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ARTÍCULO DE REVISIÓN

Actualidad de la enfermedad renal


poliquística
Yeinny P. Guatibonza1, Rafael Eduardo Rodríguez2,
Juan Pablo Córdoba3, Ignacio Zarante4

Resumen

La enfermedad renal poliquística (PKD) es una enfermedad genética común que


consiste en la aparición progresiva de lesiones quísticas en los riñones, que remplazan
el parénquima renal, lo que conduce a enfermedad renal crónica terminal. La PKD
tiene dos patrones de herencia: autosómico dominante y autosómico recesivo. La
forma autosómica dominante es más común y menos grave que la autosómica recesiva.
Se conoce que la PKD es causada por mutación en varios loci humanos. La forma
autosómica dominante puede ser causada por mutaciones en dos genes diferentes
(PKD1 y PKD2); en tanto que la forma autosómica recesiva solo tiene un gen causal
(PKHD1). Existen numerosas publicaciones que buscan explicar la fisiopatología de
la enfermedad. Esto refleja un esfuerzo internacional por comprender la naturaleza
de la enfermedad, para desarrollar terapias que eviten la aparición de los quistes o la
progresión de los que ya están instaurados. El objetivo de esta revisión es difundir
el conocimiento que se tiene hasta el momento, acerca de la enfermedad renal
poliquística. Por lo tanto, realizamos un breve recuento de las características clínicas
de la enfermedad y el tratamiento actual disponible.

Palabras clave: enfermedades renales poliquísticas, hipertensión, túbulo, riñón,


genética.

1. Médica residente Genética Médica, Instituto de Genética Humana, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá,
Colombia.
2. Médico internista, nefrólogo, Universidad Nueva Granada, Hospital Militar Central. Director de la Unidad
Renal, Clínica del Occidente, FMC.
3. Médico internista, nefrólogo. Coordinador del Programa Hemodiálisis y Terapias de Aféresis, Unidad Renal,
Hospital Universitario de San Ignacio. Profesor de la Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeriana,
Bogotá, Colombia.
4. PhD en Genética Médica. Profesor del Instituto de Genética Humana, Facultad de Medicina, Pontificia Univer-
sidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

Recibido: 20/10/2011. Revisado: 25/01/2012. Aceptado: 22/05/2012

Univ. Méd. ISSN 0041-9095. Bogotá (Colombia), 54 (1): 53-68, enero-marzo, 2013
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Title: Polycystic Renal Disease: An Update patogénicas de la PKD son el aumen-


to de la proliferación celular tubular, la
Abstract secreción de fluidos y la formación de
Polycystic Kidney Disease (PKD) is a com- quistes a lo largo de la nefrona [1].
mon genetic condition, which is characterized
by gradual appearance of multiple cysts in the En el mundo, esta enfermedad tiene
kidneys; this causes the destruction of renal
parenchyma leading to chronic renal disease.
alta prevalencia y es causa de enferme-
PKD has two patterns of inheritance: autoso- dad renal crónica (ERC) terminal (una
mal dominant and autosomal recessive. The enfermedad de alto costo); por lo tanto,
autosomal dominant form is more common es importante investigar acerca del re-
and less severe than the autosomal recessive. It
is known that PKD is caused by mutation in se-
traso en la aparición de los quistes para
veral human loci. The autosomal dominant form mejorar la calidad de vida de los enfer-
can be caused by mutations in 2 different genes mos, así como disminuir la progresión a
(PKD1 and PKD2). The autosomal recessive ERC estadio V y generar impacto eco-
form has only one causal gene (PKHD1). There
are numerous publications worldwide that seek
nómico en la salud pública y enferme-
to explain the pathophysiology of the disease; dades de alto costo en Colombia.
this reflects an international effort to understand
the nature of the disease, to develop therapies La PKD se produce por mutacio-
to prevent the appearance of cysts or the progres-
sion of those already existent lesions. The objec-
nes en varios loci humanos. La forma
tive of this review is to update the knowledge we autosómica dominante la causan muta-
have so far, about polycystic kidney disease the- ciones en dos genes diferentes (PKD1 y
refore we decided to conduct a brief review of PKD2). El 85 % de los individuos con
the clinical features of disease and the treatment
available today.
enfermedad renal poliquística autosó-
mica dominante (ADPKD) tiene muta-
Key words: Polycystic kidney, hypertension, tu- ciones en PKD1, mientras que el 15 %
bule, kidney, genetic. restante posee mutaciones en PKD2.

