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2018

LOS INDICADORES
AMBIENTALES Y SU
INFLUENCIA EN EL
DESARROLLO
SOSTENIBLE EN EL
SECTOR
CONSTRUCCIÓN

UAP-FILIAL ICA | DEFENSA NACIONAL , DESASTRES NATURALES Y EDUCACION AMBIENTAL


2.INTRODUCCIÓN

Adentrarse al tema de la sostenibilidad demanda hacer mención del crecimiento


económico global, sin precedentes, producido desde la segunda mitad del siglo XX. Este
crecimiento, sin lugar a dudas, ha generado importantes avances sociales. Sin embargo,
mientras los indicadores económicos han sido durante años sistemáticamente positivos,
los indicadores ambientales resultan cada vez más negativos. Estudios como “Los límites
de crecimiento” han establecido una estrecha vinculación entre ambos indicadores, lo
que pone en duda la posibilidad de un crecimiento sostenido. Los límites de este
crecimiento pueden ser cuantificados a través de conceptos como el de huella ecológica,
definido como “el área de territorio ecológicamente productivo, necesaria para producir
los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población”. En la
actualidad, está estimada una huella ecológica media por habitante de 2,8 hectáreas, lo
cual supera por mucho la superficie ecológicamente productiva o biocapacidad de la
Tierra, que alcanza a ser de 1,7 hectáreas por habitante, incluyendo los ecosistemas
marinos. De manera que, a nivel global, el consumo de recursos y la generación de
residuos están por encima de lo que el planeta puede generar y admitir.
Este modelo de crecimiento abre serios interrogantes sobre las condiciones de vida de
las futuras generaciones. La industria de la construcción, actividad de vital importancia
para el desarrollo económico y social de cualquier región, se enmarca dentro de ese
modelo de crecimiento. Lo anterior hace necesaria una rigurosa revisión de las
estrategias socio- económicas dominantes.
El presente artículo es un acercamiento al tema de la sostenibilidad en la construcción,
con la convicción del papel primordial que tiene el hecho de que los agentes relacionados
con el sector constructor conozcan los efectos directos de esta actividad económica, en
relación con su impacto ambiental.
3.PROBLEMA DE LA INVESTIGACION

El cambio climático es un hecho, ya está ocurriendo en el planeta y el Perú está


considerado como uno de los 10 países más vulnerables a sus efectos. Para el Perú la
prioridad es la adaptación sin descuidar la mitigación, el país contribuye con alrededor
del 0,4% de GEI (Gases de Efecto Invernadero) del planeta, pero subió un 20% sus
emisiones (fundamentalmente de CO2, por combustibles fósiles), la mayoría por
aumento de deforestación, cambio de uso de suelo y transporte insostenible.

Las ciudades en general, son tanto generadoras de GEI y por tanto causantes del
problema, así como “víctimas” del Cambio Climático pues más del 60% de la energía es
hidrogenaría. Así, por ejemplo, en el Perú, nuestra principal vulnerabilidad climática se
debe al agua, sea por lluvias intensas o por sequía, pero en ambos casos, afectaría
nuestra actual fuente principal de energía.

Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía señala que la tendencia al consumo


energético se incrementará en un 50% en los próximos 25 años, lo que provocará un
mayor aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. A su vez, el World
Resource Institute8 indica que la construcción global consume más del 40% de la energía
de manera directa, consume el 50% de los materiales producidos, y genera más de 50%
de los residuos. De otro lado, informa que en promedio pasamos un 90% del tiempo
dentro de alguna edificación.

Como ya se ha mencionado, el sector construcción es responsable de un consumo


desmedido de agua y energía en las edificaciones, debido a modelos inadecuados de
diseño arquitectónico que no contemplan las condiciones climáticas ni materiales locales
y un acondicionamiento pasivo, generando ambientes interiores problemáticos,
inseguros y poco ecoeficientes. En un contexto de cambio climático esto se agrava ya
que además, las edificaciones estarían siendo expuestas a situaciones de cambios
extremos de temperatura y riesgos de nuevos desastres climáticos en localizaciones
anteriormente seguras.

Esta tendencia surgió con la revolución industrial cuando aparecieron diversas opciones
tecnológicas, nuevos productos y soluciones cada vez más sofisticadas de ingeniería.
Fue así como poco a poco los diseñadores de todo el mundo comenzaron a perder la
sabiduría de las técnicas de los materiales locales y comenzaron a experimentar con los
nuevos productos industrializados, como si los recursos fueran ilimitados y el clima
tampoco existiese. Dado que muchas de las edificaciones de la época generaban
malestar e incomodidad a sus ocupantes, surgieron nuevas soluciones tecnológicas, para
enfriar o calentar los ambientes de manera artificial, elevándose así el consumo de
energía.

