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Personalidad de los dependientes según el


Rorschach SC
Versión modificada

Adelfo Tapia Pavón

Junio de 2014
1

Reservados todos los derechos de edición, reproducción y adaptación para


todos los países
NºS: M-0045872014
NºEx: 09-RTPI-05003.0/2014
Ref.Doc: 09/110009.2/14
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INTRODUCCIÓN
Según la Literatura correspondiente, dependientes son las personas que ne-
cesitan de los demás para desenvolverse, i.e., para decidir y actuar.
Estas personas se quejan de que no pueden tomar decisiones porque no sa-
ben ni qué, ni cómo hacer, les cuesta iniciar proyectos o hacer sus cosas sin
la ayuda de los demás, no se fían de sus posibilidades a la hora de solventar
sus problemas, por eso, continuamente piden consejo, prefieren que las cosas se
queden como están, transfieren a otras personas las decisiones importantes y las
responsabilidades.

Son reacias a expresar sus opiniones por temor a ofender a las personas
que necesitan y para no dar motivo de ser abandonadas buscan frecuentemente
agradar. Prefieren la armonía en sus relaciones y para conseguirla quitan im-
portancia a los problemas, suavizan las situaciones perturbadoras, evitan los
conflictos. Si hay desacuerdo, se disculpan aunque no hayan tenido la culpa.

Cuando están solas no se encuentran a gusto, sienten malestar. Las críticas


y la desaprobación las hieren profundamente. Si sus relaciones están en peligro
se vuelven conciliadores y si terminan, sienten desvalimiento, desesperación, y
buscan a otra persona de la cuál depender, reclaman constantemente su presen-
cia y buscan compañía para ir a cualquier sitio. Abruman con sus demandas.
Son personas excesivamente cuidadosas, solícitas, ingenuas, dóciles, confiadas,
sumisas, rígidas, con una alta capacidad para atraer el amor y los cuidados. Son
poco exigentes, poco críticas, poco asertivas. Se perciben como inadecuadas,
desvalidas, desconfiadas de sí mismas.
Pues bien, ¿existen personas que son dependientes?. ¿Estadísticamente
en qué se diferencian de los independientes?. ¿Tienen la estructura de la
personalidad reseñada ?. El Estudio respondió a dichas preguntas.
REVISIÓN DEL ESTUDIO

El Estudio actual tiene estos objetivos:


Añadir a la variable que según Exner los identifica las variables que signi-
ficativamente los diferencian.
Constatar si los resultados nuevos son significativamente diferentes de los
anteriores.
Comprobar si el incremento de las variables produce un cambio estadísti-
camente significativo.
Comprobar si la reducción de protocolos cambia significativamente los
resultados.

El Estudio expone los datos, los interpreta, pero no los cuestiona.


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Esbozado y planteado el asunto, delimitado el campo, se evalúa la personalidad


de los impulsivos y de los que no lo son mediante el “Sistema Comprehensivo” de
Exner. Se examina el Procesamiento de la Información, la Mediación cognitiva,
la Ideación, la Autopercepción, las Relaciones Interpersonales, la Afectividad,
el Control y la Tolerancia al Estrés. En cada tema se indica una aproximación
al concepto y el significado de cada una de las variables. El significado está
ilustrado por lo que dicen: Rorschach, Klopfer, Beck, Rapaport, Loosli Usteri,
Bates Ames, Beizmann, Bohm, Alcock, Endara, Serebrinsky, Salas, Rausch de
Traubenberg, Portuondo, Tranque García y Exner. El contenido de los concep-
tos y el significado de las variables corresponden literalmente a lo expuesto en
el libro: “La Disgrafía. Evaluación Clínica según el SC de Exner”.

Se trabaja con sujetos voluntarios a los cuáles se les ha aplicado el Rorschach


Test Perceptivo-Proyectivo. Los criterios de aplicación, codificación e interpreta-
ción corresponden al “Sistema Comprehensivo” de Exner. Se elaboran los datos
calculando la media, la desviación típica de las Variables Paramétricas y no
Paramétricas, los porcentajes de las Variables no Paramétricas y Estructurales.
Se calcula la t de Student de las Variables Paramétricas y U de Mann-Whitney
para las Variables no Paramétricas, mediante el Sistema SPSS15.0 para los da-
tos propios y mediante la fórmula de t para la comparación con los datos de
Exner y el Método de las Proporciones de dos Poblaciones para los porcentajes
de las Variables Estructurales. Los resultados están indicados en sendas tablas.
Se analizan los resultados y se infieren las conclusiones.
Índice general

1. Instrumento de investigación 16
1.1. El Rorschach . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.1.1. Definición del Rorschach . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.1.1.1. El Rorschach es un test de percepción . . . . . . 17
1.1.1.2. Relación entre percepción - personalidad . . . . 18
1.1.1.3. Relación entre personalidad-persona . . . . . . . 18
1.1.1.4. El Rorschach es un test proyectivo . . . . . . . 19
1.1.1.5. Relación entre proyección - personalidad . . . . 19
1.1.2. Validez y fiabilidad del Test . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.1.2.1. Validez del Test . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.1.2.2. Fiabilidad del Test . . . . . . . . . . . . . . . . . 20

2. Identificación de los casos 21


2.1. Aproximación al concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.2. La dependencia en el SC del Rorschach . . . . . . . . . . . . . . 22
2.3. Evaluación de la personalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.4. Objetivos del Estudio anterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.4.1. Elección del Sistema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.4.2. Variables utilizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.4.3. Aplicación del Test . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.4.4. Muestra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
2.4.5. Elaboración de los datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
2.4.5.1. Prueba t para la igualdad de medias . . . . . . . 24
2.4.5.2. Prueba U de Mann-Whitney para para la igual-
dad de medias de Variables no Paramétricas . . 25
2.4.6. Identificación de los sujetos dependientes (D) . . . . . . . 25
2.4.7. Identificación de los independientes (ID) . . . . . . . . . 25
2.5. Objetivos actuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2.5.1. Identificación de los dependientes con el Índice (DC) . . . 25
2.5.2. Identificación de los independientes reducido (IDR). . . . 26

4
ÍNDICE GENERAL 5

3. Relaciones interpersonales 28
3.1. Estado de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
3.1.1. Relaciones Interpersonales en el Sistema Comprehensivo . 28
3.1.1.1. Significado de CDI . . . . . . . . . . . . . . . . 28
3.1.1.2. Significado de HVI . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.1.1.3. Significado de a:p . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.1.1.4. Significado de Fd . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.1.1.5. Significado de T . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.1.1.6. Significado de los Contenidos Humanos . . . . . 29
3.1.1.7. Significado de PER . . . . . . . . . . . . . . . . 30
3.1.1.8. Significado de COP y AG . . . . . . . . . . . . 30
3.1.1.9. Significado del Indice de Aislamiento . . . . . . 31
3.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
3.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son sig-
nificativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente
diferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
3.3.2.1. Las Habilidades Sociales de los D están limitadas 33
3.3.2.2. No están en estado de continua alerta . . . . . . 33
3.3.2.3. Son pasivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
3.3.2.4. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo 34
3.3.2.5. Están irritados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
3.3.2.6. No se interesan por los demás . . . . . . . . . . 35
3.3.2.7. Son autoritarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.3.2.8. No son cooperativos . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.3.2.9. Son agresivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.3.2.10. Se aíslan de los demás . . . . . . . . . . . . . . 36
3.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.4.3.1. Las 7 Variables incrementan . . . . . . . . . . . 38
3.4.3.2. Las 7 Variables reducen . . . . . . . . . . . . . . 38
3.4.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni incrementan . . . 38
3.4.4. La Hipótesis 4 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
ÍNDICE GENERAL 6

4. Autopercepción 39
4.1. Estado de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
4.1.1. Aproximación al concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
4.1.1.1. Autoimagen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
4.1.1.2. Autovaloración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
4.1.1.3. Autoestima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
4.1.1.4. Factores que influyen en la autoestima . . . . . . 40
4.1.1.5. Influencia de la edad . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4.1.1.6. Influencia de los padres . . . . . . . . . . . . . . 41
4.1.1.7. Factores que influyen en la autoevaluación . . . 41
4.1.1.8. ¿El autoconocimiento y la autoestima son con-
ceptos sinónimos? . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
4.1.2. La autopercepción en el Rorschach según Exner . . . . . . 43
4.1.2.1. Indice de Egocentrismo . . . . . . . . . . . . . . 43
4.1.2.2. Significado de Fr+rF . . . . . . . . . . . . . . . 44
4.1.2.3. Significado de FD y de V . . . . . . . . . . . . . 44
4.1.2.4. Contenidos Humanos . . . . . . . . . . . . . . . 45
4.1.2.5. H Pura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.1.2.6. Hx>0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.1.2.7. Significado de MOR . . . . . . . . . . . . . . . . 47
4.1.2.8. Significado de An+Xy . . . . . . . . . . . . . . 47
4.1.2.9. Contenidos de Respuestas de Movimiento . . . 47
4.1.2.10. Sobreelaboraciones Verbales . . . . . . . . . . . 48
4.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
4.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
4.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
4.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
4.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son sig-
nificativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
4.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente
diferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
4.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
4.3.2.1. Se autoanalizan polarizándose hacia sí mismos . 51
4.3.2.2. Se autoanalizan infraestimándose . . . . . . . . . 51
4.3.2.3. Son narcisistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.3.2.4. Están preocupados por su autoimagen . . . . . . 52
4.3.2.5. Están afectados por sentimientos dolorosos que
incrementan la ansiedad . . . . . . . . . . . . . . 52
4.3.2.6. Tienen preocupaciones corporales . . . . . . . . 52
4.3.2.7. Están preocupados por temas sexuales . . . . . . 53
4.3.2.8. Fundamentan su autoimagen basada más en la
imaginación que en la experiencia . . . . . . . . 53
4.3.2.9. Fundamentan su valía personal en la intelectua-
lización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
4.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
ÍNDICE GENERAL 7

4.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54


4.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.4.3. La hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
4.4.3.1. Las 7 Variables incrementan . . . . . . . . . . . 55
4.4.3.2. Las 7 Variables reducen . . . . . . . . . . . . . . 55
4.4.4. La Hipótesis 4 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

5. Afectividad 56
5.1. Estado de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
5.1.1. El mundo de los impulsos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
5.1.2. El mundo de las emociones . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
5.1.2.1. Modo de reaccionar . . . . . . . . . . . . . . . . 57
5.1.2.2. Intensidad de la reacción . . . . . . . . . . . . . 57
5.1.3. El mundo de los sentimientos . . . . . . . . . . . . . . . . 58
5.1.3.1. Clasificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
5.1.4. El mundo de los afectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
5.1.5. Estados del yo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
5.1.6. Madurez afectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
5.1.6.1. Adaptación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
5.1.7. Maduración de la personalidad . . . . . . . . . . . . . . . 61
5.1.7.1. Desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
5.1.7.2. Diferenciación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
5.1.7.3. Integración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
5.1.8. Características de la madurez . . . . . . . . . . . . . . . . 63
5.1.8.1. Características del niño y del adulto . . . . . . . 64
5.1.8.2. Grado del desarrollo emocional . . . . . . . . . . 64
5.1.9. La afectividad en el Rorschach . . . . . . . . . . . . . . . 66
5.1.9.1. Significado de las respuestas FC . . . . . . . . . 67
5.1.9.2. Significado de las respuestas CF . . . . . . . . . 68
5.1.9.3. Significado de las respuestas de C Pura . . . . . 68
5.1.9.4. Significado de la proporción FC:CF+C . . . . . 69
5.1.9.5. Valores de la proporción FC:CF+C . . . . . . . 70
5.1.9.6. Significado de Afr . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
5.1.9.7. Significado de la Extratensividad . . . . . . . . . 72
5.1.9.8. Significado de Ambitendencia . . . . . . . . . . 72
5.1.9.9. Significado de EBPer . . . . . . . . . . . . . . . 72
5.1.9.10. Significado de S . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
5.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son sig-
nificativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
ÍNDICE GENERAL 8

5.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente


diferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
5.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
5.3.2.1. Grado de la modulación de los afectos . . . . . 75
5.3.2.2. Modulación hipercontrolada . . . . . . . . . . . 76
5.3.2.3. Modulación adecuada . . . . . . . . . . . . . . . 77
5.3.2.4. Modulación relajada . . . . . . . . . . . . . . . . 77
5.3.2.5. Modulación impulsiva . . . . . . . . . . . . . . . 77
5.3.2.6. Modulación ausente . . . . . . . . . . . . . . . . 78
5.3.2.7. Los dependientes rehuyen la estimulación . . . . 78
5.3.2.8. Son oposicionistas . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
5.3.2.9. Son extratensivos . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
5.3.2.10. Son extratensivos rígidos . . . . . . . . . . . . . 79
5.3.2.11. Son ambitendentes . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
5.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
5.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
5.4.2. La hipótesis 2 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
5.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
5.4.3.1. El incremento de las 7 Variables incrementa: . . 81
5.4.3.2. El incremento de las 7 Variables reduce: . . . . . 81
5.4.3.3. El incremento de las 7 Variables ni reduce, ni
incrementa: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
5.4.4. La hipótesis 4 es cierta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

6. Afectividad disfórica 82
6.1. Estado de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
6.1.1. Ansiedad - Angustia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
6.1.2. Sentimientos de abandono . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
6.1.3. Conflictos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
6.1.4. La Afectividad Disfórica en el Rorschach . . . . . . . . . 84
6.1.4.1. Significado del Color Acromático . . . . . . . . . 85
6.1.4.2. Significado de las R. de Sombreado Difuso . . . 86
6.1.4.3. Significado de FT . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
6.1.4.4. Significado de las Respuestas V . . . . . . . . . . 87
6.1.4.5. Significado de CP . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
6.1.4.6. Significado de las Respuestas Complejas . . . . . 88
6.1.4.7. Significado de Respuestas C-SH . . . . . . . . . 89
6.1.4.8. Significado de las Respuestas SH-SH . . . . . . 89
6.1.4.9. Significado de SumC´:SumPondC . . . . . . . . 89
6.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
6.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
6.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
6.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
6.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son sig-
nificativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
ÍNDICE GENERAL 9

6.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente


diferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
6.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
6.3.2.1. Las diferencias entre D-ID y los DC-IDR es sig-
nificativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
6.3.2.2. Los D experimentan un intenso malestar emocional 91
6.3.2.3. Abandonan las necesidades de contacto afectivo 92
6.3.2.4. Están irritados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
6.3.2.5. Experimentan sentimientos de abandono . . . . 93
6.3.2.6. Inhiben las manifestaciones afectivas . . . . . . . 93
6.3.2.7. Se auto denigran . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
6.3.2.8. Niegan las emociones displacenteras . . . . . . . 93
6.3.2.9. Tienen sentimientos ambivalentes . . . . . . . . 94
6.3.2.10. Suprimen la externalización de las descargas emo-
cionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
6.3.2.11. Tienen un funcionamiento psicológico complejo 95
6.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
6.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
6.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
6.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
6.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
6.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
6.4.3.1. Las 7 Variables incrementan . . . . . . . . . . . 96
6.4.3.2. Las 7 Variables reducen . . . . . . . . . . . . . . 96
6.4.3.3. Las 7 Variables no modifican los datos . . . . . . 97
6.4.4. La Hipótesis 4 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

7. Procesamiento de la Información 98
7.1. Aproximación al concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
7.2. El Procesamiento de la Información en el SC . . . . . . . . . . . 99
7.2.1. Significado de Lambda (L) . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
7.2.1.1. Significado de Lambda Alta . . . . . . . . . . . 99
7.2.1.2. Significado de Lambda Baja . . . . . . . . . . . 100
7.2.2. Significado de OBS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
7.2.3. Significado de HVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
7.2.4. Significado de Zf . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
7.2.5. Significado de W:D:Dd . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
7.2.5.1. Interpretación de W . . . . . . . . . . . . . . . 102
7.2.5.2. Interpretación de D . . . . . . . . . . . . . . . . 103
7.2.5.3. Interpretación de Dd . . . . . . . . . . . . . . . 104
7.2.6. Interpretación de la Proporción W:M . . . . . . . . . . . 105
7.2.7. Motivación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
7.2.7.1. Motivación Elevada . . . . . . . . . . . . . . . . 105
7.2.7.2. Motivación Escasa . . . . . . . . . . . . . . . . 106
7.2.8. Calidad del esfuerzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
7.2.9. Eficiencia organizativa (Zd) . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
ÍNDICE GENERAL 10

7.2.9.1. Hiperincorporadores . . . . . . . . . . . . . . . . 107


7.2.9.2. Hipoincorporadores . . . . . . . . . . . . . . . . 107
7.2.10. Significado de PSV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
7.3. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
7.4. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
7.4.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
7.4.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
7.4.1.2. La diferencia entre los DR-ND y DC-NP son sig-
nificativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
7.4.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente
diferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
7.4.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
7.4.2.1. Los dependientes restringen la estimulación . . . 110
7.4.2.2. Se implican en la estimulación . . . . . . . . . . 110
7.4.2.3. No son obsesivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
7.4.2.4. Están siempre expectantes . . . . . . . . . . . . 111
7.4.2.5. Se esfuerzan para organizar los datos . . . . . . 111
7.4.2.6. Aspiran a más de lo que tienen . . . . . . . . . . 112
7.4.2.7. Aspiran a menos de lo que pueden . . . . . . . . 112
7.4.2.8. Están muy motivados . . . . . . . . . . . . . . . 112
7.4.2.9. Están muy poco motivados . . . . . . . . . . . . 112
7.4.2.10. El funcionamiento cognitivo es concreto . . . . . 113
7.4.2.11. Es sofisticado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
7.4.2.12. Es económico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
7.4.2.13. Son hiperincorporadores . . . . . . . . . . . . . 114
7.4.2.14. Son hipoincorporadores . . . . . . . . . . . . . . 114
7.4.2.15. Son rígidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
7.5. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
7.5.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
7.5.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
7.5.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
7.5.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
7.5.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
7.5.3.1. Las 7 Variables incrementan . . . . . . . . . . . 116
7.5.3.2. Las 7 Variables reducen . . . . . . . . . . . . . . 117
7.5.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni incrementan . . . 117
7.5.4. La reducción de protocolos no produce un cambio signifi-
cativo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

8. Mediación cognitiva 118


8.1. Estado de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
8.1.1. Contenido del Concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
8.1.2. Características de la percepción . . . . . . . . . . . . . . . 119
8.1.3. Factores que influyen en la percepción . . . . . . . . . . . 119
8.1.4. Objeto de la percepción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
ÍNDICE GENERAL 11

8.1.5. Alteraciones de la percepción . . . . . . . . . . . . . . . . 121


8.1.6. La percepción en el Rorschach . . . . . . . . . . . . . . . 122
8.1.6.1. Significado de F Pura . . . . . . . . . . . . . . . 122
8.1.6.2. Significado de F % . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
8.1.6.3. Exactitud perceptual . . . . . . . . . . . . . . . 123
8.1.6.4. Valores cuantitativos . . . . . . . . . . . . . . . 125
8.1.6.5. Significado de XA %, WDA % . . . . . . . . . . 126
8.1.6.6. Significados de X+ % . . . . . . . . . . . . . . . 126
8.1.6.7. Significado Xu % . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
8.1.6.8. Significado de X- % . . . . . . . . . . . . . . . . 126
8.1.6.9. Significado de P . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
8.1.6.10. Significado de COMFAB . . . . . . . . . . . . . 128
8.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
8.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
8.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
8.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
8.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son sig-
nificativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
8.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente
diferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
8.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
8.3.2.1. Restringen la estimulación . . . . . . . . . . . . 130
8.3.2.2. Se implican en la estimulación . . . . . . . . . . 130
8.3.2.3. No son obsesivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
8.3.2.4. Interpretación no distorsionada . . . . . . . . . . 131
8.3.2.5. Interpretación adecuada . . . . . . . . . . . . . . 131
8.3.2.6. Interpretación hiperconvencional . . . . . . . . . 132
8.3.2.7. Interpretación muy personal . . . . . . . . . . . 132
8.3.2.8. Interpretación distorsionada . . . . . . . . . . . 133
8.3.2.9. Interpretación poco convencional . . . . . . . . . 133
8.3.2.10. Interpretación muy convencional . . . . . . . . . 133
8.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
8.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
8.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
8.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
8.4.3.1. Las 7 Variables incrementan . . . . . . . . . . . 135
8.4.3.2. Las 7 Variables disminuyen . . . . . . . . . . . 135
8.4.4. La Hipótesis 4 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135

9. Ideación 136
9.1. Planteamiento del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
9.1.1. Aproximación al Concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
9.1.2. La percepción y el pensamiento en el SC . . . . . . . . . . 137
9.1.3. Variables que reflejan la Ideación . . . . . . . . . . . . . . 138
9.1.3.1. Significado de M . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
ÍNDICE GENERAL 12

9.1.3.2. Significado de M>SumPondC . . . . . . . . . . 140


9.1.3.3. Significado de EBPer . . . . . . . . . . . . . . . 141
9.1.3.4. Significado de FM . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
9.1.3.5. Significado de m . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
9.1.3.6. Significado de FM+m . . . . . . . . . . . . . . . 143
9.1.3.7. Significado de a:p . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
9.1.3.8. Significado de Mp>Ma . . . . . . . . . . . . . . 145
9.1.3.9. Interpretación de 2AB+Art+Ay . . . . . . . . . 145
9.1.3.10. Significado de los 6 Códigos Especiales Críticos 145
9.1.3.11. Significado de SumPond6 . . . . . . . . . . . . . 146
9.1.3.12. Significado de MOR . . . . . . . . . . . . . . . . 147
9.1.4. Significado de la Calidad formal y niveles de distorsión de
las M . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
9.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
9.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
9.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
9.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
9.3.1.2. Los DC son significativamente diferentes de los
IDR y de los NP de Exner . . . . . . . . . . . . 149
9.3.1.3. Los D y los DC son significativamente diferentes
de los ID, IDR y de los NP de Exner . . . . . . 149
9.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
9.3.2.1. Los D tienen perturbado el pensamiento . . . . . 150
9.3.2.2. Reflejan descontrol ideacional . . . . . . . . . . . 150
9.3.2.3. Primero piensan, luego actúan . . . . . . . . . . 151
9.3.2.4. Son rígidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
9.3.2.5. Son dogmáticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
9.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por necesidades insatisfechas 152
9.3.2.7. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por la eliminación del re-
gistro de necesidades . . . . . . . . . . . . . . . 152
9.3.2.8. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por experiencias de presio-
nes estimulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
9.3.2.9. Viven en el mundo de la fantasía . . . . . . . . . 153
9.3.2.10. Sustituyen la realidad por la fantasía . . . . . . 153
9.3.2.11. Intelectualizan sus sentimientos . . . . . . . . . 153
9.3.2.12. Son pesimistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
9.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
9.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
9.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
9.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
9.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
9.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
ÍNDICE GENERAL 13

9.4.3.1. Las 7 Variables incrementan . . . . . . . . . . . 156


9.4.3.2. Las 7 Variables reducen . . . . . . . . . . . . . 156
9.4.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni incrementan . . . 156
9.4.4. La Hipótesis 4 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156

10.Control y Tolerancia al Estrés 157


10.1. Estado de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
10.1.1. Estrés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
10.1.1.1. Agentes provocadores . . . . . . . . . . . . . . . 158
10.1.2. Estrés psicológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
10.1.3. Conflicto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
10.1.4. El Control y la Tolerancia al Estrés en el Sistema Com-
prehensivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
10.1.4.1. Control . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
10.1.4.2. Descontrol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
10.1.5. Significado de las variables . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
10.1.5.1. Significado de EA. (Experiencia Accesible) . . . 161
10.1.5.2. Significado de EB . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
10.1.5.3. Significado de eb . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
10.1.5.4. Significado de es (Estimulación Sufrida) . . . . 163
10.1.5.5. Relación entre EA y es . . . . . . . . . . . . . . 163
10.1.5.6. Significado de Y . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
10.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significa-
tivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son sig-
nificativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
10.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente
diferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
10.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
10.3.2.1. Los dependientes reflejan un descontrol crónico 167
10.3.2.2. Los dependientes reflejan un descontrol situacio-
nal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
10.3.2.3. Reflejan un control adecuado . . . . . . . . . . . 168
10.3.2.4. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por necesidades insatisfechas 168
10.3.2.5. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por la eliminación del re-
gistro de necesidades . . . . . . . . . . . . . . . 169
10.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por experiencias de presio-
nes estimulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
10.3.2.7. Están afectados por fuertes tensiones internas
que perturban el pensamiento . . . . . . . . . . 169
ÍNDICE GENERAL 14

10.3.2.8. Viven con un malestar emocional . . . . . . . . 170


10.3.2.9. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo 170
10.3.2.10.Están irritados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
10.3.2.11.Experimentan sentimientos de abandono . . . . 171
10.3.2.12.Inhiben las manifestaciones afectivas . . . . . . . 171
10.3.2.13.Se auto denigran . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
10.3.2.14.Reflejan descontrol ideacional . . . . . . . . . . . 172
10.3.2.15.Son vulnerables a la impulsividad emocional . . 172
10.3.2.16.Sufren confusión emocional . . . . . . . . . . . . 172
10.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
10.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
10.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
10.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
10.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
10.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
10.4.3.1. Las 7 Variables incrementan . . . . . . . . . . . 174
10.4.3.2. Las 7 Variables reducen . . . . . . . . . . . . . 175
10.4.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni aumentan . . . . 175
10.4.4. La Hipótesis 4 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175

11.Personalidad de los dependientes 176


11.1. Plan de evaluación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
11.2. Características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
11.2.1. Relaciones interpersonales . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177
11.2.1.1. Los dependientes no son significativamente dife-
rentes de los independientes . . . . . . . . . . . . 177
11.2.1.2. Los dependientes son significativamente diferen-
tes de los independientes . . . . . . . . . . . . . 177
11.2.2. Autopercepción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
11.2.2.1. Los dependientes no son significativamente dife-
rentes de los independientes . . . . . . . . . . . . 178
11.2.2.2. Los dependientes son significativamente diferen-
tes de los independientes . . . . . . . . . . . . . 178
11.2.3. Afectividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
11.2.3.1. Los dependientes no son significativamente dife-
rentes de los independientes . . . . . . . . . . . . 178
11.2.3.2. Los dependientes son significativamente diferen-
tes de los independientes . . . . . . . . . . . . . 179
11.2.4. Procesamiento de la Información . . . . . . . . . . . . . . 180
11.2.4.1. Los dependientes no son significativamente dife-
rentes de los independientes . . . . . . . . . . . . 180
11.2.4.2. Los dependientes son significativamente diferen-
tes de los independientes . . . . . . . . . . . . . 180
11.2.5. Mediación Cognitiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
11.2.5.1. Los dependientes no son significativamente dife-
rentes de los independientes . . . . . . . . . . . . 181
ÍNDICE GENERAL 15

11.2.5.2. Los dependientes son significativamente diferen-


tes de los independientes . . . . . . . . . . . . . 181
11.2.6. Ideación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
11.2.6.1. Los dependientes no son significativamente dife-
rentes de los independientes . . . . . . . . . . . . 181
11.2.6.2. Los dependientes son significativamente diferen-
tes de los independientes . . . . . . . . . . . . . 182
11.2.7. Control y tolerancia al estrés . . . . . . . . . . . . . . . . 182
11.2.7.1. Los dependientes no son significativamente dife-
rentes de los independientes . . . . . . . . . . . . 182
11.2.7.2. Los dependientes son significativamente diferen-
tes de los independientes . . . . . . . . . . . . . 183

12.Datos Estadísticos 184


12.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
12.1.1. Estadísticos Descriptivos de 58 dependientes . . . . . . . 184
12.1.2. Estadísticos Descriptivos de 78 Independientes . . . . . . 186
12.1.3. Estadísticos Descriptivos de 40 dependientes con el Índice 188
12.1.4. Estadísticos Descriptivos de 39 independientes . . . . . . 189
Capítulo 1

Instrumento de
investigación

1.1. El Rorschach
1.1.1. Definición del Rorschach
El Rorschach es un test perceptivo proyectivo que “desidentificando” la
“consigna” y activando recursos y deficiencias suscita respuestas que re-
flejan la estructura de la personalidad.

El sujeto, frente a las manchas de tinta, estímulo amorfo, y frente a una instruc-
ción con un sin fin de posibilidades (qué podría ser esto, en lugar de lo esperado:
qué es esto), al no tener que responder diciendo la realidad, sino, una posibili-
dad, y al encontrarse con un sin fin de posibilidades que tiene que seleccionarlas,
una a una, responde verbalizando un objeto, o varios interrelacionados o no, pa-
recidos a las manchas de tinta.

En esa situación tan inédita y tan especial se encuentra solo, sin un punto
de referencia, es decir, ignora si sus respuestas serán positivas o negativas, acer-
tadas o erróneas, no sabe cuántas respuestas debe dar, intuye que el psicólogo
sacará algo de ellas, pero desconoce lo que será. Ante este cúmulo de incógni-
tas mueve todos sus recursos (cognitivos, emocionales, asociativos, conflictivos,
relacionales, cristalizados todos en sus experiencias) para ejecutar la tarea: dar
o no dar una respuesta. Esas respuestas reflejan su modo de ser, reflejan la es-
tructura de su personalidad.

Frente a dicha situación y en tales circunstancias, al desconocer la interpre-


tación que el psicólogo dará a sus respuestas basadas en la percepción y, algunas
en la proyección, los efectos de la “deseabilidad social” (tendencia a mejorarse
o a empeorarse para no perder las ganancias adquiridas) quedan neutralizados,

16
CAPÍTULO 1. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN 17

o, por lo menos, disminuidos. Esto quiere decir que las respuestas, no están
influenciadas directa, ni voluntariamente por la “deseabilidad social”.

1.1.1.1. El Rorschach es un test de percepción


Klopfer (1966, pág. 22) dice: "La relación existente entre percepción y per-
sonalidad es un supuesto básico subyacente a la técnica del Rorschach. El modo
como un individuo organiza o "estructura" las manchas de tinta al formar sus
percepciones refleja aspectos fundamentales de su funcionamiento psicológico ...
Sus percepciones son seleccionadas y organizadas en función de sus necesidades
"proyectadas", experiencias y patrones habituales de respuesta como también
por las cualidades físicas de las manchas en sí.

" Bohm (1968, pág. 405 afirma: “El test de Rorschach se basa, evidentemen-
te, en la Hipótesis fundamental de que entre lo percibido y la personalidad debe
existir un isomorfismo". Tranque García (1942, pág. 63) se expresa así: "Frente
al cosmos abreviado del test, repite en parte, cada sujeto, de manera esquemá-
tica y abreviada, el trabajo de extraer de un caos sensaciones indiferenciadas,
de percepciones tumultuosas, un mundo estructural, diferenciado y personal: su
mundo".

Rapaport (1959) señala el “modus operandi”. En el proceso de percepción y


selección está presente el "examen de la realidad", es decir, la persona trata de
adecuar sus producciones a los estímulos de las manchas teniendo una actitud
crítica de control. Si las aptitudes perceptuales organizadoras y la actitud crítica
son débiles, será incapaz de pasar mucho más allá de la vaga impresión total de
la mancha. Sus respuestas serán vagas, pobres y hasta arbitrarias, tales como
mapas o radiografías o áreas diminutas o periféricas.

Si la organización perceptual es arbitraria, las áreas elegidas para las res-


puestas se desviarán de las articulaciones obvias de las manchas y/o dará como
respuestas un contenido incongruente con el área escogida. Si los procesos aso-
ciativos son pobres, el sujeto no dispondrá de una mayor provisión de ideas para
nutrir sus respuestas y éstas, o bien faltarán o serán de contenido vago, o en
caso de ser específicas, se reducirán a las llamadas respuestas populares.

Una efectiva actitud crítica de control, o sea una adecuación entre la reali-
dad, i.e., manchas de tinta y los "engramas preexistentes", no permite que las
respuestas arbitrarias o absurdas se hagan conscientes o que sean verbalizadas
en caso de haber alcanzado la conciencia. Una actitud hipercrítica hace poner en
duda o simplemente negar las respuestas más evidentes. Una actitud hipercríti-
ca, aptitudes perceptuales organizadoras débiles y/o material asociativo escaso,
conducen al fracaso inevitable del probando.
CAPÍTULO 1. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN 18

1.1.1.2. Relación entre percepción - personalidad


Brummer y Goldman (Abt. 1967) demostraron que la percepción depende: -
De un grupo de factores funcionales o de personalidad, sobre todo de las necesi-
dades y de los mecanismos aprendidos que controlan estas necesidades (incluso
mecanismo de defensa). - De las valoraciones, actitudes, opiniones, ideas sobre
la realidad. - Del estado de ánimo y de la familiaridad con los estímulos.

Demostraron, además, que los factores subjetivos predominan sobre los fac-
tores externos, sobre todo cuando el campo de los estímulos se presenta vago y
ambiguo. Por lo tanto, cuanto mayor es la necesidad de un objeto socialmente
valorado, más marcada será la actuación de los determinantes de la conducta.
Algunos determinantes, como ciertos estados emocionales o ciertas motivacio-
nes, pueden provocar una distorsión perceptiva y, a veces, estos mecanismos
de distorsión operan inconscientemente. Esta demostración permite inferir que
la persona percibe, soluciona y elabora sus producciones verbales según sea su
personalidad.

1.1.1.3. Relación entre personalidad-persona


El concepto personalidad es difícil de definir con exactitud. Ha constituido
y constituye en la actualidad un problema. Se problematiza más aún cuando
se pretende relacionarlo con el contenido del concepto persona. Los dos concep-
tos tienen un historial de siglos. Como el objetivo de nuestro trabajo no es la
solución de estos problemas, nos abstenemos de señalar definiciones y nos con-
tentamos simplemente con indicar un matiz diferencial entre los dos conceptos.

La persona es la entidad total, el ser humano actualizado, el fundamento de


la personalidad. Es algo cuasi absoluto que permanece. Constituye una unidad
específica de funcionamiento que se autorregula, no es exclusivamente mental,
ni neuronal; es la reunión de las dos actividades. La capacidad para relacionar
e interpretar estímulos por un lado y para controlar y fijar las respuestas por
otro, constituye una medida de la integridad y unidad como sistema de funcio-
namiento.

La personalidad, en cambio, connota aspectos estructurales. A ella pertene-


cen el carácter, temperamento, afectos, impulsos, inteligencia, las huellas de la
cultura y de la sociedad, las perturbaciones y actos fallidos. Se hace, es algo "in
fieri", en trance de hacerse y en riesgo de frustrarse. Es algo dinámico. Está en
constante cambio y desarrollo. Se desarrolla según la clase particular de influen-
cias fisiológicas, psicológicas y físico-socio-culturales.

Entre todos estos aspectos se da una interrelación intrapsíquica, es decir,


una interrelación entre impulsos, hábitos, afectividad, ideas, valores, actitudes
específicas y generales; una interrelación entre la totalidad y el medio ambiente
geográfico circundante.
CAPÍTULO 1. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN 19

1.1.1.4. El Rorschach es un test proyectivo


Rey (1962) afirma que el test proyectivo es un revelador privilegiado de
una actividad constante y normal. En nuestras acciones ante las cosas todo
es proyección. Anzieu (1962, pág. 2) dice: "El método proyectivo consiste en
presentar al sujeto un material que esté lo menos estructurado posible pidiéndole
que lo organice a su manera, lo cual no puede hacer sin proyectar sobre él,
la estructura de su propia personalidad". En el “Sistema Comprehensivo”, la
proyección se encuentra en las respuestas de movimiento, en las respuestas de
calidad formal negativa, en las respuestas que corresponden a algunos Códigos
Especiales.

Según estas descripciones, la proyección consiste en permitir la exteriori-


zación de la estructura psíquica y del dinamismo de la persona.

1.1.1.5. Relación entre proyección - personalidad


El término proyección fue empleado por primera vez, en sentido psicológico,
en 1895 por Freud. Freud (1967), tratando de explicar el caso de una enferma
paranoica, describe el mecanismo utilizado como un desplazamiento. Todas las
veces en las que se produce una transformación interior se la puede atribuir, ya
a una causa interna, ya a una causa externa. Si algo impide elegir lo interior
se opta por lo exterior, i.e., se desecha una idea que el yo no tolera y a la que
es preciso expulsar. De este modo, el concepto de proyección en la paranoica,
se presenta como un mal uso de un mecanismo psicológico corriente, i.e., normal.

El mismo Freud posteriormente cataloga a la proyección como un síntoma


de la paranoia. La proyección consiste en la represión de una percepción interna
y en lugar de ella, el contenido, tras de recibir una cierta transformación, llega a
la conciencia en forma de percepción procedente del exterior. En este proceso se
advierten tres operaciones: - Represión de un sentimiento: amor. - Conversión en
lo contrario: odio. - Atribución del odio al objeto que despertó el amor. Se trata
de una proyección patológica. Hay un fin defensivo, un rechazo, una oposición
entre el mundo interior y el exterior.

Freud habló también de la proyección normal. La describió como un "me-


canismo primitivo" mediante el cuál se proyecta, hacia afuera las percepciones
interiores, incluidas las sensoriales. Las sensaciones desempeñan un papel capi-
tal en la representación del mundo exterior. El término "primitivo" parece ser
sinónimo de fundamental, no evolucionado.

El primero que dio el nombre de proyectivas a las pruebas de las manchas


de tinta de Rorschach y al T.A.T. fue Frank en 1939. Según Frank el mundo
privado de la persona se revela en todo lo que ejecuta y a lo largo de toda su vida
sean cuáles fuesen las circunstancias y los estímulos. A partir de este momento la
proyección es entendida de diversas maneras. Para Murray (1953) la proyección
es un hecho bastante evidente. Toda persona proyecta casi inmediatamente sus
CAPÍTULO 1. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN 20

experiencias, sus propias peculiaridades o preocupaciones en el objeto evocador.

Rapaport (1959) indica que la estructura psicológica se hace palpable en


las acciones, reacciones, elecciones, producciones, creaciones, etc. Robert (1967)
entiende por proyección un mecanismo por el cuál la persona percibe como
si estuvieran en el mundo exterior, en los otros, estados afectivos que le son
propios. Boech (Bohm, 1968) no parece coincidir. Señala que la proyección es
un intento de adaptación en un estado de elevada presión hacia ella (tensión de
la necesidad) y disminuida la capacidad de alcanzarla.

1.1.2. Validez y fiabilidad del Test


Las opiniones de los autores acerca de la validez y de la fiabilidad del Test
son opuestas. En efecto: Fernández Rocío (1981, pág. 39) dice: "En líneas ge-
nerales tenemos que concluir diciendo que las técnicas proyectivas hasta el mo-
mento no han probado las características necesarias para ser consideradas como
instrumentos científicos. Esto no quiere decir que en el futuro -y a través de
un replanteamiento general sobre ellos- no puedan conseguir resultados que los
avalen". Vernon (1933) encontró fiabilidades relativamente bajas en todas las
variables del Rorschach, excepto en R.

1.1.2.1. Validez del Test


Ante estas opiniones se indican los estudios que han realizado algunos Au-
tores: Benjamin y Ebaugh (1945), Hertz y Rubenstein (1939), Brosin y Frornm
(1940), Frost (1948), Levine, Grassi y Gerson (1943), Rabin y Sanderson (1947),
Ruesch y Finesinger (1941),-Siegel (1948), Wallen (1948), Wishner (1948), Sar-
bin (1939), Young y Higginbotham (1942), Brussel, Grassi y Melnieker (1942),
Hitch (1943) demostraron la validez del test.

1.1.2.2. Fiabilidad del Test


Ford (1946), Thornton y Guilford (1936), Orange (1953), Holzberg (1960-
1977), Kelley (1942), Kerr (1936), Kelley, Margulies y Barrera (1941), demos-
traron la fiabilidad del test. Detallar los resultados de estos trabajos no son los
objetivos de este Estudio. Se concluye con la opinión de Anderson y Anderson
(1939, pág. 184): "Tanto el enfoque molar, como el molecular y el experimental,
han contribuido a que el test de Rorschach se fuese transformando paulatina-
mente en un método de análisis de la personalidad bien fundamentado científica
y experimentalmente”.
La opinión de Anderson y Anderson está avalada por Exner (1978, pág. 11):
"Es uno de los mejores métodos de que disponemos para obtener una descripción
útil de la personalidad individual". Su afirmación está avalada por los datos
acumulados de más de 100 estudios completos
Capítulo 2

Identificación de los casos

2.1. Aproximación al concepto


Tal como quedó indicado en la Introducción, los dependientes son las perso-
nas que necesitan de los demás para desenvolverse, i.e., para decidir y actuar.
Estas personas se quejan de que no pueden tomar decisiones porque no saben ni
qué, ni cómo hacer, les cuesta iniciar proyectos o hacer sus cosas sin la ayuda de
los demás, no se fían de sus posibilidades a la hora de solventar sus problemas,
por eso, continuamente piden consejo, prefieren que las cosas se queden como
están, transfieren a otras personas las decisiones importantes y las responsabi-
lidades.

Son reacias a expresar sus opiniones por temor a ofender a las personas que
necesitan y para no dar motivo de ser abandonadas buscan frecuentemente agra-
dar. Prefieren la armonía en sus relaciones y para conseguirla quitan importancia
a los problemas, suavizan las situaciones perturbadoras, evitan los conflictos. Si
hay desacuerdo, se disculpan aunque no hayan tenido la culpa. Cuando están
solas no se encuentran a gusto, sienten malestar. Abruman con sus demandas.

Las críticas y la desaprobación las hieren profundamente. Si sus relaciones


están en peligro se vuelven conciliadores y si terminan, sienten desvalimiento,
desesperación, y buscan a otra persona de la cuál depender, reclaman constan-
temente su presencia y buscan compañía para ir a cualquier sitio. Son personas
excesivamente cuidadosas, solícitas, ingenuas, dóciles, confiadas, sumisas, rígi-
das, con una alta capacidad para atraer el amor y los cuidados. Son poco exi-
gentes, poco críticas, poco asertivas. Se perciben como inadecuadas, desvalidas,
desconfiadas de sí mismas.

21
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 22

2.2. La dependencia en el SC del Rorschach


La dependencia en el “Sistema Comprehensivo” del Rorschach está represen-
tado por el símbolo Fd. Fd no es una respuesta esperada en adultos. Si aparece,
indica dependencia. Se trata de personas que son ingenuas en las relaciones
interpersonales. Suponen que los demás toleran sus necesidades y exigencias.
Cuando Fd está acompañada por p>a+1 (estilo de pasividad) se trata de un
sujeto pasivo dependiente.

2.3. Evaluación de la personalidad


En teoría, una muestra representa conductas semejantes y conductas diferen-
tes, idiosincráticas, es decir, representa sentimientos, actitudes, rasgos, culturas.
Si se acepta que el Rorschach refleja conductas semejantes (sentimientos, actitu-
des, rasgos) y conductas idiosincráticas (sentimientos, actitudes, rasgos propios),
se asume que las variables plasmadas en valores significativamente diferentes re-
presentan grupos diferentes. En el Rorschach las actitudes, los sentimientos, los
estilos están representados en variables. El SC de Exner propone unos Estadís-
ticos válidos y fiables para la estructura de la personalidad de una muestra de
700 adultos no pacientes.

Se evalúa la estructura de la personalidad según los criterios de aplicación,


codificación e interpretación del “Sistema Comprehensivo” de Exner. Se exa-
minan los temas correspondientes a la Afectividad, Autopercepción, Relaciones
Interpersonales, Control y Tolerancia al Estrés, Proceso de la Información, Me-
diación Cognitiva e Ideación. En cada tema se indica una descripción del con-
cepto y el significado de cada una de las variables. El significado está ilustrado
por lo que dicen Rorschach, Klopfer, Beck, Rapaport, Piotrowski, Loosli Usteri,
Bates Ames, Portuondo, Serebrinsky, Beizmann, Bohm, Alcock, Exner.

2.4. Objetivos del Estudio anterior


Los objetivos del Estudio fueron contestar a las siguientes preguntas: ¿existen
los impulsivos?. ¿Se diferencian significativamente de los que no lo son?. ¿Qué
estructura de personalidad tienen y estadísticamente en qué se diferencian?.
Para obtener los objetivos se eligió un Sistema y se aplicó el Test a sujetos
voluntarios. Se identificó a los sujetos impulsivos y a los no impulsivos. Se cal-
cularon los Estadísticos Descriptivos. Se compararon los promedios de los dos
grupos. Se utilizó la t de Student del SPSS15.0 para las Variables Paramétri-
cas y U de Mann-Whitney para las no Paramétricas. Luego se calcularon los
porcentajes de las frecuencias de los Índices de las Variables Estructurales. Se
compararon dichos porcentajes mediante el Método de las Proporciones de dos
Poblaciones y de este modo se obtuvo el Valor Z . Las diferencias encontradas
dieron lugar a la revisión de los resultados.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 23

2.4.1. Elección del Sistema


Se eligió el Sistema Comprensivo de Exner por dos razones:
1. Porque incluye partes considerables de Beck y de Klopfer, elementos de
Herzt, Piotrowski y Rapaport-Shafer y, no en forma arbitraria, sino inten-
tando incluir lo mejor de cada uno de los sistemas.
2. Porque contiene las variables que empíricamente cumplen las exigencias
de fiabilidad y validez.

2.4.2. Variables utilizadas


Para evaluar la personalidad se han utilizado las variables propuestas por
Exner.
Las Variables Paramétricas utilizadas fueron 45: W, D, DQ+, DQo, M,
FM, m, FM+m, FC, CF, FC+CF+C, SunPondC, F, (2), Egoc, SH, L,
EA, es, PuntD, AdjD, a, p, Ma, Mp, Int, Zf, Zd, Compjs, Afr, P, X+ %,
X- %, Xu %, Aisl, H, (H), Hd, (Hd), TH, SumBr6, SumPond6, COP, AG,
PER.
Las no Paramétricas fueron 23: Dd, DQ/, DQv, MQ-, CPura, S, C´, T,
V, Y, CompljsC-SH, Fr, FD, Hx, Sx, Fd, An, Art, Ay, Xy, CP, MOR y
PSV.
Las Variables Estructurales, incluidos los Índices Positivos (no fue exami-
nada la Constelación de Suicidio) y las repetidas fueron: 11 en la Autoper-
cepción; 15 en las Relaciones Interpersonales; 16 en el Procesamiento de
la Información; 9 en la Mediación; 13 en la Ideación; 22 en la Afectividad;
y 15 en el Control y Tolerancia al Estrés.

2.4.3. Aplicación del Test


Se aplicó el Rorschach a sujetos voluntarios que no han acudido ni al Psicólo-
go, ni al psiquiatra. El ser aplicado a sujetos voluntarios tiene un inconveniente:
incluir sujetos con problemas psiquiátricos. Sin embargo, la voluntariedad es
utilizada y es reconocida explícitamente por los autores que a continuación son
mencionados.

Álvarez (1980, pág.10) dice: “La muestra se compone de voluntarios, lo que


no excluye que entre nuestros sujetos existan individuos con problemas psiquiá-
tricos”. Silva (1990, pág. 34) lo reconoce: “En la formación de esta muestra no
hemos respetado el criterio de ausencia del historial psiquiátrico. Todos los su-
jetos ejercían sus actividades corrientes. Es por lo tanto posible que en uno u
otro caso el grado de equilibrio o ajuste mental no sea siempre normativo”.

Lo remarca Fúster (1997, Pág. 58): “Todos ellos han sido voluntarios y el úni-
co criterio de exclusión es el de haber recibido, en alguna ocasión, tratamiento
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 24

psicológico y/o psiquiátrico. Por ello no es sorprendente que entre sus componen-
tes aparezcan 16 con CDI positivo, 9 con DEPI de 6 o 7, y 1 con SCZI positivo”.

Como se puede observar, estos autores reconocen el riesgo de la voluntarie-


dad. El Estudio asume ese riesgo. La voluntariedad puede proceder de diferentes
y múltiples motivaciones: desde la sencilla colaboración desinteresada, la expe-
rimentación de una nueva vivencia, hasta el deseo de averiguar si la sospecha de
un “me encuentro fatal” es real. Ese “me encuentro fatal”, puede reflejarse en el
Rorschach si es real, o no, si es un farol. Los sujetos enmarcados en esa sospecha,
debieron acudir al Psicólogo, y al no acudir, están incluidos en la muestra.

2.4.4. Muestra
La muestra del Estudio corresponde a 258 protocolos de sujetos no pacientes
de Madrid, de 17 a 55 años, 121 hombres y 137 mujeres, de nivel económico me-
dio. La muestra incluye 110 casos (42 %), 51 hombres y 59 mujeres con Índices
Positivos: en PTI>3: 4 %; en DEPI>4: 25 %, en CDI>3: 12 %; HVI: 1 % OBS:1
caso. Estos datos no son inusitados. Los porcentajes de una muestra de Bar-
celona de Álvarez (1993) son mayores: SCZI>3: 16 %, DEPI>4: 34 %, CDI>3:
35 %, HVI Positivo: 21 %, OBS Positivo: 1 %.

En teoría, una muestra representa conductas semejantes y conductas dife-


rentes, idiosincráticas, es decir, representa sentimientos, actitudes, rasgos, cul-
turas. Si se acepta que el Rorschach refleja conductas semejantes (sentimientos,
actitudes, rasgos) y conductas idiosincráticas (sentimientos, actitudes, rasgos
propios), se asume que las variables plasmadas en valores significativamente
diferentes representan grupos diferentes.
En el Rorschach las actitudes, los sentimientos, los estilos están representados
en variables. El SC de Exner propone unos estadísticos válidos y fiables para
la estructura de la personalidad extraídos de una muestra de 700 adultos no
pacientes.

2.4.5. Elaboración de los datos


2.4.5.1. Prueba t para la igualdad de medias
Para las Variables Paramétricas se utiliza la t de Student del Sistema SNSS15.0.
Si los niveles de significación son superiores a 0.05 o muy cercanos a uno, es más
probable que sea verdad la no diferencia entre el estadístico y el parámetro.
Si los niveles de significación son inferiores a 0.05 o muy cercanos a cero, es
más probable que la diferencia entre el estadístico y el parámetro sea estadísti-
camente significativa. Para comparar los datos propios con los datos de Exner
se utiliza la fórmula de t para las Variables Paramétricas y la Z para las no
Paramétricas.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 25

2.4.5.2. Prueba U de Mann-Whitney para para la igualdad de me-


dias de Variables no Paramétricas
Para las Variables no Paramétricas se utiliza U de Mann-Whitney. Si los
niveles de significación son superiores a 0.05 o muy cercanos a uno, es más pro-
bable que sea verdad la no diferencia entre el estadístico y el parámetro. Si los
niveles de significación son inferiores a 0.05, o muy cercanos a cero, es más pro-
bable que la diferencia entre el estadístico y el parámetro sea estadísticamente
significativa

2.4.6. Identificación de los sujetos dependientes (D)


Los dependientes están identificados básicamente por la Fd>0. De los 256,
58 (22 %) tienen Fd>0: 23 hombres y 35 mujeres. La muestra de los 58 sujetos
dependientes contiene 20 casos (34 %) con Índice Positivo: PTI>3 tiene un 5 %;
DEPI>4, un 14 %; CDI>3, un 15 %; HVI Positivo, un 0 % y OBS Positivo, un
0 %. Estos datos no son inusitados. Los porcentajes de una muestra de Barcelona
de Álvarez (1993) son mayores: SCZI>3: 16 %, DEPI>4: 34 %, CDI>3: 35 %,
HVI Positivo: 21 %, OBS Positivo: 1 %

2.4.7. Identificación de los independientes (ID)


Los 198 restantes corresponden a los independientes. Para una mayor rapidez
en la elaboración de los datos fueron suprimidos, al azar, 6 de cada 10 sujetos. De
este modo, los independientes quedaron representados por 78 casos. La muestra
de los 88 sujetos dependientes contiene 32 casos (41 %) con Índice Positivo:
PTI>3 tiene un 6 %; DEPI>4, un 23 %; CDI>3, un 11 %; HVI Positivo, un 2 %
y OBS Positivo, un 0 %. Estos datos no son inusitados. Los porcentajes de una
muestra de Barcelona de Álvarez (1993) son mayores: SCZI>3: 16 %, DEPI>4:
34 %, CDI>3: 35 %, HVI Positivo: 21 %, OBS Positivo: 1 %.

2.5. Objetivos actuales


El Estudio actual tiene estos objetivos:
Constatar si los resultados nuevos son significativamente diferentes de los
anteriores.

Comprobar si el incremento de las variables produce un cambio estadísti-


camente significativo.
Comprobar si la reducción de protocolos cambia significativamente los
resultados.

2.5.1. Identificación de los dependientes con el Índice (DC)


La variable que identifica, según Exner, a los dependientes es Fd>0.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 26

En el Estudio se encontraron 7 Variables que diferenciaron significativamente


a los dependientes de los independientes. Están indicadas en el siguiente cuadro.
Índice de los dependientes
Fd>0, Fr+rF=0, T>1, T=0, Ma>Mp, COP>0, Sx>0, DQo>17, An+Xy>2
Fd>0 es la Variable propuesta por Exner. T>1 y T=0 son los extremos de
la Variable T
Estas Variables sugirieron la revisión del Estudio. La revisión consiste en
añadir dichas Variables como identificadores de los sujetos dependientes. El
problema surge cuando en un mismo sujeto, 3 Variables no lo identifican y 3
sí. Algo similar sucede en los protocolos restantes. Para solucionar el problema
se opta por puntuar con un 1 a la Variable que no los identifica. Se suman las
puntuaciones. El puntaje superior obtenido que no los identifica es igual a 5 y
el inferior a 1. Se calcula la media y la desviación típica. La media es igual a
3,09 y la desviación típica a 1.23.

Se suprimen todas las puntuaciones superiores a la media. Según este criterio


fueron suprimidos todos los protocolos que tuvieron 4 y 5 puntos, 18 en total.
De este modo, la muestra consta de 40 sujetos. Incluye 9 casos (22 %, 45 %
antes) con Índice Positivo: PTI>3 tiene un 5 %; DEPI>4, un 15 %; CDI>3, un
2 %; HVI Positivo y OBS un 0 %. Como se puede observar al disminuido los que
tienen CDI>3. Estos datos no son inusitados. Los porcentajes de una muestra
de Barcelona de Álvarez (1993) son mayores: SCZI>3, 16 %, DEPI>4, 34 %,
CDI>3, 35 %, HVI Positivo, 21 %, OBS Positivo, 1 %.

2.5.2. Identificación de los independientes reducido (IDR).


Para una mayor rapidez en la elaboración de los datos fueron suprimidos uno
de cada dos sujetos. De este modo, los independientes quedaron representados
por 39 casos. Los 39 protocolos incluyen 14 casos (36 %, antes 45 %) con Indice
Positivo: PTI>3 tiene un 2 %; DEPI>4, un 23 %; CDI>3, un 10 %; HVI Positivo
y OBS, un 0 %. Estos datos no son inusitados. Los porcentajes de una muestra
de Barcelona de Álvarez (1993) son mayores: SCZI>3, 16 %, DEPI>4, 34 %,
CDI>3, 35 %, HVI Positivo, 21 %, OBS Positivo, 1 %.
Esbozado y planteado el asunto, delimitado el campo, tal como quedó indi-
cado en la Introducción, la revisión del Estudio tenía cuatro objetivos:
Comprobar en qué variables los dependientes son significativamente dife-
rentes de lo independientes. Este objetivo ya está cumplimentado.
Constatar si los resultados obtenidos se diferencian de los anteriores.
Comprobar si el incremento de las variables produce un cambio estadísti-
camente significativo.
Y, comprobar si la reducción de protocolos cambia significativamente los
resultados.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 27

Para cumplir con los objetivos propuestos, se evalúa la personalidad de los de-
pendientes (D y DC) y de los independientes (ID y IDR) mediante el Rorschach
SC.
Capítulo 3

Relaciones interpersonales

3.1. Estado de la cuestión


Toda persona es sociable por naturaleza, es decir, nace con las habilidades
para poder relacionarse con sus semejantes; necesita ponerse en contacto, me-
diante la comunicación, sea en forma superficial o profunda, para interactuar
con otra persona o con el grupo. De la comunicación cotidiana surge la amistad,
factor necesario para sentirse autorrealizado y para poder desarrollar las habi-
lidades sociales, sin interrupción, durante toda la vida.

