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EL ROL DEL SINDICALISMO EN EL SIGLO XXI

1. NACIMIENTO DEL SINDICALISMO:


Al empezar el estudio del Sindicalismo debe aludirse al régimen de los
gremios y corporaciones que le precedieron, sin que ello signifique en
manera alguna que el nexo entre uno y otro fenómeno social sea del de
simple derivación, ya que entre el Gremio y el Sindicato no hay el
pretendido nexo de continuidad impide que el Sindicato pueda ser
considerado como una prolongación histórica del Gremio. Se trata de dos
fenómenos asociativos distintos, planteados en épocas separadas, en las
que el ambiente era tan diferente como el que va de la economía pre
capitalista a la del capitalismo puro, y para resolver, no cuestiones que
atiendan intereses comunes, como el viejo gremio, sino problemas de
oposición y de lucha entre dos grupos sociales definitivamente
diferenciados.

La desaparición de los gremios era inevitable, porque habían dejado de


tener una razón de ser los nuevos sistemas económicos, ya que a las
razones políticas influyentes en la desaparición de los gremios se suman
con mayor fuerza las económicas. Hay otra razón, que es de tipo
económico, que se sobrepone a la anterior, para pesar juntamente y
constituir el más serio obstáculo a la supervivencia gremial; se trata del
progreso técnico y la instauración de fórmulas capitalistas, que se realiza
a la larga en los siglos XVIII Y XIX. En tal clima, la inadecuación
económica es evidente, y en general, puede decirse que el Gremio. No es
el instrumento adecuado para el momento histórico.

Es preciso reconocer que el Gremio constituyo un sistema coherente,


cuyos órganos cumplían múltiples y complejas funciones que
comprendían no solo y principalmente la ordenación y disciplina del
trabajo , la regulación en cantidad y calidad de lo producido y el control de
la observación de sus propias ordenanzas, sino que, además, consiguió
la articulación en la profesión organizada con la autoridad política, ante la
cual, a la vez, defendía los intereses y derechos del Gremio al exigir el
reconocimiento periódico de sus privilegios laborales y facilitar su acceso
a la vida pública de los representantes gremiales que se incorporaron, ya
desde la segunda parte de la Edad Media, a los organismos municipales
y, a través de ellos, participaron en la composición de los primeros
parlamentos.

Con el sistema económico-social que el liberalismo instauraba, el


trabajador quedaba fuera de las posibilidades de contratar con el
empresario en mínimas condiciones de igualdad y por consiguiente, la
relación laboral se convertía en una imposición de condiciones, donde a
la parte débil del contrato solo le correspondía aceptarlas o morirse de
hambre, cumpliéndose rígidamente la ley de bronce de los salarios, que
puede formularse así: “Cuando dos obreros corren detrás de un patrono,
los salarios bajan; cuando dos patronos corren detrás de un obrero, los
salarios suben.

El sindicalismo es un resultado natural del tiempo del capitalismo y de la


proletarización de las masas y del fin de la vieja corporación profesional.
En su origen no fue sino “una asociación puramente de a, ya a otra
empresa, pues entonces no eran muy numerosas. salariados, con el fin
de asegurar la defensa o la mejora de las condiciones de su contrato de
trabajo”. Era una necesidad, pues la concentración exigida por las n
nuevas fuentes de energía privo a la mayoría de los obreros, aparte de la
protección de las corporaciones, de la posibilidad de marcharse de la
empresa si no eran satisfactorias las condiciones de trabajo, ya para
establecerse por su cuenta, dado lo elevado del capital necesario,
haciendo competencia al patrono, ya a otra empresa, pues entonces no
eran tan numerosas.
Todas las ventajas de la contratación libre quedaron así de parte del
patrono, hasta que el sindicalismo permitió crear un “poder
compensatorio”. Las uniones de los obreros, pudieron, en efecto, ejercer
conjuntamente el abandono del trabajo, huelga, apoya en sus cajas, y
utilizar eventualmente otros medios de presión, creando así un poder de
negociación.

Esta nueva asociación instaurada en ña revolución liberal, crea un clima


de peligro para los trabajadores, pues deben defender no solo sus
intereses más o menos esenciales, sino sus propias vidas, además, de la
explotación de que eran objeto, en una estructura económica que
consideraba al trabajo como mercancía.
En estas circunstancias el hombre busco el remedio en el sindicalismo,
esta agrupación nace de manera espontánea, intuitiva, sin calificativo,
color ni afiliación política determinada y guiadas solamente por el
propósito de resolver una serie de cuestiones sociales.1

2. IMPORTANCIA DEL SINDICALISMO:


Esta institución se convirtió en el sujeto principal de las relaciones
colectivas de trabajo, al haberse demostrado que los sujetos del derecho
del trabajo no sólo son el trabajador y el empleador, sino que comprende
a las organizaciones sindicales; que desde su institucionalización, ha
ejercido y ejerce la función de auto tutela al administrar el cumplimiento
de sus propios intereses; y, por último el sindicalismo es un instrumento
de democracia real y económica dado su característica reivindicatoria y
su función de auto tutela, todo ello sustentado en el principio de la libertad
sindical y en cuyo ejercicio se establece una interdependencia con los
demás derechos fundamentales, de primera generación: civiles y
políticos; de segunda generación: económicos, sociales

1
CARRO IGLEMO, JOSE. INTRODUCCION AL SINDICALISMO. BARCELONA. 1971.
y culturales y de tercera generación: de solidaridad, derecho a la paz y
medioambientales.

3. ANTECEDENTES EN AMERICA LATINA


Han transcurrido muchos años desde la creación en 1790 del primer
Sindicato y del establecimiento en 1864 de la primera Organización
Sindical Internacional. El Movimiento Obrero y Sindical ha avanzado
extraordinariamente en la obtención de logros e importantes victorias.

El asunto más importante resuelto gracias a la aparición de los sindicatos,


ha sido el descubrimiento de en aquel entonces joven clase, la clase
obrera que de inmediato penetró dentro de la vida social, política y sindical
de todos los países.

Aunque hasta el siglo 18 muchas personas creían que el desarrollo social


era determinado por reyes, príncipes, dioses y espíritus, comenzaron a
darse cuenta que tanto el progreso social como el desarrollo, dependían
de la acción conjunta de las masas populares. Para las ciencias sociales,
este análisis influyó grandemente en el desarrollo en los siglos 19 y 20.

El camino desde 1790 hasta nuestros días, ha sido un camino de


dificultades, grandes éxitos, importantes victorias, pero también de
debilidades, errores y retrocesos. Dentro de esta rica historia, el papel de
la FSM también ha sido significativo. Su creación el 3 de Octubre de 1945
fue una conquista del Movimiento Obrero y Sindical. Ello representó un
salto cualitativo. Fue sin lugar a dudas el primer intento serio y estable por
lograr la unidad y coordinación del proletariado a nivel mundial en contra
del fascismo, el capital y el imperialismo. La autoridad y dinamismo de la
FSM preocupó a los Estados Unidos, al Reino Unido, y al capital
internacional inmediatamente por lo que decidieron subvertir y desintegrar
esta organización.

La historia de los últimos 60 años es bien conocida. Se han escrito


muchos libros sobre el tema al igual que documentos de importancia
histórica apoyados en el testimonio de muchos protagonistas
contemporáneos que aún viven, por lo cual los hechos históricos no
pueden ser desmentidos.

Durante estos últimos 60 años, la FSM nunca se ha alineado junto a los


monopolios ni las corporaciones transnacionales. Nunca ha estado al lado
de la burguesía y los imperialistas. Tampoco la FSM ha mantenido una
posición neutral. Siempre ha estado al lado de las batallas por los
derechos de los trabajadores en el mundo y de los pueblos que lucharon
y luchan por la paz, el progreso y la abolición de la explotación del hombre
por el hombre.