Por eso es necesario replantearnos la forma en que las construcciones son llevadas a
cabo actualmente, para que puedan analizarse, y realizarse con responsabilidad hacia el
ambiente, que brinden salud, comodidad y seguridad a los usuarios, Ese es el reto para
los arquitectos y constructores de hoy en día, el de diseñar según la realidad climática
del lugar, creando una arquitectura realista que usa eficientemente los recursos, pero
también pensando y adaptándose a los climas del futuro.
3.1. SITUACION PROBLEMÁTICA

A nivel mundial los indicadores de energía, materiales y residuos muestran que la


construcción contribuye en gran medida al calentamiento global. El medio construido
está fuertemente vinculado a los siguientes rubros generadores de GEI:

Transporte. - En la mayoría de las ciudades, los sistemas de transporte basados en


automóviles y buses antiguos de baja efectividad de combustión constituyen las
principales fuentes de emisiones de dióxido de carbono CO2. En el caso del Perú, la falta
de políticas públicas y gestión hacia el transporte público masivo genera una
dependencia alta de vehículos particulares con motores no-eficientes, además del
incremento rápido de vehículos, usados y nuevos, así como la congestión vehicular,
contribuyendo a un crecimiento rápido de emisiones. Estos vehículos muchas veces
están funcionando todo el día con alta carga y por esto tienen alta medida en
contaminación de aire. Hay pocos vehículos eléctricos o de gas natural

La industria y actividades minero metalúrgica. - Junto con el transporte, la


industria y la minería son las fuentes más importantes de emisiones de dióxido de
carbono CO2. Muchos productos de la construcción provienen de industrias basadas en
el consumo de combustibles fósiles (por ejemplo: la industria del concreto, las barras de
metal, la cocción de ladrillos, etc.). Toda esta fase se denomina energía incorporada de
los materiales de la construcción.

Construcción. - Se ha comprobado que al menos el 40% de las emisiones de GEI están


conectados con las construcciones. Es una cantidad alarmante y el crecimiento varía en
razón directa con crecimiento de la población de las ciudades. Sobre el particular, existen
dos fases considerables en las que los edificios consumen energía: al momento de
construirse (energía inducida) y al momento comenzar a funcionar y a lo largo de su
existencia (energía operativa).

Cambio de viviendas (rural a urbana). - El mundo es urbano. Hoy en día en el


planeta ya viven más personas en ciudades que en el campo. En 1940 en el Perú, el
35% de la población era urbana, en 2002 llegó a 72% y se estima que en 2010 habría
superado al 80%. La industria y las ciudades son consumidoras y dependientes de
fuentes de energía fósil (gasolina, petróleo, etc.) y de electricidad. El crecimiento de la
población urbana está en directa relación con el crecimiento del consumo de energía y,
por consiguiente, de las emisiones de carbono (CO2) y la destrucción de reservas de
carbón en las coberturas vegetales como la selva, humedales, áreas verdes urbanas,
áreas agrícolas, etc. En el Perú, el patrón de asentamiento se caracteriza por una fuerte
concentración de la población en unas cuantas ciudades, particularmente en la ciudad
capital, Lima, a lo largo de la costa peruana, con el mayor estrés hídrico, vive dos tercios
de la población y luego existe una dispersión de numerosas y pequeñas localidades en
todo el territorio con muy poca población, a las cuales proveerles servicios y
equipamiento es muy costoso tanto económica como ambientalmente.

Desagües y residuos sólidos. - Otras de las fuentes desconocidas y desatendidas son


los desagües y los residuos sólidos. Estos desechos emiten gas metano, el cual puede
tener cuatro veces más impacto que el CO2 por su característica de concentración de
calor. En la mayoría de las ciudades de América Latina, el volumen de desagües y
residuos es comparablemente mayor que en las ciudades del Norte. El problema es que
gran cantidad de deshechos no son recogidos, ni almacenados, ni tratados y menos
procesados por lo que se estima que si ejecutara lo anterior, se podría controlar la
creación del gas de metano. Mientras tanto crece el número de botaderos “no-sanitarios”
e informales, mientras los desagües se acumulan en forma abierta sin tratamiento y
control.

3.2. IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION

El Perú es un país mega-diverso que posee una gran variedad de regiones bioclimáticas
y, por ende, una diversidad de sistemas constructivos. Por ello, un sistema de evaluación
de la sostenibilidad de sus edificaciones debe tomar en consideración esta diversidad a
fin de ajustar indicadores y magnitudes a cada zona específica de su territorio. Dado que
el alcance de este estudio no permitía analizar las condiciones de cada región, centra su
atención en un enfoque territorial amplio para que pueda tolerar la diferencia de nuestra
realidad y hacerse más viable en el largo plazo. Se asume que dicho enfoque ofrece una
serie de retos de entendimiento y comprensión, de formación técnica y versatilidad
profesional que deberá formar parte del cambio que las medidas a tomar exijan en el
tiempo. Esto no implica que en un futuro, cada región del país deba desarrollar sus
propios sistemas de evaluación de la sostenibilidad de sus construcciones.

