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OLIMPÍADA
DE HISTORIA
DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
EQUIPO DE LA OLIMPÍADA DE HISTORIA:
Algunos artículos guardan relación con contenidos (NAP) de los primeros años
del secundario. Otros, con los del Ciclo Orientado.
Esperamos que nuestra propuesta cubra -al menos en parte- los intereses
temáticos que nos han hecho llegar a través de las encuestas que les hemos
planteado y de los intercambios que compartimos en los encuentros realizados
durante las instancias nacionales de la Olimpíada.
Equipo Olimpíada
ÍNDICE
Desde hace unos 40 000 años o más, hasta la aparición de las primeras sociedades
agrícolas, la totalidad de la especie homo sapiens basó su subsistencia en la práctica
de la caza y la recolección. Aún después de la domesticación de plantas y animales,
grandes áreas del planeta continuaron habitadas por poblaciones dedicadas
exclusivamente a aquellas actividades.
1
Integrantes del Equipo Olimpíada de Historia de la República Argentina. UNL- FHUC
1
¿Es posible conocer el modo de vida de los cazadores recolectores
prehistóricos a partir de lo que la etnografía sabe acerca de los cazadores
recolectores actuales o del pasado reciente?
Este “imaginar el pasado (prehistórico) antes de excavarlo” puede- según Kelly- limitar
la habilidad para reconocer distintas formas de organización asociadas con la caza y
recolección. El autor nos dice que la información etnográfica sobre cazadores
recolectores actuales no puede extrapolarse de forma acrítica. Es necesario confrontar
los datos etnográficos con los hallazgos arqueológicos.
2
Venezuela, los ache guayaqui del Paraguay, etc. Se trata de “sociedades de bandas”
compuestas en promedio por 30 personas.
Si bien el nomadismo, los desplazamientos, o la movilidad (lo que no quiere decir que
no haya períodos de permanencia en un lugar) es una característica de los cazadores
recolectores en general, abundan casos en que éste es reducido, lo que se suele
vincular, como vimos, con una mayor complejidad social. En las sociedades con
“utilización inmediata” de los recursos la variabilidad en la movilidad es muy grande y
se vincula tanto a factores ambientales como sociales. Un patrón bastante extendido
en torno a esta característica es el de los ciclos periódicos de agregación (cuando un
cierto numero de bandas se reúnen y conviven en un mismo lugar durante un tiempo
determinado) y dispersión (cuando las bandas o incluso las familias que las integran
se desplazan o asientan solas) (Guraieb, 2001).
3
Se debate acerca de si el motivo principal de la agregación son aquellas actividades
económicas que las bandas realizan juntas, o por el contrario, aquellas de tipo social y
cultural que llevan a cabo durante el encuentro. La agregación favorece la vida
pública, las actividades ceremoniales, la búsqueda de pareja o la posibilidad de hacer
la guerra con otros grupos. La dispersión es un mecanismo que permite solucionar
conflictos que la aglomeración puede suscitar, en sociedades donde no existen
órganos políticos permanentes capaces de resolverlos.
Sobre la “pobreza” del instrumental o equipo material, que suele explicarse por el
nomadismo (excesivo “mobiliario” perjudicaría el traslado), puede decirse que el
término “pobreza” implica un juicio basado en un criterio occidental; un equipo (armas,
herramientas) no puede juzgarse por su volumen sino por lo adecuado o inadecuado
de éste.
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habilidad y creatividad con que suelen fabricar objetos necesarios en el momento, a
partir de las diversas materias primas disponibles y que una vez utilizados suelen ser
desechados rápidamente.
Durante mucho tiempo ha sido casi de sentido común (para los occidentales) la idea
de que los hombres se dedicaban a la caza y las mujeres a la recolección; sin
embargo suele no existir una división sexual del trabajo tan rígida. Algunas actividades
de recolección que implican trepar grandes árboles son tareas masculinas; la
recolección de miel entre los chaqueños la realizan los varones. Las mujeres también
suelen cazar pequeños animales. Entre los yamanas de Tierra del Fuego es la mujer
la que rema la canoa y el hombre el que arponea las presas; mientras entre los
waoranis de Ecuador el hombre rema y la mujer sumerge la red. Por otro lado, las
actividades colectivas que involucran a toda la banda son muy frecuentes; por ejemplo
la de atrapar saltamontes o langostas entre los paiutes de Norteamérica y mocovíes
del Chaco. En estos casos la actividad suele enmarcarse en un clima jocoso y festivo.
Según el antropólogo Marshall Sahlins, la palabra “trabajo” en algunos dialectos
indígenas, es difícil de distinguir de la palabra “juego” y en algunos casos la misma
palabra designa trabajo y juego.
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Es difícil, por lo tanto, obtener resultados generales sobre el mayor o menor peso de
mujeres u hombres en la economía; aun cuando abundantes estudios etnográficos han
demostrado la mayor importancia de la recolección con respecto a la caza.
Uno de los mayores temas de debate gira en torno a la cuestión del tiempo de trabajo
y el tiempo de ocio entre los cazadores recolectores. Ya se ha abandonado el prejuicio
de considerar a los cazadores dedicados todo el tiempo a la supervivencia. Los
estudios de caso en general demuestran que con poco trabajo parecen saciar las
necesidades del grupo. Incluso los críticos de la idea de la “sociedad opulenta”
reconocen la excepcionalidad de los casos de hambrunas.
Sahlins plantea que los cazadores recolectores trabajan menos y comen mejor que los
agricultores del mismo entorno. Hay consenso bastante general acerca de que los
cazadores recolectores tienen una buena dieta, gozan de mucho tiempo libre, tienen
una alta expectativa de vida y pasan más tiempo durmiendo durante el día, por
persona y año que en las sociedades agrícolas y modernas.
El tiempo dedicado a la obtención del alimento es variable y va desde las 7-8 hs. hasta
las 2hs. per cápita de algunos grupos hiwi. Esto estará ligado a las condiciones
ecológicas y a los modos de organizar la movilidad y distribución del trabajo.
¿A quiénes pertenecen las armas con que se cazan los animales, las flechas, las
redes, las canoas, etc., entre los cazadores recolectores? Es decir los que podríamos
llamar bienes de capital, aquellos que se utilizan para producir otros bienes; no con la
finalidad de generar ganancia, como en nuestra sociedad capitalista, sino para cubrir
las necesidades de subsistencia del grupo. En general estas herramientas pertenecen
a los individuos pero suelen compartirse sin restricciones. Por otro lado no existe un
acceso diferenciado a los bienes de capital; ya dijimos que la tecnología es sencilla y
está al alcance de cualquier adulto, nadie se ve privado a su vez de los medios para
producir artículos manufacturados; lo que ayudaría a explicar, junto a las necesidades
impuestas por la movilidad, el desapego que suelen manifestar respecto de éstos.
8
consideraciones económicas, se produce “cuando los beneficios del acceso exclusivo
son superiores a los costos de la defensa” (Cashdan, 1991).
Más allá de los aspectos ambientales y recursos económicos, debemos señalar que al
momento de considerar la “territorialidad” y su explotación entre los cazadores
recolectores, también es preciso tener en cuenta los aspectos culturales. En muchas
ocasiones un recurso existente en una zona determinada no es explotado por la banda
que la habita; por ejemplo, un animal que no pueda ser cazado y consumido por
considerárselo sagrado. El espacio, en muchas de estas sociedades, no sólo es un
espacio “explotado”, es un espacio “vivido”. En algunos lugares del Chaco, donde la
abundancia de recursos hace innecesaria la competencia y donde bandas de
diferentes etnias suelen compartir terrenos de caza y recolección; los abipones
poseían un territorio exclusivo donde las diversas bandas iban a depositar a sus
muertos.
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un siriono nunca debe comer la carne del animal que ha matado porque su especie
no volvería para ser cazada…
¿Por qué un cazador exitoso estaría dispuesto a compartir lo que consigue? Se
pregunta Cashdan. Esto ¿le permite acumular prestigio, como sostienen algunos
autores? Sobre este último interrogante diremos que muchas veces no es el propio
cazador el que efectúa el reparto.
“El compartir es más una necesidad y un deber que una ofrenda sin intereses”
responde la autora citada. Esto se refiere efectivamente a la “reciprocidad”, rasgo
general en estas sociedades; “es necesario cumplir las reglas de la reciprocidad si no
se quiere quedar fuera de reparticiones posteriores” (Cashdan, 1991).
Cuando a partir del siglo XV Portugal y España primero, Holanda, Francia e Inglaterra
después, iniciaron su expansión ultramarina, entraron en contacto con numerosas
sociedades cazadoras recolectoras distribuidas en amplias regiones del planeta. El
contacto con Europa fue modificando a esas sociedades de diversas maneras.
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La institución de la encomienda tiene su antecedente en una orden dada por Isabel La
Católica en 1503, en la que se establecía la posibilidad de entregar un determinado
número de indígenas a los españoles. Los argumentos para esto fueron la ociosidad y
los vicios de aquellos, entre otros, y la legislación reglamentaba las obligaciones de los
encomendados (prestar servicios o tributo) y del encomendero (evangelizarlos, darles
vivienda, tiempo de trabajo y de descanso).
Como expresa Salinas (2010), “El español, tras su llegada, tardó poco tiempo en
percatarse de las necesidades de mano de obra, de esta manera el indígena fue
insertado en un sistema de servidumbre que fue asumiendo características
particulares en los diversos territorios americanos, adecuándose a la realidad
geográfica, económica y social de cada lugar en donde se puso en práctica”.
En este sentido, por ejemplo, la encomienda de tributos fue más fácil de obtener en
áreas en las que ya existía, las de las “altas culturas precolombinas” que tenían
sistemas de tributos y acumulación de excedentes. En las restantes regiones -
ocupadas por sociedades de horticultores o de cazadores recolectores-, se
implementó principalmente la encomienda de servicios que permaneció durante gran
parte del período colonial. Esta consistió en el servicio personal de los indígenas, es
decir la utilización de su fuerza de trabajo según los fines del encomendero. En los
hechos significó un tipo de trabajo compulsivo sin retribución de jornales, bajo la forma
de diferentes y variadas prestaciones de servicio; realización de manufacturas textiles,
trabajos agrícolas y ganaderos, en las minas, como cargadores, etc.
11
Botocudos de Brasil, cazadores recolectores en el momento del contacto con la sociedad brasilera 1909.
Con la formación de los Estados nacionales a partir del siglo XIX y su incorporación al
mercado mundial, avanzar sobre regiones donde permanecían pueblos cazadores
recolectores que habían resistido a la conquista europea fue un imperativo. En
general, en esta etapa interesaban más los recursos y las tierras de esos pueblos que
su fuerza de trabajo. En Estados Unidos por ejemplo muchos pueblos fueron
reducidos en pequeños espacios, las “reservaciones”, donde se intentó con poco éxito
convertirlos en agricultores. También fracasaron los intentos de hacer adoptar la
agricultura a los pueblos del Chaco en sus “reducciones” (abipones y mocovíes). La
necesidad de tierras y recursos en función de las demandas del mercado mundial
produjo en algunos lugares verdaderas campañas de exterminio de las poblaciones
cazadoras recolectoras, como las cacerías de onas de Tierra del Fuego con el objeto
de despejar esos territorios para la cría de ovejas.
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Cacerías de onas en Tierra del Fuego, comienzos siglo XX.
13
Indígenas cazadores recolectores esclavizados para la explotacion del caucho en al Amazonas. S. XX.
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numerosas, en algunos casos remanentes de etnias casi exterminadas que se han
mantenido ocultas en la selva, como los Hi-merimá del Purus medio; en otros, de
grupos desgajados de etnias que han aceptado el contacto con la sociedad moderna,
como los Pu’ro formados por los seguidores (25 personas) del jefe Tapiete que en
1940 se separaron del resto de los kayapos.
Aunque la mayoría de estos grupos están identificados desde el punto de vista étnico y
lingüístico, de algunos sólo se conoce su existencia.
Algunos de estos grupos han ofrecido una resistencia tenaz al avance de la sociedad
estatal y de las empresas; como el caso de los belicosos tagaeris del Yasuni, en
Ecuador, que se desgajaron de los demás waoranis siguiendo a su jefe Taga antes
del contacto en la década de 1960, y que adquirieron fama cuando en 1987 mataron a
lanzazos a monseñor Labaca, hecho enmarcado en una larga saga de
enfrentamientos que venían sosteniendo con empleados de las petroleras y con otras
bandas waoranis que aceptaron el contacto. Los tagaeris se negaron
persistentemente a trabajar para las petroleras y los madereros, saliendo sólo de su
aislamiento para realizar ataques, hasta su casi exterminio, producto de esos
enfrentamientos, hacia el 2010.
Otros grupos menos belicosos sólo han atinado a la huida permanente. Cuando a fines
de los 80 la FUNAI logro su primer contacto con los Piripkura “gente mariposa” de
Mato Grosso, éstos, que sumaban unas 20 personas, volvieron a internarse en la
selva y en 1998 reaparecieron dos hombres: que describieron cómo su gente había
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sido masacrada por personas blancas y cómo ellos se movían por la selva cazando,
pescando y recolectando alimentos.
Uno de los casos más dramáticos de exterminio de estas sociedades, por la presión
ejercida sobre ellas para satisfacer las necesidades del sistema capitalista, ha podido
ser constatado por la FUNAI hace unos pocos años. Se trata del llamado hombre “do
buraco” del río Tanaru, el último sobreviviente de un pueblo desconocido y que fue
llamado así por los pozos que excava para cazar animales o esconderse. Su banda
fue totalmente exterminada por los empleados de los ganaderos de la región y rechaza
totalmente todo tipo de acercamiento como los intentos de la FUNAI desde 1996 por
brindarle alguna asistencia. Caza y recolecta en un espacio actualmente protegido por
ese organismo. A fines del 2009 fue perseguido a tiros por empleados de madereros
en su reserva de monte…
Bibliografía
16
1995. Traducción de Pablo a Peláez para la cátedra fundamentos de prehistoria FFyL,
UBA. En; http://fundamentosdearqueologia.homestead.com/files/KELLY.PDF
-Magrassi, Guillermo “Los aborígenes de la argentina”. Busqueda-Yuchan 2° ed. 1989,
Argentina
-Meggers, Betty “Amazonia un paraíso ilusorio”. XXI Siglo Veintiuno editores S. A.
1976, México
Actividades:
1- Elabora una línea de tiempo/guía cronológica con las fechas y datos que
presenta la introducción.
2- Luego de una lectura atenta del subtítulo “Los cazadores recolectores actuales
o del pasado reciente” identifica los conceptos claves del texto y elabora su
definición. Ubica en un mapa los lugares mencionados.
3- Luego de la lectura atenta del subtítulo “El trabajo entre los cazadores
recolectores” responde las preguntas que dan inicio al mismo.
4- Observa las imágenes y elabora un breve texto sobre las condiciones de
trabajo que de la observación de las mismas puedas inferir.
