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son los llamados aceros inoxidables altamente aleado con cromo y otros elementos.
Presentan buena resistencia a la corrosión y resistencia mecánica, se endurecen y
son magnéticos.
Estos aceros son magnéticos y contienen entre 11.5% a 18% de cromo, como su principal
elemento de aleación. Algunos ejemplos de este grupo son los aceros martensíticos AISI 410,
416, 420, 431, 403, y 440. En la soldadura de los aceros martensíticos se pueden producir
tensiones y por consiguiente grietas, si no se adoptan las precauciones convenientes. Siempre
que sea posible debe emplearse como metal de aporte aleaciones austeníticas (como la AISI
309 y 310) para absorber las tensiones en las zonas cercanas al cordón y así evitar grietas. Es
conveniente precalentar entre 300 y 350ºC las piezas a ser soldadas. Después de la soldadura y
una vez enfriadas las piezas se recomienda un revenido de 600 a 700 ºC. La mejor resistencia a
la corrosión para estos aceros se obtiene efectuando tratamientos térmicos de temple y
revenido a las temperaturas recomendadas. La resistencia a la corrosión en estos aceros, no es
tan buena como en los aceros austeníticos o los ferríticos. Son utilizados principalmente, en
piezas que van a estar sometidas a corrosión y que requieren de cierta resistencia mecánica.
Algunos usos son: aletas para turbinas, rodetes de turbinas hidráulicas, fundiciones resistentes
a la corrosión, cuchillería, piezas de válvula, etc
Ejemplo
éste acero inoxidable tiene buena ductilidad en la condición de recocido, pero es capaz de ser
endurecido hasta 52 HRc, la dureza máxima que se puede conseguir en los aceros inoxidables
con 12% de cromo. La mayor resistencia a la corrosión para este grado es lograda cuando el
metal es endurecido y luego rectificado o pulido. En la condición de endurecido tiene buena
resistencia a la atmósfera, alimentos, agua fresca y ácidos y bases medios. La resistencia a la
corrosión es muy baja en la condición de recocido. No se recomienda utilizar en temperaturas
mayores de los 370 °C
Usos: para producir cuchillos, hojas de navaja, instrumentos quirúrgicos, válvulas de agujas,
partes de tijeras.
Tratamientos térmicos:
el recocido se logra luego de calentarlo hasta 845 – 900 °C, seguido de un enfriamiento lento
en el horno hasta 535 °C y luego enfriamiento al aire. El endurecimiento se da con un
calentamiento entre 980 – 1035 °C y con enfriamiento en aceite o al aire. El temple en aceite
es necesario para piezas grandes. El revenido se hace entre 200 y 650°C, no se recomienda
revenir entre 430 y 535 °C ya que la resistencia al impacto es muy baja.
La martensita es una estructura dura, cuya dureza aumenta con el contenido de carbono, pero
también muy frágil con gran tendencia a la fisuración.
Los aceros inoxidables martensítos son endurecidos al aire cuando se les enfría rápidamente
desde el rango de temperaturas de austenitizado (870-1010 ºC) hasta la temperatura
ambiente.
Este rango de temperaturas (870-1010 ºC) se alcanza en las zonas afectadas térmicamente
(ZAT) por el proceso de soldadura, por lo que si la fase de enfriamiento del cordón se realiza a
velocidad suficiente, puede dar lugar a la formación de martensita en estas zonas de la pieza
soldada.
2- Características de la soldadura
Este efecto se hace más patente con el mayor contenido de carbono del metal base, que
aunque hace aumentar la dureza, también disminuye la tenacidad y aumenta el riesgo de
producir fenómenos de agrietamiento.
Un precalentamiento del metal base antes de iniciar la soldadura, de manera que permita
después una velocidad de enfriamiento más lenta tanto del cordón como de las zonas
afectadas térmicamente, reduce los niveles de tensiones internas, además de reducir el riesgo
de fragilización por hidrógeno del cordón, al proporcionar más tiempo para escapar del baño
de fusión al hidrógeno proveniente de los gases de protección.
3- Recomendaciones en la ejecución
En cuanto a las características del material de aporte se recomienda emplear, como criterio
general, grados martensíticos como el 410 ó el 420, preferentemente con bajo contenido en
carbono para evitar un excesivo endurecimiento de la soldadura.
Por debajo ya de los 600 ºC se permiten enfriamientos más rápidos, aunque se recomienda no
superar una velocidad de enfriamiento de 200 ºC por hora y pulgada de espesor de pieza
soldada, con objeto de evitar que aparezcan tensiones residuales internas.
El calor generado por el arco eléctrico funde el revestimiento y la varilla metálica del
electrodo, a la vez que la combustión del revestimiento sirve para crear una atmósfera
protectora que impide la contaminación del material fundido.
Las gotas de metal fundido procedente de la varilla metálica del electrodo van a depositarse en
el baño de fusión. A la vez, el material procedente de la fusión del revestimiento del electrodo
genera una escoria, que por viscosidad flota sobre el baño de fusión, protegiéndolo contra un
enfriamiento rápido y de la contaminación del aire circundante.