Al respecto de estas diferencias, observemos el ejemplo de los techos verdes. En


localidades lluviosas, el mantenimiento de la cobertura vegetal en las edificaciones
resulta mucho más eficiente y económico que en localidades donde escasean las lluvias,
y en los que el riego debe efectuarse con el agua potable de la red o de aguas
previamente filtradas, lo cual exige un tratamiento diferente entre los indicadores de
evaluación. Asimismo, en localidades con altas temperaturas como las amazónicas, el
techo verde incrementa la inercia térmica conservando y reteniendo el calor,
convirtiéndose así en un elemento que no aporta a refrescar la edificación sino a volverla
sofocante. Es por ello que sugerimos que el Código Técnico de Construcción Sostenible
por aprobarse para el Perú sea formulado sobre la base de un sistema de variables que
agrupen indicadores desarrollados específicamente para las diversas regiones climáticas,
que favorezca la innovación tecnológica y el desarrollo de la industria nacional de la
construcción. Para ello, se deberán tomar en cuenta clasificaciones existentes como el
Mapa de Zonificación Sísmica elaborado por el Comisión Multisectorial de Reducción de
Riesgos para el Desarrollo en 2003, con el objetivo de que el desarrollo de indicadores
también pueda involucrar temas de vulnerabilidad a desastres; así como el Mapa
Climático para diseño arquitectónico de 2005 que ha sido tomado por el MCVS como
oficial, o la Zonificación Climática del Territorio Peruano para efectos del diseño
Arquitectónico elaborado por Martín Wieser (2011) cuyo aporte es el de proponer
ponderaciones básicas sobre ciertas estrategias que ayudan, agrupando algunas de las
zonas climáticas propuestas.
3.3. ¿CUAL ES LA INFLUENCIA DE LOS INDICADORES AMBIENTALES EN EL
SECTOR DE LA CONSTRUCCION SOSTENIBLE?

Según recientes estudios, el sector de las edificaciones ocupa el primer lugar en consumo
de energía eléctrica (45.1%) y el segundo lugar en consumo de energía (29.0%)
(MINEM, 2009). Asimismo, el consumo de energía es el segundo emisor de gases efecto
invernadero (MINAM, 2010). El estudio “Cambio Climático y sus efectos en el Perú” (BCR,
2009) indica que al 2030, nuestra economía tendría un PBI real 6.8% menor al que se
tendría sin cambio climático. Contrariamente a lo que se piensa y como se demostrará
en capítulos siguientes de esta investigación, la construcción sostenible puede generar
ahorros significativos respecto a la construcción convencional denominada “material
noble”, lo que puede contribuir a generar tanto la demanda como los recursos que
garanticen su viabilidad y sostenibilidad futura. Pero estos cambios requieren, por un
lado, la generación y promoción de una demanda real, así como el desarrollo normativo
que la incentive y/o determine por mandato legal. En este contexto, el Ministerio de
Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) considera fundamental migrar hacia una
construcción sostenible.

4.MARCO TEORICO

La industria de la construcción es, sin duda, protagonista en el desarrollo de las


sociedades, ya que es responsable directa de la creación de infraestructura de vivienda,
transporte, instalaciones sanitarias, entre otros proyectos, en las que se gesta la cultura
y el crecimiento económico de la humanidad. La verdadera influencia del sector en la
economía mundial se aprecia en el hecho de que, en 2007, generó 4.7 trillones de dólares
A pesar de su importancia para el crecimiento, la práctica constructiva es, además, uno
de los principales actores en el proceso de modificación del planeta y de contaminación,
pues es un gran consumidor de recursos y generador de desechos. El 40% de las
materias primas en el mundo, que equivalen a 3000 millones de toneladas por año, son
destinadas para la construcción. Esto mismo sucede con el 17% del agua potable, el
10% de la tierra y el 25% de la madera cultivada, valor que asciende al 70% si se
considera el total de los recursos madereros. El sector constructor es también el
responsable de más de un tercio del consumo de energía en el mundo, en su mayoría
durante el tiempo de habitación y uso del inmueble. Un 20% de la energía es consumida
durante el proceso de construcción, elaboración de materiales y demolición de las obras
de construcción.
La generación de residuos sólidos y de agentes contaminantes es también un grave
problema ambiental asociado al sector de la construcción, que es el principal generador
de los gases de efecto invernadero en muchos países. Estas emisiones alcanzaban 8.6
billones de toneladas métricas en el 2004, según el Panel Intergubernamental sobre el
Cambio Climático, cifra que podría alcanzar los 15.6 billones de toneladas métricas para
el 2030, en caso de continuar construyendo de la manera actual. Sólo en el caso del
CO2, las edificaciones producen el 33% de las emisiones de este gas, que son, en la
actualidad, motivo de numerosos proyectos de investigación. Asimismo, la construcción
es responsable de la generación del 30% de los residuos sólidos mundiales, demostrando
la necesidad de generar métodos y aplicar prácticas que reduzcan la cantidad de residuos
en vista del agotamiento del espacio para su adecuada disposición. Esta problemática se
traduce en costos a causa de la degradación ambiental que, supera el 3.7% del PIB por
año, por el aumento en la frecuencia de desastres naturales y la degradación de los
suelos por la modificación del entorno, y el deterioro de la salud por contaminación del
aire y del agua, en las zonas urbanas, donde ya habita más del 50% de la población
mundial.
Las reacciones desde las esferas pública y privada no han sido indiferentes a esta
realidad, lo que ha llevado a la creación de normatividades específicas para el manejo
ambiental en la construcción que, junto con las iniciativas impulsadas desde las
empresas, buscan lograr un equilibrio entre políticas públicas, iniciativas
gubernamentales, implementación de tecnologías nuevas más eficientes, y un cambio
en la mentalidad de los constructores y compradores, con el fin de ayudar a la reducción
de las emisiones y de la generación de residuos asociados a la práctica constructiva.
En este ámbito, el sector de la construcción es aquel que más potencial tiene para reducir
sus impactos negativos al ambiente, ya que pequeños cambios, que no incurren en
grandes aumentos en los costos de producción, serían suficientes para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero y la generación de residuos sólidos.
El poner en marcha prácticas propias de la construcción sostenible puede generar una
reducción del 35% en las emisiones de CO2, un ahorro en el consumo de agua y energía
del 30 al 50%, y una disminución de los costos por disposición de residuos sólidos de
hasta el 90%. Desde el punto de vista de la rentabilidad, el beneficio de la aplicación de
prácticas sostenibles en la construcción acarrea una reducción de hasta el 9% en los
costos de operación, un incremento de más del 6% del retorno de la inversión y del valor
del inmueble, y un aumento de alrededor del 3% en el precio de renta y en la tasa de
ocupación, debido a la preferencia del mercado actual por productos amigables con el
medio ambiente.