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El trabajo en las sociedades antiguas y las resistencias de los trabajadores
1
Nélida Diburzi y Diana Bianco
Para los historiadores este hecho es fundamental porque al ser los testimonios
escritos producidos por las élites, reflejan sus concepciones, intereses y las
necesidades de las sociedades que empezaron a escribir.
1
Integrantes del Equipo Olimpíada de Historia de la República Argentina.
2
“Lista de Childe”. Ver Gordon Childe (1936): Los orígenes de la civilización, F.C.E., México, 1978. Capítulo 7: La
revolución Urbana.
1
Desde el punto de vista temporal, las primeras sociedades “civilizadas” se
desarrollan hacia fines del IV milenio a.C.
“¿Qué se entiende precisamente por
Estas sociedades han dejado de ser sociedad primitiva?
sociedades primitivas. Por sociedades
La respuesta la proporciona la antropología más
primitivas entendemos -siguiendo a Pierre clásica cuando se propone determinar el ser
específico de estas sociedades, cuando quiere
Clastres- a aquellas que no presentan la
indicar aquello que hace de ellas formaciones
división en dominadores y dominados, es sociales irreductibles: las sociedades primitivas son
las sociedades sin Estado, las sociedades cuyo
decir, en las que el fenómeno del poder
cuerpo no posee un órgano de poder político
es inexistente. separado. La presencia o ausencia del Estado sirve
de base para una primera clasificación de las
sociedades que, una vez completada, permite
Es importante tener en cuenta que se ordenarlas en dos grupos: las sociedades sin Estado
trata de conceptos, que no indican que y las sociedades con Estado, las sociedades
primitivas y las otras. Esto no significa, por
una sociedad sea superior a otra, sino supuesto, que todas las sociedades con Estado sean
que nos permiten diferenciarlas en sus idénticas (...).
Según Colin Renfrew, es difícil definir la civilización por lo cual los antropólogos centran su atención en la
organización de una sociedad ya estratificada, con una autoridad gubernamental centralizada, en la cual el uso
legalizado de la fuerza es el elemento que sostiene la autoridad del Estado. Sociedades "de nuevo cuño en las
que el hombre vive en un medio que es casi por completo creación suya". Desde una perspectiva más simple se
plantean sociedades caracterizadas por aglomeraciones de unos 5.000 habitantes, la existencia de una lengua
escrita y centros monumentales para la celebración de ceremonias.
La civilización, sin importar cómo se la defina, no es un acontecimiento único, porque han aparecido
civilizaciones en diferentes tiempos y lugares. Otro problema es justamente el de los orígenes, en torno al cual
se sigue debatiendo.
Collin Renfrew (1984): “La aparición de la civilización”, en Arthur Cotterell, ed., Historia de las civilizaciones antiguas,
Barcelona, Crítica.
2
Esas disciplinas plantean también diferentes concepciones sobre el Estado en el
sentido que la institución estatal sea beneficiosa para el conjunto social (enfoque
funcionalista) o que su aparición haya implicado relaciones de explotación de las élites
sobre la mayoría de la población. Gordon Childe alude a esto con el concepto “división
social del trabajo” entre productores y no productores. Los productores son los
campesinos (enorme mayoría en las primeras “sociedades civilizadas” que han sido
sociedades agrarias) y los no productores (sacerdotes, escribas, reyes, funcionarios
del aparato estatal, guerreros) constituyentes de las élites. Esta estratificación implica
que los hombres están colocados en diversas posiciones en lo que respecta al acceso
a los bienes sociales. Uno de esos bienes sociales es el ya mencionado conocimiento
de la escritura, al que accedía una escasa minoría que lograba poder a través de ese
conocimiento.
3
Historia: como historiografía, es el conocimiento producido por los historiadores.
historia: como desarrollo histórico, es la vida de la humanidad a través del
tiempo.
Por ello, suele diferenciarse Historia de historia. Y por lo tanto, la Historia
(historiografía) es el estudio de la historia.
4
recursos y el rendimiento de las cosechas, la organización de la mano de obra, los
circuitos de intercambio, la distribución de la población. Un caso que ilustra las nuevas
tendencias en la investigación arqueológica es el de las excavaciones de Uruk y Jemdt
Nasr (Baja Mesopotamia, fines del IV milenio, inicios del III a.C.): el templo de Eanna
es importante no sólo como ejemplo de arquitectura monumental sino porque a través
de una cantidad de vestigios ha sido posible para los investigadores plantear
interrogantes acerca de la posibilidad de una temprana organización administrativa
(¿protoestado?) centrada en el templo. Cabe decir que sólo para la construcción de la
terraza de ladrillos de barro se habría necesitado que 1500 personas trabajaran
durante cinco años, diez horas por día.
Templo de Eanna
¿Y quiénes eran los trabajadores? ¿Por qué trabajaban para construir estas
obras monumentales?
5
La famosa Bizancio, ¿sólo tenía palacios para sus habitantes?
El joven Alejandro conquistó la India, ¿él solo?
César venció a los galos. Al menos tendría un cocinero a su lado.
Felipe de España lloró cuando se hundió su flota,
¿nadie más lloró en todo el país?
Cada página, una victoria.
Pero, ¿quién preparaba los banquetes?
Cada diez años un gran hombre.
Pero, ¿quién pagaba los tributos?
¡Cuántas historias!
¡Cuántas preguntas!
Bertolt Brecht, “Historias del calendario”, 1934-9
“Detrás de las pirámides de Gizah, las siringas de Tebas, las estatuas colosales, los
obeliscos y grandiosos templos que asombraron a los visitantes de Grecia y Roma del
mismo modo que asombran a los turistas actuales; detrás de las joyas delicadamente
trabajadas, los finos tejidos de hilo, el mobiliario y objetos de todas clases hoy
dispersos en múltiples colecciones por todo el mundo; detrás de la riqueza y bienestar
de sus clases altas en el hogar, sus conquistas militares, su expansión comercial, su
influencia y prestigio en el exterior, y de hecho todo el legado egipcio a la humanidad,
estuvo el sudor de la frente del campesino”3.
El campesino también trabajaba mucho antes de que surgieran esas clases altas, es
decir, cuando la sociedad era “indivisa”. Trabajaba en el seno de la organización
comunal aldeana que, probablemente no era totalmente igualitaria pero suponía que
todos los miembros de la comunidad tenían acceso directo a la tierra y a los bienes; en
esta organización regulada por las relaciones de parentesco, la práctica social de la
reciprocidad era norma y garantizaba la subsistencia de todos.
3
Roberto Caminos (1991): “El campesino” en Sergio Donadi (editor) El Hombre egipcio, Alianza Editorial, Madrid.
6
En términos de Godelier4 se había conformado una “comunidad superior o unidad
agrupadora” (asimilable al concepto de Estado) que pasaba a ser explotadora de las
comunidades aldeanas. La explotación se concretaba en la centralización y
acumulación del excedente -que producían los campesinos- en manos del Estado,
personificado en el Rey o el faraón. Los campesinos quedaban sometidos a relaciones
de tributación que se hacían permanentes y coercitivas. Este sometimiento es lo que
se conoce -en términos de Marx- como “esclavitud general”, concepto diferente al de
“esclavitud” ya que, para el caso egipcio, el campesino no dejaba de ser jurídicamente
hombre libre.
Otra de las manifestaciones de la explotación es que las comunidades y por ende, los
individuos que las integraban, ya no accedían a la tierra (principal medio de
producción) directamente sino a través de la “comunidad superior” (propietaria de
todas las tierras).
4
Maurice Godelier, Karl Marx, Friedrich Engels (1972): Sobre el modo de producción asiático, Martínez Roca,
Barcelona.
55
Recordemos que sólo unos pocos accedían al conocimiento de la escritura.
7
material arqueológico (cestas, palas, arados, azadas y demás utensilios que el
labrador egipcio usaba para su trabajo en el campo). Pese a las dificultades que
supone lo anteriormente planteado, algunos historiadores han avanzado en la
investigación sobre este actor social.
8
la altura que alcanzaba la inundación. Poca o demasiada agua perjudicaba al
campesino e implicaba un mal año para toda la región.
9
Luego llegaba el arduo trabajo de la
cosecha, que también implicaba varias
tareas, las cuales eran realizadas por
distintas personas. Por un lado, el
“segador” que cortaba los tallos y los
dejaba en el suelo. Detrás iban los
“espigadores” que, según las
representaciones observables
encontradas en diferentes tumbas,
eran mujeres y niños. Ellos iban
recogiendo el cereal ya cortado y lo llevaban a un lugar dentro del campo en el que se
colocaba en sacos, cestos o grandes redes.
Muchas veces ocurría que el campesino no podía hacer frente a sus obligaciones
tributarias, por lo cual era duramente castigado. Caminos7 plantea que “los
recaudadores maltrataban con saña al campesino moroso. Le vapuleaban, le ataban y
le lanzaban al agua; incluso su familia era víctima de su brutalidad.”
6
Cabe aclarar que previamente a la cosecha, los escribas, acompañados de otros “especialistas” recorrían los campos,
midiendo y calculando la producción, sobre esta base se determinaban los tributos que debía pagar el campesino.
7
Roberto Caminos (1991): “El campesino”. Op.Cit.
10
Por otro lado, además del pago de los impuestos con parte de la producción, los
campesinos (y trabajadores en general) debían prestar un servicio obligatorio y
gratuito al Estado; podían ser reclutados en cualquier momento para realizar tareas
concretas, tales como: construcción y conservación de caminos, obras de riego,
grandes edificios, templos o pirámides, servicio de armas, trabajo en minas y canteras.
Godelier, en un trabajo8 que ayuda a pensar por qué podrían -en particular los
trabajadores- aceptar las durísimas
El intercambio de servicios.
condiciones de vida y las relaciones de Los servicios de los dominadores en
dominación y el poder estatal en general, algunas fuentes.
plantea dos componentes de estas
Al decir de John Wilson, el ideal del gobernante
relaciones sociales: la violencia egipcio “(…) reunía la gracia y el terror (…) El
gobierno debe ser amable, pero terrible; del mismo
(represión) y el consentimiento de los
modo que el Nilo es amable y terrible en su poder
dominados (que considera más decisivo efectivo.”
8
Maurice Godelier (1980): “Procesos de la constitución de la sociedad y las bases del Estado”, en Revista Internacional
de Ciencias Sociales. Revista trimestral publicada por la Unesco, París, Vol. XXXII, Nº 4.
11
así beneficiarían a todos, la defensa ante posibles invasores y también los ataques a
otros pueblos…
También alude a los servicios que los explotados brindan a los explotadores,
diferenciando “trabajo adicional” -que existe en toda sociedad sin clases, en beneficio
de la organización comunal- de “excedente de trabajo adicional” o “sobretrabajo”. La
explotación se concreta en la apropiación del sobretrabajo por las élites y el poder
estatal; constituyendo relaciones de tributación permanentes y coercitivas a las que ya
se hizo referencia.
Para el caso egipcio, Marcelo Campagno9, nos dice que el poder se aceptó en la
medida en que pudo pensarse como algo proveniente de lo sobrenatural: así los
primeros reyes habrían sido los propios dioses (a la vez que los reyes se consideraban
dioses). Por esto titula su trabajo “Reyes dioses y dioses reyes”; de este modo la
mentalidad egipcia aceptó el salto de las comunidades no estatales al Estado o
emergencia de la monarquía, borrando este salto o hiato y pensando que la monarquía
era algo “natural”, existente desde el inicio de los tiempos.
9
Marcelo Campagno (1993): "Sobre reyes-dioses y dioses-reyes". Ponencia presentada en las Jornadas Interescuelas
Departamentos de Historia.
12
“ocultos” en la cotidianeidad de la vida de los sectores subalternos, o formas que dan
lugar a conflictos abiertos de mayores dimensiones.
Dominación Extranjera
(asiria, babilonia, persa,
Periodo Dinástico
Segundo Período
Primer Período
Imperio Nuevo
Declinación con
Reino Antiguo
griega , romana)
Reino Medio
recuperación
períodos de
Intermedio
Intermedio
no estatal)
Arcaico
Desde 7000 3050 aC 2695 aC 2160 aC 1991 aC 1785 aC 1540 aC 1070 aC 702 aC
aC 2695 aC 2160 aC 1991 aC 1785 aC 1540 aC 1070 aC 702 aC 30 aC
Seguramente no fueron las únicas etapas en las cuales se dieron resistencias pero
especialmente son las fuentes referidas a estos períodos las que de diversos modos
10
Roberto Caminos: “ El campesino”. Op. Cit.
13
han permitido a los historiadores
visualizar- aún indirectamente-
alteraciones del orden social,
ocasionadas por disputas entre sectores
de las propias élites pero también
provocadas por resistencias campesinas.
realeza vestidas en harapos, los oficiales Extraído de: Serrano Delgado, José Miguel (1993):
Textos para la historia antigua de Egipto, Madrid,
insultados y los labradores llevaban escudos Cátedra.
11
Joseph Tainter (1998) The collapse of complex societies. Cambridge University Press. Cambridge.
14
mientras cultivaban sus tierras… las hambrunas fueron recurrentes…”
Podemos pensar que este relato de Tainter toma al pie de la letra las “Lamentaciones
de Ipuwer”. Ninguna fuente dice lo que verdaderamente sucedió, de allí que los
historiadores deban proceder con extremo
cuidado y rigor profesional al interpretarlas. Lamentaciones de Ipuwer
[(…) Mira, las señoras nobles son ahora
Este tipo de fuentes, las “lamentaciones” espigadoras y los nobles trabajaban en el
pueden ser contemporáneas o posteriores taller…Todos estos años son de guerra civil (…)
a los períodos de descentralización y Mira ahora, las cosas han llegado a un punto en
resultan útiles para el análisis de los que el país es despojado de la realeza por unos
pocos irresponsables. Mira ahora, las cosas han
mismos. Pueden ser fuentes que exageren llegado a un punto en que los hombres se rebelan
el “caos” al ser producidas durante contra el uraeus real, que pacificó las dos
tierras…los secretos del rey del Alto y Bajo Egipto
dinastías posteriores, con el propósito de están descubiertos…Verdaderamente, Elefantina,
resaltar el “orden” que habrían instaurado el nomo tinita y el santuario del Alto Egipto no
pagan tributos a causa de la guerra civil…. En
los nuevos reyes, es decir tener un fin realidad hoy nadie navega hasta Biblos. ¿De dónde
obtendremos cedro para nuestras momias? (…)
propagandístico o de exaltación de las
acciones de faraones restauradores del Verdaderamente las oficinas públicas están
abiertas y se leen sus documentos… Mira ahora, se
orden. De todos modos, merecen ha hecho algo que no había ocurrido en mucho
considerarse estas fuentes como tiempo, el rey ha sido robado por mendigos. Mira,
el que fue enterrado como un halcón divino, está
indicadoras de períodos en los que el orden ahora sobre su sencillo féretro; lo que la pirámide
social reinante, se vio alterado o roto. escondía ha sido robado…
historiografía debe analizar. Extraído de: Serrano Delgado, José Miguel (1993): Textos
para la historia antigua de Egipto, Madrid, Cátedra.