Introducción Enfermedad renal poliquística


autosómica dominante
En la enfermedad renal poliquística
(PKD) se desarrollan quistes en el epi-
Prevalencia
telio renal, los cuales van aumentando
de tamaño hasta destruir el parénqui- La ADPKD es la enfermedad renal he-
ma, lo que lleva a falla renal. Esta es reditaria más frecuente y la causa de
una enfermedad multisistémica, bila- ERC terminal hasta en el 10 % de los
teral, de inicio tardío si es autosómica pacientes sometidos a diálisis [2-4]. Se
dominante y de inicio temprano si es ha descrito una prevalencia de 1/800 en
recesiva. Las principales características todos los grupos étnicos y afecta 1/500-

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1/1000 recién nacidos vivos [5-7]. yor tamaño aumenta la longitud y el


Aproximadamente 2700 personas con deterioro en la función renal, hasta que
ADPKD iniciaron terapia de reempla- aproximadamente a los sesenta años de
zo renal en el 2008 en Estados Unidos, edad se alcanza el estadio V de la ERC
junto a 26.000 personas más, diagnos- y, por lo tanto, la necesidad de terapia
ticadas con esta enfermedad que ya se de reemplazo renal. Adicionalmente, en
encontraban en terapia de reemplazo este tipo de enfermedad se observa apa-
renal [8]. La prevalencia de la PKD en rición de quistes en otros órganos como
Colombia se ha determinado mediante hígado, vesículas seminales, páncreas y
la estadística del antiguo Instituto de membrana aracnoides. Además, altera-
Seguro Social (ISS), el cual reporta que ciones vasculares como aneurismas in-
el 4,6 % de los pacientes con ERC esta- tracraneales, dilatación el arco aórtico,
dio IV G4 presentaban PKD [9,10]. disección de la aorta torácica, prolapso
de la válvula mitral y hernias en la pa-
red abdominal [11].
Fisiopatología

La PKD autosómica dominante se ca- Las manifestaciones clínicas están


racteriza por aparición progresiva de directamente relacionadas con el tama-
quistes en el epitelio tubular renal, con ño de los quistes y el grado de afecta-
incremento gradual en número y tama- ción renal por estos. El volumen de los
ño, que da como primera manifestación quistes aumenta de manera exponencial.
clínica la hipostenuria (pérdida de la Según estudios previos, se conoce que
capacidad de concentrar orina); poste- el incremento de volumen en estos quis-
riormente, se reduce el flujo sanguíneo tes es alrededor del 5,3 % al año [12]. La
renal que desencadena pérdida progre- ADPKD puede ser causada por muta-
siva del parénquima renal, el cual a su ciones en dos genes diferentes; la más
vez es remplazado por lesiones quísti- frecuente es la ADPKD1 (85 % de los
cas. Esto lleva a la aparición de com- casos) causada por mutaciones en el gen
plicaciones propias del daño renal como PKD1 o también llamado policistina 1.
la hipertensión arterial. Así mismo, au- Este gen codifica una proteína del mis-
menta el riesgo de infecciones urinarias mo nombre; la proteína policistina 1 es
a repetición y la aparición de dolor en una glicoproteína transmembrana, regu-
dorso y flancos como manifestación del ladora de canales calcio y homeostasis
aumento de tamaño quístico, su infec- del calcio intracelular. También cumple
ción o sangrado interno. un rol muy importante en la interacción
célula-célula y célula-matriz [13]. El
El reemplazo del parénquima renal 15 % restante se deben a mutaciones en
por lesiones quísticas cada vez de ma- el gen PKD2, que codifica para la proteí-

