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“EL ENRAIZAMIENTO EN EL
ANÁLISIS BIOENERGÉTICO REICHIANO”
LUIS GONÇALVEZ BOGGIO
EL ENRAIZAMIENTO EN EL
ANÁLISIS BIOENERGÉTICO REICHIANO
Resumen:
Summary:
In Reichian Bioenergetic Analysis we work with patients from three basic postures. The
grounding position (patient and therapist standing), supine position (patient lying down and
therapist sitting) and both sitting.
The concept we use to define this three basic positions is Grounding concept developed
by Alexander Lowen.
The propose of this essay, besides to define three basic positions which we work in
Bioenergetic Clinic, is also thinking about grounding as a complex notion and not only as a
basic bioenergetic exercise.
In grounding we are performing a therapeutic work related to posture, therefore we are
speaking about one of the most important moments of therapy.
To technically understand the meaning of this three basic postures, it is essential to
think about them functionally, in relation to evolutive, emotional and bioenergetic aspects, for
wich we will connect the three grounding ways (horizontal, vertical and symbolic), with
evolutional broods of embryological development (endoderm, mesoderm and ectoderm,
respectively)
EL DISPOSITIVO REICHIANO Y EL DISPOSITIVO LOWENIANO
EN LA CLÍNICA BIOENERGÉTICA
1
Para profundizar en las diferencias entre el trabajo de Lowen y de Reich, desde la perspectiva
del primero, recomiendo consultar los video-tapes del IIBA: “The Energetics of Bioenergetics”
de Alexander Lowen (1997), “The International Institute for Bioenergetic Analysis apresenta Dr.
Alexander Lowen em Análise Bioenergética e 100 anos de Wilhelm Reich ”, entrevista realizada
al Dr. Alexander Lowen por la Psic. Myriam de Campos (1997). Asimismo los textos: “Keynote
adress: a conversation with Al. Lowen exploring his experiences and understanding of
Bioenergetic Analysis over the forty years”, The Clinical Jornal of the International Institute for
Bioenergetic Analysis, vol. 7/1 (1996), y “Opening adress on narcissism, sexuality and culture
and back to basics”, The Clinical Jornal of the International Institute for Bioenergetic Analysis
vol, 3/2 (1988).
2
Alexander Lowen, “El lenguaje del cuerpo”: Ed. Herder, Barcelona, 1995.
3
Para Lowen la agresión implica la capacidad para perseguir lo que uno desea. Es lo contrario
de la pasividad, que significa esperar a que alguien le satisfaga a uno el deseo. La agresión es
consecuencia de la excitación en el interior del sistema muscular. Se caracteriza por el
movimiento de excitación a lo largo de la parte posterior del cuerpo, involucrando a los grandes
músculos de la espalda, las piernas y los brazos, que entran en juego al ponerse uno de pie y
al moverse.
4
Alexander Lowen, “La depresión y el cuerpo”: Ed. Alianza Editorial, Madrid, 1993.
estructura de sostén del sujeto adulto, la manera en que esté parado es
equivalente a cómo se sostiene en su vida, en la medida en que el modo con
que lidiamos con la realidad se expresa en el contacto que nuestros pies tienen
con el suelo5.
Fue Alexander Lowen quien priorizó el trabajo con los pies y las piernas
como función de soporte energético en el setting terapéutico. Lowen agrega al
trabajo reichiano en posición supina, la necesidad de incluir un trabajo en la
posición vertical, partiendo de los pies y las piernas. Es decir, si bien para
equilibrar la economía de la energía sexual hay que liberar la pelvis (principio
de placer) como último segmento de la coraza muscular, es necesario
previamente poder sentir los pies sobre un terreno firme (principio de realidad)6.
En “Arqueología del Cuerpo” describí con mayor precisión esta
divergencia conceptual y metodológica:
5
Este concepto de arraigo se corresponde con lo que más adelante definiremos como
enraizamiento vertical.
6
Luis Gonçalvez, “Los cuerpos invisibles”: Edcs. Multiplicidades-CEUP, Montevideo, 1996.
7
Ver, por ejemplo, Federico Navarro, “¿Porqué la bioenergética no es una terapia reichiana?”,
Revista “Energía, Carácter y Sociedad”: vol. 9 (2) nro. 16; 1991.
8
Luis Gonçalvez, “Arqueología del Cuerpo”: Edcs. TEAB, Montevideo, 1999, pp. 184.
