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Tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, originada por una


bacteria. Por lo general, la bacteria afecta a los pulmones, pero puede
extenderse a otras partes del cuerpo, como el cerebro, los riñones o los
huesos; a medida que se multiplican, las bacterias inflaman una pequeña
zona a partir de la cual se extiende hasta los ganglios linfáticos más
próximos.

El síntoma más común es la tos y a veces tos, producción de mucosidad


y sangre. Otros síntomas pueden incluir la sensación de debilidad, falta
de apetito, perdida de peso, fiebre, y sudores nocturnos. También puede
ocurrir dolor de pecho. Aunque se desarrolla con lentitud, si no se trata,
la tuberculosis puede derivar en una enfermedad crónica, y causar la
muerte del paciente.

Hay que diferenciar entre la persona enferma de tuberculosis y la


infectada de esa enfermedad.

Las personas con la enfermedad de la TB están enfermas debido al gran


número de gérmenes de la TB que se encuentran activos en su cuerpo.
Por lo general, presentan uno o más síntomas de la enfermedad. Estas
personas pueden transmitir los gérmenes de la TB a otras.

Las personas infectadas por la TB también tienen los gérmenes que


causan la TB en su cuerpo. Sin embargo, no están enfermas porque no
tienen tantos gérmenes, y los gérmenes permanecen latentes (dormidos)
en su cuerpo. Estas personas no pueden transmitir los gérmenes a otros.

Esta enfermedad es conocida desde la antigüedad. En los siglos XVIII y


XIX se conoció como “la peste blanca” debido a las epidemias mortales
que produjo en las ciudades de Europa. Pero no fue hasta el 24 de
marzo de 1882, cuando el médico alemán Robert Koch (1843-1910), dio
a conocer al mundo el germen causante de la tuberculosis, la
Mycobacterium tuberculosis, una bacteria en forma de bastón (bacilo),
que es conocida como “el bacilo de Koch” en honor a su descubridor.
Por esta razón el 24 de marzo de cada año se celebra el día mundial de
tuberculosis.

Una vez que la bacteria se introduce en el pulmón, se forma un


granuloma. Este es una respuesta del organismo. Consiste en una
inflamación local persistente formada por una masa endurecida
compuesta principalmente de macrófagos (células de defensa del
individuo) y tejido conectivo fibroso. Esta fase constituye la infección
primaria de la tuberculosis, no produce síntomas y en el 95% de los

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casos se recupera solo. Las bacterias de la tuberculosis pasan así una
fase de inactividad encerradas en el granuloma. Las lesiones, por lo
general, curan y no dejan alteraciones residuales, excepto calcificación
ocasional de los ganglios linfáticos pulmonares. Si por cualquier causa
significativa las defensas del cuerpo se debilitan, las bacterias se
reactivan y se produce la enfermedad

Forma de contagio

Los gérmenes de la TB se propagan a través del aire. Las


Mycobacterium tuberculosis (bacilo de Koch), se liberan al aire en
pequeñas gotitas de secreciones cuando una persona con la enfermedad
de la tuberculosis en los pulmones o la garganta tose, estornuda, se ríe o
canta.

Prevención

La tuberculosis es una enfermedad que se puede prevenir, incluso en


aquellos que estén expuestos al contacto con una persona infectada. La
prueba cutánea (PPD) para tuberculosis se utiliza en poblaciones de alto
riesgo, como los trabajadores de la salud.

El resultado positivo de la prueba cutánea indica exposición a la


tuberculosis y una infección inactiva. El tratamiento oportuno es muy
importante para controlar la propagación de la tuberculosis.

En algunos países con alta incidencia de tuberculosis, se aplica una


vacuna para su prevención. Sin embargo, la efectividad de esta no es
total.

El tratamiento es barato y efectivo, pero millones de enfermos en el


mundo en vías de desarrollo, carecen de acceso a los medicamentos
necesarios para sobrevivir.

La enfermedad afecta desproporcionadamente a los países pobres,


donde se registra el 98% de las infecciones mundiales, el 80% de las
cuales se concentra en apenas 22 países pobres.

El objetivo del tratamiento es curar la infección con fármacos que


combatan la bacteria de la tuberculosis. Es necesaria la combinación de
varios fármacos (generalmente cuatro) y es muy importante tomar las
píldoras en la manera que el médico lo indique. Cuando las personas no
lo hacen así, la infección se vuelve mucho más difícil de tratar porque
algunas bacterias se hacen resistentes. Algunas veces, los fármacos ya
no ayudan a tratar la infección.

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El tratamiento suele durar 6 meses.

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