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DIRECCIÓN ACADÉMICA

Formato de entrega de evidencias


FO-205P11000-14

División: (1) Ingenieria en Tecnologias de la Informacion y Comunicaciones Grupo: (2) 1061-V


Asignatura: (3) Programación Web Docente: (4) Verónica Cruz Olivares
Gómez Hernández Brayan Israel
Chimal Hernández Israel
Nombre y número de control: (5) Hernández Álvarez Selene Guadalupe
Escobar Nuñez Luis Rogelio
Vargas Esquibel Jonathan Israel
Fecha de entrega: (6)
Competencia No.: (7) Descripción: (8)
Indicador de alcance: (9)
Evidencia de aprendizaje: (10)

Computo en la nube

La computación en la nube se está convirtiendo en el estilo de diseño dominante


para nuevas aplicaciones y para la adecuación de una gran cantidad de
aplicaciones ya existentes, facilitando y flexibilizando los despliegues tanto de
infraestructuras, como de herramientas y componentes para el desarrollo ágil de
aplicaciones y servicios.

Una nube híbrida es un entorno TIC donde se combinan una o varias nubes
públicas y privadas, con uno o varios entornos TIC locales u "OnPremise", de
forma que se permita que se compartan datos, aplicaciones y servicios de forma
transparente y segura entre todos estos entornos.

El origen de la computación en la nube tiene su germen en la virtualización, una


capa de abstracción que añadida sobre los activos y recursos físicos de
Tecnologías de la información (IT) que permite enmascarar su naturaleza física a
los usuarios.
En los sistemas de virtualización tradicional a través de esta capa de abstracción
se conseguía “particionar” los sistemas originales en sub-sistemas equivalentes, o
bien crear varias “instancias lógicas” de los mismos.

Las primeras patentes de virtualización de arquitecturas x86 (las más extendidas


en la actualidad) fueron registradas por VMWare a finales de los años 90 y
comenzaron su auge en el año 2000.

Estas primeras tecnologías de virtualización fueron evolucionando hacia


arquitecturas empresariales que permitieron ir desligando “activos lógicos” de sus
“contenedores físicos”. Paulatinamente, se comenzaron a “virtualizar” los
componentes menos críticos de las infraestructuras IT y de los sistemas de
información corporativos, para gradualmente virtualizar el resto de activos y
sistemas de información. Esta virtualización no solamente eliminaba las
dependencias del software del hardware, sino que facilitaba, flexibilizaba y
agilizaba todas las operaciones relacionadas con las infraestructuras. Así, permitía
un mejor aprovechamiento de los recursos físicos al “multiplexar” varios sistemas
virtuales sobre los recursos físicos disponibles, y mejoraba la disponibilidad y
seguridad al permitir reubicar las instancias virtuales de forma automática en caso
de fallo en otros recursos físicos.

La primera plataforma pública de computación en nube surgió sobre el año 2006,


cuando Amazon comenzó a trabajar en una plataforma de comercio electrónico
con el objetivo de utilizarla como plataforma de colaboración con otras empresas
de su sector. Unos años más tarde, en 2010, Microsoft, desarrollaría y
comercializaría su propio producto, Azure. También, ese mismo año, gracias a una
colaboración entre la NASA y RackSpace, se lanzó también una iniciativa Open
Source conocida como OpenStack, que a día de hoy está considerada como un
estándar de facto sobre el que se basan muchas de las tecnologías de
computación en nube actuales.
La virtualización y la aparición de estas tecnologías dio paso a que proveedores
tradicionales de servicios de Internet adoptasen el uso de software de
computación en nube para aumentar su catálogo de servicios y convertirse en
proveedores de aplicaciones.

Esto desembocó en un aumento exponencial de la demanda de cargas de trabajo


al ser capaces de industrializar, agilizar y facilitar la provisión masiva de servicios
IT a sus clientes a través de internet.

De esta forma, los sistemas de información comenzaron a transformarse para


adaptarse a este nuevo tipo de arquitecturas y empezaron a escalar
horizontalmente de forma masiva, repartiéndose y clonándose los componentes
de los sistemas de información entre múltiples activos virtuales.

Al estar estos activos virtuales repartidos y segregados entre múltiples activos


físicos, perdía importancia la fiabilidad y disponibilidad de las infraestructuras
físicas debido a este proceso de deslocalización.