9
Comunicación personal.
desacorazamiento de los segmentos ocular y oral. Un buen trabajo de
enraizamiento combinado con un desacorazamiento ordenado, progresivo y
gradual de los segmentos ocular y oral, nos ha permitido conseguir resultados
favorables y avances significativos en los procesos terapéuticos más difíciles,
no habiendo registrado hasta el momento efectos iatrogénicos.
En líneas generales, podría afirmar que las técnicas bioenergéticas de
enraizamiento son de mucha utilidad en todas las fases de los procesos
terapéuticos.
“La vibración del cuerpo tiene una función importante además de aliviar la
tensión. Permite al individuo experimentar movimientos involuntarios placenteros
del cuerpo, que son expresión de su vida y fuerza vibrante. Si el individuo tiene
miedo de experimentarlos, porque cree que debe estar en control pleno de sí
mismo en todo momento, perderá su espontaneidad y terminará en estado de
rigidez automática. ... Los movimientos involuntarios del cuerpo son la esencia de
11
su vida” .
Por otro lado, sostenerse sobre sus propios pies significa (en un nivel
profundo) quedarse solo. Es el comienzo de una lucha permanente contra la
gravedad, e implica un importante grado de separación con la madre y la
resolución del vínculo simbiótico. Esta separación del enraizamiento horizontal
con la madre (la imagen más clara de este enraizamiento es el contacto que se
produce entre los brazos de la madre y la columna del bebé en el
acunamiento), desde el punto de vista existencial es diferente de la soledad del
10
David Szyniak, “Discursos del cuerpo. Intervenciones en la clínica”: Lugar Editorial, Buenos
Aires, 1999.
11
Alexander Lowen, “Bioenergética”: Ed. Diana, México, 1987, pp. 232.
12
Alexander Lowen y Leslie Lowen, “Ejercicios de Bioenergética”: Ed. Sirio, Málaga, 1998.
abandono. Implica el pasaje de un estado mayoritariamente sedentario a una
movilidad mayor. Y es la confirmación de ser diferente de cualquier otra
persona, y poseer una historia de vida única (alteridad).
Desde el punto de vista analítico dejar al otro ser Otro es algo que
parece simple pero que requiere una gran capacidad de enraizamiento.
Significa, entre otras cosas, que debemos renunciar a la ilusión de que
podemos cambiar al otro y que podemos adaptarlo a nuestras categorías
mentales. Significa además que debemos buscar nuestro propio autosostén, no
quedar pendientes y reclamando lo que no hubo o buscando en otros lo que no
nos dieron en el pasado. En este sentido, el terapeuta debe acompañar y
ayudar a desarrollar la función que falta.
13
Alexander Lowen, “Bioenergética”, op. cit.
primera mitad del siglo pasado. Lo ilusorio sería simplemente su opuesto (la
inadaptación cultural).
ENRAIZAMIENTO Y VERTIGINOSIDAD:
la desterritorialización permanente como nueva subjetividad
14
Ver la entrevista a Paul Virilio, “Cibermundo, ¿una política suicida?”: Ed. Dolmen, Santiago
de Chile, 1997.
15
Michel Foucault, “Historia de la sexualidad: La voluntad de saber”: Ed. Siglo XXI, Madrid,
1987.
16
Gilles Deleuze, “Posdata sobre las sociedades de control”, en “El lenguaje libertario 2.
Filosofía de la protesa humana”: Ed. Nordan, Montevideo, 1991.
vertiginosa de las transformaciones culturales y de los cambios socio-
económicos. En esa desterritorialización permanente de los registros identitarios
(tanto personológicos, como grupales y comunitarios) los mecanismos de defensa
que funcionaban universalmente con una tarea evolutiva, y daban las cualidades
posibles para enfrentar la lucha por vivir, también se vieron desmontados.
En un trabajo anterior me preguntaba, “pero entonces, ¿contra quien nos
rebelamos si papá ya no ocupa su lugar?” 17. Haciendo una paráfrasis de la
poesía de Caetano Veloso: ya nadie sabe el dolor y la delicia de ser lo que es,
porque vivimos en un momento de desterritorialización permanente sin
reterritorialización18.
Los organismos están cada vez más estresados por la violencia que se les
impone desde fuera para dentro. En este contexto las defensas también
cambiaron de lugar y se han vuelto más primitivas. En un excelente y muy claro
ensayo Odila Weingand se pregunta “Isto e ruim?” 19. Concluyendo que parece
inevitable que las personas hoy en día operen más con el campo energético.