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Tabla 1. Clasificación y características de la PKD

Enfermedad renal poliquistica (PKD)

Tipo Enfermedad renal poliquística autosómica dominante Enfermedad renal


Tipo 1 Tipo 2 poliquística autosómica
Subtipo recesiva (ARPKD)
(ADPKD1) (ADPKD2)
Locus 16p13.3-p13.1 4q21-q23 6p21.1-p12
Gen PKD1 PKD2 PKHD1
Tamaño
46 exones 15 exones 86 exones
del gen
Proteína Policistina 1 Policistina 2 Fibrocistina
Proteína transmembrana,
Proteína transmembrana
actúa como canal de calcio
con interacciones célula-
voltaje dependiente.
Función de célula y célula-matriz. Proteína transmembrana
Regula la concentración de
la proteína Puede ser un receptor, Se desconoce el ligando
calcio intracelular y está
pero se desconoce el
implicada en el
ligando
movimiento ciliar
Epitelio tubular renal y Riñón, ducto biliar y
Epitelio tubular renal y
Expresión células epiteliales en otros páncreas. Células
células epiteliales en otros
proteica órganos. Músculo liso, epiteliales del túbulo
órganos
esquelético y cardiaco renal, cilias

na policistina 2, una proteína transmem- baja en la noche y con respuesta exage-


brana que actúa como canal de calcio rada al ejercicio, acompañada de hiper-
voltaje dependiente y regula el calcio trofia ventricular izquierda y disfunción
intracelular, especialmente en el retículo diastólica [15,16]. La ADPKD es gene-
endoplásmico. Está implicada en el mo- ralmente de inicio tardío, con quistes
vimiento ciliar de las células epiteliales, renales bilaterales y quistes en otros ór-
donde se expresa (tabla 1) [14]. ganos, como hígado, vesícula seminal,
páncreas y membrana aracnoides [17].
Clínica y evolución de la enfermedad En el tubo digestivo se pueden encon-
trar quistes hepáticos hasta en el 50 %
Inicialmente se encuentra disminución de los pacientes con PKD; sin embargo,
en la capacidad de concentrar la orina la aparición de quistes es dependiente
y excretar amonio, lo cual contribuye al de la edad.
desarrollo de cálculos de oxalato de cal-
cio y ácido úrico. Se presenta hiperten- Un estudio realizado por el Consor-
sión arterial, que es característicamente cio de Estudios Imagenológicos para va-

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lorar la progresión en la PKD (CRISP) El fenómeno de expresividad va-