15
Barry Kemp12 refiriéndose a la etapa del Imperio Nuevo, menciona que lo que
amenazaba al poder faraónico no eran las protestas populares ya que cuanto más se
daban por los impuestos o por tardanza en la entrega de las raciones; y agrega que
las mayores amenazas provenían de los allegados, que estaban “dentro de la pompa”,
ayudaban a organizarla y eran a los que menos ésta impresionaba.
Sabemos de las enormes riquezas de los templos que eran centros religiosos y
económicos, con sus tierras (entregadas por el faraón como ofrenda a los dioses) sus
trabajadores, sus rebaños, sus derechos de pesca y caza, sus talleres, sus propios
barcos mercantes, viñedos y multitud de bienes fruto de obsequios reales en metales
preciosos, muchos provenientes del botín de guerras ganadas pero también de la
extracción de excedentes de la población egipcia. Sabemos o podemos imaginar lo
que significó el hasta hoy admirado Valle de los Reyes, lo impresionante de los
palacios, residencia del rey o personajes importantes, también ellos con sus tierras y
su personal- mano de obra- para mantenerlos abastecidos.
Baste mencionar que Amenofis IV hizo construir una nueva ciudad, el Amarna como
centro político- religioso y para gloria del dios Atón, con todo lo que esto significa. O
que durante la misma dinastía XVIII se evacuó a la población para la construcción de
los monumentales templos a Amón, en Karnak por ejemplo, provocando una completa
remodelación urbanística.
12
Barry Kemp (1996): El antiguo Egipto. Anatomía de una civilización, Crítica, Barcelona.
16
Aunque Kemp afirme que el Estado daba trabajo y no lo robaba (refiriéndose al
sistema de raciones que mantenía especialmente a los “obreros” de las aldeas que
trabajaban para el templo o para el
En cuanto a las nuevas orientaciones de la
palacio), la redistribución por medio de las investigación arqueológica en Egipto, Barry Kemp,
raciones exigía una previa concentración nos ofrece un amplio panorama. El planteo de lo
que este autor denomina ideal de
de excedentes. Indudablemente, fruto del superabundancia (en relación con la capacidad, por
trabajo de los sectores subalternos parte del Estado, de almacenamiento de
excedentes) se ve corroborado, en parte, a través
egipcios y de los pueblos dominados que del análisis del Rameseum, templo funerario de
Ramsés II en Tebas (Imperio Nuevo).
tributaban al Egipto imperial.
“Para dar una idea al lector de la enorme
La administración de las raciones se concentración de cereales que podía guardar unos
de los grandes templos, se ha calculado la
hallaba en el centro mismo del sistema - capacidad total de las cámaras en donde
en el cual el papel del escriba era posiblemente se almacenaba grano (…) Cuando
traducimos a las antiguas medidas egipcias,
fundamental-; se “pagaba” a la gente en asciende a 226.328 kahr (o ‘sacos’). Partiendo de
especies, con productos básicos. Para la una ración media de 66 kahr anuales de escanda y
cebada para la familia de un obrero (corroborado
época del Reino Antiguo, el “salario” en los registros del Imperio Nuevo procedentes de
(término que utiliza Kemp) o la ración Deir el-Madina), los graneros del Rameseo, si es
que alguna vez llegaron a su capacidad, habrían
base mínima diaria, consistía en diez sustentado a unas 3.400 familias durante un año,
hogazas de pan y una medida de es decir, de 17.000 a 20.000 personas, la población
de una ciudad mediana (…).[el autor concluye que]
cerveza. Se creía que esta ración era la (..) la capacidad de almacenamiento está bastante
adecuada para un trabajador corriente. por encima de las necesidades inmediatas de la
población residente que dependía de ellos. En
períodos de estabilidad interna, la economía de la
Por medio del reclutamiento forzoso el época faraónica operaba a un nivel más alto que el
Estado tendía temporalmente sus redes de la subsistencia.”
sobre una fuerza de trabajo más Barry Kemp (1996): El antiguo Egipto. Anatomía de una
civilización, Crítica, Barcelona.
numerosa de la que ya disponía de forma
regular (sus “empleados” con dedicación parcial o exclusiva). Había quien intentaba
escaparse y entonces el Estado mostraba su mano represora. Un documento clave de
finales del Reino Medio, un registro de la cárcel, nos permite vislumbrar la suerte de
aquellos que decidían no “cooperar”.
A modo de cierre…
18
“El campesino pasa todo el día lamentándose, Su voz es ronca como el graznido de un cuervo.
Sus dedos y brazos supuran y hieden en exceso. Está agotado de estar en el fango, andrajos y
harapos son sus ropas. Está tan bien como quien se halla entre leones: enfermo, se ha de
tumbar en el pantanoso suelo. Cuando abandona el campo y llega a su casa ya anochecido,
Está completamente exhausto por la marcha. (…)
Sé escriba. Te librará del esfuerzo y te guardará de toda clase de trabajo.
Te evitará llevar la azada y el zapapico, por lo que no tendrás que cargar con ningún cesto.(…)
Déjame recordarte los apuros del campesino cuando llegan los funcionarios a averiguar el
tributo sobre la cosecha, y las serpientes se han llevado la mitad del grano y el hipopótamo se
ha comido el resto. Los voraces gorriones llevan la desgracia al campesino. Lo que quedaba de
grano, allá en la era, ha desaparecido, los ladrones se lo han llevado. No puede pagar lo que
debe por los bueyes que arrendó y que ahora están muertos por haber arado y trillado en
exceso. Y es justo ahora cuando el escriba desembarca en la orilla del río para evaluar el tributo
sobre la cosecha, seguido por un séquito de ayudantes que llevan bastones y nubios con varas
de palmera. Dicen: ‘muéstranos el grano’. Pero nada hay que mostrar y el campesino es
golpeado sin compasión. Luego lo atan y lo tiran de cabeza a un estanque, donde queda
completamente empapado. Amarran a su esposa en su presencia y a sus hijos les ponen
guilletes. Pero el escriba manda en todos. El que escribe no tributa. No tiene obligaciones que
satisfacer. Recuérdalo bien. (…)”
Extraído de: Roberto Caminos (1991): “El campesino” en Sergio Donadi (editor) El Hombre egipcio,
Alianza Editorial, Madrid.
Respondé:
3) Te proponemos que completes todo aspecto que te haya interesado o sobre el que
consideres que te hace falta más información, consultando Manuales, páginas en
Internet, viendo videos del canal Encuentro u otro canal educativo.
19
Bibliografía de referencia:
20
Señores y campesinos en las sociedades medievales europeas de los siglos XI al XIV.
Carlos Marcelo Andelique, Adriana Martín Aragona1
1
Integrantes del Equipo Organizador de la Olimpíada de Historia de la República Argentina.
1
Estos procesos históricos se desarrollaron en lo que tradicionalmente se conoce como
Edad Media. Ahora bien, ¿qué entendemos por Edad Media? ¿Qué representaciones se han
construido sobre ella?...
En general, la Edad Media designa el largo milenio que va entre la caída del Imperio
Romano de Occidente en el año 476 (siglo V) y la caída de Constantinopla en poder de los
turcos en 1453 (siglo XV). La idea de “Media” parece designar un lugar que no tendría
características propias y dignas de ser destacadas. Un paréntesis negativo, un espacio
temporal que estaría en el medio, entre dos épocas resplandecientes: la Edad Antigua y la
Edad Moderna. Esta representación sobre la Edad Media es una
construcción historiográfica que comenzó a gestarse entre los Otro final para la Edad
Media.
humanistas italianos del siglo XV y que se generalizó en el siglo
XVIII para exaltar los grandes logros de la expansión capitalista y Algunos historiadores toman
como fecha parte aguas entre
de la burguesía. Desde esta perspectiva estos diez siglos de la Edad Media y la Edad
Moderna al 12 de octubre de
historia aparecen como lo contrario de lo moderno, asociados con 1492, en tanto estaría
la barbarie, el oscurantismo, el estancamiento económico y el marcando la incorporación
del territorio americano al
desorden político. circuito comercial europeo,
iniciando con ello la
Sin embargo las investigaciones históricas posteriores han conformación del mercado
revelado que durante la Edad Media existieron sociedades mundial capitalista. Esto nos
permite ver cómo los recortes
dinámicas cuyas características específicas merecen ser temporales que establecen
los historiadores resultan
estudiadas en profundidad. Para explicar su funcionamiento se
arbitrarios. En el apartado
suele utilizar el concepto de feudalismo. Pero, ¿el feudalismo se sobre las periodizaciones
ampliamos estas ideas que
desarrolló durante toda la Edad Media? ¿Persisten las relaciones esbozamos aquí.
feudales en la Edad Moderna?
2
períodos está marcado por un acontecimiento o un proceso histórico que se considera
relevante y que indicaría un cambio profundo de las sociedades.
Además, los historiadores construyen períodos históricos teniendo en cuenta
determinadas ideas o teorías. De esta manera se generan múltiples periodizaciones de
acuerdo a lo que les interesa investigar y a la perspectiva que sostienen. Por eso, son relativas
y arbitrarias. A continuación te invitamos a estudiar diferentes
periodizaciones de la historia europea para que puedas
La periodización tradicional
ubicar temporalmente el desarrollo del feudalismo.
que comienza a gestarse en el
siglo XV y se generaliza en el
siglo XIX, ha sido cuestionada
- La periodización más difundida. por su perspectiva
Tradicionalmente algunos historiadores occidentales eurocéntrica, ya que las
edades se aplican a la historia
han dividido la historia de la humanidad en grandes edades. de las sociedades de todo el
mundo, cuando es una
Cada una de estas “edades” representa una etapa histórica construcción que tiene en
que se diferencia de las otras por las características que cuenta exclusivamente los
acontecimientos y procesos
asumen: Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad históricos vinculados a
Europa.
Contemporánea.
2
BASCHET, Jerome – La civilización feudal. Europa del año mil a la colonización de América. Ed. FCE, México,
2000. Pág. 42
3
El historiador Eric Hobsbawm plantea diferentes estadios del desarrollo social y
económico previos al capitalismo donde se reconocen algunas transiciones.
Una etapa de transición entre las formaciones sociales esclavistas y las formaciones
sociales feudales entre los siglos V (caída del imperio romano de occidente) y el siglo X. Este
período se caracteriza por la desestructuración del sistema esclavista y la conformación
paulatina de relaciones feudales.
Una etapa de desarrollo económico rápido, de
Transición.
expansión agrícola, revitalización de las ciudades, crecimiento
Este concepto permite dar
de la población y desarrollo comercial. Es el período donde se cuenta de períodos históricos
donde las sociedades se
consolida el feudalismo como modo de producción en Europa
encuentran en proceso de
occidental y se extiende desde el año 1000 (siglo XI) transformación. Es decir, son
sociedades donde lo nuevo no
aproximadamente hasta comienzos del siglo XIV donde se termina de nacer y lo viejo no
produce la crisis feudal. termina de morir.
4
Para pensar... Observando el mapa temporal:
¿Reconocés las periodizaciones que se describen en el texto? Identificalas.
¿Cómo se visualizan gráficamente los cambios y las continuidades?
¿En qué período histórico se consolida el feudalismo?
5
3. Feudalismo: una definición posible...
“El feudalismo designa al régimen social que caracterizó, por lo menos a partir del siglo XI, al mundo
medieval y, hasta el siglo XVIII en varios aspectos, al mundo moderno”. Pierre Bonnassie.
parcela de tierra que poseían para - tierras ricas en minerales (hierro, oro, greda, barro
para alfarería).
autoabastecerse. Parte de lo producido era
El agua: para la pesca, para la utilización de energía
consumido para subsistir y los excedentes
(molino de agua), para el abastecimiento de
eran entregados al señor para cumplir con el hombres y animales.
tributo o bien eran vendidos en los pequeños Los instrumentos de trabajo:
6
subordinación. Lo producido era percibido como el
resultado del proceso de trabajo de la unidad familiar
campesina en su conjunto, y no como una
producción individual de cada uno de sus miembros.
Algunos historiadores definen a la explotación
campesina como una unidad agro-artesanal auto-
suficiente, en tanto el cultivo extensivo de cereales
se complementaba con actividad ganadera y la
producción artesanal. (Ver cuadro “Medios de producción
campesinos”).
Tanto los cereales como la carne eran
además alimentos básicos para la familia
campesina. El ganado era utilizado como fuerza de
tiro para la labranza y como abono para el suelo. Además, las tierras de pastos servían para
generar forraje que alimentaba a los animales y permitía su reproducción. Como dicen
Kuchenbuch y Michael, “Esta integración inestable de labranza y ganadería representa quizás
la combinación decisiva en el marco de la economía campesina individual” 3 Es decir, hasta
tanto no apareció el motor para reemplazar al animal y los fertilizantes químicos para
reemplazar el abono orgánico proporcionado por los animales, la agricultura y la ganadería se
desarrollaron de manera conjunta. Además, vinculadas a
estas producciones aparecían otras actividades
complementarias fundamentales para la alimentación
campesina. Por ejemplo, productos de la huerta (frutas,
verduras, etc.) y ganado menor (cerdos, aves de corral,
etc.).
Las distintas unidades de producción campesina
individuales establecían diversas formas de cooperación. Es ARADO DE VERTEDERA
3
KUCHENBUCH, Ludolf y MICHAEL, Bernd “Estructura y dinámica del modo de producción feudal en la
Europa preindustrial” en Studia Historica – Historia Medieval, vol. IV, N°2, Salamanca, 1986. Pag. 16
7
familias campesinas en aldeas o villas fueron una de las características más comunes en la
Europa medieval. En ellas se generaba una división del trabajo aldeana producto de la
especialización de algunos campesinos en determinadas actividades artesanales (herrería,
cervecería, horno, etc.). Sin embargo, quienes se especializaban en estas producciones
artesanales no perdían su carácter campesino.
Pero en las aldeas, entre los siglos XI y XIII, se generó un proceso de diferenciación
social entre los campesinos. Algunos pudieron prosperar porque disponían de mejores tierras y
herramientas, mientras otros no lograban producir lo mínimo para subsistir.
Ya conocimos algunas características de los campesinos, veamos ahora quiénes eran
los señores…
Para pensar…
¿Por qué eran actividades complementarias la producción ganadera y agrícola para el campesinado
durante la Edad Media?
5. Los que dominan: señores que ejercían el poder sobre la tierra y los hombres.
8
aconsejarlo. La obligación de
participar en las guerras era
fundamental, ya que de esta
manera se conformaban los
ejércitos feudales.