De la misma manera, los beneficios de un diseño bioclimático adecuado a las


necesidades de cada edificación, en vista de su finalidad y uso, propicia diferentes
beneficios en términos de incrementos en la productividad, en la producción y en
satisfacción del cliente. Estas ventajas, propiciadas por simples cambios en la mentalidad
y la manera de concebir las edificaciones, han atraído a constructores hacia la tendencia
sostenible, comenzando a crear un mercado en torno a ésta.

4.1 ANTECEDENTES

Según diversas publicaciones, los impactos potenciales del cambio climático en Perú
serían muy severos. Por ejemplo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), indica que:

-Los niveles del mar se incrementarán, lo que pondrá en riesgo a las poblaciones
costeras y los ecosistemas de humedales.

- Habría una mayor frecuencia de eventos de clima extremos, como el Fenómeno


de El Niño que ocasionaría olas de temperatura, en principio, olas de calor
prolongadas, ante lo cual muchos edificios que no han sido planificados para
ventilar naturalmente o protegerse de los rayos solares tendrán que usar
mecanismos de mayor consumo de energía para refrigerar o calentar.

- Mayor frecuencia de olas de frío en zonas alto andinas, para lo cual muchas
viviendas, tanto en zonas urbanas como en zonas rurales no han sido pensadas
para afrontar temperaturas muy bajas, favoreciendo las enfermedades
respiratorias y una pésima calidad de vida.

- Se espera que algunos ecosistemas no sean capaces de afrontar estos


desequilibrios, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria en ciudades y
pueblos, ya que el cambio climático aumentará la frecuencia y la magnitud de las
sequías.

- Las fuentes de agua se verán afectadas, lo que ocasionará una presión y


descontento por el recurso, así como escasez en la generación de energía
eléctrica hidráulica, que paradójicamente, tendrá una mayor demanda para
solucionar los errores de la concepción arquitectónica frente a las olas de calor y
de frío.

- En el caso de las lluvias extremas, estas ocasionarían mayor cantidad de


deslizamientos en zonas de pendiente, así como mayor cantidad de colapso de
viviendas al no estar preparadas para soportar la cantidad de agua en techos.
Ante la ausencia de drenajes pluviales, las redes de desagüe colapsarían y
podrían romperse provocando aniegos fétidos, ya que el Reglamento Nacional de
Edificaciones no exige la obligatoriedad de separación de redes de desagüe y de
lluvia en las zonas lluviosas o amenazadas por lluvias en el país.

4.2 DATOS IMPORTANTES

El Perú es un país megadiverso, uno de los 17 países con mayor biodiversidad del
planeta. Su gran variedad de ecosistemas ha permitido el desarrollo de numerosos
grupos humanos con sus propias características culturales. Parte de la riqueza de los
pueblos peruanos consiste en el conocimiento tradicional de sus construcciones y en el
aprovechamiento responsable de su biodiversidad. Sin embrago, como ya hemos
mencionado, el Perú es uno de los países con mayor vulnerabilidad frente a los efectos
del cambio climático y esto puede traer importantes consecuencias económicas para el
país. Entre las principales razones de tan preocupante situación es que actualmente el
90% de la población vive en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas. El país cuenta con
más del 70% de los glaciares tropicales del mundo y la mayor parte de su energía
electrica es de origen hidráulica.

Dado que las emisiones de Perú son muy bajas en comparación con las emisiones de los
países desarrollados, la mayor prioridad para el país con relación al cambio climático es
lograr la adaptación a los efectos del aumento de la temperatura mundial. Sin embargo,
la mitigación no debería dejarse de lado porque genera oportunidades de desarrollo.