Desde el punto de vista reichiano sabemos que las personas al sentirse
inseguras, se defiendan con el campo energético, es decir con las defensas
primitivas del segmento ocular. El aumento de la problemática borderline puede
ser considerada entonces, como una consecuencia de la necesidad de convivir
con la inconstancia de nuestros objetos y la desterritorialización de nuestros
territorios existenciales. En la medida en que diluir nuestros límites nos facilita el
poder cambiar de forma, ¿no necesitaremos de las defensas borderline para
poder absorver los cambios que están ocurriendo vertiginosa e irreversiblemente
a nuestro alrededor?
Cuanto mayor sea la pérdida de referencias éticas internas y externas que
organizan nuestro sentido de subjetividad (nuestra singularidad, nuestra
identidad, etc.), mayor va a ser la disolución de los límites de nuestra
territorialidad existencial, y viceversa.
Desde el punto de vista bioenergético cuanto mayor se lidia con energias
sutiles (en vez de negar que ellas existen), más vamos a precisar de
enraizamiento20.
Cuando nuestra base es frágil (sub-enraizamiento) cualquier cambio crea
desorientación, confusión y miedo. Cuando una persona está sub-enraizada (es
decir, cuando el contacto con el suelo es excesivamente incierto), cualquier
aumento de energía amenaza destrozar y fragmentar su precaria unidad
psicosomática. Cuando una persona está sobre-enraizada la tensión y la rigidez
en la parte inferior del cuerpo (sobretodo en las piernas y en los pies), reduce
enormemente la sensibilidad en esa área.
17
Luis Gonçalvez, “Los cuerpos invisibles”, op. cit.
18
Para profundizar en este concepto de representación territorial ver las obras de Gilles
Deleuze y Félix Guattari sobre “Capitalismo y Esquizofrenia”.
19
Odila Weingand, “Bioenergética: um panorama atual”, Revista Reichiana nro. 8, Sedes
Sapientiae: San Pablo, 1999.
20
Estos cambios implican la necesidad de que como profesionales de la salud reconozcamos y
nos abramos al estudio de las energías sutiles (no ya vistas como una patología esquizoide),
dándole a su vez grounding y cuerpo a nuestra práctica y a nuestros conceptos bioenergéticos.
ENRAIZAMIENTO Y CONTACTO
21
Rita Fiumara, Silvana Lepre, Maira Pellizzoni, “Del sufrimiento a la emoción”, Ficha de terapia
biosistémica, “Un approccio originale al trattamento psico-corporeo della sofferenza emotiva”:
Milán, Italia, 1994.
22
David Boadella, “Corrientes de vida. Una introducción a la Biosíntesis”: Paidós, Buenos
Aires, 1993, pp. 133.
correr del noveno mes los brazos del útero que envuelven al bebé comienzan a
experimentar los movimientos de las contracciones, que estimulan la piel del
bebé y los sistemas del cuerpo, que precisará luego del nacimiento.
Aunque no recordemos nuestro último mes de vida intrauterina, nuestra
piel se acuerda. Después del nacimiento es necesario que el bebé sea
masajeado, que hablemos con su piel, que sea cargado, mimado, acariciado y
nutrido con nuestro masaje23. Así, sucesivamente, el niño va construyendo
distintos enraizamientos que podríamos resumir en enraizamiento horizontal,
enraizamiento vertical y enraizamiento simbólico. Los mismos, en la propuesta
del Análisis Bioenergético Reichiano, coinciden respectivamente con las tres
capas embrionarias (endodérmica, mesodérmica y ectodérmica) del desarrollo
morfológico del cuerpo.
24
Rita Fiumara, Silvana Lepre, Maira Pellizzoni, “Del sufrimiento a la emoción”, op. cit.
*D. Boadella lo llama también enraizamiento interno, y lo indica (al igual
que G. Boyesen) como la fuente desde donde surge la energía curativa.
*Comprende las posiciones acostado de espalda, boca abajo o de
costado (fetal).
Desde el punto de vista anatómico-funcional se verifica en estas
posturas la participación de varios segmentos musculares.
*En la posición boca arriba se instensifican las sensaciones corporales y
se agudiza la percepción.
Desde el punto de vista perceptivo-sensorial, la experiencia corporal de
estar acostado de espaldas es profundamente diferente de la de estar en la
posición erecta, sentado o de lado. Cuando se está acostado de espaldas de
ojos abiertos se estimula la percepción por el gran campo visual que se abre.
Es la posición ideal para el análisis de los propios sentimientos y de las
vivencias emotivas. Se corresponde con la capacidad imaginativa (ej.:
proyectar sueños, observar el cielo y las estrellas). Simbólicamente representa
el límite entre la vida y la muerte. Con los ojos cerrados favorece la ensoñación
y tienden a desdibujarse los límites del yo.