Pero el vasallo no era el
único que tenía obligaciones y
compromisos en esta relación, ya
que el señor, por ejemplo, debía
darle protección a su vasallo. Para
ganarse el servicio del vasallo, el
señor le concedía un feudo que, Castillo de Najac, Francia. Construido a finales del siglo XI.
generalmente, consistía en el
Entre los siglos X y XII proliferan, en Europa Occidental, la
otorgamiento de un poder señorial.
construcción de castillos (primero de madera y luego de piedra)
En palabras de Baschet, más que sobre elevaciones del terreno. Era el lugar donde vivía el señor,
como un bien o una cosa, el feudo sus parientes y soldados. También era un centro de explotación
rural y artesanal, centro donde se recaudaban las rentas y
debe considerarse como la
donde se reunía el tribunal señorial. El castillo representaba el
concesión de un poder señorial, que
poder de la aristocracia y la separaba del resto de la población.
puede apoyarse en tierras y sus Como señala Baschet, “…el castillo es el corazón al mismo
habitantes, aunque también puede tiempo práctico y simbólico del poder de la aristocracia, de su
limitarse a un derecho particular; por dominación sobre las tierras y sobre los hombres”1.
4
BASCHET, Jerome - Op. Cit. Pág. 127-128
9
Para pensar…
¿Cómo se expresaba en el espacio el poder aristocrático? ¿Por qué el historiador Jacques Le Goff
afirma que el vínculo vasallático instaura una jerarquía entre iguales?
El señorío era la forma que adquiría la organización espacial y territorial donde los
hombres, señores y campesinos, entablaban relaciones sociales, económicas y políticas. A
través del señorío los señores se apropiaban de los excedentes generados por los hombres
sometidos a su dominio.
Pero para comprender cómo era la relación
EL ENCELULAMIENTO
entre señores y campesinos en el marco del
Hasta el siglo X, las tierras
señorío, resulta importante recuperar la noción de
estaban ocupadas por pequeños
“dominium” o dominación feudal planteada por caseríos de campesinos aislados
y dispersos. Sin embargo, a
Guerreau, que implica, por un lado un “dominus” partir del siglo XI y XII, con la
generalización del señorío, se
(amo, señor), y por otro, a productores ubicados en
consolidaron las aldeas y la
posición de dependencia (hombres del señor, ocupación del campo apareció
más estable, con parcelas y
campesinos, villanos o aldeanos). Es decir, el caminos más definidos, ya que
término dominium hace referencia a la dominación los señores tendieron a
reagrupar a la población rural
que ejercen los señores sobre la tierra y sobre los sobre la que ejercían el poder. A
este proceso de reorganización
hombres. del espacio, algunos
Esta relación de dominium tenía un doble historiadores lo han denominado
“encelulamiento” e implicó el
origen que se expresaba espacialmente en el reagrupamiento de hombres y
mujeres en torno a una aldea o a
señorío. Por un lado, se basaba en la posesión de un castillo.
una parte de la tierra reivindicada por el señor
(reserva señorial); por otro, en el ejercicio del
poder político sobre determinados territorios y sus habitantes (poder jurisdiccional o banal). No
obstante, como señala Baschet, “lo que caracteriza al señorío es la fusión de estos dos
elementos en una dominación única”5.
Y esto es así, porque en la Edad Media la relación con la tierra se expresaba de manera
diferente que en el capitalismo, fundado en los conceptos de propiedad y alquiler. El señor era
aquel que tenía la tierra, no porque podía exhibir un título de propiedad, sino porque era el que
5
BASCHET, Jerome – Op. Cit. Pág. 141.
10
la conservaba en sus manos y ejercía en ella la dominación sobre los dependientes
(campesinos). En cierto modo era un sistema circular: “el dominante ejerce el poder porque
tiene la tierra, pero tiene la tierra porque puede demostrar que en ella él ejerce el poder”
(Morsel)” 6.
A través de la relación de dominium los señores asumían atribuciones propias del
Estado. Durante el feudalismo, a diferencia del Estado tal como lo conocemos hoy, la autoridad
se encontraba diseminada espacialmente entre múltiples señores, que generalmente se
superponían. En palabras de Morsel esta característica se puede interpretar como un “anclaje
espacial del poder”. De este modo, los señores impartían justicia, lo que implicaba mandar y
castigar a los hombres que estaban en los territorios donde ejercían el poder. Esto les permitía
obtener ingresos (rentas) adicionales, cobrando multas, confiscaciones por cometer delitos, etc.
La capacidad de castigar se justificaba ideológicamente con la promesa de protección y le
permitía al señor obtener obediencia de los campesinos. De este modo se convertía en juez y
parte.
Para los campesinos la dominación que ejercían los señores implicaba una relación de
servilidad o servidumbre. Ésta se expresaba a través de diversas obligaciones y formas de
limitación de su libertad impuestas por medio de la fuerza o de la costumbre (derecho
consuetudinario). Estaban limitados para desplazarse de un territorio a otro o abandonar sus
tierras, no podían vender sus parcelas, no podían disponer libremente de su capacidad de
trabajo personal ni de los resultados de éste, ya que tenían que cumplir con horas de trabajo
(corveas) en las tierras del señor y entregar parte de lo producido en sus propias parcelas.
Además, los señores controlaban molinos, hornos, lagares, cervecerías. Como estos medios
de producción, más complejos, no estaban en poder de los campesinos debían pagar tributos
para utilizarlos. Sin embargo, las relaciones serviles no tuvieron las mismas características en
todas las regiones de Europa. En algunas zonas, por ejemplo, había campesinos que tenían
mayores libertades, podían vender sus tierras y sus producciones en el mercado.
6
BASCHET, Jerome – Op. Cit. Pág. 134.
11
Extraído de Ahttp://yksimery.blogspot.com.ar/2013/02/4-la-vida-en-el-feudo.htm
Distribución de un feudo. Ed. Vicens Vives.
Para pensar…
¿Por qué el concepto de dominium, propuesto por Guerreau, es pertinente para analizar el vínculo entre
señores y campesinos? ¿Qué significó el encelulamiento para la vida de los campesinos?
12
DIFERENTES FORMAS DE RENTA
La aristocracia obtenía sus ingresos del cobro de impuestos aplicados a la producción artesanal, a la
circulación de mercancías y dinero, al uso de los medios de producción complejos (por ejemplo molinos) y
por el ejercicio de la justicia. También obtenía ingresos a través de la guerra (botín). Sin embargo, el
ingreso principal era el que provenía del excedente generado por los campesinos y del cual se apropiaba
el señor a través de diferentes tipos de rentas, recurriendo a la violencia o amenazando con su utilización
(coacción extraeconómica, según algunos historiadores). Este excedente era el resultado del plus trabajo
campesino, es decir del trabajo que realizaban más allá de lo que necesitaban para reproducirse. A
continuación se describen las características de las rentas que eran exigidas por la aristocracia y que
coexistieron a lo largo de la Edad Media, predominando una u otra según los períodos históricos.
Renta en trabajo: los campesinos estaban obligados a cumplir horas de trabajo (corveas) en las tierras
que pertenecían directamente al señor (reserva señorial). Las corveas podían consistir en trabajar la tierra
del señor, construir caminos y castillos, reelaborar materias primas agrícolas, reparar herramientas,
pastorear animales, transportar bienes, etc. Es decir, el campesino y su familia luego de trabajar sus
parcelas de tierra destinaban otras horas para trabajar para el señor. En este caso todo el trabajo
excedente realizado en las parcelas del señor era apropiado por este. Aquí el señor controlaba todo el
proceso de trabajo, por lo tanto, la totalidad del excedente apropiado (en trabajo y producto) coincidían.
Renta en producto: parte de la producción del campesino es apropiada por el señor. Por lo tanto, en este
caso el señor no controla el proceso de trabajo. El producto era entregado en estado bruto (granos de
cereal en lugar de pan, por ejemplo). De esta forma, el señor conserva la libertad de disponer del producto
para ser reelaborado en su reserva para su consumo, vendido en el mercado o almacenado para las
épocas de escasez.
Renta en dinero: el señor obtiene dinero como renta. En este caso, el campesino debe vender su
producto previamente en el mercado para obtener el dinero que luego entregará al señor. De esta manera,
el campesino puede decidir dónde, cómo y qué excedentes han de ser vendidos.
13
Para pensar…
¿Cuáles eran las bases del poder aristocrático? ¿De dónde provenían los ingresos de la clase
dominante?
“Para los historiadores la revuelta agraria es tan inseparable del señorío como la huelga de la gran
empresa capitalista”. Marc Bloch.
estrategias de lucha contra el avasallamiento de los a las personas indefensas a unirse a sus
destacamentos. Se despertó un fuerte odio contra la
señores.
aristocracia (...) Muchos castillos y fortalezas de la
Entre las formas que adquirió la resistencia
nobleza fueron destruidos sin contemplaciones, sus
campesina se pueden distinguir la huída o la propietarios asesinados u obligados a huir. Las
emigración, el incumplimiento de las corveas (renta ciudades permanecieron indecisas; los campesinos
en trabajo), el engaño en el peso del producto o en rebeldes sólo recibieron pleno apoyo de unas pocas
comunas urbanas. En conjunto quedó de manifiesto el
la medición de la tierra, la presión para obtener
carácter espontáneo, poco planificado de esta
reducciones directas de las rentas, la lucha por la revuelta que fracasó a los pocos meses a pesar de su
demarcación de las tierras de labor, de pastoreo, el gran extensión”.
uso de los bosques y de las tierras comunales, etc. RÖSENER, Werner - Los campesinos en la Edad
Media, Ed. Crítica, Barcelona, 1990.
14
Esta relación conflictiva entre dominantes y
dominados se mantuvo entre los siglos XII y XIII en
un equilibrio frágil. Sin embargo hubo momentos
El levantamiento inglés de 1381
donde la lucha fue abierta y violenta. Durante la
“…el levantamiento inglés de 1381 estaba
Baja Edad Media se produjeron revueltas
mejor organizado y se dirigía hacia objetivos
campesinas muy importantes como los
precisos. El levantamiento comenzó en los
condados del sudeste de Inglaterra a fines de levantamientos en Flandes entre 1323 y 1328, la
mayo de 1381 y fue derrotado a fines de jacquerie de 1358 en Francia y el levantamiento
junio por el rey y la nobleza. Aunque la inglés de 1381. A grandes rasgos estos
revuelta estalló de forma relativamente
levantamientos se caracterizaron por ser
repentina, los dirigentes de este
antinobiliarios, espontáneos y violentos.
levantamiento popular, respaldados por una
buena parte de la población urbana, tenían Como señala Rosener, “…las revueltas y
un programa minucioso y completo; una guerras campesinas muestran con claridad que los
exigencia fundamental de los campesinos cambios internos de los señoríos y los esfuerzos
rebeldes era la abolición de la servidumbre.
de los señores para ampliar servicios, rentas e
La presión de los impuestos y las elevadas
cargas feudales afectaban a todo el impuestos podían constituir un potencial conflictivo
campesinado inglés, por lo que en las filas de que no cabía resolver con arreglos amistosos. El
los levantiscos no sólo encontramos a los abismo entre le mundo de los señores nobles y la
estratos más pobres del campesinado, sino
existencia campesina y el descontento creciente de
también a muchos campesinos ricos.
los campesinos dependientes con sus condiciones
Justamente el estrato superior del
campesinado, que era el mejor organizado, de existencia se descargaron cada vez más en
tomó la dirección en la mayor parte de los forma de levantamientos, pero se expresaron
centros locales del levantamiento (…) En
también a través de formas de protestas menos
conjunto el levantamiento inglés de 1381, a
llamativas.”7
pesar de su derrota, tuvo efectos positivos
para el campesinado inglés y aceleró la
liberación de la servidumbre y los vínculos
del señorío”. Clase social
RÖSENER, Werner - Los campesinos en la “El término tiene múltiples acepciones. Representa una
Edad Media, Ed. Crítica, Barcelona, 1990. precisión mayor respecto de la definición de grupos
sociales, al relacionarse con la distribución desigual de la
riqueza y el poder. Las clases sociales pueden definirse
según su nivel de riqueza (clases ricas/clases pobres), su
inserción en las relaciones de producción (clases
propietarias/clases trabajadoras, o clases
explotadoras/clases explotadas) o su vinculación con el
poder (clases dominantes/clases dominadas, o clases
hegemónicas/clases subalternas). (…) Si “clase” es un
concepto tan complejo, es porque su definición es
estrictamente relacional: toda clase se define en relación
a otra y en función de entramados de relaciones
7
RÖSENER, Werner - Los campesinos en la Edad variables. (…) En el caso apuntado, la aristocracia o
Media, Ed. Crítica, Barcelona, 1990. nobleza actúa como clase dominante o explotadora sobre
el campesinado”.
ALONSO, Luciano – Marcos conceptuales y problemas
historiográficos, Manual de Capacitación Docente Modulo 1
15 Olimpíada de Historia de la República Argentina. Santa Fe,
2006.
Para pensar…
¿Qué diferencias podés establecer entre la revuelta francesa de 1358 y el levantamiento inglés de 1381?
A lo largo de este trabajo analizamos las relaciones sociales entre señores y campesinos
durante el feudalismo. Pudimos reconocer algunas características fundamentales que se
consolidaron entre los siglos XI y XIV y que continuaron inclusive hasta el siglo XVIII. Sin
embargo, a partir de la crisis feudal de los siglos XIV y XV se produjeron una serie de cambios
muy importantes en la producción rural con la aparición de arrendatarios y asalariados
agrícolas; en la producción manufacturera con el desarrollo de la industria rural domiciliaria y la
manufactura concentrada; en la expansión comercial mundial con el ascenso de la burguesía y
en la creciente centralización del Estado. Estos cambios preanunciaban el desarrollo de un
nuevo sistema social. Pero esa es otra historia…
Bibliografía
16
Resistir a una vida de penas. Formas de resistencia en plantaciones
esclavistas en Iberoamérica bajo el período colonial.
1
EL ORIGEN DE LOS PESARES: EL TRÁFICO DE ESCLAVOS
Los comienzos de la esclavitud negra en Iberoamérica formaron parte de la
expansión ultramarina europea, que se llevó a cabo en los siglos XV y XVI. Desde
mediados del siglo XV, comerciantes europeos se dedicaron al tráfico de esclavos
adquiridos en las costas de África con el fin de venderlos en Europa (para el servicio
doméstico y tareas agrícolas) y en las islas atlánticas bajo ocupación portuguesa (para
trabajar en las plantaciones azucareras). En cuanto al actual territorio americano, los
primeros esclavos africanos arribaron como integrantes de las tripulaciones de los
conquistadores españoles y portugueses.