La FSM ha jugado un importante papel en los movimientos


transcendentales en Asia, Oceanía, África, Europa, Latinoamérica y el
Medio oriente. En estos 60 años de historia, también ha habido omisiones
y errores. Sin embargo, ello no ha minimizado en nada la rica y positiva
historia de la FSM. Nos sentimos orgullosos de esa historia y hemos
aprendido a partir de nuestras victorias, éxitos y errores.

En la actualidad, en los albores del siglo XXI, se han producido cambios


significativos en el equilibrio mundial. Estos cambios le han proporcionado
importantes ventajas a las fuerzas del capital en contra del trabajo. El
dominio temporal del capital intensifica la explotación capitalista de los
pueblos y de los estados; las riquezas producidas por el trabajo se
concentran cada vez más en las manos de las minorías ricas del mundo.

El progreso de la ciencia y la tecnología en todos los campos del saber,


el rápido uso de dichas tecnologías en la producción, se utilizan hoy día
para proporcionarles a las corporaciones transnacionales mayores
ganancias. En una sociedad sin explotación del hombre por el hombre,
las nuevas tecnologías deberán, como logros de la humanidad, estar al
servicio del hombre para que este trabaje menos, gane más, disfrute de
mejores condiciones de protección e higiene en el trabajo, goce de más
tiempo libre, mejores oportunidades para su disfrute personal, tenga más
cultura, educación y salud. Ello significa vivir mejor y por más tiempo.
Hoy día eso no ocurre; por el contrario, la explotación se ha intensificado
y las grandes riquezas van a parar a los bolsillos de unos pocos. Ciento
quince (115) millones de niños son analfabetos. Un niño muere cada 3,6
segundos. En Nueva Orleáns, EE.UU, 1, 577 personas pobres perdieron
la vida. Solamente en los países de la Unión Europea, el desempleo
sobrepasa los 30 millones. De acuerdo con datos de la UNESCO, más de
921 millones de personas viven en cuartuchos o chozas. Esta es la
realidad en la mayoría de los países capitalistas, sin tomar en cuenta si
en esos países gobiernan o no fuerzas neo-liberales, conservadoras o
social-demócratas.

A comienzos del siglo XXI, vemos que el neo-colonialismo surge


nuevamente y de manera reforzada con nuevas características y
elementos. En África muchos países se encuentran bajo intensas
presiones por parte de EE.UU y lo mismo ocurre con Latinoamérica. En
Asia al Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica le preocupa el
vertiginoso desarrollo que se viene produciendo en la república Popular
China. En los antiguos países socialistas de Europa, la clase obrera se
encuentra en un estado feudal. El racismo, el neo-fascismo y la xenofobia
están reapareciendo de manera gradual. La revuelta de los inmigrantes
en Francia y Estados Unidos, así lo demuestran.

En nuestras luchas, los reveses de 1989-1991 trajeron aparejado un


cambio en la correlación de fuerzas que le proporcionó a los EE.UU. la
dominación del mundo. Aunque somos de la opinión que tal omnipotencia
es sólo temporal, ello ha generado guerras, el cambio de fronteras
estatales, millones de refugiados, la muerte de personas inocentes, la
abolición de la independencia y soberanía de los países y la esclavitud de
naciones. Todo esto ha convertido a las Naciones Unidas en una pantalla
de los EE.UU., del Reino Unido y de sus aliados para la comisión de actos
ilegales. Los datos estadísticos expresan que bajo el imperialismo
contemporáneo unos 8,5 millones de refugiados y otros 21 millones de
personas han tenido que emigrar de una región a otra dentro de sus
propios países.

Utilizando el pretexto de la guerra contra el terrorismo, se han restringido


los derechos democráticos y sindicales de los trabajadores; también se
han restringido las libertades humanas. Las naciones, pueblos y
gobiernos, se ven amenazados. Grupos todopoderosos controlan la
prensa capitalista y han impuesto sus términos anti-democráticos de
información. Ellos calumnian y manipulan las informaciones, dicen
mentiras y concentran grandes ganancias. El FMI y el Banco Mundial son
mecanismos capitalistas y sus políticas generan problemas para los
pueblos.
4. EL SINDICALISMO EN LA ACTUALIDAD:
El movimiento sindical o sindicalismo es la parte del movimiento
obrero que se organiza mediante sindicatos, un tipo de organización que
reúne a los trabajadores a partir del trabajo que desempeñan con el fin de
defender sus intereses comunes ante los empleadores y los gobiernos,
aparecida en el siglo XIX. En algunos países la palabra "sindicato"
también se utiliza para denominar a las organizaciones patronales.
Sindicato y gremio son palabras habituales para designar las
organizaciones de los trabajadores con el fin de representar
colectivamente los intereses de la clase obrera. En inglés se
utiliza «union» o «trade union».

El movimiento sindical está organizado en ámbitos nacionales e


internacionales, mediante organizaciones sectoriales (por empresa, oficio
o industria) o generales (centrales).
Se caracteriza por el aspecto colectivo de su actuación. En
los conflictos laborales, el movimiento sindical suelen recurrir a
la huelga (sectorial o general), como mecanismo colectivo de presión. El
movimiento sindical utiliza la negociación colectiva cuando articula sus
reclamos con las patronales, y el diálogo social cuando interactúa de
manera tripartita o multipartita con el Estado. Cuando concluye acuerdos
con las patronales toman la forma de convenios o contratos colectivos de
trabajo. Internacionalmente, los sindicatos sectoriales internacionales y
las empresas multinacionales suelen negociar acuerdos marco
internacionales.
El movimiento sindical integra la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), organismo de las Naciones Unidas cogobernado de
manera tripartita por los Estados, las asociaciones patronales y los
sindicatos.
5. Las actuales diez prioridades de la Federación Sindical Mundial:
 Para poder expresar las demandas de los trabajadores en la
actualidad, el Movimiento Sindical deberá guiarse por los
principios de la lucha de clase y orientado hacia ella. El estudio de
la historia del movimiento obrero de los últimos doscientos años,
indica que lo logrado por los trabajadores a nivel mundial, ha sido
mediante lucha y esfuerzo. En ninguna parte del mundo, ningún
patrón ni ningún gobierno capitalista ha resuelto, por iniciativa
propia, los problemas de clase. Nuestro movimiento sindical no
abraza teorías que rechacen las luchas de clases.
 La Federación Sindical Mundial cree en la independencia de las
organizaciones sindicales fuera del marco de los monopolios y de
las corporaciones transnacionales. Vivimos en una sociedad
dividida en clases, por lo tanto, los sindicatos representan a los
trabajadores con sus características contemporáneas: una gran
coalición de amplias capas populares. Desde el punto de vista
organizativo, los sindicatos deben ser independientes de los
partidos políticos, es decir deben funcionar por sí mismos y ser
autónomos para responder a las políticas gubernamentales que
sean dañinas a las capas populares. Deben ser financieramente
independientes para no depender de fuentes secretas.
 Existe actualmente un serio inconveniente en los problemas que
atañen a las libertades democráticas y sindicales como
consecuencia del terror implantado por los patronos y la violencia
perpetrada por el Estado.

