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Pontificia Universidad Católica de Chile

Narrativa Chilena e hispanoamericana


Profesor: Rodrigo Cánovas
Ayudante: Ignacio Sánchez O.
Estudiante: Ignacia Concha Badilla
Fecha: 13/04/18
Interioridad y exterioridad: La soledad en las protagonistas de Brunet y Bombal

El paso del siglo XIX al XX estuvo marcado por la irrupción de la clase media en acenso,
y como esto impactó fuertemente en política, economía y otras áreas de la sociedad, también lo
hizo en la literatura. El criollismo, por ejemplo, en este ámbito nace en oposición a los modelos
literarios europeos, como el modernismo, esta corriente que busca la exaltación de la chilenidad,
sus imaginarios físicos, entre otros (López, 15) se puede encontrar en las literaturas de Brunet y
Bombal, pero con un toque personal que Goic en el caso de Brunet asocia al superrealismo (Lopez,
13). María Luisa Bombal y Marta Brunet son escritoras chilenas que han aportado
significativamente a la literatura nacional, debido a que sus obras resultan ser rupturistas en cuanto
a corrientes como el criollismo. Donde más se descubre esto es en la temática de su literatura, que
se vincula a temas que retratan, en particular, la ideología de género y los estereotipos que, en sus
escritos, se presentan con matices distintos, lo cual se torna incómodo para algunos ya que es un
tiempo de tensión en cuanto a la concepción tradicional de los géneros (Carreño, 52). La obra de
estas mujeres es, sin duda, reflexión y crítica concreta desde un discurso literario en que se
evidencia, por parte de las protagonistas, una exaltación en lo que respecta al rol de la mujer, en
una sociedad hegemónicamente masculina o patriarcal.

El presente informe tiene por objetivo, a través de los estudios del género tratar el concepto
de soledad desde la interioridad y la exterioridad de las protagonistas en las obras de María Luisa
Bombal La última niebla y El árbol y de Marta Brunet Soledad de la sangre y María Nadie.

En este sentido, se sostiene que la soledad enfrentada por las protagonistas en los textos
literarios mencionados se manifiesta en Bombal desde la interioridad y en Brunet desde la
exterioridad, y que en ambos casos provoca en ellas tanto sufrimiento como liberación.
Al comparar a Bombal y Brunet desde la idea de la subjetividad femenina se puede
encontrar un punto de disyunción en cuanto a la interioridad y la exterioridad. Las protagonistas de
Bombal, trabajan desde la interioridad, se mueven en un espacio interior que solo es accesible a
través de percepciones. En el caso de las protagonistas de Brunet, realizan la subversión y la
reivindicación de la imagen de la mujer a través de sus actos, de una exterioridad representada por
ellos. La soledad en este caso, se representa en las obras desde esas dos ideas, desde dentro y desde
fuera en cuanto a las autoras respecta, lo único que se mantiene en ambas es que esta soledad
provoca en las protagonistas dos etapas, una de sufrimiento y otra de liberación.

En primer lugar, en cuanto a la obra La última niebla de Bombal, el elemento onírico que
empapa la novela provoca una dicotomía realidad/irrealidad que le da un carácter más subjetivo.
Esta subjetividad se relaciona con el hecho de que la protagonista expresa su denuncia al sistema
patriarcal escapando a sus sueños, y solo ahí, desde esa interioridad. La soledad que rodea al
personaje esta representada en su amante, que hacia el final de la novela se nos revela que es posible
que no sea real, que vive solo en su interior. Es, además, reflejo de la necesidad de la protagonista
y además, su existencia significa una forma de rebeldía hacia el imaginario social patriarcal que la
rodea. Pero, a pesar de esta denuncia y rebeldía, el personaje sigue subordinado a este hombre, que
al fin y al cabo es su sustentador, en este sentido, estas dos acciones solo ocurren desde su
interioridad. Con respecto a la soledad, en una primera etapa esta búsqueda del amante que esta
provoca, le producen sufrimiento, de no poder estar con él, y tener que mantenerse en este ambiente
solitario y contenedor. Pero en una segunda instancia, para ella se convierte en una herramienta de
liberación, en sus sueños.

