edad, en
unidades de tiempo absoluto (usualmente años). Existen dos métodos principales:

Métodos que se basan en episodios del registro geológico con una ciclicidad temporal
muy marcada y reconocible:
Anillos de crecimiento en árboles
Ciclos de crecimiento en corales
Varvas glaciares

62
Métodos basados en episodios del registro geológico que, por correlación y aplicación
de otros métodos de datación absoluta, permiten establecer edades absolutas.
Paleomagnetismo

Métodos basados en la desintegración natural de radioisotopos (técnicas


radiométricas):
Carbono−14 Nitrógeno−14
Potasio−40 Argón−40
Uranio−235 Plomo−207
Uranio−238 Plomo−206
Torio−232 Plomo−208
Rubidio−87 Estroncio−87
Huellas de fisión (fission tracks)
Racemización de aminoácidos

Las dataciones radiométricas son complejas pero constituyen la forma más difundida,
en la actualidad, para obtener edades absolutas dentro del rango que va desde los 100 años
hasta los 4.500.000.000 años.

Figura 79. Representación esquemática de la variación del número de isótopos que se desintegran (isótopo
padre) de acuerdo con la ecuación de tiempo y los que se forman como producto (isótopo hijo) en función del
tiempo

El tiempo necesario para que el 50 % de los átomos radiactivos de una muestra se


desintegren se denomina vida media. Tras una vida media, la razón entre isótopo padre e
isótopo hijo es 1:1. Tras dos vidas medias, dicha razón es 1:3, etcétera. Al cabo de 10 vidas
medias, la razón vale 1:1023 y, por tanto, menos del 0.1 % del isótopo original está presente
todavía en la muestra.

Todos los isótopos radiogénicos pertenecen a una serie de desintegración


característica. A fin de datar las rocas, las más útiles de ellas son aquellas que contienen
elementos comunes en los silicatos más comunes. Con relación a esto, los métodos K-Ar y Rb-
Sr están entre los más útiles.

63
Isótopo Padre Isótopo Hijo Vida Media (años)
Carbono−14 Nitrógeno−14 5.730
Uranio−235 Plomo−207 710.000.000
Potasio−40 Argón−40 1.300.000.000
Uranio−238 Plomo−206 4.500.000.000
Torio−232 Plomo−208 15.000.000.000
Rubidio−87 Estroncio−87 47.000.000.000

Tabla 18. Vidas medias de distintos sistemas de radioisótopos comúnmente empleados en la datación absoluta de
rocas

64

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