Los recientes paradigmas que han surgido contra los huelguistas


en Corea del Sur, la violencia desatada por el gobierno en México
contra los maestros en huelga, las atrocidades del régimen
colombiano perpetradas contra los sindicalistas luchadores, el
moderno sistema de vigilancia implantado en toda Europa, las
amenazas hechas a los trabajadores de la construcción en
Australia y otras muchas situaciones, constituyen evidencias
irrefutables. La Federación Sindical Mundial ha señalado el peligro
que representan las medidas adoptadas en nombre del terrorismo
por parte de los gobiernos de Estados Unidos, del Reino Unido y
de sus aliados, los que constituyen meros instrumentos para
socavar los derechos humanos y conspirar contra la humanidad
progresista.
 La lucha en pos de la democracia y la indetenible actividad
sindical, no sólo son constantes sino concretas. En un período de
demencia imperialista, la lucha por la paz es para el movimiento
de lucha de los trabajadores un objetivo y una tarea primordial. Las
primeras víctimas de la agresividad de Estados Unidos y de la
OTAN, son los trabajadores y las capas populares. Son
asesinados en sus hogares en sus centros de trabajos, se les
recarga con las tareas pesadas de la recuperación tras los
estragos de la guerra.

La paz mundial ayudará a todos los pueblos de los países en


desarrollo. Es por eso que la Federación Sindical Mundial está
presente en el desarrollo de un amplio y masivo movimiento anti-
bélico y pone énfasis, además, en los puntos claves de tal
movimiento: el internacionalismo, la solidaridad y el apoyo a los
trabajadores provisto de un contenido nuevo y enriquecido. La
Federación Sindical Mundial se pronuncia a favor de la abolición y
destrucción de todas las armas nucleares en todos los países
donde se encuentren, sin excepción de ninguno.
 La humanidad entera se ha percatado en los últimos quince años
de la negativa correlación de fuerzas que domina a las
instituciones internacionales como las Naciones Unidas, que
legaliza los ilegales actos de agresión de los gobiernos de Estados
Unidos.

Esto constituye un hecho muy negativo. El movimiento sindical


desarrolla acciones masivas y amplias exigiendo que las Naciones
Unidas se conviertan en un órgano justo e independiente de los
poderosos que habitan la Tierra. Nuestros tiempos necesitan de
ese tipo de organismos internacionales.
 La nueva dirigencia de la Federación Sindical Mundial ha evaluado
la necesidad de lograr un frente constante contra la burocracia y
la élite sindical para volver a ganar en autoridad, confianza y
aceptación. La historia nos enseña que los principios de
colectividad, crítica, operatividad democrática y competencia,
ayudan al movimiento sindical. Los dirigentes sindicales deben ser
sencillos, estar con la gente sencilla, amar a los trabajadores y no
convertirse en aliados potentados del capital. Los dirigentes
sindicales verdaderos deben estar educados en los principios y
valores del movimiento obrero. Deben estimar la base, a los
trabajadores.
 Vivimos en el siglo del conocimiento y la información. Las
corporaciones transnacionales tratan de mantener el conocimiento
y la especialización, solamente para sus cuadros y dirigentes. Es
más imperativa que nunca la necesidad de los trabajadores de
tener acceso y derecho al conocimiento, la cultura y la educación.
En este contexto, la educación sindicalista, aquella que podría
llegar a todos los trabajadores con seminarios, escuelas, grupos e
institutos, sería muy útil. La investigación y el conocimiento
científico son herramientas necesarias.

Le aportan otras ventajas al movimiento sindical, ya que se dirigen


esencialmente a la juventud, a las mujeres, a los intelectuales, a
los emigrantes por motivos económicos. La entrada de ellos,
revivificará al movimiento. Es indispensable que los nuevos
miembros sindicales posean un nivel educacional, cultural y
mental superior.
 La Federación Sindical Mundial lucha por mejorar las vidas de los
trabajadores, resolver su seguridad económica y sus demandas
laborales formadas por sus necesidades dependientes de su
entorno y momento.