Para el futuro se estima 3 escenarios:


El escenario pasivo :

El escenario Pasivo supone una realidad a 30 años plazo (aproximadamente al 2040) en


el que el cambio climático se ha ido acentuando, pero la sociedad no ha tomado medidas
para mitigar sus efectos ni adaptarse a las nuevas condiciones. Eso implica que el criterio
de rentabilidad económica seguiría imponiéndose sobre los de sostenibilidad ambiental,
que se reduciría la disponibilidad de agua y energía eléctrica, que se mantendría la
tendencia de la urbanización y densificación urbana, así como los diseños arquitectónicos
inapropiados y las tecnologías inadecuadas, etc. Se trata de un escenario que no está
adaptado a los efectos del cambio climático.

Suponiendo una elevación de la temperatura terrestre en 3 o más grados centígrados,


se reduciría considerablemente la disponibilidad de agua dulce debido al derretimiento
de las cumbres nevadas, al tiempo que se mantendría e incrementarían las condiciones
inapropiadas de uso y gestión del agua disponible (vertimiento de relaves mineros y
desechos industriales y domésticos, pérdidas por deterioro de tuberías, etc.). A pesar de
ello, no existirían programas masivos de ahorro de agua ni de reciclaje de aguas
utilizadas, a lo cual se agregará una proyección del déficit de infraestructura hídrica
actual.

El crecimiento demográfico se mantendría en 1.5% anual, el Coeficiente de Gini


(desigualdad y pobreza) sería similar al del 2010 (0,741), y la tasa de urbanización se
mantendrá en 77%, incrementándose la densidad urbana (habitantes por metro
cuadrado) y manteniéndose la disponibilidad de áreas verdes en zonas residenciales de
media densidad en 2.79 m2 por persona, agravando la situación de incomodidad y
malestar de los habitantes por las olas de calor.

La industria de la construcción mantendría un crecimiento positivo con la presencia de


capitales extranjeros, en tanto se mantengan las tendencias al alza de la economía
nacional., Sin embargo, ello no sería suficiente para difundir el uso de tecnologías
sostenibles en las viviendas (agua, energía, materiales, calidad ambiental). Tampoco se
habría desarrollado un mercado (oferta y demanda) de profesionales, equipos y
productos financieros orientados a la construcción sostenible, y se mantendrían los
porcentajes de construcción informal cercanas al 70%.

Todo esto configura un escenario de escasez de agua y energía, elevación de precios de


servicios públicos, como agua y electricidad, del suelo urbano y de las viviendas, debido
al aumento de la demanda y escasez de recursos, una mayor densificación, reducción
de áreas verdes y áreas agrícolas, mayor contaminación atmosférica y sonora, así como
nuevas formas de exclusión social, problemas de salud pública, baja competitividad y
pérdidas económicas en general.

El escenario de transición:

El escenario de Transición (E1) también imagina una realidad dentro de treinta años,
pero en el que se observa la implementación de algunas medidas de mitigación y
adaptación al cambio climático. A pesar de que este escenario supone una elevación de
la temperatura en 2 a 3 grados centígrados con respecto a la actual, lo cual implicaría
una reducción de la disponibilidad de agua dulce en 10%, la adopción de medidas de
mitigación y adaptación como la reducción en el consumo del orden del 15% impedirían
que crezca el desabastecimiento actual y tal vez se logre una mejor distribución del
recurso agua entre la población. Asimismo, se reciclaría aproximadamente el 15% de las
aguas residuales.

El crecimiento demográfico se reduciría a 1.3% anual, el Coeficiente de Gini habría


mejorado a 0,78, y la tasa de urbanización se elevaría a 78%, incrementándose la
densidad urbana. A pesar de ello, habría una mayor disponibilidad de áreas verdes hasta
alcanzar los 5 m2 por persona.

La industria de la Construcción mantendría su crecimiento positivo con una progresiva


incorporación de tecnologías sostenibles tanto en los procesos constructivos como en el
uso de las edificaciones. A su vez, el mercado financiero como el de equipos ofrecería
productos para tecnologías sostenibles y crecería el número de profesionales
especializados en Construcción Sostenible.

Por su parte, las instituciones públicas impulsarían políticas y normas de construcción


sostenible, lográndose reducir la informalidad en la construcción al 50% y controlar los
niveles de corrupción actuales.

En general, tendríamos un escenario con menor gasto de energía, tanto en los procesos
de construcción como en el uso de las edificaciones, mayor uso de energías renovables,
diseño pasivo, mayor eficiencia en el uso del agua, un incremento en la utilización de
materiales locales y la reutilización de materiales desechados y un mejor ordenamiento
urbano con localizaciones más seguras y de los sistemas de movilidad urbana.

El escenario de transformación:

El escenario de Transformación (E2), también previsto para los próximos 30 años, hace
referencia a un medio antrópico equilibrado y mejor adaptado al cambio climático. A
pesar de que supone una reducción de la disponibilidad de agua dulce en 25% debido
al aumento de la temperatura y de los deshielos con respecto a la situación actual, habría
mejorado la eficiencia en su consumo, el reciclaje y el reúso directo del mismo.