Las buenas relaciones constituyen una herramienta esencial para saber tole-
rar las frustraciones, el mal humor de ciertos compañeros y el poder aceptarlos
tal como son , sabiendo que somos diferentes y que todos no son como quisiéra-
mos que fuesen. Los malos entendidos entre compañeros de trabajo son frecuen-
tes. Provocan situaciones tensas y desagradables que menoscaban la cooperación
en las tareas de cada día, rompen la comunicación y fomentan la agresividad.

3.1.1. Relaciones Interpersonales en el Sistema Comprehen-


sivo
Se trata de ver cómo las personas perciben a los demás y cómo se relacionan
con ellos en función de las necesidades, actitudes, prejuicios y estilos. El cómo
perciben a los demás y el cómo se relacionan con los demás viene dado en
la Agrupación de las Relaciones Interpersonales. Está reflejado por CDI, HVI,
COP, AG, a:p, Fd, T, H Pura, PER, Índice de Aislamiento. A Continuación
se indica el significado de cada una de estas variables. Conviene recordar que
algunas ya están indicadas en los Temas anteriores y aquí no se repetirán.

3.1.1.1. Significado de CDI


CDI>3 corresponde a sujetos que tienen problemas para enfrentarse a las
demandas cotidianas de su entorno. Son personas que no tienen las habilidades

28
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 29

para desenvolverse en la sociedad. La falta de habilidades produce sentimientos


de desvalimiento o de baja autoestima que provocan las depresiones secundarias.
Cuando son internados, la mayoría de ellos, se sienten cómodos porque tienen
resueltos sus problemas. La inhabilidad social puede ser corregida con una te-
rapia de desarrollo de las habilidades, lo cual permite resolver los problemas sin
recurrir a los demás.

3.1.1.2. Significado de HVI


En el Tema del Procesamiento de la Información, se examina también el
significado de HVI positivo. Corresponde a sujetos que están continuamente en
un estado de alerta y tienen una actitud negativa y desconfiada hacia los demás.
Son sujetos vulnerables que actúan cautelosamente y se manifiestan reservados
en sus relaciones.

3.1.1.3. Significado de a:p


En el Tema de la Interpretación de la Ideación, se indica también la in-
terpretación de esta variable. P>a+1 refleja pasividad, sin que eso signifique
necesariamente sumisión. Corresponde a sujetos que eluden sus responsabilida-
des y dejan a los demás que decidan; a sujetos que se apoyan demasiado en
los demás y esperan que toleren sus demandas. Es conveniente comprobar si la
pasividad está acompañada de dependencia. (Comprobar si T>1 y Fd >0).

3.1.1.4. Significado de Fd
Fd significa una dependencia que puede afectar a las relaciones interperso-
nales.

3.1.1.5. Significado de T
- T=0 en el Tema sobre la Afectividad Disfórica se indicará su significado.
Corresponde a sujetos reservados y cautelosos, a sujetos que buscan mantenerse
distantes en las relaciones interpersonales.
- T>1 refleja una necesidad intensa de cercanía. Corresponde a sujetos que
experimentan intensos sentimientos de soledad, que buscan constantemente con-
tactos con los demás. Son vulnerables y, mucho más todavía, si son pasivos-
negativistas.

3.1.1.6. Significado de los Contenidos Humanos


Lo dicho en la Agrupación de la Autopercepción es válido también para la
Agrupación de Relaciones interpersonales, porque reflejan el elemento humano
en su doble vertiente: personal e interpersonal. Reflejan el cómo se ve la persona
a sí misma y cómo ve a los demás.
Las Repuestas Humanas Buenas o Pobres (GHR:PHR) son dicotómicas. Pa-
ra poderlas interpretar es necesario que concurran por lo menos tres. Las Buenas
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 30

representan conductas consideradas como efectivas y adaptativas. Corresponden


a personas que son aceptadas y bien consideradas por los demás, cuyas activi-
dades no son caóticas. Generalmente corresponden a ‘no pacientes; pero, se
encuentran también en algunos pacientes, cuyos problemas no afectan al área
interpersonal. Las Conductas Pobres se encuentran en el polo opuesto. Repre-
sentan trastornos psicológicos graves. Corresponden a pacientes; sin embargo,
pueden encontrarse también en no pacientes. La interpretación está basada en
la diferencia numérica entre la una y la otra. Cuanto mayor sea la diferencia,
más clara será la atribución. Si resulta igual, la interpretación corresponde a la
Conducta Pobre. Esta variable no está estudiada.
Los significados de los tipos de H están indicados en el Tema de la Autoper-
cepción.

3.1.1.7. Significado de PER


- PER, en adultos, no es esperado. Es abundante en niños, decrece con
el desarrollo evolutivo. Representa una modalidad de defensa, de discrepancia
entre imagen real e ideal; sugiere una necesidad de justificar defensivamente la
autoimagen.
- PER<2 no es significativo.
- PER>2 refleja un autoritarismo defensivo ante las situaciones personales
propias de etapas infantiles. Si se dan en un adulto refleja inmadurez o infanti-
lismo.
- PER>3 sugiere mucha inseguridad. El sujeto trata de combatirla con au-
toritarismo; busca que los demás se sometan a sus exigencias; y cuando no se
someten tiene problemas. Los demás los ven como dogmáticos o rígidos. Esta
variable se la encuentra en los grupos de pacientes

3.1.1.8. Significado de COP y AG


COP y AG se interpretan conjuntamente.
COP representa una tendencia a establecer vínculos positivos que se tradu-
cen en amabilidad hacia los demás. AG está relacionada con la agresividad física
o verbal. Se espera una o dos. De las posibles combinaciones que pueden surgir,
se indican las siguientes:
COP=0 con AG=0 o 1 corresponde a personas que no están interesadas
en las relaciones interpersonales. Los demás las consideran como distantes o
despegadas.
COP=0 o 1 con AG=2 representa a sujetos proclives a percibir, en las acti-
vidades interpersonales, como naturales conductas agresivas.
COP=<2 con AG>2 corresponde a actitudes agresivas o coactivas hacia los
demás para defenderse del medio ambiente considerado como hostil.
COP=1 o 2 con AG=>1 representa a personas que perciben las interacciones
como positivas; que están dispuestas a participar en ellas y buscan interacciones
armoniosas. Los demás las consideran como agradables, acogedoras.
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 31

COP=2 o 3 con AG=2 corresponde a sujetos agresivos con actitudes ama-


bles. Si ambos valores se incrementan, es poco frecuente, existe un conflicto
entre el comportamiento y la relación con los demás.

3.1.1.9. Significado del Indice de Aislamiento


El Índice de Aislamiento indica cómo percibe el sujeto el medio social y
cómo, en consecuencia, se relaciona con él.
- Aisl entre 0.25 y 0.32, corresponde a sujetos menos implicados en las re-
laciones sociales, a sujetos que están caracterizados por ser retraídos. Esto no
significa que se encuentren en conflicto o que estén mal adaptados.
- Aisl.>0.33 representa a sujetos que se encuentran socialmente aislados, no
tienen contactos e intercambios con sus semejantes. La Hipótesis se confirma si
COP<2 y Afr es bajo.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach, es
procedente la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿los D se relacionan
como se relacionan los ID?., tres más: ¿los DC se relacionan como se relacio-
nan los IDR?; ¿la modificación producida por el incremento de las 7 Variables
es significativa?; ¿la modificación producida por la reducción de protocolos es
significativa?. Se responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

3.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre D-ID y D-NP, DC-IDR y DC-NP en los Estadísticos
Descriptivos son significativas.
2. Las diferencias entre D-ID, DC-IDR de los Variables en las Variables Es-
tructurales son significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-
cativa
4. La modificación producida por la reducción de protocolos no es significa-
tiva.

Para comprobar si las hipótesis son ciertas se toman las variables que reflejan
las relaciones interpersonales: p, a, Fd, T, COP, AG, H, (H), Hd, (Hd), PER,
Ind. Aislamiento. La muestra, el procedimiento, los cálculos son los mismos que
los indicados en el Capítulo Segundo. Los resultados están indicados en sendas
tablas del Capítulo 12, Tablas 1 y 2.
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 32

3.3. Resultados. Análisis de resultados


3.3.1. Estadísticos Descriptivos
3.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar si los D son significativamente distintos de los ID y de
los adultos no pacientes de Exner se calculan los Estadísticos Descriptivos de
las variables que reflejan las Relaciones Interpersonales. Realizados los cálculos
pertinentes, se indican los resultados en las Tablas 1 y 2 del Capítulo 12. No
están transcritos los de Exner.
La visualización de los datos sugiere que los D y los ID no son significa-
tivamente diferentes. Las diferencias son acentuadas entre los adultos no
pacientes de Exner y los ID.

3.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son significativas


Para comprobar si los DC son significativamente distintos de los IDR y de
los adultos no pacientes de Exner se calculan los Estadísticos Descriptivos de
las variables que reflejan las Relaciones Interpersonales. Realizados los cálculos
pertinentes, se indican los resultados en las Tablas 3 y 4 del Capítulo 12. No
están transcritos los de Exner.
La visualización de los datos sugiere que los DC y los IDR no son sig-
nificativamente diferentes. Las diferencias están más acentuadas entre los
adultos no pacientes de Exner y los DC.

3.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente diferentes


Para comprobar si la afirmación es correcta se comparan mediante la t de
Student las medias de los grupos y la U de Mann-Whitney para la igualdad de
medias de Variables no Paramétricas. Los datos no se transcriben, se indican
los resultados en la siguiente tabla.
Tabla 5. t de la media de las Variables Paramétricas y U de las no Paramé-
tricas de 58 D, 78 ID, 40 DC, 39 IDR y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, como 2º; los DC, como 3º; los IDR, como 4º
y los NP, como 5º.
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
a - - - - (H) - ** - **
p - ** - ** Hd - ** - **
T ** ** - ** (Hd) - ** - *
COP - ** - ** Aisl - - - -
AG - * - * PER - * - **
H - - - -
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 33

Los D son significativamente diferentes de los ID en una de las 11 variables


analizadas. Los D comparados con los adultos no pacientes de Exner son
significativamente diferentes en 8 de las 11 variables estudiadas. Los DC
no son significativamente diferentes de los IDR. Entre los DC y los NP,
también son 8 las variables que los diferencian.

3.3.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias, se buscan los porcentajes de las
variables que reflejan la Autopercepción. Los resultados se indican en siguiente
tabla.
Tabla 6. Porcentaje de las variables que reflejan la Autopercepción de 58 D
y 78 ID; de 40 DC y 39 IDR.
Variables %D ID DC IDR Variabs %D ID DC IDR
CDI>3 15 11 2 10 AG=0 64 68 62 61
HVI Positivo 0 2 0 2 AG>2 10 5 10 2
P>a+1 7 16 15 13 PER>2 2 1 0 2
T>1 15 1 17 0 Ind.Aisl.>0.24 26 32 27 30
T=0 65 56 82 92 H Pura<2 20 13 15 10
COP=0 31 62 32 59 H=0 5 5 7 10
COP>2 7 9 7 15

3.3.2.1. Las Habilidades Sociales de los D están limitadas


El 15 % de los D, el 11 % de los ID, el 14 % de los DC y el 7 % de los IDR
tienen limitados los recursos disponibles para iniciar deliberadamente una
respuesta cuando aparece un estímulo. Sus habilidades no les permiten
solucionar los problemas que diariamente se presentan. No tienen recursos
para dar respuesta a las intensas estimulaciones y para relacionarse con
los demás como lo hace la mayoría (CDI es Positivo).

La diferencia de 4 puntos entre D-ID (15 %-11 %) y la de 3 entre DC-IDR


(7 %-10 %) no son significativas. Entre los D y los DC (15 %-7 %), los DC
reducen 8 puntos. El incremento de las 7 Variables reduce en un 8 % los
sujetos que tienen limitados los recursos disponibles para iniciar delibera-
damente una respuesta cuando aparece un estímulo. En la reducción de
casos, ID-IDR apenas tienen un punto los diferencia, eso sugiere que la
influencia es muy escasa.

3.3.2.2. No están en estado de continua alerta


Ningún caso de los D, ni de los DC tiene una actitud negativa y desconfiada
hacia su entorno, ni presenta un estado continuo de alerta, ni se siente vulnerable
en los contactos cercanos y, por lo tanto, se manifiesta cauteloso, reservado en
las relaciones con los demás (HVI no es positivo). Los ID tienen y los IDR tienen
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 34

un 2 %. Esto sugiere que en los grupos casi no hay sujetos que estén en continua
alerta.

3.3.2.3. Son pasivos


El 7 % de los D, el 16 % de los ID, el 15 % de los DC y el 13 % de los IDR son
pasivos, es decir, eluden sus responsabilidades, se apoyan excesivamente en
los demás para tomar decisiones, pero esto no significa que necesariamente
lleven consigo ser sumiso (p>a+1).
La diferencia de 9 puntos entre D-ID (7 %-16 %) y la de 2 entre DC-
IDR (15 %-13 %) no son significativas. Entre D (7 %) y DC (15 %) los DC
incrementan 8 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa un
8 % los sujetos pasivos. La reducción de casos (16 %-13 %) no produce una
modificación significativa

3.3.2.4. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo


Si la T, según Exner, "indica el impacto emocional de la necesidad de
contacto afectivo, más que la necesidad en sí misma”, si representa la
historia del desarrollo afectivo, si el tacto es estímulo del recién nacido
y si la proximidad es un canal de comunicación, entonces el 65 % de los
D, el 56 % de los ID, el 82 % de los DC y el 92 % de los IDR neutralizan
las necesidades de contacto afectivo y ha abandonado la experiencia de
necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no funciona
bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las necesidades
de proximidad (T=0). Parece que nuestros bebés tienen satisfechas las
necesidades de cercanía emocional y por eso posteriormente no las perciben
y en consecuencia no las verbalizan.
Entre los D-ID la diferencia de 9 puntos y entre los DC-IDR (82 %-92 %)
la de 10 no son significativas. Entre los D-DC (65 %-82 %) los DC suben 17
puntos. El incremento de las 7 Variables ha producido un incremento del
17 % de los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.
En la reducción de protocolos, entre los ID-IDR (83 %-92 %) la diferencia
de 9 puntos no es significativa.

Las diferencias entre los 4 grupos y los adultos no pacientes de Exner


(67 %, 83 %, 55 % y 92 % vs. 11 %) son significativas.

3.3.2.5. Están irritados


T>1 es una de las 7 Variables que identifica a los DC. El 15 % de los D,
el 1 % de los ID, el 17 % de los DC y el 7 % de los IDR experimentan
una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas de afiliación
emocional y siente y experimenta soledad (T>1).
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 35

Entre los D-ID 15 %-1 % la diferencia de 14 puntos y entre los DC IDR


(17 %-0 %) la de 17 puntos son significativas. Es lo esperado. Es una de las
variables que los identifica. Entre D-DC (15 %-17 %) los DC incrementan
2 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa un 2 % los suje-
tos irritados. En la reducción de protocolos entre ID-IDR (7 %-1 %) los 6
puntos de diferencia no son significativos.

3.3.2.6. No se interesan por los demás


El 20 % de los D, el 13 % de los ID, el 15 % de los DC y el 10 % de los
IDR tiene poca capacidad de contacto afectivo, poco interés por sí mismos
y por las personas que les rodean (H<2). El 5 % de los D, el 7 %, de los
ID, el 0 % de los DC y el 10 % de los IDR tienen H=0. La ausencia de H
sugiere falta de motivación y desapego de las personas.
La diferencia de 7 puntos entre D-ID (20 %-13 %) y de un punto entre los
DC-IDR (15 %-10 %) no son significativas. Entre los D y los DC (20 %-
15 %), los DC reducen 5 puntos. El incremento de las 7 Variables reduce
un 5 % los sujetos que tienen poca capacidad de contacto afectivo. En la
reducción de casos, entre los dos grupos (13 %-10 %), la diferencia de 3
puntos no es significativa.

3.3.2.7. Son autoritarios


El 2 % de los D, el 1 % de los ID, el 0 % de los DC y el 2 % de los IDR
tienen PER>2. Estas personas, cuando surgen dificultades, cuando surgen
discusiones recurren al mecanismo defensivo, recurren al autoritarismo
para justificar la inseguridad y a la actitud constrictiva de sus sentimientos
hacia los demás.
Entre los D-ID hay un 1 punto y entre los DC-IDR, 2 puntos. Las dife-
rencias no son significativas. Entre DC-IDR, los DC se incrementan en 2
puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa un 2 % los sujetos
que recurren al autoritarismo para justificar la inseguridad. En la reduc-
ción de protocolos, entre los ID-IDR (1 %-2 %) apenas hay un 1 punto de
diferencia.

3.3.2.8. No son cooperativos


El 31 % de los D, el 62 % de los ID, el 32 % de los DC y el 59 % de los IDR no
están interesados en las relaciones interpersonales, no tienen una actitud
amable hacia los demás, ni buscan relacionarse con ellos de una manera
armoniosa. Los demás los perciben como personas poco agradables, poco
acogedores, como distantes o despegados (COP=0).
La diferencia de 31 puntos entre D-ID (31 %-62) y entre los DC-IDR (32 %-
59 %) la diferencia de 27 puntos son significativas. Es lo esperado. Es una
de las Variables que los identifica. Entre el 31 % de los D y el 32 % de los
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 36

DC, los DC suben 1 punto. El incremento de las 7 Variables incrementa


un 1 % los sujetos que no son cooperativos. Los ID tienen un 61 % y un
59 %, los IDR, la diferencia de 2 puntos no es significativa.

3.3.2.9. Son agresivos


El 10 % de los D, el 5 % de los ID, el 10 % de los DC y el 2 % de los IDR
corresponden a sujetos agresivos (AG>2).

Entre el 10 % de los D y el 5 % de los ID y entre 10 % de los DC y el


2 % los IDR, las diferencias de 5 y de 8 puntos no son significativas. Entre
los D-DC (10 %-10 %), los DC ni suben, ni bajan. El incremento de las
7 Variables ni incrementa, ni disminuye los sujetos que son agresivos. En
la reducción de casos, entre los ID y los IDR (5 %-2 %) la diferencia de 3
puntos no es significativa.

3.3.2.10. Se aíslan de los demás


El 26 % de los D, el 32 % de los ID, el 27 % de los DC y el 38 % de los IDR
tienden al aislamiento o, efectivamente, se aíslan , no se interesan por los
demás, no les agrada estar con ellos (Aisl>,24).
Entre D-ID (26 %-32 %) la diferencia de 6 puntos y entre los DC-IDR
(27 %-38 %) la de 11 puntos no son significativas. Entre los D-DC (26 %-
27 %), los DC suben 1 punto. El incremento de las 7 Variables incrementa
en un 1 % los sujetos que tienden al aislamiento o, efectivamente, se aíslan.
Entre los ID-IDR (32 %-38 %) la diferencia de 6 puntos no es significativa.

3.4. Conclusiones
3.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas
Entre D-ID para T.

Entre D-NP para p, T, COP, AG, (H), Hd, (Hd) y PER


Entre DC-IDR para ninguna de las variables analizadas.
Entre DC-NP para p, T, COP, AG, (H), Hd, (Hd) y PER

3.4.2. La Hipótesis 2
3.4.2.1. No es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significa-
tivas. Los grupos son homogéneos.
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 37

Los dos grupos tienen limitadas las habilidades sociales (15 %-11 %; 14 %-
10 %).
Son pasivos, es decir, eluden sus responsabilidades, se apoyan excesiva-
mente en los demás para tomar decisiones, pero esto no significa que ne-
cesariamente sean sumisos (7 %-16 %; 16 %-13 %).
Son personas poco interesadas en las relaciones interpersonales, con poca
capacidad de contacto afectivo, con poco interés por sí mismas y por las
personas que les rodean (20 %-13 %; 11 %-10 %).

No tienen una actitud amable hacia los demás, ni buscan relacionarse con
ellos de una manera armoniosa (45 %-61 %; 50 %-59 %)
Neutralizan las necesidades de contacto afectivo y ha abandonado la ex-
periencia de necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido,
o no funciona bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las
necesidades de proximidad (65 %-56 %; 82 %-92 %)

Recurren al autoritarismo como mecanismo defensivo para justificar la


inseguridad y la actitud constrictiva de sus sentimientos hacia los demás
(2 %-1 %; 3 %-2 %).
Son agresivos (10 %-5 %; 11 %-2 %).

Tienden al aislamiento o se aíslan y no se interesan por los demás (26 %-


32 %; 27 %-30 %).

3.4.2.2. Es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son significativamente diferentes. Los grupos son
heterogéneos.
Los dos tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos que re-
flejan una necesidad intensa de cercanía, experimentan intensos sentimien-
tos de soledad, buscan constantemente contactos con los demás (15 %-1 %;
17 %-0 %).
Los dos tienen un porcentaje significativamente menor de sujetos que no
están interesados en las relaciones interpersonales, que no tienen una acti-
tud amable hacia los demás, ni buscan relacionarse con ellos de una manera
armoniosa. Los demás los perciben como personas poco agradables, poco
acogedores, como distantes o despegadas (31 %-61 %; 32 %-59 %).

3.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas
CAPÍTULO 3. RELACIONES INTERPERSONALES 38

3.4.3.1. Las 7 Variables incrementan


Un 17 % los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.
Un 8 % los sujetos pasivos.

Un 2 % los sujetos irritados.


Un 1 % los sujetos que no son cooperativos.

3.4.3.2. Las 7 Variables reducen


Un 13 % los sujetos que tienen limitados los recursos disponibles para
iniciar deliberadamente una respuesta cuando aparece un estímulo.
Un 2 % los sujetos que recurren al autoritarismo para justificar la insegu-
ridad.
Un 5 % los sujetos que tienen poca capacidad de contacto afectivo.
Un 1 % los sujetos que tienden al aislamiento o, efectivamente, se aíslan.

3.4.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni incrementan


Un 1 % los sujetos que son agresivos.

3.4.4. La Hipótesis 4 es cierta


La reducción de protocolos no produce un cambio significativo. Entre los
ID-IDR, los IDR en 4 variables suben: 1, 2 , 5, 10 puntos; en 6 bajan: 2, 4, 4, 7 y
10 puntos; y en una son iguales. En ninguno de estos resultados, las diferencias
son significativas.
Capítulo 4

Autopercepción

4.1. Estado de la cuestión


4.1.1. Aproximación al concepto
La autopercepción lleva consigo la autoimagen y la autovaloración.

4.1.1.1. Autoimagen
La autoimagen es la percepción que uno tiene de sus cualidades y deficiencias.
Está conformada por todo lo que uno siente, piensa, quiere, espera, teme acerca
de sí mismo. Tiene mucha influencia en el desarrollo de la autoestima. La persona
que tiene una autoimagen baja genera una baja autoestima.

4.1.1.2. Autovaloración
El yo, en la autovaloración, es el que valora y, al mismo tiempo, es el objeto
valorado. El yo frente a sí mismo conforma un juicio de valía. Eso implica un co-
nocimiento y una comparación. El conocimiento le viene dado por la percepción
que tiene de sí mismo al compararse con el otro. El conocimiento está basado
directamente en las experiencias adquiridas en la relaciones con los demás y
en las atribuciones que él mismo hace de su conducta. La valoración puede ser
positiva o negativa.

La valoración será positiva (en consecuencia, de aceptación), si el sujeto


evalúa sus pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias que ha recogido
durante el transcurso de su vida y los cataloga como positivos. Piensa que es
bueno, más o menos inteligente, se siente simpático, manifiesta el grado de su
satisfacción, estima que funciona eficazmente, aprecia el gusto de su manera de
ser. Si así sucede, la autoestima será alta.
La valoración será negativa (en consecuencia, de rechazo de sí mismo), si el
sujeto evalúa sus pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias que ha

39
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 40

recogido durante el transcurso de su vida y los cataloga como negativos. Si así


sucede, la autoestima será baja.

4.1.1.3. Autoestima
La autoestima, según Rosenberg (1973, pág. 39), "es una actitud positiva
o negativa hacia un objeto particular: el sí mismo". Según Coopersmith (Cit.
por Rosenberg, 1973) es un juicio personal de valía y una experiencia subjetiva
que se expresa mediante las actitudes que el sujeto mantiene frente a sí mismo.
En opinión de Fromm (1972) la autoestima es una estructura permanente y
consciente de referencias, relaciones caracterizadas por la comprensión, el res-
peto mutuo, convencimiento de que las relaciones pueden darse en un clima de
amistad. Para Rogers (1951) la autoestima es una interacción de dos variables:
a), de la imagen personal de sí mismo que desarrollan los sujetos a fin de guiar
y mantener las relaciones con el medio ambiente, y b), del medio ambiente que
refleja juicios y valores de la familia y de la sociedad.

Entre la persona y los otros hay una continua interacción. La persona tiene
una opinión de sí misma y de los otros, i.e. tiene una valoración de sí misma
y una opinión acerca de lo que los demás piensan de ella. Interpreta sus pro-
pias actitudes y las actitudes que los demás tienen hacia ella. En caso de ser
favorable o desfavorable puede aceptarse o rechazarse, sentirse a gusto o a dis-
gusto. En cualquier caso, hay una evaluación positiva o negativa o indiferente
que puede oscilar entre muy alta o muy baja.Una baja autoestima genera in-
dividuos hostiles, agresivos, inseguros, aislados, que se consideran injustamente
tratados, incomprendidos por los demás, que se sienten desamparados, discri-
minados, acosados por sentimientos de ansiedad.

En cuanto a la actitud de los sujetos frente a la autoestima baja, unos como


Maslow 1942), Rogers (1951) opinan que desean salir de su situación; otros,
como Festinguer (1957), al contrario, opinan que aceptan la valoración negativa
que reciben de los demás e incluso se manifiestan atraídos hacia aquellos que
los menosprecian y rechazan a los que los evalúan favorablemente. En una valo-
ración ambigua de autoestima, Montané (1980) constató una dependencia, un
predominio de la percepción negativa. Según el nivel de autoestima del indivi-
duo, el medio ambiente en el que nos movemos, siendo una situación ambiental
ambigua, puede ser percibido como positivo o amenazante.

4.1.1.4. Factores que influyen en la autoestima


Los factores que influyen en la autoestima, según Rosenberg (1973) son: Tra-
tamiento respetuoso, aceptable y comprometido que se recibe de los demás; éxi-
to; aspiraciones y valores; responsividad ante la evaluación. Según Coopersmith
(1967), las condiciones que influyen en la autoestima del niño son: aceptación
de los padres; límites educativos claramente definidos y respetados; respeto de
la acción del niño dentro de los límites; amplitud dejada en esta actividad.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 41

Para James (1960) las aspiraciones y valores son los puntos de referencia para
determinar la autoevaluación personal. Depende de las pautas, status y del valor
dado al desarrollo de la personalidad. En opinión de Mead (1972) el sujeto se
conoce a sí mismo interiorizando al otro y al introducir al otro, pone un punto
de referencia exterior. La evaluación se producirá mediante una comparación
con el otro, de modo que si cambia la referencia cambiaría la autoestima. La
respuesta de la persona al medio ambiente estaría en función de su autoestima.

4.1.1.5. Influencia de la edad


Entre los autores no hay acuerdo acerca de la influencia de la edad en la au-
toestima. Según Wylie (1968) la autoestima no varía. En los estudios realizados
constata que no se dan diferencias estadísticamente significativas provocadas
por la edad. Según Long y cols (1976) la autoestima se incrementa en función
de la edad. En cambio para Ziller y cols (1972) decrece con la edad debido a ma-
yores aspiraciones. Wylie (1979) admite que decrece, pero no debido a la edad,
sino a la frustración.

Exner (1978), entre los muchos protocolos recogidos (2535) entre niños y
adolescentes, constata que el promedio del Índice de Egocentricidad es más alto
entre 5-6 años que entre 15-16; constata también que en los 3 grupos: niños no
pacientes, niños con problemas y niños retraídos, difiere significativamente.

4.1.1.6. Influencia de los padres


Entre los autores que tratan el tema de la autoestima coinciden en afirmar
que la primera influencia proviene del comportamiento de los padres. Según
los estudios de Rosenberg (1973), en una muestra de adolescentes constató que
los alumnos a quienes reñían sus padres por las notas tenían puntuaciones más
altas en autoestima que aquellos a quienes sus padres no daban importancia.
En otro lugar, (pág. 111), "es más probable que los niños que tienen éxito en
la escuela tengan alta autoestima". En sus estudios comprobó que el nivel de
baja estima está significativamente relacionado con una actuación académica y
unas relaciones sociales muy pobres; con una agresividad y una independencia;
con una sensibilidad a la crítica y una ansiedad más intensas. A estas personas,
los familiares los suelen estimar como difíciles, destructivos, llenos de problemas.

Groiwe (1980), en una muestra de niños de 10-12 años, comprobó que la alta
autoestima está relacionada con afecto materno, ayuda y castigo ligero y que
una baja autoestima está relacionada con una actitud protectora de lo padres
en chicos, más no, en chicas.

4.1.1.7. Factores que influyen en la autoevaluación


Se indica la opinión de algunos Autores. Entre los factores que influyen en la
autoestima en el estudio de Rosenberg (1973) figura la relación que existe entre
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 42

autoestima y pertenencia a un grupo, i.e., a la sociedad global: clases, religiones,


nacionalidades, razas y familia. La autoestima se relaciona con la inestabilidad
de la autoimagen, con el sí mismo. La baja autoestima genera individuos que
no se sienten comprendidos por los demás; suscita una serie de hechos que con-
ducen a sentimientos de ansiedad. Para Adler (1961) al niño con deficiencias y
dependencia le nace un sentimiento de insuficiencia que se traduce en todas las
actividades vitales y constituye una fuente de baja autoestima.

En opinión de Horney (1968) el niño experimenta, frente a un ambiente


hostil, una sensación de aislamiento y desamparo. Los factores ambientales que
pueden provocar inseguridad son muchos: indiferencia, conducta ambigua, ar-
bitrariedades, excesiva admiración (o carencia de ella), falta de respeto por sus
necesidades, injusticia, aislamiento, sobreprotección, excesiva responsabilidad,
discriminación, hostilidad, promesas incumplidas ... en una palabra, todo lo que
perturba la seguridad del niño con sus padres provoca ansiedad básica. El niño
que no logra conquistar el amor de los otros, intentará adquirir poder sobre
ellos, compensación de la sensación de desamparo, o será competitivo, o volverá
hacia sí la agresividad y llegará a menospreciarse.

Según From (1972) el niño, apenas siente que se libera de los vínculos que lo
ligan a sus padres, se siente aislado y desamparado. Los factores ambientales que
pueden provocar inseguridad son muchos: el aislamiento social, la dependencia
o la inseguridad. Este Autor (1960) estima que la personalidad neurótica se
caracteriza por un sentimiento subyacente de desvalorización. Sullivan (1959)
analiza la manera que utiliza un sujeto para contrarrestar o disminuir la amenaza
de su autoestima. Según Sigmonds (1951) la eficacia, en primer término, tiene
que ser mostrada para que el sujeto pueda sentir autoestima y confianza en sí
mimo

4.1.1.8. ¿El autoconocimiento y la autoestima son conceptos sinóni-


mos?
García (1983), al revisar la Literatura sobre el tema, indica que Wells y Mal
well (1976) señalan que Taylor (1955), Fitts (1965), Korman (1968), Yamamoto
(1972) y Gimeno Sacristán (1976) opinan que son términos semejantes. Rosen-
berg (1973) indica que autoconcepto y autoestima son conceptos diferentes. El
autoconcepto implica un contenido, una estructura; unas dimensiones y las ex-
tensiones del yo. Lerner y Col. (1980) tienen la misma opinión. En la evaluación,
se busca cuánto importa la cualidad (mucho, bastante, algo, poco, nada) se la
tenga o no se la tenga. La evaluación alta de una cualidad implica una alta
autoestima.

La autoestima es un constructo unidimensional. García (1983, pág. 217)


constata que el "test de Autoestima (RSE) puede considerarse unidimensional
y los de Autoconcepto (El, P-H Y TSCS) multidimensionales". Wylie (1974)
estima que el concepto de la autoestima es multidimensional. Mirels y McPeek
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 43

(1977)* la considera como actitud. Webster y Sobieszek (1974), como estado.


Mischel (1973), Argyle y Little (1982), Gecas (1974), Goffman (1959), Stone
(1972), Brumer (1969), como una variable que tiene determinantes sociales y
situaciones. Engel (1959), Bachman y O’Malley (1977), Carlson (1965), Prawat
y Cols. (1977) la consideran como un rasgo. 1

4.1.2. La autopercepción en el Rorschach según Exner


Exner (1995, pág. 153) define la autopercepción “como el conjunto de con-
ceptos y actitudes, es decir, de elementos Descriptivos y valorativos que el sujeto
ha podido ir construyendo sobre sí mismo para lograr su autoconocimiento y
una autovaloración más o menos amplios y ajustados a su realidad”.
- La autoestima sería el valor asignado a la descripción personal en contras-
te con las fuentes de valoración externa, que pueden ser reales o imaginarias.
Implica estimación de la valía personal en relación con los demás. Influyen en
las evaluaciones generales y específicas y en el establecimiento de los objetivos.
Autoimagen y autoestima son rasgos interrelacionados, no obstante, su relación
no es tan directa.
- La autoimagen sería la autovisión como resultado de una descripción de
las propias características (cualidades y defectos) que pueden estar basadas en
datos objetivos o imaginarios.

4.1.2.1. Indice de Egocentrismo


El egocentrismo es una característica natural de la persona que probablemen-
te funciona como un factor positivo siempre que no sea excesivo o insuficiente.
En este contexto, se ha creado una proporción experimental de 3r+(2)/R para
proporcionar un índice de autoestima. Exner (1978, pág. 155) matiza más su
afirmación, dice: "Aunque el Índice de Egocentricidad se relaciona básicamente
con el estar centrado en uno mismo, el problema de la autoestima probablemen-
te se manifieste, por lo menos, cuando el índice es bajo. Esta hipótesis se deriva
del gran número de sujetos depresivos que registraron un índice bajo, y de la
frecuencia relativamente alta de índices bajos entre sujetos con propensión al
suicidio".

No sólo considera al índice bajo como signo de baja autoestima, sino tam-
bién al índice alto. Dice: "Por otro lado, cuando el índice es significativamente
alto no se debe interpretar como una forma de autoglorificación, ya que, aunque
pueda ser el caso, es posible que un exceso de egocentricidad pueda también
relacionarse con una baja autoestima; es decir, una frecuencia alta de compor-
tamiento egocéntrico puede ser una defensa frente a profundos sentimientos de
desvalorización".

1 (Los autores comprendidos entre estos signos están citados por García.)
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 44

- El Índice de Egocentrismo refleja la medida de análisis que el sujeto dedica a


sí mismo. Proporciona una estimación de la preocupación que tiene de sí mismo
y de su autoestima.
- Un Índice de Egocentrismo menor que la media con uno o dos Fr refleja un
grave conflicto entre autoimagen y autoestima; la persona puede sufrir cambios
de humor y disfunciones conductuales. El estilo es estable. La terapia difícil-
mente lo modifica. En adultos no pacientes se espera un 7 %. Se incrementa en
pacientes: 13 % en esquizofrénicos; 10 % en depresivos; 20 % en ; 75 % en ho-
mosexuales. Cuando el Índice es mayor que la media, la autoasignación de una
gran valía, en algunos casos, puede señalar una marcada insatisfacción propia.

- 3r+(2)/R>0.44, en adultos o una Dt sobre la media en niños, refleja una


tendencia a centrarse en sí mismo mucho más que los demás. Autocentrarse
no es sinónimo de elevada autoestima. Un elevado autocentrarse puede reflejar
una baja autoestima si hay V>0 y MOR>2. Corresponde a sujetos que dan
preferencia a sus puntos de vista y tienen dificultad de ver las cosas como las ven
los demás. Cuando el Índice está relacionado con la rigidez cognitiva y si existen
las dos variables (V>0 y MOR>2), se refuerza la significación anteriormente
indicada.
- 3r+(2)/R<0.33, en adultos y menor que una Dt inferior a la media en
niños, indica una autoestima negativa de la valía personal. La persona tiene
una autoimagen peor que la que tiene de los demás.

4.1.2.2. Significado de Fr+rF


Fr+rF>0 representa un estilo de respuesta, el estilo narcisista. Corresponde
a personas que tienen una acusada tendencia a sobreestimar su valía personal.
Es natural en los niños, desaparece en la adolescencia cuando las relaciones in-
terpersonales adquieren una renovada importancia. Si se encuentra en adultos,
el sujeto tiene una creencia de valía personal inflada y así se auto percibe y así
percibe las relaciones con el mundo que le rodea. Esta percepción influye, tanto
en la toma de decisiones, como en la actividad, por cuanto genera una necesidad
de reafirmación o confirmación continua y exagerada.

Las aspiraciones, en la sociedad, son muy altas; si son logradas puede ser
positivo (actores, bailarinas); si no lo son, se verá abocado a la frustración, al
negativismo y a buscar sistemas defensivos como la racionalización, la nega-
ción, la "actuación". Si hay extrapolación puede devenir en una inadaptación
(prejuicios asociales o antisociales) o en una patología.

4.1.2.3. Significado de FD y de V
Las variables FD y V reflejan un proceso de auto inspección con matices de
autocrítica negativa; son signos de baja autoestima.
- FD<2 es esperada en adultos y adolescentes no pacientes; no es esperada
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 45

en niños. Su presencia con FV=0 significa una dedicación rutinaria a la auto-


inspección.
- FD>2 y FV>0 indican mucha actividad de autoinspección. Suelen darse
en momentos críticos, como pérdidas afectivas, fracasos, problemas físicos y/o
psicológicos.
- FD>2, FV>0 y Fr=1 reflejan la presencia de un conflicto en relación con
la autoimagen.
- FD>2, FV>0 y un Índice de Egocentrismo mayor que la media sugieren
una actividad inusual de autoinspección relacionada con un valor negativo que
la persona se asigna a sí misma. La media es mayor en un intratensivo que en
un extratensivo; esto significa que un intratrensivo tiene mayor capacidad de
demora, mayor concentración, más internalización.

4.1.2.4. Contenidos Humanos


Los autores están de acuerdo en relacionar el Contenido Humano con el
interés que tiene el sujeto por las personas que lo rodean, y con el grado de
concentración. Según Rorschach (1961, pág. 49) las respuestas "de figuras hu-
manas evidencian regularidades características". Enfatiza la relación H : Hd. El
contenido Humano, comenta Beck (1967) refleja el cultivo de la inteligencia. En
opinión de Rapaport (1976. pág. 225) "la dimensión del H % indica la medida
del interés del sujeto por las personas que lo rodean". Para Bohm (1977, pág.
73) "el número de respuestas humanas es en cierta medida para saber qué papel
desempeñan en la vida del probando los intereses humanos y sociales.

Klopfer (1966, pág. 164) asigna un significado para las diversas partes del
cuerpo. Quién ve cabezas y caras, refleja "preocupación por lo intelectual"; si ve
perfiles "el individuo se siente cómodo consigo mismo y con los demás"; si las
respuestas son de sexo, las personas "son suficientemente maduras" u ocultan "re-
laciones sexuales inadecuadas"; si las respuestas no tienen identificación sexual,
sugieren "problemas en la identificación sexual". Personas peleando, discutiendo
o atacando sugieren "sentimientos hostiles"; haciendo reverencias, escuchando
o conversando sugieren "sensación de sometimiento"; riendo, bailando sugieren
"satisfacción real"; personas percibidas como feas, hermosas o amenazantes su-
gieren "proyección de los sentimientos del sujeto con respecto a los demás"; como
monstruos, etc. reflejan "incapacidad de identificarse plenamente con las perso-
nas reales; como brujas, reflejan "algunas de las cualidades de la relación madre
hijo.

Según Beizmann (1968, pág. 245) "el estudio de las respuestas humanas en el
Rorschach nos permite ver la posición del sujeto y la naturaleza de sus intereses
frente a las personas y a su ambiente".En opinión de Rausch de Traubenberg
(1977, pág. 129) "el H % significa clásicamente capacidad de contacto afectivo
cuando está compuesta más por H que Hd". Para Ames (1972, pág. 177) "el H %
indica el interés en las personas o en el yo". Según Portuondo (1976, pág. 157)
"las respuestas de contenido humano indican más que nada el interés hacia lo
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 46

humano y, en última instancia, hacia el ambiente en general. También pueden


indicar interés hacia uno mismo".

Exner (1974) asume lo dicho por los Autores. El contenido humano refleja
el interés por las personas. Encuentra que los intratensivos dan más respuestas
humanas que los extratensivos. En los niños, H aumenta con la evolución hasta
los 11 años, se estabiliza en la adolescencia y se mantiene en la edad adulta.
Los Contenidos Humanos aportan información sobre la autopercepción y la
percepción de los demás.

4.1.2.5. H Pura
- H Pura sugiere una autoimagen y una autoestima (ideas sobre las perso-
nas, incluida la propia) basadas en experiencias reales más que en imaginarias.
Esto no significa que sean necesariamente adecuadas o contrastadas con fuentes
externas.
- Hd refleja una visión más parcial y una relación más cautelosa, reservada,
suspicaz.
- (H) sugiere alejamiento del mundo real en la autopercepción y en la per-
cepción de los demás.
- Hd se relaciona con percepción referida a elementos humanos. La ausencia
de H sugiere falta de motivación y desapego de las personas. Un sujeto aislado
del contacto social da H y Afr bajos.

- H<(H)+Hd+(Hd) da una autoimagen y una autoestima basadas en expe-


riencias más imaginarias que reales. Suelen ser personas menos maduras y con
frecuencia tienen nociones muy distorsionadas de sí mismas. Cuando predomina
Hd, la percepción es limitada y sesgada y la relación es retraída o paranoide.
Cuando predomina (H), (Hd), la autoimagen o percepción del otro está basada
en experiencias más imaginarias que reales.
- (H)+(A):(Hd+)+(Ad). En adultos oscila entre 1:0 o 2:0; en niños entre 2:1
o 3:0. En adultos, si la suma de los dos valores es mayor que tres; cuatro, en
adolescentes; cinco, en niños menores de 13 años y si (Hd)+(Ad) es mayor que
dos, sugiere mala interpretación del medio ambiente social.
- H+A<Hd+Ad. Se encuentra en personas retraídas que perciben con sus-
picacia el medio ambiente social que las rodea. Lo esperado es 4:1. Si Hd+Ad es
mayor que la cuarta parte de H+A, el individuo tiene una perspectiva inusual
de su medio social. Sucede así en pacientes con rasgos paranoides.

4.1.2.6. Hx>0
Sugiere una autoimagen y una autovalía basadas en el recurso de la inte-
lectualización, intentando ignorar la realidad; una dificultad para controlar la
impulsividad ideacional.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 47

4.1.2.7. Significado de MOR


MOR representa la percepción displacentera del sujeto atribuida a los demás.
Es una actividad proyectiva.
- MOR<2 es esperada en adultos no pacientes.
- MOR>2 sugiere dependencia de los demás, un escape hacia la fantasía para
defenderse, un desvalimiento autoimpuesto. Corresponde a sujetos dominados
por prejuicios: “En todo me va mal”; a sujetos en los cuáles la autopercep-
ción es negativa: “No sirvo para nada”; a sujetos que perciben las relaciones
interpersonales como dudosas o poco fiables: “Nadie me entiende”. La ideación
está inmersa en un tono de pesimismo. Esto genera conductas que buscan la
anticipación para evitar la catástrofe.
- MOR>5 corresponde a personas que intentan neutralizar el efecto que
produce la emoción y que utilizan un mecanismo seudo-intelectual que rehuye o
desmiente la presencia del afecto. Conviene recordar que MOR es un elemento
de la Constelación de Suicidio y del Índice de Depresión. MOR correlaciona
negativamente con el Índice de Egocentrismo.

4.1.2.8. Significado de An+Xy


Estas variables están relacionadas con preocupaciones corporales.
- An+Xy sugiere preocupaciones corporales sin que necesariamente esté im-
plicado un malestar fisiológico a no ser que FQ sea negativa, en cuyo caso, puede
afectar a la organización psicológica.
- An+Xy>2 refleja mucha preocupación corporal y, si no existe el proble-
ma físico, se trata de una distorsión en la autoimagen, con posible presencia
de trastornos psicosomáticos o hipocondríacos. Conviene revisar si hay Xy, en
cuyo caso, la preocupación está marcada por sentimientos más perturbadores,
por cuanto Xy está asociada a respuestas de sombreado o acromáticas.

- Si An y Xy van con FQ- sugieren una distorsión mayor en la imagen corporal


y, si van con Códigos Especiales, reflejan que el deslizamiento ideativo puede
provenir del procesamiento de datos sobre el propio cuerpo.
- Si An+Xy se relaciona con profesionales (médicos, enfermeras, etc.) pue-
de indicar un intento de utilizar lo conocido antes que arriesgarse a cualquier
situación nueva. Conviene tener presente que las quejas somáticas, si no se tra-
ducen en estas variables, son utilizadas para llamar la atención o satisfacer otras
necesidades. El sujeto no está preocupado en torno a su cuerpo..

4.1.2.9. Contenidos de Respuestas de Movimiento


Se debe interpretar los contenidos de tipo proyectivo. Reflejan preocupación.
Conviene leerlos todos y, además, examinarlos en el orden en el que aparecen,
comenzando por los que se encuentran en la Fase de la Respuesta y continuando
por los que se hallan en la Fase de la Encuesta, para conocer en qué temas se
agrupan. Si los temas están dispersos o son escasos, se puede prescindir de ellos.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 48

Estas respuestas son fuente de información de la autoimagen, de la representa-


ción de la persona claramente expresada. Son variables portadoras de elementos
proyectivos. Hay que leerlas sistemáticamente y por este orden: M, FM, m.

- Cuando M no corresponde a H, refleja confusiones en la identidad o intelec-


tualización para neutralizar el impacto de afectos negativos provocados por baja
autoestima. Conviene agruparlos en temas: agresividad, pasividad, etc. Cuan-
to mayor sea la reiteración, mayor será la posibilidad de la existencia de una
dimensión de la autoimagen. Pueden aparecer aportaciones contradictorias; si
aparecen, conviene confirmarlas con otros datos. Si los datos confirmatorios no
aparecen, es preciso desecharlos. Pueden aparecer adornos inusuales o peculia-
res; si aparecen, se debe tomar las respuestas como una verbalización inusual,
dramática.

4.1.2.10. Sobreelaboraciones Verbales


Este es el último paso. Para que la interpretación sea correcta, es menester
buscar agrupaciones temáticas, I.e., varias verbalizaciones que contengan el mis-
mo tema. Conviene recordar que los procesos de las fases de la Respuesta y de
la Encuesta son diferentes y que los elementos proyectivos son los que ofrecen
el material más rico y analizable. Algunos de los contenidos temáticos (An+Xy,
MOR) ya están explicados. Restan otros que a continuación son examinados

- Los Contenidos Sexuales, tanto los directos, como los indirectos (caderas,
pecho, pelvis), reflejan preocupación por temas sexuales. - Contenidos Agresi-
vos, tanto los directos como los indirectos (cuchillo, látigo) reflejan una marcada
hostilidad con el riesgo de actuarla. - Contenidos Regresivos, como objetos primi-
tivos que ofrecen protección como cueva, chupete, peluche, biberón, madriguera,
nido, reflejan vulnerabilidad, necesidad de sentirse protegido. Esto constituye un
signo de inmadurez. - Contenidos Amenazantes como objetos generadores de te-
mor como gigantes, monstruos, figuras vistas desde abajo, implican una visión
del medio ambiente como hostil, ante el cual, el sujeto intenta defenderse.

- Los Contenidos Fóbicos, como objetos que producen repulsión, asco refle-
jan una tendencia a evitar las situaciones, a la huida para no enfrentarse con
el problema. - Los Contenidos de Desvitalización como estatuas, fotos (objetos
representados), en lugar de objetos reales, sugiere alejamiento del entorno, con-
firman el aislamiento emocional. - Los Contenidos Sensoriales. La percepción de
órganos sensoriales: ojos, oídos, boca, tacto, nariz, sugiere una actitud de alerta.
Es esperado en paranoides.

- Comunicación verbal y no verbal. El estilo de las verbalizaciones puede ser


rico, elaborado, preciso y fluido o lo contrario. En el lenguaje no verbal conviene
tener presente cómo es manejado el material, cuál es la actitud frente al test,
si es la misma en la Fase de la Respuesta y en la Fase de la Encuesta, en las
láminas cromáticas y acromáticas, en las expresiones faciales (gestos, posturas,
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 49

bostezo, miradas al techo). Todos los datos que pueden tener una inferencia
necesitan ser confirmados para poder ser elevados a definitivos.

Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-


cada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach, es
procedente añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior, ¿los D se
autoperciben como los ID?, tres más: ¿los DC se autoperciben como los IDR?;
¿la modificación producida por el incremento de las 7 Variables es significativa?;
¿la modificación producida por la reducción de protocolos es significativa?. Se
responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

4.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre D-ID y D-NP, DC-IDR y DC-NP en los Estadísticos
Descriptivos son significativas.
2. Las diferencias entre D-ID, DC-IDR de las Variables Estructurales son
significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-
cativa.
4. La modificación producida por la reducción de protocolos no es significa-
tiva.

Para comprobar si las hipótesis pueden ser aceptadas se toman las variables que
reflejan la Autopercepción: 3r+(2)/R, FD, V, An+Xy, H, Hd, (H), (Hd), Hx y
Sx. La muestra, el procedimiento y los cálculos ya están indicados.

4.3. Resultados. Análisis de resultados


4.3.1. Estadísticos Descriptivos
4.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar si la diferencia entre los D, los ID y los adultos no pacientes
de Exner es significativa, se calculan los Estadísticos Descriptivos. Los resultados
están indicados en las Tablas 1 y 2 del Capítulo 12. No están transcritos los de
Exner.
Las diferencias de las medias entre D-ID no están muy potenciadas ni en
las Variables Paramétricas, ni en las no Paramétricas. Esto sugiere que
las diferencias no son significativas. No sucede lo mismo entre los D y los
adultos no pacientes de Exner. Las diferencias son más acentuadas.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 50

4.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son significativas


Para comprobar si la diferencia entre los DC, los IDR y los adultos no pa-
cientes de Exner es significativa, se calculan los Estadísticos Descriptivos. Los
resultados están indicados en las Tablas 3 y4 del Capítulo 12. No están trans-
critos los de Exner.
Entre los D-ID, tan sólo las diferencias de Fr y Sx están muy potencia-
das. Es lo esperado. Son las variables que los identifican. En las variables
restantes las diferencias no parece que sean significativas. Las diferencias
entre los DC y los adultos no pacientes de Exner son más acentuadas.

4.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente diferentes


Para comprobar si lo dicho es cierto, se calcula la t de Student para las
Variables Paramétricas y la U de Mann-Whitney para las no Paramétricas. Los
resultados se indican en la siguiente tabla.
Tabla 5. t de las Variables Paramétricas y U de las no Paramétricas de 58
D, 78 ID, 40 DC, 39 IDR y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, como 2º; los DC, como 3º; los IDR, como 4º
y los NP, como 5º.
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
Fr ** - - ** (H) - ** - **
(2) - - - ** Hd - ** - **
3r+(2)/R - * - - (Hd) - ** - **
FD - * - - Hx - ** - **
V - ** - ** Sx ** ** ** **
H - - - -
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según estos resultados, los D son significativamente diferentes de los ID
en 2 de las 11 variables analizadas y de los NP de Exner, en 8. Los DR
son significativamente diferentes de los IDR en 1 y de los NP de Exner,
son diferentes en 8 de las variables analizadas.

4.3.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias, se buscan los porcentajes de
las variables que reflejan la Autopercepción. Se indican en la tabla siguiente los
resultados anteriores y los actuales.
Tabla 6. Porcentaje de las variables que reflejan la Autopercepción de 58 D
y 78 ID; de 40 DC y 39 IDR.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 51

Variables D ID DC IDR Variables D ID DC IDR


3r+(2)/R>0,44 33 34 32 33 H<Hd+(H)+(Hd) 41 33 40 43
3r+(2)/R<0.33 34 36 37 36 Hx>0 14 24 20 28
.
Fr>0 20 45 25 49 An+Xy>2 27 11 35 13
FD>2 19 11 12 18 Sx>0 35 20 47 15
V>0 34 27 35 25

4.3.2.1. Se autoanalizan polarizándose hacia sí mismos


El 33 % de los D, el 34 % de los ID, el 32 % de los DC y el 33 % de los IDR
reflejan una tendencia a centrarse en sí mismo mucho más que los demás,
una preocupación por su propio yo, por su autoestima (3r+(2)/R>0,44).
Entre los D-ID (33 %-34 %) apenas hay un punto y hay 1 punto entre los
DC-IDR (32 %-33 %), las diferencias no son significativas. Entre los D y
los DC, el porcentaje de los DC (33 %-32 %) han disminuido 1 puntos. El
incremento de las 7 Variables reduce un 1 % de los sujetos que se auto-
analizan polarizándose hacia sí mismos. En la reducción de casos entre
los ID (34 %) y los IDR (33 %), la diferencia de apemas un punto no es
significativa.

4.3.2.2. Se autoanalizan infraestimándose


El 34 % de los D, el 36 % de los ID, el 37 % de los DC y el 36 % de los
DC tienen una autoestima baja, proveniente de una autoimagen percibida
como peor que la que tiene de los demás, (3r+(2)/R<0.33). Estas per-
sonas evalúan sus pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias
que han recogido durante el transcurso de su vida y los catalogan como
negativos. Se manifiestan hostiles, agresivas, inseguras, aisladas; se con-
sideran injustamente tratadas, incomprendidas por los demás; se sienten
desamparadas, discriminadas, acosadas por sentimientos de ansiedad.
Entre el 34 % de los D y 36 % de los ID, la diferencia de 2 puntos y entre
los DC-IDR (37 %-36 %) la de 3 puntos no son significativas. Entre el
porcentaje de los D y el porcentaje de los DC (34 %-37 %), los DC suben 3
puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa en un 3 % los sujetos
que tienen una autoestima baja. En la reducción de protocolos, entre los
ID y los IDR, el porcentaje es igual (36 %-36 %). La influencia es nula.

4.3.2.3. Son narcisistas


Esta característica fue considerada como una variable que los identifica.
El 20 % de los D, el 45 % de los ID, el 25 % de los DC y el 49 % de los
IDR son narcisistas. Los narcisistas son personas que tienen una acusada
tendencia a sobreestimar su valía personal.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 52

Entre los D-ID hay 25 puntos y entre los DC-IDR (25 %-49 %), 24 puntos,
las diferencias son significativas. No son grupos homogéneos. Es los espe-
rado. Es una Variable que los identifica. Entre los D y los DC (20 %-25 %),
los DC suben 5 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa en
un 5 % los sujetos narcisistas. Entre los ID y los IDR (49 %-45 %) hay 4
puntos de diferencia. La influencia de la reducción no es significativa.

4.3.2.4. Están preocupados por su autoimagen


El 19 % de los D, el 11 % de los ID, el 12 % de los DC y el 18 % de los IDR
están preocupados por su autoimagen (FD>2).
Entre el 19 % de los D y el 11 % de los ID y entre 12 % y el 18 % los
DC-IDR las diferencias de 8 y de 6 puntos no son significativas. Entre los
D-DC (19 %-25 %) los DC bajan 5 puntos. El incremento de las 7 Variables
disminuye en un 6 % los sujetos que están preocupados por su autoimagen.
En la reducción de casos, los ID presentan un 18 % y un 11 %, los IDR.
Los 7 puntos no conforman una diferencia significativa.

4.3.2.5. Están afectados por sentimientos dolorosos que incrementan


la ansiedad
El 34 % de los D, el 27 % de los ID, el 35 % de los DC y el 25 % de los IDR
están afectados por la ansiedad. Estas personas perciben sus capacidades
como negativas y el percibirlas como tales produce sentimientos dolorosos
que aumentan la ansiedad (V>0).
Entre el 34 % de los D y 27 % de los ID y entre el 35 % de los DC y el
25 % de los IDR, las diferencias de 7 y de 10 puntos no son significativas.
Entre D (34 %) y DC (35 %) los DC suben un punto. El incremento de las
7 Variables incrementa en un 1 % los sujetos afectados por la ansiedad. En
la reducción de protocolos, entre los ID y los IDR (25 %-27 %) la diferencia
de 2 puntos no es significativa.