realizó un seguimiento prospectivo a riable intrafamiliar ocurre con discre-
214 individuos afectados, con imágenes pancias, es decir, casos graves y casos
anuales, y mostró que el volumen total leves, en la misma familia. La variabi-
renal y el volumen de los quistes aumen- lidad fenotípica involucra diferencias
tan de forma exponencial. El promedio en la tasa de filtración glomerular, la
del volumen renal total fue de 1060 ± 642 edad a la que se alcanzó la falla renal
ml de línea de base, y se encontró que el terminal, la ocurrencia de hipertensión
incremento anual es de 204 ± 246 ml por arterial, quistes extrarrenales sintomá-
año (5,27 ± 3,92 % al año), durante un ticos y hemorragia subaracnoidea por
periodo de seguimiento de 3 años [12]. aneurismas intracraneales en frambuesa
[19]. Aunque esta es una enfermedad
La función renal se mantiene con- autosómica dominante, entre el 10 y el
servada hasta los 40 años, secundaria a 20 % de los pacientes no tiene historia
una hipertrofia compensatoria en las ne- familiar previa, se trata de mutaciones
fronas funcionantes [5]. La enfermedad de novo o falla en el diagnóstico de los
progresa y alrededor de los 50 años, se familiares afectados [20].
encuentra alteración en la tasa de filtra-
ción glomerular (TFG), hasta llegar a un
Diagnóstico
valor por debajo de 15 cm3/min (ERC
estadio V) o falla renal terminal [6]. El diagnóstico se establece inicialmen-
Los riñones pueden alcanzar grandes te mediante estudios imaginológicos
tamaños, aproximadamente 25 libras en como ecografía renal o tomografía axial
una mujer de 1,55 m. Se considera que computada (TAC). También existe el
el 50 % de los individuos con ADPKD diagnóstico molecular. La sospecha clí-
desarrollará ERC estadio V para los 60 nica se basa en los hallazgos específicos
años. La edad de presentación de la fa- en función de la edad. En la tabla 2 se
lla renal es más temprana en PKD1 que presentan los criterios para diagnosticar
en PKD2 (54 vs. 74 años); sin embargo, quistes renales sugestivos de PKD.
la edad de inicio de la falla renal es va-
riable, incluso dentro de la misma fami- El diagnóstico de la PKD se debe
lia. Se ha determinado, que la ADPKD1 sospechar por la clínica y confirmarlo
es más severa que la ADPKD2, ya que con imágenes (por ejemplo, ultrasono-
presenta un mayor aumento del tamaño grafía renal, TAC y resonancia magné-
renal, así como un mayor número de tica nuclear). La ecografía renal es el
quistes que la PKD2. Se ha demostrado método más usado por su bajo costo y
que la tasa de crecimiento de los quistes fácil disponibilidad, el cual reporta ri-
es similar para los dos tipos [18]. ñones aumentados de tamaño y contor-

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Tabla 2. Criterios para diagnosticar quistes renales sugestivos de PKD basados


en los hallazgos ecográficos

Edad (años) Número mínimo de quistes Sensibilidad (%)


PKD1 → 100
< 30* 2 quistes uni o bilaterales
PKD2 → 67
30-59 2 quistes en cada riñón 100
> 60 4 quistes en cada riñón 100
*
La detección de un quiste renal y alargamiento renal, incluso en un solo
riñón, deben ser tomados como un signo temprano de la enfermedad: si se
encuentran riñones aumentados de tamaño y ecogénicos, sin quistes ma-
croscópicamente visibles, en un niño/infante, tiene un riesgo de ADPKD
del 50 %.
Fuente: modificado de Ravine y colaboradores [21] y Nicolau y colabora-
dores [22].

nos irregulares con múltiples quistes, Tratamiento


aunque solo detecta quistes mayores a
El tratamiento actual es sintomático,
8 mm y se debe tener en cuenta que en
por lo que se busca controlar las mani-
individuos jóvenes o con PKD2 es po-
festaciones que genera y evitar el ma-
sible que resulte falsamente “normal”
yor deterioro de la función renal por las
[20,21].
comorbilidades asociadas. Para el tra-
Se han realizado estudios para deter-
tamiento de la hipertensión arterial se
minar la sensibilidad y especificidad de aconseja usar inhibidores de la enzima
la ultrasonografía en el diagnóstico de la convertidora de angiotensina (IECA) o
ADPKD tipos 1 y 2, comparado con el antagonistas de los receptores de la an-
análisis de ligamiento. La sensibilidad giotensina II (ARA II), ya que han mos-
de la ecografía renal para el diagnós- trado reducción en la microalbuminuria
tico fue comparada con los resultados en individuos con PKD. No se deben
de los genotipos inferidos por los estu- usar bloqueadores de canales de calcio
dios de ligamiento. La sensibilidad de [24]. Se ha demostrado que la tensión ar-
la ecografía renal para diagnosticar la terial media debe ser menor a 92 mm Hg,
ADPKD, en menores a 30 años, fue del ya que una mayor tensión arterial está re-
95 % para ADPKD tipo 1 pero solo del lacionada con mayor mortalidad [25].
67 % para ADPKD tipo 2. Sin embar-
go, la sensibilidad de la ecografía, tanto Para el manejo del dolor, en primer lu-
para ADPKD tipo 1 como tipo 2, es del gar, se debe descartar infección, cálculo
100 % [22,23]. o tumor. Luego iniciamos por los agen-