Desde el punto de vista energético es una posición básica, en la medida
en que nos permite ver con precisión dónde la onda de respiración es
bloqueada y el flujo de energía vital interrumpido. Nos permite ver con mayor
facilidad dónde se sitúan las corazas (los grupos de músculos que se resisten
al movimiento natural), y los movimientos involuntarios, los movimientos
contradictorios y los movimientos espontáneos, que se desarrollan a partir y/o a
pesar de la coraza.
En la medida en que es una posición más “abierta” (ya que nuestra parte
frontal del cuerpo es más vulnerable) posibilita una posición de entrega al
cuerpo como antítesis del acorazamiento, pero a su vez muestra muy
claramente los padrones reactivos. Es decir, permite reconocer de inmediato
dónde el cuerpo pulsa, dónde está el streaming y dónde están las corazas, por
lo cual es muy importante en la fase diagnóstica.
*En la posición boca abajo (que exige del empleo de los músculos de los
brazos y del cuello para sostener el cuello sobre los antebrazos), el niño
aprende a dirigir su mirada para una distancia próxima y a focalizarla en una
parte del mundo. Este es el punto de partida para el movimiento de gateo y
también una fase del desarrollo psicomotor en el pasaje de la posición sentada
para la erecta. En el plano psíquico esta posición coincide con la conciencia de
sí mismo, que es la capacidad de sentirse. En esta posición se intensifica la
sensación de ceder a la gravedad (de entregarse a la tierra), lo que permite
recobrar el sentido de centramiento.
*La posición de costado o fetal permite apartarse del contacto con el
mundo exterior y desenvuelve una función de “nutrición” interna, entendida
como de recarga energética (generación de nuevas energías, por ejemplo,
cuando dormimos).
25
Coincido nuevamente con el orgonoterapeuta Ernani Trotta que, en el intento de definir y
desarrollar las tres posturas básicas, y al correlacionarlas con las tres camadas embrionarias,
sus funciones y emociones, se puede generar un efecto de clausura excesivamente conclusivo.
Ernani me señala (en comunicación personal), “por ejemplo: ¿porqué asociar la camada
endodérmica al desenvolvimiento emotivo y pulsional? Nuestras emociones e impulsos son
generados y regulados por el sistema límbico (ectodermo), y en su expresión siempre involucra
respuestas de la musculatura esquelética (mesodermo). ¿Porqué asociar el ectodermo a la
posición sentado? El sistema nervioso está igualmente activo en cualquiera de las tres
posiciones (sentado, de pie o acostado). Por otra parte, en la posición sentado la musculatura
esquelética (mesodermo) está tan requerida como en la posición de pie”.
TRABAJANDO CON ENRAIZAMIENTO
DESDE LA ARQUEOLOGÍA DEL CUERPO26
26
La arqueología del cuerpo es un concepto y una metodología funcional creado por Manoel
Brandao y desarrollada desde los soportes conceptuales de la Clínica Bioenergética y de la
Psicología Social por quien suscribe. Para profundizar en este dispositivo terapéutico tal cual
se desarrolla en el Taller de Estudios y Análisis Bioenergético, ver el libro “Arqueología del
Cuerpo”, op. cit.
27
Manoel Brandao, volante de Lotus – Centro de Terapia y Meditación, Montevideo, 1992.
en forma de dolor. Es importante mostrar desde la identidad funcional, que ese
dolor físico quizás implique además un dolor emocional. A modo de ejemplo, el
dolor en las piernas es equivalente a un dolor en la vida. Es decir, cuanto
mayor es el grado de rigidez en las piernas de una persona, menor es su
alegría de vivir.
Si una persona tiene buen grado de enraizamiento puede tolerar su
propio dolor y pasar a trabajar una camada más profunda28. Es importante no
resistirse emocionalmente, pero también tomar en cuenta que las posiciones
del enraizamiento vertical no son ejercicios de resistencia física. La primer
camada de dolor se corresponde con la rigidez de las piernas y representa
simbólicamente un “no”. Dicha rigidez cumple con la función antigravitatoria de
no dejarnos caer (equivalente a no fallar, no humillarnos, no desmoralizarnos,
etc.).
En la medida en que la resistencia y la rigidez van cediendo al trabajo
progresivo, sostenido y gradual, la segunda camada que generalmente aparece
es la de un fuerte sentimiento de “estar pesado”, de “estar para abajo”. Cuando
los pacientes empiezan el trabajo bioenergético de enraizamiento vertical
aparece el cansancio de años29. En ese momento es importante intentar seguir
el movimiento pulsatorio de contener, expresar y descargar los sentimientos. Si
uno para en el cansancio no se completa el movimiento pulsatorio auto-
regulador.