Una vez frío el cordón se procede a eliminar la escoria que queda como una especie de costra
sobre la superficie del cordón.
Además de las funciones de protección del baño de fusión, el recubrimiento del electrodo
desempeña otras funciones, entre las que están las siguientes:
• Debido a que el recubrimiento exterior no se quema tan rápido como el alambre del
electrodo, genera una especie de cráter en la punta del electrodo que permite concentrar la
salida del arco, controlando mejor la dirección del arco, lo que permite también poder soldar
en varias posiciones, además de mejorar la eficiencia de la soldadura y disminuir las pérdidas
de energía.
• Debida a la composición química del revestimiento, éste permite mejorar el cebado y
estabilizado del arco, motivado por la presencia en su composición de sales de sodio y potasio
que garantizan la presencia de iones positivos durante el proceso de soldadura.
• Como el alambre del electrodo no siempre será de la misma composición que el metal base,
el decapante que constituye el recubrimiento permite aportar aleaciones al metal de
soldadura que mejoren las características mecánicas del cordón.
• Como ya se ha dicho, durante el quemado del recubrimiento del electrodo se origina una
envolvente gaseosa que permite desalojar al oxígeno y al nitrógeno del metal fundido,
evitando la oxidación del cordón de soldadura.
• Además, como también se ha dicho, el recubrimiento del electrodo genera una capa de
escoria que queda depositada sobre el baño de fusión protegiéndolo de la contaminación
atmosférica mientras el baño está fluido y regulando su velocidad de enfriamiento, dando
como resultado un cordón más óptimo en resistencia mecánica y frente a la corrosión.
Los electrodos para la soldadura manual por arco revestido se seleccionarán, primero en
función del metal base a soldar, y después de acuerdo con el tipo de recubrimiento. En
principio, el tipo de alambre del electrodo a utilizar será de una aleación, al menos igual en
composición al del metal base, o si puede, más alta.
La norma AWS reconoce dos grandes familias de electrodos especiales, designados mediante
los sufijos -15 y -16 que se incluyen al final en la designación del electrodo.
resulta un procedimiento muy adecuado para soldar el acero inoxidable. En este caso, el arco
eléctrico se establece entre un electrodo no consumible de Tungsteno y el metal base, bajo
una atmósfera protectora generada por un gas inerte.
El gas inerte (normalmente argón) se usa para proteger del aire circundante al metal fundido
de la soldadura. Si es necesario, también se puede agregar metal de aporte en forma de un
alambre o varilla que se introduce dentro del arco, de forma bien manual o automáticamente,
para fundirlo y cuyas gotas caigan dentro del baño de fusión.
El procedimiento de soldadura TIG genera cordones de gran calidad, sin escorias (dado que
emplean electrodos no consumibles sin revestimiento), ni proyecciones, por lo que se usa para
soldaduras de responsabilidad en acero inoxidable, donde obtener soldaduras de calidad sea
necesario.
Generalmente el procedimiento TIG se suele emplear para soldar piezas de poco espesor
(hasta 6 mm. aproximadamente), dado que para espesores de piezas mayores de 6 - 7 mm
este procedimiento no resulta económico. De esta manera, para espesores mayores a los 6
mm., se suele emplear procedimientos de soldadura por arco sumergido.
Entre las ventajas que presenta este procedimiento están las siguientes:
• No genera escorias en el cordón, lo cual reduce las tareas de limpieza posterior a la
soldadura.
• Es un proceso que se puede emplear en todas las posiciones de soldadura, lo cual lo hace
especialmente recomendable para la soldadura de tubos y cañerías.
• Afecta muy poco a la composición química y propiedades del metal base durante el proceso
de soldadura.
Para soldar aceros inoxidables mediante procedimiento TIG se debe emplear corriente
continua con polaridad directa (electrodo conectado al negativo).
Asimismo, para soldar en TIG se recomienda emplear como fuente de energía un equipo de
alta frecuencia que permita iniciar la soldadura y establecer el arco sin necesidad de tener que
tocar con el electrodo la pieza, con ello se evita la contaminación tanto del metal base como
del electrodo.
SOLDADURA MIG
Tanto en el procedimiento MIG (Metal Inert Gas, cuando se utiliza la protección gaseosa de un
gas inerte) como también en el MAG (Metal Active Gas, cuando se utiliza un gas activo), se
establece un arco eléctrico entre un electrodo consumible, que se presenta en forma de un
alambre desnudo, y la pieza a soldar o metal base.
Como se ha comentado, para la soldadura MIG, tanto el arco como la soldadura se protegen
del aire de la atmósfera mediante la acción de una envolvente gaseosa, compuesta por gases
inertes, principalmente argón y/o helio.
Con el objeto de obtener una mejor acción del arco y una mejor mojabilidad en la soldadura,
en ocasiones se utilizan pequeñas cantidades de gases activos, tales como dióxido de carbono,
oxígeno e hidrógeno.