En las poblaciones africanas, la esclavitud existía pero Esclavitud indígena
presentaba características diferentes a las que desarrolló En las colonias
españolas, la esclavitud
bajo el colonialismo europeo. El historiador nigeriano Okon indígena se inició con el
arribo de los españoles a
Edet Uya (1989: 86) define a un esclavo como “una persona las islas del mar Caribe,
que, encontrándose desprovista de lazos de parentesco por habitadas por los
pueblos arawaks (o
alguna circunstancia, enajena su trabajo temporariamente en arawakos) y caribes. A
través de la llamada
manos de otra persona, a cambio de protección o sustento”. “guerra justa” se buscó
“justificar” la esclavitud,
Es decir, que se consideraba “esclavo” a individuos que no es decir que los
aborígenes que se
estaban protegidos por lazos familiares o de linaje, o que sus negaban a convertirse a
la fe cristiana podían ser
comportamientos atentaban contra el bienestar de la esclavizados. Las “Leyes
comunidad. También, los cautivos de guerra podían ser Nuevas” de 1542
declararon la prohibición
tratados como individuos sin libertad. definitiva de la esclavitud
aborigen, aunque se
A partir de la conquista y colonización de América, el establecieron
excepciones.
desarrollo de la trata o tráfico de esclavos a través del En las primeras décadas
del siglo XVI, en las
océano Atlántico implicó la migración forzada de gran plantaciones del noreste
brasileño, se utilizó a
número de africanos. Generalmente eran cautivos mediante nativos en calidad de
expediciones (rais) organizadas por europeos en las costas esclavos. Sin embargo,
la resistencia indígena
o en el interior de África, por ejemplo de las regiones de para realizar este tipo de
trabajos, la elevada tasa
Angola, Golfo de Guinea, Congo. Otras veces, los de mortalidad y el
desplazamiento de
comerciantes europeos se asociaron con gobernantes de las grupos nativos hacia el
interior del Brasil,
comunidades africanas, especialmente para la captura de contribuyeron a la
búsqueda de mano de
individuos de poblaciones aledañas o enemistadas, que eran obra alternativa, vale
intercambiados por productos como armas de fuego, tejidos, decir, los esclavos
africanos.
bebidas alcohólicas. [Consultá el Anexo Documental,
Fuentes Nº 1 y Nº 2]
El tráfico de esclavos africanos se incrementó a lo largo del período colonial y fue
el mecanismo básico para proporcionar mano de obra necesaria para el desarrollo de
las plantaciones esclavistas. Como señalan Waldo Ansaldi y Verónica Giordano (2012:
2
116), “el binomio plantación-esclavitud fue una creación del colonialismo que se
comenzó a modelar en África y culminó en América. En este sistema, los esclavos no
eran personas sino cosas o, como dicen los registros de la época, ‘piezas de
comercio’, es decir, mercancías.”
Destino de los esclavos africanos, quienes formaban parte de un “comercio triangular” dirigido por europeos: África
(proveía esclavos), Europa (vendía los esclavos africanos y manufacturas) y América (producía cultivos tropicales
para vender a Europa).
3
EL REINADO DE LA PLANTACION
La plantación esclavista fue la unidad de producción La plantación esclavista
colonial también se
que predominó en áreas tropicales y subtropicales de desarrolló en territorios
Iberoamérica durante los siglos de dominación colonial. bajo dominación francesa,
holandesa e inglesa. El
Eran grandes establecimientos especializados en un solo antropólogo Sydney Wintz
denominó “Afroamérica” a
cultivo (por eso se habla de “monoproducción” o los territorios comprendidos
por el sur de Estados
“monocultivo”), cuya producción (caña de azúcar, café, Unidos, las costas del golfo
de México, islas Antillas,
cacao, algodón) principalmente se exportada a Europa. Se las costas y valles de
Venezuela, las Guayanas,
trataba de productos de alta demanda en el mercado la costa nordeste de Brasil,
europeo, y por ende, un negocio redituable. Este tipo de y las costas de Colombia,
Ecuador y Perú. Áreas en
unidad de producción demandaba de grandes extensiones las que la esclavitud
africana constituyó la base
de tierra, lo cual coadyuvó a la instauración de la gran de las relaciones de
producción.
propiedad rural o latifundio.
Cada plantación constituía una unidad autosuficiente que contenía todos los
elementos económicos, políticos, militares e ideológicos para su reproducción. No
obstante, el hecho de que el principal mercado para sus productos se encuentre en el
exterior, llevó a que fueran muy sensibles y dependientes de las fluctuaciones de la
demanda externa. En este sentido, el mercado mundial fue creador, condicionante y
estructurador de la plantación esclavista colonial.
Otra nota distintiva de la plantación fue el Los plantadores,
propietarios de las
requerimiento de notables inversiones de capital y de plantaciones esclavistas
coloniales, formaban parte
tecnología, razón por la cual lo más frecuente era que el de los sectores dominantes
locales o también llamados
plantador obtuviera los capitales necesarios a través de la elites. Constituían un grupo
asociación con un comerciante residente en la colonia, o reducido que basaba su
poder en la riqueza
incluso con mercaderes europeos. La Iglesia –y en económica, el acceso a
cargos políticos y el control
especial los jesuitas- poseyó igualmente grandes de la fuerza de trabajo.
En Brasil colonial se los
plantaciones esclavistas. En ciertos casos, las denominaba “señores del
ingenio” (senhores do
plantaciones eran propiedad de sociedades que engenho) y en Venezuela
“grandes cacaos”.
concentraban los fondos de numerosos financistas y
comerciantes. [Consultá el Anexo Documental, Fuente Nº 3]
Pero el núcleo duro de esta unidad de producción era el trabajo esclavo. La
esclavitud negra se constituyó como la base de las relaciones de producción en
aquellos territorios donde la presencia de la población indígena era escasa, ya sea
porque había sido exterminada o porque había huido. Además, la trata fue esencial
para el desarrollo de las relaciones esclavistas en la plantación, debido a las
dificultades de las poblaciones esclavas para reproducirse. Okon Edet Uya plantea
que no se produjo un crecimiento natural de las poblaciones africanas en las colonias
4
americanas por diversos factores: el número
¿Por qué en las plantaciones la mano de
de varones que llegaban era mucho mayor
obra fue fundamentalmente esclava negra
que el de mujeres; la experiencia de la
de origen africano? ¿Por qué se requirió
esclavitud estimuló el uso de elementos
de un desplazamiento constante de
abortivos por las mujeres esclavas que se africanos hacia las colonias americanas?
resistían a tener hijos nacidos en esas
condiciones; existían casos de mala alimentación y de trabajo en exceso de mujeres
esclavas embarazadas; la alta tasa de mortalidad, debido al contacto con nuevas
enfermedades como por las condiciones en que eran transportados. [Consultá el
Anexo Documental, Fuente Nº 4]
5
Esquema de una plantación azucarera en el nordeste de Brasil hacia 1600. Poseía un ingenio o
establecimiento para procesar la caña de azúcar, que se cultivaba en sus tierras o provenía de propiedades
vecinas (labradores de caña).
6
Por un lado, las grandes concentraciones
Moreno Fraginals define el concepto de
esclavas jamás se integraron con africanos de deculturación como “…el proceso consciente
mediante el cual, con fines de explotación
una misma etnia, es decir, con hombres de económica, se procede a desarraigar la
cultura de un grupo humano para facilitar la
origen común tribal o cultural. Por el contrario, expropiación de las riquezas naturales del
las dotaciones se constituyeron agregando territorio en que está asentado y/o para
utilizarlo como fuerza de trabajo barato, no
hombres de diversas regiones de África y, por calificado. El proceso de deculturación es
inherente a toda forma de explotación
lo tanto, con distintos idiomas o formas colonial o neocolonial. En el caso de la
esclavitud de los africanos en el Nuevo
dialectales, creencias religiosas y hasta Mundo, la deculturación puede ser vista como
mutuos sentimientos de hostilidad entre sí. Así, un recurso tecnológico aplicado a la
optimización del trabajo. La deculturación
se obstaculizaba la formación de una total es imposible, y, por otra parte, a los
explotadores no les interesa hacer tabla rasa
conciencia de explotación común. de los valores culturales de la clase explotada,
sino solo de aquellos elementos que
Además, los africanos traídos a América
obstaculizan el sistema de explotación
eran varones jóvenes –entre 15 y 20 años-, ya establecido.”
que el sistema de trabajo de las plantaciones exigía hombres jóvenes, sanos y fuertes.
Pero además, la juventud aseguraba la vida del esclavo durante un largo período, lo
cual redundaba en mayor adiestramiento y mayor productividad. Traer africanos más
viejos significaba mayores dificultades de adaptación al trabajo, menor esperanza de
vida y productividad, y hacía más dificultosa la deculturación, porque provenían de
culturas cimentadas en la tradición oral, donde el saber era un privilegio de los más
ancianos. Los plantadores consideraban que era más fácil borrar en los más jóvenes
los elementos culturales originarios y fijar los patrones impuestos por la plantación.
Asimismo, los inventarios revelan la existencia de
núcleos poblacionales con muy pocas mujeres. Se
consideraba que las africanas tenían baja productividad.
Además, Moreno Fraginals considera que la coexistencia de
mujeres y hombres atentaba contra la estructura carcelaria
de la plantación, obligando a una mínima institucionalización
Las esclavas realizaron
familiar. Hasta los inicios del siglo XIX, el precio de tanto trabajos en la casa
del plantador como
adquisición en el mercado de un esclavo adulto fue inferior a actividades de labranza.
los costos de procreación y crianza en la plantación de un Las mujeres africanas y
afroamericanas sufrieron
niño hasta alcanzar la edad óptima productiva. un doble sometimiento:
por ser considerada
Vivienda, vestido y alimentación fueron satisfechos con esclavas (privadas de la
libertad) y por ser mujer
exclusiva finalidad productiva y tratando de borrar todo el (en la sociedad colonial,
las mujeres tenían
mundo cultural africano. La vida en las plantaciones modificó asignado un rol
subordinado y bajo el
los rituales en las comidas, se caracterizó por su monotonía
control masculino).
y se alejó de los gustos y sabores africanos. Para los
7
plantadores, el esclavo -considerado un factor de producción- requería una
determinada cantidad diaria de “combustible” para cumplir con su trabajo.
Además, la plantación exigía la uniformidad en el vestido, modificando la tradición
artesanal africana. Inclusive, cuando un esclavo agregaba a su vestimenta algún
elemento que lo diferenciaba de los demás, era castigado. Las únicas señas tribales
que les quedaron a los africanos fueron las que eran imborrables, como los tatuajes o
sus dientes limados.
Finalmente, los esclavos fueron albergados en viviendas colectivas, denominadas
bohíos en las islas del mar Caribe y senzalas en el Brasil colonial. Éstas fueron
construidas siguiendo un trazado regular que facilitase la vigilancia. Los plantadores
prohibieron colocar todo símbolo o elemento que distinguiese una vivienda de otra,
indicando una jerarquía especial o con una significación religiosa.
Para este autor, el trabajo alienante también fue un factor de deculturación. Los
plantadores apuntaron a la optimización del trabajo esclavo a través del
establecimiento de un esquema de los trabajos elementales de grupo y largas
jornadas de trabajo. “El esclavo perdió toda significación humana. Estaba desprovisto
de personalidad. Aunque por razones de identificación llevaban nombres diferentes,
eran por igual hombres-máquinas, equipos de trabajo tipificados, adquiridos en el
mercado, y se les atribuía una determinada productividad y durabilidad, siempre que
fueran sometidos a un esfuerzo normado, y se les diera el mantenimiento adecuado.
Se intentó convertirlos en mecanismos eficientes al máximo: hacer de ellos una masa
sin iniciativa propia, pero con respuesta automática a los estímulos laborales.” Moreno
Fraginals (1977: 29).
Por su parte, Ciro Cardoso y Héctor Pérez Brignoli (1981: 204) plantean que bajo
la dominación colonial, los esclavos estuvieron sometidos a distintos mecanismos de
control social. Uno de ellos, fue la forma de tratar a los esclavos, especialmente el uso
de la vigilancia y la violencia para reforzar la disciplina de la jornada laboral, por
ejemplo, mediante castigos. En el interior de la casa del plantador, la violencia fue
ejercida particularmente sobre las mujeres esclavas. En esta sociedad, el plantador se
convirtió en el amo, el padrino y el juez.
8
Otro mecanismo fue lo que Fernando Henríquez
Cardoso denomina “socialización incompleta” del
esclavo. La preparación de los esclavos para integrar
la vida social fue incompleta, es decir: en la mayoría
de los casos sólo se los preparó para realizar las
tareas y cumplir con las actitudes que el plantador
esperaba de ellos.
Además, la intervención de autoridades
coloniales contribuyó al control social, a través del
uso de la fuerza y del establecimiento de leyes que
reglamentaran y legitimaran la esclavitud. La
plantación exigía un estricto control del esclavo y la
Un esclavo era una inversión muy
ausencia total del control del amo. Resultaba costosa. Para evitar los riesgos
de robo o fuga, los esclavos eran
peligroso para el orden vigente sancionar a los identificados con marcas que
constaban en los registros de las
propietarios, aun cuando éstos fueran encontrados autoridades coloniales.
responsables, ya que esto sugeriría al esclavo que
podría recurrir a otras instancias además de su propio dueño.
Los plantadores -en muchos casos en colaboración con funcionarios coloniales-
rastreaban y capturaban esclavos fugitivos y reprimían a través de “castigos
ejemplificadores” (como azotes o latigazos frente a otros esclavos), la prisión o
ejecución de líderes africanos que se rebelaban, el aumento de la vigilancia y de la
jornada de trabajo, mutilaciones, entre otros.
Por último, los autores plantean que los plantadores recurrieron a la enseñanza de
determinados valores y deberes cristianos, como la obediencia y la humildad, y no
promovieron principios religiosos que pudieran sugerir la igualdad o derechos.
No obstante los esfuerzos de los plantadores, los autores citados plantean que con
el tiempo se produjeron acciones solidarias entre los esclavos a partir de la
experiencia de la explotación común.
9
LA REBELDÍA DE LOS OPRIMIDOS: FORMAS DE RESISTENCIA ESCLAVA
Según las legislaciones portuguesa y española, los esclavos podían cambiar su
situación jurídica y obtener la libertad. Se denominaba libertos a aquellos individuos
que accedían a la misma mediante una disposición escrita por el “amo” en su
testamento (por servicios realizados, enfermedad, vejez), a través de la llamada “carta
de libertad” o mediante la compra de la libertad, entre otros mecanismos.
Como en Iberoamérica fue un número
El término aculturación refiere a
reducido de esclavos el que logró acceder a la procesos en los que una cultura se
modifica por el contacto con otra. Tras
libertad a través de las vías legales, se llevaron a la conquista, los pueblos sometidos
perdieron rasgos propios e
cabo diferentes respuestas a las relaciones de incorporaron elementos de la cultura
sometimiento. Aunque la violencia y el proceso del pueblo vencedor, modificando su
identidad cultural.
de aculturación –como elementos constitutivos
del orden colonial- se desarrollaron a lo largo de todo el período, los esclavos
africanos y sus descendientes no aceptaron pasivamente la sujeción y el control social
impuesto en las plantaciones esclavistas. Si retomamos el planteo de Ansaldi y
Giordano, y concebimos a la plantación como una microsociedad –vale decir, un
entramado de relaciones y mediaciones-, es necesario considerar al esclavo como
sujeto con capacidad de iniciativa y acción.
