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PARTE 1

CIENCIA Y CONOCIMIENTO

1.1. Nociones Preliminares.

La palabra “ciencia” es derivada del latín Scire, que significa conocer. El término
“conocer” a su vez significa tener información de algo del mundo, tener una idea
bastante exacta de algo del mundo, estar familiarizado con el saber dominante; admitir
como cierto, verdadero; reconocer, identificar aquilatar, evaluar; tomar conocimiento de
una causa, etc. (Houaiss, 2001)

La ciencia es por lo tanto, una manera de conocer y explicar el universo físico y


social. Como forma especial del conocimiento racional, reflexivo y sustentado por una
lógica racional, la ciencia es utilizada en el control practico de la naturaleza, en la
descripción y comprensión del mundo, y a través de la sistematización objetiva y
metodología, permite la previsión, en el espacio y en el tiempo de fenómenos y
acontecimientos. (Gressler, 2004)

La investigación teórica acerca del fenómeno de la ciencia ha sido recibido a lo


largo de los años diversas denominaciones, las más conocidas son: epistemología, teoría
de la ciencia, filosofía de la ciencia, y también, metodología. La metodología seria una
parte más restricta de la epistemología que investiga los métodos, o sea, los
procedimientos metodológicos que la ciencia debe seguir para alcanzar su ideal y que
es producto del saber. (Carvalho, 2007)

¿Más que tipo de saber o conocimientos es característico de la ciencia? Para tal


respuesta, lo primero que uno debe saber es recordar algunos antecedentes históricos.

Desde la antigüedad, siempre hubo una preocupación con la producción del


conocimiento. Desde tiempos más remotos de la historia de la civilización, el hombre
interactúa con la naturaleza, con los fenómenos físicos y sociales, por medio de las
informaciones de los antepasados, de la observación empírica, de la experiencia de vida
acumulada en el transcurso del tiempo y de la percepción sobre los hechos naturales y
sociales en el día a día.

Ese saber era transmitido en gran parte, de generación a generación por medio
del saber popular o empírico como es también denominado. En este contexto, no es ese
tipo de saber que caracteriza a la ciencia. Interesa a ella el conocimiento sistemático.

En este contexto, todos los pueblos han desarrollado algún tipo de conocimiento,
solamente los griegos tuvieron una preocupación mas sistemática y filosófica con las
condiciones de formación del conocimiento. Los egipcios, por ejemplo, desarrollaran la
trigonometría, los romanos, la hidráulica, y los hindúes y musulmanes, la matemática
y la astronomía. Paralelamente al legado empírico producido por los pueblos del Oriente,
Mesopotamia y Egipto, los griegos desarrollaron un tipo de reflexión – la intuición – que
se destaco por la posibilidad de generar teorías unitarias sobre la naturaleza y
desvincular el saber racional del saber mítico. En tanto, eso no significa que los griegos
hubiesen abandonado su mitología y cosmología a favor de un saber racional, mas tan
sólo que ellos comenzaron a tener conciencia de esas dos formas de logos (estudio).
(Carvalho, 2007)

Platón fue el primer filósofo que desarrollo una teoría sobre el mundo valiéndose
de la intuición como forma de pensamiento superior. Fue a partir de ahí que se
desarrollo la dialéctica, y más tarde, el conocimiento Aristotélico.

Aristóteles utilizo la inducción para formular principios exploratorios generales


y a partir de ellos hizo deducciones de nuevas ocurrencias. Surgiendo a partir de
entonces el método dialéctico o socrático, que en la historia del pensamiento tuvo gran
importancia, pues significo el rompimiento racional con el sentido común o la tentativa
de realizarlo.

Juntamente con Platón, Aristóteles fue el gran personaje que erigió la ciencia
griega y occidental, formulando un conocimiento que prevaleció casi intocable hata el
siglo XVI, cuando surgió el raciocinio científico. (Carvalho, 2007)

La concepción actual de ciencia posee, pues, cerca de cuatro siglos. La


concepción descriptiva de la ciencia comenzó a formarse con Bacon (1516-1626),
Newton y los filósofos iluministas, y su formalidad ocurrió con el físico y astrónomo
italiano Galileo Galilei (1564-1642). El fundamento de Bacon es la distinción entre
anticipación e interrupción de la naturaleza: la interpretación consistía en “conducir a
los hombres durante dos hechos particulares y de sus órdenes”. Newton establecía el
concepto descriptivo de la ciencia, contraponiendo el método del análisis al método de
la síntesis. Este último consiste “en asumir que las causas fueran descubiertas, como
principios y en explicar los fenómenos partiendo de tales principios y considerando
como prueba esa explicación”. El análisis al contrario consiste “en hacer experimentos
u observaciones, y de ahí sacar conclusiones generales por medio de la inducción e en
no admitir contra a las conclusiones, objeciones que no deriven de los experimentos o
de otras verdades seguras”. (Lalande, 1999)

A Galileo Galilei (1564-1642) a su vez, se debe el descubrimiento del raciocinio


científico. “Según Einstein, el descubrimiento y el uso del raciocinio científico por
Galilei, fue una de las más importantes realizaciones en la historia del pensamiento
humano y marca el inicio de la física”

Paradigmáticamente, de la astronomía y de la física galileana nace la ciencia


moderna, que viene hasta nuestros días, señalando el norte a la construcción del
pensamiento científico y brindando una enorme pauta para los trabajos universitarios
de investigación. (Turato, 2003)
Galilei fue quien ha conferido autonomía a la ciencia, delimitando cual es su
objeto, objetivo y método, separó la filosofía del conocimiento religioso y procuro
desarrollar sus propios métodos para la construcción del conocimiento explicativo.

A partir de entonces la ciencia quedaría con el objeto especifico de las cosas de


la naturaleza, o sea se ocuparía del estudio de las leyes que relacionan los fenómenos
entre si, en tanto que la filosofía se ocuparía de las cuestiones ontológicas y la religión
mantendría su objeto, vale decir las verdades religiosas. En cuanto al método de trabajo,
la instrumentación científica pasa a contar con tres importantes principios;
observación, experimentación y la inducción. Nacía entonces la ciencia moderna.
(Turato, 2003)

a. Observación: Registra los fenómenos según su ocurrencia, sin que el


científico se permita llevar por preconceptos fuera del acto científico, como
en la época quedarían entendidos los factores clasificados como de influencia
religiosa o filosófica.

b. Experimentación: Se dice que toda afirmación, para ser considerada


científica, debe ser verificada a través de la reproducción del fenómeno en
determinadas circunstancias.

c. Inducción: Busca la regularidad matemática, no puede ser apenas al caso


particular, mas debe buscar el registro de otros casos de confirmación de lo
observado, para llegar a la elaboración de leyes de validez universal.