El crecimiento demográfico se habría reducido a 1.0% anual con tendencia clara a la


baja, el Coeficiente de Gini habría mejorado a 0.85, y la tasa de urbanización se elevaría
a 80%. A pesar de ello, habría una mayor disponibilidad de áreas verdes hasta alcanzar
los 10m2 por persona, mejorándose la situación de confort y controlándose en forma
natural las olas de calor dentro de las ciudades.

La industria de la Construcción mantendría el crecimiento positivo, con un mayor número


de empresas nacionales que utilizan regularmente tecnologías sostenibles debido a un
aumento de la demanda por este tipo de construcciones. A su vez, la oferta de servicios
financieros para la Construcción Sostenible habría crecido en 20%, en tanto que la oferta
de equipos y suministros sostenibles ocuparía el 45% del mercado. Asimismo, la gran
mayoría de profesionales de la construcción –formales e informales- aplicarán
tecnologías sostenibles.

En general, es un escenario en el que los habitantes experimentarían mayor seguridad


y confort debido a edificaciones adaptadas a las nuevas condiciones climáticas
(materiales y diseños), mayor acceso a agua y a energía a menor costo, mejor calidad
de aire, mayor cantidad de áreas verdes por habitante, y las ciudades serán más
ordenadas y menos contaminadas.
4.3. MARCO CONCEPTUAL

Indicadores Ambientales:

El término indicador ambiental se puede definir de diferentes maneras. Se pueden


describir como “medidas físicas, químicas, biológicas o socioeconómicas que mejor
representan los elementos clave de un ecosistema o de un tema ambiental”. Otra
definición de indicador podría ser “una medida directa o indirecta de la calidad ambiental
que se puede usar para evaluar el estado y las tendencias en la capacidad del medio
ambiente para apoyar la salud humana y ecológica”.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 2003) define un


indicador como “un parámetro o un valor derivado de parámetros, que sugiere,
proporciona información acerca de, o describe el estado de un fenómeno, el medio
ambiente o un área, con un significado que se extiende más allá de que estén
directamente vinculados con el valor de un parámetro”.

Por lo tanto, teniendo presente las definiciones anteriores, un indicador de calidad de


agua es un “parámetro o valor derivado de parámetros que sugiere, proporciona
información de o describe el estado de calidad de las aguas que se estén estudiando”.
Los indicadores ofrecen una visión de las condiciones y presiones ambientales y
respuestas de la sociedad o gobierno, son sencillos, fáciles de interpretar y capaces de
mostrar las tendencias temporales, responden a cambios en el ambiente y las actividades
humanas relacionadas, proporcionan una base para las comparaciones internacionales y
son aplicables a escala nacional o regional. Todas estas características haces que sean
útiles para monitorear las condiciones en las que se encuentran los ecosistemas
acuáticos.

Desarrollo sostenible en la costruccion :

La Construcción sostenible, que debería ser la construcción del futuro, se puede definir
como aquella que, con especial respeto y compromiso con el Medio Ambiente, implica el
uso sostenible de la energía. Cabe destacar la importancia del estudio de la aplicación
de las energías renovables en la construcción de los edificios, así como una especial
atención al impacto ambiental que ocasiona la aplicación de determinados materiales de
construcción y la minimización del consumo de energía que implica la utilización de los
edificios

La Construcción Sostenible se dirige hacia una reducción de los impactos ambientales


causados por los procesos de construcción, uso y derribo de los edificios y por el
ambiente urbanizado

El término de Construcción Sostenible abarca, no sólo los edificios propiamente dichos,


sino que también debe tener en cuenta su entorno y la manera cómo se comportan para
formar las ciudades. El desarrollo urbano sostenible deberá tener la intención de crear
un entorno urbano que no atente contra el medio ambiente, con recursos, no sólo en
cuanto a las formas y la eficiencia energética, sino también en su función, como un lugar
para vivir

La Construcción Sostenible deberá entenderse como el desarrollo de la Construcción


tradicional pero con una responsabilidad considerable con el Medio Ambiente por todas
las partes y participantes. Lo que implica un interés creciente en todas las etapas de la
construcción, considerando las diferentes alternativas en el proceso de construcción, en
favor de la minimización del agotamiento de los recursos, previniendo la degradación
ambiental o los prejuicios, y proporcionar un ambiente saludable, tanto en el interior de
los edificios como en su entorno