4.3.2.6. Tienen preocupaciones corporales


Esta característica es una de las 7 Variables que los identifica. El 27 % de
los D, el 11 % de los ID, el 35 % de los DC y el 13 % de los IDR presen-
tan preocupaciones corporales sin que necesariamente esté implicado un
malestar fisiológico (An+Xy>2).
Los 16 puntos de la diferencia entre D-ID (27 %-11 %) y los 22 entre DC-
IDR (35 %-13 %) son significativos. Los grupos no son homogéneos. Por
definición es lo esperado. Es una de las 7 Variables que los identifica. Entre
los D (27 %) y los DC (35 %), los DC incrementan 7 puntos. El incremento
de las 7 Variables incrementa en un 7 % los sujetos preocupados por su
imagen corporal. En la reducción de casos, entre los ID-IDR (11 %-13 %)
los dos puntos de diferencia no son significativos.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 53

4.3.2.7. Están preocupados por temas sexuales


Esta es otra de las variables que los identifica. El 35 % de los D, el 20 %
de los ID, el 47 % de los DC y el 15 % de los IDR están preocupado por
temas sexuales (Sx>0).

Entre los D-ID (35-20 %) la diferencia de 15 puntos y la diferencia de 32


entre DC-IDR (47 %-15 %) son significativas. No son grupos homogéneos.
Es lo esperado. Es una de las 7 Variables que los identifica. Entre los D
(35 %) y los DC (47 %), los DC han aumentado 12 puntos. El incremento
de las 7 Variables incrementa un 12 % los sujetos preocupados por temas
sexuales. Entre los ID y los IDR (15 %-20 %) la diferencia de 5 puntos no
es significativa.

4.3.2.8. Fundamentan su autoimagen basada más en la imaginación


que en la experiencia
Como el contenido humano está relacionado con la autoimagen y la auto-
valoración y la relación entre H Pura y (H), Hd, (Hd) depende del por-
centaje de las de las respuestas, del estilo de respuestas y de que el total
de los contenidos sea tres o mayor que tres, siguiendo esos criterios se ha
encontrado que un 41 % de los D, el 33 % de los ID, el 40 % de los DC y
el 43 % de los IDR tienen una autoimagen y una autovaloración basadas
más en la imaginación que en la experiencia. Suelen ser personas menos
maduras y con frecuencia tienen nociones muy distorsionadas de sí mismas
(H<(H)+Hd+(Hd).

La diferencia de 8 puntos entre D-ID (41 %-33 %) y la de 3 entre los DC-


IDR (40 %-43 %) no son significativas. Entre los D-DC (41 %-40 %), los DC
bajan 1 punto. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 9 % los
sujetos que fundamentan la autovaloración basada más en la imaginación
que en la experiencia. En la reducción de casos, entre los ID-IDR (33 %-
43 %) la diferencia de 10 puntos no es significativa.

4.3.2.9. Fundamentan su valía personal en la intelectualización


El 14 % de los D, el 24 % de los ID, el 20 % de los DC y el 28 % de
los IDR fundamentan su autoimagen y su autovalía en el recurso de la
intelectualización, intentando ignorar la realidad, tienen dificultades para
controlar la impulsividad ideacional (Hx>0).
La diferencia de 10 puntos entre D-ID (14 %-24 %) y la diferencia de 8 entre
DC-IDR (20 %-28 %) no son significativas. Entre los D-DC (14 %-20 %),
los DC incrementan 6 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa
en un 6 % los sujetos que fundamentan su autoimagen y su autovalía en
el recurso de la intelectualización. En la reducción de casos, la diferencia
de 4 puntos (24 %-28 %) no es significativa.
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 54

4.4. Conclusiones
4.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Entre D-ID para Fr y Sx.

Entre D-NP para 3r+ (2)/R, FD, V, H, (H), Hd, (Hd) y Sx.
Entre DC-IDR significativamente no se diferencian
Entre DC-NP para Fr, (2), V, (H), Hd, (Hd) y Sx.

4.4.2. La Hipótesis 2
4.4.2.1. No es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significa-
tivas. Los grupos son homogéneos.

Los dos grupos reflejan una tendencia a centrarse en sí mismos mucho


más que los demás, una preocupación por su propio yo, por su autoestima
(33 %-34 %, 30 %-33 %).
Fundamentan la autoimagen y la autovaloración basadas más en la ima-
ginación que en la experiencia (41 %-33 %, 50 %-43 %).

Se autoanalizan infraautoestimándose (34 %-27 %, 33 %-25 %).


Están preocupados por su autoimagen (19 %-11 %, 25 %-18 %).
Perciben sus capacidades como negativas y al percibirlas como tales les
produce sentimientos dolorosos que aumentan la ansiedad (34 %-27 %)

Fundamentan su autoimagen y su auto valía en el recurso de la intelec-


tualización, intentando ignorar la realidad (14 %-24 %, 22 %-28 %).

4.4.2.2. Es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son significativamente diferentes. Los grupos son
heterogéneos.
Los D y los DC tienen un porcentaje significativamente inferior de sujetos
narcisistas (20 %-45 %, 25 %-49 %).

Tienen un porcentaje significativamente mayor de sujetos con preocupa-


ciones corporales sin que necesariamente esté implicado un malestar fisio-
lógico (27 %-11 %, 35 %-13 %).
De sujetos preocupados por temas sexuales (35 %-20 %, 47 %-15 %).
CAPÍTULO 4. AUTOPERCEPCIÓN 55

4.4.3. La hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas

4.4.3.1. Las 7 Variables incrementan


Un 3 % los sujetos que tienen una autoestima baja.

Un 5 % los sujetos narcisistas.


Un 8 % los sujetos preocupados por su imagen corporal.
Un 12 % los sujetos preocupados por temas sexuales.
Un 1 % los sujetos afectados por la ansiedad.

Un 6 % los sujetos que fundamentan su autoimagen y su autovalía en el


recurso de la intelectualización.
Un 1 % los sujetos que fundamentan la autovaloración basada más en la
imaginación que en la experiencia.

4.4.3.2. Las 7 Variables reducen


Un 5 % los sujetos que están preocupados por su autoimagen.

Un 1 % los sujetos que se autoanalizan polarizándose hacia sí mismos.

4.4.4. La Hipótesis 4 es cierta


La reducción de protocolos no produce un cambio significativo. Entre los
ID-IDR, los IDR en 3 variables suben: 1, 2 y 3 puntos; en 5 bajan: 2, 4, 5, 6 y
9 puntos; y en 2 son iguales. En ninguno de estos resultados, las diferencias son
significativas
Capítulo 5

Afectividad

5.1. Estado de la cuestión


El contenido de la afectividad es muy complejo. La afectividad impregna to-
da la actividad psicológica de una persona desde que nace hasta que muere. Se
articula con el pensamiento e influye, a veces tenue y otras intensamente, en los
juicios, decisiones, acciones y conductas. En muchas ocasiones es manejable y di-
rigible; en otras, incontrolable. Las emociones, a lo largo del desarrollo personal,
van de más a menos violentas y los elementos cognitivos de menos a más so-
fisticados. En la vida real los aspectos cognitivos y los afectivos son inseparables.

El contenido de la afectividad, como el contenido de los impulsos, emociones,


sentimientos y afectos tiene dimensiones imprecisas. Por experiencia sabemos lo
qué es la afectividad, lo que producen en nosotros las emociones, los sentimien-
tos, los impulsos, pero cuando pretendemos definirlos surgen las dificultades.
Bleuler, (cit. por Rorschach, 1964, pág. 93) piensa que el contenido del concep-
to afectividad comprende "los afectos, las emociones, los sentimientos de placer
y displacer” Aceptamos esta opinión. Por lo tanto, las manifestaciones de la
afectividad estarán representadas por reacciones impulsivas, emocionales, senti-
mientos, afectos.

5.1.1. El mundo de los impulsos


Dice Rorschach (1954, pág. 96): "Compréndase aquí; bajo el término de im-
pulsos, las repentinas descargas afectivas que, de acuerdo con la correlación
general entre la afectividad y la motivación, son acompañadas por abruptas y
simultáneas descargas motrices. Los impulsos constituyen el grado máximo de
la inestabilidad emocional".

El contenido de este concepto se ve perfectamente plasmado en la conducta


del infante. Un impulso se convierte de inmediato en acción; impulso y acción
son casi simultáneos. El infante es incapaz de esperar. Si algo desea tiene que

56
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 57

obtenerlo inmediatamente. Lo hace acuciado por la urgencia de su deseo. No


evalúa el grado de importancia o de peligro. Cuando actúa, actúa totalmente o
no actúa. Tiende a repetir una y otra vez la actividad realizada, es reiterativa.
El ego infantil, comenta Allport (1973) no es maduro, ni está organizado.

Al contenido del concepto impulso, señalado por Rorschach, Jarspers (1970,


pág. 144) citando a Thiele, añade una matización: el impulso, puede ser descrito
"como una tendencia de descarga originariamente sin objetivo y sin dirección de
un desasosiego y de una tensión torturantes”. Esta descripción puede ser obser-
vada en ciertos adultos "inmaduros". Un esquizofrénico, por Ej., salta, golpea,
corre sin ningún control. Su actividad es típicamente impulsiva. "Las descar-
gas" no son contenidas, ni contenibles, ni controlables. Se mueve sin objetivo, es
decir, sin sentido.

5.1.2. El mundo de las emociones


El contenido de este concepto despierta mucho interés. Dumbar encontró
4.717 publicaciones referidas a la emoción desde 1910 hasta 1953. Esto signifi-
ca que cada autor describe el suyo. Ante la abundancia de tanta literatura, se
indica una descripción basada en López Ibor (1963). La emoción es un estado
afectivo que se representa con cierta agudeza, producido casi siempre por un es-
tímulo sensorial y acompañado de un correlato fisiológico manifiesto y evidente.
Los datos de la observación manifiestan que una persona frente a un estímulo
cualquiera reacciona, “responde”. En la reacción se pueden observar: 1º, el modo
y 2º, el grado de la intensidad de la responsividad.

5.1.2.1. Modo de reaccionar


El modo de reacción depende de la estructura emocional de la persona,
de cómo es considerado el estímulo. La responsividad es muy compleja. Puede
manifestarse entre estas dos formas polarizadas: Una, pasiva y otra, activa. Lo
matizamos con un ejemplo. Una persona ante un grave disgusto: a. O permanece
inmóvil de cuerpo, de mirada, abatida, inerte, respira lentamente. b. O se agita
físicamente, da gritos, jadea, tiene los puños crispados, llora. c. O permanece
tranquila y serena. Este "modo" de reaccionar está condicionado por el modo
de ser de la persona y por el modo de considerar el estímulo. El estímulo puede
ser considerado como agradable o desagradable, fácil o difícil de realizar.

5.1.2.2. Intensidad de la reacción


La intensidad de reacción también puede ser polarizada en muy alta y vio-
lenta o en lo contrario. Cuando es violenta, adopta la forma de crisis, dura poco
tiempo, entonces tenemos la llamada "emoción-choque" y, en caso contrario, te-
nemos, el sentimiento. En la emoción-choque se pueden observar manifestaciones
fisiológicas y psíquicas. La persona se siente perturbada; siente alteraciones más
o menos profundas, agudas, súbitas y pasajeras del ritmo circulatorio; siente
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 58

latir eI corazón; enrojece o palidece; le sudan las manos y tiembla; y cuando


la perturbación es muy violenta, afecta, inclusive, al sistema digestivo. Estos
efectos son extremos.

En general, los efectos de la emoción pueden originar dos tipos de comporta-


miento: a), hacen que la persona se vuelva crédula, sugestionable, la aproximan
al comportamiento infantil, o permiten detectar lo conveniente o peligroso, con
tiempo y distancia; y, b), pueden estimular o paralizar la actividad mental. En
uno u otro caso, (excitación o depresión) dicha actividad nunca es idéntica a
la normal por cuanto produce una disminución del control voluntario y, por lo
tanto, un aumento de la impulsividad.

5.1.3. El mundo de los sentimientos


El contenido de este concepto es amplio y, por lo tanto, impreciso. Ya lo
dijo Jaspers (1970, pág. 134): "Mientras existe una claridad bastante general
respecto a lo que es una sensación, una percepción, una representación, una
idea, quizás también respecto a lo que es un movimiento instintivo o un acto
de voluntad. Con respecto a la palabra y al concepto de sentimiento impera
la voluntad, la falta de claridad ya sobre el sentido de la palabra en los casos
especiales. Ordinariamente se llama sentimiento a todo lo psíquico que no se
puede poner en el mismo plano con los fenómenos de la conciencia del objeto,
ni con los movimientos instintivos y los actos de la voluntad”.

La imprecisión se manifiesta en las diversas descripciones de los autores. Son


cualidades, para Kruger, Lipps. Son estados del yo, para Scheler, López Ibor,
Lersch. Son tendencias, disposiciones de la personalidad, para Claparede. Sin
embargo, en general, la imprecisión no origina una confusión con las sensaciones,
impulsos o emociones. En efecto:
a), los sentimientos se diferencian de las sensaciones en que la sensación
encierra en sí una nota de objetividad, es decir, da una visión del mundo externo
y la persona puede percibirlo en estado "neutro"; en cambio, el sentimiento
encierra en sí mismo una nota de subjetividad, de intimidad, es decir, la persona
percibe "su mundo" interior y lo integra en su estado.
b), los sentimientos se diferencian de los impulsos en que el impulso es más
indiferenciado y va hacia aquello que lo alimenta, por Ej., el impulso sexual, en
general, se dirige a todas las personas del sexo opuesto. En cambio, el sentimiento
es algo más delimitado y puede alimentarse a sí mismo (amor platónico). Sin
embargo, sentimiento e impulso son algo "duradero" y el sentimiento depende,
como condición necesaria, del impulso.
c), los sentimientos se diferencian de las emociones en razón de la intensidad
y del tiempo. Los sentimientos son estados de ánimo que se proyectan sobre
el medio ambiente, son estados del yo que manifiestan cómo se encuentra una
persona en relación consigo misma; mientras que las emociones son modalidades
de sentirse afectado por el medio ambiente en un momento determinado.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 59

5.1.3.1. Clasificación
Como las manifestaciones de la persona son innumerables, innumerables son
las clasificaciones. Se indica la de Scheler.
Scheler (cit. por López Ibor, 1963) clasifica los sentimientos en: a) sensoriales,
b) vitales, c) anímicos y d) espirituales.
a), los sentimientos sensoriales son los que se encuentran más próximos a la
corporalidad. Tienen una significación teleológica. Sirven al instinto de conser-
vación. Obedecen en general, a procesos locales, Vgr. El dolor.
b), los sentimientos vitales indican cómo esta la totalidad del ser. Están
íntimamente relacionados con los sentimientos sensoriales, Vgr., tristeza, miedo,
angustia.
c), los sentimientos anímicos son una modalidad del yo. El yo, en ellos toma
activamente una actitud, Vgr. "yo me encolerizo". Son reacciones a los estímulos
externos. Se ligan al sentido de lo percibido (significado) y no a la percepción
misma.
d), los sentimientos espirituales o de la personalidad son los que se funden
con la persona. No son modos de estar, son modos-de-ser.

5.1.4. El mundo de los afectos


El contenido del concepto afectos tiene algo del contenido de las emociones y
del contenido de los sentimientos, según se desprende de las descripciones hechas
por Jaspers (1970), López Ibor (1963), Rapaport (1959). Jaspers considera a los
afectos como sucesos del sentimiento, un fenómeno complejo de gran intensi-
dad y con manifestaciones concomitantes y consecutivas, dentro de las cuáles se
puede considerar a las emociones. Según López Ibor, en la práctica, los afectos
suelen confundirse con las emociones, por cuanto tienen en común el ser estados
reactivos, producidos desde fuera; sin embargo, en el afecto se enfatiza la impre-
sión que el mundo exterior produce, en cambio, que en la emoción se enfatiza
el correlato vegetativo que la acompaña.

Rapaport llama afecto no sólo a la rabia infantil, a la cólera del adulto acom-
pañado de movimientos expresivos, sino también a los sentimientos subjetivos
de adultos bien controlados que muestran ligera o ninguna experiencia afectiva
y también a la ira de los compulsivos supercontrolados que sólo saben que po-
drían o deberían estar enojados.

De todo lo anterior, se infiere que los afectos y las emociones son estados
reactivos, producidos por estímulos externos. En el afecto, sin embargo, se enfa-
tiza la impresión que produce el estímulo del medio ambiente; mientras que en la
emoción, las alteraciones fisiológicas que la acompañan. Los afectos pueden ser
sentimientos cuando tienen una larga duración y falta la conciencia de la causa
que los producen. Los impulsos, las emociones, sentimientos y afectos influyen
en el modo de ser y de actuar de la persona.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 60

La interacción con los demás es fuente de reacciones afectivas que pueden ser
adecuadas si son moduladas, o inadecuadas si son desproporcionadas, constreñi-
das, evitadas, o descontroladas. La persona tiene que saber apreciar y expresar
sus afectos, debe tratar de comprenderlos sin minimizar, ni exagerar su impor-
tancia.

5.1.5. Estados del yo


Los estados del yo, es decir, el estado habitual de ánimo de una persona
no suele manifestarse con variaciones acusadas. Cuando así no sucede, es decir,
cuando hay alteraciones, se manifiestan entre dos polos opuestos: en un extre-
mo: angustia, tristeza, tedio, inhibición; en el otro: alegría, éxtasis, entusiasmo,
exaltación.

Los estados del yo pueden ser modificados por la persona. Eso significa que
sintoniza con el medio ambiente, que es capaz de ser influenciada y de reac-
cionar, pero también de irradiar a los demás. Al ser influenciada y al irradiar,
puede manifestarse entre dos extremos: por un lado, rigidez, bloqueo o congela-
ción de la afectividad; y por otro, labilidad afectiva. La rigidez o bloqueo están
caracterizados por la incapacidad de modificar el estado de ánimo que está fi-
jado en alguna de sus modalidades, a pesar de la intensidad de los estímulos.
La labilidad afectiva está caracterizada por las típicas variaciones del estado de
ánimo, bruscas e inmotivadas, de gran intensidad y breve duración. La persona
llora y ríe sin transición de una a otra acción. La manifestación del estado de
ánimo es aparatosa.

5.1.6. Madurez afectiva


El término madurez, en un sentido amplio, significa una evolución hacia la
plenitud que implica transformaciones y un progreso en relación con lo que antes
existía. Matizamos este concepto contrastándolo con el concepto de inmadurez.
El concepto inmadurez indica la persistencia en el estado adulto de reacciones
propias de la infancia, sea por un simple retraso debido a ciertas circunstancias
de la vida, sea por el hecho de la fijación y regresión en estadios arcaicos del
desarrollo como consecuencia de sucesos traumatizantes. La inmadurez psíquica
implica inadaptación, es decir, un fracaso en las reacciones ante los estímulos
del medio ambiente.

Según De Moragas (1972, pág. 76): "El mundo es un constante productor


de estímulos; el hombre es un constante productor de reacciones. Cuando la
reacción es adecuada al estímulo, cuando hay un equilibrio entre el estímulo y
la respuesta, la vida del ser es una vida adaptada. Cuando el tipo de reacción
no corresponde a la índole del estímulo, cuando la reacción es insuficiente o
desmedida, comienza la inadaptación". Pierre Male concuerda con este criterio.
La inadaptación implica también un nivel elevado de aspiración, es decir, por
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 61

encima de las posibilidades.

Según Lersch (1968, pág. 7) la adaptación es un proceso mediante el cuál


"todo organismo para llegar al autodesarrollo y conservar la vida necesita de
las condiciones de su perimundo, éstas no suponen empero un sistema rígido
e invariable; antes al contrario, el organismo es capaz, dentro de determinados
límites, de adaptarse mediante la autorregulación a nuevas condiciones ambien-
tales, inhabituales hasta un momento dado".

5.1.6.1. Adaptación
El animal se adapta mediante el instinto y la actividad se cristaliza en há-
bitos; el hombre se adapta mediante el instinto y la razón y su actividad se
cristaliza en hábitos y metas por conseguir, trascendentales unas, no trascen-
dentales, otras.
El hombre por el instinto se aproxima al animal, pero por la razón se aleja
de él, pues es capaz, para adaptarse, de renunciar, esperar, demorar, solucionar
inteligentemente los problemas, lo cuál le permite rejuvenecerse continuamente.
Por ej., ante una invasión de insectos, el instinto responde con movimientos re-
flejos; la razón, con dosis de insecticidas. Según estas afirmaciones, el ser viviente
se ajusta a su medio ambiente. El ajuste está modificado constantemente por
cambios internos y externos. En este proceso intervienen la acomodación y la
asimilación. La acomodación es la adaptación del individuo al medio ambiente.
El adulto manda, el niño obedece. La asimilación es la adaptación del medio
ambiente al individuo. El individuo es un superhombre, dominador, conquista-
dor.

5.1.7. Maduración de la personalidad


Siguiendo el criterio de los autores, en particular el criterio de Allport (1965),
parece que la personalidad madura: a), desarrollándose; b), diferenciándose y
c), integrándose.

5.1.7.1. Desarrollo
"Toda personalidad -dice Allport (1965, pág. 118)- se desarrolla en forma
continua desde el estadio de la infancia hasta la muerte y durante todo este
lapso, aunque cambia, persiste". Entiende por crecimiento un conjunto de pro-
cesos que conducen hacia la autorealización definitiva, i.e., hacia la plenitud. En
el conjunto de procesos se da una interacción de factores endógenos (íntraper-
sonales): impulsos, sentimientos, motivaciones, valores y de factores exógenos
(interpersonales): roces emocionales con la realidad exterior. Cuando las cir-
cunstancias son propicias, es decir, cuando hay armonía y cooperación entre los
diversos factores, el desarrollo es óptimo y se traduce en un comportamiento
adecuado, adaptado. Cuando las circunstancias son negativas el crecimiento se
estaciona, no progresa, regresa y se traduce en un comportamiento inadecuado,
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 62

rígido, tenso, ansioso, inadaptado.

En el crecimiento, enfatiza más lo fisiológico. Cuando existe cualquier tipo


de lesión, sobre todo cerebral, repercute indiscutiblemente en el desarrollo de
la estructura de la personalidad total. Las lesiones del sistema nervioso dan
lugar a un deterioro de la personalidad que impide un adecuado conocimiento
del mundo exterior. La enfermedad somática no produce una desintegración del
psiquismo, sino una reacción o conmoción, frente a la cuál el sujeto se siente
afectado por un ataque a los fundamentos biológicos de la personalidad.

La regresión se caracteriza por el retroceso o el regreso a niveles más tempra-


nos; se caracteriza por la renuncia a la madurez ya alcanzada (enuresis). Parece
que es producida, por experiencias muy duras, cuando la persona ha sido fuerte-
mente contrariada. Los experimentos realizados por Garret (1945) en animales
y niños confirman estas afirmaciones.

5.1.7.2. Diferenciación
Se ha señalado en el apartado anterior que la persona progresa psíquicamente
de un estado menos desarrollado hacia un estado positivamente más evolucio-
nado. Pues bien, la diferenciación es el aspecto del crecimiento significativo del
desarrollo de la personalidad. El crecimiento significativo tiene unas metas: la
"actuación propia", es decir una plena diferenciación y un mezclarse armonioso
de todos los aspectos.

La indiferenciación está representada en el recién nacido, viene al mundo en


un estado de indiferenciación. En el afecto, casi todas sus actividades van acom-
pañadas de movimientos auxiliares sin sentido ("sinquinesias"). La actividad es
global. Tiene poca capacidad para la respuesta graduada y para la demora. Pe-
ro esta estructura va transformándose con el paso del tiempo. Los movimientos
van siendo cada vez más adaptativos y precisos. Va surgiendo la inhibición. La
inhibición tiene un papel transformador. Destruye el comportamiento infantil
reduciendo la expresión emocional generalizada y violenta hasta el punto de que
en la persona adulta no queden sino manifestaciones de lo socialmente admitido,
un leve gesto por ejemplo. A veces la inhibición es rígida y entonces vuelve a la
persona incapaz de hacer, sentir o pensar ciertas cosas y su función consistiría
en sustraer a la persona de la angustia que le producirá si pretendiese hacerlas,
sentirlas o pensarlas.

5.1.7.3. Integración
La integración, dice Allport (1965, pág. 157) "significa formación de todos
más amplios y de mayor contenido a partir de unidades separadas de comporta-
miento". Esto significa que de lo múltiple emerge lo uno. Así se opera dentro del
individuo una "unificación" y se manifiesta por una ausencia de conflictos. En
caso contrario, se origina una desintegración y se manifiesta por una regresión
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 63

o una disociación. En estos casos es difícil la adaptación.

Según Allport (1965, pág. 160): "El proceso de la disociación ocurre cuando
algún sistema dotado de coherencia no consigue integrarse con el resto de la
vida personal y se convierte entonces en un "complejo" independiente, en una
organización a prueba de toda exigencia lógica que resiste la influencia curativa
del sentido común y también otras experiencias que podrían neutralizarlo" .
Según las opiniones mencionadas parece que una persona desarrollada armó-
nicamente, diferenciada y "unificada" no debe presentar signos manifiestos de
inadaptación, en otras palabras, se presupone sana psíquicamente o sea adap-
tada y adaptable.

5.1.8. Características de la madurez


El abanico de las características del concepto madurez es amplio y variado.
Para indicar las características de la madurez, se estima que es menester distin-
guir entre la madurez ideal y la real. La ideal sería una meta por conseguir; y
la real de cada persona, la que le corresponde de acuerdo con la edad cronológi-
ca. Se indican las características señaladas por Maslow, por referirse a personas
autorealizadas, las de Allport, por ser el autor más cognotado en este tema y
las de Erickson, por representar una línea psicoanalítica.

Maslow (1998) señala algunas características que han alcanzado ciertos hom-
bres autorealizados que los distinguen del término medio de la gente. Son las
siguientes: percepción superior de la realidad; mayor aceptación de uno mis-
mo, de los demás y de la naturaleza; mayor espontaneidad; mayor capacidad
de enfoque de los problemas; mayor independencia y deseo de intimidad; ma-
yor autonomía y resistencia a la indoctrinación; mayor frescura de apreciación
y riqueza de reacción emocional; mayor frecuencia de experiencias superiores;
mayor identificación con la especie humana; mayor creatividad; cambio (los clí-
nicos dirían mejoramiento) en las relaciones interpersonales, en la escala propia
de valores; estructura caracterológica más democrática.

Allport (1965) indica que la personalidad madura tiene las siguientes carac-
terísticas: Amplia extensión del concepto de sí misma; capacidad de establecer
relaciones emocionales con otras personas, en la esfera íntima y en la esfera no
íntima; seguridad emocional fundamental y aceptación de sí misma; percepción,
pensamiento y actuación con penetración y de acuerdo con la realidad exterior;
capacidad de verse objetivamente a sí misma (introvisión), de conocerse a sí
misma; sentido del humor y convivencia mediante una filosofía unificadora de
la vida.

Erickson (1973), dentro de la línea de investigación psicoanalítica señala


una lista de atributos que deben ser conseguidos normalmente en cada etapa
de la vida: Lactante: sentido básico de la confianza. Primera infancia: sentido
de autonomía. Edad de juego: sentido de iniciativa. Edad escolar: aplicación y
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 64

capacidad. Adolescencia: identidad personal. Juventud: intimidad. Edad adulta:


generatividad. Edad madura: integridad y aceptación.
Dada la importancia del tema vale la pena indicar lo que caracteriza al
niño y lo que caracteriza al adulto.

5.1.8.1. Características del niño y del adulto


Según Watson (1965), Monedero (1976), Gemelli (1952), Gessel (1967), las
características serían las siguientes:
Una de las características de la estructura infantil de la personalidad es el
egocentrismo, es decir, una incapacidad de ponerse en lugar de otra persona y
mirar el aspecto que desde allí tienen los acontecimientos y las cosas. Relaciona
casi todo con su yo que lo considera como centro del mundo. Es normal. Resulta,
tanto de la falta de discriminación entre el yo y el medio ambiente, como del
énfasis en el proceso de asimilación, lo cuál no le permite establecer relaciones y
comparaciones porque se relaciona con muy pocas personas y cosas. Es realista
(objetivo) pero su realismo, no es el realismo del adulto. Considera como vivos
y conscientes a un gran número de seres: "La luna nos mira y nos sigue". Da
órdenes a las cosas y si no le obedecen se enoja. Atribuye a los objetos oficios y
papeles que tienen que desempeñar y define las cosas por su utilidad. No anali-
za. Capta conjuntos. Racionaliza, es decir, adecua la concepción de la realidad
a sus impulsos y deseos.

En cambio, el adulto goza de una específica autonomía frente a sí mismo


y frente a los demás, a quienes tiene en cuenta y con quienes colabora. Está
dirigido hacia afuera, es decir, hacia fines socializados y culturalmente compati-
bles. Tiene conciencia de sus posibilidades y limitaciones. Planea el futuro con
inteligencia y perspicacia. Tiene una variedad de intereses: sociales, afectivos,
políticos, religiosos, teóricos, estéticos. El adulto examina el mundo interior (au-
toconocimiento, comprensión de sí mismo) en comparación con el mundo de la
realidad. Analiza, i.e., reflexiona. Capta el todo (el todo difiere de el conjunto
en que éste es algo amorfo y aquél algo organizado. Analiza los acontecimientos
y con mayor independencia de los propios deseos, sentimientos y pensamientos,
basándose en un firme sentido de la realidad y liberándose de las fijaciones y
fantasías infantiles. El adulto razona, es decir, adecua sus impulsos y creencias al
mundo de la realidad. El razonamiento descubre las razones reales de los actos;
la racionalización encuentra buenas razones para justificarlos.

5.1.8.2. Grado del desarrollo emocional


Se indica ahora el grado de desarrollo emocional y el grado de madurez del
niño. Como lo estiman Watson, Gessell, Monedero, Bühler, Gemelli, el grado
está caracterizado por etapas y frases claves.
El el recién nacido, según Watson (1965), tiene 3 emociones fundamentales:
miedo, cólera, amor. El niño, según Gessell (1967), en la segunda infancia (3-7
años) se manifiesta: tímido, obstinado, sumiso, negativista, con afán de dominio,
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 65

de propiedad, con necesidad de protección y afecto. El niño en la 3a infancia


(7-12 años) se manifiesta más consciente, más absorto, menos obediente, activo,
interesado por las relaciones con los demás, libre de tensiones, independiente y
directo, inquisidor; tiene una actitud de "no me importa", de autocrítica; busca
y pone a prueba su yo haciéndolo entrar en conflicto con el yo de los demás.
La efectividad adulta está caracterizada por una determinada libertad, por
una posibilidad de crear nuevos lazos y una apertura hacia el porvenir. El hom-
bre afectivamente maduro goza en sus contactos de una comodidad y de una
seguridad que faltan precisamente en el inmaduro.
La madurez afectiva va marcada por un desarrollo gradual de la indepen-
dencia emocional de los padres y de los que, en alguna manera, los representan
hasta alcanzar el desarrollo pleno de la autoconfianza. Este desarrollo implica
liberalización de los sentimientos de inferioridad que resultan de la comparación
del propio yo con el yo de los demás.

El hombre afectivamente maduro es autónomo, pero inserto en su historia y


en su contorno social. Es sexualizado, pero sin reprimir su instinto, ni dejarse
dominar por él, no es reprimido porque la represión niega una salida consciente
y abierta a los deseos incómodos o no socializados y parece ser causa y efecto de
conflictos. Es adaptado y adaptable, capaz de hacer variaciones y cambios, pero
sin ansiedad e inseguridad. Lo dicho presupone acomodación y asimilación. En
la acomodación el individuo se adapta al medio ambiente. En la asimilación el
medio ambiente se adapta al individuo. El resultado de estos procesos comple-
mentarios es el ajuste, es decir, esa capacidad potencial de adaptación.

El hombre afectivamente maduro actúa conscientemente i.e., decide y orga-


niza la decisión. Su decisión y ejecución son motivadas. En la motivación están
implicados todos los aspectos de la personalidad como realidad interior ya sean
positivas (deseos, conocimientos), ya sean negativos (miedos, aversiones) o como
lazos emocionales con el medio ambiente.

El hombre emocionalmente maduro es adecuadamente controlado. No per-


mite que un impulso se convierta inmediatamente en acto. Lo pone bajo la
dirección de la razón y de la voluntad. A veces, lo ejecuta en contra de las resis-
tencias. El control es adecuado, equilibrado, no es rígido, constrictivo, excesivo.
Un control excesivo y cuánto más excesivo hace que los afectos sean más pobres
(pobreza afectiva) en intensidad, variabilidad y modulación. No es débil. Un
control débil y cuánto más débil (labilidad emocional) hace que sea menor la
variabilidad y modulación y mayor la intensidad de estallidos afectivos masivos.

La labilidad emocional está caracterizada por la variación caprichosa del


sentimiento vital. Se exterioriza mediante una manera particular comúnmente
llamada "genio lunático". El genio lunático es indulgente y tolerante con sus
cambios de humor. No está regulado por criterios de objetividad. No tiene con-
ciencia de la responsabilidad. No se siente obligado a ser imparcial. En la "buena
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 66

luna" se muestra favorable a su ambiente, es generoso, generosidad caprichosa,


hasta puede perdonar los agravios.
La inaceptación del yo se fundamenta en la insuficiencia de las experiencias
de la vida, de la capacidad representativa y del poder de juicio frente a los
valores objetivos. Es un fenómeno subjetivo producido por la relación entre la
aspiración y el éxito.

5.1.9. La afectividad en el Rorschach


El significado de cada una de las variables está ilustrado por lo que dicen
autores tales como Rorschach, Klopfer, Beck, Rapaport, Piotrowki, Loosli Uste-
ri, Bates Ames, Beismann, Bohn, Alcock, Exner. Desde Rorschach hasta Exner
hay unanimidad en los autores al afirmar que entre el color cromático y la afecti-
vidad hay una relación. Serebrinsky (1948, pág. 85) dice: "Sobre la significación
de estas respuestas existe unanimidad entre todos los autores, bien que expresen
sus ideas en términos algo diferentes".

Rorschach (1964, pág.94) dice: "Siempre hemos sabido que existen íntimas
relaciones entre los colores y la afectividad. De una persona de ánimo sombrío, se
dice que "lo ve todo negro", mientras que la de humor alegre "lo ve todo de color
rosa". En otro lugar, (pág. 92): "La significación sintomática de las respuestas
de color permite determinar la afectividad". Para Beck (1968) la importancia de
las respuestas de color está en la parte de la personalidad que allí se refleja, a
saber, los sentimientos del individuo dirigidos hacia el mundo exterior. Es evi-
dente que la relación entre el color y la afectividad no es un descubrimiento de
Rorschach. Hay pruebas de que ello era conocido en las primeras etapas de la
civilización. Las respuestas de color se relacionan con la sensibilidad del indivi-
duo a los hechos y a las cosas que le afectan vivamente, en general, a las gentes
normales de un mismo grupo cultural.

Según Klopfer (1966, pág. 148) "las clasificaciones del color vinculan, en
general, con la extensión y naturaleza de la responsividad del individuo a los
estímulos provenientes del ambiente. Por lo general, se presupone que estos estí-
mulos se encuentren en el área de las relaciones interpersonales y que, por tanto,
las respuestas de color han de ser interpretadas para señalar cómo reacciona el
individuo al impacto emocional de las relaciones con otras personas". Para Loos-
li Usteri (1965, pág. 148): "Una de las inestimables cualidades del material del
test de Rorschach es la de provocar reacciones afectivas auténticas, en lugar de,
como lo hacen los cuestionarios, limitarse a pedir la opinión del sujeto sobre su
propia afectividad, opinión que forzosamente a de ser subjetiva". La reacción
afectiva depende del carácter del estímulo. Si tiene partes distinguibles, provo-
cará sobre todo sentimientos aislados; mientras que si tiene partes que poseen
características comunes, provocará una reacción afectiva difusa.

Bohm (1977, pág. 72) dice: "En las respuestas de color (todas las categorías)
puede leerse la afectividad del Pr.”.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 67

Exner (1974, pág. 77) dice: "Las respuestas de color en el Rorschach pueden
ser demoradas y organizadas, como en el caso de las respuestas FC, o pueden
tener una implicación más abiertamente emocional, como en el caso de las res-
puestas CF, C, Cn.

5.1.9.1. Significado de las respuestas FC


Rorschach (1964, pág. 188) dice: "Las respuestas de FC representan la ca-
pacidad de relación y adaptación afectiva propiamente dichas, una especie de
sintonía entre la adaptación afectiva y la intelectual. En términos generales,
caracterizan al individuo sano, bien adaptado y capaz de nuevas adaptaciones".
Lo indicado por Rorschach es asumido por todos los autores. Bohm (1977,
pág. 72) dice: "las FFb+ son expresión de aquel sentimiento que toma en con-
sideración el objeto y simultáneamente permanece bajo un cierto control de la
razón; se obtienen así dos valores sintomáticos; por un lado se aprecia el con-
tacto afectivo, la capacidad de relación, la ligazón al objeto, la adaptación del
sentimiento a la situación y a los intereses del objeto; por otro, el control de
la inteligencia, que contiene el sentimiento dentro de los límites moderados, el
freno en el sentido de autodominio".

Para Beck (1968) las FC representan una fase en el desarrollo del individuo;
denotan que los sentimientos de la persona están a tono con los sentimientos de
los demás; indican comprensión, adaptación, i.e., están en consonancia emocio-
nal con el mundo; indican simpatía, sentir el aspecto emotivo de las personas o
cosas, sentir que el punto de relación son los demás. Rapaport (1959, pág.217)
dice: "FC representa la armonía de los afectos y la atención a la realidad, en-
trañando cierta aptitud para un apropiado despliegue afectivo, para establecer
relaciones interpersonales firmes y genuinas y vínculos afectivos, para adaptarse,
para empatizar con las implicaciones afectivas de las situaciones cotidianas".

Según Klopfer (1966, pág. 148): "las FC indican responsividad controlada,


pero dispuesta al impacto emocional. Esta responsividad controlada implica que
una persona es capaz de reaccionar de modo apropiado a las exigencias emocio-
nales de la situación, que puede llevarse con los otros. Se ha mostrado que FC es
un modo de los signos más confiables de una buena adaptación. Para Bates Ames
(1972, pág. 99): "Las interpretaciones FC se evalúan como un índice de la afec-
tividad de adaptación, o por lo menos, de deseo de adaptación afectiva". Endara
(1976, pág. 134) dice: "FC es un índice de la disposición afectiva biológicamente
necesaria, es decir, expresión de la capacidad para el acercamiento afectivo hacia
el ambiente. Capacidad de contacto, de adaptación, de voluntad de adaptación".

Según Loosli Usteri (1965) cuanto más viva es la reacción al color, más fuerte
y poderosa es la afectividad del sujeto; cuanto más fuerte sea el factor formal
en las interpretaciones, más controlada y mejor adaptadas serán las reacciones
afectivas. Para Portuondo (1976, pág. 140) "las FC indican el buen contacto
afectivo, la adaptación del sentimiento a la situación y también el control afectivo
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 68

o cierto autodominio. Resultan un fuerte índice de la normalidad mental". Exner


(1978, pág. 143) dice: "La FC refleja la descarga afectiva, que está más controlada
y/o dirigida por elementos cognitivos que las respuestas CF o C".

5.1.9.2. Significado de las respuestas CF


Rorschach (1964, pág. 45) dice: "Las respuestas CF han demostrado ser ín-
dices de la inestabilidad afectiva, la irritabilidad, la sensibilidad y también la
sugestionabilidad".."Las CF corresponden a una afectividad que ya no es adap-
table, por más que con frecuencia persista un poderoso afán de adaptación". Los
autores asumen la interpretación de Rorschach. Klopfer (1966, pág. 149) dice:
"Las CF representan una actividad poco controlada a los estímulos sociales, pe-
ro sin embargo, apropiada y genuina. El estímulo influye a tal punto sobre el
individuo que éste se vuelve impulsivo".

Beck (1968) indica que las CF son características de la actividad menos


impulsiva que C, pero aún altamente explosiva de la irritabilidad, de la suges-
tionabilidad; son señales de una integración inadecuada; responden más a lo
instintivo que a lo racional; sin embargo, suponen conciencia del mundo y una
actuación en relación con los demás; reflejan un índice de madurez en el proceso
del desarrollo en relación con la fase infantil. El individuo busca y da afecto,
pero con cierto egoísmo.

Según Bohm (1977, pág. 98) las respuestas CF son "la medida de la afecti-
vidad lábil que pretende, pero no logra, establecer una relación duradera con el
objeto". En otro lugar (pág. 253), dice: "Son un indicador de la sugestibilidad".
Hablando de la afectividad lábil comenta (pág.,252): "es sometida a inquietas
fluctuaciones que sin mesura y sin una detenida consideración de la situación,
se precipita hacia su fin y cada día reacciona de un modo diferente". En opinión
de Rapaport (1965, pág. 218) "CF denota una impulsividad no excesivamente
inapropiada; una reactividad afectiva poderosa, allí dónde las consideraciones
lógico racionales tienden a perder eficacia; una escasa tolerancia dilatoria en la
satisfacción de los impulsos y, en consecuencia, tendencias narcisistas".

Loosli Usteri, Beizmann, Bell, Salas, Endara, Alkock, Tranque García, Por-
tuondo, concuerdan con las opiniones indicadas, aunque las expresen con ma-
tizaciones distintas. Exner (1974, pág. 77) dice: "Las respuestas en que domina
el color manifiestan un descuido o relajación excesivos de control cognitivo, en
que la actividad mental del sujeto está invadida y, al menos temporalmente,
controlada por la emoción".

5.1.9.3. Significado de las respuestas de C Pura


Rorschach (l954, pág.45) dice: "Cuanto más numerosas sean las C, tanto ma-
yor será la tendencia a los actos impulsivos”. (pág., 95), dice: “Las respuestas
C indican la impulsividad, en la que ya no existe la tendencia a la adaptación”.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 69

(pág. 96): “Los impulsos constituyen el grado máximo de la inestabilidad emo-


cional". Los autores concuerdan con lo expresado por Rorschach. Según Beck
(1968) las C corresponden a una emoción no controlada, es un modo de res-
ponder infantil, normal en los niños; en el adulto indicaría descontrol de los
impulsos, accesos de rabia, escisión entre inteligencia y afecto.

Para Bohm (1977, pág. 253) las C puras son "expresión de la afectividad
impulsiva, cuya finalidad única es la descarga de los afectos y que ya no pre-
tende la ligazón y adaptación afectivas al ambiente. El probando debe crear el
ambiente por sí mismo". En opinión de Rapaport (l959, pág. 218) las C puras
revelan "falta de control de los afectos; un pensar patológicamente autista; la
posibilidad de violentos estallidos no controlados por consideraciones realistas;
y, en ciertas circunstancias, hasta impropiedad de los afectos, allí dónde éstos
vienen y se van sin referencia a la situación inmediata de la realidad". Según
Klopfer (1966) reflejan la afectividad explosiva no controlada y las Cn, intentos
sin éxito de manipular una situación emocional con medios mágicos más que
realistas.

Exner constata la presencia de C pura en los grupos de pacientes y en ni-


ños de 5 y 6 años y, en una frecuencia elevada, en los de 8 a 10 años y dice:
(1994, pág.437), "significa un fallo en la modulación de un impulso, puede indicar
labilidad, entendiendo por ello que la persona es incapaz de atemperar cogni-
tivamente la descarga a causa de la gran intensidad de la experiencia afectiva,
pero puede ser también señal de que el sujeto ha tomado la decisión de dejar
libre el impulso, en lugar de tomarse el trabajo de modularlo. En cualquier ca-
so, la respuesta C Pura se corresponde con conductas emocionales básicamente
carentes de control"

5.1.9.4. Significado de la proporción FC:CF+C


Rorschach (1964, pág. 95) dice: "Al ir en aumento el número de las CF y las
C particularmente si sobrepasan la cantidad FC quizá pueda conservarse una
fuerte tendencia a la empatía. Sin embargo, las cargas afectivas inadaptadas
superan a tal punto a las adaptables, que aún estando dominados por el deseo
de adaptarse y de alcanzar una relación empática con el prójimo, los individuos
de esta especie, exigen que éste se les adapte a su vez y los comprendan. No son
capaces de simpatizar comprensivamente con el prójimo sino que son exigentes,
egoístas, egocéntricos".

Lo que dice Rorschach en relación con la proporción indicada es acepta-


do por los autores. Para Klopfer (1966, pág. 152) "cuando FC es mayor que
CF+C, pero estas últimas clasificaciones están representadas por algunas res-
puestas, el individuo es capaz de ejercer control sobre sus impulsos y emociones.
Tal persona, ordinariamente, es capaz de responder con sentimientos y acciones
apropiadas y genuinas a su ambiente social. Si CF+C se hallan ausentes o casi
ausentes, el control es excesivo y las respuestas socializadas (representadas por
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 70

FC) tienden a ser superficiales". Loosli Usteri (1965, pág. 76) dice: "Se estima
que un sujeto alcanza su madurez afectiva cuando da más FC que entre CF+C
reunidas (FC>CF+C)".

Según Bohm (1977, pág. 254) "si predominan las FFb sobre las (FbF + Fb)
o sea, el tipo de color desviado a la izquierda, la afectividad se halla estabilizada
y equilibrada... en el tipo desviado a la derecha, la afectividad es inadaptada,
lábil e impulsiva". En opinión de Beizmann (1968, pág., 201) "es normal que en
un niño... las reacciones cromoestésicas difieran de las del adulto y se expresen
en el Rorschach por una insuficiencia marcada de FC en favor de un número
relativamente más elevado de CF y sobre todo de C puros (se caracterizan por
la fórmula FC<CF+C)".

Los autores concuerdan en señalar que la relación FC:CF+C refleja el grado


de modulación de las descargas y de los intercambios emocionales deliberada-
mente iniciados o cesados. En una iniciación deliberada, no significa necesaria-
mente que los sujetos controlen la intensidad hasta el final. La modulación de
los adultos y la de los niños es diferente. El valor interpretativo depende de la
cantidad de las variables. Exner (1974. pág. 39) dice: "Cuando la frecuencia de
respuestas CF, C o Cn se aproxima o es mayor que la frecuencia de respuestas
FC, es grande la posibilidad de que surjan comportamientos lábiles. Por el con-
trario, cuando el protocolo está marcado por la ausencia de respuestas CF o C
ha de plantearse seguramente la cuestión de un control excesivo".

5.1.9.5. Valores de la proporción FC:CF+C


Se indican solamente los señalados por Exner. Son los siguientes:
FC>CF+C como 2:1 y C=0, en los adultos, es lo esperado. Representa a
personas que casi siempre modulan sus descargas emocionales.
FC>CF+C como 2:1 y C>0 representa a personas que se esfuerzan por
modular, pero que tienen fallos frecuentes y graves. Conviene examinar en dónde
aparecen y de qué están acompañadas.
FC>3(CF+C) o CF+C=0 sugiere hípercontrol en las descargas emocionales
o en los intercambios. Son sujetos que tienen miedo a expresar sus emociones.
Conviene comprobar si la variable C’ es alta. Si es alta, el control resulta refor-
zado.

CF+C>FC+1 y C=0, corresponde a sujetos que expresan sus afectos espon-


tánea y relajadamente.
CF+C>FC+2 y C>1 corresponde a sujetos impulsivos en los intercambios o
en las descargas emocionales; corresponde a sujetos que no modulan la expresión
de sus emociones, son similares a los niños. A mayor diferencia de puntos, mayor
descontrol, mayor intensidad y falta de modulación en las descargas afectivas
y en los intercambios. Si hay C’>2, hay un intento de neutralizar la labilidad,
mediante el bloqueo o constricción (internalización).
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 71

El descontrol, aquí indicado, es emocional. El indicado en el Tema de Control


y Tolerancia al Estrés (AdjD<0) es general.

5.1.9.6. Significado de Afr


Afr refleja la responsividad emocional. Las respuestas dadas en las láminas
cromáticas se relacionan con la Proporción Afectiva. Esta variable es posterior
a Rorschach. La propuso Klopfer. Klopfer (1972, pág. 191) dice: "el porcentaje
de las respuestas de las últimas láminas VIII, IX y X parece indicar una res-
ponsividad a los estímulos exteriores menos sometida al control consciente del
sujeto que el empleo de los elementos del movimiento". En términos generales
los autores asumen este criterio. Según Beck (l968), informa acerca de la sen-
sibilidad del sujeto frente al estimulo doloroso. Los valores medios que oscilan
entre 40 60 indican facilidad para provocar experiencias agradables. Sobre 60,
relajación afectiva. Inferior a 40, inhibición de la afectividad.

Beizmann (1968, pág. 234) dice: "La baja productividad en las tres últimas
láminas coloreadas, en el caso en que las respuestas fueran inferiores al tercio
de las respuestas totales del protocolo, hace presumir en el sujeto, además de
la existencia de un choque al color, dificultades de adaptación afectiva en sus
relaciones con el mundo exterior". Según Alcock (1965, pág. 99): "Las repuestas
a las últimas láminas habitualmente constituyen del 30 al 40 por ciento del total.
Menos de un 30 por ciento refuerza la proporción del lado del movimiento, o
sea, la tendencia llamada introversiva. Un porcentaje mayor de 40 aumenta las
anotaciones extratensivas".

Exner (1978. pág. 149) dice: "Evidentemente, cualquier combinación de un


exceso de control o de su falta, más una responsividad elevada o deficiente,
puede generar un desajuste potencial, y toda descripción de la personalidad o
planificación de tratamiento que se haga a partir de los datos del Rorschach
deberían centrarse en ambos caracteres como entidades separadas pero psicoló-
gicamente relacionadas". En otro lugar, (pág. 197), dice: "El estilo u operación
que representa la Proporción Afectiva parece implicar receptividad psicológica
a estímulos emocionales. Refleja tendencia o expectativa para procesar estos es-
tímulos en operaciones cognitivas, y el procesamiento en si mismo se convierte
en una forma de respuesta, que parece servir de estímulo a otras respuestas".

- Afr<0.50, poco interés por procesar estímulos emocionales.


- Afr<0.40, una tendencia a rehuir la estimulación emocional, la incomodi-
dad ante las emociones, retraimiento social, aislamiento. En estos casos, con-
viene revisar las variables relacionadas con estas tendencias (T=0, Aislamiento,
FD). Una combinación de hiperresponsividad con descontrol emocional aumen-
ta las posibilidades de descontrol. Una combinación de baja responsividad con
hípercontrol añade significación al hípercontrol o lo neutraliza. Depende de las
variables que aparezcan.
Afr no se relaciona directamente con el control afectivo. Cualquier combina-
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 72

ción de híper control o descontrol con una hiperresponsividad o evitación refleja


problemas en la afectividad, crea conflictividad emocional.

5.1.9.7. Significado de la Extratensividad


El Extratensivo, según Rorschach (1964) tiene una inteligencia estereotipa-
da, una afectividad más lábil, un ambiente más extenso, relaciones interpersona-
les más superficiales. Los autores asumen las aseveraciones de Rorschach. Para
Rapaport (1951) el extratensivo se caracteriza por la presencia de intensos im-
pulsos y afectos, por una adaptación básicamente pobre, sobre todo cuando M
está ausente. Serebrinsky (1948) indica que se orienta hacia la acción. El interés
principal radica en lo concreto, lo material, lo inmediato.

Klopfer (1966) opina que tiende a ser estimulado desde fuera, puede ser una
persona bien adaptada, capaz de responder a los estímulos externos en función:
a), de la expresión emocional manifiesta, o b), de la intensidad del sentimiento,
o c), de un sometimiento pasivo a las exigencias externas.
Exner (1994) sugiere que los extratensivos (M<SumPondC) mezclan, du-
rante sus actividades, los sentimientos con el pensamiento para solucionar sus
problemas; sus actividades son imprecisas, poco lógicas, están marcadas por la
ambigüedad; les gusta la actividad de ensayo y error y toleran mejor sus errores;
son más lábiles en las descargas emocionales; utilizan las relaciones interperso-
nales como fuentes de obtención de gratificación; cometen más errores, pero
consiguen más aciertos que los introvertidos.

5.1.9.8. Significado de Ambitendencia


Exner, además del intratensivo y del anterior, propone el Ambitendente
(M:SumPondC). El ambitendente no tiene una forma definida de manejar los
datos de la realidad, es vacilante, gasta mucha energía, es incoherente, tiene
una conducta imprevisible. Unas veces procesa afecto, otras utiliza la ideación.
Comete más errores y consigue menos aciertos.

M=0 y SumC=0 sugiere que la persona está paralizada en lo emocional y en


lo ideacional, está coartada. En lo afectivo, restringe al máximo el intercambio
emocional y en lo ideacional, restringe al máximo la reflexión. La parálisis cons-
tituye un esfuerzo defensivo para protegerse de los estímulos externos perturba-
dores. La parálisis puede estar presente al mismo tiempo que la impulsividad.
La persona, al no tener los recursos para organizarse, sobrevive y, ante presiones
agobiantes, es posible que se desorganice.

5.1.9.9. Significado de EBPer


Un EBPer positivo refleja rigidez. La rigidez resta eficacia en el proceso de
la adaptación.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 73

5.1.9.10. Significado de S
El oposicionismo, el negativismo en el Rorschach está representado por el
símbolo S. Para Rorschach (1961, pág. 45) las respuestas S "traducen siempre
cierta tendencia oposicionista”. Los autores están de acuerdo con esta inter-
pretación. Para Klopfer (1966, pág.144) la S "se relaciona con una tendencia
oposicionista en la esfera intelectual, relacionándose el grado de negativismo o
terquedad al modo como es usado". Según Rapaport (l976, pág. 207) la S "revela
un inclinación a invertir el sentido o significación de las situaciones en la vida
cotidiana; dicho en otras palabras, expresa negativismo, testarudez, hesitación
o hasta suspicacia". Para Rausch Traubenberg (1977 pág. 50) "la valoración
del aspecto positivo de Dbl no nos hace olvidar que se trata de oposición a la
consigna y a la fuerza sugestiva del estímulo". Bohm (1977, pág. 65) dice: "son
sencillamente una expresión de la agresividad".

En opinión de Ames (1972, pág. 81) las respuestas S "ordinariamente se


aceptan como indicaciones de tendencias de oposición aunque esto nunca se ha
podido comprobar adecuadamente por los hallazgos clínicos". Para Loosli Usteri
(1965, pág. 49) Si las S "se combinan con el tipo de resonancia íntima extratensi-
vo, indican oposición hacia afuera, hacia el mundo exterior; se manifiesta como
negativismo. . . Combinadas con el tipo de resonancia ambigual, la tendencia
oposicionista se dirige contra la vida consciente del sujeto y tendremos entonces
escepticismo, duda...Combinadas con el tipo de resonancia íntima intratensivo,
la oposición parece dirigirse hacia el fondo de la personalidad del propio sujeto;
tendremos entonces constante desconfianza".

Exner (1978, pág. 30) dice que las respuestas S pueden ser interpretadas
"como indicativas de alguna forma de negativismo o rasgos oposicionistas, lo
cual puede considerarse saludable o útil dependiendo de la frecuencia de S y de
otras características del protocolo".
- S<2 es lo esperado, refleja autoafirmación. Corresponde a personas que
saben decir no, saben defender sus posturas, hacen esfuerzos para mantener su
autonomía.
- Si S=3 y las 3 S se encuentran en las dos primeras láminas, el negativismo
está activado en esa situación, es situacional.
- Si S=3 y una de las 3 S se encuentra después de la lámina II, se manifiesta
una tendencia al negativismo, un antagonismo hacia el medio ambiente.
- S>3 y todas las S aparecen en las tres primeras láminas, refleja una ten-
dencia clara a la rabia y a la oposición, una hostilidad hacia el medio ambiente.
- S>3 y una S aparece después de la lámina III, refleja una actitud clara-
mente rabiosa y negativa, una hostilidad hacia el medio ambiente. Se trata de
personas iracundas, poco tolerantes que siempre están enfadas. Es un estilo de
comportamiento que dificulta las relaciones sociales
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach, es
procedente añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿La modula-
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 74

ción de la afectividad de los D es diferente de los ID y de los NP de Exner?, tres


más: ¿La modulación de la afectividad de los D es diferente de los ID y de los
NP de Exner?; ¿la modificación producida por el incremento de las 7 Variables
es significativa?; ¿la modificación producida por la reducción de protocolos es
significativa?. Se responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

5.2. Hipótesis
1. En los Estadísticos Descriptivos, las diferencias entre D-ID, D-NP, DC-
IDR y DC-NP son significativas.
2. En las Variables Estructurales, las diferencias entre D-ID y DC-IDR son
significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-
cativa.
4. La modificación producida por la reducción de protocolos no es significa-
tiva

Para comprobar las Hipótesis se utiliza la muestra, el procedimiento y los cálcu-


los ya especificados en el Capítulo Segundo.