Aboga por la participación de todos los trabajadores en los


sindicatos así como por el establecimiento y el funcionamiento de
las organizaciones sindicales de cada país, contenido en los
estatutos de la Federación Sindical Mundial propugnando la lucha
por la abolición de la explotación del hombre por el hombre,
elemento cualitativo que aporta fuerza a la lucha de los
trabajadores convirtiéndola en el motor impulsor de la historia en
la construcción de una sociedad sin injusticias sociales, sin
guerras, con democracia, libertad y con derecho al conocimiento y
a la información.
 La Federación Sindical Mundial lucha contra el imperialismo
cultural encaminado a la distorsión de la historia sin respeto a las
tradiciones, ni a la cultura, ni a las particularidades de cada nación
tratando, mediante una propaganda parcializada, de imponer en el
mundo entero una sociedad al estilo de la estadounidense. Cada
nación, cada país, cada organización sindical, tiene su propia
historia, sus propias características. La Federación Sindical
Mundial respeta y valora estos elementos y exhorta a la juventud
a estudiar la cultura y la historia de sus respectivas naciones.
 La Federación Sindical Mundial, después del décimo quinto
congreso sindical mundial, escribe una nueva página en la que
afirma estar presta - no obstante las diferencias que pudieran
existir en el plano político e ideológico - a cooperar y a colaborar
con otras organizaciones sindicales internacionales, con los
sindicatos nacionales, regionales y sus homólogos en aras de la
promoción de los intereses de los trabajadores del mundo. Los
únicos criterios en que se fundamenta la cooperación de la
Federación Sindical Mundial son los de igualdad, respeto mutuo,
aceptación de las diferencias de cada uno y en la concepción
conjunta de los objetivos comunes. La Federación Sindical
Mundial no visualiza a los sindicatos como enemigos. Mira a los
enemigos en términos de capital e imperialistas.
Un principio fundamental de la Federación Sindical Mundial fue, y
es, la promoción de la UNIDAD de todos los trabajadores con
independencia de sus ideologías, credos, color, idioma y género.
Estos elementos de la Unidad, deberán caracterizar las batallas
sindicales aunando filas alrededor de ellos de forma tal que la
lucha contra el capital sea más masiva y eficaz. En esta unidad en
la lucha, los desposeídos, los campesinos, los sin tierras, los
trabajadores por cuenta propia, los grupos de personas que se
preocupan e interesan por el mundo en que vivimos y en su futuro,
deben tener un sitio.
Vivimos en la era de la globalización, cuyo elemento dominante es
el neoliberalismo y la acumulación de exceso de poder en manos
de unos cuantos. Se ha perdido el equilibrio internacional, pero
esperamos que sea temporalmente. Opongámonos a la
globalización, globalizando la lucha. La Federación Sindical
Mundial, organización que cuenta con más de 60 años de
experiencia y actividad, ha renovado actualmente su orientación
de clase, lo que constituye una esperanza para revivificar el
movimiento sindical a nivel mundial.
6. LOS PRINCIPIOS DEL SINDICALISMO:
Es importante compañero que los dirigentes y afiliados tengamos
presente los principios sindicales y éticos que establecen
una conducta apropiada. en el presente cuadernillo uno de los ejes
principales que exponemos es el de conocer y cumplir nuestros principios
de clase. Primero Los principios son las reglas fundamentales que
orientan el comportamiento adecuado individual y grupal. Segundo en
nuestro colectivo (grupo de trabajadores) existen principios que nos
identifican, es decir patrones de conducta que tenemos que asumir si se
rompen o no se cumplen, la organización pierde su identidad y se debilita;
entonces, cada vez le es más difícil lograr sus objetivos. De esa forma,
pierde credibilidad ante los trabajadores y trabajadoras y ante la sociedad.
Existen al menos 9 principios fundamentales que todo sindicato y
sindicalista deben respetar. Podemos enunciarlos de la siguiente manera:
El sindicato debe ser:
 LIBRE
 CLASISTA
 DEMOCRÁTICO
 PARTICIPATIVO
 UNITARIO
 RESPONSABLE
 REALISTA
 SOLIDARIDAD
No debe existir discriminación alguna ni por:
Edad. - El único límite para el ingreso a un sindicato es estar
totalmente desvinculado de su centro de labores. Desde que un menor
de edad ingresa al trabajo tiene derechos que defender, lo cual es una
buena razón para sindicalizarse.
Sexo. - En los centros de trabajo donde laboran hombres y mujeres,
el sindicato se integra con afiliados masculinos como femeninos y
procura abrir los caminos propicios para los cargos directivos en
manos de mujeres. Esto es muy importante, pues, a la vez que se
rompen viejos prejuicios burgueses se cuenta con compañeras que
hagan posible la igualdad de derechos económicos y políticos
del hombre y la mujer.
Raza. - En el sindicato caben negros, blancos, mestizos, indios,
porque tiene iguales derechos que defender en el trabajo
Religión.- En un sindicato caben todas las religiones, inclusive la falta
de ella, como ateos, católicos, protestantes, mahometanos, pues
ninguna de las creencias o religiones es materia de discusión sindical.
7. LOS OBJETIVOS DEL SINDICALISMO:
Los objetivos son los logros que buscan alcanzar los sindicatos, para
responder a las necesidades de quienes forman parte de él. Los objetivos
dejan muy claro cuáles son las finalidades para las que fue creada
la organización sindical .Aunque cada organización sindical puede tener
objetivos muy variados, existen cinco de ellos que siempre le dan razón
de ser a todo sindicato. Estos objetivos orientan toda acción de
las organizaciones sindicales en su lucha por dignificar las condiciones de
vida de los trabajadores y trabajadoras.
Estos cinco objetivos son:
1. Un salario justo.- Los sindicatos buscan que quienes trabajan tengan
un salario adecuado y digno, que les permita cubrir sus necesidades y las
de sus familias en alimentación, salud, vivienda, educación, vestido
y recreación.
2. Mejores condiciones de trabajo.- Las condiciones de trabajo son un
complemento indispensable del salario. Las trabajadoras y los
trabajadores tienen el derecho a que las condiciones en que laboran no
les afecten ni física ni mentalmente.
Todos los sindicatos deben buscar que las personas afiliadas disfruten de
condiciones laborales que no les afecten en su salud y dignidad. Por
ejemplo, los sindicatos luchan por jornadas de trabajo justas y adecuadas
al tipo de labor que se realiza, por descansos y vacaciones oportunas, por
implementos de protección cuando las tareas que ejecutan las personas
así lo requieran.
En una fábrica de ropa también el sindicato lucha por asientos adecuados
y confortables, por aire fresco, por buena iluminación,
por servicios sanitarios limpios, en buen estado y en cantidad suficiente,
por agua potable, en fin, por todas las condiciones que hagan a las
trabajadoras y trabajadores personas dignas.
3. Empleo estable para toda persona.- No basta con tener trabajo, es
importante que el empleo sea estable, regulado por leyes que protejan
contra despidos injustos, principalmente cuando el trabajador y la
trabajadora han entregado lo mejor de sus años y toda su experiencia
para el desarrollo de su empresa y de su país .Las mujeres han sufrido
tradicionalmente muchos problemas con el empleo.
Por un lado, les cuesta más conseguirlo y, por otro, generalmente se les
asignan los puestos más mal pagados o se les paga menos salario que a
los varones por ejecutar las mismas labores. Es de unos años para acá
que se está dando una creciente incorporación de la mujer en las distintas
ramas de la economía. Para ellas el sindicato tiene
como objetivo garantizar que su incorporación laboral no se dé en forma
desventajosa y que se respeten y promuevan los derechos de su
condición particular.
4. Mejoramiento de las reivindicaciones sociales y económicas. -
Para proteger y garantizar el mejoramiento de los sectores laborales, es
necesario crear leyes y luchar para que éstas se cumplan. Por esta razón
el sindicalismo constantemente busca que los Estados promulguen leyes
y decretos que garanticen la continuidad de sus conquistas y el
mejoramiento social y económico de las personas trabajadoras. Para que
las leyes se respeten y se cumplan, es necesario que todas las personas
trabajadoras y estén unidos y organizados.
5. La permanente democratización de la sociedad.- El respeto a los
derechos humanos es una de las luchas más importantes que los
trabajadores pueden realizar desde sus organizaciones sindicales. El
reconocimiento de los derechos de libre asociación, de pensamiento y de
expresión implica luchar por la democratización de sus países. También
es importante que los sindicatos participen en la vida política de las
naciones, para vigilar y supervisar que los gobiernos sean justos en
sus políticas económicas y sociales.

 DIMENSIÓN ORGÁNICA:
Centra los aspectos mismos de la organización en el desarrollo
del Movimiento sindical, esta dimensión es uno de los pilares
fundamentales encierra en ella la dirección el norte del sindicato,
el proceso de información sobre lo que está aconteciendo de los
dirigentes hacia los afiliados dentro del contexto Laboral, social y también
político. El desarrollo del cumplimiento de los deberes de
las Secretarías, dentro de nuestra idiosincracia (costumbre), para la
mayoría de sindicatos y trabajadores el Secretario General, Defensa y
Organización son tomados como cargos responsables y el resto de los
cargos salvo el de economía, actas y archivo cargos un poco importante;
pues la verdad en el sostenimiento de nuestra Organización sindical todos
los cargos son de importancia, responsabilidad y trascendente en nuestra
identificación y cultura.
El sindicato es un órgano que agrupa a trabajadores permanentes y
contratados, a una misma empleadora. De acuerdo a nuestra
legislación Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo Decreto Ley Nro.
25593 su modificatoria Ley 27912 en su Artículo 5°, señala que los
sindicatos pueden ser: a.- de Empresa, b.- de Actividad, c.- de Gremio y
d.- de Oficios varios. Los afiliados a un sindicato gozan de derechos y
deberes de acuerdo a su Estatuto, documento que reglamenta los fines,
objetivos, actitud y defensa de los agremiados y dirigentes sindicales, por
ende al Sindicato.

Si bien es cierto la costumbre de estas últimas décadas ha hecho que los


trabajadores y los propios dirigentes que solo tres cargos son importantes
y los demás solo son de relleno para cumplir con los requisitos para
la autoridad de gobierno. El tiempo nos demuestra que gracias a esa
costumbre nuestra identidad y cultura se está extinguiendo. La
FENAOMP, emprende en la actualidad una ofensiva para que nuestras
bases obreras consoliden la labor grupal coordinado para el bien del
sindicato y nuestro gremio, sembrar en nuestros afiliados la Identidad y la
cultura de nuestra organización sindical, con la actitud de la
responsabilidad y el deber en los cargos que ostentan en la Junta
Directiva del sindicato y cumplir con las disposiciones del estatuto. Al
mismo tiempo prevenir las necesidades de los trabajadores no solo en el
ámbito de lo Laboral, sino también en lo social, educativo, salud, etc.,
nuestra responsabilidad es integral para con nuestros afiliados desde la
Dirigencia del sindicato y la Dirigencia Nacional.

 DIMENSIÓN POLÍTICO SOCIAL:


Esta dimensión para nuestro gremio involucra un aspecto álgido, en
nuestro Movimiento, si bien es cierto la cúpula gobernante nos manifiesta
que los sindicatos no deben tratar el aspecto político y solo deben
centrarse en lo laboral, en la practica el contexto político es fundamental
en la decisión del establecimiento de las políticas laborales a nivel
nacional y local. El sindicato y el movimiento sindical no debe estar ajeno
a esta Dimensión. Los trabajadores debemos crear un Partido Político
representativo del pueblo peruano que asuma la defensa de los intereses
nacionales. Allí están los ejemplos de LULA, EVO MORALES, LEX
VALESSA, etc, la clase trabajadora y el pueblo oprimido tienen que tener
una representación política que asuma su responsabilidad.

