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FACTORES DE EVALUACION
1. Momento de la Evolución: en edades tempranas solo se pueden
determinar rasgos compatibles con posible dislexias. En primaria es donde
se evalúa y diagnostica con mayor precisión. En la adolescencia se evalúa
en otras habilidades, ya que los adolescentes se enfrentan otras
dificultades mas allá del proceso lector.
2. Retraso vs. Déficit Especifico: en etapas infantiles muchas de las posibles
características de la dislexia o de la discalculia, se presentan en niños con
retraso de aprendizaje en las habilidades lectoras.
3. No hay un perfil definido, ni cuantitativo del niño disléxico o con
discalculia. La gravedad de los síntomas se manifiestan de forma dispar.
Pruebas especificas: Dislexia
Protocolos de recogida de Información: Tanto para padres como para profesores.
(Conners)
Pruebas de detección Fonológica: DST-J
Pruebas generales de capacidades Intelectuales: WISC IV
Pruebas de aptitudes y habilidades Psicolinguisticas: ITPA
Pruebas de Vocabulario léxico: PEABODY
Pruebas del proceso Lector. PROLEC-R
Pruebas especificas del Proceso Escrito
Pruebas de Proceso de procesos cognitivos implicados.
Pruebas de evaluación Psicomotriz (Litwin y Fernandes)
Test de Percepción Visual y auditiva (TERRASA,)
Pruebas especificas: Discalculia
Pruebas estandarizadas : que aportan una puntuación
estandarizada de la capacidad numérica. Algunas de estas
pruebas son las siguientes:
TEDI-MATH. Test para el diagnóstico de las competencias
básicas en matemáticas.
TEDI-MATH es una batería de test. Permite describir
y comprender las dificultades que presentan los niños en el
campo numérico. Consta de 25 pruebas diferentes
agrupadas en 6 grandes ámbitos de conocimiento
numérico. Para niños de 2º de EI hasta 3º de EP.
TEMA-3. Test de competencia matemática básica.
El TEMA-3 está diseñado para evaluar la competencia matemática en niños de
3 a 8 años, resultando también útil en alumnos de más edad con problemas
para aprenderlas matemáticas. Permite identificar, desde las primeras etapas
de escolaridad, alumnos con dificultades de aprendizaje o que pudieran llegar
a desarrollarlas. Evalúa conceptos y habilidades formales e informales en
diferentes campos: Conteo, comparación de números, lectura de los números
y los signos, dominio de los hechos numéricos, habilidades de cálculo y
comprensión de conceptos. En el manual también se incluyen orientaciones
detalladas para profundizar en la evaluación de las habilidades examinadas
en cada ítem, así como numerosas actividades de enseñanza para intervenir
específicamente en cada una de las destrezas.
Prueba de cálculo y nivel matemático, de A. Palomino y J. Crespo.
Su objetivo es detectar dificultades o errores en el aprendizaje del cálculo. Su
contenido, según niveles, comprende desde la escritura y dictado de
operaciones hasta potencias y raíces. La prueba ofrece datos que permiten no
solo detectar los errores cometidos, sino también hacer una diferenciación
entre los alumnos según su forma de trabajar.
Prueba de Aptitud y Rendimiento Matemático de R. Olea, L.
E. Líbanoy H. Ahumada).
La edad de aplicación es de 7 a 12 años. La prueba consta de
tres series:
Nociones previas
Conocimiento de la simbolización matemática
Disposición para el cálculo y resolución de problemas.
Competencias en la lectoescritura, Podemos utilizar las pruebas
TALE o PROLEC
Con el análisis de la lectura y escritura del alumno concluiremos si existe
una dislexia además de la discalculia.
Evaluación neuropsicológica
Relaciona el rendimiento cognitivo del niño con las áreas encefálicas que
procesan cada función cognitiva.
Nos permite saber cuál es el rendimiento en diferentes funciones cognitivas
Durante el periodo de aprendizaje que va desde los 4 años y medio a 6
años, es necesario disponer de coordenadas espacio temporales bien
organizadas para interpretar los símbolos como las letras y los números
Cumanes (7 a 11 años) y Cumanín (3 a 6 años),
batería para evaluar el nivel desarrollo neuropsicológico global de los
niños. Incide especialmente en la evaluación de las funciones mentales
superiores que más influyen en los procesos de aprendizaje y en la
conducta durante la infancia. Está compuesto por 12 sub escalas
agrupadas en 6 escalas principales (Lenguaje, Viso percepción,
Funcionamiento ejecutivo, Memoria, Ritmo y Lateralidad).
Luria-inicial. Evaluación neuropsicológica en la edad preescolar. Estudia
mediante diferente número de test cuatro dominios o funciones
neuropsicológicas de nivel superior: motricidad o funciones ejecutivas.
Lenguaje oral o funciones lingüísticas. Rapidez de procesamiento. Memoria
verbal y no verbal. Además permite una exploración de la lateralidad
manual que aporta información acerca dela capacidad de los hemisferios
cerebrales
Evaluación de la percepción y organización espacio-temporal
Una buena prueba es el test gestáltico visomotor de BENDER
En concreto suelen aparecer errores en el número de puntos o círculos de
algunas láminas, integran mal las figuras y presentan distorsiones en la forma,
tamaño y simetría de las mismas.
TDHA
La evaluación del TDAH es clínica, es decir, se fundamenta en
la identificación de los síntomas. Estos síntomas deben estar
presentes en varios ambientes habituales, por lo general casa
y escuela. Cuando el profesional inicia el proceso de
evaluación busca identificar la frecuencia e intensidad de los
síntomas, así como la repercusión que estos generan en el
ambiente en varios niveles:
Social
Comportamental
Emocional
Aprendizaje
Es necesario que exista una cronicidad superior a 6 meses, y una identificación de
los síntomas en los primeros años de vida, aunque quizá estos han tenido
repercusión más adelante. Es importante tener en cuenta que el TDA-H es un
trastorno muy comórbido, es decir, varias patologías conviven en el mismo paciente
y por ello siempre es importante tenerlas en cuenta de cara a la evaluación. Las
comorbilidades más habituales son: Dislexia (40%), depresión, trastornos de
conducta y trastornos de personalidad. Cuando se inicia una evaluación se realizan
diferentes estudios neuropsicológicos: En primer lugar, tal como hemos comentado,
es necesario realizar una evaluación clínica de los síntomas, valorando su intensidad
y repercusión en los diferentes ambientes y ámbitos de desarrollo. Por otro lado,
evaluar el CI para valorar las capacidades cognitivas del niño. Habitualmente se
observa un mejor rendimiento en CV y RP, siendo estas medidas cognitivas, respecto
a las medias de las funciones ejecutivas tales como memoria de trabajo o
velocidad de procesamiento. Esta discrepancia da lugar a lo que denominamos
gráfica Z.
También se realizan pruebas que permiten medir las
funciones ejecutivas donde estos pacientes de nuevo
obtienen peores resultados en relación a su CI. Se trata
de pruebas tales como Enfen o Wisconsin.
No debemos olvidar realizar pruebas orientadas a
valorar los posibles trastornos comórbidos al TDAH. Por
ello se aplican pruebas específicas de lectoescritura nos
permiten descartar dislexia y una batería de pruebas
destinadas a valorar alteraciones del estado de ánimo.
Finalmente se aplican pruebas complementarias si se
observan síntomas de otros trastornos como TEL. Toda
esta información se complementa con la observación
clínica en sesiones de intervención por parte del
profesional y se concluye con una valoración médica a
cargo de neurólogos, psiquiatras o pediatras
especializados
Gracias….