5.3. Resultados. Análisis de resultados


5.3.1. Estadísticos Descriptivos
5.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar si la modulación de las manifestaciones de la afectividad de
los D es significativamente diferente, se utilizan las variables que la reflejan: FC,
CF, C, Afr, S y M:SumPondC. Los resultados están indicados en las Tablas 1 y
2 del Capítulo 12. No están transcritos los de Exner.
La visualización de los datos sugiere que las manifestaciones afectivas de
los D son más relajadas que las de los no ID y, por supuesto, mucho más
que las de los adultos no pacientes de Exner.

5.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son significativas


Para comprobar si la modulación de las manifestaciones de la afectividad de
los DC es significativamente diferente, se utilizan las variables que la reflejan:
FC, CF, C, Afr, S y M:SumPondC.
Se calculan los Estadísticos Descriptivos de los grupos. Los resultados están
indicados en las Tablas 3 y 4 del Capítulo 12. No están transcritos los de Exner.
La visualización de los datos sugiere que los resultados son muy similares
a los anteriores.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 75

5.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente diferentes


Para comprobar si las afirmaciones son correctas se comparan mediante la t
de Student las medias de las Variables Paramétricas y mediante la U de Mann-
Whitney para la igualdad de medias las Variables no Paramétricas. Los datos
no se transcriben, se indican los resultados en la siguiente tabla.
Tabla 5. t de la media de las Variables Paramétricas y U de las no Paramé-
tricas de 58 D, 78 ID, 40 DC, 39 IDR y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, como 2º; los DC, como 3º; los IDR, como 4º
y los NP, como 5º.
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
FC ** ** ** ** SumPondC ** ** - **
CF ** - - - M - - - **
z de C - - - ** Afr - ** - **
FC+CF+C ** - - ** S - - - **
** La diferencia es significativa
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Los D y ID registran 4 diferencias estadísticamente significativas de las 8
variables estudiadas. Los D y los NP registran 6 de las 8. Estos resultados
comparados con los encontrados en DC y IDR no son iguales, los actuales
registran tan sólo 1. Entre los DC y los NP hay 7 de las 8 analizadas,
una más. Estos resultados sugieren que el grado de modulación de las
manifestaciones afectivas de DC y de IDR, en esas cuatro variables, será
significativamente diferente.

5.3.2. Variables Estructurales


5.3.2.1. Grado de la modulación de los afectos
El grado de modulación de la afectividad está reflejado en la proporción
FC:CF+C. Va desde el hípercontrol hasta el descontrol. Para conocer el grado
de modulación se buscan los porcentajes correspondientes a cada variable.
Tabla 6. Porcentaje de las variables que reflejan la modulación de la afecti-
vidad de 58 D y 78 ID, de 40 DC y 39 IDR.
Variables D ID DC IDR Variables D ID DC IDR
FC=0 15 32 10 31 CF=1 22 34 22 23
FC=1 24 29 25 25 CF>1 62 45 62 61
FC>1 60 38 65 43 C>0 29 28 22 28
CF=0 15 20 12 15

Según los resultados encontrados, los D tienen el 39 % de FC<2, el 62 %


de CF igual o mayor que dos y el 29 % de C>0, cuando lo esperado para
un adulto no paciente en la proporción de FC:CF+C es como 2:1 y C=0;
esto sugiere que la modulación reflejada será distinta de la esperada.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 76

Los ID tienen el 61 % de FC<2, el 45 % de CF>1 y el 28 % de C>0, cuando


lo esperado para un adulto no paciente en la proporción de FC:CF+C es
como 2:1 y C=0; en igual forma, la modulación reflejada será distinta de
la esperada. No obstante, entre los dos se constata una diferencia signi-
ficativa en FC<2 (39 %-61 %) y en CF>1 (45 %-28 %). Esto sugiere que
los ID tienen más sujetos con una modulación de los afectos distinta de lo
esperado.
Los DC tienen el 35 % de FC<2, el 62 % de CF>1 y el 22 % de C>0, cuando
lo esperado para un adulto no paciente en la proporción de FC:CF+C es
como 2:1 y C=0; en igual forma, la modulación reflejada será distinta de
la esperada.
Los DR tienen un resultado distinto en FC<2 (28 %), en CF (64 %) y en
C>0 (33 %) que los IDR 58 %, 61 % y 28 %. Esto sugiere que hay una
diferencia en la modulación.

Para comprobar si el grado y la modulación son distintos de lo esperado, se


examinan las variables de la proporción FC:CF+C. Luego se examina Afr, S
y M:SumPondC. Se buscan los porcentajes. Se transcriben los resultados del
Estudio anterior y se indican los encontrados en la modificación en la siguiente
tabla.
Tabla 7. Porcentaje de las variables que reflejan el grado de modulación de
58 D y 78 ID, 40 DC y 39 IDR.
Variables D ID DC IDR Variables D ID DC IDR
FC>3CF+C 7 5 7 5 Afr<0.40 22 29 20 36
FC>CF+C+1 26 23 25 20 S>3 34 43 30 46
FC>CF+C+2 3 2 7 5 SumPondC>M 8 7 19 13
CF+C>FC+1 48 46 49 41 EBPer Posit 7 5 16 10
CF+C>FC+2 15 16 11 25 Ambiguales 57 52 47 36
FC y CF+C=0 0 6 0 2
Conviene advertir que los protocolos que no cumplen la exigencia, tales como
FC=1, CF=1 y C=0; FC=0, CF=1 y C=0 y otros similares, fueron clasificados
como CF+C>FC+1. En igual forma, los que tienen FC=2, CF=1 y C=0; FC=1,
CF y C = 0 y otros similares, fueron clasificados como FC>CF+C+1
Pues bien, tal como quedó indicado, el grado de modulación va desde el
hípercontrol hasta el descontrol impulsivo y la ausencia.

5.3.2.2. Modulación hipercontrolada


En esta variable los datos son muy bajos. No obstante, según los resultados
encontrados, el 7 % de los D, el 5 % de los ID, el 7 % de los DC y el 5 % de
los IDR tienen CF+C=0 y FC mayor que tres. Son personas que tienden a
supercontrolar las descargas emocionales o los intercambios, son personas
que tienen miedo a expresar sus emociones.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 77

Entre D-ID (7 %-5 %) hay 2 puntos de diferencia y entre los DC y los


IDR (7 %-5 %) 2 puntos, las dos diferencias no son significativas. Entre
los D-DC (7 %-7 %), los DC ni suben, ni bajan. El incremento de las 7
Variables ni incrementa, ni disminuye los sujetos hipercontrolados. En la
reducción de protocolos, ni siquiera hay diferencia, los porcentajes son
iguales (5 %-5 %). El efecto de la reducción es nulo.

5.3.2.3. Modulación adecuada


El 29 % de los D, el 25 % de los ID, el 32 % de los DC y el 25 % de los IDR
siempre o casi siempre modulan las descargas emocionales. En los adultos,
esto es lo esperado (FC>CF+C como 2:1 y C=0).
En los resultados encontrados entre los D-ID (29 %-25 %) la diferencia de
4 puntos y entre los DC-IDR (32 %-25 %) la diferencia de 7 puntos no son
significativas. Entre el 29 % de los D y el 32 % de los DC, el porcentaje
de los DC se incrementa 3 puntos. El incremento de las 7 Variables in-
crementa un 3 % los sujetos que modulan adecuadamente la afectividad.
Los resultados de los ID y de los IDR son iguales (25 % y 25 %). En la
reducción de los casos, el impacto es nulo.

5.3.2.4. Modulación relajada


El 48 % de los D, el 46 % de los ID, el 49 % de los DC y el 41 % de los
IDR expresan espontánea y relajadamente sus afectos, pero tiene fallos
frecuentes y graves (CF+C > FC +1 y C>0).
La diferencia de 2 puntos entre D y ID y la diferencia de 8 puntos de DC
y de IDR (49 %-41 %) no son significativas. Entre los D (48 %) y los DC
(49 %), los DC suben un punto. El incremento de las 7 Variables incre-
menta en un 1 % los sujetos que expresan espontánea y relajadamente sus
afectos. En la reducción de casos, entre ID-IDR (36 %-41 %) la diferencia
de cinco puntos no es significativa.

5.3.2.5. Modulación impulsiva


El 15 % de los D, el 16 % de los ID, el 11 % de los DC y el 25 % de los
IDR son impulsivos en los intercambios o en las descargas emocionales; no
modulan la expresión de sus emociones, su comportamiento es similar al
comportamiento de los niños (CF+C>FC+2 y C>1). A mayor diferencia
de puntos, mayor descontrol, mayor intensidad y falta de modulación en
las descargas afectivas y en los intercambios.
La diferencia de un punto entre D-ID (15 %-16 %) y la de 14 puntos en-
tre DC-IDR (11 %-25 %) es notable, pero no es significativa. Entre D-DC
(15 %-11 %), los DC bajan 4 puntos. El incremento de las 7 Variables dis-
minuye en un 4 % los sujetos impulsivos. En la reducción de casos, entre los
ID (16 %) y los IDR (25 %) los 9 puntos de diferencia no son significativos.
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 78

5.3.2.6. Modulación ausente


En los D y en los DC ningún caso tiene 0FC:0CF+C. Los ID presentan un
6 % y los IDR, un 2 %. ¿El tener un cero significa que no tienen afectividad
y por eso no la manifiestan?, ¿o que está tan atrofiada que no reaccionan
ante la estimulación?.

5.3.2.7. Los dependientes rehuyen la estimulación


El 22 % de los D, el 29 % de los ID, el 20 % de los DC y el 36 % de los IDR
manifiestan una tendencia a rehuir la estimulación emocional, una incomo-
didad ante las emociones, retraimiento social, aislamiento. Estas personas
evitan la estimulación emocional, intentan no ser provocados afectivamen-
te, tienden a retraerse de los estímulos afectivos, tienen la sensación de
que si se ven implicados van a tener sentimientos dolorosos (Afr<0.40).
En los D-ID la diferencia de 7 puntos y entre los DC (20 %) y los IDR
(36 %) la diferencia de 16 puntos no son significativas. Entre los D-DC
(22 %-20 %) los DC bajan 2 puntos. El incremento de las 7 Variables dis-
minuye en un 2 % los sujetos que rehuyen la estimulación emocional. En la
reducción de casos entre los ID-IDR (29 %-36 %) la diferencia de 7 puntos
no es significativa.
Ningún caso presenta una combinación de baja responsividad con híper-
control.

5.3.2.8. Son oposicionistas


El 34 % de los D, el 43 % de los ID, el 20 % de los DC y el 36 % de los
IDR tienden al negativismo, al oposicionismo (S>3), o son oposicionistas
(S>3). Se trata de personas iracundas, poco tolerantes que siempre es-
tán enfadas Es un estilo de comportamiento que dificulta las relaciones
sociales.
La diferencia de 9 puntos de los D-ID (34 %-43 %) y la de 16 puntos de
los DC-IDR (20 %-36 %) no son significativas. Entre los D (34 %) y los DC
(36 %) los DC suben 2 puntos. La influencia de las 7 Variables incrementa
en un 2 % los oposicionistas. En la reducción de casos, entre los ID y los
IDR (43 %-36 %) la diferencia de 7 puntos no es significativa.

5.3.2.9. Son extratensivos


Para poder determinar quienes son extratensivos y quienes son ambiten-
dentes o ambiguales es necesario que EA sea mayor que tres. El 8 % de D,
el 7 % de los ID, el 19 % de los DC y el 13 % de los IDR cumplen la exigen-
cia, son extratensivos. Estas personas mezclan, durante sus actividades,
los sentimientos con el pensamiento para solucionar sus problemas; sus ac-
tividades son imprecisas, poco lógicas, están marcadas por la ambigüedad;
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 79

les gusta la actividad de ensayo y error y toleran mejor sus errores; son
más lábiles en las descargas emocionales; utilizan las relaciones interper-
sonales como fuentes de obtención de gratificación; cometen más errores,
pero consiguen más aciertos que los introvertidos.

Entre el 8 % y el 7 % de los D-ID apenas hay un punto y entre el 19 % y


el 13 % de los DC-IDR hay 6 puntos, las diferencias no son significativas.
Entre los D-DC, los DC presentan un incremento de 11 puntos (8 %-19 %),
es apreciable, pero no es significativo. El incremento de las 7 Variables
incrementa un 11 % los sujetos extratensivos. En la reducción de casos,
entre los ID-IDR (13 %-7 %) hay una disminución de 6 puntos, el cambio
no es significativo.
Entre el 8 %, el 7 %, el 19 % y el 13 % vs el 44 % de los adultos no pacientes
de Exner, las diferencias son significativas.

5.3.2.10. Son extratensivos rígidos


El 7 % de los D, el 5 % de los ID, el 16 % de los DC y el 10 % de los IDR
tienen EBPer Positivo. Son los extratensivos rígidos. La rigidez les resta
eficacia en el proceso de la adaptación.

La diferencia de 2 puntos entre D-ID y la de 8 entre DC-IDR (16 %-10 %)


no son significativas. Entre los D-DC (7 %-16 %), los DC incrementan 9
puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa el 9 % de extratensivos
rígidos. En la reducción de casos (10 %-5 %) hay 5 puntos, el cambio no es
significativo.

Entre el 7 %, el 16 %, el 10 % vs. el 14 % de los adultos no pacientes, las


diferencias no son significativas.

5.3.2.11. Son ambitendentes


Entre los ambitendentes o ambiguales hay 4 de los ID y ninguno de los D
que tienen EA<3. Otros autores, a estos casos, los denominan coartados.
Incluidos estos casos, el 57 % de los D, el 52 % de los ID, el 47 % de los
DC y el 46 % de los IDR son ambitendentes. El ambitendente no tiene
una forma definida de manejar los datos de la realidad, es vacilante, gasta
mucha energía, es incoherente, tiene una conducta imprevisible. Unas veces
procesa afecto, otras utiliza la ideación. Comete más errores y consigue
menos aciertos.
Los 5 puntos de diferencia entre los D-ID (57 %-52 %) y los 9 entre DC-IDR
(47 %-46 %) no son significativas. Entre D-DC (57 %-47 %) los DC reducen
10 puntos. El incremento de las 7 Variables producen una disminución
del 10 % de los ambiguales. En la reducción de casos (52 %-36 %) hay 16
puntos, la diferencia es notable, pero no es significativa (1.86, para que
sea significativa tiene que ser superior a 1,96).
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 80

Entre el 57 %, 52 %, el 47 % y el 46 % vs el 20 % de los adultos no pacientes


de Exner las diferencias son significativas.

5.4. Conclusiones
5.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas

Entre D-ID para FC, CF, FC+CF+C y SumPondC.


Entre D-NP para FC, CF, CPura, FC+CF+C, SumPondC, Afr.
Entre DC-IDR para FC.
Entre DC-NP para FC, CPura, FC+CF+C, SumPondC, M, Afr y S.

5.4.2. La hipótesis 2 no es cierta


Los D-ID y los DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significa-
tivas. Los grupos son homogéneos.
Los D-ID y DC-IDR tienden a supercontrolar las descargas emocionales o
los intercambios por miedo a expresar sus emociones (7 %-5 %; 7 %-5 %).
Siempre o casi siempre modulan más o menos adecuadamente las mani-
festaciones afectivas de acuerdo a lo esperado (29 %-25 %; 32 %-25 %).
Expresan sus afectos, más o menos espontánea y relajadamente, cometien-
do fallos más o menos graves (48 %-46 %; 49 %-41 %).
Son impulsivos en los intercambios o en las descargas emocionales (15 %-
16 %; 11 %-25 %).
Son oposicionistas, negativistas (34 %-43 %; 30 %-46 %).

No reflejan las manifestaciones afectivas (0 %-6 %; 0 %-2 %).


Evitan la estimulación emocional, sienten incomodidad ante las emociones
(22 %-29 %; 20 %-36 %).
Son extratensivos (8 %-7 %; 19 %-13 %) y algunos son rígidos (7 %-5 %;
16 %-10 %)

Son ambitendentes (57 %-52 %; 47 %-36 %).

5.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas
CAPÍTULO 5. AFECTIVIDAD 81

5.4.3.1. El incremento de las 7 Variables incrementa:


Un 3 % los sujetos que modulan adecuadamente la afectividad.
Un 5 % los sujetos impulsivos.

Un 11 % los sujetos extratensivos


Un 9 % los sujetos extratensivos rígidos

5.4.3.2. El incremento de las 7 Variables reduce:


Un 2 % los sujetos que rehuyen la estimulación emocional.
Un 4 % a los oposicionistas.

Un 10 % los ambiguales.
Un 1 % los sujetos que expresan espontánea y relajadamente sus afectos.

5.4.3.3. El incremento de las 7 Variables ni reduce, ni incrementa:


Los sujetos hipercontrolados.

5.4.4. La hipótesis 4 es cierta.


La reducción de protocolos no produce un cambio significativo. Entre los
ID-IDR, los IDR en 2 variables suben:4 y 16 puntos; en 5 bajan: 3, 5, 6, 7, 9.
puntos; y en 2 son iguales. En ninguno de estos resultados, las diferencias son
significativas.
Capítulo 6

Afectividad disfórica

6.1. Estado de la cuestión


Según la literatura, la afectividad disfórica se manifiesta en la tristeza,
decaimiento, desánimo, pesimismo, derrota, retraimiento, desvalimiento,
aislamiento, rendimiento inferior a los recursos, fuertes tensiones internas,
ansiedad, angustia, sentimientos de abandono.

Según los estudios pertinentes, la afectividad disfórica presenta tres carac-


terísticas: ansiedad- angustia, sentimientos de abandono, conflictos.

6.1.1. Ansiedad - Angustia


En general, el crecimiento se realiza en forma armoniosa, tranquila, aun-
que sea relativamente. Sin embargo, no siempre sucede así. Factores negativos
provocan ansiedad, angustia, manifestaciones distintas que proceden fundamen-
talmente de una misma cosa: un miedo sin objeto concreto. No se trata de un
miedo que surge de la amenaza de un peligro real que puede ser definido, sino
de algo vago o indeterminado, considerado como peligro amenazador. Algunas
personas, frente a esa peligrosidad, reaccionan con angustia o con ansiedad. La
ansiedad y la angustia son dos conceptos que parecen tener un denominador co-
mún: miedo a un peligro indeterminado. No obstante, la ansiedad y la angustia
son diferentes.

Según López Ibor (1963), la ansiedad se traduce como movilidad. La persona


se mueve con cierto desorden, reacciona con sobresaltos, registra síntomas de
falta de aire, sensaciones de ahogo. La angustia suele manifestarse como sobreco-
gimiento, sensaciones de opresión en la garganta, en el epigastrio, en el corazón
o en la región precordial. La persona se reclina sobre el pecho y permanece así
hasta que se pase la crisis. Vallejo Nájera (1964) tiene la misma opinión. Estima
que la angustia y la ansiedad son diferentes. La angustia es como el sustracto de

82
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 83

todas las neurosis y psicopatías. En la angustia dominan los sentimientos cor-


porales; en la ansiedad se percibe con más intensidad lo psíquico; no obstante,
las dos tienen un elemento común, el temor de algo indefinido.

Poveda (1981) estima que la ansiedad aparece en las relaciones de la persona


con lo que ella considera sus límites. Se presenta como una emoción, como un
estado. Puede estar ligada a la situación estímulo, a suscitar, o puede ser algo
característico de la personalidad del individuo que acompaña y caracteriza a
su existencia. Freud (1967) presenta a la ansiedad como un estado de tensión.
Cuando la tensión no puede ser eficazmente manejada, reduce a la persona a un
estado de desamparo infantil. Clasifica a la ansiedad en real, neurótica y moral.
Exner (1978, pág. 100) dice: "La ansiedad inhibe o fragmenta las operaciones
de concentración que se requieren para la reflexión". La ansiedad o angustia son
signos de inadaptación general. El crecimiento, dadas estas circunstancias, no
puede ser balanceado.

6.1.2. Sentimientos de abandono


El sentimiento de abandono, según Porot (Cit. por Ríos González, 1939);
consiste en la ausencia, relajación o rotura de un ligamen afectivo de apoyo que
lleva consigo, en la mayor parte de los casos, el olvido de las obligaciones mora-
les o materiales que llevaba unidas. La carencia afectiva se da cuando la madre
envía mensajes a través del mundo táctil, i.e., reacciones negativas, tales como
irritabilidad, pena, llanto y el niño contesta con rechazo. Si el niño no recibe la
sensación de ser aceptado como persona, como objeto de placer y orgullo para su
madre, reacciona con rechazo. Si la comunicación es brusca, irregular, desigual,
aparecen reacciones de angustia, ansiedad, miedo y agresividad.

En tempranas edades se pueden dar semicarencias. Estas determinan com-


portamientos alterados. Aparecen entre otras variables, rasgos de pasividad,
escasa iniciativa, uniformidad estereotipada y dependencia del observador, psi-
comotricidad retrasada. La información recibida del padre es asumida como
modelo de identificación primaria, de masculinidad (para el varón), de seguri-
dad. La carencia de tiempo, intimidad e intensidad en la comunicación provocará
una tendencia a buscar otros modelos de identificación. El padre vincula al hijo
con el medio ambiente.

El sentimiento de abandono en la escuela puede estar provocado por la ne-


cesidad de apoyos afectivos, de aprobación por el éxito, de valoración por el
esfuerzo, de necesidad, de seguridad y autoestima. El retraso escolar es una
contestación, un rechazo, una protesta de tipo afectivo en las relaciones inter-
familiares que las viven como un abandono. En el medio ambiente familiar, la
comunicación es la base del intercambio afectivo. Existen familias que "crean"
individuos necesitados de apoyo. Falla el sistema de comunicación afectiva. La
información tiene una intencionalidad muy amplia, va desde los gestos hasta
las palabras. El vacío puede desencadenar conflictos. El control es necesario. El
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 84

establecer límites, el señalar prohibiciones, según Rof. Carballo (1972) hace que
el hombre se haga hombre, i.e., se estructure en forma más rica, más compleja
y así construya su personalidad.

Spitz (1972) constata que lo complejo del contenido da margen para hablar
de síndrome de abandono o carencia afectiva. La fijación precoz de un compor-
tamiento reactivo desencadena dependencias exageradas, agresividad latente,
repliegue sobre sí mismo. Estas variables las comprobó en la situación "Hospi-
talismo". Para Guex (1950), en general, los efectos del sentimiento de abandono
son angustia, agresividad y falta de autovaloración.

6.1.3. Conflictos
En algunos casos los impulsos que originan los deseos son antagónicos entre
sí, es decir, unos siguen una dirección y otros, precisamente la opuesta. Cuando
esto se produce, se ha producido un conflicto. Cuando esto sucede, se suele
traducir en un comportamiento "ambivalente", en otras palabras, en una lucha
interior. Esta lucha representa un despilfarro de energía. Cuando se incrementa
hasta llegar a constituir una forma estable de perturbación, origina las llamadas
Psiconeurosis. La armonía del crecimiento queda bloqueada.

6.1.4. La Afectividad Disfórica en el Rorschach


Según los autores, existe una relación entre las respuestas de sombreado y la
afectividad disfórica. La opinión de Serebrinsky (1948, pág. 90) puede servir de
punto de partida: "Todos los autores están acordes en que las respuestas grises
revelan estados disfóricos, angustiosos. Cuánto menos ligado se halle el gris a
la forma, mayor libertad tiene la angustia. Su control parece vinculado a las
formas bien vistas”. Rorschach (1964) atribuyó a las respuestas de claroscuro el
valor sintomático de una adaptación afectiva angustiosa-prudente-reprimida y
de una tendencia a la disposición fundamental depresiva del ánimo.

Según Rapaport (1959) las interpretaciones del claroscuro emergen de un


estado anergético (sin energía, ausencia de actividad) del cansancio psicológico;
expresan un estado de ánimo central casi siempre de tipo disfórico (ansiedad,
irritabilidad, tristeza, pesimismo, sentimientos depresivos). El apoyo en el som-
breado se convierte en síntoma de ansiedad principalmente por las dificultades
de articulación con la consiguiente vaguedad que ello implica. Según Loosli Us-
teri (1965) la reacción afectiva depende del carácter del estímulo. Si tiene partes
distinguibles, provocará sobre todo sentimientos aislados, mientras que si tiene
partes que tienen características comunes, provocará una reacción afectiva difu-
sa.

Klopfer (1966, pág. 146), dice: "Las clasificaciones de sombreado indican, en


general, el modo como el individuo maneja su necesidad de afecto, de pertene-
cer a algo o a alguien y de obtener contactos satisfactorios. Todas las personas
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 85

tienen estas necesidades elementales". Las respuestas de sombreado difuso son


signos de angustia provenientes de frustraciones afectivas. Traducen excitaciones
interiores ya en forma de ansiedad, ya en forma de tendencias introspectivas a
las que recurre la persona para disipar la ansiedad. Las respuestas k, kF y Fk re-
presentan un esfuerzo ineficaz para intelectualizar la ansiedad proveniente de la
frustración de las necesidades afectivas. La interpretación sombreado-pasividad
tiene menos estudios, pero los resultados son más consistentes. Prefiere inter-
pretar las respuestas sombreado difuso como indicativas de una forma de in-
defensión psicológica y/o inhibición que, pueden ir acompañadas de ansiedad.
Sugieren parálisis o resignación ante la tensión, experiencias emocionales peno-
sas. Estas respuestas aparecen con las frecuencias medias más altas en pacientes
externos, en internos depresivos, en niños adolescentes retraídos.

Bohm (1945, pág. 109), comentando a Binder, dice: "Las interpretaciones


de sombras significan en cada caso un dominio del intelecto, pero además una
capacidad de adaptación afectiva específica y finamente matizada, próxima a
la capacidad de adaptación afectiva general de las FFb .Las interpretaciones
del claroscuro son, por el contrario, expresión del estado de ánimo central casi
siempre de tipo disfórico". Christoffel, señala Bohm (1945), demostró que las
respuestas de claroscuro son especialmente típicas en los estados de angustia.

Según Exner (1978, pág. 129), cada respuesta de sombreado difuso o de


claroscuro, "representa una forma de experiencia emocional para el sujeto y
cada una de estas experiencias, tiene un efecto irritante, y es esta irritación la
que crea un estímulo o un efecto de aviso. Este efecto se puede manifestar como
tensión, ansiedad, aprehensión o algún otro tipo de incomodidad internamente
experimentada".
Indicadas las diversas opiniones de algunos Autores, a continuación se
indican los significados de las variables que reflejan la afectividad disfórica.

6.1.4.1. Significado del Color Acromático


Las respuestas acromáticas, según Klopfer (1966), Rapaport (1959), Bell
(1964) representan una reacción rica y variada a toda clase de estímulos o una
responsividad amortiguada y vacilante a los estímulos externos; constituyen un
freno a la actividad interna originando cautela y reserva frente a nuevas situacio-
nes, revelan un elemento frío y rígido de la personalidad. Pueden revelar también
impresionabilidad artística, si se hallan en un protocolo con muchas respuestas
cromáticas; en caso contrario, manifiestan tendencias depresivas y, en el fondo,
ansiedad.

Según Loosli (1939) las respuestas clob indican que el sujeto se abandona
sin resistencia a la impresión desagradable del carácter negro de las manchas;
incapaz de movilizar las fuerzas de defensa se rinde en forma pasiva. Para Bates
Ames (1972) indican una necesidad de hacer algo activamente para relajar una
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 86

ansiedad perturbadora. En las respuestas clob el núcleo de la personalidad del


sujeto es sacudido, se abandona a sí mismo sin resistencia a los estados de ánimo
disfóricos intensos. Según Portuondo (1976) las respuestas acromáticas indican
siempre cierta cautela afectiva, ánimo deprimido. Para Rapaport (1965) las res-
puestas acromáticas son provocadas por un cierto freno puesto a la afectividad
intensa.

Exner (1978, pág. 134) dice: "Se ha demostrado que el determinante C’ se re-
laciona con la constricción emocional. Es como un morderse la lengua psicológico
en dónde la emoción queda detenida más que exteriorizada y, en consecuencia,
genera irritación ... La emoción se libera, pero no se manifiesta directamente al
mundo externo".

6.1.4.2. Significado de las R. de Sombreado Difuso


Binder (Cit. por Loosli Usteri, (l965, pág. 93) fue el primero en utilizar el
sombreado difuso como respuesta. Distinguió las que son dadas con gusto y les
atribuyó “el valor diagnóstico de afectividad finamente matizada, dispuesta en
todo momento para adaptarse a los demás” y las que denotan cierta ansiedad.
Para Beck (1967), las respuestas de sombreado difuso indican ausencia de acti-
vidad, retirada dolorosa dentro de la pasividad emocional.

Según Klopfer (1966, pág. 148), las respuestas de sombreado difuso "se rela-
cionan con la angustia creada por la frustración de necesidades afectivas, frustra-
ción contra la cuál el individuo no ha dirigido defensas adecuadas". Las respues-
tas de la utilización amortiguada del sombreado "parecen indicar la existencia
de angustia respeto a las necesidades afectivas que el individuo intenta ocultar
por medio de la intelectualización". Rapaport (1965 pág.222) coincide con Beck
y Klopfer. Las repuestas al claroscuro (Ch) son "un índice de ansiedad y que
con su mayor intensidad aumenta el número de Ch. Un gran número de ChF
especialmente de Ch denota una ansiedad total y paralizante".

Exner (1974, pág. 87), opina que las respuestas de sombreado difuso reflejan
"una forma de indefensión psicológica y/o inhibición que pueden ir acompañadas
de ansiedad. Estas respuestas de sombreado difuso sugieren parálisis o resigna-
ción ante la tensión y son, como otras respuestas a las características grises y
negras de las manchas, experiencias emocionales penosas". En otro lugar, (1994),
los datos que relacionan el sombreado y la ansiedad son obviamente equívocos y
en el mejor de los casos permiten interpretar las respuestas Y como representan-
do, algunas veces, ciertos tipos de ansiedad, pero sin que se los pueda considerar
sistemáticamente como indicador indirecto de ansiedad.

- La Y es la variable más inestable. Se espera una. Representa reacciones a


situaciones externas, sentimientos de indefensión, de desvalimiento. La persona
está afectivamente paralizada; durante un tiempo, su capacidad de respuesta
está bloqueada. Si m representa la estimulación ideacional que genera tensión y
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 87

malestar, Y representa su equivalente en lo afectivo y genera un intenso malestar


emocional.

6.1.4.3. Significado de FT
Según Klopfer (1966), Beck (1967) las respuestas de textura se relacionan
con la conciencia que tiene el sujeto con respecto a sus necesidades de afecto
y de dependencia; con la sensibilidad o los matices del mundo subjetivo; con
la preocupación por la cantidad de afecto y atención que espere recibir. La Fc
representa la conciencia y la aceptación de las necesidades afectivas propias y de
las necesidades afectivas de los demás. Son experimentadas en función del deseo
de aprobación y correspondencia de los demás. La ausencia de Fc constituye un
signo de desajuste. Las cF y c indican la necesidad de unión, de dependencia
excesiva de los otros, la necesidad de contacto físico. Fc debe superar a cF+c,
si no es así, constituye un índice de inmadurez.

Según Exner (1978, pág. 130) una respuesta de textura "indica el impacto
emocional de la necesidad de contacto afectivo, más que la necesidad en sí mis-
ma. La ausencia de T puede implicar que el sujeto ha abandonado la experiencia
de necesidad natural". La T representa la historia del desarrollo afectivo. El tac-
to es estímulo del recién nacido. La proximidad es un canal de comunicación.
Hay una gran relación entre el tacto y el afecto que no desaparece.

- Un aumento de T sugiere que el sujeto experimenta una gran irritación


debido a las necesidades no gratificadas de afiliación emocional; el sujeto expe-
rimenta soledad.
- La ausencia de T refleja la extinción del contacto táctil, una ruptura o
un mal funcionamiento, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las
necesidades de proximidad. Esto en los niños es falso. El niño necesita estar en
situación de proximidad afectiva, pero las situaciones penosas hacen que no se
esfuerce.
- La respuesta TF se relaciona con una incapacidad del sujeto para gratificar
su fuerte necesidad de afecto.

6.1.4.4. Significado de las Respuestas V


Klopfer (1966), Beck (1965) indican que las respuestas de vista represen-
tan un esfuerzo por comprender y tolerar la ansiedad; representan sentimientos
de autoevaluación negativa; sentimientos de inferioridad, de inadecuación, de
vanidad interior, de pequeñez, de distanciamiento del mundo interior; pero se
vinculan todavía a una buena adaptación. Más de 3FK es un signo de intros-
pección autoconsciente.

Según Exner, (1978, pág. 132), las respuestas V se dan con una frecuen-
cia muy baja, parecen caracterizar un "fenómeno situacional", representan "una
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 88

experiencia emocional de tipo interno y negativo asociada a autoexamen o in-


trospección"... La baja frecuencia de la respuesta V en todos los grupos, excepto
en los que tienen tratamiento, indican que la presencia de una sola respuesta
V debe ser motivo de una cuidadosa evaluación. Las respuestas V poseen un
elemento afectivo asociado que puede crear, y a menudo sucede, una distorsión
de lo que se ve".

6.1.4.5. Significado de CP
Esta variable es de Piotrowski. CP refleja simpleza emocional. Correspon-
de a sujetos que tratan de encubrir sentimientos de indefensión mediante la
introducción de una emoción eufórica, pero irreal.
- CP>0 corresponde a sujetos que niegan la presencia de las emociones irri-
tantes o displacenteras y las sustituyen por una falsa emoción positiva o por la
atribución irreal de un valor positivo a las situaciones. Es un proceso maniaco
o histeroide que distorsiona la realidad para evitar enfrentarse con lo desagra-
dable. Es una estrategia de negación de la realidad.

6.1.4.6. Significado de las Respuestas Complejas


La interpretación debe basarse tanto en la cantidad como en el contenido.
Las respuestas de determinantes múltiples representan una actividad considera-
ble de análisis y de síntesis de los elementos del estímulo. Es lo opuesto a lo que
sucede en F pura. El número esperado oscila entre cuatro y siete, depende del
EB. Los intratensivos dan menos que los extratensivos y ambitendentes (ambi-
guales). Los niños y los pacientes dan una por lo menos.

- Complejs.<4. Reflejan pobreza o constricción psicológica, baja sensibilidad


hacia el mundo personal y hacia el entorno, limitación intelectual. El proceso
cognitivo es menos complejo de lo se espera.
- Complejs>7. Si hay recursos disponibles abundantes, es positivo; si los
recursos disponibles son limitados o existen problemas de control o modula-
ción, es negativo. El funcionamiento complejo puede favorecer las situaciones
de desorganización, máxime, si aparecen más de dos variables. En las Respues-
tas Complejas, cuando está involucrado el afecto, no hay un criterio fijo, son
innumerables las combinaciones. El análisis de los componentes proporcionará
la información correspondiente. Si en estas respuestas se encuentra una m o
una Y significa que en ellas está involucrado el afecto y el estrés situacional
puede incrementar el funcionamiento psicológico. Las Respuestas Complejas en
las cuáles hay movimiento y FD se relacionan con operaciones ideacionales que
generan emociones.
- Un alto porcentaje (90 %) se relaciona con vivencias afectivas (color cro-
mático, acromático y sombreado).
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 89

6.1.4.7. Significado de Respuestas C-SH


Son más frecuentes, un 36 % entre los no pacientes; un 20 % para niños y
adolescentes y un 55 % para depresivos. En Beck representan placer y dolor,
simultáneamente.
En Exner (1994) reflejan sentimientos positivos y negativos hacia una misma
situación, una experiencia emocional confusa, una mezcla de afectos, una ambi-
valencia. La ambivalencia provoca confusión por cuanto el sujeto experimenta
sentimientos de placer y de dolor frente a un mismo estímulo emocional y, en
consecuencia, afecta a las relaciones interpersonales. Su presencia constituye un
indicio de conflicto emocional. Suele ser situacional si hay Y; crónico, si no hay
Y.

6.1.4.8. Significado de las Respuestas SH-SH


Las Compjs SH-SH son muy infrecuentes, aparecen en depresivos (9 %) y en
drogadictos (12 %).
- La presencia de una variable indica afectos dolorosos e irritables.
- La de dos o más, en la misma repuesta, representa un número mayor de
vivencias que producen un impacto perturbador en casi todas las funciones afec-
tivas y ejercen una influencia negativa en el pensamiento.

El análisis de los Contenidos informará sobre sus orígenes. Si hay una Y, el


problema es situacional. Las experiencias son reactivas a una situación externa
estresante. En caso contrario, si hay T,V,C’, es crónico y las consecuencias son
más graves. La modificación es más difícil. En cualquiera de los casos, reflejan la
existencia de conflictos emocionales que incrementan el sufrimiento experimen-
tado. El que sea crónico o situacional no modifica lo fundamental, pero tiene
relación con el pronóstico y la planificación de la terapia.

6.1.4.9. Significado de SumC´:SumPondC


La relación indica el grado de constricción afectiva con el procesamiento de
emociones deliberadas. El lado izquierdo debe ser inferior al derecho; en caso
contrario, la persona internaliza demasiado las descargas emocionales que debe-
rían ser externalizadas, lo cuál aumenta la tensión y favorece la somatización.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, in-
dicada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach,
es procedente añadir a la pregunta hecha en el Estudio anterior: ¿Los D y lo
ID están afectados por la afectividad disfórica? tres más: ¿Los DC y los IDR
están afectados por la afectividad disfórica?; ¿la modificación producida por el
incremento de las 7 Variables es significativa?; ¿la modificación producida por la
reducción de protocolos es significativa?. Se responde a las preguntas formulando
las siguientes hipótesis
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 90

6.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre D-ID y D-NP, DC-IDR y DC-NP en los Estadísticos
Descriptivos son significativas.
2. Las diferencias entre D-ID, DC-IDR de las Variables Estructurales son
significativas.

3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-


cativa.
4. La modificación producida por la reducción de protocolos no es significa-
tiva.

Para comprobar si los D y los DC son distintos de los ID, de los IDR y de los
adultos no pacientes de Exner se toman las variables que reflejan los trastornos
emocionales: T, C‘, Y, V, CP, Compljs, Compjs C-SH. La muestra, el procedi-
miento, los cálculos son los mismos que los indicados en el Capítulo Segundo.
Los resultados están indicados en sendas tablas.

6.3. Resultados. Análisis de resultados


6.3.1. Estadísticos Descriptivos
6.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar si los D son significativamente diferentes, se calculan los
Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan trastornos afectivos. Los
resultados se encuentran en las Tabla 1 y 2 del Capítulo 12. No están transcritos
los de Exner.

Como se puede observar las diferencias de los promedios de los D y ID


no están tan potenciadas. Esto significa que no serán significativas. Las
diferencias entre los adultos no pacientes de Exner y los D están más
potenciadas. Eso sugiere que las diferencias pueden ser estadísticamente
significativas.

6.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son significativas


Para comprobar si los DC son significativamente diferentes, se calculan los
Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan trastornos afectivos. Los
resultados se encuentran en en las Tabla 3 y 4 del Capítulo 12. No están trans-
critos los de Exner.
Las diferencias de los promedios, en igual forma que las anteriores, no
están tan potenciadas. Esto sugiere que no son significativas; al contrario,
las diferencias entre los adultos no pacientes de Exner y los DC pueden
ser estadísticamente significativas.
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 91

6.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente diferentes


Para comprobar si la afirmación es correcta se comparan, mediante la t de
Student, las medias de las Variables Paramétricas y mediante la U de Mann-
Whitney para la igualdad de medias, las no Paramétricas. Los resultados no se
transcriben, se indican los resultados en la siguiente tabla.
Tabla 5. t de la media de las Variables Paramétricas y U de las no Paramé-
tricas de 58 D, 78 ID, 40 DC, 39 IDR y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, como 2º; los DC, como 3º; los IDR, como 4º
y los NP, como 5º
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
T ** ** - CP ** - - **
C‘ - - - ** CpjsC-SH - ** - **
V - ** - ** t: Compjs - ** - **
Y - - - -
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.

Según estos resultados, entre D y ID, la diferencia es significativa para


2 de las 7 variables analizadas. Entre los D y los adultos no pacientes,
las diferencias son significativas para 4 de las 7. Los DC y IDR no son
significativamente diferentes. Entre los DC y los adultos no pacientes, las
diferencias son significativas para 5 de las 7 variables analizadas.

6.3.2. Variables Estructurales


6.3.2.1. Las diferencias entre D-ID y los DC-IDR es significativa
Para conocer en qué dimensión se diferencian los grupos se buscan los por-
centajes de las variables que explican la afectividad disfórica. Se realizan los
cálculos pertinentes. Se indican los resultados encontrados en la modificación y
los resultados del Estudio anterior.
Tabla 6. Porcentaje de las variables de la afectividad disfórica de 58 D y 78
ID; 40 DC y 39 IDR.
Variables D ID DC IDR Variables D ID DC IDR
SH>FM+m 15 14 20 13 V>0 34 27 35 25
T=0 65 56 82 92 Compljs<4 43 54 47 54
T>1 15 1 5 0 CpljsC-SH>0 29 19 17 23
Y>1 27 23 27 25 CP>0 8 0 7 0
C‘>2 26 20 25 25 SumC‘>SPC 12 20 12 7

6.3.2.2. Los D experimentan un intenso malestar emocional


Un caso de D y 4 de ID que tienen FM+m=1, son suprimidos por cuanto
este valor tiene que ser, por lo menos, 2. Un caso de los DC y también uno
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 92

de los IDR que tienen FM+m=1, son suprimidos. De este modo, el 15 % de


los D, el 14 % de los ID, el 20 % de los DC y el 13 % de los IDR experimen-
tan un intenso malestar emocional, están angustiados (SumSH>FM+m).
Entre los D-ID (15 %-14 %) apenas hay un punto de diferencia y entre
el 20 % de los DC y el 13 % IDR, hay 7 puntos, las diferencias no son
significativas. Entre los D (15 %) y los DC (20 %) los DC suben 5 puntos.
El incremento de las 7 Variables incrementan en un 5 % los sujetos que
tienen un intenso malestar emocional. En la reducción de protocolos, entre
los ID-IDR (13 %-14 %), apenas hay un punto de diferencia.

6.3.2.3. Abandonan las necesidades de contacto afectivo


Si la T, según Exner, "indica el impacto emocional de la necesidad de
contacto afectivo, más que la necesidad en sí misma”, si representa la
historia del desarrollo afectivo, si el tacto es estímulo del recién nacido
y si la proximidad es un canal de comunicación, entonces el 65 % de los
D, el 56 % de los ID, el 82 % de los DC y el 92 % de los IDR neutralizan
las necesidades de contacto afectivo y han abandonado la experiencia de
necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no funciona
bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las necesidades
de proximidad (T=0). Parece que nuestros bebés tienen satisfechas las
necesidades de cercanía emocional y por eso posteriormente no las perciben
y en consecuencia no las verbalizan.
Entre los D-ID la diferencia de 9 puntos y entre los DC-IDR (82 %-92 %)
la de 10 no son significativas. Entre los D-DC (65 %-82 %) los DC suben 17
puntos. El incremento de las 7 Variables ha producido un incremento del
17 % de los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.
En la reducción de protocolos, entre los ID-IDR (83 %-92 %) la diferencia
de 9 puntos no es significativa.
Las diferencias entre los 4 grupos y los adultos no pacientes de Exner
(67 %, 83 %, 55 % y 92 % vs. 11 %) son significativas.

6.3.2.4. Están irritados


T>1 es una de las 7 Variables que identifica a los DC. El 15 % de los D,
el 1 % de los ID, el 17 % de los DC y el 7 % de los IDR experimentan
una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas de afiliación
emocional y siente y experimenta soledad (T>1).
Entre los D-ID 15 %-1 % la diferencia de 14 puntos y entre los DC IDR
(17 %-0 %) la de 17 puntos son significativas. Es lo esperado. Es una de las
variables que los identifica. Entre D-DC (15 %-17 %) los DC incrementan
2 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa un 2 % los suje-
tos irritados. En la reducción de protocolos entre ID-IDR (7 %-1 %) los 6
puntos de diferencia no son significativos.
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 93

6.3.2.5. Experimentan sentimientos de abandono


El 27 % de los D, el 23 % de los ID, el 27 % de los DC y el 25 % de
los IDR están afectados por sentimientos de desamparo, de abandono,
provocadores de angustia (Y>1).

Los 4 puntos de diferencia entre D-ID (25 %-23 %) y los 2 entre DC-IDR
(27 %-25 %) no son significativos. Entre los D-DC (27 %-27 %), los DC ni
suben, ni bajan. El incremento de las 7 Variables ni incrementa, ni dismi-
nuye los sujetos afectados por sentimientos de abandono. En la reducción
de casos, entre el 23 % de los ID y el 25 % de los IDR apenas hay 2 puntos
de diferencia.

6.3.2.6. Inhiben las manifestaciones afectivas


El 26 % de los D, el 20 % de los ID, el 25 % de los DC y el 25 % de
los IDR inhiben las manifestaciones afectivas. La emoción se libera, pero
queda detenida más que exteriorizada, no se manifiesta explícitamente a
los demás y, en consecuencia, genera sentimientos de irritación (C‘>2).
Los 6 puntos de diferencia entre D-ID (26 %-20 %) y 1 puntos entre DC-
IDR (26 %-25 %) no son significativos. Entre los D-DC (26 %-25 %), los
DC bajan 1 punto. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 1 %
los sujetos que inhiben las manifestaciones afectivas. En la reducción de
protocolos, los ID-IDR los IDR tienen un incremento de 5 puntos (20 %-
25 %), no son significativos.

6.3.2.7. Se auto denigran


El 34 % de los D, el 27 % de los ID, el 35 % de los DC y el 25 % de los IDR
están afectados por experiencias emocionales internas de tipo negativo
asociadas a autoexamen o introspección. Estas personas se auto denigran,
se auto reprochan (V>0).
Entre D-ID hay 7 puntos de diferencia y entre DC-IDR (35 %-25 %) hay
10, las diferencias no son significativas. Ente los D-DC (34 %-35 %) los DC
suben un punto. El incremento de las 7 Variables incrementa en un 1 %
los sujetos que están afectados por experiencias emocionales internas de
tipo negativo asociadas a autoexamen o introspección. La reducción de
protocolos apenas modifica los resultados. Entre los ID-IDR (27 %-25 %)
tan sólo hay 2 puntos de diferencia.

6.3.2.8. Niegan las emociones displacenteras


El 8 % de los D, el 0 % de los ID, el 7 % de los DC y el 0 % de los IDR tienen
CP>0. Son personas que niegan la presencia de las emociones irritantes
o displacenteras y las sustituyen por una falsa emoción positiva o por
la atribución irreal de un valor positivo a las situaciones. Es un proceso
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 94

maníaco o histeroide que distorsiona la realidad para evitar enfrentarse


con lo desagradable. Es una estrategia de negación de la realidad.
Entre los D-ID (8 %-0 %) y entre los DC-IDR (7 %-0) las diferencias son
significativas. Entre los D-DC (8 %-7 %) los D-DC bajan 1 punto. El incre-
mento de las 7 Variables disminuye en un 1 % los que niegan la presencia
de las emociones irritantes o displacenteras y las sustituyen por una fal-
sa emoción positiva o por la atribución irreal de un valor positivo a las
situaciones. En los ID y en los IDR no hay sujetos. La representatividad
de los grupos no existe. Eso sugiere que no hay sujetos que tienen esa
característica. Exner tiene registrados 13 casos (0.018 %).

6.3.2.9. Tienen sentimientos ambivalentes


El 29 % de los D, el 19 % de los ID, el 17 % de los DC y el 23 % de los IDR
tienen CompljsC-SH>0. Corresponde a personas que reflejan sentimientos
positivos y negativos hacia una misma situación. Es una experiencia emo-
cional confusa, es una mezcla de afectos, es una ambivalencia que provoca
confusión por cuanto experimentan sentimientos de placer y de dolor fren-
te a un mismo estímulo emocional y, en consecuencia, están afectadas las
relaciones interpersonales.
La diferencia de 10 puntos entre D-ID (29 %-19 %) y y la de 6 entre los DC-
IDR (17 %-23 %) no son significativas. Entre los D-DC (29 %-17 %) los DC
bajan 12 puntos. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 4 % los
sujetos que tienen sentimientos ambitendentes. En la reducción de casos,
entre ID-IDR (23 %-19 %) los 4 puntos de diferencia no son significativos.

Los D, ID, DC y IDR son significativamente diferentes de los adultos no


pacientes de Exner (29 %, 19 %, 17 % y 23 % vs 5 %)

6.3.2.10. Suprimen la externalización de las descargas emocionales


El 12 % de los D, el 20 % de los ID, el 12 % de los DC y el 7 % de los
IDR tienen SumC‘>SumPondC. Estas personas internalizan demasiado
las descargas emocionales que deberían ser externalizadas. Esto aumenta
la tensión y favorece la somatización.

Entre los D-ID (12 %-20 %) la diferencia de 8 puntos y la de 5 entre DC-


IDR (12 %-7 %) no son significativas.
Entre D-DC (12 %-7 %), los DC bajan 5 puntos. El incremento de las
7 Variables reduce en un 5 % los sujetos que internalizan demasiado las
descargas emocionales. En la reducción de protocolos, entre los ID-IDR
(20 %-7 %) la diferencia de 13 puntos (1,76, para que sea significativa es
necesario que sea superior a 1,96) no es significativa.
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 95

6.3.2.11. Tienen un funcionamiento psicológico complejo


El 43 % de los D, el 54 % de los ID, el 47 % de los DC y el 54 % de los IDR
tienen Compljs>4. Estas personas reflejan un proceso cognitivo concreto,
baja sensibilidad hacia el mundo personal y hacia el entorno.

La diferencia de 11 puntos entre los D-ID (43 %-54 %) y la de 7 entre DC-


IDR (47 %-54 %) no son significativas. Los D presentan un 43 % y los DC
un 47 %, los DC suben 4 puntos. El incremento de las 7 Variables incre-
menta en un 4 % los sujetos que reflejan un proceso cognitivo concreto.
Entre los ID-IDR (54 %-54 %), los resultados son iguales. El influjo de la
reducción de casos es nulo.

6.4. Conclusiones
6.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Entre D-ID para ninguna de las variables.
Entre D-NP para T, V, Compljs y CompljsC-SH.
Entre DC-IDR para T

Entre DC-NP para C‘, V, Compljs, CP y CompljsC-SH.

6.4.2. La Hipótesis 2
6.4.2.1. No es cierta
Los D-ID y DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significativas.
Los grupos son homogéneos.
Los dos grupos experimentan un intenso malestar emocional (15 %-14 %;
20 %-13 %).
Internalizan las manifestaciones afectivas. La emoción se libera, pero que-
da detenida más que exteriorizada generando sentimientos de irritación
(26 %, 20 %; 25 %, 25 %).
Están más afectados por experiencias emocionales internas de tipo nega-
tivo asociadas a autoexamen o introspección que se auto denigran, que se
auto reprochan (34 %-27 %; 35 %-25 %).

Reflejan sentimientos positivos y negativos hacia una misma situación: una


mezcla de afectos, una experiencia emocional confusa (29 %-19 %; 17 %-
23 %)
Que neutralizan las necesidades de contacto afectivo (65 %-56 %; 82 %-
92 %).
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 96

Están afectados por sentimientos de desamparo, de abandono, provocado-


res de angustia (27 %-23 %; 27 %-25 %).
Reflejan un proceso cognitivo concreto, baja sensibilidad hacia el mundo
personal y hacia el entorno (43 %-54 %; 47 %-54 %).

Inhiben demasiado las descargas emocionales que deberían ser externa-


lizadas. Esto aumenta la tensión y favorece la somatización (12 %-20 %;
12 %-7 %).

6.4.2.2. Es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son signifcativamente diferentes. Los grupos son
heterogéneos.

Los dos tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos que


experimentan una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas
de afiliación emocional y sienten y experimentan soledad (15 %-1 %; 5 %-
0 %).
Que niegan la presencia de las emociones irritantes o displacenteras y las
sustituya por una falsa emoción positiva o por la atribución irreal de un
valor positivo a las situaciones (8 %-0 %; 7 %-0 %).

6.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas

6.4.3.1. Las 7 Variables incrementan


El 1 % de sujetos que están afectados por experiencias emocionales internas
de tipo negativo asociadas a autoexamen o introspección.
El 4 % los sujetos que reflejan un proceso cognitivo concreto.

6.4.3.2. Las 7 Variables reducen


Un 10 % los sujetos irritados.
Un 2 % los sujetos que tienen un intenso malestar emocional.
Un 1 % los sujetos que inhiben las manifestaciones afectivas.

Un 1 % los sujetos que tienen sentimientos ambitendentes


Un 10 % los sujetos que abandonan las necesidades de contacto afectivo.
CAPÍTULO 6. AFECTIVIDAD DISFÓRICA 97

6.4.3.3. Las 7 Variables no modifican los datos


Un 3 % los sujetos afectados por sentimientos de abandono.
Un 1 % los sujetos que internalizan demasiado las descargas emocionales.

6.4.4. La Hipótesis 4 es cierta


La reducción de protocolos no produce un cambio significativo. Entre los
ID-IDR, los IDR en 3 variables suben: 1, 2 y 3 puntos; en 5 bajan: 2, 4, 5, 6 y
9 puntos; y en 2 son iguales. En ninguno de estos resultados, las diferencias son
significativas.
Capítulo 7

Procesamiento de la
Información

7.1. Aproximación al concepto


Las personas construyen su propio conocimiento a partir de sus estructuras
y de sus procesos cognitivos y con ese bagaje recogen e interpretan la estimula-
ción recibida. Intentamos aproximarnos someramente al contenido del concepto
indicando dónde se encuadra, cómo es utilizada la información y cuáles son las
características del procesamiento, mediante las ideas indicadas por dos autores:
Delclaux (1982) y Zaccagnini (1982).

Delclaux y Zaccagnini estiman que el contenido del concepto se encuadra


dentro de las teorías de la Psicología Cognitiva. Lo confirma Solso (cit. Por
Zaccagnini, 1982). Opina que la Psicología Cognitiva se ocupa de estudiar la
información acerca del mundo. Indica cómo tal información se codifica y se
convierte en conocimientos. Señala cómo se almacenan y cómo se usan esos co-
nocimientos para dirigir nuestra conducta.

Zaccagnini (1982, pág. 51), dice: “La información es utilizada para indicar
que los estímulos y las respuestas de los sujetos no son interpretados en función
de sus características físicas sino desde un marco conceptual más abstracto y
complejo”. En el proceso de la información “el sujeto construye activamente su
conducta a partir de un análisis de su medio que trasciende los aspectos pu-
ramente físicos. El “procesamiento indica la actitud de parte de quién la usa,
de considerar al sujeto como activo (procesador) y fundamental a la hora de
explicar la conducta”.

Según Delclaux (1982, p. 22) “el procesamiento de la información es una


forma de ver la actividad humana que tiene en cuenta tanto el contenido de la
información del entorno como la elaboración que de ella hace el sujeto, así como

98
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 99

la información que éste devuelve al entorno”. Considera al sujeto como activo,


porque el ser humano es capaz de “manipular” la realidad sin necesidad de que
ésta esté presente.
Señalado en qué consiste el concepto se indica el significado de las variables
que reflejan el Procesamiento de la Información.

7.2. El Procesamiento de la Información en el


SC
En el Procesamiento de la Información se examina el esfuerzo y la calidad
del esfuerzo. La variables que reflejan el esfuerzo y la motivación son: L, OBS,
HVI, Zf, W:D:Dd, W:M. A continuación se indica el significado de cada una de
las Variables.

7.2.1. Significado de Lambda (L)


Lambda sugiere implicación en las estimulantes complejas. Sugiere esfuerzo
en el procesamiento. Viene dada por la cantidad de F Pura. Rorschach (1961)
opina que la F Pura se relaciona con la atención y concentración del pensamien-
to. Para Beck y Klopfer representa una demora del afecto. Rapaport señala que
implica razonamiento formal. Los tres autores están de acuerdo en que F Pura
indica un tipo de defensa. Ames encuentra un número mayor de F Pura en niños
y adolescentes. Los alcohólicos dan más F Pura que los psicópatas. La F Pura
es baja en los caracteriales cuando se les exige rapidez y en los esquizofrénicos.
El electrochoque las aumenta. En los antisociales F Pura es alta. En los no pa-
cientes, F Pura oscila entre el 25 % y el 35 %.

Exner (1995, pág. 92) dice: “el sujeto usa en este tipo de respuestas, so-
lamente el control intelectual (representado por la Forma) evitando procesar
emociones y dar complejidad a sus perceptos”.