De todo lo expuesto, a rigor, no se puede decir que sería la Grecia de la ciencia


moderna, pues a par de las semejanzas entre las concepciones, existe una diferencia,
en cuanto para los griegos el conocimiento descansaba sobre la theoria (la
contemplación con los ojos – un saber que es adquirido por los “ojos del espíritu) la era
galileana introducía la técnica científica, o sea, la búsqueda de la validación
experimental y la preocupación con su utilidad. Sin embargo los griegos habían
conseguido establecer una distinción entre el saber mítico y el racional, en la práctica,
no consiguieron crear un conocimiento autónomo. Tarea alcanzada a partir del
Renacimiento, por los fundadores de la ciencia moderna. Copérnico, René Descartes,
Galileo Galilei e Isaac Newton.
1.2. Contribución de los Grandes Filósofos

a. Sócrates. Considerado el padre de la filosofía occidental, encarna la actitud


teórica del espíritu griego. Esta actitud teórica se concentra en la reflexión
sobre el saber, con la afirmación “conócete a ti mismo” y procura hacer con
que los individuos perciban que toda actitud consciente es un saber. Hace la
distinción de dos órdenes de conocimiento, el sensible, que para él no es
objeto de la ciencia, y el intelectual, que es lo inteligible, o concepto que se
exprime por la definición. En oposición, las conclusiones sofistas, que
afirmaban la imposibilidad absoluta y objetiva del saber. Sócrates define que
el objeto de la Ciencia es lo inteligible, o sea, el objeto de la ciencia es la
reflexión. (Almeida & Parra, 2012)

b. Platón. Discípulo de Sócrates, se extiende a otros valores que no solamente


los objetos prácticos, los valores y las virtudes. Más también al conocimiento
científico relativos a las otras actividades, tales como actividades de
estadístico, de filosofo, de poeta, que poseen conocimiento práctico. La
relación entre el concepto y la realidad es la base de su filosofía. La ciencia
es objetiva, al conocimiento cierto debe corresponder una realidad. Significa
que además de lo fenomenal, el mundo de las apariencias, existe otro mundo
de realidades objetivamente dotadas de los mismos atributos de los
conceptos que las representan. Las ideas no son, en el sentido platónico,
representaciones intelectuales, formas abstractas del pensamiento son
realidades objetivas, modelos, arquetipos eternos de que cosas visibles son
copias imperfectas y fugaces.

c. Aristóteles. Discípulo de Platón, consideraba que el objeto del conocimiento


era el ser. En ese sentido, los estudios para la metafísica. El hecho es que el
punto de partida de sus teorías, buscando en la realidad un apoyo sólido a
las especulaciones metafísicas. Como el autor de la metodología y de la
tecnología científica, aplica en el estudio de las cuestiones el rigor
metodológico, estableciendo un procedimiento por partes. Las ideas, formas
del conocimiento intelectual, no son innatas, más adquiridas sobre la imagen
sensitiva por la inteligencia activa: Nil est in intellectu quod non fuerit prius in
sensu. O sea, nada existe en el intelecto que no tenga pasado por lo sensible.

d. René Descartes. Reconoce la intuición como un medio autónomo de


conocimiento. A partir de Cogito ergo sum. Ou seja, pienso, luego existo,
vivimos como reales a partir del acto de pensar. La duda constante lo llevo a
la creación del método que tiene por objeto la busca de la verdad. Se debe
confiar apenar en el que se puede verificar con los propios sentidos, pues la
tradición no transforma las cosas en verdades, o sea la duda debe ser una
constante.
e. San Agustín. Refutando el ceticismo, el origen de las ideas es Divina, es una
voluntad de Dios. La teoría denominada iluminismo agustiniano afirma que
la producción de ideas ocurre mediante una acción inmediata de Dios, o sea,
una iluminación particular. Posteriormente, admite que el alma, reflejando
sobre uno mismo, pueda descubrir las ideas.

f. Santo Tomás de Aquino. Admite, en el proceso del conocimiento la


existencia del sujeto cognoscitivo y del objeto conocido, siendo que esta
asimilación pueda ser sensitiva o intelectual. Nil est in intellectu quod non
fuerit prius in sensu. O sea, nada está en el intelecto que antes no tenga
estado en el sentido.

g. Francisco Bacon. En oposición al racionalismo, que afirma que el


pensamiento, la razón, la verdadera fuente de conocimiento, afirma ser la
experiencia la única fuente del conocimiento humano. Nada existe a priori
en la razón. La evolución del ser humano muestra la importancia del
conocimiento obtenido a partir de la investigación y de la experimentación.
Cabe a Bacon el merito de tener otorgado a la inducción un carácter práctico
y preciso en busca de la verdad.

h. Baruch Spinoza. Distingue en el conocimiento tres fases o grados: el primero


la imaginación que nada mas es que el conocimiento es insuficiente,
fragmentario, individual de los modos finitos; en segundo lugar, la razón, es
el conocimiento deductivo de las leyes generales y principios comunes, más
perfectos porque no representan las cosas sobre las características de la
eternidad y el conocimiento de los atributos; y en tercer lugar, la intuición,
más perfecto que las anteriores, porque nos representa las cosas, sobre las
características de la eternidad. (Almeida & Parra, 2012)

i. Leibniz. Así como Descartes, acepta el origen del conocimiento a partir de la


existencia de ideas innatas. Para Descartes, se trata de conceptos mas o
menos acabados, y para Leibniz, solo existe en nuestras potencialidades que
en contacto con la realidad se transforma en ideas.

j. Hobbes. Amigo y discípulo de Bacon, llevando a las últimas consecuencias


los principios del maestro, llega al materialismo. Para él, el alma es
substancia corpórea compuesta apenas de una materia más sutil, y el
conocimiento tiene origen en el sensitivo. Partiendo de la premisa de que todo
conocimiento se origina en la experiencia, y que la mente nada tiene a priori,
todo es obtenido a partir de los sentidos. Esta posición materialista se
contrapone al racionalismo, que admite como principal fuente de
conocimiento a la razón.
1.3. Concepto de Epistemología