La sostenibilidad se refiere a la capacidad de mantenerse por sí mismo y ha sido


relacionada con el equilibrio que debe existir en cualquier proceso entre las partes que
en él se ven involucradas, tratado generalmente desde los puntos de vista ecológico,
económico y social. Esto sugiere una relación profunda entre los tres ámbitos, relación
que ha determinado el desarrollo de la humanidad desde sus inicios.
Desde la creación de los primeros asentamientos humanos, el hombre comenzó a
transformar su entorno con el fin de satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo,
esta transformación se daba localmente, permitiendo el desarrollo de diferentes técnicas
de construcción alrededor del mundo, basadas en los recursos y las características
climáticas y topográficas de las regiones donde cada civilización se localizaba. En
Babilonia y Asiria, por ejemplo, debido al suelo arcilloso que caracterizaba la región, era
recurrente el uso de elementos de adobe y ladrillo cocido, materiales que además
propiciaban un microclima confortable dentro de las construcciones. En Grecia, la
escasez de la madera, generada por la deforestación de los bosques en pro de la
calefacción de viviendas, llevó al desarrollo de diseños arquitectónicos que aprovecharan
la energía del sol en el acondicionamiento térmico de las edificaciones, dando lugar a la
arquitectura solar como respuesta a la crisis energética y de recursos.
En la Roma antigua, los modelos insostenibles de consumo llevaron al imperio a retomar
y adaptar la arquitectura solar, y a desarrollar nuevos materiales como el vidrio. La
escasez de recursos forestales también azotó a la Europa medieval, causando una gran
escasez energética y de alimentos. Debido a esta tragedia ecológica, económica y social,
los señoríos feudales establecieron restricciones de corte ambiental que aseguraran la
seguridad de sus habitantes. Igualmente, en la Revolución Industrial en el siglo XIX, el
dramático cambio del orden social y económico ocasionó el crecimiento desmedido y
desorganizado de las ciudades, el rápido agotamiento de los recursos y los grandes
brotes de enfermedades. Esto obligó a desarrollar planes de desarrollo y gestión urbana
que aseguraran los mínimos de calidad ambiental.
Los materiales de origen orgánico aún son utilizados en gran parte del territorio nacional
con fines constructivos. Técnicas como el bahareque y la tierra pisada son fruto de la
mezcla entre técnicas de construcción europeas e indígenas que, por su bajo consumo
de energía asociado y su capacidad de implementar materiales del entorno inmediato,
adquieren características de sostenibilidad.
Posteriormente, a finales del siglo XX, se inicia un proceso progresivo en torno a las
problemáticas ambientales asociadas a los agentes contaminantes de la industrialización.
Grandes eventos que convocaron a los diferentes sectores económicos en torno a la
problemática ambiental, como la Conferencia sobre Cambios en la Atmósfera en Toronto
en 1988, la creación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, la Cumbre
de la Tierra en Río de Janeiro en 1992, la creación de la Secretaría de la Convención
sobre el Cambio Climático, la aprobación del Protocolo de Kioto en 1997, entre otros,
labraron el terreno para la creación de tratados, acuerdos y leyes internacionales en pro
del ambiente y de la sostenibilidad de los procesos productivos.

5.BASE TEORICA
El término de construcción sostenible abarca, no sólo los edificios propiamente dichos,
sino también cuenta el entorno y la manera cómo se integran para formar las ciudades.
El desarrollo urbano sostenible (urbanismo sostenible) tiene el objetivo de crear un
entorno urbano que no atente contra el medio ambiente, y que proporcione recursos
urbanísticos suficientes, no sólo en cuanto a las formas y la eficiencia energética y del
agua, sino también para su funcionalidad, como un lugar que sea mejor para vivir. La
experiencia ha demostrado que no resulta fácil cambiar el sistema de construcción de
los edificios y de gestionar su funcionamiento. Para ello debe romperse con la rutina y
los hábitos adquiridos por décadas por el actual sistema de construcción que no ha tenido
en cuenta el papel finito de los recursos naturales. Esto conlleva un cambio en la
mentalidad de la industria -y las estrategias económicas- con la finalidad de priorizar el
reciclaje, re-uso y recuperación de materiales frente a la tendencia tradicional de la
extracción de materias naturales y de foFísica y Sociedad trece 30 La construcción
sostenible La Construcción Sostenible se puede definir como aquella que teniendo
especial respeto y compromiso con el medio ambiente, implica el uso eficiente de la
energía y del agua, los recursos y materiales no perjudiciales para el medioambiente,
resulta más saludable y se dirige hacia una reducción de los impactos ambientales.
Aurelio Ramírez Presidente del Consejo de la Construcción Verde, España
MONOGRÁFICO ENERGÍA mentar la utilización de procesos constructivos y energéticos
basados en productos y en energías renovables. Resulta evidente que con el actual ritmo
de crecimiento demográ- fico, a pesar de la disminución en los últimos años de la tasa
de crecimiento, continuamos creciendo año tras año a una velocidad que podría llegar a
duplicar la población humana mundial antes de mediados del presente siglo. Una
situación en que la actual utilización de los recursos naturales y del medio ambiente
suponen una disminución del potencial de dichos recursos para las generaciones futuras.
Fenómenos como el cambio climático, el deterioro de la capa de ozono, la lluvia ácida,
la deforestación o la pérdida de biodiversídad, parecen estar provocados por las actuales
actividades industriales y económicas. Sin embargo, es un error atribuir exclusivamente
a la industria y al transporte el origen principal de la contaminación. El entorno
construido, donde pasamos más del 90% de la nuestra vida, es en gran medida culpable
de dicha contaminación. Los edificios consumen entre el 20% y el 50% de los recursos
naturales, dependiendo del entorno en donde están situados, siendo la construcción un
gran consumidor de recursos naturales como; madera, minerales, agua y combustibles
fósil.
Asimismo, los edificios, una vez construidos, continúan siendo una causa directa de
contaminación por las emisiones que producen o el impacto sobre el territorio y son una
fuente indirecta de contaminación por el consumo de energía y agua necesarios para su
funcionamiento. Al mismo tiempo tiene un impacto ambiental tanto por la utilización de
materiales provenientes de recursos naturales, como por el uso de grandes cantidades
de energía que se necesita para fabricar los productos de construcción finales (cementos,
aceros, manufacturas,) y para su instalación en obra.
No se pueden olvidar también los costes ecológicos que suponen tanto la extracción de
los recursos minerales (canteras, minas, etc.) como la deposición de los residuos
originados en su fabricación e instalación en obra, que abarcan desde las emisiones
tóxicas a las posibles contaminaciones de las aguas superficiales por vertidos y de las
subterráneas por parte de los lixiviados de los vertederos. Al final de su vida activa,
también los edificios originan una gran cantidad de residuos.
En muchos edificios modernos se producen ambientes interiores insalubres y/o
peligrosos para sus ocupantes, y en una parte significativa de los edificios nuevos o
rehabilitados aparece el denominado "síndrome del edificio enfermo" (enfermedades
respiratorias, propagación a los ocupantes de las enfermedades de otros).
6.CONCLUSIONES