La dirección del Estado se da por la voluntad popular, en otras palabras


por la dirección del sistema democrático, pero en el sistema la dirección
lo tiene el cargo político para manejar al estado que mediante el voto
popular elije a sus representantes. es ilógico que el pueblo decida que se
establezca políticas antipopulares, como el maltrato, el abuso y la
desatención en los servicios públicos en Limpieza, educación,
salud, seguridad, etc., pero que en nuestra vida republicana nuestros
gobernantes solo gobierna para algunas familias o pequeños sectores,
con el respaldo del voto popular… ¿Qué sucede con el
pueblo? La familia de la clase trabajadora en general elegimos a
nuestros representantes políticos… ¿Pero sabemos elegir? La
respuesta nos la dice la historia leyes en contra del trabajador, maltrato,
abuso, explotación, despidos, privatización, etc., es la radiografía de
nuestra sociedad, por ello el sindicato y el movimiento sindical no deben
de estar fuera del contexto Político, sino por el contrario debemos de ser
agentes que construyan proyectos políticos a favor de la sociedad y la
clase trabajadora. Trabajemos pues, para que se haga realidad un Partido
de los trabajadores y los olvidados del campo y la ciudad. La sociedad,
en donde nos desenvolvemos es importante desempeñarnos bien frente
a este contexto, el Sindicato es parte de la sociedad, percibe lo que la
afecta contribuye en su desarrollo y como organización ayuda en las
necesidades que ella afronte. Nuestra perspectiva no solo es laboral eso
es lo que reiteramos siempre para mantener el sostenimiento de nuestra
identidad, fuerza y cultura, nuestro movimiento debe afrontar estas
perspectivas no como cambios nuevos sino por el contrario fines que
nacieron con nuestro movimiento sindical a favor de nuestra sociedad.
 DIMENSIÓN ECONÓMICA:
Tocamos esta dimensión en el marco de la economía, como algo
separado de la parte orgánica sindical pero que al mismo tiempo está
íntimamente ligado y relacionado con esta dimensión, pero aquí hemos
preferido tratarlo por separado por las circunstancias que a continuación
detallamos.

Participación individual, gremial y social. Es decir, concebir una cultura


económica integral por parte de todos, afiliados y gremio. Si bien es cierto
que el sostenimiento económico es también un pilar fundamental en
nuestra sociedad materialista, las bases sindicales debemos de ser
consiente en la aportación sindical hacia el Sindicato y la Federación,
fiscalizando la distribución de los recursos. En la actualidad existen
sindicatos donde sus afiliados no aportan por diversos motivos, aportan
cuando están en problemas o perciben que sus derechos van hacer
vulnerados o se acerca una inminente lucha frontal con la patronal,
también donde algunos sindicatos tienen una buena aportación centrando
lo ahorrado en otras actividades relacionados netamente al ámbito local y
lo federativo y general lo dejan de lado.

Es preciso compañeros señalar que debemos de integrar en nosotros una


cultura económica para el fortalecimiento de nuestro gremio tanto local
como federativo, concretando un local sindical, un local Federal centrando
servicios hacia la comunidad como la salud, bibliotecas y otros servicios
que la sociedad pueda identificar nuestro rol en el desarrollo y apoyo de
nuestro gremio hacia ella.

La FENAOMP, en la actualidad sobrevive con la contribución del aporte


sindical de algunas bases que comprenden que la cuota sindical es parte
fundamental del sostenimiento de nuestro gremio y la calidad de
Dirigentes y Defensa que es nuestro deber presentar hacia las bases, el
contar con un local Federal es un objetivo, el de brindar un
mejor servicio en la Defensa de nuestros afiliados también es un objetivo
que venimos cumpliendo con nuestras propias limitaciones, es por ello
que esta dimensión reiteramos es trascendental en nuestro Movimiento
Sindical Municipal.

8. EN EL MARCO DE LA LUCHA SINDICAL OBRERA MUNICIPAL:


Comprendemos que existen agentes externos e internos que limitan
nuestra acción sindical. Estas variables que entorpecen
nuestras acciones sindicales y sociales, necesariamente necesitan ser
afrontados para erradicarlos y emprender nuestro desarrollo organizativo
en bien de nuestro colectivo y la sociedad en general, para ello la Junta
Directiva Nacional de la FENAOMP, propone alternativas que serán
debatidas en el presente Congreso como la aprobación definitiva de
la estructura orgánica de nuestra institución en relación de expandir
nuestras acciones creando nuevas secretarias. Asimismo, tratar el aporte
sindical para el mantenimiento de nuestra organización, crear nuestra
identidad ver el panorama político y sobre todo combatir las amenazas
internas intensificando capacitaciones abriendo las Escuelas Sindicales
Obreras Municipales, separando a los malos dirigentes y seudos
dirigentes, combatiendo también la indiferencia de nuestros afiliados y
sociedad en general.

La responsabilidad y el deber.- No es una propuesta sino un deber que se


debe de cumplir desde el afiliado hasta la Directiva Nacional, con el
respeto y el fiel cumplimiento de nuestro Estatuto; también denunciar
actos de corrupción dentro de nuestra institución, maltrato y
otras actitudes que denigran nuestra Identidad, cultura e institución
sindical.

El fortalecimiento de la masa sindical, nuestra identidad clasista no hace


diferencia entre trabajador permanente y contratado, pero en la práctica
existen sindicatos donde han perdido totalmente esta identidad clasista y
se han convertido en un grupo sectario y egoísta donde solo los
sindicalizados deben ser permanentes. La FENAOMP, en el X Congreso
Nacional realizado en Arequipa-2005 y ratificada en la XXXII Asamblea
Nacional realizado en el Cusco en Diciembre del 2005, acordó que los
Sindicatos afiliados a ella, y en el marco de nuestra identidad clasista
afiliemos a los compañeros contratados buscando la mismo tiempo su
ESTABILIDAD LABORAL y, enseñémosle nuestra cultura, Identidad y la
Lucha para lograr el respeto de los derechos ganados; al mismo tiempo
fortalecer nuestra institución con elementos jóvenes y progresistas.

La Acción Política de Integración.- El sindicalismo está integrado en la


organización política del Estado.

 Acción Política Reformista.- Los sindicatos no sólo negocian,


sino que también buscan una serie de reformas sociales y
transformaciones estructurales, que lleven a una mejor distribución
de los bienes económicos; pero, sin cuestionar los fundamentos
mismos del sistema. Se procura que los obreros formen parte de
las Cámaras Legislativas para tratar de asegurar una legislación
social más avanzada; en ciertos casos, ellos integran algunos
organismos del Estado tales como Consejo Económico y Social;
Comisión Tripartita; Comisión de control de precios, etc., pero
sin poder efectivo, ni facultades de decisión en cuestiones de
importancia. Con este tipo de sindicalismo, gobierno y burguesía
encuentran los modos de corromper y sobornar a las capas
dirigentes de la clase obrera, transformando a dichos dirigentes en
burócratas que nada harán más allá de las reglas del juego que les
impondrá el sistema.
 Acción Política Revolucionaria.- Comienza a darse cuando las
luchas obreras sacuden al sistema y lo cuestionan en sus mismo
fundamentos, pues, la vanguardia obrera y un número cada vez
mayor de trabajadores se hace consciente de que los problemas
obreros no pueden resolverse dentro del marco del sistema
capitalista, por cuanto esos problemas son mucho más que una
cuestión de salarios, vacaciones pagadas, buenas condiciones de
trabajo, etc.,
La FENAOMP y sus Bases Sindicales, tiene la gran tarea de
desarrollar todo un trabajo a mediano y largo plazo a fin que en
algún momento aliado con otros sectores laborales y el pueblo
olvidado podamos conformar un gran frente, un Partido Político,
que nos represente, así como la DERECHA a pesar que son pocos,
todo el tiempo nos han gobernado y que asimismo, aquellos
partidos políticos de "tendencia progresista como el APRA, en la
práctica defiende al PODER ECONOMICO-FINACIERO y se
OLVIDAN DE SU COMPROMISO, con el pueblo y los trabajadores.
Esto debemos de revertir y para ello todos los trabajadores
encabezados por sus dirigentes tenemos que asumir nuestra gran
responsabilidad, y este nuestro XI CONGRESO NACIONAL que
deberá acordar estas pautas.