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tes más bajos en la escalera de dolor, con significativa y ocurre en cerca del 10 %
agentes no opioides, evitando cualquier de las familias afectadas. Las recomen-
analgésico o combinación de analgésicos, daciones para la evaluación de los fa-
que sean nefrotóxicos y evitar los antin- miliares de un probando afectado, con
flamatorios no esteroideos (AINE). Si no una aparente mutación de novo, incluye
hay mejoría con esto, se usan antidepre- un tamizaje adecuado por métodos ima-
sivos tricíclicos, para el manejo del dolor ginológicos, especialmente en PKD2
crónico. Los agentes narcóticos se reser- [28]. Es de anotar que la historia fami-
van para las crisis agudas, ya que su uso liar puede parecer negativa, por falla en
crónico produce dependencia física y psi- el diagnóstico, muerte temprana del in-
cológica. Cuando las medidas anteriores dividuo afectado antes del inicio de los
para el manejo del dolor crónico no han síntomas o inicio tardío de la enferme-
tenido éxito, se puede realizar bloqueo de dad en el familiar afectado. En el caso
nervio esplácnico, aspiración del quiste del hermano de un afectado, el riesgo
o terapia esclerosante [6,21,26]. Existen varía así:
otras terapias quirúrgicas para el manejo
del dolor, que van desde descompresión • Si alguno de los padres está afec-
quirúrgica, penetración laparoscópica, tado, el riesgo en cada uno de sus
denervación renal, hasta nefrectomía. hijos es del 50 %.

Dentro de las medidas específicas • Si ninguno de los padres tiene alte-


para la nefroprotección, es importante raciones en las imágenes renales, ni
recalcar las recomendaciones propias tampoco en el examen molecular, lo
del paciente con enfermedad renal cró- más probable es que se deba a una
nica en sus diferentes estadios, acon- mutación de novo; por lo tanto, el
sejando una dieta con restricción de riesgo que la enfermedad se repita
proteínas (a 0,6 g proteína/kg peso cor- en otros hijos es similar al de la po-
poral/día) para retardar la progresión de blación general [29].
la enfermedad renal, así como promo-
ver la ingesta hídrica mínima de 2000
Consideraciones en la asesoría
cm3/día [27].
del trasplante renal

Es importante realizar una valoración


Asesoría genética
muy estricta a los familiares de un pa-
La mayoría de los individuos afectados ciente con ADPKD, ya que estos pueden
con PKD autosómica dominante tiene, también tener la enfermedad y aún no
por lo menos, un familiar afectado. La manifestarla. En este caso, se contraindi-
incidencia de mutaciones de novo es ca la donación del riñón. La evaluación

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para descartar la enfermedad tiene que Asesoría en menores de 18 años


ser molecular e imaginológica. Usual- asintomáticos
mente los pacientes con PKD ingresan a
Se da en pacientes menores de 18 años
lista para donantes cadavéricos [29].
de edad que estén en riesgo de pade-
cer la enfermedad con inicio en la vida
Genotipificación de adultos adulta por sus antecedentes familiares.
asintomáticos Se debe realizar monitoreo clínico y
con imágenes de manera estricta. Se
La evaluación de individuos mayores
considera inapropiado realizar la prueba
de 18 años de edad debe ser, en prime-
molecular, ya que al no tener un trata-
ra instancia, con imágenes renales. El
miento para prevenir o retrasar el inicio
test molecular se puede realizar, aunque
de la enfermedad, solo se causaría an-
este no predice edad de inicio, grave-
siedad, estigmatización y discrimina-
dad, tipo de síntomas ni tasa de progre-
ción en el menor [29].
sión de la enfermedad. El diagnóstico
molecular en estos casos solo se debe
realizar si las imágenes son dudosas o Diagnóstico prenatal
cuando se requiere el diagnóstico defi- No se hace de manera rutinaria para el
nitivo en un adulto joven (< 30 años) o diagnóstico de ADPKD, ya que al tra-
cuando se requiere para posible donante tarse de una patología de la vida adul-
para trasplante renal. ta, no afecta el desarrollo intelectual ni
otras características en la infancia. Aun-
Un individuo joven, con historia fa- que puede haber excepciones con una
miliar positiva, debe ser testeado para grave insuficiencia desde la niñez, cada
tomar decisiones (no solamente la nece- caso se debe valorar en particular. Está
sidad de saber). Como es un examen en disponible para las familias en las que
un individuo asintomático, debe ser pre- se conozca la mutación causante de la
cedido por una entrevista pretest, en la enfermedad [29].
cual se evalúe la motivación para realizar
el test, el conocimiento individual sobre
Terapias bajo investigación
la enfermedad y el posible impacto po-
sitivo o negativo que el resultado, tenga Los estudios realizados tanto en el
en su vida. Los individuos con un resul- modelo animal como en humanos con
tado positivo necesitarán un seguimiento ADPKD indican que los quistes son
multidisciplinario a largo plazo [30]. responsables por el declive en la tasa
de filtración glomerular, que ocurre de
manera tardía en el curso de la enferme-
dad [31]. Esto se debe a la disrupción

