Los efectos sobre la salud de la contaminación acústica no se relacionan únicamente con
daños auditivos, sino que también provocan otros efectos sobre el cuerpo que no son fácilmente atribuibles al ruido. La gran mayoría de la población desconoce los efectos que puede tener el ruido sobre la salud y su grado de influencia en ciertas enfermedades, sobre todo las de tipo cardiovascular. Los trastornos auditivos son los que se asocian intuitivamente a la contaminación por ruido ya que el oído es el órgano que recibe en primera instancia el impacto. Dentro de las reacciones inmediatas al ruido están: la dilatación de las pupilas, la contracción de los músculos que se ponen tensos y dolorosos, sobre todo los del cuello y espalda, taquicardias, movimiento acelerado de los párpados que se cierran una y otra vez, agitación respiratoria y disminución de la secreción gástrica que dificulta la digestión, además hay una menor irrigación sanguínea y una mayor actividad muscular. Los posibles trastornos auditivos son: Trauma acústico: Se produce por un ruido muy intenso que puede superar los 140 dBA y de corta duración, como puede ser una explosión. Los síntomas principales son la pérdida auditiva permanente en todas las frecuencias, desde las agudas hasta las graves, y la elevación del umbral auditivo que puede ser temporal o permanente. Elevación del umbral auditivo: La elevación del umbral auditivo implica que para escuchar los sonidos es necesario que sean más intensos que el promedio habitual. Por ejemplo, cuando hay que elevar la voz para que una persona escuche, esta persona tiene el umbral auditivo más alto. Además, de por un trauma acústico, la elevación del umbral auditivo puede deberse a la exposición prolongada a ruidos de intensidad moderada o alta, de más de 80 decibelios. Esto puede ser especialmente importante para trabajadores de discotecas o bares de copas o recintos industriales. Trastornos no auditivos causados por la contaminación acústica: Los trastornos no auditivos ocasionados por el ruido generado por la contaminación acústica no son tan fácilmente deducibles ya que dependen de la intensidad del ruido y del tiempo de exposición. Se pueden clasificar como efectos psicológicos, físicos y sociales de la contaminación acústica. Efectos psicológicos del ruido: Entre los problemas psicológicos que puede causar la contaminación acústica se encuentran: o Estrés o Insomnio o Irritabilidad o Síntomas depresivos o Falta de concentración o Menor rendimiento en el trabajo o Tendencia a actitudes agresivas o Falta de deseo sexual
Efectos sobre la memoria:
Algunos estudios indican que una persona sometida a ruido tiene un menor rendimiento en aspectos relacionados con la memoria que una persona que no está sometida a ruido. Estos síntomas pueden agudizarse en niños.
Efectos físicos del ruido:
En función de la intensidad del ruido generado por la contaminación acústica, se pueden producir unos efectos sobre el cuerpo humano u otros. En esta tabla se desglosan a grosso modo los principales efectos.
Efectos sociales y económicos de la contaminación acústica:
La contaminación acústica provoca no sólo efectos físicos y sociales, sino que los efectos sobre el comportamiento social y las repercusiones económicas son importantes. Algunos de ellos son: o Aislamiento social o Pérdida de valor de la vivienda o Gastos sanitarios o Abstención al trabajo En los problemas en la comunicación, aislamiento. Ante la incapacidad de comunicarse adecuadamente el organismo tiende cada vez más a evitar la comunicación.