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- Iluminación.
trabajo.
trabajo.
CONDICIONES DE TRABAJO EN LAS ORGANIZACIONES.
Por último muchos empleados están inconformes con la ubicación suburbana porque
se sienten aislados de tiendas, servicios, restaurantes y diversiones con que
cuentan en la ciudad.
- Iluminación:
El sentido común nos dice que la calidad del trabajo disminuye cuando no hay
suficiente luz. Por otra parte, se sabe que si una iluminación defectuosa se
prolonga largo tiempo, sobre todo cuando hay que leer o ejecutar operaciones de
mucha delicadeza, el sujeto puede sufrir trastornos visuales.
- Ruido.
Es una causa común de quejas en la vida moderna. En el hogar, en las calles muy
transitadas y en la oficina y la fábrica sufrimos lo que se llama contaminación
por ruido. En esos ambientes el ruido nos irrita y nos pone nerviosos, nos
impide conciliar el sueño y nos produce problemas físicos como la sordera.
Todavía no se sabe con certeza si merma la eficiencia del empleado, pues los
datos son contradictorios.
¿Qué efectos causa el ruido sobre la productividad? Puede distraer, perturbar,
ensordecer, alterar las actividades fisiológicas y fatigar.
- Color:
Con el color también se evita la fatiga visual, puesto que cada matiz tiene
diferentes propiedades de reflexión. Así, una pared blanca refleja más luz que
una oscura. Por lo tanto, con el uso apropiado de colores se logra que un
cuarto parezca más brillante o más oscuro.
- Música:
- Temperatura y humedad:
Todos hemos sentido los efectos que la temperatura y humedad tienen en nuestro
estado de ánimo, nuestra capacidad de trabajo e incluso en nuestro bienestar
físico y mental. El estado del tiempo y la temperatura nos afectan en forma
diferente. Hay quienes se sienten más contentos y dinámicos cuando hace frió;
otros prefieren el calor. Algunos muestran profunda depresión cuando llueve
durante varios días y otros apenas se percatan del mal tiempo.
Una parte esencial del ambiente laboral la constituye la cantidad de tiempo que
uno pasa en su trabajo. El número de horas (diarias o semanales) y el reposo
permitido durante la jornada influyen en la producción y en el estado de ánimo.
Parece evidentemente que, al disminuir el número de horas semanales de trabajo,
también merma la productividad; pero más adelante veremos que no siempre es
así. El nexo entre números de horas de trabajo y la productividad no resulta
tan sencilla.
- Horas de trabajo.
¿Cuántas horas a la semana debe trabajar una persona? Con el tiempo nuestras
expectativas han cambiado en forma notable. Antaño se acostumbraba laborar seis
días a la semanales de 10 o más horas diarias. La reducción de una semana de
cinco días y de 40 horas de trabajo se considera hoy normal (algunos piensan
que es demasiado tiempo); pero hace poco no era así.
Los resultados son favorables al primer tipo de semana laboral. Con todo, hemos
de atender al contexto donde se realizaron los estudios. Prácticamente todos
fueron emprendidos al finalizar la gran Depresión o durante la Segunda Guerra
Mundial, épocas en que la semana normal fluctuaba entre 48 y 60 o mas horas.
Los mismos estudios si fueran efectuados hoy pertenecerían a un contexto
totalmente diferente.
- Horario flexible.
Según una encuesta, entre el 75 y el 97% de los que siguen un horario flexible
querían conservarlo y no se resignaban a regresar al de horario fijo.
- Descansos.
No cabe duda que los que ejecutan labores pesadas se benefician mucho con esos
descansos. A fuerza de tanto trabajar, los músculos se cansan y pierden vigor.
Si se desea conservar un nivel adecuado de rendimiento hay que hacer los
descansar en forma periódica. Incluso tratándose de trabajo mental o mas
sedentario, el cambio de estimulación proporcionado por el intervalo resulta de
gran utilidad: permite distraerse y brindar la oportunidad de pensar en otras
cosas o de charlar con el personal.
Aburrimiento y monotonía.
Parece plausible afirmar que, cuanto mas inteligente sea alguien, mayores
posibilidades tendrá que aburrirse con un trabajo monótono y con poco estimulo.
Algunos estudios confirman la aseveración anterior: los que son muy
inteligentes muestran una rotación mas alta de la normal en tareas rutinarias y
tediosas, l cual revela que están aburridos e insatisfechos. A los de
inteligencia mas baja les aburren menos las mismas tareas.
Pero con esto no se resolverá por completo el problema del aburrimiento ya que
los métodos de selección y asignación adolecen de imperfecciones; además de que
aun n se aclara plenamente el nexo existente entre personalidad y aburrimiento.
Una segunda manera de atenuarlo consiste en ampliar las tareas y exigencias del
puesto mediante un programa de enriquecimiento del trabajo. En los empleos en
que se ha aplicado, se logra impedir el tedio y se motiva mucho al personal.
Fatiga.
Las investigaciones sobre el tema revelan que se realiza mayor trabajo físico
cuando el ritmo diario de las labores es más gradual. Si el ritmo es muy
intenso, la energía orgánica se consume demasiado pronto y entonces el empleado
habrá de disminuir su rendimiento durante el resto de la jornada.