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anatómica en la filtración glomerular y groscopicus. Su efecto inmunosupresor


los mecanismos de concentración uri- se basa en que inhibe la respuesta a la
naria a escala masiva, asociados a la interleucina 2 (IL-2), bloqueando la ac-
compresión y obstrucción de las neu- tivación de los linfocitos B y T. El siroli-
ronas adyacentes, por los quistes en la mus se une a una proteína citoplasmática
corteza, médula y papila. Los quistes llamada FKBP12 y forma el complejo
evitan el drenaje de orina, que conduce sirolimus/FKBP12, que inhibe la vía del
a atrofia tubular y pérdida de la función mTOR. Este complejo mTOR también
del parénquima renal, por mecanismos es llamado FRAP o RAFT. Entonces,
similares a la obstrucción ureteral. Los el mTOR es una proteína serina/treoni-
quistes producen citocinas y factores de na cinasa que regula el crecimiento, la
crecimiento que resultan en fibrosis y proliferación, la motilidad y la super-
falla renal. vivencia celular, además de la síntesis
proteica y la transcripción [11,33].
Por lo tanto, es una estrategia razo-
nable el prevenir o disminuir la pro- El sirolimus ha mostrado beneficios
gresión de formación de quistes, para significativos en el modelo murino para
evitar los cambios secundarios y así PKD y ha reducido la progresión de la
prolongar la función renal en estos pa- enfermedad [19]. Un estudio aleatoriza-
cientes [31]. Se ha comprobado que la do, controlado, con 18 meses de ingesta
proteína mammalian target of rapamy- de sirolimus en adultos con ADPKD y
cin (mTOR) está activada de manera enfermedad renal crónica temprana no
aberrante en el epitelio quístico de los encontró evidencia de que el sirolimus
pacientes con ADPKD [7]. a dosis de 2 mg/día enlenteciera el cre-
cimiento renal poliquístico, comparado
Por tal motivo, se han realizado es- con el grupo control [19].
tudios clínicos en humanos, para com-
probar si medicamentos inhibidores de En cuanto a otros inhibidores de la
la mTOR, como el sirolimus, presentan vía mTOR, tenemos el everolimus, pues
eficacia en detener la progresión de la en un ensayo aleatorizado, doble ciego,
enfermedad [19,32]. 433 pacientes con ADPKD, recibieron
durante 2 años everolimus a dosis de
El sirolimus es un macrólido, que 2,5 mg dos veces al día vs. placebo en
actualmente se usa como inmunosu- el grupo control. Los resultados de este
presor en la prevención del rechazo de estudio muestran que el everolimus dis-
trasplante renal. Este medicamento fue minuyó el incremento en el volumen re-
descubierto inicialmente como un pro- nal total de los pacientes con ADPKD,
ducto de la bacteria Streptomyces hy- durante el primer año; pero no disminu-