La tercer camada que aparece, más profunda y más dolorosa, tiene que
ver con las defensas contra la depresión de abandono (tristeza y bronca). Se
tiene la sensación de que nuestras piernas parecen incapaces de continuarnos
cargando, que parecen estar hechas de flan. Si se logra tomar un contacto
profundo con la respiración, el movimiento involuntario y la vibración, el cuerpo
comienza a abrirse a la tristeza (sepultada fundamentalmente, en la garganta,
en el toráx y en el abdomen), y a la rabia (sepultada en las piernas y en la
pelvis).
La camada más profunda a trabajar es la del miedo. Miedo de soltarse y
de sostenerse sobre sus pies, miedo a quedar solo. En la transición, en el
intervalo entre soltarse y sentir que los pies se asientan firmemente sobre la
tierra, se experimenta la sensación de caer, con la ansiedad consiguiente 30.
28
Para un entendimiento bioenergético del dolor ver la conferencia de John Pierrakos “Dor: a
dor que criamos nos outros e a dor que criamos para nós mesmos”, Cadernos de Psicología
Biodinamica nro. 3: Summus Ed., San Pablo, 1983.
29
Tal como lo plantea Hernán Kesselman, en el caso de los profesionales de la salud, en
particular, este cansancio está asociado a las urgencias institucionales, asistenciales y/o
formativas en las que terapeutas y pacientes, docentes y estudiantes, formadores y formandos,
deshumanizan la relación consigo mismos. Esta situación (derivada de la crisis económica-
social) se produce imponiéndose un automaltrato por sobreexigencia, sobrepasando los límites
de la propia fatiga y desoyendo los síntomas del estrés. El temor implícito en esta “escena
institucional” es que si dejamos de “pedalear”, nos caemos. Y a diferencia de lo que nos
sucedía cuando éramos niños, cuando somos adultos si nos caemos nadie nos levanta.
30
Junto a estas camadas de dolor, cansancio, tristeza, bronca y miedo, puede además
desinhibirse placer a partir de la profundización de la respiración, de las sutiles y/o intensas
vibraciones, y de los movimientos involuntarios en las piernas y en el resto del cuerpo.
desarrollarse si no se contempla e integra al enraizamiento horizontal y al
enraizamiento simbólico.
31
Al igual que otras corrientes neo-reichianas como la Biosíntesis, la Biodinámica y la
Biosistémica.
32
Esther Frankel, “Diagnóstico pulsátil”, http://www.biossintese.psc.br/DiagnosticoPulsatil.htm.
33
Gerda Boyesen, “Entre Psique e Soma”: Summus Ed., San Pablo, 1986.
34
David Boadella discrimina, en este sentido, el enraizamiento interno del enraizamiento
externo. El primero consiste en nuestro cuerpo físico (hecho de carne y de huesos, vasos
sanguíneos y células nerviosas; es también equivalente al ego jungiano). El segundo consiste
en la esencia del cuerpo sutil (la memoria arquetípica, la fuente desde donde surge la energía
curativa; equivalente al self jungiano).
desacorazamiento del enraizamiento vertical (v.g.: posiciones de estrés), con el
trabajo de soporte del enraizamiento horizontal (v.g.: trabajo de ritmo interno y
de bioenergética suave)35.
En el Análisis Bioenergético Reichiano seguimos el axioma clínico de
que toda catarsis o abreacción emocional debe ser seguida de una
armonización.
Esto no implica que los trabajos de enraizamiento vertical no sirvan para
dar soporte y contención en el proceso terapéutico. Por el contrario, cuando un
paciente está bloqueado en un proceso primal permanente de descarga, en
niveles tan profundos de descarga que le es imposible integrarlos, conviene
utilizar los ejercicios de enraizamiento.
35
Eva Reich y Eszter Zornanszky, “Energia vital pela bioenergética suave”: Summus Ed., San
Pablo, 1998.
36
Ver los capítulos “Ritmo interno y soportes en el proceso psicoterapéutico” y “La dimensión
temporal en el trabajo clínico”, del libro “Arqueología del Cuerpo” de quien suscribe, op. cit.
37
Ejemplo: en el trabajo de enraizamiento vertical, en la posición del arco invertido, el objetivo
está dirigido a la búsqueda del auto-sostén. Recuperar las piernas para pararse en el mundo
como un adulto libre y para sostener sus sentimientos como un adulto vibrante.
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