El historiador venezolano Germán Carrera Damas
Sublevaciones en los
(1977: 36) considera que la lucha por la libertad se planteó barcos
Durante el traslado desde
para los esclavos como un esfuerzo individual y/o colectivo África a las colonias
americanas se
por “escapar” de la situación de esclavo, sin que haya produjeron sublevaciones
frente a las condiciones
implicado la búsqueda consciente de la supresión del de vida en los barcos
negreros (muchos
sistema esclavista. Analiza distintas modalidades de esclavos viajaban
amarrados juntos a una
resistencia, como aquellas que se produjeron al interior de
cadena y llevaban
las plantaciones. Identifica al destrozo de las herramientas grilletes en ambos pies y
manos).
(azadas o machetes) y la simulada obediencia como formas En los testimonios de
capitanes de barcos se
de resistencia “sutil” o “menos visible”, que implicaban relatan ataques a los
tripulantes, en forma
hacer lo mínimo de lo ordenado, a desgano y a ritmo lento, individual o colectiva,
procurando la libertad.
ejercer violencia contra los instrumentos de producción. De Generalmente, los
levantamientos se
este modo, los esclavos perjudicaron principalmente los
producían ante la
intereses económicos de los plantadores. cercanía de las costas
para poder arrojarse al
También el suicidio fue una forma de reaccionar frente a mar y huir.
[Consultá el Anexo
lo que acontecía, como respuesta desesperada al trabajo Documental, Fuente Nº5]
10
bosques, montañas, es decir, áreas de difícil acceso para los plantadores y las
autoridades locales.
Los esclavos fugitivos o cimarrones procuraban formar sus propias comunidades,
muchas de las cuales sobrevivieron practicando una agricultura de subsistencia o, en
otros casos, a través del robo de ganado y cultivos de las plantaciones cercanas.
Estos poblados recibieron diferentes nombres, según las regiones en que se
establecieron fueron llamadas mocambos y quilombos en Brasil, palenques en Cuba y
Colombia, cumbes en Venezuela. Una de las que mayor tiempo perduró fue conocida
como “República Negra” de Palmares, en Alagoas (Brasil), entre los años 1605/1695.
[Consultá el Anexo Documental, Fuente Nº6]
11
La escultura que se observa en la fotografía fue realizada en homenaje
al líder afroamericano Zumbi dos Palmares (1655-1695). Descendiente
de africanos procedentes de Angola y el Congo, Zumbi nació libre en el
quilombo de Palmares. Sin embargo, poco tiempo después fue tomado
prisionero por una expedición portuguesa y entregado a un sacerdote.
A los quince años, escapó y regresó al quilombo de Palmares. Allí
lideró la resistencia armada frente al avance de los portugueses. En el
marco de esos enfrentamientos fue asesinado el 20 de noviembre de
1695. Fue decapitado y su cabeza fue expuesta por los portugueses en
Recife para intimidar a aquellos esclavos que pensaran huir en busca
de la libertad. En la década de 1960 se comenzó a conmemorar en
Brasil el 20 de noviembre como el “Día de la conciencia negra”. En
1995, se recordaron los 300 años del asesinato de Zumbi y en la
actualidad ese día es feriado en distintas partes de Brasil como
reconocimiento a este líder de la resistencia negra que luchó contra la
esclavitud y por otro lado, como crítica a la opresión y explotación
sufrida por miles de personas a lo largo de aproximadamente tres
siglos.
12
Señora de la Merced y Xango (orixá del rayo y del trueno) con el nombre de San
Jerónimo.
13
insubordinación, sabotajes, etc. Además, participaron en las huidas y se incorporaron
a las comunidades de esclavos fugitivos o cimarrones.
14
ANEXO DOCUMENTAL
Fuente Nº 1
En 1787 fueron publicadas en Londres las memorias de Ottobah Cugoano, quien
había vivido como esclavo en las Antillas Occidentales. Como hombre libre, se dio a
conocer como defensor de los ideales antiesclavistas.
“Debo admitir, para vergüenza de mis compatriotas, que fui raptado y traicionado por
gente de mi misma complexión. Ellos fueron la primera causa de mi exilio y esclavitud,
pero, si no hubiese compradores, no habría vendedores. Hasta donde puedo recordar,
algunos africanos en mi país tenían esclavos, tomados en alguna guerra o como pago
por alguna deuda, pero aquéllos que mantenían, eran cuidados y bien tratados.
Puedo asegurar que el nivel de pobreza y miseria en que viven muchos habitantes de
África es menos severo que el que encuentran en las inhóspitas regiones de miseria
en las Antillas Occidentales, donde sus insensibles capataces no respetan las leyes de
Dios ni la vida de los hombres.”
Ottobah Cugoano, Thoughts and Sentiments on the Evil and Wicked Traffic of Slavery and the Commerce
of the Human Species (Londres, 1787). Richard Hart, Slaves Who Abolished Slavery, Vol.I. Blacks in
Bondage (ISER, UWI, Mngston 1980) Pág. 35-36.
Fuente Nº 2
Testimonio de un esclavo acerca de su experiencia durante la travesía en el Atlántico.
”Los esclavos que vimos en el barco estaban bajo cubierta, encadenados unos a otros
por las piernas, y tan juntos que apenas podían moverse. Eran azotados cruelmente.
Vi a uno de ellos azotado hasta morir sin que supiéramos la causa del brutal castigo.
Ellos les daban suficiente para comer. El lugar en que estaban confinados bajo
cubierta era tan caliente y hediondo que apenas pude soportar estar allí. Muchos
esclavos se enfermaron, pero no recibieron ninguna atención médica.
Me azotaban severamente en el barco. En una ocasión el Capitán me abrió una herida
profunda en la cabeza”.
Anthony de Verteuil, Seven Slaves and Slavery Trinidad. 1777-1838 (Port of Spain, 1992 NP). Pág.16
Fuente Nº 3
Los historiadores Cardoso y Pérez Brignoli realizan la siguiente descripción de la
plantación esclavista colonial:
“…los elementos integrantes de una plantación esclavista [eran]:
1º Edificios:
15
a) construcciones para residencia: casa del propietario, casas de los empleados
libres, cabañas de los negros esclavos;
b) dependencias de la casa del terrateniente: cocina, depósito,etc.;
c) construcciones ligadas al beneficio del o de los productos, más o menos
numerosos según se tratara del azúcar o de otros artículos: ingenio u otras
instalaciones de beneficio, depósitos, talleres artesanales o de reparación, etc.
d) el ´hospital´, gran cabaña donde eran cuidos los esclavos enfermos o que
sufrieran accidentes.
2º Tierras cultivadas:
a) el ´jardín´, o sea la gran clarera ganada al bosque según el sistema de roza,
donde eran cultivados los productos tropicales de exportación (caña de azúcar,
cacao, algodón, etc.);
b) los cultivos de los esclavos: cada familia contaba con una parcela junto a su
cabaña y otra en la ´clarera de los negros´;
c) los cultivos de alimentos administrados por la plantación y los árboles frutales.
3º Rebaños: bovinos para el tiro y eventualmente para la carne, caballos, etc.
4º Pastos y reservas forestales: dichas reservas servían para actividades de
recolección (madera, caza, frutos silvestres) pero también eran necesarias debido
al sistema de agricultura itinerante de roza.
5º Elementos ligados al transporte: caminos, muelles, carretas tiradas por bueyes,
embarcaciones, etc.”
Cardoso, C., Pérez Brignoli, H., Historia económica de América Latina, Tomo I. Barcelona, Crítica,
1984. Pág. 195-196.
Fuente Nº 4
El historiador Stuart Shwartz describe las condiciones de trabajo en las plantaciones
de azúcar del Reconcavo, Brasil, durante los siglos XVI y XVII, como “infernales”:
“La naturaleza misma del trabajo exigía un gran esfuerzo físico, especialmente durante
la zafra, que duraba en Bahía de finales de julio a noviembre. En esta estación se
cortaba la caña y era llevada a los molinos, los cuales empezaban la molienda a las
cuatro de la tarde y operaban continuamente hasta las 10 de la mañana siguiente;
entonces las calderas y la maquinaria eran limpiadas y preparadas para las
operaciones del día siguiente. Durante este lapso el esclavo podía esperar dormir
cuatro horas. Tal como lo dejó asentado un capataz, ´el trabajo es prolongado y
muchos mueren…´ (…) En el Brasil de los siglos XVII y XVIII, la teoría prevaleciente
en la administración de la esclavitud era obtener la mayor cantidad de trabajo al menor
costo posible. Por lo tanto, las condiciones de la vivienda, el vestido y la comida,
16
frecuentemente dejaban mucho que desear. La nutrición era especialmente pobre;
harina de mandioca, pescado y carne de ballena eran productos de primera
necesidad, mientras que el brandy sin procesar se usaba principalmente como
estimulante para elevar la capacidad de trabajo. La dieta no sólo era pobremente
balanceada, sino también con frecuencia insuficiente.”
Shwartz, Stuart. “El mocambo: resistencia esclava en la Bahía colonial”, en Price, R. (comp.), Brasil.
Sociedades cimarronas. México, Siglo XXI, 1981. Pág. 165.
Fuente Nº 5
El marinero James Barbot, Jr. dejó su testimonio sobre el levantamiento de los
esclavos que viajaban en un barco negrero hacia América.
“Cerca de la una de la tarde, después de la comida, nosotros, de acuerdo a la
costumbre uno por uno, fuimos entre las cubiertas, para tener cada uno su pinta de
agua; la mayoría de ellos estaba entonces sobre la cubierta, muchos de ellos
provistos con cuchillos, que indiscretamente les habíamos dado dos o tres días antes,
cuando no sospechábamos el menor intento de esta naturaleza de su parte; otros
tenían barras de hierro que habían sacado de la puerta del castillo de proa, como
habiendo premeditado una revuelta, y habiendo visto toda la compañía que tenían en
el barco, en el mejor de los casos solamente débil y muchos muy enfermos, ellos
también habían roto los grilletes de los pies de varios de sus compañeros, los que les
servían de armas, así como leños de los que se habían provisto, y todas las otras
cosas que ellos pudieron obtener, que ellos imaginaron que podían ser de uso para
esta empresa.
Así armados, ellos cayeron en multitudes y grupos sobre nuestros hombres,
desprevenidos sobre la cubierta, y apuñalaron a uno de los más fornidos de todos
nosotros, quien recibió catorce o quince heridas de sus cuchillos, y por lo tanto expiró.
Seguidamente asaltaron a nuestro contramaestre, y cortaron una de sus piernas […]
Nosotros tomamos las armas, disparando sobre los esclavos rebeldes, de los cuales
matamos algunos, y herimos muchos: lo cual aterrorizó al resto de tal forma, que ellos
huyeron, dispersándose unos hacia un lado y algunos otros entre las cubiertas, y bajo
el castillo de proa; y muchos de los más rebeldes, saltaron por la borda, y se
ahogaron en el océano con mucha resolución, demostrando no tener ninguna
consideración por su propia vida. Así perdimos veintisiete o veintiocho esclavos, sea
muertos por nosotros o ahogados, y habiéndolos domesticado, enviado a todos a las
cubiertas inferiores, diciéndoles buenas palabras. Al día siguiente teníamos a todos de
nuevo sobre la cubierta, donde ellos unánimemente declararon que los esclavos
mendombe habían sido los incitadores del motín, y como ejemplo hicimos que cerca
17
de treinta de los cabecillas fueran azotados muy severamente por todos nuestros
hombres que eran capaces de hacer tal tarea.”
James Barbot, Jr., “A Supplement to the Description of the Coast of North and South Guinea”, en
Awnsham y John Churchill, Collection of Voyages and Travels, Londres, 1732.
Fuente Nº 6
Acerca de Palmares, el escritor uruguayo Eduardo Galeano, expresa:
“El reino independiente de los Palmares –convocatoria a la rebelión, bandera de la
libertad- se había organizado como un Estado ´a semejanza de los muchos que
existían en África en el siglo XVII´… En plena época de las plantaciones azucareras
onmipotentes, Palmares era el único rincón de Brasil donde se desarrollaba el
policultivo. Guiados por la experiencia adquirida por ellos mismos o por sus
antepasados en las sabanas y en las selvas tropicales de África, los negros cultivaban
el maíz, el boniato, los frijoles, la mandioca, las bananas y otros alimentos. No en
vano, la destrucción de los cultivos aparecía como el objetivo principal de las tropas
coloniales lanzadas a la recuperación de los hombres que, tras la travesía del mar con
cadenas en los pies, había desertado de las plantaciones.”
Galeano, Eduardo. Las venas abiertas de América Latina. Buenos Aires, Siglo XXI, 2010. Pág. 113
Fuente Nº 7
En Colombia también hubo comunidades creadas por esclavos que huían en busca de
la libertad.
“Otra forma de resistencia utilizada por los esclavos como expresión de rebeldía y en
búsqueda de la libertad consistió en el cimarronismo, entendido este como el acto por
medio del cual los cautivos huían de sus propietarios. Estuvo vigente desde los
comienzos de la presencia española en el Nuevo Reino de Granada. Los esclavos
africanos y los criollos reaccionaron frente a la esclavitud escapando del control de sus
amos y formando aldeas en espacios de geografía inaccesible, fortificadas, muchas
veces, con empalizadas, término del que tomaron el nombre genérico de palenques.
(…)
El palenque más conocido en los Montes de María fue el establecido a fines del siglo
XVIII por Domingo Biohó. Al frente de 30 mujeres y hombres esclavos, escapó al
arcabuco de la ciénaga de la Matuna, al sur de la villa de Tolú Viajo, y estableció un
poblado que atrincheró con empalizadas. Después de varias incursiones militares para
destruir el palenque y prender a los cimarrones, el palenque siguió de pie y Domingo
se constituyó Rey de Matuna o Rey de Arcabuco. Después de varios intentos de
tregua se llegó a un acuerdo de paz que no tuvo buen término. En 1621, el
18
Gobernador García de Girón, acosado por las presiones de los vecinos, decidió
cambiar de política frente a los cimarrones y aprovechando un confuso incidente con
un guardia al toque de queda de la ciudad, ordenó prenderlo y en rápido juicio lo hizo
ahorcar.”
Burgos Cantor, Roberto (ed.) Rutas de la libertad. 500 años de travesía. Bogotá, Ministerio de Cultura /
Pontificia Universidad Javeriana, 2011. Pág. 168-169.
Fuente Nº 8
Los esclavizados no sólo se rebelaron a través de la lucha armada, sino que también
lo hicieron a través de la escritura y la oratoria. Aquí se reproduce una canción de los
esclavos del Brasil colonial:
McD Beckles, H., Shepherd, V. (Ed.). Las voces de los esclavizados, los sonidos de la libertad. Jamaica,
Ediciones Gráficas. Pág. 49.
19
Para seguir profundizando el tema:
20
El trabajo en las sociedades africanas subsaharianas durante el período
colonial
José Larker y Ma. Virginia Pisarello
1. Introducción
“si las ciencias sociales han de progresar en el siglo XXI, están obligadas a superar su
herencia eurocéntrica, que ha tergiversado sus análisis y su capacidad de abordar los
problemas del mundo contemporáneo” (Wallerstein, 2000: 98).