Tomando como referencia a Guevara (2009) se tienen los siguientes conceptos:

a. En el Diccionario Filosófico de los autores Rosental y Ludin (1967) aparece


una definición precisa: Epistemología del griego epistemer: conocimiento; y
logos: tratado, doctrina acerca del saber; teoría del conocimiento,
gnoseología, Término que se emplea en la filosofía burguesa, su introducción
se atribuye al filosofo escocés Frederick Ferrier, quien dividió la filosofía en
ontología y epistemología.

b. En el Diccionario de las Ciencias de la Educación (1983) pese a no ser


filosófico hay un amplio desarrollo sobre la categoría griega epísteme, que da
cuenta que fue conceptuada por los griegos Sócrates, Platón y Aristóteles,
cuya inteligencia definió la epistemología como “una actividad humana que
hizo brotar el conocimiento científico, junto a una preocupación
humanizante”. Se dice que Aristóteles fue “quien de modo más consciente,
considero la epísteme como una forma de saber y alcanzar la verdad hacia la
que todos los hombres tienden por naturaleza y por virtud” Actualmente la
epistemología se ocupa de cuestiones relativas a la teoría de las ciencias, y
de otro lado, se la homologa con la epistemología genética, Por tanto, carente
de demarcación aún, el término epistemología es confuso. (Guevara, 2009)

c. Mario Bunge, en su obra Epistemología (1989) ofrece variados conceptos de


la categoría y por consiguiente, una ausencia de clara definición, porque en
su primer capítulo Que es y para que sirve la Epistemología afirma que “La
Epistemología o filosofía de la ciencia, es la rama de la filosofía que estudia
la investigación científica y su producto, el conocimiento científico, mera hoja
del árbol de la Filosofía hace medio siglo, la epistemología es hoy una rama
importante del mismo”

d. Según la propuesta de José Ferrater Mora (1997) en su enciclopédico


Diccionario de Filosofia, los términos “gnoseología” y “epistemología” son
consideradas a menudo, sinónimos en ambos casos se trata de “teoría del
conocimiento”. Luego debido a que la gnoseología era empleada por
tendencias filosóficas de orientación escolástica, se tendió a introducir
“epistemología” para teoría del conocimiento científico y para dilucidar
problemas relativos al conocimiento, cuyos principales ejemplos eran
extraídos de las ciencias. (Guevara, 2009)
1.4. ¿Qué es ciencia?

Muchos autores intentaron definir lo que se debe entender por ciencia. Con todo,
todas las explicaciones son imprecisas y pasivas de cuestionamientos, una vez que no
hay una delimitación nítida entre las ciencias y otras formas de saber. Todavía eso no
significa que exista definición útil y correcta. Algunas serán aquí presentar para
comenzar por los conceptos atribuidos por los diccionarios.

Según el diccionario Houaiss, en un sentido estricto de la palabra, ciencia puede


ser definida como un “cuerpo de conocimientos sistematizados que, adquiridos vía
observación, identificación, investigación y explicación de determinadas categorías de
fenómenos y hechos, son formulados metódica y racionalmente” (Houaiss, 2001)

De otro lado de acuerdo con el Diccionario de Vocabulario Técnico y Critico de


Filosofía es definida como el “conjunto de conocimientos y de investigaciones con un
suficiente grado de unidad, de generalidad, y susceptibles de generar a los hombres que
les consagran conclusiones concordantes, que no resultan ni de convenciones
arbitrarias, ni de gustos o intereses individuales que les son comunes, mas de relaciones
objetivas que se descubren gradualmente y que se confirman a través de métodos de
verificación definidos” (Lalande, 1999)

En contraste a estas definiciones, se considera más precisa la explicación de


Trujillo Ferrari. “la ciencia es todo un conjunto de actitudes y de actividades racionales,
dirigidas al conocimiento sistemático con objetivo limitados, capaz de ser sometido a
verificación”. Citando a Mario Bunge, Ferrari enfatiza que “la ciencia puede
caracterizarse por el conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por
consiguiente falible” (Ferrari, 1974)

Dentro de tantas definiciones posibles, se resaltan todavía los conceptos de


Turato y Kuhn. Al parecer son definiciones complementarias, una vez que, la primera
se sitúa mas en el ámbito de la comprensión académica y la segunda expresa un
concepto teórico. Entiende el primer autor que la ciencia es caracterizada por
“actividades en las cuales sus emprendedores presentan sus
hipótesis/presupuestos/premisas/problemas, y partiendo del estudio organizado de
aquello que aprenden – los llamados hechos y fenómenos – proponen teorías de cómo
estos se relacionan”. (Turato, 2003)

Para el segundo, la ciencia “significa la investigación firmemente basada en una


o más realizaciones científicas pasadas. Esas realizaciones son reconocidas durante
algún tiempo por alguna comunidad científicas especifica, proporcionando los
fundamentos para su práctica posterior” (Kuhn, 1975)
1.5. División de las ciencias

En la actualidad las ciencias se encuentran divididas en dos grandes grupos:


Ciencias formales: Lógica y Matemática; y Ciencias fácticas o factuales: Naturales y
Sociales.

Las ciencias formales son aquellas que tratan de los entes ideales, que solo
existen en la mente humana, por ejemplo, los números solo existen en nuestro cerebro
y allí mismo se encuentran en el nivel conceptual y no fisiológico. (Ferrari, 1974)

Sin embargo, también es racional, metódica, sistemática y verificable, no se


ocupa directamente con seres o hechos. Es el caso del conocimiento matemático, a pesar
de científico, y de ser utilizado por las ciencias que se ocupan de los hechos, naturales
o sociales, no tratan de objetos empíricos, cosas o procesos.