La paulatina incorporación de herramientas de gestión adecuadas para administrar


y operar este tipo de tecnología, evolucionaron hacia la “orquestación”, tecnología
que facilita, automatiza y monitoriza el despliegue y explotación de recursos y
activos en forma de servicios (y autoservicios) TI.

Tipos actuales de computación

Hay tres tipos principales de servicios de informática en la nube:

 Infraestructura como servicio (IaaS): acceso a almacenamiento y


capacidad de cómputo. Es la categoría más básica y permite “alquilar”
infraestructura de IT de un proveedor de servicios en la nube (servidores y
máquinas virtuales, almacenamiento, redes y sistemas operativos).
 Plataforma como servicio (PaaS): ofrece a los desarrolladores
herramientas para crear y hospedar aplicaciones web. Está diseñado para
dar acceso a los usuarios a los componentes que necesitan para desarrollar
y utilizar con rapidez aplicaciones web o móviles, sin preocuparse por
configurar y administrar la infraestructura de servidores, almacenamiento,
redes y bases de datos subyacentes.

 Software como servicio (SaaS): método de entrega de aplicaciones de


software donde los proveedores de servicios en la nube hospedan y
administran de forma integral las aplicaciones. Facilita tener la misma
aplicación en todos sus dispositivos a la vez porque toda la inteligencia y
datos de aplicación están alojados en la nube.

Inicialmente todos estos servicios de computación en la nube eran ofrecidos por


sus fabricantes a través de internet (nube pública), si bien los proveedores
empezaron a ofrecer su tecnología de nube de forma que pudiese ser instalada
sobre infraestructura física privada para que los clientes pudiesen optar por
desplegar su propia nube privada facturándolos bien en modalidad pago por uso, o
bien mediante costes fijos en función de la capacidad asignada.

La nube híbrida

Una nube híbrida es un entorno TIC donde se combinan una o varias nubes
públicas y privadas, con uno o varios entornos TIC locales u "OnPremise", de
forma que se permita que se compartan datos, aplicaciones y servicios de forma
transparente y segura entre todos estos entornos. Las organizaciones pueden
mantener las aplicaciones y datos críticos para la compañía en infraestructuras
locales protegidas a la vez que pueden obtener la flexibilidad y la capacidad que
ofrecen las nubes públicas o privadas para el escalado de la capacidad TIC.
Estos entornos híbridos permiten también la deslocalización de aplicaciones o
servicios específicos, de forma que si estos deben comunicarse con los sistemas
corporativos pueda securizarse esta comunicación. A estos efectos es
imprescindible implementar unos servicios híbridos de mensajería que permitan
una integración segura y transparente entre todos los entornos, a la vez que se
fomente el desacoplamiento entre diferentes servicios y aplicaciones.

En la actualidad, los servicios en la nube se han convertido en una parte integral


de todas las estrategias de TI y la adopción de esta tecnología convive con los
sistemas alojados de manera privada. Según Gartner, el mercado de nube publica
IaaS creció un 31% en 2016 (22,1 billones de $ desde los 16,8 billones de $ en
2015).

Es previsible que para el año 2020 exista más capacidad de computación


desplegada en la nube pública que en los Datacenters privados. También se
espera que en 2021 el 70% de la nube publica este gestionada por los 10
principales proveedores.

Recomendaciones para diseñar una arquitectura TI empresarial

Un beneficio clave de la infraestructura de nube pública como un servicio (IaaS) y


la plataforma como servicio (PaaS) es acercar las aplicaciones a los clientes para
permitir una mejor experiencia de usuario. También se está explotando la
computación en la nube privada, especialmente en aquellos entornos donde la
propiedad intelectual, el control, las preocupaciones regulatorias o de
cumplimiento normativo, la seguridad, el rendimiento y el coste de la prestación
del servicio son elementos clave.

En tales casos, las nubes privadas se ejecutan en las instalaciones propias o de


un proveedor de hospedaje que ofrezca su infraestructura física en exclusiva,
pudiendo ofrecer beneficios similares a la computación en la nube pública.
La computación en nube híbrida implica una integración significativa entre los
entornos interno y externo en las capas de datos, procesos, administración y
seguridad. A día de hoy, los principales fabricantes de plataformas de
virtualización tradicional también ofrecen una integración nativa con las nubes
públicas más relevantes y gestión de las mismas desde sus propias herramientas
de administración.