1
tuvieron lugar en este espacio. Es por ello que a continuación realizaremos una breve
periodización de la historia africana en el marco del desarrollo del sistema capitalista.
Focalizaremos sobre avance imperialista, para luego analizar las formas que adquirió
el trabajo en las sociedades africanas subsaharianas desde finales del siglo XIX hasta
mediados del siglo XX. Finalmente, nos preguntamos por las resistencias que ello
implicó, es decir, por las actitudes sociales desplegadas por los trabajadores nativos
frente a la penetración occidental en su espacio vital.
2
Civilizaciones africanas precoloniales. Extraído de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Imperios_africanos
A pesar de la diversidad del relieve, los paisajes, el clima y las demás
condiciones naturales 1, la gran mayoría de la población negra al Sur del Sahara “vivía
de la agricultura y la ganadería, trabajaba el hierro y estaba organizad[a] en amplios
conglomerados tribales y algunas formaciones estatales incipientes” (Dabat, 1994:
297). Las bandas de cazadores recolectores ocupaban áreas pequeñas y marginales
respecto del resto de la población puesto que la expansión de los pueblos dedicados a
la agricultura y a la ganadería las habían arrinconado en la selva tropical (pigmeos) o
en el extremo sur del continente (son y bosquimanos). Entre el conjunto de las
sociedades negras se destacaban los habitantes de Etiopía, que habían logrado
conformar un Estado y una cultura originales a partir de la influencia egipcia, árabe,
judía y bizantina.
1
En el África Subsahariana se observan cadenas montañosas, desiertos, llanos; se transitan
paisajes de sabanas, bosques, selvas y se vive bajo condiciones climáticas que van desde las
temperaturas y los regímenes de lluvias de carácter tropical hacia el ecuador hasta llegar a las
templadas y frías en el extremo Sur.
3
Mapa que muestra la distribución de las principales familias de lenguas africanas (no
incluye las de origen europeo). Los grupos lingüísticos autóctonos de África son el afro-asiático,
el nilo-sahariano, el nigero-congoleño y el khoisán. Extraído de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_de_%C3%81frica
Para Amselle y M'Bokolo lo que existía en el África precolonial era una especie
de “espacio internacional” o de “cadenas de sociedades.” Así las sociedades locales,
con sus organizaciones socio-económicas, lejos de estar replegadas sobre sí mismas
“estaban integradas en formas generales englobantes que las determinaban y les
daban un contenido específico” (Amselle y M'Bokolo; 1985: 17). Se trataba de
sociedades que se estructuraron a partir de espacios compartidos de intercambio,
estatales, políticos y guerreros, lingüísticos, culturales y religiosos.
4
desaparecieron sociedades englobantes que actuaron sobre sociedades englobadas.
Los estados, reinos, imperios y jefaturas ejercieron presión sobre las sociedades de
campesinos de las aldeas, obligaron a pagar tributos o desarrollaron razzias sobre
ellas. En no pocos casos, las relaciones tributarias o predatorias generaban
movimientos de población hacia los estados en calidad de esclavos que a su vez
podían ser comprados y vendidos, junto a otros objetos, en los espacios de
intercambio.
La dinámica histórica de estas sociedades les ha dado a cada una de ellas sus
características particulares. El tráfico de esclavos producto del desarrollo de la trata
con los europeos y la participación africana en el comercio atlántico, que comenzó a
hacerse cada vez más intensivo a partir del siglo XVI y tuvo su momento de mayor
despliegue durante el XVIII, se limitó particularmente a la región del África Occidental-
Central. Afectó a toda la zona del golfo de Guinea, el Sudán Occidental (desde
Senegal a Costa De Oro) y la costa congoleño-angolana. Provocó una enorme sangría
de población (que algunos calculan que puede haber alcanzado entre los quince y
veinte millones de personas) afectando a las poblaciones más débiles, pero
permitiendo la consolidación y cohesión de las que se favorecieron del tráfico.
5
Grabados sobre el tráfico de esclavos en el África. Extraído de:
http://blogs.ua.es/minoriasmarginadas/los-esclavos/
6
cuarenta años, que el reconocido historiador marxista Eric Hobsbawm denominó “La
Era del Imperio”, se establecieron las bases del devenir del siglo XX. En efecto, la
primera y la segunda guerra mundial, el nazismo y su saldo devastador, como así
también las trasformaciones radicales que supuso la instalación de un mundo bipolar
sólo se comprenden a la luz de este este momento fundante. En ese sentido, el
historiador inglés Peter Worsley precisa que: “El logro europeo de este período no fue
simplemente una repetición de viejos modelos de “imperialismo”; marcó el alba de una
nueva era de la historia humana, caracterizada por un imperialismo de nuevo tipo
como respuesta a claras y nuevas presiones económicas y financieras en la propia
Europa. Y tuvo lugar como resultado la unificación del globo en un solo sistema social”
(Worsley, 1973: 17).
7
esclavitud. Reconocieron al Estado del Congo como propiedad privada de Leopoldo II,
rey de Bélgica, y ratificaron el principio de ocupación efectiva del territorio, según el
cual era necesario asentarse en el espacio para considerarlo propio. Sólo Etiopía y
Liberia conservaron la independencia, mientras que países europeos que se
encontraban en situaciones muy diversas participaron del botín africano. En la práctica
ello implicó el reparto de un continente vasto y poblado, que superaba con creces las
dimensiones del viejo continente.
8
Vuestros recién conquistados y descontentos pueblos,
Mitad demonios y mitad niños.”
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el hombre blanco se adentró en el corazón del continente. Hasta entonces las
enfermedades y los peligros que entrañaba semejante aventura habían impedido esa
hazaña. Del mismo modo, los africanos, que eran considerados inferiores por motivos
raciales, se vieron involucrados en una trama de dominación y explotación en donde
sus derechos fueron sistemáticamente vulnerados.
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dilapidación de los pocos capitales con que contaban y la incapacidad para hacerse
cargo del control de los territorios llevaron a su fin.
La historia de estas empresas fue breve, pero no así su herencia. Marcaron
una dirección para la realización de los negocios en el África que fue adoptada, una y
otra vez, por las empresas que a lo largo del tiempo actuaron sobre el terreno. En
efecto, la quiebra de estas entidades a comienzos del siglo XX implicó que los estados
europeos se vieran obligados a hacerse cargo directamente de sus colonias,
concesionando tierras y oportunidades de negocios a nuevos actores.
Según los períodos y los regímenes, estas firmas comerciales practicaron
diferentes tipos de explotación. Conforme a Coquery Vidrovitch, durante los primeros
tiempos y hasta la Primera Guerra Mundial prevaleció en gran parte del África la
“economía de pillaje.” El África Ecuatorial Francesa y el Congo fueron los dos lugares
donde este tipo de economía alcanzó el grado de desarrollo más elevado. Consistió en
explotar al menor coste posible un territorio inmenso, que ofrecía muchas riquezas
naturales, entre ellas, marfil y caucho. Estas empresas gozaban de la impunidad que
les daba el control monopólico de los mercados, lo que les permitía importar las
mercancías más mediocres y lo más caras posible a cambio de productos a los que se
les otorgaba un escasísimo valor monetario.
Los africanos se negaron a participar del sistema que se les imponía, pero
fueron obligados a través del trabajo forzoso que se les imponía para cumplir con las
exigencias tributarias. Todos los varones africanos debían pagar el impuesto de
capitación, que era entregado en especie, es decir, en productos de recolección.
El tipo de empresa al que estamos aludiendo tenía un carácter estrictamente
comercial. Las inversiones que realizaban eran mínimas, por lo que no tenían nada
que amortizar y cada año los beneficios eran casi íntegramente distribuidos entre los
accionistas. Cuando las superganancias mermaban, podían optar, sin mayores
pérdidas, por abandonar el lugar.
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almacenes a los que concurrieron los productores africanos con sus productos de
recolección o cultivados: cacahute, sisal o algodón, café o cacao según la zona. Una
vez vendidos los productos en ese sitio, los nativos provistos de dinero compraban los
artículos de exportación (Coquery Vidrovitch, 1976: 97).
La economía de trata se desarrolló donde no era posible la actividad minera ni
la colonización de poblamiento, y se asentó sobre las prácticas que se habían
desarrollado previamente en el marco de la trata esclavista. La mano de obra de obra
barata de las colonias fue conminada a producir los productos que necesitaba Europa.
La explotación de los palmares de Dahomey o la producción de aceite de palma
destinado a la exportación por parte de los igbos son ejemplo de ello.
En lugares relativamente próximos a la costa, “el colonizador podía formar una
estructura que permitiera la producción en gran escala de productos agrícolas
tropicales de exportación en las condiciones necesarias para interesar al capital
central por esos productos, es decir, siempre que la remuneración del trabajo fuera tan
baja que esos productos resultaran más baratos que los productos que podrían
sustituirlos en el centro mismo” (Amín, 1972: 18). Para ello fue necesario:
- La organización de un monopolio comercial a cargo de casas de importación-
exportación y la organización piramidal de la red comercial donde los libaneses
ocuparon las posiciones intermedias y los comerciantes africanos las
subalternas.
- La obligación de los africanos convertidos en campesinos de tener que pagar
impuestos en moneda. De esa manera, tenían que trabajar para poder recibir
un salario en metálico y utilizarlo luego para cumplir con las exigencias
tributarias.
- El apoyo político a quienes se apropiaban de una parte de las tierras y
organizaban migraciones internas de trabajadores hacia las zonas de
plantación (generando el abandono de regiones enteras).
- La alianza política entre los europeos y los grupos que controlaban el poder en
las sociedades musulmanas y tenían interés en comercializar el tributo que
recibían de los súbditos campesinos.
- La opción por la coerción administrativa: el trabajo forzado, en los casos donde
los medios mencionados precedentemente se revelaron insuficientes.
Bajo las condiciones descriptas, las sociedades africanas se integraron al
sistema capitalista mundial como entidades dependientes de las necesidades de los
países centrales. Se profundizaron los intercambios comerciales con los agentes
extranjeros y se desarticularon las economías precapitalistas basadas en la
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subsistencia aldeana. Paralelamente, la mano de obra se fue incorporando al mercado
de trabajo bajo las reglas del capitalismo y conforme a las formas que el colonialismo
iba imponiendo.
La economía basada en la utilización del nuevo sistema monetario que impuso
la colonización estuvo acompañada de una fiscalización sistemática y la recaudación
de impuestos en especies pero también en moneda; los cambios en las estrategias de
desarrollo agrícola africana (implementación de cultivos para obtener rentas,
migraciones de trabajadores “golondrinas”, etc.); el pago en salario en sustitución del
trabajo forzado (lo que contribuyó a la generalización de la circulación monetaria); la
instalación de entidades financieras y bancarias. Todo lo cual hizo que, por voluntad
propia o por la fuerza, los africanos tuvieron que entrar en el sistema monetario
internacional. Dice Walter Rodney que “como quiera que llegó, los africanos
contemplaron la economía monetaria como <<cosas de la vida>> -un nuevo orden que
no podían cambiar, y al que en muchos casos estaban preparados para recibir-. La
nueva fase implicó una elección entre las alternativas presentadas de ganarse la vida
y participar en la economía impuesta de producción de mercancías” (Rodney, 1987:
367).
En consecuencia, el proceso de monetarización colonial llevado adelante
puede definirse –siguiendo a Yoro Fall- “como una desestructuración de las formas
preexistentes de integración y de complementariedad económicas” (Yoro Fall, 2000:
12). Esto puede entenderse de esa manera ya que las telas, los cauríes, las barras de
hierro, las varillas de cobre, la sal e inclusive las monedas extranjeras, se utilizaron
previamente como patrones para los intercambios y para establecer el valor de los
productos, según fuera su rareza o la utilidad adjudicada por las diferentes sociedades
africanas. Estos patrones para los intercambios nunca fueron garantizados ni
controlados por un poder estatal y solo sirvieron de manera distinta en las diversas
regiones africanas en las que eran utilizados. A partir de la monetización colonial se
produjo una desmonetización de los antiguos signos monetarios y ello fue
acompañado de profundísimos cambios.
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infraestructura que ello requería. Así, una parte muy importante de los capitales
invertidos antes de 1914 lo fueron en equipamiento ferroviario y portuario.
Las explotaciones mineras provocaron importantes desplazamientos, creando
densas concentraciones de población en las cercanías de las minas. Las formas de
reclutamiento de trabajadores, las condiciones laborales y la permanencia de estos allí
variaron de acuerdo a las zonas y al momento. En los inicios, en las zonas de
influencia de Orange y Trans Vaal los trabajadores de las minas no permanecían más
de tres meses en el lugar, pero luego el trabajo se organizó en “vastas
concentraciones”, como señala la historiadora francesa Catherine Coquery Vidrovitch
(Coquery Vidrovitch, 1976: 113). En efecto, para combatir la comercialización ilegal de
diamantes y luchar contra la deserción, se crearon “compounds” alrededor de
Kimberley (Sudáfrica) que fueron luego imitados en otros sitios.
Los africanos quedaban confinados por un determinado tiempo de duración en
esos lugares y debían adquirir todo lo que necesitaban en las proveedurías de la
compañía para la que trabajaban. Así comenzaba a nacer el África miserable de los
bantustanes y del apartheid.
En cambio, en el Congo belga la incorporación espontánea al trabajo en las
minas fue excepcional. Hubo reclutadores que pagaban (cuando no amenazaban) a
los jefes tribales para conseguir trabajadores y también compraban hombres bajo
condición de esclavos hasta cerca del año 1930. No obstante, la mano de obra
asalariada fue acrecentándose con el tiempo, pasando de 47.000 en 1917 a 530.000
en 1939. La mayoría de ellos trabaja en las minas, donde pese a que se fijaron normas
para regular la incorporación de nuevos trabajadores y mejorar las condiciones de
trabajo, esto prácticamente no sucedió.
Esclavos africanos del Congo Belga en el siglo XIX-inicios del siglo XX. En:
http://www.pulso-digital.com/tag/colonizacion-africana/
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Por otra parte, en el campo agrícola fueron los alemanes quienes llevaron la
delantera en el desarrollo de la “economía de plantación” hasta la Primera Guerra
Mundial. Esto sucedió particularmente en las colonias de Camerún y Tanganica,
donde –al igual que en otros lugares de África-, los empresarios y al Estado se
enfrentaron a la escasez de mano de obra y a la negativa de los nativos a participar de
ese tipo de labor. Para resolverlo apelaron al sistema de trabajo forzado.
Los lugares que conocieron un mayor desarrollo de este tipo de actividad
fueron aquellos en los que se contaba con mayor número de colonos blancos. En
África del sur, los Boers con poco capital debieron llevar adelante una explotación de
tipo extensiva y de escaso rendimiento apropiándose de las tierras que antes estaban
bajo posesión negra. En Kenia se invirtieron más capitales, lo que permitió llevar
adelante la explotación intensiva de maíz, café y sisal. En este país, los africanos
fueron relegados a las tierras menos favorecidas y recluidos en reservas.