En segundo lugar, en el caso del texto El árbol de María Luisa Bombal, la soledad se expresa
fielmente en un espacio: el vestidor de Brígida, con el gomero en la ventana. la protagonista se
presenta desde el adoctrinamiento patriarcal y a pesar de que en su espacio especial se libera de
este, es en su interioridad donde se manifiesta sola y abatida por él. Brígida está condicionada por
su marido que, en el fondo, sigue siendo la figura sustentadora. Para ella es en primer momento
triste saberse sola, sin amigas, persiguiendo y atrapada bajo este marido y escapa a este lugar que
destapa su interioridad, en el cual puede sufrir y sentirse sola en paz. Solo es posible conocer su
soledad por las percepciones internas, este espacio de soledad próximamente la libera de este
ambiente y en él y su soledad se refugia. Pero cuando el árbol es talado, el vestidor desde ese
momento ya no representa nada para ella, es un lugar totalmente distinto, desconocido, que no le
evoca nada, pero sigue sintiéndose sola, su soledad no depende del objeto como es el caso del
fonógrafo en Brunet, sino que proviene desde su interior, su denuncia proviene de ahí y desde ahí
se libera para finalmente irse y separarse.

En tercer lugar, en lo que respecta a la obra de Marta Brunet Soledad de la sangre la soledad
se presenta desde la exterioridad de la protagonista. Frente a la situación de ésta: esposa
"obediente", sumergida en el patriarcado, solo en confidencia con sí misma presenta un “estado de
soledad” que se evidencia en las nulas interacciones personales y en su preciado momento con su
fonógrafo que trae a su mente recuerdos de momentos mejores. Esta soledad, como ya había
mencionado, a la protagonista le produce sufrimiento y liberación a la vez, primero sufrimiento de
estar contenida, subordinada a este contexto machista y controlador y sin confidencia, atrapada en
este “nuevo tiempo” añorando un tiempo anterior. Pero, por otra parte, su “relación” con el
fonógrafo y su momento de ensueño y recuerdo junto a él, le entrega una sensación de liberación
que no es posible compartir con un otro, y debe representar en un objeto de su exterioridad que
tiene un valor importante para ella, es producto de su sustento y representa que la protagonista
puede valerse en la sociedad desde su “mismidad”, aunque condicionada por un entorno que se
muestra aparentemente controlado por el patriarca.

En cuarto y último lugar, en el caso del texto María nadie de la misma autora tratada antes,
la soledad se expresa nuevamente desde la exterioridad de la protagonista. El estereotipo de María
es distinto a otros de la mujer, ella se apropia del contexto social a través del trabajo, no de manera
ilusoria, esto provoca la ruptura en el imaginario social del pueblo; de hecho, podría sostenerse la
idea de que la protagonista de María Nadie representa el cambio, pero el pueblo de Colloco, en su
sistema patriarcal, siente miedo de esto, por lo que María se ve opacada por el personaje de
Ernestina, la imagen de la mujer subyugada que responde al estereotipo de género prefijado en la
época. Esto no quita que la protagonista se sienta sola, sumergida en una soledad relacionada con
lo mismo, su carácter de distinta bajo este imaginario social y físico que la rechaza. En este sentido,
esa soledad en un principio le provoca dolor, recuerdos amargos, pero próximamente, desde
específicamente el momento en que Ernestina la llama "Maria Nadie" cambia esta relación con su
soledad, y se convierte en un espacio de liberación y en el que es posible actuar sobre el contexto
social, es decir, desde su exterioridad.
En conclusión, si bien es posible comparar desde los estudios de género estas obras, es
importante considerar también sus diferencias; las protagonistas de Bombal se presentan desde la
pasividad al modelo patriarcal y son condicionadas por la dependencia de sus maridos. Por otro
lado en Brunet, las protagonistas pueden valerse por si mismas en la sociedad que las rodea,
siempre atacadas por el miedo al cambio. Es posible, de todas maneras, aseverar que la
representación de la soledad en las obras, presentan mujeres que han tratado de escapar de la
sumisión y la cadena de violencia de género planteada por el entorno, y han pasado por etapas de
sufrimiento y liberación, es decir, a pesar de las diferencias que han sido mencionadas, el punto de
convergencia es el mismo: una perspectiva de género en que la mujer se muestra insatisfecha con
una sociedad que las quiere enclaustradas y en silencio, una respuesta en soledad que trae
desolación, pero finalmente en algún punto, liberación.

Bibliografía

Bombal, María Luisa. El Árbol. Santiago, Chile : Pehuén, 2012. Alejandra


Acosta.

---. La Última Niebla. Santiago, Chile : Zig-Zag, La Última Niebla : Historia De


María Griselda.

Brunet, Marta. María Nadie. Santiago, Chile : Editorial Universitaria, 2009.

---. Soledad De Sangre. Montevideo Arca, 1967.

Carreño Bolívar, Rubí. Leche Amarga : Violencia Y Erotismo En La Narrativa


Chilena Del Siglo Xx : (Bombal, Brunet, Donoso, Eltit). Santiago, Chile : Cuarto
Propio, 2007. Violencia Y Erotismo En La Narrativa Chilena Del Siglo Xx.

López, Berta. Orbita De Marta Brunet. Concepción, Chile : Universidad de


Concepción, 1997.

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