Según Gartner, estas son las principales recomendaciones a día de hoy, a la hora
de diseñar una arquitectura IT empresarial:

 Utilizar un enfoque que permita crear una estrategia en la nube que ofrezca
flexibilidad para las necesidades actuales del negocio, a la vez que respalde
la innovación para las necesidades futuras, y la integración con los sistemas
de información actuales de la compañía.

 Desarrollar un marco de decisión estructurado que identifique casos de uso


potenciales para la computación en la nube, analizando los beneficios y
desafíos para cargas de trabajo de aplicaciones específicas.

 Evaluar si la empresa debe construir sus propias capacidades de


infraestructura de nube privada como servicio (IaaS) o plataforma como
servicio (PaaS) y de qué manera.

 Asumir que la empresa utilizará servicios en la nube de fuentes internas


(nube privada) y externas (nube pública) de múltiples proveedores, y que se
crearán procesos de seguridad, administración y gobierno para este entorno
de nube híbrida.
 Crear una estrategia multifacética para determinar cuándo volver a alojar,
reescribir, reconstruir o reemplazar aplicaciones ofrece valor, y cómo se
pueden generar nuevas aplicaciones usando principios de diseño
optimizados para la nube y nativos de la nube.

 Reconocer que la computación en la nube representa el modelo de mejores


prácticas para crear servicios escalables de clase web para la entrega de
aplicaciones, contenido o funciones de procesos comerciales a socios y
clientes.

 Crear un centro de datos híbrido y ágil incorporando servicios simplificados


de aprovisionamiento y con capacidades elásticas en cuanto sea posible.

Es importante adicionalmente gestionar a los proveedores de servicios en la nube


de la misma forma que al resto de proveedores de servicios externos, acentuando
el foco en los niveles de servicio y no solo en los precios.

La gestión de costes es además uno de los aspectos de la computación en nube


que debe aún mejorarse, sobre todo en la modalidad de pago por uso, ya que, si
bien es relativamente sencillo realizar un cálculo de costes por consumo en tiempo
de procesamiento o en capacidad de almacenamiento, en muchos casos algunos
costes relacionados con algunos consumos no son muy transparentes (tráfico de
datos, demanda de E/S en almacenamiento…).

Según datos de IDC, en más de la tercera parte de los casos, los costes
operativos fueron superiores a los inicialmente previstos en los casos de negocio
iniciales, por lo que la migración tecnológica a la nube debería ir siempre
acompañada de un proceso de transformación de los procesos operativos que
aporte un mayor control económico, especialmente en aquellos casos en los que
se combinan la elasticidad de los recursos y el pago por uso de los mismos.
La computación en la nube se está convirtiendo en el estilo de diseño dominante
para nuevas aplicaciones y para la adecuación de una gran cantidad de
aplicaciones ya existentes, facilitando y flexibilizando los despliegues tanto de
infraestructuras, como de herramientas y componentes para el desarrollo ágil de
aplicaciones y servicios. Este paradigma está directamente relacionado con las
metodologías ágiles de desarrollo, la construcción de microservicios, y es una de
las palancas más determinantes en la transformación digital. Se estima que, en un
par de años, cualquier estrategia TI relacionada con nuevas iniciativas que no esté
basada en computación en la nube, requerirá justificación en más del 30% de las
grandes empresas.

El desarrollo de arquitecturas híbridas que permitan la convivencia e integración


de nuevos e innovadores servicios digitales que demande el negocio para su
diferenciación (ubicados en nubes públicas o privadas en función de su criticidad,
elasticidad y versatilidad), con las aplicaciones y sistemas tradicionales que dan
soporte a los datos, aplicaciones y procesos ya existentes de la compañía, son la
mayor garantía que cualquier departamento de TI puede actualmente ofrecer a su
compañía como soporte a sus procesos de negocio y como palanca de generación
de valor e innovación en su proceso de transformación digital.

La nube le ofrece varias ventajas, algunas de las cuales podrían variar


dependiendo del tamaño y el tipo de empresa que usted gestione, el sector en el
que opere y en qué etapa del proceso de transformación de su empresa se
encuentre.

 En el caso de las empresas emergentes, la nube puede ofrecer un


diferenciador fundamental. Habilita a cualquiera que tenga una idea para
que ponga su negocio en marcha rápidamente con costos iniciales
mínimos.
 La nube permite que las empresas pequeñas y medianas, con recursos
limitados, se beneficien de las mejores funcionalidades informáticas, de
almacenamiento y redes de la industria que, además, podrán escalar bajo
demanda a medida que su organización crezca.