9. RESEÑA HISTORICA DE EL SINDICALISMO PERUANO:

El movimiento sindical peruano surgió a inicios del siglo XX y empezó a


desarrollarse en sus dos primeras décadas. Desplegando una serie de
acciones importantes, encaminadas a la conquista de la jornada de las
ocho horas de trabajo, esta lucha tuvo como protagonista a la Federación
Obrera Local de Lima, que organizó una huelga en 1918, estas acciones
de lucha rindieron sus frutos con la expedición del Decreto Supremo el 19
de enero de 1919, implantando la jornada de 8 horas de trabajo en todo
el Perú.

A partir de esa conquista, el sindicalismo peruano ha continuado en su


lucha, con la única finalidad de arrancar más derechos a favor de la clase
trabajadora, esta lucha ha continuado y sigue vigente a pesar de la
persecución y la hostilización desatada por los gobiernos dictatoriales, e
incluso por gobiernos llamados democráticos, controlados por la
Burguesía.

Como resultado de esta persecución, han asesinado dirigentes sindicales


como al Secretario General de Construcción Civil y dirigente de la CGTP
Pedro Huillca Teccse, a otros dirigentes los han desaparecidos, y como
parte de la hostilización los Gobiernos llamados democráticos no han
escatimado en despedir a toda una Junta Directiva, como la del
SITRAMUN-LIMA, despido efectuado por un Alcalde que se jacta de ser
democrático.

El 30 de Abril y el 1de Mayo de 1929, el movimiento sindical en el Perú


logra aglutinarse a través de la creación de la Confederación General de
Trabajadores del Perú, propiciada por el gran Amauta José Carlos
Mariategui, está central logró la formación de más organizaciones
sindicales en todo el Perú, asimismo impulsó la mayor parte de
movimientos huelguísticos y de protesta de aquellos años, la Central fue
disuelta mediante Decreto Ley 6926 del 12 de noviembre de 1930.

El 1 de mayo de 1944, el movimiento sindical peruano, da nacimiento a la


a la Confederación de Trabajadores del Perú, que posteriormente fue
asumida por el Partido Aprista Peruano y viene siendo controlada por esta
organización.

El 14 de junio de 1968, se reconstituye la Confederación General de


Trabajadores del Perú, como resultado de la búsqueda de una central que
sea netamente clasista, esta Central es la que más se ha desarrollado y
ha tenido un papel protagónico en la lucha contra la Dictadura Fujimorista
de los últimos años.

En el año de 1971, el movimiento sindical peruano de tendencia


demócrata cristiano, da lugar a la creación de la Confederación Nacional
de Trabajadores, que no tuvo mayor vigencia entre los trabajadores.

En 1972, se da lugar a la constitución de la Central de Trabajadores de la


Revolución Peruana, creación que fue propiciada por el Gobierno Militar
de ese entonces, con el objetivo de controlar al movimiento sindical
peruano, desaparecido el gobierno militar de dicha central podemos
encontrar solo el nombre.

El movimiento sindical peruano, tuvo grandes jornadas de lucha,


especialmente en su lucha contra la dictadura militar, que desató una
indiscriminada persecución de dirigentes sindicales y el despido de miles
de ellos, ante este hecho era necesario de dar una respuesta organizada
del movimiento sindical que se evidenció en el Paro Nacional de Protesta
organizado por la CGTP el 19 de Julio de 1977, el 27 y 28 de febrero de
1978, y el 23 y 24 de mayo de 1978; y en la huelga de los maestros de
primaria y secundaria decretada por el SUTEP en mayo de 1978, por ese
entonces también comenzó la organización de los trabajadores de la
Administración Pública.

Entre los años de 1980 y 1985 el movimiento sindical peruano ha


proseguido su lucha, por sus derechos laborales enfrentando esta vez a
gobiernos de Belaunde y de García supuestamente llamados
democráticos que también han pretendido en desconocer los derechos
logrados en las grandes jornadas de lucha.

A partir de los años de 1990, empieza una nueva etapa de confrontación


entre los trabajadores y el estado peruano, esta vez representado por un
gobierno civil, pero que en esencia era una dictadura cívico militar, que
también arrasó los derechos de los trabajadores y despidió a miles de
ellos, lo que impulsó que la CGTP jugando un papel protagonista,
convocará una serie paros y de movilizaciones, en contra de esta
dictadura cívico militar.

10. EVOLUCION DE EL SINDICALISMO PERUANO:


10.1 PRIMERA PARTE: CRECIMIENTO ECONOMICO, DEMOCRACIA
Y SINDICATO:
Los impactos de las políticas laborales durante el
gobierno de Alberto Fujimori pueden sintetizarse en
tres elementos. Primero, las reformas económicas
causaron miles de despidos y un aumento de la
informalidad. Como consecuencia de ello, la tasa de
sindicalización pasó del 18,4% al 4,7% solo en el
periodo 1991-1997.

Segundo, la Ley General de Trabajo redujo la función


protectora del Estado en las relaciones laborales e
impuso trabas a las organizaciones de trabajadores, así
como al derecho a huelga. Entre 1996 y 2000 se pasó
de 219 a 37 huelgas anuales a nivel nacional (Perú-
MTPE, 2012). Finalmente se impulsó una política de
intimidación que no solamente deslegitimó a los
sindicatos como actores centrales para la defensa de
los trabajadores, sino que incluyó amenazas y
asesinatos a algunos de sus principales líderes.
Entre otros resultados, se pasó de 170 nuevos
sindicatos y 50 cancelados en 1993, a 41 cancelaciones
y 38 nuevos sindicatos en 2000. Por otra parte, junto a
la reducción en el número de huelgas, también la
cantidad de convenios colectivos se redujo, pasando de
1.792 en 1990 a 418 en 2.000 (Perú-MTPE, 2001). El
movimiento sindical terminaba el siglo pasado
deslegitimado ante la opinión pública, con sus bases
debilitadas y sin ninguna capacidad para ejercer
contrapeso a las reformas neoliberales.

Al menos parte de la situación anterior parece


haber cambiado en la última década. Debido al
crecimiento económico que experimento Perú, aumentó
el número de trabajadores sindicalizados. Entre 2001 y
2012 el PBI creció en un 5,86% anual (Perú-BCR, 2013),
al tiempo que la informalidad se redujo en 8% entre
2001 y 2011. Siendo esta una de las tasas de
crecimiento más altas en la región, la base sobre la que
los sindicatos actuaron fue mucho mayor a la de los
años noventa.
En términos políticos, este proceso tuvo lugar bajo
condiciones distintas a las de otros periodos en los que
el número de trabajadores sindicalizados creció.
Sin una izquierda orgánica, debilitadas las
principales centrales sindicales y sin ninguno de los
tres gobiernos en el poder entre 2001 y 2013 buscando
afinzar alguna alianza con los sindicatos, las
condiciones del crecimiento sindical no fueron
alentadas desde el poder cuanto una consecuencia del
dinamismo económico. De hecho, el crecimiento tuvo
tal dinamismo que fue más rápido que la tasa
sindicalización.