El sector de la construcción es uno de los principales dinamizadores de la economía


mundial y constituye una necesidad para el progreso y el desarrollo de la sociedad, razón
por la cual no puede ser abolido a fin de suprimir la gran demanda de recursos y la
elevada generación de residuos, en aras de la conservación ambiental. Esto da pie a la
necesidad de innovar en la manera en que el ser humano construye, de tal manera que
se creen dinámicas y procesos, que permitan la continuación de la práctica constructiva,
pero con un enfoque que considere su papel en la preservación del ambiente.
La sostenibilidad es un asunto integral, donde deben interactuar las esferas económica,
ambiental y social. Los proyectos deben ser soportables, equitativos y viables, por lo cual
las herramientas técnicas (materiales, diseño, procesos) deben complementarse con las
herramientas de gestión, todo esto acompañado por un concienzudo estudio de los
impactos causados dentro de los sistemas sociales en los que actúa. Es claro que la
sostenibilidad es un campo en el que hay que profundizar aún más, pero también es
claro que en cada uno de estos componentes enunciados hay información y avances
destacables, que ameritan que la industria dirija hacia ellos su mirada y comience a
ponerlos en práctica, dándoles la importancia que demandan.
La aparición de nuevos materiales ecológicos, nuevas metodologías de construcción,
herramientas de valoración ambiental de edificaciones e, incluso, normatividades para
la reglamentación de la sostenibilidad en el gremio, principalmente en países
desarrollados, donde se le ha dado mayor importancia desde la esfera pública y la
privada, son ejemplo de la viabilidad de la aplicación de lineamientos de la sostenibilidad
en la industria de la construcción, lo cual debe servir de aliento a países como Colombia,
donde la práctica constructiva mantiene un rol poco activo en la tarea de conservar el
medio ambiente.
Aunque en el país se han avistado prácticas relacionadas con la construcción sostenible,
el país continúa atrasado en esta materia y es menester impulsar la evolución y el
crecimiento de estas primeras iniciativas locales para lograr un desarrollo en
infraestructura y vivienda que realmente sea sostenible en el tiempo.
En las encuestas se encuentra cómo los costos son la causa más determinante para la
no implementación de prácticas o medidas ambientales en las empresas constructoras
del Valle de Aburrá. Sin embargo, las estadísticas dan cuenta de un alto grado de
desconocimiento generalizado del tema. Estas situaciones, en el ámbito internacional,
se han relacionado con la concepción de que las prácticas de sostenibilidad aumentan
los costos de los procesos y que no acarrean beneficios económicos.
El desconocimiento generalizado entre las empresas del sector de la construcción sobre
aspectos relacionados con la construcción sostenible dificulta la implementación de estas
nuevas prácticas. De ahí que se hace importante que las asociaciones que integran el
gremio constructor, a nivel nacional y regional, presenten a los constructores,
continuamente, las ventajas y beneficios que pueden tener con la implementación de
estas prácticas; así mismo, que haya un mayor esfuerzo por parte del Gobierno nacional
para crear políticas claras que contribuyan a su implementación y que la Universidad
brinde propuestas que contribuyan a consolidarla.
7.FUENTES:

-Estudio: Perú hacia la construcción sostenible en escenarios de cambios climáticos –


equipo foro para la vida

-Libro: Sostenibilidad energética en el sector de la edificación en España y en la Unión


Europea - Víctor J. Fernández Membrive, Alfredo Tolón Becerra, Xavier Bolívar Lastra
Bravo

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