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Parcial domiciliario

Entrega: martes 14 de noviembre.

1. Comparar las definiciones de signo de Peirce y Saussure.

2. Retomar la definición de signo de Saussure y explicar los principios de arbitrariedad y linealidad.


Proponer una lectura de la primera obra en la cual se retomen ambos rasgos.

3. Redactar una breve reseña sobre Carta a un general desde una perspectiva semiótica. (Retomar
principales conceptos y proponer un análisis).

1. “Barjuleta cabruñada”, 1964. Tinta sobre papel.


2. “Carta a un general”, 1963. Tinta sobre papel.

1. Charles Sanders Peirce fue un filósofo, lógico y científico estadounidense. Es considerado el


precursor del pragmatismo y el padre de la semiótica moderna o la teoría de los signos,
junto a Saussure.
Según Pierce el signo es algo que está para alguien por algo, y que consta de tres componentes,
dado que la realidad es una tríada: el objeto, el representante o signo y el interpretante.
A diferencia de Pierce, que se inquieta por el modo en el que el hombre establece relación con la
realidad, Saussure, contemporáneo de Pierce, pero en Ginebra, se ocupa del funcionamiento de la
lengua.
Ferdinand de Saussure fue un lingüista suizo, cuyas ideas sirvieron para el inicio y el posterior
desarrollo del estudio de la lingüística moderna en el siglo XX. Para este pensador el signo es una
entidad psíquica de dos polos compuesta por el concepto y las imágenes acústicas, asociando el
concepto o definición hacia el significado y las imágenes acústicas o huellas psíquicas al
significante.

Similitudes:

Saussure y Peirce

- El pensamiento del sujeto es sólo pensamiento en signos;


- Los signos obtienen validez dentro de una comunidad, por convención;
- Los signos no son identidades aisladas, sino que conforman cadenas y constituyen sistemas de
signos.

Diferencias:

Saussure
- Concepción de signo como una relación de dos elementos (significado-concepto y significante-
imagen acústica);
- Los componentes del signo son inherentes y dependientes, se establecen de manera recíproca;
- Se ocupa del singo lingüístico y realiza sus estudios desde la lingüística;
- Saussure expone que el signo es una entidad cerrada y que la naturaleza de los elementos de las
cosas es arbitraria;
- No trabaja con la materialidad del signo;
-Distingue al símbolo del signo por el grado de arbitrariedad; el primero se distingue por cierta
continuidad asociativa entre el significante (imagen acústica) y el significado (concepto); es decir,
la presencia de un cierto lazo natural, motivado, que lo caracteriza como icónico;
- El símbolo es un ente viviente y que pertenece a la segundidad;
- Se interesa por el funcionamiento de la lengua;
- Le interesa el signo y no lo que está fuera de él;
- Al deslindar a la lengua del habla no considera a los signos como objeto de estudio.

Peirce

- El signo está compuesto por tres elementos: el representamen, el objeto y el interpretante;


- Aquí la relación entre los componentes es multilateral entre tres términos que son de naturaleza
lógica diferente;
- Abarca todos los signos, no solo los lingüísticos, y realiza su aporte desde la filosofía y la lógica
matemática;
- Señala que el signo es una entidad abierta, que la naturaleza de los elementos de las cosas no es
arbitraria, además de plantear que la relación significante – significado
depende del interpretante;
- Trabaja con la materialidad del signo, ya que el representamen está en el mundo material;
- Realiza una clasificación compleja de los signos, plantea tres divisiones al interior de cada una de
ellas: primera: cualisigno, sinsigno y legisigno; segunda: icono, índice y símbolo; y tercera: rema,
signodicente y argumento;
- Escribe que «la (división de signos) fundamental es la que los clasifica en Iconos, Índices y
Símbolos;
- Le interesa saber cómo conoce el hombre;
- Se interesa por la relación de los signos con la realidad;
- Posee una perspectiva pragmática que permite analizar los efectos que los signos producen en
sus intérpretes.

2. Principios de arbitrariedad y linealidad

El signo lingüístico es arbitrario en el sentido que el vínculo entre significante y significado no se


basa sobre una relación causal. La prueba de tal afirmación reside en el hecho de que las
diferentes lenguas desarrollaron diversos signos, es decir, diferentes vínculos entre significantes y
significados; de lo contrario, existiría una única lengua en el mundo.
Ahora bien, aun aceptando la arbitrariedad del signo en lo que respecta al vínculo entre
significante y significado, es claro que esta conexión no es arbitraria para quienes usan una misma
lengua, porque si esto fuera así, los significados no serían firmes y desaparecería la posibilidad de
comunicación.
El principio de arbitrariedad maniobra en forma conjunta con el segundo principio de Saussure
que afirma que el significante siempre es lineal. Esto quiere decir que los sonidos de los cuales se
componen los significantes, dependen de una secuencia temporal.
Saussure sostiene que el funcionamiento del lenguaje depende de la linealidad y que esto tiene
importantes consecuencias dado que la linealidad impide ver u oír varios significantes
simultáneamente. Mientras que la linealidad del significante es una cadena, la arbitrariedad que
entre ambas partes del signo es un vínculo único.
En “Barjuleta Cabruñanada” de León Ferrari, ambos rasgos se evidencian, dado que es posible leer
e interpretar cada palabra. La convención social de nuestra lengua permite que podamos descifrar
aquello que cada signo muestra, por lo que podemos decir que el autor utiliza ese acuerdo
colectivo para dar a conocer el mensaje. Se observa el carácter arbitrario por la relación entre
significante y significado de cada signo lingüístico. La linealidad espacial es otra característica que
hace posible la interpretación de cada palabra, ya que se presentan dispuestas una al lado de la
otra.
3. León Ferrari es un artista que en la mayoría de sus obras realiza críticas sociales y políticas
más o menos claras. Ferrari emplea aportes semióticos para entrelazar signos que
pertenecen a diversos sistemas y lenguajes. “Carta a un general”, es una obra compuesta
por una escritura con letras y palabras deformadas. Las escrituras deformadas contienen
un texto que por momentos puede descifrarse y por momentos es una maraña de líneas
abstractas. Las denomina, precisamente, “escrituras deformadas”, diferenciándolas así de
aquellas otras obras a las que llama “dibujos escritos”, en las que no hay ningún texto. En
la obra mencionada emplea el concepto de arbitrariedad para justificar que se trata de
una carta propiamente dicha, el título se inyecta contenido en la escritura deformada, una
forma abstracta ininteligible, esta es la razón por la que hace de las caligrafías de León
signos contextualizados, en cuanto sostenidos en la intención política del artista. Es
imposible relacionar los significantes con un significado; las líneas dibujadas que
aparentan ser palabras por su característica visual, no datan de ninguna lengua, por ende,
no hay cosmovisión social que nos permita interpretarlas.
En el contexto que el autor realiza la obra, es impensable referirse negativa o críticamente a las
fuerzas armadas, por lo que utilizar los signos deja en manos del interpretante la significación de la
obra. Utiliza también la linealidad dado que la respeta. Con el título explícito, uniendo el contenido
de un mensaje y la forma abstracta, opera sobre la idea de cierto lugar inefable en lo político,
como aquello que no puede ser dicho.

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