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yó la progresión del daño renal. Adicio- Además del riñón, también se encuen-
nalmente, el uso de everolimus estuvo tra compromiso hepático con hepatome-
asociado a una elevada tasa de efectos galia, incremento de la ecogenicidad y
adversos, similar a las encontradas en dilatación de los ductos biliares intrahe-
trasplante renal [34]. páticos. Aunque la fibrosis hepática está
histológicamente presente desde el naci-
Existen reportes de familias con miento, los hallazgos clínicos, radiológi-
ADPKD, que no presentan mutaciones cos o paraclínicos pueden estar ausentes
en PKD1 ni en PKD2, por lo que se en el momento del diagnóstico [2].
presume la existencia de otro gen rela-
cionado (PKD3), aunque todavía no ha Como presentación inicial, el 45 %
sido probado [35]. de los pacientes debutan con anomalías
hepáticas. Debido a la hipoplasia pul-
monar, como resultado de la presencia
Enfermedad renal poliquística
de oligohidramnios, hasta un 30 % de
autosómica recesiva
los neonatos afectados fallece a cau-
El enfermedad poliquística autosómica sa de insuficiencia respiratoria [39].
recesiva (ARPKD) es una forma fre- Aunque la incidencia estimada de esta
cuentemente grave de PKD que afecta patología es de 1/10.000-1/40.000, la
los riñones y las vías biliares. Se ha es- verdadera incidencia puede estar subes-
timado una incidencia de 1:20.000 naci- timada, por fallo en el diagnóstico [41]
dos vivos [36]. Todas las formas típicas (tabla 3).
de ARPKD resultan de mutaciones en el
gen, PKHD1. Este gen está localizado La patología revela un compromiso
en el cromosoma 6p21.1-p12 [37,38]. renal simétrico y bilateral. Histológica-
mente, los riñones muestran un patrón
de dilataciones fusiformes (microquis-
Diagnóstico
tes menores a 4 mm de diámetro) ra-
El diagnóstico puede ser realizado en el diados desde la médula hacia la corteza
periodo intrauterino, neonatal o en los [42]. Estudios de microdisección y lo-
primeros meses de vida, por medio de calización tubular han demostrado que
una ecografía renal que evidencie un au- la enfermedad está confinada a los túbu-
mento difuso del volumen renal bilateral. los colectores en todos los niños afecta-
El oligohidramnios es un hallazgo co- dos; una fase quística transitoria ocurre
mún, y debido al bajo gasto urinario fetal, en los túbulos proximales fetales [43].
puede desarrollar la secuencia de Potter
(hipoplasia pulmonar, fascies típicas y
anomalías en extremidades) [39].

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Tabla 3. Criterios para el diagnóstico clínico de enfermedad renal poliquística


autosómica recesiva (ARPKD)

Hallazgos ecográficos típicos


Uno o más de los siguientes
en la imagen renal
Infancia • Signos clínicos o de laboratorio de fibrosis
• Riñones con aumento de tamaño, ecogénicos hepática (hipertensión portal, hepatomegalia,
con pobre diferenciación corticomedular várices esofágicas)
• Rosetas focales: apariencia macroscópica de • Anomalía en el desarrollo ductal hepático,
los túbulos quísticos, orientados radialmente demostrado por patología
Niñez y juventud • Ausencia de quistes renales en los dos padres,
• Riñones grandes y ecogénicos demostrado por ecografía renal
• Macroquistes típicos • Consanguinidad parental
• Un hermano afectado

Fuente: modificados de Zerres y colaboradores [36].