La capacidad de ejecutar trabajos físicos varía mucho entre las personas. Estas
difieren en su salud general y resistencia física, y estos factores influyen en
la rapidez y eficiencia con que cumplen sus deberes, La edad es otro factor de
importancia; los mas jóvenes suelen conservar un alto rendimiento de esta
índole. La gerencia puede adoptar diversas medidas para atenuar la fatiga
fisiológica y psíquica. Como la primera se parece al
aburrimiento y monotonía, las recomendaciones propuestas son aplicables
en este caso.
El sistema hombre-maquina requiere que ambos trabajen juntos para ejecutar las
tareas: una parte del sistema carece de valor sin ayuda de la otra. Según esta
definición, muchos trabajos mecánicos pertenecen al sistema.
Hay otros sistemas de este tipo en que el hombre no interviene tanto. Los
procesos de producción a gran escala, como los que se utilizan en las
refinerías de petróleo, operan con equipo automatizado. No se requiere en un
operario lo maneje. Pero aunque puede decirse que el equipo automático funciona
sin intervención humana, necesita del hombre que lo diseñe y que le dé
mantenimiento. Ni siquiera puede cambiar una lámpara de su mecanismo sin ayuda
del hombre. El ser humano es parte importante de los sistemas, aunque no lo
manejen directamente.
Una vez que el agente regulador (el termostato, en este caso) es puesto a la
temperatura deseada, la caldera se enciende y se apaga para ajustarse a las
fluctuaciones térmicas. La entrada (la temperatura deseada) controla el
funcionamiento de la caldera. Cuando ésta ya hizo que la temperatura llegue al
límite fijado en el termostato, la nueva entrada hace que el termostato apague
la caldera.
Estas decisiones tan complejas han de tomarse al iniciar el proceso del diseño.
Los resultados servirán para determinar la naturaleza y plan del sistema
integral.
Quizá otra ventaja del hombre sobre la maquina es que pesa menos y su
mantenimiento es sencillo, y esto significa un gran ahorro. "No podemos
conseguir una computadora que se de mantenimiento así misma ni que posea un
juicio innato, que se reproduzca en forma masiva y sin ningún costo. En cambio,
hay personas a quienes agrada inmensamente esa actitud generativa"
A veces hay que automatizar trabajos que podría ejecutar el hombre, aunque
cueste más el producto terminado.
Esta etapa del diseño del sistema (la asignación de funciones) es difícil y
plantea muchas exigencias, pero no conviene comenzar el diseño de la maquina
propiamente dicha sin antes haber distribuido bien todas las funciones.
El diseño eficaz del espacio de trabajo, sin importar si se trata de una mesa
para el montaje de partes electrónicas o un centro de control de trafico
aéreo, se basa en ciertos principios de diseño y economía de actividades
tomados de la ingeniería humana y del estudio de tiempos y movimientos. El
análisis de sistemas y las decisiones de asignación de funciones ayudan a
seleccionar los tipos de instrumentos y equipo con el que el operador humano
cumplirá su cometido. Una vez establecidos los aspectos específicos del equipo,
la tarea consistirá en colocarlos o disponerlos en forma que facilite la
realización de las tareas.
El primer principio del diseño del lugar de trabajo establece que todo el
material, instrumentos y suministros habrá de ponerse en el orden en que los
utilizaran los trabajadores, de modo que la dirección de sus movimientos sea
continua.
Todas ellas son útiles para varios aspectos del diseño del lugar de trabajo,
distancia mínima y máxima de alcance, altura a que se deben colocar las
herramientas, disposición del escritorio, tamaño y forma de los asientos de
aviones y automóviles, etc. Incluso un manual de ingeniería humana incluye una
sección titulada: "La ciencias de sentarse", lo cual indica la enorme cantidad
de investigaciones de esta pequeña parte del espacio laboral. En los trabajos
en que el sujeto debe estar sentado y también para mayor comodidad de
pasajeros, pilotos y conductores, los antropólogos han abordado el problema del
diseño de asientos con sumo cuidado y esmero.
Hasta ahora nos hemos ocupado del diseño de lugares de los trabajos
individuales que se requieren para efectuar ciertas tareas, en muchas labores
hay interacción entre la maquina y el operador humano. Una maquina que elabora
una parte del producto la pasa a otra y en esta se cumple la siguiente fase de
la operación. Es posible que dos o mas personas deban comunicarse
frecuentemente mediante la voz o signos mecánicos; otras veces se pasan
materiales brutos o partes. Hay que usar controles individuales en secuencias.
En los sistemas muy complejos, los análisis de nexos suelen realizarse previo
estudio de las películas tomadas durante la ejecución de las tareas. De ese
modo se obtiene un registro cuidadoso y permanente de varios enlaces.
Con una cámara ocular se registran los movimientos de los ojos, entre ellos los
puntos específicos de enfoque y su duración. Gracias a este mecanismo se ha
logrado detectar los nexos visuales entre los tableros de una cabina de avión
en las diferentes fases de vuelo; es decir, se averigua cuales instrumentos se
consultan mas y por cuanto tiempo en el despegue, en el aterrizaje y en otras
maniobras. Estos estudios han permitido determinar la ubicación óptima de seis
tableros esenciales y se han colocado en todos los aviones militares y
comerciales.
BIBLIOGRAFIA.
1.- SCHULTZ Duane P., Psicología industrial. Ed. Mc Graw Hill (2da. edición)
Pagina de Internet
1.- http://pp.terra.com.mx/~rjaguado/vidat.htm