Las ciencias fácticas. También llamadas de materiales o empíricas se subdividen


en ciencias naturales: Física, Química, Biología y otras; y ciencias sociales: Antropología
cultural, Derecho, Economía, Política, Psicología Social y Sociología. Esa clasificación
se basa en la naturaleza de sus objetos, métodos y criterio de verdad. Al contrario de
las ciencias formales, ellas tratan de objetos empíricos, de hechos, cosas o de procesos.
Sin embargo no emplean símbolos, ellos los utilizan ya interpretados. Para estas, el
conocimiento matemático es un instrumento constituido de símbolos interpretados y no
de formas vacías. (Vera, 1979)

En función del surgimiento de otras áreas del conocimiento, el Consejo Nacional


de Desarrollo Científico y Tecnológico del Brasil, presento en setiembre de 2005 una
propuesta para la ubicación de las áreas del conocimiento que todavía se encontraban
en proceso de discusión. (CNPq, 2010)

La nueva propuesta de clasificación divide a las ciencias en doce grandes áreas


del conocimiento, a saber:

a. Ciencias Exactas y de la Tierra: Probabilidad y Estadística, Astronomía,


Física, Química, Geociencias y Oceanografía.
b. Ciencias Biológicas: Biología General, Genética, Botánica, Zoología,
Ecología, Morfología, Fisiología, Biofísica, Bioquímica, Farmacología,
Microbiología y Parasitología.
c. Ingenierías: Ingeniería Civil, Ingeniería de Minas, Ingeniería de Materiales y
Metalúrgica, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Química,
Ingeniería Sanitaria, Ingeniería de Producción, Ingeniería Nuclear, Ingeniería
de Transporte, Ingeniería Naval e Oceánica, Ingeniería Aeroespacial e
Ingeniería Biomédica.
d. Ciencias de la Salud: Medicina, Farmacia, Enfermería, Odontología,
Nutrición, Salud Colectiva, Fonoaudiología, Fisioterapia y Terapia
Ocupacional y Educación Física.
e. Ciencias Agrarias: Agronomía, Ingeniería Agrícola, Zootécnica, Medicina
Veterinaria, Recursos Pesqueros e Ingeniería de Pesca, Ciencia y Tecnología
de Alimentos.
f. Ciencias Sociales Aplicadas: Derecho, Administración, Economía,
Arquitectura y Urbanismo, Planeamiento Urbano y Regional, Demografía,
Ciencia de la Información, Museología, Comunicación, Servicio Social y
Economía Domestica.
g. Ciencias Humanas: Filosofía, Sociología, Antropología, Arqueología,
Historia, Geografía, Psicología, Educación, Ciencia Política y Teología.
h. Lingüística, Letras y Artes.
i. Bioética
j. Ciencias Ambientales
k. Defensa
l. Divulgación científica.

1.6. Características de la ciencia

Como se ha visto anteriormente, no todas las ciencias se ocupan con la


búsqueda de la verdad material. La matemática como ciencia formal, por ejemplo, no se
preocupa con el conocimiento de hechos reales. Como ciencia, ella también es racional,
metódica, sistemática y verificable, de allí que su análisis requiere de un tratamiento
especial. (Galiano, 1979)

Razón por la cual solamente se presentan las características de las llamas


ciencias fácticas, materiales o empíricas. De acuerdo con Ferrari, las principales
características de las ciencias empíricas o del conocimiento empírico son: factuales,
analíticas, generales, sistemáticas, acumulativas, falibles, verificables, explicables,
predictivas y útiles. (Ferrari A. T., 1989)

a. El conocimiento científico empírico es factual, porque toma contacto con la


ocurrencia o hechos, los cuales denotan por lo menos cuatros aspectos
distintos: Por hechos se entiende ciertos elementos que discernimos en la
percepción sensorial. En algunas veces el hecho denota la proporción que
interpreta el dato conocido en la experiencia sensorial. Otras veces, el hecho
denuncia una proposición que afirma una sucesión o conjunción invariable
de caracteres y el hecho significa o denota cosas que existen en el espacio y
el tiempo (bien como las relaciones entre ellas), en virtud del cual una
proposición es verdadera. Las ciencias que se ocupan de los hechos tienen
como propósito desnudar la realidad. Los científicos, independiente de cuál
fue el objeto de estudio, siempre comienzan por establecer los hechos. Estos
constituyen su punto de partida y el punto de llegada de la investigación
científica. Entre tanto, durante el proceso de búsqueda de la realidad, el
investigador muchas veces precisa interferir en los hechos para obtener
datos significativamente. Por ejemplo el biólogo “puede interferir, y hasta
matar el organismo que está estudiando” para conocer mejor su
funcionamiento.
Esto puede ocurrir en la investigación experimental. La experimentación
consiste en modificar de manera controlada las condiciones que determinan
un fenómeno para en seguida, observar e interpretarse los cambios que
ocurren a partir del hecho original. (Triviños, 1987)

b. El conocimiento científico empírico es analítico, porque procura comprender


una situación global o un fenómeno totalizador en términos de sus
componentes. La razón por la investigación empieza por la descomposición
del objeto para intentar descubrir cuál es la estructura del objeto observado.
Para tal, el proceso utilizado es la descomposición del todo en partes. Tal
descomposición tiene por objetivo descubrir los elementos de la totalidad y
las interrelaciones que justifican su integración, a la unidad de la totalidad.
(Galiano, 1979)

c. El conocimiento científico empírico es general, simplemente por el hecho de


que no existe ciencia de lo particular. La ciencia no está interesada en objetos
individuales o en grupos individuales de objetos. Ella se ocupa primeramente
con tipos, especies o clases de objetos y hechos o eventos. Tales objetos o
hechos son tratados tan solamente como especie. El hecho de la
investigación científica seleccionar, entre los acontecimientos particulares,
apenas ciertos aspectos que son tratados como ejemplo característico, no
significa que la ciencia sea un conocimiento particular. (Ferrari A. T., 1974)

d. El conocimiento científico empírico es sistemático, porque contiene: sistema


de referencia, que son modelos fundamentales y definiciones construidas
sobre la base de conceptos y que se interrelacionan de modo ordenado y
completo, seguidos de una directriz lógica; teorías e hipótesis; fuentes de
información; y cuadros que explican las propiedades relacionales. Es a través
de esos sistemas de paradigmas que los hechos son captados o aprendidos
de modo sistemático, teniendo un objetivo definido. Por eso se dice que el
conocimiento científico está constituido por sistemas. En ese sentido, los
resultados obtenidos pueden ser tomados como conclusiones ciertas, a
propósito de condiciones más o menos amplias y uniformes, sobre las cuales
ocurren varios tipos de acontecimientos. (Ferrari A. T., 1989)

e. El conocimiento científico empírico es acumulativo, porque existe un proceso


de acumulación selectivo de conocimiento. Es así que los nuevos
conocimientos tienen la tendencia de sustituir los antiguos conocimientos,
los más recientes se acumulan a las experiencias anteriores, dando como
resultados nuevas situaciones, condiciones o realidades.