Se ha demostrado que la mayoría de tar asintomático o progresar a hiperten-


las mutaciones son únicas dentro de la sión portal [39].
familia (mutaciones privadas) y esto di-
ficulta la correlación genotipo-fenotipo y El manejo inicial del paciente se enfo-
complica la elaboración de un test mo- ca en la estabilización de la función res-
lecular diagnóstico [443]. Por otro lado, piratoria, mediante ventilación mecánica
la correlación genotipo-fenotipo en estos si lo requiere, por lo que es indispensable
casos se basa en el tipo de mutación: casi determinar el grado de afectación pulmo-
todos los pacientes con mutaciones bia- nar y la evaluación de la función respira-
lélicas truncadas o de marco de lectura toria, pulsoximetría, radiografía de tórax y
abierto tienen un fenotipo más grave de exámenes paraclínicos pertinentes según
la enfermedad; mientras que todos los el caso. Adicionalmente, se debe realizar
pacientes con fenotipo leve a moderado ecografía renal, medición de la presión ar-
presentan mutaciones de sentido erróneo terial, transaminasas, bilirrubinas séricas,
(missense) [45]. albumina sérica, tiempos de coagulación
y hemograma. Si se presenta oliguria o
anuria, se debe iniciar diálisis peritoneal
Tratamiento
en los primeros días de vida. Si los riño-
Los casos menos graves presentan riño- nes presentan un tamaño aumentado, al-
nes palpables bilaterales, hipertensión gunos autores recomiendan nefrectomía
arterial, hipostenuria, acidosis metabó- unilateral o bilateral según el compromiso
lica y falla renal progresiva. En cuanto del paciente y la afectación de los órganos
al deterioro hepático, este puede resul- adyacentes involucrados [46].

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El manejo de la hipertensión arte- Los heterocigotos son asintomáticos,


rial asociada se realiza con inhibidores aunque es importante realizar ecografía
de la IECA o ARA II. Las infecciones renal en padres de niños con sospecha
urinarias recurrentes son una complica- de ARPDK, para excluir la posibilidad
ción frecuente en este tipo de pacientes, de ADPKD. No existen datos sistemá-
por lo que se debe vigilar estrechamente ticos disponibles de la sensibilidad y
su aparición, así como la presencia de especificidad de la ecografía prenatal
nefrolitiasis asociada. Se debe evitar la en el diagnóstico de ARPKD. Desde el
administración de medicamentos sim- punto de vista radiológico, los riñones
paticomiméticos, agentes nefrotóxicos, quísticos y brillantes, cuando se detec-
AINE, aminoglucósidos, cafeína, teofi- tan incidentalmente en una ecografía
lina y bloqueadores de canales de calcio. prenatal de rutina, son un dilema diag-
En cuanto a la sobrevida de los pacien- nóstico, ya que pueden ser producidos
tes, la tasa anual es del 71-75 % a los 10 por diversas etiologías, con numerosas
años y del 66 % a los 15 años [47]. implicaciones para el pronóstico fetal y
futuros embarazos [48].
Asesoría genética
Si no existe historia familiar de
Como ya se ha mencionado, esta pato- ARPKD, pero en la ecografía prena-
logía se transmite por un mecanismo tal se evidencian riñones quísticos y
de herencia autosómico recesivo. En aumentados de tamaño, se recomien-
principio, los padres de un menor afec- da realizar ecografía fetal de detalle y
tado son portadores obligados; tienen cariotipo para evaluar la presencia de
un riesgo del 25 % en cada embarazo anomalías cromosómicas u otras ano-
de transmitir los alelos afectados y que malías congénitas en el feto [49].
nazca un afectado nuevamente.
La prueba molecular se puede reali-
zar con el análisis de ADN de células
Padres de un niño afectado
fetales, por amniocentesis (entre la se-
Los padres de un niño afectado son mana 15 y 18 de gestación) o a la se-
heterocigotos obligados (cada uno de mana 12 de gestación, por biopsia de
ellos porta un alelo mutante). La pro- vellosidad coriónica [36]. El diagnós-
babilidad de tener otro hijo afectado es tico genético preimplantacional está
del 25 % en cada embarazo; la proba- disponible para familias en las que se
bilidad de tener un hijo portador de un ha identificado la mutación causal de la
alelo mutado es del 50 % y la probabi- enfermedad [49].
lidad que no porte ningún alelo mutado
es del 25 %.

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la enfermedad, depende de si su pareja control, and the progression of polycystic
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