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Textiles

Mientras que el reciclaje de papel y vidrio es muy conocido y está de moda entre el
público en general, el sector de recuperación de textiles, a pesar de su larga historia,
continúa recuperando y procesando, con escasa atención, ropa vieja, cortinas, colchas,
etc., que se desechan como basura. El volumen de textiles presente en los residuos
domésticos varía de un país a otro, viéndose afectado por el nivel socioeconómico de
cada área concreta.

El pequeño porcentaje de materiales textiles desechados junto con los residuos


domésticos normalmente no se recupera. No obstante, el 95% de lo que se recoge
separadamente tiene una segunda vida útil: las prendas de mayor calidad se revenden,
otros se procesan para ser utilizados como paños de limpieza, un pequeño porcentaje se
emplea en la fabricación de nuevas fibras y el resto se usa para relleno de muebles o para
la fabricación de fieltro para aislamiento sonoro.

Si cada español adquiriera una prenda de lana recuperada al año, los ahorros resultantes
serían:

• 1.162 millones de litros de agua.

• 328 toneladas de tintes químicos.

• 3.089 millones de días de consumo de electricidad de una familia media española.

¿QUÉ PASA CON LOS RESIDUOS TEXTILES?


El reciclaje de los residuos textiles evita que éstos se acumulen en los vertederos, además de darles un
nuevo aprovechamiento a sus materiales. (2005)
Se calcula que el consumo anual de textil por persona en países del primer mundo es de entre 7 y 10 kg por
lo que se puede calcular que los residuos de este material oscilan en las mismas proporciones. Esto, sin
contar la cantidad de residuos de este tipo que genera la industria del sector textil y de confección. En el
municipio de Madrid los residuos textiles representan aproximadamente el 2% en peso de los residuos
urbanos generados.
Los residuos textiles de estas industrias pueden ser utilizados para la elaboración de nuevas materias
primas. Para ello se necesita clasificar por tipos de fibras para posteriormente desmontar las piezas y volver
a hilar. Los nuevos hilados pueden ser usados por el sector de la confección para la fabricación de piezas
nuevas.
Las fibras recuperadas y recicladas también pueden ser utilizados en la fabricación de acolchados de
muebles y colchones, rellenos aislantes, soportes para alfombras, filtros, etc.
El reciclaje de los residuos textiles evita que éstos se acumulen en los vertederos, además de dar
continuidad al ciclo de vida del producto. Sin embargo, con las nuevas costumbres de consumo y moda la

mejor opción para la ropa de la que nos deshacemos y que está en buen estado, es siempre la
reutilización.
Esta ropa que muchas veces es tratada como basura, puede ser reutilizada, siempre y cuando haya separado
selectivamente por los ciudadanos, por ello los que quieran deshacerse de ropa y otros textiles del hogar
que estén en buen estado, pueden donarlos o bien depositarlos en los contenedores específicos de ropa
usada que hay instalados en la vía pública o llevarlo a los Puntos Limpios de su municipio.
Muchas entidades sin ánimo de lucro se dedican a la recogida de ropa usada, que después de pasar por un
proceso de manipulación, son entregadas a grupos necesitados ó comercializadas en mercadillos como ropa
de segunda mano o vendidas como trapos de limpieza.
La actividad que llevan a cabo las organizaciones de recuperación y reciclaje de textiles proporciona
ventajas tanto de carácter social como ambiental, además de la creación de puestos de trabajo para
colectivos con dificultades para insertarse en la vida social y laboral.
HUESOS, PEZUÑAS Y CUERNOS
HUESOS, PEZUÑAS Y CUERNOS

Presentado por: JULIETH CHARRIS RAMIREZ

Con el sacrificio de animales el hombre persigue principalmente el aprovechamiento de su carne por ser
un alimento muy nutritivo por contener proteínas de alta calidad. Pero hay que tener en cuenta que
durante la operación de faena de los animales no solo se obtiene carne ya que queda un remanente de
despojos clasificados como subproductos, alcanzando muchas veces un 50% del peso total del animal.
Estos residuos presentan una diversidad de características físico-químicas, cuyo aprovechamiento
racional trae aparejado varios aspectos a tener en cuenta:

Económicos, tienen una importancia considerable, debido a que a menudo el precio obtenido por la
canal no llega a cubrir el valor del animal vivo, por lo tanto con la industrialización de los subproductos
hay que cubrir los costos de transformación y generar los beneficios en los establecimientos frigoríficos,
si no fuera así no se podría competir con otras fuentes proteicas de origen vegetal. Muchos de estos
subproductos son comestibles para el hombre, poseyendo también al igual que la carne un valor
nutricional considerable y con un menor precio que esta última, también existe una fracción de ellos que
se puede aprovechar como alimento animal de excelente calidad, lo que genera a su vez más
producción de carne. También los despojos incomestibles adquieren una importancia económica vital
para el desenvolvimiento de las industrias las cuales obtienen un valor agregado, generando un
beneficio adicional al utilizar mayor mano de obra
Especializada, desarrollo y bienestar de la población.

Ambientales, la utilización completa de estos subproductos incurre favorablemente evitando la


contaminación del ambiente y además obvia costos adicionales en la eliminación de estos para sortear
la polución, aspecto este que la industria tiene la obligación de realizar.

Sanitarios, estos factores poseen una doble importancia, por un lado con el adecuado manejo de los
despojos y sobre todo con la eliminación racional de los comisos por enfermedades cortando las
cadenas de enfermedades que pudieran transmitirse a los animales y el hombre con el material
patológico y además privan de fuentes de supervivencia para las especies consideradas plagas que a
su vez son responsables de transmisiones de enfermedades para ambos actores mencionados.