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ejemplos más aberrantes lo encontramos en las prácticas del trabajo forzado y los
castigos que su incumplimiento imponía a los africanos de las colonias portuguesas.
El Código del Trabajo para los Indígenas de las Colonias implementado por el régimen
de Salazar en 1928 se mantuvo hasta la década de 1960 (Mateus, 2013: 63). En el, “la
ruptura de contrato era casi invariablemente tomada no como un delito civil sino
criminal; y la conclusión unilateral de contrato por parte de los trabajadores africanos
se seguía considerando <<deserción>>, con todas las implicancias militares del
término” (Rodney, 1987: 366).
Por otra parte, hemos dicho más arriba que, como consecuencia de la
colonización, las tierras pertenecientes a la población indígena fueron expropiadas
sistemáticamente para ser ocupadas por colonos europeos (como en Kenia o África
del sur) o por las compañías extranjeras bajo formas de concesiones (como en el
Congo Belga o el África Ecuatorial Francesa). También, como en el caso del Reino de
los Ashanti en la colonia de Costa de Oro, se produjeron importantes transformaciones
en la propiedad de la tierra que permitieron la emergencia de terratenientes africanos
que tenían la propiedad privada de importantes extensiones de tierra.
El proceso de expropiación, apropiación y concentración de la tierra, como
hemos visto, fue de la mano de la expansión de las relaciones de tipo capitalista y,
como consecuencia de todo ello, se produjo la aparición de nuevas categorías
sociales: el gran terrateniente, que como ya hemos dicho podía ser una gran empresa
o un individuo, según la zona; el campesino propietario y las diversas variantes de
trabajadores asalariados agrícolas. El surgimiento de estos nuevos actores fue
acompañado de la transformación de la agricultura de subsistencia en una agricultura
comercial para la exportación, adoptando en los países tropicales la forma de
monocultivo en gran escala (caña de azúcar, cacao, algodón, café, sisal, etc.).
El proceso nos muestra que muchos africanos siguieron al principio de la era
colonial ligados a la comunidad aldeana y a la auto-subsistencia tradicional. No
obstante, combinaban esos trabajos con migraciones estacionales que tenían por
objeto ganar el importe del impuesto o un ligero excedente. Para ello recorrían
enormes distancias, cruzando las fronteras, trabajando durante períodos más o menos
largos, regresaban a sus lugares de origen y volvían a partir. Pasaban años inmersos
en esta vida migrante, lejos de sus familias y comunidades de origen.
Varias eran las colonias que importaban mano de obra, si bien es cierto que la
Unión Sudafricana, Rodhesia, Uganda, Katanga, Liberia y Ghana eran las que
requerían más trabajadores. Mientras que otras colonias eran exportadoras, en
grandes cantidades, de mano de obra. Bechuanalandia (Botswana), Mozambique,
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Niasalandia (Malawi) y Ruanda eran algunas de ellas. Se estima que para el año 1954
el 42% de los hombres adultos de Niasalandia estaba trabajando fuera de la colonia y
en 1957 las dos terceras partes de los trabajadores de las minas de la Unión
Sudafricana eran originarios de otros territorios africanos. Stavenhagen, siguiendo un
trabajo de Jack Woddis, nos dice que las migraciones de los trabajadores africanos
tenían seis características:
- Estaban compuestas por hombres casi exclusivamente adultos.
- Los contratos eran temporarios.
- La migración era repetida varias veces en la vida de un individuo.
- Los trabajadores viajaban generalmente distancias enormes.
- Las migraciones estaban ligadas a diversas formas de reclutamiento que
muchas veces no eran más que formas disfrazadas de trabajo forzado.
- La escala de la migración solía ser tan grande que provocaba desequilibrios
entre las poblaciones de la ciudad y las del campo, agravando la crisis
agraria.
Este proceso cobró forma en un marco caracterizado por el desprecio
deliberado por la industrialización y la elaboración de las materias primas y productos
agrícolas en las colonias. En el espacio que nos ocupa se importaba todo, hasta los
artículos más sencillos y necesarios como los fósforos, las velas o los aceites
comestibles que se podrían haber producido fácilmente en África. Así los africanos se
convirtieron en consumidores de los artículos manufacturados de los países
metropolitanos y en productores de materias primas para la exportación. El profesor
ghanés Albert Boahen dice al respecto que “este desprecio total por la
industrialización local que mostraron las potencias coloniales debe considerarse como
una de las peores fechorías del colonialismo” (Boahen, 1984: 35).
En un sentido semejante, Pierre Naville, en un estudio acerca de la estructura
de la industria y del comercio en África que realizó en 1952, decía planteaba que “los
capitalistas siempre han sido hostiles a la creación de industrias locales que permitan
transformar las materias primas in situ, contribuyendo así al enriquecimiento de estos
países; estas creaciones habrían arruinado los monopolios de las compañías
comerciales” (Stavenhagen, 1973: 73).
Sin embargo, y pese a lo que hemos apuntado, hacia el final del período
colonial se observaba que la industrialización estaba comenzando a producirse en
algunos rubros. El sector minero era el que aglutinaba el mayor número de obreros
industriales asalariados y, en algunos lugares, su porcentaje era importante respecto
de la población total. Se calculaba que entre un millón cuatrocientos mil y un millón
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quinientos mil eran obreros asalariados en la industria del África negra sobre una
población total de noventa a noventa y cinco millones de habitantes. En ciertas
colonias, como Ruanda, Rodhesia, el Congo y la Unión Sudafricana la proporción de
asalariados de las minas, el transporte y la construcción era mucho más elevada que
en otros países.
Pese a que no se favoreció el desarrollo industrial, no caben dudas que con el
colonialismo el ritmo de la urbanización se aceleró, haciendo crecer en tamaño a las
ciudades ya existentes y generando la emergencia de otras completamente nuevas.
La población de las ciudades aumentó sostenidamente a lo largo del tiempo. Por
ejemplo, la de Nairobi (Kenia), fundada en 1896 como depósito de tránsito para la
construcción del ferrocarril de Uganda, pasó de un pequeño número de personas a
13.145 en 1927 y a más de 25.000 en 1940; la de Lagos (Nigeria) de 74.000 en 1914 a
230.000 en 1950 y la de Dakar (Senegal) de 19.800 en 1916 a 92.000 en 1936 y
132.000 en 1945. El poblamiento de las ciudades fue alentado porque en ellas se
ofrecía un mejoramiento de la calidad de vida respecto de lo que sucedía en el ámbito
rural.
Los nuevos servicios sanitarios (hospitales y dispensarios), el mejoramiento de
la vivienda, las posibilidades de escapar a las diversas formas del trabajo forzado y el
incremento de las oportunidades de empleo estimulaban el abandono del campo y la
búsqueda de un lugar en la ciudad.
Sin embargo, el crecimiento de la ciudad a partir de la emigración continua de
jóvenes y mujeres hacia los centros urbanos en búsqueda de empleo y educación (y
muchas veces solo para huir del hambre, las epidemias, la pobreza y los impuestos
que debían pagar en el campo), conllevaba la existencia de una vida miserable para
muchísimos de ellos. En ninguna ciudad se aceptaba a los africanos en condiciones
de igual respecto que a los europeos que las habitaban. La mayoría de los migrantes
no encontraba los empleos que se imaginaban al salir del ámbito rural. Generalmente
terminaban viviendo en hacinados en los suburbios y barrios marginales donde la
mayoría de sus pobladores no tenía empleo, sino que abundaban la delincuencia
juvenil, el alcoholismo, la prostitución, el crimen y la corrupción.
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presión, podemos decir que el Estado colonial tuvo dos objetivos que resultaron ser
contradictorios. Por un lado, asegurar las condiciones para la extracción de productos
y la acumulación de capital por los intereses metropolitanos y, por otro, lograr un
marco de orden y control efectivo sobre la población indígena para la acumulación.
Esto conllevó la necesidad de modificar y recrear las estructuras sociales.
Imagen del largometraje “La Noire de…” (1966) del cineasta senegalés Ousmane Sembene.
Más información en http://catalogo.artium.org/book/export/html/5541
http://catalogo.artium.org/book/export/html/5541
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Rodhesia, los tlhaping en Bechuanalandia y los zulú en Natal. Durante la primera
década del siglo XX estallaron movimientos de oposición en Costa de Marfil, en
Tanganica (el movimiento maji-maji) y en Ubangui Chari. Todas estas acciones de
resistencia sufrieron una represión aterradora y las poblaciones, en muchas
ocasiones, fueron masacradas por millares.
Estas revueltas fueron impulsadas por los cambios que aceleradamente
imponía la dominación colonial y posteriormente por la crisis de los años treinta. Se
trató de “movimientos de masa de origen campesino, animados por un mesianismo
profético que sacralizó y popularizó las revueltas de la desesperación”, donde se
resistía el nuevo poder y las bases materiales e ideológicas sobre el que se ejercía. Se
rechazaban las imposiciones tributarias, la pérdida del control de la posesión de la
tierra y las nuevas formas de hacer el trabajo. Pero también se oponían al orden
<<laico, burocratizado y estratificado>> que imponía la colonización (Coquery
Vidrovich y Moniot, 1976: 116). En síntesis, por medio de estas acciones colectivas los
nativos procuraron preservar el orden precolonial o volver al mismo, y su fracaso
significó el inicio del abandono de las viejas creencias y de los valores sociopolíticos
“tradicionales.”
Pese a la falta de estudios sobre el tema, se sabe que los primeros síntomas
de malestar en los sectores que se incorporaron a la economía moderna (los obreros
mineros, los asalariados de las ciudades, los productores campesinos, etc)
aparecieron muy pronto. Dentro de este marco, el boicot fue una pieza clave del
repertorio de acciones de lucha, aunque no la única.
El proletariado urbano y minero que fue emergiendo en el proceso de
incorporación de estas sociedades al sistema capitalista también fue desarrollando los
medios para poder expresarse y oponerse. Esto lo hizo fundamentalmente a partir de
los sindicatos. Por ejemplo, inmediatamente después de la crisis que estalló en 1929
se produjeron los primeros boicots de productores africanos. Preocupados por la gran
caída de los precios (el cacao, por ejemplo, descendió de 122 a 18 libras la tonelada
entre 1920 y 1930) los productores rurales de Costa de Oro se unieron conformando la
Gold Coast Farmers’ Association. Esta asociación que surgió en 1938 fue dirigida por
Jhon Ayew para responder a las acciones de las compañías de exportación-
importación (la United Africa Co. controlada por Unilever, era una de las principales
compañías dedicadas a esa actividad) que manipulaba los precios en su propio
beneficio. Sin llegar al biocot, en Nigeria también se organizaron los productores
nativos. El Nigerian Youth Movement dirigió sus acciones hacia las diez compañías
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que controlaban el 90% de las exportaciones e impulsaron la creación del National
Cacao Council.
Al final de la dominación colonial, en plena lucha por la independencia, el boicot se
convirtió en un arma muy importante. Los movimientos nacionalistas se nutrieron de
organizaciones que hicieron de esa forma de acción colectiva un medio que colaboró
para poner de manifiesto los reclamos y las necesidades de sectores urbanos y
rurales.
Los sindicatos fueron fuertemente perseguidos, paralizados y combatidos desde
un comienzo por el poder colonial y solo comenzaron a aflorar en los años
inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Gran Bretaña reconoció en
su imperio el derecho sindical hacia 1930. Antes se realizaron algunas huelgas en el
Rand estimuladas por el Industrial and Commercial Workers Union of Africa (ICU) y
por el Partido Comunista. Pero los resultados negativos de la táctica de resistencia
pasiva y la creciente severidad de la legislación paralizaron el movimiento.
La discriminación racial, la legislación que imponía la Coluor Bar y la brutalidad de
la represión en la Unión Sudafricana hizo que cada tanto se produjeran expresiones de
resistencia y reclamo. Hacia 1941 no había en Ghana sindicatos registrados pero en
1951 ya eran 41 y en 1957 la cifra superaba los 100. En Nigeria, se pasó de 50 en
1941 a 177 en 1955. En 1937 no había ningún sindicato reconocido en el África
Occidental francesa pero para 1955 la lista superaba los 350. En el África belga
después de la Segunda guerra Mundial se permitió la organización sindical.
La multiplicación de organizaciones obreras, sin embargo, no guardó correlato con
el crecimiento del número de afiliados. Como ejemplo podemos considerar que a
inicios de la década del cincuenta más de la mitad de los sindicatos de Nigeria tenía
menos de 250 afiliados y lo mismo sucedía en Costa de Oro. La poca inclinación hacia
la afiliación se relaciona con el miedo que los trabajadores tenían hacia una patronal
que consideraba subversivos a los que se organizaban para defender sus derechos
laborales. Esto repercutía sobre las condiciones financieras de las organizaciones, que
se veían con muchísimas dificultades para poder encarar estrategias de acción.
La constante afluencia de migrantes a las ciudades le permitía a los capitalistas
disponer de un “ejército de reserva” de trabajadores siempre disponibles. A esto tiene
que sumársele la falta de formación de los dirigentes sindicales, la creación de los
“sindicatos amarillos” por parte de la patronal y la importación de las internas y
divisiones sindicales por las que atravesaban las centrales metropolitanas. En el África
Francesa esto repercutió de manera mucho más fuerte, pero en toda el África
21
Subsahariana era muy difícil llevar adelante acciones sindicales durante el período en
cuestión.
No obstante, las organizaciones sindicales jugaron un papel clave en las luchas
nacionalistas que se desataron luego de la Segunda Guerra Mundial. Los sindicatos
de maestros, los ferroviarios y portuarios, los de correo y los que se conformaron en
torno del trabajo minero jugaron un papel fundamental en ello. En las colonias
francesas se produjo una tendencia hacia la conformación de centrales sindicales
donde se vincularon fuertemente estas organizaciones con los movimientos políticos.
En el caso de las colonias inglesas las cosas fueron distintas. Los sindicatos no
lograron centralizar las organizaciones, sino que su comportamiento fue mucho más
autónomo y estuvieron más ligados más a los problemas económicos que a los
estrictamente políticos.
En este contexto, los sindicatos de las diversas colonias del África Subsahariana
acordaron en señalar que la raíz de todos los males era justamente el régimen
colonial. Iniciaron así un camino donde aunaron esfuerzos con las organizaciones de
estudiantes, de profesionales, con las corporaciones que representaban los intereses
de los pequeños y medianos comerciantes y empresarios africanos, con las iglesias y
con los partidos políticos, en la lucha contra el colonialismo y la búsqueda de la
independencia en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
5- Conclusiones
22
Poblado Lobi - Burkina Faso: Mujeres trabajando en el pozo que abastece la zona. En:
http://www.losviajeros.com/pics/africa/burkina/index.php?fn=Burkina_014
23
6- Bibliografía
24
- Yoro Fall “Colonización y descolonización en África: Dimensión histórica
dinámica en las sociedades”, en Historia de la colonización y de la
descolonización, Ficha de cátedra, Facultad de Filosofía y letras,
Universidad de Buenos Aires, 2000. Traducción.
25