Para comprender el desfase entre crecimiento en


número absolutos y reducción en números relativos, es
necesario tener en cuenta la combinación de dos
elementos cruciales.
Primero, la continuidad del modelo de desarrollo
iniciado en los noventa y caracterizado por su énfasis
en la exportación de materias primas por sobre el
desarrollo de un mercado interno), lo cual favoreció el
desarrollo de solamente algunos sectores económicos.

Entre 2001 y 2012, las exportaciones pasaron de siete


a cuarenta y cinco millones de dólares. En promedio,
las materias primas fueron el 75% de estas
exportaciones y, dentro de ellas, los minerales fueron la
principal exportación. En el mismo periodo, más del
53% de exportaciones peruanas fueron minerales
(Perú-BCR, 2013). Junto a esta industria crecieron
también la agroindustria y los textiles, gracias a
tratados de libre comercio fimados con países como
Estado Unidos. Ambos sectores generaron más del 55%
de las exportaciones no tradicionales entre 2001 y
2012 (Perú-BCR, 2013). A nivel de industrias orientadas
al mercado local, las que mayor dinamismo
experimentaron fueron construcción civil – que triplicó
su producción entre 2001 y 2012 – y comercio.

Segundo, una legislación laboral que, salvo pocas


modifiaciones, continuó siendo la misma de los
noventa. De este modo, incluso en un sector tan
dinámico como el minero, con los altos incentivos para
la sindicalización debido a la repartición de utilidades,
la tasa de sindicalización descendió del 20% en 2001 al
16% en 2012. Debido a la ley sobre intermediación
laboral, menos del 50% de trabajadores en esta
industria son empleados directamente por las
empresas mineras (MINEM, 2013). La situación fue
todavía más difícil en el caso del sector textil y
agroindustrial, en los que, en el marco de la Ley de
Exportación No Tradicional, sindicalizarse resultó muy
difícil.
De este modo, aunque la sindicalización aumentó,
esta se dio de manera limitada respecto a ciertos
sectores económicos y, dentro de ellos, respecto de las
leyes que permitían que los trabajadores se
organizaran. Es sintomático que una de las luchas
laborales que más espacio ganó en la opinión pública
se centrase no en la discusión de un convenio
colectivo, sino en el derecho a la sindicalización de un
grupo de trabajadores. La empresa Topy Top,
mencionada usualmente para celebrar el “emprende
durismo peruano”, ejemplifia los paradójicos efectos
del neoliberalismo en el Perú: crecimiento económico y
aumento en la tasa de empleo enlazado con la
violación sistemática de los derechos laborales.

Los sindicatos no fueron capaces de revertir legal


o económicamente los efectos de los noventa: el lento
aumento del salario mínimo; la reducción de los
derechos laborales; y el aumento de la brecha entre
salarios y excedentes del capital son algunos
indicadores que permiten subrayar los frágiles logros
del sindicalismo en el Perú. Respecto de la relación
entre salario y excedentes del capital, es llamativo que,
no solo no se dio un cambio, sino que la concentración
del ingreso aumentó en la última década.
Dado que es uno de los mecanismos cruciales que
utilizan los sindicatos para mejorar sus derechos
laborales, analizar las dinámicas de la negociación
colectiva resulta de utilidad para entender las
dinámicas de las organizaciones de trabajadores en el
Perú.

Antes de ello, cabe precisar que solamente los


trabajadores de dos sectores pueden negociar por
rama de actividad – esto es, a nivel de toda una
industria: los de construcción y los portuarios. En
cambio, en las demás industrias las negociaciones se
dan a nivel de empresa, lo cual signifia que cada
sindicato presenta sus pliegos de reclamo directamente
ante su empleador.

El aumento en la intervención estatal no se debió


a un cambio en la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo, sino que fue consecuencia de un mayor
intervencionismo de quienes estuvieron a cargo del
MTPE. No se trató tanto de una intervención que
respondiera a políticas laborales institucionalizadas,
sino a intereses particulares, implementados con el
apoyo del Estado.
De esta manera, ante el crecimiento del número
de trabajadores sindicalizados y de pliegos de reclamos
presentados, los gobiernos de la última década optaron
por la continuidad institucional – no se cambiaron las
reglas de juego de las relaciones laborales – y el
aumento de sus intervenciones en casos específicos, en
particular en aquellos que llegaron a los medios de
comunicación, o en los que las huelgas amenazaron la
producción de minerales en el país.

Para terminar con este panorama general sobre


las dinámicas de los sindicatos peruanos es necesario
analizar uno de sus mecanismos de protesta más
institucionalizados: la huelga. En promedio, 91,6% de
estas fueron declaradas ilegales entre 2001 y 2012.
Esto es solo un 2,5% menos que el porcentaje de
huelgas ilegales entre 1995 y 2000. La actitud del
Estado hacia la huelga, a pesar de haber pasado tres
gobiernos democráticos, parece seguir siendo la misma
de los noventa: prohibirla en la mayoría de los casos.
Los diversos requisitos que impone la legislación
peruana a la huelga vuelven a esta estrategia peligrosa
para los sindicatos, pues existe la posibilidad de
despido.

Debido a ello, la mayoría de trabajadores fueron a


huelga por dos días como máximo, pues de ese modo
no podrían ser despedidos por la empresa bajo el
argumento de “faltas injustifiadas”: del total de
huelgas ocurridas entre 2000 y 2010, el 64% tuvieron
una duración de 1 y 2 días. La ley fue sufiiente para
mantener a la mayoría de los sindicatos bajo control.
De hecho, la violencia o represión que caracterizaron a
otros conflctos no han aparecido en el caso de los
laborales.

Pero no porque los trabajadores estuvieran


satisfechos. Tras tres décadas de crisis económica, la
represión no parece necesaria cuando es posible
amenazar con despidos arbitrarios a los trabajadores
sin que el Estado haga mucho por evitarlos.

10.2 SEGUNDA PARTE: ESTRUCTURA Y CULTURA DEL


SINDICALISMO PERUANO EN EL SIGLO XXI:

En contraste con la sección anterior, en esta no se


enfatizan las relaciones entre sindicatos y contexto,
sino que se analizan las principales dinámicas del
sindicalismo peruano en la última década, intentando
describir sus principales cambios y continuidades.
El principal inconveniente para ello es la
heterogeneidad que existe en las organizaciones de
trabajadores y la falta de información bibliográfia
sobre sus características. La estructura, identidad
política y culturas organizacionales varían dependiendo
la industria a la que cada sindicato pertenece, las
particularidades socio-demográfias de sus miembros y
el espacio geográfio en el que actúan.
Lamentablemente no se dispone de encuestas a nivel
nacional o de otras fuentes cuantitativas sobre las
características de las organizaciones de trabajadores.

Más aún, la producción académica respecto del


sindicalismo ha sido casi inexistente luego del año
1995, salvo por algunos artículos de opinión en revistas
laborales.