f. El conocimiento científico empírico es falible, porque no es definitivo,


absoluto o final. En la medida en que la ciencia progresa, nuevos
conocimientos surgen, de forma tal que las teorías actualmente aceptables
podrían en un futuro próximo o remoto no ser admitidas como tales. (Ferrari
A. T., 1989)

g. El conocimiento científico empírico es verificable, porque solamente es válido


cuando pasa por la prueba de la experiencia (en el caso de las ciencias
empíricas) o de la demostración (en el caso de las ciencias formales) En
cuanto no son comprobadas las hipótesis deducidas de la investigación no
pueden ser consideradas científicas. Entre tanto, hay ciencias fácticas que
no posibilitan la experimentación. Es el caso, por ejemplo, de la Astronomía.
Tales ciencias, en tanto, alcanzan suficiente exactitud en sus formulaciones,
de forma que dispensan la necesidad de recurrir a una comprobación
experimental. “Por eso se dice que la ciencia fáctica es objetiva (o empírica),
en el sentido de que la comprobación de sus formulaciones comprende la
experimentación; mas eso no quiere decir que toda la ciencia fáctica sea
necesariamente experimental. (Galiano, 1979)

h. El conocimiento científico empírico es explicativo, porque la ciencia trata de


explicar los hechos reales en términos de leyes, y las leyes de la realidad en
términos de principios. Ese aspecto ha dado lugar a ciertas controversias,
puesto que un grupo de investigadores alega que el objeto de la ciencia no es
explicar los fenómenos de la naturaleza, a más de describirlo, otro grupo se
pronuncia en el sentido de que la ciencia para ser ciencia debe poseer el
predicado de la explicación. Conforme a las ponderaciones de Galiano, los
científicos no se limitan a describir detalladamente los hechos. SU objetivo
es ofrecer respuestas a las indagaciones y a los porqués. Todavía conforme
al autor, antiguamente se acreditaba que explicar científicamente era
exponer la causa de los hechos. En tanto, hoy se reconoce que la explicación
causal de los hechos es apenas uno de los tipos de explicación científica.

i. El conocimiento científico empírico es predictivo, porque la ciencia se ocupa


de lo probable, al contrario de la religión y de la metafísica, que se ocupan
de lo absolutamente cierto. De modo que la ciencia actúa dentro del plano
de lo previsible. Tiene la función de pronosticar, entre tanto, esperando que
ese pronóstico, haya sido construido basado en la inducción probabilística,
calculando inclusive el margen de error en que puede ocurrir el fenómeno.
La predicción, sin duda, es uno de los aspectos más importantes de la
ciencia. Ella se basa en informaciones específicas, fidedignas y validas,
referentes a la realidad actual o pasado. La predicción en la realidad, es una
posibilidad de que puede ocurrir algo. (Ferrari A. T., 1989)

j. Por último, el conocimiento científico empírico es útil, porque la misión de la


ciencia no se restringe apenar a conocer la realidad, los hechos y como se
dan los fenómenos, más también su utilidad se dirige para una mejoría del
mundo, de la sociedad y de la calidad de vida de las personas. Antes del
advenimiento de la tecnología, la ciencia era restrictiva al conocimiento de la
realidad, con todo “debido a la victoria de la técnica es que se concibió el
conocimiento como medio para cambiar el mundo, la sociedad, etc.” (Ferrari
A. T., 1989)
1.7. Objeto y objetivos de la ciencia

Los objetos de las ciencias formales son ideales, su método es la deducción, y su


criterio de verdad es la consistencia así como la no contradicción de sus enunciados.
Todos sus enunciados son analíticos, esto es, deducidos de postulados o teoremas. En
cuanto a los objetos de las ciencias fácticas son materias, su método es la observación,
la experimentación y en segundo lugar, también, la deducción. El criterio de verdad es
la verificación. En ese caso sus enunciados son predominantemente sintéticos, también
existen enunciados analíticos. En cuanto a los objetivos de la ciencia, según Trujillo
Ferrari figuran la posibilidad de mejorar el conocimiento, descubrir nuevos hechos o
fenómenos, aprovechamiento espiritual, aprovechamiento material del conocimiento y
establecimiento de control sobre la naturaleza. (Vera, 1979)

a. La ciencia aumenta o mejora el conocimiento: La ciencia tiende a


aumentar el conocimiento o mejorar la comprensión acerca de los fenómenos
ya conocidos. En la medida en que las investigaciones científicas son
ampliadas, van siendo incorporados a los nuevos conocimientos científicos.
b. Descubrir nuevos hechos o fenómenos: La ciencia tiene por finalidad
descubrir nuevos hechos o fenómenos, o todavía nuevas realidades, como en
el caso de los conocimientos adquiridos a partir de las investigaciones
científicas en el campo de la biología y de la genética. Tales fenómenos
precisan ser descritos. Su finalidad es convertirlos inteligibles. Considerando
que el hombre es dotado de una curiosidad natural, para la descripción y
comprensión de los hechos, cosas y procesos siempre comienzan por una
cuidadosa observación. Por eso el punto de partida de todo el estudio
científico debe ser la observación. Es el medio utilizado para verificar o
validar tales conocimientos.
c. Aprovechamiento espiritual: Otro objetivo de la ciencia es el
aprovechamiento espiritual del conocimientos, cuya finalidad es la supresión
de los “misterios” de los falsos milagros, de las “supersticiones”, etc.
d. Aprovechamiento material del conocimiento: Se refiere a las nuevas
posibilidades de la ciencia en traer beneficio para la sociedad. Como por
ejemplo, en el sufrimiento del hambre, al extirpar el sufrimiento, al eliminar
dolencias y la muerte prematura de los seres humanos, la conservación de
aquellos seres que son controlados por el hombre, como animales, vegetales,
etc. Así como a las invenciones de maquinas, instrumentos, equipamientos
que permiten traer beneficios tanto al hombre como a otras formas de vida.
e. Establecimiento de control sobre la naturaleza. El último objetivo de la
ciencia es establecer cierto tipo de control práctico de la naturaleza.
Observando la realidad es posible tener control sobre el ambiente físico,
sobre los animales, vegetales, en la agricultura, en la pecuaria, en el campo
social y en las diversas áreas del conocimiento humano. En ese sentido, el
objetivo pragmático de la ciencia es el de prever y posibilitar cierto tipo de
control para que los efectos sean evitados o minimizados.

1.8. ¿Qué es conocer?