 Las empresas más grandes a menudo se enfrentan a desafíos complejos


para garantizar la disponibilidad y el rendimiento de sitios web con mucho
tráfico y aplicaciones exigentes, así como requisitos de infraestructura que
varían de un departamento a otro. La nube puede ayudar a las empresas a
aumentar su eficiencia operativa, su productividad y su agilidad.

Para contar con todos los datos necesarios para saber si la nube puede ayudar a
su empresa, tenga en cuenta las siguientes ventajas adicionales de la informática
en la nube.

¿Por qué usar el cómputo en la nube?

Control de costos

La nube le permite aprovechar la potencia y el rendimiento de una infraestructura


informática de nivel empresarial sin tener que incurrir en gastos de capital para
administrar y mantener su propio hardware. El modelo de pago por uso también le
permite controlar sus costos.

Mejor seguridad

En un ambiente en la nube, la seguridad es una responsabilidad compartida. Su


proveedor de hospedaje en la nube incorpora resistencia y protección al nivel de la
infraestructura para reducir al mínimo el riesgo de vulneración. Además, puede
ayudarlo a cumplir con los requisitos normativos.
Prepárese para crecer

La nube ofrece a las empresas una manera flexible de adaptarse a la demanda


imprevisible y al crecimiento planificado de una forma más eficiente. También
puede usarse como una plataforma para ofrecer servicios nuevos y acelerar el
tiempo de lanzamiento al mercado.

Dedique sus esfuerzos a innovar

Con la nube ya no tendrá que ocuparse de las tareas de TI y podrá dedicarse a la


administración de su empresa. Use sus recursos para diseñar e implementar
aplicaciones innovadoras y servicios que le permitirán aumentar las ganancias y
diferenciarse de sus competidores.

1. Escalabilidad y elasticidad: tus recursos computacionales no estarán


limitados a una capacidad estática. Con esta funcionalidad de las plataformas en
la nube tus sistemas se adaptarán a la carga a la que están siendo sometidos, por
lo que no se agotará el almacenamiento o la capacidad de computación de tu
aplicación.

2. Independencia entre el dispositivo y la ubicación: ya no son necesarios los


equipos ni las tediosas salas de data centers. La computación en la nube se
caracteriza por la puesta a disposición de consolas de administración y múltiples
ambientes de trabajo que pueden ser accedidas a través de un dispositivo móvil,
tu editor de código favorito o en tu computador, independientemente del lugar en
el que te encuentres ubicado.

3. Seguridad: en la computación en la nube, la seguridad es igual de buena e


incluso puede superar a los sistemas tradicionales. Esto se debe, en parte, a que
los proveedores son capaces de dedicar recursos a la solución de los problemas
de seguridad que muchos clientes no pueden permitirse el lujo de abordar.
El usuario de la nube es responsable de la seguridad a nivel de aplicación. El
proveedor de la nube es responsable de la seguridad física.

4. Costo: los costos se reducen notablemente. Un servidor en la nube convierte


los gastos de capital en gastos de funcionamiento, lo cual tiene como resultado la
reducción de barreras de entrada, ya que la infraestructura se proporciona
típicamente por una tercera parte y no tiene que ser adquirida por una sola vez o
tareas informáticas intensivas infrecuentes.

5. Rendimiento: el rendimiento es una pieza clave en este modelo tecnológico, ya


que todos los recursos están dispuestos para la optimización del resultado final.
Se crean múltiples integraciones para que el usuario esté en capacidad de hacer
un seguimiento permanente e implementar correcciones que permitan obtener aún
más capacidad de los mismos recursos.

6. Mantenimiento: en el caso de las aplicaciones de computación en la nube, este


proceso se reduce a la asignación de personal capacitado para manejar servicios
de seguimiento. La plataforma se encargará de lo demás, ya que el mantenimiento
a los sistemas se puede configurar para que se dé automáticamente. Esto reduce
tiempos de implementación que resulta en que se pueda centrar la atención en la
producción del software.

Cibergrafía
https://www2.deloitte.com/es/es/pages/technology/articles/computacion-nube-hibrida.html
https://www.rackspace.com/es/library/cloud-computing-advantages
https://www.nextu.com/blog/6-caracteristicas-de-la-computacion-en-la-nube

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