7.2.1.1. Significado de Lambda Alta


L>0.99, según Exner (1994), sugiere restricción de la estimulación a un nivel
fácil de manejar, para lo cuál se simplifica el campo estimular con el riesgo de
minimizar o ignorar la importancia de los elementos. La persona procesa to-
dos los elementos (nivel de admisión de datos), pero los considera como poco
importantes, aunque fuesen significativos, en vista de sus necesidades y de las
demandas de la situación. Estas conductas no responden a las demandas de una
situación dada o se desvían de las pautas esperadas.

Una Lambda alta, aunque no se relacione directamente con el control emo-


cional, refleja actuaciones no moduladas, repentinas, bruscas, desconectadas. Es
un estilo defensivo que puede cumplir una misión adaptativa frente a situacio-
nes complicadas o peligrosas (el sujeto las percibe como amenazantes para su
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 100

integridad o como obstáculos para su gratificación). El estilo defensivo puede


provenir de una inmadurez e ineptitud social (CDI>3); de una sensación de
privación en las relaciones interpersonales (T=0); de una excesiva preocupación
por la gratificación de necesidades (FM>5); de prejuicios negativos hacia el en-
torno (COP<2).

En niños o en adolescentes el significado de la variable es el mismo. El ni-


ño que está sometido a presiones escolares (fracaso académico) o a situaciones
emocionales de mucha tensión (separación de los padres), intenta protegerse
simplificando el campo perceptual (simplifica demasiado lo que percibe).

7.2.1.2. Significado de Lambda Baja


L<0.32 refleja una tendencia a implicarse en las situaciones estimulares nue-
vas; más que una implicación voluntaria sugiere una incapacidad para evitarla.
La incapacidad puede provenir de tres factores:
- Dificultades para encontrar formas económicas a fin de poder realizar la
tarea propuesta. La persona es víctima de sus necesidades insatisfechas, de sus
pasiones y conflictos; está enredada en la complejidad estimular; la preocupa-
ción y el agobio perturban la concentración y el razonamiento lógico e impiden
encontrar una solución sencilla; está en un estado de agitación, de tensión in-
terna.
- Las personas ambiciosas buscan salir airosas en la tarea que se proponen
(hacen lo mismo con el Test) frente a la complejidad de los estímulos, desechando
las respuestas simples y haciendo esfuerzos laboriosos para elaborar interrela-
ciones. (X+ %, P, Zd estarán en el promedio, Zf, W, DQ+ serán altas.)
- En la tendencia al logro y la necesidad de evitar fracasos o errores (Zd
alta), el esfuerzo para organizar los estímulos es alto, pero la eficacia es baja.
Puede ser una ventaja o un inconveniente. Depende de X+ %, del Control y de
los Códigos Especiales.

7.2.2. Significado de OBS


Este Índice forma constelaciones que corresponden a las Variables Clave.
OBS no es un estilo de respuesta. Cuando es positivo sugiere una tendencia al
perfeccionismo, a recoger las informaciones con muchos detalles. Corresponde a
personas meticulosas, cautelosas, muy preocupadas por los detalles, indecisas.
Son personas que se esfuerzan por ser convencionales y se pierden cuando les
toca resolver un problema con prontitud. Son personas que tienen dificultades
para expresar sus emociones, sobre todo, cuando son negativas.

El afán de perfeccionismo y la minuciosidad no son necesariamente patológi-


cos. Si el perfeccionismo y la minuciosidad se unen al estilo hiperincorporador,
la persona está atrapada en su necesidad de ser correcta y convencional (muchas
P) y de recorrer minuciosamente el campo de los estímulos. El procesamiento de
los datos, cuando el tiempo presiona y la complejidad es agobiante, será disperso
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 101

y caótico. En los adolescentes, pueden aparecer casos obsesivo-compulsivos, sin


que tengan OBS positivo. Esto se debe a que el procesamiento cognitivo no está
completamente estructurado. OBS no es esperado en adultos no pacientes; es
poco común, representa tan sólo el 2 %. El tratamiento de los obsesivos es lento.

7.2.3. Significado de HVI


Este Índice forma constelaciones que corresponden a las Variables Clave. HVI
refleja hipervigilancia. Sugiere utilización de mucha energía para mantenerse so-
bre aviso y estar superalerta. Son personas mal pensadas, muy vulnerables, con
una actitud negativa, desconfiada; se manifiestan cautelosas, muy reservadas
en sus relaciones sociales, recelosas de los gestos de proximidad de los demás,
atentas sólo a lo relacionado con su espacio personal, exageradamente controla-
das, se consideran víctimas potenciales. Si el rasgo está muy potenciado origina
conductas paranoides (trastornos paranoides, esquizofrenia paranoide).

7.2.4. Significado de Zf
Zf representa el esfuerzo de la Actividad Organizativa. Rorschach (1961) ad-
mite diferentes formas de organización en relación con las diferentes respuestas
globales. Beck (1968) amplia el criterio de "energía de la organización" a las
respuestas de detalles. Rapaport (1976, pág. 201) divide las respuestas globales
en cuatro categorías y según "el saldo arrojado por el rendimiento del sujeto con
respecto a estos cuatro tipos de respuestas debe interpretarse como su manera
característica de encarar aquellas situaciones que requieren una generalización
y/o una visión organizadora". Klopfer (1972) estima que la organización está
relacionada con la adecuación y especificación.

Exner (1978), sugiere que Zf representa el esfuerzo que realiza el sujeto para
estructurar y organizar significativamente los elementos de un campo no estruc-
turado para verbalizar una respuesta. Esta actividad pone en funcionamiento
elementos cognitivos, afectivos y motivacionales. Dice (pág. 160):
- "Zf Baja puede asociarse a limitaciones intelectuales, o puede ser el re-
sultado de una falta de predisposición para intentar anudar la complejidad del
campo de los estímulos. Representa poca capacidad cognitiva o bien bajo nivel
de motivación e iniciativa.
- Una Zf Alta puede ser el producto de un esfuerzo intelectual, o puede
indicar la necesidad de tratar el campo de los estímulos con más cuidado y
precisión". Corresponde a personas muy motivadas. La motivación puede estar
originada por exigencias perfeccionistas o por situaciones de crisis o bien por un
ajuste adecuado.

7.2.5. Significado de W:D:Dd


W:D:Dd refleja el esfuerzo empleado en el procesamiento de los datos, i.e.,
la manera como el sujeto resuelve las situaciones nuevas y desestructuradas. El
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 102

sujeto frente al estímulo de las manchas elige la totalidad (Respuestas Globa-


les), o parte, (Respuestas de Detalle). Los detalles pueden ser escogidos por la
inmensa mayoría de los sujetos (Detalles Usuales) o por muy pocos (Detalles
Inusuales)

7.2.5.1. Interpretación de W
Las Respuestas Globales son estudiadas teniendo presente su génesis, el nú-
mero, las láminas de dónde preceden, la Calidad Evolutiva y la Organización.
Según Rorschach (1961, pág. 59) "la producción de gran número de respues-
tas W requiere además de un rico caudal de engramas, cierta actividad de matiz
afectivo, una peculiar volición activa que consiste en la actitud volitiva dirigida
a la finalidad del todo, unida, con cierta frecuencia, a una fuerte aversión a los
detalles". “El número de respuestas W se considerará, ante todo, como un índice
de la energía disposicional de la actividad asociativa, y muchas veces, también
como expresión de la voluntad consciente o inconsciente de alcanzar complicados
rendimientos, tales como los que involucran procesos de abstracción o combina-
ción". Rorschach clasifica las W como primarias o secundarias. Las secundarias
pueden ser confabulatorias, de tipo combinatorio y de combinación simultánea.

Beck (1968) amplia el concepto de W con la variable de Organización lla-


mada Z y lo relaciona con la inteligencia en su dimensión de altura o nivel. El
valor fundamental consiste en indicar el grado de energía mental liberada. En
opinión de Klopfer (1966, pág. 143) las W pueden ser W, W´ (cortada) y DW
(Confabulatoria). "En general se considera que el uso de W refleja capacidad
para organizar material, relacionar detalles o interés por lo abstracto y teórico.
Lo anterior es cierto, "sólo cuando las W son buenas". El empleo de W’ puede
ser indicativo de una actitud crítica que lleva al sujeto a omitir lo que cree que
no se ajusta (a su concepto)...El uso de DW muestra debilidad en la percepción
de la realidad".

Para Rapaport (1976, pág. 201) "en general, W denota aptitudes abstracti-
vas, sintéticas e interactivas”. Las clasifica en 4 categorías:
1ª). Una W vaga (Wv) indica la presencia de una ansiedad perturbadora de
la organización perceptual, el bloqueo o el retardo asociativo.
2ª). Las arbitrarias (W-) denotan ansiedad y, si son muchas, pobreza crítica
de la realidad e insuficiencia de la facultad abstractiva.
3ª). La W abstracta (Wa) revela una adecuada aptitud generalizadora.
4ª). La W integrada compleja (W+) representa la facultad de sintetizar y
organizar. “El saldo arrojado por el rendimiento del sujeto con respeto a estos
cuatro tipos de W debe interpretarse con su manera característica de encarar
aquellas situaciones que requieren una generalización y/o una visión organiza-
dora".

Alkock (1965, pág. 49) indica tres clasificaciones de W y el "valor varía de


acuerdo con su naturaleza y frecuencia”. Ames (1972, pág. 61) las clasifica en
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 103

cinco categorías W, W/, WS, DW, y DW Conf. Dice: "Las respuestas totales
o globales, si son de una forma buena, exigen mucho del sujeto en el sentido
de la visualización estructural y de poseer engranas bien definidos. Si la for-
ma es pobre, pueden indicar un proceso de pensamiento más superficial". Para
Loosli Usteri (1965, pág. 36) "si se trata de una respuesta precisa y ricamente
estructurada la interpretación global es el producto de un complicado proceso
asociativo".

Rauch de Traubenberg (1977, pág. 39) dice: "La G es en primer lugar un


componente de la inteligencia...La actitud G es un enfoque mental...refleja un
modo de pensamiento preocupado por la generalización...Y en otra parte, (pág.
31): "La G, acto perceptivo, implica el mecanismo cognitivo, la actitud afectiva
y puede ser utilizada como mecanismo de defensa ante el desconcierto y la an-
siedad provocados por la situación". Indica 4 estadios. El primero corresponde
a la "globalización primitiva" propia del niño hasta los 5 años. El segundo y
tercero corresponden al "análisis lógico". En el cuarto las W se apoyan en "la
articulación sintética de los detalles". Termina señalando la influencia positiva
o negativa del color.

Beizmann (l968, pág. 90) enfoca la percepción desde un ángulo genético y


distingue niveles de pensamiento que se extienden gradualmente entre 2 polos
extremos: 1º). "En el polo inferior, un pensamiento impreciso, confuso, indi-
ferenciado, correspondiente a una forma sincrética de aprehensión. 2º). En el
polo superior, un modo de globalización más evolucionado que caracteriza un
pensamiento ricamente elaborado, sintético, capaz de la abstracción y del aná-
lisis lógico". Según Bohm (1977, pág. 63) "las G expresan, por lo general, la
capacidad para la visión panorámica, para la percepción de las grandes relacio-
nes, por lo que están en una cierta relación con la inteligencia teórica y con el
pensamiento sistemático. Sin embargo, no todas las G son, sin más, signos de
una elevada inteligencia teórica". Para que así sea deben tener una forma exacta.

Exner (l939, pág. 27) dice: "Las Respuestas Globales han sido más estudiadas
que cualquier otro tipo de Localización". Relata la forma de aproximarse a
W. Las considera como Índice de Capacidad Organizativa, analiza la Calidad
Evolutiva, la frecuencia y las relaciona con las otras localizaciones. Se espera
alrededor del 40 %. Cita 17 trabajos relacionados con esta variable.

7.2.5.2. Interpretación de D
Para Rorschach (1961, pág. 185) "la respuesta D: invariable expresión del
sentido común para la captación de lo inmediato, de las circunstancias del mo-
mento". Según Klopfer (1966, pág. 91) D % y Dd % “indican en general, interés
por lo especifico, por los detalles, por lo concreto. Esto puede ser interpretado
como una aplicación práctica, cotidiana, del sentido común de la inteligencia".
En el mismo sentido se expresa Rausch de Traubenberg (1977, pág.42): La res-
puesta "D sugiere un enfoque mental muy corriente, como inducido por el estí-
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 104

mulo, que implica una actividad de análisis y de diferenciación normal en la edad


adulta, pero que puede ser difícil para el niño muy pequeño y el enfermo adulto".

Para Rapaport (1976, pág. 202) la "D revela interés y aptitud para captar la
obvio o lo concreto de la vida cotidiana". Para Beizmann (1968, pág. 103) las D
"indican una orientación intelectual práctica, dirigida ya hacia lo concreto, bien
ajustada a la realidad cotidiana, si existe además una buena representación de
las trivialidades". - D alta representa un funcionamiento marcadamente prác-
tico, dirigido hacia lo más sencillo, a lo más fácil, a aquello que no demanda
excesivos esfuerzos.

Exner (1974, pág. 28) dice: "Todos los sistematizadores han incorporado este
postulado a sus propios marcos de referencia interpretativos". (pág. 29) Se espera
alrededor del 60 %. Las D "representan un conservadurismo o eficiencia”. - D
alta con A alta y PSV reflejaría una tendencia hacia la estereotipia y hacia una
rigidez perceptual cognitiva.

7.2.5.3. Interpretación de Dd
Esta categoría no está propuesta por el Autor del Test. Klopfer (1966, pág.
144) clasifica Dd en 4 categorías: - Detalle muy Pequeño (dd) representa "ten-
dencias obsesivas, minuciosas o pedantes"; - Detalle Interior (di) indica "una
preocupación ansiosa vinculada con las relaciones interpersonales"; - Detalle de
Borde (de) indica "temor a verse envuelto si se participa demasiado profunda-
mente en cualquier cosa"; - Detalle Raro (dr) "puede revelar una gran percep-
tividad y flexibilidad de enfoque, o una falta llamativa de sentido común o una
actitud negativista hacia lo obvio". Alkock (1965) sigue a Klopfer.

Para Rapaport (1976, pág. 203) las respuestas Dd "nunca constituyen ín-
dices diagnósticos, revelando más bien cierta disposición selectiva para captar
los aspectos más sutiles, finos, agradables y coloridos de una situación". Según
Ames (1972, pág. 819) las Dd pueden "indicar una capacidad muy alta para
el juicio refinado y para dar interpretaciones que exigen una observación sutil
y crítica, si la forma es buena y la respuesta de buena calidad". Según Bohm
(l977, pág. 63) "las Dd representan el sentido de lo insignificante, de lo pequeño,
lo accesorio, sutil y extravagante; en el sentido positivo representan el espíritu
de observación sagaz".

Loosli Usteri (1965, pág. 45) ve en ellas "un carácter mental desde luego po-
sitivo, capacidad para el pensamiento minucioso y fino que exige la observación
sostenida". Para Rausch de Traubenberg (1977, pág. 49) tiene tres significados:
- "La Dd tiene valor de componente intelectual cuando se da como complemento
de G y D, cuando es pequeña o de borde, está determinada por una estimación
formal y, cuando se refiere a contenidos parciales. - Tiene valor caracterial o de
rasgo afectivo cuando se observa su aparición al principio de la lámina. - Tiene
valor de mecanismo de defensa".
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 105

Exner (1974, pág. 30) sugiere que el valor interpretativo está en función del
número de respuestas W y D. Si es proporcionado "resulta probablemente un
signo saludable de iniciativa y capacidad de inhibición". Si es desproporcionado,
"posiblemente es más indicativo de huida y si va combinado con alguno de los
diversos tipos de movimiento, puede indicar un proceso ideativo inadaptado" Se
espera alrededor de un 5 %.

7.2.6. Interpretación de la Proporción W:M


Estas variables se relacionan con el esfuerzo y la motivación empleados en
el procesamiento. W representa la capacidad de organización, el esfuerzo por
abarcar lo más posible, la exigencia de que no se quede nada. M representa la
capacidad de iniciativa, los recursos disponibles para iniciar conductas delibe-
radas, es decir, la expresión de razonamiento y la dirección deliberada de la
atención del pensamiento. Se espera que W:M, en general, sea de 2:1. No obs-
tante, la interpretación está en función de los estilos EB (Tipo Vivencial). La
relación para los intratensivos es 1.5:1; para ambiguales, 2:1; y para extratensi-
vos, 3:1.

- W Alta y M Baja corresponde a personas que tienen un elevado nivel de


aspiraciones y una necesidad de éxito superior a los recursos disponibles, sus me-
tas son superiores a sus posibilidades. Una W substancialmente mayor que M
(según sea el Estilo Vivencial) y un número de DQ+ bajo, refleja una necesidad
de logro mayor que los actuales recursos funcionales. La persona no consigue
sus objetivos y queda expuesta a vivencias de frustración.

- W Baja y M alta provienen de personas que tienen un bajo nivel de aspira-


ción con relación a sus recursos. Actúan por debajo de lo que pueden. Son poco
ambiciosas. W muy Baja (1:1 para intratensivos y ambiguales, 1.5:1 para extra-
tensivos), FQ+ y Zf por arriba de la media, reflejan prudencia, apocamiento al
establecer las metas a conseguir.

- En niños, los datos no son exactos, porque sobreestiman sus recursos, por-
que sus niveles de aspiraciones no están asociadas a las necesidades de logro;
porque sobreestiman sus capacidades y aspiran conseguir objetivos descabella-
dos a los que dan poca importancia. Esto les permite encajar más fácilmente el
fracaso. Es normal encontrar una relación de 8:1 en niños de 5-6 años y de 4:1
en niños de 9-10 años.

7.2.7. Motivación
7.2.7.1. Motivación Elevada
Los sujetos están altamente motivados para solucionar los problemas o to-
mar decisiones (siempre que tengan los recursos disponibles y un buen nivel
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 106

cognitivo) si cumplen dos de las tres condiciones: - Zf mayor que la media. -


W>(D+Dd). - W aumentada en W:M, según el Estilo Vivencial de EB.

7.2.7.2. Motivación Escasa


La persona se presenta poco motivada en el procesamiento, cuando, al menos,
se cumplen dos de los criterios siguientes: - Zf inferior a la media; - W inferior a
la mitad de D+Dd y - W disminuida en W:M, según el Estilo Vivencial de EB.
Corresponde a una forma defensiva frente a la competitividad social. Representa
un retraimiento proveniente de una autoimagen negativa.

7.2.8. Calidad del esfuerzo


El desarrollo de los procesos cognitivos está representado por DQ. DQ, según
Exner (1978, pág. 27) "proporciona un índice de sofisticación cognitiva". Es la
capacidad de analizar y sintetizar el campo estimular dándole un significado. Lo
clasifica en cuatro categorías: DQv, DQv/+, DQo y DQ+. Estos valores repre-
sentan el desarrollo cognitivo que va desde lo más primitivo, lo más inmaduro,
hasta lo más sofisticado y complejo.
- DQ+ Alto "representa un nivel de operación cognitivo más alto"; indica
procesos de análisis y síntesis. Son respuestas que corresponden a personas in-
telectualmente brillantes. Una inteligencia brillante no significa necesariamente
que se ajuste a los estímulos reales. Se puede encontrar DQ+ y FQ-. DQ+ y Zf
suelen ir correlacionados. Representan un funcionamiento cognitivo sofisticado y
complejo; pero, un buen desarrollo intelectual puede ser ineficaz por desajustes
perceptivos.
- DQo representa la economía cognitiva, un funcionamiento correcto, un
procesamiento económico, sin gastar mucha energía. La persona evita la com-
plejidad, pero no renuncia a la calidad, ni al ajuste.

- DQv refleja un funcionamiento cognitivo esquemático y concreto, simplista,


difuso, infantil, primitivo. Las valoraciones DQv provienen de niños, (en menores
de 10 años se esperan de tres a cinco); provienen de sujetos con deficiencia
mental, con lesión cerebral o con perturbaciones. DQv>5 refleja un nivel inferior
de funcionamiento cognitivo.
- DQv/+ presenta menos eficiencia que DQ+, representa una tendencia a
una mayor sofisticación en el funcionamiento cognitivo que el indicado por DQv,
pero, su logro se encuentra interferido por problemas de definición formal. -
DQv/+ >1, en niños, indica un nivel más elevado de actividad cognitiva. DQv/+
>2, en adultos, significa dificultades para obtener niveles más complejos.

7.2.9. Eficiencia organizativa (Zd)


Zd=0 representa el esfuerzo y la eficiencia organizativa. Se refiere al modo
de explorar un nuevo campo. Zd, entre más o menos 3, es esperada en el 75 %
de los casos no pacientes. Corresponde a personas que son capaces de registrar
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 107

los elementos relevantes del campo estimular sin detenerse en lo accesorio, ni


dejar elementos fundamentales de la información.

7.2.9.1. Hiperincorporadores
Zd>+3 representa a los hiperincorporadores. Son personas cautelosas, me-
ticulosas, rumiadoras; estas personas son indecisas, emplean mucha energía en
la exploración del campo estimular; dan muchas vueltas a los datos antes de
dar una respuesta; tienen dificultades para distinguir lo secundario de lo princi-
pal; son lentas en la ejecución, cometen pocos errores, prefieren situaciones en
las que disponen de tiempo; bajo presiones de tiempo se sienten poco seguras,
dan respuestas poco apropiadas. Si la variable es muy acusada, presentan ras-
gos perfeccionistas. El estilo es poco modificable. En niños no es esperada. Si
está presente, corresponde a casos de hípermadurez, en los cuáles el ambiente
es exigente, no tolera errores (rendimiento alto, eficacia, rapidez).

7.2.9.2. Hipoincorporadores
Zd<-3 representa a personas hipoincorporadoras que se muestran más dis-
puestas a correr riesgos, a escudriñar rápidamente el campo de los estímulos.
Estas personas se exponen a dejar elementos importantes, a dar respuestas
inapropiadas, a cometer más errores, a ser ineficaces y a precipitarse en las
decisiones. Son personas impulsivas que realizan un examen poco cuidadoso de
los estímulos. El estilo es modificable con la técnica de demorar la respuesta.
En niños, este estilo no tiene especial significación. Si es muy marcado, corres-
ponde a niños descuidados, negligentes, precipitados. Exner presenta 3 estudios
realizados con esta variable.

7.2.10. Significado de PSV


PSV refleja inflexibilidad cognitiva, rigidez en el procesamiento de la infor-
mación o en el proceso de toma de decisiones; implica un desliz cognitivo, por
cuanto, ciertas operaciones cognitivas se hallan limitadas o perturbadas. Puede
provenir de un deterioro neurológico, de una deficiencia mental o de un bloqueo
psicológico.
- PSV=1 sugiere rigidez momentánea al decidir o seleccionar operaciones.
- PSV=2, una probable implicación neurológica.
- PSV>2 proviene de la Perseveración Mecánica. Cuando esto sucede, el
funcionamiento neurológico debe ser evaluado con las pruebas pertinentes. La
PSV Mecánica refleja una grave patología. Cuando PSV proviene del contenido
indica un intenso desasosiego provocado por graves perturbaciones.
PSV es poco común en adultos (5 %), aparece con más frecuencia en niños
pequeños (63 %) y en pacientes neurológicos; decrece a medida que avanza la
edad hasta el 3 % en los 12 años.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach, es
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 108

procedente anadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿los D re-


cogen y procesan la información como la recogen y la interpretan los ID?, tres
más: ¿los DC recogen y procesan la información como la recogen y la interpre-
tan los IDR?; la modificación producida por el incremento de las 7 Variables es
significativa?; ¿la modificación producida por la reducción de protocolos no es
significativa?. Se responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

7.3. Hipótesis
1. Las diferencias entre D-ID y D-NP, DC-IDR y DC-NP en los Estadísticos
Descriptivos son significativas.

2. Las diferencias entre D-ID, DC-IDR de las Variables Estructurales son


significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-
cativa.

4. La modificación producida por la reducción de protocolos no es significa-


tiva.

Para comprobar si los D y los DC son significativamente distintos de los ID, de


los IDR y de los adultos no pacientes de Exner se toman las variables relacio-
nadas con el Procesamiento de la Información, tanto las que reflejan el esfuerzo
y la motivación del procesamiento: L, OBS, HVI, Zf, W:D:Dd y W:M, como las
que reflejan la calidad y eficiencia del esfuerzo: DQ, Zd y PSV.
La muestra, el procedimiento, los cálculos son los mismos que los indicados
en el Capítulo Segundo. Los resultados están expuestos en sendas tablas.

7.4. Resultados. Análisis de resultados


7.4.1. Estadísticos Descriptivos
7.4.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar si los D son significativamente diferentes, se calculan los Es-
tadísticos Descriptivos de las variables anteriormente indicadas. Los resultados
están indicados en las Tablas 1 y 2 del Capítulo 12. No están transcritos los de
Exner.
La visualización de los Estadísticos sugiere que entre D y ID son pocas las
diferencias que pueden ser significativas; son más numerosas las que hay
entre D y NP de Exner.
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 109

7.4.1.2. La diferencia entre los DR-ND y DC-NP son significativas


Para comprobar si los DC son significativamente diferentes, se calculan los
Estadísticos Descriptivos. Los resultados están indicados en las Tablas 3 y 4 del
Capítulo 12. No están transcritos los de Exner.
Las diferencias de los promedios entre los DC y los IDR no parecen signifi-
cativas. En cambio, entre DC y NP, la mayoría parece que son diferencias
significativas.

7.4.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente diferentes


Para comprobar el esfuerzo y la motivación que emplean en el Procesamiento
de la Información se examinan las variables L, Zf, OBS, Dd, HVI, W:M; y para
comprobar la eficacia y la sofisticación, se examinan DQ+, DQo, DQ/, DQv,
Zd y PSV. Para comprobar si la afirmación es correcta se comparan, mediante
la t de Student, las medias de las Variables Paramétricas y mediante la U de
Mann-Whitney para la igualdad de medias, las Variables no Paramétricas. Los
datos no se transcriben, se indican los resultados en la siguiente tabla.
.
Tabla 5. t de la media de las Variables Paramétricas y U de Mann-Whitney
de las no Paramétricas de 58 D, 78 ID, 40 DC, 39 IDR y 700 adultos no pacientes
de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, como 2º; los DC, como 3º; los IDR, como 4º
y los NP, como 5º.
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
L - ** - ** DQ+ - - - -
Zf - ** - ** DQo - ** ** -
W - ** - ** DQ/ - - - -
D - - - ** DQv - ** - **
Dd - - - - Zd - ** - **
M - - - - PSV - ** - **
** La diferencia es significativa al 0.01
*La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según los datos encontrados D-ID no son significativamente diferentes en
ninguna de las 12 variables analizadas. Los D y los adultos no pacientes,
en 7 de las 12 variables. Los DC-IDR son significativamente diferentes en
1 de las 12 variables. Los DC y los adultos no pacientes, significativamente
son diferentes en 7 de las 12 variables estudiadas.

7.4.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias, se buscan los porcentajes de
las variables que reflejan el Procesamiento de la Información. Los resultados se
indican en siguiente tabla.
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 110

Tabla 6. Porcentaje de las variables que reflejan el Procesamiento de la In-


formación de 58 D, 78ND, 40 DC y 39 IDR.
Variables %D %ID DC IDR Variables %D %ID DC IDR
L>0,99 26 23 30 20 Mot alta 20 23 19 23
L<0,32 24 15 25 20 Mot baja 19 18 33 28
Zf>12 52 51 50 54 DQ+alto 26 16 25 20
OBS Posit 0 0 0 0 DQo alto 50 33 55 25
Dd>3 46 42 50 46 DQ/+DQv>2 20 25 20 23
HVI 0 2 0 0 Zd>+3 22 18 22 15
W alt M baj 58 59 47 59 Zd<-3 43 45 37 49
Wbaj M alta 2 1 4 0 PSV>0 31 24 30 33

7.4.2.1. Los dependientes restringen la estimulación


El 26 % de los D, el 23 % de los ID, el 30 % de los DC y el 20 % de los
IDR restringen la estimulación a un nivel fácil de manejar, para lo cuál
simplifican el campo estimular con el riesgo de minimizar o ignorar la im-
portancia de los elementos. Procesan todos los elementos (nivel de admi-
sión de datos), pero los consideran como poco importantes, aunque fuesen
significativos, en vista de sus necesidades y de las demandas de la situa-
ción, no responden a las demandas de una situación dada o se desvían de
las pautas esperadas. Son personas de estilo evitativo, hipersimplicadoras
(L>0.99).
La diferencia de 3 puntos entre los D-ID (26 %-23 %) y la diferencia de 10
puntos no entre los DC-IDR (30 %-20 %) no son significativas. Entre D y
DC (26 %-30 %), los DC suben 10 puntos. El incremento de las 7 Variables
aumenta en un 10 % los sujetos que restringen la estimulación a un nivel
fácil de manejar. En la reducción de casos (20 %-23 %), la diferencia de 3
puntos no es significativa.

7.4.2.2. Se implican en la estimulación


El 24 % de los D, el 15 % de los ID, el 25 % de los DC y el 20 % de los IDR
reflejan una tendencia a implicarse en las situaciones estimulares nuevas,
una incapacidad para evitarla (L<0.32). Se trata de personas ambiciosas
que buscan salir airosas en la tarea que se proponen frente a la complejidad
de los estímulos, desechando las respuestas simples y haciendo esfuerzos
laboriosos para elaborar interrelaciones.
La diferencia de 9 puntos entre D-ID (24 %-15 %) y la diferencia de 5
puntos entre los DC-IDR (25 %-20 %) no son significativas. Entre D y DC
(24 %-25 %), los DC incrementan un punto. La influencia de las 7 Variables
ha incrementado un 1 % los sujetos que se implican en las situaciones
estimulares nuevas. En la reducción de casos, hay 5 puntos de diferencia.
La modificación no es significativa.
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 111

7.4.2.3. No son obsesivos


Ninguno de los D, ni de los DC, ni de los ID, ni los IDR tiene OBS
Positivo. No son obsesivos, pero, el 46 % de los D, el 42 % de los ID, el
50 % de los DC y el 46 % de los IDR tienden a recoger la información
con muchos detalles. Son personas meticulosas, cautelosas, indecisas, muy
preocupadas por los detalles. Se esfuerzan por ser convencionales, pero,
se pierden cuando les toca resolver un problema con prontitud. Tienen
dificultades para expresar sus emociones (Dd>3).
Entre D-ID (46 %-42 %) y entre DC-IDR (50 %-46 %) las diferencias de 4
y de 6 puntos no son significativas. Entre los D y los DC (46 %-50 %), los
DC han aumentado 4 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa
en un 4 % los sujetos que tienden a recoger la información con muchos
detalles. En la reducción de casos, entre los ID y los IDR (46 %-42 %) la
diferencia de 4 puntos no es significativa.

7.4.2.4. Están siempre expectantes


Ninguno de los D, el 2 % de los ID, el 2 % de los DC y ninguno de los IDR
tienen HVI Positivo. Estas personas se caracterizan por ser hipervigilan-
tes por utilizar mucha energía para mantenerse sobre aviso, para estar
superalerta. Tienen una actitud negativa, desconfiada, recelosa hacia su
entorno, hacia los gestos de proximidad de los demás. Se manifiestan muy
reservados en sus relaciones sociales. Están atentos sólo a lo relaciona-
do con su espacio personal. Se consideran víctimas potenciales. Son muy
vulnerables.

Los ID registran un 2 %. Los DC tienen un 2 % y los IDR un cero. Los


datos de esta variable son muy poco representativos, eso sugiere que son
muy pocos los que tienen esta característica.

7.4.2.5. Se esfuerzan para organizar los datos


El 52 % de los D, el 51 % de los ID, el 50 % de los DC y el 58 % de los IDR se
esfuerzan para estructurar y organizar significativamente los elementos de
un campo no estructurado para verbalizar su respuesta, es decir, hacen un
esfuerzo intelectual para tratar el campo de los estímulos con más cuidado
y precisión (Zf>12). El esfuerzo empleado en el procesamiento de los datos
corresponde a la resolución de las situaciones nuevas y desestructuradas
de las manchas eligiendo la totalidad (W).
Entre D-ID (52 %-51 %) y entre DC-IDR (50 %-54 %) la diferencia de un
punto y la de 4 no son significativas. Entre los D-DC (52 %-50 %), los DC
bajan 2 puntos. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 2 % los
sujetos que se esfuerzan para estructurar y organizar significativamente
los elementos de un campo no estructurado. En la reducción de casos,
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 112

los ID tienen un 51 % y un 54 los IDR. La diferencia de 3 puntos no es


significativa.

7.4.2.6. Aspiran a más de lo que tienen


En los D, se han excluido 2 casos que tienen M=0 o M=1, 7 en los ID,
cero en DC y 5 en IDR. Teniendo en cuenta el Estilo Vivencial, el 58 % de
los D, el 59 % de los ID, el 47 % de los DC y el 59 % de los IDR tienen un
alto nivel de aspiración con relación a sus recursos, tiene una necesidad
de logro mayor que los actuales recursos funcionales y al no conseguir sus
objetivos quedan expuesto a vivencias de frustración (W alta y M baja).
En los porcentajes de los D-ID (58 %-59 % la diferencia de un punto no
es significativa. Entre los DC (47 %) y los IDR (59 %) la diferencia de 12
puntos es apreciable, pero no es significativa. Entre D-DC (58 %-47 %), los
DC reducen 11 puntos. El incremento de las 5 varibles reduce un 11 % los
sujetos con un nivel de aspiración superior a sus recursos. En la reducción
de casos no se produce ningún cambio. Los resultados son iguales (59 %-
59 %)

7.4.2.7. Aspiran a menos de lo que pueden


El 2 % de los D, el 1 % de los ID, el 4 % de los DC y el 0 % de los IDR tienen
bajo el nivel de aspiración con relación a sus recursos, aspiran a menos de lo
que tienen (W baja y M alta). Los datos son muy bajos, eso significa que son
muy pocos los sujetos que tienen esta característica.

7.4.2.8. Están muy motivados


Cumplidos dos de los tres criterior exigidos, el 20 % de los D, el 23 % de
los ID, el 19 % de los DC y el 23 % de los IDR están altamente motivados
para solucionar los problemas o tomar decisiones.
Entre D-ID (20 %-23 %) la diferencia de 3 puntos no es significativa. Los
resultados de los DC y de los IDR son similares (19 %-33 %). La diferencia
de 4 puntos no es significativa. Entre D-DC (20 %-19 %), los DC reducen
un punto. El incremento de las 7 Variables reduce el 1 % de sujetos muy
motivados. En la reducción de casos (23 %-33 %) no hay diferencia. Son
iguales.

7.4.2.9. Están muy poco motivados


Cumplimentados dos de los tres requisitos requeridos, el 19 % de los D, el
18 % de los ID, el 33 % de los DC y el 28 % de los IDR están muy poco
motivados.
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 113

Entre los D-ID (19 %-18 %) y entre los DC que tienen un 33 % y un 28 %


los IDR la diferencia de un punto y la diferencia de 5 puntos no son sig-
nifcativas. Entre el 19 % de los D y el 33 % de los DC, los DC incrementan
14 puntos. El incremento de las 7 Variables aumentan un 14 % los sujetos
que están muy poco motivados. En la reducción de casos, los 5 puntos que
diferencian a los ID-IDR (23 %-28 %) no son significativos.

7.4.2.10. El funcionamiento cognitivo es concreto


El 20 % de los D, el 25 % de los ID, el 20 % de los DC y el 23 % de los IDR
tienen un funcionamiento cognitivo de nivel inferior, es decir, un funciona-
miento esquemático, concreto, simplista, difuso, primitivo (DQ/+Dv>2).
La diferencia de 5 puntos entre D-ID (20 %-25 %) y la diferencia de 3 pun-
tos entre DC-IDR (20 %-23 %) no son significativas. Entre el 20 % de los D
y el 23 % de los DC, los DC se incrementan en 3 puntos. El incremento de
las 7 Variables incrementa un 3 % los sujetos que tienen un funcionamiento
cognitivo concreto. En la reducción de casos, entre ID-IDR (25 %-23 %),
los 2 puntos de diferencia no son significativos.

7.4.2.11. Es sofisticado
El 26 % de los D, el 16 % de los ID, el 25 % de los DC y el 20 % de los IDR
tienen un funcionamiento cognitivo sofisticado y complejo que corresponde
a procesos de análisis y síntesis (DQ+alto, i.e., M+1Dt de Exner).
La diferencia de 10 puntos entre los D-ID (26 %-16 %) que contrasta con la
diferencia de 5 puntos entre los DC-IDR (25 %-20 %) no son significativas.
Entre D y DC (26 %-25 %), los DC reducen 1 punto. El incremento de las
7 Variables reduce en un 1 % los sujetos con un funcionamiento cognitivo
sofisticado. En la reducción de casos, la diferencia de 6 puntos entre los
ID-IDR (26 %-20 %) no es significativa.

7.4.2.12. Es económico
Esta variable es una de las 6 que los identifica. El 50 % de los D, el 33 % de
los ID, el 72 % de los DC y el 25 % de los IDR tienen un funcionamiento
cognitivo económico, que no gasta mucha energía, ni evita la complejidad,
ni renuncia a la calidad, ni al ajuste (DQo>17, es decir, la M+1 Dt).
Entre los D-ID (50 %-33 %) la diferencia de 17 es significativa al 0,05. Lo
mismo sucede entre los DC y los IDR (55 %-25 %). La diferencia de 30 pun-
tos es significativa. Es lo esperado. Los grupos no son homogéneos. Entre
los D-DC (50 %-55 %), los DC se incrementan en 5 puntos. El incremento
de las 7 Variables incrementa en un 5 % los sujetos que tienen un funcio-
namiento cognitivo económico. En la reducción de casos, la influencia se
concreta en un 8 puntos (33 %-25 %). La diferencia no es significativa.
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 114

7.4.2.13. Son hiperincorporadores


El 22 % de los D, el 18 % de los ID, el 22 % de los DC y el 15 % de los
IDR tienden a ser hiperincorporadores (Zd>+3). Los hiperincorporadores
se caracterizan por ser cautelosos, meticulosos, rumiadores, indecisos, len-
tos en la ejecución. Tienden a emplear mucha energía en la exploración
del campo estimular; a dar muchas vueltas a los datos antes de dar una
respuesta. Tienen dificultades para distinguir lo secundario de lo princi-
pal. Cometen pocos errores. Prefieren situaciones en las que disponen de
tiempo. Bajo presiones de tiempo se sienten poco seguros y dan respuestas
poco apropiadas.

La diferencia de 4 puntos entre los D-ID (22 %-18 %) y la diferencia de


7 puntos entre los DC-IDR (22 %-15 %) no son significativas. Entre los D
y los DC (22 %-22 %), los DC ni suben, ni bajan. El incremento de las 7
Variables ni incrementa, ni disminuye los sujetos hiperincorporadores. En
la reducción de casos, entre el 18 % de los ID y el 15 % de los IDR, la
diferencia de 3 puntos no es significativa.

7.4.2.14. Son hipoincorporadores


El 43 % de los D, el 45 % de los ID, el 37 % de los DC y el 49 % de los IDR
tienden a ser hipoincorporador (Zd<-3). Los hipoincorporadores se mues-
tran más dispuestos a correr riesgos, a escudriñar rápidamente el campo
de los estímulos. De este modo, se exponen a dejar elementos importantes,
a dar respuestas inapropiadas, a cometer más errores, a ser ineficaces y a
precipitarse en las decisiones. Se caracterizan por ser descuidados, negli-
gentes, precipitados, impulsivos, por realizar un examen poco cuidadoso
de los estímulos.
La diferencia de 2 puntos entre los D-ID (43 %-45 %) no es significativa.
Entre los DC-IDR (37 %-49 %) la diferencia de 12 puntos es notoria, pero
tampoco es significativa. Entre los D y los DC (37 %-43 %), los DC han
crecido 6 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa en un 6 %
los sujetos hipoincorporadores. En la reducción de casos (45 %-49 %) la
diferencia de 4 puntos no es significativa.
Tanto hiperincorporadores como hipoincorporadores son ineficaces, los
unos por lentos, los otros por precipitados.

7.4.2.15. Son rígidos


El 31 % de los D, el 24 % de los ID, el 30 % de los DC y el 33 % de los IDR
reflejan inflexibilidad cognitiva o una probable implicación neurológica
(PSV>0).
Entre los D-ID (31 %-24 %) la diferencia de 7 puntos y la de 3 puntos
entre los DC-IDR (30 %-33 %) no son significativas. Entre los D y los DC
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 115

(31 %-30 %), los DC suben 1 punto. Las Variables incrementan en un 1 %


los sujetos que son cognitivamente inflexibles. En la reducción de casos,
entre los ID-IDR (24 %-33 %) la diferencia de 9 puntos no es significativa.

7.5. Conclusiones
7.5.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas
Entre D-ID para ninguna de las Variables analizadas
Entre D-NP para L, Zf, W, DQo, DQv, Zd y PSV.
Entre DC-IDR para D y DQo.
Entre DC-NP L, Zf, W. D, DQo, DQv, Zd y PSV .

7.5.2. La Hipótesis 2
7.5.2.1. No es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significa-
tivas. Los grupos son homogéneos.
Los dos, en los porcentajes señalados, restringen la estimulación a un nivel
fácil de manejar, para lo cuál simplifican el campo estimular con el riesgo
de minimizar o ignorar la importancia de los elementos (26 %-23 %; 30 %-
20 %).
Se implican en situaciones estimulares nuevas, buscan salir airosos en la
tarea que se proponen frente a la complejidad de los estímulos, desechan-
do las respuestas simples y haciendo esfuerzos laboriosos para elaborar
interrelaciones (24 %-15 %; 25 %-20 %).
Hacen un esfuerzo intelectual para tratar el campo de los estímulos con
más cuidado y precisión para estructurar y organizar significativamente
los elementos (52 %-51 %; 50 %-54 %).
No son obsesivos, pero, son personas meticulosas, cautelosas, indecisas,
muy preocupadas por recoger la información con muchos detalles (46 %-
42 %; 50 %-46 %).
No son hipervigilantes. No se caracterizan por utilizar mucha energía para
mantenerse sobre aviso, ni por tener una actitud negativa, desconfiada,
recelosa hacia su entorno (0 %-2 %; 0 %-0 %).
Sus aspiraciones son superiores a los recursos que disponen, tienen una
necesidad de logro mayor que los actuales recursos funcionales y al no
conseguir sus objetivos quedan expuestos a vivencias de frustración (58 %-
59 %; 47 %-59 %).
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 116

Son muy pocos los casos cuyas aspiraciones son inferiores a los recursos
que disponen (2 %-1 %; 4 %-0 %).
Tienen un funcionamiento cognitivo sofisticado y complejo que correspon-
de a procesos de análisis y síntesis (26 %-16 %; 25 %-20 %).
Otros tienen un funcionamiento cognitivo de nivel inferior, esquemático,
concreto, simplista, difuso, primitivo (20 %-25 %; 20 %-23 %)
Están altamente motivados para solucionar los problemas o tomar deci-
siones (20 %-23 %; 19 %-23 %)
Están muy poco motivados (19 %-18 %; 33 %-28 %).
Son hiperincorporadores. Son sujetos que tienden a emplear mucha energía
en la exploración del campo estimular; que dan muchas vueltas a los datos
antes de dar una respuesta (22 %-18 %; 22 %-15 %).
Son hipoincorporadores. Son personas que se muestran más dispuestos a
correr riesgos, a escudriñar rápidamente el campo de los estímulos. De
este modo, se exponen a dejar elementos importantes, a dar respuestas
inapropiadas, a cometer más errores, a ser ineficaces y a precipitarse en
las decisiones (43 %-45 %; 37 %-49 %).
Reflejan inflexibilidad cognitiva (31 %-24 %; 30 %-33 %).

7.5.2.2. Es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son significativamente diferentes. Los grupos son
heterogéneos.
Los dos tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos con una
economía cognitiva, con un funcionamiento correcto, con un procesamiento
económico que no gasta mucha energía, ni evita la complejidad, ni renuncia
a la calidad, ni al ajuste (50 %-33 %; 55 %-25 %).

7.5.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas

7.5.3.1. Las 7 Variables incrementan


Un 4 % los sujetos que restringen la estimulación a un nivel fácil de ma-
nejar.
Un 1 % los sujetos que se implican en las situaciones estimulares nuevas.
Un 1 % los sujetos que se esfuerzan para estructurar y organizar significa-
tivamente los elementos de un campo no estructurado.
Un 5 % los sujetos que tienen un funcionamiento cognitivo económico.
CAPÍTULO 7. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 117

7.5.3.2. Las 7 Variables reducen


Un 2 % los sujetos que tienden a recoger la información con muchos deta-
lles.

Un 6 % los sujetos hipoincorporadores.


Un 1 % los sujetos que son cognitivamente inflexibles.
U 1 % los sujetos muy motivados.
Un 11 % los sujetos tienen un nivel de aspiración superior a sus recursos.

Un 14 % los sujetos que están muy poco motivados.


Un 1 % los sujetos tienen un funcionamiento cognitivo sofisticado.

7.5.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni incrementan


Los sujetos que tienen un funcionamiento cognitivo concreto.
Los sujetos hiperincorporadores

7.5.4. La reducción de protocolos no produce un cambio


significativo.
Entre los ID-IDR, los IDR en 5 variables suben: 1, 2, 3 3, y 8 puntos; en
8 bajan: 1, 2, 3, 4, 9 y 10 puntos; y en 2 son iguales. En ninguno de estos
resultados, las diferencias son significativas.
Capítulo 8

Mediación cognitiva

8.1. Estado de la cuestión


Estas personas perciben y traducen la información como la perciben y la
traducen los demás, o lo hacen en forma distinta; si la perciben en forma distinta,
el problema consistiría en determinar el modo como la perciben, en cuyo caso,
para una mejor intelección del tema, conviene señalar, al menos someramente,
el contenido del concepto percepción.

8.1.1. Contenido del Concepto


La definición de la percepción no es tan fácil. Lo advierte Bartley (1976,
pág. 54) cuando dice: "En ninguna parte de la literatura podemos encontrar
de forma concisa y en una forma adecuada una explicación completa de lo es
la percepción, de cuáles son sus características y de cómo se relaciona a otros
aspectos de la conducta. De hecho una buena explicación no parece, ni aparece
ni siquiera en fragmentos dispersos". Percepción es “la actividad general y total
del organismo que sigue inmediatamente (o acompaña) a las impresiones ener-
géticas que se producen en los órganos de los sentidos" (pág. 18).

Estima que la percepción es un medio de conocimiento que implica identifi-


car, interpretar y discriminar objetos. Puede ser estudiada en seis dimensiones: -
En un estudio comparativo entre percepción animal y percepción humana. - En
un estudio ontológico. - En los cambios en la percepción de objetos específicos.
- En la influencia, la disposición, postura y otros factores. - En los grados de
restricción. - En fuerza y duración del estímulo y en los determinantes culturales.

Allport (1970) asume el término percepción del filósofo Buchler según el


cuál cada individuo tiene en sí mismo relaciones pretéritas con el mundo, dispo-
siciones emocionales y expectativas propias para el futuro. La percepción sigue
patrones culturales, pero cada sujeto tiene su propio sistema. Lo cultural y lo

118
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 119

verídico se fusionan en lo personal. La define en estos términos: "En sentido


estricto, percepción es igual a sensación más significación". (pag. 315)
Armstrong (1966, pág. 131) dice: "Percibir es la posibilidad de adquirir una
determinada cantidad de conocimiento sobre el mundo que le rodea por me-
dio de ciertos órganos llamados sentidos". Day (1973) estima que la percepción
es como el mantenimiento del contacto del organismo con su medio ambiente,
estados internos, postura y movimiento. Mayoral (192, pág. 18) dice: "La per-
cepción es una sensación interior que resulta de una impresión anterior hecha
en nuestros sentidos". La percepción es un proceso integrador, es el resultado de
la interacción cerebral, es el contacto entre el organismo y el medio ambiente,
entre los estados internos y las propias posturas y movimientos.
De la lectura de estas definiciones se infiere que existe un organismo, un
objeto, un proceso y un conocimiento intencional.

8.1.2. Características de la percepción


La percepción, según Bartley (1976), está caracterizada por el simbolismo, la
clasificación, predicción e interpretación, auto consistencia interna y determina-
ción del campo. Según Allport (1970), la razón en conjunto de que las cosas sean
percibidas con exactitud, consiste en que el sujeto pueda comportarse realística-
mente en su relación con el medio ambiente, en que sepa enfrentarse con él. De
este modo, la percepción, no sólo es verídica, sino también personal. La percep-
ción es selectiva y ser selectiva es una necesidad funcional, tan necesaria como la
percepción verídica. Está integrada por tres procesos: Preparación perceptiva;
vigilancia perceptiva y defensa perceptiva.

Para Luria (1939) tiene un carácter activo mediatizado; un carácter objetivo


y generalizado que evoluciona con la edad y el desarrollo intelectual; un carácter
permanente y cabal y, finalmente, tiene manejabilidad y movilidad. Para Jas-
pers (1977), en la percepción, conviene diferenciar: a), entre el material de las
sensaciones, la intuición del espacio y tiempo y las vivencias de los actos; b),
entre el carácter de realidad, el juicio de realidad y el juicio psicológico; c), entre
percepción y representación; d), entre el carácter de subjetividad y el carácter
de objetividad. Los juicios de realidad dependen del medio ambiente cultural en
que vive la persona, de su inteligencia y personalidad, del estado de conciencia
y de la dirección de atención.

8.1.3. Factores que influyen en la percepción


La percepción, según Mayoral (1982), está influenciada: por la asociación de
sensaciones; por la la selección perceptiva; por la evocación de representaciones;
por la fusión; por la identificación de percepciones compuestas de sensaciones
diferentes; por el predominio de cierta especie de sensaciones. La selección de-
pende de la atención, de la motivación y de la intensidad del estímulo.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 120

Se han realizado muchas investigaciones. Según Allport (1970) en un solo


decenio ha habido por lo menos 300 investigaciones relativas a la influencia que
los factores de la personalidad ejercen sobre la percepción y, aunque se han
formulado muchas críticas contra la teoría y los experimentos, las pruebas, en
general, tienden a ser positivas. Constató que diversos investigadores, partiendo
de diferentes puntos, llegaron al mismo resultado. Fraisse (1976) estima que las
investigaciones demuestran que hay variaciones interindividuales en correlación
con la frecuencia de las experiencias perceptivas anteriores y con el valor adap-
tivo que han tenido.

Murray, en un estudio, después de un juego de miedo (asaltos y muertes)


constató que los sujetos vieron más rostros hostiles y agresivos que antes del
juego. Lo cuál quiere decir que las "disposiciones" de la persona influyen sobre
las funciones de la percepción. Nuttin (1953) comprobó que los pesimistas y los
optimistas en el medio ambiente se comportaron de acuerdo con sus disposiciones
perceptivas en el laboratorio.

8.1.4. Objeto de la percepción


El problema del objeto de la percepción tiene siglos de existencia. Ha susci-
tado múltiples controversias. Ha dado margen a varios sistemas.
Los autores plantean el problema en estos términos: ¿Qué percibe el ser
humano? . ¿Qué significado tiene lo percibido?. ¿La percepción es innata o
adquirida?
Las respuestas tienen diversos enfoques. Mayoral (1982) indica 3 sistemas:
Empirismo, Nativismo y Psicología de Forma. Según Mayoral (1982), la sen-
sación pura no se da jamás en el adulto, por lo menos en el estado normal.
Armstrong (1966) refiere 3: Realismo, Representacionismo y Fenomenalismo. El
Realismo acepta que el objeto inmediato que percibimos es una entidad física
que existe independientemente del sujeto que percibe. El Representacionismo
y el Fenomenalismo sostienen que el objeto inmediato que percibimos es una
impresión sensorial, un dato sensorial. Sustentan que no puede existir indepen-
dientemente del sujeto que percibe. Berkeley entiende que las cualidades sensi-
bles de los objetos no son más que una especie de sensaciones, son subjetivas,
"mera apariencia"; por ejemplo, lo grande y lo pequeño no pueden existir en
parte alguna sin la mente, son, por lo tanto, enteramente relativos.

Según Luria (1939) las sensaciones son fuente de conocimiento del mundo
exterior y del propio cuerpo. Son condiciones fundamentales para el desarrollo
psíquico de la persona. Las sensaciones pueden influirse recíprocamente y los
órganos pueden funcionar (sinestesia). Estima que mediante la asociación de
las diversas modalidades transformamos las sensaciones aisladas en percepción
integral y pasamos del reflejo de indicios aislados al reflejo de objetos o situa-
ciones completas. La percepción íntegra del objeto surge como resultado de una
compleja labor analítica sintética, que destaca unos rasgos esenciales y mantiene
inhibidos otros que no lo son y combina los detalles percibidos en un todo con-
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 121

cienciado. Se trata de un proceso activo y complejo que se halla estrechamente


relacionado con la activación de las pautas de las experiencias anteriores que
incluye en su estructura la labor mancomunada de la actividad de los sentidos
y la actividad psíquica de nivel superior, el lenguaje. La persona mediante la
palabra nombra objetos percibidos.

El Empirismo admite que la percepción es adquirida i.e., aprendida en el


contacto con el medio ambiente.
El Nativismo estima que el sujeto nace con ella, i.e., admite que la percepción
es innata.

8.1.5. Alteraciones de la percepción


La percepción, según Vallejo Nájera (1964), puede presentar alteraciones
cuantitativas o cualitativas. Las cuantitativas se refieren a la intensidad de las
sensaciones: hiperestesia, anestesia, hiperestesia. Las cualitativas se refieren a
las ilusiones, alucinaciones y alteraciones del esquema corporal.
Las ilusiones, percepciones deformadas, se dan por inatención, por tensión
afectiva y por autoprovocación. Según Hécaen (1939), las ilusiones, se refieren
a todo lo concerniente a la forma, contornos tamaño, número y movimiento de
los objetos o de las personas y por extensión a las modificaciones de los colores
de los objetos. Las deformaciones perceptivas son provocadas por lesiones cere-
brales focalizadas y por intoxicaciones.

Bermejo (1981) estima que la ilusión, en un sentido amplio, consiste en la


falta de correspondencia entre lo percibido y la realidad física; en un sentido
estricto, consiste en la inadecuación sistemática entre percepción o estimación
subjetiva de una o varias propiedades de un objeto y la realidad objetiva de
las mismas. Según Armstrong (1966) la ilusión consiste en la sensación sin la
presencia el objeto, i., e., si digo veo un gato y el gato no está presente. Otra
cosa es que me lo represente imaginariamente.

En la ilusión sensorial intervienen dos elementos: la creencia y la experiencia


perceptual o impresión sensorial en la que se funda la creencia. En la percep-
ción verídica, las creencias son verdaderas; en la ilusión sensorial, son falsas.
No podemos estar equivocados de las sensaciones en el momento de tenerlas,
son necesarias. Para Bartley (1976), las anomalías de la percepción, son las pa-
restesias, sinestesias y afasias. Las percepciones están sujetas a alteraciones de
ensayo a ensayo, originadas por la falta de seguridad que tiene el sujeto sobre
lo correcto o incorrecto de sus percepciones.

Las alucinaciones, percepciones sin objeto, suelen ser auditivas, visuales, gus-
tativas, táctiles, olfativas y alucinaciones de la imagen corporal. Están caracte-
rizadas por la complejidad, corporeidad, convicción de realidad, localización en
el campo sensorial. Las alucinaciones hacen referencia a un estado afectivo par-
ticular de la conciencia, sentimientos de extrañeza, de nunca visto, de ya visto.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 122

Las alucinaciones son fenómenos sensoriales anormalmente surgidos, corpóreos


y no representacionales que no llevan en sí a un juicio de realidad como juicio
sobre tales fenómenos sensoriales.
Como epílogo pueden servir las palabras de Bartley (1976, pág. 548): "La
personalidad es una expresión de la percepción”. La persona ante el con-
tacto directo con el estímulo reacciona aquí y ahora como una totalidad y
en forma discriminativa.
Dicho lo dicho, se busca en el Rorschach cómo procesan, es decir, cómo
traducen la información procesada

8.1.6. La percepción en el Rorschach


La traducción puede ser: hiperconvencional; o extremadamente peculiar; o
ajustada a la realidad. Cuando es hiperconvencional o extremadamente peculiar,
la adaptación es inadecuada y la percepción, en la admisión de los datos, dis-
torsionada. El desajuste perceptivo condiciona las conductas de un sujeto, i.e.,
condiciona la adecuación a las situaciones nuevas con mayor o menor precisión
del funcionamiento.