“Conocer es establecer una relación entre la persona que conoce y el objeto que
pasa a ser conocido” Existen dos formas de conocer un objeto y de “apropiarnos”
mentalmente de él: “Una es mediante nuestros sentidos, a través de nuestra
sensibilidad física; y otra es mediante nuestro pensamiento, a través de nuestro
cerebro”. Esa última forma es puramente intelectual, es así que sin cualquier
información de la visión, audición, olfato, paladar o tacto, se puede conocer una idea,
un principio o una ley. (Galiano, 1979)

Por eso, no siempre esas formas de adquirir el conocimiento – sensible e


intelectual – ocurren aisladamente. En el ser humano pueden existir,
concomitantemente diversas formas de conocimiento dependiendo de la manera como
se pretende interpretar el mundo. Dependiendo de la complejidad de comprensión de la
realidad, para apropiarse de ella se debe aceptar diversos tipos de conocimientos, siendo
cada uno subordinado al tipo de apropiación que se hace de la realidad. Existen cuatro
tipos de conocimientos: popular o vulgar, religioso o teológico, filosófico y científico. Es
oportuno examinas cada uno de ellos, pues existen características específicas que los
diferencian.

1.9. Tipo de conocimientos

a. Popular: Conocido también como vulgar, empírico o de sentido común,


es lo que todas las personas adquieren en la vida cotidiana, o acaso, basado
en la experiencia vivida o transmitida por alguien de generación en
generación. En general resulta de repetidas experiencias casuales de
aciertos y errores, sin observación metódica y sin verificación sistemática.
El hecho que el conocimiento popular sea de nivel muy inferior al científico,
no debe ser menospreciado, el constituye la base del saber y ya existía
mucho antes que el hombre imaginara la ciencia de hoy en día. En relación
a las características del conocimiento vulgar: es valorativo porque se
fundamenta en una selección operada en base a los estados de ánimo y
emociones, es reflexivo porque está limitado por las informaciones del objeto
y no puede ser reducido a una formulación general, es asistemático porque
no se basa en organización metódica; es reflexivo porque no puede ser
reducido a una formulación general: es verificable porque se puede observar
permanentemente; y es falible e inexacto, porque se conforma con la
apariencia y como es que se ha oído decir respecto al objeto. (Marconi &
Lakatos, 2007)

b. Teológico. El conocimiento teológico o religioso “es producto de la fe


humana en la existencia de una o más entidades divinas. El provee de las
revelaciones del misterio, de lo oculto, por algo es interpretado como
mensaje o manifestación divina” Manifestaciones que son transmitidas por
tradición, acumuladas a lo largo de la historia o a través de escritos
sagrados. (Galiano, 1979)

Ese tipo de conocimiento es totalmente absoluto, pues todo es explicado por


la fe o revelación divina. En ese caso, la adhesión del creyente a una
supuesta verdad se da por el acto de fe. Sus características son: es valorativo
porque se apoya en doctrinas sagradas; es inspiracional porque las
posiciones de lo que se cree son transmitidas sobrenaturalmente, es un
conocimiento sistemático del mundo porque el origen, el significado, la
finalidad y el destino son obras de un creador; no es verificable porque sus
evidencias no son pasibles de verificación. Es infalible porque no se
cuestiona y sus verdades son indiscutibles.

c. Filosófico. El conocimiento filosófico tiene por origen la capacidad de


reflexión del hombre por instrumento exclusivo, o raciocinio. “Como la
ciencia no es suficiente para explicar el sentido general del universo, el
hombre intenta esa explicación a través de la filosofía. Filosofando, el
traspasa los límites de la ciencia para comprender o interpretar la realidad”.
(Galiano, 1979)

También mediante la filosofía se establece una concepción general del


mundo. Este tipo de conocimiento es valorativo, pues su punto de partida
consiste en hipótesis. Las hipótesis filosóficas se basan en la experiencia.
Por lo tanto ese conocimiento emerge la de experiencia y no de la valoración.
De ahí que la verificación de los enunciados filosóficos no serían
confirmados ni refutados, lo que no ocurre con las hipótesis dentro del
campo de la ciencia.

El conocimiento científico es racional, pues los hechos son lógicamente


relacionados. Ese conocimiento surgió aproximadamente entre los siglos VII
y VI antes de Cristo, momento en que hubo la necesidad de separar las
explicaciones místicas y religiosas de las explicaciones dadas por la razón
pura, de forma que la filosofía usa la razón y la intuición intelectual como
fuente de sabiduría para cuestionar y explicar los problemas de la
naturaleza y del hombre.

El conocimiento filosófico es sistemático porque las hipótesis y enunciados


son elaborados de forma organizada; no es verificable, pues los enunciados
de las hipótesis filosóficas, al contrario de lo que ocurre en la ciencia, no
pueden ser confirmados o refutados. Por último es infalible y exacto, puesto
que sus postulados así como sus hipótesis, no son sometidos a
experimentación. Por eso el conocimiento filosófico se caracteriza por la
forma de la razón pura.

d. Científico. Frente al vertiginoso progreso de la científico, se torna cada vez


más necesario conocer las características del conocimiento científico. Como
afirma Nelkin (1995) en general los ciudadanos no detentan las
informaciones necesarias para interpretar lo que leen sobre las noticias
científicas vinculadas en el día a día. Si de un lado las noticias provocan
espanto, por otro, son concebidas como verdaderas e incontestables.
(Nelkin, 1995)

Es indispensable hacer dos esclarecimientos: primero, para ser científico el


conocimiento precisa ser delimitado. El asunto que se desea investigar
precisa ser bien caracterizado y ser resultado de la investigación sistemática
de la realidad por demostración o experimento; segundo, que los métodos
de investigación sean adecuados al estudio. Pues el método en investigación
significa la selección de los procedimientos sistemáticos para la descripción
o explicación de los fenómenos. Por lo tanto, cualquier trabajo científico debe
ser planeado y ejecutado de acuerdo con las normas requeridas por cada
método de investigación. Esas dos características son lo que diferencian el
conocimiento científico de los demás tipos de conocimientos.