 Estructura: Los nuevos sindicatos:


Antes se afirmó que el crecimiento económico
sentó las bases para el aumento de los trabajadores
sindicalizados en el Perú. Pero este crecimiento a partir
del año 2001 no implicó una mayor coordinación entre
estos o el fortalecimiento de un movimiento sindical a
nivel nacional. De hecho, varios de los nuevos
sindicatos aparecieron fuera de – o incluso en
contraposición con – la principal central de trabajadores
del país.
Aunque cada sector económico tiene dinámicas
específias, es importante subrayar los elementos en
común entre aquellos sindicatos que apostaron por salir
de la estructura de la CGTP. Los casos de construcción,
textiles y comercio son importantes por el nivel de
atención pública que recibieron, pero sobre todo por el
tipo de indicios que dan sobre lo que ha venido
ocurriendo con los sindicatos peruanos. A continuación
se describe cada caso, para después analizar sus
elementos en común e implicancias.
En un contexto de incentivos económicos por el
crecimiento de la industria y de apoyo político por
parte del Partido Aprista – que trataba de debilitar a la
CGTP –, desde 2007 cientos de comités de obra
intentaron negociar directamente con las empresas de
construcción, al margen de los acuerdos obtenidos por
la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del
Perú. Para ello se organizaron a través de sindicatos,
formalizando estas organizaciones ante el MTPE. La
CGTP, desbordada ante la cantidad de obras de
construcción en el país, fue incapaz de ejercer un
control de la fuerza de trabajo en las nuevas obras, por
lo que otros operadores políticos – miembros de la
federación de trabajadores de la Alianza Popular
Revolucionaria Americana (APRA), o ex miembros de la
propia FTCCP – comenzaron a crear nuevas
organizaciones. Esta situación generó competencias
entre sindicatos para obtener ya no solo mejores
salarios, sino puestos de trabajo en las obras. En un
marco de crecimiento económico, cientos de jóvenes
de barrios populares se sindicalizaron no solo para
mejorar la relación laboral, sino para conseguir un
trabajo, al tiempo que bandas de delincuentes vieron
en los sindicatos la oportunidad para chantajear a los
empresarios del sector.

 Cultura:
Girando alrededor del Estado.
Respecto de la cultura sindical, esta mantuvo su
tendencia a depender del Estado para pensar sus
estrategias, fueran estas de corto plazo – por ejemplo
cuando un sindicato de empresa inició una negociación
colectiva – o de largo alcance – por ejemplo en la
discusión sobre la Ley General de Trabajo. Esta
tendencia no es nueva en el caso de los sindicatos
peruanos o latinoamericanos. Por el contrario, a través
de partidos políticos de izquierda o gobiernos
populistas, los sindicatos tendieron a privilegiar la
negociación con el poder de turno por sobre el
establecimiento de estrategias autónomas para
presionar a las empresas o Estado.

Desde aproximadamente 1970, los sindicatos


peruanos utilizaron el clasismo como marco cognitivo
desde el cual cualquier estrategia fue pensada. Desde
este, el Estado se entendía como un campo de batalla
con las clases dominantes, por lo que, cuando las
estrategias de toma del poder – fuera a través de
elecciones o de las armas – fracasaron, el
enfrentamiento entre sindicatos y Estado – a través de
sus fuerzas armadas o de la policía – se tornó
inevitable. El sindicalismo clasista, vinculado
estrechamente a los partidos radicales de izquierda,
tuvo como principal contraparte no a las empresas
privadas, sino al Estado. Era desde él que una
negociación colectiva podía resultar favorable y desde
donde cualquier posible victoria podría conseguirse.

El clasismo inició su crisis en principios de los


años ochenta la misma que continuó durante los
noventa. Sin embargo, aun cuando el clasismo dejó de
articular una interpretación politizada sobre el país, los
sindicatos continuaron viendo en el Estado al
interlocutor clave para lograr sus objetivos. Lo anterior
no podría ser comprendido sin tener en cuenta el
intervencionismo que caracteriza a la legislación
laboral peruana. Sin embargo, es justamente en
respuesta a este intervencionismo que los sindicatos
podrían haber utilizado diferentes estrategias, como ha
ocurrido en otros escenarios en América Latina, en
donde otras más autónomas se han dado en los últimos
años. Ello, sin embargo, no parece haber ocurrido con
los sindicatos peruanos, como se puede apreciar en
tres niveles de su accionar.
De acuerdo con las bases de datos de las
Direcciones Regionales de Trabajo y Promoción del
Empleo, y las de la Dirección General de Trabajo,
quienes con mayor frecuencia solicitan la intervención
estatal a través de conciliaciones y extra procesos son
los sindicatos. Al describir las tendencias respecto a
cómo se han venido solucionando los pliegos de
reclamo en la sección anterior, se señalaba que los
convenios solucionados a través de estos mecanismos
aumentaron en casi 10% en la última década. Algunos
funcionarios públicos encargados de intervenir en los
conflictos laborales afirmaron que “cada vez que el
sindicato siente que no puede negociar, recurre a
nosotros…siempre esperan que nos pongamos de su
lado” .
Aunque este tipo de intervenciones no son
negativas, pueden resultar arriesgadas tanto para el
empleador como para los trabajadores en un contexto
de debilidad institucional. Nada asegura que los
funcionarios públicos resulten actores neutrales
durante la negociación. Por el contrario, ya que
dependen de autoridades políticas, pueden ser
sometidos a presiones y denuncias por parte de
cualquiera de las partes.
Esta tendencia a depender del Estado va más allá

de solicitar constantemente su intervención en la


negociación: incluso las estrategias utilizadas cuando el
diálogo ha fracasado recurren al Estado como eje de la
acción. De este modo, cuando un sindicato decide
organizar una huelga o un plantón para expresar sus
demandas, es común que lo haga frente de alguna
oficina del MTPE. Un mecanismo potencialmente
poderoso como la movilización de los trabajadores
queda entonces reducido a los espacios del Estado. Una
sistematización de los informes sobre los conflctos
laborales registrados por la Defensoría del Pueblo
entre 2007 y 2011 muestra que la mayor parte de los
plantones realizados por demandas laborales a
empresas privadas se realizaron frente a instancias
públicas más que frente a la misma empresa.
La mayoría de las acciones emprendidas por la
CGTP y otras federaciones sindicales recurrieron
constantemente al Estado y a lo que podría hacerse
desde su interior en términos legislativos. Por ejemplo,
en el caso de la propuesta de una nueva Ley General
de Trabajo, se participó en las discusiones con
empresarios y funcionarios públicos durante más de 10
años, sin lograr ningún resultado concreto respecto a la
misma. El Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del
Empleo ha sido un espacio de concertación donde las
centrales sindicales no consiguieron los cambios
esperados.

Haberse concentrado en él más que, por ejemplo,


en la elaboración de un escenario que pusiera énfasis
en la negociación colectiva, el aumento de la tasa de
sindicalización, o los lazos con otros movimientos
sociales, muestra hasta qué punto la dirigencia de las
centrales sindicales privilegió una estrategia centrada
en las instituciones estatales: “el poner el acento en la
reforma jurídica, dejaba al Estado como el principal
interlocutor del reclamo gremial, librando a los
empresarios de toda responsabilidad”.

En un contexto en el que el Estado cambió sus


funciones respecto de la relación entre capital y
trabajo, los límites de una estrategia basada en lo que
él puede hacer se tornan evidentes. Ello no implica que
no deba haber campañas a favor de cambios en la
legislación laboral o por el aumento del salario mínimo.

Pero sí significa que estas luchas no necesariamente


deben depender únicamente de este nivel. De hecho,
durante los últimos 15 años ha venido apareciendo una
literatura acerca de las campañas comprehensivas y la
importancia de apelar a nuevos tipos de estrategias de
negociación en un mundo globalizado.

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