Si el funcionamiento es flexible, la capacidad de adaptación es eficaz; en caso


contrario, la conducta tenderá a la ineficacia y a la desadaptación. Se espera
que la traducción sea ajustada a la realidad en la inmensa mayoría de los casos.
La medida de la claridad de la percepción que va desde la precisión rígida
hasta lo indefinido y borroso se encuentra en las Respuestas F. Estas Respuestas
representan el razonamiento formal y la tendencia a percibir cumpliendo las
exigencias de la realidad. Se relaciona con la "fuerza del yo", con la ausencia
o demora de las manifestaciones emocionales. A continuación se indican los
significados interpretativos de F y de F %.

8.1.6.1. Significado de F Pura


La F Pura, según Rorschach (1961) refleja la atención y concentración del
pensamiento.
Rapaport (1976) estima que la F Pura se relaciona con el razonamiento for-
mal de la persona y su tendencia a percibir y cumplir las exigencias de la realidad
que le rodea. Se plantea dos interrogantes: Cuál debe de ser el porcentaje de F y
cuál es su calidad o nivel formal. El 1º implica el grado en que las consideracio-
nes lógico-formales dominan el pensamiento y la conducta y el 2º, la eficiencia
o deficiencia de estas consideraciones, i.,e., la calidad del "examen de la realidad".

La F Pura, según Klopfer (1966) se refiere al grado de control asequible a


la persona. La F Pura opina Portuondo (1976) sirve para evaluar fundamental-
mente la capacidad observadora de la persona, su atención y concentración; la
capacidad de percibir la realidad. Para Loosli (1965) la medida en que la persona
domina activamente las láminas refleja su capacidad de dirigirse en la vida, de
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 123

adaptarse a la realidad exterior bajo la dirección del sistema intelectual-volitivo,


i.e., guiada por el pensamiento y la razón.

Los datos encontrados en las diversas investigaciones, según Exner (1974)


dan alguna credibilidad a la noción de que la F Pura, de alguna manera, está
relacionada con las ausencias o la demora del afecto.

8.1.6.2. Significado de F %
El F % según Klopfer (1966) se vincula con el grado de control del sujeto y
con su capacidad para manejar situaciones sin implicarse emocionalmente. El
grado de control está mediatizado por la cultura y la civilización. La civiliza-
ción occidental exige que la satisfacción de los impulsos esté sometida a cierta
postergación, a cierta demora, a la estimación lógica, antes de ser puesta en
actividad.

Rapaport (1959) opina que F % indica el grado de autonomía de los procesos


mentales conscientes que se resisten a la intromisión de factores subconscientes.
Expresa la medida en que los procesos de razonamiento formal pueden continuar
su curso sin verse interrumpidos o reorientados por la intrusión de afectos, ansie-
dades y preocupaciones. Tranque García (1942, pág. 65) sigue también la misma
idea. Dice: F % es "un índice muy significativo de la precisión de los mecanismos
asociativos conscientes del poder de concentración y persistencia en la atención".

En cuanto a los valores cuantitativos, los autores no están de acuerdo. Klop-


fer (1966) indica que un sujeto normal debe dar un F % comprehendido entre
un 20 % y 50 %. Alcock (1965) sigue el mismo criterio. Rapaport (1959) señala
un 60 % y 70 %.

- Un F % elevado, según Rorschach (1964), Rapaport (1959), Beck (1967),


Portuondo (1973), Beizmann (1968) Serebrinsky (1948) y Klopfer (1966) debe
estar entre un 50-80. Representa rigidez, constricción, ansiedad, empobrecimien-
to de la expresión ideacional y afectiva, atención excesiva hacia el control lógico,
excesivo control afectivo, postergación del impulso. Esta hipótesis es cierta sobre
todo cuando no hay mucho movimiento, color y sombreado. En caso contrario,
es indicio de "un yo fuerte".
- Un F % muy elevado (mayor que 80 %) es un índice patológico.
- Un F % muy bajo (menor que 20) según Bohm (1945), Rapaport (1959),
Beck (1967) representa impulsividad, riqueza afectiva y experiencia ideacional
variadas, pero con frecuencia incontroladas o inadecuadas. Representa una reac-
ción demasiado personal, rayana en la arbitrariedad.

8.1.6.3. Exactitud perceptual


Todos los autores concuerdan con Rorschach en que las respuestas de Forma
representan la exactitud de la percepción. La exactitud de la percepción impli-
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 124

ca atención, sistemas de control y juicios discriminantes. El sujeto ajusta sus


engramas al estímulo y decide si la coincidencia es o no es adecuada.

Los Autores valoran el aspecto cualitativo y cuantitativo de las respuestas.


Rorschach (1956, Págs. 56-57) utilizando el criterio estadístico clasifica las res-
puestas F en "formas buenas" (F+) y en "formas malas" (F ). La percepción de
formas buenas implica: "Capacidad de mantener estable la atención. El sujeto
ha de poseer nítidos engramas formales. La capacidad de ecforizar, despertar
y llevar a la conciencia esas imágenes mnémicas nítidamente conformadas. La
capacidad de elegir entre la multitud de imágenes similares que se ofrecen, la
imagen mnémica más ajustada. En síntesis F+ constituye un índice de la agu-
deza de ciertos procesos asociativos o quizá de todos , así como del grado de
persistencia de la atención y la capacidad de concentración".

Para Klopfer (1966, pág.144) "La clasificación F generalmente se refiere al


grado de control intelectual asequible al individuo". Indica tres niveles de exac-
titud formal: F+, F, F- .
- F+ refleja que el individuo se preocupa "por ser exacto, se interesa por
la situación real.... puede ser muy inteligente, muy compulsivo, o ambas cosa a
la vez". El nivel formal se basa en la exactitud, especificación y organización.
La calidad formal se refiere a la exactitud de la percepción, i. e., al grado con
él que la persona ajusta un concepto al material de la mancha. F representa
a sujetos que "por lo general no son ni tan inteligentes ni tan emocionalmente
controlados".
- La F- representa la debilidad del yo para relacionarse con la realidad; se
da una necesidad que distorsiona el estímulo y vuelve subjetiva la percepción.
La persona ve lo que quiere ver o deja de ver lo que teme para defenderse de su
temor.

Rapaport (1976, pág. 209) considera el determinante formal (F) y el nivel


formal. "El uso de F como determinante parece hallarse relacionado con el razo-
namiento formal del sujeto y una tendencia a percibir y cumplir las exigencias
de la realidad que lo rodea en la vida diaria". Amplía la clasificación de F: F+,
F+-, F-+, F-. La calidad formal viene dada por la adecuación entre percepción
y estímulo. "El grado de congruencia indica la medida en que la insistencia en el
procedimiento lógico formal encuadra dentro de la realidad. Denuncia el éxito
del examen de la realidad, la estrictez y eficiencia de la actitud crítica de control
frente a las propias producciones".

Según Beck (1968) el porcentaje de F+ implica percepción clara, reconoci-


miento y discriminación. El sujeto, comenta Loosli Usteri (1965, pág. 57), se ve
obligado ante la consigna y ante el caos del estímulo a responder con "un acto
creador, es decir, un acto formativo". “La medida en que el sujeto domina acti-
vamente las láminas rorscharchistas refleja su capacidad de dirigirse en la vida,
de adaptarse a la realidad exterior, bajo la dirección del Sistema intelectual voli-
tivo (Sistema sofropsíquico); es decir, guiado por la razón y por el pensamiento".
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 125

Para Bates Ames (1972, pág. 85) "las respuestas de forma reflejan el grado de
dominio intelectual del individuo y suministran cierta indicación sobre la capa-
cidad intelectual de ese examinado, su poder de razonamiento y sus facultades
críticas”.

En ese "acto creador" comenta Piotrowski (1957) el sujeto se siente impelido


por el deseo de dominar el caos del estímulo en lugar de sumergirse en él. Pero
en la adaptación al mundo exterior, la afectividad es indispensable. Por esto, el
limitarse a las interpretaciones de la forma es propio de personas que se privan
del contacto inmediato espontáneo. Según Beizmann (1968, pág. 160) "las res-
puestas F+ indican agudeza perceptiva, una observación precisa y una actividad
de concentración". Para Bohm (1977, pág. 94) "Las F+ descubren ante todo una
buena capacidad de observación... capacidad de concentración, la atención y, en
cierto grado, también la tenacidad".

Exner (1995, pág.92) dice: “el modo y la calidad con que la forma se utiliza al
crear cada percepto, representa la capacidad del sujeto para percibir los objetos
de manera convencional y realista”. El sujeto frente al estímulo amorfo utiliza
las huellas mnémicas de los objetos para encontrar un objeto que se parezca
a los contornos de la mancha. La coincidencia puede ser o no ser adecuada.
El ajuste o control de la realidad dependerá de la atención, del control y del
poder discriminante de los sujetos. El criterio que adopta Exner (pág. 93) es el
estadístico, dice: “el ajuste perceptivo va a medirse a través de lo que la mayoría
de la gente percibe en cada área de las manchas”. De este modo, las respuestas
serán frecuentes o infrecuentes, usuales o raramente percibidas, inusuales, y, en
este continuum, estarán enmarcadas las convencionales, las individuales y las
distorsionadas. Exner indica tres grupos de datos que informan sobre el control
de la realidad, es decir, sobre la calidad de la forma

8.1.6.4. Valores cuantitativos


Los valores cuantitativos del F+ %, según Rorschach (1964) debes estar com-
prendidos entre el 70 % y 80 %. Tranque García (1942), alrededor del 75 %.
Bochner y Halpern (Cit. por Serebrinsky, 1948), entre el 85 % y 100 %. Rapa-
port (1956), entre 65 % y 75 %, por encima de 90 % es muy raro. Potuondo
(1976), entre 70 % y 80 %. Loosli (1965), entre 79 % y 92 % para hombres y
entre 76 % y 91 % para mujeres. Exner (1974), entre 70 % y 93 %, un F+ % y
X+ % muy altos, cerca de 100 %, representan una preocupación exagerada por
la realidad.
Para conocer cómo traducen los sujetos la información recibida se indica
el significado de las siguientes variables: L, OBS, XA %, WDA %, X+ %,
X- %, S-, P, X+ %, Xu %, FAB y los datos de frecuencia de FQ. Los sig-
nificados de Lambda y OBS están indicados en el Tema anterior.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 126

8.1.6.5. Significado de XA %, WDA %


El significado interpretativo general concedido debe ser esencialmente como
un índice de los rasgos de control de la realidad del protocolo. Son variables que
miden el ajuste convencional:
- XA % y WDA % conforman un tanden que identifica las dificultades en la
percepción (mediación) y discrimina mejor verdaderos positivos y falsos positi-
vos. Las características del objeto identificado corresponden a los contornos de
la mancha o del área utilizada, y cuanto más obvias sean las características del
estímulo, habrá menos respuestas FQ-.

8.1.6.6. Significados de X+ %
El significado interpretativo general concedido al X+ % debe ser esencial-
mente como un índice de los rasgos de control de la realidad del protocolo. Es
una variable que mide el ajuste convencional.
- X+ % entre 0.70-0.89 corresponde a personas que dan respuestas conven-
cionales.
- X+ %>0.89 representa a personas hiperconvencionales, preocupadas ex-
cesivamente por ser aceptadas en la sociedad; a personas perfeccionistas que
buscan la exactitud antes que expresar su capacidad de creatividad; a personas
que sacrifican su individualidad.
- X+ %<0.70 corresponde a sujetos poco convencionales en sus percepciones;
a personas que no perciben las cosas como las perciben los demás. Puede deberse
a un modo personal sin distorsión en la percepción o a un alejamiento de la
realidad. Si el alejamiento cuantitativa y cualitativamente es notorio es mayor
el riesgo de inadaptación.
X+ %<0.70 relacionada con L alta, corresponde a sujetos que realizan tra-
ducciones menos convencionales, muy individuales. Eso no significa que sean
necesariamente antisociales.
X+ % baja, debido a respuestas sin forma (T, V, Y, C puras), es un indicador
poco fiable. Cuando X+ % es baja y tiene muchas respuestas sin FQ, convie-
ne matizar la interpretación con el análisis cualitativo de los datos. Refleja la
presencia de problemas afectivos que interfieren el Proceso de Mediación. Exner
cita 49 trabajos y presenta 5 estudios realizados con esta variable.

8.1.6.7. Significado Xu %
Xu %>0.20 señala un excesivo autocentramiento. Corresponde a personas
individualistas que perciben las cosas en función de sus necesidades, desde sus
propios puntos de vista y ofrecen una resistencia al modo de ver de los demás,
pero no distorsionan.

8.1.6.8. Significado de X- %
X- %, si aparece con baja frecuencia, indica una distorsión en la traducción
de la admisión de datos.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 127

- X- %<0.15 refleja adecuación perceptiva.


- X- % entre 0.15 y 0.20 indica una posibilidad de inadecuación perceptiva o
distorsión mediacional.
- X- %>0.25 sugiere una percepción inadecuada, distorsión mediacional. Se-
ñala el grado relevante de apartarse de lo convencional. Este tipo de respuestas
aparecen en psicóticos, especialmente en esquizofrénicos. En todo caso, el aná-
lisis de los niveles de distorsión, indicará el riesgo de aparición de conductas
bizarras, inapropiadas, desajustadas.
- X- % >0.70 refleja un brote psicótico o fingimiento.

8.1.6.9. Significado de P
Todos los autores concuerdan con Rorschach en señalar que las Respuestas
Populares representan la capacidad de ver las como las ven los demás; la ca-
pacidad de adaptarse sin claudicaciones. Son Respuestas que, además de estar
de acuerdo con el significado interpretativo, están de acuerdo con el criterio de
frecuencia.

Para Rorschach (1961, pág. 195, Artículo Póstumo) las Respuestas Populares
pueden "informarnos sobre la capacidad de adaptación intelectual, de la partici-
pación en el mundo colectivo de comprender las cosas". Las clasifica ateniéndose
al criterio estadístico (1 por cada 3 examinados). En opinión de Klopfer (1966,
pág. 150) "las respuestas populares originales, P-O, revelan la capacidad de un
sujeto para ver el mundo de la misma manera que la mayoría de las personas o
por el contrario de una manera diferente que los demás".

Según Rapaport, (1976, pág. 228) "una incidencia adecuadamente elevada


de P indica que el sujeto es suficientemente sensible a los significados o impli-
caciones obvios de las situaciones que plantea la realidad cotidiana y que posee,
por lo tanto, un adecuado sentido común". Para Beizmann (1968, pág. 255) un
nº satisfactorio de P "indica que el sujeto participa en el pensamiento colectivo,
i.e., en la manera general de pensar de su medio".
Para Beck (1968) P representa la identificación con las normas del grupo.

Exner (1974, pág. 43) recomienda que P "debe interpretarse siempre en tér-
minos de R teniendo también en cuenta la actividad Z y la calidad formal
reflejada en el protocolo". P entre lo esperado indica, en situaciones obvias, una
producción de respuestas aceptables o concordantes con las expectativas socia-
les.

- P<de lo esperado refleja dificultad en la percepción de lo convencional,


poca conformidad, más individualismo. El sujeto no ve las cosas como las ven
los demás. Esto puede suceder por incapacidad (pobre contacto con la realidad,
en casos de esquizofrenia) o por renuencia (individualidad, FQ-, FQu). Cuando
se da un caso en el que no aparece la P en las áreas esperadas de las láminas III,
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 128

V, VIII, es útil la Prueba de Límites, por cuanto proporciona una información


cualitativa.
- P>de lo esperado indica preocupación por lo convencional, excesivo some-
timiento a la norma. Influye la deseabilidad social y un superyo rígido. Relacio-
nada con L alta refleja un esfuerzo económico de energías. Si se relaciona con L
baja refleja una predisposición a la convencionalidad

8.1.6.10. Significado de COMFAB


FAB2 sugiere un apartarse considerable de la realidad, capacidad defectuosa
de enjuiciar, control mermado de la impulsividad ideativa, graves alteraciones
afectivas que obnubilan el juicio, un producto de pautas cronificadas de pensa-
miento perturbado.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach, es
procedente añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿los D tra-
ducen la información como la traducen los ID? tres más: ¿los DC traducen la
información como la traducen los IDR?; ¿la modificación producida por el in-
cremento de las 7 Variables es significativa?; ¿La modificación producida por la
reducción de protocolos es significativa?. Se responde a las preguntas formulando
las siguientes hipótesis

8.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre D-ID y D-NP, DC-IDR y DC-NP en los Estadísticos
Descriptivos son significativas.
2. Las diferencias entre D-ID, DC-IDR de las Variables Estructurales son
significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-
cativa.
4. La modificación producida por la reducción de protocolos no es significa-
tiva.

Para comprobar si los D son significativamente distintos de los ID y de los


adultos no pacientes de Exner, se toman las variables que reflejan la Mediación
Cognitiva: F, P, X+ %, X- %, Xu %. La muestra, el procedimiento, los cálculos
son los mismos que los indicados en el Capítulo Segundo. Los resultados están
indicados en sendas tablas.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 129

8.3. Resultados. Análisis de resultados


8.3.1. Estadísticos Descriptivos
8.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar que los D son significativamente diferentes de los ID y de
los NP de Exner, se calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que
reflejan la Mediación Cognitiva. Los resultados se indican en las Tablas 1 y 2
del Capítulo 12. No están transcritos los de Exner.

Los resultados de los dos grupos parecen similares, menos para F, pare-
ce que son grupos homogéneos. Las diferencias entre D y NP son bien
acentuadas, parecen significativas.

8.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son significativas


Para comprobar que los DC son significativamente diferentes de los IDR y
de los NP de Exner, se calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables
que reflejan la Mediación Cognitiva. Los resultados se indican en las Tablas 3 y
4 del Capítulo 12. No están transcritos los de Exner.

Los resultados de los dos grupos parecen similares, menos en F, parece que
son grupos homogéneos. Las diferencias entre D y NP son bien acentuadas,
parecen significativas.

8.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente diferentes


Para comprobar si la afirmación es correcta se comparan mediante la t de
Student las medias de Variables Paramétricas y mediante la U de Mann-Whitney
para la igualdad de medias, las Variables no Paramétricas. Los resultados no se
transcriben, se indican los resultados en la siguiente tabla.
Tabla 5. t de la media de las Variables Paramétricas de 58 D, 78 ID, 40 DC,
39 IDR y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, como 2º; los DC, como 3º; los IDR, como 4º
y los NP, como 5º.
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
F - ** - ** Xu % - ** - **
X+ % - ** - ** P - ** - **
X- % - ** ** **
Según estos datos, D-ID no son significativamente diferentes en ninguna de
las 7 Variables estudiadas; DR- IDR en una (X- %). La F tiene significación
0,068. Entre los D y DC vs los adultos no pacientes de Exner, las diferencias
son significativas para todas las variables. Son grupos distintos.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 130

8.3.2. Variables Estructurales


Para comprobar la magnitud de los que no interpretan la información como
la interpretan los demás, se calcula el porcentaje de las variables que reflejan la
Mediación Cognitiva. Los resultados están indicados en la siguiente tabla.
Tabla 6. Porcentaje de las variables que reflejan la Mediación Cognitiva de
58 D, 78 ID, 40 DC y 39 IDR.
Variables D ID DC IDR Variables D ID DC IDR
L>0,99 26 23 30 20 Xu %>0,20 58 56 60 56
L<0.32 24 15 25 20 X- %>0,30 10 11 5 10
.
OBS Posit 0 0 0 0 P<4 17 15 20 18
X+ %>0,89 2 1 0 2 P>7 14 14 10 10
X+ %>0,70 10 15 7 20
El análisis de los resultados de L>0,99, de L<0,32 y de OBS Positivo están
indicados en el tema anterior. Los transcribimos.

8.3.2.1. Restringen la estimulación


El 26 % de los D, el 23 % de los ID, el 30 % de los DC y el 20 % de los
IDR restringen la estimulación a un nivel fácil de manejar, para lo cuál
simplifican el campo estimular con el riesgo de minimizar o ignorar la im-
portancia de los elementos. Procesan todos los elementos (nivel de admi-
sión de datos), pero los consideran como poco importantes, aunque fuesen
significativos, en vista de sus necesidades y de las demandas de la situa-
ción, no responden a las demandas de una situación dada o se desvían de
las pautas esperadas. Son personas de estilo evitativo, hipersimplicadoras
(L>0.99).

La diferencia de 3 puntos entre los D-ID (26 %-23 %) y la diferencia de 10


puntos no entre los DC-IDR (30 %-20 %) no son significativas. Entre D y
DC (26 %-30 %), los DC suben 10 puntos. El incremento de las 7 Variables
aumenta en un 10 % los sujetos que restringen la estimulación a un nivel
fácil de manejar. En la reducción de casos (20 %-23 %), la diferencia de 3
puntos no es significativa.

8.3.2.2. Se implican en la estimulación


El 24 % de los D, el 15 % de los ID, el 25 % de los DC y el 20 % de los IDR
reflejan una tendencia a implicarse en las situaciones estimulares nuevas,
una incapacidad para evitarla (L<0.32). Se trata de personas ambiciosas
que buscan salir airosas en la tarea que se proponen frente a la complejidad
de los estímulos, desechando las respuestas simples y haciendo esfuerzos
laboriosos para elaborar interrelaciones.

La diferencia de 9 puntos entre D-ID (24 %-15 %) y la diferencia de 5


puntos entre los DC-IDR (25 %-20 %) no son significativas. Entre D y DC
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 131

(24 %-25 %), los DC incrementan un punto. La influencia de las 7 Variables


ha incrementado un 1 % los sujetos que se implican en las situaciones
estimulares nuevas. En la reducción de casos, hay 5 puntos de diferencia.
La modificación no es significativa.

8.3.2.3. No son obsesivos


Ninguno de los D, ni de los DC, ni de los ID, ni los IDR tiene OBS
Positivo. No son obsesivos, pero, el 46 % de los D, el 42 % de los ID, el
50 % de los DC y el 46 % de los IDR tienden a recoger la información
con muchos detalles. Son personas meticulosas, cautelosas, indecisas, muy
preocupadas por los detalles. Se esfuerzan por ser convencionales, pero,
se pierden cuando les toca resolver un problema con prontitud. Tienen
dificultades para expresar sus emociones (Dd>3).
Entre D-ID (46 %-42 %) y entre DC-IDR (50 %-46 %) las diferencias de 4
y de 6 puntos no son significativas. Entre los D y los DC (46 %-50 %), los
DC han aumentado 4 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa
en un 4 % los sujetos que tienden a recoger la información con muchos
detalles. En la reducción de casos, entre los ID y los IDR (46 %-42 %) la
diferencia de 4 puntos no es significativa.

8.3.2.4. Interpretación no distorsionada


Hay que tener en cuenta que el porcentaje de las de las respuestas condiciona
el porcentaje resultante de estas variables. Conviene señalar que los D tienen
1 caso con 14 respuestas, 0 con 15, 3 con 16 y 3 con 17 y el resto, con más
de 17. Los ID tienen un caso con 14 respuestas, 2 con 15, 6 con 16 y 4 con 17
respuestas. El resto está con más de 17. Teniendo en cuenta, además, que la
distorsión tiene niveles de gravedad, en el análisis de un caso es factible detectar
el nivel, es posible también detectar la causa o las causas, pero en el análisis
de muchos casos resulta muy laborioso, razón por la cuál, sólo se indican los
porcentajes.
El 89 % de los D, el 88 % de los ID, el 95 % de los DC y el 90 % de los IDR
interpretan la información sin distorsionarla.
Entre los D-ID (89 %-88 %) apenas hay un punto y entre los DC-IDR
(95 %-90 %), 5, las diferencias no son significativas. Entre D-DC (89 %-
95 %), los DC se incrementan en 6 puntos. El incremento de las 7 Varia-
bles incrementa en un 6 % los sujetos que interpretan la información sin
distorsionarla. En la reducción de casos entre los ID-IDR (88 %-90 %) hay
2 puntos de diferencia.

8.3.2.5. Interpretación adecuada


El 10 % de los D, el 15 % de los ID, el 7 % de los DC y el 20 % de los
IDR tienen X+ %>0.70. Estas personas interpretan la información como
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 132

la interpretan los demás.


Entre los D-ID (10 %-15 %) la diferencia de 5 puntos no es significativa.
Los DC tienen un 7 % y un 20 % los IDR, la diferencia de 13 puntos (1,78)
no es significativa. Entre D-DC (10 %-7 %), los DC bajan 3 puntos. El
incremento de las 7 Variables han hecho disminuir en un 3 % los sujetos
que interpretan adecuadamente la información. En la reducción de casos,
los ID-IDR (15 %-20 %) la diferencia de 5 puntos no es significativa. En
Exner figura un 90 %. Entre NP y los cuatro grupos, las diferencias son
significativas.

8.3.2.6. Interpretación hiperconvencional


Tan sólo un 2 % de los D, un 1 % de los ID, un 0 % de los DC y un 2 %
de los IDR son personas hiperconvencionales, preocupadas excesivamente
por ser aceptadas socialmente; son perfeccionistas que buscan la exactitud
antes que expresar su capacidad creativa; son personas que sacrifican su
individualidad (X+ %>0.89).
Entre los D-ID (2 %-1 %) y algo similar entre los (DC-IDR) (0 %-2 %)
las diferencias son mínimas no son significativas. Entre los D-DC (2 %-
0 %), los DC bajan 2 puntos. El incremento de las 7 Variables han hecho
disminuir en un 2 % los sujetos que están preocupados excesivamente por
ser aceptados socialmente. En la reducción de casos, entre los ID-IDR
(1 %-2 %) la diferencia de 1 punto no es significativa. En todo caso, los
datos son poco representativos. Eso significativa que son muy pocos los
sujetos que tienen esa característica.

8.3.2.7. Interpretación muy personal


El 58 % de los D, el 56 % de los ID, el 60 % de los DC y el 56 % de los IDR
perciben las cosas en función de sus predisposiciones, desde sus propios
puntos de vista. Son personas individualistas, excesivamente autocentra-
das, ofrecen una resistencia al modo de ver de los demás (Xu %>0.20).
En este 58 % hay 24 casos (41 %) que tienen, además, un X- % entre 0,15
y 0,30. Reflejan una tendencia a apartarse de lo convencional, una inade-
cuación perceptiva. Este dato refuerza la tendencia a ver las cosas como se
las quiere ver y no como son en realidad. En el 56 % hay 27 casos (34 %)
que tienen, además, un X- % entre 0.15-0.30.
La diferencia de 2 puntos entre D-ID (58 %-56 %) no es significativa. Los
DC presentan un 55 % y los IDR, un 60 %, la diferencia de 5 puntos no es
significativa. Entre los D y los DC (58 %-60 %), los DC suben 2 puntos.
El incremento de las 7 Variables aumentan en un 2 % los sujetos que
perciben las cosas en función de sus predisposiciones. En la reducción de
casos, no hay diferencia entre los grupos (56 %-56 %), son iguales. Exner
presenta un 16 %. Entre el 58 %, 56 %,60 % y 56 % vs 16 %, las diferencias
son significativas.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 133

8.3.2.8. Interpretación distorsionada


El 10 % de los D, el 11 % de los ID, el 5 % de los DC y el 10 % de los IDR
tienen dificultades en el ajuste convencional, en el control de la realidad. La
percepción es inadecuada, distorsionada. La traducción de la información
no se ajusta a la realidad. Son respuestas que corresponden a conductas
inapropiadas, desajustadas (X- %>0.30).
La diferencia de un punto entre D-ID (10 %-11 %) y la diferencia de 5
puntos entre DC-IDR (5 %-10 %) no son significativas. Entre 10 % de los
D y el 5 % de los DC, los DC han disminuido 5 puntos. El incremento
de las 7 Variables han hecho disminuir en un 5 % los sujetos que tienen
dificultades en el ajuste convencional. En la reducción de casos, entre los
ID-IDR (11 %-10 %) la modificación es mínima.

8.3.2.9. Interpretación poco convencional


El número de P depende del número total de respuestas. Si el porcentaje
de las de las respuestas es inferior a 17 se espera que P oscile entre 4-6, si
está entre 17 y 28, se espera que P oscile entre 5-7 y si es superior a 28, se
espera que P oscile entre 6-9. Siguiendo los criterios referidos, el 17 % de los
D, el 15 % de los ID, el 20 % de los DC y el 18 % de los IDR tiene P inferior
a lo esperado. Son personas poco convencionales. Tienen dificultades en la
percepción de lo convencional, es decir, tienen poca conformidad, no ven
las cosas como las ven los demás, son más individualistas.
La diferencia de 2 puntos entre los D-ID (17 %-15 %) y la diferencia de 8
puntos entre los DC-IDR (20 %-28 %) no son significativas. Entre los D que
tienen un 17 % y los DC, un 20 %, los DC suben 3 puntos. El incremento
de las 7 Variables incrementa un 3 % los sujetos que tienen dificultades
en la percepción de lo convencional. En la reducción de casos, entre ID y
IDR (15 %-18 %) hay 3 puntos, la diferencia no es significativa. Entre los
porcentajes de los grupos (17 %, 15 %, 20 % y 18 %) y el 1 % de los adultos
no pacientes de Exner, las diferencias son significativas.

8.3.2.10. Interpretación muy convencional


El 14 % de los D, el 14 % de los ID, el 10 % de los DC, el 10 % de los IDR
son muy convencionales, es decir, están preocupados por la corrección, por
acomodarse a las normas (P mayor que lo esperado).
Los D y los ID son iguales, no se diferencian. Sucede lo mismo entre los
DC-IDR (10 %-10 %) no se diferencian. Entre los D y los DC (14 %-10 %)
los DC bajan 4 puntos. El influjo de las 7 Variables disminuye en un 4 %
los sujetos son muy convencionales, es decir, los que están preocupados
por la corrección, por acomodarse a las normas. En la reducción de casos
(14 %-10 %) los 4 puntos de diferencia no son significativos.
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 134

8.4. Conclusiones
8.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas

Entre D-ID para ninguna de las variables.


Entre D-NP para F, X+ %, X- %, Xu % P.
Entre DC-IDR para X- %.

Entre DC-NP para F, X+ %, X- %, Xu % P.

8.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta


Los D-ID y los DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significa-
tivas. Los grupos son homogéneos.

Los dos grupos, en los porcentajes encontrados, interpretan la información


como la interpretan los demás (10 %-15 %; 7 %-20 %).
No están preocupadas excesivamente por ser aceptadas socialmente; no son
perfeccionistas que buscan la exactitud antes que expresar su capacidad
de creatividad; no sacrifican su individualidad (2 %-1 %; 0 %-2 %).

Perciben las cosas en función de sus predisposiciones, desde sus propios


puntos de vista. Son personas individualistas, excesivamente autocentra-
das, ofrecen una resistencia al modo de ver de los demás (58 %-56 %; 60 %-
56 %)
Tienen dificultades en el ajuste convencional, en el control de la reali-
dad. La percepción es inadecuada, distorsionada, la traducción de la in-
formación no se ajusta a la realidad. Son respuestas que corresponden a
conductas inapropiadas, desajustadas (10 %-11 %; 5 %-10 %).
Tienen poca conformidad, no ven las cosas como las ven los demás (17 %-
15 %; 20 %-18 %)

Son muy convencionales, es decir, están preocupados por la corrección,


por acomodarse a las normas (14 %-14 %; 10 %-10 %).

8.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas
CAPÍTULO 8. MEDIACIÓN COGNITIVA 135

8.4.3.1. Las 7 Variables incrementan


Un 1 % los sujetos que restringen la estimulación a un nivel fácil de ma-
nejar.

Un 1 % los sujetos que se implican en las situaciones estimulares nuevas.


Un 2 % los sujetos que perciben las cosas en función de sus predisposicio-
nes.
Un3 % a los sujetos que tienen dificultades en el ajuste convencional.

Un 4 % los sujetos que tienden a recoger la información con muchos deta-


lles.
Un 4 % los sujetos que tienen dificultades en la percepción de lo conven-
cional.

8.4.3.2. Las 7 Variables disminuyen


Un 3 % los sujetos que interpretan la información sin distorsionarla.
Un 3 % los sujetos que interpretan adecuadamente la información.

Un 2 % los sujetos que están preocupados excesivamente por ser aceptados


socialmente.

8.4.4. La Hipótesis 4 es cierta


La reducción de protocolos no produce un cambio significativo. Entre los
ID-IDR, los IDR en una variable suben 3 puntos; en 2 bajan: 1 y 4 puntos; y en
2 son iguales. En ninguno de estos resultados, las diferencias son significativas
Capítulo 9

Ideación

9.1. Planteamiento del problema


9.1.1. Aproximación al Concepto
La respuesta de un sujeto a cualquier estímulo es expresada en forma verbal
o por escrito. La selección de una respuesta, según Exner (1994, 1995) depende
de muchos factores:
* Depende de los rasgos o estilos o hábitos que originan preferencias conduc-
tuales reiterativas en la solución de dificultades o problemas.
* Depende de los estímulos afectivos: sentimientos disfóricos (tristeza, pérdi-
da de control emocional, abandono), o de los sentimientos gratificantes, ocasio-
nales unos, crónicos, otros, que provocan cambios de conducta, aumentando o
disminuyendo las conductas anteriores o sustituyéndolas por otras que originan
respuestas diferentes. Las respuestas de un alumno reservado, intranquilo, tris-
te, estresado se traducen de distinta manera que las respuestas de otro alumno
espontáneo, tranquilo.
* Depende de estímulos externos. La fiebre o el calor medio ambiental ex-
cesivo provocan cambios de conducta y, en consecuencia, cambios de respuesta;
en general, no modifican los rasgos básicos.

El sujeto relaciona las ideas (objetos) unas con otras y las expresa. La expre-
sión puede ser coherente o incoherente, depende del funcionamiento cognitivo y
del estado emocional. Lo cognitivo y lo afectivo, el yo y el entorno tienen una
influencia recíproca. Si lo cognitivo funciona elegirá la respuesta adecuada, es de-
cir, ajustada a la realidad. Si no funciona, la respuesta será ilógica, disparatada,
distorsionada, no ajustada a la realidad. Las respuestas ilógicas, disparatadas,
distorsionadas, no ajustadas a la realidad las dan los esquizofrénicos.

La identificación de la esquizofrenia y de sus manifestaciones es un tema com-


plejo y polémico. Se la considera como un síndrome de etiología, sintomatología
y pronóstico diversos. Existen muchas teorías explicativas. Unos la consideran

136
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 137

como un trastorno biológico (una reacción) y otros, como un constructo útil,


pero provisional; para unos, es un continuo; para otros, una entidad discreta y
separada de los otros trastornos mentales; pero, para todos, es un trastorno de
pensamiento.

Las manifestaciones también son objeto de polémica. Son muchos los signos
propuestos. Por Ej., el DSM III presenta como características: delirios bizarros,
delirios somáticos, delirios persecutorios, alucinaciones auditivas, incoherencia,
pensamiento ilógico, ausencia de afecto. El deterioro es considerado en rela-
ción a un nivel previo y los signos deben ser continuos durante seis meses. Las
manifestaciones de la esquizofrenia pueden concretarse en 4 elementos centra-
les: 1º), percepción inadecuada; 2º), Alteración del pensamiento; 3º), controles
emocionales lábiles; 4º, ineptitud interpersonal. En el Rorschach, según los últi-
mos experimentos, estas manifestaciones no son exclusivas de la esquizofrenia.
Hay muchos casos de personas no esquizofrénicas que tienen un control emocio-
nal inadecuado (son impulsivas) o fallan en las relaciones sociales (caracteriales).

Los sujetos que experimentan una grave desorganización cognitiva perciben


mal su mundo y se perciben mal a sí mismos. La evaluación de sus experien-
cias es irreal, tienden a actuar en forma rara, no convencional. Dicen cosas que
están fuera de lugar, establecen relaciones descabelladas. Su percepción es dis-
torsionada. Ven las cosas como las quieren ver y no como son. El pensamiento es
incoherente, desordenado. Se manifiesta en la ruptura de una secuencia de ideas,
en conclusiones carentes de lógica, en preocupaciones desconcertantes, en sim-
bolismos idiosincráticos, en exageraciones generalizadas. La persona no controla
la ideación, tiene pensamientos perturbados, está asustada por sus ideas.

9.1.2. La percepción y el pensamiento en el SC


El Índice PTI del SC refleja tanto la percepción inadecuada como los tras-
tornos de pensamiento. Traduce las dificultades en la mediación y en la ideación.
Estas dificultades se encuentran en esquizofrénicos, en trastornos afectivos gra-
ves, en trastornos de personalidad.

En los esquizofrénicos: a). Las relaciones interpersonales están habitualmente


muy empobrecidas. El protocolo presenta ausencia o muy pocos Contenidos
Humanos, H Pura es igual a cero y los Contenidos Humanos presentes van
acompañados de Códigos Especiales.
b). La ideación deliberada está acompañada de trastornos de pensamiento
y de distorsiones perceptivas. Un protocolo con M sin Forma, representa la
ideación que no se ajusta a los datos de la realidad, es un proceso similar al
que ocurre en el pensamiento delirante. Un protocolo con M- mayor que uno,
representa un trastorno perceptual cognitivo.
c). La percepción es distorsionada y las respuestas verbalizadas son arbitra-
rias, no se ajustan a los contornos del estímulo. El protocolo presenta FQ- de
nivel 2 y el doble o más de FQ- que la suma de FQo y FQ+.
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 138

d). El trastorno de pensamiento es grave. El protocolo presenta más de 6


Códigos Especiales y un nivel 2 mayor que 2. En los trastornos de pensamiento
conviene diferenciar el esquizofrénico del maníaco depresivo. Los trastornos de
pensamiento maníaco no son crónicos, desaparecen, mientras que en los esquizo-
frénicos están siempre presentes. Los primeros son más leves, están representados
por DR y no aparecen otros Códigos Especiales que sean del nivel 2, mientras
que en los segundos, aparecen otros Códigos Especiales.

El maníaco, ante la prueba, habla y habla, está a gusto, mientras que el


esquizofrénico está a disgusto, quiere irse. En los protocolos de esquizofrénicos
el número de respuestas es inferior a 17, se dan muchos fracasos, el número de
Repuestas Populares es bajo, P<4 y el tipo vivencial es intratensivo. En el PTI
cabe la posibilidad de darse un pequeño porcentaje de falsos negativos, es decir,
de sujetos que no son detectados, razón por la cual, se quedan fuera. Produce
un 10 % de falsos positivos, es decir, designa como sujetos trastornados a los
que no lo son, excepto en los casos de drogas Generalmente, corresponden a
protocolos muy pobres en productividad. Son protocolos que presentan pocas
respuestas, fracasos en las láminas, Perseveración Mecánica. En estos casos, el
Rorschach proporciona poca información, sin embargo, el hecho de que el PTI
sea negativo, no significa necesariamente ausencia del trastorno, indica, tan sólo,
que los datos no son suficientes para formular la hipótesis.

En todo caso, el análisis de los Contenidos Humanos, de los Movimientos


Humanos, de la Calidad Formal Negativa y de los Códigos Especiales ayuda a
apoyar o rechazar el diagnóstico de esquizofrenia. Los trastornos de pensamiento
están indicados en las variables de la Ideación. La adecuación y la convenciona-
lidad están representadas por las variables correspondientes a la Agrupación de
Mediación Cognitiva (P, XA %, WDA %, X- %)

9.1.3. Variables que reflejan la Ideación


Las variables de la Agrupación de la Ideación indican cómo es conceptua-
lizada y utilizada la traducción de la información aceptada. El pensar implica
organizar símbolos o conceptos de forma significativa y constituye el núcleo
de dónde proceden las decisiones y conductas deliberadas. Los datos permiten
elaborar un cuadro de las operaciones de pensamiento de la persona.
Los datos están representados por M>SumPondC, EBPer, FM, m, a:p,
Ma:Mp, MOR, Calidad de Movimiento, 2AB+ Art+Ay, Códigos Especiales.

9.1.3.1. Significado de M
La interpretación de M y de la relación tiene un denominador común entre
los Autores. La interpretación de las respuestas de M fue formulada por Rors-
chach, (1961, pág. 64), dice: "Las sinestesias han de ser, pues, una especie de
instrumento de creación interior, de la calidad de introversión que considerare-
mos más adelante. En principio, esto significa dos cosas, por un lado, el proceso,
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 139

el acto de ensimismarse; por el otro, el estado de ensimismamiento".

Los autores posteriores asumen las aseveraciones de Rorschach. Expresa-


mente lo manifiesta Rausch de Traubenberg (1977, pág., 65) cuando dice: "Los
valores interpretativos propuestos recientemente, conservan en su conjunto los
valores de inteligencia, de imaginación creadora, de madurez y de conciencia
de la vida interior". Beck (1968) estima que M profundiza en la personalidad
hasta la vida de los instintos, llega en algunos casos, hasta las primeras y más
tempranas etapas de la personalidad revelando los deseos más primitivos del
individuo.

Para Rapaport (1976, pág. 214) "las M parecen resultar del fino ajuste del
juego recíproco entre los procesos perceptuales y asociativos...La condición bá-
sica para esta sensibilidad del dinamismo perceptual es una rica dotación na-
tural...El caudal y disponibilidad de las imágenes y recursos que participan en
la producción de las respuestas M requieren la presencia de una activa y rica
ideación. Por otra parte, la demora necesaria para la integración asociativa de
los elementos que participan en una respuesta cinética requieren - aún más que
las buenas respuestas F cierta facultad de posponer los impulsos o el despliegue
afectivo en la vida cotidiana".

Klopfer (1966, pág. 146) dice: "M implica un proceso imaginativo que el
individuo emplea libremente...capacidad para sentir empatía con otras perso-
nas...percepción de naturaleza altamente diferenciada". Bohn (1977, pág. 69)
dice: "Las respuestas de movimiento representan en primer lugar la riqueza del
mundo de las vivencias tiene relación con la fuerza creadora de la personalidad
y también con la experiencia religiosa... son los síntomas más generales de la
productividad. Según Ames (1972, pág. 87) "el factor M se considera general-
mente como la clave de la riqueza de la vida interior del individuo e indicio de
su poder creador íntimo".

Exner (1974, pág. 57) dice: "Parece claro que M tiene una base intelectual
que incluye un cierto tipo de razonamiento, componentes de imaginación y una
conceptualización de alto nivel. Es una forma de demora frente a los impulsos
a respuestas más espontáneos, que depende de un tipo activo de ideación. Es
una experiencia interna que parece ser deliberada y que manifiesta fantasías
relacionadas con el mundo exterior". Es así como M es una variable relevante
que tiene conexión con la mayor parte de las actividades psicológicas.

El Contenido de las Respuestas de Movimiento Humano (1995) implica una


proyección y es muy complejo. - No obstante, los estudios permiten afirmar que
M refleja la utilización de la ideación voluntariamente iniciada en las relaciones
interpersonales. M está relacionada con: - a), la actividad intelectual de razona-
miento; los estudios sugieren una correlación positiva entre actividad intelectual
(frecuencia y calidad de M) y los tests de inteligencia; - b), la creatividad (ta-
lento artístico); - c), la fantasía (soñar despierto); - d), la actividad de demora;
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 140

- e), el autoconcepto; - f), las relaciones interpersonales; y - g), la mejoría en la


terapia. Puede reflejar cooperatividad, pasividad, conductas agresivas verbales
o no verbales, asertividad, exhibicionismo.

9.1.3.2. Significado de M>SumPondC


La relación M>SumPondC, según Rorschach (1961, pág. 40), es básica y
constante, dice: "En la medida en que el número de las respuestas cinéticas
sobrepase al de las cromáticas, la afectividad del sujeto estará sólidamente esta-
blecida, ya sea éste normal, neurótico o psicótico. . . ”. Es el Estilo Intratensivo
que se caracteriza por una mayor vida interior, una afectividad más estabiliza-
da, un círculo ambiental más reducido, pero de reacciones más intensas. Bohm
(1977) considera a la relación como el "eje" de toda la prueba porque refleja la
posición fundamental de la personalidad en relación con el yo y con el mundo
exterior y describe al introvertido asumiendo los rasgos indicados por Rorschach.

Rapaport (1976, pág. 221) habla del equilibrio vivencial EB y de su estabi-


lidad, dice: "Cuando el EB se dilata en ambas direcciones, ello significa, dentro
del orden normal, la presencia de un amplio caudal de actividad ideacional como
así también de despliegue acción-afecto. Cuando se halla constreñido en ambas
direcciones se deducirá la presencia de una fuerte inhibición, tanto en el orden
normal como en el patológico". El introvertido se caracteriza por el predominio
de la actividad ideacional y de la demora de la acción, con una adaptación nor-
mal, bien dotada y productiva, pero emocionalmente más o menos exuberante
en la esfera de la fantasía.

Para Rausch de Traubenberg (1977) las respuestas M en realidad provie-


nen de dos procesos: asociativo y proyectivo y son dos aspectos, el intelectual y
proyectivo que se superponen constantemente. Loosli Usteri (1965) llama al EB
"Tipo de Resonancia Intimo". Los clasifica como intratensivos o extratensivos
puros o mixtos, coartados o ambiguales. Rauch (1977) asume el nombre y la
clasificación dada por Loosli. Klopfer (1966) asume lo indicado por Rorschach
y señala que el intratensivo tiene una tendencia a ser estimulado desde dentro,
a restaurar el mundo en función de sus propios valores y necesidades. Para Pio-
trowski (1957) los que dan preferencia a M prefieren cautela y una actividad
motriz. Según Serebrinsky (1948) el intratensivo tiende más a razonar que a
obrar.

Exner (1974) establece relaciones con cada una de las variables y propone
los estilos de personalidad: intratensivo, extratensivo. La persona intratensiva,
según Exner (1994, pág. 353), "prefiere demorar el tomar decisiones o iniciar sus
conductas mientras, a su entender, no haya considerado todas las alternativas
posibles". Son personas que mantienen sus emociones al margen mientras buscan
solucionar sus problemas, o tomar decisiones basándose más en sus evaluaciones
internas antes de formular sus juicios; toleran mal las equivocaciones. El EB
intratensivo en niños menores de 12 años es poco frecuente. Si se da en un caso,
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 141

es señal de hípermadurez, impropia en niños.

9.1.3.3. Significado de EBPer


Cuando es positivo representa una marcada rigidez a la hora de afrontar
muevas situaciones. Corresponde a sujetos que actúan siempre de la misma
manera, que utilizan la ideación para solucionar todos los problemas, aunque su
resultado sea inefectivo o inapropiado.

9.1.3.4. Significado de FM
FM representa la ideación no deliberada, que puede interferir el proceso de
la ideación deliberada y contribuir a la sobrecarga interna. Rorschach no clasi-
fica las respuestas de movimiento de los animales. La clasificación y valoración
de FM es de Klopfer. La asumen Hertz, Alcock, Bates Ames, Loosli Usteri,
Serebrinsky, Piotrowski, Exner. No la asumen Beck, Rapaport, Bohn. Klopfer
(1972, pág. 208) dice que las respuestas FM "representan la influencia de las ca-
pas más instintivas de la personalidad, hipótesis que explicaría porque los niños
a menudo visualizan en las láminas animales en movimiento, pese a que rara
vez perciben movimiento humano".

Piotrowski (Cit. por Loosli Usteri, l965) estima que FM representa tenden-
cias que se remontan a la infancia, que no han alcanzado plena madurez. Para
Alcock (1965, pág. 63) FM se "relaciona con un tipo de reacción juvenil en ín-
tima conexión con impulsos libidinosos y en conexión también con una escasa
tolerancia a la frustración, pero que representa al mismo tiempo una caracte-
rística de espontaneidad que puede ser elemento positivo en una personalidad
madura". En opinión de Bates Ames (1972, pág. 89) "las respuestas FM repre-
sentan las tendencias naturales, sin aculturación". Para Golfarb, (Cit. por Bel,
1964, pág. 73) las respuestas FM indican "excitación imaginativa en respuesta
a la estimulación emocional con un conocimiento menos directo, menos cons-
ciente y consecuentemente menos maduro, de la naturaleza y dirección de los
sentimientos suscitados".

Loosli Usteri (1965, pág. 70) dice: "Personalmente me inclino a ver en las FK
tanto el signo de una regresión con él de una detención del desenvolvimiento. De
este último, sobre todo, cuando los FK vayan acompañados de claros signos de
perturbación". FK es la FM. Canivet (Cit. por Loosli, pág. 71) ve en las FM "un
signo de inmadurez, de imaginación que continúa siendo pueril y, por lo tanto,
inadaptado para las realizaciones y la productividad adultas". Para Serebrinsky
(1945, pág. 81) los FM "son, en cierta medida, índice de la afectividad no bien
evolucionada".

Exner (1978. pág. 126) infiere que las respuestas FM "se correlacionan con
la ideación creada por estados de necesidad. En teoría, se trata de pensamien-
tos no provocados que se dan con bastante frecuencia cuando una persona no
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 142

está realizando una determinada actividad". Reflejan estados de insatisfacción


de necesidades básicas, tanto primarias (hambre, sed, etc.) como secundarias
(éxito, logro, prestigio, etc.). Reflejan preocupaciones, estados de necesidades
no gratificadas.
- FM baja sugiere que el sujeto elimina el registro de las necesidades básicas.
- FM alta sugiere malestar interno procedente de los estados de necesidad.
Se manifiesta en forma de tensión, falta de atención, insomnio.

9.1.3.5. Significado de m
La respuesta m no es una clasificación de Rorschach, es una clasificación de
Klopfer. La asumen Hertz, Piotrowski, Bates Ames, Loosli Usteri, Beizmann,
Exner. No la asumen Beck, Rapaport, ni Bohm. Según Klopfer (1972, pág. 209)
m refleja "las tensiones interiores de la estructura de la personalidad. Cabe decir
que tales m aparecen cuando el sujeto experimenta sus impulsos interiores más
como fuerzas hostiles incontrolables que operan contra él, que como fuentes de
energía a su disposición". Según Canivet (Cit. por Beizmann, 1968, pág. 82) las
respuestas m expresan "fuerzas explosivas inadaptadas".

Bames Ames (1972, pág. 95a) dice: "La presencia de m se considera de diver-
sos modos: como signo de agresividad reprimida o explícita; como signo de una
tensión interior, ansiedad o lucha entre emociones en conflicto; como indicación
de que el sujeto siente que sus impulsos íntimos son hostiles". Para Loosli Usteri
(1965, pág. 73) las m (k, en la autora) "representan tendencias que no llegan a
expresarse de modo constructivo. Como no entran en contacto con la realidad,
quedan inadaptadas y se desenvuelven de manera desviada. En el adulto la k es
siempre un signo desfavorable".

Para Piotrowski (Cit. por Loosli, l965) m expresa tendencias profundas pero
incompatibles con la personalidad consciente y casi dejadas de lado por ella. El
admitir la existencia de estos modos de reacción instintiva crearía graves con-
flictos interiores. Para Beizmann (1968, pág. 179) “m implica un movimiento
sentido por el sujeto que está movido por una fuerza interior con exclusión de
las fuerzas pasivas agitadas por una fuerza exterior". Para Bochner (Cit. por
Beizmann, 1968) las m expresan conflictos interiores no resueltos, dificultades
de sublimación, deseos irrealizables. .

Exner (1974, pág. 60) dice: "Obviamente, cuando m se da con alguna frecuen-
cia significativa debe considerarse como una señal de aviso que puede representar
la incidencia de la tensión excesiva, frustración y/u hostilidad en la integración
de la personalidad". Exner (1978) presenta cinco estudios que apoyan la hipó-
tesis de que m se relaciona con una sensación de tensión en la que el sujeto
se desorganiza y se siente fuera de control. Las últimas valoraciones de Exner
(1994) señalan que m se refiere a "experiencias de intenso malestar emocional",
sentimientos de descontrol, de desasosiego, a un estado de estrés. La variable
m es inestable, depende del estado psicológico del individuo y es inducida por
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 143

las tensiones situacionales. La actividad mental con la que se relaciona implica


un sentimiento de indefensión y/o de pérdida de control. El sujeto experimenta
dificultades de atención y concentración y el discurso puede alterarse o inte-
rrumpirse

9.1.3.6. Significado de FM+m


La actividad mental provocada por estados de presión estimular está re-
presentada por FM+m>M. Klopfer (1972, pág. 209) estima que M menor que
FM representa a una persona "emocionalmente infantil que vive en su nivel de
pulsión instintiva inferior a su edad cronológica y mental". En caso contrario,
cuando M es mayor que FM revela: que el sujeto demora, i. e., subordina la
necesidad de gratificación inmediata a motivaciones más elevadas y a metas a
largo plazo, sin excesivo conflicto interno; que el funcionamiento del yo tiene
un nivel relativamente alto, i. e., hay capacidad de aceptarse a si mismo, a los
propios impulsos, fantasías y, además, capacidad de establecer buenas relaciones
con la realidad exterior. Cuando FM+m es mayor que una y media veces M,
es un índice de "tensiones que son demasiado fuertes como para permitir que el
individuo use sus recursos en forma constructiva" (pág. 163).

Para Ames (1972, pág. 39) "las respuestas de movimiento humano y animal
aumentan rápidamente durante los primeros años con prevalencia del movimien-
to humano. El punto en el cuál M sobrepasa por primera vez a FM se sitúa a
muy diferentes edades desde los 7 (Ford) hasta alrededor de los 14 años (McFa-
te y Orr)". Según Loosli Usteri (1965, pág. 72) "en lo que los autores están de
acuerdo es en que en los resultados de adultos las K deben ser más numerosas
que las FK+k (K> FK+k), lo que efectivamente queda confirmado por mis dos
grupos-tipo en su totalidad". (K es M). Para Beizmann (1968) M<FM refleja la
inmadurez de la persona, sus regresiones, sus rechazos, por cuanto la M aumenta
progresiva y regularmente según la edad, mientras que decrecen las FM.

Exner (1974, pág. 39) concuerda con todas las opiniones anteriormente indi-
cadas. Dice: "Parece que la clase de actividad psicológica asociada con m tiene
una relación más directa con FM que con M. Mientras M es una experiencia in-
terna más deliberada relacionada con la mediación de imputs estimulares, FM y
m representan actividades considerablemente menos sofisticadas y menos orga-
nizadas. Se relacionan con la actividad mental provocada por estados de presión
estimular". Reflejan vivencias de estrés, de necesidad o de una mezcla de ambas.
Son estímulos para alertar al sujeto y para ponerlo en acción.

9.1.3.7. Significado de a:p


Rorschach (196l, pág. 34) dividió las respuestas de movimiento en buenas
y malas, en primarias y secundarias, dice: "por último conviene examinar las
sinestesias particularmente en los normales, a fin de ver si en ellas predominan
los movimientos de extensión o los de flexión. Los cenestésicos extensivos son
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 144

personas activas, con poderosos impulsos de autoafirmación, aunque a menudo


dominadas por inhibiciones neuróticas. Los cenestésicos flexivos, en cambio, son
seres pasivos, neurasténicos resignados”.

Oberholzer (Cit. por Rorschach 1961, pág. 194) comenta: "Las sinestesias de
flexión reflejan la actitud vivencial profunda del paciente: denotan su pasividad
y los elementos femeninos de su sexualidad pertenecen, por consiguiente, a las
capas más profundas del inconsciente". Algunos autores siguen el criterio ex-
presado por Oberholzer. Binder abunda en la misma dirección. Toda verdadera
sinestesia proviene de la esfera del inconsciente, es instintiva. Para Piotrowski
(1957) las M extensivas están asociadas a orientaciones afirmativas, no implican
necesariamente actividad o iniciativa. Las M de flexión están asociadas a acti-
tudes sumisas, pasivas, pero no son sinónimas de pasividad y sumisión.

Para Loosli Usteri (1965, pág. 45) “la verdadera respuesta cenestésica es
la proyección de la imagen de un movimiento ejecutable por el propio sujeto".
Beck (1968) habla de movimientos estáticos. Reflejarían indecisión o más bien
ambivalencia que martiriza cuando el sujeto se encuentra en el caso de tomar
una decisión y que le arrojan al centro muerto de las alternativas.

Exner (1978) clasifica el movimiento en activo y pasivo. En cuanto a la li-


teratura sobre la calidad flexora extensora del movimiento indica que es muy
limitada. Concluye (pág.159): "La combinación de las dos proporciones de activo
pasivo podrán facilitar considerable información sobre tendencias ideacionales e
incluso conductuales, de algunos sujetos".

