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La isla de El Hierro está situada en la parte más occidental y meridional del Archipiélago Canario.
Su superficie es aproximadamente de 277 kilómetros cuadrados, es más pequeña que sus dos
vecinas, La Palma y La Gomera, junto con las que forma las llamadas Islas Menores. La cima más
alta de El Hierro alcanza los 1.501 metros de altura, es el volcán de Malpaso, situado en el borde
interior de la Bahía de El Golfo. También hay diversos puntos en la isla que alcanzan más de 1.000
metros, lo que la convierte en una isla proporcionalmente bastante alta y con unas vertientes muy
pronunciadas. El Hierro se diferencia de las demás islas no solamente por su pequeño tamaño,
sino también por su curiosa forma, en donde destaca el arco abierto en el noroeste de la isla que
forma la Bahía de El Golfo. Declarada Reserva de la Biosfera en el 2000, el 58% de su superficie
está protegida, lo que da una idea de su valor y riqueza. Numerosos malpaíses y acantilados de
hasta 1.000 metros de altitud jalonan su costa, en un territorio atravesado por una impresionante
dorsal coronada por una meseta que conforma una dehesa, un territorio ideal para el ganado sin
comparativa en cualquier otra de las Canarias. El paisaje de El Hierro nos muestra la mayor
densidad de volcanes de Canarias, con más de 500 cráteres a cielo abierto y otros 300 cubiertos
por coladas de lava más recientes. El 90% de su costa son acantilados y apenas hay playas de
arena, aunque abundan los charcos y formaciones volcánicas de gran belleza en donde es posible
tomar un baño.
El Hierro es un pequeño y extraño mundo de características muy singulares, y que varían de una
parte a otra de la isla. La impresionante forma de la Bahía de El Golfo, de un diámetro de 14
kilómetros, desde Punta de Arenas Blancas hasta los Roques de Salmor, es una de las formaciones
geológicas más destacadas de la isla de El Hierro. La altura de la línea del arco tiene una altitud
máxima en Malpaso de 1.501 metros, y va disminuyendo a lo largo de los extremos. Los precipicios
que aquí se forman son más empinados en la región de Sabinosa y en Frontera, puesto que en la
parte central las coladas de lava han suavizado la pendiente, y las lavas que alcanzaron la costa
formaron una tierra baja. Un obstáculo importante en El Golfo es el cono volcánico de
Taganasoga. A pesar de todas las lavas que se acumularon en este sector, también existen algunos
llanos de material aluvial, en donde es posible cultivar.
La región Norte presenta un paisaje dominado por un terreno central alto (Montañas Valverde-
Tiñor), que alcanzan alturas de más de 1000 metros. Se trata de un conjunto de volcanes
relativamente antiguos que se han unido, y de los que corren un sistema de barrancos hacia las
costas. La humedad es traída por los vientos alisios, que barren las cimas de esta región. Las costas
alrededor de la región septentrional son escarpadas y con riscos empinados.
Las tierras altas centrales, entre Tiñor y El Pinar, con una altura aproximada de 1000 metros,
forman un terreno bastante llano cuyo límite occidental está formado por la escarpada bahía de El
Golfo. Al Sureste nos encontramos la bahía de Las Playas, debajo del pueblo de Isora. Toda esta
región está constituida por un gran número de volcanes con cráteres muy bien conservados.
Por su parte, una prolongación en el Sur de la isla, forma La Restinga, que comienza cerca del
pueblo de Taibique. En esta región el suelo es predominantemente de material piroclástico
antiguo erosionado, y a medida que avanzamos al Sur podemos ver lavas de color negro. El área
de La Restinga forma una parte resguardada de la isla en donde predomina el cultivo de la vid.
Con respecto a la vertiente Sur (Julán – Orchilla), una parte de la isla alta y larga e inclinada hacia
el Sur, forma la orilla meridional de la bahía de El Golfo. La ladera está cubierta por espesas capas
de lavas que han fluido de volcanes, que a su vez se cubren de un espeso manto de cenizas negras
y lapillis. La región de la Orchilla y las laderas superiores son las que presentan un mayor número
de conos en esta región, y bajando hacia la costa nos encontramos con el Faro de Orchilla.
Toda esta magia volcánica que muestra la isla de El Hierro ha dado lugar a numerosos recursos
geológicos y morfologías realmente impresionantes:
Los Lajiales
El paisaje volcánico del malpaís tiene como símbolo de belleza los Lajiales herreños, que conservan
una morfología muy parecida a la que tuvieron al enfriarse las lavas. Están situados en el vértice
merdional de la isla, en las proximidades del núcleo pesquero de La Restinga. Los Lajiales
presentan unos paisajes con abundantes conos volcánicos formados en torno a las bocas eruptivas
y con formas retorcidas y rocambolescas, propias de paisajes espaciales. Conforma un extenso
malpaís en el que coexisten lavas de tipo aa y pahoehoe, y en donde el enfriamiento diferenciado,
la mayor viscosidad de las lavas al alejarse de los focos eruptivos y los pequeños desniveles que
salvaron las coladas en su recorrido, determinaron que las superficies lávicas obtuvieran una gran
diversidad de formas.
Coladas en El Lajial
Lavas pahoehoe
Lavas “aa”
Lavas cordadas
También es frecuente encontrar tubos volcánicos de muchas dimensiones, formados gracias a la
consolidación de la costra superficial de la colada que aísla el interior por donde la lava continuaba
fluyendo. En muchas ocasiones el techo del túnel está desplomado, lo que permite observar la
estructura interna de la formación.
Tubo volcánico Tubo volcánico sin techo
Túmulos
Conos, cráteres y coladas
Los cráteres, conos, campos de lava, calderas y galerías subterráneas diseminados por toda su
geografía forman un paisaje extraordinario y único en España, que incluso podría decirse que es
más lunar que terrenal. Como isla volcánica que es, El Hierro ha tenido numerosas erupciones
desde que logró superar el nivel del mar, y todo ello queda plasmado en un paisaje donde
predominan las estructuras volcánicas que muestra la fuerza de la naturaleza. En El Hierro, como
en el resto de las islas Canarias, predominan las erupciones de tipo efusivas o hawaianas
(tranquilas) y las estrombolianas (ligeramente explosivas). También podemos encontrar señales de
otros tipos de erupción, como aquellas que interaccionan con el agua (hidromagmáticas). Así
mismo, hay restos de una erupción violenta (vulcaniana), visibles en Malpaso, que se trata de una
erupción freatomagmática, pues se produjo la interacción del magma con un acuífero.
Cono desde El Lajial
Lavas “aa”
Lavas “pahoehoe”
Disyunción columnar
La disyunción columnar es un tipo de fractura que puede formarse en rocas volcánicas. En las
coladas, al enfriarse lentamente, se forman en la parte superior columnas en forma de prisma, lo
cual hace que las coladas adquieran una morfología muy curiosa y espectacular.
Piroclastos
El Valle de El Golfo
El Valle de El Golfo se encuentra en la vertiente septentrional de la isla de El Hierro. Se trata de
una amplia depresión con forma de semicírculo con un diámetro aproximado de 14 kilómetros que
se encuentra delimitada por fuertes escarpes. En el sector central hay muchas coladas de lava que
han formado también una tierra baja y se pueden observar numerosos coluviones. Destaca el
volcán Taganasoga con un gran cráter adosado. El desplome de parte de la isla ha dejado como
resultado estas asombrosas e imponentes vistas que no podrán pasar desapercibidas, y que da
cobijo a la región de Frontera.
Vistas de El Golfo desde el Mirador de Bascos