Es preciso todavía destacar las características básicas del conocimiento


científico:

a. Trasciende los hechos: En cuanto el conocimiento vulgar registra la


apariencia de los hechos y se fija en ella, el conocimiento científico
analiza los hechos, descubre sus relaciones con otros hechos, además
de explicar.
b. Es factual, real o analítico: Cuando estudia un hecho, la ciencia trata
de analizarlo, por eso es necesario descomponer el todo en partes.
c. Es general: No existe ciencia de lo particular. La ciencia, no está
interesada en objetos individuales o en grupos individuales de objetivos.
d. Es sistemático: Toda ciencia está constituida de un sistema de ideas
interrelacionadas lógicamente. El conocimiento científico es sistemático
porque contiene: sistemas de referencia que son modelos fundamentales
de definiciones construidas sobre la base de conceptos; teorías e
hipótesis; fuentes de información; cuadros que explican las propiedades
relacionales.
e. Es verificable o explicativo: Fundamentalmente la ciencia trata de
explicar los hechos reales en términos de leyes, y las leyes de la realidad
en términos de principios. Es verificables en el caso de las ciencias
empíricas o demostrables, en el caso de las ciencias formales. La
verificación consiste en “testar” la consistencia de ser empíricamente
valida o probable una afirmación, hipótesis, dato o teoría. De modo que
las hipótesis precisan ser confirmadas por las observaciones o refutadas.
f. Es Falible o predictiva: El conocimiento científico es falible porque no
es definitivo, absoluto o final. En la medida que la ciencia avanza, surgen
el conocimiento, de forma tal, que las teorías y conocimientos ahora
tenidas como aceptables, podrían en un futuro no ser admitidas como
tales.
g. Requiere exactitud: Teniendo en cuenta que el conocimiento vulgar es
habitualmente impreciso, el conocimiento científico se esfuerza al
máximo para ser exacto, claro y preciso. Como sus formulaciones están
constantemente siendo sometidos a prueba de experiencia y de la
verificación, la exactitud y la claridad son requisitos indispensables.
(Galiano, 1979)
En resumen, tales características se constituyen de una gama de hechos, que es
un producto de un análisis imparcial, pasible de verificación, demostración y de
comprobación por medio de métodos científicos. Por lo tanto, en la ciencia, los métodos
constituyen los instrumentos básicos que ordenan el pensamiento en sistemas, trazan
de modo ordenado la forma de proceder del científico a lo largo del camino para alcanzar
los objetivos preestablecidos. (Ferrari A. T., 1974)
De donde se deduce que el método “es nada más que la lógica aplicada a la
ciencia” (Haddad, 2004)

1.10. Corrientes Filosóficas

Una vez presentadas las principales cuestiones conceptuales acerca del


fenómeno ciencia, los diversos tipos de conocimientos y sus características específicas,
llega el momento de hacer un breve abordaje sobre las corrientes filosóficas que estas
más asociadas a la percepción del conocimiento. Partiendo del principio de que ninguno
desarrolla una investigación sin el apoyo de alguna concepción teórica que oriente sus
pasos, resta preguntar: ¿De dónde se originan las corrientes filosóficas que confieren
validez al conocimiento?

Desde los primeros filósofos había una preocupación sobre el origen del mundo.
Poco a poco se pasó a indagar lo que era el propio Kosmo, con el origen de las cosas,
como nuestra capacidad de conocer por medio de los sentidos, de la experiencia, de la
razón, e como se puede alcanzar la “verdad”. Esta “verdad” tiene origen en las diversas
formas de adquisición del conocimiento, este, a su vez, tiene varios puntos de partida:
desde la simple observación imparcial, experiencia con hechos o fenómenos o apoyados
en distintas corrientes y teorías. Hoy, existen diferentes premisas que legitiman
aprehensión del conocimiento, algunas por vez, se oponen entre sí.

John Locke (1632-1704) por ejemplo en oposición a las ideas racionalistas, ya


afirmaba en su obra “El ensayo sobre el entendimiento humano” publicada en 1690,
que todo saber humano proviene en última instancia, de la experiencia sensible o
empírica o sea: “Todo nuestro conocimiento esta en ella fundado (en la experiencia) y de
ella deriva fundamentalmente el propio conocimiento.

Empleada tanto en los objetivos sensibles externos como en las operaciones


internas de nuestras mentes, que son por nosotros percibidas y reflejadas, nuestra
observación suple nuestros entendimientos con todos los materiales del pensamiento.
De esas dos fuentes de conocimientos fluyen todas nuestras ideas, o lo que posiblemente
tendremos” (Locke, 1973)

a. Racionalismo

La historia del racionalismo comienza con Platón, cuya teoría de la autonomía


de la razón se convirtió en un tema repetido del neoplatonismo y en el idealismo.
Después, San Agustín (354-430) crea una filosofía que, por primera vez, da soporte
racional al cristianismo. En ella defendía la tesis de que el conocimiento procede de la
razón humana o de la iluminación divina.
Las verdades y los conceptos supremos son irradiados por Dios para nuestro
Espíritu, lo que también se caracteriza como racionalismo.

Posteriormente otra forma de racionalismo surge en la edad moderna, se trata


de las teorías de las ideas innatas, propuesta por René Descartes (1596-1650), Baruch
Spinoza (1632-1677) y Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716) a pesar de existir algunas
divergencias entre las ideas de estos filósofos, ellos admiten que el criterio de verdad no
es sensorial, mas si intelectual y deductivo. Son innatos apenas ciertos conocimientos,
aquellos fundamentales, que en verdad, es la razón. Se privilegia por tanto la razón
como la fuente del conocimiento, Solo ella produce los verdaderos conocimientos, que
serían aquellos universalmente válidos y lógicamente coherentes, como por ejemplo
“pienso luego existo” la más famosa de las ideas innatas cartesianas.

Descartes, considerado el mayor exponente del racionalismo, distingue tres tipos


de ideas innatas: Ideas adventicias (aquellas venidas de afuera) ideas ficticias (aquellas
creadas por la imaginación i fantasía); e ideas innatas (aquellas que no podrían derivar
de la experiencia sensorial porque ya nacemos con ellas). Las ideas innatas son
enteramente racionales y la razón es la luz de la ley natural innata. Esas ideas son
“asignadas por el Creador en el Espíritu de las criaturas racionales” que permiten
conocer la verdad. (Chaui, 1998)

b. Empirismo

La palabra empirismo viene del griego empeira que significa “experiencia”


sensorial. Los principales defensores de esa corriente de pensamientos son los filósofos
provenientes de las ciencias naturales, como John Locke (1632-1704), Berkeley (1685-
1753) y David Hume (1711-1776). Ellos sostienen que todas nuestras ideas son
provenientes de las percepciones sensoriales. En cuanto el racionalismo desprecia el
papel de los sentidos en el conocimiento, el empirismo reconoce que las impresiones
son adquiridas por el contacto de los sentidos con el mundo exterior. Todos nuestros
conceptos, incluyendo los más generales y abstractos derivan de la experiencia. La
experiencia sensible externa e interna constituye la fuente única, directa o indirecta del
conocimiento.