- p>a+1 refleja pasividad en las relaciones interpersonales. Corresponde a


personas que esperan que los demás les soluciones sus problemas, que evitan
responsabilizarse, que no asumen las consecuencias de sus decisiones. El com-
portamiento es pasivo dependiente si se dan las siguientes variables: p>a+1,
T>1, P alta, Ind de Eg bajo. Esto no significa que sean personas sumisas, más
aún, pueden ser agresivas, si aparece AG, S.
- p>a+1 refleja también una fuerte tendencia a refugiarse en la imagina-
ción para gratificar las necesidades y compensar en la fantasía las frustraciones.
Corresponde a sujetos propensos a la ensoñación. Lo cual puede ser positivo
o negativo. Es positivo, si es para actividades creativas; es negativo, si es una
estrategia defensiva utilizada para no enfrentarse con los problemas.

- a:p refleja, además de lo indicado, rigidez cognitiva, cuando un valor es cua-


tro y el otro es cero y cuando la suma de los dos es mayor que cuatro y el valor
de uno es el doble o el triple del valor del otro. Corresponde a sujetos que se afe-
rran a sus criterios, que son dogmáticos, que les cuesta mucho cambiar su punto
de vista. El pronóstico es desfavorable porque el sujeto resiste a los cambios.
En caso contrario, cuando la diferencia es menor que cuatro, refleja flexibilidad
cognitiva y las características son opuestas a las indicadas anteriormente.
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 145

9.1.3.8. Significado de Mp>Ma


Exner (1994) indica que Mp:Ma puede revelar información útil sobre ciertas
características ideativas.
- Mp>Ma sugiere una tendencia a sustituir la realidad por la fantasía cuan-
do entra en funcionamiento la ideación deliberada. Su empleo, por el momento,
alivia la situación desagradable, pero aumenta la dependencia de los demás. El
abuso es perjudicial y lo es más para los intratensivos, porque los problemas
quedan sin solución.

- Mp>Ma+1 se refiere a la pasividad interpersonal. La persona asume el


papel de pasiva en las relaciones interpersonales; evita responsabilizarse de sus
decisiones, solucionar las dificultades y establecer nuevas pautas de conducta.
Corresponde a sujetos que carecen de habilidades sociales; que utilizan la fan-
tasía como procedimiento habitual para solucionar los problemas; que evitan
asumir responsabilidades y tomar decisiones. La conducta es similar a la de
Blanca Nieves. Responde más a actividades iniciadas por otras personas que a
las actividades que podría iniciar por sí misma. Vive de lo que hacen los enanitos.

Conviene tener en cuenta lo ya indicado. La pasividad no significa necesa-


riamente sumisión. Si en el contenido hay una Fd, la persona, además de ser
pasiva, tiende a ser dependiente. En este caso, la conducta es más marcada, se
caracteriza por pedir ayuda a los demás. En los no pacientes, "p" excede a "a"
en más de uno, tan sólo, en el 30 % de los casos. En general, no sucede lo mismo
si se trabaja con los diversos estilos de respuesta: intratensivos, extratensivos,
ambiguales. El estilo pasivo parece darse con más frecuencia en los intratensivos.
Para que esta información sea fiable es necesario que haya más de dos M.

9.1.3.9. Interpretación de 2AB+Art+Ay


Esta variable representa una estrategia defensiva.
- 2AB+Art+Ay refleja la intelectualización utilizada como estrategia defen-
siva.
- 2AB+Art+Ay<3 no es significativo. Entre tres y cinco refleja una tendencia
a utilizar la intelectualización más que los demás.
- 2AB+Art+Ay>5 representa un mecanismo defensivo seudointelectual pa-
ra neutralizar el efecto displacentero que produce la emoción. Corresponde a
sujetos que distorsionan el verdadero sentido de la situación al intentar rehuir
o negar la presencia del afecto disfórico para disminuir sus efectos; los que así
operan, se alejan del modo realista de afrontar el problema. Estos sujetos son
vulnerables ante la sobrecarga emocional y, en consecuencia, son menos eficaces.
El mecanismo provoca una distorsión del verdadero significado de la situación.

9.1.3.10. Significado de los 6 Códigos Especiales Críticos


Exner (1974) indica que los Códigos Especiales Críticos nivel 1 y nivel 2
identifican los casos en los que se producen dificultades en diversos aspectos del
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 146

pensamiento: lapsus, incoherencias, fallos lógicos. Si son aislados, no son signifi-


cativos; al contrario, si son numerosos y la cualidad es grave, señalan trastornos
de pensamiento más o menos severos. El valor cualitativo queda reflejado en
los niveles 1 y 2. La valoración de los niveles puede estar condicionada por la
subjetividad de la codificación. La puntuación ponderada permite una aproxi-
mación a la magnitud del trastorno ideativo, admitiendo que el trastorno es un
continuun que va desde lo leve a lo menos grave y de lo menos grave a lo más
grave. (Leve - menos grave - más grave). Después (1994, pág. 423) lo matiza:
moderado - importante - grave
Trastorno leve.
Está representado por: DV1, ISP1, DR1. Las tres reflejan un desliz cognitivo
relativamente moderado:
- DV1 sugiere una dificultad para comunicarse con claridad y precisión.
- ISP1, un fracaso de la capacidad de discriminación.
- DR1, capacidad limitada de juicio, impulsividad ideática, desconexión de
la tarea por divagaciones inconsistentes.
Trastorno menos grave.
Está representado por DV2, FAB1, ISP2, ALOG. Las cuatro sugieren un fallo
importante del pensamiento:
- DV2 refleja preocupación que se infiltra en el funcionamiento cognitivo.
- ISP2, una lógica dislocada, un pensamiento seriamente afectado por des-
precio a la realidad o preocupaciones.
- FAB1, una actividad de síntesis irracional, pensamiento inconsistente des-
organizado y primitivo.
- ALOG, razonamiento forzado, crea y mantiene relaciones causa - efecto
erróneas; la lógica es deficiente y el juicio, deteriorado.
Trastorno más grave.
Está representado por DR2, FAB2, CONTAM. Las tres representan una grave
disfunción cognitiva:
- DR2 refleja una alteración seria del control de la impulsividad ideativa, una
dificultad para mantener el hilo del pensamiento, un pensamiento desarticulado.
- FAB2 sugiere un apartarse considerable de la realidad, capacidad defectuo-
sa de enjuiciar, control mermado de la impulsividad ideativa, graves alteraciones
afectivas que obnubilan el juicio, un producto de pautas cronificadas de pensa-
miento perturbado.
- CONTAM refleja una desorganización cognitiva muy grave, fusión irreal
de experiencias o de procesos perceptivos.

9.1.3.11. Significado de SumPond6


Las dos variables reflejan el funcionamiento del pensamiento.
- SumPond6 proporciona información inmediata sobre el grado de deterioro
del pensamiento. El grado depende de la combinación de los Códigos Críticos.
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 147

No es lo mismo cuatro DV1 y dos ISP1 que dos ALOG y dos FAB2. El primero
presenta un caso de una leve alteración; el segundo, una prueba de pensamiento
perturbado. El intérprete debe examinar en dónde se dan los Códigos Críticos,
si en las láminas cromáticas o en las de color sombreado, o en las acromáticas,
para poder relacionarlos con afecto, constricción, introvisión negativa, soledad
o sentimientos de abandono.
- SumBr6. Lo deseable es que no existiese. No obstante, entre los adultos no
pacientes se encuentra hasta tres. Lo mismo sucede en los niños no pacientes.
Un número mayor que cinco en adultos y un número mayor que la media más
una DT en niños, refleja perturbación de pensamiento.

9.1.3.12. Significado de MOR


MOR representa la percepción displacentera del sujeto atribuida a los demás.
Es una actividad proyectiva.
- MOR<2 es esperada en adultos no pacientes.
- MOR>2 sugiere dependencia de los demás, un escape hacia la fantasía para
defenderse, un desvalimiento autoimpuesto. Corresponde a sujetos dominados
por prejuicios: “En todo me va mal”; a sujetos en los cuáles la autopercep-
ción es negativa: “No sirvo para nada”; a sujetos que perciben las relaciones
interpersonales como dudosas o poco fiables: “Nadie me entiende”. La ideación
está inmersa en un tono de pesimismo. Esto genera conductas que buscan la
anticipación para evitar la catástrofe.
- MOR>5 corresponde a personas que intentan neutralizar el efecto que
produce la emoción y que utilizan un mecanismo seudo-intelectual que rehuye o
desmiente la presencia del afecto. Conviene recordar que MOR es un elemento
de la Constelación de Suicidio y del Índice de Depresión. MOR correlaciona
negativamente con el Índice de Egocentrismo.

9.1.4. Significado de la Calidad formal y niveles de distor-


sión de las M
La calidad formal de M señala cuánto se alejan los procesos de ideación de
lo convencional.
- MQo es lo esperado, representa el ajuste perceptivo común.
- MQ->0 refleja la existencia de una rareza ideativa, un modo ilógico de
pensamiento. Es infrecuente.
- MQ->1 sugiere pensamiento desorientado, desprecio del campo estimular.
- MQ->2, pensamiento delirante. Si todos van acompañados de otros ele-
mentos, por Ej. de S, el trastorno de pensamiento puede aparecer cuando se da
la actitud de oposicionismo.
- MQsin (respuestas abstractas o simbólicas) representa operaciones de tipo
alucinatorio, intelectualización intensificada.
- MQu sugiere un proceso ideativo muy personal. Si en el protocolo hay
muchos Mo puede ser positivo; pero si hay muchos M- puede generar dificultades
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 148

de ajuste y adaptación. Si todas las M son Mu corresponde a un pensamiento


excéntrico y raro, sin que esto signifique que el sujeto esté trastornado.
En resumen, tal como se indicó, las variables de la Agrupación de la Idea-
ción indican cómo es conceptualizada y utilizada la traducción de la in-
formación aceptada. El pensar implica organizar símbolos o conceptos de
forma significativa y constituye el núcleo de dónde proceden las decisiones
y conductas deliberadas. Los datos permiten elaborar un cuadro de las
operaciones de pensamiento de la persona.

Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-


cada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach, es
procedente añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior, ¿en los D
funciona la ideación como funciona en los ID?, tres más: ¿en los DC funciona
la ideación como funciona en los IDR?; ¿la modificación producida por el in-
cremento de las 7 Variables es significativa?; ¿la modificación producida por la
reducción de protocolos es significativa?. Se responde a las preguntas formulando
las siguientes hipótesis

9.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre D-ID y D-NP, DC-IDR y DC-NP en los Estadísticos
Descriptivos son significativas.
2. Las diferencias entre D-ID, DC-IDR de las Variables Estructurales son
significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-
cativa.
4. La modificación producida por la reducción de protocolos no es significa-
tiva.
Para comprobar que los D y los DC son significativamente distintos de los ID,
de los IDR y de los adultos no pacientes de Exner se toman las variables que
reflejan la ideación: SumBr6, SumPond6, M, SumPondC, FM, m, FM+m, a, p,
Indic Intelec, MOR, MQ-, Ma, Mp. La muestra, el procedimiento, los cálculos
son los mismos que los indicados en el Capítulo Segundo. Los resultados están
indicados en sendas tablas.

9.3. Resultados. Análisis de resultados


9.3.1. Estadísticos Descriptivos
9.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar si los D son significativamente diferentes de los demás se
calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan la ideación.
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 149

Los resultados se indican en las Tablas 1 y 2 del Capítulo 12. No están transcritos
los de Exner.
Las diferencias entre los D y los ID están potenciadas en pocas variables.
Las diferencias entre las medias de los D y de los adultos no pacientes de
Exner son más acentuadas en muchas variables.

9.3.1.2. Los DC son significativamente diferentes de los IDR y de


los NP de Exner
Para comprobar si los DC son significativamente diferentes de los IDR se
calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan la Ideación.
Los resultados se indican en las Tablas 3 y 4 del Capítulo 12. No están transcritos
los de Exner.

Las diferencias entre los DC y los IDR, en igual forma que en la Tabla ante-
rior, están potenciadas en pocas variables. Las diferencias entre las medias
de los DC y de los adultos no pacientes de Exner son más acentuadas en
muchas variables.

9.3.1.3. Los D y los DC son significativamente diferentes de los ID,


IDR y de los NP de Exner
Para comprobar si la afirmación es correcta se comparan, mediante la t de
Student, las medias de las Variables Paramètricas y mediante la U de Mann-
Whitney para la igualdad de medias, las Variables no Paramétricas. Los resul-
tados no se transcriben, se indican los resultados en la siguiente tabla.
Tabla 3. t de la media de las Variables Paramétricas y U de las no Paramé-
tricas de 58 D, 78 ID, 40 DC, 39 IDR y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, como 2º; los DC, como 3º; los IDR, como 4º
y los NP, como 5º.
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
SumBr6 - ** - ** a - - - -
SmPond6 - ** - ** p - ** - **
M - - - - Intelect - ** - **
SmPondC - ** - ** MQ- - ** - **
FM - ** - ** Ma - - - -
m - - - ** Mp ** - - -
FM+m - ** - ** MOR - ** - **
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Los D-ID son significativamente diferentes en 3 de las 14 variables analizadas;
los DC-IDR, en cero; los D-NP y los DC-NP, en 10.
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 150

9.3.2. Variables Estructurales


Para comprobar la magnitud de las diferencias se calcula el porcentaje de las
variables que reflejan la Ideación. Los resultados están indicados en la siguiente
tabla.
Tabla 4. Porcentaje de las variables que reflejan la Ideación de 40 DC, 39
IDR, 58 D y 78 ID.
Variables D ID DC IDR Variables D ID DC IDR
PTI>3 5 6 5 2 FM <3 39 34 45 36
MQ->0 43 43 47 42 m>2 33 33 27 36
M>SPonC 31 42 30 49 p>a+1 12 14 15 15
EBPerPost 22 33 19 38 Mp>Ma 8 22 5 20
a>2p o p>2a 45 49 45 46 Ind.Int >3 36 33 40 41
FM >5 27 19 22 22 MOR>2 22 29 22 36

9.3.2.1. Los D tienen perturbado el pensamiento


Según los datos encontrados, el 5 % de los D, el 6 % de los ID, el 5 %
de los DC y el 2 % de los IDR reflejan perturbaciones de pensamiento
(PTI>3, SumPond6>18). La perturbación del pensamiento parece prove-
nir del fracaso de la capacidad de discriminación (INC), del razonamiento
forzado que crea y mantiene relaciones erróneas de causa-efecto (ALOG),
de operaciones de intelectualización intensificada (MQsin).
Entre los D-ID (5 %-6 %) y entre los DC-IDR (5 %-2 %) las diferencias de
un punto y de 3 no son significativas. Entre los D-DC (5 %-5 %), los DC ni
suben, ni bajan. El incremento de las 7 Variables ni reducen , ni aumentan
los sujetos que reflejan perturbaciones de pensamiento. En la reducción
de casos, entre los ID-IDR (3 %-2 %) la diferencia es mínima. La escasa
representatividad sugiere que los sujetos que tienen esta característica son
muy pocos.

9.3.2.2. Reflejan descontrol ideacional


El 43 % de los D, el 43 % de los ID, el 47 % de los DC y el 42 % de los IDR
se alejan de los procesos convencionales de la ideación, manifiesta un modo
ilógico de pensamiento, un modo raro de ideación. Falta claridad, hay un
descontrol ideacional. Es un modo de pensar muy peculiar. (MQ->0).

Entre los D-ID (43 %-43) no hay diferencia y entre los DC-IDR (47 %-
42 %) la diferencia de 5 puntos no es significativa. Los D presentan un
43 % y los DC, un 47 %, los DC suben 4 puntos. El incremento de las 7
Variables incrementa en un 4 % los sujetos que se alejan de los procesos
convencionales de la ideación. En la reducción de protocolos, la diferencia
de 3 puntos entre los ID-IDR (43 %-46 %) no es significativa.
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 151

9.3.2.3. Primero piensan, luego actúan


El 31 % de los D, el 42 % de los ID, el 33 % de los DC y el 49 % de
los IDR tienen M>SumPondC. Son personas intratensivas. que prefieren
demorar el tomar decisiones o iniciar sus conductas mientras, a su enten-
der, no hayan considerado todas las alternativas posibles. Son personas
que mantienen sus emociones al margen, mientras buscan solucionar sus
problemas. Son personas que toman decisiones basándose más en sus eva-
luaciones internas antes de formular sus juicios. Ningún caso de los D tiene
M=0, pero, 27 casos tienen SumPondC mayor que 3.5. Estos casos esta-
rían ahogados por la emocionalidad que interfiere el funcionamiento de la
conceptualización.
Entre los D-ID (31 %-42 %) la diferencia de 11 puntos es apreciable, pero no
es significativa. Entre los DC-IDR (30 %-49 %) la diferencia es mayor, son
19 puntos, pero tampoco es significativa (es 1,74; para que sea significativa
tiene que ser superior a 1,96). Entre el 31 % de los D y el 30 % de los DC, los
DC bajan 1 punto. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 1 % los
sujetos que son intratensivos. En la reducción de casos, entre los ID-IDR
(42 %-49 %) la diferencia de 7 puntos no es significativa. Exner presenta
un 36 %. Las diferencias entre D-NP y DC-NP no son significativas.

9.3.2.4. Son rígidos


El 22 % de los D, el 33 % de los ID, el 19 % de los DC y el 38 % de los
IDR tienen EBPer positivo. Son personas que actúan siempre de la misma
manera a la hora de afrontar muevas situaciones, i.e., utilizan el mismo
procedimiento para solucionar todos los problemas, aunque su resultado
sea inefectivo o inapropiado.
La diferencia de 11 puntos entre los D-ID (22 %-33 %) no es significati-
va. En los DC-IDR (19 %-38 %) la diferencia es de 19 puntos, es notoria.
Llama la atención. Revisados los datos, los resultados son los mismos. La
diferencia (1,82) no es significativa. Entre los D y los DC (22 %-19 %),
los DC han bajado 4 puntos. El incremento de las 7 Variables reduce un
4 % de sujetos intratensivos rígidos. En la reducción de casos, los ID-IDR
(33 %-38 %) tienen 5 puntos de diferencia, no es significativa.

9.3.2.5. Son dogmáticos


El 45 % de los D, el 49 % de los ID, el 45 % de los DC y el 46 % de los
IDR se aferran a su criterio, son dogmáticos, les cuesta mucho cambiar su
punto de vista, lo que valoran es difícil que lo alteren. Es difícil hacerles
cambiar de opinión.
Los D presentan 5 casos con una de las variables con cero y los ID tienen
6 casos. Fueron excluidos. La diferencia de 4 puntos entre los D-ID y entre
los DC-IDR (42 %-46 %) no es significativa. Entre los D-DC (45 %-46 %),
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 152

los DC suben 1 punto. El incremento de las 7 Variables aumenta en un 1 %


los sujetos dogmáticos. En la reducción de protocolos, entre los ID-IDR
(49 %-46 %) la diferencia de 3 puntos no es significativa.

9.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental periférica pro-


vocada por necesidades insatisfechas
El 27 % de los D, el 19 % de los ID, el 22 % de los DC y el 20 % de
los IDR presentan una actividad mental provocada por experiencias de
necesidad manifestadas en forma de tensión, falta de atención, insomnio.
Son estímulos que alertan a los sujetos para ponerlos en acción (FM>5).
La diferencia 8 puntos entre los D-ID (27 %-19 %) y la diferencia 2 puntos
entre los DC-IDR (22 %-20 %) no son significativas. Entre el 27 % de los
D y el 22 % de los DC, los DC han bajado 5 puntos. El incremento de
las 7 Variables han producido una disminución del 5 % de sujetos que
presentan una actividad mental provocada por experiencias de necesidad
manifestadas en forma de tensión. En la reducción de casos, apenas hay
un punto de diferencia entre los ID-IDR (19 %-20 %)

9.3.2.7. Están influenciados por una actividad mental periférica pro-


vocada por la eliminación del registro de necesidades
El 39 % de los D, el 34 % de los ID, el 45 % de los DC y el 36 % de los IDR,
tienen una actividad mental periférica provocada por eliminar el registro
de las necesidades básicas, por eliminar o evitar el impacto (FM<3).
Los 5 puntos de diferencia entre los D-ID (39 %-34 %) y los 9 entre los
DC-IDR (45 %-36 %) no son significativos. Entre los D-DC (39 %-45 %),
los DC suben 6 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa en un
6 % los sujetos con una actividad mental periférica provocada por eliminar
el registro de las necesidades básicas. En la reducción de casos, los 5 puntos
de diferencia entre los ID-IDR (36 %-41 %) no son significativos.

9.3.2.8. Están influenciados por una actividad mental periférica pro-


vocada por experiencias de presiones estimulares
El 33 % de los D, el 33 % de los ID, el 27 % de los DC y el 36 % de los IDR
tienen una actividad mental periférica está provocada por experiencias
de presión estimular i., e., de estrés situacional. Experimentan un intenso
malestar emocional, sentimientos de descontrol, de desasosiego (m>2).
Los D y los ID tienen un 33 %. No hay diferencia. Los grupos son iguales.
No sucede lo mismo entre los DC-IDR (27 %-36 %), la diferencia es de 9
puntos, pero no es significativa. Entre los D-DC (33 %-27 %), los DC bajan
6 puntos. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 6 % los sujetos
con una actividad mental periférica provocada por experiencias de presión
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 153

estimular. En la reducción de casos, la diferencia de 3 puntos entre los


ID-IDR (33 %-36 %) no es significativa.

9.3.2.9. Viven en el mundo de la fantasía


El 12 % de los D, el 14 % de los ID, el 15 % de los DC y el 15 % de
los IDR son propensos a vivir en el mundo de la ensoñación, a utilizar
la fantasía como procedimiento habitual para solucionar los problemas.
Tiene una fuerte tendencia a refugiarse en la imaginación para gratificar
las necesidades y compensar en la fantasía las frustraciones (p>a+1).
Entre los D-ID (12 %-14 %) la diferencia de 2 puntos no es significativa y
entre los DC-IDR (15 %-15 %) no hay diferencia. Entre los D-DC (12 %-
15 %), los DC suben 3 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa
un 3 % los sujetos propensos a vivir en el mundo de la ensoñación. En la
reducción de casos, entre los ID-IDR (14 %-15 %), apenas hay 1 punto de
diferencia.

9.3.2.10. Sustituyen la realidad por la fantasía


El 8 % de los D, el 22 % de los ID, el 5 % de los DC y el 20 % de los
IDR reflejan una clara tendencia a sustituir la realidad por la fantasía en
situaciones de estrés (Mp>Ma).
Entre los D-ID (10 %-18 %) la diferencia de 8 puntos es significativa al
0,05 (2,19) y entre los DC-IDR (5 %-20 %) la diferencia de 15 puntos es
significativa al 0,05 (2,05). Entre los D-DC (10 %-5 %), los DC bajan 5
puntos. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 5 % los sujetos
con una clara tendencia a sustituir la realidad por la fantasía en situaciones
de estrés. En la reducción de casos, la diferencia de 2 puntos entre ID-IDR
(18 %-20 %) no es significativa.
En los D, tan sólo hay 1 caso, 3 en los ID, ninguno en los DC y uno en los
IDR que tienen Mp>Ma+2. Son personas que esperan que los demás les
soluciones sus problemas, que evitan responsabilizarse, que no asumen las
consecuencias de sus decisiones, que responden más a actividades iniciadas
por otros que las actividades iniciadas por sí mismos. Viven de lo que hacen
los demás. Correspondería a lo que llaman síndrome de Blanca Nieves.

9.3.2.11. Intelectualizan sus sentimientos


El 36 % de los D, el 33 % de los ID, el 40 % de los DC y el 41 % de los IDR
utilizan el mecanismo defensivo seudointelectual para neutralizar el efecto
displacentero que produce la emoción. Distorsionan el verdadero sentido
de la situación al intentar rehuir o negar la presencia del afecto disfórico
para disminuir sus efectos. Se alejan del modo realista de afrontar el pro-
blema. Son vulnerables ante la sobrecarga emocional y, en consecuencia,
son menos eficaces (2AB+Art+Ay>3.
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 154

La diferencia 3 puntos entre D-ID (36 %-33 %) y la de 1 entre DC-IDR


(41 %-40 %) no son significativas. Entre los D-DC (36 %-40 %), los DC
suben 4 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa en un 4 %
los sujetos que utilizan el mecanismo defensivo seudo intelectual para neu-
tralizar el efecto displacentero que produce la emoción. En la reducción
de casos, entre los ID-IDR (33 %-41 %) la diferencia de 8 puntos no es
significativa.

9.3.2.12. Son pesimistas


El 22 % de los D, el 29 % de los ID, el 22 % de los DC y el 36 % de los IDR
tiene MOR>2. Corresponde a sujetos dominados por prejuicios, a sujetos
en los cuáles la autopercepción es negativa. La ideación está inmersa en
un tono de pesimismo. Esto genera conductas que buscan la anticipación
para evitar la catástrofe.
La diferencia de 7 puntos entre los D-ID (22 %-29 %) y la de 14 puntos entre
los DC-IDR (22 %-36 %) no son significativas. Entre D-DC (22 %-22 %),
los DC ni suben, ni bajan. El incremento de las 7 Variables ni incrementa,
ni disminuye los sujetos pesimistas. En la reducción de casos, los 7 puntos
de diferencia entre los ID-IDR (29 %-36 %) no son significativos.

9.4. Conclusiones
9.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas
Entre D-ID para Mp
Entre D-NP para SumBr6, SumPond6, SumPondC, FM, FM+m, p, Inte-
lect, MQ-, MOR
Entre DC-IDR para ninguna de las Variables analizadas.
Entre DC-NP para SumBr6, SumPond6, SumPondC, FM, m, FM+m, p,
Intelect MQ-, MOR

9.4.2. La Hipótesis 2
9.4.2.1. No es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significa-
tivas. Los grupos son homogéneos.

Los sujetos de los dos grupos se alejan de los procesos convencionales de


la ideación manifestando un modo ilógico (muy peculiar) de pensamiento,
un modo raro de ideación, falta la claridad (43 %-43 %; 42 %-46 %)
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 155

Prefieren demorar el tomar decisiones o iniciar sus conductas mientras, a su


entender, no hayan considerado todas las alternativas posibles, mantienen
sus emociones al margen, mientras buscan solucionar sus problemas (31 %-
42 %; 30 %-49 %).

En el Estilo de Respuesta, actúan siempre de la misma manera a la hora de


afrontar muevas situaciones, utilizan el mismo procedimiento para solucio-
nar todos los problemas aunque su resultado sea inefectivo o inapropiado
(22 %-33 %; 19 %-38 %).
Tienen una actividad mental periférica provocada por experiencias de ne-
cesidad manifestadas en forma de tensión, falta de atención, insomnio
(27 %-19 %; 22 %-20 %).
Son propensos a vivir en el mundo de la ensoñación, a utilizar la fantasía
como procedimiento habitual para solucionar los problemas, a refugiarse
en la imaginación para gratificar las necesidades y compensar en la fantasía
las frustraciones (12 %-14 %; 15 %-15 %).
Se aferran a su criterio, les cuesta mucho cambiar su punto de vista. Lo
que valoran es difícil que lo alteren, es difícil hacerles cambiar de opinión,
son dogmáticos (45 %-49 %; 45 %-46 %).
Reflejan una actividad mental periférica provocada por eliminar el registro
de las necesidades básicas, o evitar su impacto (39 %-34 %; 45 %-36 %).
Tienen una actividad mental periférica provocada por experiencias de pre-
sión estimular, de estrés situacional que experimentan un intenso malestar
emocional, sentimientos de descontrol, de desasosiego (33 %-33 %; 27 %-
36 %).

Utilizan el mecanismo defensivo seudointelectual para neutralizar el efecto


displacentero que produce la emoción (36 %-33 %; 40 %-41 %).
Están dominados por prejuicios, por una autopercepción negativa (22 %-
29 %; 22 %-36 %).

9.4.2.2. Es cierta
Los dos tienen un porcentaje significativamente inferior de sujetos que
reflejan una clara tendencia a sustituir la realidad por la fantasía en si-
tuaciones de estrés (8 %-22 %; 5 %-20 %).

9.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas
CAPÍTULO 9. IDEACIÓN 156

9.4.3.1. Las 7 Variables incrementan


Un 4 % los sujetos que se alejan de los procesos convencionales de la idea-
ción.

Un 6 % los sujetos que tienen una actividad mental periférica provocada


por eliminar el registro de las necesidades básicas.
Un 3 % los sujetos propensos a vivir en el mundo de la ensoñación.
Un 4 % los sujetos que utilizan el mecanismo defensivo seudointelectual
para neutralizar el efecto displacentero que produce la emoción.

9.4.3.2. Las 7 Variables reducen


Un 1 % los sujetos que son intratensivos.

Un 5 % los sujetos que tienen una clara tendencia a sustituir la realidad


por la fantasía en situaciones de estrés.
Un 3 % los sujetos intratensivos rígidos.
Un 5 % los sujetos que presentan una actividad mental provocada por
experiencias de necesidad manifestadas en forma de tensión.
Un 6 % los sujetos con una actividad mental periférica provocada por
experiencias de presión estimular.

9.4.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni incrementan


Los sujetos que reflejan perturbaciones de pensamiento.
Los sujetos dogmáticos.

Los sujetos pesimistas.

9.4.4. La Hipótesis 4 es cierta


La reducción de protocolos no produce un cambio significativo. Entre los
ID-IDR, los IDR en 11 variables suben: 1, 1, 2, 2, 3, 3, 4, 5, 7, 7 y 8 puntos; en
una bajan 3 puntos; y en ninguna son iguales. En ninguno de estos resultados,
las diferencias son significativas.
Capítulo 10

Control y Tolerancia al
Estrés

10.1. Estado de la cuestión


Entre los humanos existen personas que tienen capacidad para regular la
propia conducta, i.e., tienen capacidad para soportar las adversidades y los pro-
blemas, capacidad para no dejarse llevar por la presión de sentimientos y emo-
ciones, tienen recursos disponibles para afrontar las estimulaciones internas y
externas. Hay otras personas que habitualmente tienen los recursos disponibles,
pero, en el momento actual están sobrecargados por los estímulos y se encuen-
tran en una situación de estrés situacional. Y, hay unos terceros que no tienen
los recursos disponibles y habitualmente están sobrecargados por la estimulación
interna y externa y se encuentran en un estado crónico de estrés.

10.1.1. Estrés
El término estrés, tensión de vivir, tiene una historia reciente. Aparece en
1911 con el experimento de Cannon. Lo explica como una respuesta del or-
ganismo ante una situación percibida como peligrosa, i. e., el estrés lleva en
sí una amenaza que implica presión o daño y una respuesta del organismo a
esa presión. Según Cofer (1939) existen dos tipos de estrés: el Sistemático, se
refiere a lo fisiológico y a lo psicobiológico y el Psicológico. Selye después de
varios estudios consecutivos (1936, 1950, 1951, 1956, 1956a, 1959) concluyó que
el estrés sistemático es como un estado del organismo que surge tras el fracaso
de los mecanismos reguladores homeostáticos normales de adaptación. El estrés
se manifiesta mediante síntomas de un síndrome general de adaptación; este
síndrome no es lo mismo que la adaptación.

157
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 158

10.1.1.1. Agentes provocadores


Cualquier estímulo puede provocar el estrés. Mason (1959), Christian (1959)
lo demostraron utilizando animales. Basowitz y Cols. (1955), Cook y Wherry
(1950), Mason (1959) lo demostraron en personas en situaciones que amenazan
a la existencia de la vida. Los agentes provocadores del estrés pueden ser in-
ternos o externos, una intoxicación, una hemorragia, el frío, el calor. Jaumann
considera que la inseguridad y la intranquilidad interior son factores producto-
res de estrés. En la sociedad actual el exceso de trabajo, la premura de tiempo
son los tópicos comunes. Quizá se deba añadir otros, el "paro".

El grado de estrés depende del tipo y de la intensidad de la amenaza. Las


respuestas dadas por el sujeto son adaptaciones adecuadas a la forma particular
del provocador. Cuando la adaptación resulta inefectiva se acude al síndrome
general de adaptación; ese recurso manifiesta el estado del estrés. El estado
del estrés incluye tres etapas: - a), etapa de reacción de alarma: se suceden
una serie de reacciones, descarga de adrenalina, disminución del tono muscular,
cuando la estimulación amenazante no es severa, surge el contrachoque; - b),
etapa de resistencia: los síntomas de la primera etapa parece que desaparecen,
si la estimulación amenazante persiste, reaparecen los síntomas; - c), etapa de
agotamiento: un productor de estrés muy intenso puede interrumpir el sistema
general de adaptación, esto da lugar al agotamiento inmediato.

10.1.2. Estrés psicológico


El estrés psicológico es un término que se usa como sinónimo de ansiedad,
conflicto, frustración, amenaza, emoción. El estrés psicológico no es lo mismo
que el estrés sistemático, el psicológico es más amplio.
Cofer (1939, pág. 449) lo presenta como “un estado del organismo cuando
éste percibe que su bienestar (o integridad) está en peligro y que debe dedicar
todas sus energías a su protección". Pascal (1951), Mason (1971) enfatizan el
papel de la percepción. Según sea percibida la situación ambiental que amena-
za la satisfacción de las necesidades, será más o menos intenso el estrés. Miller
(1953) lo presenta como una variable del estímulo. El estrés consiste en cualquier
estimulación que constituyendo una amenaza, causa algún cambio significativo
de conducta.

Según Cofer (1939) cualquier estímulo puede provocar el estrés psicológico


en determinados sujetos si se dan las circunstancias pertinentes. Clasifica a los
provocadores psicológicos en dos categorías: - a), la que implica deficiencias,
aislamiento físico, tareas monótonas y repetitivas, o excesos de estimulación,
exigencia de un ritmo rápido; - b), la que implica ambigüedad, no sabe el sujeto
lo que se le pide, o conflicto de estímulos, se exige la ejecución de actividades
contradictorias.

Basowitz y Cols (1955) enfatizan la probabilidad. Hicieron estudios con estí-


CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 159

mulos que, con mayor probabilidad, podrían producir perturbaciones. Schaffer


pone énfasis en la motivación. El estrés proviene cuando un organismo fuerte-
mente motivado no encuentra una respuesta de ajuste a la situación en la que se
encuentra. Para Lazarus, Deese y Osler (1952) el estrés proviene de la frustra-
ción de las metas. Una situación particular amenaza la consecución de alguna
meta. Tygranyan (1976) demostró que el reposo absoluto, es decir, la ausencia
de estímulos, provoca estrés.

Lazarus, Deese y Osler (1952), para clasificar los productores de estrés, uti-
lizaron también dos categorías: a), estrés de fracaso, la tarea resulta imposible y
estrés es inducido por una tarea, por la sobreexigencia, por la presión de tiempo;
b), la amenaza debe ir dirigida hacia la integridad o la vida del sujeto. Holtzman
y Bitterman (1952) utilizaron muchos métodos para inducir experimentalmen-
te el estrés en 7 tipos de acercamiento. Ax (1953), Funkenstein y Cols. (1957)
demostraron el nexo que existe entre estrés psicológico y estrés sistemático.
En resumen, el estrés es la tensión de vivir, es una respuesta del orga-
nismo ante una situación percibida como peligrosa o ante una demanda
incrementada. En esta descripción confluyen una amenaza o una deman-
da que implican presión o daño y una respuesta a esa presión. La tensión
emocional es provocada por los conflictos.

10.1.3. Conflicto
El conflicto, según la Literatura, es otro de los factores que provoca mucha
tensión. Para Miller (1944) el conflicto es un estado de tensión potenciada, ca-
racterizado por la vacilación, la duda, la fatiga y, a menudo, por el bloqueo.
Elaboró un modelo teórico de conflicto. Contiene estas suposiciones: Gradientes
de evitación, Gradientes de acercamiento. La gradiente de evitación es más in-
clinada que la de acercamiento y aumenta más rápidamente con la cercanía. Las
tendencias de acercamiento y las de evitación varían directamente con la fuerza
de sus respectivas pulsiones de base. Cuando están en conflicto dos respues-
tas incompatibles ocurrirá la más fuerte. Brown (1948), Kagan (1945), Mowrer
(1960) apoyan el análisis de Miller.

El conflicto, según Cofer (1939, pág. 426) es un estado emocional, "resul-


ta de dos o más tendencias de respuestas iguales, pero incompatibles". Según
Lewin (1935) se dan 4 tipos de conflictos: a), el conflicto de aproximación-
aproximación, Graumann (1971) lo explica comentando la fábula del famoso
asno de Buridan que murió de hambre en medio de dos montones de heno; b),
el conflicto de evitación-evitación, el sujeto permanece firme entre dos metas
igualmente negativas: realizar algo desagradable o ser castigado; c), el conflicto
de aproximación-evitación, la meta atrae por la seducción y repele por el peligro
que reviste; y c), el doble conflicto de aproximación-evitación, se dan muchas
metas que atraen y repelen.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 160

10.1.4. El Control y la Tolerancia al Estrés en el Sistema


Comprehensivo
El estrés, según Exner (1994, 1995), es desorganizador. Esto sucede cuando
la persona tiene limitadas sus capacidades de control i, e., cuando las habilida-
des para utilizar los recursos disponibles no responden de forma intencionada
y adecuada en el momento de formular y poner en práctica las decisiones. Las
demandas estimulares sobrepasan las capacidades. Si las demandas estimulares
sobrepasan las capacidades, las conductas originadas escapan a la dirección y
control del sujeto. La persona está en un estado de sobrecarga estimular, está
estresada. El estrés proviene de una excesiva actividad mental, y/o de expe-
riencias afectivas irritativas, y/o de relaciones interpersonales deficientes. La
excesiva actividad mental o actividad mental periférica está representada por
FM y por m. Las experiencias afectivas irritativas están representadas por T,
C‘, V, Y. m e Y no son crónicas, son situacionales.

El control y la tolerancia al estrés en el Sistema Comprehensivo están refle-


jados por las Puntuaciones D y AdjD que se interpretan conjuntamente y por
CDI.
- AdjD refleja la capacidad típica o capacidad habitual para formular y diri-
gir los comportamientos; la posibilidad o habilidad de utilización de los propios
recursos disponibles en el momento de formular y ejecutar decisiones intencio-
nadas y con sentido.
- D indica la capacidad tal y cómo es en el presente. En las dos situaciones,
hay recursos disponibles y las estimulaciones externas y/o internas no son supe-
riores a las capacidades. En consecuencia, siempre que haya una capacidad de
control adecuada, habrá una eficaz tolerancia al estrés. La tolerancia al estrés
es un correlato de la capacidad de control. La capacidad de control y tolerancia
al estrés no corresponden necesariamente a una buena adaptación. El que se
utilice los recursos disponibles, se tome las decisiones y se oriente las conductas,
no significa que las conductas sean eficaces, ni lógicas, ni adaptativas.

10.1.4.1. Control
El Control está representado por
- AdjD=0. El sujeto tiene los recursos disponibles (capacidades cognitivas)
y los puede utilizar deliberadamente; posee una tolerancia adecuada frente a las
tensiones de la vida y tan sólo en situaciones de estrés intenso, prolongado o
inesperado fallará significativamente en sus controles.
- AdjD>0. La persona posee mayor capacidad de control y mayor tolerancia
al estrés. Sus recursos le permiten desenvolverse holgadamente.
- Índice CDI>3. CDI positivo es la otra variable importante que informa
sobre el control y tolerancia al estrés. Aunque AdjD sea aceptada como creíble, si
CDI es positivo, existen serias dudas de que el sujeto tenga un control adecuado.
Sugiere inmadurez social.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 161

10.1.4.2. Descontrol
El descontrol puede ser crónico o situacional.
Descontrol crónico.

Está representado por D y AdjD<0. Las demandas estimulares sobrepasan la


capacidad para dar respuestas adecuadas. Las demandas internas o externas
que presionan impactan internamente en forma de actividad mental y o emo-
cional que la persona ni inicia, ni controla. Las conductas del sujeto escapan a
su dirección y control. Los recursos no son suficientes. Los medios disponibles
son menores. La sobrecarga es crónica, continua. El estrés es crónico. El funcio-
namiento es ineficaz. Hay riesgo de caer en formas impulsivas de pensamiento,
de acción y de inadaptación. Estos sujetos tienen dificultades en las situaciones
nuevas, la sobrecarga los confunde y los hace ineficaces, tienen pocas posibili-
dades de grandes éxitos; pero, funcionan bien en los entornos estructurados y
rutinarios. Tanto la actividad mental como la emocional que generan, actúan
como estímulos, como señales de alarma que ponen en marcha la acción. Los
estímulos provocadores serán explicitados posteriormente.
Descontrol situacional.
El Descontrol Situacional está representado por D<AdjD. El sujeto tiene los
recursos esperados, pero se ha producido un aumento brusco de las demandas
estimulares; la sobrecarga estimular no le permite dar una respuesta eficaz; la
sobrecarga estimular desmantela parte de la organización de las operaciones y
hace que algunas o todas las respuestas sean insuficientes, inapropiadas y hasta
caóticas, cuando aumenta la sobrecarga. Estas personas que están inmersas en el
descontrol tienen menos recursos, mayor vulnerabilidad al verse sobrecargadas
por la complejidad de las demandas estimulares de la vida. Esto es esperado en
niños; con menos frecuencia, en adultos. Si se manifiesta en un adulto dará la
impresión de una persona desorganizada y si las internaliza, tendrá accesos de
ansiedad, incomodidad, desvalimiento, tensión o depresión.

10.1.5. Significado de las variables


La puntuación D viene de EA–es. EA proviene de EB y EB de M+SumPondC.
La puntuación “es” proviene de la suma de los valores de eb. La AdjD proviene
de EA-esAjust. A continuación se examina cada una de estas variables.

10.1.5.1. Significado de EA. (Experiencia Accesible)


Según Beck (1972) refleja el volumen de la actividad organizada del sujeto.
Piotrowski, mediante los estudios que realizó, llegó a la misma conclusión que
Beck.
Exner (1994, pág.320) asume el EB de Rorschach y la EA de Beck; dice: "M y
la suma ponderada de C reflejan la utilización de los recursos, i.e., se relacionan
con comportamientos psicológicos deliberadamente iniciados". La experiencia
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 162

actual, EA, proporciona una comprensión adicional al EB. Estima que el tipo
de actividad o experiencia expresadas es organizada. Refleja el estado interior
del sujeto como vitalidad psicológica total que presiona hacia fuera o hacia
adentro. Refleja el grado en el que los recursos se organizan de modo que resultan
accesibles. Puede referirse al momento o puede representar una manera de vivir.
Va desde la constricción hasta la dilatación. Es un indicador de la medida en
la que los recursos están organizados de tal forma que pueden ser accesibles. El
aumento de M y SumPondC representan un enriquecimiento del mundo interno
y del mundo afectivo.
Fiabilidad de EA. Para que EA sea fiable es necesario que el valor encon-
trado sea superior a seis (EA>6). En caso contrario, no es fiable. Cuando EA es
fiable, el sujeto puede iniciar conductas deliberadas. No obstante, la fiabilidad
de EA puede ser dudosa. Es necesario examinar la fiabilidad de EB.

10.1.5.2. Significado de EB
El análisis de EB y de las dos variables que la conforman está indicado en la
Agrupación del Afecto. Para que EB sea fiable (indirectamente EA) es necesario
que ni M, ni SumPondC sean cero. El cero refleja un problema afectivo que
predispone a un estado actual de estrés o es un producto del estrés. En algunos
casos, cuando EA es superior a seis, EB puede inducir a error si M o SumPondC
son cero.
- M=0 y SumPondC>3 sugiere que la persona está abrumada por el afecto,
que no puede demorar la actividad ideativa en la toma de decisiones.
- SumPC=0 y M>2, hay constricción afectiva, vulnerabilidad a la sobrecarga
estimular, desorganización.

10.1.5.3. Significado de eb
eb proviene de FM+m:C’+V+T+Y. Es de máxima utilidad, aclara los ele-
mentos que integran “es” al exponer los rasgos psicológicos que actúan sobre
el sujeto. Correlaciona con estímulos internos, i.e., con sensaciones que actúan
sobre la persona de forma provocativa. Klopfer (1966, pág. 154) estima que
FM+m:C’+V+T+Y "representan tendencias intratensivas que no son plena-
mente asequibles para el sujeto en ese momento. Las respuestas acromáticas
indican tendencias extratensivas que no son plenamente aceptadas o asequibles
momentáneamente".

Según Exner (1994), representa los estímulos que la persona no inicia de-
liberadamente, ni puede cesarlos directamente. La cantidad de demandas esti-
mulares internas que presionan al sujeto son disparadores de tensión interna;
actúan como sistema de señales que incitan a la acción. La activación puede
desempeñar una función de estimulación o de alerta poniendo a la persona en
acción. Si la activación mental es excesiva, puede resultar perturbadora: falla
la concentración y el poderse relajar. Estas deficiencias generan situaciones de
sobrecarga: la persona no logra organizar su conducta con arreglo a las exigen-
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 163

cias externas de las situaciones. La sobrecarga interfiere el Procesamiento de la


Información y el ajuste de las respuestas, originando ineficacia y predisponiendo
a la pérdida de control.

El análisis de las seis variables que conforman "eb" es útil para detectar las
demandas estimulares, y aporta información relevante para conocer las fuentes
de malestar interno, sus características y el impacto en el funcionamiento psi-
cológico de la persona. FM, C’, T, V reflejan un estado habitual, más crónico
y persistente, mientras que m, Y son más inestables, se relacionan con factores
situacionales.

10.1.5.4. Significado de es (Estimulación Sufrida)


“es” representa la experiencia de la estimulación interna vivenciada como
irritación, malestar o incomodidad. Corresponde a los estímulos internos que
actúan sin ser deliberadamente iniciados y sin poder ser cesados.
- es superior a los valores medios, si es debido a FM+m, sugiere falta de
concentración, dificultades en sueño; si es debido a las variables emocionales
irritativas (C’, T, V, Y) sugiere constricción, soledad, auto desvalorización, in-
defensión.
- es ajustada refleja los factores de la estimulación interna más crónicos y
persistentes.

10.1.5.5. Relación entre EA y es


EA, según Exner, está aparentemente relacionada con es (Estimulación Ex-
perimentada). es se refiere a necesidades y afectos que "actúan" sobre el sujeto
frente a las actividades psicológicamente más controladas. “es” es signo de los
recursos que no son accesibles para su organización y control. La relación EA:es
proporciona una aclaración sustancial sobre el estilo de respuesta EB. No refleja
madurez en el sentido de ajuste afectivo, pero parece reflejar algunas caracterís-
ticas del desarrollo u organización de recursos, dentro de una forma de relaciones
estables o semipermanentes. Las palabras "madurez" o "sofisticación psicológica"
se emplean frecuentemente para diferenciar a los que parecen menos confundi-
dos por tales experiencias, mientras que a los que manifiestan mayor confusión
y desorden se les llama generalmente "inmaduros" o "primitivos". EA evoluciona
gradualmente, por lo cuál en adultos no pacientes será mayor que es.

- EA mayor que es no indica necesariamente un ajuste psicológico bueno o


malo.
- es mayor que EA sugiere que la persona falla en la capacidad para proce-
sar datos importantes de la realidad. Hay mucho funcionamiento interno. Hay
menos tolerancia a la frustración o menos persistencia en las tareas indetermina-
das. Hay más prontitud a manifestar comportamientos impulsados por acciones
psicológicas que no son del todo accesibles o que carecen de sentido.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 164

Los significados de las variables FM, m, constan en el Capítulo correspon-


diente a la Ideación y los significados de T, C´, V, constan el el Capítulo
correspondiente a la Afectividad Disfórica. El significado de Y se indica a
continuación.

10.1.5.6. Significado de Y
Binder (Cit. por Loosli Usteri, (l965, pág. 93) fue el primero en utilizar el
sombreado difuso como respuesta. Distinguió las que son dadas con gusto y
les atribuyó “el valor diagnóstico de afectividad finamente matizada, dispuesta
en todo momento para adaptarse a los demás” y las que denotan cierta an-
siedad. Según Klopfer (1966, pág. 148), las respuestas de sombreado difuso "se
relacionan con la angustia creada por 1a frustración de necesidades afectivas,
frustración contra la cuál el individuo no ha dirigido defensas adecuadas". Las
respuestas de la utilización amortiguada del sombreado "parecen indicar la exis-
tencia de angustia respeto a las necesidades afectivas que el individuo intenta
ocultar por medio de la intelectualización".

Rapaport (1965 pág.222) coincide con Beck y Klopfer. Las repuestas al cla-
roscuro (Ch) son "un índice de ansiedad y que con su mayor intensidad aumenta
el número de Ch. Un gran número de ChF especialmente de Ch denota una an-
siedad total y paralizante". Para Beck (1967), las respuestas de sombreado difuso
indican ausencia de actividad, retirada dolorosa dentro de la pasividad emocio-
nal.

Exner (1978, pág. 87), opina que las respuestas de sombreado difuso reflejan
"una forma de indefensión psicológica y/o inhibición que pueden ir acompañadas
de ansiedad. Estas respuestas de sombreado difuso sugieren parálisis o resigna-
ción ante la tensión y son, como otras respuestas a las características grises y
negras de las manchas, experiencias emocionales penosas". Los datos (1994) que
relacionan el sombreado y la ansiedad son obviamente equívocos y en el mejor
de los casos permiten interpretar las respuestas Y como representando, algunas
veces, ciertos tipos de ansiedad, pero sin que se los pueda considerar sistemáti-
camente como indicador indirecto de ansiedad.

- Y es la variable más inestable. Se espera una. Representa reacciones a


situaciones externas, sentimientos de indefensión, de desvalimiento. La persona
está afectivamente paralizada; durante un tiempo, su capacidad de respuesta
está bloqueada. Si m representa la estimulación ideacional que genera tensión y
malestar, Y representa su equivalente en lo afectivo y genera un intenso malestar
emocional.
- Y>1 relacionada: con p>a+1 refuerza la tendencia a la paralización, al
bloqueo, a la indefensión; con T>1 refleja aumento de tensión por la pérdida de
afecto. La causa de dicho aumento es fácil confirmarla mediante la historia del
sujeto.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 165

Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-


cada la validez y el significado de cada una de las variables del Rorschach, es
procedente añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿en los D fun-
ciona el control y la tolerancia al estrés como funciona en los ID? tres más: ¿ en
los DC funciona el control y la tolerancia al estrés como funciona en los IDR?;
¿la modificación producida por el incremento de las 7 Variables es significativa?;
¿la modificación producida por la reducción de protocolos es significativa?. Se
responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

10.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre D-ID, D-NP, DC-IDR y DC-NP en los Estadísticos
Descriptivos son significativas.
2. Las diferencias entre D-ID, DC-IDR de las Variables Estructurales son
significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 7 Variables es signifi-
cativa.
4. La reducción de protocolos no modifica significativamente los resultados.

Para comprobar que los D y los DC son significativamente distintos de los ID,
de los IDR y de los adultos no pacientes de Exner se toman las variables que
reflejan el Control y la Tolerancia al Estrés: EA, es, PuntD, AdjD, m, T, C‘,
V, Y, MQ-, C Pura, Compjs, CompljsC-SH. La muestra, el procedimiento, los
cálculos son los mismos que los indicados en el Capítulo Segundo. Los resultados
están indicados en sendas tablas.

10.3. Resultados. Análisis de resultados


10.3.1. Estadísticos Descriptivos
10.3.1.1. Las diferencias entre D-ID y D-NP son significativas
Para comprobar si los D son significativamente diferentes de los ID y de
los adultos no pacientes de Exner, se calculan los Estadísticos Descriptivos de
las variables que reflejan el Control y la Tolerancia al estrés: EA, es, PuntD,
AdjD, m, T, C‘, V, Y, MQ-, C Pura, Compjs, CompljsC-SH. La muestra, el
procedimiento, los cálculos son los mismos que los indicados en el Capítulo
Segundo. Realizados los cálculos procedentes, los resultados se indican en las
Tablas 1 y 2 del Capítulo 12. No se transcriben los de Exner.
Según los datos encontrados, las diferencias de las medias entre D-ID no
parecen estadísticamente significativas para la mayoría de las Variables
Paramétricas y no Paramétricas. En cambio, sí lo parecen para D-NP. No
están transcritos los de Exner.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 166

10.3.1.2. Las diferencias entre DC-IDR y DC-NP son significativas


Para comprobar si los D son significativamente diferentes de los ID y de
los adultos no pacientes de Exner, se calculan los Estadísticos Descriptivos de
las variables que reflejan el Control y la Tolerancia al estrés ya indicados. Los
resultados se indican en las Tablas 3 y 4 del Capítulo 12. No se transcriben los
datos de Exner.
En estas variables sucede algo similar a las anteriores. Las diferencias de
las medias entre DC-IDR no parecen estadísticamente significativas para
la mayoría de las Variables Paramétricas y no Paramétricas. En cambio,
sí lo parecen para DC-NP

10.3.1.3. Los D, ID, DC, IDR y NP son significativamente diferentes


Para comprobar si la afirmación es correcta se comparan mediante la t de
Student las medias de los grupos y la U de Mann-Whitney para la igualdad
de medias de Variables no Paramétricas. Los resultados no se transcriben, se
indican los resultados en la siguiente tabla. No están transcritos los de Exner.
Tabla 5. t de la media de las Variables Paramétricas y U de las no Paramé-
tricas de 58 D, 78 ID, 40 DC, 39 IDR y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los D figuran como 1º; los ID, por el 2º; los DC, por el 3º; los IDR, por el
4º y los NP, por el 5º.
Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º Variables 1º-2º 1º-5º 3º-4º 3º-5º
EA ** - - - Compjs - ** - **
es - - - ** T ** ** - **
PuntD - ** - ** C‘ - - - -
. AdjD - - - - V - ** - **
M - - - - Y - - - -
FM - ** - ** MQ->0 - ** - **
m - ** - ** CpjsC-SH - - - **
FM+m - ** - **
** Diferencia significativa al 0.01
* Diferencia significativa al 0.05
- No hay diferencia significativa.
Según estos resultados, las diferencias entre D-ID son significativas para 2
de las 15 variables analizadas. Entre los D-NP las diferencias son significa-
tivas para 8 de las 15. Entre los DC-IDR no hay diferencias significativas.
Entre los DC y NP las diferencias son significativas para 10 de las 15
variables.

10.3.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias se buscan los porcentajes de las
variables que reflejan el Control. Los resultados están indicados en la siguiente
tabla.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 167

Tabla 4. Porcentaje de las variables que reflejan el control de 58 D, 78 ID,


de 40 DC y de 39 IDR.
Variables %D %ID DC IDR Variables %D %ID DC IDR
D y AdjD<0 5 16 8 10 C‘>2 26 20 25 25
D<AdjD 34 24 33 28 V>0 34 27 35 25
AdjD=0 o>0 60 59 58 46 T=0 65 56 82 92
CDI>3 15 11 2 10 T>1 15 1 5 0
FM>5 27 19 22 22 Y>1 27 23 27 25
FM<3 39 34 45 36 C Pura>0 29 28 22 36
m>2 33 33 27 36 MQ->0 43 43 42 46
m>3Y 19 24 10 13 CpljsC-SH>0 29 19 17 23
Y>3m 7 2 5 0

10.3.2.1. Los dependientes reflejan un descontrol crónico


Según los datos encontrados, el 5 % de los D, el 16 % de los ID, el 8 % de los
DC y el 10 % de los IDR tienen AdjD y D < 0 y/o CDI>3. Corresponden
a los descontrolados crónicos. Estas personas, independientemente de que
CDI sea positivo, soportan una sobrecarga estimular, cuyo grado de gra-
vedad va desde -1 a -5. Están más prontas a manifestar comportamientos
impulsados por acciones más primitivas que no son del todo accesibles,
están manejadas por situaciones conflictivas. Los estímulos irritativos que
actúan en el interior, sobrepasan sus capacidades. Sus recursos no son su-
ficientes para manejar holgadamente sus necesidades y tensiones, ni son
suficientes para dar respuestas a las demandas estimulares. Su conducta
no está bajo control, es crónica, viven en estado de estrés.
Entre los D-ID (5 %-16 %) y entre los DC-IDR (8 %-10 %) las diferencia de
11 puntos y la de 2 no son significativas. Entre los D y los DC (5 %-8 %) los
DC suben 3 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa un 3 %
los descontrolados crónicos. En la reducción de casos, ID-IDR (16 %-10 %)
la diferencia de 6 puntos no es significativa

10.3.2.2. Los dependientes reflejan un descontrol situacional


La Puntuación D inferior a AdjD y la diferencia entre es y Adjes igual
o superior a dos puntos identifican a los D, ID, DC y IDR que son los
descontrolados situacionales. El 34 % de los D, el 24 % de los ID, el 33 % de
los DC y el 28 % de los IDR tienen una tolerancia actual al estrés menor
que la habitual. El estrés situacional sobrecarga los procesos y origina
ineficacia en la solución de los problemas planteados. Si la sobrecarga
disminuye, el problema se soluciona y podrán volver a recuperar el control
habitual; pero, si no disminuye, la sobrecarga terminará transformándose
en crónica. Los ID presentan un 29 %. En ese 29 % hay 2 casos que no
cumplen la exigencia. Son excluidos. De este modo queda un 27 %.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 168

La diferencia de 7 puntos entre D y ID (34 %-27 %) no es significativa. Al-


go similar sucede entre los DC-IDR (33 %-28 %). La diferencia de 5 puntos
no es significativa. Los D y los DC (34 %-33 %) apenas se diferencian. El
incremento de las 7 Variables reduce el 1 % los descontrolados situaciona-
les. En la reducción de casos, la diferencia de 4 puntos entre los ID y los
IDR (24 %-28 %) no es significativa.