HUESOS

La principal aplicación de los huesos es para la fabricación de cola, gelatina, grasa de huesos, carbón
activado y animal y harina de huesos.

El desengrasado de los huesos se efectúa con vapor de agua o por medio de disolventes: ciclohexano,
bencina, benzol, etc. Las materias grasas recuperadas son conocidas como aceite o grasa de huesos y
son muy apreciadas como lubricantes para relojes, máquinas de coser, etc.

Por trituración de los huesos desengrasados se obtiene la harina de huesos, que contiene integras las
materias colágenas. La sustancia orgánica fundamental de los huesos, transformable en cola o gelatina,
se conoce como oseína. La extracción de la oseína y su transformación en cola se logra por cocción
lenta en agua.

El tratamiento de la harina desencolada con ácido sulfúrico proporciona el superfosfato de huesos, un


excelente abono o pienso.

Las cenizas de huesos se emplean como opacificante para la producción de ciertos tipos de vidrio y
también como pulimento abrasivo. Las cenizas de huesos se utilizan asimismo para fabricar porcelana y
fertilizantes

La destilación seca de los huesos descompone las materias orgánicas con separación del carbón (60%)
con gran poder de adsorción. Se emplea en la industria azucarera como decolorante y desodorante; es
decir el carbón utilizado en el proceso de blanqueamiento del azúcar es producto de la calcinación de
los huesos. Este carbón se emplea también en la fabricación de grasas, ceras, aceites, y productos
farmacéuticos y sirve también para la preparación de betún para el calzado. El destilado sirve como
desnaturalizarte del alcohol y para combatir moscas y tábanos en la agricultura.

Los huesos de vacuno hervidos se convierten en gelatina, una proteína coloidal con la que se preparan
postres, helados y mayonesa, y que también se usa como agente clarificante en la fabricación de
cerveza, vino y vinagre, así como medio de cultivo bacteriano en laboratorios. Pero la industria que
consume mayor proporción de gelatina es la fotográfica, pues la emplea para fabricar película.
En general los huesos del ganado se destinan a la producción de botones, piezas de ajedrez, dados,
mangos de cuchillos, aislantes eléctricos y muchos otros objetos.

DATO IMPORTANTE

El desperdicio total de huesos en México asciende anualmente a unas 500,000 toneladas, de las cuales
solo se aprovecha e industrializa, valorándolo, como el 20%. Es evidente que el adecuado tratamiento
fisicoquímico de los huesos da lugar a una amplísima variedad de productos.

En cuanto a Cuernos y Pezuñas pertenecen a las partes de naturaleza cornea del animal; -Constituyen
órganos de protección externa, endurecidos por la acumulación de queratina.

CUERNOS

Los cuernos de reses vacunas, ovejas y cabras se trabajan mecánicamente. Se utilizan en la fabricación
de mangos de chuchillos, botones e imitaciones de conchas de tortuga. Los desperdicios de dichas
partes se convierten en harina de cuerno, usada como abono, pues contiene 10% de nitrógeno.

PEZUÑAS

De las pezuñas y cascos del ganado vacuno, caballar y ovino se obtiene, mediante cocción, el "aceite
de pies", muy apreciado como lubricante. Igual sucede con el carey y las barbas de ballena.
Otros derivados: A partir de diversos desperdicios animales (cabezas, pies, huesos, pieles, tejidos
conjuntivo, cartílagos y órganos) se obtiene la cola del carpintero. Existen otros muchos artículos en el
mercado en cuya fabricación intervienen productos animales, en algunos casos muy difíciles de
descubrir.
ANEXO

Existe un Acto que se encarga de verificar el buen uso de los subproductos, de tal manera que se
obtenga la mayor eficiencia por parte de de estos, este acto se titula:
Reglamento (CE) nº 1774/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo de 3 de octubre de 2002 por el
que se establecen las normas sanitarias aplicables a los subproductos animales no destinados al
consumo humano.
En dicho Acto los cuernos y las pezuñas forman parte de la categoría 3,
Material de la categoría 3
El material de la categoría 3 incluye los siguientes subproductos animales:
• partes de animales sacrificados que sean aptas para el consumo humano pero que no se destinen a
este fin por motivos comerciales;
• partes de animales sacrificados que hayan sido rechazadas al no ser aptas para el consumo humano
pero que no presenten signo alguno de enfermedad transmisible;
• pieles, pezuñas, cuernos, cerdas y plumas procedentes de animales que hayan sido sacrificados en un
matadero y que, a resultas de una inspección ante mortem, sean declarados aptos para el consumo
humano;
• sangre procedente de animales que no sean rumiantes, que hayan sido sacrificados en un matadero y
que, a resultas de una inspección ante mortem, sean declarados aptos para el consumo humano;
• subproductos animales derivados de la elaboración de productos destinados al consumo humano,
incluidos los huesos desgrasados y los chicharrones;
• antiguos alimentos de origen animal, o que contengan productos de origen animal, que no sean
residuos de cocina y que ya no están destinados al consumo humano por motivos comerciales o por
problemas de fabricación o de envasado;
• leche cruda de animales que no presenten signos clínicos de ninguna enfermedad transmisible;
• peces u otros animales marinos, con excepción de los mamíferos, capturados en alta mar para la
producción de harina de pescado, así como subproductos frescos de pescado procedentes de
instalaciones industriales que fabriquen productos a base de pescado destinados al consumo humano.

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