El empirismo apela a la experiencia como criterio o norma de verdad y que por


eso considera a la palabra “experiencia” en su significado. Esta corriente se caracteriza
por lo siguiente: Niega el carácter absoluto de la verdad, que es accesible al hombre; y
reconoce que toda verdad puede y debe ser puesta a prueba, luego, eventualmente
podría ser modificada, corregida o abandonada. (Abbagnano, 2007)

En cuanto a los recursos metodológicos, si bien es cierto que la concepción


cartesiana privilegia la deducción como forma de demostración de la verdad, en el
empirismo el método básico es la inducción. Lo que significa aceptar las
generalizaciones solamente después de haber constatado los casos concretos, o sea,
después de la observación. Observación empírica seria, por tanto, el criterio utilizado
para llegar o no a lo que sería científico. (Bunnin & James, 2002)
c. Positivismo

El positivismo, sin duda, no surgió en Francia en el comienzo del siglo XIX con
Augusto Comte (1798-1857) sin embargo es el principal representante y sus raíces
vienen desde la antigüedad. Entre tanto, las bases sistematizadas están seguramente
en los siglos XVI, XVII, y XVIII con Bacon, Hobbes y Hume, especialmente.

En relación a la evolución de esta corriente filosófica, a partir del pensamiento


de Comte en el libro “curso de filosofía positiva” publicado en 1930, se pueden distinguir
tres fases o momentos: La primera fase, denominada “positivismo clásico” tiene sustento
en una gran ley fundamental “ley de los tres estados” Esa ley consiste en que cada una
de nuestras concepciones principales, cada rama de nuestros conocimientos, pasa
sucesivamente por tres estados históricos diferentes: estado teológico o ficticio, estado
metafísico o abstracto y el estado científico o positivo. (Comte, 1978)

La segunda fase, en el final del siglo XIX e inicios del siglo XX e “empirismo
criticismo” de Avenarius (1846-1896) e Mach (1838–1916). En la Alemania el panorama
filosófico del positivismo iniciado por Comte en Francia, se hacía presente por medio de
la obra de estos autores. Sobre las ideas básicas de esa concepción sobresale el nombre
de Emmanuel Kant. El criticismo procuro valorizar los papales esenciales de la
experiencia y de la razón en la formación del conocimiento. Kant cuestiona, en su obra
Crítica de la razón pura, si es posible una “razón pura independiente de la experiencia.
De ahí su método es conocido como criticismo. En la primera parte de la “introducción”
de esa obra hace la siguiente afirmación: “en el tiempo, pues ningún conocimiento
precede a la experiencia, todos comienza por ella”.

La tercera fase, denominada del neopositivismo, comprende una serie de


matices, entre los cuales pueden ser anotados el positivismo lógico y el empirismo lógico.
Esta fase se destacó por haber sido uno de los movimientos más importantes de la
primera mitad del siglo XX.

Sus representantes están estrictamente vinculados al Círculo de Viena. La


característica fundamental de esta corriente es la reducción de la filosofía al análisis
del lenguaje. En ella pueden ser distinguidas dos tendencias fundamentales: lenguaje
científico y común. En líneas generales, algunas concepciones sobre el que se basa el
propio positivismo están vinculadas a la repulsa total de la metafísica, no por creer que
el conocimiento metafísico deba ser rechazado porque sea falso, más porque sus
proposiciones carecen de significados. Esa es una de las muchas diferencias que se
pueden establecer entre el neopositivismo y el positivismo clásico.

d. Fenomenología

El término "fenomenología" procede del griego “jainomena”, que significa lo que


se muestra o aparece. El fenomenólogo dice que “hay que llegar a las cosas mismas y
analizar lo que aparece”. Superando estériles discusiones sobre la teoría del
conocimiento, de finales del siglo XIX, la filosofía ha de volverse a lo que aparece, a lo
que se da sin ninguna duda y que es el fenómeno. La fenomenología es la ciencia de los
fenómenos.
En primer término, fenómeno es todo aquello que aparece en la experiencia.
Puede tratarse de la experiencia externa, (casas, plantas, vehículos), y de la experiencia
interna (deseos, temores, percepciones, deducciones) al percibir lo que ocurre "en
nosotros". En ambos se da algo “fenomenológico". Recordando el triángulo platónico, se
podría tener una impresión de que Husserl tiene aquí ante los ojos únicamente la
sensibilidad y que pretende entender la fenomenología como una ciencia empírica.

En la fenomenología se trata de analizar los fenómenos de tal modo que las


esencias ideales y los contenidos esenciales se convierten en objetos dados. El objetivo
de la fenomenología es un sistema puro (formal y material) de contenidos esenciales,
que abarca a todas las disciplinas filosóficas. De ahí que a la filosofía fenomenológica
se la denomina filosofía esencial. Las ciencias filosóficas son ciencias eidéticas (ciencias
esenciales) en oposición a las ciencias empíricas (ciencias de los hechos). Pese a sus
pocos seguidores, los grandes fenomenólogos han enriquecido generosamente la
filosofía actual: sus múltiples y cuidadosos análisis brindan un material muy
abundante a casi todas las disciplinas filosóficas. La exactitud con que han sabido
aplicar su método contribuyó a agudizar la visión del dato fenoménico.

e. Materialismo

Este término fue utilizado por primera vez por Robert Boyle en su obra publicada
en 1674 intitulada “The Excellence and Graunds os the Mechanical Philosophy” que en
general designa toda doctrina que atribuye causalidad apenas a la materia. Concepción
filosófica por lo tanto, que afirma no existe otra substancia además de la materia. Esto
es, solo la materia es real. Ella es la primera y última de cualquier ser, cosa o fenómeno
del universo. En la filosofía marxista, materia designa todo lo que existe objetivamente,
esto es, se refiere a “una categoría filosófica para designar la realidad objetiva que es
dada al hombre mediante sus sensaciones, que es copiada, fotografiada, reflejada por
nuestras sensaciones, existiendo independientemente de ellas”.

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