10.3.2.3. Reflejan un control adecuado


AdjD=0 y AdjD>0 identifican a los casos que se controlan. El 60 % (35
casos) cumplen estos requisitos. Pero, para que esto pueda ser aceptado es
necesario que AdjD sea creíble, y AdjD es creíble, si EA y EB son fiables.
EA es fiable, si es superior a seis. EA es superior a seis en 26 casos. 14 son
eliminados y entre éstos, hay 6 casos que tienen EA=6. Para que EA en los
26 casos restantes sea creíble es necesario que EB también sea fiable. Para
que EB sea fiable es necesario que ninguno de sus componentes sea igual
a cero. En un caso M es igual a cero (ya está eliminado) y en ningún caso,
SumPondC=0. De este modo, el 45 % (26 casos) cumplen las exigencias.
Todos estos tienen los recursos suficientes para no descontrolarse aunque
se den situaciones conflictivas o se susciten fuertes tensiones internas o
externas. En la muestra hay 9 casos de D con CDI>3, ya están excluidos
al no tener EA>6. Sucede igual con los 9 de ID. Aunque AdjD sea aceptada
como creíble, si CDI es positivo, existen serias dudas de que el sujeto tenga
un control adecuado, porque no dispone de las habilidades requeridas para
responder a las demandas sociales. La organización de la personalidad
es inmadura, es vulnerable ante situaciones estresantes. Las respuestas
deliberadas no están ajustadas a la realidad, corresponden a conductas
ineficaces y desajustadas. Los ID presentan un 41 %. En los DC hay 58 %,
de esos 58 % se suprimen 5 casos, queda un 44 %. De los IDR queda un
46 %.
La diferencia de 4 puntos entre los D-ID (45 %-41 %) y la diferencia de 2
puntos entre DC-IDR (44 %-46 %) no son significativas. Los D tienen un
45 % y los DC, un 44 %, los DC han bajado un punto. El incremento de las
7 Variables reduce un 1 % los sujetos que se controlan y tienen tolerancia
a la frustración. En la reducción de casos, entre los ID-IDR (41 %-46 %)
la diferencia de 5 puntos no es significativa

10.3.2.4. Están influenciados por una actividad mental periférica


provocada por necesidades insatisfechas
Esta Variable y las 2 siguientes están tratadas en el Capítulo de la Ideación.
Las trascribimos.
El 27 % de los D, el 19 % de los ID, el 22 % de los DC y el 20 % de
los IDR presentan una actividad mental provocada por experiencias de
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 169

necesidad manifestadas en forma de tensión, falta de atención, insomnio.


Son estímulos que alertan a los sujetos para ponerlos en acción (FM>5).
La diferencia 8 puntos entre los D-ID (27 %-19 %) y la diferencia 2 puntos
entre los DC-IDR (22 %-20 %) no son significativas. Entre el 27 % de los
D y el 22 % de los DC, los DC han bajado 5 puntos. El incremento de
las 7 Variables han producido una disminución del 5 % de sujetos que
presentan una actividad mental provocada por experiencias de necesidad
manifestadas en forma de tensión. En la reducción de casos, apenas hay
un punto de diferencia entre los ID-IDR (19 %-20 %)

10.3.2.5. Están influenciados por una actividad mental periférica


provocada por la eliminación del registro de necesidades
El 39 % de los D, el 34 % de los ID, el 45 % de los DC y el 36 % de los IDR,
tienen una actividad mental periférica provocada por eliminar el registro
de las necesidades básicas, por eliminar o evitar el impacto (FM<3).
Los 5 puntos de diferencia entre los D-ID (39 %-34 %) y los 9 entre los
DC-IDR (45 %-36 %) no son significativos. Entre los D-DC (39 %-45 %),
los DC suben 6 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa en un
6 % los sujetos con una actividad mental periférica provocada por eliminar
el registro de las necesidades básicas. En la reducción de casos, los 5 puntos
de diferencia entre los ID-IDR (36 %-41 %) no son significativos.

10.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental periférica


provocada por experiencias de presiones estimulares
El 33 % de los D, el 33 % de los ID, el 27 % de los DC y el 36 % de los IDR
tienen una actividad mental periférica está provocada por experiencias
de presión estimular i., e., de estrés situacional. Experimentan un intenso
malestar emocional, sentimientos de descontrol, de desasosiego (m>2).
Los D y los ID tienen un 33 %. No hay diferencia. Los grupos son iguales.
No sucede lo mismo entre los DC-IDR (27 %-36 %), la diferencia es de
9 puntos, pero no es significativa. Entre los D-DC (33 %-27 %), los DC
bajan 6 puntos. El incremento de las 7 Variables disminuyen en un 6 %
los sujetos con una actividad mental periférica provocada por experiencias
de presión estimular. En la reducción de casos, la diferencia de 3 puntos
entre los ID-IDR (33 %-36 %) no es significativa.

10.3.2.7. Están afectados por fuertes tensiones internas que pertur-


ban el pensamiento
El 19 % de los D, el 24 % de los ID, el 10 % de los DC y el 13 % de los
IDR están afectado por fuertes tensiones internas que afectan al pensa-
miento, tienen una excesiva ideación periférica que perturba la atención y
la concentración (m>3Y).
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 170

Entre los D-ID (19 %-24 %) la diferencia de 5 puntos y la de 3 entre los


DC-IDR (10 %-13 %), no son significativas. Entre los D-DC (19 %-10 %),
los DC reducen 9 puntos. El incremento de las 7 Variables reduce en un
9 % los sujetos con fuertes tensiones internas que afectan al pensamiento.
En la reducción de casos, los ID tienen un 24 % y los IDR, un 13 %, la
diferencia de 11 puntos es apreciable, pero no es significativa (1.62, para
que sea significativa tiene que ser superior a 1,96)).

10.3.2.8. Viven con un malestar emocional


El 7 % de los D, el 2 % de los ID, el 5 % de los DC y el 0 % de los IDR
reflejan un mayor impacto emocional, están afectados por sensaciones de
ansiedad, de tensión (Y>3m).
Entre los D-ID (7 %-2 %) la diferencia de 5 puntos no es significativa. Los
DC tienen un 5 % y 0 % los IDR, la diferencia no es significativa. Entre
D-DC, los DC bajan 2 puntos. El incremento de las 7 Variables disminuye
en un 2 % los sujetos reflejan un mayor impacto emocional, que están afec-
tados por sensaciones de ansiedad, de tensión. En la reducción de casos,
entre los ID-IDR (2 %-0 %) la diferencia de 2 puntos no es significativa.
En todo caso, la representatividad es muy baja. Eso significa que son muy
pocos los sujetos que tienen esta característica.

10.3.2.9. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo


Esta Variable y las 3 siguientes están tratadas en el Capítulo de la Afectivi-
dad Disfórica. Las trascribimos.
Si la T, según Exner, "indica el impacto emocional de la necesidad de
contacto afectivo, más que la necesidad en sí misma”, si representa la
historia del desarrollo afectivo, si el tacto es estímulo del recién nacido
y si la proximidad es un canal de comunicación, entonces el 65 % de los
D, el 56 % de los ID, el 82 % de los DC y el 92 % de los IDR neutralizan
las necesidades de contacto afectivo y han abandonado la experiencia de
necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no funciona
bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las necesidades
de proximidad (T=0). Parece que nuestros bebés tienen satisfechas las
necesidades de cercanía emocional y por eso posteriormente no las perciben
y en consecuencia no las verbalizan.
Entre los D-ID la diferencia de 9 puntos y entre los DC-IDR (82 %-92 %)
la de 10 no son significativas. Entre los D-DC (65 %-82 %) los DC suben 17
puntos. El incremento de las 7 Variables ha producido un incremento del
17 % de los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.
En la reducción de protocolos, entre los ID-IDR (83 %-92 %) la diferencia
de 9 puntos no es significativa.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 171

Las diferencias entre los 4 grupos y los adultos no pacientes de Exner


(67 %, 83 %, 55 % y 92 % vs. 11 %) son significativas.

10.3.2.10. Están irritados


T>1 es una de las 7 Variables que identifica a los DC. El 15 % de los D,
el 1 % de los ID, el 17 % de los DC y el 7 % de los IDR experimentan
una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas de afiliación
emocional y siente y experimenta soledad (T>1).
Entre los D-ID 15 %-1 % la diferencia de 14 puntos y entre los DC IDR
(17 %-0 %) la de 17 puntos son significativas. Es lo esperado. Es una de las
variables que los identifica. Entre D-DC (15 %-17 %) los DC incrementan
2 puntos. El incremento de las 7 Variables incrementa un 2 % los suje-
tos irritados. En la reducción de protocolos entre ID-IDR (7 %-1 %) los 6
puntos de diferencia no son significativos.

10.3.2.11. Experimentan sentimientos de abandono


El 27 % de los D, el 23 % de los ID, el 27 % de los DC y el 25 % de
los IDR están afectados por sentimientos de desamparo, de abandono,
provocadores de angustia (Y>1).
Los 4 puntos de diferencia entre D-ID (25 %-23 %) y los 2 entre DC-IDR
(27 %-25 %) no son significativos. Entre los D-DC (27 %-27 %), los DC ni
suben, ni bajan. El incremento de las 7 Variables ni incrementa, ni dismi-
nuye los sujetos afectados por sentimientos de abandono. En la reducción
de casos, entre el 23 % de los ID y el 25 % de los IDR apenas hay 2 puntos
de diferencia.

10.3.2.12. Inhiben las manifestaciones afectivas


El 26 % de los D, el 20 % de los ID, el 25 % de los DC y el 25 % de
los IDR inhiben las manifestaciones afectivas. La emoción se libera, pero
queda detenida más que exteriorizada, no se manifiesta explícitamente a
los demás y, en consecuencia, genera sentimientos de irritación (C‘>2).
Los 6 puntos de diferencia entre D-ID (26 %-20 %) y 1 puntos entre DC-
IDR (26 %-25 %) no son significativos. Entre los D-DC (26 %-25 %), los
DC bajan 1 punto. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 1 %
los sujetos que inhiben las manifestaciones afectivas. En la reducción de
protocolos, los ID-IDR los IDR tienen un incremento de 5 puntos (20 %-
25 %), no son significativos.

10.3.2.13. Se auto denigran


El 34 % de los D, el 27 % de los ID, el 35 % de los DC y el 25 % de los IDR
están afectados por experiencias emocionales internas de tipo negativo
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 172

asociadas a autoexamen o introspección. Estas personas se auto denigran,


se auto reprochan (V>0).
Entre D-ID hay 7 puntos de diferencia y entre DC-IDR (35 %-25 %) hay
10, las diferencias no son significativas. Ente los D-DC (34 %-35 %) los DC
suben un punto. El incremento de las 7 Variables incrementa en un 1 %
los sujetos que están afectados por experiencias emocionales internas de
tipo negativo asociadas a autoexamen o introspección. La reducción de
protocolos apenas modifica los resultados. Entre los ID-IDR (27 %-25 %)
tan sólo hay 2 puntos de diferencia.

10.3.2.14. Reflejan descontrol ideacional


El 43 % de los D, el 43 % de los ID, el 47 % de los DC y el 42 % de los IDR
se alejan de los procesos convencionales de la ideación, manifiesta un modo
ilógico de pensamiento, un modo raro de ideación. Falta claridad, hay un
descontrol ideacional. Es un modo de pensar muy peculiar. (MQ->0).
Entre los D-ID (43 %-43) no hay diferencia y entre los DC-IDR (47 %-
42 %) la diferencia de 5 puntos no es significativa. Los D presentan un
43 % y los DC, un 47 %, los DC suben 4 puntos. El incremento de las 7
Variables incrementa en un 4 % los sujetos que se alejan de los procesos
convencionales de la ideación. En la reducción de protocolos, la diferencia
de 3 puntos entre los ID-IDR (43 %-46 %) no es significativa.

10.3.2.15. Son vulnerables a la impulsividad emocional


El 29 % de los D, el 28 % de los ID, el 22 % de los DC y el 36 % de
los IDR corresponden a personas vulnerables a la impulsividad emocio-
nal (CPura>0). Tienen dificultades para controlarse y la posibilidad de
desorganizarse por cuanto D<-1, -2, -3.
La diferencia de un punto entre D-ID (29 %-28 %) y la diferencia de 14
puntos (1,37) entre DC-IDR (22 %-36 %) no son significativas. Entre D y
DC (29 %-22 %), los DC bajan 7 puntos. El incremento de las 7 Variables
disminuye en un 7 % los sujetos vulnerables a la impulsividad emocional.
En la reducción de casos, la diferencia de 8 puntos entre ID-IDR (28 %-
36 %) no es significativa.

10.3.2.16. Sufren confusión emocional


El 29 % de los D, el 19 % de los ID, el 17 % de los DC y el 23 % de los IDR
tienen CompljsC-SH>0. Corresponde a personas que reflejan sentimientos
positivos y negativos hacia una misma situación. Es una experiencia emo-
cional confusa, es una mezcla de afectos, es una ambivalencia que provoca
confusión por cuanto experimentan sentimientos de placer y de dolor fren-
te a un mismo estímulo emocional y, en consecuencia, están afectadas las
relaciones interpersonales.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 173

La diferencia de 10 puntos entre D-ID (29 %-19 %) y y la de 6 entre los DC-


IDR (17 %-23 %) no son significativas. Entre los D-DC (29 %-17 %) los DC
bajan 12 puntos. El incremento de las 7 Variables disminuye en un 4 % los
sujetos que tienen sentimientos ambitendentes. En la reducción de casos,
entre ID-IDR (23 %-19 %) los 4 puntos de diferencia no son significativos.
Los D, ID, DC y IDR son significativamente diferentes de los adultos no
pacientes de Exner (29 %, 19 %, 17 % y 23 % vs 5 %)

10.4. Conclusiones
10.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas

Entre D-ID para EA y T.


Entre D-NP para PuntD, FM, m, FM+m, Compljs, T, V y MQ-.
Entre DC-IDR para ninguna de las Variables analizadas
Entre DC-NP para es, PuntD, FM, m, FM+m, Compljs, T, V, MQ- y
CompljsC-SH.

10.4.2. La Hipótesis 2
10.4.2.1. No es cierta
Los D-ID y los DC-IDR son diferentes, pero las diferencias no son significa-
tivas. Los grupos son homogéneos.
Los dos grupos presentan sujetos con una actividad mental provocada por
experiencias de necesidad manifestadas en forma de tensión, de falta de
atención, de insomnio. (27 %-19 %; 22 %-22 %).
Los dos tienen sujetos con una actividad mental periférica provocada por
eliminar el registro de las necesidades básicas (39 %-34 %; 45 %-36 %).
Tienen una actividad mental periférica proveniente de experiencias de pre-
sión estimular situacional. Experimentan un intenso malestar emocional,
sentimientos de descontrol, de desasosiego (33 %-33 %; 27 %-36 %).

Están afectados por fuertes tensiones internas que afectan al pensamiento,


originando una excesiva ideación periférica que perturba la atención y la
concentración (19 %-24 %; 10 %-13 %).
Tienen un mayor impacto en las emociones que suscitan sensaciones de
ansiedad, de tensión (7 %-2 %; 5 %-0 %).
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 174

Internalizan excesivamente la emocionalidad que debería ser exteriorizada


(26 %-20 %; 25 %-25 %).
Presentan sujetos cuyo el estrés puede proceder de sentimientos de culpa
o de la conciencia de remordimientos provocados por una conducta del
momento (34 %-27 %; 35 %-25 %)
Neutralizan las necesidades de contacto afectivo y han abandonado la
experiencia de necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido,
o no funciona bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las
necesidades de proximidad (65 %-56; 82 %-92 %).

Están afectados por sentimientos de desamparo, de abandono, provocado-


res de angustia (27 %-23 %; 27 %-25 %).
Son vulnerables a la impulsividad emocional (29 %-28 %; 22 %-36 %).
Tienen dificultades en el control ideacional manifestándose en el discerni-
miento (43 %-43 %; 42 %-46 %).
En los dos grupos, el estrés ha creado una confusión emocional (29 %-19 %;
23 %-23 %).

10.4.2.2. Es cierta
Las diferencias son significativas. Los grupos son heterogéneos.
Los dos grupos tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos
que experimentan una gran irritación debido a las necesidades no gratifi-
cadas de afiliación emocional y sienten y experimentan soledad (15 %-1 %;
5 %-0 %).

10.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 7 Variables modifica los porcentajes, pero las diferencias
no son significativas

10.4.3.1. Las 7 Variables incrementan


Un 3 % los descontrolados crónicos.
Un 2 % los sujetos que tienen una actividad mental periférica provocada
por eliminar el registro de las necesidades básicas.
Un 10 % los sujetos irritados.

Un 1 % los sujetos que inhiben las manifestaciones afectivas.


Un 1 % los sujetos que se alejan de los procesos convencionales de la idea-
ción.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 175

Un 12 % los sujetos que tienen sentimientos ambitendentes.


Un 7 % los sujetos vulnerables a la impulsividad emocional.

10.4.3.2. Las 7 Variables reducen


Un 1 % los descontrolados situacionales.
Un 1 % los sujetos que se controlan y tienen tolerancia a la frustración.

U 17 % de los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.


Un 5 % los sujetos que presentan una actividad mental provocada por
experiencias de necesidad manifestadas en forma de tensión.
Un 9 % los sujetos con fuertes tensiones internas que afectan al pensa-
miento.

10.4.3.3. Las 7 Variables ni reducen, ni aumentan


Los sujetos afectados por sentimientos de abandono.

10.4.4. La Hipótesis 4 es cierta


La reducción de protocolos no produce un cambio significativo. Entre los
ID-IDR, los IDR en 16 variables suben: 1, 2, 2, 2, 3, 3, 4, 4, 5, 6, 8, 13 y 36
puntos; en 3 bajan: 2, 6 y 10 puntos; y en ninguna son iguales. En ninguno
de estos resultados (exceptuando el 36 que se refiere a la neutralización de las
necesidades de contacto afectivo y al abandono de la experiencia de la necesidad
natural de afecto), las diferencias son significativas.
Capítulo 11

Personalidad de los
dependientes

11.1. Plan de evaluación


Todas las personas tienen habilidades y deficiencias. Mutatis, mutandis, lo
que sucede a una persona, sucede a los grupos. Por lo tanto, un grupo ten-
drá protocolos con más habilidades y otro, con menos. Esto significa que las
afirmaciones que se infieran, se refieren a la cantidad y no a la cualidad.
Los grupos son evaluados como se evalúa a un sujeto. Se utiliza las medias
y los porcentajes de las diferentes variables de los grupos. Los resultados de
la aplicación del Rorschach están indicados en los Estadísticos Descriptivos de
cada una de las Agrupaciones. En cada una de las Agrupaciones se ha seguido la
estrategia de interpretación propuesta por Exner (1995): Afectividad, Autoper-
cepción, Percepción Interpersonal, Procesamiento de la Información, Mediación
Cognitiva, Ideación y Controles.

Para que la evaluación sea fiable es necesario que los protocolos sean válidos.
Un protocolo es válido cuando cumple dos exigencias: L< 0.99 y R>14. El 26 %
de los D, el 23 % de los ID, el 25 % de los DC y el 20 % de los IDR tienen L>,99;
pero ningún grupo tiene menos de 14 respuestas. Se identifica a los grupos
siguiendo las exigencias propuestas. Dependientes son los que tienen Fd >0. Los
independientes tienen Fd = 0
Índice de los dependientes
Fd>0, Fr+rF=0, T>1, T=0, COP>0, Sx>0, DQo>17, An+Xy>2
Fd>0 es la Variable propuesta por Exner. Estas Variables sugirieron la
revisión del Estudio. T>1 y T=0 son los extremos de la Variable
Los IDR (39) también tienen Fd=0, pero están reducidos a la mitad de los D
(78). No se examina el Índice de la Constelación de Suicidio. En la comparación

176
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS DEPENDIENTES 177

de los resultados de estos grupos, conviene tener en cuenta que los datos de
algunas variables, como: V, M:SumPondC, EBPer, T, V, m se repiten dos veces
y otras, como: CDI, FM, C‘, C-SH, SH-SH, MOR, una sola vez.
Se compararon los D con los ID. Ahora se comparan los DC-IDR. Los re-
sultados se encuentran en las Tablas correspondientes. Se considera como ca-
racterísticas correspondientes al grupo DC, las diferencias de los porcentajes,
estadísticamente significativas, de las variables interpretadas.

11.2. Características
Se indican las características de los dependientes correspondientes a las res-
pectivas Agrupaciones. Como se trata de un grupo y como en algunas variables
están examinadas varias alternativas, (de 2 a 6, ver FC:CF+C - FM....), se las
señala con la conjunción “o” en orden descendente. Se omite la que representa
la “normalidad”. Si en los dos grupos, el que tiene el Índice es significativamente
diferente, aunque el otro no lo sea, se lo ubica como significativamente diferente.
Algunas Variables se encuentran en dos o más Agrupaciones, son transcritas.

11.2.1. Relaciones interpersonales


11.2.1.1. Los dependientes no son significativamente diferentes de
los independientes
Los dependientes y los independientes son diferentes, pero las diferencias
no son significativas. Los grupos son homogéneos. Los dos grupos, en los por-
centajes encontrados, tienen limitadas las habilidades sociales. Son pasivos, es
decir, eluden sus responsabilidades, se apoyan excesivamente en los demás para
tomar decisiones, pero esto no significa que necesariamente sean sumisos. Son
personas poco interesadas en las relaciones interpersonales, con poca capacidad
de contacto afectivo, con poco interés por sí mismas y por las personas que les
rodean. No tienen una actitud amable hacia los demás, ni buscan relacionarse
con ellos de una manera armoniosa.

Neutralizan las necesidades de contacto afectivo y ha abandonado la expe-


riencia de necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no
funciona bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las necesida-
des de proximidad. Recurren al autoritarismo como mecanismo defensivo para
justificar la inseguridad y la actitud constrictiva de sus sentimientos hacia los
demás. Son agresivos. Tienden al aislamiento o se aíslan y no se interesan por
los demás.

11.2.1.2. Los dependientes son significativamente diferentes de los


independientes
Los dependientes tienen una necesidad intensa de cercanía, experimentan
intensos sentimientos de soledad, buscan constantemente contactos con los de-
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS DEPENDIENTES 178

más; no están interesados en las relaciones interpersonales, no tienen una actitud


amable hacia los demás, ni buscan relacionarse con ellos de una manera armo-
niosa, los demás los perciben como personas poco agradables, poco acogedores,
como distantes o despegadas.

11.2.2. Autopercepción
11.2.2.1. Los dependientes no son significativamente diferentes de
los independientes
Los dependientes y independientes son diferentes, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos. Los dos grupos, en los porcentajes
encontrados, reflejan una tendencia a centrarse en sí mismos mucho más que los
demás, una preocupación por su propio yo, por su autoestima. Fundamentan la
autoimagen y la autovaloración basadas más en la imaginación que en la expe-
riencia.

Se autoanalizan infraautoestimándose. Están preocupados por su autoima-


gen. Perciben sus capacidades como negativas y al percibirlas como tales les
produce sentimientos dolorosos que aumentan la ansiedad. Fundamentan su au-
toimagen y su auto valía en el recurso de la intelectualización, intentando ignorar
la realidad.

11.2.2.2. Los dependientes son significativamente diferentes de los


independientes
Los dependientes están preocupados por su cuerpo sin que necesariamente
esté implicado un malestar fisiológico, están preocupados por temas sexuales;
sin embargo, no tienen una acusada tendencia a sobreestimar su valía personal,
ni tienen una creencia de su valía personal inflada, ni una necesidad de reafir-
mación o confirmación continua y exagerada. Sus aspiraciones, en la sociedad,
son muy altas, si son logradas puede ser positivo, si no lo son, se verán abo-
cados a la frustración, al negativismo y a buscar sistemas defensivos como la
racionalización, la negación, la "actuación".

11.2.3. Afectividad
11.2.3.1. Los dependientes no son significativamente diferentes de
los independientes
Los dependientes y independientes son diferentes, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos. Los dos, en los porcentajes encontra-
dos, tienden a supercontrolar las descargas emocionales o los intercambios por
miedo a expresar sus emociones, o expresan sus afectos, más o menos espontá-
nea y relajadamente, cometiendo fallos más o menos graves, o son impulsivos,
no modulan la expresión de sus emociones, se descontrolan, su comportamiento
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS DEPENDIENTES 179

es similar al comportamiento de los niños.

Son oposicionistas, negativistas, reflejan una actitud claramente rabiosa y


negativa, una hostilidad hacia el medio ambiente, son personas iracundas, poco
tolerantes, siempre están enfadas. No reflejan las manifestaciones afectivas. Evi-
tan la estimulación emocional, sienten incomodidad ante las emociones. Experi-
mentan un intenso malestar emocional. Internalizan las manifestaciones afecti-
vas, la emoción se libera, pero queda detenida más que exteriorizada generando
sentimientos de irritación.

Son extratensivos y como tales mezclan, durante sus actividades, los sen-
timientos con el pensamiento para solucionar sus problemas, sus actividades
son imprecisas, poco lógicas, están marcadas por la ambigüedad, les gusta la
actividad de ensayo y error y toleran mejor sus errores, son más lábiles en las
descargas emocionales, utilizan las relaciones interpersonales como fuentes de
obtención de gratificación, cometen más errores, pero consiguen más aciertos
que los introvertidos. Los extratensivos rígidos actúan siempre de la misma ma-
nera a la hora de afrontar muevas situaciones, utilizan el mismo procedimiento
para solucionar todos los problemas aunque sus resultados sean inefectivos o
inapropiados.

Son ambitendentes, no tienen una forma definida de manejar los datos de


la realidad, son vacilantes, gastan mucha energía, son incoherentes, tienen una
conducta imprevisible, unas veces procesan afecto, otras utilizan la ideación,
cometen más errores y consiguen menos aciertos. Están más afectados por ex-
periencias emocionales internas de tipo negativo asociadas a autoexamen o in-
trospección, se auto denigran, se auto reprochan. Reflejan sentimientos positivos
y negativos hacia una misma situación: una mezcla de afectos, una experiencia
emocional confusa.

Neutralizan las necesidades de contacto afectivo. Están afectados por sen-


timientos de desamparo, de abandono, provocadores de angustia. Reflejan un
proceso cognitivo concreto, baja sensibilidad hacia el mundo personal y hacia el
entorno. Inhiben demasiado las descargas emocionales que deberían ser exter-
nalizadas, esto aumenta la tensión y favorece la somatización.

11.2.3.2. Los dependientes son significativamente diferentes de los


independientes
Los dependientes experimentan una gran irritación debido a las necesidades
no gratificadas de afiliación emocional, sienten y experimentan soledad, buscan
constantemente contactos con los demás, niegan la presencia de las emociones
irritantes o displacenteras, las sustituyen por una falsa emoción positiva o por
la atribución irreal de un valor positivo.
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS DEPENDIENTES 180

11.2.4. Procesamiento de la Información


11.2.4.1. Los dependientes no son significativamente diferentes de
los independientes
Los dependientes y independientes son diferentes, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos. Los dos, en los porcentajes señalados,
restringen la estimulación a un nivel fácil de manejar, para lo cuál simplifican
el campo estimular con el riesgo de minimizar o ignorar la importancia de los
elementos; o se implican en situaciones estimulares nuevas, buscan salir airosos
en la tarea que se proponen frente a la complejidad de los estímulos, desechando
las respuestas simples y haciendo esfuerzos laboriosos para elaborar interrela-
ciones.

Hacen un esfuerzo intelectual para tratar el campo de los estímulos con más
cuidado y precisión para estructurar y organizar significativamente los elemen-
tos. No son obsesivos, pero, son personas meticulosas, cautelosas, indecisas, muy
preocupadas por recoger la información con muchos detalles. No son hipervigi-
lantes. No se caracterizan por utilizar mucha energía para mantenerse sobre
aviso, ni por tener una actitud negativa, desconfiada, recelosa hacia su entorno.
Están altamente motivados para solucionar los problemas o tomar decisiones, o
están muy poco motivados.

Sus aspiraciones son superiores a los recursos que disponen, tienen una ne-
cesidad de logro mayor que los actuales recursos funcionales y al no conseguir
sus objetivos quedan expuestos a vivencias de frustración y son muy pocos los
casos cuyas aspiraciones son inferiores a los recursos que disponen. Tienen un
funcionamiento cognitivo sofisticado y complejo que corresponde a procesos de
análisis y síntesis; o tienen un funcionamiento cognitivo de nivel inferior, esque-
mático, concreto, simplista, difuso, primitivo.

Son hipoincorporadores, se muestran más dispuestos a correr riesgos, a escu-


driñar rápidamente el campo de los estímulos, de este modo, se exponen a dejar
elementos importantes, a dar respuestas inapropiadas, a cometer más errores, a
ser ineficaces y a precipitarse en las decisiones; o son hiperincorporadores, son
personas cautelosas, meticulosas, rumiadoras, indecisas, emplean mucha energía
en la exploración del campo estimular, dan muchas vueltas a los datos antes de
dar una respuesta, tienen dificultades para distinguir lo secundario de lo princi-
pal, son lentas en la ejecución, cometen pocos errores, prefieren situaciones en
las que disponen de tiempo, bajo presiones de tiempo se sienten poco seguras,
dan respuestas poco apropiadas. Reflejan inflexibilidad cognitiva.

11.2.4.2. Los dependientes son significativamente diferentes de los


independientes
Los dependientes tienen un funcionamiento cognitivo correcto, un procesa-
miento económico, no gastan mucha energía, ni evitan la complejidad, ni renun-
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS DEPENDIENTES 181

cian a la calidad, ni al ajuste.

11.2.5. Mediación Cognitiva


11.2.5.1. Los dependientes no son significativamente diferentes de
los independientes
Los dependientes y independientes son diferentes, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos. Los dos grupos, en los porcentajes
encontrados, perciben las cosas en función de sus predisposiciones, desde sus
propios puntos de vista, son personas individualistas, excesivamente autocen-
tradas, ofrecen una resistencia al modo de ver de los demás; o tienen dificultades
en el ajuste convencional, en el control de la realidad, la percepción es inade-
cuada, distorsionada, la traducción de la información no se ajusta a la realidad,
son respuestas que corresponden a conductas inapropiadas, desajustadas.

No están preocupadas excesivamente por ser aceptadas socialmente; no son


perfeccionistas, no buscan la exactitud antes que expresar su capacidad de crea-
tividad, no sacrifican su individualidad.Tienen poca conformidad, no ven las
cosas como las ven los demás. Están preocupados por la corrección, por acomo-
darse a las normas.

11.2.5.2. Los dependientes son significativamente diferentes de los


independientes
En esta Agrupación, los dependientes no presentan ninguna característica
que los diferencie significativamente de los demás.

11.2.6. Ideación
11.2.6.1. Los dependientes no son significativamente diferentes de
los independientes
Los dependientes y independientes son diferentes, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos. Los dos grupos, en los porcentajes
encontrados, se alejan de los procesos convencionales de la ideación manifestando
un modo ilógico (muy peculiar) de pensamiento, un modo raro de ideación,
oscuro.
Son intratensivos, prefieren demorar el tomar decisiones o iniciar sus con-
ductas mientras, a su entender, no hayan considerado todas las alternativas
posibles, mantienen sus emociones al margen, mientras buscan solucionar sus
problemas. Los intratensivos rígidos actúan siempre de la misma manera a la
hora de afrontar muevas situaciones, utilizan el mismo procedimiento para so-
lucionar todos los problemas aunque su resultado sea inefectivo o inapropiado.

Tienen una actividad mental periférica provocada por experiencias de ne-


cesidad manifestadas en forma de tensión, falta de atención, insomnio; o por
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS DEPENDIENTES 182

eliminar el registro de las necesidades básicas o evitar su impacto; o por expe-


riencias de presión estimular, de estrés situacional que experimentan un intenso
malestar emocional, sentimientos de descontrol, de desasosiego. Son propensos
a vivir en el mundo de la ensoñación, a utilizar la fantasía como procedimien-
to habitual para solucionar los problemas, a refugiarse en la imaginación para
gratificar las necesidades y compensar en la fantasía las frustraciones.

Se aferran a su criterio, les cuesta mucho cambiar su punto de vista, lo


que valoran es difícil que lo alteren, es difícil hacerles cambiar de opinión, son
dogmáticos. Se aferran a su criterio, les cuesta mucho cambiar su punto de vista,
lo que valoran es difícil que lo alteren, es difícil hacerles cambiar de opinión, son
dogmáticos. Utilizan el mecanismo defensivo seudointelectual para neutralizar
el efecto displacentero que produce la emoción. Están dominados por prejuicios,
por una autopercepción negativa.

11.2.6.2. Los dependientes son significativamente diferentes de los


independientes
Los dependientes no tienden a sustituir la realidad por la fantasía en situa-
ciones de estrés cuando entra en funcionamiento la ideación deliberada.

11.2.7. Control y tolerancia al estrés


11.2.7.1. Los dependientes no son significativamente diferentes de
los independientes
Los dependientes y independientes son diferentes, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos. Los dos grupos, en los porcentajes
encontrados, presentan sujetos con estrés crónico, o con estrés situacional. Tie-
nen una actividad mental provocada por experiencias de necesidad manifestadas
en forma de tensión, de falta de atención, de insomnio; o por eliminar el regis-
tro de las necesidades básicas, o por experiencias de presión estimular que ha
creado una confusión emocional. Experimentan un intenso malestar emocional,
sentimientos de descontrol, de desasosiego.

Están afectados por fuertes tensiones internas que afectan al pensamiento,


originando una excesiva ideación periférica que perturba la atención y la concen-
tración. Tienen un mayor impacto en las emociones que suscitan sensaciones de
ansiedad, de tensión. Internalizan excesivamente la emocionalidad que debería
ser exteriorizada. Presentan sujetos cuyo el estrés puede proceder de sentimien-
tos de culpa o de la conciencia de remordimientos provocados por una conducta
del momento.

Neutralizan las necesidades de contacto afectivo y han abandonado la ex-


periencia de necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no
funciona bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las necesidades
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS DEPENDIENTES 183

de proximidad. Están afectados por sentimientos de desamparo, de abandono,


provocadores de angustia. Son vulnerables a la impulsividad emocional. Tienen
dificultades en el control ideacional manifestándose en el discernimiento

11.2.7.2. Los dependientes son significativamente diferentes de los


independientes
Los dependientes experimentan una gran irritación debido a las necesida-
des no gratificadas de afiliación emocional y sienten y experimentan soledad y
buscan constantemente contactos con los demás.
Capítulo 12

Datos Estadísticos

En este Capítulo se indican los Estadísticos Descriptivos y las diferencias de


las medias de la Variables Paramétricas y de las no Paramétricas de los grupos.

12.1. Estadísticos Descriptivos


Tan sólo se indican los Estadísticos Descriptivos de las variables analizadas
de los 58 sujetos dependientes, de los 78 independientes, de los 40 dependientes
con las Variables que los diferencian significativamente y de los 39 independien-
tes.

12.1.1. Estadísticos Descriptivos de 58 dependientes


La Tabla 1 contiene los Estadísticos Descriptivos.

Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de 58 dependientes


Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt
Edad 29,36 10,39 19 60 25 25 1,480 1,303
R 26,84 9,20 14 55 25,5 20 0,989 0,664
W 9,79 4,84 2 28 10 11 1,094 2,323
D 12,98 7,92 1 42 11 9 1,244 2,378
Dd 3,90 3,23 0 14 3 3 0,991 0,701
S 3,32 2,45 0 13 3 3 1,928 5,127
DQ+ 6,91 3,78 1 16 6,5 4 0,578 -0,418
Dqo 18,60 8,86 4 46 17,5 13 1,127 1,629
DQ/ 0,41 0,96 0 6 0 0 3,939 20,230
DQv 1,07 1,59 0 7 0 0 1,707 2,722
MQ- 0,66 0,95 0 4 0 0 1,782 3,614
M 4,66 2,54 0 12 4 4 0,799 0,219
FM 4,12 2,96 0 13 3 2 0,956 0,426
m 1,79 1,66 0 7 1 0 0,840 0,315

184
CAPÍTULO 12. DATOS ESTADÍSTICOS 185

Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt


FM+m 5,84 3,69 0 16 5 4 0,999 0,869
FC 2,17 1,68 0 8 2 1 1,036 1,470
CF 2,14 1,53 0 6 2 2 0,594 -0,052
C 0,33 0,54 0 2 0 0 1,420 1,152
FC+CF+CF 4,41 2,14 1 10 4 4 0,325 -0,262
SPondC 3,78 1,79 0,5 7,5 3,5 4,5 0,167 -0,760
C’ 1,67 1,57 0 7 1 0 1,102 1,489
T 0,52 0,84 0 3 0 0 1,492 1,208
V 0,50 0,78 0 3 0 0 1,389 0,966
Y 0,97 1,40 0 6 0 0 1,688 2,732
SH 3,59 2,89 0 14 3 1 1,211 2,095
Fr 0,41 1,16 0 7 0 0 4,142 19,823
FD 1,38 1,69 0 9 1 1 2,378 7,674
F 10,97 7,37 0 34 8,5 6 0,848 0,552
Par 8,69 4,47 0 17 8 8 0,127 -0,691
Ego 0,40 0,16 0 0,7 0,365 0,5 0,013 -0,221
L 0,82 0,84 0,05 5 0,58 0,5 2,876 11,034
EA 8,48 3,43 2,5 17 7,75 6 0,421 -0,471
es 9,57 5,56 1 27 9 4 1,364 2,194
PD -0,28 1,50 -5 5 0 0 -0,224 3,480
Adj 0,11 1,21 -2 4 0 0 0,932 1,723
a 6,52 3,70 0 18 6 5 0,869 1,077
p 3,71 2,40 0 9 3 2 0,407 -0,680
Ma 3,33 1,89 1 8 3 2 0,874 -0,298
Mp 1,33 1,33 0 7 1 1 1,916 5,320
Int 3,12 3,01 0 15 2 2 1,692 3,866
Zf 13,62 5,06 2 27 13 11 0,274 -0,137
Zd -0,94 5,79 -16 12 -0,275 0 -0,111 0,345
Compljs 4,17 3,26 0 16 4 5 1,485 3,228
C-SH 0,43 0,80 0 4 0 0 2,278 6,252
Afr 0,48 0,15 0,17 1 0,47 0,42 0,657 1,547
P 5,12 1,87 2 9 5 4 0,183 -0,914
X+ % 0,55 0,13 0,26 0,9 0,525 0,52 0,173 0,039
X- % 0,19 0,10 0 0,47 0,18 0,1 0,508 0,035
Xu % 0,24 0,13 0 0,56 0,24 0,29 0,153 -0,135
Ais 0,19 0,12 0 0,59 0,15 0,1 1,114 1,012
H 3,47 2,46 0 13 3 2 1,302 2,838
(H) 1,45 1,24 0 4 1 0 0,376 -0,994
Hd 1,43 1,66 0 8 1 1 1,747 3,609
(Hd) 0,53 1,06 0 5 0 0 2,401 6,145
Hx 0,45 1,33 0 7 0 0 3,779 14,984
An 1,47 1,82 0 6 1 0 1,227 0,326
Ay 0,22 0,46 0 2 0 0 1,902 2,926
CAPÍTULO 12. DATOS ESTADÍSTICOS 186

Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt


Fd 1,33 0,63 1 4 1 1 2,200 5,332
Sx 0,74 1,38 0 6 0 0 2,296 5,043
Xy 0,17 0,42 0 2 0 0 2,466 5,803
SBr6 3,95 5,15 0 35 2,5 1 4,144 23,137
SPond6 10,07 7,89 0 30 7,5 6 0,919 -0,053
AG 0,66 1,05 0 4 0 0 1,586 1,549
COP 0,97 1,18 0 5 1 0 1,513 2,332
CP 0,11 0,36 0 2 0 0 3,725 14,580
MOR 1,53 1,80 0 7 1 0 1,469 1,755
PER 0,40 0,79 0 4 0 0 2,427 6,867
PSV 0,50 0,94 0 4 0 0 2,353 5,716
PER 0,47 0,91 0 4 0 0 2,39 6,00

12.1.2. Estadísticos Descriptivos de 78 Independientes


La Tabla 2 contiene los Estadísticos Descriptivos.

Tabla 2. Estadísticos Descriptivos de 78 independientes


Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt
Edad 26,76 8,57 17 57 24 21 2,01 4,14
R 24,74 7,46 14 49 23 21 1,06 1,04
W 10,33 4,86 2 30 9 9 1,23 2,78
D 11,00 6,37 0 36 11 6 0,86 1,93
Dd 3,31 2,70 0 14 2 1 1,39 2,72
S 3,49 2,47 0 11 3 1 1,01 0,96
DQ+ 6,29 3,43 0 18 6 6 0,90 1,15
Dqo 16,60 7,10 4 42 15 13 1,15 1,29
DQ/ 0,62 1,19 0 5 0 0 2,47 6,09
DQv 1,19 1,75 0 7 0 0 1,57 1,70
MQ- 0,82 0,98 0 4 0,5 0 0,97 0,25
M 4,49 2,79 0 14 4 5 0,94 1,16
FM 3,47 2,25 0 10 3 3 0,78 0,50
m 2,17 1,79 0 11 2 1 2,18 7,70
FM+m 5,64 3,22 0 15 5 4 0,82 0,75
FC 1,49 1,62 0 8 1 1 1,77 4,06
CF 1,45 1,28 0 5 1 2 0,87 0,61
C 0,37 0,69 0 3 0 0 2,09 4,51
FC+CF+C 3,33 2,30 0 14 3 4 1,54 5,33
SPondC 2,73 1,97 0 10,5 2,5 3,5 1,16 2,26
C’ 1,60 1,53 0 7 1 1 1,63 3,34
T 0,18 0,42 0 2 0 0 2,23 4,43
V 0,42 0,88 0 5 0 0 3,13 12,04
CAPÍTULO 12. DATOS ESTADÍSTICOS 187

Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt


Y 0,81 1,01 0 4 0 0 1,10 0,44
SH 2,97 2,37 0 11 2 1 0,92 0,69
Fr 0,53 0,85 0 5 0 0 2,52 9,40
FD 1,09 1,35 0 8 1 0 2,30 8,36
F 10,04 6,12 0 34 9 8 0,92 1,85
Par 7,71 3,80 0 19 8 6 0,29 0,29
Ego 0,45 0,66 0 6 0,395 0,5 8,01 68,32
L 0,83 0,78 0 4,6 0,62 1,1 2,67 8,57
EA 7,22 3,68 1 19 7 7,5 0,88 1,01
es 8,58 4,34 0 21 7 7 0,82 0,26
PD -0,45 1,47 -5 3 0 0 -0,65 2,34
Adj -0,03 1,26 -4 3 0 0 0,01 1,79
a 6,08 3,63 0 19 6 8 0,89 1,45
p 3,79 2,56 0 14 4 4 1,20 2,47
Ma 2,76 2,11 0 9 2 1 0,84 0,12
Mp 1,87 1,64 0 6 1 1 0,63 -0,65
Int 2,67 2,59 0 10 2 0 0,91 0,09
Zf 13,99 5,19 5 30 13 12 0,79 0,44
Zd -2,01 5,40 -13,5 10,5 -3 -5 0,06 -0,49
Compljs 3,65 2,55 0 10 3 5 0,50 -0,32
C-SH 0,29 0,81 0 6 0 0 5,10 33,05
Afr 0,49 0,21 0 1,16 0,5 0,5 0,47 0,61
P 5,37 1,81 1 9 5 5 -0,06 -0,61
X+ % 0,56 0,13 0,29 0,94 0,545 0,5 0,40 0,15
X- % 0,21 0,08 0,05 0,4 0,215 0,26 0,07 -0,60
Xu % 0,23 0,13 0 0,89 0,22 0,19 1,52 6,51
Ais 0,18 0,15 0 0,77 0,175 0 1,09 1,92
H 3,51 2,28 0 10 3 3 0,82 0,45
(H) 1,28 1,51 0 8 1 0 2,01 5,58
Hd 1,79 1,70 0 6 1 1 0,95 0,14
(Hd) 0,37 0,72 0 3 0 0 2,05 3,76
Hx 0,36 0,74 0 4 0 0 2,49 7,39
An 0,74 1,12 0 4 0 0 1,49 1,33
Fd 0,00 0,00 0 0 0 0
Sx 0,29 0,65 0 3 0 0 2,66 7,46
Xy 0,06 0,25 0 1 0 0 3,63 11,47
SBr6 2,86 2,70 0 12 2 0 1,09 1,02
SPond6. 8,60 8,02 0 38 6,5 0 1,25 2,11
AG 0,53 0,91 0 4 0 0 1,85 3,00
COP 0,69 1,08 0 4 0 0 1,65 1,99
CP 0,00 0,00 0 0 0 0
MOR 1,74 1,74 0 6 1 0 0,88 -0,12
PER 0,21 0,63 0 4 0 0 3,94 18,14
CAPÍTULO 12. DATOS ESTADÍSTICOS 188

Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt


PSV 0,36 0,72 0 3 0 0 2,12 4,00
MOR 1,52 1,52 0 7 1 0 1,11 1,26
PER 0,48 1,01 0 4 0 0 2,30 4,56

12.1.3. Estadísticos Descriptivos de 40 dependientes con


el Índice
La Tabla 3 contiene los Estadísticos Descriptivos de los 40 dependientes
con el Índice.

Tabla 3. Estadísticos Descriptivos de 40 dependientes


Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt
Edad 30,23 10,53 20 60 26,5 25 1,40 1,19
R 27,70 9,56 16 55 26,5 20 1,13 0,88
W 9,75 4,82 3 28 10 7 1,35 3,95
D 13,85 8,63 2 42 11,5 9 1,29 1,83
Dd 3,98 3,10 0 11 3,5 1 0,70 -0,26
S 3,03 2,17 0 11 3 3 1,68 4,73
DQ+ 6,38 3,59 1 15 5,5 4 0,58 -0,51
Dqo 20,08 9,13 8 46 18,5 13 1,33 1,57
DQ/ 0,45 1,08 0 6 0 0 3,81 17,65
DQv 1,10 1,61 0 7 0 0 1,83 3,55
MQ- 0,55 0,71 0 2 0 0 0,93 -0,41
M 4,50 2,16 1 10 4 4 0,80 0,15
FM 3,60 2,62 0 10 3 2 0,89 0,15
m 1,68 1,62 0 7 1 0 1,16 1,58
FM+m 5,18 3,23 0 15 4 4 1,05 1,38
FC 2,18 1,41 0 5 2 2 0,48 -0,31
CF 2,03 1,42 0 6 2 2 0,82 0,77
C 0,25 0,49 0 2 0 0 1,85 2,82
FC+CF+C 4,19 1,85 1 8 4 4 -0,09 -0,65
SPondC 3,59 1,69 0,5 7,5 3,5 4,5 0,31 -0,50
C’ 1,50 1,28 0 4 1 0 0,42 -0,92
T 0,23 0,53 0 2 0 0 2,38 4,97
V 0,55 0,85 0 3 0 0 1,31 0,57
Y 0,98 1,46 0 6 0 0 1,87 3,55
SH 3,20 2,69 0 14 3 1 1,70 5,22
Fr 0,55 1,36 0 7 0 0 3,48 13,61
FD 0,98 1,07 0 4 1 0 1,10 0,57
F 12,33 7,60 1 34 10 6 0,83 0,38
Par 8,33 4,35 0 17 8 8 0,23 -0,62
Ego 0,40 0,16 0,08 0,7 0,35 0,36 0,31 -0,45
CAPÍTULO 12. DATOS ESTADÍSTICOS 189

Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt


L 0,85 0,87 0,05 5 0,61 0,5 3,06 12,71
EA 8,15 2,92 3 14,5 7,25 6,5 0,43 -0,66
es 8,60 4,58 3 27 8 5 1,85 5,47
PD -0,08 1,53 -5 5 0 0 -0,10 4,57
Adj 0,23 1,21 -2 4 0 0 1,01 1,89
a 5,98 3,12 0 16 6 6 0,57 1,72
p 3,60 2,34 0 9 3 2 0,41 -0,65
Ma 3,18 1,87 1 8 3 2 1,10 0,39
Mp 1,28 1,15 0 5 1 1 1,32 1,95
Int 3,18 3,14 0 15 2 2 1,63 3,76
Zf 13,50 5,09 2 27 12,5 11 0,33 0,28
Zd -1,00 6,18 -16 12 -0,275 -3,5 -0,10 0,30
Compljs 3,38 2,00 0 8 4 5 0,00 -0,77
C-SH 0,20 0,46 0 2 0 0 2,33 5,14
Afr 0,48 0,14 0,17 0,8 0,47 0,47 -0,10 0,01
P 4,93 1,83 2 8 4,5 4 0,20 -0,99
X+ % 0,53 0,12 0,26 0,78 0,52 0,52 0,01 -0,50
X- % 0,18 0,09 0,02 0,35 0,185 0,1 0,10 -1,19
Xu % 0,24 0,11 0,05 0,5 0,23 0,29 0,28 -0,15
Ais 0,20 0,12 0,03 0,59 0,175 0,13 1,18 1,37
H 3,40 1,95 0 8 3 2 0,57 0,10
(H) 1,43 1,20 0 4 1 0 0,23 -1,14
Hd 1,33 1,72 0 8 1 1 2,16 5,38
(Hd) 0,55 1,13 0 5 0 0 2,56 6,88
Hx 0,58 1,55 0 7 0 0 3,24 10,43
An 1,68 1,99 0 6 1 0 0,97 -0,43
Ay 0,23 0,48 0 2 0 0 2,07 3,83
Fd 1,35 0,70 1 4 1 1 2,22 4,96
Sx 1,00 1,54 0 6 0 0 1,92 3,25
Xy 0,18 0,45 0 2 0 0 2,64 6,87
SBr6 3,08 2,70 0 11 2 2 1,16 1,19
SPond6 10,03 7,80 0 30 8 6 0,75 -0,21
AG 0,70 1,09 0 4 0 0 1,51 1,40
COP 1,18 1,20 0 5 1 1 1,35 2,18
CP 0,08 0,27 0 1 0 0 3,35 9,74
MOR 1,65 1,92 0 7 1 1 1,54 1,83
PER 0,38 0,67 0 2 0 0 1,57 1,20
PSV 0,58 1,08 0 4 0 0 2,09 3,82
PER 0,43 0,80 0 3 0 0 1,79 2,23

12.1.4. Estadísticos Descriptivos de 39 independientes


La Tabla 3 contiene los Estadísticos Descriptivos.
CAPÍTULO 12. DATOS ESTADÍSTICOS 190

Tabla 3. Estadísticos Descriptivos de 39 independientes


Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt
Edad 28,26 10,80 17 57 25 22 1,54 1,58
R 24,31 7,69 14 46 23 16 0,87 0,61
W 11,15 4,37 5 24 10 10 1,31 0,61
D 9,56 7,03 1 36 7 6 2,09 3,95
Dd 3,38 2,58 0 11 3 2 0,86 0,77
S 3,74 2,72 0 11 3 1 1,11 0,10
DQ+ 6,90 3,78 2 18 6 7 1,69 1,12
Dqo 15,59 7,80 4 42 13 13 1,28 2,76
DQ/ 0,56 1,14 0 5 0 0 2,11 6,64
DQv 1,18 1,73 0 7 0 0 1,77 2,78
Mqe 0,79 1,03 0 4 0 0 1,20 0,97
M 4,62 3,24 0 14 4 4 1,13 1,00
FM 3,41 2,17 0 10 3 3 1,36 0,73
m 2,36 2,05 0 11 2 1 1,38 7,40
Fme 5,77 3,23 1 15 5 3 1,33 1,68
FC 1,36 1,39 0 4 1 0 0,74 -0,63
CF 1,56 1,33 0 5 2 2 1,28 0,57
C 0,49 0,79 0 3 0 0 1,90 3,63
FC+CF+C 3,46 1,73 0 7 3 4 0,49 -0,16
SPondC 2,94 1,72 0 7,5 2,5 1,5 0,93 0,02
C’ 1,59 1,39 0 7 1 1 2,10 4,55
T 0,08 0,27 0 1 0 0 3,75 9,05
V 0,38 0,81 0 4 0 0 1,64 9,76
Y 0,79 1,06 0 3 0 0 1,17 -0,37
SH 2,85 2,07 0 8 2 2 1,37 -0,24
Fr 0,62 0,71 0 2 0 0 1,41 -0,66
FD 1,13 1,24 0 5 1 0 1,96 0,99
F 9,33 6,76 0 34 8 4 1,51 3,40
Par 7,13 4,40 0 19 7 6 1,25 0,48
Ego 0,38 0,20 0 0,74 0,39 0,4 3,09 -0,56
L 0,71 0,64 0,136 3 0,54 0,62 1,22 5,86
EA 7,53 4,00 1,15 19 7,5 7,5 0,96 1,00
es 8,54 4,21 3 21 7 7 0,82 1,06
PD -0,33 1,74 -5 3 0 0 -0,52 2,04
Adj 0,15 1,46 -4 3 0 0 1,24 1,54
a 6,36 4,18 0 19 6 3 1,42 1,26
p 3,67 2,56 0 14 4 4 1,33 6,22
Ma 2,97 2,50 0 9 2 1 1,01 -0,45
Mp 1,74 1,62 0 5 1 1 0,88 -0,77
Int 3,00 2,60 0 9 2 0 0,69 -0,76
Zf 14,82 5,44 6 30 14 12 0,08 0,21
Zd -2,74 5,31 -13,5 10,5 -3 1 -0,50 0,16
CAPÍTULO 12. DATOS ESTADÍSTICOS 191

Variables M Dt Mín Máx Md Mo Asim Curt


Compljs 3,77 2,90 0 10 3 3 1,33 -0,82
C-SH 0,28 0,56 0 2 0 0 1,47 2,87
Afr 0,49 0,23 0 1,16 0,45 0,6 0,59 0,88
P 5,26 1,80 2 9 5 7 0,61 -0,87
X+ % 0,56 0,14 0,29 0,94 0,54 0,5 0,47 0,38
X- % 0,23 0,09 0,05 0,38 0,24 0,12 1,77 -0,79
Xu % 0,25 0,15 0 0,89 0,23 0,19 1,34 7,09
S- % 0,19 0,26 0 1 0,04 0 1,37 1,53
Ais 0,21 0,16 0 0,77 0,2 0,06 1,49 2,53
H 3,59 2,54 0 10 3 2 1,15 0,04
(H) 1,43 1,76 0 8 1 0 1,46 5,07
Hd 1,67 1,74 0 6 1 0 1,61 0,25
(Hd) 0,38 0,81 0 3 0 0 2,05 4,34
Hx 0,36 0,63 0 2 0 0 1,58 1,43
An 0,72 1,05 0 3 0 0 1,18 0,00
Ay 0,31 0,61 0 2 0 0 1,88 2,46
Fd 0,00 0,00 0 0 0 0
Sx 0,18 0,45 0 2 0 0 3,01 6,61
Xy 0,08 0,27 0 1 0 0 3,30 9,40
SBr6 3,44 3,08 0 12 3 0 0,87 0,49
SPond6 10,56 9,00 0 38 10 0 1,14 1,82
AG 0,56 0,88 0 4 0 0 1,68 4,84
COP 0,87 1,30 0 4 0 0 2,48 0,69
CP 0,00 0,00 0 0 0 0
MOR 1,82 1,86 0 6 2 0 1,43 -0,53
PER 0,36 0,84 0 4 0 0 2,28 8,90
PSV 0,46 0,76 0 3 0 0 1,68 2,45

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